Signos 49 Septiembre 2008

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REVISTA CRISTIANA DE DIVULGACIÓN Y REFLEXIÓN No. 49 Septiembre 2008 ¡La imaginación al poder! A 40 años del Mayo 68 Los latinoamericanos y la buena pobreza La teología como carta de amor ¿Por qué Jesús no quiso tomar vino en la cruz? SIGNOS SIGNOS D E V I D A

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La teología como carta de amor ¡La imaginación al poder! A 40 años del Mayo 68 Los latinoamericanos y la buena pobreza REVISTA CRISTIANA DE DIVULGACIÓN Y REFLEXIÓN No. 49 ■ Septiembre 2008

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REVISTA CRISTIANA DE DIVULGACIÓN Y REFLEXIÓN No. 49 ■ Septiembre 2008

¡La imaginación al poder!

A 40 años del Mayo 68

Los latinoamericanos y la buena pobreza

La teología como carta de amor

¿Por qué Jesús no quiso tomar vino en la cruz?

SIGNOSSIGNOSD E V I D A

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O t r O s A r t í c u l O s

11 Buenas nuevas de paz y derechos humanos

17 La historia deL ecumenismo en américa Latina

23 anúncio de Boas novas e vida de amor

25 EcumEnismo y pEntEcostalismo En américa latina

29 las iglEsias pEntEcostalEs y las iglEsias históricas: convivEncias En El clai

33 La imaginación aL poder: a cuarenta annos deL mayo 68

36 carLos monsiváis: siempre uBicuo, nunca predeciBLe

SIGNOS DE VIDASegunda época

Nº 49 - Septiembre 2008

Signos de vida es una revista informativa y de análisis publicada tri-

mestralmente por el Consejo Latinoamericano de Iglesias (CLAI).

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son de su exclusiva responsabilidad y no reflejan necesariamente

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C O N T E N I D O

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¿por qué jEsús no quIso tomAr VIno En lA cruz?Ariel Álvarez ValdésSegún los evangelios, cuando crucificaron a Jesús le ofrecieron de beber en dos oportunidades. La segunda vez, la más conocida, tuvo lugar cuando Jesús ya estaba colgado en la cruz, a punto de expirar.

los lAtInoAmErIcAnos y lA buEnA pobrEzAInés Riego de Moine¿No deberíamos, entonces, añadir la pobreza a nuestro inventario de identidades?

lA tEologíA como cArtA DE Amor Ángel Darío CarreroPocos son los creadores de una ruptura epistemológica... La teología en América Latina y el Caribe se car-acterizaba por repetir o sintetizar pensamientos foráneos. Gutiérrez crea, a fines de los años sesenta, un método teológico para América Latina.

HIstórIA Dos DogmAs, HIstórIA DA tEologIA, HIstórIA Do pEnsAmEnto crIstÃoJoachim H. FirschelHá di fe ren tes pro pos tas e ên fa ses de abor da gem des sa his tó ria. As di fe ren ças evi den ciam-se na es col ha dos con cei tos. En con tra mos as ex pres sões “His tó ria dos dog mas”, “His tó ria da dou tri na cris tã”, “His tó ria da teo lo-gia” e “His tó ria do pen sa men to cris tão”. Po de ría mos acres cen tar ain da a ex pres são “His tó ria das idéias da re li-gio si da de po pu lar cris tã”.

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C O N T E N I D O30 años de ecumenismo

En septiembre de 2008 el Consejo Latinoamericano de Iglesias cumplió 30 años de mani-festación ecuménica en América Latina y el Caribe. Desde Oaxtepec (México) en 1978 cuando se celebró una gran reunión de iglesias evangélicas, se planteó la necesidad de

tener un organismo de consulta y de coordinación de actividades comunes, sin ningún tipo de autori-dad sobre sus miembros para determinar cuestiones de doctrina, gobierno o práctica del culto. Con ese espíritu surgió el CLAI.

Desde febrero de 2008 el CLAI entiende que la manera más acertada de desarrollar su misión es a través de la organización de mesas nacionales donde participan activamente no solamente personas sino las mismas iglesias y organismos ecuménicos, y no ecuménicos.

La realidad política de las democracias pactadas en América Latina está cambiando de manera acelerada: ocho de diez países de América del Sur tienen gobiernos alternativos; en América Central de seis países, cuatro están en la misma línea, con la posibilidad de que el quinto gobierno alterna-tivo sea el de El Salvador a inicios del 2009.

Pero dicho proceso se llevó a cabo, en la mayor parte de estos países, sin la participación de las iglesias. Muchas iglesias de carácter ecuménico se mantienen indiferentes y algunas incluso toman posiciones bastante críticas frente a los horizontes de cambio. En el campo político, la victoria en las urnas no garantiza a estos gobiernos la autoridad para ejercer el poder. Para impedirlo se crean fuertes conflictos internos que polarizan a la sociedad; alrededor de un 70% de la población a favor de los cambios y un 30% en contra. Si bien en democracia la mayoría vence, en el ejercicio del poder esto no es necesariamente así.

En este contexto las iglesias del CLAI reclaman un instrumento de análisis. Estamos viviendo una nueva época, identificada por algunos como el kairós de Dios. Nuevos tiempos que implican un logro o una conquista de mayor participación política y respeto a las autonomías; nuevos tiempos que vienen cargados de polarizaciones que paralizan la sociedad. De manera muy especial entendemos que como cristianos y cristianas nos es imperativo manifestarnos frente a esta realidad. En las reuniones con líderes religiosos son muchas las voces que dicen que las iglesias deben salir del silencio y exteriorizarse en gestos públicos, como ir a la plaza y orar por el país. La oración vuelve a reclamar su lugar en los hechos.

Las iglesias ecuménicas entienden el deber de partir del principio teológico de que tenemos un compromiso con el Dios de la Vida y su deseo de que todos/as gocen de una vida plena. Y en ese sentido hay que crear nuevos espacios para visibilizar la presencia y manifestación ecuménica, vincu-lándonos a otros sujetos sociales para tratar temas como los conflictos de frontera, los conflictos por la polarización interna, la realidad de la migración que empobrece nuestros países de recursos huma-nos y que representa una salida particular a la falta de oportunidades de desarrollo en nuestras tierras, el desplazamiento forzado por conflictos de tierra y de guerra como el caso de Colombia, la defensa de los derechos humanos, el combate al trabajo infantil.

El nuevo momento exige nuevos desafíos al ecumenismo. De él no se espera solamente declara-ciones, sino que se oriente por ¿Cómo podemos ayudar a nuestra gente a salir de la pobreza? Lo que las iglesias reclaman es rescatar el Ecumenismo de Servicio, además de tener instrumentos de obser-vación y análisis de la realidad, tomando en cuenta la reflexión científica y teológica acerca de temas importantes en la actualidad.

Con ese espíritu de apoyo a la reflexión en tiempos de cambio, ofrecemos este ejemplar de la revista SIGNOS DE VIDA. Deseamos que esa revista no sea solamente un instrumento del emisor hacia los receptores/as, sino que pueda despertar también en ustedes reflexiones, y nos gustaría mucho recibirlas en un artículo (máximo 4 páginas A4) o en un comentario para nuestra página web (www.claiweb.org).

Con el deseo de que Dios siga bendiciéndonos a todos y todas con paz y bien,

P. Nilton GieseDirector del Departamento de Comunicaciones del CLAI

Apun

tes d

el Di

recto

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De dón de sa ca ron ese vi na gre? San Juan nos da la res pues ta. Ex pli ca que cer ca de la cruz “ha bía una va si ja lle na de vi na gre” (Jn 19,29).

No se tra ta del vi na gre que em plea mos no so tros co mo ade re zo en nues tras me sas (que, sin du da, es in to ma ble), si no de una es pe cie de mos to áci do y agrio, que los sol­da dos ro ma nos so lían usar co mo be bi da. La Bi blia men­cio na va rias ve ces es te vi na gre co mo al go de li cio so (Nm 6,3; Rt 2,14). ¿Con qué in ten ción se lo die ron a Je sús? El tex to bí bli co no lo di ce. Qui zás pa ra rea ni mar lo, al

ver que se mo ría tan rá pi da men te. O qui zás pa ra ace le­rar su muer te, ya que se gún una an ti gua creen cia, la muer te de un cru ci fi ca do se ace le ra ba al dar le de be ber. O tal vez pa ra mo far se de él. Pe ro sea cual fue re la ra zón, lo cier to es que se tra tó de un ac to hu mi llan te y ofen si vo.

An tes de su bir a la cruzPe ro hay otra be bi da an te rior que tam bién le ofre cie­

ron a Je sús du ran te su pa sión, cuan do lle gó a la co li na

F E Y b I b L I Aariel Álvarez valdés

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¿Por qué Jesús no quiso tomar vino

en la cruz?Se gún los Evan ge lios, cuan do cru ci fi ca ron a Je sús le ofre cie ron

de be ber en dos opor tu ni da des. La se gun da vez, la más co no ci da, tu vo lu gar cuan do Je sús ya es ta ba col ga do en la cruz,

a pun to de ex pi rar, y uno de los pre sen tes le acer có a la bo ca una ca ña con una es pon ja em be bi da en vi na gre.

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del Gól go ta acom pa ña do por los sol da dos ro ma nos pa ra ser cru ci fi ca do jun to a los dos la dro nes. Mien tras lo des­ves tían, di ce San Mar cos que “in ten ta ron dar le vi no con mi rra, pe ro él no lo to mó” (Mc 15,23). Ma teo, en vez de mi rra, di ce que “le ofre cie ron vi no mez cla do con hiel; pe ro él, des pués de pro bar lo, no lo qui so to mar” (Mt 27,34).

Así pues, se gún los evan ge lis tas ci ta dos, dos di fe ren­tes be bi das le fue ron ofre ci das a Je sús: una, an tes de la cru ci fi xión; y otra, cuan do ya es ta ba cla va do en la cruz. La pri me ra era vi no; la se gun da, vi na gre. No qui so to mar la pri me ra; la se gun da, no sa be mos si la to mó o no (só lo Juan 19,30 di ce que sí la be bió).

De la que nos ocu pa re mos aquí es de la pri me ra be bi­da: el vi no.

El vi no de las se ño ras¿Por qué le ofre cie ron vi no a Je sús? An ti gua men te,

exis tía la cos tum bre de dar de be ber a los con de na dos a muer te un sor bo de vi no mez cla do con aro mas, pa ra anes te siar los y dis mi nuir en par te los te rri bles su fri mien­tos que les es pe ra ban. Ya en el An ti guo Tes ta men to se de cía: “Dad be bi das al co hó li cas al que es tá por mo rir, y vi no al que vi ve amar ga do; que be ba, ol vi de su mi se ria y no se acuer de más de su des gra cia” (Pro 31,6­7). Tam­bién sa be mos que en Je ru sa lén so lía ha ber un gru po de mu je res pia do sas que, co mo obra de ca ri dad, da ban de be ber a los con de na dos a muer te un va so de vi no fuer te con gra nos de in cien so, que ser vía co mo nar có ti co.

Es to ayu da a en ten der quién le ofre ció el vi no a Je sús. A pri me ra vis ta, pa re ce que hu bie ran si do los sol da dos ro ma nos, pe ro eso es im po si ble, ya que és tos no so lían mos trar cle men cia con los con de na dos. Quie nes lo hi cie­ron, pues, fue ron las mu je res pia do sas de la ciu dad que qui sie ron mi ti gar, al me nos en par te, sus pa de ci mien tos en la cruz.

¿Su frir co mo Dios man da?Va ya mos aho ra al te ma que nos in te re sa: ¿por qué,

se gún Mar cos, Je sús re cha zó el vi no que le die ron de be ber an tes de la cru ci fi xión?

Los es tu dio sos de la Bi blia han pro pues to va rias ex pli ca cio nes.

Unos pien san que el vi no que le ofre cían era un ges to de bur la, y que por eso no qui so pro bar lo. Pe ro ya vi mos que en la es ce na no hay nin gún de ta lle que in si núe que se es tén bur lan do de Je sús.

Otros opi nan que, al re cha zar el vi no, Je sús qui so de jar es ta ble ci da pa ra los cris tia nos la pro hi bi ción de be ber vi no. Si guien do es ta in ter pre ta ción, mu chas igle­sias y sec tas cris tia nas pro hí ben ac tual men te a sus fie les be ber al co hol, di cien do que se tra ta de un man da to del Se ñor. Sin em bar go, sa be mos que Je sús du ran te su vi da be bía nor mal men te, y que nun ca re cha zó el vi no que le ofre cían cuan do iba a co mer a al gún lu gar (Mc 2,16). In clu so sus ene mi gos le ha bían tra ta do de “bo rra cho” (Mt 11,19). Si Je sús nun ca des pre ció la ale gría de be ber un po co de vi no, ¿qué sen ti do te nía que, unas ho ras an tes de mo rir, se pro nun cia ra a fa vor de la “ley se ca”?

Una ter ce ra opi nión sos tie ne que, co mo el vi no que le ofre cie ron a Je sús era pa ra dis mi nuir los su fri mien tos de la cruz, Él no qui so be ber lo pa ra po der su frir al má xi­mo ca da de ta lle de su pa sión.

La pri va ción anun cia daPe ro es ta in ter pre ta ción tam po co pa re ce acep ta ble.

En efec to, di ce el Evan ge lio que an tes de su muer te, cuan do Je sús re za ba en el huer to de Get se ma ní, le pi de a Dios: “Pa dre, apar ta de mí es te cá liz” (Mc 14,36). O sea que el mis mo Mar cos afir ma que Je sús no bus ca ba ni de sea ba los su fri mien tos fí si cos. Na da, pues, ha ce pen sar que Je sús hu bie ra de sea do su frir al má xi mo los tor men­tos de la cruz. Y es di fí cil ima gi nar que fue ra su Pa dre quien le exi gie ra ex pe ri men tar has ta el fi nal ca da de ta lle del tor men to que le es pe ra ba.

Por lo tan to, es im pro ba ble pen sar que Mar cos con tó el re cha zo del vi no de par te de Je sús, pa ra mos trar que Él qui so su frir lo más po si ble en la cruz. ¿Cuál fue en ton­ces la ra zón de su ne ga ti va?

Qui zás la res pues ta se en cuen tre en un epi so dio de la úl ti ma ce na. Se gún Mar cos, la no che en que Je sús ce na ba por úl ti ma vez con sus após to les, to mó una co pa con vi no, y lue go de dar gra cias a Dios la pa só a sus dis cí pu­los pa ra que to dos be bie ran de ella, di cién do les: “És ta es mi san gre de la Alian za, que va a ser de rra ma da por mu chos”. Y agre gó: “Les ase gu ro que ya no vol ve ré a be ber del pro duc to de la vid has ta el día en que lo be ba de nue vo en el Rei no de Dios” (Mc 14,25).

por un com pro mi so ad qui ri doEs de cir, que la no che an tes de mo rir, Je sús be bió por

úl ti ma vez vi no con sus dis cí pu los, y les di jo que a par tir de ese mo men to ya no vol ve ría a ha cer lo has ta que el Rei no de Dios lle ga ra. Aho ra bien, sa be mos que el Rei no de Dios que dó inau gu ra do a par tir de la muer te y re su­rrec ción de Je sús (Mc 8,31). Por lo tan to, el pe río do en el que Je sús se com pro me tió a no be ber vi no es so la men­te el que va des de la úl ti ma ce na has ta su re su rrec ción, es de cir, el pe río do de su pa sión y muer te en la cruz.

¿Y por qué fue im por tan te pa ra Je sús no be ber vi no du ran te es ta eta pa? Cree mos que la res pues ta es: por que se con vir tió en un na zir.

¿Por qué le ofre cie ron vi no a Je sús? An ti gua men te, exis tía la cos tum bre de dar de be ber a los con de na dos a muer te un sor bo de vi no mez cla­do con aro mas, pa ra anes te siar los y dis mi nuir en par te los te rri bles su fri mien tos que les es pe ra ban.

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En efec to, el An ti guo Tes ta men to nos cuen ta que en tre los ju díos exis tía una ins ti tu ción re li gio sa, lla ma da na zi rea to, gra cias a la cual una per so na se con sa gra ba a Dios de ma ne ra es pe cial (Nm 6,1­21). Quien lo ha cía, que da ba con ver ti do en na zir (del ver bo he breo na zar = “se pa rar se”, “abs te ner se”). El na zir de bía com pro me ter se a no in ge rir vi no ni be bi das al co hó li cas du ran te cier to tiem po, ge ne ral men te el lap so de un mes. Tam bién se com pro me tía a no cor tar se el pe lo y a no acer car se a un ca dá ver. Así, el na zir se con ver tía en una per so na es pe­cial, sa gra da, y se po nía ca si a la al tu ra del Su mo Sa cer­do te del Tem plo, que du ran te su vi da no be bía vi no (Lv 10,9), no se acer ca ba a ca dá ve res (Lv 21,11), ni se cor ta­ba el ca be llo (Lv 21,5). Ter mi na do el pe río do de su con­sa gra ción, el na zir ofre cía un sa cri fi cio en el Tem plo, se cor ta ba el pe lo y vol vía a su vi da nor mal.

Co mien zan con San sónA lo lar go de la Bi blia en con tra mos mu chos na zi res

fa mo sos. El más an ti guo que co no ce mos fue San són (Jc 13,4­5; 16,17). Ya cuan do su ma dre es ta ba em ba ra za da de él, ella de jó de be ber vi no y be bi das al co hó li cas pa ra que su hi jo que da ra con sa gra do des de el vien tre ma ter no.

Tam bién Sa muel pa re ce ha ber si do un na zir. An tes de que él na cie ra, su ma dre lo con sa gró a Dios, y lue go de ha ber na ci do nun ca se cor tó la ca be lle ra (1 Sm 1,11) ni be bió vi no (1 Sm 1,11, se gún la ver sión grie ga).

Un ter cer na zir que en con tra mos en la Bi blia es un tal Yo na dab, hi jo de Re kab (2 Re 10,15­17). Era un fa ná ti co re li gio so que lle va ba una vi da es pe cial de con sa gra ción a Dios y se abs te nía del vi no. Su ce lo y su ejem plo de vi da fue ron tan gran des que sus se gui do res fun da ron una sec­ta re li gio sa ju día lla ma da los re ka bi tas. Si glos más tar de, en tiem pos del pro fe ta Je re mías, se guían exis tien do y abs te nién do se de be ber vi no (Jer 35,6­7).

El pro fe ta Amós (Am 2,11­12) cuen ta que en su épo­ca tam bién exis tían na zi res, pe ro que per die ron su con­sa gra ción por que las ten ta cio nes del mun do y las ma las com pa ñías los ha bían lle va do a be ber al co hol.

En tiem po de los ma ca beos (si glo II a.c.) vol ve mos a en con trar un gru po de na zi res muy preo cu pa dos: ha bían cum pli do el pe río do de su con sa gra ción y de bían ir al Tem plo de Je ru sa lén pa ra dar por fi na li za da su pro me sa, pe ro co mo di cho Tem plo ha bía si do pro fa na do, no sa bían qué ha cer ni a dón de ir (1 Mac 3,49­51).

pa blo en la pe lu que ríaEn tiem pos de Je sús el na zi rea to se guía vi gen te. Juan

el Bau tis ta, por ejem plo, es tu vo con sa gra do a Dios des de el vien tre ma ter no, nun ca be bió vi no ni li cor (Lc 1,15; 7,33), y vi vió en el de sier to ale ja do de to da im pu re za (Lc 1,80; 7,24).

Tam bién San Pa blo pa re ce ha ber he cho un vo to de na zir al fi nal de su se gun do via je, cuan do es tu vo en el puer to grie go de Cen creas, cer ca de Co rin to (Hch 18,18). Allí Pa blo se cor tó el pe lo an tes de con sa grar se, qui zás pa ra evi tar te ner lo des pués de ma sia do lar go. Y me ses más tar de, al fi nal de su ter cer via je, cuan do lle gó a Je ru­sa lén se pre sen tó en el Tem plo pa ra pa gar su ofren da y dar por con clui da su con sa gra ción. Ese día apro ve chó y pa gó tam bién las ofren das de otros cua tro na zi res, me nos pu dien tes que él (Hch 21,23­24).

Ve mos, pues, que el na zi rea to era una ins ti tu ción co no ci da y va lo ra da en el An ti guo Tes ta men to y tam bién en la épo ca de Je sús.

Con una fra se so lem neEs po si ble, pues, pen sar que cuan do el evan ge lis ta

Mar cos cuen ta que Je sús du ran te la úl ti ma ce na hi zo la pro me sa de abs te ner se de vi no, alu día a que esa no che Je sús qui so con sa grar se co mo na zir.

De he cho, la fór mu la que em plea Je sús es una afir ma­ción en fá ti ca (“Yo les ase gu ro”), se gui da de una fra se en pri me ra per so na (“que yo ya no be be ré”). Se tra ta de una

Es po si ble, pues, pen sar que cuan do el evan ge lis ta Mar cos cuen ta que Je sús du ran te la úl ti ma ce na hi zo la pro me sa de abs te ner se de vi no, alu día a que esa no che Je sús qui so con sa grar se co mo na zir.

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cons truc ción gra ma ti cal úni ca en to do el Evan ge lio de Mar cos, y ra rí si ma en los otros Evan ge lios (só lo Ma teo la usa un par de ve ces). Tal cons truc ción pa re ce, pues, te ner un sen ti do muy es pe cial, co mo si ex pre sa ra un com pro mi so so lem ne he cho por Je sús en ese mo men to. Ade más, las pa la bras que Je sús em plea (“ya no be be ré del pro duc to de la vid”) son ca si idén ti cas, en grie go, a las que em plea el li bro de los Nú me ros pa ra re fe rir se a la con sa gra ción del na zir (6,3­4).

Se gún Mar cos, pues, Je sús ha bría re suel to de di car las úl ti mas ho ras que le que da ban de vi da a con sa grar se co mo na zir. Y co mo las otras dos con di cio nes de su vo to (no cor tar se el ca be llo y no acer car se a un ca dá ver) po día cum plir las fá cil men te du ran te el tiem po que iba a es tar cru ci fi ca do, só lo le fal ta ba avi sar que se pri va ba del vi no, co sa que de jó en cla ro cuan do pro nun ció su fra se: “Les ase gu ro que ya no be be ré del pro duc to de la vid has ta el día en que lo be ba nue vo en el Rei no de Dios”.

Por eso, Mar cos cuen ta que, cuan do más tar de Je sús fue lle va do a la cruz pa ra cru ci fi car lo y le ofre cie ron vi no pa ra re du cir sus do lo res, él lo re cha zó. Por su con di ción de na zir no po día to mar lo.

La im por tan cia de no be berQue da por res pon der una pre gun ta: ¿por qué San

Mar cos qui so con tar que Je sús ha bía he cho esa con sa gra­ción ho ras an tes de su muer te?

Sa be mos que, de los cua tro evan ge lios, el de Mar cos es el que pre sen ta a Je sús de ma ne ra más hu ma na. Mien tras los otros evan ge lis tas des ta can más la di vi ni dad de Je sús, lo ele van, y lo des cri ben con más ras gos glo rio sos, Mar cos lo pre sen ta siem pre con ca rac te rís ti cas hu ma nas. A los lec­to res de Mar cos les re sul ta ba, pues, di fí cil en te rar se de que Je sús era al guien es pe cial. Apa re ce co mo un hom bre que co me y be be (2,16), que se eno ja (3,5), se duer me (4,38), se asom bra (6,6), so llo za (8,12), se in dig na (10,14), tie ne ham bre (11,12), ig no ra cier tas co sas (13,32). Es de cir, Je sús apa re ce en el evan ge lio de Mar cos co mo un hom bre or di na rio que ha ce co sas ex traor di na rias.

Por es to, Mar cos qui so in cluir, al fi nal de la vi da de Je sús, el de ta lle de que Él mu rió pri ván do se del vi no, pa ra de cir nos que ese hom bre su frien te que col ga ba de un ma de ro no era un mor tal cual quie ra, tor tu ra do por la sa ña de sus ene mi gos. Quien así mo ría era un con sa gra­do de Dios, un ser es pe cial, un hom bre san to, un pre di­lec to del Se ñor. Ese Je sús que a lo lar go del Evan ge lio de Mar cos ha bía apa re ci do tan hu ma no y cer ca no a los hom bres, aho ra, en el mo men to cul mi nan te de su exis­ten cia, se mos tra ba co mo real men te era: al guien de di ca­do a Dios de ma ne ra es pe cial.

Pe ro, mien tras los otros na zi res que se en tre ga ban a Dios me dian te un vo to, con cluían su con sa gra ción con el sa cri fi cio de al gún ani ma li to, Je sús con clu yó su con sa­gra ción con el sa cri fi cio más gran de que se pu do ofre cer: el sa cri fi cio de su pro pia vi da en la cruz. Fue el na zir más gran dio so de to dos.

Más que un de ta lle his tó ri co, el re la to de Je sús que re cha za el vi no es una idea teo ló gi ca. Es de cir, se tra ta de un con cep to re li gio so ex pre sa do a tra vés de una es ce na

his to ri za da. Pe ro ¿por qué Mar cos qui so con tar es ta idea a sus lec to res, que no eran de ori gen ju dío si no pa ga no, y que no en ten dían de ma sia das co sas so bre el na zi rea to? Qui zás por que la en con tró en la tra di ción an te rior a él, y por eso la con ser vó.

Re nun ciar al vi no por amor a la vi daJe sús no re cha zó el vi no an tes de mo rir pa ra de jar nos

la pro hi bi ción de be ber, co mo pre ten den al gu nos; Él ama ba la ale gría y la fies ta. Tam po co lo re cha zó pa ra po der su frir más en la cruz; no era ma so quis ta ni de vo to de los do lo res gra tui tos. El de ta lle de la ne ga ti va a be ber el vi no, con ta do por Mar cos, que ría ex pre sar que en el mo men to de su pa sión, Je sús se en tre gó a Dios, se con­sa gró to tal men te a Él, se pu so ab so lu ta men te en sus ma nos, y que Dios lo acep tó, lo acom pa ñó, y es tu vo con él to do el tiem po que du ró su ago nía.

En las ho ras do lo ro sas de to da vi da hu ma na, los hom bres so le mos eno jar nos con Dios por que lo ima gi na­mos le ja no o, cuan do me nos, in di fe ren te a nues tro do lor. Es di fí cil creer en Dios cuan do uno tie ne su pro pia cruz y sien te su car ne des ga rra da. Pe ro si, a ejem plo de Je sús, en esos mo men tos apren de mos a ha cer un ac to de con­sa gra ción a Dios, si nos aban do na mos en sus ma nos, si de ci di mos con fiar en Él con tra to das las apa rien cias, en ton ces uno se vuel ve un na zir, la vi da de uno se ele va, ad quie re una gran de za in sos pe cha da y ya nun ca vuel ve a ser co mo an tes.

Cuan do vi vi mos un do lor con la men te pues ta en Dios, el do lor no nos vuel ve des di cha dos, si no con sa gra­dos. Es el men sa je de Aquél que se abs tu vo del vi no an tes de mo rir.sv

Ariel Álvarez Valdéz es sacerdote y biblista argentino.

El de ta lle de la ne ga ti va a be ber el vi no, con ta do por Mar cos, que ría ex pre sar que en el mo men to de su pa sión, Je sús se en tre gó a Dios, se con sa gró to tal men te a Él, se pu so ab so lu ta men te en sus ma nos, y que Dios lo acep tó, lo acom pa ñó, y es tu vo con él to do el tiem po que du ró su ago nía.

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E N T R E V I S T AÁngel darío carrero

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Gustavo Gutiérrez

La teo lo gía co mo car ta

de amor

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Po cos son los crea do res de una rup tu ra epis te­mo ló gi ca. En el cam po de la fi lo so fía oc ci den tal mo der na, fue ron crea do res Des car tes, Kant,

He gel, Marx, Hei deg ger. En teo lo gía des ta ca ron To más de Aqui no, Lu te ro, Bult mann, Rah ner. Gus ta vo Gu tié rrez abrió un ca mi no nue vo y pro me te dor pa ra el pen sa mien­to teo ló gi co, des cu brió una nue va ma ne ra de ha cer teo lo­gía’. Son pa la bras cer te ras del teó lo go Leo nar do Boff.

La teo lo gía en Amé ri ca La ti na y el Ca ri be se ca rac te ri­za ba por re pe tir o sin te ti zar pen sa mien tos fo rá neos. Gu tié rrez crea, a fi nes de los años se sen ta, un mé to do teo­ló gi co des de la Amé ri ca La ti na po bre y opri mi da, y pa ra ella. Dio a es ta re fle xión de la fe des de el re ver so de la his to ria, el nom bre de teo lo gía de la li be ra ción.

