Seniorita Fabiola Cuaderno

La señorita Fabiola Julio Ramón Ribeyro

En: Lima, Peru: Milla Batres Editorial, 1972

La palabra del mudo

Cuaderno – La señorita Fabiola – Augusto Guzmán

TEXTO DEL CUENTO

PREPARACIÓN DEL CUENTO • Introducción

• Primeras impresiones del coordinador sobre el cuento

• Aplicación del método: las cuatro categorías

− Poética

− Contrastes

− Sombras

− Temas

• Notas del coordinador

• Presentación del cuento al grupo

LA SESIÓN: EL ENCUENTRO CON LOS PARTICIPANTES

− Lectura en voz alta

− Algunas observaciones sobre el autor, país, etc.

− Vocabulario

• Alternativas para la discusión

− Ejemplos de preguntas sobre el texto

• Notas del coordinador después de la sesión

SUGERENCIAS PARA FUTURAS LECTURAS

La señorita Fabiola – Augusto Guzmán


(página 81)

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Cuaderno – La señorita Fabiola – Augusto Guzmán - 1 -

PREPARACIÓN DEL CUENTO

Introducción

Este cuaderno les ofrece a los coordinadores algunas sugerencias. Son sólo sugerencias, para utilizarse con flexibilidad, siempre dando un amplio margen a la creatividad de todos los participantes en la discusión y la interpretación del cuento.

“La señorita Fabiola” es indudablemente un cuento que nos va a hacer pensar. Es un relato episódico narrado en tercera persona cuya identidad no se revela hasta el último párrafo. El relato traza los acontecimientos en la vida de Fabiola, una maestra de la clase media limeña, una mujer ordinaria que lucha por sobrevivir pero sufre un fracaso tras otro. El autor, Julio Ramón Ribeyro, nació en Lima, Perú, donde transcurren todos los sucesos del relato. Explora la vida de la gente común limeña y retrata a las personas como son no como debieran ser, dando igual importancia a la fealdad y las estupideces que a la belleza del espíritu humano. La descripción realista es, a veces, cruelmente detallada y las escenas burlescas ridiculizan las torpezas y expectativas de los personajes.

El cuento también examina la relación entre personas de distintas clases sociales y sus modales y costumbres. Otros temas contrastan el destino y el libre albedrío, la pobreza y la importancia de la amistad y la educación. El lector descubrirá la importancia de una relación duradera que puede existir entre un alumno y su maestra.

Esta historia de tipos urbanos de todas las clases sociales que oscilan entre la ambición y el fracaso, entre lo heroico y lo burlesco nos hace preguntar si existen personas solamente planas o somos todos de un carácter más complejo. ¿Siempre va a ser Fabiola víctima de sus circunstancias o puede vencer los obstáculos en su camino y alcanzar la felicidad – o ya ha alcanzado cierta felicidad interior a pesar de las apariencias exteriores de desencanto? ¿En fin, es solamente una figura tragicómica o pasa más allá al nivel heroico?


Primeras impresiones del coordinador sobre el cuento


Aplicación del método: las cuatro categorías

Las notas que siguen son sólo sugerencias de cómo estudiar el texto. Después de leerlo, es importante que cada coordinador trabaje el texto por sí mismo utilizando las diversas categorías que integran nuestro método: poética, contrastes, sombras, temas. Luego debe formular preguntas que le sirvan de marco para la discusión utilizando nuestras sugerencias.

Poética 1. La estructura

− página 81, líneas 1-4, “Yo aprendí el abecedario en casa, con mamá, en una cartilla a cuadrados rojos y verdes, pero quien realmente me enseñó a leer y escribir fue la señorita Fabiola, la primera maestra que tuve cuando entré al colegio”.

. El recuerdo es el leitmotiv que se repite a través del cuento para revelar el estado de alma del narrador. El fluir de recuerdos nostálgicos evoca una serie de impresiones grabadas en la memoria del niño. Así, a través de su relación con la señorita Fabiola, su inolvidable maestra de primaria, el narrador reconstruye la vida de una persona común, una vida que habría sido olvidada como miles de personas ordinarias si no fuera por el narrador. Retrata lo bello y lo feo de la vida con todas sus incongruencias y ridiculeces; todas las esperanzas y desilusiones de los seres humanos.

