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********* VS SÍNDICO PROCURADOR DEL AYUNTAMIENTO DE TIJUANA, BAJA CALIFORNIA. EXPEDIENTE 863/2013 S.S. JUICIO DE NULIDAD SENTENCIA DEFINITIVA Ensenada, Baja California, treinta y uno de enero del dos mil catorce. V I S T O S, para resolver en definitiva los autos del juicio contencioso administrativo 863/2013 S.S., promovido por *********. R E S U L T A N D O S 1. Que por escrito recibido en la Segunda Sala el nueve de septiembre de dos mil trece, el demandante promovió juicio de nulidad en contra de la Síndico Procurador del Ayuntamiento de Tijuana, Baja California. El ejercicio de la acción se vinculó a la resolución de fecha cinco de agosto de dos mil trece dictada dentro del procedimiento de responsabilidad administrativa *********. 2. Mediante auto del diez de septiembre de dos mil trece, se admitió a trámite el juicio interpuesto, ordenándose el emplazamiento de la autoridad demandada, la cual compareció a juicio en términos de su escrito de contestación visible en autos de la foja 0118 a la 0137. 3. El día veintiuno de noviembre de dos mil trece, se celebró la audiencia de ley y por ende concluyó la etapa de instrucción, con lo cual se está en condiciones de emitir la resolución que dirima la controversia planteada. C ON S I D E R A N D O S PRIMERO. Competencia. Esta Tercera Sala del Tribunal de lo Contencioso Administrativo del Estado de Baja California, es

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*********

VS

SÍNDICO PROCURADOR DEL

AYUNTAMIENTO DE TIJUANA,

BAJA CALIFORNIA.

EXPEDIENTE 863/2013 S.S.

JUICIO DE NULIDAD

SENTENCIA DEFINITIVA

Ensenada, Baja California, treinta y uno de enero del dos mil

catorce.

V I S T O S, para resolver en definitiva los autos del juicio

contencioso administrativo 863/2013 S.S., promovido por *********.

R E S U L T A N D O S

1. Que por escrito recibido en la Segunda Sala el nueve de

septiembre de dos mil trece, el demandante promovió juicio de nulidad

en contra de la Síndico Procurador del Ayuntamiento de Tijuana, Baja

California. El ejercicio de la acción se vinculó a la resolución de fecha

cinco de agosto de dos mil trece dictada dentro del procedimiento de

responsabilidad administrativa *********.

2. Mediante auto del diez de septiembre de dos mil trece, se

admitió a trámite el juicio interpuesto, ordenándose el emplazamiento

de la autoridad demandada, la cual compareció a juicio en términos de

su escrito de contestación visible en autos de la foja 0118 a la 0137.

3. El día veintiuno de noviembre de dos mil trece, se celebró la

audiencia de ley y por ende concluyó la etapa de instrucción, con lo

cual se está en condiciones de emitir la resolución que dirima la

controversia planteada.

C ON S I D E R A N D O S

PRIMERO. Competencia. Esta Tercera Sala del Tribunal de lo

Contencioso Administrativo del Estado de Baja California, es

competente para conocer del presente juicio por razón de la materia,

en tanto se promueve en contra de una resolución en virtud de la cual

se impuso una sanción por responsabilidad administrativa, con base

en la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos del Estado

de Baja California; esto, de conformidad con lo dispuesto por el

artículo 22 fracción III de la Ley que rige a este Tribunal.

Asimismo, esta autoridad es competente para conocer del

presente juicio, aún y cuando fue substanciado por la Segunda Sala

de este Tribunal, en tanto la numeración del expediente en que se

actúa termina en 3 y debido a ello, a esta Tercera Sala le corresponde

dictar la sentencia definitiva que dirima el litigio; esto con sustento en

el Acuerdo del Pleno, publicado en el Periódico Oficial del Estado el 19

de julio de 2013, Tomo CXX, Número 32, Sección I, páginas 21 a 23.

SEGUNDO. Oportunidad. El juicio de nulidad se promovió en

tiempo por el demandante, toda vez que el acto impugnado lo conoció

el treinta de agosto de dos mil trece; por lo que los quince días a que

se refiere el artículo 45 de la Ley del Tribunal de lo Contencioso

Administrativo del Estado de Baja California, comenzaron a trascurrir

el día dos de septiembre de dos mil trece posterior, terminando el

veintitrés de septiembre de ese mismo año; descontándose los días

siete, ocho, catorce, quince, dieciséis, veintiuno y veintidós, por ser

sábados o domingos o días festivos.

Por tanto, atendiendo a que la demanda fue presentada el nueve

de septiembre de dos mil trece, es evidente que tal interposición se

hizo oportunamente, esto es, al sexto día hábil siguiente de aquel en

que el demandante conoció el acto impugnado.

TERCERO. Acto impugnado. La existencia del acto impugnado

quedó debidamente acreditado con el documento visible en autos de

este juicio de la foja 0753 a la 0792, al cual le asiste valor probatorio

pleno de conformidad con lo dispuesto en los artículos 322 fracción V

y 405 del Código de Procedimientos Civiles para el Estado de Baja

California, de aplicación supletoria al procedimiento contencioso

administrativo, según los numerales 30 tercer párrafo y 79 de la Ley

que rige a este Tribunal.

CUARTO. Hechos. La parte actora manifestó como hechos

constitutivos de su pretensión los siguientes:

“1.- Mediante correo certificado, me fue notificado por parte de la

demandada Sindico Procurador del H. Ayuntamiento de Tijuana, Baja

California, el oficio número *********, derivado del expediente numero

*********, relacionado con el procedimiento administrativo instruido en contra

del suscrito por la presunta violación a los principios de legalidad, honradez,

lealtad, imparcialidad y eficiencia que todo servidor público debe tener, en

relación a las obligaciones que supuestamente deje de cumplir al hacer uso

de la autoridad inherente al cargo que ostentaba, así como de disponer del

personal que se encontraba bajo mis instrucciones para llevar a cabo, a decir

de la autoridad, sin justificación legal la detención de *********, así como la

de ejecutar actos de tortura en su contra; mismo que contenía la citación del

suscrito para comparecer el día 30 de abril del 2013 a las instalaciones de la

autoridad municipal, a efecto de rendir mi declaración, ofrecer medios de

prueba y formule alegatos con el carácter de presunto responsable.

2.- El día 26 de abril de 2013, por conducto del Director Jurídico Municipal de

Ciudad Juárez, Chihuahua, se le hizo del conocimiento a la Sindica

Procuradora del H. XX Ayuntamiento de Tijuana, que el suscrito en mi

carácter de Secretario de Seguridad Publica de dicha municipalidad, me

encontraba comisionado el día 30 de abril del 2013 para asistir ante el Lic.

Ramón Lerma Corral, Secretario de la Comisión de Hacienda del Honorable

Cuerpo de Regidores a efecto de analizar el concepto de la Sectorización

Preventiva, entre otros temas, de ahí que justificadamente se acredito

mediante documentales que no podía asistir a la fecha de diligencia

programada para el día 30 de abril del 2013.

Cabe mencionar que desde hace aproximadamente tres años desempeño el

honroso cargo de Secretario de Seguridad Pública en el municipio de Ciudad

Juárez Chihuahua, cargo que también tuve en esta Ciudad durante la gestión

administrativa del XIX Ayuntamiento, tiempo durante el cual logramos abatir

los índices de criminalidad existentes en ambas ciudades reconocidas en un

tiempo como las más peligrosas del país, habiendo recibido por el

cumplimiento de nuestro cometido múltiples reconocimientos tanto aquí como

en el extranjero y ahí seguimos no obstante haber sufrido algunos atentados.

