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CONTENIDO DL B - 14022 - 1998

Cubierta: Juan Carlos García.Edita: Editorial Teosófica SCooCL. para la Sociedad Teosófica Española.Presidente de la Sección: Clarisa ElóseguiLa Sociedad Teosófica Española sólo es responsable de las comunicaciones oficiales queaparecen en esta revista.Las opiniones de los autores son de su propia responsabilidad.

SOPHIANº 226 DICIEMBRE 2007

EDITORIALEL VALOR DEL TIEMPO .....................................................................................................3

DESDE LA ATALAYARadha Burnier.........................................................................................................................5

TU AMIGA, LA MUERTESri Ram...................................................................................................................................7

LA NATURALEZA, OTRA PERSPECTIVAGilberte Grand......................................................................................................................13

ARMONÍA Y EQUILIBRIOH.P. Blavatsky.......................................................................................................................21

EL ENTRENAMIENTO ESPIRITUALIanthe H. Hoskins..................................................................................................................22

ACTIVIDADES ........................................................................................................................26

2 Sophia nº 226

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EDITORIAL

EL VALOR DEL TIEMPO

Y siguiendo su razonamiento, po-dríamos añadir que nuestra pri-mera preocupación debería ser

asimismo la de cómo vivimos, y no lade cuánto vivimos o cuánto vamos a vi-vir.

Si alguno de ustedes ha tenido quepasar una temporada, corta o larga, in-ternado en una entidad hospitalaria, talvez pueda llegar a entender de lo queestamos hablando. Normalmente, parauna persona con plenas facultades físi-cas, que se vale por si misma, que vivey actúa en el mundo normal de lo coti-diano, y que se desenvuelve en mediode sus quehaceres y obligaciones dia-rias, un día le cunde hasta límites queella misma se ha fijado. Su reloj le mar-ca unas horas mecánicas que cubren to-das las tareas que se ha impuesto llevara cabo. Generalmente, si es persona ha-cendosa y responsable, el día se le hacecorto; no se da cuenta y casi alcanza el

límite que se ha impuesto para que unatarea suceda a la otra. Y llega al finaldel día pensando “¡cuán aprisa pasa eltiempo!”

Si esa misma persona de la que ha-blamos, se encuentra internada, como enel caso con el que iniciamos esta nota,en un hospital o cosa parecida, o inclu-so recluida en su propio domicilio poruna dolencia cualquiera que la agobiahasta un extremo penoso, se quedarásorprendida cada vez que en su angus-tia desee mirar el reloj. El mismo relojque normalmente, y en su vida diaria ysana, le proporciona el aviso de lo rápi-da que avanza la jornada para ella y susquehaceres. Es el mismo reloj. La me-cánica es la misma, pero el tiempo pare-ce que se ha detenido o se ha alargadodesmesuradamente y las horas de la es-fera transcurren con una marcha lenta,desesperante. No hay tal cosa. El tiem-po es el mismo. El reloj también, lo que

Dice Sri Ram: Nuestra primera preocupación de-bería ser la de vivir nuestras vidas aquí y ahora, tansencilla, bella, inteligente y desinteresadamentecomo podamos.

(Pensamientos para Aspirantes, 2ª Serie. pág. 155)

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han cambiado son las circunstancias yla concienciación de la persona que estásufriendo una anomalía física de algúntipo.

Entonces es fácil reflexionar o me-ditar y darse cuenta de la fragilidad deltiempo, de la irrealidad del mismo, y dela fragilidad de nuestras propias vidasno sujetas a mecanismo alguno sino sóloa nuestro acontecer. Y podemos llegar ala conclusión fácilmente de comprendertácitamente qué significa cuando deci-mos que lo importante no es cuánto sevive, sino cómo se vive. No hay tiemponi hay distancia para eso. En muy pocotiempo de nuestro reloj mecánico, nues-tra vida puede deslizarse asombrosa-mente rápida y plena, si somos capaces

como dice Sri Ram, de preocuparnos deque ésta sea el vivir aquí y ahora tansencil la, bella, inteligente ydesinteresadamente como podamos. Ypodemos, si somos capaces de dejar eltiempo de lado y prescindir de la esferade nuestro reloj. ¡Qué importa el tiem-po, entonces! Vivamos plenamente aconciencia de lo que realmente somos ydejaremos de preocuparnos por las pri-sas o la lentitud del transcurrir del tiem-po que dejará de hacer mella en noso-tros. Lo importante, como dice Sri Rames vivir nuestras vidas aquí y ahora...prescindiendo del tiempo y de las ma-necillas del reloj que marca a su antojo.