Su ra dio de pro yec ción ha si do ver da de ra men te im pre sio nan te: des de la teo lo gía ne gra, in dia, asiá ti ca, fe mi nis ta, eco ló gi ca y de las re li gio nes has ta la teo lo gía ju día y pa les ti na de la li be ra ción, Gus ta vo es el pri mer la ti noa me ri ca no en si tuar se de tú a tú en tre los gran des crea do res de la his to ria de la teo lo gía.

El pa sa do 28 de ma yo, la Uni ver si dad Cen tral de Ba ya món que di ri gen los Pa dres Do mi ni cos unió su re co­no ci mien to, al con ce der a Gus ta vo Gu tié rrez un Doc to ra­do Ho no ris Cau sa, a esa au tén ti ca plé ya de de re co no ci mien tos in ter na cio na les re ci bi dos por el teó lo go, en tre ellos el pres ti gio so Pre mio Prín ci pe de As tu rias. El pa dre Gus ta vo Gu tié rrez lle gó así por pri me ra vez a Puer­to Ri co, en la an te sa la de sus ochen ta años de vi da y del cua ren ta ani ver sa rio del em ble má ti co do cu men to ecle sial la ti noa me ri ca no, Me de llín.

¿Cuán do co mien za a asu mir, co mo pun to de par ti­da de la teo lo gía, la rea li dad de la vio len cia y de la po bre za en La ti noa mé ri ca y el Ca ri be?

Co men cé a tra ba jar en mar zo del 64. Hu bo una reu­nión con vo ca da por Iván Illich. Lo co no cí cuan do es ta ba to da vía en Puer to Ri co en el año 60. Fue Iván quien ci tó a una reu nión muy in for mal en Pe tró po lis pa ra que di jé­ra mos có mo veía mos el tra ba jo de la teo lo gía en Amé ri ca La ti na.

¿Y cuál fue su apor te?Ha blé de teo lo gía co mo una re fle xión so bre la pas to ral

y so bre la vi da cris tia na. Eso que for mu lé más tar de co mo re fle xión crí ti ca so bre la pra xis a la luz de la fe.

¿Lo pri me ro que sur ge es el es ta ble ci mien to de un mé to do que par te de la vi da real pa ra ilu mi nar la a la luz de la Pa la bra y abrir ca mi nos con cre tos de li be ra­ción?

Así es. Yo me pa sé prác ti ca men te to dos mis es tu dios de teo lo gía su ma men te preo cu pa do en la cues tión del mé to do. De ahí la fra se: ‘nues tra me to do lo gía es nues tra es pi ri tua li dad’.

El te ma de la cer ca nía a los po bres no es nue vo, pe ro sí lo es la in da ga ción en las cau sas de la po bre za y la lu cha con tra la po bre za co mo par te de la iden ti­dad cris tia na. ¿Cuán do co mien za es ta tran si ción?

Me in vi ta ron a ha blar so bre la po bre za en Mon treal, en el año 67. Que ría to mar dis tan cia res pec to de Voi llau­me, el au tor de En el co ra zón de las ma sas, por que él evi ta ba cual quier pers pec ti va de ma sia do so cial en tor no a la po bre za; pe ro la ver dad es que no se pue de evi tar el he cho so cial. Ha blé de tres no cio nes bí bli cas so bre la po bre za: la pri me ra, la po bre za real o ma te rial, vis ta siem­pre co mo un mal. La se gun da es la po bre za es pi ri tual, co mo si nó ni mo de in fan cia es pi ri tual: la po bre za es pi ri­tual es po ner mi vi da en las ma nos de Dios. El des pren di­mien to de los bie nes es con se cuen cia de la po bre za es pi ri tual. Y la ter ce ra di men sión es la so li da ri dad con los po bres con tra la po bre za. Voi llau me ha bla ba de que ha bía que ser po bre. Sí, muy bien, ¿pe ro pa ra qué? ¿Qué sen ti­do tie ne ser lo? No es úni ca men te pa ra san ti fi car me yo. Ha bía que plan tear se lo que es te re que ri mien to sig ni fi ca pa ra el otro.

¿Al gún otro ele men to im por tan te de es ta ar qui tec­tó ni ca ini cial?

Una preo cu pa ción: ¿có mo anun ciar el evan ge lio hoy? La teo lo gía se ha ce pa ra anun ciar el evan ge lio, al ser vi cio de la Igle sia, de la co mu ni dad. De ma sia das fa cul ta des pien san en la teo lo gía co mo una me ta fí si ca re li gio sa, no co mo anun cio his tó ri co de li be ra ción.

¿Cuán do co mien za a lla mar se ‘teo lo gía de la li be­ra ción’ a es te nue vo mo do de pen sar la fe des de la pers pec ti va del po bre y del ex clui do?

Es to se rá el 22 de ju lio de 1968 en Chim bo te, Pe rú. Me pi die ron ha blar de ‘teo lo gía del de sa rro llo’ y me ne gué. Les di je que ha bla ría de teo lo gía de la li be ra ción, que era más per ti nen te a nues tro con tex to. Otra co sa que es ta ba de mo da era la ‘teo lo gía de la re vo lu ción’, res pec to de la cual tam bién to mé dis tan cia. El pe li gro de es ta teo­lo gía ra di ca ba en que pre ten día cris tia ni zar un he cho po lí ti co.

A di fe ren cia de otros, us ted nun ca es tu vo de acuer­do con par ti dos o gru pos co mo la De mo cra cia Cris tia­na ni con Cris tia nos por el so cia lis mo, aun que acen tua ba la di men sión po lí ti ca de la fe. ¿Por qué?

Nun ca me gus tó que se usa ra lo cris tia no co mo ad je­ti vo. Lo cris tia no es un sus tan ti vo. Siem pre di je: ‘soy cris­tia no por Cris to, no por el so cia lis mo’. Que co mo cris tia no al guien ha ga una op ción por el so cia lis mo es otra co sa, pe ro no pue do de du cir el so cia lis mo por el ca mi no de la Bi blia. Des de la Bi blia de duz co la op ción por la jus ti cia, la op ción por el po bre. La gen te, cuan do no en tien de es to, di ce: ‘Oye, pe ro tú nie gas la po lí ti ca, es tás

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del la do con tra rio’. Yo res pon do que tam bién creo en la au to no mía de lo so cial y lo po lí ti co.

¿Cuán do co mien za la idea de for mar el li bro que se con ver ti rá en el tex to fun da cio nal de la teo lo gía la ti noa me ri ca na con tem po rá nea: Teo lo gía de la li be ra­ción. Pers pec ti vas?

En rea li dad, no pen sé pro pia men te en es cri bir un li bro. Uno tra ba ja en los te mas que le in te re san y po co a po co, el tex to va sa lien do. Al co mien zo de1969, po co des pués de Me de llín, una co mi sión ecu mé ni ca so bre te mas de de sa rro llo me in vi tó a Gi ne bra. En ton ces re tra­ba jé la po nen cia que ha bía en tre ga do en Chim bo te y así lo se guí am plian do.

¿Tu vo ofer ta de al gu na edi to rial con cre ta?No, pe ro pa só Mi guel d’Es co to, de Maryk noll, que

aca ba ba de fun dar ‘Or bis Books’. Vio el li bro y me di jo ‘lo pu bli co’. Fue el pri mer li bro pu bli ca do por es ta edi to rial. Lo hi zo tra du cir y lo pu bli có en 1973, y ha si do el li bro más ven di do de esa edi to rial. Lue go pa sa el edi tor de ‘Sí gue me’, en Es pa ña, y ocu rre lo mis mo. Otro que se in te re só fue Gi be lli ni. La edi ción ita lia na es in clu so an te­rior a la es pa ño la. Ya es tá tra du ci do co mo a diez o do ce len guas, en tre ellas tam bién al viet na més y al ja po nés.

¿Cuál es la opo si ción prin ci pal que re ci be el li bro?

Yo di ría que más que opo ner se al li bro, se opo nían ya a la teo lo gía de la li be ra ción. Mu cha gen te es ta ba es cri­bien do. Se cri ti ca ba el en fo que mar xis ta del aná li sis de la rea li dad, pe ro yo no me sen tía alu di do. Aho ra bien, la opo si ción más fuer te que he mos te ni do no ha si do la de la Igle sia, si no la de al gu nos com po nen tes de la so cie dad ci vil, la de los po de res fác ti cos, eco nó mi cos, mi li ta res, po lí ti cos.

La dis cu sión abier ta es sig no de una teo lo gía que di ce al go al hom bre y a la mu jer de hoy, que ge ne ra diá lo go crí ti co, no só lo al in te rior de la igle sia, si no con la so cie dad.

Bue na par te de las reac cio nes vie nen de la aco gi da que tu vo. Si me hu bie ra que da do en un am bien te de in te lec­tua les, mi obra no hu bie ra te ni do es te im pac to. Hu bo una aco gi da de la ba se, in clu so con ex pre sio nes que a mí nun­ca me han con ven ci do, pe ro que na cen de la bue na vo lun tad, que di cen: ‘yo soy de la teo lo gía de la li be ra­ción’. Pe ro la teo lo gía de la li be ra ción no era ni es un club en el que uno se ins cri be, ni un par ti do. Se can ta ban co mo sus miem bros y lue go de cían lo que que rían y no siem pre es to co rres pon día con lo que uno pen sa ba. Son co sas ine vi ta bles.

Pe ro tam bién hay una ne ce si dad de en con trar fa llas a una teo lo gía que pro ve nía del Sur.

Un pe rio dis ta nor tea me ri ca no me pre gun tó: ‘¿Qué pien sa la teo lo gía de la li be ra ción de es te pro ble ma mun­dial?’. Le di je: ‘¿Us ted cree que es to es un par ti do po lí ti co y que yo soy el Se cre ta rio Ge ne ral? Pues no’. Tam bién le di je: ‘A que us ted no le pre gun ta a Metz (Juan Bau tis ta) qué pien sa la teo lo gía po lí ti ca eu ro pea de es te pro ble ma mun dial. A él no, pe ro a es ta teo lo gía, sí. Cla ro, por que aque llo sí es teo lo gía, da do que Metz es ale mán’. Al gu nas per so nas reac cio na ban de es te mo do por que pen sa ban que al go que pro vie ne de Amé ri ca La ti na tie ne que te ner fa llos gran des que de ben en con trar los a co mo dé lu gar. Si es la ti noa me ri ca no, tie ne que ha ber al gu na po si ción ra ra. Lo que quie ren es co si fi car una teo lo gía.

Si uno se de ja lle var só lo por lo que es tá es cri to en la pren sa, tal pa re ce que us ted ha si do con de na do por la Igle sia. Y no es cier to.

Es cu rio so. En mi ca so nun ca hu bo con de na, ni si quie ra hu bo un pro ce so, pe ro sí hu bo un lla ma do diá­lo go, hu bo pre gun tas que siem pre es tu ve dis pues to a con tes tar.

¿Le pa re ce vá li do es te ti po de diá lo go?Siem pre he creí do que la teo lo gía se ha ce al in te rior de

la Igle sia. En la Igle sia hay ca ris mas dis tin tos. A uno que es cri be teo lo gía le pue den pre gun tar que dé ra zón de su fe, así co mo da mos ra zón de nues tra es pe ran za. A es te ni vel de pre gun tas no hay que ofen der se.

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¿Cuán to du ró el diá lo go?Co men zó en 1983 y con clu yó de va rias ma ne ras, pe ro

con pa pel ofi cial ha ce cin co años. Du ran te mu cho tiem po to do es tu vo en si len cio. No hu bo na da con mi go.

¿Qué di ce el tex to ofi cial?La ex pre sión es que to do con clu yó sa tis fac to ria men­

te.

¿Tu vo va rios en cuen tros ca ra a ca ra con el Car de­nal Jo seph Rat zin ger?

Sí, pa ra gran par te de en cuen tros no fui con vo ca do, si no que yo mis mo to mé la ini cia ti va. Rat zin ger es un hom bre in te li gen te, edu ca do y, den tro de su pro pia men­ta li dad, ha evo lu cio na do, ha en ten di do mu chas co sas. En una oca sión en Ro ma me di jo que ha bía leí do mi li bro so bre Job. Yo mis mo le en via ba mis li bros. Siem pre he creí do que la dis tan cia crea fan tas mas. Me di jo que le ha bía gus ta do y que los teó lo gos del Sur te nía mos poe sía, que la teo lo gía eu ro pea era más fría.

Su mo do de pro ce der ha si do siem pre po co con flic­ti vo, enor me men te dia ló gi co y ca ren te de dra ma tis­mo. Al gu nos creen que co rres pon de a su per so na li dad, pe ro creo que hay aquí al go pro fun da men te ecle sial.

Exac to. To do vie ne de que el mun do que más di ce a mi vi da no es el mun do in te lec tual. No es la de fen sa de mis ideas por que son mis ideas. Me in te re sa la vi da de la Igle sia, el anun cio del Evan ge lio y la vi da de las Con fe ren­cias Epis co pa les.

La teo lo gía car ga la hue lla de su tiem po. Es ta mos en tran do cla ra men te en otro tiem po, en el que no se sien te la mis ma ur gen cia y se abren otras ru tas a la fe.

Has ta mis cua ren ta años nun ca ha blé de la teo lo gía de la li be ra ción y creo que era un cris tia no de ver dad. Así que se ré cris tia no des pués de la teo lo gía de la li be ra ción. Cuan do me ha blan de que ya mu rió la teo lo gía de la li be­ra ción yo di go: ‘pues mi ra, a mí no me in vi ta ron al en tie­rro y creo que te nía al gún de re cho’. Lue go les di go: ‘pues fí ja te, creo que un día sí va a mo rir’. En tien do por mo rir el he cho de que no ten ga la mis ma ur gen cia que an tes. Eso me pa re ce nor mal, fue un apor te a la Igle sia en un de ter mi na do mo men to.

Creo que se cui da bien de no con ver tir la teo lo gía en un ído lo, en una ideo lo gía a la de fen si va.

No hay que ha cer de una teo lo gía una nue va re li gión. Es la ten den cia de la so cie dad ci vil. Al gu nos pien san que la teo lo gía de la li be ra ción es una es pe cie de cris tia nis mo dis tin to, el mío. Y has ta lo di cen elo gio sa men te, no por cri ti car. No creen en el cris tia nis mo, pe ro sí en la teo lo gía

de la li be ra ción. Pues lo sien to, lo im por tan te es el cris tia­nis mo, no la teo lo gía de la li be ra ción. La teo lo gía de la li be ra ción só lo se en tien de al in te rior del cris tia nis mo.

¿No cree que an tes se ha bla ba de plu ra lis mo teo ló­gi co, pe ro era en rea li dad un plu ra lis mo li mi ta do, es de cir, den tro de una men ta li dad ca si ex clu si va men te eu ro pea?

Sí, y to da vía en la aca de mia teo ló gi ca se ha bla de no so tros co mo de teo lo gía con tex tual, un pen sar que man tie ne es tre cha re la ción con la rea li dad. Cuan do me di cen es to, yo les di go pa ra mo les tar: ‘¡Ay, us ted tie ne una idea muy ma la de la teo lo gía eu ro pea. Me es tá di cien do que no son con tex tua les. Me es tá di cien do que es una teo lo gía que no tie ne re la ción con la rea li dad? ¿Una teo­lo gía en el ai re? ¡Yo no creo eso!’

¿Ha te ni do que lu char con tra cier ta pre ten sión de su pe rio ri dad?

Mu chí si mo. Lla mar con tex tual y no con tex tual a una y otra teo lo gía es un ejem plo. To do pen sar co rres pon de a un con tex to. Más que un re cha zo a la teo lo gía de la li be­ra ción, es co mo si la nues tra fue se una co mu ni ca ción con un pun to me nor, co mo al go su bal ter no. Ha ha bi do mu chas co sas de es te es ti lo. Se acep ta ban las ideas, pe ro se cri ti ca ba la teo lo gía de la li be ra ción. ¿Qué es eso?

Es tá ba mos acos tum bra dos a que la teo lo gía só lo dia lo ga ra con la fi lo so fía y no con las cien cias so cia les. Es una no ve dad que cos tó acep tar al prin ci pio.

Cu rio so, por que hoy las cien cias so cia les es tán de lle no den tro de la teo lo gía. Esa crí ti ca a la teo lo gía de la li be ra ción ya pres cri bió. Y to do es to ocu rre a pe sar de que nun ca di ji­mos que las cien cias so cia les reem pla za ban a la fi lo so fía en la teo lo gía, si no que am pliá ba mos el aba ni co de lu ces y dis ci­pli nas hu ma nas pa ra tra ba jar el mis te rio cris tia no.

Ade más, to da teo lo gía ver da de ra men te crea do ra ge ne ra re sis ten cias. Es la prue ba de fue go de su va lía.

Evi den te. Mi ra la reac ción an te el diá lo go de Teil hard de Char din con las cien cias na tu ra les. Y el ejem plo clá si co de San to To más de Aqui no. Ha blo de un gi gan te fren te a una teo lo gía tan ena na co mo la teo lo gía de la li be ra ción. Tu vo re sis ten cias enor mes, fue con de na do por la Uni ver­si dad de Pa rís y to mó si glos el que pu die ra ser re co no ci­do. Él in cor po ró una fi lo so fía que pro ve nía de un pa ga no, la re pen só, la re to mó, la mez cló.

¿Cree que es ta mos ya en un nue vo y me jor mo men­to?

Los mo men tos más du ros y po lé mi cos han que da do atrás. De ben que dar pa ra los his to ria do res, y es muy bue­

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no de cir que ya pa só. Si al go ha muer to real men te es es ta po lé mi ca. Yo creo que ya es tiem po de ba jar el to no.

Hay un tex to en el que us ted se mue ve re fle xi va­men te ha cia el con tex to ac tual de la glo ba li za ción y de la post mo der ni dad y ha cia los re tos que plan tea a la teo lo gía. Me re fie ro al en sa yo ‘¿Dón de dor mi rán los po bres?’. Allí co mien za a ha cer una crí ti ca a la ten ta­ción de ha cer de la teo lo gía mis ma un ído lo.

Cuan do ha go de al go que no sea Dios un ab so lu to, cai go en la ido la tría. He oí do de cir: ‘Teo lo gía de la li be ra­ción o na da’. Nun ca he di cho: ‘Si us ted quie re com pren­der a Cris to lea la teo lo gía de la li be ra ción’. Aho ra, si al guien me pre gun ta si creo que le yen do so bre teo lo gía de la li be ra ción va a com pren der al go im por tan te del cris tia­nis mo, pues res pon de ré que sí.

Es pro vo ca dor de cir lo, pe ro tam bién la jus ti cia pue de con ver tir se en un ído lo. He vis to mal tra tar a los po bres por per so nas que se creen mu cho más cla ras po lí ti ca men­te que ellos. Es toy muy mar ca do por una fra se de Pas cal que leí a los quin ce años: ‘El abu so de la ver dad es peor que la men ti ra’. Uno pue de te ner la ver dad y abu sar de ella. La per so na es siem pre lo más im por tan te.

Su re fle xión más re cien te ha ad ver ti do tam bién so bre la ten ta ción de ha cer del po bre mis mo un ído lo.

Eso vie ne del ro man ti cis mo de al gu nos. Hay gen te que me di ce: ‘To do lo he apren di do del po bre, el po bre es tan bue no’... A ve ces, bro mean do, les di go: ‘Us ted cree que to dos los po bres son bue nos y ge ne ro sos, pues yo no les acon se jo que va yan a mi ba rrio a las dos de la ma ña na, por que se que da rán co mo cuan do na cie ron, só lo que más vie ji tos’. Es una ma ne ra de ha cer en ten der que la op ción no se ha ce por que el po bre sea bue no, si no por que Dios es bue no. Si el po bre no es bue no, pues tam bién. Mu cha gen te se de cep cio nó del com pro mi so por que creían que

el po bre era bue no. Si hu bie sen en tra do por que Dios es bue no to da­vía es ta rían com pro me ti dos.

De he cho, en un ar tí cu lo su yo ti tu la do ‘San Juan de la Cruz en Amé ri ca La ti na’, de ja apun ta do que lo que po dría ayu dar nos a evi­tar es te ca mi no ido lá tri co (que aun que ha bla de li be ra ción, no li be ra) se ría abrir nos a la di men­sión más mís ti ca de la fe.

Si al go tie ne la mís ti ca es la ca pa­ci dad de ayu dar nos a de pu rar la no ción de Dios. Si ve mos el di bu jo de San Juan de la Cruz, hay un mo men to, a par tir de la mi tad de la fal da del mon te, en el que di ce que a

par tir de ahí no hay ca mi no. Eso es la mís ti ca. Un ca mi nar ha cia el Se ñor. Se guir ha cien do de Él, con for me avan za nues tra vi da, nues tro úni co ab so lu to.

Sin es ta di men sión mís ti ca no hay ver da de ro com pro­mi so con los po bres. Aho ra bien, hay que cam biar la no ción de mís ti ca. No es co mo se di ce por ahí, que con­sis te en sa lir de es te mun do. No se tra ta de trans mi tir un men sa je, si no de ‘trans mi tir lo con tem pla do’. A es to hay que aña dir la in tui ción de Na dal: ser ‘con tem pla ti vos en la ac ción’.

Lo que a ve ces se anun cia co mo mís ti ca, in clu so en im por tan tes teó lo gos o es tu dio sos, to da vía tie ne ex ce­si vas re mi nis cen cias neo pla tó ni cas ne ga do ras del cuer po de la his to ria.

La mís ti ca no es un de sin te re sar se de es te mun do. To da vía hay gen te que en cuen tra muy mís ti co a al guien que no pi sa tie rra. Si no le im por ta el po bre, no es toy se gu ro de que se tra te de una ex pe rien cia mís ti ca. Es in te­re san te que una mís ti ca, Te re si ta de Li sieux, sea pa tro na de las mi sio nes.

Pa re ce que us ted ha ido in sis tien do pro gre si va­men te en la poe sía co mo el me jor len gua je pa ra ha blar de Dios. ¿Es así?

La poe sía es el me jor len gua je del amor. Y Dios es amor. El me jor len gua je pa ra ha blar de Dios es la poe sía. Un len gua je pro fun do que ve el mun do y ve la re la ción con el otro des de una di men sión y una hon du ra que el con cep to no ofre ce. Aun que no es cri ba mos poe sía, la teo­lo gía mis ma de be ser siem pre una car ta de amor a Dios, a la Igle sia y al pue blo que ser vi mos.sv

Án gel Da río Ca rre ro, ofm. El au tor es poe ta, pe rio dis ta y teó lo go puer to rri­que ño. Es ta en tre vis ta fue pu bli ca da ori gi nal men te en La Re vis ta del pe rió­di co El Nue vo Día (Puer to Ri co) el 22 de ju nio de 2008

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D E R E C h o S h U m A N o Sm i l t o n m e j í a

Du ran te mi tra ba jo pas to ral con co mu­ni da des po bres y

con vic ti mas de la vio len cia en Co lom bia, he bus ca do que el anun cio del evan ge lio pro­duz ca la es pe ran za en una vi da jus ta y más fe liz en tre las per so nas y co mu ni da des, pa ra que pue dan dis fru tar de la vi da ple na que anun ció e hi zo po si ble Je sús, co mo nos en se ñan los evan ge lios.

Cuan do bus ca mos que el evan ge lio pro duz ca es pe­ran za en las per so nas, te ne mos la ten ta ción de ubi car las po si bi li da des de una me jor for ma de vi da pa ra el fu tu ro. Pen sa mos que so lo es po si ble ali viar el do lor de los que su fren y po ne mos én fa sis de la mi sión de la igle sia en la aten ción de las ne ce si da des in di vi dua les de la per so na y en la ac ción so cial pa ra ayu dar a los más po bres. Ge ne­ral men te no pen sa mos que co mo igle sia po de mos con tri­buir pa ra ha cer rea li dad la es pe ran za de una so cie dad jus ta don de ha ya vi da abun dan te.

En es ta bús que da, he en con tra do que los de re chos hu ma nos nos ayu dan co mo igle sias pa ra anun ciar el evan ge lio des de una pers pec ti va don de la es pe ran za nos per mi te par ti ci par en la cons truc ción de una so cie dad jus ta en nues tro tiem po, vi vir en so li da ri dad y ha cer

po si bles la vi da abun dan te y la paz en tre los se res hu ma nos y con la crea ción de Dios.

No es fá cil en ten der que los de re chos hu ma nos nos ayu dan a anun ciar el evan ge­lio des de una pers pec ti va don de la es pe ran za de una

vi da jus ta, dig na y con paz es po si ble en nues tro tiem po, ya que, co mo ex pli ca Da vid Ho llen bach en la his to ria de la igle sia, la tra di ción ca tó li ca se opu so de ma ne ra vi go­ro sa a los lí de res y a las de cla ra cio nes que re co no cen la con quis ta de los de re chos hu ma nos.

Se gún el mis mo Da vid Ho llen bach, en los úl ti mos años es ta opo si ción ha cam bia do y va rios gru pos den tro de la Igle sia Ca tó li ca se han con ver ti do en vi si bles de fen­so res del res pe to de los de re chos hu ma nos. Al res pec to, Ja vier Gi ral do di ce:

Es un he cho ino cul ta ble que los úl ti mos Pa pas han rea li­za do la re con ci lia ción en tre el len gua je cris tia no y el len­gua je de los de re chos hu ma nos, en un es fuer zo por sal dar deu das his tó ri cas. El do cu men to más ex pli ci to en es te as pec to fue la en cí cli ca Pa cem in Te rris del Pa pa Juan XXIII (11 de abril de 1963), se gui do por la cons ti tu ción pas to ral Gau dium et Spes del Con ci lio Va ti ca no Se gun do (1965), do cu men tos en los cua les se asu mió el cuer po de

Buenas Nuevas de paz y

derechos humanos

Los de re chos hu ma nos nos ayu dan co mo igle sias pa ra anun ciar el evan ge lio des de una pers pec ti va don de la

es pe ran za nos per mi te par ti ci par en la cons truc ción de una so cie dad jus ta en nues tro tiem po.

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prin ci pios y nor mas que la co mu ni dad in ter na cio nal ha bía san cio na do has ta en ton ces pa ra la de fi ni ción, de fen sa, pro tec ción y pro mo ción de los de re chos del ser hu ma no, in cor po rán do los a la Doc tri na So cial de la Igle­sia.Des de es ta pers pec ti va, creo que la Igle sia Ca tó li ca

es tá lo gran do su pe rar la con tra dic ción que tu vo res pec to de los de re chos hu ma nos, pe ro su in fluen cia en las igle­sias de tra di ción pro tes tan te y evan gé li ca fue tan fuer te que es co mún en con trar en nues tras igle sias, a per so nas que ven los de re chos hu ma nos co mo un te ma po lí ti co de sec to res cer ca nos al co mu nis mo que, por lo tan to, es tán en con tra dic ción con el evan ge lio, y a otros sec to res más li be ra les que lo ven co mo un tra ba jo muy pe li gro so en el cual la igle sia no de be par ti ci par.

Al igual que la Igle sia Ca tó li ca, no so tros los cris tia nos de tra di ción pro tes tan te y evan gé li ca te ne mos que su pe­rar es ta con tra dic ción en tre el anun cio del evan ge lio y los de re chos hu ma nos y en ten der que es tos sur gen en su for ma mas ex pli ci ta con la Re vo lu ción Fran ce sa (1789) y con la De cla ra ción de In de pen den cia de los Es ta dos Uni­dos (1776). En es tos he chos es co no ci do que li de res y pas to res pro tes tan tes y de igle sias re for ma das par ti ci pa­ron y, co mo afir ma Ja vier Gi ral do:

... allí hun de sus raí ces la con cep ción mo der na del De re cho y la pers pec ti va de evo lu ción, al me nos en el fu tu ro pró xi­mos, de los de re chos hu ma nos, si pres ta mos aten ción al mo vi mien to pro gre sis ta de po si ti va ción de esos de re chos.Si su pe ra mos es ta con tra dic ción, po dre mos anun ciar

el evan ge lio des de la pers pec ti va de una es pe ran za don de los de re chos hu ma nos nos ayu dan a con tri buir co mo cris tia nos con otros cre yen tes y sec to res so cia les, pa ra ha cer po si ble una so cie dad jus ta don de ha ya paz.

Por es ta ra zón, de seo ex pli car por lo me nos tres as pec tos de la re la ción en tre el men sa je del evan ge lio y el con te ni do de los de re chos, que nos per mi ten in cluir la pers pec ti va de los de re chos hu ma nos en la mi sión de la igle sia.

