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Sexo, pintura de los Incas y Taqui Onqoy. Escenas de la vida cotidiana en el Cuzco del siglo XVI Henrique Urbano Los hechos que me sirven de pretexto para esta nota son más o menos conocidos y averiguados. Los papeles que les sirven de fundamento fu eron consultados por dos eminen- tes historiadores, el chileno José Toribio de Medina 1 y el peruano Rubén Vargas Ugarte 2 . Como es natural, empero, cada un o de e ll os trató los asuntos a su manera y en contextos algo distintos a los que voy a cernir los papeles en estos breves comentarios. De pronto diré que vo lví sobre el as unto del siglo XVI para aho nd ar algunos temas derivados de la orientación ge neral que Medina y Vargas Ugarte dieran a sus páginas. l. El paisaje cuzqueño a comienzos de la década de 1570 Si me permiten diseñar el paisaje cuzq ueño al inicio de la década de 1570, pondré en el li enzo como horizonte lejano y ancho a Francisco de Toledo. El virrey ll egó al Perú en 1568 con un plan político y admi ni strat iv o preciso. Sabía a qué venía y se sometió implacablemente a é l. A nivel local, su presencia tendrá que ver con los dispositivos de la visita general que empre nd erá, y con los problemas políticos que se plantearán, a los que urgirá dar un a respuesta . Atañe al primero, la constitución de un equipo de expertos en José Toribio de Medina. Historia del rribwwl de la inquisición de Lima, /, Santiago de Chile. 1 956 : 161 y SS. 2 Rubén Vargas Uga 11e. S.J .. Concilios li111e 11ses ( / 55 1-1772). fil , Historia. Lima , 1954:76 y ss. Nº 1, julio 1997 207

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Sexo, pintura de los Incas y Taqui Onqoy. Escenas de la vida cotidiana en

el Cuzco del siglo XVI Henrique Urbano

Los hechos que me sirven de pretexto para esta nota son más o menos conocidos y averiguados. Los papeles que les sirven de fundamento fueron consultados por dos eminen­tes historiadores, el chileno José Toribio de Medina1 y el peruano Rubén Vargas Ugarte2.

Como es natural, empero, cada uno de ellos trató los asuntos a su manera y en contextos algo distintos a los que voy a cernir los papeles en estos breves comentarios. De pronto diré que volví sobre el asunto del siglo XVI para ahondar algunos temas derivados de la orientación general que Medina y Vargas Ugarte dieran a sus páginas.

l. El paisaje cuzqueño a comienzos de la década de 1570

Si me permiten diseñar el paisaje cuzqueño al inicio de la década de 1570, pondré en el lienzo como horizonte lejano y ancho a Francisco de Toledo. El virrey llegó al Perú en 1568 con un plan político y admi ni strativo preciso. Sabía a qué venía y se sometió implacablemente a él. A nivel local, su presencia tendrá que ver con los dispositivos de la visita general que emprenderá, y con los problemas políticos que se plantearán, a los que urgirá dar una respuesta. Atañe al primero, la constitución de un equipo de expertos en

José Toribio de Medina. Historia del rribwwl de la inquisición de Lima, / , Santiago de Chile. 1956 : 161 y SS.

2 Rubén Vargas Uga11e. S.J .. Concilios li111e11ses ( /55 1-1772). fil, Historia. Lima, 1954:76 y ss.

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materias de variado y en algunos casos, novedoso contenido. En cuanto a las dimensiones políticas de su acción, los casos que habrá que enfrentar son espinosos: alzamiento de los incas, descontento de los españoles, relaciones tensas con la Iglesia católica incipiente. Todo esto fonna parte del acompañamiento del vin-ey y del horizonte que la ciudad de Cuzco le ofrece al inicio de la década de 1570. De distintos lados, los papeles de que me valgo para escudriñar algunos aspectos de la vida cotidiana cuzqueña hacen referencia a los colores que destacan la figura y la práctica toledana.

En un segundo toque de brocha diseñaría la iglesia mayor en la Plaza de Annas, como símbolo alrededor del cual se desaJTollarán los hechos consignados en los documentos. El tercer obispo de Cuzco, Sebastián de Lartaún, es nombrado en 1570. Diez años de abandono, luego de la ausencia de fray Juan de Solano en 1560\ segundo obispo, no eran de buen augurio para el nuevo prelado, cualesquiera que fueran las prendas personales que ataviaban su carácter. Empezó su acción en el obispado de mala manera y en forma abier­tamente conflictiva. Y no sólo se enreda con el clero cuzqueño sino que también entra en la faena el propio viJTey Toledo. El asunto es, pues, de monta.

Estrechando el cerco al paisaje, el imaginario lienzo pondría en primer plano las figuras que mencioné en el título de esta nota: Vera, Albornoz y Betanzos, llamado cada uno de ellos a la palestra por razones muy distintas: a Vera por el escándalo mayúsculo de que es víctima el principal protagonista; Albornoz por las referencias indirectas y directas, pri­mero en Vera y luego en los papeles inquisitoriales; Betanzos, por los dos lados, es decir, por una leve referencia en el proceso de Vera y por la injuria que le hace el chisme cuzqueño de los amoríos de su prendada esposa, india y ñusta, la famosa doña Angelina, quien por lo visto no pasaba sus días y vigilias contando en quechua a su esposo los encantos y glorias de la vida incaica sino que compartía lechos ilícitos y otros secretos eróticos con vecinos de no poca cualidad, en este caso, el comisario del Santo Oficio en la Ciudad Imperial, lo que no es poco decir.

2. Los amoríos del canónigo y el pachacuti cuzqueño

Una de las testigos, creyendo que la misericordia divina no soportaría los espantosos pecados del canónigo Vera exclamó angustiada ante la justicia que un pachacuti cuzqueño sería el justo castigo para la ciudad que los vio y los soportó con tanta displicencia: "¡ ... cómo no se hunde el Cuzco! ... ". El inventario judicial del acusado daba razón a Catalina Maraver, esposa de Diego López de Olivares. El iracundo y apasionado canónigo, amenazó con echar a la madre por la ventana, hirió a sus hermanos a puñetazos, gritó mil insultos a sus familiares y dijo del arzobispo de Lima, Jerónimo Loaysa, "que era puto", homosexual entiéndase, y "que le besase el culo", ni más ni menos. Y todo ello porque llegó al Cuzco con una prima hermana, Catalina de Alarcón, de quien se decía y se quería probar que era su amante. Pero tomemos el hilo desde el comienzo.

3 Cario Longo, "Juan Solano, O.P. ( t 505-co 1580) segundo obispo de Cuzco, y la fundación del Colegiurn S. Thornae de Urbe", Revista Andina, año 14. nº 2 (diciembre 1996), 28:509-524.

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Por lo visto, Juan de Vera era andaluz, de Antequera, tierra caliente y apacible, tierra de pan y aceite. Emprendió viaje con su madre, dos hennanas y dos primas hermanas. Una prima hennana murió en Tierra Firme. La otra, la Alarcona como luego la apodó el vecin­dario imperial cuzqueño, cayó presa de los amores del apasionado canónigo, quien entre rezos y mareajes y largas horas de travesía por el mar océano dio rienda suelta a sus pasiones terminando por preñar a la muchacha. A todas luces, la prima hermana embarazada es un personaje triste y solitario. Los insultos le vienen de todas las partes y el propio primo hennano consagrado, además del comercio carnal la cobija con durísimas palabras, que a tenor de las que conocemos, deberían ser más cortantes y punzantes que filo de navaja de gitano andaluz. Para aprovecharse mejor de ella y para tenerla resguardada de los ojos del vulgo, Juan de Vera le buscó mansión donde ella con sus yanacocillas y negras esclavas servía al canónigo ropa lavada, jabón y carnero asado.

No terminó, empero, la erótica navegación del canónigo por las cumbres andinas y con los arrebatos de preñado soroche a los que la Alarcona llamaba "mal de rugada". Al contrario, siguiendo por la vía doméstica y optando por la prole abundante, Juan de Vera contra viento y marea, procrea y una y otra vez la ciudad se ve alterada por la noticia encubierta pero, a todas luces, escandalosa. A veces, las circunstancias son tragicómicas. En una ocasión, en plena celebración de Jueves Santo, con el cuento del "mal de higada", la desdichada Alarcona casi da a luz en el sagrado recinto de la iglesia mayor. Explicarían algunos curiosos cerebros etnohistoriadores andinos actuales que se trataría de unos visos de costumbre incaica o preincaica. Pero lo de parir en iglesias mayores no consta en los quipos prehispánicos. Me inclino pues, por lo más obvio de las explicaciones que es el de un encubrimiento llevado hasta las últimas consecuencias. El parto tuvo lugar luego de un apresurado correrío hacia la casa con el recurso in extremis a las experimentadas parteras de la ciudad. Y hecho más insólito aún, no se perturbó el padre de la criatura que, según todas las apariencias, siguió los pasos de la liturgia de Jueves Santo sin darse por enterado.

Entre paridas e insultos, llega la acusación judicial y canónica. De Lima, el arzobispo Loaysa exige explicaciones y que se haga encuesta y proceso. En el mismo Cuzco, se levanta acusación con acopio de testigos. Todos ellos reconocen la mala vida del canónigo y las mil peripecias que rodean la tumultuosa vida de la Alarcona. Los vecinos la espían y acusan, los familiares de Juan de Vera no le ahorran palabras de desprecio y venganza. Empero, la odisea del canónigo no tennina en la cámara de su amante. Hay algo más que nos llega por otra vía: la intervención de una de sus hermanas a propósito de otra acusación levantada por el obispo de Cuzco, el recio y detestado, Lartaún. Pero antes de venir a ello referiré el testimonio singular de Vera acerca de los famosos lienzos con las figuras de los incas que el virrey Toledo había mandado pintar para enviar a Felipe II. Tiene su lado documental y son de mucho interés para la historia las circunstancias en que se producen los "paños de pintura" .

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3. Los paños de pintura de los incas4 y la rebelión de Vilcabamba

En medio de la guerrilla a que se entregan el canónigo y el virrey Toledo, hay una dimensión extraña e inédita para los anales de los estudiosos de la pintura cuzqueña: Vera so pretexto de los lienzos de los incas ataca sin piedad al viITey a quien acusa en una carta al Consejo del 9 de abril de 1572 de odiarlo [Ver Apéndice doc. -/]. En varias ocasiones el canónigo emplea expresiones que refieren odio, perjurio, mentira: "por el odio que me thenían ... " ; "enemigos capitales míos ... "; "el arcediano desta Santa Iglesia mi capital enemi­go ... ".

La opinión que el canónigo se hace del virrey es brutal. Lo que andaba haciendo no servía más que para destruir el reino. La imagen y las palabras empleadas merecen ser transcritas:

si el reí nuestro señor anduviera a buscar un hombre con toda la solicitud del mundo muchos años para destruir y desolar este reino no lo uviera hallado semejante a este el qua! a lo que se me alcanc¡:a, si tiene la governac¡:ion del dos años, no dudo sino que lo destruía y los que en el bivimos no podemos bolver a nuestras tierras y dexarlo a los indios como lo an comenc¡:ado a poner por obra, si primero no nos matan a todos lo qua! an causado las vexaciones y molestias que reciben con estas visitas y reduciones yhenerales (sic) que van haziendo ... " .

No termina ahí la acusación ni la odisea del canónigo. Amparado en la premura del tiempo y en la angustia que causaba el descontento de la acción administrativa y política toledana, Vera incrusta en el texto unas líneas sobre el doloroso tema de la rebelión de los incas. Y lo hace en medio de unas lucubraciones hasta ahora ignoradas. Para subrayar tan inaudita y jocosa prosa la transcribiré ipsis verbis:

" ... y lo principal de averse comenc¡:ado a alc¡:ar los indios y estar todos convocados suc¡:edio de que los dias pasados aviendo echo pintar unos lienc¡:os que levan a Su Merced de los ingas que governaron i fueron señores deste reino hasta que el marques don Francisco Pic¡:arro que lo descubrio y hasta este ynga llamado Titocusi Iupanqui que esta retirado en Vilcabamba, una montaña mui áspera. mando juntar a todos los ingas principales de la succesion de Guayna Capa, a los que les dixo por una lengua y por parecer del doctor Graviel de Loarte, alcalde de Corte que se hallo presente, que los ingas que avían sido señores deste reino y les llamavan ellos reies que no se lo podían dezir ni avían sido reies del sino tiranos por lo qua! los ingas sus deudos i nietos se enojaron con él y para mitigallos les bolvio a dezir que no se maravillasen

4 El tema de las pinturas de los incas apasiona a los historiadores del arte viITeinal. Se sabe que llegaron a España. Para esta historia ver Enrique Marco Dorta, "Las pinturas que envió y trajo a España don Francisco de Toledo". Historia y cultura, nº 9, Lima: 67-78.

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de ello porque el rei de Castilla thenia muchos reinos de otros ganados por fuer<,:a de annas y que tambien los avia tomado como los ingas y que no se enojasen por avellos dicho que no eran reies sino tiranos de mas de lo qua] porque en los lien<,:os que embia a Su Merced pintados de los ingas hizo poner a Paulo Inga, padre de don Carlos, en mas prominente lugar que al Titocusi Iupanqui, que esta retirado, viendolo doña Maria Cusi Guarcai, muger del Inga que murio; a la qua] hizo el visorrei casar contra su voluntad con un soldado pobre; ermana legítima del Titocusi Iupanqui en casa de Juan Maldonado, donde los paños se pintaban, y viendo que una hija del Paulo Inga, llamada doña Juana estava pintada en<,:ima de la doña María dicha se enojó i dexo alli como se sufre que su padre de don Carlos y él estem en más prominente lugar y su ermana siendo bastardos ... ".

Y luego la razón del levantamiento de Vilcabamba:

"pues tu (el virrey) dizes que mi padre y ermanos an sido traidores no siendolo si an estado retirados a sido porque no les an dado de comer siendo señores deste reino ... ".

No me alargaré más en referencias textuales. Las que seleccioné muestran con me­ridiana claridad adónde apuntan las injurias hechas a los incas y la magnitud de la respuesta que ellos dan a la política toledana. Y todo ello en el contexto de pintar los lienzos de los meas.

4. Los dineros del obispado. Cárcel y muerte del canónigo

Lo extraño de toda esta tragicómica historia es que la conducta del canónigo Vera no se queda en sus ardientes amoríos ni en la pintura y rebelión de los incas, sino que se dilata hacia los dineros del obispado. Y aparentemente cuando se trata de diezmos y de plata sonante las pasiones eclesiásticas son muchas veces más vivas que las que atraen las dife­rencias biológicas de género. Rubén Vargas Ugarte describe con precisión y claridad lo que pasó. En pocas palabras, cuando el obispo Lartaún llegó al Cuzco en 1573 habiendo sido nombrado en 1570, el virrey Toledo escribió al Rey, luego de las primeras noticias que le llegaron al oído, acerca de los extraños propósitos del obispo. Y con el tiempo todo parece indicar que la acción pastoral se orientaba hacia una vasta operación de recaudo de dineros tanto entre vecinos españoles como indios. Al poco de llegar, Lartaún ya cargaba con la protesta de varios sectores sociales de la Ciudad Imperial. Y con el tiempo, esta situación no hizo más que agravarse.

Ahora bien. Entre las muchas acusaciones que se harán contra el obispo al momento de celebrar el Tercer Concilio limense, en 1583, se menciona una que fue levantada por una hermana del canónigo Juan de Vera, quien de víctima se transforma en defensora de la herencia de su hermano. Juan de Vera había pasado ya a mejor vida en una cárcel de Lima. Lo había metido en ella el propio Lartaún que acusaba al canónigo de no rendir las cuentas debidas de los años en que estuvo vacante la sede episcopal, cuando corría la década de

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1560. Cuando se trata de Lartaún el asunto es plata. No obtuvo satisfacción Juana de Yegros porque el Concilio terminó por descartar el asunto refiriéndolo a Roma. No sabemos qué vueltas habrá dado después. Meses más tarde muere también Lartaún y sobre todo ello caerá un amplio y mortal velo de silencio.

S. Albornoz y Betanzos: dos figuras oblicuas en medio de la tormenta eclesiás­tica

Betanzos, el cronista de la Suma y narración de los incas, no es ajeno a estos in­trincados juicios y querellas. Su nombre es salpicado en el proceso del canónigo cuando su hija, María de Betanzos, quizá queriendo salvar el honor del eclesiástico o por lo menos de la clase sacerdotal, aduce que uno de los hijos del canónigo, quien no paraba de preñar a la Alarcona o "mula del diablo" como le llama uno de los testigos , "dijo que aquel niño era hijo de su padre, Juan de Betanzos". El recuerdo del cronista aparece en dos o tres ocasiones, siempre en el contexto de encubrimiento de la paternidad de Vera.

Pero cambiando de norte y alargando la ruta de la caza de hechos escandalosos del siglo XVI cuzqueño, me desplazaré hacia otro juicio en que también se menciona el nombre de Betanzos y el de su prendada mujer india ñusta, Angelina de Betanzos, prima del Inca Atawallpa y amante de Francisco Pizarro, del cual tuvo dos hijos. El origen de la feroz guerrilla eclesiástica está en la oposición clara del obispo y parte del clero cuzqueño a la existencia en la ciudad de los Incas de un comisario de la Inquisición. Según el documento, el obispo negaba poder jurisdiccional a la Inquisición atribuyéndose a él mismo los títulos que otorgan a su función eclesiástica el deber de vigilar por la buena marcha doctrinal de su diócesis, alejando de su territorio herejías, falsas doctrinas y prácticas condenadas por la moral católica.

Por la crónica escueta del documento inquisitorial [Ver Apéndice documental-//] se puede sospechar que el enredo fue mayúsculo. Las amenazas llovían de todas las partes. Y no sólo amenazas verbales sino también ataques físicos contra la integridad de las personas. El comisario de la Inquisición es encarcelado por el obispo Lartaún. Lo ayudan en la violenta tarea Albornoz y otros clérigos. Luego es Albornoz el que cae en la prisión inquisitorial. No nos extrañará, pues, que el supuesto movimiento de rebelión indígena que la historiografía llama impropiamente taqui onqoy haya servido de argumento in extremis para levantar de algunos puntos el maltratado recuerdo del canónigo. Queda claro que no tuvo oportunidad de alcanzar el reconocimiento que pedía por sus méritos aun con el cuento del taqui onqoy5.

