Serbia ubicada en la Península Balcánica es un país de encanto particular, de inmensa riqueza

cultural e histórica además de la belleza de sus paisajes

Situada en la confluencia del río Sava con el Danubio con influencias eslavas, latinas y otomanas, la capital de Serbia, Belgrado es para muchos una gran desconocida. Belgrado es una de las ciudades más antiguas de Europa con una historia que se remonta a casi 7.000 años

Ada Ciganlija, una especie de “central park” belgradiense, es un paraíso para disfrutar del tiempo de ocio dentro de la propia ciudad. Conocido popularmente como el “mar de Belgrado”, cuenta con 7 kilómetros de playa junto con las instalaciones deportivas donde se pueden practicar varios deportes

Iglesia Ortodoxa San SavaIglesia de San Marco El Parlamento de Serbia

Kalemegdan es una fortaleza y parque en un barrio urbano de Belgrado, se sitúa en la parte superior de un promontorio de 125,5 metros de altura. Su proximidad a la confluencia del río Sava en el Danubio le convierte en uno de los miradores naturales más bellos de la ciudad. Durante siglos la población de la ciudad se concentró solamente dentro de los muros de la fortaleza

Subotica, ubicada en el extremo norte del país, es la puerta de Serbia hacia Europa Central. Su pasado ecléctico ha generado una sociedad muy diversa en cuanto a etnias y a confesiones religiosas. No en vano esta Saint Moritz del Este ha cautivado durante siglos a las elites de Viena, Budapest y otras ciudades europeas. En su casco histórico, abunda la arquitectura de estilo Secesión a la sombra de sus muchos árboles.

Castillo Goulobac

En las orillas del rio Danubio nos encontramos con la antigua ciudad de Novi Sad, conocida como la “Athenas de Serbia”, la ciudad rebosa de cultura y refinamiento; algo que se hace patente en sus muchas galerias de arte, museos, bibliotecas o teatros.

La “perla” arquitectónica de la ciudad Novi Sad es la fortaleza de Petrovaradin, desde la que se observa la inmensidad del Danubio. Dentro de sus hay museos y galerías de arte

En las inmediaciones de Novi Sad nos encontramos con Fruska Gora, un área boscosa virgen con una excepcional diversidad de especies animales y vegetales. Declarado Parque natural, Fruska Gora esconde bajo las densas sombras de tilos y robles un total de diecisiete monasterios ortodoxos de entre los siglos XV y XVIII, cada uno de ellos es referente de su tiempo.

Situada entre la grandeza del Danubio y el Parque natural de Fruska Gora, la ciudad barroca de Sremski Karlovci es uno de los centros culturales y espirituales de Serbia.

Eliza