En pri mer lu gar, Ge ne vie ve Jac ques nos di ce que el Con se jo Mun dial de Igle sias (CMI) en su Asam blea de Por to Ale gre, Bra sil en fe bre ro de 2006, en fa ti zó una vez más en la ne ce si dad de pro fun di zar la re la ción que hay en tre vio len cia, ame na za con tra la se gu ri dad hu ma na por los efec tos de la glo ba li za ción eco nó mi ca, y la pro tec ción de la dig ni dad hu ma na, los de re chos hu ma nos y la de fen sa del bien co mún. El Con se jo Mun dial de Igle sias hi zo la si guien te de cla ra ción, en es te sen ti do:

El res pe to por la dig ni dad hu ma na, la preo cu pa ción por el bie nes tar de nues tro pró ji mo y la ac ti va pro mo ción del bien co mún son un im pe ra ti vo del evan ge lio de Je su cris to.

Hom bres y mu je res son crea dos igua les a ima gen de Dios y jus ti fi ca dos por gra cia. Por lo tan to, los de re chos son ele men tos bá si cos de pre ven ción de la vio len cia a to dos los ni ve les, in di vi dual, in ter­per so nal y co lec ti va, es pe cial­men te con tra las mu je res y los ni ños.Es te lla ma do del CMI tie ne sus raí ces en que la fe

cris tia na y la op ción por los de re chos hu ma nos es tán en tre la za das en una es pe ra co mún de va lo res éti cos que sur gen del sen ti mien to de com­pa sión y se ex pre san por me dio de la bús que da de jus ti cia, li ber tad, so li da ri dad, fra ter ni dad, igual dad, el amor, la sin ce ri dad, la trans pa­ren cia y la co he ren cia.

Creo que uno de los teó lo gos que me jor ex pre sa la re la ción en tre los de re chos hu ma nos y la fe es Leo nar do Boff cuan do di ce:

Los de re chos son pa ra Kant «la ni ña de los ojos de Dios» o «lo más sa gra do que Dios pu so en la tie rra». Res pe tar­los ha ce na cer una co mu ni dad de paz y de se gu ri dad que po ne un fin de fi ni ti vo «al in fa me ha cer la gue rra». En es ta pers pec ti va, los de re chos hu ma nos y el men­

sa je del evan ge lio tie nen una mis ma raíz que es la com­pa sión por el ser hu ma no que su fre in jus ti cia y vio len cia, ya que se gún el men sa je de la Bi blia es lo que ha ce in ter­ve nir a Dios en la his to ria hu ma na, co mo lo ve mos con la li be ra ción del gru po de es cla vos en Egip to y con la mis ma pre sen cia de Dios en Je sús, en su vi da, muer te y re su rrec ción.

Des de que fue apro ba da la De cla ra ción de los De re chos Hu ma nos por las Na cio nes Uni das en 1948, el gran de sa fío ha si do el de la de fen sa de la hu ma ni dad con tra quie nes des tru yen la dig ni dad hu ma na y crean le yes in jus tas.

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En se gun do lu gar, des de que fue apro ba da la De cla­ra ción de los De re chos Hu ma nos por las Na cio nes Uni­das en 1948, el gran de sa fío ha si do el de la de fen sa de la hu ma ni dad con tra quie nes des tru yen la dig ni dad hu ma na y crean le yes in jus tas. Es te tra ba jo ha si do po si­ble me dian te la crea ción de re glas y es tán da res de le yes in ter na cio na les a par tir de los de re chos hu ma nos que mar can las fron te ras uni ver sa les in vio la bles de la dig ni­dad hu ma na.

Al res pec to, Jac ques Ge ne vie ve ex pli ca que uno de los ob je ti vos al can za dos es el de que los de re chos hu ma­nos se han con ver ti do en de re chos rea les de fi ni dos en có di gos in ter na cio na les con obli ga cio nes le ga les y mo ra­les, pri me ra men te pa ra los Es ta dos que fir man los pac tos y con ven cio nes in ter na cio na les y tam bién pa ra otra cla se de ac to res, co mo las gran des em pre sas y las ins ti tu cio nes fi nan cie ras in ter na cio na les.

De es ta for ma, los de re chos hu ma nos se han con ver­ti do en un mi ni no éti co y le gal de la for ma en que de ben vi vir los se res hu ma nos pa ra ha cer po si ble la jus ti cia y la con vi ven cia en paz. Da vid Ho llen bach com pa ra los de re­chos hu ma nos con los diez man da mien tos y al res pec to afir ma:

El de cá lo go es pe ci fi ca las exi gen cias del pac to de so li da ri­dad de los is rae li tas con Dios y en tre sí. Los Diez Man da­mien tos, por lo tan to, pre ci san las con di cio nes que de ben es tar pre sen tes pa ra que to dos los miem bros de una ver da­de ra co mu ni dad pue dan vi vir. La fun ción de los Man da­mien tos es aná lo ga a la de la de cla ra ción con tem po rá nea de los de re chos hu ma nos.De es ta ma ne ra, po de mos ver que los de re chos

hu ma nos nos ayu dan a rea li zar la mi sión de la igle sia des de una pers pec ti va éti ca que tie ne sus raí ces en el mis mo lu gar don de na ce nues tra fe y, a la vez, nos ayu da con un sis te ma le gal que com pro me te a los Es ta dos y a la so cie dad en ge ne ral pa ra ha cer po si bles unas con di cio nes mí ni mas de vi da que nos per mi tan en con trar la paz co mo fru to de la jus ti cia, co mo lo di ce la Bi blia.

Por úl ti mo de seo re sal tar que los de re chos hu ma nos nos ayu dan a man te ner y tra ba jar con la es pe ran za de que la jus ti cia y la vi da dig na son po si bles en nues tro tiem po, ya que

Hoy día, la im pu ni dad es con si de ra da co mo un fe nó me no in com pa ti ble con las obli ga cio nes in ter na cio na les de los Es ta­dos y co mo un obs tá cu lo ma yor pa ra el ple no go ce de los de re chos hu ma nos y la vi gen cia del es ta do so cial de de re­cho.

En los ac tua les tiem pos, la co mu ni dad in ter na cio nal y el mo vi mien to de los de re chos hu ma nos vi gi lan a aque­llos paí ses don de hay evi den cias de vio la cio nes ma si vas y sis te má ti cas de los de re chos hu ma nos y se han crea dos tri bu na les ad hoc y la Cor te Pe nal In ter na cio nal que

re pre sen tan lo gros his tó ri cos en la de ter mi na ción de la res pon sa bi li dad por in frac cio nes gra ves de los de re chos hu ma nos y del de re cho in ter na cio nal hu ma ni ta rio co me­ti dos por au to ri da des ci vi les y mi li ta res y re fle jan la cre­cien te ten den cia de la co mu ni dad in ter na cio nal de pa sar de la to le ran cia de la im pu ni dad y la am nis tía a un im pe­rio de la ley en el pla no in ter na cio nal. Otro as pec to en que se ha avan za do es en el re co no­

ci mien to de que los de re chos hu ma nos son uni ver sa les, in di vi si bles, in ter de pen dien tes e in te rre la cio na dos, con lo cual se es tá su pe ran do el con cep to de que hay de re chos co mo los ci vi les y po lí ti cos, que de ben ser ga ran ti za dos pa ra to dos los se res hu ma nos y otros de re chos, co mo los eco nó mi cos, so cia les y cul tu ra les que no se pue den ga ran­ti zar o que son de pro gre si vo cum pli mien to.

Al res pec to, Jac ques di ce: Las lec cio nes que de be mos apren der del jo ven pe ro cre­cien te cuer po de ju ris pru den cia so bre los de re chos eco nó­mi cos, so cia les y cul tu ra les a es ca la na cio nal y re gio nal de mues tran que es po si ble re ci bir y exa mi nar de nun cias re la ti vas a es tos de re chos en tri bu na les, co mo en el ca so de los de re chos ci vi les y po lí ti cos. Los tri bu na les na cio na­les ya han abor da do una se rie de ca sos de vio la cio nes de de re chos eco nó mi cos y so cia les.De acuer do con es ta ten den cia a ga ran ti zar el ple no

cum pli mien to de los de re chos hu ma nos, la bús que da de jus ti cia y nues tra es pe ran za de un cie lo nue vo y una tie­rra don de ha ya vi da dig na y abun dan te pa ra to dos los se res hu ma nos, te ne mos la po si bi li dad de ha cer rea li dad un mun do don de los se res hu ma nos de hoy y las fu tu ras ge ne ra cio nes po da mos vi vir en paz.

Es tos as pec tos me han ayu da do a en ten der que las igle sias te ne mos en los de re chos hu ma nos una pers pec­ti va éti ca y le gal que nos ayu da pa ra que el anun cio de las bue nas nue vas de paz y nues tra es pe ran za ten gan sen­ti do y per ti nen cia, y a fin de que po da mos par ti ci par en con tri buir con otros sec to res so cia les a fin de ha cer po si­ble un or den so cial jus to pa ra to dos los se res hu ma nos, es pe cial men te pa ra quie nes su fren de po bre za, ex clu sión y vio len cia.sv

Mil ton Me jía es co lom bia no y pas tor pres bi te ria no.

Los de re chos hu ma nos se han con ver ti do en un mi ni no éti co y le gal de la for ma en que de ben vi vir los se res hu ma nos pa ra ha cer po si ble la jus ti cia y la con vi ven cia en paz. Da vid Ho llen bach com pa ra los de re chos hu ma nos con los diez man da mien tos.

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sociedad

i n é s r i e g o d e m o i n e

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Mu chas co sas nos unen en tre no so tros a los la ti noa me ri ca nos, a pe sar de que la di ver si­dad pa re ce ser nues tro sig no más no to rio.

Co mo ha es cri to el fi ló so fo pe rua no Al ber to Wag ner de Rey na, nos une

la len gua —es pa ñol y por tu gués— que pe se a ma ti ces de pro nun cia ción, vo ca bu la rio y fle xión, y zo nas ais la das de idio ma abo ri gen, te ne mos en co mún con las an ti guas me tró po lis; los usos y tra di cio nes que sub sis ten ba jo el bar niz pa ne co nó mi co de un way of li fe fo rá neo; la re li gio­si dad po pu lar (un ca to li cis mo con con ce sio nes a prác ti cas an ces tra les) en rai za do en la con tra rre for ma; la con cien­cia de per te ne cer a una re gión del glo bo uni da por sus orí ge nes cul tu ra les ibé ri cos y ver ná cu los.

No ca be du da: len gua, tra di ción, re li gión y au to con­cien cia com por tan los có di gos co mu nes en que los la ti­noa me ri ca nos nos vin cu la mos en uni dad, con for man do una iden ti dad más pre sen ti da que sa bi da, en don de la mis ma bús que da nos une, pe ro, a su vez, don de la con­cien cia de las di fe ren cias —de las bue nas y de las que no lo son— se si gue es cri bien do con las le tras de la ne ce si­dad ma te rial y los sen ti mien tos de im po ten cia y zo zo bra que ella ge ne ra. Si es así, ¿no de be ría mos, en ton ces, aña­dir la po bre za a nues tro in ven ta rio de iden ti da des?

So bra de cir que a lo lar go de nues tra cor ta his to ria he mos co bra do con cien cia de lo que so mos cuan do el do lor, la mi se ria y la in jus ti cia nos han obli ga do a pi sar el sue lo de los pro pios lí mi tes, en el ner vio ca si in vi si ble del

Los la ti noa me ri ca nos

y la bue na po bre za

¿No de be ría mos, en ton ces, aña dir la po bre za a nues tro in ven ta rio de iden ti da des?

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po der ser; y, por lo ge ne ral, ha si do la com­pa sión —el sen tir con el otro, con el her ma no— lo que nos ha ur gi do a cues tio nar y bus car res pues tas so bre nues tro ori gen, iden ti dad o des ti no co mún. En tal sen ti do, sa be mos que to das las di fe ren cias ha cen a la iden ti dad, con ver gen en ella, pe ro la rea li dad di fe ren cial más pal pa ble en to da La ti noa mé ri ca si gue sien do el ver gon zo so hia to en tre los que tie nen de ma sia do y los que tie nen de ma sia do po co.

No ha ce mu cho, el po de ro so G­8, aler ta do por la rea­li dad afri ca na cu yas le ta les po lí ti cas eco nó mi cas la han lle va do a una si tua ción in sos te ni ble, ha con for ma do en 2005 un equi po au to ti tu la do “Ha cer que la po bre za se con vier ta en al go del pa sa do”, tí tu lo en ver dad alen ta dor, al me nos en el pla no dis cur si vo. Pe ro ¿po dre mos te ner fe en que los ri cos Es ta dos pe tro le ros de la re gión sal va rán al Áfri ca, tal co mo se pro po ne el G­8? Has ta aho ra na da de eso se ha vis to. ¿Qué ti po de ra cio na li dad se rá és ta que ha ce del Áfri ca sub sa ha ria na el lu gar más po bre del pla ne ta y, al mis mo tiem po, el más ren ta ble pa ra las in ver sio nes ex tran je ras di rec tas en cual quier re gión del mun do? ¿Ha bre mos de con fiar en que fi nal men te la ló gi­ca hu ma na se im pon ga so bre la ló gi ca eco nó mi ca in hu­ma na y so bre la mis ma de pau pe ra da con di ción de las per so nas?

El ca so tam bién sir ve pa ra re tra tar nos por que se gún los úl ti mos in for mes del PNUD (Pro gra ma de la Na cio­nes Uni das pa ra el De sa rro llo) pa ra Amé ri ca La ti na y el Ca ri be las ta sas de po bre za vie nen au men tan do des de ha ce tres dé ca das y si gue sien do ca da vez más alar man te la re la ción de si gual dad­po bre za. Y aun que la nues tra sea la más ri ca de to das las re gio nes de paí ses en vías de de sa rro llo, tam bién es la que pre sen ta la bre cha más ver­gon zo sa en tre ri cos y po bres. Pe ro, a es cu char bien, lo que más preo cu pa al PNUD es que es tas di vi sio nes pue­dan ser ‘fuen tes de ines ta bi li dad’ en la re gión, por lo cual

se rá prio ri ta ria su ayu da pa ra ‘for ta le cer la go ber na bi li­dad de mo crá ti ca y la par ti ci pa ción’. Fue ra de to da iro nía, ¿có mo se sal va el ser hu ma no si pa ra las mis mas po lí ti cas glo ba les des ti na das al de sa rro llo (¡hu ma no!) el bie nes tar del hom bre se mi de en pa tro nes de in ci den cia so bre la mis ma ló gi ca eco nó mi ca que ile gi ti ma lo hu ma no?

Los nú me ros son elo cuen tes por sí mis mos: 222 mi llo nes de la ti noa me ri ca nos vi ven en la po bre za, de los cua les, 96 mi llo nes, es de cir un 18,6 % de la po bla ción to tal de Amé ri ca La ti na y el Ca ri be vi ve en la in di gen cia (con for me al In for me del CE PAL del 15 de ju nio de 2005). Pe ro es to ame ri ta ha cer una cla ra dis tin ción en tre in di gen cia, mi se ria y po bre za.

La in di gen cia “es al go que se en cuen tra de ba jo del ce ro en el ter mó me tro de la vi da. Su va lor es ne ga ti vo; su exis ten cia, un es cán da lo, un cri men so cial”. Pe ro mien­tras la in di gen cia pue de ocul tar se, dis fra zar se o ne gar se, la mi se ria no, “pues la con mi se ra ción im pli ca que al guien la ad vier te; y esa per so na ha de ser mo vi da por un sen ti­mien to de pe na y so li da ri dad, lo que en sí es un va lor po si ti vo fren te al va lor ne ga ti vo de la mi se ria mis ma”.

En cam bio, la po bre za, en sen ti do es tric to, es, sin du da, es tre chez eco nó mi ca, pe ro no im pli ca au sen cia de lo ne ce sa rio pa ra el sus ten to hu ma no, ella es “só lo li mi­ta ción, li mi ta ción a los re que ri mien tos vi ta les, una au sen cia de lo su per fluo y aun a ve ces de lo de sea ble. Es ta po bre za es pe cí fi ca lle va a la fru ga li dad, que cons ti­tu ye sin du da al gu na un va lor; el de la aus te ri dad, la mo de ra ción”.

La pre gun ta re sul ta ine vi ta ble: ¿aca so pa ra el que la vi ve no es la po bre za un mal, aun que la su ya no lle gue al ba jo ce ro de la in di gen cia? To do de pen de del ojo hu ma­no, de la par ti cu lar ac ti tud que ca da cual asu ma fren te a la po bre za, y de có mo se ha ya pre pa ra do pa ra vi vir la.

Más allá de es ta ine vi ta ble sub je ti vi dad de las co sas hu ma nas, lo cier to es que po de mos y de be mos acep tar la bue na po bre za, por que, bien en ten di da, la po bre za es un va lor: no só lo es un ver da de ro va lor por que ella se ins cri­

¿Aca so pa ra el que la vi ve no es la po bre za un mal, aun que la su ya no lle gue al ba jo ce ro de la in di gen cia? To do de pen­de del ojo hu ma no, de la par ti cu lar ac ti tud que ca da cual asu ma fren te a la po bre za, y de có mo se ha ya pre pa ra do pa ra vi vir la.

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be en la je rar quía axio ló gi ca de la tra di ción cris tia na en sal za da por el mis mo Je su cris to, si no tam bién por que se ne ce si ta va lor pa ra vi vir la po bre za, que cons ti tu ye uno de los com pa ñe ros más fie les de la co ti dia nei dad de mu chos her ma nos la ti noa me ri ca nos: va lor pa ra acep tar­la, va lor pa ra lu char, va lor pa ra su cum bir, va lor pa ra mos trar se dé bil, va lor pa ra vi vir la des po se sión en ale­gría, lo cual no es po co va lor.

Por al go, la vi da en te ra del hom bre pue de mi rar se des de la re sis ten cia a mos trar se mí se ro, fi ni to, des nu do, po bre, y és te ha si do y se gui rá sien do uno de los pri me­ros re sor tes de ac ción del ser hu ma no. Ya en el re la to del Gé ne sis se cuen ta que Adán, tras ha ber pe ca do, co no ció su des nu dez y se re co no ció ‘po bre’. Ac to se gui do se es con dió de Dios por te mor a ver se y a que le vean des­nu do. Ser po bres nos pro vo ca una ver güen za si mi lar a la que nos pro vo ca el que nos vean des nu dos:

“¡Oh po bre za, po bre za! an tes que con fe sar te pre fe ri mos pa sar por be lla cos, por du ros de co ra zón, por fal sos, por ma los ami gos y has ta por vi les. In ven ta mos mi se ra bles em bus tes pa ra re hu sar lo que no po de mos dar, por ca re cer no so tros de ello”. ¿Por qué sen tir ver güen za de ser po bres?, ¿es aca so el

mie do de mos trar al otro la pre ca rie dad de nues tra vi da?, ¿o es qui zás la hu mi lla ción pro fun da de la in jus ti cia que ex pre sa, lo que pro du ce su re pul sa? Sin de jar de re co no­cer y pon de rar la in jus ti cia glo bal que la mi se ria en cie rra y la jus ti cia de la lu cha con tra ella, nues tra com pa ñe ra po bre za ­ade más de la en fer me dad y de to da for ma de fra gi li dad­ vie ne a ser al go así co mo el se llo más pal pa ble

de la fi ni tud hu ma na, aque lla de bi li dad que cer ti fi ca nues tra in di gen cia más pro fun da: la de ser me ros pe re­gri nos en la pa tria te rre na, siem pre ne ce si ta dos del otro, pa ra ser.

Pe ro a la vez, y si la acep ta mos en su pu re za y ri gor, ella pue de trans for mar se en ri que za y for ta le za, por que año ran do ser lo to do y po seer lo to do, ella nos en se ña que so mos pu ra na da, no la na da del ni hi lis ta va cia do de Dios, si no la pe que ña na da só lo re di mi da por una mi ra da que nos ama, co men zan do por Dios que nos amó pri me­ro y nos en vió a su hi jo pa ra sal var nos: só lo el po bre man tie ne su lám pa ra en cen di da a la es pe ra de quien le tien da su ma no amo ro sa y lo in vi te a su me sa. Por es to mis mo, y mi ran do a la hu ma ni dad que ama ba, el mís ti co e his pá ni co San Juan de la Cruz es cri bió es tos cé le bres con se jos que va le la pe na no ol vi dar:

Pa ra ve nir a lo que no po sees,has de ir por don de no po sees.Pa ra ve nir a lo que no eres,has de ir por don de no eres.La apa ren te de ca den cia y de bi li dad de los la ti noa me­

ri ca nos fren te a la om ni po ten cia de los im pe rios has tia­dos del nor te —es ce ni fi ca da an te los ojos del mun do por la cru da des nu dez de la po bre za que ago bia y aho­ga— es en ver dad la for ta le za y la es pe ran za que ges ta la bue na po bre za, por que nues tro mo do de ser, el de la Amé ri ca po bre, es el que cons tru ye en si len cio quien sa be y pue de...­ sa be re la ti vi zar las ur gen cias ba na les y efí me ras fren te

a las exi gen cias ab so lu tas y ver da de ras, ­ sa be vi vir por que sa bo rea del tiem po y de las co sas su

lec tu ra eter na, ­ pue de trans for mar el do lor de la mi se ria en sen ti do,

y la des po se sión, en es pe ran za y dis po ni bi li dad pa ra el her ma no,

­ pue de en car nar el man da to del Pa dre eter no que lla­ma a los po bres del mun do a cons truir su Rei no, el Rei no del pue blo de Dios.

“Bie na ven tu ra dos los po bres de es pí ri tu, por que de ellos es el Rei no de los Cie los”.sv

Inés Rie go de Moi ne es doc to ra en Fi lo so fía, Pre si den ta del Ins ti tu to Em ma­nuel Mou nier, Ar gen ti na

¿Por qué sen tir ver güen za de ser po bres?, ¿es aca so el mie do de mos trar al otro la pre ca rie­dad de nues tra vi da?, ¿o es qui zás la hu mi lla ción pro fun da de la in jus ti cia que ex pre sa, lo que pro du ce su re pul sa?

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iglesia y sociedadfederico pagura

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pa na má: ini cio de la Coo pe ra ción Evan gé li ca Con ti nen tal

He mos juz ga do con ve nien te re mar car el even to que ins ti tu cio nal men te pu so en mo vi mien to la ca mi na ta ecu mé ni ca que pre ten de mos eva­

luar, a sa ber, el Con gre so que tu vo lu gar en Pa na má, en tre los días 10 al 20 de Fe bre ro de 1916. Con gre so que el Dr. Wil ton Kel son, uno de los pri me ros di rec to res del Se mi na rio Bí bli co La ti noa me ri ca no, con si de ra ba más bien una con fe ren cia mi sio ne ra que una asam blea ecle­siás ti ca. Por la sen ci lla ra zón de que de los 230 de le ga dos ofi cia les, só lo 149 eran de Amé ri ca La ti na, y de ellos, so la men te 27 eran oriun dos del Con ti nen te o del Ca ri be. Por otra par te, aun que la pre si den cia fue ejer ci da por el Prof. Eduar do Mon te ver de de Uru guay, el pro gra ma

ha bía si do pre pa ra do por mi sio ne ros, y el idio ma en que se de sa rro lló fue el in glés.

¿Qué im por tan cia tu vo en ton ces es te even to pa ra las co mu ni da des evan gé li cas que só lo ha cia me dio si glo ha bían co men za do a or ga ni zar se en Amé ri ca La ti na?

Pri me ro, que el Con gre so era con vo ca do co mo res­pues ta a la Pri me ra Con fe ren cia Mi sio ne ra Mun dial aus­pi cia da por to das las Mi sio nes pro tes tan tes eu ro peas y es ta dou ni den ses, en la ciu dad de Edim bur go, pa ra tra tar la obra mi sio ne ra en Asia, Áfri ca y Ocea nía, con ex clu­sión de los pue blos la ti noa me ri ca nos por con si de rar los no mi nal men te cris tia nos. Ya des de 1818 y 1874, la So cie dad Bí bli ca de Gran Bre ta ña y la Aso cia ción Cris tia­na de Jó ve nes (YM GA), res pec ti va men te, ha bían ini cia do

La his to ria del Ecu me nis mo en Amé ri ca La ti na

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tra ba jos en es tos te rri to rios; en Pa na má, di ce don Wil ton Kel son “na ce el mo vi mien to ecu mé ni co evan gé li co en Amé ri ca La ti na”. Y Jean Pie rre Bas tian, no sin re co no cer que a par tir de Pa na má se ins ta la el con cep to del pro tes­tan tis mo co mo “as pec to re li gio so del pa na me ri ca nis mo” que Es ta dos Uni dos de Nor te Amé ri ca quie re pro mo ver, eva lúa en es tos tér mi nos el sig ni fi ca do del Con gre so: “Sin du da al gu na, el con gre so im pul só el arran que de un mo vi mien to evan gé li co con ti nen tal que mar có los prin ci­pios de una obra pro tes tan te con con cien cia de su fi na li­dad. Se tra ta ba de “al can zar” ya no so la men te a los po bres, si no tam bién a las cla ses di ri gen tes, de pro pi ciar una evan ge li za ción de los in dí ge nas y de res pon der al re to de “la re vo lu ción in dus trial que se apro xi ma a Amé­ri ca La ti na”, con un evan ge lio so cial, de abrir un es pa cio pa ra la mu jer en la so cie dad y de de sa rro llar igle sias au to­sos te ni das, con un li de raz go na cio nal”.’

... La Asam blea de Pa na má dio un sen ti do de iden ti dad y de so li da ri dad a un pro tes tan tis mo emer gen te en el con ti­nen te. De ahí en ade lan te, las mi sio nes en Amé ri ca La ti­na de bían pro cla mar un evan ge lio de vi da, y no so la men te que dar se en ata car la co rrup ción y los erro res de la Igle sia Ro ma na.Te nían que tra ba jar uni dos pa ra al can zar a to das las

cla ses so cia les, sin des pre ciar las cos tum bres lo ca les”. A par tir de ese Con gre so, co mien zan a ce le brar se una

se rie de con gre sos re gio na les en Li ma, San tia go, Río de Ja nei ro, La Ha ba na y San Juan de Puer to Ri co; se or ga ni­za el Co mi té de Coo pe ra ción en Amé ri ca La ti na (CCAL), que va a cum plir una la bor muy efec ti va en la pro mo ción de tra ba jos in ter de no mi na cio na les de las Igle sias Evan gé­li cas; se fun dan en Mé ji co y Bue nos Ai res, Se mi na rios Teo ló gi cos Uni dos (1917); se con vo can dos nue vos Con­gre sos In te ra me ri ca nos con cre cien te par ti ci pa ción y di rec ción de lí de res la ti noa me ri ca nos (Mon te vi deo, 1925, ba jo la pre si den cia del Prof, Eras mo Bra ga de Bra­sil; La Ha ba na, 1929, pre si di do por el Prof. Gon za lo Báez Ca mar go, de Mé ji co). Se des ta can tam bién en otra eta pa el es ta ble ci mien to en 1927, de la Mi sión La ti noa me ri ca­na en Cos ta Ri ca, por Harry Stra chan, que cum pli ría una vas ta mi sión en Cen troa me ri ca y otras re gio nes del con­ti nen te; y la fun da ción de la Unión La ti no Ame ri ca na de Ju ven tu des Evan gé li cas, en Li ma, Pe rú. To do es to acon­te ce en me dio de una cre cien te dis cu sión so bre te mas so cia les (in di ge nis mo y pro ble mas in dus tria les y ru ra les), so bre la re la ción y los ro les en tre mi sio ne ros y na cio na­les, y so bre los ries gos de vin cu lar el pro tes tan tis mo con los pro pó si tos del im pe ria lis mo nor tea me ri ca no. Fi nal­

men te, co mo un sig no pro fé ti co, un pas tor me to dis ta cu ba no, Dr. Luis Alon so, lan za en La Ha ba na la idea de cons ti tuir una “Fe de ra ción In ter na cio nal Evan gé li ca” en el con ti nen te y el Ca ri be. Se mi lla que so lo em pe za ría a ger mi nar 20 años más tar de.