5 Sigo sospechando que lo que algunos trabajos antropológicos e históricos llamaron rebelión indígena no es sino una superchería de unos cuantos eclesiásticos cuzqueños. Para una discusión sobre este tema ver G. Ramos y H. Urbano, Catolicismo y extúpación de idolatrías. Siglos XVI-XVf/1. Charcas, Chile, México, Perií (Cuadernos para la Historia de la Evangelización en América Latina- 5), Centro Bartolomé de Las Casas, Cuzco. 1993 ; G. Ramos, "Política eclesiástica y extirpación de la idolatría. Discursos y silencios en torno al taqui onqoy", Revista Andina, año 10, nº 1 (julio 1992), 19: 147-170.

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De paso se da a conocer que Albornoz se autoproclamó licenciado sin serlo y que tenía un bachillerato de la Universidad de Valladolid (?), "que es licenciado por reescripto , y que le dió el título un abad de frailes bernardos de un lugar llamado Pelayos".

Y ahora Betanzos. Afirma el documento que el viejo cronista andaba armado y había amenazado de muerte a Pedro de Quiroga, comisario del Santo Oficio. La razón era que el funcionario de la Inquisición cometió adulterio con la seductora Angelina. El documento atribuye esta información al obispo Lartaún, que alterado por la lucha contra la presencia en su diócesis del comisario, insinúa la mala conducta de Quiroga.

6. Conclusión

Estos breves comentarios de los dos documentos ahora publicados en apéndice sirven para poner de relieve algunos pasos olvidados del transcurso de las horas en la Ciudad Imperial en la década de 1570. La lectura es amena y graciosa. No se arrepentirá el lector de hacer un pequeño esfuerzo para enterarse del contenido de las transcripciones hechas por dos historiadoras, Ada Arrieta y Ana Sánchez, a quienes agradezco sinceramente habérmelas comunicado.

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Henrique Urbano Universidad Lava)

Québec, Canadá

Centro Bartolomé de Las Casas Apartado-477

Cuzco-Perú [email protected]

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Apéndice documental I

AGI LIMA 300. Proceso seguido contra Juan Vera. Cuzco 21-3-1571

[Cruz]

[Al margen: Cabec;:a de proc;:eso ante el provisor por mandado del Virrey] En la c;:iudad del Cuzco destos reinos del Piru a beynte e un dias del mes de man; o,

año de mil e quinientos y setenta e un años el muy magnifico muy reverendo señor Gonc;:alo Niño, provisor e vicario general en este obispado sede bacante, y en presenc;:ia de mi Pedro Gonc;:alez, notario apostolico, dixo que a su notic;:ia es venido y es publico e notorio en esta c;iudad y reyno, como Juan de Vera, canonigo de la Santa Yglesia desta c;:iudad , a estado y está publicamente arnanc;:ebado de muchos años a esta parte con Catalina de Alarcon , su prima hermana, a la qua) traxo d[e] España a este reino y la a tenido en su casa muchos años, comiendo e dormiendo con ella y dandole lo nec;:esario, y al presente la tiene en una casa y le paga el alquiler della y le tiene dada una negra llamada Elbira que la sirve y le da todo lo nec;:esario y el dicho canonigo entra muchas vezes de dia y de noche en casa de la dicha Catalina de Alarcon y duerme con ella, y a parido quatro vezes del; y reprehendiendole doña Francisca de Cabrera, su madre, y doña Ysabel y doña Juana, sus hermanas, que se hechase de si a la dicha Catalina de Alarcon, las a maltratado asy de palabra como poniendo las manos en ellas y las a hechado de su casa y an estado fuera della mucho tienpo por quedarse el solo con la dicha Catalina de Alarcon ; y diziendole una vez la dicha su madre al dicho canonigo que no le diese un bestido que le quería dar dixo el dicho canonigo dos vezes por vida de Dios que os heche por esas bentanas abajo. E ansymismo el dicho canonigo traxo d[e] España a tierra firme una monja profesa syn lic;enc;:ia por lo qual la justic;:ia los hecho presos e hizieron bolber a la dicha monja a Castilla; y el dicho canonigo por aver el señor Arc;:obispo de los Reyes hecha ynformac;:ion contra él por lo susodicho a dicho de Su Señoría Reverendísima palabras feas y desacatadas y el Muy Exc;:elente señor don Franc;:isco de Toledo, visotTey deste reyno, teniendo notic;:ia desto me mando que con todo secreto hiziese ynformac;:ion de lo susodicho y en cunplimiento dello hize la ynformac;:ion siguiente. Gonc;:alo Niño. Ante mi Pedro Gonc;:alez, notario apostolico.

[Al margen: Testigo preguntado. Testigo Hernan Gomez] Despues de los susodicho este dicho dia, mes y año susodicho para aberiguac;:ion de

lo arriba contenido el dicho señor probisor mando parec;:er ante sy a Heman Gomez, vezino desta c;:iudad de([] qua! fue rec;:ebido juramento en forma por Dios y por Santa Maria y por la señal de la cruz que dira verdad y siendole leyda la cabec;:a de este proc;:eso dixo que lo que sabe c;:erca deste caso es que el dicho canonigo Juan de Vera vibio por espac;io de dos o tres años en una casa frontero poco mas arriba// de las casas <leste testigo en la qual casa del dicho canonigo Juan de Vera, como vezino y amjgo este testigo entraba muchas vezes a do vio a su madre del dicho canonigo e a dos hermanas suyas e a otra muger española, que dezian ser prima, llamada fulana de Alarcon; y asy este testigo la tenia por prima suya porque asy lo oya dezir al dicho canonigo Juan de Vera e al canonigo Esteban Villalon, e que ansymismo podra aver dos años y medio, poco mas o menos, que vido este testigo una

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criatura niño o niña en su casa deste testigo que lo criava una yndia de su casa el qual hera muy moreno de rostro y preguntando este testigo a las gentes de casa cuyo hera aquel niño le vinieron a declarar por semejas [sic] que hera hijo del dicho canonigo y en alguna manera tubo un poco de sospecha ser hijo de la susodicha fulana de Alarcon aunque de c,:ierta c,:ienc,:ia no supo ser asy porque el dicho niño que alli se criava estubo pocos dias porque la yndia e ama que la criava se fue de casa con un mestizo que la llevo.

Preguntado sy oyo dezir a la madre del canonigo Juan de Vera o a sus hermanas que la dicha fulana de Alarcon hera manc,:eba del dicho canonigo y se quexavan dello ; diziendo que por respelc ]to de la susodicha les dava a ellas mala vida, dixo que lo que sabe ac,:erca desto es que las susodichas madre y hermanas del dicho canonigo estando este testigo en su casa las halava tristes y desasosegadas y preguntandoles este testigo que que avian les respondían las susodichas que despues que la dicha fulana de Alarcon avia entrado en su casa nunca tenían contento ni sosiego y que aunque las susodichas no dezian abiertamente que la dicha fulana de Alarcon estava amanc,:ebada con el dicho canonigo pero lo davan a entender por lo que dezian y sentimiento que mostraban.

Preguntado sy sabe a visto o oydo dezir que alguna de las susodichas madre o hermanas del dicho canonigo se ubiesen salido de la su casa e ydose a alguna casa agena con boz de dezir por estar su hermano// amanc,:ebado se salían de su casa, dixo que lo que sabe ac,:erca deste caso es que viniendo este testigo de sus pueblos, supo como doña Ysabel, su hennana mayor del dicho canonigo, se avia salido de su casa e ydose a casa de doña Franc,:isca de Riberos a estar como estubo muchos dias e yendo este testigo a visitar a la dicha doña Y sabe! le pregunto que por que se avia salido de casa de su madre y hermano, a lo qual la dicha doña Ysabel le respondio que su madre y ella avian sydo maltratadas del dicho canonigo Juan de Vera, su hermano, por res pe[ e ]to de la dicha fulana de Alarcon; siempre dando a entender que el dicho canonigo Juan de Vera las tratava mal por contentar a la dicha fulana de Alarcon. E asymismo otra hermana suya menor que se llama doña Juana estubo c,:ierto tienpo fuera de su casa en casa de Diego de Silba y la dicha doña Juana y su madre le dixeron asymismo a este testigo que el canonigo Juan de Vera la avia hechado de su casa por c,:iertas pasiones que avian avido entre todos ellos y este testigo sabe que hera publico e notorio que las susodichas madre y hermanas del dicho canonigo se quexavan del en las mas partes que se hallavan diziendo que andavan desasosegadas e ynquietas y fuera de su casa por respe[c]to de aquella muger que es la dicha fulana de Alarcon.

Preguntado sy oyo dezir o vio que el dicho canonigo Juan de Vera aya tenido otro hijo o hij a alguno de la dicha fulana de Alarcon, mas del arriba contenido o que ella la susodicha ubiese malparido, movido o estado preñada del susodicho, dixo que lo que sabe es que en casa del dicho canonigo Juan de Vera vio este testigo muchas vezes una muchacha llamada Franc,:isca de hedad de seys o siete años poco mas o menos y preguntando este testigo a todas las susodichas que cuya hija hera aquella niña le respondían que hera hija del dicho canonigo y de una muger que eslava en Castilla y que de alla la avia traydo el dicho canonigo. E asymismo oyo dezir a las dichas madre y hermanas a lo que se quiere acordar que la dicha fulana de Alarcon avia malparido c,:ierto dia de quaresma [En el margen inferior. Va entre renglones do diz le respondio. vala] . //

Preguntado si sabe o oyo dezir la dicha fulana de Alarcon con quien vino de Castilla a este reyno y en que conpañia y quien la traxo y a cuyas expensas y gastos, dixo que lo

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que sabe ai;:erca deste caso es que el dicho canonigo vino de España seys o siete años a poco mas o menos e vinieron en su conpañia Juan ele Luque e unas hij as suyas y la dicha fulana de Alarcon juntamente lo qua! sabe por aberlo oydo dezir muchas vczes a la dicha fulana de Alarcon e a todos os susodichos y asy es publico e notorio.

Preguntado sy sabe a visto o oydo dezir que la dicha fulana ele Alarcon estando como eslava en casa del dicho canonigo Juan de Vera sy comia e bebia, cal¡;;aba e bestia a expensas del dicho canonigo, clixo que lo que sabe es que a todas las sobre dichas madre del dicho canonigo Juan ele Vera y hennanas y la dicha Alarcon y las hijas del dicho Juan de Luque a tocias juntas las via amasar y labrar y trabajar juntas y asy comer juntas ni mas ni menos, y que en lo que toca a su cali;:ar y bestir este testigo no tiene tanta nolii;:ia dello.

Preguntado si sabe a visto o oyclo clezir que tanto tienpo aya que la dicha fulana ele Alarcon aya salido de casa del dicho canonigo Juan ele Vera y sy en la casa que al presente está, el dicho canonigo Juan de Vera entra y sale en ella ele clia o ele noche y la tiene e sustenta a su costa y expensas a la susodicha fulana ele Alarcon y asy la tenga i;:ercana y vezina a su casa, dixo que lo que sabe ai;:erca deste caso es que abra un año poco mas o menos que la dicha fulana de Alarcon salio ele casa del dicho canonigo Juan de Vera y el dicho canonigo se paso de la bezinclacl que tenia con este testigo a otras casas nuebas que conpro a do al presente vibe a do tocios ellos se pasaron juntos y la dicha Alarcon con ellos y de alli se muelo la dicha a otra casa i;:ercana de alli donde al presente vibe del tienpo aca que dicho tiene, e que este testigo la fue el otro dia a visitar a la dicha fulana de Alarcon a su casa y entre otras cosas y palabras [Al margen inferior: ba enmendado do clize otro. vala] // que con ella paso le clixo la dicha fulana de Alarcon, aqui me dixo el canonigo Juan ele Vera esto y esto, cosas asy pai1iculares por lo qual este test igo colegio que el dicho canonigo Juan de Vera la yva a ver y que en lo que toca a manten della o no que no lo sabe por estar como esta al presente lejos ele la posada cleste testigo.

Preguntado si sabe a visto o oyclo clezir que la dicha fulana ele Alarcon se uvicse salido ele casa del dicho canonigo por la publii;:idad que en esta i;:iudad avia de estar el susodicho ainani;:ebaclo con la dicha fulana de Alarcon por el mal tratamiento que dezian hazer a su madre y hermanas, el susodicho por el dicho respe[c]to clixo que la causa no la sabe y que en lo que toca a la publii;:iclad que la madre y hermanas sabe este testigo como arriba dicho tiene que lo an publicado en esta i;:iuclacl y quexadose mucho dello e asy lo a oydo dezir en otras partes fuera ele lo que dicho tiene.

Preguntado sy sabe o a oydo dezir que asy clesto como ele otras cosas tocantes al di­cho canonigo Juan de Vera e l señor Ar¡;;obispo ele la i;:iuclad ele los Reyes aya hecho ynfo1mai;:ion y fulminado proi;:eso contra el dicho canonigo Juan de Vera por lo qua! el dicho canonigo se aya quexaclo del dicho señor Ari;:obispo y dicho de Su Señoría Reverendísima palabras torpes , feas y clesonestas, clixo que lo que este testigo sabe i;:erca cleste caso es aver oyclo clezir a algunas personas que el dicho señor Ar¡;;obispo a hecho ynfonnai;:ion contra al­gunos probendados desta Santa Y glesia pero que a ver oyclo quexarse ni tratar dello al dicho canonigo Juan de Vera este testigo no se acuerda y esto es lo que sabe ai;:erca ele lo que aqui en este caso le a sydo preguntado y se acuerda para el jurainento que hecho tiene fuele en­cargado el secreto so pena ele excomunion mayor y de perjuro que qua! clixo que lo oya e ai;:eptaba e clixo ser de heclacl ele mas de quarenta cinco y que no le enpe¡;;en las generales y finnolo Goni;:alo Niño. Hernan Gomez. Ante my Pedro Goni;:alez, notario apostolico.

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Urbano: Sexo, pintura de los Incas y Taqui Onqoy

[Al margen: Testigo. Testigo don Fram;isco Toscano] Despues de lo susodicho en beynte e dos dias del dicho mes del dicho año el dicho

señor probisor en presenc;:ia // de mi el dicho notario hizo parec;:er ante sy a don Franc;:isco Toscano, arc;:ediano de la Santa Y glesia desta c;:iudad, del qua! fue tomado e rec;:ebido ju­ramento en forma de derecho por los sacros ordenes que rec;:ibio y por el abito de San Pedro y San Pablo que dira verdad e syendo preguntado por el thenor de la cabec;:a del proc;:eso que le fue leyda, dixo que lo que sabe c;:erca deste caso es que abra seys años poco mas o menos que este testigo sabe que] dicho canonigo Juan de Vera vino de Castilla a esta c;:iudad el qua! traxo en su conpañia a Juan de Luque e a unas hijas suyas y juntamente consigo truxo a una muger de Castilla llamada doña Catalina de Alarcon a la qua] e al dicho canonigo Juan de Vera entranbos a dos este testigo les a oydo dezir a ellos propios que son primos e juntamente con esto sabe que todo este tienpo que arriba dicho tiene a estado la dicha doña Catalina de Alarcon dentro de casa del dicho canonigo Juan de Vera junto con su madre y hermanas y este testigo a oydo dezir por cosa publica o casy que la dicha doña Catalina de Alarcon avia parido una o dos vezes del dicho canonigo Juan de Vera lo qua] este testigo no sabe de c;:ierta c;:ienc;:ia porque no a tratado su casa del sobre dicho muy en particular mas de que la boz del bulgo es esta que dicho tiene. E sabe asymismo que doña Franc;:isca de Cabrera, madre del dicho canonigo y dos hermanas suyas del susodicho an tratado en esta c;:iudad en algunas partes de lo que arriba dicho tiene e asy este testigo a visto quexarse al dicho canonigo Juan de Vera de su madre diziendo que ella le avia disfamado [sic] publicando que estava amanc;:ebado con su prima. E ansy a visto este testigo que la dicha doña Franc;:isca y sus hijas hennanas del dicho canonigo se salieron de su casa dos o tres vezes y an estado todas ellas en diversas partes la una dellas en casa de doña Teresa Orgoñez y la otra en casa de doña Franc;:isca de Riberos y en casa de una muger de Medrano platero y deziase en esta c;:iudad que hera por su causa de la dicha doña Catalina de Alarcon la qua! oyo dezir este testigo que estando las susodichas ausentes se eslava ella en casa sienpre. // E ansimismo oyo dezir este testigo al canonigo Franc;:isco Martinez de Garavilla que riñendo sobre este caso una vez el dicho canonigo con su madre y su madre con él avia venido a dezir la dicha doña Franc;:isca luterano luterano para que me truxiste aca este muger a lo qua! dize aver respondido el dicho canonigo Juan de Vera por vida de Dios doña bieja ruyn sy no os hecho desa bentana abajo y le dixo mas el dicho canonigo Garabilla que desta blasfemia avia el dicho canonigo Juan de Vera denunc;:iado de sy propio en el cabildo y se le avia dado penitenc;:ia saludable.

Preguntado sy quando dize aber traydo el dicho canonigo Juan de Vera a la susodicha doña Catalina de Alarcon de los reynos de España a esta tierra firme sy sabe que la ubiese traydo a su costa y expensas, dixo que asy lo a oydo dezir que la traxo a su costa y no se acuerda a quien y que el dicho canonigo Garabilla le a dicho a este testigo que se quexava la dicha doña Franc;:isca de su hijo diziendo que gastava con aquella muger.

