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MEDIOS COMUNITARIOS, CIUDADANÍA Y REDES DE ACTORES POLÍTICOS EN LA CONSTRUCCIÓN DE POLÍTICAS DE COMUNCIACIÓN EN BOLIVIA. CONTEXTO, MÉTODO Y ANÁLISIS PREVIO
SEMINARIO DE INVESTIGACIÓN GRIC - Juan Ramos Martín
Documento de trabajo – Por favor, no citar
Resumen: Ante un panorama público internacional en dificultades y en franco retroceso debido
al desgaste producido por las crisis políticas y económicas acaecidas tanto a nivel global como
en la propia región, se observa desde el año 2000 en América Latina el resurgir de un interés
en la regulación comunicativa y la retoma del control y el fomento de los procesos de
emancipación ciudadana. No en vano, a través de las nuevas leyes se reconocen “otros
ámbitos” de comunicación y se lleva a cabo la “re-localización” del espacio comunicativo, con la
entrada de nuevos y viejos actores, tradicionalmente excluidos. Nuevamente, las políticas
públicas destinadas a la democratización de la comunicación y el desarrollo como concepto
integral se han ubicado por derecho propio en el centro del debate político, de la reflexión
científica y del escenario mediático en los últimos años en toda América Latina.
Este es también el caso de Bolivia, donde tras un periodo de reempoderamiento de las
organizaciones comunitarias e indígenas, la legislación contempla un objeto de sanción en el
que, a priori, se concede un tercio del espectro a organizaciones comunitarias y originarias.
El objetivo de este texto supone la construcción de una lectura crítica de los procesos de
convergencia, diálogo y respuesta, por parte de los poderes del Estado, a la articulación en red
de los principales movimientos de comunicación comunitaria y alternativa en Bolivia y su
institución en actores políticos válidos al interior de las discusiones legislativas, ya sea en forma
de creación de un corpus legislativo comunitario propio, o de la institucionalización de sus
actores como garantes de su propio sostenimiento.
Palabras clave: Redes, medios alternativos, medios comunitarios, políticas de comunicación,
Bolivia
INTRODUCCIÓN TEÓRICO-CONTEXTUAL
En la región latinoamericana, el replanteo de las problemáticas sobre ciudadanía y
representación social y política “parece anudarse con los efectos aún persistentes de los
procesos de transición a la democracia (…) y más recientemente, con el impacto de la llamada
reacción antipolítica que también ha afectado a la región” (Caetano, 2006). En torno a estas y
otras cuestiones, la evolución de los indicadores institucionales vinculados a la legitimidad
social (Caetano, 2006) han sufrido una clase de involución en lo relativo a la confianza,
satisfacción y valores derivados de los sistemas democráticos.
En la etiología del propio concepto de antipolítica se podrían insertar también debates propios
de la sociedad capitalista pos-industrial o de capitalismo cognitivo, tales como el explicitado por
Lechner, quien nos incluye al interior de una ‘sociedad de la desconfianza’, en la que los
contextos habituales de confianza (escuela, empresa, barrio, partido político, etc.) se han
debilitado, provocando un incremento del miedo público y la consiguiente afectación del vínculo
social y el repliegue ciudadano hacia dentro de la vida privada, provocando una
desincorporación de fuertes franjas de población a la vida social y política reivindicativa y
dejando abonado el campo de la decisión pública a las élites tradicionales en la elaboración
política del devenir social.
En ese proceso de desmovilización, los mal llamados ‘medios de comunicación’ han jugado un
papel capital en la destrucción del vínculo social, asumidos casi siempre desde posiciones de
violencia, crisis económica y deslocalización, provocan la sensación contraria, enfática en los
grandes medios, de desaparición del espacio público, la invisibilización del sujeto social como
actor eminentemente político, activo en la defensa y comunicación de sus preocupaciones e
intereses. Y es que desde hace ya más de treinta años el campo de la comunicación a nivel
mundial viene siendo dominado por procesos de desregulación de mercado,
transnacionalización del capital financiero y concentración empresarial multimedia (Hermann,
1997), todos ellos inscritos en el denominado mercado global e inherentes a las dinámicas de
mundialización propias del capitalismo cognitivo. Dichos procesos, presentes desde los
primeros años ochenta, han supuesto durante mucho tiempo el ocaso de todo aquello que
concierne a la gestión ciudadana como espacio garante de la democratización.
Sin embargo, en el vacío impuesto por estos instrumentos de reproducción ideológica, y ante la
falla de las instituciones tradicionales de convocar a dicho servicio, surgen desde los
ciudadanos interacciones con su necesidad: pioneras en los años 40, y con especial intensidad
y profusión en la región de América Latina, afloran experiencias de apropiación comunicativa
en torno a colectivos marginados, en un intento por democratizar los sistemas básicos de
entendimiento, diálogo y concientización que son los medios técnicos de comunicación.
Los medios de comunicación comunitarios (AMARC, 2009), alternativos (Atton, 2001),
ciudadanos (Rodríguez, 2001), radicales (Downing, 2001), populares (Kaplún, 1985), etc. -
valga un rápido recorrido de su amplia y discutida taxonomía-, en un sentido genérico de
alternativa (elipsis semántica de ‘alteridad’), se establecen desde entonces como aquellos
actores encargados de abarcar un espacio público más allá de la esfera burguesa, a través de
los cuales se expresen “los deseos de todos aquellos sujetos y colectivos que, por razones de
clase, etnia o género, entre otras, no son reconocidos como interlocutores válidos en el ámbito
dominante” (Barranquero y Sáez, 2010), muy en consonancia con la ruptura marginal de la
‘unidimensionalidad’ marcusiana.