Como podrá apreciar este H. Tribunal dada la naturaleza del cargo que

ostento no tengo horario de trabajo puesto que cualquier contingencia se

puede presentar en cualquier momento, mucho menos cuento con un

entorno familiar. Viéndome en la necesidad de realizar mis labores en un

vehículo con blindaje especial además de la escolta que a todas partes me

acompaña.

3.- En fecha 30 de abril de 2013, según se advierte en la resolución que hoy

se impugna, fue diferida dicha diligencia programándose para tal efecto el día

23 de mayo del 2013, ordenado para ello se hiciera la notificación

correspondiente bajo el apercibimiento de no comparecer sin causa

justificada, se haría efectivo el apercibimiento de tenerme por precluído el

derecho que dentro de la misma audiencia se debía ejercer, fundamentado la

actuación en el artículo 66 fracción II de la Ley de los Responsabilidades de

los Servidores Públicos del Estado de Baja California. (ver fecha de

notificación del oficio número *********)

4.- Es el caso que mediante escrito recibido el día 22 de mayo de 2013 por

parte de la Sindicatura Municipal del H. XX Ayuntamiento de Tijuana,

presente un certificado médico de incapacidad expedido por el médico

*********, en el cual se desprende que a partir del día 20 de mayo al día 6 de

junio del 2013 me encontraba incapacitado, es decir, jurídicamente le hice

saber a la autoridad municipal que no podría comparecer a la diligencia

programada para el día 23 de mayo del año en curso por tener una

incapacidad debidamente autorizada, de ahí la causa justificada de mi

incomparecencia.

No obstante de lo anterior, manifesté mí disposición para colaborar con el

desahogo de dicha diligencia, solicitando para ello que la misma se

diligenciara en términos de los artículos 82, 85, 87, 89 y demás relativos y

aplicables del Código Adjetivo Penal de la Entidad, aplicado supletoriamente

a la ley de la materia, toda vez que el suscrito en la actualidad ostento el

cargo de Secretario de Seguridad Pública en Ciudad Juárez, Chihuahua.

5.- Así pues, el día 30 de agosto de 2013, por medio de correo certificado me

fue notificada la resolución dictada dentro del expediente numero *********,

en la cual se impuso al suscrito COMO SANCIÓN ADMINISTRATIVA LA

INHABILITACIÓN TEMPORAL PARA OBTENER Y EJERCER EL CARGO,

EMPLEO, O COMISIÓN EN EL SERVICIO PUBLICO, POR EL TERMINO

DE (8) OCHO AÑOS. Resolución de la cual se advierte que la autoridad

municipal sin fundamentación ni motivación alguna, dejo sin efecto el

certificado de incapacidad para comparecer a la audiencia y hacerme

efectivo el apercibimiento de tenerme por precluído mi derecho para

contestar y ofrecer pruebas, consecuentemente, dicha resolución es

violatoria a mis derechos humanos, así como al debido proceso y seguridad

jurídica al no fundar y motivar su actuación en perjuicio del suscrito.”

QUINTO. Medios probatorios. Para acreditar los hechos

precisados en el considerando anterior, el demandante ofreció como

elementos de pruebas los que se detallan a foja 05 del expediente

original, y que substancialmente se hacen consistir en:

“A).-DOCUMENTAL PÚBLICA.- Consistente en el Expediente *********…”

Por su parte el Síndico Procurador del Ayuntamiento de

Tijuana, Baja California, ofreció como elementos de prueba los que

se detallan a fojas 0135 y 0136 del expediente original, y que

substancialmente se hacen consistir en:

“1. DOCUMENTAL PÚBLICA.- Consistente en copia certificada del

Expediente Administrativo relativo al Procedimiento de Responsabilidad

*********, del cual resaltan las siguientes constancias:

a) Resolución Administrativa de fecha 05 de agosto de 2013,

emitida por la Arq. Yolanda Enríquez de la Fuente, en su carácter de

Sindica Procuradora del H. XX Ayuntamiento de Tijuana, Baja California;

visible en las fojas 603 a 642 del Expediente Administrativo relativo al

Procedimiento de Responsabilidad *********.

b) Acuerdo de fecha 23 de mayo de 2013, relativo a la audiencia

celebrada dentro del procedimiento de responsabilidad instruido en contra

del C. *********; visible en las fojas 591 y 592 del Expediente

Administrativo relativo al Procedimiento de Responsabilidad *********.

c) Impresiones de internet de dos notas informativas, la primera,

escrita por el C. *********, publicada en el periódico de internet de

nombre "Frontenet.com" en fecha 18 de mayo de 2013 visible en las

foja 594 y, la segunda nota, escrita por el C. *********., publicada en el

Periódico de internet de nombre "entre líneas" en fecha 24 de mayo de

2013 (dirección electrónica: *********, visible en la foja 595 del

Expediente Administrativo relativo al Procedimiento de

Responsabilidad *********.

d) oficio numero *********, de fecha 30 de abril de 2013, suscrito

por la C. Sindica Procuradora del H. XX Ayuntamiento de Tijuana, Baja

California; visible en las fojas 582 del Expediente Administrativo relativo al

Procedimiento de Responsabilidad *********.

e) Escrito privado de fecha 20 de mayo de 2013, signado por el C.

TTE. COR. D.E.M. *********, v isib le en las fo ja 583 del

Expediente Administrativo relativo al Procedimiento de Responsabilidad

EXP/010/2012

f) Oficio número *********, de fecha 25 de abril de 2013, emitido

por el Director Jurídico Municipal de la Presidencia Municipal de Ciudad

Juárez Chihuahua, visible en foja 573 del Expediente

Administrativo relativo al Procedimiento de Responsabilidad *********.

g) Oficio numero *********, de fecha 20 de marzo de 2013, signado

por la C. Sindica Procuradora del H. XX Ayuntamiento de Tijuana, Baja

California; visibles en las fojas 563 a 566 del Expediente Administrativo

relativo al Procedimiento de Responsabilidad *********.

Medio de prueba que se relaciona con todos y cada uno de los hechos

de la demanda, correlativos de la contestación de la demanda, motivos de

inconformidad de la demanda, correlativos de la contestación, hechos en

que se sustentan las causales de improcedencia y sobreseimiento.

2. INSTRUMENTAL DE ACTUACIONES.- Consiste en todo lo actuado

dentro del presente juicio, siempre y cuando, favorezca los intereses de mi

representada…”

“3. PRESUNCIONAL LEGAL Y HUMANA.- En todo lo que

favorezca a los intereses de mi representada…”

SEXTO. Análisis de los motivos de inconformidad. No

habiendo causales de improcedencia o sobreseimiento que esta Sala

considere actualizadas, enseguida se iniciará el estudio de los motivos

de inconformidad planteados por el demandante. En el primero de ello

argumentó que la resolución impugnada debe declararse nula en tanto

el procedimiento del que emana, conculcó en su perjuicio los derechos

humanos consagrados en los artículos 14 y 16 de la Constitución

Federal.

A juicio del actor, esta violación a sus derechos tuvo lugar, al

momento en que la autoridad, sin fundamento legal y en base a

motivos subjetivos, desestimó el justificante médico que en su

momento presentó ante ella y con el que pretendía acreditar su

imposibilidad para asistir a la audiencia programada en los autos del

expediente conformado por virtud del procedimiento de

responsabilidad administrativa que le fue instaurado.