Preguntado si sabe o a visto o oydo dezir que la dicha doña Catalina de Alarcon aya salido de casa del dicho canonigo y en la casa que al presente esta el dicho canonigo entra y sale en ella de dia y de noche e la tiene e sustenta a su costa y expensas y la tiene c;:ercana y vezina a su propia casa, dixo que sabe que el dicho canonigo Juan de Vera bibio mucho tienpo en una casa que tubo alquilada en el barrio que llaman de Guacapongo e despues abra un año, poco mas o menos, que paso a unas casas en que al presente vibe que conpro y son

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suyas y en todo este tienpo la dicha doña Catalina sabe que estubo e la tubo el dicho canonigo en su casa hasta pasarse a estotras [sic l que dicho tiene y en ellas es tubo e moro la dicha doña Catalina c;ierto tienpo en el qua] dicho tienpo sabe este testigo que las dichas doña Franc;isca e sus hijas se salieron de casa como aJTiba dicho tiene e no quisieron bolber a e lla hasta tanto que la dicha doña Catalina se saliese de casa y se pasase a otra parte e asy a visto este testigo que la dicha doña Catalina se paso poco antes o despues que la dicha doña Franc;isca e sus hijas se bolbiesen a casa del dicho su hijo y la dicha doña Catalina de Alarcon se paso a una casa no muy lejos de alli, // que es en la mesma quadra del dicho canonigo aunque la quadra es larga, la qua! dicha casa donde vibe la dicha doña Catalina esta frontero de la puerta e bentana de casa deste testigo y asy sabe porque lo a bisto e b[e] él muchos dias casi de ordinario va el dicho canonigo en casa de la dicha doña Catalina quatro vezes al dia a mula y algunas vezes a pie la una vez antes de prima y la otra salido de las oras antes de comer y la otra antes de nona y otras salido de vísperas a la tarde. E a oydo dezir a sus sobrinos deste testigo que tiene en su casa que suele yr de noche el dicho canonigo disimulado y le encuentran los susodichos a la entrada de la dicha casa.

Preguntado si sabe a bisto o oydo dezir quel dicho canonigo Juan de Vera pague la casa en que asy bibe la dicha doña Catalina y le dé de comer y de bestir en ella y lo nesc;esario, dixo que en aquella misma casa donde vibe la dicha doña Catalina bibe Juan de Luque y dos hijas suyas los quales todos solían estar con el dicho canonigo Juan de Vera en su casa el tienpo que aJTiba tiene dicho ec;epto el dicho Juan de Luque que sabe solia posar en casa del canonigo Estevan Villalon, e que este testigo no sabe de c;ierta c;ienc;ia sy sustenta alli en la dicha casa a la dicha doña Catalina y le paga alquiler della ma, de que presume que deve pagarsela porque le oyo dezir al dicho canonigo Juan de Vera que avia de escrevir o avia escripto al padre Marcos Garc;ia cuya es la casa para que se la diese alquilada en setenta pesos cada un año para en que vibiesen la gente que aora vibe enlla y que presume que el dicho canonigo deve sustentar a la dicha doña Catalina por lo que aiTiba dicho tiene.

Preguntado si sabe a bisto o a oydo dezir que asy desto aITiba contenido como de otras cosas tocantes al dicho canonigo Juan de Vera e l señor Arc;obispo de los Reyes aya hecho ynforrnac;ion o fulminado proc;eso contra el dicho canonigo por lo qual el dicho canonigo Juan de Vera o por lo que a el le aya parec;ido se aya quexado del dicho señor Arc;obispo y dicho de Su Señoría Reverendísima // palabras torpes, feas y desonestas, dixo que lo que sabe es que a oydo dezir este testigo al chantre don Hernando Arias y al canonigo Esteban Villalon que el señor arc;obispo avia hecho contra ellos ynforrnac;ion y lo mismo a oydo dezir al dicho canonigo Juan de Vera que se avia hecho contra él ni mas ni menos ynforrnac;ion y en particular ac;erca deste caso por lo qua! vio este testigo que el dicho canonigo Juan de Vera se quexava del señor arc;obispo; e asymismo allende desto dixo que abia tres o quatro meses poco mas o menos que vino nueba a esta c;iudad en como el dicho señor arc;obispo probeya de probisor o juez a este obispado con titulo de dezir que el canonigo Villalon que entonc;es lo hera no estava jurídicamente probeydo conforme a la dispusic;ion del Santo Conc;ilio Tridentino y porque no avia dado e l enxenplo [sic] que convenía y estando un dia a la tarde despues de bisperas en el coro de la dicha yglesia el canonigo Esteban Villalon comenc;o a tratar con el dicho Juan de Vera saliendo del coro afuera de lo aJTiba dicho en que en efecto el dicho canonigo Vera se !abanto con furia diziendo por el dicho señor Arc;obispo que es un bellaco mírese en ora mala quien es que no le tengo en

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lo que [ ? .7_[ ello lo qua! oyeron y se hallaron presentes muchas personas y en particular el chantre y canonigo Bartolorne Rodríguez y el dicho canonigo Villalon con quien en parti­cular eslava hablando, y este testigo corno dicho tiene e de ay se fueron todos juntos este testigo y los dernas que dicho tiene hazia la puerta colateral de la dicha yglesia e alli se torno a tratar de la dicha materia entre los dichos en que entre otras palabras vino a dezir el dicho canonigo Juan de Vera por el dicho señor An;obispo es un gran bellaco mal cristiano puto que esta probado que es puto, y esto es lo que sabe i;erca deste caso y el dicho canonigo Villalon dixo alli asyrnesrno que hera verdad lo que dezia e otras cosas asy desta manera demas de que se acuerda este testigo// que quando el dicho canonigo Juan de Vera dixo las dichas palabras la primera vez dentro de la yglesia allende de lo que tiene dicho diziendo que hera un tal y un qua! dixo asymismo por el dicho señor Ari;obispo que le besase en el culo y esta es la verdad para el juramento que tiene hecho dixo ser de hedad de i;inquenta e i;inco años poco mas o menos e que no le tocan ninguna de las generales fuele encargado el secreto so pena de excomunion mayor y de perjuro firmolo el lii;en¡;iado Toscano, ari;ediano. Goni;alo Niño. Ante mi Pedro Goni;alez, notario apostolico.

f Al margen: Frani;isco Martinez de Garabilla] E despues de lo suso dicho en beynte e tres dias del dicho mes del dicho año el dicho

señor probisor en persona de mi el dicho notario mandó parei;er ante sy a Frani;isco Martinez de Garavilla, canonigo de la Santa Yglesia desta i;iudad del qua! fue tomado e rei;ebido jura­mento en forma de derecho por los sacros ordenes que rei;ibio y por el avito de San Pedro y San Pablo que dira verdad de lo que supiere e le fuere preguntado e siendo preguntado por el thenor ele la cabe¡;a deste proi;eso que le fue leyda dixo que lo que sabe es que podría a ver seys años poco mas o menos que vive este testigo estando en esta i;iudad que el canonigo Juan de Vera vino de España a esta tierra y traxo en su conpañia a Catalina de Alarcon en boz de su prima e asy lo oyo dezir a la dicha Catalina ele Alarcon en casa ele doña Frani;isca ele Riberos e lo oyo asyrni srno al dicho canonigo Juan de Vera que hera su prima la susodicha y que en aver ben ido ele España juntos y abella traydo en su conpañia es publica boz y fama en esta i;iudad y fuera della y en lo que toca ai;erca de dezir que esta amani;ebado o lo a estado el dicho canonigo Juan ele Vera con la dicha Catalina de Alarcon lo que sabe es que asy se dize e trata entre mu­chas gentes en esta ¡;iudad e que en particular se acuerda que podra aver quatro años poco mas o menos que entrando este testigo un dia en casa del dicho canonigo Juan de Vera bibiendo en unas casas que tenia alquiladas en Guacapongo vio este testigo que este dicho canonigo Juan de Vera estaba en// un aposento e carnara luego pasada una sala grande en el qua! estavan tres camas a su parei;er en que donnian el dicho canonigo Juan de Vera y su madre y hermanas y la dicha Catalina de Alarcon y dos hij as de Juan de Luque todos en el mesmo aposento e asy estonc;es [sic] quando dicho tiene vio este testigo que estavan en el dicho aposento todos los susodichos e Ynes Vermudez, su vezina, ei;epto que faltavan de alli las hijas de Juan de Luque que estavan en el patio afuera y las dos hermanas del dicho canonigo Juan de Vera estavan en la sala afuera junto al dicho aposento e como este testigo entro en la dicha sala la una de las susodichas llamada doña Y sabe! se lebanto hazia este testigo muy afligida diziendo asy: ay señor canonigo que se arde mi casa y pasado esto vio este testigo a los arriba dichos que estavan dentro del dicho aposento conviene a saber al dicho canonigo y a su madre y a la dicha Catalina de Alarcon y a Ynes Vermudez, su vezina, y estando riñendo los susodichos dentro del dicho

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aposento oyo dezir este testigo a la dicha Catalina de Alarcon en respuesta ele palabras que le avia dicho el dicho canonigo, porque soys un judio me lo lebantays, y clespues de ay a dos o tres clias le clixo el dicho canonigo que la dicha Catalina ele Alarcon le avia dicho las palabras arTiba contenidas porque le avia retado ele clezir que se avia hechado con r.;ierto honbre en Castilla y le clixo asymismo que la susodicha Alarcon estaba en aquella sazon con dolor ele hijacla aciemas ele lo susodicho en la mesma razon vio este testigo que la madre del dicho canonigo tratando de la dicha Catalina de Alarcon dixo en presenr.;ia suya al dicho canonigo su hijo, bellaco lute­rano, por que la traxiste de España, a lo qua) el dicho canonigo respondio por vida de Dios, doña bieja ruyn que sy os tomo que os heche por esa bentana, y pasado esto e otras razones que no se acuerda e clespues de ay algunos dias tratando este testigo con la dicha Y nes Vermudez le dixo que que hera aquello que avian pasado los susodichos los dias antes// y le dixo como el dicho canonigo le avia dicho como la dicha doña Catalina esta va con dolor de hijada pero que este testigo presumía otra cosa que hera estar la susodicha con dolores de parto y la dicha Vermudez respondio que no que ya avia parido seys dias avia, y dio a entender a este testigo como hera el parto del dicho canonigo e que la dicha su madre esta va muy enojada del y le reñia por el lo; y tratando entre los dos ele las blasfemias que avia dicho por vida de Dios le respondio la dicha Vennudez, pues eso cada dia lo dize, y le dixo asymismo la susodicha Vermudez como el dicho canonigo quería como al bibir a la dicha Alarcon y le dixo y le dixo que como la cria­tura que entonr.;es avia parido la criava una yndia dentro en casa de Hernan Gomez donde la dicha Vermudez posaba; y los mesmo le dixo a este testigo el dicho Hernan Gomez e asy este testigo sabe e a visto de dos meses aca poco mas o menos que la dicha criatura que es una niña la tiene la dicha Alarcon dentro de su casa donde al presente vibe y tiene asymismo otra hija suya mayor que esta la qual truxo de España y dizen ser hija asymesmo del dicho canonigo Juan de Vera e allende desto oyo dezir este testigo a Martín de Vergara, clerigo, como un juebes santo en la noche que a lo que se quiere acordar abia dos años que viniendo la madre del dicho canonigo con la dicha Catalina de Alarcon de andar las estar.; iones en la pror.;esion llegando a su puerta ya de buelta que avia parido la dicha Catalina de Alarcon un hijo en la mesma entrada de la puerta e que avia dado la criatura un golpe con la caber.;a en el suelo o en una piedra de que avia muerto y despues de ay algunos dias queriendo este testi go r.;ertificarse de lo susodicho pregunto este testigo a la dicha Ynes Vennudez sy hera verdad aquello por ser su vezina de las susodichas y estar cada dia de ordinario en su casa dellas y dormía asy mismo con e llas la que la le respondio que hera verdad lo que le avian dicho porque asy avia pasado en e feto; e a,ymismo abia siete meses// poco mas o menos que a este testigo le dixeron que una yndia que posa dentro de la casa de la dicha Catalina de Alarcon que se dize Y sabe) avia dicho que la dicha Catalina de Alarcon estaba preñada del dicho canonigo Juan de Vera el qual entraba en la dicha casa de dia e de noche e podra aver tres meses o quatro que un dia estando en el coro desta Santa Y glesia este testigo y el canonigo Villalon, probisor que a la sazon hera, e l canon igo Juan de Vera que alli estava presente dixo, señor probisor de Vuestra Merced li r.;e nr.;ia para que el lir.;enr.;iado Agustín Rodríguez baptize una niña en Nuestra Señora de Belen y este testigo como avia oydo dezir lo que arriba dicho tiene sospecho que devia aver parido la dicha Catalina de Alarcon e despues pregunto este testigo al dicho lir.;enc;:iado que cuya hera aquella criatura que avia baptizado a lo qua! le respondio que dezian ser hija de un vizcayno cantero que posaba en casa del dicho canonigo Juan de Vera, e despues supo este testigo del mismo lir.;enc;:iado como avian tenido gran fiesta e conbite por el baptismo en casa de la dicha Catalina de Alarcon e que se

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avian hallado en el c,:iertas personas entre los quales contava al dicho canonigo Juan de Vera e al dicho lic,:enc,:iado e asymismo oyo dezir lo propio a otra persona que avia comido alla.

Preguntado si sabe, a bisto o oydo dezir que la madre y hennanas del dicho canonigo se ayan quexado en el pueblo a muchas personas manifestado todo lo susodicho y que ayan reñido por los respetos arriba dichos y se ayan salido de casa del dicho canonigo o el propio las aya hechado della, dixo que lo que sabe deste caso es que la dicha doña Y sabe] que es la hermana mayor del dicho canonigo dixo a este testigo que como el dicho canonigo avia querido sacar una saya o faldillas para la dicha Catalina de Alarcon y que su madre se lo avia reprehendido dizien // dole pues como ando yo hecha pedac,:os y desnuda y tus hermanas tanbien y quieres sacar saya para esa, por lo qua! el dicho Juan de Vera se avia desvergonc,:ado contra su madre y queriendo bolber por ella la dicha doña Ysabel su hermana el dicho canonigo la avia maltratado y puesto las manos en ella por cuyo respeto e causa se salio de su casa y se fue en casa de doña Franc,:isca de Riberos, madre de don Luys Palomino a do estubo casy un año e despues el dicho canonigo se paso de la casa en que vibia a otras casas nuebas que conpro a do al presente vibe que podia ver esto catorze o quinze meses poco mas o menos y estando alli supo este testigo y se trato publicamente en esta c,:iudad que el dicho canonigo avia tomado a reñir con su madre y con doña Juana su hermana a la qua] dizen aver tratado mal de obra y manos en que en efeto resulto abellas hechado de su casa y su madre se fue con su hija en casa de Juana de Almis muger de Medrano platero y de alli dizen averse pasado la dicha doña Juana en casa de doña Teresa Orgoñez, muger de Diego Silba, donde estubo muchos dias y en todo este tienpo la dicha Catalina de Alarco se quedo sola con el dicho canonigo Juan de Vera en su casa y despues de lo susodicho andando el tienpo adelante vio este testigo que la madre del dicho canonigo Juan de Vera por reprehensiones que dizen aver avicio de muchas personas eclesiasticas y seglares se bolbio o la bolbieron a casa de su hijo y en esta coyuntura Agustín de Paredes, corregidor que fue en Arica vino a esta c,:iudad por mandado del Cabildo por c,:ierto delito que cometio contra un sac,:erdote en que el dicho Agustín de Paredes y el dicho Juan de Vera riñeron dentro del cementerio de la yglesia de condic,:ion que entre otras ruynes palabras que pasaron le vino a dezir el dicho Agustín de Paredes al canonigo Juan de Vera, andad que estays publicamente amanc,:ebado con vuestra prima hermana, y por esta ocasion entiende este testigo que el dicho canonigo viendo que el negoc,:io hera público // y escandaloso acordo de sacar a la dicha Catalina de Alarcon de su casa y pasalla a otra casa do al presente esta no lejos de su casa a do al presente en cuya casa este testigo sabe e a visto que el dicho canonigo entra y sale de ordinario porque lo a visto de casa del arc,:ediano yendo muchas vezes a su casa que esta frontero la una casa del la otra sola la calle real en medio e asy lo oydo dezir tanbien a otras personas que le been entrar y salir de ordinario de dia y de noche en la dicha casa lo qual que dicho tiene que es avellas hechado de su casa y que pod1ia aver un año poco mas o menos y de ay a pocos dias yendo este testigo en casa del dicho canonigo Juan de Vera y hablando con su madre y dandole el parabien de estar solas y syn el enbarac,:o arriba dicho le respondio la susodicha, a señor canonigo que una arroba de xabon para aca y otra para la casa de la Alarcon, y asy va todo mantener dos casas, y esto es quanto a esto.

Preguntado sy sabe, a bisto o oydo dezir que asy desto como de otras cosas tocantes al dicho canonigo el señor Arc,:obispo de los Reyes aya hecho ynformac,:ion o fulminado preso contra el dicho canonigo Juan de Vera por lo qual el dicho canonigo o por lo que a

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él le a pare<;:ido se aya quexado del dicho señor Ar<;:obispo y dicho de Su Señoría Reberendisima palabras torpes , feas y desonestas, dixo que al propio canonigo Juan de Vera le a oydo dezir este testigo que el dicho señor A1sobispo a hecho ynforma<;:ion contra él e contra otros prebendados por lo qua! este testigo le a oydo quexarse diziendo hablando desvergon<;:adamente a bozes en que dixo ynfonnac,:ion avia de hazer contra mi ese mal cristiano que juro a tal que es un puto y está hecha ynformac,:ion contra el por puto lo qual paso asy en razones un dia salido de vísperas // en el coro de la dicha yglesia y despues oyo dezir este testigo que avia tornado a tratar lo mesmo el susodicho a la puerta de la yglesia a la que sale de hazia la Audien<;:ia Espiscopal donde este testigo no se hallo presente syno que oyo dezir que se avia hallado presente el ar<;:ediano y el chantre y el canonigo Villalon y el canonigo Bartolome Rodríguez e otras personas que no se acuerda. E que en lo que arriba dicho tiene averse hallado presente en el coro a lo que dicho es se acuerda que el dicho canonigo Juan de Vera daba con el pie en el suelo rastreandolo y castañetas con las manos diziendo que no se me da esto por él tratando del dicho señor Arc,:obispo.

