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Sobre la obra de Sarmiento acerca de la "Vida y escritos del Coronel Francisco J. Muiz".Carta de F. Ameghino a F. Lajouane. Buenos Aires, Enero 20 de 1886.Seor don Flix J. Lajouane. (*)Muy apreciable seor y amigo:He recibido la nueva obra del general Sarmiento intitulada "Vida y escritos del coronel Francisco J. Muiz", de la que es usted editor. Al agradecer a usted su envo, debo confesarle que, despus de haberla ledo, tuve los mayores deseos de escribir un estudio crtico sobre ella, ms me arredr ante las dificultades que presenta el exmen de una obra en la cual la sucesin de los captulos es una sucesin de temas sobre ciencias distintas, precedido a menudo de chispeantes e ingeniosos comentarios del viejo General, quien presenta uno de esos raros ejemplos de doble evolucin, por reincorporacin y por eliminacin, citados en la pgina 283 de mi "Filogenia". Cmo hacer las crticas de las crticas de Sarmiento?... Sera, de mi parte, ridculo intentarlo. Ni cmo podra tampoco examinar los escritos de Muiz sobre temas tan distintos y variados?...Pero es la de Muiz una figura que honra a la Repblica. Una personalidad que en el desarrollo de ciertas ciencias tuvo una fuerza mayor de la que, sin antecedentes, es dado suponer.El se ocup de las mismas ciencias que constituyen mis estudios predilectos; vivi quince aos donde transcurri mi niez; y explot los mismos yacimientos fosilferos que yo habra de remover treinta aos despus que l... Y los recuerdos de sus hallazgos, que en Lujn resultaron de pblica notoriedad, no contribuyeron poco a que yo me lanzara a la zaga de l a hacer las mismas investigaciones.No puedo, pues, permanecer indiferente ante el hecho de la publicacin de su vida y de sus escritos; de modo, pues, que, aunque sea en forma de carta, voy a comunicarle a usted lo que pienso sobre la parte de los trabajos del doctor Muiz que se relaciona con mis trabajos.La descripcin del avestruz de la Pampa, en lo que concierne a sus caracteres externos y a sus costumbres, es lo mejor que hasta ahora se ha hecho pblico, y bastara para dar a su autor buena reputacin como zologo y hasta como escritor.En cuanto a sus trabajos sobre paleontologa argentina, debo observar que no tan solo es l el primer descubridor, en estas regiones, del famoso felino con caninos en forma de puales denticulados, sino tambin que est muy lejos de estar probado de un modo definitivo que el Muifelis o Smilodon sea idntico al Machaerodus; y, para probarlo, prescindiendo de mis escritos, me contentar con citar las comunicaciones de Pal Gervais al Instituto de Francia en 1878 y el trabajo ms reciente de Cope que actualmente es la primera autoridad en la materia -On the extinct Cats of America - publicado en Filadelfia en 1880.Pero aparte de esto, a Muiz le cabe la gloria de ser el primer descubridor de otra fiera ms extraordinaria que aquella: el Arctotherium, que es el ms gigantesco carnicero que se conozca hasta ahora. Razn tiene Sarmiento para creer que la primera coleccin de Muiz no ha debido perderse para la ciencia. En la Introduccin que puse a la obra "Los mamferos fsiles de la Amrica del Sur", escrita en colaboracin con Henry Gervais, he mencionado el destino que tuvo la coleccin de que Rozas despoj a su patria. Sobre piezas de esa coleccin clasific Pal Gervais la gigantesca fiera mencionada, as como tambin el Lestodon, que tambin fue hallado por primera vez por Muiz y es un Desdentado con caninos y de talla casi tan gigantesca como el Megatherium. Y lo mismo debe decirse de otros animales extinguidos que me parece suprfluo enumerar.La misma forma de caballo fsil de que se ocupa Sarmiento, transcribiendo lo que acerca de ella ha dicho Burmeister, fue primeramente descubierta por Muiz y no por Darwin. Este haba encontrado una muela de una especie congnere de los caballos actuales, mientras que el animal descubierto por Muiz es un gnero muy distinto que Burmeister se propona designar con el nombre de Rhinippus, antes de saber que Owen ya le haba impuesto el de Hippidium.Entre