Al respecto, el actor asentó en su demanda el fragmento que

enseguida se reproduce: “…Actuación con la que efectivamente esta

Autoridad advertirá que efectivamente se ha violado en mi perjuicio, los artículo1 4

y 16 de la ley fundamental, que consagra el derecho fundamental de debido

proceso, fundamentación, motivación, de legalidad y seguridad jurídica, que deben

imperar en todo procedimiento legal pues del contenido de la diligencia la

autoridad demandada solo hace una serie de apreciaciones subjetivas del

contenido del certificado de incapacidad, omitiendo a todas luces, fundar y motivar

el porqué dicho documento no puede ser considerado justificante de inasistencia,

en base a qué precepto legal o qué normatividad establece que no se considera

apto para justificar, obligación que impone el artículo 16 Constitucional…”1

Es de señalarse que la no aceptación del justificante médico por

parte de la autoridad, aunado a la incomparecencia del particular a la

audiencia, trajo como consecuencia que a éste se le tuviera por

precluido el derecho a declarar, ofrecer pruebas y presentar alegatos;

todo esto en detrimento del derecho a la seguridad jurídica

consagrado en el artículo 14 de la nuestra Constitución Federal,

especialmente, en su vertiente de audiencia previa.2

Esta línea argumentativa esbozada por el actor fue refutada por la

autoridad al momento de contestar la demanda. En su escrito señaló

que, contrario a lo sostenido por la contraparte, en el acuerdo de

fecha veintitrés de mayo de dos mil trece, sí se citaron de manera

clara los preceptos legales aplicables al caso concreto, entre los

cuales, a su juicio, se encontraba el artículo 66 fracción V de la Ley de

Responsabilidades de los Servidores Públicos del Estado de Baja

California. En ese tenor sostuvo la demandada: “…Esta autoridad citó el

precepto legal en los cuales sustentó su resolución, es decir, los artículo 8 de la

Ley del Régimen Municipal para el Estado de Baja California, 1, 2, y 34 fracción XI

y XII, del Reglamento de la Administración Pública Municipal del Ayuntamiento de

Tijuana, Baja California,1, 2, 4, 5 fracción I, 6 fracciones I, II, III y XI, 7 fracción I,

inciso “a” del Reglamento Interno de la Sindicatura Municipal de Tijuana, Baja

California, 5 fracción VI, penúltimo párrafo, 6, 46, 47 fracción I, II, 48, 57

fracciones I, II, III, 66 y 72 y demás relativos y aplicables de la Ley de

Responsabilidades de los Servidores Públicos del Estado de Baja California y

señaló con precisión las causas inmediatas que se hayan tenido en consideración

para el sentido de la determinación, y como se configuró la hipótesis normativa,

indicando las razones por las cuales no se justificó su incomparecencia a la

audiencia de ley de forma precisa y concreta. Además, se citó las documentales

con las cuales se corroboran estos hechos, respetando así las garantías de

seguridad jurídica del actor al cumplir a cabalidad los requisitos exigidos para todo

1 Véase foja 012 de autos.

2 Véase foja 0742 de autos.

actos de autoridad establecidos en los artículo 14 y 16 de la constitución

Federal…”3

De acuerdo a lo anterior, para resolver este primer punto

controvertido, la Sala deberá determinar si el acuerdo de fecha

veintitrés de mayo de dos mil trece [en el que la autoridad desestimó el

justificante médico presentado por el actor], se encuentra fundado y

debidamente motivado. De ser este el caso, se declararía entonces

infundado el motivo de inconformidad en estudio; en caso contrario, se

determinaría operante y por consecuencia sería imperativo declarar la

nulidad de la resolución impugnada en este juicio, al estar precedida

de un procedimiento viciado.

Pues bien, una vez revisadas la constancias que obran en autos y

analizados los argumentos de las partes, esta Sala arriba a la

conclusión de que el acuerdo de fecha veintitrés de mayo de dos mil

trece, en el que la autoridad desestimó el justificante médico

presentado por el actor, no se encuentra fundado además de que su

motivación es indebida. Para efectos de claridad, se dividirá la

explicación atinente a la conclusión anterior, en dos líneas

argumentativas, la primera, en la que se expondrán los razonamientos

de esta Sala sobre la ausencia de fundamentación; y una segunda, en

la que se hará lo propio respecto de la indebida motivación del

acuerdo en comento.

Pues bien, esta Sala afirma que el acuerdo de mérito no se fundó

por parte de la autoridad, dado que en él, omitió plasmar un listado

puntual de la normas que la habilitaban para desestimar el justificante

médico en los términos que lo hizo, ni tampoco asentó las razones por

las cuales consideró que las circunstancias y elementos que tomó en

cuenta para su determinación, al verificarse, actualizaron la

descripción hipotética prevista en los supuestos legales que en todo

caso debió citar como fundamento.

En efecto, de la simple lectura del acuerdo en comento es posible

establecer que la autoridad en ningún momento señaló el fundamento

legal que amparaba su determinación de tener como inválido el

justificante medico presentado por el particular, siendo que en

3 Véanse fojas 0121 y 0122 de autos.

términos del artículo 16 de la Constitución Política de los Estados

Unidos Mexicanos, este tipo de actos deben contener la cita precisa

de los ordenamientos legales aplicables al caso concreto.4

La autoridad afirmó en su demanda que contrario a lo sostenido

por el particular, si se citaron diversos artículos como fundamento de

su actuación; sin embargo, esta Sala, no lo considera así, dado que

aunque efectivamente la autoridad plasmó en el acuerdo diversos

numerales, lo hizo para fundamentar de manera general la audiencia a

que se refiere el artículo 66 fracción II de la Ley de Responsabilidades

de los Servidores Públicos del Estado de Baja California, mas no en lo

específico, para sustentar, a partir de un determinado cuerpo

normativo, la desestimación del justificante.

Ahora bien, independientemente de la consideración anterior, lo

cierto es que ninguno de esos numerales, son útiles como fundamento

de la determinación que aquí se analiza. A efecto de proceder a este

análisis, conviene traer a la presente resolución el contenido de los

artículos citados en el acuerdo de mérito. Sin embargo, para antes,

conviene hacer la siguiente precisión: dado que la autoridad citó los

artículos 8 de la Ley del Régimen Municipal para el Estado de Baja

California, así como los numerales 46, 66 y 72 de la Ley de

Responsabilidades de los Servidores Públicos del Estado de Baja

California, sin haber asentado la fracción o fracciones que consideraba

aplicables al caso concreto, dichos artículos así invocados, no pueden

tomarse como fundamento de la determinación en comento.

Es criterio de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que la

garantía de fundamentación consagrada en el artículo 16 de la

Constitución Política Federal, lleva implícita la idea de exactitud y

precisión en la cita de las normas legales que facultan a la autoridad

administrativa para emitir el acto de que se trate, y que a su vez, ello

4 FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN. EL CUMPLIMIENTO DE TALES REQUISITOS NO SE LIMITA A LAS

RESOLUCIONES DEFINITIVAS O QUE PONGAN FIN AL PROCEDIMIENTO. Al establecer el artículo 16 de nuestra Carta Magna que nadie puede ser molestado en su persona, familia, domicilio, papeles o posesiones, sino en virtud de un mandamiento escrito de la autoridad competente que funde y motive la causa legal del procedimiento, no alude únicamente a las resoluciones definitivas o que pongan fin a un procedimiento, sino que se refiere, en sentido amplio, a cualquier acto de autoridad en ejercicio de sus funciones, como sería, por ejemplo, la simple contestación recaída a cualquier solicitud del gobernado, a la cual la ley no exime de cumplir con los requisitos de fundamentación y motivación contenidos en tal precepto constitucional.

Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época. Tomo VI, Agosto de 1997. Pág. 538. Tesis de Jurisprudencia.

implica la expresión de la fracción, fracciones, incisos y subincisos si

el numeral estuviera conformado de esa manera.