C.B.

Como felicitación navideña para todos nuestros lectores nos gustará añadir aquí unanota de HPB titulada:

TRABAJO Y ÉTICANuevas tendencias están surgiendo para cambiar las bases de la vida diaria de los

hombres, pasando desde el egoísmo al altruismo. La Teosofía es, desde luego, la vida, elespíritu que mora en lo interno, el cual hace que cada verdad se transforme en una reali-dad vital, porque la Teosofía es la Fraternidad Universal, la misma base y la misma pie-dra angular de todos los movimientos para el mejoramiento de nuestra condición.

Lo que dije el año pasado sigue siendo cierto éste, es decir, que la Ética de laTeosofía es más importante que cualquier divulgación sobre leyes y hechos psíquicos.Esto último se refiere por entero a la parte material y evanescente del hombre septenario,pero la Ética se hunde en, y asume el mando del verdadero hombre, el Ego reencarnante.Externamente no somos más que criaturas de un día; internamente somos eternos. Apren-damos bien, pues, las doctrinas del Karma y la Reencarnación, y enseñemos, practique-mos, promulguemos ese sistema de vida y pensamiento que es el único que puede salvara las razas venideras. No trabajéis simplemente por la S.T., sino que, a través de ella,hacedlo por la Humanidad.

Que la Teosofía se desarrolle cada vez más como un poder viviente en las vidasde cada uno de los miembros y que el año próximo pueda estar todavía más lleno detrabajo y de saludable progreso que el que acabamos de terminar, es el deseo de vuestrahumilde colaboradora y correligionaria.

H.P. Blavatsky

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DESDE LA ATALAYA Radha Burnier

La ciencia es nuestra mayor alia-da. Y no es porque las ideas re-cientes de unos cuantos científi-

cos parezcan estar de acuerdo con la fi-losofía oculta. La ciencia oculta estudiahechos, igual que la ciencia normal. Nonecesita validarse con la corroboraciónde lo que la sociedad diga en esos mo-mentos; tiene validez por sí misma,como ocurre cuando una afirmacióncientífica resulta ser falsa y deja de for-mar parte del conocimiento científico.Hay algunos científicos que parecenapuntar a la verdad de lo que nosotrosllamamos el registro akásico, pero deningún modo la ciencia oculta se con-vierte en una aliada de la filosofía ocul-ta por esto. Hay que resaltar el hecho deque los científicos sean incapaces de verlas implicaciones morales de lo que handescubierto. Hay otros aspectos que laciencia casi no ha tocado y que se en-cuentran en la esencia misma de todo elconocimiento espiritual. Los pensadorescientíficos modernos sí que aceptan larealidad de los campos invisibles defuerza, pero no tienen ni idea del alcan-ce que tienen esas zonas invisibles.

Sri Krshna, en el Bhagavadgita, diceque, animando lo manifestado con unfragmento de sí mismo, El está por en-cima de todo. Cuando se personifica así,no parece que sea un hecho muy real,pero tal vez lo sea más de lo que cree-mos. No sólo puede que haya una zona

enorme desconocida o incluso incognos-cible, sino que, según la Sabiduría An-tigua, todo lo que está manifestado y loque no está manifestado dentro de la to-talidad del cosmos es una presencia viva.No es la materia; pero todo tiene el pál-pito de la vida, porque emana de unocéano enorme de conciencia. La pala-bra “conciencia” es difícil de describir.Incluye una profunda sabiduría y un pro-fundo amor. Todo el que sea capaz detrascender las limitaciones del cerebroy de la mente percibirá esta Presencia.Se la siente como una Presencia llenade amor; de hecho, es un gozo extraor-dinario llamado Ananda. No hay dife-rencia alguna, en ella, entre la felicidadindividual y la esencial. Es un pequeñoreflejo de la naturaleza misma del cos-mos. Y de la misma manera, nuestra ex-periencia de la felicidad, aunque li-mitada, es una experiencia del amor dela naturaleza del universo.

A principios de este siglo, se hanhecho algunos estudios sobre el hechode que hay manifestaciones de la vidaque no tienen nada que ver con el pro-ceso evolutivo. Por ejemplo, lasofisticada belleza de las plumas delpavo real no tiene nada que ver con lasupervivencia ni con el proceso relacio-nado con la supervivencia. Toda esaminuciosidad no es necesaria para atraera su hembra. De la misma forma, haypájaros que emiten complicados cantos

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que no son necesarios para sobrevivir opara atraer a otros pájaros. RaynorJohnson habla de ello en su libro TheImprisoned Splendour.