En la actualidad, “la mayoría sobreviven en franca recesión ante el abuso de los gobiernos y
las presiones de los grupos mediáticos nacionales” (Martínez, 2012), pero desde principios de
siglo, la pérdida y difusión de espacios físicos y deontológicos (desde el enconamiento político
al tercersectorismo), coexiste con “la multiplicación de experiencias y la renovación del arsenal
teórico (…) a partir de la eclosión sin precedentes de tecnologías potencialmente participativas
como Internet, así como de movimientos globales de democratización y justicia” (Barranquero y
Sáez, 2010).
Bien es cierto que con el comienzo del siglo y la aparición de las Tecnologías de la Información
y la Comunicación (TICs) y el concepto de Sociedad de la Información (SI), la recuperación de
conceptos como ‘red’ y ‘comunidad’, sufren una suerte de polisemia antitética: además de
favorecer una multiplicidad de la homologación cultural a través de procesos de capitalización
intelectual y abstracta, han permitido desde los márgenes informales (e informacionales) que
actores sociales y colectivos subyugados (caso de movimientos indígenas o comunitarios en
América Latina) hayan podido estructurarse como sujetos políticamente activos, llegando
incluso a participar de los mecanismos de producción legal e institucional del Estado liberal.
De hecho, tratándola en términos sociales, la convergencia digital se puede traducir en una
suerte de emergencia rizomática del denominado ‘paradigma de las redes’, inscrito como
nuevo modelo de organización regida por los tres procesos que Castells antepone como
determinantes para dicha articulación social:
necesidad de flexibilidad económica en la gestión ante la globalización del capital, la producción y el comercio (…) los valores de libertad individual y comunicación abierta se tornan un fundamento básico indiscutible de la convivencia democrática (…) predominio [a través del desarrollo de las TICs] del trabajo inmaterial y la cooperación como base del nuevo modelo de desarrollo (Sierra y Favaro, 2012)
La retoma del concepto ‘red’, no obstante, no es más que la actualización de uno de los más
antiguos métodos de organización social, “dada la simplicidad de su operación y la
adaptabilidad para ambientes y contextos diferentes” (Sierra y Favaro, 2012:4), el cual, con la
llegada de la modernidad, fue sustituido por otro tipo de formas de reproducción social, más
complejas, burocráticas y, por tanto, jerarquizadas.
Más allá de los procesos hegemónicos de la mundialización, con la llegada de internet “la
articulación rizomática se torna de nuevo una forma idónea de reorganización e ingeniería
social (…) más conveniente en la sociedad líquida, por su flexibilidad, la horizontalidad y la
autonomía (…) con alto nivel de autodeterminación en la era de la sociedad de riesgo y el
conocimiento distribuido” (Sierra y Favaro, 2012:4), reportando, por tanto, a los miembros
individuales varios servicios -en este caso en el plano comunicacional-, con los que de manera
única no serían capaces de contar. Y es que, a pesar de la formación de procesos de control y
censura, la sublimación tecnológica, más allá de la falsa univocidad otorgada por los
mecanismos del capitalismo semiótico,
es un factor de perturbación, de desterritorialización, de acceso de lo humano al exterior de su tierra, no ya de origen, sino de la tierra provisional. La máquina inscribe a cada uno en el corazón de una red que le solicita de forma técnica y al mismo tiempo social. La semiotización capitalista codifica esta modificación tan rápido como puede, y propone un sentido de la misma que pretende ser exclusivo. Sin embargo, la proliferación maquínica desborda por todas partes las capacidades de recentralización y de axiomatización del sistema. Produce en sus márgenes, pero también en su corazón, zonas de autonomía temporales, provisionalmente desorientadas, abiertas a otros trabajos de interpretación (Querrien, 2004:30)
Pese a todo lo dicho, la renovación tecnológica funciona de forma vectorial, y por consiguiente
se demuestra vana, e incluso contraproducente, si no existe un registro de fuerte participación
social y ciudadana que le den sentido, paso primario de incorporación de individuos críticos a
los procesos de deconstrucción de los paradigmas dominantes. Para una fundamentación
regional, Camacho (2007), en palabras de Rivadeneira, ofrece un panorama en el que
“América Latina es [ha sido] un ámbito donde una pequeña parte de la población (clases
dominantes) actúa [y ha actuado] protagónicamente como actor en las tomas de decisión sobre
los asuntos colectivos –de interés o de utilidad común-, mientras que la gran mayoría hace de
espectadora pasiva frente a dichas decisiones” (Camacho, 2007:151).
La necesaria activación ciudadana y su incorporación a la lucha en red se impone como una de
las características imprescindibles para una comunicación orientada hacia el cambio de
hegemonías (Gumucio & Tufte, 2008) en la búsqueda del consenso ampliado, entendida esta
comunicación como “un proceso de diálogo público y privado a través del cual la propia gente
define lo que es, lo que quiere y necesita, y cómo trabajará colectivamente para obtener
aquello que contribuirá al mejoramiento de su vida. Se basa en principios de justicia, equidad,
voz y participación, en la tolerancia y en el proceso de desatar aquellas voces que antes no
eran escuchadas”, asentándose sobre un concepto de desarrollo entendido como el “marco
epistemológico y praxeológico que guía toda la reflexión (…) como sistema complejo de
significación del fenómeno comunicativo intercultural” (Del Valle y Moreno, 2004).
