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Prueba través de muchos capítulos de los Hechos de los Apóstoles, San Lucas nos da una descripción viva de la A vida cotidiana de los primeros cristianos. Advertimos que la efusión poderosa del Espíritu Santo el día de Pentecostés dejó dos efectos significativos en los apóstoles y en los otros discípulos. Primero, abrieron de par en par las puertas cerradas del Cenáculo, desecharon todo miedo y dudas; y sa- lieron a las calles y plazas de Jerusalén, y más allá, a proclamar la resurrección de su Señor Jesucristo. Luego, San Lucas escribe que los primeros seguidores de Jesús “acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles, a la comunión, a la fracción del pan y a las oraciones.” (Hch 2, 42) En otras palabras, se dedicaban a vivir en profunda comunión, enraizada en el amor, en la enseñanza sólida y en la fracción de la Eucaristía. De ese modo sus esfuerzos evangelizadores y misioneros se veían complementados por una profunda comunión entre ellos. En estos últimos treinta años y pico, millones de personas por todo el mundo han experimentado, a través de la Renova- ción Carismática, una poderosa venida del Espíritu Santo a sus vidas, a sus familias, parroquias, comunidades religiosas, etc. Innumerables personas, fortalecidas por el bautismo del Espíritu Santo, han sido liberadas de sus miedos, sanadas de sus enfermedades físicas, espirituales y emo- cionales, y se han convertido en discípulos eficaces de Jesús, encendiendo las vidas de otros con el fuego de la Buena Noticia. El Bautismo en el Espíritu nos empuja a seguir adelante para vivir vidas santas llevando el Evangelio a aquellos que nunca lo han oído, o lo han oído pero son indiferentes a él. Todo esto tiene que ser el fruto de compartir una vida común juntos dentro del cuerpo de Cristo, que es la Iglesia. Durante la Última Cena con los apóstoles, Jesús oró por todos los creyentes para que “todos sean uno... para que el mundo crea que tú me has enviado.” (Juan 17, 21) Este versículo ha inspirado a muchos a mirar a sus iglesias y denominaciones cristianas divididas y a acercarse unos a otros para trabajar juntos en la solución de las diferencias que les han mantenido alejados durante siglos. Es la motivación básica del movimiento ecuménico. Es también el deseo de aquellos que a través de un poderoso acto de Dios abren sus vidas para ver la presencia del Espíritu del Señor obrando en los otros “her manos separados”. Pero el escándalo de las divisiones y separaciones no sólo existe entre las iglesias y denominaciones separadas. Por desgracia, dentro de la Renovación Carismática misma oímos de g rupos que se desintegran por conflictos y luchas internas, de comunidades que eran la fuerza impulsora para la expansión del movimiento mundial que ahora se han disuelto por desacuerdos. Oímos también de dirigentes inspiradores y dotados que han dejado sus ministerios, dolidos y perplejos, por la falta de armonía y por la discordia en sus comunidades. ¿Cómo podemos ser todos uno, para que la Renovación Carismática pueda seguir siendo un medio de evangelización y renovación en la Iglesia y por lo tanto contribuya en hacer que el mundo crea en Jesús? 1 Se espera que toda comunidad cristiana esté construida sobre la comunión que sus miembros tienen con Dios. “Lo que hemos visto y oído, os lo anunciamos, para que también vosotros estéis en comunión con nosotros. Y nosotros estamos en comunión con el Padre y con su Hijo Jesucristo” (1 Jn 1,3). Cuando nuestra comunión de unos con otros es el fruto de nuestra relación profunda y personal con Jesucristo, de “estar en Cristo”, cuando crecemos diariamente en nuestro caminar con Él, a través de la oración, los sa- cramentos, enseñanzas, obras de misericordia, etc., cuando estamos preparados para hacer su voluntad, todo esto producirá unidad en el cuerpo. Cuanto más nos acerquemos a Jesús, más nos acercaremos unos a otros. 2 La unidad dentro de una comu-nidad cristiana crece cuando sus miem-bros luchan por alcanzar la meta común de su existencia en ser un solo cuerpo para glorificar a Dios juntos, para implantar el Reino de Dios en la tierra, para vivir la plenitud de una vida santa por el poder del Espíritu Santo. Hay personas que piensan que la Iglesia lo puede hacer sin ellos, o por otra parte piensan que lo pueden hacer sin la Iglesia. Sin embarg o, 1 Corintios 12, el celebrado capítulo que describe los carismas del Espíritu Santo, deja claro que cada miembro individual del cuerpo es necesario para su funcio-namiento correcto. Por la importancia de la comunión, nadie tiene el derecho de amputarse del cuerpo de Cristo, la iglesia local o comunidad. 3 Nuestras comunidades crecerán en comunión cuando en vez de atacar a otros o recrearnos en sus equivocaciones, tomemos responsabilidad de nuestra contribución a los conflictos confesando nuestros pecados, pidiendo a Dios que nos ayude a cambiar cualquier actitud o hábito que conduzcan a conflictos, y buscando reparar cualquier daño que hayamos causado. Ser uno unos con otros es un reflejo humano de la divina comunión que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo tienen entre ellos en la vida de la Trinidad. La entrega, aceptación y comunión de la Trinidad es el diseño básico de la auténtica comunidad cristiana. Todas las personas que están en Jesucristo son un pueblo de vida nueva, receptores del poder del Espíritu Santo, y parte de la familia de aquellos a quien Dios ha dado vida eterna. Cuanto más luchamos para ser uno con Dios y uno con otros, más somos testigos de la verdad de que “tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna.” (Jn 3, 16) Haciéndonos uno para que el mundo crea en Jesús Haciéndonos uno para que el mundo crea en Jesús POR NIKOL BALDACCHINO BOLETIN DE ICCRS Año XXVIII, Número 5 Septiembre - Octubre 2002 International Catholic Charismatic Renewal Services Sirviendo a la Renovación Carismática en la Iglesia Católica