El verdadero propósito de la exis-tencia tiene poco que ver con el mundomaterial, aunque parezca que está muyrelacionado con él. La abeja tiene unobjetivo según nuestro modo de ver,porque poliniza las flores y nos da algobello o un fruto, pero esta utilidad tienepoco que ver con un propósito relacio-nado con la totalidad de la extraordina-ria existencia cósmica, que se manifies-ta también a niveles materiales. Tal vezla abeja no esté intentando hacer nada.Quizás el pájaro no trate de producir uncanto, pero canta porque es un pájaro.Krishnaji tal vez quería decir algo asícuando preguntaba: ¿Cuál es el objeti-vo de una puesta de sol?, poniendo comoejemplo algo cuyo objetivo es difícil deaplicar; y hemos de admitir que el pro-pósito de la puesta de sol es ser una pues-ta de sol.

Tal vez todo el cosmos tenga un pro-pósito. Una parte suya nos hace cons-cientes a los seres humanos y eso es su-ficiente. Por esto, quizás no haya un pro-pósito inherente en todo aquello que tie-ne vida, y en todo caso, ese propósitono tenga nada que ver con el propósitoque piensa el ser humano. Por consi-guiente, podríamos decir que el verda-dero propósito, aunque no tenga nadaque ver con la existencia material, es laesencia más profunda de la vida misma.Podemos captarlo cuando nuestra pro-pia mente se libera del sentido de layoidad, que la separa del resto de la exis-tencia.

Cuando nuestra visión es clara, con-seguimos ver esa Presencia en todo, elpropósito supremo que es el mismoDios. En la antigua filosofía Vedanta,una de las grandes afirmaciones es “Túeres eso” (tat vam asi) y el discípulo tie-ne que meditar mucho tiempo sobre ello.Cuando creemos tener un propósito, sen-timos que nuestra vida tiene que tenercierta cualidad. Es el tipo de tontería quese inventa la mente. Pero si comprende-mos la verdad básica de esta afirmación,entonces no existe ninguna parte deltodo que no tenga esa Presencia, y en-tonces todo cambia.

En el Bhagavadgita, Sri Krshna, querepresenta el todo, dice que él es esto yaquello. Invoca a una entidad que se re-fiere al conjunto de la especie, el ele-fante, el caballo, la vaca, etc. No hay quetomárselo literalmente, sino en el senti-do de que la Presencia está en todas par-tes, en cada parte de la existencia. Siqueremos, podemos decir que la Presen-cia está en forma arquetípica. Nada re-quiere un motivo específico para existirque no sea el de formar parte de lo eter-no, descrito como algo glorioso, hermo-so y poderoso.

Si fuéramos capaces de verlo entodo cuanto hay a nuestro alrededor,también lo veríamos en nosotros mis-mos. Es la energía que mueve todas lascosas, lo que HPB llama el movimientoabsoluto. Eso es tal vez lo que creían enla India antigua, cuando decían que todoes Brahma. Es nuestra percepción lo quelo hace parecer diferente. Si una madretiene un bebé, se enamora de él, y nopregunta cuál es el propósito de esebebé, ni se pregunta si la cuidará cuan-

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do sea vieja. De la misma manera, po-demos ver lo que los Maestros llama-ban “el propósito latente de todas lasexistencias individuales”. En el momen-to en que la ciencia sea capaz de captaralguna visión de todo esto, se aunará con

la enseñanza religiosa que se ha dado ala humanidad y que es herencia de to-dos los seres humanos.

(The Theosophist, Octubre 2007.)

Uno de los diálogos más famososde Platón, que ha atraído más laatención que ningún otro, es el

que describe la muerte de Sócrates. Unoscuantos amigos estuvieron presentes du-rante el día anterior a su muerte, y estediálogo se presenta en forma de una con-versación que tuvo lugar ese último día.Empezó con un debate sobre la preexis-tencia del alma, en el curso del cual seapuntaron varias ideas respecto a su na-turaleza. Esta parte de la discusión ter-mina con la afirmación de su inmortali-dad. Y los puntos que se debatieron mesiguen pareciendo, hoy en día, dignosde estudio.

Cuando sus amigos entraron en laprisión, Sócrates se estaba frotando lapierna, porque le acababan de quitar los

grilletes. Lo más impresionante de suconducta, al recibir a sus amigos, fue queno se quejaba de nada; no se compade-cía de sí mismo lo más mínimo; simple-mente observaba lo extraordinaria quele parecía la alternancia y conexión en-tre el placer y el dolor en la vida. Dijoque hasta entonces había experimenta-do el dolor, pero que, al quitarle losgrilletes, sintió un placer inmediato. Sialguno de nosotros hubiera estado en susituación, me pregunto qué tipo de sen-saciones o pensamientos hubiéramostenido en una ocasión así.