Desde el punto de vista político, en términos de convergencia –homogeneización- la toma de
decisiones políticas mundiales en comunicación, no ha beneficiado en absoluto al
posicionamiento de los medios contrahegemónicos. La mundialización de la política, proceso
de larga data que abarca desde los inicios del sistema de centralidad europeísta (Hamelink,
1994) -sobrevenido de manera primigenia tras la ‘Paz de Westfalia’ y la creación de
organizaciones internacionales e intergubernamentales (IGOs)-, ofrece como consecuencia
que la toma de decisiones a nivel mundial produce implicaciones –normalmente
contraproducentes- en el nivel local en que la gente vive. Y sin embargo, ante un horizonte
público internacional en severas dificultades y en franco retroceso debido al desgaste
producido por décadas de política neoliberal, se observa desde comienzos de siglo en América
Latina el resurgir de un interés en la regulación comunicativa y la retoma del control y el
fomento de los procesos de emancipación ciudadana. No en vano, a través de las nuevas
constituciones y leyes se reconocen ‘otros ámbitos’ de comunicación y se lleva a cabo la ‘re-
localización’ del espacio comunicativo con la entrada de nuevos y viejos actores,
tradicionalmente excluidos.
Adoptando una perspectiva histórico-materialista, la preeminencia de la digitalización y la
transformación de la ciudadanía en torno al ‘sujeto-cyborg’ (Haraway, 1991), contando los
actuales procesos políticos integradores en la región, unido todo ello a un clima político
favorable en varios de los países, han llevado a la redefinición subrogatoria de dichas
estructuras alternativas, llegando a ejercer una primaria función dicotómica dentro de la
‘Forma-Estado’ (Negri, 2003), estableciéndose:
-‐ Por un lado, como parainstituciones del Estado, verdaderos valedores del
constructo de ‘servicio público’, llegando allá donde los organismos estatales no
han podido, sabido o querido llegar. En ocasiones, en base a procesos de
construcción social basados en la intersubjetivación pura de experiencias
históricamente sostenidas (Berger y Luckman, 1978), han llegado incluso a ejercer
como instituciones de coerción jurídicamente reconocidas -caso de AMARC o la
Agencia Plurinacional de Comunicación (APC) en Bolivia- (Ramos, 2012) durante
los años 2005 y 2006.
-‐ Por otra parte, como puente entre y al interior de las comunidades a las que sirven,
en la vinculación al servicio público propio de sus objetivos elementales y a la doble
identificación positiva desde el concepto de comunidad paradójica (Day, 2002).
Ante tal panorama de lucha, entre retracción económica y proyección social, el presente
documento de trabajo pretende construir un marco para el análisis de los movimientos y
estructuras de medios alternativos y colectivos organizados en torno a los derechos a la
comunicación en uno de los países históricamente más fuertes de la región en lo que se refiere
a comunicación comunitaria y alternativa, Bolivia, en cuyos diferenciados contextos socio-
políticos, históricos, geográficos y económicos han surgido algunas de las más interesantes
experiencias en el campo. Tratado en los términos de construcción de políticas de
comunicación integrales, en el sentido de la definición primaria de Política Nacional de
Comunicación (PNC) -, el objetivo de este texto supone la realización de una lectura crítica de
los procesos de convergencia, diálogo y respuesta, por parte de los poderes del Estado, a la
articulación en red de los principales movimientos de comunicación comunitaria y alternativa en
Bolivia y su institución en actores políticos válidos al interior de las discusiones legislativas, ya
sea en forma de creación de un corpus legislativo comunitario propio, o de la
institucionalización de sus actores como garantes de su propio sostenimiento.
OBJETIVOS E HIPÓTESIS
Partiendo de este diagnóstico previo, las preguntas que entonces surgen se pueden resumir en
la consiguiente interrogante: ¿Cuál es la participación política de los colectivos
ciudadanos y medios comunitarios y alternativos al interior de la construcción y la
democratización de las políticas públicas de comunicación en Bolivia?
Para responder a la siguiente cuestión, será necesario poder desglosar su respuesta a través
de las consiguientes preguntas secundarias, las cuales resultarán imprescindibles para obtener
una conclusión válida, a la hora de establecer: ¿Cuál es la situación social/legal de los medios
alternativos/comunitarios? ¿Qué cambios han sufrido estos medios en torno a sus dinámicas
de asociación? ¿Cuáles son los beneficios que se han derivado de su estructura? ¿Qué
estrategias conformaron para establecerse como actores políticos en el debate y posterior
regulación de sus estructuras? ¿Cuánta fuerza política ejercen en torno a su reconocimiento y
supervivencia? ¿Cuál es su propio diagnóstico de la situación actual en la que se encuentran?
¿Cuál es su evaluación actual del alcance de las reformas? ¿Qué ocurrió con la articulación
conseguida?