las piezas ms importantes de la coleccin paleontolgica del Museo de Buenos Aires descuellan todava como notables las descubiertas por Muiz, figurando entre ellas una cabeza de Toxodon, que es quiz la ms completa conocida hasta el da, y fue depositada por Muiz en el Museo durante el ao de 1857. Es de una especie que a la sazn era desconocida y que despus fue clasificada por Giebel sobre restos remitidos desde Buenos Aires por el hijo del doctor Burmeister, dedicndosela al ilustre sabio, su antiguo maestro, que su vez describi el crneo regalado por Muiz con el nombre de Toxodon Burmeisteri de la designacin de Giebel, tal como puede verse los anaqueles del Museo, sin que cosa singular! se encuentre una sola de las piezas all expuestas que lleve en la clasificacin, siquiera, a ttulo de mero recuerdo de quien tantas donaciones hizo al establecimiento, el nombre de Muiz como distintivo de una especie.En mi "Formacin Pampeana" trat de reparar ese olvido dedicndole a Muiz una especie de Glyptodon, que, por desgracia, cuenta entre las que an no he podido describir de un modo completo, por causas ajenas a mi voluntad, y es un pobre homenaje de mi parte, que espero me sea dado reemplazar algn da por otro ms duradero,Aunque esta es ya demasiado larga, deseo agregar unas cuantas palabras ms con respecto al trabajo de Muiz sobre la geologa de una parte considerable de la provincia bonaerense.Para la poca en que fue escrito, casi todo lo que encierra ese trabajo, habra sido una novedad, y afirmo sin hesitacin de ningn gnero que, en lo concerniente a la formacin Pampeana, vale tanto como lo que acerca de ella dijeron Darwin y D'Orbigny. Ya en aquella poca l distingui l postpampeano lacustre y su origen, al que llama creta blanca, y el pampeano lacustre, por l denominado fosilfero o marga amarillenta, formaciones diferenciadas por l perfectamente del terreno pampeano rojo, que no distinguieron ninguno de los autores que me precedieron en el estudio de la geologa de esos terrenos.Mis descripciones demostrativas de que los mamferos extinguidos quedaron sepultados en el barro de antiguas lagunas, pareceran copiadas de Muiz. Y es que ambos, aunque con cuarenta aos de irtervalo, hemos escrito sobre el terreno, con el cuerpo del delito a la vista, que da siempre una idea distinta de la que se forja el sabio que todo lo estudia desde su bufete.Y en el mismo caso se encuentran muchas otras observaciones de Muiz, exactsimas, pero que slo se conocen desde hace un cortsimo nmero de aos, tanto que algunos que tendran el deber de comprobarlas, prefieren ponerlas en cuarentena, sin darse cuenta de que van quedando rezagados.Esto demuestra que Muiz, como observador concienzudo y perspicaz, pudo ser mulo de Darwin, y como hombre de ciencia tuvo los conocimientos que era posible adquirir por entonces en el pas, y hasta si se quiere algunos ms. Y hay que tener presente que slo le dedicaba a la ciencia las horas que lograba substraer a las necesidades y exigencias de la lucha por la vida y contrariado por el medio en que actuaba, que no lo comprenda. El gobierno de Rosas tena sumido al pas en la barbrie, y sus hijos ms preclaros, que habran podido estimular a Muiz como iniciador de un gran movimiento cientfico en su patria, estaban expatriados y consagrados por entero a combatir a la tirana.Muiz vivi en su patria precediendo a su poca en medio siglo. Fue, pues, un precursor. Si fuese de nuestra generacin, alcanzara o estara en va de alcanzar por derecho de conquista un nombre prominente en los dominios universales de la ciencia.Pero no importa. Su figura, como representante de las ciencias naturales en su poca y en su pas, es la nica que se destaca del fondo de las mediocridades; y el General Sarmiento, al arrancrsela al olvido y ponerla de relieve, ha prestado un verdadero servicio al pas. Y tambin a la ciencia, que es patrimonio comn de toda la humanidad.De usted siempre afectsimo servidor y amigo.Florentino Ameghino.(*) Flix Lajouane fue uno de los ms importantes editores de las ltimas dcadas del siglo XIX.(Nota del Editor)