Mul ti pli ci dad del Mo vi mien to de Coo pe ra ción Evan-gé li ca: la co rrien te ecu mé ni ca, el ala “evan gé li ca” y sus pro gra mas o pro yec tos

Evi den te men te, a pe sar de que uno de los pro pó si tos fun da men ta les del Con gre so de Pa na má fue la pro mo­ción de la uni dad del pue blo pro tes tan te en Amé ri ca La ti na y el Ca ri be, a pe sar de to das las re co men da cio nes apro ba das en tal sen ti do, y a pe sar de las fun cio nes que el Co mi té de Coo pe ra ción de sa rro lla ría en pro cu ra de una cre cien te co la bo ra ción y coor di na ción en los tra ba jos de evan ge li za ción, edu ca ción y ser vi cio de los dis tin tos cuer pos ecle siás ti cos evan gé li cos que ac tua ban en te rri­to rio ame ri ca no, la in com pa ti bi li dad en tre las mi sio nes con ba se ecle siás ti ca y las lla ma das “mi sio nes de fe” no pu do ser su pe ra da. Y al gu nos cro nis tas co men tan que, a di fe ren cia de la Con fe ren cia de Edim bur go, que dio lu gar a la for ma ción del mo vi mien to de “Fe y Cons ti tu ción” pa ra exa mi nar, com pren der y su pe rar las di fe ren cias en tre las dis tin tas Igle sias par ti ci pan tes, el Con gre so de Pa na má, aun que cons cien te del pro ble ma y de las ten sio­nes que en gen dra ba, no tu vo la lu ci dez, la vi sión ni el co ra je pa ra apli car la mis ma fór mu la a la si tua ción la ti­noa me ri ca na, y de jó un va cío que nos ha acom pa ña do has ta tiem pos bas tan te re cien tes. A ese he cho, ha bría que aña dir las fuer tes con tro ver sias y mu tuas agre sio nes con la je rar quía de la Igle sia Ca tó li co­ro ma na; así co mo la pro fun da cri sis eco nó mi ca de los años 30, de ca la mi to sas con se cuen cias pa ra to dos los pue blos de Amé ri ca La ti na, y que avi vó la lu cha ideo ló gi ca en tre ca pi ta lis mo y mar­xis mo, en la que las fuer zas cris tia nas se vie ron atra pa­das, con fun di das y, en mu chos ca sos, pro fun da men te di vi di das.

Mien tras tan to, al go im por tan te es ta ba acon te cien do en el mun do ecu mé ni co en el ám bi to mun dial que con­du ci ría en 1948 a la fun da ción del Con se jo Mun dial de Igle sias en Ams ter dam, Ho lan da, so bre la ba se de un so lo ar tí cu lo de fe: a sa ber, la acep ta ción por las igle sias cons­ti tu yen tes, de “Je su cris to co mo Dios Sal va dor”. Al na cien­te Con se jo se ad hi rió el Con se jo In ter na cio nal Mi sio ne ro (fun da do en 1921), y se creó un Co mi té Con jun to que ser vi ría co mo se ñal de la es tre cha re la ción en tre la uni­dad de la Igle sia y la mi sión, re pre sen ta das por las dos

La Asam blea de Pa na má dio un sen ti do de iden ti dad y de so li da ri dad a un pro tes tan tis mo emer gen te en el con ti nen te. De ahí en ade lan te, las mi sio nes en Amé ri ca La ti na de bían pro cla mar un evan ge lio de vi da, y no so la men te que dar se en ata car la co rrup ción y los erro res de la Igle sia Ro ma na.

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co rrien tes del mo vi mien to ecu mé ni co. Un im por tan te pro ta go nis ta de es te, en esos años, el Dr. Mac kay, cuen ta en una di ser ta ción que pro nun ció en no viem bre de 1961 an te el Co mi té de Coo pe ra ción en Amé ri ca La ti na, que 20 años an tes de esa his tó ri ca Asam blea de Ams ter dam, en abril de 1928, ha bía te ni do lu gar en Je ru sa lén, más pre ci sa men te en el Mon te de los Oli vos, una reu nión mi sio ne ra mun dial, que pa ra él sig ni fi có “una de las más gran des ex pe rien cias de su vi da”. Tex tual men te es cri be: “Tres miem bros de la Con fe ren cia ha bían si do se lec cio­na dos pa ra des cri bir la si tua ción cris tia na en di fe ren tes áreas del mun do con si de ra das co mo es pe cial men te im por tan tes y di fí ci les. El Obis po Lint con de Per sia ha bló so bre el mun do is lá mi co, el Dr. Stan ley Jo nes ha bló so bre la In dia, y yo ha blé so bre Amé ri ca La ti na. Tu ve el pri vi le gio de de jar en cla ro que aque llos que es tá­ba mos rea li zan do tra ba jo mi sio ne ro cris tia no en Amé ri ca La ti na, no es tá ba mos allí co mo fa ná ti cos an ti ca tó li cos. Es tá ba mos allí por que el pro ble ma bá si co de Amé ri ca La ti na, era el de la se cu la ri za ción. Nues tra ta rea co mo cris tia nos evan gé li cos era la de dar sig ni fi ca do y per ti­nen cia a las más ele men ta les rea li da des cris tia nas: la Bi blia, Cris to, la vi da cris tia na y la con duc ta. Lo que di je, aña de Mac kay, “fue apo ya do por ese gran hom bre de Bra­sil, Dr. Eras mo Bra ga, y por el Dr. Guy In man, Se cre ta rio del Co mi té de Coo pe ra ción en Amé ri ca La ti na”.

La aco ge do ra ac ti tud de la Con fe ren cia y la in fluen cia de dos gran des an gli ca nos evan gé li cos, el Obis po de Sa lis­bury y Wi lliam Tem ple, en ton ces Obis po de Man ches ter y más tar de Ar zo bis po de Can ter bury, nos lle vó a eli mi nar el mu ro de se pa ra ción que ha bía si do le van ta do en Edim­bur go die cio cho años atrás. Amé ri ca La ti na fue re co no ci­da co mo par te de la “oi kou me ne” mi sio ne ra. Diez años más tar de, la Con fe ren cia Mi sio ne ra de Ma dras, In dia (1958), re ci bió co mo miem bros, a una gran de le ga ción ofi cial de pro tes tan tes la ti noa me ri ca nos. En el mis mo año en que na cía en Ams ter dam el Con­

se jo Mun dial de Igle sias, ce le bra ba en San Jo sé de Cos ta Ri ca, su vi gé si mo quin to ani ver sa rio el Se mi na rio Bí bli co La ti noa me ri ca no (SBL), que ori gi nal men te ha bía abier to sus puer tas en 1923 co mo Es cue la Bí bli ca, ins ti tu ción de di ca da a la ca pa ci ta ción bí bli ca de mu je res. Men cio na­mos esa fe cha y esas dos or ga ni za cio nes: la pri me ra, de ca rác ter mun dial, co mo fra ter ni dad de Igle sias que con­fie san a Je su cris to; la se gun da, co mo ins ti tu ción in ter­con fe sio nal y re gio nal de ca pa ci ta ción teo ló gi ca, no só lo por que se yer guen co mo sig nos de una mis ma cau sa: la uni dad y la mi sión de la Igle sia en los co mien zos del

me dio si glo que aquí es ta mos con si de ran do y eva luan do, si no por que re pre sen tan hoy una fe liz con fluen cia de dos co rrien tes ecu mé ni cas, en un pro yec to que es tá pres tan­do un in va lo ra ble ser vi cio a la cau sa del Rei no, en nues­tro con ti nen te y en la re gión ca ri be ña.

El pe río do que nos ocu pa tie ne lu gar ba jo los efec tos de la Se gun da Gue rra Mun dial, en un con ti nen te que se ha lla a me dio ca mi no en tre una so cie dad ru ral y una so cie dad ur ba na en pro ce so de in dus tria li za ción. To do es to tie ne su efec to en las Igle sias la ti noa me ri ca nas y ca ri­be ñas, y es pe cial men te en una di ri gen cia que se re nue va, se tor na cre cien te men te au tóc to na y va ad qui rien do una ma yor con cien cia crí ti ca so bre la si tua ción y los pro ble­mas rea les que aque jan a sus pue blos. An te la im po si bi­li dad de en trar en de ta lles, ape la mos a la sín te sis que el pas tor Car los Duar te nos ofre ce en uno de sus va lio sos es cri tos:

Los cam bios po lí ti cos su fri dos en el mun do lue go de la se gun da gue rra mun dial fue ron enor mes e in flu ye ron so bre las igle sias que te nían cam pos mi sio ne ros. Un ele­men to de ci si vo fue el cie rre de las zo nas de mi sión en el Le ja no Orien te, fun da men tal men te en Chi na. Es to pro vo­có que mu chas igle sias pu sie ran nue va men te su mi ra so bre Amé ri ca La ti na. Es tas, con un dis cur so po lí ti co nue­vo y agre si vo, fue ron re ci bi das co mo una com pe ten cia des leal y una ame na za con tra las igle sias ya es ta ble ci­das.La trans for ma ción de las so cie da des la ti noa me ri ca nas

que, gra cias a la gue rra, de bie ron in dus tria li zar se, in tro­du jo en las igle sias la te má ti ca del de sa rro llo y el cre ci­mien to eco nó mi co. Las pri me ras res pues tas a es tas cues tio nes fue ron el asis ten cia lis mo y los pro yec tos de de sa rro llo. Len ta men te, el ob je ti vo de la mi sión cam bia­ba del pro se li tis mo a la asis ten cia so cial. Es te fue el pri­mer con tac to con los sec to res mar gi na dos de las so cie da des de Amé ri ca La ti na.

El mo vi mien to ecu mé ni co se in ten si fi ca y las igle sias des cu bren que mu chos de sus lo gros y fra ca sos eran co mu nes y com par ti dos. Con es te tras fon do, tie nen lu gar en Amé ri ca La ti na y el Ca ri be una se rie de im por tan tes reu nio nes con ti nen ta les o re gio na les que pro cu ran ofre­cer es pa cios de en cuen tro, in ter cam bio y coo pe ra ción en tre las dis tin tas Igle sias y or ga ni za cio nes con fe sio na les o in ter con fe sio na les que ac túan en la re gión.

Jean Pie rre Bas tian, que en su Bre ve His to ria del Pro­tes tan tis mo en Amé ri ca La ti na ha ce un buen aná li sis de es te pe río do des de una pers pec ti va so cio ló gi ca y teo ló gi­ca, se ña la que la dé ca da de los 50 mues tra el pro tes tan­

El mo vi mien to ecu mé ni co se in ten si fi ca y las igle sias des cu bren que mu chos de sus lo gros y fra ca sos eran co mu nes y com par ti­dos. Con es te tras fon do, tie nen lu gar en Amé ri ca La ti na y el Ca ri be una se rie de im por tan tes reu nio nes que pro cu ran ofre cer es pa cios de en cuen tro, in ter cam bio y coo pe ra ción.

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tis mo la ti noa me ri ca no di vi di do en dos lí neas de ac ción: una, con acen to en la ci vi li za ción y la cul tu ra y en es tre­cha re la ción con el Con se jo Mun dial de Igle sias; la otra, cen tra da en la evan ge li za ción (con ver sio nis ta), a pru den­te dis tan cia de Gi ne bra y con fir mes la zos con aso cia cio­nes evan gé li cas con ser va do ras, co mo la Co mu nión Evan gé li ca Mun dial (ICCC) cons ti tui da en 1951 en Wouds cho ten, Paí ses Ba jos.

De la pri me ra ver tien te na cen tres Con fe ren cias Evan­gé li cas La ti noa me ri ca nas que se rea li zan su ce si va men te en Bue nos Ai res (Ju lio de 1949 ­ 1ª. CE LA; en Li ma, Pe rú (Ju lio­Agos to 1961 ­ 2a CE LA) y en Ra mos Me jía, Prov. de Bue nos Ai res (Ju lio de 1969 ­ 3a CE LA), con bue na re pre sen ta ción de las Igle sias pro tes tan tes his tó ri cas, y en me nor pro por ción, de la co rrien te evan gé li ca y del mo vi­mien to pen te cos tal que ya da ba evi den cias de no ta ble cre ci mien to en el con ti nen te.

La pri me ra CE LA se con cen tró en el es tu dio de “la rea li dad la ti noa me ri ca na y la pre sen cia de las igle sias evan gé li cas” así co mo del “men sa je y mi sión del Cris tia­nis mo evan gé li co pa ra Amé ri ca La ti na’”, pe ro se gún el jui cio crí ti co de Bas tian, aun que los lí de res del mo men to te nían con cien cia na cio na lis ta “no en con tra ron un dis­cur so y un pro yec to de evan ge li za ción que res pon die ra a los de sa fíos de las ma sas mi se ra bles”. Y en ese sen ti do, más que el prin ci pio de un pro tes tan tis mo la ti noa me ri­ca no, la CE LA I ex pre só el fin del pro yec to evan gé li co li be ral pa ra el con ti nen te”.

La 2a CE LA que in clu yó en su te ma rio “La si tua ción ac tual de la obra evan gé li ca en Amé ri ca La ti na ­ Nues tro Men sa je y nues tra ta rea in con clu sa”, se ña la en sus con­clu sio nes se gún Daf ne Sa ba nes Plou, “la ma yor in ser ción en la rea li dad so cial del con ti nen te que van te nien do las igle sias y el mo vi mien to ecu mé ni co”... exi ge “un es fuer zo se rio por des cu brir las con se cuen cias del men sa je del Evan ge lio en la vi da glo bal de nues tros pue blos”.

Y por úl ti mo, la 5a CE LA, que con tó pri mor dial men­te con de le ga dos de Con se jos o Fe de ra cio nes de Igle sias, sal vo en aque llos paí ses don de no exis tie ran, re ci bió por pri me ra vez a dos ob ser va do res de sig na dos por la Igle sia Ca tó li ca Ar gen ti na, co mo ges to de re co no ci mien to por la par ti ci pa ción de ob ser va do res pro tes tan tes en la Asam­blea de Me de llín (1968). Tan to Or lan do Cos tas co mo Jo sé Mí guez Bo ni no que par ti ci pa ron en to da la Con fe­ren cia, re co no cen el re sur gi mien to de una nue va con­cien cia pro tes tan te, pe ro so bre to do que se ma ni fies tan tres lí neas en esa con cien cia que son to tal men te nue vas. El re co no ci mien to de la si tua ción re vo lu cio na ria que se mue ve en el con ti nen te y de las jus tas de man das de los opri mi dos; la afir ma ción de que el Evan ge lio no se re fie­re úni ca men te a la vi da per so nal, si no a las es truc tu ras mis mas de la so cie dad, y la po si bi li dad de un com pro mi­

so re vo lu cio na rio de los cris tia nos. CE LA III in tro du jo una nue va pers pec ti va so cioa na lí ti ca, con la po si bi li dad con co mi tan te de un nue vo cur so de ac ción.

Den tro de es ta mis ma co rrien te que re ci be su ins pi ra­ción del Con se jo Mun dial de Igle sias, sur gen el Mo vi­mien to Es tu dian til Cris tia no (MEC­1954); Igle sia y So cie dad en Amé ri ca La ti na (ISAL­1961), más tar de con­ver ti do en ASEL (Ac ción So cial Ecu mé ni ca La ti noa me ri­ca na); la Co mi sión Evan gé li ca La ti noa me ri ca na de Edu ca ción Cris tia na (CE LA DEC­1962); Mi sión Ur ba na y Ru ral (MI SUR) y Uni dad Evan gé li ca La ti noa me ri ca na (UNE LAM­1964) que se rá la en car ga da de con vo car la Asam blea de Oaxt ce pec, en 1978. To dos con sus res pec­ti vos ór ga nos de co mu ni ca ción es cri ta.

El pas tor Zwin glio M. Díaz, en un va lio so en sa yo que ti tu la “Eva lua ción Crí ti ca de la prác ti ca Ecu mé ni ca La ti­noa me ri ca na” afir ma:

La ver dad es que los mo vi mien tos ecu mé ni cos van a co brar fuer za y sig ni fi ca ción, en el pa no ra ma ecle siás ti co con ti nen tal, a par tir de la dé ca da del 60... te nien do su pe río do de es plen dor des de 1965 a 1975”. Y lue go aña de,Sal ta a la vis ta, por lo tan to, que el de sa rro llo de los es fuer zos ecu mé ni cos co rrie ron pa ra le los con el des per tar po lí ti co de las ma sas la ti noa me ri ca nas y van a re fle jar, con ma yor o me nor in ten si dad, la mis ma pro ble má ti ca vi vi da por to dos aque llos com pro me ti dos con los es fuer zos de trans for ma ción de la rea li dad, so cial del con ti nen te. Ca si pa ra le la men te, du ran te es te mis mo pe río do, el

ala evan gé li ca que po dría mos lla mar con ser va do ra (ecu­mé ni ca men te in de pen dien te) y que en un prin ci pio tu vo uno de sus cen tros más im por tan tes en San Jo sé de Cos­ta Ri ca, se de de la Mi sión La ti noa me ri ca na, hi zo sen tir su pre sen cia, a tra vés de cam pa ñas ma si vas de evan ge li za­ción co mo la que Billy Gra ham de sa rro lló en el Ca ri be, Cen troa mé ri ca y Mé xi co en 1958, o a tra vés de la Ca de na Cul tu ral Pa na me ri ca na (DIA) que des de 1959, lle ga a aglu ti nar y coor di nar más de 75 ra dio di fu so ras en el con­ti nen te; o de “Evan ge lis mo a Fon do” (EVAB), que or ga ni­za do en 1960 por la Di vi sión de Evan ge li za ción de la Mi sión La ti noa me ri ca na, y es truc tu ra da en seg men tos na cio na les, de sa rro lló su pro gra ma du ran te apro xi ma da­men te una dé ca da y per du ró co mo CE LEP (Cen tro Evan­gé li co La ti noa me ri ca no de Es tu dios Pas to ra les) y del Ins ti tu to de Evan ge li za ção em Pro fun di da de do Bra sil.

Fi nal men te, de be mos men cio nar el tra ba jo con es tu­dian tes uni ver si ta rios “Cru za da Es tu dian til y Pro fe sio nal, pa ra Cris to”; LEAL (Li te ra tu ra Evan gé li ca pa ra Amé ri ca La ti­na) or ga ni za do en 1955, y los Con gre sos La ti noa me ri ca nos de Evan ge li za ción (CLA DE I, Bo go tá 1969; CLA DE II, Huam pa ní, 1982; y CLA DE III, Qui to 1992) or ga ni za dos por la Fra ter ni dad Teo ló gi ca La ti noa me ri ca na.

La pri me ra CE LA se con cen tró en el es tu dio de “la rea li dad la ti noa­me ri ca na y la pre sen cia de las igle sias evan gé li cas” así co mo del “men sa je y mi sión del Cris tia nis mo evan gé li co pa ra Amé ri ca La ti na”.

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Am bas co rrien tes han to ma do con tac to en dis tin tos even tos, han he cho in ter cam bio de lí de res, de tra ba jos y pu bli ca cio nes y los que tu vi mos oca sión de par ti ci par al me nos en par te del Con gre so de CLA DE, en Ecua dor, no pu di mos me nos que dar gra cias a Dios, no só lo por la aco gi da re ci bi da, si no por el fe cun do li de raz go de teó lo­gos co mo Re né Pa di lla, Gui ller mo Cook, Sa muel Es co­bar, Val dir Steuer na gel y mu chos otros, que abrie ron sur cos y sem bra ron se mi llas, pa ra que hoy un va lio so li de raz go jo ven se le van te más que co mo pro me sa, co mo rea li dad al ser vi cio del Rei no y de la cau sa ecu mé ni ca en es tas in men sas tie rras de Ab ya Ya la.

El CLAIEn 1978 na ce el Con se jo La ti noa me ri ca no de Igle sias.

Re co no ce mos que en nues tra ca mi na ta ecu mé ni ca de las úl ti mas dé ca das, he mos de ja do de la do, o só lo men cio­na do muy fu gaz e in jus ta men te, a ins ti tu cio nes, pro yec­tos y tra ba jos ecu mé ni cos de cual quie ra de las co rrien tes del Pro tes tan tis mo o los Pro tes tan tes La ti noa me ri ca nos (co mo pre fie re lla mar los Bas tián), que han cum pli do o si guen cum plien do ro les im por tan tes en la his to ria re li­gio sa de nues tro con ti nen te y el Ca ri be. Nos re fe ri mos a las So cie da des Bí bli cas, las Aso cia cio nes de Ins ti tu cio nes de Edu ca ción Teo ló gi ca, las Aso cia cio nes Cris tia nas de Jó ve nes y de Se ño ri tas, al SER PAJ (Ecua dor), AL FA LIT (Cos ta Ri ca), or ga ni za cio nes de apo yo a co mu ni da des in dí ge nas, a cen tros de es tu dio y pu bli ca cio nes co mo el DEI (Cos ta Ri ca), el Cen tro Die go de Me de llín (Chi le), el CEC (Ar gen ti na), el Cen tro An to nio Val di vie so (Ni ca ra­gua), CE DI y CE SEP (Bra sil) y mu chos otros se me jan tes, así co mo las nu me ro sas or ga ni za cio nes ecu mé ni cas de Re fu gia dos o de De re chos Hu ma nos que vie ron la luz en los tiem pos más te ne bro sos de las dic ta du ras mi li ta res, y más re cien te men te ALC, la Agen cia de Co mu ni ca cio nes pa ra Amé ri ca La ti na y el Ca ri be.

Con mo ti vo del tér mi no de mi man da to co mo pre si­den te del CLAI des de la Asam blea de Oax te pec (1978) pa san do por la Asam blea Cons ti tu ti va de Huam pa ní (1982), la de In daia tu ba (1988) y con clu yen do con la Asam blea ce le bra da en Con cep ción, Chi le (1995), me vi obli ga do a re vi sar, re me mo rar y eva luar es ta par te de la his to ria del ecu me nis mo evan gé li co o pro tes tan te de nues tra Amé ri ca y el Ca ri be, en la que me vi per ma nen­te men te com pro me ti do. Y al ha cer lo tu ve no só lo un pro fun do sen ti mien to de gra ti tud y hu mil dad por el pri­vi le gio y la res pon sa bi li dad que me fue ron con fia dos, si no tam bién por las fuer zas y el áni mo que Dios nos dio

a los que du ran te tan tos años nos com pro me ti mos en es ta di fí cil, pe ro pre cio sa cau sa ecu mé ni ca.

Por otra par te, pu de to mar con cien cia de lo que el Após tol Pa blo sen tía, cuan do es cri bien do a los cris tia nos de Co rin to les de cía:

A fin de cuen tas, ¿quién es Pa blo?, ¿quién es Apo lo? Sim­ple men te ser vi do res, por me dio de los cua les us te des han creí do en el Se ñor. Ca da uno de no so tros hi zo el tra ba jo que el Se ñor le se ña ló; yo sem bré y Apo lo re gó, pe ro Dios es quien hi zo cre cer la plan ta. De ma ne ra que ni el que siem bra ni el que rie ga son na da, si no que Dios lo es to do, pues él es quien, ha ce cre cer la plan ta. (I Cor 3:5­7) Esa ha si do nues tra ex pe rien cia y nues tra his to ria, al

re pa sar las dis tin tas eta pas que nues tros pre de ce so res de bie ron re co rrer pa ra abrir sur cos y plan tar se mi llas, de las cua les nues tra ge ne ra ción ha po di do re co ger pre cio­sos fru tos.

Es pe cial men te creo que de be mos sen tir nos deu do res a ese gru po de her ma nos y her ma nas del con ti nen te y el Ca ri be, que en días muy di fí ci les y pe li gro sos, cuan do las Igle sias se de ba tían en tre la cri sis del ca pi ta lis mo de pen dien te, los de sa fíos de la re vo lu ción cu ba na, la ca de na de dic ta du ras mi li ta res que iban im po nien do el ne fas to pro yec to cu yos amar gos fru tos se gui mos co se­chan do, y una po la ri za ción so cio po lí ti ca de la que prác­ti ca men te na die pu do es ca par, se lan za ron a in ter pre tar una nue va aven tu ra por la uni dad y la mi sión li be ra do ra a que el Evan ge lio nos con vo ca. Me re fie ro a ese gru po de her ma nos de UNE LAM que en tre 1964 y 1978, lan­zan su pro cla ma;

“Es por que cree mos en la im por tan cia de la ta rea que Dios asig na a su Igle sia en sus pla nes de li be ra ción de la hu ma ni dad, en su plan re den tor pa ra Amé ri ca La ti na, que nos atre ve mos a so ñar en crear un or ga nis mo de re la­ción ecu mé ni ca que pue da ayu dar en al gu na me di da a cum plir esa ta rea”. Y a pe sar de to dos sus in ten tos, en los que se des ta ca

la bri llan te per so na li dad del que más tar de se ría Se cre ta­rio Ge ne ral del Con se jo Mun dial de Igle sias, pas tor Emi­lio Cas tro, se sien ten con de na dos, di ce la Sra. Sa ba nes Plou “co mo súb di tos de ecle siás ti cos reac cio na rios” por los pro gre sis tas, y “co mo alia dos de seu do­cris tia nos mar xis tas”, por los con ser va do res. Así nau fra ga un es fuer zo bie nin ten cio na do, en me dio de un en car ni za do con flic to ideo ló gi co apo ya do so bre ba ses muy en de bles, co mo lo eran los con ci lios, fe de ra cio nes y alian zas ecle­siás ti cas de aque llos días, y sin el apo yo de las Igle sias y de gran par te del li de raz go ecu mé ni co pre do mi nan te en

“Por que cree mos en la im por tan cia de la ta rea que Dios asig na a su Igle sia en sus pla nes de li be ra ción de la hu ma ni dad, en su plan re den tor pa ra Amé ri ca La ti na, que nos atre ve mos a so ñar en crear un or ga nis mo de re la ción ecu mé ni ca que pue da ayu dar en al gu na me di da a cum plir esa ta rea”.

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la dé ca da del 60. Y sin em bar go, no só lo de be mos re co no cer que en

esos diez años UNE LAM de sa rro lló un in ten so pro gra ma de en cuen tros re gio na les y con ti nen ta les so bre te mas de im por tan cia co mo el rol po lí ti co de la Igle sia, la ac ción no­vio len ta fren te al cam bio so cial, el rol de la mu jer en la Igle sia y la so cie dad, el ecu me nis mo, el mo vi mien to pen te cos tal, y el te ma cris to ló gi co “¿Quién es Je su cris to hoy en Amé ri ca La ti na?”, que cons ti tuía una preo cu pa­ción en el mun do ecu mé ni co de aque llos días, si no que tam bién su po per ci bir a tiem po cuán do sus re cur sos y po si bi li da des se ha bían ago ta do, y pre pa rar el ca mi no pa ra que otra or ga ni za ción u otro equi po hu ma no to ma­ra la pos ta a fin de lle var ade lan te la cau sa de re no va ción y uni dad por la que ha bían es ta do tra ba jan do. Y lo hi cie­ron con tan ta no ble za y dig ni dad, que re nun cia ron a par ti ci par en to do nue vo pro yec to, y a pre ten der in fluen­ciar en cual quier de ci sión que las Igle sias qui sie ran to mar en esa en cru ci ja da.

Así fue con vo ca da la Asam blea de Oax te pec, en 1978, y así na ció CLAI, “en tre el re ce lo y la es pe ran za” co mo “bien lo ex pre sa ra el Dr. Mí guez Bo ni no. Así lo sen tía yo mis mo, co mo lo ex pre sé en un ar tí cu lo que me fue so li ci ta do al tér mi no de la Asam blea:

De pron to, ca si sin dar me cuen ta, me sen tí arran ca do de mi mu lli do asien to del au di to rio, pa ra ver me en vuel to, a pe sar de mis te mo res y tem blo res, en una de las aven tu ras más apa sio nan tes del mo vi mien to ecu mé ni co en Amé ri ca La ti na. No voy a en trar en los de ta lles de ese lar go ca mi no

re co rri do, ya que en Con cep ción pre sen ta mos el li bro Ca mi nos de Uni dad que los re gis tra am plia men te. Por otra par te, en es tos mis mos días ha rá su apa ri ción en Qui to el Li bro de la III Asam blea Ge ne ral en Con cep ción, don de mi úl ti mo in for me pre si den cial se ocu pa ex ten sa men te del te ma, pen san do en la nue va ge ne ra ción que de be rá ir asu mien do la res pon sa bi li dad de la con duc ción del Con­se jo. Só lo me re duz co a enu me rar al gu nos de los lo gros de es ta ri ca ex pe rien cia ecu mé ni ca que ha sig ni fi ca do la mar cha del CLAI, y lue go a se ña lar al gu nos de los de sa­fíos que nos pre sen ta el ter cer Mi le nio.