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Prueba

t ravés de muchos capítulos de los Hechos de los Apóstoles, San Lucas nos da una descripción viva de la A vida cotidiana de los

primeros cristianos. Advertimos que la efusión poderosa del Espíritu Santo el día de Pentecostés dejó dos efectos significativos en los apóstoles y en los otros discípulos.

Primero, abrieron de par en par las puertas cerradas del Cenáculo, desecharon todo miedo y dudas; y sa-lieron a las calles y plazas de Jerusalén, y más allá, a proclamar la resurrección de su Señor Jesucristo.

Luego, San Lucas escribe que los primeros seguidores de Jesús “acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles, a la comunión, a la fracción del pan y a las oraciones.” (Hch 2, 42) En otras palabras, se dedicaban a vivir en profunda comunión, enraizada en el amor, en la enseñanza sólida y en la fracción de la Eucaristía. De ese modo sus esfuerzos evangelizadores y misioneros se veían complementados por una profunda comunión entre ellos.

En estos últimos treinta años y pico, millones de personas por todo el mundo han experimentado, a través de la Renova-ción Carismática, una poderosa venida del Espíritu Santo a sus vidas, a sus familias, parroquias, comunidades religiosas, etc. Innumerables personas, fortalecidas por el bautismo del Espíritu Santo, han sido liberadas de sus miedos, sanadas de sus enfermedades físicas, espirituales y emo-cionales, y se han convertido en discípulos eficaces de Jesús, encendiendo las vidas de otros con el fuego de la Buena Noticia.

El Bautismo en el Espíritu nos empuja a seguir adelante para vivir vidas santas llevando el Evangelio a aquellos que nunca lo han oído, o lo han oído pero son indiferentes a él. Todo esto tiene que ser el fruto de compartir una vida común juntos dentro del cuerpo de Cristo, que es la Iglesia.

Durante la Última Cena con los apóstoles, Jesús oró por todos los creyentes para que “todos sean uno... para que el mundo crea que tú me has enviado.” (Juan 17, 21)

Este versículo ha inspirado a muchos a mirar a sus iglesias y denominaciones cristianas divididas y a acercarse unos a otros para trabajar juntos en la solución de las diferencias que les han mantenido alejados durante siglos. Es la motivación básica del movimiento ecuménico. Es también el deseo de aquellos que a través de un poderoso acto de Dios abren sus vidas para ver la presencia del Espíritu del Señor obrando en los otros “hermanos separados”.