Así, se intentará retratar el estado de la comunicación comunitaria/alternativa en el país,
identificar tendencias y reconocer estructuras. Las diferentes cuestiones aquí esbozadas, se
intentarán responder de manera diacrónica y libre, sin denuedo de poder reconocerse en las
mismas dudas y deudas históricas, es decir, en las lógicas cotidianas de su propio
funcionamiento.
Una vez establecidas las preguntas y el problema de investigación, el siguiente paso es el
desarrollo integral de la metodología de este trabajo. En base a lo observado, se propone una
investigación aplicada –empírico/normativa- (Shively, 1998) a través del desarrollo de un
estudio de caso en base al estudio de la estructura del sector mediático, los procesos de
policymaking y la participación política de las redes de medios alternativos y
comunitarios de Bolivia durante el periodo 2010-2014 (coincidente con la elaboración de
las diferentes regulaciones que rigen el campo en la actualidad), mediante la aplicación
de técnicas propias de análisis documental y entrevistas semiestructuradas, en el que se
espera, como objetivo general:
I. Determinar cuáles han sido los actores, estrategias, dinámicas y procesos de
establecimiento de políticas públicas y la inclusión en su elaboración de
propuestas promovidas desde los diversos actores de la sociedad civil para
alcanzar los marcos legales de comunicación e información vigentes hoy en
Bolivia
Si bien es cierto que la centralidad de la investigación pivotará en torno al desarrollo de esta
primera certeza, para su propia consecución se tendrán que tener en cuenta los siguientes
objetivos específicos:
1) Establecer cuáles de estos actores, organizaciones y redes se convierten en
policy networks más significativos, a la hora de fomentar políticas inclusivas y
participativas en diálogo con el Estado y las redes de actores de sectores privados.
Además, surge necesario determinar sus estructuras, con el fin de reconocer la
implicación de su organización rizomática en los procesos de empoderamiento socio-
político.
2) Identificar qué propuestas de estas policy networks son incluidas en la redacción
final de la legislación o la implementación de políticas públicas, focalizando el
éxito político en qué estrategias de inclusión de dichas propuestas fueron adoptadas
por las diferentes redes de medios
3) Identificar, a su vez, qué propuestas no son apreciadas y las razones de su desestimo, algo capital a la hora de establecer cuáles son los parámetros y los límites
de interacción comunidades-Estado en la construcción del sistema de comunicación
boliviano.
4) Determinar qué experiencias han podido establecer mecanismos directos de
participación política exitosa y servicio público en la introducción de elementos
de discusión política en la elaboración de la regulación analizada, a fin de dar a
conocer a los actores del sector público las formas auténticas de participación
ciudadana, en base a los propios intereses y criterios ciudadanos, y no a los
establecidos por el Estado, en pos de proporcionar el conocimiento necesario para
establecer ellos mismos mecanismos de democratización comunicativa y desarrollo de
mejores procesos participativos.
5) Conocer los niveles de satisfacción de las propias redes, qué iniciativas resultaron
para ellos exitosas y cuáles no cumplieron sus objetivos, como parte de los resultados
de su acción política, y establecer la comparativa derivada entre expectativas iniciales
y realidad.
6) Evaluar las dinámicas de prospectiva y continuidad de estos esfuerzos, en el
análisis posterior a la aprobación de la Ley, para conocer si se continuó fomentando la
articulación conseguida o hubo un abandono de las estructuras de presión por parte de
los diferentes actores implicados.
Dichos objetivos iniciales ayudarán finalmente a la elaboración de una hipótesis central
consecuente:
Los movimientos ciudadanos para la democratización de la comunicación bolivianos
junto a las redes de medios alternativos y comunitarios y la participación de los
movimientos sociales como sujetos políticos al interior de los poderes estatales
institucionales han posibilitado el desarrollo de una regulación comunicacional que
ayuda a su propia sostenibilidad, a partir de la inclusión de las diferentes redes y
organizaciones de medios alternativos y comunitarios como redes de actores políticos
reconocidas.
Aun cuando la redacción de dicha hipótesis se presente de manera causal positiva, existe
ínclito en su formulación cierto poso de covariación positiva que se explica en la
retroalimentación de los procesos de democratización como sostén de los medios propiamente
analizados. No obstante, la hipótesis se presenta en redacción causal debido al enfoque
mayoritariamente establecido sobre la variable dependiente y más periféricamente sobre su
relación en la covariación con la propia variable independiente seleccionada en este estudio.
Además, a fin de evitar problemas de multicolinealidad, el sostén de dicha hipótesis central
pasa por la demostración de varias subhipótesis que resultan, en gran manera, una guía más
operativa para la consecución de este trabajo:
SUBHIPÓTESIS 1:
La entrada de dichas redes como actores políticos activos y reconocidos en los
procesos de reforma de la regulación de la comunicación en Bolivia han supuesto la
introducción de numerosos ítems de regulación. Como segunda parte de la investigación,
una vez establecidos los beneficios asociados a la estructuración en red de los medios, la
investigación se centrará en las formas y propuestas de inclusión establecidas por estas redes
y redactadas en los documentos finales de las diferentes regulaciones analizadas. Así, se
procurarán establecer los mecanismos para la introducción de estos sujetos en los procesos de
construcción institucional y de políticas públicas en comunicación, centrándose especialmente
en los procesos de policy making conducentes a la petición de regulación y protección por
parte del Estado (a nivel nacional, departamental y municipal).