Evidentemente, Sócrates estaba pre-viendo su muerte. Después, la conver-sación sigue adelante y se intercambianvarias ideas y cuando se acerca la no-che, le dan una copa de veneno que él

TU AMIGA, LA MUERTE

Sri Ram

Extracto de su libro “Seeking Wisdom”.(Traducido de la Web www.theosophical org./resources/articles)

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bebe, según dicen, de buen grado y tran-quilamente, totalmente distendido y enpaz. Cuando el veneno hace su efecto,él describe, desapasionadamente, cómova avanzando la muerte dentro de sucuerpo, subiendo desde los pies haciaarriba, paso a paso. Es una escena ex-traordinaria; no hay ninguna otra que sele parezca.

Al parecer, la conversación duróvarias horas. Tras hablar de la naturale-za del alma, Sócrates explica cuáles sonlos objetivos del verdadero filósofo ypor qué éste recibe a la muerte con losbrazos abiertos. Las frases no son afir-maciones tajantes sino simplemente undebate de ideas, de posibilidades y de loque se infiere de todo ello.

Uno de los amigos sugería que lanaturaleza del alma puede concebirsecomo una naturaleza de armonía. Sicomparamos el cuerpo con una lira o unlaúd, el alma podría ser la música pro-ducida por esos instrumentos. Esta opi-nión, aunque inviste al alma con unadignidad y naturaleza llenas de profun-didad y belleza, no le otorga un estatusindependiente. La opinión presentadaparecía proponer lo que llamaríamos unateoría epifenomenista, es decir, el cuer-po es la realidad, y en él tienen lugarvarias actividades, especialmente las delcerebro, y el alma, aunque posee unanaturaleza de armonía, es simplementeun producto de esas actividades, tal vezsólo de las que pueden conducir a esteresultado. Pero cuando el instrumento serompe ya no suena la música. Todo estoprovocó algunas objeciones.

Otra idea que expusieron, de natu-raleza parecida, sugería la analogía me-

cánica del fuego. Podríamos pensar queel fuego es la conciencia del hombre, queanima al cuerpo; cuando el cuerpo sedisuelve, el fuego se extingue. Esta ideaes como la que preconiza la Escuela delSur de los Budistas, aunque ellos diríanprobablemente que es fuego mezcladocon humo, que se disipa.

Estos argumentos tienen su interés.Cuando consideramos cómo podrían serlas cosas, o si una opinión determinadaes válida o qué opinión sería razonableadoptar, entonces recorrer todas estasvías es algo que nos instruye y tiene va-lor.

En la Naturaleza ocurren muchascosas, como la salida y la puesta del sol,de una manera contraria a los hechosreales. El argumento de que el alma o lamente, -de momento las situaremos jun-tas-, no es más que una especie de ima-gen reflejada de las actividades del cam-po material del cerebro, aunque es plau-sible, puede ser también contradictoriacon los hechos. Lo que, a primera vista,parece la realidad, tal vez no sea la ver-dad fundamental o subyacente.

Sócrates acaba venciendo las obje-ciones a la idea de que el alma es in-mortal. De hecho, en otro Diálogo,Platón dice que estas objeciones estánen la base de todas las “filosofías no re-ligiosas”, aunque él obraba con tantalógica que no podía haber asumido quelo que es aparentemente religioso esverdad. Lo verdadero puede considerar-se religioso, pero lo que está de acuerdocon la religión tal como es puede queno sea verdadero.

Los argumentos a favor de la pre-existencia del alma son ideas que, a par-

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tir de entonces, se han hecho célebrescomo parte de la filosofía platónica. Sehabló de la antigua creencia según lacual un alma que nace en este mundo havuelto de otro mundo al que vamoscuando morimos. Naturalmente, éste esun concepto extensamente aceptado enla India, pero ya existía en el antiguopensar de otros pueblos. La sugerenciaera que los muertos vienen de los vivosy los vivos de los muertos. Es un fenó-meno de ocurrencia cíclica, como eldormir, el despertar y volver a dormir-se, y está acorde con la verdad o reglade la Naturaleza según la cual los opues-tos se generan mutuamente entre sí.Morir y nacer son un par de opuestos.Pero la manera en que se relacionan,para que uno de ellos arrastre al otro ensu estela, es algo que no entraron a dis-cutir. Platón a veces tiene la costumbrede presentar una idea profundamenteatractiva y sorprendente y después de-jarla a los demás para que la estudienpor sí mismos.