Desde esa perspectiva, es claro que la cita de los artículos 8 de la

Ley del Régimen Municipal para el Estado de Baja California así como

46, 66 y 72 de la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos

del Estado de Baja California, sin la expresión de la fracción o

fracciones aplicables, nada abona al principio constitucional de

fundamentación. Por tanto, del análisis de los preceptos plasmados en

el acuerdo de mérito, se dejarán de lado dichos artículos, por

inoficiosos para el objeto de este punto controvertido.

Para reforzar lo dicho hasta aquí son útiles las jurisprudencias por

contradicción de tesis que se transcriben a continuación:

COMPETENCIA DE LAS AUTORIDADES ADMINISTRATIVAS. EL

MANDAMIENTO ESCRITO QUE CONTIENE EL ACTO DE MOLESTIA A

PARTICULARES DEBE FUNDARSE EN EL PRECEPTO LEGAL QUE LES

OTORGUE LA ATRIBUCIÓN EJERCIDA, CITANDO EL APARTADO,

FRACCIÓN, INCISO O SUBINCISO, Y EN CASO DE QUE NO LOS

CONTENGA, SI SE TRATA DE UNA NORMA COMPLEJA, HABRÁ DE

TRANSCRIBIRSE LA PARTE CORRESPONDIENTE.

De lo dispuesto en la tesis de jurisprudencia P./J. 10/94 del Tribunal en Pleno

de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicada en la Gaceta del

Semanario Judicial de la Federación Número 77, mayo de 1994, página 12,

con el rubro: "COMPETENCIA. SU FUNDAMENTACIÓN ES REQUISITO

ESENCIAL DEL ACTO DE AUTORIDAD.", así como de las consideraciones

en las cuales se sustentó dicho criterio, se advierte que la garantía de

fundamentación consagrada en el artículo 16 de la Constitución Política de

los Estados Unidos Mexicanos, lleva implícita la idea de exactitud y precisión

en la cita de las normas legales que facultan a la autoridad administrativa

para emitir el acto de molestia de que se trate, al atender al valor

jurídicamente protegido por la exigencia constitucional, que es la posibilidad

de otorgar certeza y seguridad jurídica al particular frente a los actos de las

autoridades que afecten o lesionen su interés jurídico y, por tanto, asegurar

la prerrogativa de su defensa ante un acto que no cumpla con los requisitos

legales necesarios. En congruencia con lo anterior, se concluye que es un

requisito esencial y una obligación de la autoridad fundar en el acto de

molestia su competencia, pues sólo puede hacer lo que la ley le permite, de

ahí que la validez del acto dependerá de que haya sido realizado por la

autoridad facultada legalmente para ello dentro de su respectivo ámbito de

competencia, regido específicamente por una o varias normas que lo

autoricen; por tanto, para considerar que se cumple con la garantía de

fundamentación establecida en el artículo 16 de la Constitución Federal, es

necesario que la autoridad precise exhaustivamente su competencia por

razón de materia, grado o territorio, con base en la ley, reglamento, decreto o

acuerdo que le otorgue la atribución ejercida, citando en su caso el apartado,

fracción, inciso o subinciso; sin embargo, en caso de que el ordenamiento

legal no los contenga, si se trata de una norma compleja, habrá de

transcribirse la parte correspondiente, con la única finalidad de especificar

con claridad, certeza y precisión las facultades que le corresponden, pues

considerar lo contrario significaría que el gobernado tiene la carga de

averiguar en el cúmulo de normas legales que señale la autoridad en el

documento que contiene el acto de molestia, si tiene competencia por grado,

materia y territorio para actuar en la forma en que lo hace, dejándolo en

estado de indefensión, pues ignoraría cuál de todas las normas legales que

integran el texto normativo es la específicamente aplicable a la actuación del

órgano del que emana, por razón de materia, grado y territorio.

2a./J. 115/2005

Contradicción de tesis 114/2005-SS. Entre las sustentadas por el Segundo

Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del Tercer Circuito, el Tercer

Tribunal Colegiado del Vigésimo Tercer Circuito y el Primer Tribunal

Colegiado en Materia Administrativa del Tercer Circuito. 2 de septiembre de

2005. Cinco votos. Ponente: Genaro David Góngora Pimentel. Secretario:

Alfredo Aragón Jiménez Castro.

Tesis de jurisprudencia 115/2005. Aprobada por la Segunda Sala de este

Alto Tribunal, en sesión privada del nueve de septiembre de dos mil cinco.

Instancia: Segunda Sala. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su

Gaceta, Novena Epoca. Tomo XXII, Septiembre de 2005. Pág. 310. Tesis de

Jurisprudencia.

COMPETENCIA DE LAS AUTORIDADES ADMINISTRATIVAS. EN EL

MANDAMIENTO ESCRITO QUE CONTIENE EL ACTO DE MOLESTIA,

DEBE SEÑALARSE CON PRECISIÓN EL PRECEPTO LEGAL QUE LES

OTORGUE LA ATRIBUCIÓN EJERCIDA Y, EN SU CASO, LA

RESPECTIVA FRACCIÓN, INCISO Y SUBINCISO.

De lo dispuesto en la tesis de jurisprudencia P./J. 10/94 del Tribunal Pleno de

la Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicada en la Gaceta del

Semanario Judicial de la Federación, Número 77, mayo de 1994, página 12,

de rubro: "COMPETENCIA. SU FUNDAMENTACIÓN ES REQUISITO

ESENCIAL DEL ACTO DE AUTORIDAD.", así como de las consideraciones

en las cuales se sustentó dicho criterio, se desprende que la garantía de

fundamentación consagrada en el artículo 16 de la Constitución Política de

los Estados Unidos Mexicanos, lleva implícita la idea de exactitud y precisión

en la cita de las normas legales que facultan a la autoridad administrativa

para emitir el acto de molestia de que se trate, al atender al valor

jurídicamente protegido por la exigencia constitucional, que es la posibilidad

de otorgar certeza y seguridad jurídica al particular frente a los actos de las

autoridades que afecten o lesionen su interés jurídico y, por tanto, asegurar

la prerrogativa de su defensa, ante un acto que no cumpla con los requisitos

legales necesarios. En congruencia con lo anterior, resulta inconcuso que

para estimar satisfecha la garantía de la debida fundamentación, que

establece dicho precepto constitucional, por lo que hace a la competencia de

la autoridad administrativa para emitir el acto de molestia es necesario que

en el documento que se contenga se invoquen las disposiciones legales,

acuerdo o decreto que otorgan facultades a la autoridad emisora y, en caso

de que estas normas incluyan diversos supuestos, se precisen con claridad y

detalle, el apartado, la fracción o fracciones, incisos y subincisos, en que

apoya su actuación; pues de no ser así, se dejaría al gobernado en estado

de indefensión, toda vez que se traduciría en que éste ignorara si el proceder

de la autoridad se encuentra o no dentro del ámbito competencial respectivo

por razón de materia, grado y territorio y, en consecuencia, si está o no

ajustado a derecho. Esto es así, porque no es permisible abrigar en la

garantía individual en cuestión ninguna clase de ambigüedad, ya que su

finalidad consiste, esencialmente, en una exacta individualización del acto de

autoridad, de acuerdo a la hipótesis jurídica en que se ubique el gobernado

en relación con las facultades de la autoridad, por razones de seguridad

jurídica.

2a./J. 57/2001

Contradicción de tesis 94/2000-SS. Entre las sustentadas por el Tercer

Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Sexto Circuito y el Primer y

Cuarto Tribunales Colegiados en Materia Administrativa, ambos del Primer

Circuito. 26 de octubre de 2001. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Juan

Díaz Romero. Ponente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia. Secretaria: Lourdes

Margarita García Galicia.