Creo que el pas tor Car los Duar te ha per ci bi do muy bien el sen ti do del ecu me nis mo que des de el co mien zo fue ins pi ran do la mar cha de nues tro Con se jo La ti noa me­

ri ca no de Igle sias, y por eso me per mi to trans cri bir uno de los pá rra fos de su li bro El otro ros tro de la ‘Re li gión que he mos pu bli ca do y di fun di do en nues tro con ti nen te:

El gru po de igle sias que com po nen el CLAI es tan he te ro­gé neo que re sul ta im po si ble des ta car la ecle sio lo gía pre do­mi nan te en el or ga nis mo. Sin em bar go, es ta ri que za y di ver si dad ex pre sa real men te el pun to de par ti da de es te or ga nis mo ecu mé ni co: la rea li dad la ti noa me ri ca na. Des­de los ini cios de su his to ria, el CLAI ha de fi ni do dos prin­ci pios en su com pren sión de la ta rea ecu mé ni ca: en pri mer lu gar, es po si ble la di ver si dad en la uni dad. Uni­dad no es si nó ni mo de uni for mi dad, no es el pre do mi nio de una ex pre sión que anu le y su pe re a to das las de más. La uni dad en la di ver si dad es la acep ta ción ac ti va de las ten sio nes que las igle sias vi ven en tre sí y es, tam bién, la acep ta ción de rea li da des di ver sas. Es el re co no ci mien to de que si bien el Evan ge lio es uno, su trans for ma ción y di fu­sión ne ce si ta en car nar se en una de ter mi na da ex pre sión de igle sia y cul tu ra. Es el re co no ci mien to, en el otro, de una pre sen cia di vi na co mún. Re co no ci mien to que va más allá de una me ra to le ran cia pa ra trans for mar se en fra­ter ni dad ac ti va. En se gun do lu gar, las raí ces del CLAI es tán en el pue blo la ti noa me ri ca no, en su di ver si dad po li­cro ma da, en sus his to rias lo ca les, en sus tra di cio nes se cu­la res, en la mú si ca de sus pue blos y ra zas. Las raí ces del CLAI se hun den en la tie rra fe cun da de las ne ce si da des de los pue blos la ti noa me ri ca nos. Por que un prin ci pio fun da­men tal de las igle sias que con for man el CLAI es que el ver da de ro es cán da lo de la di vi sión en Amé ri ca La ti na, más que la di vi sión de no mi na cio nal es Ia di vi sión en tre aque llos que pue den sa tis fa cer sus ne ce si da des bá si cas y de los que no lo pue den. En tre los que co men y los que no; los que tie nen ro pa y vi vien da y los que no; en tre los que leen, es cri ben y tra ba jan, y los que no. Es ta di vi sión en tre los que pue den vi vir dig na men te y los que ape nas so bre­vi ven en me dio de un cla mor con ti nen tal de ne ce si da des in sa tis fe chas es mu cho más es can da lo so y de sa fian te que las pro pias di fe ren cias doc tri na les. sv

Fe de ri co Pa gu ra es ar gen ti no, obis po me to dis ta (em) y fue pre si den te del CLAI de 1978 has ta 1995.

UNE LAM de sa rro lló un in ten so pro gra ma de en cuen tros re gio na les y con ti nen ta les so bre te mas de im por tan cia co mo el rol po lí ti co de la Igle sia, la ac ción no­vio len ta fren te al cam bio so cial, el rol de la mu jer en la Igle sia y la so cie dad, el ecu me nis mo, el mo vi mien to pen te cos tal, y el te ma cris to ló gi co “¿Quién es Je su cris to hoy en Amé ri ca La ti na?”, que cons ti tuía una preo cu pa ción en el mun do ecu mé ni co de aque llos días.

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E C U m E N I S m og e r s o n m e y e r

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Pas tor Mor ti mer Arias, Bis­po da Igre ja Me to dis ta, do Uru guay, Se cre tá rio de

Mis são e Evan ge li za ção do CLAI e edi tor da Car ta de Evan ge li za ção do CLAI em seu liv ro A Gran de Co mis­são, edi ta do pe lo CLAI, cha ma a nos sa aten ção que há qua tro man­da tos de Cris to pa ra o anún cio das boas no vas:

Ma teus 28: “Ide, por tan to, fa zei dis cí pu los de to das as na ções...”.Mar cos 16:15: “Ide por to do o mun­do e pre gai o Evan gel ho...”.Lu cas 24:47: “Que em seu no me se pre gas se arre pen di men to ...pa ra re mis são de pe ca dos... vós sois tes­te mun has des tas coi sas”. João 20:21: “As sim co mo o pai me en viou , eu tam bém vos en vio”.Os tex tos aci ma in di ca dos de vem

ser com bi na dos com Gá la tas 6:2, que diz :”Le vai as car gas uns dos ou tros e, as sim, cum pri reis a Lei de Cris to”.

“O CLAI se or ga ni za —e es te é a nos sa gran de es pe­ran ça— pa ra ser vir às Igre jas e ao po vo la ti no­ame ri ca no. O CLAI de ve rá ser sem pre um mi nis té rio (dia co nia) em fa vor de to do o po vo de Deus, den tro e fo ra das igre jas e orien ta rá as suas ações com ob je ti vo ex clu si vo de ser vir a to dos in dis tin ta men te, mas es pe cial men te aos mais ne ces si ta dos e mar gi na li za dos da so cie da de. Não tem sen ti do criar uma es tru tu ra a mais na Amé ri ca La ti na e no Ca ri be, se não é com o pro pó si to ele va do de con tri­buir pa ra a uni da de dos la ti no­ame ri ca nos, seu bem­es­tar fí si co, es pi ri tual, mo ral e cul tu ral.

Não tem sen ti do criar um or ga nis mo que não es te ja a ser vi ço dos po bres, e que não de fen da seus di rei tos ou tor ga dos por nos so Cria dor, por tan to, sa gra dos. Não tem sen ti do criar um no vo or ga nis mo que não es te ja aber to ao diá lo go com to dos e ao amor fra ter no, fa zen do ger mi nar en tre os cris tãos de Amé ri ca La ti na

(e do mun do) a ver da dei ra fra ter ni da de que Cris to de se ja va pa ra os seus se gui do res (João 13:31, 17:1­26 e

I Co rín tios 13) e não tem sen ti do que es te mi nis té rio não ten ha cons­ciên cia do dra ma que vi vem nos so Con ti nen te e Il has do Ca ri be, e que não se ja fir ma do em seus sen ti men­tos mais pro fun do pe lo tes te mun ho con cre to do po der do Evan gel ho atra vés do amor, ser vi ço e sa cri fí cio” (De “Oax te pec a Huam pa ni” re la tó­rio da Di re to ria e do Se cre ta ria do do CLAI, l982).

Re pi to: “Não tem sen ti do criar um or ga nis mo que não es te ja a ser­vi ço dos ne ces si ta dos. Há mais de vin te anos ti ve mos um te rrí vel te rre­mo to no Mé xi co. O Se cre tá rio Ge ral do CMI, me en viou ao Mé xi co com uma men sa gem pas to ral e ofer ta por meio de pro je tos que os me xi ca nos pre pa ra riam pa ra re ce ber aju da.

Min ha sur pre sa: o CLAI já es ta va pre sen te na pes soas do se cre tá rio da Pas to ral de Con so la­ção e So li da rie da de. O Rev. Juan Mar cos Ri ve ra que le va va tam bém uma men sa gem pas to ral e o que con se guiu das igre jas por to ri quen has al guns re cur sos em din hei ro. No tem que o CLAI che gou pri mei ro acom pan han do os que so fre­ram com o te rre mo to. O CLAI pre sen te no so fri men to do po vo me xi ca no. Con ta ram­me de uma igre ja na Ca pi tal que ha via trans for ma do o seu Tem plo em Hos pi tal. O vi si­tan te foi ver de per to es se tem plo­hos pi tal. Col chões no chão on de ha via de ze nas de pes soas dei ta das e o es cri tó rio do pas tor fo ra trans for ma do em um con sul tó rio mé di co...

Anun ciar e vi ver a men sa gemO CLAI pre sen te no so fri men to do po vo...O Pro fes sor NEW TON FLEW, no seu liv ro a NA TU­

RE ZA DA IGRE JA, nos diz que a pre ga ção da Igre ja Pri­mi ti va e era mais vi da cris tã do que a pre ga ção em pa lav ras. A Igre ja Pri mi ti va tes te mun ha va a res pei to do Sen hor Res su rre to de va ria das ma nei ras, mas es pe cial­men te no es ti lo de vi da dos seus mem bros.

Em l978 em Oax te pec, on de o CLAI foi cria do (em

Anúncio de Boas Novas

e vida de amor

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for ma ção) , os par ti ci pan tes da As sem bléia de Igre jas da Amé ri ca La ti na e do Ca ri be, en via ram uma men sa gem ao di ta dor Anas tá cio So mo sa pa ra de man dar­lhe, em no me do po vo evan gé li co la ti no­ame ri ca no, que ces sas se a per­ver sa re pres são con tra o po vo ni ca ra güen se. Tam bém en viou men sa gem ao se cre tá rio ge ral das Na coes Uni das pa ra que usas se a sua in fluên cia pa ra aca bar com o de rra­ma men to de san gue e es ta be le cer a paz em jus ti ça nes se país.

Re pe tin do: “Não tem sen ti do que o mi nis té rio do CLAI não ten ha cons ciên cia do dra ma que vi vem nos so con ti nen te e il has do Ca ri be...”

Anún cio de boas no vas e mi nis té rio do amorLer Isaias 65:20 a 23.Não ha ve rá ne la crian ças pa ra vi ver pou cos días. Edi fi­ca rão ca sas e ne las ha bi ta rão...Não edi fi ca rão pa ra que ou tros ha bi tem, não plan ta rão pa ra ou tros co mam; Não tra bal ha rão de bal de, nem te rão fil hos pa ra a ca la mi da de...CLAI orien ta rá suas ações pa ra ser vir aos mais ne ces­

si ta dos e mar gi na li za dos da so cie da de.Em uma fa ve la mui to po bre e tris te, o se cre tá rio da

Pas to ral che gou e lhe dis se ram que te ria que pre gar em um cul to pa ra con sa grar um “ban hei ro” ao ar liv re. He si­tou, mas de pois re sol veu acei tar o con vi te e di ri giu o cul to e pre gou, di zen do que, da que le mo men to em dian­te, aque la gen te po bre te ria um ban hei ro ao ar liv re. Quan do me con vi da ram pa ra de di car es se ban hei ro, eu o fiz com to da so le ni da de. Aque le ban hei ro era uma ga ran­tia de que des se mo men to em dian te mo rre riam me nos crian ças com lom bri gas na que la fa ve la...

Sen hor, Tu que amas tan to às crian ças, ser vis tes de ins pi ra ção pa ra aque la de di ca ção. (Car tas a Je sús, Pas to­ral de Con so la ção e so li da rie da de do CLAI).

“Que na da fal te ao João”João es tá en fer mo. Ra pi da men te o bai rro se mo bi li za

em so li da rie da de.Não po de mos dei xar que lhe fal te al go pa ra a sua

re cu pe ra ção. Nos sos ma ri dos es tão sem tra bal ho, pois es tão des pe din do os em pre ga dos es tão sen do de mi ti­dos...

Is so não im por ta. João não foi sem pre fiel quan do pre ci sá va mos de le? Ago ra é o mo men to de fa zer mo­nos pre sen tes.

Vá rias ir mãs da co mu ni da de do bai rro La Pri ma ve ra em Trin da de, Uru guay se mo vi men ta ram e co me ça ram a che gar em ca sa do João, do ces, ver du ras, co mi da e tam­bém vi si tas de to do o bai rro

Mas co mo po de fa zer is so um bai rro tão po bre?O amor e o com pro mis so de que nos fa la Je sus foi um

lin da rea li da de na que la co mu ni da de La Pri ma ve ra em Trin da de, Uru guay.

Sen hor que lin da rea li da de: a fra ter ni da de de uma co mu ni da de po bre! (Da Se cre ta ria Re gio nal do CLAI)

Em um cer to país de Amé ri ca Cen tral, al guns jo vens me so li ci ta ram uma en tre vis ta. Pen sei que nos so en con­tro se ria no ho tel on de es ta va hos pe da do, ou em al gu ma igre ja, mas não, foi em um es ta cio na men to de ca rros. Os jo vens le va vam do cu men tos que es cre ve ram, e es tes não po diam cair nas mãos das au to ri da des.

O pe di do dos jo vens era: O sen hor po de ria le var es tes do cu men tos pa ra o Mé xi co? (Eu es ta va a ca min ho do Mé xi co, pas san do pe la Gua te ma la). Se não pu der, en ten­de mos... Es con di aque le en ve lo pe co mo pu de den tro de min ha rou pa, mas eu me sen tia in co mo da do com tan tos po lí cias an dan do pe lo ae ro por to. Gra ças a Deus, che gan­do ao Mé xi co, en tre guei aque le en ve lo pe ao ad vo ga do, e sen ti­me ali via do. E que alí vio! Vá rios pro je tos do liv ro Col hei ta de Es pe ran ça (re pi to, pre pa ra do pa ra a As sem­bléia de In daia tu ba em 1988).

O in for me que es cre vi pa ra Huam pa ni em 1982, ter­mi na as sim:

“... as pa lav ras da úl ti ma Car ta Pas to ral da Di re to ria do CLAI em Fe ve rei ro de 1982 di ziam: “En quan to is so, ami gos e ir mãos, si ga mos na pre pa ra ção do en con tro que o Sen hor nos faz em Huam pa ni, Li ma, pa ra que re no ve­mos em Je sus Cris to e com Je sus Cris to nos sa vo ca ção de com pro mis so com o Rei no nes ta ho ra cru cial pa ra nos sa Amé ri ca La ti na, na qual co mo nun ca pa re cem ter vi gên­cia as pa lav ras do pro fe tas Isaias 21:11 e 12: “Guar da, a que ho ras es ta mos da noi te? Res pon deu o guar da: Vem a man hã...”.Que a es pe ran ça de um no vo aman hã que a sen ti ne la

nos trans mi te e que o Sen hor Je sus Cris to nos ga ran te por sua pa lav ra e por sua res su rrei ção, ilu mi ne nos sa sen da e di ri ja o nos so CLAI e nos so tes te mun ho pe lo seu Es pí ri to San to. Que as sim se ja.sv

Rev. Ger son Me yer é bra si lei ro, da Igre ja Pres bi te ria na Uni da e foi o pri mei­ro se cre ta rio ge ral do CLAI.

Não tem sen ti do criar um or ga nis mo que não es te ja a ser vi ço dos po bres, e que não de fen da seus di rei tos ou tor ga-dos por nos so Cria dor, por tan-to, sa gra dos. Não tem sen ti do criar um no vo or ga nis mo que não es te ja aber to ao diá lo go com to dos e ao amor fra ter no, fa zen do ger mi nar en tre os cris tãos de Amé ri ca La ti na.

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El cre ci mien to se da es pe cial men te en tre los pen­te cos ta les que re pre sen tan ca si el 13% de los 560 mi llo nes de ha bi tan tes de nues tro Con ti nen te.

Es te fe nó me no no es nue vo. Se ini ció len ta men te a prin ci pios del si glo XX, pe ro a tra vés de los úl ti mos 50 años el rit mo de su cre ci mien to ha to ma do pro por cio nes muy sig ni fi ca ti vas.

Ca be en es te con tex to men cio nar un es tu dio rea li za­do ha ce cin cuen ta años y que hoy si gue vi gen te en mu chas so cie da des de Amé ri ca La ti na. La in ves ti ga ción so cio ló gi ca se de sa rro lló en Nue va York (sec tor del Bronx), en los cen tros de cul to ubi ca dos en ca lles de sec­to res po bres, don de vi vían los puer to rri que ños de la

ciu dad. La in ves ti ga ción es tu vo ba sa da en el es tu dio de ca sos y en tre vis tas in for ma les.

Los re sul ta dos eran en cier tas me di das es te reo ti pa das, los tes ti mo nios ya co mu nes: “Me gus ta ba be ber... lle va ba una vi da pe ca mi no sa con mu je res... es ta ba des via do... pe ro un día re ci bí el Es pí ri tu, co no cí la pa la bra...” Ex pre san las per­so nas con es tas pa la bras su con ver sión en pa sos sim ples. Con cien cia de pe ca do­con ver sión­re ge ne ra ción.

La vi da del que se con vier te es afec ta da des de lo más pro fun do de su ser a lo más su per fi cial y vi si ble. Es un ejem plo vi vo del po der de Dios.

La pre gun ta que se hi zo al fi nal fue la si guien te: ¿Por qué se fue acer can do a la Igle sia?... “La pri me ra vez que

I G L E S I Ah é c t o r p e t r e c c a

Ecu me nis mo y pen te cos ta lis mo

en Amé ri ca La ti na

Cual quier per so na se ria men te in te re sa da en es tu diar la si tua ción re li gio sa en Amé ri ca La ti na ob ser va rá un

in cre men to en la can ti dad de pro tes tan tes evan gé li cos.

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vi ne aquí me lla mó la aten ción que me die ran la ma no y me sa lu da ran... Un ami go me in vi tó y la gen te me lla mó her ma no...”.

Un pas tor da ba co mo gran ar gu men to de su con ver­sión el he cho de que en la Igle sia Ca tó li ca nun ca le di je­ron “Dios lo ben di ga”. La pre sen cia del sen ti mien to “no so tros” era evi den te al com pro bar el mo do en que sus miem bros ha bla ban de su Igle sia. To dos se co no cen por su nom bre: “her ma no Juan”, “her ma na Ma ría”, etc. Rei­na ba en la Igle sia el sen ti do de per te nen cia, de iden ti fi­ca ción con el gru po.

Co mo co men ta mos an te rior men te, el cre ci mien to más ex ten so en el mo vi mien to pen te cos tal ha si do en el mun do en de sa rro llo y, so bre to do en los años re cien tes, ha lle ga do a ser una par te sig ni fi ca ti va del en tor no re li­gio so y po lí ti co de Amé ri ca La ti na. Des de la dé ca da de los años 60, es ta re gión ha vis to un cre ci mien to sus tan ti­vo en el nú me ro de pen te cos ta les, que ya al can za al 13% o al re de dor de 75 mi llo nes de los 560 mi llo nes de ha bi­tan tes, co mo ya se ña la mos al prin ci pio. Ca be men cio nar y no ol vi dar que los pen te cos ta les no son los úni cos “evan gé li cos” en la re gión. Ade más, los miem bros ca ris­má ti cos de de no mi na cio nes no­pen te cos ta les (ma yo ri ta­ria men te ca tó li cos en Amé ri ca La ti na) aña den 80 mi llo nes más a las ci fras.

Sin em bar go, la cre cien te pre sen cia del pen te cos ta lis­mo en la so cie dad le van ta mu cha crí ti ca y su in fluen cia ha sig ni fi ca do le ña pa ra el con flic to po lí ti co. Mien tras al gu nos ob ser va do res in sis ten en que el pen te cos ta lis mo si gue un pa trón esen cial men te mo no lí ti co de quie tud y pa si vi dad po lí ti ca, in cli nán do se ha cia la de re cha, otros su bra yan su ac ti vis mo po lí ti co en Bra sil y Gua te ma la. Los he chos de mues tran que ha ha bi do di fe ren tes pa tro nes de cre ci mien to, én fa sis teo ló gi co y con tex tos po lí ti cos en ca da una de es tas co mu ni da des pen te cos ta les na cio na les y la rea li dad ac tual lo re fle ja. Es ta di ver si dad ha ce sos pe­cho sos co men ta rios ge ne ra les so bre el pen te cos ta lis mo en el Con ti nen te.

Hoy ve mos, por un la do, el cre ci mien to del mo vi­mien to pen te cos tal en Amé ri ca La ti na y, por otro, la Igle­sia Ca tó li ca se ve a sí mis ma co mo la igle sia to tal, en vir tud de la su ce sión apos tó li ca de Pe dro en la per so na del Pa pa; en es to di ver gen los pro tes tan tes que nie gan va lor a di cha tra di ción. A pe sar de las di fe ren cias, sin em bar go, po co a po co se fue dan do lu gar a una nue va en ti dad que nos aú na, de no mi na da ecu me nis mo.

La re la ción con el ecu me nis moEl na ci mien to del ecu me nis mo dio que ha blar des de

su co mien zo. Si bien hay un re co no ci mien to en la ne ce­si dad de unir al “Pue blo de Dios” hay erro res en la apre­cia ción que ha cen dis tin tos di ri gen tes a me di da que pa sa el tiem po, y que ge ne ra di ver sos sen ti mien tos de unión y re cha zo en tre los hom bres que pro fe san su bús que da.

Des de los ini cios, la se pa ra ción de las igle sias se pro­du jo, prin ci pal men te, por mo ti vos teo ló gi cos y cues tio­nes doc tri na les pre sen tes to da vía en tre las di fe ren tes igle sias. Pa ra in ten tar sal var esas di fe ren cias se han sus ci­ta do in nu me ra bles co lo quios, en cuen tros y diá lo gos a di fe ren tes ni ve les, que pre ten den dar ver da de ros pa sos ha cia la uni dad cris tia na en ple ni tud. Es in ne ga ble que exis ten otras di men sio nes ecu mé ni cas no es tric ta men te doc tri na les y que, si no se re suel ven, di fí cil men te se ha rá po si ble, ni si quie ra creí ble, la even tual uni dad cris tia na. En mu chos ca sos, ca da uno de los in ter lo cu to res en via do a los co lo quios y en cuen tros por el diá lo go cree que no pue de dar nue vos pa sos en el te rre no de las con ce sio nes por im pe dír se lo la leal tad que de be a su pro pia Igle sia y cree ha ber se to pa do con tra un mu ro in fran quea ble, por lo que po de mos de cir cla ra men te que asis ti mos a una lu cha en tre las con ce sio nes y las leal ta des....

Por aho ra, la uni dad ecle sial es so lo un mis te rio que lle va rá si glos re sol ver.... Mis te rio ya en el mo men to de las rup tu ras. ¿Có mo pue de en ten der se que per so nas rec ta­men te in ten cio na das, al me nos al gu nas de en tre ellas, ha yan pro vo ca do las se pa ra cio nes en la Igle sia?

¿Có mo pue de ex pli car se que esas se pa ra cio nes con ti­núen a tra vés de los si glos? ¿Qué ex pli ca ción pue de dar­se al he cho de que, ha bien do rea li za do el ecu me nis mo tan tos es fuer zos a lo lar go del tiem po, sus fru tos sean tan men gua dos?

Cuan do dia lo go con un her ma no de otra con fe sión, cuan do oro con él o tra ba jo a su la do, mu chas ve ces me sien to in va di do por el mis te rio que se ma ni fies ta a tra vés de es te in te rro gan te: ¿por qué es ta mos tan le jos ha llán do­nos tan cer ca? ¿Por qué es tan do tan cer ca con ti nua mos ale ja dos?

Si la au ten ti ci dad de fe que hay en mí la su pon go tam bién en él, ¿por qué con ti nua mos de su ni dos? No ha llo res pues ta a es ta pre gun ta. Ver da de ra men te, la uni­dad, más que un pro ble ma, es un mis te rio de la Igle sia.

No se pue de avan zar si en el li de raz go de la Igle sia per sis te la sos pe cha y la des con fian za... ¿Cuál se ría la di fe ren cia en tre la po lí ti ca de los go bier nos y la Igle sia del Se ñor?

Res pues tas pro ce den tes de to dos los con ti nen tes alu­den a la per sis ten cia de ac ti tu des mar ca das por el mie do,

Cuan do dia lo go con un her ma no de otra con fe sión, cuan do oro con él o tra ba jo a su la do, mu chas ve ces me sien to in va di do por el mis te rio que se ma ni fies ta a tra vés de es te in te rro gan te: ¿por qué es ta mos tan le jos ha llán do nos tan cer ca? ¿Por qué es tan do tan cer ca con ti nua mos ale ja dos?

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la sos pe cha y la des con fian za re cí pro cos. Otros cris tia nos al ber gan el te mor de que pue den ser ab sor bi dos por la co mu ni dad ca tó li ca, más fuer te.

Al gu nos ca tó li cos con si de ran que el ecu me nis mo po ne en pe li gro su fe y equi va le a ad mi tir la in su fi cien cia de la Igle sia ca tó li ca.

En re su men, per sis ten aún mu chas sos pe chas acer ca de las rea les in ten cio nes mu tuas y de las mo ti va cio nes evan gé­li cas de los pro gra mas y las ac ti vi da des de unos y otros.

Ha cia una es pi ri tua li dad vi ven cialAsí co mo la his to ria de la Igle sia es la his to ria de la

in ter pre ta ción de las Sa gra das Es cri tu ras que se ha ce igle­sia, el pen te cos ta lis mo es una pá gi na de la Es cri tu ra que se trans for ma en Igle sia.

La pri me ra res pues ta a las ex pec ta ti vas de las ma sas tie ne que ver con la es pi ri tua li dad “vi ven cia!”, es Él.

El pen te cos ta lis mo rei vin di ca, en pri mer lu gar, el va lor de es ta ex pe rien cia. La ex pe rien cia de la sa na ción —emo­cio nal y fí si ca— que pa re ce es tar co nec ta da con los sen ti­mien tos de “bien ve ni da”.

La bien ve ni da y la hos pi ta li dad pen te cos tal pa re cen te ner un efec to cu ra ti vo o sa na dor. Quienes lle gan sien ten que la co mu ni dad en te ra pi de a Dios por ellos, ma ni fies ta in te rés en su sal va ción y se po ne fe liz al ver los. La per so na so li ta ria, an gus tia da o en fer ma con su au toes ti ma se ria­men te de te rio ra da, ex pe ri men ta un enor me cam bio en su au to per cep ción. De re pen te se sien te im por tan te, sien te que su vi da tie ne va lor y que Dios la ama de ver dad por que la co mu ni dad lo ex pre sa en for ma con cre ta. Re cu pe ra el sig ni fi ca do en su vi da, ven ce la so le dad y an gus tia y con fre cuen cia ve su ex pe rien cia con fir ma da con el ali vio de su do lor fí si co. En mu chas par tes es tam bién un he cho que el tra ba jo con los pen te cos ta les es una ayu da po de ro sa pa ra ir apar tán do se del al co ho lis mo y de otros fla ge los si mi la res.

En tre otras co sas, apren de mos que el éxi to de su evan ge li za ción sur ge de la par ti ci pa ción de los lai cos,

gen te or ga ni za da en ta reas es pe cí fi cas, con res pon­sa bi li da des. Se sien ten par te ne ce sa ria en la ac ción de su igle sia.

Tam bién apren de mos la ne ce si dad de mul ti pli­car lu ga res de cul to más mo des tos. Los pen te cos­ta les só lo tie nen es pa cios pe que ños al qui la dos o com pra dos a ba jo cos to, mien tras que otras Igle­sias gas tan a ve ces mi llo nes de pe sos en edi fi car gran des tem plos pa ra sus li tur gias.

Fi nal men te, mu chas Igle sias asig nan gran des su mas de di ne ro y mu chos años a la for ma ción y pre pa ra ción de su per so nal, tan to cle ri cal co mo lai cal. Los pen te cos ta les, por otro la do, tie nen un pas tor en tre na do en unos po cos años.

Sa be mos que nues tro mun do pos mo der no ha de mos tra do su sed de ex pe rien cia re li gio sa en va ria das for mas, a ve ces erra das. Es po si ble que el éxi to ac tual del pen te cos ta lis mo y de mu chos gru pos ca ris má ti cos se ex pli que, en gran par te, por su ten den cia a acen tuar la ex pe rien cia re li gio­sa in di vi dual, vi ven cial, con to dos sus as pec tos emo cio na les; una dis po si ción pre sen te tam bién en las pe que ñas co mu ni da des de ba se. Aquí te ne­

mos una di men sión pas to ral que qui zás re quie re nues­tra aten ción y re fle xión en el fu tu ro.

La re for ma del si glo XVI pro cla mó, en tre otras co sas, el sa cer do cio de to dos los cre yen tes; no obs tan te, la Igle­sia en fren tó el te mor de la pér di da de uni for mi dad teo ló­gi ca y es truc tu ral (sta tu quo), li mi tó el ac cio nar de los lai cos y dio lu gar, in vo lun ta ria men te, a que se creen una in fi ni dad de con gre ga cio nes in de pen dien tes que pro pi­cian la li ber tad de los cre yen tes­lai cos en el ser vi cio a Dios y la Igle sia. Es tas con gre ga cio nes, al cre cer, se trans­for man en nue vas de no mi na cio nes.

Qui zás los pen te cos ta les en con tra ron un ca mi no que per mi te li be rar a los cre yen tes­lai cos pa ra que pue dan uti li zar to do su po ten cial.