− página 81, líneas 4-8, “Es por ello que la tengo tan presente y que me animo a contar algo de su vida, su triste, oscura y abnegada vida de mujercita fea y pobre, tan parecida a tantas otras vidas, de la que nada sabemos”.

− página 81, líneas 9-21. La señorita Fabiola es una mujer desgraciada que carece de belleza en sus acciones y fisonomía. Posee todo lo opuesto a lo bello. “No tenía un Dios te guarde, Fabiola. Era pequeñita, casi una enana, pero con una cara enorme, un poco caballuna…”

− página 81, líneas 22-24. Son vecinos del mismo vecindario. “Aparte de ser nuestra maestra en el colegio era amiga de la casa, pues vivíamos en Miraflores, en calles contiguas”.

− página 81, líneas 27-29. El niño percibe protección y ternura mediante el sentido de tacto directo de la maestra. “Todas las mañanas venía a buscarnos y partíamos cogidos de su mano”.

− página 81, línea 32 - página 82, línea 5. El niño experimenta compasión por primera vez por el sufrimiento ajeno. “Ella nos invitó una vez y todavía recuerdo la impresión que me causó la casa un poco ruinosa en la que vivía con toda la familia…”


− página 82, líneas 7-13. Descubre el fenómeno de la excentricidad de carácter de los seres humanos. “De los hermanos sólo recuerdo a uno que era oficial del ejército, medio loco, que había inventado algo así como un nuevo tipo de bomba…”

2. El realismo, la ironía y el humor negro.

− página 81, líneas 10-15. “Era pequeña, casi enana, pero con una cara enorme, un poco caballuna, cutis marcado por el acné y un bozo muy pronunciado. La cara estaba plantada en un cuerpo informe, tetón pero sin poto ni cintura, que sostenían dos piernas flaquísimas y velludas”.

La descripción de la fisonomía fea de la señorita Fabiola y los miembros de su familia es patéticamente realista. El narrador describe lo que se ve con todos los detalles feos y ridículos. El conjunto de los rasgos del rostro y cuerpo dan asco. Hasta los gestos y modales de los personajes parecen ser inhumanos y cruelmente grotescos.

− página 81, línea 15. “A esto se añadía una falta absoluta de gracia…” líneas 17-21. “…tenía la costumbre de hacer huesillo o sea empujar el carrillo de la lengua cada vez que creía haber dicho algo ingenioso o de estirar mucho el meñique cuando levantaba su taza de té para llevársela a la boca”.

− página 84, líneas 7-10. (Héctor, el hermano.) “Era la versión de Fabiola, pero en masculino. La misma cabezota y cutis agrietado, casi la misma estatura. La pretina de sus pantalones le llegaba a las tetillas y usaba tirantes”.

− página 85, líneas 28-33. “Ya su madre inmortal había muerto y Hortensia, su hermana mayor, el mandamás de la casa, se había fugado con un libanés que vendía corbatas a domicilio, de modo que vivía sola en su diminuto departamento en Santa Beatriz”.

3. Lo burlesco

− página 83, líneas 31-34. “Se alejó hasta la puerta de la sala y tomando impulso corrió hasta el radio y le aplicó un puntapié tan preciso que su zapato se introdujo por el parlante incrustado en el aparato”.

. El padre del niño también es capaz de hacer el papel del payaso. Los latinoamericanos tienen fama de ser muy aficionados al fútbol y su entusiasmo y frustración a veces llega al punto de la locura y la violencia. Una vez cuando se apagó la transmisión de la radio durante el campeonato sudamericano el padre del narrador reaccionó violentamente contra el radio. Hay ciertas exageraciones como, “volando por la ventana,” que traspasan los límites de lo verdadero para dar un efecto burlesco.

− página 84, líneas 27-28. “Una patada más y las piezas salieron volando por la ventana”.