Tesis de jurisprudencia 57/2001. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto

Tribunal, en sesión privada del treinta y uno de octubre de dos mil uno.

Instancia: Segunda Sala. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su

Gaceta, Novena Epoca. Tomo XIV, Noviembre de 2001. Pág. 31. Tesis de

Jurisprudencia.

Hecha esta digresión, se tiene que los artículos restantes que citó

la autoridad fueron los siguientes:

Reglamento de la Administración Pública Municipal del Ayuntamiento

de Tijuana, Baja California

Artículo 1.- El presente Reglamento tiene por objeto establecer la

organización y funcionamiento de la Administración Pública Municipal del

Ayuntamiento de Tijuana, de conformidad con las disposiciones que derivan

de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, de la

Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Baja California y de la

Ley del Régimen Municipal para el Estado de Baja California.

Artículo 2.- Las disposiciones contenidas en el presente reglamento son de

orden público e interés general, siendo obligatorias para todos los

funcionarios, empleados, comisionados y servidores públicos de la

administración pública municipal.

Artículo 34.- A la Sindicatura corresponde el despacho de los siguientes

asuntos:

XI. Conocer e investigar de oficio o por virtud de queja o denuncia, los actos,

omisiones o conductas en que incurran los servidores públicos;

XII. Determinar la existencia de responsabilidad administrativa, imponiendo y

aplicando las sanciones que en derecho procedan;

Reglamento Interno de la Sindicatura Municipal de Tijuana, Baja

California

Artículo 1.- El presente Reglamento tiene por objeto establecer la

organización y funcionamiento de la Sindicatura Municipal del Ayuntamiento

de Tijuana, de conformidad con las disposiciones que derivan de la

Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, de la Constitución

Política del Estado Libre y Soberano de Baja California, de la Ley del

Régimen Municipal para el Estado de Baja California y el Reglamento de la

Administración Pública del Municipio de Tijuana Baja California.

Artículo 2.- Las disposiciones contenidas en el presente reglamento son de

orden público e interés general, siendo obligatorias para todos los

funcionarios, empleados, comisionados y servidores públicos de la

Sindicatura Municipal.

Artículo 4.- La Sindicatura contará con las funciones y atribuciones que

establece el Reglamento de la Administración Pública del Municipio de

Tijuana Baja California, y las demás que expresamente le encomienden las

leyes, reglamentos y acuerdos del Ayuntamiento.

Artículo 5.- El Síndico Procurador para el cumplimiento de sus facultades y

atribuciones, tendrá bajo su cargo la siguiente estructura:

I.- Dirección de Responsabilidades;

Artículo 6.- La Dirección de Responsabilidades tendrá las siguientes

facultades y atribuciones:

I.- Determinar con plena jurisdicción y competencia, las estrategias,

métodos y sistemas de investigación que permitan conocer las acciones y

conductas de los servidores públicos municipales en el desempeño de su

empleo, cargo o comisión dentro de la Administración Pública Municipal;

II.- Investigar de oficio o por virtud de queja o denuncia, los actos,

omisiones o conductas en que incurran los servidores públicos de la

Administración Pública Municipal;

III.- Llevar a cabo la instrucción del procedimiento administrativo

disciplinario a servidores públicos de la Administración Pública Municipal, de

conformidad a las disposiciones previstas por la Ley de Responsabilidades

de los Servidores Públicos del Estado de Baja California;

XI.- Conocer las quejas y denuncias, así como investigar de oficio hechos en

donde se presuma que elementos de la Secretaría de Seguridad Pública

Municipal hayan violado o dejado de cumplir con alguno o algunos de los

requisitos de permanencia, e instruir el procedimiento de remoción en contra

de los miembros de la Institución Policial de la Secretaría de Seguridad

Pública Municipal, de conformidad con la Ley que regula la relación

administrativa de los miembros de las Instituciones Policiales del Estado de

Baja California y el Reglamento de la Secretaría de Seguridad Pública.

Artículo 7.- La Dirección de Responsabilidades para el cumplimiento de sus

facultades y atribuciones, tendrá bajo su cargo la siguiente estructura.

I.- Subdirección de Responsabilidades:

a).- Departamento de Instrucción de Procedimientos.

Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos del Estado de

Baja California.

Artículo 5.- Las autoridades competentes para aplicar la presente Ley, en sus

respectivos ámbitos de competencia son:

VI.- Los Síndicos Procuradores,

Las autoridades señaladas anteriormente, en el ámbito de sus competencias,

quedan facultadas para emitir criterios administrativos relacionados con la

aplicación de esta ley; asimismo, podrán delegar la función para investigar

las presuntas faltas e instruir y resolver el procedimiento administrativo que

corresponda.

Artículo 6.- Los procedimientos para la aplicación de las sanciones a que se

refiere esta Ley y las responsabilidades de carácter penal o civil que

dispongan otros ordenamientos, se desarrollarán autónomamente según su

naturaleza y por la vía procesal que corresponda, debiendo las autoridades

que por sus funciones conozcan o reciban denuncias, turnar éstas a quien

deba conocer de ellas. No podrán imponerse dos veces por una misma

conducta, sanciones de la misma naturaleza.

A falta de disposición expresa se aplicará supletoriamente el Código de

Procedimientos Penales para el Estado de Baja California y en lo conducente

el Código Penal para el Estado de Baja California.

Artículo 47.- Los servidores públicos, en el desempeño de sus funciones,

empleos o comisiones, estarán sujetos a las prohibiciones siguientes:

I.- Hacer uso de sus atribuciones para efecto de lucrar;

II.- Continuar ejerciendo sus funciones, cuando ha sido nombrado o

designado por tiempo determinado, después de cumplido el término para el

cual se le nombró, o de haber cesado éste, por cualquier causa, excepto en

los casos en que las leyes o normas establezcan la obligación de esperar a

que se presente el substituto;

Artículo 48.- Cuando los servidores públicos mencionados en el artículo 3 de

esta Ley, incurran en violación a lo establecido en los artículos 46 y 47 del

mismo ordenamiento, serán sujetos al procedimiento de responsabilidad

administrativa.

La responsabilidad administrativa por infracciones a ésta Ley y a la

normatividad aplicable, en la cual se incurra durante el tiempo de su encargo

por cualquier servidor público, será exigible aún cuando el presunto

responsable no se desempeñe en el servicio público, de acuerdo con los

plazos de prescripción consignados en el artículo 72 de la presente Ley.

Artículo 57.- La recepción, trámite y resolución de las quejas y denuncias que

se presenten por cualquier interesado en contra de cualquier servidor público

por incumplimiento de sus obligaciones, se sujetará a las siguientes normas:

I.- La investigación administrativa, se iniciará de oficio, mediante

queja o denuncia que se haga por parte de cualquier persona o como

resultado de las revisiones o auditorías que se practiquen por la autoridad

competente;

II.- En el auto de inicio se ordenará la práctica de todas las diligencias

necesarias tendientes a la integración de la investigación administrativa

correspondiente, recabando los medios de prueba que sean bastantes y

suficientes y la práctica de diligencias, inclusive de aquellas necesarias para

la integración de la misma, constituyendo ambas fases el período de

investigación administrativa;

III.- Una vez concluida la etapa de investigación administrativa y de

existir elementos suficientes que establezcan la presunción de que el acto u

omisión constituye una infracción administrativa y la presunta

responsabilidad del servidor público por incumplimiento en las obligaciones y

prohibiciones establecidas en la presente Ley, se iniciará el procedimiento

previsto en el artículo 66 de la misma; en caso contrario se dictará Acuerdo

de no inicio de procedimiento administrativo y se archivará el asunto como

totalmente concluido.