SUBHIPÓTESIS 1:
La estructuración rizomática de los medios comunitarios y alternativos, actores y organizaciones implicadas en el debate de la Ley 164 en Bolivia proporcionó mayor
visibilización y empoderamiento políticos a dichos actores, otorgándoles la voz crítica e
histórica válida que durante décadas les fue negada en torno a la defensa política de sus
propios intereses, y pasando a formar parte de los actores políticos activos en la elaboración de
las políticas públicas de comunicación del país, a partir del estudio de las dinámicas de trabajo
y decisión de los medios comunitarios, y especialmente de sus estructuras, a fin de
comprender las formas de organización social y política de los movimientos sociales y
ciudadanos.
Finalmente, y a fin de establecer una metodología lo más estricta posible y evitar la tentación
de incurrir en casos de explicación espuria o inductivismo ciego, la investigación se cerciora de
la existencia -y por lo tanto toma en cuenta- de una serie de variables intervinientes y
antecedentes, las cuales, aun cuando deudoras de un mayor desarrollo teórico, guardan, en
esencia, relación causal con los siguientes hechos observables y verificables:
-‐ Existe una tradición histórica, social y política de participación específica muy fuerte
y comprometida tanto de los movimientos sociales como de los medios alternativos
en la construcción y crítica del Estado en Bolivia
-‐ Las condiciones económicas derivadas de la retirada de financiación del tercer
sector debido a la crisis financiera global, empujan a los medios a buscar nuevas
estructuras de funcionamiento a fin de aprovechar los beneficios reticulares
derivados
-‐ Existe un clima regional favorable a la hora de redefinir el papel de los medios de
comunicación comunitarios como alternativa a los sistemas privado-mercantiles de
información en muchos de los países de América Latina, especialmente
referenciados en el bloque de países bolivarianos, de izquierda progresista u ‘ola
rosada’.
-‐ El Estado, escudado en preceptos democratizadores, procura la creación de redes
propias, en muchos casos en oposición a las ciudadanas/comunitarias, a modo de
establecer influencias directas en el sistema mediático a través tanto de medios
públicos como de aquellos definidos legalmente como indígena-originarios
En vista de todo aquello, la investigación se justifica en la relevancia socio-teórica adscrita a su
valor teórico y utilidad pragmática, más específicamente en el desarrollo del análisis y
explicación de los procesos alternativos de democratización de la comunicación, concebidos
como opciones necesarias y fuente de ideas y soporte para los procesos de construcción de
políticas públicas democráticas. Llegado, pues, el momento de identificar los mecanismos de
investigación que harán parte de la investigación, se presenta indispensable revisar los
cambios acaecidos durante la última década de reformas en el sector comunitario al interior de
Bolivia, sus renovadas disposiciones en red, cruzando sus estructuras con las reformas legales
y los nuevos actores políticos presentes en dichas reformas, estableciendo qué actores locales,
regionales y nacionales son los que en realidad aportan provisión de servicio público y
ciudadano y de los cuales se pueden extraer experiencias de democracia y comunicación.
La investigación tratará, por consiguiente, de cumplir la elaboración operativa de un estudio
crítico en base a lo anteriormente descrito, el cual pasará inevitablemente por:
- Construir un mapa de medios alternativos en Bolivia, válido para la comprensión de la
fuerza de estos medios en el país, a través del estudio de los distintos operadores,
para lo cual será necesaria la revisión de la producción científica de los últimos años
acerca del tema, consecuente con un acercamiento histórico a la evolución de su
estructura, así como el análisis de los diferentes entes reguladores del sector
audiovisual y de telecomunicaciones, tanto como de los centros de emisión de los
propios colectivos/comunidades.
- Elaborar una metodología de estudio en torno al análisis de políticas públicas de
comunicación, de interés para la construcción de un método unívoco que permita el
análisis diacrónico comparado de dichas políticas públicas en el marco de su
democratización.
- Examinar el marco normativo imperante en torno a la protección y el desarrollo de
estos medios, revisando a su vez las políticas públicas aplicadas a los sectores y qué
objetivos son su guía. En este sentido, puede ser interesante la investigación en una
posterior aplicación comparada a nivel latinoamericano, con respecto a otros países
que también han implementado medidas similares (los casos de Ecuador o Venezuela
serían la base lógica de evolución analítica).
- Descubrir el impacto de los procesos de regulación en la construcción y sostenimiento
de redes de acción social/ciudadana. Conocer de primera mano, en contacto con los
miembros que gestionan y operan dichos medios, cuáles son las principales
preocupaciones y perspectivas con respecto al sostenimiento del sector, identificando
posibles antagonistas, aliados y estrategias de futuro.
- Presentar y dar difusión a los datos obtenidos y analizados, con vistas a una posible
discusión multidialógica para aquellos que estén interesados de entre los participantes
activos de los medios públicos y comunitarios, policy makers e investigadores, así
como a público en general, en pos de un mejor desarrollo de su estructura y
consolidación dentro del espacio mediático boliviano. Así, la investigación en sí puede
aportar grandes avances prácticos en torno a la implementación de procesos de
gobernabilidad democrática en la producción del sistema institucional, contando con la
construcción de procesos de “buenas prácticas” e inclusión de la ciudadanía en el
acceso a los mecanismos de producción de políticas públicas, indagando sobre las
principales problemáticas que los propios actores sufren en dichos mecanismos de
acceso e intentando elaborar un modelo de análisis teórico que identifique dichos fallos
en la democratización de políticas públicas.