E demas de lo suso dicho oyo dezir este testigo al canonigo Cristoval Sanchez que al presente esta en la Compañia del Nonbre de Jesus en la <;:iudad de Lima en como el dicho canonigo Juan de Vera avía traydo de los reinos de España una monja confesa syn lic,:en<;:ia del Sumo Pontífice ny de su superior e que en la c,:iudad de Cartagena en tierra firme se av ia hecho ynfonna<;:ion sobre el dicho caso y se la avia quitado la instanc,:ia y la mandaron bolber a España a costa del dicho canonigo y despues desto tratandolo este testigo con e l dicho canonigo Juan de Vera le dixo que sy que hera verdad y que la traya para que hiziesen aqu i en esta <;: iudad un monesterio para que fuese abadesa del y a lo que se quiere acordar le parec,:e a este testigo que e l dicho canonigo le mostro unos papeles de lo que asy avian pasado en tierra firme y esta es la verdad y lo que sabe a<;:erca de lo que le es preguntado. el qua! dixo ser de hedad de <;: inquenta y seys años poco mas o menos e que no le enper,:en ninguna de las generales, fue le encargado el secreto so pena de excomunion mayor y de pe1juro el qual lo prometio y finnolo. Frarn;isco Martinez de Garabilla, canonigo. Gorn,:alo Niño. Ante mi Pedro Gon<;:alez, notario apostolico.

[Al margen: Testigo Lazaro Toscano] E despues de lo suso dicho en beynte e quatro dias del dicho mes del dicho año el

dicho señor probisor en presenc,:ia de mi e l dicho notario mandó pare<;:er ante sy a Lázaro Toscano del qual fue tomado e rec,:ebido juramento en forma de derecho por Dios y por Santa Maria y por la señal de la cruz que dira verdad de lo que supiere e le fuere preguntado. E siendo preguntado por el thenor de la cabec,:a deste prrn;eso, dixo que lo que sabe es que podra aver a lo que se quiere acordar siete años poco mas o menos que e l canonigo Juan de Vera vino de España a esta c,:iudad e l qual segun es publico e notorio di zen aver traydo en su conpañia a un Juan de Luque y dos hijas suyas y asymysmo a una Catalina de Alarcon e asymysmo se a dicho abella tenido por manc,:eba este tienpo e aver parido del, lo qual este testigo sabe no de c,:ierta <;: ienc,:ia porque no suele comunicar la casa del susodicho mas de por que en esta c,:iudad se tiene asy por publico e asymysmo se dize que por el dicho respeto el dicho canonigo el dicho canonigo Juan de Vera hechó de su casa a su madre y hennanas y estubieron fuera muchos dias y este testigo oyo dezir a Franc,:isca Muñoz, muger de Vargas, herrador, que dizen ser natural de la i,:iudad de Antequera tierra donde es el dicho canonigo

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en como el dicho canonigo Juan de Vera tenia por manc,:eba a la susodicha Catalina de Alarcon y tenia en ella una hija algo grandec,:illa que dixo aver nac,:ido en España o en el camino viniendo de alla para aca e ciernas desto tiene otra niña pequeña que asymismo se dize y tiene por c,:ierto ser hija de los susodichos y este testigo lo // sabe porque las a visto en su casa y por estar la dicha Catalina de Alarcon en una casa frontero de la del arc,:ediano tio deste testigo en que posa al presente. E ansymismo este testigo vio a la susodicha Catalina de Alarcon andar preñada los dias pasados y no sabe Jo que se a hecho del parto mas de que a oydo dezir que mobio pero no lo sabe de c,:ierta c,:ienc,:ia; e <lemas desto este testigo como vezino y c,:ercano a la casa de la susodicha sabe e a visto de un año poco mas o menos a esta parte que la dicha Catalina de Alarcon se paso de la casa del dicho canonigo por las pendem;:ias que tubieron con su madre y hermanas a la casa en que agora vibe que en este tienpo casy de ordinario o los mas dias el dicho canonigo Juan de Vera va y entra en casa de la dicha Catalina de Alarcon tres o quatro vezes de dia y de noche y aora de poco tienpo a esta pai1e despues que Su Exc,:elenc,:ia vino a esta c,:iudad le bee yr a prima noche a casa de la susodicha y de día algunas vezes y no tan de ordinario como salia y sabe que la susodicha lo suele enviar a llamar porque lo a visto y abra un mes poco mas o menos ue viniendo este testigo y el lic,:enc,:iado Agustín Rodríguez por la dicha calle que es vía calle princ,:ipal la dicha Catalina de Alarcon llamo al dicho lic,:enc,:iado y le dixo que Je llamase al canonigo Vera y el dicho lic,:enc,:iado haziendo donayre dello dixo a este testigo quiero entrar a llamar al canonigo Juan de Vera aunque parezca ramo de alcahuetería que Je llama aquella y asy entro y le llamó y este testigo Je aguardo a la puerta hasta que salio y se vinieron juntos hasta la yglesia y <lemas desto este testigo sabe por que los a visto muchas vezes que el dicho canonigo tiene // en casa de la susodicha su ropa e bestidos e asy le a visto llevar los dias de domingos la sobrepeliz [sic] y camisas de su casa de la susodicha para averse de bestir y asymismo entrando en su casa de la dicha Alarcon la vio estar labrando un cuello de camisa syn lechuguilla con una guarnic,:ión como cabec,:on de cligo [sic] y preguntandole este testigo como trabajaba tan tarde que hera casy noche respondía la susodicha hagolo por acabar este cabec,:on para mañana para el canonigo, y asy vio estar colgadas a enjugar unas camisas de clerigo y este testigo entendio ser suyas del dicho canonigo por lo que arriba dicho tiene y por que no se bee entrar allí otro clerigo syno al dicho canonigo. En que en lo que toca a abella de sustentar y pagalle casa este testigo no lo sabe de c,:ierta c,:ienc,:ia mas de que bee entrar a sus negros del canonigo y llebar leña a casa de la susodicha y una negra del dicho canonigo que sirve de ordinario a la dicha Catalina de Alarcon de tres o quatro meses a esta parte y tan bien oyo dezir este testigo a una mestiza que se llama Y sabel de Alfaro la qual estubo c,:ierto tienpo en casa del dicho canonigo en somo una vez avía reñido el dicho canonigo y su madre y hennanas por donde las hecho de casa a razon de aver conprado una ropa o saya para la dicha Alarcon diziendole su madre que para que dava de bestir a su manc,:eba y ella y sus hermanas andaban desnudas, e ciernas desto le dixo a este testigo la dicha Ysabel de Alfara, mestiza, que la dicha Catalina de Aragon tenia zelos de la susodicha y que estando todos sentados a la mesa la dicha Catalina de Alarcon tenia cuenta de mirar a él y a ella para ver sy se miravan o hazian señas el uno al otro. E allende desto este testigo a oydo dezir en esta c,:iudad y el pai1icular al // arc,:ediano su tio en como el dicho canonigo abia traydo de España una monja profesa en su canpañia por manc,:eba y en tiem1 finne los avian preso a entranbos a dos y a la dicha monja la bolbieron a España

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por mandado de la justic;:ia y que de España avian beniclo recaudos para abc llos ele bolhcr a entranbos y esto es lo que sabe ac;:erca de lo susodicho.

Preguntado si sabe o a oydo dezir que asy desto como de otras cosas tocantes al canonigo Juan de Vera el señor Arc;:obispo de los Reyes aya hecho ynformac;:ion contra en susodicho por lo quel el dicho canonigo o por lo que a él le aya parec;: ido se aya quexaclo del señor Arc;:obispo y dicho de Su Señoría Reverendísima palabras torpes feas y desonestas clixo que lo que sabe es que en esta c;: iudad se a dicho publicamente que e l señor Arc;:obispo a hecho ynfo1mac;:ion contra e l susodicho y contra otros prebendados desta yglesia por lo qual a oydo dezir que el dicho canonigo Juan de Vera se a quexado y tratado palabras suc;: ias del señor Arc;:obispo diziendo publicamente que hera un pulo y que estava probado que hera puto lo qual oyo dezir este testigo al dicho arc;:ediano su ti o y dixo averse hallado presente e otras palabras asy desonestas yguales a lo que dicho ti ene y esta es la verdad y lo que sabe para el juramento que tiene hecho e dixo ser de hedad de beynte e c;: inco años poco mas o menos e que no le enpec;:en ninguna de las generales. Fuele encargado e l secreto so pena de excomunion mayor y de perjuro el qua] lo prometio y firm ole . Lazara Toscano. Gonc;:a lo Niño. Ante mi Pedro Gonc;:alez, notario apostolico.

[Al margen: Testigo Juan Toscano] E n el dicho dia, mes e año suso dicho e l dicho señor probisor en presenc;:ia de my

el dicho notario mandó parec;:er ante sy a Juan Toscano, c lerigo presvitero, del qua] fue tomado e rec;:ebido // juramento en forma por los sacros ordenes que rec;: ibio y por avito ele San Pedro y San Pablo que dira verdad de lo que supiere e le fuere preguntado, el qua! dixo que lo que sabe de este caso es, siendole leyda la cabec;:a desta ynfo1mac;:ion , que en esta c;: iudad se di ze por cosa sabida y publica que e l dicho canonigo Juan de Vera truxo de España en su conpañia la dicha ful ana de Alarcon y se dize asymysmo que son primos y lo que a oydo dezir es que tiene dos hijas en su casa la dicha ful ana de Alarcon que asy mismo son hijas del dicho canonigo Juan de Vera de las quales la una dell as se le parec;:e en la fi sonomía del rostro al dicho Juan de Vera, e tanbien oyo clezir que a mobido una bez allende ele lo que dicho tiene lo qua! oyo dezir a una negra del arc;:ecli ano que entra muchas vczcs en casa ele la dicha ful ana de Alarcon, y que asymismo sabe que e l dicho canoni go entra cada clia de ordinario en casa de la susodicha ful ana de Alarcon de dia y ele noche porque le a visto entrar como dicho tiene en casa del dicho arc;:ediano donde este testigo posa que es frontero, puerta con puerta, de las casas de la dicha ful ana de Alarcon y asymismo a visto algunas vezes que un muchachuelo yanaconc;: ill a del dicho Juan de Vera suele llevar la sobrepe li z labrada algunos domingos por las mañanas a su amo ele casa ele la dicha ful ana de Alarcon. E asymismo a oydo dezir que su madre y hennanas del dicho canonigo se av ian sali do o las avia hechado el dicho canonigo Juan de Vera de su casa por respeto de la susodicha ful ana ele Alarcon y estar muchos dias fuera della. E demas desto este testi go oyo dezir aora un año, estando en esta c;: iudad, en como el canoni go Juan de Vera avia reñido con Agustín de Paredes y e l dicho Agustín ele Pa // redes le av ia dicho entre otras cosas feas que se fuese para tal que estava publicamente amanc;:ebado con un a prima he1mana suya, y sobre esto sabe que ubo escandalo en esta c;: iudad y despues pasa desto av iendo preso al dicho Agustín de Paredes oyo dezir este tes ti go a Geronimo Costi ll a, cuyo huesped hera el dicho Agustín de Paredes, suelten a Agustín ele Paredes porque es hidalgo y sy no quisiere hazerl o Juan ele

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Vera digo lo que él le probara todo lo que a dicho muy bien probado que es lo que arriba tiene dicho de dezir que eslava amanc;ebado con su prima. E ciernas desto a oydo dezir no se acuerda bien a quien que lo estaban contando al arc;ediano como el dicho canonigo Juan de Vera avia traydo una monja profesa de España la qual le avian quitado en tierra firme y dizcn averla tornado a España y a él le querían tanbien hazer enbarcar para alla.

Preguntado sy sabe o a oydo dezir que asy desto como de otras cosas tocantes al canonigo Juan de Vera el señor Arc;obispo de los Reyes aya hecho ynf01mac;ion o fulminado proc;eso contra el susodicho y por ello el dicho canonigo o por lo que a él le avia parec;ido se quexase del señor Arc;obispo e dicho palabras feas e ynormes del , dixo que lo que sabe es que este testigo oyo dezir al padre Barba y a Lazara Toscano, hermano deste testigo, y a Franc;isco Gomez querido clerigo que el dicho canonigo Juan de Vera se quexava del señor Arc;obispo de los Reyes y avia dicho que hera un puto lo qual dizen aver dicho en el c;ementerio de la yglesia mayor desta c;iudad y esta es la verdad y lo que sabe para el juramento que hizo fuele encargado el secreto so pena de excomunion mayor y de perjuro el qual lo prometio y finnolo. Juan Toscano. Gonc;alo Niño. Ante mi Pedro Gonc;alez, notario apostolico.

IAl margen: Testigo Ynes Bermudez] Despues de lo suso dicho en la dicha c;iudad en el dicho mes e año suso dicho el dicho

señor probisor // en presenc;ia de mi el dicho notario hizo parec;er ante sy a Ynes Vermudez, byuda e estante en esta c;iudad de la qual fue romado e rec;ebido juramento en forma por Dios y por Santa Maria y por la señal de la cruz que dira verdad de lo que supiere e le fuere preguntado e siendole leyda la cebec;a desta ynf01mac;ion, dixo que lo que sabe ac;erca deste caso es que abra seys o siete años poco mas o menos que el canonigo Juan de Vera vino a esta c;iudad de los reinos de España y traxo en su conpañia o vinieron todos juntos el dicho canonigo e Juan de Luque y dos hijas suyas y Catalina de Alarcon la qual ytaya una niña suya que no sabe esta testigo que sea hija suya de la dicha syno que antes lo nyga puesto que a oydo dezir esta testigo a doña Franc;isca de Cabrera, madre del dicho canonigo e a doña Y sabe! e a doña Juana, sus hermanas, que la dicha muchaha es hija de la dicha Catalina de Alarcon y de su hermano el canonigo y el dicho canonigo a visto esta testigo que la conrn,:e por su hija. Ademas desto sabe por abello oydo dezir a doña Maria de Betarn;:os e a la madre y hennanas del dicho canonigo en como la mesma noche que la dicha Catalina de Alarcon avia llegado de España se avia ydo a posar en casa de doña Catalina Maraver y que esa propia noche avia parido un hijo el qual traxo a esta testigo la dicha doña Maria de Beta111;os roganclolc que lo hiziese criar y asy esta testigo lo dio a criar a una yndia dentro de su posada y asy lo crio espac;io de un mes hasta tanto que muria y al tienpo que se criava estando vibo esta testigo le rogo a la dicha doña Maria que se lo avia dado a criar que le clixese cuyo hera la qual le respondio que hera hijo de la dicha Catalina de Alarcon y clizienclole esta testigo a la dicha Catalina de Alarcon // mirad que dizen que este vuestro hijo que es del canonigo vuestro primo y que paristes del lo qual se lo negava y nego sienpre y dixo que bien podia ella parir ele otro y averse enpreñado por esos caminos que no hera forc;oso ser de su primo y en lo que toca a dezir ser primos esta testigo se lo a oydo dezir muy muchas vezes a entranbos a dos, a él y a ella; y ciernas desto hara el dia de Pasqua de Resurrec;ion que viene c; inco años que andando por la mañana en las estac;iones esta testigo

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y la d icha doña Franc; isca ele Cabrera e sus hij as y hermanas de l dicho canoni go y la dic ha Cata lina de Alarcon vio esta tes ti go que la dicha Alarcon se aparto ele todas e ll as y se clesparec,; io [sic J y asy ese mesmo cl ia vino la dicha doña Franc,; isca a casa desta tes ti go y preguntanclol e a la susodicha que como se avia ausentado Catalina ele Alarcon le respondio ll orando e acuytanclose veys aqui lo que os traygo y le mostro e dio una niña rec; ien nac,; icla española y asy mesmo le cli xo la susodicha que aquell a niña avia acabado de parir la dicha Catalina ele Alarcon y que hera su nieta hija ele su hijo el canoni go y que le pecli a a esta tes ti go por amor a Dios que se la hi ziese criar y asy esta testigo la rec; ibio con lastima que della tubo y la dio a criar a una ynclia parida que tenia dentro ele su casa la qua] la crio seys meses hasta tanto que murio la dicha yndia que la ubo sacado un mesti zo de su casa y en este tienpo que dicho tiene la dicha doña Franc;isca la probeya de pañales y mantill as a la dicha nyña y a su ama que hera la yndia que la criava y le pagava en plata y mahiz porque la criase y clespues de mue11a la dicha yndia esta testigo la torno a entregar a la dicha doña Franc; isca y ella la dio a criar a otra yndia y asy despues aca la an tenido y tienen en su casa y al presente esta en casa ele la dicha Catalina ele Alarcon que esta apartada // en otra casa fuera de casa del dicho canonigo de trese o catorze meses a esta parte porque hasta entonc,;es esta tes ti go los vio estar tocios juntos en una casa y esta tes tigo se ac uerda avcr oyclo clezir al di cho canonigo que las dos niñas que arriba tiene dicho son hij as suyas pero que la susodicha Catalina de Alarcon que jamas a que1ido confesar tal syno antes sienpre a negado y esta testigo como persona que entrava muchas vezes en casa de las susodichas las via reñir muchas vezes y a la dicha doña Franc; isca con el canoni go su hijo en que le oyo clezir al dicho canonigo una bez, tan mala madre y tan mala henbra que no me dexais hazer limosna en mys parientas.

Preguntado sy estando esta testigo presente o sy oyo dez ir al dicho canoni go Juan ele Vera riñendo con su madre, por vicia de Dios doña bieja ruyn que sy os tomo que os heche por la bentana abajo, clixo que sy se acuerda que paso asy como le es preguntado las mesmas palabras fo1males lo qua! podra a ver a su parec;er c; inco años poco mas o menos y se hallaron presentes esta testigo y el canonigo Franc; isco Martinez de Garavill a y las hennanas del dicho canonigo y hera un clia sobre tarde clespues ele comer y hera en un aposento donde tení an las camas mas adelante ele la sala prirn;: ipal.

Preguntado si se acuerda que tratandole c;ierta persona a esta testigo ele como el dicho canonigo av ia dicho aquella blasfemia jurando por vida de Dios y at'canclolo, esta testigo le aya respondido pues eso cada dia lo j ura, cli xo que esta testigo nunca se ac uerda aver dicho tal syno que antes preguntandoselo el canonigo Garav ill a esta tes ti go r or clesbelalle le a respondido sienpre que no se acordava de aver oydo dezir tal.