De la lectura y análisis de los artículos citados por la autoridad,

esta Sala concluye que ninguno es útil para fundamentar el acuerdo

en comento.

Se afirma lo anterior, en tanto: a) los artículos del Reglamento de

la Administración Pública Municipal del Ayuntamiento de Tijuana, Baja

California, no hacen referencia a ninguna diligencia o etapa atinente al

procedimiento de responsabilidad administrativa, ni mucho menos

preceptúan alguna potestad en virtud de la cual se posibilite al órgano

contralor justificar o no las posibles ausencias que se verifiquen en la

audiencia durante ese procedimiento; b) los numerales del

Reglamento Interno de la Sindicatura Municipal de Tijuana establecen

la estructura orgánica de este órgano y aunque en alguno de los

numerales se hace alusión al procedimiento administrativo

disciplinario, tal mención se hace de manera genérica, sin que en él se

establezcan parámetros o elementos para determinar la validez o

eficacia de un certificado médico exhibido como justificante; y, c) los

artículos de la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos

del Estado de Baja California, nada refieren en cuanto a la potestad

legal de justificar o no las ausencias en los procedimientos

administrativos, ni tampoco sobre los parámetros o elementos a tomar

en cuenta para hacer esa determinación.

Así las cosas, es posible arribar a la conclusión de que la

autoridad no señaló los fundamentos legales que amparan su

determinación de desestimar el certificado médico presentado como

justificación; por tanto, resulta inconcuso que el demandante nunca

estuvo en posibilidades de examinar si la actuación de la demandada

se ejerció conforme a la ley para, en su caso, estar en aptitud de

alegar su ilegalidad.

De todos los numerales que citó la autoridad en el referido

acuerdo, el único en que se hace alguna referencia a la justificación de

ausencias dentro del procedimiento disciplinario es el 66 de la Ley de

Responsabilidades de los Servidores Públicos; sin embargo, al

haberse citado sin señalar la fracción o fragmento aplicable al caso

concreto, no puede tomarse como fundamento de la actuación de la

autoridad, tal y como se explicó líneas arriba.

Agotada la primera línea argumentativa con la que esta Sala

explica su conclusión relativa a que el acuerdo de mérito no está

fundamentado, ahora corresponde desarrollar la segunda de línea

referente a la indebida motivación de ese mismo acuerdo.

Para iniciar, es pertinente señalar que la autoridad desestimó el

justificante médico, fundamentalmente por tres razones: a) porque a

su juicio es inverosímil, en tanto el médico lo expidió el diecisiete de

mayo de dos mil trece; sin embargo, la incapacidad no inició sino

hasta dos días después. Sobre esto apuntó la autoridad lo que se

reproduce enseguida: “…es inverosímil que el médico signante de dicho

certificado prevea que el citado [el actor] se encontraría incapacitado para laborar

dos días después…”; b) según la autoridad la incapacidad en todo caso

justifica el impedimento del particular para realizar actividades relativas

a su cargo, pero no para realizar su declaración inicial en el

procedimiento de responsabilidad administrativa que le fue instaurado;

y, c) durante la vigencia de la incapacidad el ahora demandante no

dejó de trabajar; es decir, no estuvo en reposo como supondría su

estado de salud. Para acreditar tal conclusión anexó diversas notas

periodísticas, a partir de las cuales, a su entender, se comprobaba tal

aserto.

Sobre el primer razonamiento cabe señalar que, como

atinadamente argumentó el actor, se trata de una apreciación subjetiva

que además no responde a una lógica adecuada. La autoridad parece

sugerir que es imposible y por ende inverosímil que el médico prevea

anticipadamente la lesión que una persona habrá de tener en un

futuro. Esta conclusión la deduce del hecho de que el certificado de

incapacidad se expidió el diecisiete de mayo de dos mil trece, mientras

la incapacidad en sí, en lugar de otorgarse a partir de esa misma

fecha, empezó a correr hasta el día veinte de ese mismo mes y año.5

El error de este razonamiento está, por lo menos a juicio de esta

Sala, en que la autoridad pasó por alto que una cosa es que el médico

prevea y diagnostique anticipadamente una lesión o enfermedad

[cuestión seguramente difícil, sino es que imposible], a que el médico

una vez diagnosticada la lesión, determine generar un certificado de

incapacidad, que no empezará a correr sino a partir de una fecha

futura; en otras palabras, una cosa es anticipar una enfermedad o

lesión invalidante [tal y como supuso la autoridad que ocurrió en este

caso], y otra muy distinta es que, hecho el diagnóstico, se estime

conveniente que la incapacidad no empiece a correr sino días

después.

Para esta Sala es claro que en el caso que nos ocupa el médico

no anticipó una lesión, lejos de esto, emitió un diagnóstico el día

diecisiete de mayo de dos mil trece: meniscopatía bilateral, ruptura de

ligamento cruzado de rodilla izquierda. Lo que en realidad sucedió es

que, hecho el diagnóstico en esa fecha, el médico, por alguna razón,

determinó conveniente que la incapacidad empezara a correr hasta el

día veinte de mayo del dos mil trece.

Las razones del doctor para emitir el certificado de incapacidad en

esos términos pueden ser tan simples como que no era necesario

incapacitar al paciente los días 18 y 19 de mayo porque fueron sábado

y domingo respectivamente [días probablemente inhábiles]; o porque a

su juicio consideró que la lesión inhabilitaría al paciente hasta dos días

después, o simplemente porque así le fue solicitado. Lo cierto es que

el hecho de que se desconozca la causa por la que el médico expidió

el certificado el diecisiete de mayo de dos mil trece y la incapacidad

hasta el día veinte, no es razón suficiente para desestimarlo.

No existe ningún dato objetivo a partir del cual pueda aseverarse

que el justificante no es auténtico. Podría aceptarse que la manera en

que fue elaborado es poco usual, lo que en determinado momento

5 Véase foja 0735 de autos.

puede dar lugar a suspicacias, pero las decisiones de las autoridades

administrativas no pueden construirse en base a suposiciones, sino en

función de certezas, certezas que respecto de lo apócrifo del

justificante, en el presente caso no existen.

El segundo razonamiento que se esbozó para desestimar el

justificante fue que para la autoridad este documento, en todo caso,

justifica el impedimento del particular para realizar actividades relativas

a su cargo, pero no para realizar su declaración inicial en el

procedimiento de responsabilidad administrativa que le fue instaurado.

Sobre esto, en primer término habría que decir que es

contraintuitivo afirmar que una lesión que impide a una persona

realizar actividades propias de su empleo, cargo o comisión, de modo

alguno implica la imposibilidad de acudir ante un órgano de control a

rendir su declaración. Si una persona padece una lesión que la

inhabilita para trabajar y por ende requiere de reposo, lo más

razonable es suponer que esa misma lesión la inhabilita también para

realizar otro tipo de actividades que alteren el tiempo de descansó y

recuperación que le fue ordenado por el médico tratante.

Ahora, independientemente de que esta Sala estime que el

razonamiento de la autoridad no tiene fundamento jurídico ni tampoco

lógico, lo cierto es que el certificado médico exhibido por el ahora

demandante, cumple a cabalidad con los parámetros de racionalidad

jurídico formal que la Suprema Corte de Justicia ha venido

construyendo jurisprudencialmente para determinar la validez y

eficacia de este tipo de documentos. Esto es, cuenta con el nombre de

la institución que expidió el título profesional al médico tratante; incluye

el número de cédula profesional de ese profesionista; contiene la

fecha de expedición del certificado y lo más importante para el

presente caso, comprende la manifestación que revela la existencia de

un estado patológico que afecta al paciente, del cual se puede deducir

la imposibilidad física de comparecencia a la audiencia a que fue

citado.