4. Las expectativas falsas.

− página 84, líneas 11-12. “Cuando vio el radio dijo que era un juego de niños, abrió su maletín de cuero y se puso a desarmarlo”.

Las expectativas de los personajes nunca se cumplen y el resultado es lo opuesto de lo que se espera. Así la burla surge de la antítesis o la contradicción entre las expectativas y los resultados. (Véase Contrastes.)

− página 84, línea 20, “Nunca en la vida regresó”.

− página 82, líneas 34-35. “Tal vez el piso estaba húmedo o calculé mal…”

− página 85, líneas 11-12. “…sobraba una importante cantidad de dinero, que no lograba justificar…”

− página 85, líneas, 20-22. “…mi padre se vio en la necesidad de despedir a Fabiola. Todo fue un drama”.

− página 86, líneas 2-5. “…¡se casaba la señorita Fabiola! Mi padre de vivir, se hubiera rascado pensativo la barbilla diciendo que se trataba de un hecho que trastocaba las leyes del universo”.

− página 85, líneas 37-39. Una serie de frases presagiaba el destino fatal del matrimonio: “Alguien por allí la observó, la siguió, la estudió, la eligió, la convenció”.

Contrastes 1. La diferencia entre clases sociales

− página 82, líneas 13-14. . “Entre todos reunían lo suficiente para seguir pagando el alquiler…”.(Véase Sombras.)

. Como el mismo título del cuento indica, Fabiola es señorita lo cual indica que es de la clase media o más alta. Es maestra pero su situación económica no corresponde a su clase. Trata de mantener con dignidad su casona en Miraflores, un distrito privilegiado en las afueras de Lima, pero tiene que mudarse a un departamento en la ciudad. En contraste, la familia del niño se queda en Miraflores, el vecindario privilegiado de Lima.


− página 82, líneas 19-22 “La señorita Fabiola se mudó a Lima con su mamá y su hermana mayor a un departamento que tenía al menos la ventaja de estar cerca del colegio. Por nuestra parte fuimos matriculados en un colegio de Miraflores”.

− página 85, líneas 1-2. “Aparte de enseñar y escribir a niños la señorita Fabiola no sabía nada”.

2. La vida interior y exterior de Fabiola.

− página 81, líneas 1-3. “Yo aprendí el abecedario en casa, con mamá, en una cartilla a cuadrados rojos y verdes pero la persona que realmente me enseñó a leer fue la señorita Fabiola”.

La señorita Fabiola enseña al niño, lo lleva a la escuela y lo cuida; en cambio la madre está detrás de la escena y no sabemos mucho de ella sólo se respalda a Fabiola cuando ésta tiene dificultades. Parece que la madre es capaz de ver las cualidades interiores de Fabiola no sólo la parte exterior de su fealdad.

− página 84, líneas 30-31. “Mi mamá era su más encarnizada protectora y siguió viniendo a casa a tomar el té o a cenar”.

− página 85, líneas 21-24. “Fue todo un drama. Fabiola vino a casa a llorar, mi madre intervino una vez más…”

3. La familia de Fabiola.

− página 82, líneas 7-9. “De los hermanos sólo recuerdo a uno que era oficial del ejército, medio loco…”

La numerosa familia de Fabiola tenía que vivir en la misma casa y mantenerse unida para defenderse. Compartían los gastos de su casona en Miraflores, pero no se llevaban como familia ideal.

− página 82, líneas 10-13: “…y a la hermana mayor, que Fabiola odiaba, pues era mandona, austera, malgeniada…”

− página 85, líneas 29-31: “…Hortensia, su hermana mayor, el mandamás de la casa, se había fugado con un libanés que vendía corbatas a domicilio…”


Sombras 1. La conjetura sobre el destino

− página 82, líneas 1-5. “Esas familias ya no existen, ni probablemente esas casas. Empobrecidas no sé por qué razones, Fabiola y sus cinco hermanos habían resuelto seguir viviendo juntos, con sus padres ancianos y prácticamente inmortales”.