Ca be men cio nar que los es ta dis tas mo der nos de la Igle sia de fi nen cua tro eta pas de cre ci mien to y de cai mien­to de la Igle sia.1. Los “bár ba ros”: son los que co mien zan una obra nue­

va, sin di ne ro, pa san do ne ce si da des, su frien do per se­cu cio nes, po nien do al Se ñor an tes que to do. Hu bo mu chos mi sio ne ros que hi cie ron es to vi nien do de paí ses le ja nos.

2. Los “ad mi nis tra do res”: son los que si guen a los “bár­ba ros”. Ge ne ral men te son los pas to res que vie nen a se guir la obra. Al guien que fue al se mi na rio y que ya vie ne con un sa la rio y co mien za a or ga ni zar la Igle­sia.

3. Los “bu ró cra tas”: la Igle sia co mien za a cre cer nu mé­ri ca y eco nó mi ca men te, se ha cen edi fi cios, se em plean pro fe sio na les pa ra di ri gir dis tin tos mi nis te rios. En es ta eta pa, ya los pues tos de la Igle sia son una es pe cie de em pleos.

Se si gue con las ac ti vi da des, pe ro sin pa sión, y la Igle­sia es di ri gi da por una bu ro cra cia que es ca da vez me nos es pi ri tual. Los pas to res via jan, son ad mi ra dos, pe ro la Igle sia en tra en una me se ta, no au men ta ni

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de cre ce.4. Los “aris tó cra tas”: es te es el pe río do en el cual la Igle­

sia co mien za a de cli nar. Los cre yen tes son gen te bue­na, da di vo sa, pe ro han per di do el ce lo evan ge li za dor. Los di ri gen tes son ad mi ra dos y res pe ta dos, pe ro son aris tó cra tas de la Igle sia. Eso no es ma lo, pe ro ya no pro du ce.Hoy en día hay me nos “bár ba ros”. Se me ocu rre que

la ma ne ra de pro du cir “bár ba ros” es pro pi ciar el ser vi cio y mi nis te rio de los cre yen tes­lai cos cuan do es tán lle nos de fue go; cuan do no sa ben to da vía las po lí ti cas de las de no mi na cio nes e igle sias, cuan do leen el evan ge lio y los he chos de los após to les, lo creen y lo imi tan.

Mi tes ti mo nio per so nalYo na cí en un ho gar evan gé li co. Nos reu nía mos con

mis pa dres en lo que fue la pri me ra igle sia pen te cos tal en Bue nos Ai res.

Cuan do era ni ño era pa ra mí una in co mo di dad ser pen te cos tal, era co mo un pe so, y me de cía a mí mis mo: “que lás ti ma que no soy co mo los de más ve ci nos, ellos pue den ha cer lo que quie ren”. Mis pa dres eran rí gi dos y na da per mi si vos.

Lue go, a la edad de 13 años, to mé de ci sión de acep tar a Je su cris to co mo mi sal va dor y me bau ti cé. Mu chos otros jó ve nes ami gos tam bién lo hi cie ron y co men za mos a pre di car en las ca lles acer ca de Je su cris to.

Más ade lan te, a mis 15 años de edad, en una vi gi lia de ora ción re ci bí la ex pe rien cia del “bau tis mo en el Es pí­ri tu San to” y co men cé ha blar en nue vas len guas.

En aque llos años, los gru pos pen te cos ta les eran mi no ri ta rios en Ar gen ti na. Yo fui en via do por mi Igle sia a co la bo rar en una con gre ga ción nue va en la zo na del gran Bue nos Ai res (Bi llin gursth). Pre di cá ba mos, y la gen­te se con ver tía. Yo co men cé sien do un “bár ba ro”.

Por otro la do, mi pa dre que era pas tor, co men zó a re la cio nar se con her ma nos y pas to res de otras de no mi­na cio nes. Él lle gó a ser par te de la FAIE en sus co mien­

zos, e igual men te man te nía re la ción con al gu nos sa cer do tes ca tó li cos.

En los pri me ros años de nues tra ex pe rien cia to do eso nos ale jó un po co de los mis mos pen te cos ta les que no veían muy bien nues tro acer ca mien to con los ca tó li cos y con otros her ma nos que no te nían, se gún es tos, lo que se lla ma ba, el “evan ge lio com ple to”.

Dios es ma ra vi llo so y tie ne su agen da. Una de las co sas que apren di mos fue que Dios no es pen te cos tal evan gé li co tam po co es ca tó li co. Dios es san to. Dios es uno y Él quie re un so lo pue blo. San Pa blo di ce que no so­tros es ta mos bau ti za dos en el Es pí ri tu co mo jus tos pa ra for mar la uni dad de la Igle sia. Un so lo cuer po. Es te es el Es pí ri tu Pen te cos tal, la igle sia in di vi sa.

Pen te cos tés es la re ve la ción del Dios de las Na cio nes, co no ci do co mo el Sal va dor.

Por lo tan to yo creo que es la ex pe rien cia del Bau tis­mo en el Es pí ri tu San to: El don por la ex ce len cia de la uni dad de los cris tia nos.

El don por la ex ce len cia de la Igle sia uni da, y es ta ex pe rien cia vie ne trans ver sal men te vi vi da por to das las de no mi na cio nes cris tia nas: pro tes tan tes, or to do xos, ca tó­li cos, es ló gi co que es ta gra cia del Es pí ri tu San to sea el ve hí cu lo de la uni dad.

El ecu me nis mo ba sa do en la jus ti cia so cial, en la bús­que da de la paz, por cier to, mues tra gra cia de Dios y es vá li do pa ra las Igle sias, pe ro pa ra los pen te cos ta les el bau tis mo del Es pí ri tu San to es la gra cia por ex ce len cia.

Los hi jos de una fa mi lia no son igua les, uno es me jor, el otro más dís co lo, pe ro son to dos, hi jos ama dos. Ama­mos a pe sar de las di fe ren cias y ama mos con las di fe ren­cias. He mos de apren der a ver la di ver si dad, no ne ce sa ria men te co mo una di vi sión. A vi vir la di ver si dad con un co ra zón cu ra do. Cris to fue a la cruz por el ecu­me nis mo, por la uni dad de sus dis cí pu los.

Los pen te cos ta les cree mos que la uni dad de la igle sia es po si ble, pe ro en una uni dad del es pí ri tu, no en la uni­dad de es cri to rio.

El diá lo go ecu mé ni co tie ne que ser in ten si fi ca do, de be ser lle va do ade lan te con co ra je con el tes ti mo nio de to dos. Te ne mos el du ro y obs ti na do tra ba jo de jun tar to das las ho jas de las ra mas ro tas. Pa ra que el ár bol ma jes tuo so de la igle sia que es ta des trui do por los ra yos de la de su nión se tor ne más al to, más her mo so, más fuer­te.

Ya que hu bo un len gua je im pues to en el pa sa do: he re jes, her ma nos se pa ra dos, sec tas, etc., es ne ce sa ria una re con ci lia ción que tie ne que ver con el des ti no de la igle sia, por que Dios tie ne un pro yec to: es te pro yec to se lla ma UNI DAD.

El Se ñor no tie ne un ha rem. El Se ñor no es po lí ga mo. Tie ne es po sa, una so la: la Igle sia.

La igle sia tie ne que ser una, aun en la di ver si dad; y la di ver si dad tie ne que ve nir con un co ra zón re con ci lia­do, y la re con ci lia ción tie ne que ver con una obra del es pí rit que es tá sien do de rra ma do so bre to dos los que le aman. sv

Pas tor Hec tor Pe trec ca, ar gen ti no, de la Igle sia Cris tia na Pen te cos tal.

Los pen te cos ta les cree mos que la uni dad de la igle sia es po si ble, pe ro en una uni dad del es pí ri tu, no en la uni dad de es cri to rio. El diá lo go ecu mé ni co tie ne que ser in ten si fi ca do, de be ser lle va do ade lan te con co ra je con el tes ti mo nio de to dos. Te ne mos el du ro y obs ti na do tra ba jo de jun tar to das las ho jas de las ra mas ro tas.

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E C U m E N I S m oc a r m e l o Á l v a r e z

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Las igle sias pen te cos ta les

y las igle sias his tó ri casCon vi ven cias en el CLAIAgra dez co la opor tu ni dad de com par tir en es te fo ro de fa mi lias

con fe sio na les del CLAI al gu nas de mis pro pias ex pe rien cias y vi ven cias des de que se co men zó a for mar el or ga nis mo en 1978.

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Agra dez co la opor tu ni dad de com par tir en

es te fo ro de fa mi lias con fe sio na les del CLAI

al gu nas de mis pro pias ex pe rien cias y vi ven­

cias des de que se co men zó a for mar el or ga nis mo en

1978. Voy a re fe rir me par ti cu lar men te a las re la cio nes

en tre igle sias pen te cos ta les e igle sias his tó ri cas, en fa ti­

zan do en cuál ha si do nues tra ex pe rien cia, los de sa fíos

des de un prin ci pio, los acier tos y de sa cier tos, y al gu nas

ta reas pen dien tes du ran te es te im por tan te acer ca mien to.

An tes que na da, ca be ubi car nos co rrec ta men te en lo

que es ta ba su ce dien do en La ti noa mé ri ca y el Ca ri be pa ra

com pren der lo acon te ci do en la Asam blea de Igle sias

con vo ca da por UNE LAM en 1978 en el bal nea rio de

Oax te pec, Es ta do de Mo re los, Mé xi co. El es ce na rio eran

las dic ta du ras fé rreas en Amé ri ca del Sur, una gue rra

cruen ta en Cen troa mé ri ca, un en tor no de vio la cio nes a

los de re chos hu ma nos, tor tu ras, de sa pa ri cio nes for za das,

des pla za mien tos, des tie rros y una “gue rra su cia” con tra

la ma sa del pue blo ino cen te. Fue uno de los pe río dos

más vio len tos y crue les de la his to ria la ti noa me ri ca na y

ca ri be ña de los úl ti mos cin co si glos.

Se su ma ban en ton ces a es tos fac to res po lí ti cos y mi li­

ta res una olea da de ru mo res in fun da dos y mu chas ve ces

uti li za dos por la pren sa pa ra crear su ges tión e his te ria,

dos ver sio nes con tra pues tas que pre ten dían con fun dir y

pro ba ble men te des pres ti giar la in ten ción de for mar un

con se jo de igle sias. De un la do se de cía que es te era un

pro yec to ma ni pu la do por la Agen cia Cen tral de In te li­

gen cia de los Es ta dos Uni dos (co no ci da por sus si glas en

in glés co mo CIA). Del otro la do se pre go na ba que Fi del

Cas tro y la re vo lu ción cu ba na es ta ban apo yan do fi nan­

cie ra men te el pro ce so, y que era vi si ble con una de le ga­

ción nu me ro sa de las igle sias cu ba nas. El he cho de que

Mon se ñor Ser gio Mén dez Ar ceo fue ra el Obis po de Cuer­

na va ca, don de ju ris dic cio nal men te nos en con trá ba mos

en el es ta do Mo re los, com pli ca ba las co sas. Él era vis to

co mo un obis po muy pro gre sis ta, cer ca no a la teo lo gía de

la li be ra ción. El pro pio Obis po de ma ne ra en tu sias ta

sa lu dó al ple na rio de la Asam blea y di ri gió un emo ti vo

sa lu do a la de le ga ción cu ba na allí pre sen te.

Hay que des ta car va rios ele men tos que con tri bu ye ron

pa ra crear un cli ma de con fian za. Fue un gran acier to

ele gir al Obis po Fe de ri co Pa gu ra de la Igle sia Me to dis ta

Ar gen ti na co mo pre si den te de la Asam blea; pos te rior­

men te se ría elec to co mo nue vo pre si den te del CLAI (en

for ma ción). És te mos tró aplo mo y fle xi bi li dad,

crean do un cli ma ne ce sa rio de dis ten sión.

Re cuer do ha ber es cu cha do a lí de res de dis tin­

tas con fe sio nes pro tes tan tes pre sen tes en la

Asam blea re fe rir se a es te he cho con gran sa tis­

fac ción.

Las igle sias pen te cos ta les pre sen tes en Oax­

te pec ve nían con mu chas ex pec ta ti vas, y con

no po cas pre gun tas, pe ro de ter mi na das a

im pul sar un con se jo de igle sias que las re pre­

sen ta ra. Ha bían te ni do una reu nión en la ciu­

dad de Mé xi co an tes de lle gar a Oax te pec pa ra

bus car un con sen so y acla rar sus pro pias

du das. Allí coin ci die ron los obis pos Ga briel

Vac ca ro de Ar gen ti na y En ri que Chá vez de

Chi le, Exea rio So sa Lu ján de Ve ne zue la, Ro ger

Mi per cep ción era y es que el CLAI no pre ten día ha blar por to das las igle sias pro tes tan tes del con ti nen te; tam po co se as pi ra ba a que el ca mi no de la vo ca ción ecu mé ni ca fue ra fá cil, pe ro sí que se op ta ra por un ca mi no de com pro mi so y ser vi cio.

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Ca be zas y Raúl Ca be zas de Cos ta Ri ca, y de otros paí ses

co mo lí de res de un pen te cos ta lis mo ecu mé ni co la ti noa­

me ri ca no y ca ri be ño. Ya des de la dé ca da del 60 hu bo

acer ca mien tos en tre es tas igle sias pen te cos ta les que bus­

ca ban ma yor pro xi mi dad y co la bo ra ción en tre ellas pa ra

pro pi ciar un en cuen tro y diá lo go con las igle sias his tó ri­

cas. Una prue ba fe ha cien te de ello es que en 1961 la

Igle sia Pen te cos tal de Chi le y la Igle sia Mi sión Pen te cos­

tal del mis mo país pi die ron su in gre so al Con se jo Mun­

dial de Igle sias en su Asam blea en Nue va Del hi, In dia. Al

lle gar a Oax te pec el de sa fío ra di ca ba en de cir sí; y lo asu­

mie ron.

El de sa fío de for mar un con se jo de igle sias es ta ba pla­

ga do de in cer ti dum bres y cues tio na mien tos. Pa ra na die

era un se cre to que mu chas igle sias evan gé li cas ob ser va­

ban con sos pe cha to do lo que im pli ca ba una pers pec ti va

ecu mé ni ca. De he cho, ha bía ru mo res de que un pro yec to

al ter na ti vo es ta ba en ca mi no. Se tra ta ba de lo que lue go

se de no mi nó CO NE LA (Con fra ter ni dad Evan gé li ca La ti­

noa me ri ca na) y que se cons ti tu yó en Pa na má.

Mi per cep ción era y es que el CLAI no pre ten día

ha blar por to das las igle sias pro tes tan tes del con ti nen te;

tam po co se as pi ra ba a que el ca mi no de la vo ca ción ecu­

mé ni ca fue ra fá cil, pe ro sí que se op ta ra por un ca mi no

de com pro mi so y ser vi cio con per fil pro fé ti co que his tó­

ri ca men te ha si do re pre sen ta do por mi no rías que bus can

pro fun di zar y avan zar ha cia la uni dad que ya te ne mos en

Je su cris to. Es un pro ce so tra ba jo so que va for jan do ins­

tan cias y es pa cios des de el con sen so y el acer ca mien to

sin mi ni mi zar las di fe ren cias.

Es a par tir de ese com pro mi so que las igle sias pen te­

cos ta les han asu mi do su pa pel en el CLAI. En el pro ce so

de in te grar se más al pro yec to CLAI, es tas igle sias han

ex pe ri men ta do en oca sio nes el dis tan cia mien to y el

re cha zo de al gu nas igle sias his tó ri cas. La pro pia Igle sia

Ca tó li ca Ro ma na y su ex pre sión re gio nal en el CE LAM,

que ha si do fuen te de al gu nos cues tio na mien tos y pre jui­

cios, mu chas ve ces fru to de la ig no ran cia, la in di fe ren cia

y el mie do. Ello en par te se de be al im pre sio nan te cre ci­

mien to del mo vi mien to pen te cos tal la ti noa me ri ca no y

ca ri be ño con to da su di ver si dad, com ple ji dad y con fu­

sión. No es ta rea fá cil dis cer nir to das las fuer zas y las

pos tu ras pre sen tes en un es pec tro tan am plio.

Ade más, las igle sias pen te cos ta les es ta ble ci das,

que nor mal men te lla ma mos pen te cos ta lis mo clá si co,

el que tie ne sus raí ces en los mo vi mien tos del Es pí ri­

tu a ni vel mun dial en tre 1901 y 1910, de ben ser dis­

tin gui das de otras ma ni fes ta cio nes más re cien tes que

in clu yen pen te cos ta lis mos in de pen dien tes, mo vi­

mien tos ca ris má ti cos de to do ti po y las nue vas ex pre­

sio nes co mo el neo pen te cos ta lis mo con sus me ga

igle sias y la teo lo gía de la pros pe ri dad, y los mo vi­

mien tos lla ma dos “apos tó li cos” con sus re des in ter na­

cio na les, y re gio na les.

Ha ce fal ta pro fun di zar el diá lo go en tre las igle sias

his tó ri cas y las igle sias pen te cos ta les. El fo ro del CLAI

es un es pa cio im por tan te que pue de fa ci li tar ese

en cuen tro. Hay va rios te mas que po drían be ne fi ciar

mu tua men te a am bos sec to res. Pa ra tra tar de ilus trar

al gu nos po si bles te mas, plan teo al gu nos que po drían

Ha ce fal ta pro fun di zar el diá lo go en tre las igle sias his tó ri cas y las igle sias pen te cos ta les. El fo ro del CLAI es un es pa cio im por tan te que pue de fa ci li tar ese en cuen tro. Hay va rios te mas que po drían be ne fi ciar mu tua men te a am bos sec to res.

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ser ur gen tes:

1. Mi sión y evan ge li za ción: Las igle sias pen te cos ta les traen al diá lo go su fer vor

evan ge lís ti co, las igle sias his tó ri cas la re fle xión bí bli co­

teo ló gi ca so bre la mi sión de Dios.

2. Cre ci mien to: Las igle sias pen te cos ta les com par ten su ex pe rien cia

de éxi to en el cre ci mien to nu mé ri co y su pre sen cia en

am plios sec to res so cia les. Las igle sias his tó ri cas ofre cen

la pers pec ti va del dis ci pu la do y la for ma ción in te gral.

3. Éti ca: Am bas tra di cio nes de ben pro pi ciar un acer ca mien­

to pa ra de ba tir te mas co mo la co rrup ción, la vio len­

cia, la po lí ti ca y lo po lí ti co, el ejer ci cio del po der y la

di men sión de la jus ti cia, paz e in te gri dad de la crea­

ción, des de un en fo que que in clu ye lo per so nal, lo

co mu ni ta rio y lo cós mi co.

4. Her me néu ti ca bí bli ca: Las igle sias his tó ri cas traen al diá lo go su en fo que

con tex tua li za dor con el avan ce de los es tu dios bí bli cos y

las igle sias pen te cos ta les el apre cio por la Pa la bra co mo

por ta do ra de bue nas nue vas a tra vés del Es pí ri tu.

5. Lo ecu mé ni co: Co mo ex pe rien cia de con vi ven cia y coo pe ra ción,

in te gran do la dia co nía y la koi no nía, des de un ecu me­

nis mo del Es pí ri tu que con vo ca a la uni dad en la di ver­

si dad. Com pren der lo ecu mé ni co des de la di men sión

bí bli ca y teo ló gi ca es un de sa fío pa ra mu chas igle sias

pen te cos ta les; rom per las ba rre ras de pre jui cios y los

es te rio ti pos ca ri ca tu res cos es un de sa fío pa ra mu chas

igle sias his tó ri cas.

Jo sé Mí guez Bo ni no ha in ter ve ni do en dis tin tos con­

tex tos con pre sen cia de igle sias his tó ri cas y/o igle sias

pen te cos ta les, dos de sa fíos que a él le pa re cen cru cia les.

Por un la do, le pre gun ta a las igle sias his tó ri cas: ¿Qué

ha rán en el fu tu ro de Amé ri ca la ti na y el Ca ri be? Por otro

la do, le pre gun ta a las igle sias pen te cos ta les: ¿Po drán las

igle sias pen te cos ta les apor tar el ím pe tu re no va dor y la

fuer za del Es pí ri tu que le die ron su im pul so a prin ci pios

del si glo XX en las con di cio nes ac tua les de prin ci pios del

si glo XXI? Yo com par to la in quie tud y es pe ro que

am bos sec to res ha gan el es fuer zo de se guir jun tos co mo

igle sias que bus can ser vir me jor a un con ti nen te que lo

ne ce si ta. En ello el CLAI se rá un ins tru men to va lio so si

se lo pro po ne.sv

Carmelo Álvarez es teólogo y biblista puertorriqueño.

¿Po drán las igle sias pen te cos-ta les apor tar el ím pe tu re no-va dor y la fuer za del Es pí ri tu que le die ron su im pul so a prin ci pios del si glo XX en las con di cio nes ac tua les de prin ci pios del si glo XXI? Yo com par to la in quie tud y es pe ro que am bos sec to res ha gan el es fuer zo de se guir jun tos co mo igle sias que bus can ser vir me jor a un con ti nen te que lo ne ce si ta.

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A cua tro dé ca das de es tos acon te ci mien tos, los pro ta go nis tas de ma yo del 68 ex pe ri men tan, en ge ne ral, un sen ti mien to de sa tis fac ción: los

ob je ti vos se al can za ron glo bal men te en las so cie da des oc ci den ta les. Pe ro los ene mi gos de ese pro ce so no se rin­den; con si de ran que la ci vi li za ción oc ci den tal se vi no aba jo du ran te esas tres se ma nas. De es ta ma ne ra, du ran­te su cam pa ña, el Pre si den te Ni co lás Sar kozy ata có vio­len ta men te la he ren cia de ma yo del 68, acu sán do la de ser ma triz del re la ti vis mo mo ral que se ha bría apo de ra do del Oc ci den te.

“Ma yo del 68” ha de ve ni do en un mo vi mien to le gen­da rio de la his to ria de Fran cia: las mu je res se li be ra ron, el se xo pa só a ser al go nor mal, la edu ca ción se abrió y el cen tro de tra ba jo se hu ma ni zó. Pe ro co mo to dos los mi tos, és te cla ma por ser de sa fia do.

Ya son cua ren ta años de es te he cho que mar có la his­to ria de Fran cia y el mun do. Hoy, los de ma yo del 68 son hom bres y mu je res con po der en el go bier no fran cés y en la pren sa pa ri si na. Los con ser va do res los han odia do siem pre, pe ro in clu so los jó ve nes iz quier dis tas los es tán ata can do. Sus crí ti cos de nun cia ron su in di vi dua lis mo he do nis ta, ale gan do que des tru yó el sen ti do del de ber cí vi co del fran cés. Cul pan a sus ex ce sos por la reac ción de la de re cha que aho ra es tá cre cien do en el país. Se pre­gun tan si los es tu dian tes que co men za ron sus ca rre ras co mo los após to les del cam bio, no se han con ver ti do hoy en sus ene mi gos.

Más allá de es tas cir cuns tan cias lo ca les, el ba lan ce de ma yo del 68 se tra du ce, an tes que na da, en una trans for ma ción con si de ra ble de las cos tum bres de Oc ci den te, de los va lo res y de las re la cio nes so cia les: en

S o C I E D A Dv í c t o r r e y

¡La ima gi na ción al po der!

A 40 años del Ma yo 68

“Ma yo del 68” ha de ve ni do un mo vi mien to le gen da rio de la his to ria de Fran cia: las mu je res se li be ra ron, el se xo pa só a ser al go nor mal,

la edu ca ción se abrió y el cen tro de tra ba jo se hu ma ni zó. Pe ro co mo to dos los mi tos, és te cla ma por ser de sa fia do.

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sus tan cia, una so cie dad in di vi dua lis ta su plan tó a la so cie dad je rár qui ca.

Es te in di vi dua lis mo se ma ni fies ta en la vi da pri va da: ma yo del 68 ini ció una li be ra ción se xual que coin ci dió con la píl do ra an ti con cep ti va. Es ta li be ra ción se xual lle vó, por su la do, a la re la ti vi za ción del ma tri mo nio: se for ma­ron otros ti pos de pa re jas, y el di vor cio se vol vió co mún.

El au to ri ta ris mo tam bién se vi no aba jo en las em pre­sas, don de los mo dos de ges tión más par ti ci pa ti vos sus­ti tu ye ron a la je rar quía pa tro nal. Las igle sias cris tia nas evo lu cio na ron en la mis ma di rec ción, lo que am pli fi có la li be ra li za ción que ha bía si do es bo za da por el Con ci lio Va ti ca no II.

En el ám bi to de las so cie da des oc ci den ta les y en di fe ren tes gra dos, pe ro so bre to do en las uni ver si da des fran ce sas, nun ca más vol vió a exis tir una je rar quía au to ri ta ria y ab so lu ta; en to das par tes hu bo que per mi­tir una en se ñan za más par ti ci pa ti va, y con sul tar a los es tu dian tes.

La vi da po lí ti ca, por úl ti mo, su frió el te rre mo to adop­tan do un es ti lo más re la ja do, más cer ca no a las preo cu pa­cio nes co ti dia nas. El gau llis mo, he ren cia de la tra di ción mo nár qui ca fran ce sa, no so bre vi vió a la sa cu di da de ma yo del 68: el mis mo De Gau lle se de ci dió a re nun ciar un año más tar de.

En el mun do ideo ló gi co, la víc ti ma más ob via de ma yo del 68 fue el mar xis mo: los lí de res de ma yo del 68 eran anar quis tas y por lo tan to, an ti co mu nis tas. Más sig­ni fi ca ti vas que es te de ba te teó ri co, las re vuel tas de Eu ro­pa del Es te anun cia ban tam bién el es ta do ca la mi to so del mar xis mo tan to co mo ideo lo gía co mo en su prác ti ca del ejer ci cio del po der. En la prác ti ca, se ne ce si ta rían aún vein te años pa ra que los par ti dos co mu nis tas de sa pa re­cie ran de ver dad; pe ro la se mi lla de su muer te ha bía si do sem bra da ya en el año 68.

El ver da de ro pro ble ma es que aque llos vo ci fe ran tes jó ve nes de ma yo de 1968 han cre ci do. En con tra ron tra­ba jos, ini cia ron ca rre ras, com pra ron ac cio nes y asu mie­

El au to ri ta ris mo tam bién se vi no aba jo en las em pre sas, don de los mo dos de ges tión más par ti ci pa ti vos sus ti tu ye ron a la je rar quía pa tro nal. Las igle sias cris tia nas evo lu cio na ron en la mis ma di rec ción, lo que am pli fi có la li be ra li za ción que ha bía si do es bo za da por el Con ci lio Va ti ca no II.

Da niel cohn-ben dit

Edwy plenel

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ron hi po te cas, y se con vir tie ron en par te de la cla se po de ro sa a la que una vez qui sie ron des truir. El au to pro­cla ma do “por ta voz del mo vi mien to re vo lu cio na rio”, Da niel Cohn­Ben dit, co no ci do co mo “Danny el Ro jo”, es hoy miem bro del Par la men to Eu ro peo por los Eco lo gis­tas Ale ma nes. Jac ques Sau va geot, ex di ri gen te del sin di­ca to de es tu dian tes, es di rec tor de la Es cue la de Be llas Ar tes de Ren nes. El ex mar xis ta Edwy Ple nel es edi tor del prin ci pal dia rio de la na ción, Le Mon de.

Los del 68 pa re cen ha ber he cho rea li dad la pro fe cía del in te lec tual con ser va dor Ray mond Aron, he cha po cas se ma nas des pués de que las ba rri ca das fue ran le van ta das: “To das las re vo lu cio nes fran ce sas han re for za do al fi nal al Es ta do, y han de te rio ra do la cen tra li za ción de la bu ro cra­cia”. “To da la ima gi na ción al po der”, so lían de cir, pe ro cuan do fue ron pues tos a prue ba, la ima gi na ción les fa lló. “A fi na les de 1968, Fran cia era el país más ac ti vo, cam­bian te y cre cien te del mun do”, di jo el so ció lo go Em ma­nuel Todd.

Es tos acon te ci mien tos de ma yo del 68 se apa ga ron de ma ne ra de ma ne ra tan ines pe ra da co mo aque lla en que

ha bían sur gi do: en tres se ma nas, to do vol vió al or den an te rior, apa ren te men te. Los es tu dian tes vol vie ron a la uni ver si dad, los obre ros a sus fá bri cas, los cu ras, a sus pa rro quias y el ge ne ral De Gau lle, a la pre si den cia. En rea li dad, to do ha bía cam bia do.