En efecto, en el certificado se asentó que la institución de

procedencia del médico es la Universidad Autónoma de Ciudad

Juárez, que la cédula profesional de éste es la número *********, que la

incapacidad fue expedida el diecisiete de mayo de dos mil trece, y

finalmente que el diagnóstico fue: meniscopatía bilateral, ruptura de

ligamento cruzado de rodilla izquierda; diagnóstico del cual es posible

deducir la imposibilidad física del demandante para comparecer a la

audiencia en comento.

En tal virtud, este segundo razonamiento esgrimido durante la

secuela procesal para desestimar el justificante médico es infundado a

juicio de esta Sala, en tanto como se ha venido sosteniendo, no tiene

sustento jurídico y su construcción lógica es contraintuitiva.

Finalmente el tercer y último razonamiento tiene como núcleo el

argumento en el que la autoridad considera que el justificante no es

fidedigno y por ende ineficaz para los efecto pretendidos por el ahora

demandante, ya que durante su vigencia éste no dejó de trabajar; es

decir, no estuvo en reposo como supondría su estado de salud. Para

acreditar tal conclusión anexó diversas notas periodísticas, a partir de

las cuales, a su entender, se comprobaba tal aserto.

Al respecto habría que decir que es pacífico entre la doctrina, así

como entre los Tribunales de la Federación, que la exhibición de una

nota periodística prueba únicamente su existencia, pero no el

contenido de la misma, dado que las fuentes a partir de las cuales

estas notas se construyen no son necesariamente confiables, amén de

que cabe la posibilidad de que sean producto de la interpretación o

interés personal de su autor.

Por tal motivo, para que la notas periodísticas exhibidas por la

autoridad pudieran tener alguna eficacia durante el procedimiento de

responsabilidad administrativa, la autoridad debió adminicularlas con

otros medios de convicción, lo cual en la especie no ocurrió. De tal

suerte que esos libelos, per se, no puedan tomarse en cuenta como

instrumentos indubitables para desestimar el justificante que exhibió

en su momento el demandante en el procedimiento de

responsabilidad.

Enseguida se reproducen diversas tesis jurisprudenciales que son

útiles para confirmar y robustecer esta la línea argumentativa.

PRUEBA DOCUMENTAL PÚBLICA. INFORMACIONES PERIODISTICAS,

VALOR DE LAS.

La información contenida en un ejemplar de un periódico con circulación en

el Estado únicamente sirve para demostrar que lo que dice la nota se publicó

en ese medio masivo de comunicación, pero no que lo publicado sea

verídico.

SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO DEL QUINTO CIRCUITO.

Incidente en revisión 44/91. Ignacio Lozano Villaseñor y otros. 3 de abril de

1991. Unanimidad de votos. Ponente: Guillermo Antonio Muñoz Jiménez.

Secretario. José Juan García Barrera.

Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Fuente: Semanario Judicial de

la Federación, Octava Epoca. Tomo VIII, Diciembre de 1991. Pág. 274. Tesis

Aislada.

NOTAS PERIODISTICAS, EL CONOCIMIENTO QUE DE ELLAS SE

OBTIENE NO CONSTITUYE "UN HECHO PUBLICO Y NOTORIO".

La circunstancia de que el público lector adquiera conocimiento de algún

hecho consignado en periódicos o revistas, no convierte por esa sola

circunstancia en "hecho público y notorio" la noticia consiguiente, toda vez

que es notorio lo que es público y sabido de todos, o el hecho cuyo

conocimiento forma parte de la cultura normal propia de un determinado

círculo social en el tiempo de su realización.

CUARTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA DE TRABAJO DEL

PRIMER CIRCUITO.

Amparo directo 742/95. Mario A. Velázquez Hernández. 31 de agosto de

1995. Unanimidad de votos. Ponente: Fortino Valencia Sandoval. Secretario:

René Díaz Nárez.

Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Fuente: Semanario Judicial de

la Federación y su Gaceta, Novena Epoca. Tomo II, Diciembre de 1995. Pág.

541. Tesis Aislada.

NOTAS PERIODISTICAS, INEFICACIA PROBATORIA DE LAS.

Las publicaciones en los periódicos únicamente acreditan que tuvieron

realización en el modo, tiempo y lugar que de las mismas aparezca, mas en

forma alguna son aptas para demostrar los hechos que en tales

publicaciones se contengan, pues no reúnen las características de

documento público a que se refiere el artículo 795 de la Ley Federal del

Trabajo, ni tampoco puede ser considerado como documental privada

conforme a los artículos 796 y 797 del propio ordenamiento legal, en cuyo

caso surge la posibilidad de formular las objeciones respectivas;

consecuentemente, el contenido de una nota periodística, -generalmente

redactada y dada a conocer por profesionales de la materia, cuyas fuentes

no son necesariamente confiables, amén de que cabe la posibilidad de que

sean producto de la interpretación e investigación personal de su autor- no

puede convertirse en un hecho público y notorio, pues aunque aquélla no sea

desmentida por quien puede resultar afectado, el contenido de la nota

solamente le es imputable al autor de la misma, mas no así a quienes se ven

involucrados en la noticia correspondiente.

CUARTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA DE TRABAJO DEL

PRIMER CIRCUITO.

Amparo directo 742/95. Mario A. Velázquez Hernández. 31 de agosto de

1995. Unanimidad de votos. Ponente: Fortino Valencia Sandoval. Secretario:

René Díaz Nárez.

Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Fuente: Semanario Judicial de

la Federación y su Gaceta, Novena Epoca. Tomo II, Diciembre de 1995. Pág.

541. Tesis Aislada.

En conclusión, dejar a un particular sin el derecho a defenderse

en una procedimiento de responsabilidad administrativa, es una

determinación seria y crucial durante toda la secuela procesal; por

tanto, para tomar esta decisión, la autoridad debe estar

completamente segura de los elementos jurídicos y fácticos en los

que se apoya. En la especie, como se razonó, la autoridad no se

apoyó en ninguna disposición legal o cuerpo normativo para

desestimar el justificante médico presentado por el demandante, es

decir, su determinación no se fundamentó; además, los razonamientos

que esbozó están constituidos por apreciaciones subjetivas y sin

sustento lógico, por ende, esa determinación se encuentra

indebidamente motivada.

Así las cosas, a juicio de esta Sala, la resolución impugnada debe

declarase nula en tanto está precedida de un procedimiento que

violentó la seguridad jurídica y legalidad como derechos

fundamentales consagrados en el artículo 16 de la nuestra

Constitución Federal, lo cual para el caso concreto significa declarar

su nulidad con fundamento en el artículo 83 fracción II de la Ley del

Tribunal de lo Contencioso Administrativo del Estado de Baja

California.

Artículo 83.- Serán causas de nulidad de los actos y resoluciones

impugnadas:

II.- Incumplimiento u omisión de las formalidades que legalmente deba

revestir;

Como consecuencia de lo anterior, en la especie es procedente

condenar a la autoridad demandada a que emita una nueva resolución

en la que deje sin efectos el procedimiento de responsabilidad

administrativa hasta el acuerdo de fecha veintitrés de mayo de dos mil

trece; se dicte uno nuevo en el que se admita el justificante médico

exhibido por el ahora demandante y se señale nueva fecha para la

celebración de la audiencia a que se refiere el artículo 66 fracción II de

la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos del Estado de

Baja California.

En merito de lo hasta aquí expuesto, esta Sala considera

innecesario entrar al estudio de los restantes motivos de

inconformidad. Como apoyo a lo anterior, nos permitimos transcribir

una jurisprudencia por reiteración de tesis, que por analogía resulta

aplicable al caso concreto:

AGRAVIOS EN LA REVISIÓN FISCAL. CUÁNDO SU ESTUDIO ES

INNECESARIO.