Preguntado sy sabe, a vi sto o oydo clezir que la madre de l dicho canoni go y hennanas se ubiesen salido de su casa o e l las aya hechaclo dell a // por respeto ele la di cha Catalina ele A larcon quedanclose con e ll a solo en su casa, clixo que lo que sabe es que en c,; ierto tienpo riñeron la dicha doña Franc,; isca y Catalina ele Alarcon y el canoni go en fo rm a ele que de la dicha renc;illa resulto que la dicha doña Ysabel su hermana se salio de casa y se fue en casa ele doña Franc; isca de Riberos a donde estubo un año y quando el canoni go supo que la dicha su hennana se avia yclo dixo, Y sabe] se a yclo pues no bolbera a casa en tocia su vicia y clespues anclando el tienpo adelante a cabo de un año poco mas o menos la dicha doña Franc,; isca riño con la dicha Catalina ele A larcon clizienclole que ell a y sus sobrinas, hijas ele

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Juan de Luque, le comían su hazienda en que en efeto resulto que la dicha Alarcon tomo el manto ella y las hijas ele Juan de Luque y se salieron fuera de casa y a esto el canonigo Juan de Vera, su hi_jo, se asomo a un corredor y dixo a bozes a la dicha su madre y hermana, mi prima se fu e de casa madre y os bos tan bien y mi hermana y dexame solo en mi casa que solo me quiero estar y asy se salieron la dicha doña Franc;:isca y su hija doña Juana fuera de casa y se fueron al hospital de los yndios y de alli las llevaron a la madre en casa de doña Franc;:isca de Riberos e a doña Juana, su hija, la llevaron en casa de doña Teresa Orgoñez a do estubieron algunos dias en que la madre del dicho canonigo debio estar fuera de casa como ocho o diez dias y la dicha doña Juana estaría quatro o c;:inco meses y despues los confederaron y conc;:e1taron y se bolbieron a casa y el mesmo canonigo fue por su madre y le pidio perdon y se le hinco de rodillas segund a oydo dezir.

Preguntado si sabe o a visto o oydo dezir que en la casa en que al presente esta sy la sustenta el dicho canonigo Juan de Vera o sy le paga el alquiler della o le da de comer o bestir y si entra// en ella y sale de noche y de dia, dixo que a lo que cree y entiende que el alquiler de la dicha casa la paga Juan de Luque que vibe en ella junto con la dicha Catalina de Alarcon y asy la a visto pagar el terc;:io della al dicho Juan de Luque y que en lo de entrar y salir en su casa el dicho canonigo que asy lo a visto y sabe que entra muy de ordinario con titulo de dezir que es su prima y esta testigo en tal posesion los tiene porque es muy amiga en gran estremo ele la dicha Catalina de Alarcon, e asy la comunica e bee muy de ordinario.

Preguntado si sabe, a bisto o oydo dezir que el dicho canonigo Juan de Vera se aya quexado del señor Arc;:obispo de los Reyes tratando de Su Señoría palabras desonestas, torpes y feas, dixo que no a visto mas que abello oydo dezir al dicho canonigo Juan de Vera que el señor Arc;:obispo avia hecho una ynformac;:ion contra el susodicho y que despues ellos aca avian hecho otra en contra de aquella por donde avian dado por ninguna la que antes se avia hecho en la c;:iudad de Lima y esta es la verdad y lo que sabe para el juramento que hizo e dixo ser de hedad de quarenta años poco mas o menos e que no le enpec;:en las generales, mas de tener por amiga a la dicha Catalina de Alarcon, fuele encargado el secreto so pena de excomunion mayor y de perjuro la qua! lo prometio. Gonc;:alo Niño. Ante mi Pedro Gonc;:alez, notario apostolico.

[Al margen: Testigo recibido. Juana de Alamis] Despues de lo suso dicho en la dicha c;:iudad del Cuzco a beynbte e nuebe dias del

dicho mes de marc;o del dicho año el dicho señor provisor hizo parec;:er ante sy a Juana de Alamis, muger de Juan de Medrano, platero, de la qua! fue tomado e // rec;:ebido juramento en forma por Dios y por Santa Maria que dira verdad de lo que supiere e le fuere preguntado, e syendo preguntada por el thenor desta cabec;:a de ynformac;:ion, dixo que lo que sabe ac;:erca de lo que le es preguntado es que abra c;:inco años que esta testigo vino de a esta c;:iudad de la c;:iudad de Arequipa y asy algunas vezes a tenido comunicac;:ion con la dicha Catalina de Alarcon e con doña Franc;:isca de Cabrera, madre del canonigo Juan de Vera e con sus hermanas y la dicha Catalina de Alarcon y les a oydo dezir que son primos hermanos e por tales los a visto tratar. E asymismo les a oydo dezir como el dicho canonigo Juan de Vera traxo de España en su conpañia a la dicha Catalina de Alarcon, e que en lo que toca a estar amenc;:ebados el dicho canonigo con la dicha Catalina de Alarcon esta testigo no lo sabe de

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¡;:ie11a ¡;:ien¡;:ia mas de abello oydo dezir en el pueblo a algunas gentes; e que sy la susodicha aya parido del dicho canonigo o no lo sabe mas ele que a visto algunas vezes y muchas a dos niñas henbras, la una dellas de poco menos de diez años y la otra tendra quatro o ¡;:inco años, las quales estan e las tiene la dicha Catalina ele Alarcon en su casa do al presente vibe. E esta testigo a oyclo dezir al dicho canonigo Juan de Vera que son hijas suyas entranbas [sic] e asy lo a oydo clezir a la madre y hermanas del dicho canonigo e a la dicha Catalina de Alarcon pero que esta testigo como tiene dicho no sabe de ¡;:ierta ¡;:ien¡;:ia quien es su madre dellas, e que a oydo dezir que la una dellas es hija ele una mestiza e que su madre es muerta lo qua] le a dicho a esta testigo la dicha Catalina de Alarcon.

Preguntado si sabe o a oydo clezir que la dicha doña Fran¡;:isca ele Cabrera, madre del susodicho// e sus hermanas las aya el propio hechado de casa por ren¡;:illas, zelos y pasiones que ellos ayan tenido con la dicha Catalina de Alarcon, dixo que lo que sabe es que abra quinze meses poco mas o menos que sabe esta testigo que las susodichas doña Fran¡;:isca ele Cabrera y sus hijas tubieron pasiones con el dicho canonigo y con la dicha Catalina de Alarcon porque el canonigo quería sacer un faldellin a la dicha Catalina de Alarcon e aviendole ella pedido él el dicho faldellín en presen¡;:ia de las susodichas esta testigo oyo dezir a la dicha Catalina de Alarcon que ella dava la plata para ello; e sobre esto esta testigo supo y fue notorio que avian avicio pasiones por lo qual resulto que doña Ysabel , hermana mayor del dicho canonigo, se salio de su casa y se fue en casa de doña Fran¡;:isca de Riberos , vezina desta ¡;:iudad, en la qual casa estubo por espa¡;:io de un año e despues andando el tienpo adelante supo esta testigo como la dicha doña Fran¡;:isca y doña Juana, su hija, riñeron con la dicha Catalina de Alarcon de lo qual resulto todas ellas asy las unas como las otras se salieron de casa en que la dicha Catalina de Alarcon se salio primero y caso consigo a dos sobrinas suyas, hijas de Juan de Luque, y despues salio la dicha doña Fran¡;:isca y doña Juana, su hija, y se fue la madre en casa de doña Fran¡;:isca de Riberos y su hija en casa de doña Teresa Orgoñez a do estubieron pocos clias y despues esta testigo supo como el dicho canonigo avia ydo por su madre y hablandole esta testigo al dicho canonigo di ziendole que como avia sydo aquello e afeanclole el nego¡;:io le respondio que ellas se avian ydo syn quererlas el hechar. //

Preguntado que tanto tienpo cono¡;:io a la dicha Catalina de Alarcon estar e residir en casa del dicho canonigo e sy comia e bebia, bestia e cal¡;:aba a sus espensas y gastos; y que tanto tienpo que salio de la dicha casa, dixo que a lo que vio e oyo dezir a las susodichas estubieron juntos todos en una casa e ogar espa¡;:io de ¡;:inco años e que los vio comer todos juntos sienpre que se entiende a la dicha doña Fran¡;:isca de Cabrera e a sus hennanas e a la dicha Catalina de Alarcon y el dicho canonigo comia por sy en otra mesa e que en lo que toca a la sustenta¡;:ion no sabe mas de que la dicha Catalina de Alarcon le dezia a esta testigo que Juan de Luque, su cuñado, ayudava alli con algunas cosas de comida para ayuda a la sustenta¡;:ion de sus hijas del dicho.

Preguntado en tanto tiempo a que la dicha Catalina de Alarcon salio de casa del dicho canonigo Juan de Vera e a donde vive y la casa en que al presente vibe sy sabe que el alquiler della lo paga el dicho canonigo Juan de Vera y le da de comer y sustenta a la susodicha a su costa y expensas , dixo que la dicha Catalina ele Alarcon le a dicho a esta testigo que Juan de Luque, su cuñado, paga la dicha casa porque bibe él en ella y tiene sus hijas alli tanbien y que abra que se paso alli la dicha Catalina de Alarcon un año poco mas

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o menos y que la dicha casa esta frontero de las casas del an,;ediano ques a la buelta de la calle de donde vibe el dicho canonigo Juan de Vera, y que a lo que toca a la sustentrn,;ion esta testigo no sabe syno que el dicho Juan de Luque le a visto traer algunas cosas para sustentac;:ion de su casa.

Preguntado si sabe, a visto o oydo dezir que el dicho canonigo Juan de Vera le aya dado a la dicha Catalina de Alarcon una negra suya para que le sirva, la qual al presente esta en su casa de la dicha y le sirve en ella, dixo que lo que sabe es que una negra // que se llama Elvira es del dicho canonigo la tiene en su casa la dicha Catalina de Alarcon y esta testigo cree que la envio el dicho canonigo alla para que sirviese a aquellas niñas hijas suyas que arriba tiene dicho.

Preguntado sy sabe o a visto, oydo dezir que la dicha Catalina de Alarcon Jaba la sobrepeliz, camisas, ropa blanca, del dicho canonigo en su casa; e asymesmo haze por sus propias manos la dicha ropa blanca dixo, que lo que sabe es que le a oydo dezir a la dicha Catalina de Alarcon algunas vezes una camisa o cuellos o otras cosas asy tengo que hazer para el canonigo Juan de Vera y me an traydo aqui el lienc;:o .para ello; y que asymismo le a oydo dezir que llevan alla a !abar la ropa blanca del dicho canonigo Juan de Vera y que le parec;:e que esto debe ser a efeto de que la negra Elvira que arriba tiene dicho es buena !abandera y por esta causa le parec;:e que eleve ser.

Preguntado si sabe, a visto o oydo dezir que el dicho canonigo Juan de Vera entra y sale de ordinario quatro o c;:inco vezes al dia de dia y de noche en casa de la dicha Catalina de Alarcon dixo, que algunas vezes va esta testigo a casa de la dicha Catalina de Alarcon y de aquestas no todas ellas syno algunas a visto entrar alli al dicho canonigo Juan de Vera y esto a sydo de dia y que de noche no sabe porque esta testigo se esta en su casa.

Preguntado si sabe, a visto o oydo dezir que el Reverendísimo señor Arc;:obispo de los Reyes aya hecho alguna ynformac;:ion contra algunos prebendados desta santa yglesia mayor y en particular contra el dicho canonigo Juan de Vera por lo qual el dicho canonigo aya dicho de Su Señoría Reverendísima algunas palabras torpes, feas, suc;:ias y desonestas, dixo que no sabe ninguna cosa de lo que en esta pregunta le a sydo preguntado y no sabe otras cosa mas ac;:erca de este caso para el juramento que tiene hecho. //

Preguntado sy a sido esta testigo presentada e aya declarado su dicho en alguna ynformac;:ion por parte e a ruego del dicho canonigo Juan de Vera o a su pedimiento o de la dicha Catalina de Alarcon, dixo que ante Antonio de Porras, notario de la audienc;:ia eclesiastica y del padre Juan Fernandez, cantor, declaro esta testigo los dias pasados que abra tres o quatro meses en abono del dicho canonigo Juan de Vera y de la dich:t Catalina de Alarcon e que no fue hablada ni prebendada del dicho canonigo ni por su parte para aqueste efeto y esto es lo que sabe fuele encargado el secreto so pena de excomunion mayor y de pe1juro la qual lo prometía. Gonc;:alo Niño. Ante mi Pedro Gonc;:alez, notario apostolico.

[Al margen: Testigo recibido. Maria Maldonado] En el día, mes e año susodicho el dicho señor probisor en presenc;:ia de mi el dicho

notario mando parec;:er ante sy a Maria Maldonado, muger que fue de Pedro Sanchez Dabalos, de la qual fue tomado e rec;:ebido juramento en fonna por Dios y por Santa Maria y por la señal de la cruz que dira verdad de lo que supiere e siendo preguntada por el thenor de la cabec;:a desta ynformac;:ion que le fue leyda, dixo que lo que sabe c;:erca deste caso es que

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podra aver seys años poco mas o menos que estando esta tes ti go en casa de doña Franc,: isca de Riberos vino de España a esta c,: iudad el canoni go Juan de Vera porque avi a ydo a los reynos de España en seguimiento de c,: ierto plito [sic] e demanda que teni a por su canongia y avia dexado a su madre y hermanas en casa de la dicha doña Franc,: isca de Riberos y antes ele llegar a esta c,:iudad se supo y entenclio como venia e l dicho canoni go e traya en su conpañia a Catalina ele Alarcon e que venia con ell a amam;ebaclo o avia entrellos algunas cuentas ac,:e rca cleste caso y entendido por doña Franc,: isca // ele Riberos y por Leonor Diaz, su madre, no quisieron admitir en su casa a la dicha Catalina ele Alarcon la noche que llego de España syno que desde la puerta adonde la dicha se apeo la enviaron a despedir en que en efeto se fue a posar a casa de doña Catalina Maraver, vezina clesta c,: iuclad, en la qua) casa esta testigo supo que esa propia noche a media noche poco mas o menos estando en la cama la dicha Catalina de Alarcon se avia quexado dando bozes cli ziendo que tenia mal de hijacla e lebantanclose la dicha doña Catalina Maraver a averla ele curar o mi rar por ella le torno a dezir que su enfermedad hera de parto que quería parir e asy pario un hijo baron lo qual esta tes ti go sabe por dicho de la dicha doña Catalina Maraver y de doña Franc,: isca de Cabrera, su madre, y de sus hijas, y el niño que asy pario lo llevo doña Maria ele Betanc,:os a dar a criar en casa de Heman Gomez, vezino desta c,: iudacl , y lo dio alli a una muger llamada Ynes Vermudez para que lo hiziese cri ar a una yndia di ziendole la dicha doña Maria ele Betanc,:os que aquel niño hera hijo de Juan de Betanc,:os, su padre, y esto lo supo esta testigo de la dicha Ynes Vermudez y lo vio al dicho niño esta testi go en casa del dicho Hernan Gomez e asy mismo oyo dezir lo que dicho tiene a la dicha doña Franc,: isca de Cabrera, madre del dicho canonigo e a sus hermanas y dezian como hera hijo ele la dicha Catalina ele Alarcon y del dicho canonigo Juan de Vera; e que en lo que toca al parentesco esta testigo lo oyo dezir asy al dicho canonigo Juan ele Vera e a la dicha Catalina de Alarcon como heran primos.

Preguntado si sabe, a vi sto, oyclo clezir que quanclo // los susodichos a esta c,: iuclacl llegaron trayan consigo una hija pequeñita la qua) se entend iese ser hij a ele los susodichos , dixo que lo que sabe es que esta testigo vio a la dicha muchacha estar e tenella consigo la dicha Franc,: isca de Cabrera quanclo posava en casa de la di cha doña Franc,: isca ele Ri beros y preguntando a la susodicha cuya hera aque lla niña porque se le parec,: ia mucho responcl io mi nieta es hija del canonigo Juan de Vera, mi hijo, y ele aquella muger Catalina de Alarcon, la qua! esta testigo sabe e vio que los sosud ichos la traxeron ele España consigo quando vinieron e agora la tiene en su casa la dicha Catalina de Alarcon.

Preguntado si sabe , a vi sto, oydo clezir que clespues aca la dicha Catalina de Alarcon aya estado amanc,:ebada e parido y enpreñandose del dicho canoni go Juan ele Vera, cli xo que esta testi go no a tratado ni comunicado tanto con la dicha Catalina de Alarcon que pueda saber esto ele c,: ierta c,:ienc,: ia mas de que a oyclo clezir a la dicha doña Fran c,: isca de Cabrera en como la susodicha Catalina ele Alarcon avia parido otra hij a clcspues aca del dicho canoni go Juan ele Vera.

Preguntado si sabe , a visto, oydo dezir que el dicho canoni go Juan de Vera aya hecho malos tratamientos a su madre y hermanas por este respeto ele estar amanc,:ebado con a susod icha en que en efeto las aya hechaclo ele su casa asy a su madre como a sus hermanas, cli xo que lo que sabe ac,:erca deste caso es que podra aver como dos años y medio poco mas o menos que estando esta testigo en casa de doña Franc,: isca de Rihcros por tener deudo como

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tiene en aquella// casa vio que vino alli doña Frarn;isca de Cabrera y traxo consígo a su hija doña Y sabe! la qual venia rasguñada toda la cara y sangrienta, llorando y cliziendo que su hermano el canonigo Juan ele Vera la avia puesto asy porque avia dicho que no quería estar adonde ubiese amanc;ebados , la qual estando alli año y medio poco mas o menos en casa de la dicha doña Franc;isca y despues en cabo cleste tienpo el dicho canonigo Juan de Vera avienclo sacado ele su casa a la dicha Catalina de Alarcon por persuasion del an;ediano y del chantre, la dicha doña Y sabe! se bolbio en casa del dicho canonigo con su madre y hermana a la qual esta testigo sabe que el dicho eanonigo su hermano jamas la a hablado palabra ninguna de todo el tienpo que aqui dicho tiene porque asy lo a oydo dezir muchas vezes esta testigo a la dicha doña Franc;isca de Cabrera e a doña Y sabe!, su hija.