Pero el escándalo de las divisiones y separaciones no sólo existe entre las iglesias y denominaciones separadas. Por desgracia, dentro de la Renovación Carismática misma oímos de grupos que se desintegran por conflictos y luchas internas, de comunidades que eran la fuerza impulsora

para la expansión del movimiento mundial que ahora se han disuelto por desacuerdos. Oímos también de dirigentes inspiradores y dotados que han dejado sus ministerios, dolidos y perplejos, por la falta de armonía y por la discordia en sus comunidades.

¿Cómo podemos ser todos uno, para que la Renovación Carismática pueda seguir siendo un medio de evangelización y renovación en la Iglesia y por lo tanto contribuya en hacer que el mundo crea en Jesús?

1 Se espera que toda comunidad cristiana esté construida sobre la comunión que sus miembros tienen con Dios. “Lo que hemos visto y oído, os lo anunciamos, para que también vosotros estéis en comunión con nosotros. Y nosotros estamos en comunión

con el Padre y con su Hijo Jesucristo” (1 Jn 1,3). Cuando nuestra comunión de unos con otros es el fruto de nuestra relación profunda y personal con Jesucristo, de “estar en Cristo”, cuando crecemos diariamente en nuestro caminar con Él, a través de la oración, los sa-cramentos, enseñanzas, obras de misericordia, etc., cuando estamos preparados para hacer su voluntad, todo esto producirá unidad en el cuerpo. Cuanto más nos acerquemos a Jesús, más nos acercaremos unos a otros.

2 La unidad dentro de una comu-nidad cristiana crece cuando sus miem-bros luchan por alcanzar la meta común de su existencia en ser un solo cuerpo para glorificar a Dios juntos, para implantar el Reino de Dios en la tierra, para vivir la plenitud de una vida santa por el poder del Espíritu Santo. Hay personas que piensan que la Iglesia lo puede hacer sin ellos, o por otra parte piensan que lo pueden hacer sin la Iglesia. Sin embargo, 1 Corintios 12, el celebrado capítulo que describe los carismas del Espíritu Santo, deja claro que cada miembro individual del cuerpo es necesario para su funcio-namiento correcto. Por la importancia de la comunión, nadie tiene el derecho de amputarse del cuerpo de Cristo, la iglesia local o comunidad.

3 Nuestras comunidades crecerán en comunión cuando en vez de atacar a otros o recrearnos en sus equivocaciones, tomemos responsabilidad de nuestra contribución a los conflictos confesando nuestros pecados, pidiendo a Dios que nos ayude a cambiar cualquier actitud o hábito que conduzcan a conflictos, y buscando reparar cualquier daño que hayamos causado.

Ser uno unos con otros es un reflejo humano de la divina comunión que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo tienen entre ellos en la vida de la Trinidad. La entrega, aceptación y comunión de la Trinidad es el diseño básico de la auténtica comunidad cristiana. Todas las personas que están en Jesucristo son un pueblo de vida nueva, receptores del poder del Espíritu Santo, y parte de la familia de aquellos a quien Dios ha dado vida eterna.

Cuanto más luchamos para ser uno con Dios y uno con otros, más somos testigos de la verdad de que “tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna.” (Jn 3, 16)

Haciéndonos uno para que el mundo crea en JesúsHaciéndonos uno para que el mundo crea en Jesús

POR NIKOL BALDACCHINO

BOLETIN DE ICCRSAño XXVIII, Número 5 Septiembre - Octubre 2002

International Catholic

Charismatic Renewal

Services

Sirviendo a la

Renovación Carismática

en la Iglesia Católica

actividades, a menudo bastante independientes unos de los otros, en diferentes fases y modos de desarrollo y con énfasis distintos, que no obstante comparten la misma experiencia fundamental y defienden las mismas metas generales. Este modelo de relaciones tejidas libremente se encuentra en el nivel diocesano y nacional así como en el nivel internacional. Estas relaciones se caracterizan muy a menudo por la asociación libre, el diálogo y la colaboración, más que por la integración en una estructura ordenada. El liderazgo se caracteriza por ofrecer servicio a aquellos que lo quieren más que por el gobierno”.