. El narrador no puede explicar las razones por las cuales familias como la de Fabiola se encuentran en condiciones de miseria ni por qué van de mal en peor. Hace conjeturas sobre su destino.

− página 81, líneas 7-8. “…tan parecida a tantas otras vidas, de la que nada sabemos”. (Véase Temas.)

− página 82, línea 18. “…tuvieron que dispersarse”. página 82, líneas 14-15. “…e irse extinguiendo…” (Véase Contrastes.)

− página 84, líneas 20-23. Héctor, el hermano de Fabiola desaparece. “Lo esperamos en vano. Nunca en la vida regresó. ¿Se encontró en la esquina con un amigo? ¿Le dio un colapso mortal? ¿Se dio cuenta que el radio era incomponible?”

− página 85, líneas 37-38. “Pero nadie está libre de las celadas ni de las chanzas de la vida”. (Véase Temas: El destino

− página 86, líneas 2-5. “¡…se casaba la señorita Fabiola! Mi padre de vivir, se hubiera rascado pensativo la barbilla diciendo que se trataba de un hecho que trastocaba las leyes del universo”.

.)

2. Gestos Enigmáticos.

− página 86, líneas 25-27. “Antes de partir que dijo que tenía una sorpresa e hizo un huesillo, esperando que le dijera cuál era”.

− página 86, líneas 32-33. “Nada me incomoda más que poner dedicatorias”.

− página 86, líneas 33-36. “Traté de inventar algo simpático u original, pero sólo se me ocurrió: ‘A Fabiola, mi maestra, quien me enseñó a escribir’. Y tuve la impresión de que nunca había dicho nada más cierto”.


Temas

1. El destino

− página 82, líneas 5-7. “Eran tres hombres y tres mujeres, todos solteros, todos incapaces de casarse, porque no tenían plata, porque todos eran feos”.

. En la vida de la señorita Fabiola, su familia y conocidos parece que hay un encadenamiento de hechos o acontecimientos fatalistas e inevitables que causan sus desgracias.

− página 82, líneas 15-18, “Pero un día el militar fue destacado de la capital, el electricista se mandó mudar, el padre su murió, la casa resultó grande, la renta se disminuyó y tuvieron que dispersarse”.

− página 85, líneas 37-38. “Pero nadie está libre de las celadas ni de la chanzas de la vida”. (Véase Sombras.)

− página 82, líneas 27-28. “Yo fui en mi bicicleta con la intención de acompañarla lentamente...” líneas 35-36 “…lo cierto es que la bicicleta patinó y los dos nos fuimos de cabeza a una acequia de agua…”

− página 83, líneas 10-11. “Pero estaba escrito que la familia de Fabiola se encontraba en plena caída y no cabía esperar nada de ella”.

− página 85, línea 39 - página 86, línea 1. “Lo cierto es que un día, cuando ya por la fuerza de las cosas habíamos perdido su pista…”

− página 86, líneas 12-15. “…su único amigo que sirvió de testigo, era un boticario charlatán, desdentado y borracho que, al salir de la iglesia, patinó en la acera y se fue de cabeza rompiéndose la frente”.

− página 86, líneas 21-24. “Quería por el momento que le ayudara en un juicio de divorcio…”

2. La enseñanza y la pobreza.

− página 84, líneas 31-36. “Se quejaba siempre de su trabajo de maestra de primaria, no ganaba nada, gastaba todo en trapos y pasajes, cualquier sirvienta u obrera la pasaba mejor pues no tenía que mantener su fachada de señorita de clase media”.

Los sueldos bajos y las clases sociales en Latinoamérica. Es bien sabido que los maestros de primaria y secundaria casi siempre son de la clase media pero ganan muy poco sueldo – apenas lo suficiente para sostenerse. La señorita Fabiola, como mujer soltera, se encuentra en condiciones muy apretadas. El caso no está limitado a la familia de Fabiola sino a muchas familias de su clase que se van desapareciendo.


− página 81, línea 34 - página 82, línea 1. “Era una casa de una sola planta pero bastante grande, como corresponde a una familia numerosa que se mantenía unida para defenderse de las dificultades de la vida”.