Preguntado si sabe, a visto o oyclo dezir que la dicha Catalina ele Alarcon quando estava en casa del dicho canonigo Juan ele Vera sy comía bebia y calc;aba e bestia a su costa y expensas del dicho canonigo, dixo que Jo que sabe es que yendo allí algunas vezes esta testigo a visitallas oyo clezir a las susodichas que el canonigo Je dava de comer y beber y calc;ar y bestir a la dicha Catalina de Alarcon e asy esta testigo las vio comer a una mesa tocias juntas.

E que aciemas de lo que dicho tiene sabe esta testigo que la dicha doña Frarn;isca de Cabrera e doña Juana, su hija, se salieron de casa del susodicho porque el dicho canonigo Juan ele Vera las hecho de su casa y se fueron al hospital ele los españoles de donde el canonigo Estevan // Villalon llevo a doña Juana hermana del dicho canonigo en casa del doña Teresa Orgoñez para que se estubiese alli e a la dicha doña Franc;isca la llevaron en casa ele doña Franc;isca de Riberos adonde estubo algunos dias hasta tanto que algunos terc;eros que ubo de por medio en que fue el arc;ediano e otras personas Je ynduc;ieron al dicho canonigo Juan de Vera que fuese por su madre a donde estava y le pidiese perdon y la llevase a su casa el qua] lo hizo asy y la dicha doña Juana, su hennana, se estubo cantidad ele clias en casa de la dicha doña Teresa Orgoñez.

Preguntado sy a visto o oyclo clezir que tanto tienpo a que el dicho canonigo saco de su casa a la dicha Catalina ele Alarcon y la paso a otra casa la qua] él paga el alquiler della y le da de comer y sustenta a su costa en ella, dixo que esta testigo no lo sabe de c;ierta c;ienc;ia porque como tiene dicho comunica poco a la dicha Catalina de Alarcon pero que a oydo clezir a la dicha doña Franc;isca que el canonigo, su hijo, sustenta a la susodicha y le da todo lo nec;esario para su sustentac;ion.

Preguntado sy sabe a bisto o oydo clezir que el dicho canonigo entra y sale de noche y de clia cotedianamente muchas vezes en casa de la susodicha, dixo que esta testigo no comunica con la dicha Catalina de Alarcon como arriba tiene dicho pero que a la dicha doña Franc;isca de Cabrera le a oydo dezir muchas vezes y muy de ordinario que el dicho canonigo, su hijo, entra y sale en casa ele la susodicha.

Preguntado si sabe o a oyclo dezir que el dicho canonigo Juan de Vera aya dado una negra suya llamada Elvira a la dicha Catalina de Alarcon para que la sirva, dixo que Jo // a oydo clezir a la dicha doña Franc;isca quexandose e acuytandose dello.

Preguntado si sabe, a visto o oydo dezir que la ropa blanca, camisas, sobrepelizes y todos los demas paños ele lienc;o del dicho canonigo los Jaba en su casa la dicha Catalina de Alarcon e haze las camisa de nuebo y le remienda y las ciernas cosas de lienc;o, dixo que no lo sabe.

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Preguntado si sabe que el dicho canonigo Juan de Vera se aya quexado del Reberendisimo señor An;obispo de los Reyes por aver hecho contra él alguna ynformac,:ion o por otro respeto alguno en que aya tratado de Su Señoría Reberendisima algunas palabras feas , torpes y desonestas, dixo que no lo sabe porque no le a comunicado tan en particular para podello saber, e que esto es lo que sabe y la verdad para el juramento que hizo. Fuele encargado el secreto so pena de excomunion mayor y de pe1juro, la qua! lo prometio. Gonºalo Niño. Ante mi Pedro Gonºalez, notario apostolico.

[Al margen: Damiana, negra] Despues de lo susodicho en treynta e un dias del dicho mes del dicho año el dicho

señor provisor en presem;ia de mi el dicho notario hizo pareºer ante sy a Damiana, negra esclaba del arºediano don Franºisco Toscano, de la qua] fue tomado e reºebido juramento en forma de derecho e siendo preguntada por el thenor de la cabeºª desta ynformaºi.on que le fue leyda, dixo que lo que sabe es que abra quatro o ºinco años poco mas o menos que esta testigo reside en esta ºiudad y que deste tienpo a esta parte a oydo dezir sienpre a muchas personas por cosa publica que el canonigo Juan de Vera avia traydo de España a una muger llamada Catalina de Alarcon con la qual estava amanºebado e que avia traydo de España juntamente con la susodicha una niña pequeña hija suya // de entranbos a dos; e despues aca asymismo a oydo dezir que la dicha Catalina de Alarcon a parido otra vez del dicho canonigo otra niña pequeña la qua] esta testigo conoºe y la a visto e bee casa dia estar en la casa de la dicha Catalina de Alarcon que vibe frontero del arc,:ediano, su amo desta testigo. E asy esta testigo a oydo dezir muchas vezes a las hijas de Juan de Luque, sobrinas de la dicha Catalina de Alarcon, como su tia esta amanºebada con el dicho canonigo e que a parido del algunas vezes. E lo mesmo a oydo dezir a una negra llamada Elvira que es del dicho canonigo y por su mandado sirve a la dicha Catalina de Alarcon en su casa. E asy mismo le a oydo dezir a la dicha Elvira negra que riñendo ella un dia con la dicha Catalina de Alarcon la avía amenac,:ado diziendo que avia de venir a denunºiar della por amarn,;ebada con el canonigo Juan de Vera; y esta testigo desde una bentana las oyo reñir otra vez a las susodichas en que la dicha Elvira negra le dixo a la dicha Alarcon, mula del diablo yo os tengo de acusar que soys manºeba de cligo [sic]. E demas desto esta testigo a oydo dezir asymismo publicamente en muchas partes tratando ac,:erca deste casi en como el dicho canonigo Juan de Vera avia hechado de su casa a su madre y he1manas por razon de lo suso dicho y porque avian reñido con la dicha Catalina de Alarcon.

Preguntado sy sabe, a bisto o oydo dezir que tanto tienpo la dicha Catalina de Alarcon residio y estubo en casa del dicho canonigo Juan de Vera y en conpañia y la tubo consigo y que tanto abra que la saco de su casa y la paso donde aora esta, dixo que no lo sabe de ºierto porque esta testigo como tiene dicho quando vino a esta ºiudad hallo ya juntos a los susodichos en casa del dicho canonigo y que de un año a esta parte poco mas o menos a razon de reñir y estar // diferentes la dicha Catalina de Alarcon con su madre y he1111anas del dicho canonigo sabe que se salio a la sacaron de su casa e la pasaron a la casa do al presente vibe que es frontero de casa de su amo desta testigo, la buelta de la calle donde vibe el dicho canonigo Juan de Vera.

Preguntado sy deste tienpo para aca que dize averse pasado la dicha Catalina de Alarcon a la casa do al presente bibe sy sabe, a visto o oydo dezir que le paga el alquiler

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de la casa y le da de comer y bestir en ella a su costa y expensas el dicho canonigo, dixo que lo que sabe es que quando la dicha Catalina de Alarcon se salio o la sacaron de casa del susodicho el propio canonigo vio esta testigo porque se hallo presente que fue a hablar a Gorn;alo de Mora, organista, y le pregunto cuya hera aquella casa porque la quería alquilar y asy vio esta testigo como el dicho canonigo Juan de Vera y Gon~alo de Mora y Ribera, alguazil que solía ser, fueron juntos todos tres y bieron la casa que dicho tiene y estando en ella una yndia de un español con el hato de su amo que hera ydo fuera de la ~iudad vio esta testigo que hecharon fuera de casa la dicha ynclia y el hato que alli estava y se paso alli a vibir la dicha Catalina de Alarcon y Juan de Luque y sus hijas por lo qual esta testigo le pare~e y presume que pues el dicha canonigo fue a alquilar la dicha casa que se la deve pagar y en lo que toca a la comicia esta testigo a visto muchas vezes llevar los cameros vibos de casa del dicho canonigo Juan de Vera a su casa della para que comiese y xabon. E asy a visto tanbien otras vezes que la dicha Catalina de Alarcon enviaba a dezir al dicho canonigo que le enviase carne para comer con una yndia suya de las que tiene en casa; y los clias pasados poclra aver un mes poco mas o menos le enbio // a clezir la dicha Catalina de Alarcon al dicho canonigo Vera con una ynclia suya llamada Y sabe! estando esta testigo presente que le hiziese hazer la saya de manera que para el Domingo de Ramos se la diese hecha.

Preguntado si sabe e a visto e oyclo dezir que la dicha Catalina de Alarcon haze las camisas, sobrepelizes e paños de manos, sabanas e otras demas cosas de ropa blanca al dicho canonigo y las Jaba de ordinario en su casa y de allí le enbian la dicha ropa blanca para que se bista, dixo que esta testigo como vezina que esta a casa de la susodicha Catalina de Alarcon a visto e bee sienpre de ordinario que Jaba en su casa la ropa blanca camisas, paños de manos, sabanas y manteles, sobrepe liz y las ciernas cosas de lien~o del dicho canonigo Juan de Vera y las haze y remienda por sus propias manos y asymismo el pan que come el dicho canonigo Juan de Vera lo haze y masa la dicha Catalina de Alarcon por que se lo a visto enviar a su casa del dicho.

Preguntado si sabe o a visto, oyclo dezir que el dicho canonigo Juan de Vera entra y sale casa dia quatro o ~inco vezes en casa de la susodicha de día y de noche e si sabe que cluenne alla en casa de la susodicha algunas vezes o ella va a su casa del, clixo que lo que sabe es e a visto que el dicho canonigo va y entra muchas vezes a casa de la susodicha tres, quatro vezes al día y la una dellas luego por la mañana antes de prima y la otra clespues de salido de las oras despues de misa mayor y otra despues de comer y clespues a la tarde otra vez y esto en un propio clia por estar como esta no lejos de su casa, e asymismo esta testigo le a visto entrar otras vezes en la dicha casa quanclo tañen a la ora~ion poco antes o clespues, e ansymysmo otras vezes le a visto entrar en la dicha casa a la queda poco mas o menos el qual ba besticlo con un capole pardo y un sonbrero lo qual a visto esta testigo desde las bentanas de casa de su amo. //

Preguntado sy la negra Elbira que arriba tiene dicho si sabe de ~ierto que es del dicho canonigo Juan de Vera e que se la aya ciado a la dicha Catalina de Alarcon para que la sirva en su casa, dixo que lo que sabe es que del tocio el tienpo que esta testigo reside en esta r,:iudad la dicha Elbira negra la a con()(,;ido ser del dicho canonigo Juan de Vera y como tal le a servido sienpre e agora ni mas ni menos sabe que es suya y la tiene por tal, el qua! le a ciado a la dicha Catalina de Alarcon para que la sirva como le sirbe dentro de su casa y come y duerme en ella sienpre y asy es publico e notorio, y esto es lo que sabe de mas de

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aver oydo dezir a las dichas dos niñas que asy al presente tiene la dicha Catalina de Alarcon que su padre es el canonigo Juan de Vera y que su madre es la dicha Catalina de Alarcon , y esto propio a oydo dezir a las hijas de Juan de Luque e a las yndias del servic;io de la dicha Catalina de Alarcon y esta es la verdad y lo que sabe para el juramento que tiene hecho. E parer,:io por su aspeto ser de hedad de treynta años poco mas o menos. Fuele encargado el secreto so pena de excomunion mayor y de perjuro. Gonc;alo Niño. Ante mi Pedro Gonc;alez, notario apostolico.

[Al margen: Testigo Doña Catalina Maraver] Despues de lo suso dicho en la dicha r,:iudad a dos dias del mes de abril del dicho

año el dicho señor probisor en presenc;ia de mi el dicho notario hizo parer,:er ante sy a doña Catalina Maraver, muger de Diego Lopez de Olibares, vezina desta c;iudad, de la qua) fue tomado e rer,:ebido juramento en fo1ma por Dios y por Santa Maria y por la señal de la cruz, que dira verdad de lo que supiere e le fuere preguntado, e syendo preguntada por el thenor de la cabec;a que le fue leyda, dixo que lo que sabe es que podra aver seys años poco mas o menos que estando esta testigo en las casas de su morada que heran en un quarto de las casas de Pedro Arias de Avila, vezino desta c;iudad y cuñado desta testigo, un dia en la tarde vino a donde tiene dicho doña Franc;isca de Cabrera// madre del canonigo Juan de Vera, y traxo consigo una muger moc;a llamada Catalina de Alarcon la qua! pidio a esta testigo que por amor de Dios la rec;ibiese a aquella muger que consigo traya en su casa y conpañia porque doña Franc;isca de Riberos en cuya casa posaba la dicha doña Franc;isca e sus hijas no avia querido rec;ebir a la dicha Catalina de Alarcon la qual dixo ser prima he1mana del canonigo, su hijo, y de doña Ysabel hermana del dicho canonigo, lo qual lepidio con mucha ynstanr,:ia, y esta testigo aporto a su ruego de la susodicha y asy rec;ibio a la dicha Catalina de Alarcon en su casa la qua! puso e ospedo en un aposento mas adelante del en que estavan sus hennanos y en el propio aposento desta testigo a los pies de su cama y en aquella noche la dicha Catalina de Alarcon se quexo mucho de condir,:ion que preguntadole esta testigo lo que avia, respondio que tenia mal de hijada, e asy comenc;ando a ser de dia la dicha Catalina de Alarcon se levanto de la cama en que estava y dixo a grandes bozes, señora mia que quiero parir, y esta testigo llamo a Maria de Paniagua, su cuñada muger de Pedro Maraver, y le dio razon de lo que pasava ac;erca deste caso para que viniese a socorrella y asy vino y estando presentes esta testigo y la susodicha pario un niño baron la dicha Catalina de Alarcon y esta testigo envio a llamar a doña Franc;isca de Cabrera la qual vino luego y le dixo, señora la donzella que ayer que ayer dexistes que me trayades a mi casa acaba de parir este niño, y la dicha doña Franc;isca sintio gran congoja de ver lo que avia susr,:edido y comenc;ose a dar con las manos en la cara dando gritos y se entro adentro donde eslava la dicha Catalina de Alarcon y riño con ella mucho y esta testigo no entendio en particular lo que pasaron y el niño e criatura que asy pario la llevo consigo la dicha doña Franc;isca y le dixeron despues a esta testigo que doña Maria de Betanc;os lo avia dado a criar en r,:ierta // parte que no se acuerda y esta testigo no quiso preguntar hijo de que padre hera el niño arriba dicho ni tanpoco se lo dixeron , mas de que a visto quexarse muchas vezes a la dicha doña Franc;isca e a sus hijas por respeto de la dicha Catalina de Alarcon que tenían mala vida en su casa con el dicho canonigo, su hijo, el qua! dicho canonigo esta testigo oyo dezir que avia traydo en su conpañia a la dicha Catalina de Alarcon y en particular lo oyo dezir a la dicha doña Franc;isca, su madre, y a

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la dicha Catalina ele Alarcon se lo oyo asymcsmo clezir clizienclo el canonigo mi primo me traxo de España a mi e a otra he1111ana mia que muria en tierra firme y clespues aca esta testigo a oyclo dczir que la susodicha Catalina de Alarcon avia parido otras dos vezes lo qual en particular dixo esta testigo doña Juana, he,mana del dicho canonigo preguntanclole esta testigo como os va con esa muger que teneys en casa sabiendo quan mal se solian llevar, a lo qua! le rcsponclio la dicha doña Juana lo que arriba tiene dicho y que un dia de Pasqua de Resurrec,:ion en la noche avian estado en la yglesia en la misa de Resurrec,:ion y le avia dado los dolores de parto a la dicha Catalina de Alarcon en que se avia lebantado e ydose a casa y a lli avia parido una hija, E asymysmo esta testigo a visto una niña de hedad de nuebe años poco mas o menos llamada Franc,:esquilla la qual preguntado esta testigo cuya hija hera le respondio la dicha Catalina de Alarcon que hera del dicho canonigo Juan de Vera y de una muger que avia quedado en España; y los dias pasados yendo esta testigo a visitar a la dicha doña Franc,:isca le pregunto ques de Franc,:esquilla que no parec,:e aqui, y la dicha doña Franc,:isca le respondio alla esta en casa de su madre y diziendole pues quien es su madre respondía la Alarcona [sic] es su madre. Ademas desto lo que se acuerda es que en el tienpo que arriba tiene dicho que la dicha Catalina de Alarcon poso e fue huesped en casa desta testigo por espac,:io de tres meses y despues no dandole a esta testigo gustosa conversac,:ion y entrete­nimiento le dixo que le hiziese // plazer de pasarse a otra parte por que tenia hijas donzellas y quería tenellas recogidas y en esto la dicha Catalina de Alarcon tomo su manto y se fue en casa del canonigo Villalon a donde a la sazon estava e posava el dicho canonigo Juan de Vera y clespues oyo clezir esta testigo que se avian pasado e l dicho canonigo Juan de Vera y la dicha Catalina de Alarcon en casa ele doña Fram,:isca de Riberos donde eslava su madre y he,manas.

Preguntado sy sabe que la dicha Catalina ele Alarcon a estado sienpre despues aca en casa del dicho canonigo Juan de Vera y que el dicho la aya sustentado y ciado ele comer, bestir y calc,:ar, clixo que lo que sabe es que de ay a pocos dias de lo arriba dicho tiene tomaron una casa en Guacapongo donde estubieron e an estado sienpre todos juntos hasta que ele un año, poco mas o menos, a esta parte esta testigo sabe que se salio de casa del dicho canonigo Juan de Vera la dicha Catalina de Alarcon y que esta en otra casa por sy, y que en e l tienpo que arriba tiene dicho esta testigo a oydo dezir a la dicha doña Franc,:isca que el canonigo, su hijo, la sustentava de dar de comer y bestir.