Si del análisis de uno de los agravios se advierte que éste es fundado y

suficiente para revocar la sentencia dictada por la Sala a quo, es innecesario

que en la ejecutoria correspondiente se analicen los restantes agravios que

se hicieron valer en el escrito de revisión, pues ello a nada práctico

conduciría si de cualquier manera el fallo recurrido ha de quedar

insubsistente en virtud del agravio que resultó fundado.

SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL

SEXTO CIRCUITO.

Revisión fiscal 11/2005. Administrador Local Jurídico de Puebla Norte. 3 de

febrero de 2005. Unanimidad de votos. Ponente: Jorge Alberto González

Álvarez. Secretaria: Dolores Rosalía Peña Martínez.

Revisión fiscal 16/2005. Administrador Local de Jurídico Puebla Norte. 10 de

febrero de 2005. Unanimidad de votos. Ponente: Jorge Alberto González

Álvarez. Secretaria: Sandra Carolina Arellano González.

Revisión fiscal 44/2005. Secretario de Hacienda y Crédito Público y otras. 7

de abril de 2005. Unanimidad de votos. Ponente: Omar Losson Ovando.

Secretario: Carlos Alberto Romero González.

Revisión fiscal 45/2005. Administradora Local Jurídica de Puebla Sur. 7 de

abril de 2005. Unanimidad de votos. Ponente: Jorge Alberto González

Álvarez. Secretario: Ramiro Ramírez y Escobedo.

Revisión fiscal 46/2005. Administradora Local Jurídica de Puebla Sur. 7 de

abril de 2005. Unanimidad de votos. Ponente: Jorge Alberto González

Álvarez. Secretario: Ramiro Ramírez y Escobedo.

Véase: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época,

Tomo XV, marzo de 2002, página 1285, tesis XVII.1o.8 A, de rubro:

"AGRAVIOS EN LA REVISIÓN FISCAL. SI EL EXAMEN DE UNO DE ELLOS

TRAE COMO CONSECUENCIA DEJAR SIN EFECTOS LA RESOLUCIÓN

COMBATIDA, ES INNECESARIO HACER EL ESTUDIO DE LOS DEMÁS."

SÉPTIMO. Fundamento jurisprudencial. Es preciso puntualizar

que la jurisprudencia citada en la presente resolución es obligatoria

para este Tribunal atento a lo previsto en el artículo 217, de la Ley de

Amparo reglamentaria de los artículos 103 y 107 de la Constitución

Política de los Estados Unidos Mexicanos, mismo que por su

importancia nos permitimos transcribir a continuación:

Artículo 217. La jurisprudencia que establezca la Suprema Corte de Justicia

de la Nación, funcionando en pleno o en salas, es obligatoria para éstas

tratándose de la que decrete el pleno, y además para los Plenos de Circuito,

los tribunales colegiados y unitarios de circuito, los juzgados de distrito,

tribunales militares y judiciales del orden común

de los Estados y del Distrito Federal, y tribunales administrativos y del trabajo,

locales o federales.

La jurisprudencia que establezcan los Plenos de Circuito es obligatoria para

los tribunales colegiados y unitarios de circuito, los juzgados de distrito,

tribunales militares y judiciales del orden común de las entidades federativas

y tribunales administrativos y del trabajo, locales o federales que se ubiquen

dentro del circuito correspondiente.

La jurisprudencia que establezcan los tribunales colegiados de circuito es

obligatoria para los órganos mencionados en el párrafo anterior, con

excepción de los Plenos de Circuito y de los demás tribunales colegiados de

circuito.

La jurisprudencia en ningún caso tendrá efecto retroactivo en perjuicio de

persona alguna.

Por lo antes expuesto y con fundamento en los artículos 82, 83

fracción II y 84 de la Ley que rige a este Tribunal, se resuelve:

PRIMERO. Atento a lo expuesto en el considerando sexto de

esta resolución y de conformidad con el artículo 83 fracción II de la Ley

del Tribunal de lo Contencioso Administrativo del Estado de Baja

California, se declara la nulidad de la resolución de fecha cinco de

agosto de dos mil trece, dictada dentro del procedimiento de

responsabilidad administrativa número *********, emitido por el Síndico

Procurador del Ayuntamiento de Tijuana, Baja California.

SEGUNDO. Con fundamento en el artículo 84 de Ley del

Tribunal de lo Contencioso Administrativo del Estado de Baja

California, se condena al Síndico Procurador del Ayuntamiento de

Tijuana, Baja California a que emita una nueva resolución en

substitución de la declarada nula en el resolutivo anterior, en virtud de

la cual:

a) Deje sin efectos el procedimiento instaurado en contra de

********* substanciado en el expediente número *********, hasta

el acuerdo de fecha veintitrés de mayo de dos mil trece.

b) Emita un nuevo acuerdo en substitución del referido en el

inciso anterior en el que se admita el justificante médico

presentado por ********* y como consecuencia, fije una nueva

fecha para la celebración de la audiencia a que se refiere el

artículo 66 fracción II de la Ley de Responsabilidades de los

Servidores Públicos del Estado de Baja California.

TERCERO. Notifíquese personalmente a la parte actora y por

oficio a la autoridad demandada.

Así lo resolvió, el Magistrado de la Tercera Sala del Tribunal de lo

Contencioso Administrativo del Estado de Baja California, René

Aguilar Samaniego, y firmó ante la presencia del Secretario de

Acuerdos, José Mario Charles Garza, quien autoriza y da fe.

CONFIRMADA POR SENTENCIA DE PLENO DE FECHA OCHO DE

NOVIEMBRE DE DOS MIL CATORCE.

LA SUSCRITA, CLAUDIA CAROLINA GOMEZ TORRES, SECRETARIA GENERAL DE ACUERDOS

DEL TRIBUNAL DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO DEL ESTADO DE BAJA CALIFORNIA,

CERTIFICA:--------------------------------------------------

QUE LO TRANSCRITO CON ANTERIORIDAD CORRESPONDE A UNA VERSION PUBLICA DE LA

RESOLUCION DICTADA POR LA SEGUNDA SALA DEL TRIBUNAL DE LO CONTENCIOSO

ADMINISTRATIVO DEL ESTADO EN FECHA TREINTA Y UNO DE ENERO DE DOS MIL DIECISEIS EN

EL JUICIO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO 863/2013 S.S., EN LA QUE SE SUPRIMIERON

DATOS QUE SE HAN CONSIDERADO COMO LEGALMENTE RESERVADOS O CONFIDENCIALES,

CUBRIENDO EL ESPACIO CORRESPONDIENTE MEDIANTE LA UTILIZACION DE DIEZ ASTERISCOS;

VERSION QUE VA EN VEINTICINCO FOJAS UTILES.

LO ANTERIOR CON APOYO EN LA FRACCION I, DEL ARTICULO 34 DE LA LEY DE

TRANSPARENCIA Y ACCESO A LA INFORMACION PUBLICA PARA EL ESTADO DE BAJA

CALIFORNIA Y 15 DEL REGLAMENTO DEL TRIBUNAL DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO

DEL ESTADO DE BAJA CALIFORNIA EN MATERIA DE TRANSPARENCIA Y ACCESO A LA

INFORMACION PUBLICA. LO QUE SE HACE CONSTAR PARA LOS EFECTOS LEGALES A QUE

HAYA LUGAR, EN LA CIUDAD DE MEXICALI, BAJA CALIFORNIA, A VEINTISIETE DE DICIEMBRE

DE DOS MIL DIECISEIS. DOY FE.