METODOLOGÍA Y PLAN DE TRABAJO
Previo al inicio del análisis propiamente dicho, en torno a la identificación y selección de los
ítems relevantes, en la consecución metodológica de los objetivos marcados existirán dos
grandes cuestiones a tener en cuenta, asociados a las formas de operacionalización de las
técnicas de trabajo seleccionadas en el estudio: la selección de los actores representativos
entrevistados y la de los documentos a ser analizados.
En lo que a la primera cuestión se refiere, los actores incluirán a todos aquellos sujetos
(políticos, ciudadanos, sociales y empresariales) que intervinieron en los debates de la Ley
164/2011 Ley General de Telecomunicaciones (2011) y el Decreto Supremo 1391/2012
Reglamento General a la Ley de Telecomunicaciones (2012) en la Asamblea Plurinacional,
además de redes y organizaciones que, aun habiendo quedado fuera del debate legal, sí
contaron con pronunciamientos públicos acerca de su interés en los objetos de regulación y
han sido identificados (a partir de un cuestionario previo a diferentes expertos, a fin de asegurar
una validez de contenido en la creación de un muestreo fiable de indicadores convergentes a
través de mecanismos de verificación reiterada) como relevantes en la elaboración de dicho
documento (así como en el resto de legislación vigente –la Constitución Política del Estado
(2009) y la Ley 045/2010 Ley Contra el Racismo y Toda Forma de Discriminación (2010)- y los
decretos inmediatamente anteriores –D.S. (2004), D.S. (2005) y D.S. (2007)-referidos a la
regulación del sector comunitario).
Una vez realizada la selección, dichos actores se agruparán para este trabajo en torno a
diferentes redes que aglutinan, cada una, la gran mayoría de intereses, propuestas y
reivindicaciones de todos y cada uno de sus miembros. Cada una de las diferentes redes
agrupará, además, un número de intereses en la inclusión (o no inclusión) en la regulación de
una serie de ejes temáticos seleccionados a partir de un primer análisis de aproximación
realizado.
Una vez realizada la selección, en la siguiente tabla se especifica la construcción de los sujetos
de análisis para la realización de entrevistas, tomando como unidad cada una de aquellas
policy networks incluidas como relevantes en la construcción causal de la hipótesis:
Tabla 1. Relación de actores entrevistados
NOMBRE CARGO ENTIDAD FECHA GRUPO Alfonso Gumucio Docente
Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) 10/9/14 Experto
Carlos Mesa ExPresidente Estado / PAT 30/9/14 Experto Xavier Albó Antropólogo CIPCA 19-‐8-‐2014 / 15-‐10-‐2014 Experto Constantino Rojas ExDirector CEPRA
Experto
Adolfo ExSenador Senado 10/10/14 Gobierno
Mendoza
Amanda Dávila Ministra Ministerio de Comunicación 12/9/14 Gobierno
Clifford Paravicini ExDirector ATT 9/9/14 Gobierno
Erick Butrón ExConsultor Unidad de Desarrollo Constitucional 2/10/14 Gobierno
Gastón Núñez ExDirector
Dirección Nacional de Comunicación (DINACOM) 31/7/14 Gobierno
Jorge Medina Diputado Cámara de Diputados 9/10/14 Gobierno José Luis Gutiérrez Sardán Asesor Central Asamblea Constituyente 8/9/14 Gobierno
Karina Herrera ExAsesora Ministerio de Comunicación 24-‐07-‐2014 / 16/9/2014 Gobierno
Manuel Mercado ExDirector ADSIB 9/9/14 Gobierno
Reynaldo Condori Representante
Viceministerio de Telecomunicaciones / Comunidad de Software Libre 14/10/14 Gobierno
Wilber Flores ExViceministro Viceministerio de Telecomunicaciones 09-‐10-‐2014 / 15-‐10-‐2014 Gobierno
William Valladares Director ATT 10/9/14 Gobierno Eduardo Rojas Presidente Fundación REDES 3/10/14 ONGs
Erick Torrico Director
Observatorio Nacional de Medios (ONADEM) / Fundación UNIR 18/9/14 ONGs
Iván Sanjinés Director CEFREC 24/9/14 ONGs María Lohman Directora SomosSur 27/9/14 ONGs
Mary Flores Directora Escuela de Formación Política Indígena 26/9/14 ONGs
Alberto Ponce Director Ejecutivo
Red Minera de Radio y Televisión Satelital de Bolivia (REDMRTSB) 2/10/14 Redes
Andrés Gómez Director Ejecutivo ERBOL 28/8/14 Redes Carlos Mamani Director Ejecutivo ECOJÓVENES 8/9/14 Redes Dolores Arce Directora CEPRA 26/9/14 Redes Donato Ayma Director Radio Atipiri/ERBOL 16/8/14 Redes Eduardo Mamani
Director/Secretario de Actas
Radio Altitud/APRAC/AMARC 1/10/14 Redes
Humberto Claros ExRepresentante CAIB / CSUTCB 3/9/14 Redes
Iván Gutierrez Representante Comunidad de Software Libre 8/10/14 Redes
José Luis Aguirre ExRepresentante AMARC 26/8/14 Redes
Sandra Cossio Representate CAIB / Federación de Mujeres Bartolina Sisa 15/9/14 Redes
José Luis Colque Director Radio Kawsachum Coca
Redes
Eduardo Loayza Representante Red de Radios de los Pueblos Origniarios
Redes
(RPOs)
Fuente: elaboración propia
Toda vez realizada la selección de actores intervinientes en primer y segundo grado al interior
del debate legislativo, como anteriormente se apuntaba se realizaron entrevistas tanto a los
actores legislativos intervinientes como a aquellos que aun quedando fuera, sí tuvieron un valor
activo en la defensa de los preceptos finalmente incluidos en la ley, así como el establecimiento
previo del debate ideológico, taxonómico e identificativo en la defensa de los derechos a la
comunicación, así como aquellos que, previo a la aprobación de la legislación vigente, también
formaron parte del desarrollo de anteriores marcos regulatorios que iniciaron el camino del
reconocimiento del sector comunitario y alternativo.