Preguntado las ciernas cosas de que la cabec,:a desta ynformac,:ion se contienen, dixo que clize lo que dicho tiene de mas de que a oydo dezir a muchas personas en esta c,:iudad y es publico e notorio diziendo que como no se hunde el Cuzco pues el canonigo Juan de Vera teni a a su prima hennana por manc,:eba, y sobrello tratava su madre y he1manas tan asperamente como es publico y esta testigo vio a una de las susodichas que es a doña Ysabel, hermana del dicho canonigo, el dia de San Sebastian hizo un año, descalabrada en la cabec,:a y le dixo, mirad qual me a tratado mi hennano el canonigo riñendole yo// sus maldades que hera por lo arriba dicho. Ademas desto podra aver un año poco mas o menos que estando esta testigo en su casa ayo dezir que Agustín de Paredes avia reñido en la yglesia con el dicho canonigo Juan de Vera y avian pasado malas razones en que le avia dicho, soys un tal e yo os probare como estays publicamente amanc,:ebado con vuestra prima hermana. E asy la dicha Catalina de Alarcon vino a casa desta testigo pidiendole que por amor de Nuestro Señor no dixese cosa ninguna sy la preguntasen por testigo en esta causa. Y esto

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es lo que sabe y la verdad para el juramento que hizo. E dixo ser de hedacl ele treynta e ocho años poco mas o menos. Fuele encargado el secreto so pena de excomunion mayor y ele perjuro , y que no le enpec,:en las generales. Doña Catalina Maravcr. Gorn;:alo Niño. Ante mi Pedro Gonc,:alez, notario apostolico.

[Al margen: Testigo Maria de Paniagua] En el dicho dia, mes e año suso dicho el dicho señor provisor en presenc,:ia ele my

el dicho notario hizo parec,:er ante sy a Maria ele Paniagua, muger ele Pedro Maraver, ele la qua] fue tomado e rec,:ebido juramento en forma por Dios y por Santa Maria y por la señal de la cruz que dira verdad ele lo que supiere e le fuere preguntado, e siendo preguntado por el thenor ele la cabec,:a clesta ynformac,:ion que le fue leycla, dixo que lo que sabe es que podra aver seys años poco mas o menos que un clia en la tarde o casy noche vino doña Franc,:isca de Cabrera a casa desta testigo, bibiendo en ella asymismo doña Catalina Maraver su cuñada, y traya consigo una muger de Castilla moc,:a la qua] rogo con mucha ynstanc,:i a a la dicha Catalina que la rec,:ibiese en su casa e conpañia porque hera prima o prima hermana del canonigo Juan de Vera, su hijo, y la dicha doña Catalina la rec,:ibio asy por que le clixo que en casa de doña Franc,:isca // de Riberos, donde ella y sus hijas posaban no la avian querido rec,:ebir y luego otro dia adelante a lo que se quiere acordar luego de mañana vinieron a llamar a esta testigo diziendole que la dicha muger que hera Catalina ele Alarcon estava ele pa110 en el aposento de la dicha doña Catalina Maraver y esta testigo fue luego y llegada que fue al dicho aposento la dicha Catalina ele Alarcon pario un hijo baron y esta testigo le oyo dezir a la dicha Catalina de Alarcon que hera hijo del dicho canonigo Vera porque viniendo juntos en un nabio en la mar de España se avia enpreñado dél ; y el dicho niño lo llevo ele casa de la dicha doña Catalina la dicha doña Franc,: isca ele Cabrera, madre del dicho canonigo, a dar a criar a una yndia hazia la dotrina ele Caimenga, y despues oyo clezir que se murio. Y despues aca oyo dezir esta testigo a la dicha doña Catalina Maraver, su cuñada, en como una noche de Navidad o de Pasqua de Resun·ec,:ion estando la dicha doña Franc,:isca y sus hijas y la dicha Catalina de Alarcon en la yglesia mayor desta c,: iuclad, le avian ciado dolores del pat1o a la dicha Catalina ele Alarcon ele conclic,:ion que se avia salido ele la yglesia la susodicha con una hermana del canonigo y llegado que llegaron a casa avia parido una criatura y que clespues en el pueblo hechaban este parto a doña Juana, hermana del dicho canonigo; y asymismo la dicha doña Franc,:isca de Cabrera llorando dixo a esta testigo que su hijo el canonigo avia puesto las manos en ella propia con ser su madre y le avia dado de bofetones. E asymismo oyo dezir que avia puesto las manos en doña Ysabel, su hermana, mayor y la avia mesado por donde la dicha vino a salirse de casa e yrse a casa de doña Franc,:isca de Riberos y esto todo asy lo uno como lo otro // por respeto de la dicha Catalina de Alarcon y por lo que atTiba esta dicho. E la dicha Catalina de Alarcon le clixo a esta testigo en el tienpo que arriba dicho tiene que el dicho canonigo Juan de Vera, su primo, la avia traydo de España a ella y a otra hennana suya que murio en tiem1 fi1111e. E asymismo oyo dezir esta testigo a alguna gentes muchas y en particular a doña Catalina Maraver en como la dicha Catalina ele Alarcon mandava y governava la casa del dicho canonigo Juan ele Vera en todo el tienpo que en esta c,:iudacl la tubo en su casa que fue cantidad ele tienpo todo el que vibio en la casa ele Guacapongo a donde esta testi go oyo clezir asymismo que el dicho canonigo sustentava a la susodicha Catalina ele Alarcon y le clava todo lo nec,:esario

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para su sustentae,:ion y en particular que del almoneda avia sacado una basquiña de raso para la susod icha y la dicha doña Franc,:isca se quexava mucho clesto a esta testigo. Y asymismo sabe que la dicha doña Franc,:isca se quexava al canonigo Villalon, probisor que a la sazon hera, di ziendo que por que los consentía estar amanc,:ebados y no los castigava e apartava. E esto es lo que esta testigo sabe de todo lo que le a sydo preguntado ae,:erca <leste caso para el juramento que tiene hecho; ciernas de que un Agustín de Paredes que aora un año dizen aver tenido una pendern.; ia publica con el dicho canonigo Juan de Vera, vino a hablar a Diego Lopez de Olibares, concuñado desta testigo, para que entranbos a dos esta testigo y doña Catalina Maraver, su muger, dixesen sus dichos que es lo que aniba dicho tiene y asy esta testigo a visto que este negoe,:io // se a tratado entre algunas gentes y muchas paree,:iendoles mal el caso arriba dicho e afeandolo y asy esta es la verdad y lo que sabe para el juramento que hizo, e dixo ser de hedad de quarenta e dos años poco mas o menos e que no le enpee,:en las generales. Fuele encargado el secreto so pena de excomunion mayor e pe1juro y no firmo por que no supo. Gonc,:alo Niño. Ante mi Pedro Gonc,:alez, notario apostolico.

!Al marF,en: Testimonio recibido. Doña Elvira Maraver] E despues de lo suso dicho en la dicha c,:iudad a c,:inco dias del dicho mes de abril

del dicho año el dicho señor provisor en presenc,:ia ele my el dicho notario hizo paree,:er ante sy a doña Elvira Maraver, yndia natural desta tierra, ele la qua] fue tomado e rec,:ebido juramento en fom1a de derecho por Dios e por Santa Maria que dira verdad de lo que supiere e le fuere preguntado, e siendo preguntado por el thenor de la cabec,:a desta ynformac,:ion, dixo que lo que sabe es ac,:erca de lo que le es preguntado que podra aver seys años poco mas o menos que vio esta testigo que un dia en la noche doña Franc,:isca de Cabrera, madre del canonigo Juan de Vera, llevo una muger consigo llamada Catalina de Alarcon en casa de doña Catalina Maraver. cuñada desta testigo, para que se la tubiese alli la qua] dicha doña Catalina la rec,:ihio en su casa y conpañia; e luego otro dia por la mañana esta testigo que alli estava vido que la dicha Catalina de Alarcon pario un niño baron y al tienpo que pario la dicha doña Catalina Maraver e Maria de Paniagua que estaban presentes no supieron cortar las binc,:as de la criatura e dixeron a esta testigo que las cortase, ella sy sabia e asy esta testigo lo hizo e corto las dichas vine,:as, y despues pasado esto enviaron a llamar a la dicha doña Franc,:isca para que viniese a ver a la dicha muger rec,:ien parida la qua! vino e riño con ella grandemente // y despues pasado esto de aya dos o tres dias llorava la dicha Catalina de Alarcon y diziendo que el dicho canonigo hera su primo y que quedava malo en el camino de Guamanga, y que aquel niño que avia parido hera hijo del dicho canonigo su primo, y el dicho niño e criatura que asy pario lo llevaron fuera a criar la dicha doña Franc,:isca con una ynclia desta testigo, y esto es lo que sabe y es la verdad para el juramento que hi w y no otra cosa, e no firmo porque no supo. Fuele encargado el secreto so pena de excomunion y de pe1juro. Gone,:alo Niño. Ante mi Pedro Gone,:alez, notario apostolico.

E yo Pedro Gonc,:ales, notario susodicho, de mandamiento del dicho señor probisor saque lo susodicho segund e como ante mi paso en beynte y c,:inco ajas con esta en que va mi signo, lo qua! va c,: ierto y verdadero, lo qua! se saco por virtud ele una probision de muy Exc;elente señor don Franc,:isco de Toledo, visoITey destos reynos, para lo dar y entregar a Anton [sic] Sanchez, escrivano publico desta c,:iudad, y el dicho señor provisor lo fomo ele su nonbre.

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Artículos, Notas y Documentos-----------------------

Gonºalo Niño [rubricado] En fe de lo qual fize aqui este mio signo que es a tal en testimonio de verdad [ signo del notario apostolico l Pedro Gonºalez [ rubricado l notario apostolico.

Con derechos y estan por pagar a tres tomines por oja. [rubrica] Los escrivanos publicos y reales desta gran ºi udad del Cuzco que aquy synamos y

firmamos darnos fe que Pedro Gonºales de quyen en la ynfonnaºion de suso va synada y filmada es tal notario corno en su suscreºion se nonbra y a las escripturas y autos que ante! an pasado y pasan se da entera fe y credito en juizio y fuera del y para que dello conste dimos la presente en el Cuzco en tres dias del mes de rnarºo de rnyl e quynientos y setenta y dos años.

[signo de escribano] Juan de Castañeda [rubricado] escrivano publico. [signo de escribano] Antonio Sánchez [rubricado] escrivano publico.//

Auto del alcalde de corte de prision. Cuzco, 7-12-1571.

[Cruz]

[Al margen: Auto del alcalde de corte de prision] En el Cuzco en siete días de dizienbre de setenta y un años el Ilustre señor dotor

Loarte del Consejo de Su Magestad y su alcalde de corte en estos reinos y justiºia mayor en ella y su jurisdiºion por Su Magestad, etc. vista esta ynforrnaºion mando se de mandamiento de prision contra Catalina de Alarcon la qual se traiga ante su merced para que le señale la casa que a de tener por caree] y asi lo probeyo. Ante mi, Juan de Castañeda [?] [rubricado] escrivano publico.

Diose luego el mandamiento conforme a lo proveido de suso. //

En el Cuzco a diez dias del mes de setiembre [sic] de setenta y un años el Ilustre señor dotor Loarte del Consejo de Su Magestad y su alcalde de corte en estos reinos y justiºia mayor por Su Magestad en esta dicha ºiudad y su jurisdiºion por Su Magestad, dixo que su merced tiene mandada poner presa a la dicha Catalina de Alarcon en las casas de Anton d[e) Alvarez donde esta presa y para que se concluya su causa mando que se le torne su confesion y se halle a ello presente Franºisco de Laºarte, alguazil mayor, a quien da cornision para ello juntamente con mi el presente escrivano por estar su merced ocupado y enfermo y no se poder hallar a ello y asi lo proveyo. Ante mi, Juan de Castañeda [rubricado] escrivano publico.

[Al margen: Que le tomaron en confesion] El luego yo el dicho escrivano notifique lo suso dicho al dicho alguacil mayor que

estaba presente, el qual lo acepto y tomo a la dicha Catalina de Alarcon la confesion siguiente:(*) //

(* ) El manuscri to original está incompleto. No aparece la confes ión. (N . del E.) .

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Apéndice documental 11

AGI LIMA 270. Carta ele Juan ele Vera al Consejo. 9-IV-1572

[Cruz]

Muy Alto y Poderoso Señor E tomado ocasion ele escrivir esta a Vuestra Alteza de r.:ierta provanr.:a que el año pasa­

do despacho el Arr.:obispo de los Reies contra el honor <leste Cabildo e mio hecha apasionada­mente con el antiguo odio que nos tiene con personas fujitivas y enemigos nuestros que ivan <leste obispado al suio por delictos que aqui cometieron lo qua] constara ser al contrario por la provanr.:a que conestava [sic] que este Cabildo hizo en contrario y aunque le fue requerido no embiase el cargo que nos hazia sin nuestra respuesta y descargo no lo quiso hazer ni a vos ver <lemas ele lo qua] este Visorrei por odio que me tuvo hizo hazer al provisor desta i,;:iuclad contra mi i,;:ierta provanr.:a por via de inquisir.:ion ele que era notado con i,;:ierta deuda mia y que era hombre de mala lengua a la qua] hizo prender con un alguazil maior suio este Jueves Sancto pasado hizo un año de casa de un su cuñado do bivia dos años avia con todo el recojimiento y onestidad del mundo y a r.:inco meses de thener la presa le mandó tomar su confision y requirio al provisor le diese un traslado de la provanr.:a que contra mi hizo el qua) se la dio no obstante que le requerí no lo hiziese y a los seis meses se le puso su acusar.:ion y al responder a ella y a dar su descargo el dotor Graviel [sic] de Loarte su alcalde de corte, juez de la causa, no le quiso mandar dar traslado de su confision ni de la acusar.:ion por do se descargase y muchas de las personas que depusieron contra mi falsamente por odio que me thenian y por persuasion del Visorrei no se osaron retificar en el juizio plenario porque en las tachas no les averiguasen los pe1juros y hecha la publicai,;:ion en prueva de tachas no la quisieron admitir hasta ser pasados seis dias ele los nueve con dene /f. 532/ gar.:ion de otro tennino y en tres dias tacho todos los mas testigos averi guando algunos ser falsos y otros enemigos capitales mios lo qua! visto por e l Visorrei que le avia desbaratado su provanr.:a acordó visto que no thenia mano por do me destruir ni a e lla de afrentar embiar el traslado de la provani,;:a sumaria a su Merced que el provisor le dio sin los descargos que se la desbaratarían para que vista su Merced embiase contra mi recaudos para echarme deste reino y entendiendo que este negoi,;:io a ele ir a manos ele Vuestra Alteza para que en todo se provea justicia suplico a Vuestra Alteza se difiera hasta ver mis descargos que con esta van a un mi ennano para que los presente a Vuestra Alteza alegando de mi derecho por los quales constara el pecho dañado del An;obispo y animo de me afrentar y destruir del Visorrei y averse pe1juraclo un arr.:ecliano de esta Santa Y glesia mi capital enemigo un dicho que dixo en mi fabor presentandole io parajurallo y en otro que clixo clepues [sic] a interi,;:esion del Visorrei por persuazion suia por lo qua) le dio una visita del Collao destas que va aora hazienclo la qua] se la aprometio por que jurase contra mi y porque pudiera escrivir a Vuestra Alteza muchas cosas cleste Visorrei con mas r.:erticlumbre que las que el esc1ive a su Merced ele mi las quales les dexo por no ser prolixo en suma me remito a lo que infonnare el licenciado Castro, governaclor que fue cleste reino, y en dezir que si el Rei nuestro señor anduviera a buscar un hombre con tocia la solicitud del mundo muchos años para destruir y desolar este re ino no lo uviera hallado semejante a este el qua) a lo que se me alcanr.:a si tiene la governar.:ion del dos años no eludo sino que lo destruía y los que en el bivimos no podemos

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Artículos, Notas y Documentos-----------------------

bolver a nuestras tierras y dexarlo a los indios como lo an comenc,:ado a poner por obra si primero no nos matan a todos lo qual an causado las vexac,:iones y molestias que rec,:iben con estas visitas y reduc,:iones yhenerales [sic] que va haziendo en la qual los visitadores i sus ofic,:iales, con las rac,:iones les manda dar no les dexan plata, ni ganados, ni aves, y lo princ_:ipal de averse comenc,:ado a alc,:ar los indios y estar todos convocados suc,:edio de que los dias pasados aviendo hecho pintar unos Iienc,:os que levan a Su Merced de los ingas que governaron i fueron señores deste reino hasta que el marques don Franc,:isco Pic,:arro que lo descubrio y hasta este ynga llamado Titocusi Iupanqui que esta retirado en Vilcabamba, una montaña mui aspera, mando juntar a todos los ingas princ,:ipales de la suc,:esion de Guaina Capa, a los que les dixo por una lengua y por parec,:er del dotor Graviel de Loarte, alcalde de corte que se hallo presente, que los ingas que avian sido señores deste reino y les llamavan ellos reies que no se lo podían dezir ni avian sido reies del sino tiranos por lo qua] los ingas sus deudos i nietos se enojaron con él y para mitigallos les bolvio a dezir que no se maravillasen de ello porque el rei de Castilla thenia muchos reinos de otros ganados por fuerc,:a de armas y que tambien los avia tomado como los ingas y que no se enojasen por avelles dicho que no eran reies sino tiranos de mas de lo qua] porque en los /f. 532v. / lienc,:os que embia a Su Merced pintados de los ingas hizo poner a Paulo Inga, padre de don Carlos, en mas prominente lugar que al Titocusi Iupanqui, que esta retirado, viendolo doña Maria Cusi Guarcai mujer del Inga que muria; a la qual hizo el Visorrei casar contra su voluntad con un soldado pobre; ermana legitima del Titocusi Iupanqui en casa de Juan Maldonado, donde los paños se pintaban, y viendo que una hija del Paulo Inga, llamada doña Juana estava pintanda enc,:ima de la doña Maria dicha se enojo i dexo alli como se sufre que su padre de don Carlos y él esten en mas preminente lugar y su ermana siendo bastardos que mi padre e mi ermano e yo siendo legitimas y ansi se fue con otros ingas sus deudos a quexarse al Visorrei sobre ello el qua] le respondio no ves tu doña Maria que don Carlos y su padre sirvieron siempre al rei y tu padre y ermano an sido tiranos y siempre an estado metidos en la montaña a lo qua] ella le respondio pues tu dizes que mi padre y ermanos an sido traidores no siendolo si an estado retirados a sido porque no les an dado de comer siendo señores deste reino pues tu lo veras y ansi se entiende que ella o sus deudos despacharí an mensajeros a su e1mano a Vilcabamba do esta retirado y de ai a pocos dias hizo matar a un sac,:erdote que eslava con él y a otros christianos y a esta nueva el Visorrei le embio un embaxador al qual ansi como entro en su tierra sin que él lo viese por su mandado lo alanc,:earon c,:iertos capitanes suios y ansi se declaro estar alc,:ado y el Visorrei mando pregonar guerra contra él y se esta haziendo jente para le conquistar y si Nuestro Señor no pone en ello su mano estamos entrestos [sic] indios con rec,:elo por estar segun dicho tengo peor que los españoles que esta van en la sierra de Granada y porque en estos y otras mas cosas muchas personas daran mas relac,: ion a Vuestra Alteza no mas de que pues Nuestro Señor puso en esa cumbre a Vuestra Alteza para que nos tuviese en govierno y justir,;ia suplico por Cristo cruc,:ificado se me guarde con mi onor no proveiendo sin recibir mis descargos por los quales constara a ver padec,:ido sin culpa y con fi ado en esto se me hara merced con justir,;ia Nuestro Señor la mui alta persona ele Vuestra Alteza tenga siempre en su servic,:io con augmento de maior estado de los señoríos del mundo. En el Cuzco, 9 de abril de 1572 años, M. A. y P. S. Besa a Vuestra Alteza las manos vuestro servidor y capellan Joan de Vera. /f. 533

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Urbano: Sexo, pintura de los Incas y Taqui Onqoy

l Cruz] Cuzco A Su Majestad De Joan de Vera. Nueve de abril de 1572 Vista no ay que responder y guardese en secreto y juntese con la informacion que dize inbia y con lo que el Vin-ey escribio y inbio sobre esto y traygase todo.