35 años y pico después del comienzo de la experiencia pentecostal en la Iglesia Católica, ahora es el momento de enten-der esto claramente y de comprome-ternos seriamente en esta dirección. Todos los grupos, comunidades, escuelas de evangelización, ministerios y servicios carismáticos, están llamados a consi-derarse unos a otros como partes diferen-tes del mismo proyecto de Dios. Con respecto a esto, el 30 de Mayo de 1998, el Santo Padre, con ocasión del encuentro histórico con los Movimientos y Nuevas Comunidades eclesiales en la plaza San Pedro, alentó a los Movimientos diciendo: “La Iglesia espera de vosotros frutos maduros de comunión y de compromiso”.

Otra reflexión es considerar cual es la voz de la Iglesia en este asunto. El 30 de Noviembre de 1990, el Consejo Pontificio de los Laicos reconoció el primer movimiento carismático como una asociación privada de fieles cristianos, de derecho pontificio: la Fraternidad Católica de Comunidades y Herman-dades de Alianza Carismáticas. En la sec-ción de los estatutos aprobados en la “relación eclesial” afirma que: “Está (la Fraternidad Católica) también llamada a establecer lazos de caridad y colaboración fraternas con el Consejo Internacional de Ser vi-cios de la Renovación Carismática para bien de la Renovación Carismática en la Iglesia Católica”.

También en el decreto de recono-

“La Iglesia espera de vosotros frutos maduros de comunión y de compromiso”.

“Está (la Fraternidad Católica) también llamada a establecer lazos de caridad y colaboración fraternas con el Consejo Internacional de Ser vi-cios de la Renovación Carismática para bien de la Renovación Carismática en la Iglesia Católica”.

Durante los últimos seis años, mi servicio en la oficina de ICCRS me ha dado la gracia de N estar en contacto con personas

muy diferentes en la Iglesia Católica, que basan su experiencia espiritual en el Bautismo en el Espíritu Santo y guían a la gente de nuestra época al camino de vivir una vida nueva en el Espíritu Santo. Entre éstos, la mayoría son grupos y comunidades de alianza y/o vida carismáticos.

Por desgracia, debido a malentendidos, divisiones y tantos otros problemas que mu-chos grupos y comunidades han experi-mentado en el pasado, algunos de ellos ya no se consideran “carismáticos” aunque su experiencia básica sigue siendo “pentecostal”. Por otro lado, en muchas partes del mundo, lo que se llama oficialmente “Renovación Caris-mática” formada especialmente por grupos y organizada a un nivel nacional con Coordinadoras Nacionales no considera a algunas comunidades, ministerios y escuelas de evangelización como parte de la Renovación Carismática por la autonomía de sus diferentes modos de vida. Por lo tanto, ahora vemos una fragmentación de la Renovación Carismática. Sin embargo, no era así en el plan de Dios al principio de la experiencia pentecostal en la Iglesia Católica.

A finales de los 60, fue el Espíritu de Dios el que extendió Su gracia sobre la tierra y creó diferentes modos carismá-ticos de vivir para experimentar el mismo poder del Espíritu Santo, como diferentes bancos de peces nadando en la misma corriente de gracia: “Hay diversidad de carismas, pero el Espíritu es el mismo”. (1 Co 12, 4) A este respecto los estatutos de ICCRS afirman claramente en el preámbulo: “La Renovación Carismática Católica no es un único y unificado movimiento mundial. No tiene un único fundador o grupo de fundadores como lo tienen muchos otros movimientos. No tiene listas de miembros. Es un grupo muy diverso de individuos, grupos y

“Hay diversidad de carismas, pero el Espíritu es el mismo”.

cimiento del ICCRS por el Consejo Pontificio de los Laicos, el 14 de Septiembre de 1993, afirma que, “El 30 de Noviembre de 1990, el Consejo Pontifico de los Laicos concedió el reconocimiento a la Fraternidad Católica de Comunidades y Hermandades de Alianza Carismáticas, como una asociación privada de fieles, con la esperanza que habrá una relación fructífera de diálogo y cooperación entre esta asociación y el ICCRS”.