− página 82, líneas 13-15. “Entre todos reunían lo suficiente para seguir pagando el alquiler de esa casona miraflorina e irse extinguiendo con su aire de dignidad”.

− página 82, líneas 1-2. “Esas familias ya no existen, ni probablemente esas casas”.

3. El contar cuentos.

− página 81, líneas 4-6. “Es por ello lo tengo tan presente y me animo a contar algo de su vida…”

El recuerdo como impulso humano de reconstruir nuestra vida y la de las personas que nos han impresionado más. El deseo irresistible de relatar o escribir y compartir con otros los acontecimientos de estas vidas. (Véase Poética.)

− página 86, líneas 30-31. “…estaba feliz que uno de sus viejos alumnos fuera escritor”.

− página 86, líneas 34-35. “A Fabiola, mi maestra, quien me enseño a escribir”.

4. El heroísmo de una mujer mediocre.

− página 84, líneas 31-33. “Se quejaba siempre de su trabajo de maestra de primaria, no ganaba nada…”

A pesar de todas sus desventajas y fracasos, Fabiola lucha por defenderse y mejorarse en la vida.

− página 85, líneas 26-27. “…y fue aprendiendo lo que tenía que aprender…”

− página 86, líneas 16-19. “Volví a ver a Fabiola solo una vez, muchísimos años más tarde. Tenía varios hijos, se habiá separado de su marido y a pesar de estar jubilada necesitaba encontrar otro trabajo para mantener a su prole.

5. La solidaridad.

− página 84, línea 30. “Mi madre era su más encarnizada protectora…”

A través de los años Fabiola tiene el don de cultivar y mantener una amistad con la familia del niño. Así puede buscar ayuda en una sociedad donde la solidaridad y la amistad son esenciales para sobrevivir en la vida.

− página 85, líneas 21-22. “Fabiola vino a casa a llorar, mi madre intervino una vez más…”

− página 86, líneas 20-21. “Quería por el momento que le ayudara…”


Notas del coordinador


LA SESIÓN : EL ENCUENTRO CON LOS PARTICIPANTES

Presentación del cuento al grupo

Lectura en voz alta

Algunas observaciones sobre el autor, el país, etc. Julio Ramón Ribeyro nació en 1929 en Lima, Perú, en una familia de clase media. Viajó por Europa hasta establecerse en París donde trabajó para la Agencia France Press por diez años. Es considerado uno de los grandes narradores latinoamericanos y, como limeño, su obra constituye el retrato social-realista más completo de su ciudad natal del siglo XX. Sus personajes urbanos son marginales de todas las clases, a veces, figuras tragicómicas que oscilan entre la ambición y el fracaso, entre lo heroico y lo burlesco.

Ribeyro también escribió tres novelas, unas obras de teatro y ensayos pero es conocido, sobre todo, como maestro del relato. Murió en Lima en 1994, el mismo año en que ganó el premio Juan Rulfo por su gran labor como cuentista.

Se puede mostrar un mapa de América del Sur que indique la localización de Perú, la región andina y la costa del Pacífico. También sería interesante hablar un poco sobre la historia y la geografía de la región y la gente.

Vocabulario

página 81 título Fabiola novela del Cardenal Wiseman (1854) estudio de los cristianos de los primeros siglos. (También, Fabiola de Mora, reina de los belgas, 1960.)

página 81 Línea 23 Miraflores Distrito cosmopolita que se encuentra a cinco kilómetros al sur de Lima. En el cuento era una zona y residencial para la élite limeña.

página 81 líneas 9-10

“No tenía un Dios te guarde, Fabiola”.

no tenía un atributo redentor.

página 83 línea 29 colérico carácter que se deja llevar por la ira.


página 83 línea 29 decisiones intempestivas

que no se hace en momento oportuno

página 84 línea 36 invulnerable que no puede ser herido por nada

página 84 línea 29 chambonada torpeza de chambón, chapucería

página 85 línea 29 el mandamás Hortensia, la mandona de la casa

página 85 línea 10 el arqueo la cuenta general que demuestra el estado del caudal del comerciante