Tras la identificación de los actores, en torno a la segunda de las cuestiones sustraídas, la
selección documental, se puede inducir a que se utilizaron criterios de aplicación totalizadora
en busca de una profundización epistémica de los argumentos aportados, así como la
consecución de una multiplicidad de voces que no hubiesen sido adscritas con la selección de
otros métodos de estudio.
Una vez realizadas ambas selecciones, se pasará a la realización del estudio propiamente
dicho, a través de la integración de:
- Análisis documental de la producción legislativa, las políticas de comunicación y los
diarios de sesiones de la Comisión encargada en la Asamblea Plurinacional de Bolivia,
la Gaceta Oficial del Estado Plurinacional de Bolivia, tanto como los Relatores del
Senado y la Cámara de Diputados, así como del expediente de la Ley 164, a fin de
establecer criterios de acción y actores de participación política. Para sistematizar los
resultados, será analizada la totalidad de los proyectos de ley, además de la Ley de
Telecomunicaciones adscrita en la Gaceta Oficial, contabilizando a su vez los aportes
por parte de la Asamblea Plurinacional de los Debates Legislativos en torno a la propia
ley. Esto mismo se llevará a cabo, en la medida que sea posible el acceso, a las
regulaciones referidas a la Ley 1632 (1995), el DS. 24132 (1995), el DS. 27489 (2004),
el DS. 28526 (2005), el DS. 27489, la Constitución Política del Estado (2009) y la Ley
045 (2010), referentes a la evolución parlamentaria de la regulación del derecho a la
comunicación comunitaria. Posteriormente, a fin de incorporar el mayor número de
agentes interesados en la elaboración final de la regulación, se hizo una selección de
documentos significativos, elaborados desde el año 1999 (año del primer Acuerdo
Interinstitucional SITTEL-UCB-AMARC-APRAC-AREIALP, documento oficial de
compromiso de regulación de comunicación comunitaria) hasta la actualidad, a partir
de criterios que involucraron variables de carácter temporal, temático y regional, en la
que se incorporaron a la matriz de análisis pronunciamientos públicos de instituciones,
organizaciones, sindicatos y colectivos sociales, así como artículos y documentos de
análisis sobre el mismo proceso de elaboración legal, todos los cuales sirvieron de
base para el proceso de comprensión e interpretación de la información recolectada.
Finalmente, en torno a la elaboración de la Ley 164, con el objeto de no perder ningún
detalle público, se hizo una revisión hemerográfica que implicó a todas las cabeceras
de carácter nacional, así como las más significativas a nivel departamental durante los
ocho meses de debate y aprobación de la ley.
- Estudio de estructura de medios de comunicación del panorama mediático boliviano a
través tanto de la revisión bibliográfica como de la elaboración de un mapa de
propiedad propio a través del acceso a los datos del registro mercantil y la visita de
campo a los centros de producción comunicacional.
- Entrevistas a los actores y redes de actores políticos principales en la elaboración de
las políticas públicas de comunicación en Bolivia, sustentando su selección bajo
criterios de participación directa/indirecta en dichos procesos, sustentadas
teóricamente en torno a los ejes rescatados de la revisión bibliográfica y al estudio
previo que supuso la tesis de máster realizada el año 2009, incorporando, por tanto, a
dichos cuestionarios las variaciones oportunas.
Para ello, y tras todo lo expuesto, se propuso un plan de investigación asociado al trabajo de
campo y desarrollado por las 16-18 semanas de duración de la estancia de investigación
suscrita entre el investigador y el Servicio de Capacitación en Radio y Televisión para el
Desarrollo (SECRAD) de la Universidad Católica Boliviana (UCB), en la ciudad de La Paz, a fin
de haber conseguido la correcta consecución del trabajo de investigación.
CONCLUSIONES PREVIAS
A partir del marco descrito, los principales resultados previos se muestran concluyentes a la
hora de interpretar el papel de las organizaciones y colectivos ciudadanos y comunitarios al
interior de la construcción de las políticas públicas de comunicación en Bolivia. A modo de
síntesis, las conclusiones de investigación más interesantes serán las siguientes:
- Ha habido un cambio en el sector audiovisual con la entrada del interés por el
fomento del sector público y comunitario a fin de compensar el peso relativo de
los medios privados en la configuración del mismo. No obstante, dicho cambio
no ha terminado de llevarse a cabo debido a la presión de los actores privados
a la hora de implementar la política pública suscrita, y en cuyo debate e
interacción han surgido interesantes propuestas de consenso que, a pesar de
contar con la negativa de los organismos de reunión de los empresarios
mediáticos bolivianos, salieron adelante por su marcado carácter democrático.