De estas declaraciones es fácil entender cómo reconoce la Iglesia la naturaleza real de la Renovación Carismática y desea que los carismáticos puedan dar testimonio a otros de la visión de San Pablo como un cuerpo humano. Esta visión es sobre la di-versidad de los miembros en un cuerpo. Con esta perspectiva nadie debería juzgar a los distintos grupos y/o tratar de trans-formar el maravilloso “universo espiritual”, que es la Renovación Carismática, en un cuerpo uniforme bajo un único liderazgo. Por su parte ICCRS y la Fraternidad Católica harán todo lo posible por “aumen-tar los frutos espirituales del movimiento carismático”. Yo creo que cuando la Renovación Carismática se convierta en lo que tiene que ser, toda la Iglesia estará más preparada para vivir ecuménicamente con todas las demás corrientes cristianas. Ser carismático, de hecho, no es sólo ser capaz de hablar en lenguas o de profetizar o de sanar a los enfermos, sino ante todo, ser carismático es darse cuenta de que otros son también parte del extraordinario cuerpo de Cristo y de que a través de los diferentes carismas y sensibilidades, seremos todos capaces de construir el templo espiritual del Señor en la historia de la humanidad en el tercer milenio.

Que el Espíritu del Señor nos conduzca en este camino extraordinario.

“El 30 de Noviembre de 1990, el Consejo Pontifico de los Laicos concedió el reconocimiento a la Fraternidad Católica de Comunidades y Hermandades de Alianza Carismáticas, como una asociación privada de fieles, con la esperanza que habrá una relación fructífera de diálogo y cooperación entre esta asociación y el ICCRS”.

“aumen-tar los frutos espirituales del movimiento carismático”.

Grupos y comunidades en la Renovación Carismática:

¿un cuerpo o dos realidades diferentes en la Iglesia?

Grupos y comunidades en la Renovación Carismática:

¿un cuerpo o dos realidades diferentes en la Iglesia?por Oreste Pesare

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“Entonces Pedro se levantó”, ICCRS, Ciudad del Vaticano 2001, página 105

Ibid. página 93Art. 4.2 de los estatutos de la Fraternidad Católica “Entonces Pedro se levantó”, ICCRS, Ciudad del

Vaticano 2001, página 104Cfr 1 Co 12Decreto de reconocimiento de la Fraternidad Cató-

lica, CPL, Ciudad del Vaticano, 30 de Nov. de 1990

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ICCRSInternational CatholicCharismatic Renewal Services

El Boletín de ICCRS es el Boletín internacional publicado bimestralmente en inglés, francés, alemán, italiano, español y portugués para la Renovación Carismática Católica. Su propósito es proveer información sobre el crecimiento y desarrollo de la Renovación Carismática Católica de todo el mundo.

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Página 2 Septiembre - Octubre 2002 Boletín de ICCRS

Pioneros de la Renovación Carismática: el Cardenal Suenensl Papa Pablo VI y el Papa Juan-Pablo II le confiaron la Renovación Carismática de una Emanera muy específica

El Cardenal Suenens, el gran dirigente de la Renovación Carismática Católica, murió de trombosis el 6 de Mayo de 1996 en Bruselas, Bélgica, a la edad de 92 años. Fue uno de los más grandes hombres de Iglesia de estos tiempos, y muy conocido por todo el mundo por sus importantes contribuciones al Concilio Vaticano II (del cual fue uno de los cuatro Moderadores), así como por su apoyo valiente a la Legión de María, la Renovación Carismática, el ecumenismo y diversas reformas dentro de la Iglesia.

“Me voy al cielo la semana que viene”, era su comentario frecuente durante los últimos años de su retiro activo, y Dios le concedió la gracia final de “pasar de la vida a la Vida” en el mes de María y de Pentecostés como para confirmar que el Espíritu Santo y María fueron ciertamente las estrellas que habían brillado tan

l Papa Pablo VI y el Papa Juan-Pablo II le confiaron la Renovación Carismática de una Emanera muy específica

radiantemente en el firmamento de su larga vida. (Como joven Obispo en 1945, había escogido como su lema episcopal 'En el Espíritu Santo'. El Cardenal Danneels lo resumió bien en el elogio de su funeral cuando dijo:

“El Cardenal era una persona madrugadora, y un vigía, escrutando cada amanecer en la Iglesia, recordando el texto del profeta: “Pues bien, he aquí que yo lo renuevo: ya está en marcha, ¿no lo reconocéis?” (Is 43, 19). Vio todo lo que estaba naciendo, todo lo que estaba brotando, todo lo que estaba a punto de florecer en la Iglesia y en el mundo. Un hombre siempre muy despierto y moviéndose, un verdadero hombre del Espíritu; sintió el viento de Dios en su piel, ese viento que, como dijo Jesús, sopla donde quiere… (Jn 3, 8). Era también un hombre del Cenáculo. Durante toda su vida, estuvo en oración con María y con los Doce, esperando el viento tumultuoso del Espíritu que estaba a punto de soplar en la ciudad. ¡Para el Cardenal, cada mañana era mañana de Pentecostés!”

En el prólogo de la nueva edición de los escritos del Cardenal Suenens 'El Espíritu Santo, aliento de vida de la Iglesia', el Cardenal Danneels escribió:

“La voz del Cardenal ya no habla: ese es el destino de cada ser humano. Pero 'defunctus adhuc loquitur' (Hb 11, 4): el difunto Cardenal todavía nos habla” a través de sus escritos. Por eso es una feliz iniciativa reeditar un gran número de sus escritos que aparecieron en la serie de los Documentos de Malinas y en otras partes. Todos estos escritos pueden verse como pertenecientes al arte de discernimiento, y son tan útiles y pertinentes como siempre. Fue alentador desde el punto de vista del Cardenal publicar estos escritos. Pero ahora podemos ver lo útil, e incluso indispensable, que fue que este 'Cardenal protector' que fuera también un guía seguro, que supo cómo marcar líneas como salvaguardia en el camino de la Renovación, para la que todavía se necesitaba un mapa de carreteras. Gracias, q u e r i d o C a r d e n a l , p o r s e g u i r hablándonos, incluso después de haber ido al Padre.

BENDICIONESBENDICIONES12 días de12 días de

Reunión de Coordinadores y Líderes CarismáticosReunión de Coordinadores y Líderes CarismáticosRetiro espiritual para Líderes CarismáticosRetiro espiritual para Líderes Carismáticos

Peregrinación a lugares santos en ItaliaPeregrinación a lugares santos en Italia

Estás listo para...Estás listo para...

...el más grande evento del 2003 !...el más grande evento del 2003 !

!

Reunión de Coordinadores y Líderes Carismáticos

18 al 20 de Septiembre, 2003Castelgandolfo, Roma-Italia

Reunión de Coordinadores y Líderes Carismáticos

Una reunión que dará a los participantes la oportunidad de reflexionar y compartir el

estado actual de la Renovación Carismática mundial y discernir juntos a dónde nos está

conduciendo el Espíritu en el futuro Un retiro de cuatro días para reflexionar sobre las tareas y los retos para la Renovación Carismática

en el tercer milenio, según la carta apostólica: “Novo Millennio Ineunte”

Una oportunidad excepcional para renovar la feen lugares especiales:

- Santuario de Santa Maria Incoronata en Foggia- Tumba del Padre Pío en San Giovanni Rotondo

- Cueva de San Miguel en Monte S. Angelo- Milagro Eucarístico en Lanciano

- Coliseo, Catacumbas,Basílicas de San Pablo y San Pedro,

Museo Vaticano en Roma

Para posteriores informes, por favor visite nuestro sitio web www.iccrs.org y/o contáctenos en la oficina de iccrsPara posteriores informes, por favor visite nuestro sitio web www.iccrs.org y/o contáctenos en la oficina de iccrs

Entre los oradores: Sor B. Mckenna,el P. R. Pereira, el Card. R. Etchegaray,

el Ob. M. Coleridge, el Ob. J. Grech.

Entre los oradores: Sor B. Mckenna,el P. R. Pereira, el Card. R. Etchegaray,

el Ob. M. Coleridge, el Ob. J. Grech.

Entre los oradores principales: A. Panozza, C. Whitehead y el P. R. Cantalamessa

Entre los oradores principales: A. Panozza, C. Whitehead y el P. R. Cantalamessa

Entre los oradores principales: El P. R. Cantalamessa (Director del retiro), el Card. J.