Y no só lo en Fran cia. Ca da país ha bía vi vi do, en efec­to, un ma yo del 68 a su ma ne ra: en los Es ta dos Uni dos, el pa ci fis mo de los es tu dian tes con tra la gue rra de Viet­nam lle va ría tar de o tem pra no al re ti ro es ta dou ni den se. En Var so via y Pra ga, los le van ta mien tos es tu dian ti les con tra la ocu pa ción so vié ti ca re ve la ban has ta qué pun to el co mu nis mo en Eu ro pa del Es te no era más que un frá­gil bar niz. En Amé ri ca La ti na, es tu dian tes y obre ros y ve te ra nos de Pa ris 68 vol vie ron a sus paí ses a fo men tar re vo lu cio nes so cia les.sv

Víc tor Rey es chi le no y pas tor bau tis ta.

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Es tos acon te ci mien tos de ma yo del 68 se apa ga ron de ma ne ra de ma ne ra tan ines pe ra da co mo aque lla en que ha bían sur gi do: en tres se ma nas, to do vol vió al or den an te rior, apa ren te men te. Los es tu dian tes vol vie ron a la uni ver si dad, los obre ros a sus fá bri cas, los cu ras, a sus pa rro-quias y el ge ne ral De Gau lle, a la pre si den cia. En rea li dad, to do ha bía cam bia do.

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L I T E R A T U R Al e o p o l d o c e r v a n t e s - o r t i z

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En el pro tes tan tis mo me xi ca no del si glo XX, al gu nos nom bres han tras pa sa do los lí mi tes de lo me ra men te ecle siás ti co pa ra ocu par es pa cios

en el ám bi to cul tu ral. Al ber to Rem bao y Gon za lo Báez­Ca mar go per te ne cie ron a una ge ne ra ción en la que es ta co rrien te re li gio sa no te nía mu cha acep ta ción. A pe sar de ello, am bos se ga na ron un lu gar im por tan te en diá lo go con los es cri to res de su tiem po, mien tras tra ba ja ban ar dua men te por de mos trar la for ma en que el pro tes tan­tis mo se ha bía in cul tu ra do en el país. Báez­Ca mar go, quien pre si dió muy jo ven el Con gre so Evan gé li co de La Ha ba na en 1929, co la bo ró en al gu nos de los pe rió di cos más im por tan tes y lle gó a pu bli car in clu so en la edi to rial

ca tó li ca Jus. Cul ti vó afa no sa men te el en sa yo y es cri bió poe mas du ran te to da su vi da, ade más de que fue un bi blis ta co su ma do. Al fi nal de su vi da, ocu pó un si llón en la Aca de mia Me xi ca na de la Len gua.

He re de ro di rec to de esa tra di ción, el nom bre de Car­los Mon si váis es, des de ha ce mu cho tiem po, si nó ni mo de ubi cui dad y hu mor au to con te ni do. Su om ni pre sen cia real o vir tual, en cuan ta ac ti vi dad cul tu ral, su ce so po lí ti­co o pre sen ta ción de li bro lo ame ri te, ates ti gua su avi dez, no só lo por es tar al día, si no por ca li brar los he chos pa ra con si de rar su po si ble in clu sión en una cró ni ca o en una co lum na des per di ga da en el pe rió di co o re vis ta más im pre de ci ble.

Carlos Monsiváis:

Siempre ubicuo, nunca predecible

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Dar cuen ta de la tras cen den cia de lo co ti dia no, pa ra de cir lo con un cli ché más o me nos acep ta ble, es su ob se­sión. Por lo tan to, lo cro ni ca ble no ne ce si ta ser un pro­duc to cul tu ral de gran al cur nia, bas ta con que exis ta co mo ob je to de in te rés pú bli co, y no im por ta rá si se tra­ta de un con cier to de Glo ria Tre vi, de una ex po si ción de fo to gra fías de lu cha do res o del más re cien te li bro de Car­los Cuauh té moc Sán chez.

So bre su ca rác ter de es cri tor pro tei co se han pu bli ca­do mu chas pá gi nas. De fi ni do por Ser gio Pi tol, com pa ñe­ro de ge ne ra ción su yo, Mon si váis es un hom bre lla ma do le gión:

“A su mo do, Car los Mon si váis es un po lí gra fo en per pe tua ex pan sión, un sin di ca to de es cri to res, una le gión de he te­ró ni mos que por ex cen tri ci dad fir man con el mis mo nom­bre. Si a us ted le sur ge una du da so bre un tex to bí bli co, no tie ne más que lla mar lo; se la acla ra rá de in me dia to; lo mis mo que si ne ce si ta un da to so bre al gu na pe lí cu la fil­ma da en 1924, 1935 o el año que se le an to je; quie re sa ber el nom bre del re gen te de la ciu dad de Mé xi co o el del go ber na dor de So no ra en 1954, o las cir cuns tan cias en que Die go Ri ve ra pin tó un mu ral en San Il de fon so en 1931, y que Jo sé Cle men te Oroz co ca li fi có de ‘nal ga to rio’, o la fi de li dad de un ver so que le es té bai lan do en la me mo ria [...] de cual quier gran poe ta de nues tra len gua, y la res pues ta sur gi rá de in me dia to: no só lo el ver so, si no la es tro fa en la que es tá en gar za do. Es Mr. Me mory”. (“Con Mon si váis, el jo ven”, en El ar te de la fu ga. Mé xi co, Era, 1996, pp. 50­51.)Adol fo Cas ta ñón lo ve co mo una ciu dad, y lo de fi ne

en los si guien tes tér mi nos: “Es un Mar co Po lo de la mi se ria y de la opu len cia, un agen te via je ro de la crí ti ca que vi ve atra ve san do las fron­te ras so cia les, des de los ba jos fon dos has ta la iz quier da ex qui si ta pa san do por las ma sas y las es tre llas, las fi gu ras le gen da rias y las tra ge dias, las más ca ras y las fies tas. Va en bus ca del pre sen te per di do en la ba su ra de los pe rió di­cos. Es un pa sean te y un pa sa je ro del tren de la vi da que aso ma la ca be za pa ra asis tir al pai sa je cam bian te del sta tus”. (“Car los Mon si váis: un hom bre lla ma do ciu dad”, en Ar bi tra rio de li te ra tu ra me xi ca na. Pa seos I. Mé xi co, Vuel ta, 1993, p. 368.)No fal tan per fi les más po lé mi cos y su ma rios, aun que

no por ello me nos cons cien tes de la im por tan cia del au tor en cues tión. Evo dio Es ca lan te ha es cri to:

“Mon si váis emer ge a la es ce na li te ra ria co mo un po lí gra­

fo in cla si fi ca ble, no só lo por la enor me va rie dad de sus te mas y sus re gis tros, de sus in te re ses y pro pues tas, en los que ca be to do Mé xi co, si no por el ca rác ter li mí tro fe y has­ta ca ma leó ni co de sus tex tos”. (“La di si mu la ción y lo pos­na cio nal en Car los Mon si váis”, en Las me tá fo ras de la crí ti ca. Mé xi co, Joa quín Mor tiz, 1998, p. 74.) La pa la bra po lí gra fo no es gra tui ta. Al la do de Jo sé

Emi lio Pa che co, Mon si váis ha si do vis to co mo he re de ro de la tra di ción de Al fon so Re yes, aun que tam bién se acep ta que am bos han ido más le jos que el en sa yis ta re gio mon ta no. La vas te dad de sus in te re ses es ina go ta ble y tal vez por ello bus que es tar pre sen te en cuan ta opor­tu ni dad le sur ge de en con trar ma te rial de tra ba jo.

La apa ri ción del to mo V del Dic cio na rio de es cri to res me xi ca nos de la UNAM vi no a cons ta tar nue va men te has ta dón de lle gan su vo ra ci dad y pro duc ti vi dad: su fi cha es la más ex ten sa, pe ro se gu ra men te han que da do sin re gis trar mu chos tex tos que se gui rán dis per sos to da­vía, has ta que al guien em pren da la oceá ni ca ta rea de or de nar los y re co pi lar los. So lo la ca ta lo ga ción te má ti ca plan tea ría ya un pro ble ma di fí cil de re sol ver, da do que la me ra enun cia ción de los tí tu los no se ría de nin gu na ma ne ra una cla ve pa ra afron tar tal ta rea. Es to se ex pli ca­

Adol fo Cas ta ñón lo ve co mo una ciu dad, y lo de fi ne en los si guien tes tér mi nos: “Es un Mar co Po lo de la mi se ria y de la opu len cia, un agen te via je ro de la crí ti ca que vi ve atra ve san do las fron te ras so cia les, des de los ba jos fon dos has ta la iz quier da ex qui si ta pa san do por las ma sas y las es tre llas, las fi gu ras le gen da rias y las tra ge dias, las más ca ras y las fies tas...”.

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ría, en par te, por la con fluen cia y la si mul ta nei dad de ideas y ob ser va cio nes que ma ne ja en ca da ar tí cu lo, pró­lo go, en sa yo o cró ni ca.

Des de su muy tem pra na au to bio gra fía, Mon si váis mos tra ba ya los sín to mas de la ele fan tia sis li te ra ria que aca ba ría por do mi nar lo. Sir va de ejem plo la si guien te ci ta, en la que da tes ti mo nio de sus nue vas lec tu ras en la épo ca en que in gre só a la uni ver si dad:

“Gra cias a Ser gio Pi tol me exi lié de las lec tu ras a que Vi cen te Mag da le no —el úni co maes tro que ha bía co no ci­do— me lle vó. Bor ges, Al fon so Re yes, Faulk ner, Dos Pas­sos, Scott Fitz ge rald, Ni cho las Bla ke, Tho mas Mann, Gi de, He ming way, Nat ha niel West, E.M. Fors ter, sus ti tu­ye ron de gol pe a Hes se, Eh ren burg, los bie na ven tu ra dos es cri to res es pa ño les y de más ído los de mi pri me ra ado les­cen cia. En la li te ra tu ra nor tea me ri ca na ha llé la vi va con cien cia de un país en ple no mo vi mien to, mu cho más allá de su tiem po. Veía en Nor tea mé ri ca el lu gar don de la li te ra tu ra trans for ma al país y don de el país se ha cía vi si­ble, in ten so en la no ve la. La ge ne ra ción per di da me sa cu­día y los com pro me ti dos (Cald well, John Stein beck, Ja mes T. Fa rrell, Ro bert Penn Wa rren) me ab sor bían. Por la li te ra tu ra in gle sa y a tra vés de mi re go ci ja da lec tu ra de Cuer pos vi les y De ca den cia y caí da, las no ve las de Waugh, des cu brí la sá ti ra, los lí mi tes del chis te y el hu mor de Jar diel Pon ce la. De pron to, Waugh me re ve ló, al bur­lar se de las pre ten sio nes so cia les de la In gla te rra de los vein tes, la fa li bi li dad ab so lu ta de un neo por fi ris mo que en ton ces ini cia ba su mar cha triun fal”. (Car los Mon si váis. Mé xi co, Em pre sas Edi to ria les, 1966, pp. 48­49.)Su eclec ti cis mo co mo lec tor le per mi tió arri bar, en el

mo men to de to mar la plu ma, a un es ti lo en cu ya for ma­ción in flu yó de ma ne ra de ter mi nan te la obra de Sal va dor No vo. Él mis mo se re fie re a ello cuan do afir ma:

“Mis pri me ras in ci ta cio nes al pla gio se lla ma ron Al fon so Re yes y Sal va dor No vo [...] Por No vo en tien do que el es pa ñol no es na da más el idio ma que los aca dé mi cos han re gis tra do a su nom bre, si no al go vi vo, útil, que me per te­ne ce. Por No vo apren dí que el sen ti do del hu mor no di fa­ma ba la esen cia na cio nal ni mor ti fi ca ba ex ce si va men te a la Ro ton da de los Hom bres Ilus tres; en No vo he es tu dia do la iro nía y la sá ti ra y la sa bi du ría li te ra ria, y si no he apren di do na da, don’t bla me him”. (Ibid., pp. 49­50.)Si a to do eso agre ga mos la in fluen cia de la Bi blia en

su vi da y obra, de bi da a su for ma ción pro tes tan te, se des­cu bri rá un sus tra to pro fun do que, mu chas ve ces, no se to ma muy en se rio a la ho ra de plan tear se el pro ble ma de su es cri tu ra. So bre es te as pec to, y ca si de ma ne ra co la te­ral, Em ma nuel Car ba llo, su edi tor, de cía que era un

“lec tor que lo mis mo tran si ta por los do mi nios de la eco­

Si a to do eso agre ga mos la in fluen cia de la Bi blia en su vi da y obra, de bi da a su for ma ción pro tes tan te, se des cu bri rá un sus tra to pro fun do que, mu chas ve ces, no se to ma muy en se rio a la ho ra de plan tear se el pro ble ma de su es cri tu ra.

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no mía, la so cio lo gía y la po lí ti ca que por los ca mi nos si nuo sos de la li te ra tu ra, las re vis tas [...], los co mics y las ho jas sub ver si vas de di fu sión mi no ri ta ria [...], sec ta rio en cues tio nes de co mi da y co mo buen hi jo de fa mi lia pro tes­tan te, ene mi go del al co hol y de los ine vi ta bles pla ce res ad ya cen tes”. (Ibid., pp. 5­6.)Jo sé Emi lio Pa che co tam bién ha ha bla do acer ca de la

for ma en que Mon si váis com par tía sus lec tu ras bí bli cas a quie nes, co mo Pa che co, ha bían es ta do ale ja dos de di cha in fluen cia:

“En la fe liz ig no ran cia del por ve nir com bi na mos sin sa ber lo al ta cul tu ra y cul tu ra po pu lar: pro gra mas tri ples en vie jos ci nes ya tam bién de sa pa re ci dos, lec tu ra de la Bi blia en la ver sión de Rei na y Va le ra que yo ig no ra ba co mo buen ni ño ca tó li co, del mis mo mo do que me ha bía man te ni do a dis tan cia de los poe tas ro jos co mo Ne ru da y Va lle jo”. (“Car los Mon si váis, 35 años des pués”, en La Jor­na da, 17 de ene ro de 1993, p. 38).Ha ce fal ta, a es tas al tu ras, un buen es tu dio que di lu­

ci de los in men sos y pro fun dí si mos va sos co mu ni can tes que exis ten en tre la li te ra tu ra bí bli ca y la obra de Mon si­váis, por que las es ca sas ob ser va cio nes en es te sen ti do só lo han to ca do de ma ne ra tan gen cial el asun to. Cas ta­ñón, muy jus ta men te, se ex pre sa al res pec to de la si guien te ma ne ra:

“La pre des ti na ción aflo ra tam bién en otro de los re cur sos pre fe ri dos del cro nis ta: la ci ta, la pa ro dia o la pa rá fra sis bí bli ca, la re fe ren cia ine vi ta ble al An ti guo Tes ta men to, el pe rio dis mo co mo evan ge li za ción dan a la des crip ción mon si vaí ti ca la fi je za de una com pro ba ción. En la con sis­ten cia re li gio sa de es te na cio na lis mo, los tiem pos per fec tos

de las ci tas bí bli cas con tras tan con el pre sen te, con el ob se si vo in di ca ti vo de lo efí me ro, en ce rrán do lo en un mar co de le yen da fa laz y de sa ga ins tan tá nea, pre fa bri­ca da por la voz que, des de la ra dio, agi ta las pá gi nas”. (A. Cas ta ñón, op. cit., pp. 374­375.)Otro as pec to des ta ca ble es la ine xis ten cia de lí mi tes,

en sus en sa yos, en tre cul tu ra cul ta y po pu lar, un asun to del que se ha ocu pa do va rias ve ces De ahí su avi dez por to do lo que se mue va, sea ci ne, mú si ca, no ve la, poe sía... Jo sé Mi guel Ovie do re su me muy bien la ac ti tud de Mon­si váis con res pec to a la cul tu ra po pu lar y a la for ma en que és ta apa re ce en su obra:

“Per te ne cien te a una ge ne ra ción que ma du ró con Tla te­lol co y to do el es pí ri tu de re vuel ta y ne ga ción de la épo ca, Mon si váis es un crí ti co per ti naz de la cul tu ra ‘ofi cial’. [...] Más que a los li bros e ins ti tu cio nes cul tu ra les del es ta­blish ment, el au tor de be su cul tu ra a los men sa jes y sím­bo los del ci ne co mer cial, la ra dio y la te le vi sión, el len gua je de la ca lle y las mi to lo gías ins tan tá neas de la ju ven tud [...] Con una pro sa sar cás ti ca, lle na de co lor y di na mis mo, Mon si váis mues tra al go im por tan te: có mo el Mé xi co pro fun do ha evo lu cio na do por su cuen ta, al mar­gen de las pre vi sio nes del Es ta do y la re tó ri ca del go bier­no”. (Bre ve his to ria del en sa yo his pa noa me ri ca no. Ma drid, Alian za Edi to rial, 1991, p. 145.)Se me jan te am pli tud de gus tos e in te re ses pro pi cia

una dis per sión ma yor, que al gu nos ven co mo una ac ti tud ve lei do sa y po co con cen tra da. Sin em bar go, y a des pe cho de ta les crí ti cas, con el pa so de los años, el es ti lo Mon si­váis se ha im pues to de ma ne ra irre fu ta ble co mo una es pe cie de es cri tu ra ri tual, iden ti fi ca ble se gún el me dio im pre so don de apa rez can pu bli ca dos. En unos, po de mos en con trar al Mon si váis más di rec ta men te in te re sa do en to mar el pul so de la vi da na cio nal, aun que sin ex cluir la re vi sión de asun tos li te ra rios; en otros, pue den dar se ci ta co lum nas po lí ti cas de alien to más am plio, pues to que ca li bran los su ce sos con ma yor pers pec ti va; y en unos más, aun cuan do sus co la bo ra cio nes sean po co fre cuen­tes, se pu bli can tex tos di sím bo los so bre ma te rias de más am plio re gis tro, re vi sio nes o ac tua li za cio nes de te mas tra ta dos pre via men te. Des de los tiem pos de La Cul tu ra en Mé xi co, de la re vis ta Siem pre!, Mon si váis no ha que ri­do que dar se re za ga do en la au to com pla cen cia de quien ya do mi na una ac tua li dad y pue de es tar en ries go de per­der se en la si mul ta nei dad de su ce sos que de man dan aná li sis pun tua les por su im por tan cia.sv

Leo pol do Cer van tes­Or tiz es me xi ca no, pres bi te ria no.

Mon si váis es un crí ti co per ti naz de la cul tu ra ‘ofi cial’. [...] Más que a los li bros e ins ti tu cio nes cul tu ra les del es ta blish ment, el au tor de be su cul tu ra a los men sa jes y sím bo los del ci ne co mer cial, la ra dio y la te le vi sión, el len gua je de la ca lle y las mi to lo gías ins tan tá neas de la ju ven tud [...]

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p E N S A m I E N T oj o a c h i m h . f i s c h e r l

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Per gun ta do por um pro fes sor da lei (es cri ba) qual era o mais im por tan te de to dos os man da men tos di vi­nos, Je sus ci tou, na pri mei ra par te de sua res pos ta,

o iní cio do fa mo so Sch ’ma, a con fis são da co mu ni da de ju dai­ca. As pri mei ras pa lav ras do Sch ’ma re zam:

“Es cu te, po vo de Is rael! O Eter no, e so men te o Eter no, é o nos­so Deus. Por tan to, amem o Eter no, o nos so Deus, com to do o co ra ção, com to da a al ma e com to das as for ças.” (Dt 6.4­5).

Na bo ca de Je sus, es sas pa lav ras, se gun do Mar cos, re ce­bem um acrés ci mo sig ni fi ca ti vo:

“Ame o Sen hor seu Deus com to do o co ra ção, com to da a al ma, com to da a men te, e com to das as for ças.” (Mc 12.30).

O re la cio na men to com Deus in clui tam bém a es fe ra da men te, da ra zão, do pen sar. O mes mo po de mos cons ta tar em Lu cas, on de o man da men to é ci ta do pe lo pró prio pro fes sor da lei; a “Bí blia na Lin gua gem de Ho je” tra duz a res pec ti va pa lav ra gre ga, a mes ma usa da por Mar cos, por “in te li gên­

cia”:“Ame o Sen hor seu Deus com to do o co ra ção, com to da a

al ma, com to das as for ças e com to da a in te li gên cia.” (Lc 10.27).

Em am bos os lu ga res, a tra du ção de Al mei da tem “en ten­di men to”.

Se gun do Atos, Fi li pe, um dos au xi lia res ad mi nis tra ti vos dos após to los, viu o ad mi nis tra dor de fi nan ças da rain ha Can da ce ler o liv ro do pro fe ta Isaías, na via gem de vol ta de Je ru sa lém pa ra a Etió pia. Per gun tou­o: “O sen hor en ten de o que es tá len do?” De pois, con vi da do a sen tar na ca rrua­gem, Fi li pe ex pli cou ao fun cio ná rio “aque la par te das Es cri­tu ras” pa ra que en ten des se seu sen ti do, anun ciou­lhe “a Boa No tí cia a res pei to de Je sus” e o ba ti zou. Quan do al guém se tor na cris tão, um dos ele men tos es sen ciais des se pro ces so é o en ten di men to das Sa gra das Es cri tu ras e de sua men sa gem.

His tó ria dos dog mas, his tó ria da teo lo gia,

his tó ria do pen sa men to cris tão

Con si de ra ções so bre al guns con cei tosda his to rio gra fia ecle siás ti ca

Há di fe ren tes pro pos tas e ên fa ses de abor da gem des sa his tó ria. As di fe ren ças evi den ciam-se na es col ha dos con cei tos.

En con tra mos as ex pres sões “His tó ria dos dog mas”, “His tó ria da dou tri na cris tã”, “His tó ria da teo lo gia” e “His tó ria do pen sa men to cris tão”. Po de ría mos acres cen tar ain da a ex pres são “His tó ria das

idéias da re li gio si da de po pu lar cris tã”.

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Na Ida de Mé dia, An sel mo de Can tuá ria (1033­1109) de sen vol veu o pro gra ma de uma teo lo gia ri go ro sa men te cien­tí fi ca, —cien tí fi ca se gun do os pa drões de seu tem po—. O pro gra ma po de ser ca rac te ri za do pe la ex pres são la ti na “fi des quae rens in te llec tum”, a fé que quer (de se ja) com preen der sua pró pria “ra tio” (ra zão), a fé que quer cap tar es sa “ra zão” com a in te li gên cia. Es se que rer é es pon tâ neo, ine ren te à fé. Que rer tal com preen são faz par te da na tu re za da fé. Não há, pois, an ta go nis mo en tre crer e com preen der /pen sar. Ao con­trá rio, quem crê quer pen sar pa ra en ten der o que crê, se gun­do o pro gra ma de An sel mo.

A fé que quer com preen der sua pró pria ra zão in ter na es tá lo ca li za da no tem po e no es pa ço, ou se ja, em de ter mi na do con tex to. A fé e o que lhe é ine ren te não po dem ser se pa ra dos do con tex to em que es tão in se ri dos. A fé quer com preen der sua pró pria ra zão in ter na pa ra que os cren tes “es te jam sem pre pron tos pa ra res pon der a qual quer pes soa que pe dir que ex pli quem” sua fé, quer que tais pes soas se jam cris tãs ou não­cris tãs, quer que ten ham ou não for ma ção eru di ta. Ao que rer com preen der sua pró pria ra zão in ter na, a fé res pon de às pe soas que lhe di ri gem suas per gun tas; res pon de aos de sa fios que lhe vêm de den tro ou de fo ra da co mu ni da de cris tã.

Tal que rer da fé exis te des de o iní cio do cris tia nis mo. É uma ati vi da de da nos sa ca pa ci da de de pen sar, em bo ra a ver­da dei ra com preen são se ja mais do que o re sul ta do de um es for ço me ra men te ra cio nal. Em to dos os tem pos, cris tãos e cris tãs re fle ti ram so bre sua fé e a ra zão in ter na da mes ma. Es sa ati vi da de cons ti tui um dos as pec tos da vi da do po vo de Deus no mun do atra vés dos tem pos. Nes se sen ti do há uma his tó ria des sa ati vi da de.

Con cei tua çãoHá di fe ren tes pro pos tas e ên fa ses de abor da gem des sa

his tó ria. As di fe ren ças evi den ciam­se na es col ha dos con cei­tos. En con tra mos as ex pres sões “His tó ria dos dog mas”, “His­tó ria da dou tri na cris tã”, “His tó ria da teo lo gia” e “His tó ria do pen sa men to cris tão”. Po de ría mos acres cen tar ain da a ex pres­são “His tó ria das idéias da re li gio si da de po pu lar cris tã”. A se qüên cia cons ti tui, ao mes mo tem po, uma es ca la de di fi cul­da de cres cen te quan to à de fi ni ção do ob je to da res pec ti va abor da gem. É fá cil di zer o que são dog mas. Mas é di fí cil cap­tar o pen sa men to cris tão —qual? de quem?— ou as idéias da re li gio si da de po pu lar cris tã. Exis te o pen sa men to cris tão? Não de ve ría mos fa lar, an tes, de inú me ros pen sa men tos cris­tãos ou pen sa res cris tãos?

His tó ria dos Dog mas. Dog mas são de fi ni ções teo ló gi cas for mais de enun cia dos fun da men tais da ver da de cris tã, pro­cla ma das por con cí lios uni ver sais ou, na Igre ja Ca tó li ca Ro ma na, des de mea dos do sé cu lo XIX, tam bém por pa pas. Tra ta­se de enun cia dos fun da men tais nor ma ti vos que com­pro me tem a to do s/as, den tro da pró pria igre ja. São ver da des dou tri ná rias de fi ni das pe la igre ja co mo ex pres sões le gí ti mas e ne ces sá rias da fé. Nes se sen ti do, o con cei to de “dog ma” tem seu lu gar apro pria do nas igre jas que re pre sen tam o cris­tia nis mo dog má ti co, ou se ja, as Igre jas Or to do xas e a Ca tó­li ca Ro ma na.

No sé cu lo XIX, a co rren te de pen sa men to cha ma da de his to ri cis mo (ou his to ris mo) afir ma va o ca rá ter his tó ri co de tu do

que exis te no mun do hu ma no. Mos tra va o con di cio na men to his­tó ri co dos fe nô me nos hu ma nos, in clu si ve de ver da des e dou tri­nas da fé cris tã ti das co mo in dis cu tí veis, co mo os dog mas. Nes se con tex to sur gi ram as obras clás si cas so bre a his tó ria dos dog mas. A mais fa mo sa é a de Adolf von Har nack (1851­1930), pu bli ca da pe la pri mei ra vez en tre 1885 e 1889.

Har nack de fi niu os dog mas co mo dou tri nas de fé cris tãs for­mu la das me dian te con cei tos e ela bo ra das pa ra o uso cien tí fi co­apo lo gé ti co. São as dou tri nas que cons ti tuem “o con teú do ob je ti vo da re li gião”. Abran gem o con he ci men to e re con he ci­men to da re den ção efe tua da por Je sus Cris to, de Deus e do mun­do. São con si de ra das co mo con ti das nas Sa gra das Es cri tu ras. São ofi cial men te acei tas pe la igre ja. Cons ti tuem o “de pó si to da fé” (em la tim: de po si tum fi dei). Seu re con he ci men to é a con di ção da par ti ci pa ção na sal va ção e bem­aven tu ran ça. O pró prio Har nack vi sa va à su pe ra ção do cris tia nis mo dog má ti co. De fen deu um cris tia nis mo não­dog má ti co que ele iden ti fi ca va com a re li gião sim ples de Je sus. Ten ta va mos trar que a con cep ção do dog ma e sua ela bo ra ção acon te ce ram no so lo do evan gel ho, mas co mo obra do es pí ri to gre go. Pa ra a fé, afir ma va Har nack, dog mas não são ne ces sá rios.

His tó ria da Teo lo gia. A teo lo gia é mais am pla do que os dog mas. Es ses pres su põem o tra bal ho teo ló gi co. São, his to ri­ca men te, re sul ta dos des se tra bal ho, fru tos da teo lo gia, em bo­ra o pró prio cris tia nis mo dog má ti co os con si de re co mo ver da des re ve la das e, por con se guin te, ba se e li mi te da teo lo­gia. Nem tu do que é teo lo gia tor nou­se dog ma. Mas o sur gi­men to e o de sen vol vi men to dos dog mas não po dem ser en ten di dos nem apre sen ta dos sem que se con he ça a teo lo gia ou as teo lo gias que le va ram à sua ela bo ra ção. Por is so, dis se Har nack, o ho ri zon te da his tó ria dos dog mas de ve ser o mais am plo pos sí vel. De fa to, sua “His tó ria dos Dog mas” é uma mo nu men tal his tó ria da teo lo gia das épo cas ca rac te ri za das pe lo cris tia nis mo dog má ti co.