Alternativas para la discusión

La discusión se puede abordar de diferente maneras, pero siempre recordando que nuestro método va del texto a la gente y de la gente al texto utilizando las categorías: poética, contrastes, sombras y temas. Estas categorías no hay que utilizarlas en ningún orden especial, ni agotarlas antes de proceder con otra. Por otra parte, el coordinador debe pensar también en unas preguntas dirigidas a los participantes para ayudarlos a expresar cómo sienten el cuento en relación a su vida. La propia discusión va abriendo el camino para las preguntas. Muchas veces a pesar de habernos situado desde una estrategia, vemos cómo la discusión se desvía naturalmente de forma no planificada, pero igualmente válida. Cada sesión toma vida propia y es precisamente en esta flexibilidad que reside la vitalidad del programa.

Preguntas Nota: Ppoética Ccontraste Ssombra Ttema Vvida _____________________________________________________________________________

1. ¿Cómo es la señorita Fabiola? ¿Cree usted que el narrador exagera su descripción? P S T

2. ¿Considera usted la descripción cruel o chistosa, o sólo realista? P T

3V. ¿Cree usted que hay una conexión entre la crueldad y lo chistoso? V

4V. ¿Ha tenido usted un amigo tan feo? ¿Es usted capaz de describir a un amigo así? ¿Puede usted ver la belleza del amigo detrás de las apariencias? V

5. ¿Qué significa el refrán, “No tenía un Dios te guarde…”? (página 81, línea 9.) P S T

6 ¿Por qué cree usted que le molesta al narrador el gesto que hace Fabiola con el meñique? S T

6V. ¿Puede usted pensar en un gesto de un amigo que te moleste como el que hace Fabiola con el dedo meñique o con el huesillo? ¿Puede usted hacer un gesto que moleste a la gente? ¿Qué se entiende por la palabra “gracia”? V

7. Fabiola era maestra, amiga y empleada de la familia e iba a la casa a tomar té. ¿Cómo trabaron amistad y por qué era Fabiola amiga cuando venía de una familia de otra clase tan pobre? C S T

7V. ¿Cómo empieza usted a trabar amistad con la gente? ¿Cómo se cultiva una amistad? V

8. ¿Por qué cree usted que la familia de Fabiola se encuentra en la pobreza? ¿Por qué perdieron su casona en Miraflores? ¿Qué se entiende por “dignidad”? (página 82, línea 15) S T


8V. ¿Ha conocido usted a amigos o familias que lo han perdido todo y se han dispersado? ¿Ha perdido usted contacto con viejos amigos? ¿Tiene ganas de localizarlos para saber de ellos? V

9V. A través de los años nuestra vida se va transformando. El narrador sugiere que también ocurren transformaciones en los lugares donde nacemos – como en el caso de Miraflores. ¿Ha vuelto usted al lugar donde nació? ¿Cómo ha cambiado? V

10. El niño lleva a Fabiola en su bicicleta y los dos se caen de cabeza en una acequia. ¿Usted ha lastimado a un amigo por accidente o estupidez cuando trataba de ayudarlo con buenas intenciones? ¿Se ha sentido culpable? S T V

11. ¿Cómo era el padre del niño? ¿Qué significa “era hombre colérico de decisiones intempestivas? ¿Cómo reaccionó el padre cuando escuchaba el partido de fútbol y el radio quedó mudo? S T

11V. ¿Cómo es su padre de usted? ¿Son ustedes aficionados al fútbol? ¿Se dejan llevar por la ira cuando pierde su equipo? V

12. ¿Cómo era el hermano, Héctor? P T

12V. ¿Le parece cruel o chistosa la descripción de Héctor en la página 84? V

13. El hermano de Fabiola desarmó el radio pero nunca regresó para arreglarlo. ¿Por qué se desapareció? P S T

14. Parece que Fabiola necesitaba “mantener su fachada de señorita de clase media” y por eso dejó su puesto de maestra para trabajar para el padre del niño. (página 84) ¿Qué se entiende por “la clase media”? ¿Es verdad que los maestros ganan muy poco dinero en Latinoamérica? Hay mucha diferencia entre los maestros latinoamericanos y los norteamericanos? C S T