Stafford, el Ob. S. Rylko, el Ob. J. Grech

Entre los oradores principales: El P. R. Cantalamessa (Director del retiro), el Card. J.

Stafford, el Ob. S. Rylko, el Ob. J. Grech

Peregrinación a lugares santos en Italia

25 al 30 de Septiembre, 2003

Peregrinación a lugares santos en Italia

Retiro para Líderes Carismáticos:La santidad, el reto para el

tercer milenio20 al 25 de Septiembre, 2003

Castelgandolfo, Roma-Italia

Retiro para Líderes Carismáticos:La santidad, el reto para el

tercer milenio

1 8 a l 3 0 d e s e p t i e m b r e d e l 2 0 0 3 / I t a l i a 1 8 a l 3 0 d e s e p t i e m b r e d e l 2 0 0 3 / I t a l i a

ICCRSICCRS

Boletín de ICCRS Septiembre - Octubre 2002 Página 3

Del 5 al 7 de Julio se celebró en la ciudad de Tacna (Perú), el Primer e histórico Encuentro Internacional de Servidores de la RCC de las Diócesis de Frontera: Arica (Chile), La Paz (Bolivia) y Tacna, en la que se contó con la participación de los Coordinadores Nacionales y reunió aproximadamente 300 servidores. Una nota relevante del evento fue la presencia del Obispo de Tacna, Mons. Hugo Garaycoa Hawkins, quien acababa de llegar de Roma luego de una entrevista con el Papa.Bajo el lema: “Enciéndenos con el fuego de tu amor”, este encuentro sirvió para que, por primera vez, compartieran hermanos carismáticos de Perú, Chile y Bolivia.

El ambiente fue de gran fraternidad, fruto de los varios momentos de sanación y reconciliación por las heridas históricas del pasado. El último día se firmó, ante los presentes, un “Acuerdo de fraternidad y ayuda mutua”, el cual también fue firmado por el Obispo Coadjutor de Tacna, Mons. Eduardo Velásquez.

Del 15 al 16 de Junio se vivió un tiempo maravilloso de la gracia de Dios. Tuvo lugar una Asamblea Nacional de dos días en Chestocowa, Jasna Gora. El primer día, se reunieron 1350 dirigentes y servidores de grupos de Polonia (también asistieron

algunos invitados de Lituania, Ucrania, Letonia, Reino Unido, Estados Unidos y Eslovaquia). La petición de Pablo a Timoteo (2Tim 1,6) fue el tema principal del encuen-tro. El segundo día cerca de 200.000 perso-nas estuvieron presentes. Y de nuevo las palabras de Pablo los conducían (Fil 1,21).Sor Briege McKenna y el P. Kevin Scallon fueron los oradores principales. También los condujeron en la oración. El P. Miroslaw Cholewa condujo la oración de la elección radical de Jesús en nuestra vida. El Obispo Mons. Bronislaw Dembowski celebró la Eucaristía final. La Asamblea Nacional fue precedida por el retiro de sacerdotes (de cua-tro días). Más de 200 sacerdotes estuvieron presentes, muchos de ellos se vieron profun-damente tocados por la presencia y la palabra de Dios.

En la Parroquia de San Bonifacio en Pembroke Pines, Miami, Mons. Michael J. Eivers comenzó su experiencia de Células de Evangelización Parroquiales (1983) y ahora, esta experiencia se ha convertido en un instrumento fuerte en el crecimien-to del Reino de Dios. Las parroquias y el sistema de células parroquiales están creciendo en Australia, Singapur, Italia, Irlanda y Florida. Las Células de Evangelización Parroquiales son un movimiento del Espíritu Santo en tiempos recientes en muchas parroquias de todo el mundo, incluso aún más en las iglesias Evangélicas.Según una definición dada por el Pastor Joel Comiskey en su libro sobre el sistema de células, se trata de un grupo de personas (de 5 a 15), que se reúnen con regularidad con el propósito de la edificación espiritual y la evangelización. También están comprometi-dos a participar en las funciones de la iglesia local. Aunque la enseñanza y el compartir tienen lugar en el encuentro, el enfoque está en la evangelización y en la incorporación de nuevos miembros.