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Apéndice Documental 111

Conflictos de competencia inquisitorial: incidentes en la ciudad del Cuzco y prisión de Cristóbal de Albornoz6

(f. 40) Asimismo damos noticia a V. Sª, y antes de ahora se ha dado por el inquisidor Cerezuela estando sólo, como el arzobispo de los Reyes no tomaba con gusto el Santo Ofi cio de la Inquisición en esta tiena, y que decía: quería ver los poderes en que su Santidad le quitaba jurisdicción en los casos de Inquisición. Y como había enviado a dec ir al dicho inquisidor Cerezuela, que el podía casti gar confonne a derecho y otras cosas as í. Y después acá ha tenido y tiene con nosotros buena correspondencia.

Asimismo el obispo de Panamá que agora murió, ha dicho a nuestro comisario: que no sabía si había hecho mal en desistir de la jurisdicc ión que tenía en los negocios de la Inquisición , y que a él no se le había notificado breve de su Santidad para ell o, y que conforme esto era inquisidor en su obispado. Y le dio a entender, que algún oidor de la Audiencia se lo había dicho o dado a entender; y así cada día se atrav iesa con el comisario que allí tenemos. Y el dicho comisari o nos escribe, que después de muerto, el Cabildo, sede vacante, quiere sentir lo mismo, y su provisor nos escribe, que después ele muerto, el Cabildo, sede vacante, quiere sentir lo mismo, y su provisor hace y se entremete a hacer en cosas tocantes al Santo Oficio.

Y en esta ciudad y arzobi spado ele los Reyes , en algunos ed ictos que se han puesto y leído por el ordinario, ponen cosas tocantes a herej ía y pertenec ientes a este Santo Ofi cio; y a todo esto habemos puesto el mejor remedio, y habemos pod ido tratándolo con el arzo­bispo que se quite aquello de los edictos, y así se ha hecho. Y a Panamá escribimos al obispo, siendo vivo, dándole a entender el negocio y enviándole las cédulas ele S. M. que acerca desto disponen lo mucho que importaba des istir ele aquell os negocios y remitirnos los, pues a la determinación de ellos había ele as istir la persona que tuviese su poder. Y tocias estas diligencias no parece que hayan bastado que todavía el provi sor y Cabildo, sede vacante, se entremeten en ellos. Y certificamos a Y. Sª que en estos negocios y en dar orden en ellos se gasta mucho tiempo y para nosotros nos da mucha pesadumbre.

(f. 40v) E agora vino a la ciudad del Cuzco por obispo don Sebastián ele Lartaún , el cual ha tomado este negocio como los demás y con mucha más cólera, porque no sólo dice lo que el arzobispo decía que podía conocer de los negocios de Inquisición, sino que da por instrucción a sus vicarios: que en las cartas del edicto que publicaren pongan los casos tocantes a herej ía, y los da poder para que hagan las in formac iones y se las envíen. Dice as imismo, que si estuviesemos en su obispado nos podía castigar y que es as í derecho. Y que puede proceder y castigar a nuestro comisari o y es juez en cualesquier negocios crim inales. Y ha sentido mucho que tengamos en aque ll a ciudad comisario.

Y así ha parecido, que con cierta ocasión que tu vo ele que se había juntado con sus compañeros el dicho comisario, que se ll ama Qui roga y es canoni go de aquell a igles ia,

6 AHNM. Sección: Inquisición. Libro: 1032. (!T. 40-43)

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revocándole cierto poder que antes le había dado para cobrar cierta hacienda, y por otras cosas que tomó por causas bastantes, prendió el dicho obispo por su propia persona, e ayudado de otros, al dicho comisario públicamente y le llevó asido por los cabezones hasta la sacristía, y en un aposento que en ella está le echó unos grillos y trató mal al dicho comisario sin que algunas personas principales, eclesiásticas y seglares, fuesen parte para se lo estorbar.

Y acerca desta prisión, parece que fueron culpados en le dar consejo, favor y ayuda el licenciado Albornoz, su provisor y vicario, que agora nuevamente fue proveído de maestre escuela de aquella iglesia, el cual está preso en este Santo Oficio, porque hay información: que tratando el dicho Albornoz con cierta persona y concertándose de que fuesen a cierta iglesia a decir misa, diciéndole aquella persona que él aguardaría aunque era tarde, pues, como tenía de noche tantos negocios, no había rezado y habría entonces de rezar. Y que el dicho Albornoz, riéndose, respondió a la dicha persona: qué poco ha leído vuesa merced, sepa que ésto de rezar, son opiniones. Y respondiéndole la dicha persona que él tenía por pecado decir misa sin rezar, el reo le respondió: déjese de éso, Y vio la dicha persona que sin rezar las horas canónicas celebró y dijo misa. Y que otra vez, dijo a cierta persona, que le dijo que no dijese misa sin rezar, eso de rezar son opiniones.

Ytem, hay información que no reza las horas canónicas, ni le ven breviario en las manos: y que de ésto hay escándalo entrre los que lo saben y conocen.

Ytem, que diciéndole: que parecía mal, siendo sacerdote, que no rezase, y dijese cada día misa sin rezar el oficio y horas canónicas. Y que no tomaba breviario en las manos. Y que mirase que parecía mal, pues el no rezar era opinión de algunos herejes. Respondió el dicho Albornoz: quítese de ahí que no sabe lo que dice, que eso de rezar es opinión de doctores. De las cuales palabras se escandalizó mucho aquella persona. (f. 41) Lo cual está calificado por herejía luterana de un hereje llamado Ubicleph.

Ytem, hay información de que pretendió y procuró prender al dicho nuestro comisa­rio, sobre decir que cierta india se le había ido a quejar que la abía descalabrado y sacado un poco de sangre. Ytem, diciéndole cierta persona, que no tenía jurisdicción en las causas criminales contra el comisario y oficiales del Santo Oficio, respondió: que sí que tenía, que él no sabía ni había visto derecho en contrario, que le declarase la dicha persona los privi­legios que tenían los comisarios. Y diciéndole la dicha persona, que la pidiese a los inquisidores que en el Santo Oficio se la mostrarían. Respondió el dicho reo: mal hecho es, que pretende nadie ser exento del ordinario el cual es inquisidor ordinario, y yo también soy inquisidor ordinario y en nombre del obispo puedo conocer de las causas que conoce el Santo Oficio por vía de Inquisición, y así lo he hecho y haré cuando se ofrezca porque así tengo práctica de ello, que en España se hace en todos los obispados.

Ytem, que ha hecho grandes amenazas al dicho comisario después que entendió que se hacía info1mación contra él, diciendo que le había de tomar residencia de ciertos negocios que había tenido antes que fuese comisario.

Ytem, que ha hecho informaciones sobre cosas tocantes al Santo Oficio: y diciéndole ciertas personas que no las podía hacer, pues había comisario del Santo Oficio en aquella ciudad, respondió: que muy bien lo podía hacer y que él sabía lo que hacía: y compelía a los testigos por censuras que declarasen ante él, y les encargaba el secreto debajo de jura­mento. Ytem, queriendo tomar juramento a cierta persona, la dicha persona le advirtió que

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era negocio del Santo Oficio y que no había de declarar ante él sino ante el comisario. Y este reo le respondió, que el obispo era inquisidor y que él era su juez y podía conocer de aquella causa; y rehusando la dicha persona de declarar ante él le mandó con censuras que declarase. Y que estando declarando entendió de este reo, que quisiera que declarara más de lo que había visto e oído a la dicha persona contra quien deponía.

Ytem, hay información que después de llegado a esta ciudad dijo al alcaide del Santo Oficio, que era inquisidor general y no tenía culpa para tenello preso.

Ytem, se halló en la prisión del dicho comisario y le tuvo asido de los brazos hasta que echaron los grillos.

Ytem, que sin ser graduado en ningunn facultad se ha intitulado (f. 41 v) llamad.o y finnado licenciado. Confiesa que se graduó de bachiller en la Universidad de Vallid (Va­lladolid??) y que es licenciado por reescripto, y que le dió el título un abad de frailes bemardos de un lugar llamado Pe/ayos.

Este reo está preso en las cárceles secretas y se le ha puesto acusación, y está negativo en todo. Y en este estado está.

Otra información contra Luis Darmas, clérigo presbítero, el cual fue con el obispo a prender al dicho comisario y echó mano del y le llevó asido hasta que le encarcelaron en una cárcel muy húmeda y oscura. Y le tuvo de las piernas hasta que le echaron los grillos, y le dijo palabras injuriosas dando al dicho comisario de punadas y enpellones. Y fueron tantos los malos tratamientos que el dicho Luis Darmas y el dicho Albornoz hicieron al dicho comisario, y palabras injuriosas que le dijeron, que fue necesario que el obispo los echase de allí mandándolos que callaran.

Ytem, dijo el dicho Luis Darmas a cierta persona: qué os parece que os tengo al comisario del Santo Oficio y no lo dejaré hasta dar cabo del, y todo lo hago por amor del amigo: significándole que lo decía por el canónigo Villalón, enemigo del dicho comisario.

Asimismo, hay información de que ha querido persuadir al obispo que puede castigar a los inquisidores si delinquieran -que así lo ha dicho y porfiado delante de muchas perso­nas- que no solamente podía proceder el obispo contra el comisario, sino contra los inquisidores. Y diciéndole cierta persona que aquello no quería creer, dijo el reo: yo si creo. Y que lo susodicho pasó en presencia del obispo del Cuzco. Y hay información de otras palabras de cosas que ha dicho y hecho contra el dicho comisario.

Está preso en este Santo Oficio en la cárcel claustral donde se ponen los familiares. No se ha entendido con él hasta ahora, porque ha poco que llegó hacerce proceso en fonna y justicia en su causa.

Ytem, hay otra info1mación -acerca de la prisión del dicho comisario- contra un Alonso Durán que fue fiscal del señor obispo en la dicha prisión y malos tratamientos que le hicieron al comisario. Y contra un Bejarano, clérigo. Los cuales están mandados parecer en este Santo Oficio y hacerse acerca de ellos lo que pareciere que convenga.

(f. 42) Para asentar estos negocios del Cuzco con el obispo, el cual no deja entrar en la iglesia al canónigo Quiroga nuestro comisario y ha mandado que no le acudan con cosa alguna de su prevenda, habemos escripto al obispo dos cartas exortándole y pidiéndole por merced soltase al comisario Pedro de Quiroga y nos remitiese los procesos o causas, si alguna tenía, contra él, que nosotros haríamos justicia; y no permitiese ni diese lugar a semejantes nego­cios, que eran en gran daño y perjuicio del Santo Oficio y de los negocios que en el se tratan.

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E inviámosle la Cédula de su Majestad en que manda que nos remita los negocios tocantes a herejía, apostasía o dependientes dellos . Y otra cédula para que, de favor , de ayuda al Santo Oficio. Y hasta ahora no ha hecho más que enviarnos seis informaciones contra el dicho comisario. Dos de ellas se comenzaron hacer dos días antes que le prendiese y tres, el mismo día que le prendió, y la otra, en la que él quiere fundar su intención, dos días después que le tuvo preso: que es , sobre la razón que el dicho obispo del Cuzco hizo cabeza de proce­so diciendo que: un Juan de Betanzas andaba armado y que en su casa tenía tapiadas y cerradas sus ventanas, diciendo que había de matar al dicho comisario Pedro de Quiroga. Y que para saber y averiguar la verdad de lo susodicho mandaba hacer informaciones de la causa, y mando que su notario hiciese la infonnación; y el dicho notario, tomó su dicho y declaración al dicho Juan de Betanzas el cual declara: que una india le dijo, que el dicho Pedro de Quiroga le hacía traición y alevosía y cometía adulterio con su mujer y cerca desto, hace cierta infonnación, la cual tenemos entendida ser hecha a instancia del obispo por pasiones e intereses que tiene con el dicho comisario. Y asi, acerca desto como de lo demás, se harán las diligencias necesarias para haber y averiguar la verdad. Y se hará justicia.

Hemos dado caitas de edicto para que las personas que se sintieren agraviados o pretendieren en casos criminales pedir alguna cosa al dicho comisario parescan ante nos, que nos les oiremos e guardaremos su justicia señalándoles tiempo; con el aprovechamiento, de

· que si no pareciesen se verá y se hará justicia (f. 42v), y lo mismo haremos con las personas que parecieron ser interés putantes. Y procuraremos por la mejor vía y forma que pudieremos que cesen semejantes negocios con el obispo y asentallo de manera, que no perdieron el Santo Oficio de su autoridad, se de buena edificación en el pueblo. Y de lo que más sucediese avisaremos a Vuesa Señoría.

Después desto había tres o cuatro días que tuvimos carta del comisario de la ciudad de León de Guánuco en que nos avisa, que un vicario que tiene allí el arzobispado en esta ciudad -que se llama el Br. Torres- había publicado una caita de edicto, en que por ella mandaba que viniesen a denunciar y declarar ante él las cosas y negocios de herejía y otras cosas reservadas al Santo Oficio, y nos envió un traslado del dicho edicto: lo cual visto, mandamos llamar al licenciado Malina, provisor del dicho arzobispo, y le leímos el traslado del dicho edicto; y de palabra le dijimos como ya otras veces le habíamos dicho que aquellos casos y negocios se quitasen de los edictos y que aquello había ahora de nuevo, que de nuestra parte dijese al arzobispo que lo mandase quitar. El nos dijo que por orden del arzobispo no se había hecho aquello, y que lo que le habíamos antes dicho estaba remediado pero que él lo trataría con el arzobispo. Y luego, otro día vino el dicho provisor a la Sala de Audiencia y nos dijo lo mismo, que el arzobispo no sabía nada de aquello y que lo remediaría con enviar a cada vicario el edicto que se hubiese de publicar para que cesasen aquellos inconvenientes.

A nuestro parecer, como por vía de reconvención, hizo demostración de una cédula original del Rey nuestro señor y señalada de ocho rúbricas, que dos de ellas conoció el secretario: la primera es del señor licenciado don Juan de Ovando y la otra del señor licenciado Castro, refrendada de Francisco de Eraso. Su tenor es el siguiente.

"El Rey. Muy reverendo padre en Cri sto señor arzobispo de la Ciudad de los Reyes, de Nuestro Consejo aquí se ha tenido aviso que en algunas partes del Delfinado y tierras del duque de Saboya (f. 43) andan predicadores luteranos disfrazados , y que al presente hay uno

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que es ele Niza preso en Monclobi y ha confesado estar en Alejandría, Pavia y Veneca y otras tierras ele Italia platicando secretamente sus errores. y que iban con determinación de em­barcar para las Indias donde eran encaminados otros ele su secta. El reo está obstinadísimo y dice, no llevar otro dolor si muere que no poder ciar noticia ele su religión en esas partes.

Y aunque se entiende estar a otro cargo, conviene al servicio ele Dios y bien de las almas que están a vuestro cargo encomendar a vuestro celo y cuidado este negocio de mucha consideración e importancia. Os ruego y encargo que esteis muy vigilantes en ello y con todo secreto y diligencia hagais inquirir y saber, si ha llegado a vuestra diócesis o están en ella algunos de estos falsos y dañinos ministros o personas sospechosas de Nuestra Santa Fe Católica, y proveaís por todas las vías que pudiereis el remedio que es necesario y conviene al servicio de Dios Nuestro Señor y que sean castigados conforme a sus delitos y excesos, y de lo que en ello hicieres nos daréis aviso. Fecha en Madrid a veinte de julio de 1574. Yo el Rey. Por mandado de su Majestad Antonio de Eraso".

Tenemos entendido que la misma carta escribió su Majestad a todos los prelados de las Indias. Como este negocio incumbe personalmente al cuidado, diligencia y jurisdicción de la Inquisición y como su Majestad por sus reales cédulas que Vuesa Señoría nos dio y ha enviado encarga y manda a los dichos obispos remitan las dichas causas al Santo Oficio y no se entremetan más en ellas, parece que el escribir su Majestad esto ahora es contra las cédulas primeras y con ello se da ocasión a los dichos obispos, de que remitan con menos voluntad las dichas causas y que se quieran de nuevo entrometer en ellas: lo cual podría ser causa de que fuese de poco fruto el trabajo que hemos tenido en asentar este Santo Oficio.

En cuanto a este artículo, en alguna manera entendemos que han querido los señores del Real Gobierno de Indias favorecemos poco en esto , pues se hizo -a lo que parece- sin dar noticia de ello a Vuesa Señoría a quien pertenece.

246 Revista Andina, Año 15