Es el caso del informe que aprueba el nuevo Plan Nacional de Frecuencias, el
cual disminuye en cierto porcentaje el ancho de banda y la frecuencia de las
emisoras radiales para conseguir así la des-saturación del espectro
radioeléctrico en las grandes ciudades (especialmente en el caso de La Paz) y
conseguir la apertura de concursos de proyectos para medios indígenas y
comunitarios sin necesidad de revisar ni revocar las licencias de los medios
privados que, en su mayoría, cuentan con permisos de transmisión hasta 2016.
- La entrada y ampliación del sector comunitario, durante los últimos años, ha
colaborado a paliar -en cierta manera- los déficits comunicacionales en amplias
zonas del país, especialmente aquellas donde, por razones de mercado, no
llegan los medios de carácter privado, muy alejados del cumplimiento del
servicio público que sí procuran otro tipo de medios. Así, se puede observar
cómo existen provincias donde, a pesar de la preeminencia nacional aplastante
del sector privado, no existen medios de este tipo y son los alternativos y
comunitarios los encargados de ofrecer los servicios negados por las leyes de
rentabilidad económica presentes y persistentes en la concepción mercantil de
sus dueños.
- Se ha producido durante el gobierno de Evo Morales una sustitución en los
sujetos de negociación y las redes de actores políticos ciudadanos y
comunitarios. Si durante los gobiernos de Carlos Mesa (2003-2005) y
Rodríguez Veltzé (2005) los encargados de negociar y fiscalizar la tarea del
gobierno en materia de derechos a la comunicación e información eran la
plataforma CRIS-Bolivia y AMARC-Bolivia, organismos ambos de marcado
carácter académico e institucional y contando entre ellos con la participación
de élites integrantes o afines al poder político (que no económico), con la
llegada de Evo Morales y el MAS al gobierno (2006) se da un cambio en los
sujetos políticos de negociación, apareciendo nuevos actores, caso de CAIB-
CEFREC, las organizaciones del Pacto de Unidad o la Comunidad de Software
Libre, que asumen posturas y formas de organización más cercanas a la base
social, parten de las propias necesidades y reivindicaciones de los ciudadanos
e integran en su discurso y en sus propuestas nuevas propuestas y temáticas,
especialmente referido todo aquello con la cuestión indígena y de los derechos
étnicos y culturales, cuestión que se establece como central en el debate
legislativo. Estas nuevas organizaciones, se conforman indiscutibles en la
construcción de políticas públicas debido a la fuerza social con la que irrumpen
en el panorama político boliviano y a la necesidad del gobierno Morales de
contar con dichos sectores para su política estratégica y el sostenimiento de
una cohesión interna al interior del MAS, esencial a la hora de llevar a cabo las
propuestas de gobierno, así como evitar movilizaciones y protestas.
- Se ha asumido durante los últimos años, y particularmente desde la inclusión
en la Nueva Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia, en forma
de artículos 106 y 107, una renovada conciencia ciudadana y social sobre la
necesidad y la urgencia del fomento de los derechos de la comunicación y la
información, pasando a un debate central temas antes marginales como el de
la propiedad de los medios de comunicación masiva, la necesidad de medios
comunitarios y ciudadanos, la necesidad de fomento y ayuda a las
producciones en lenguas originarias y la creación de un corpus legislativo que
garantice el sostenimiento de dichas experiencias más allá del Estado y el
mercado.
- Aun así, se ha generado la idea, relativamente contrastable, de que desde el
gobierno se está intentando copar el sector mediático por dos vías:
i. Por un lado, desde la creación de medios comunitarios con dinero
estatal (caso de la Red de Radios de los Pueblos Originarios – RPOs),
desde el fomento de medios públicos (Bolivia TV, Radio Patria Nueva,
Abya Yala TV, TVCulturas, Periódico Cambio y Agencia Boliviana de
Información) y la discrecionalidad en la concesión de publicidad
institucional (en Bolivia, un país donde el tejido mediático está
conformado por empresas de pequeño-mediano capital y cuyo
mercado no ofrece las condiciones óptimas para la financiación
publicitaria, la entrega de dinero estatal por la publicidad institucional
funciona como un sistema coercitivo en cierta medida a la hora de que
no existe legislación que establezca criterios para su reparto; en la
aplicación práctica, dos medios de oposición crítica, como son el diario
Página Siete y la red de radios ERBOL, no reciben ningún tipo de
publicidad por parte del gobierno)
ii. Por otro lado, desde la compra encubierta de grandes medios de
comunicación (caso de las televisoras ATB y PAT o del periódico La
Razón), por parte de testaferros que responden directamente a la
Vicepresidencia. Sin embargo, estas informaciones no han sido ni
podido ser contrastadas más allá de la opinión clara de la mayoría de
expertos
- Pese a todo lo anterior, uno de los grandes déficits del cambio en el sector
mediático es que el sector privado aún sigue manteniendo una posición de
franca preeminencia frente a los otros dos sectores (público y comunitario), con
un reparto de mercado cercano al 80-20, cuya situación, desde las instancias
gubernamentales, se espera revertir a partir del vencimiento de las licencias
actuales durante el año 2016.
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