El 25 de Mayo se organizó un encuentro de sanación de Pentecostés por parte de la Renovación Carismática Católica Arquidiocesana (SACCRE).Este acontecimiento atrajo a alrededor de 8.000 participantes en el estadio cubierto de Singapur. Los oradores principales fueron Sor Briege McKenna y el P. Kevin Scallon, ambos del ministerio de sanación. Sor Briege habló sobre el poder sanador de Jesús en la Eucaristía.

NOTICIAS DEL MUNDONOTICIAS DEL MUNDO

Desde el año 2002 al 2008, YAI (Consejo de Youth Arise International ‘Levántate Juventud Internacional’) está preparando un proyecto para movilizar a miles de jóvenes para proclamar el Evangelio en China. El objetivo: los Juegos Olímpicos en Pekín. Se organizarán viajes de intercesión, junto con la distribución de la película “Jesús”; intercambios de estudiantes, programas de idiomas, etc. ¡ORA! Por los obreros y por la cosecha. Como cristiano, te sientes llamado a la misión... ¡Ora por China!Para más información, por favor contac-tarse con Henry Cappello, Presidente de YAI. e-mail: [email protected]

Un retiro de fin de semana (28 al 30 de Junio) sobre “La Obra del Espíritu Santo en el nuevo milenio” fue organizado por la comunidad ‘Effata’, nacida como un pequeño grupo de oración en Letonia hace 8 años. A pesar de 50 años de ateísmo soviético la fe entre la gente es muy fuerte. La comunidad está creciendo muy deprisa. El Sr. Oreste Pesare, Director de la oficina ICCRS, Presidente de la “Comunitá Magnificat” y el P. Gernaldo Conti, Asesor Espiritual de la misma comunidad, fueron los oradores en el retiro. Entre los participantes había tanto católicos como protestantes. El intérprete era ortodoxo. El retiro fue bendecido por una nueva efusión del Espíritu Santo sobre esta comunidad ecuménica de cristianos. Enseñanzas, contemplación, adoración y Eucaristía unieron a todos los participantes en alabanza y acción de gracias al Señor. Los testimonios del Sr. Pesare y del P. Gernaldo convencieron a todos del gran amor de Nuestro Señor por cada uno de los participantes.

Este año la Asamblea Nacional se celebró en la parroquia de Santo Domingo en Bahawalpur, del 5 al 7 de Julio. El Rev. P. James Shamoon de Rawalpindi, fue el invitado principal para la ceremonia de apertura. Los participantes fueron alrededor de 500, laicos, religiosos y obispos. Los temas fueron, entre otros: “La importancia y necesidad de la santidad para la Iglesia” y “Fuentes de Santidad”. El último día la Santa Misa fue celebrada por el Reverendísimo Obispo Max Rodrigues. Habló sobre el papel de la RCC en la Iglesia.

Queremos expresar nuestro más sentido pésame por el fallecimiento de Maria Lucia Vianna, de Brasil, y su regreso a la Casa del Padre Celestial. Su servicio generoso y continuo al Señor en su Iglesia y especialmente en ICCRS, han sido a un testimonio valioso de su humildad en el Espíritu Santo. Estaba a cargo de la Secretaría de Intercesión de la RCC brasileña y fue miembro del Consejo brasileño de la RCC durante años. Era una gran escritora y autora de muchos libros católicos y de artículos para todas las revistas católicas de Brasil. Durante años fue la traductora oficial del Boletín de ICCRS en portugués. Por nuestra parte, damos gracias al Señor pues en Maria Lucia nos está dando una nueva y poderosa intercesora en la misión que tiene ICCRS en el servicio a la Renovación Carismática Católica mundial.

En memoria de Maria Lucia ViannaEn memoria de Maria Lucia Vianna

C h i n aC h i n a

L e t o n i aL e t o n i a

P a k i s t á nP a k i s t á n

P e r úP e r ú

P o l o n i aP o l o n i a

E s t a d o s U n i d o sE s t a d o s U n i d o s

S i n g a p u r S i n g a p u r

Página 4 Septiembre - Octubre 2002 Boletín de ICCRS