15. “Aparte de enseñar a leer y escribir a niños la señorita Fabiola no sabía nada”. (página 85, líneas 1-2.) ¿Indica esta declaración del narrador que la profesión de maestra de primaria es cosa de poca importancia? C S T

16. La señorita Fabiola se ocupa de la caja del negocio pero sobra una cantidad de dinero cuando se hace el arqueo de fin de año. ¿Cree usted que Fabiola tiene la culpa o es la responsabilidad del padre, dueño de negocios, que la encargó de la caja? C S T

17. Las expectativas de los personajes nunca se cumplen y el resultado es el inverso de lo que se espera. El hermano, Héctor, viene a componer el radio, lo desarma y abandona el trabajo. El niño va a buscar a Fabiola, la lleva sentada en su bicicleta y los dos se caen de cabeza en una acequia. La señorita Fabiola se ocupa de la caja del negocio pero sobra una cantidad de dinero cuando se hace el arqueo de fin de año. Fabiola se casa con un jovenzuelo que la abusa, le quita el dinero y la abandona. ¿Cree usted que la causa de estos fracasos fue el destino inevitable de estos personajes desafortunados o son ellos mismos responsables por sus propias acciones? C S T


18. ¿Cómo es la señorita Fabiola? ¿Es sólo una víctima patética de sus circunstancias de nacimiento o tiene algo de heroína en su carácter. ¿Es capaz de defenderse a sí misma y a sus niños en el mundo duro donde vive? S T

18V. ¿Qué esperanza de felicidad en la vida tiene una persona fea y pobre? V

19. El cuento empieza y termina con una verdad y con unas palabras inolvidables: “…A Fabiola, mi maestra, quien me enseñó a escribir”. Cuando sabemos que el narrador es también escritor y que ha publicado un libro, ¿qué importancia tiene esta repetición y la dedicatoria al final del cuento? P S T

20. Al principio del cuento dice que Fabiola tenía la costumbre ridícula de hacer huesillo. Al final del cuento ella repite el mismo gesto cuando sorprende al narrador con el libro que ha leído. ¿Cree usted que, en este caso, “el huesillo” le da un carácter distintivo a Fabiola? ¿Lo considera usted un gesto cómico o tiene algún significado más profundo? C S T

21. ¿Cree usted que Fabiola tiene un mundo interior que contrasta con su mundo exterior de fracasos? C S T

22. Fabiola ha subrayado muchas partes del libro de su viejo alumno y ahora escritor ¿qué importancia tiene esto? S T

22V. ¿Se acuerda usted de su maestra de primaria? ¿Cómo era? ¿Dónde aprendió usted a leer? V

23. El narrador dice “Nada me incomoda más que poner dedicatorias”. (página 86, líneas 32-33.) ¿Por qué cree usted que se siente así? C S T

24. ¿Qué significado infiere el nombre “Fabiola”? S T

25. ¿Quién cuenta este cuento? S T

26. ¿Por qué cree usted que el narrador se acuerda de la señorita Fabiola y la considera digna de ser narrada? S T

27V. ¿Le gusta a usted leer? ¿Cuál es su libro favorito? V

28V. ¿Le gusta a usted escribir o contar cuentos o poesía? ¿Por qué sí o por qué no? V


Notas del coordinador después de la sesión


SUGERENCIAS PARA FUTURAS LECTURAS

Bryce Echenique, Alfredo. Un mundo para Julius

_____________________.

. Barcelona: Barral Editores, 1970.

Todos los cuentos

Ribeyro, Julio Ramón.

. Lima: Editorial Mosca Azul, 1980.

La palabra del mudo

y V, 1992.)

. (Recopilación de cuentos: I y II, 1973; III 1977,

__________________. Cuentos completos

(prologados por Alfredo Bryce Echenique). Ed. Alfaguara, Col. Obra Reunida. 1994.

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