Em ou tros mo men tos e lu ga res his tó ri cos e ou tros con­tex tos, ou tros au to res não se con cen tra ram mais, co mo Har­nack, no es for ço de mos trar o ca rá ter his tó ri co dos dog mas. Con se qüen te men te, pu bli ca ram suas obras sob o tí tu lo “His­tó ria da Teo lo gia”. As sim o fez, por exem plo, Bengt Häg­glund. Pa ra ele, “a ex pres são ‘his tó ria do dog ma’” é um “tí tu lo pou co sa tis fa tó rio”. Ele cons ta ta que as “His tó rias dos dog mas” clás si cas são, na ver da de, his tó rias da “teo lo gia cris­tã em ge ral”. Häg glund não tem, co mo Har nack, a in ten ção de cri ti car os dog mas e de su pe rar o cris tia nis mo dog má ti co. Quer abs ter­se cons cien te men te de quais quer jul ga men tos, em bo ra no seu tex to, de pois, apa re çam tam bém al gu mas ava­lia ções. Afir ma, por exem plo, que o “sis te ma de dou tri na” do teó lo go ale mão Frie drich Da niel Ernst Sch leier ma cher (1768­1834) “era es sen cial men te al heio à dou tri na evan gé li ca da fé”, com “rein ter pre ta ção e de tur pa ção de ele men tos es sen ciais da fé cris tã”.

Häg glund tam pou co es ca pa da ne ces si da de de de li mi tar a área de abran gên cia de sua obra. Seu cri té rio de de li mi ta ção é a as sim cha ma da “re gra de fé”, o re su mo dos as pec tos prin­ci pais da ver da de cris tã. En ten de a teo lo gia co mo “ex pli ca ção da re gra de fé ori gi nal”. Em sua “His tó ria da teo lo gia”, quer ana li sar “co mo a re gra de fé cris tã tem si do in ter pre ta da na his tó ria e no con tex to de di fe ren tes gru pos”.

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His tó ria da Dou tri na Cris tã. O con cei to de “His tó ria da Dou tri na Cris tã” pa re ce­me ocu par um lu gar in ter me diá rio en tre os con cei tos de “His tó ria dos Dog mas” e “His tó ria da Teo lo gia”. Con for me o di cio ná rio, “dou tri na” sig ni fi ca, en tre ou tros, o “con jun to de prin cí pios que ser vem de ba se a um sis te ma re li gio so”. Em par te, tais prin cí pios tor na ram­se dog­mas, em par te, não. Nes sa con cep ção, a “dou tri na cris tã” é mais am pla do que o cam po dos dog mas, mas não tão am pla co mo o cam po da teo lo gia. En tre os/as que pre ten dem apre­sen tar a his tó ria da teo lo gia, há a ten dên cia de se con cen trar nos as pec tos prin ci pais da fé. Nes se par ti cu lar, os con cei tos de “His tó ria da Dou tri na Cris tã” e “His tó ria da Teo lo gia” não fi cam mui to dis tan tes um do ou tro. Tal vez o con cei to de “His­tó ria da Dou tri na Cris tã” des ta que mais o as pec to do en si no, da trans mis são das ver da des da fé. Cer ta men te su ge re a idéia de tra tar­se da qui lo que va le ofi cial men te na igre ja, ou se ja, de seus prin cí pios bá si cos.

His tó ria do Pen sa men to Cris tão. Al guns au to res usam os ter mos “teo lo gia” e “pen sa men to cris tão” pra ti ca men te co mo si nô ni mos. Quan do foi pro pos ta a Paul Ti llich (1886­1965) a pu bli ca ção das au las que mi nis tra ra na pri ma ve ra de 1962 na Es co la de Teo lo gia da Uni ver si da de de Chi ca go, ele in sis tiu no tí tu lo “Pers pec ti vas da teo lo gia pro tes tan te nos sé cu los de ze no ve e vin te”. Mas na in tro du ção ele lo go dei xa cla ro que se tra ta da “his tó ria do pen sa men to”. E as au las que pro fe riu em 1953, no Se mi ná rio Teo ló gi co Uni do de No va Ior que, fo ram pu bli ca das sob o tí tu lo “His tó ria do pen sa men­to cris tão”.

A ri gor, o pen sa men to cris tão é mais abran gen te do que a teo lo gia cris tã. Eti mo lo gi ca men te, “teo­lo gia” é a fa la a res pei­to de Deus. A pa lav ra de sig na qual quer fa la des sa na tu re za, não ape nas aque la que sur ge de uma re fle xão me tó di ca e sis­te má ti ca so bre as ver da des fun da men tais da fé em de ter mi na­do con tex to. Tal re fle xão se ria teo lo gia no sen ti do res tri to e es pe cí fi co da pa lav ra, teo lo gia eru di ta, às ve zes cha ma da, ho je em dia, de teo lo gia cien tí fi ca ou aca dê mi ca. O pen sa men to cris tão, no en tan to, não se re fe re ape nas a Deus. In clui um sem­nú me ro de as sun tos e te mas. Pen sa men to cris tão é tu do o que foi pen sa do por cris tãos e cris tãs nos mais di ver sos mo men tos e lu ga res. En ten di do des sa ma nei ra, o cam po do con cei to tor na­se ili mi ta do e seu con teú do, va go; tal vez nem se quer pos sa ser cap ta do. Co mo pos so sa ber o que bil hões de cris tãos e cris tãs pen sa ram ao lon go da his tó ria do cris tia nis­mo? Pa re ce que são so bre tu do his to ria do res ecle siás ti cos nor­te­ame ri ca nos que pre fe rem a ex pres são “his tó ria do pen sa men to cris tão”. Quem fi zer is so, pre ci sa es col her um te ma ou te mas de re fe rên cia pa ra de li mi tar ra zoa vel men te seu cam po de tra bal ho. Abor da, en tão, o pen sa men to cris tão a res pei to dos te mas es col hi dos.

O his to ria dor ecle siás ti co nor te­ame ri ca no Ro land Her­bert Bain ton (1894­1984) de fi ne a his tó ria do pen sa men to cris tão co mo

“o tes te mun ho do es for ço hu ma no pa ra com preen der e es cla­re cer as im pli ca ções da au to­re ve la ção de Deus no ho mem Je sus Cris to”.Jus to L. Gon za lez apon ta pa ra o fa to de que é ine vi tá vel

fa zer­se uma se le ção do ma te rial his tó ri co exis ten te. Os cri té­rios da se le ção de pen dem da op ção teo ló gi ca do his to ria dor,

op ção es ta que até cer to pon to é sub je ti va. Ne la trans pa re cem as pres su po si ções teo ló gi cas do pró prio his to ria dor. Elas, por sua vez, le vam­no a de ter mi na da ava lia ção, a de ter mi na do juí zo so bre a his tó ria do pen sa men to cris tão.

Gon za lez de fen de uma po si ção teo ló gi ca que ad mi te o as pec to his tó ri co dos dog mas, e uma po si ção his tó ri ca que ad mi te o va lor teo ló gi co dos mes mos. Os dog mas não são ver da des da das uma vez por to das, imu tá veis, não sub me ti­das ao pro ces so his tó ri co. Tam pou co são afir ma ções his tó ri­cas, re la ti vas, sem va lor teo ló gi co. Gon za lez par te de um con cei to teo ló gi co de ver da de que se en con tra na dou tri na da en car na ção, que é uma das dou tri nas cris tãs fun da men tais. A ver da de “acon te ce”

“on de o eter no se une ao his tó ri co, on de Deus se faz car ne, on de um ho mem con cre to po de di zer, nu ma si tua ção con cre ta: ‘Eu sou a ver da de.’” Pa ra Gon za lez,“os dog mas são pa lav ras hu ma nas com as quais a Igre ja pre­ten de tes te mun har a pa lav ra de Deus”.São “ins tru men tos” da pa lav ra de Deus. Sua ver da de con­

sis te no fa to de que ne les a ver da de, a pa lav ra de Deus, con­fron ta a igre ja com a exi gên cia de obe diên cia ab so lu ta.. A Sa gra da Es cri tu ra é o cri té rio pa ra ava liá­los.

Qual é a re la ção dos dog mas com o pen sa men to cris tão? Gon za lez afir ma que os dog mas “fa zem par te” do pen sa men to cris tão. Sur gem do mes mo e lhe ser vem, mais tar de, co mo pon to de par ti da. Gon za lez acres cen ta ain da que ja mais hou ve con sen so en tre os cris tãos so bre “co mo e quan do uma dou tri na qual quer vem a ser dog ma”. Por is so op tou pe lo tí tu lo “His tó ria do Pen sa men to Cris tão”, em vez de “His tó ria dos Dog mas”.

As pec tos la ti no-ame ri ca nosEduar do Hoor naert (nasc. em 1930) deu à sua his tó ria da

Igre ja Cris tã nos três pri mei ros sé cu los o tí tu lo sig ni fi ca ti vo “A me mó ria do po vo cris tão”. Seu pon to de par ti da, de re fe­rên cia e de che ga da é o po vo cris tão com sua me mó ria his tó­ri ca. A his tó ria da Igre ja é, sem dú vi da, uma ciên cia. Mas não é, pa ra Hoor naert, uma ciên cia de eru di tos pa ra eru di tos, e, sim, uma ciên cia a ser vi ço da me mó ria his tó ri ca do po vo cris­tão. Nes sa con cei tua ção, a his tó ria da igre ja in clui a his tó ria da teo lo gia ou do pen sa men to cris tão. Hoor naert afir ma que

“o ju daís mo e o cris tia nis mo são por ex ce lên cia re li giões da me mó ria, fun da men ta das na re cor da ção de fa tos his tó ri cos”.As duas re li giões têm es sen cial men te “ca rá ter me mo rial”.

Ao con trá rio do “pen sa men to gre go que era es sen cial men te an ti­his tó ri co”, ju daís mo e cris tia nis mo con ce bem a his tó ria co mo um pro ces so que tem uma fi na li da de; es tá “di ri gi da pa ra um fim” e é, por is so, “irre ver sí vel”. Os cris tãos e as cris­tãs crêem na se gun da vin da de Cris to. Es sa es pe ran ça es tá li ga da à me mó ria: “a me mó ria ca rre ga a es pe ran ça, sem me mó ria cris tã des va ne ce a es pe ran ça”. Daí, a lem bran ça tor­na­se uma “ta re fa re li gio sa fun da men tal”.

Nos três pri mei ros sé cu los, es sa ta re fa foi cum pri da em cir cuns tân cias bem es pe cí fi cas, a sa ber, num am bien te de hos ti li da de, opres são, per se gui ção e, mui tas ve zes, ma tan ça de cris tãos e cris tãs. Des de aque les tem pos, a me mó ria cris tã pos sui um “ca rá ter pe cu liar”:

“Ela foi e con ti nua sen do fre qüen te men te uma me mó ria de ven ci dos e hu mil ha dos, mar gi na li za dos e des pre za dos.”

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Ela é, “an tes de mais na da”, me mó ria co le ti va de “co mu­ni da des de ba se”.

Pa ra des cre ver o tra bal ho do his to ria dor, tam bém do his to ria dor ecle siás ti co, Hoor naert ci ta uma pa lav ra do his­to ria dor fran cês Jac ques Le Goff (nasc. em 1924), da co rren­te his to rio grá fi ca re pre sen ta da pe la re vis ta An na les (Anais) e cha ma da, mui tas ve zes, de “no va his tó ria”: “A ta re fa do his­to ria dor é a de trans for mar a me mó ria do po vo em ciên cia”. O his to ria dor ecle siás ti co, por tan to, pre ci sa “cap tar a me mó ria” do po vo e trans for má­la “em dis cur so coe ren te, ba sea do em do cu men tos ob je ti vos, num dis cur so in te li gí­vel”. Não po de apre sen tar ape nas “os as pec tos en tu sias man­tes” da his tó ria,

“mas tam bém as lu tas, os pe ca dos, as fal sas alian ças que o cris tia nis mo his tó ri co [in clu si ve sua teo lo gia] co me teu por in te res ses nem sem pre evan gé li cos”.Num Sim pó sio so bre His tó ria da Teo lo gia na Amé ri ca

La ti na, rea li za do em Li ma (Pe ru), em 1980, Ot to Ma du ro apre sen tou im por tan tes re fle xões epis te mo ló gi cas re fe ren tes a uma his tó ria es pe ci fi ca men te da teo lo gia na Amé ri ca La ti na. Creio que suas re fle xões pos suem maior abran gên cia; po dem ilu mi nar o em preen di men to de uma his tó ria do pen sa men to cris tão (ou: da teo lo gia cris tã) em ge ral.

Pa ra Ma du ro, es cre ver his tó ria da Igre ja é, co mo es cre ver his tó ria em ge ral,

“uma ta re fa si tua da ob je ti va men te (in de pen den te, pois, da von ta de do his to ria dor), tan to den tro co mo fo ra da Igre ja. (...) é uma ta re fa si tua da his tó ri ca, so cial, po lí ti ca e in te lec tual­men te tan to na so cie da de glo bal, quan to no seio da ins ti tui ção ecle siás ti ca”.

A ta re fa é de sen vol vi da “a par tir de um mo men to his tó ri co” com sua “pers pec ti va

his tó ri co­con cre ta so bre a rea li da de”, “a par tir de uma po si­ção so cial es pe cí fi ca em con fli to com ou tras”, “a par tir de um pro je to his tó ri co em con fli to com ou tros” e “a par tir de uma co rren te de pen sa men to opos ta a ou tras”.

A ca rac te rís ti ca fun da men tal des sa con cep ção é a “per cep­ção” do “ca rá ter ra di cal men te con fli ti vo da si tua ção só cio­ecle sial [!] la ti no­ame ri ca na con tem po râ nea”.

Ma du ro e a Co mis são de Es tu dos de His tó ria da Igre ja na Amé ri ca La ti na (CE HI LA) op ta ram, em suas pu bli ca ções, pe lo con cei to de “his tó ria da teo lo gia”. Mas Ma du ro pa re ce ter cons ciên cia da dis tin ção en tre teo lo gia e pen sa men to cris­tão ao fa lar de “teo lo gia e (...) pen sa men to cris tão” co mo “ob je tos de es tu do his tó ri co”. No en tan to, não re fle te so bre es sa dis tin ção nem es tá in te res sa do em de ter­se nes se pon to. Es tá in te res sa do, nes te lu gar, em es cla re cer o con cei to de teo­lo gia co mo “ob je to da his tó ria”: “a teo lo gia é o pro du to de um tra bal ho so cial men te si tua do”. O tra bal ho teo ló gi co —se gun­do Ma du ro: “ler, es cu tar, re fle tir, dis cu tir, es cre ver e ex por”— e o pro du to des se tra bal ho, “a teo lo gia pro pria men te di ta”, “es tão am bos —em ca da ca so es pe cí fi co de es tu do— si tua dos em um con tex to só cio­his tó ri co pe cu liar”.

Is so sig ni fi ca “que o con tex to so cial es pe cí fi co (...) for ma par te in te gran te, cons ti tu ti va, subs tan cial da pró pria teo lo­gia”. Em ou tras pa lav ras: “não se po de en ten der um tex to teo ló gi co fo ra do con tex to so cial de sua pro du ção e di fu são”. Ao con trá rio, “pa ra en ten der um tex to teo ló gi co em sua

di men são exa ta, faz­se ne ces sá rio con he cer o con tex to so cial de sua pro du ção e di vul ga ção”.

Res si tuar “a pro du ção teo ló gi ca no seio” de seu con tex to so cial é um de sa fio gi gan tes co. Mas va le co mo ad ver tên cia que quer im pe dir que iso le mos as idéias e os pen sa men tos teo ló gi cos da rea li da de ma te rial, so cial, cul tu ral e ecle sial na qual sur gi ram e à qual ori gi nal men te per ten cem.

Ma du ro men cio na ape nas o con tex to so cial da teo lo gia. Co mo ele fa la da his tó ria da teo lo gia na Amé ri ca La ti na, seu en fo que se jus ti fi ca em vis ta da con jun tu ra es pe cí fi ca do con­ti nen te na épo ca. No que diz res pei to ao to do da his tó ria do pen sa men to cris tão de 2000 anos, creio que não se po de sus­ten tar a con cen tra ção ex clu si va nos ele men tos so ciais do con tex to. De vem ser to ma dos em con si de ra ção tam bém os ele men tos ma te riais, cul tu rais e ecle siais. Is so po de ser ilus­tra do pe lo se guin te exem plo. Na aná li se da Re for ma re li gio sa do sé cu lo XVI até his to ria do res mar xis tas ad mi ti ram, ex pres­sa men te, que as ca rac te rís ti cas pre do mi nan tes do con tex to da épo ca eram ques tões de fé, ou se ja, ele men tos cul tu rais, no sen ti do am plo da pa lav ra, e não ques tões so ciais. Na tu ral­men te não se po de ig no rar o con tex to so cial de nen hu ma teo lo gia. Mas, às ve zes, o con he ci men to do con tex to cul tu ral de uma teo lo gia aju da mais a en ten dê­la do que o con he ci­men to do con tex to so cial.

O que Ma du ro cons ta ta na aná li se “do con tex to só cio­ecle sial [!] la ti no­ame ri ca no e do con tex to de pro du ção da teo lo gia na Amé ri ca La ti na” va le, a meu ver, pa ra pra ti ca men­te to dos os con tex tos da teo lo gia ao lon go da his tó ria: são com ple xos; con se qüen te men te, as con di ções sob as quais sur ge teo lo gia são com ple xas. Es sas con di ções es ta be le cem “li mi tes e ten dên cias” pa ra a pro du ção de teo lo gia. Pa ra se com preen der o sur gi men to, “a ela bo ra ção, o sen ti do e as re per cus sões de cer ta pro du ção teo ló gi ca” é ne ces sá rio que se con he çam tan to seu “con tex to ecle sial es pe cí fi co” co mo seu “con tex to ma cro­so cial [!] es pe cí fi co”.

Na Amé ri ca La ti na, se gun do Ma du ro, “a pro du ção teo ló­gi ca se rea li za no meio de uma si tua ção de do mi na ção e de con fli to”. O con fli to atin ge “tam bém os es que mas de in ter pre­ta ção da rea li da de”, in clu si ve da re ve la ção de Deus. Es sa ca rac te rís ti ca apa re ce tam bém em ou tros lu ga res e mo men­tos? Pa ra En ri que Do min go Dus sel (nasc. 1934), a igre ja na Amé ri ca La ti na co lo nial, “a no va cris tan da de das Ín dias”, foi “a úni ca cris tan da de (...) co lo nial ou de pen den te”. Sua ca rac­te rís ti ca es pe cí fi ca eram a de pen dên cia, a do mi na ção, o con­fli to. As ou tras duas cris tan da des, a bi zan ti na e a la ti na, não eram de pen den tes. Se rá que Dus sel e Ma du ro as con si de ra­riam co mo não­con fli ti vas? Creio que não. Sua aná li se es tá vi si vel men te in fluen cia da, se não ins pi ra da, pe lo mar xis mo. O mar xis mo vê to da a his tó ria co mo con fli ti va. O fa mo so Ma ni fes to do Par ti do Co mu nis ta, de 1848, afir ma: “A his tó ria [trans mi ti da por es cri to] de to da a so cie da de até ho je é a his­tó ria de lu tas de clas ses”. Con se qüen te men te, to dos os con­tex tos his tó ri cos eram con fli ti vos. Teo lo gia, pois, sem pre se ria pro du zi da em si tua ções de con fli to. De fa to, Ma du ro cons ta ta —apa ren te men te não ape nas em re la ção à Amé ri ca La ti na:

“É ne ces sá rio (...) con si de rar as con se qüên cias da com­ple xi da de e dos con fli tos de ca da so cie da de —em ca da ca so his tó ri co es pe cí fi co— so bre a pro du ção, di fu são, in ter pre ta­ção e con se qüên cias da teo lo gia”.

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De vi sí vel ins pi ra ção mar xis ta é tam bém, em Ma du ro, a dis tin ção de “três re la ções sig ni fi ca ti vas da pro du ção do tex to teo ló gi co com seu con tex to so cial”.

Pri mei ro: O tex to teo ló gi co es tá es tru tu ral men te de ter mi­na do pe lo con tex to, ou se ja,

“a ela bo ra ção, a di fu são, a in ter pre ta ção e as con se qüên cias de um tex to teo ló gi co são par cial men te in de pen den tes da von ta de de seu au tor: de pen dem da es tru tu ra ob je ti va das re la ções so ciais pree xis ten tes fo ra da Igre ja”.Se gun do: Por ou tro la do, “a pro du ção de um tex to teo ló gi co é par cial men te in de pen den­te do [seu] con tex to ma cro­so cial [!] (...): de pen de, sig ni fi ca ti­va men te, tam bém, das con di ções es pe cí fi cas da teo lo gia nes sa con jun tu ra par ti cu lar, as sim co mo das con di ções in ter nas da Igre ja nes sa mes ma con jun tu ra”. Es se as pec to diz res pei to, so bre tu do, à Igre ja Ca tó li ca

Ro ma na. Al guns fa to res men cio na dos por Ma du ro, nes te lu gar, têm no pro tes tan tis mo, em prin cí pio, um pe so mui to me nor na pro du ção teo ló gi ca, co mo, p. ex., as “re la ções ins­ti tu cio nais in ter nas da pró pria Igre ja”, ou até são ine xis ten tes, co mo, por exem plo, o ma gis té rio ecle siás ti co.

Ter cei ro: Há, fi nal men te, “uma efi cá cia es pe cí fi ca do tex to so bre o con tex to”. Is so sig ni fi ca

“que as trans for ma ções do con tex to so cial de pen dem em par te da pro du ção teo ló gi ca rea li za da em seu seio”.A pro du ção teo ló gi ca for ne ce “uma ima gem da rea li da­

de”, uma “vi são teo ló gi ca do mun do” que as pes soas e os gru pos so ciais pre ci sam pa ra se orien tar e pa ra atuar na so cie da de. “O tex to é par cial men te de pen den te” e “par cial­men te in de pen den te do con tex to”, e o con tex to é par cial­men te de pen den te do tex to. As sim po de­se re su mir a “hi pó te se in ter pre ta ti va” de Ma du ro “pa ra uma his tó ria da teo lo gia na Amé ri ca La ti na”. A par tir dis so ele le van ta di ver­sas per gun tas. Creio que a re fle xão so bre as mes mas po de aju dar­nos tam bém no es tu do da his tó ria do pen sa men to cris tão em ge ral.

Ma du ro afir ma que coe xis tem “vá rias co rren tes de pen sa­men to teo ló gi co den tro e fo ra da Igre ja Ca tó li ca”. Pa ra um pro tes tan te, es sa afir ma ção não traz nen hu ma no vi da de. O pro tes tan tis mo é, por as sim di zer, o cris tia nis mo da mo der ni­da de. Uma das prin ci pais ca rac te rís ti cas da mo der ni da de é jus ta men te a coe xis tên cia de vá rias teo lo gias. Mas pa ra pa drões ca tó li co­ro ma nos tra di cio nais, a afir ma ção de Ma du­ro é sig ni fi ca ti va. Ad mi te o plu ra lis mo teo ló gi co den tro da Igre ja Ca tó li ca Ro ma na e a exis tên cia de ver da dei ra teo lo gia fo ra da mes ma: “a teo lo gia não é uma só”. Teo lo gia, pa ra Ma du ro, é ne ces sá ria “por que há teo lo gias no plu ral”, is to é, “con fli tos de in ter pre ta ção” da Sa gra da Es cri tu ra (ou: da re ve­la ção de Deus). Ele afir ma:

“Deus quis [!] que a li ber da de, o ris co e o con fli to se jam o pon­to de par ti da pa ra a re fle xão teo ló gi ca”. Pa re ce ter as si mi la do im por tan tes ele men tos da teo lo gia

da Re for ma re li gio sa do sé cu lo XVI ao di zer: “A teo lo gia é (...) lu ta pe la re fle xão —à luz do da do re ve la­do— acer ca do pa pel que nos to ca cum prir co mo cren tes em Cris to, no seio de um mun do obs cu ro, com pli ca do e in jus to. Lu ta, tam bém, pa ra pôr a re fle xão (...) a ser vi ço da cons tru­ção de um mun do hu ma no, fra ter no e so li dá rio”. Po de mos ci tar, aqui, a se guin te pa lav ra de Lu te ro:

“E o ser cris tão não é uma si tua ção de ócio nem de paz nem de se gu ran ça, mas im por ta es tar per ma nen te men te em cam­pan ha e gue rrear e arris car a vi da. Pois aqui não es ta mos sen ta dos em tran qüi li da de, co mo um cam po nês, um ci da dão ou um ar te são nu ma ci da de, on de vi ve em paz e não pre ci sa ter me do, e, sim, es ta mos acam pa dos num lu gar pe ri go so em meio a ini mi gos e as sas si nos que nos mi ram se ria men te e nos que rem ti rar nos so te sou ro, se não nos cui dar mos, e nós não es ta mos se gu ros dian te de les nem por um úni co mo men to. Por is so, quem qui ser ser um cris tão de ve ter em men te co lo­car­se de bai xo da ban dei ra de seu Sen hor e, vis to que vi ve aqui, es tar na van guar da e cui dar dos ini mi gos em to dos os la dos”. A par tir de seu con cei to de teo lo gia, Ma du ro de fi ne a his­

tó ria da teo lo gia co mo “a in ten ção de re cu pe rar o pas sa do de uma re fle xão ilu mi na da pe la fé no seio da his tó ria”.

Pa ra es tru tu rar es se pas sa do, Jus to L. Gon za lez e Eduard Loh se for ne cem in di ca ções úteis. Gon za lez sub di vi de sua gran de his tó ria ilus tra da do cris tia nis mo em 10 “eras”. Ca da era tem sua ca rac te rís ti ca es pe cí fi ca: a era dos már ti res, dos gi gan tes, dos re for ma do res, dos con quis ta do res, etc. Loh se deu à sua his tó ria da fé cris tã, em ale mão, o tí tu lo Epo chen der Dog men ges chich te (Épo cas da His tó ria dos Dog mas). Creio que pa ra uma his tó ria do pen sa men to cris tão de ve­se iden­ti fi car, em ca da épo ca, sua ques tão teo ló gi ca fun da men tal e con cen trar­se nes sa ques tão. As ques tões se guem uma se qüên cia cro no ló gi ca. Mas co mo se tra ta de ques tões fun­da men tais, elas não se res trin gem a uma épo ca só, ca da vez. Per pas sam os sé cu los. Quais se riam tais ques tões fun da­men tais? Im põem­se por sua im por tân cia em sua res pec ti va épo ca, mas são su ge ri das tam bém por per gun tas e an seios nos sos, atuais.

Na his tó ria do pen sa men to cris tão am plia mos o cír cu lo das pes soas com quem de ba te mos nos sas per gun tas. Teó lo gos e teó lo gas do pas sa do tor nam­se nos so s/as in ter lo cu to re s/as no de ba te de ques tões pre men tes. Mas con vém uma ad ver­tên cia. Es sas pes soas não vi vem mais. Não po dem se de fen­der. Em re la ção a elas ca be­nos uma ati tu de de aber tu ra, de hu mil da de, de dis po si ção de ou vi­las com seus pen sa men tos e suas pro pos tas, em vez de usá­las ape nas co mo “ins tru men­tos pa ra os nos sos pró prios fins”, co mo ad ver te Karl Barth. Es ta mos com elas na mes ma igre ja cris tã. En con tra mo­nos com elas no mes mo ní vel. Que rer ou vir o/a ou tro/a é a con­di ção bá si ca de to do es tu do da his tó ria. E pa ra com preen der­mos a his tó ria, Barth for ne ce­nos ain da um cri té rio mui to in te res san te:

“Quan to mais di fí ceis se tor nam pa ra nós a [me ra] ob ser va­ção, cons ta ta ção e con­tem pla ção, quan to maior a ur gên cia com que a his tó ria nos di ri ge suas per gun tas e, con se qüen te­men te, re quer nos sa res pos ta, não nos con ce den do tem po pa ra a me ra con tem pla ção, tan to mais cla ro fi ca que se tra ta real­men te de his tó ria”.sv

Joa chim Her bert Fis cher foi pas tor e pro fes sor da Igre ja Evan gé li ca de Con fis são Lu te ra na no Bra sil (IECLB). Du ran te apro xi ma da men te 10 anos coor de nou a Co mis são Obras de Lu te ro. Fa le ceu em Por to Ale gre, Bra sil, no dia 5 de jul ho de 2008.

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