Otro argumento hablaba de una ideaque Sócrates había propuesto previa-mente, que afirmaba que todo el cono-cimiento real es una reminiscencia, unrecuerdo del cerebro físico. El alma debehaber existido ya, y debe haber tenidoconocimiento de un tipo determinado,antes de unirse con el cuerpo, y la prue-ba es que comprendemos cosas como lajusticia, la belleza, la igualdad de espí-ritu, etc., y estas ideas no derivan depercepciones de los sentidos. Por con-siguiente, todas ellas deben haber for-mado parte del conocimiento del alma.Las percepciones sensoriales, oír lossonidos, ver que algo es rojo o negro, o

que otra cosa es alta o corta, son ideascomparativas. Si sólo partimos de estaspercepciones, no podemos desarrollarlas ideas de belleza, justicia, moralidad,etc. Por esto, este conocimiento y estasideas deben tener un origen distinto.Además, si el alma existiera anterior-mente al nacimiento y de forma inde-pendiente, entonces no podría morir conel cuerpo.

Sócrates también expresó la idea deque el alma no puede tener una natura-leza compuesta de varios factores, por-que entonces su condición cambiaría. Hade tener una naturaleza que sea inmuta-ble. Aunque un alma puede estar másdesarrollada que otra, su naturalezaesencial tiene que ser la misma. Un com-puesto de distintos factores o elementospuede cambiar, mientras que lo que essimple, monádico, seguirá siendo esen-cialmente lo mismo.

Se dijo también que, independien-temente de sus otros atributos, el almaha de tener una naturaleza de vida. Nopuede ser una abstracción ni una pro-yección de la mente. Esta unión de viday alma, muy importante en todas lasideas que se barajaron, fue rematada conla afirmación de que el alma he de tenerla misma naturaleza que la Deidad, paravalidar la creencia en su inmortalidad.Sólo lo Divino puede ser inmortal, y loque no es Divino tiene que ser mortal.

Sócrates entonces exhorta a susamigos a adquirir la virtud y la sabidu-ría en esta vida. El momento de su muer-te estaba cerca, pero él seguía hablandotranquila y plácidamente como si fueracualquier otro día de su vida. Dijo: “Elfilósofo genuino es aquél que dirige la

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mente a la verdad y a la virtud”. La pa-labra filósofo, y también la palabra filo-sofía, han cambiado mucho su signifi-cado desde aquellos tiempos. Hoy en díacreemos que un filósofo es alguien queanaliza y expone detalladamente, a ve-ces interminablemente, su tesis particu-lar; pero la vida que lleva no tiene nadaque ver con su capacidad y actividadintelectual; sin embargo, esta no era laopinión que tenían en la antigüedad. Enel sentido literal de la palabra, filosofíasignifica amor por la verdad y el amorsiempre implica acción. La verdad, si sunaturaleza es tal que evoca el amor, tie-ne que representar un cambio importantedentro de uno, convirtiendo nuestrosintereses por las cosas de los sentidos,algo efímero, simple disfrute y placer,en cosas nobles y verdaderas. Ese era elantiguo concepto de lo que era un filó-sofo. Como su mente está dirigida a laverdad y a la sabiduría, el filósofo, se-gún decía Sócrates, es la persona “queestá dispuesta a morir”. Por consiguien-te, recibe a la muerte con los brazosabiertos. Así es cómo explicaba él sualegría ante la perspectiva de marcharsede este mundo. Pero también dijo queno es correcto suicidarse. Su argumentocontra el suicidio es bastante curioso: Eneste mundo estamos en una especie decárcel y vivimos con grandes limitacio-nes. Es un mundo donde predomina laignorancia en vez de la sabiduría. Perono debemos escapar de él antes de tenerpermiso para hacerlo. La salida de laprisión puede parecernos algo increíble-mente gratificante, pero no deberíamosdecidir fugarnos. También afirmó que notenemos el derecho de propiedad sobre

nuestro cuerpo. Esa era la opinión ge-neral de la mayoría de la gente. Peronosotros tenemos la responsabilidad deutilizar el cuerpo correctamente y demantenerlo en buenas condiciones, quees precisamente el punto de vista que seexpresa también en el libro A los piesdel Maestro.

Como el filósofo da la bienvenida ala muerte y dirige su mente a la verdady a la virtud, para él, la filosofía se con-vierte realmente en una preparación parala muerte, una idea interesante. Algunoseruditos han dado otra interpretación alos términos griegos: “La filosofía esrealmente una meditación sobre la muer-te”, pero a mí me parece que no está enconsonancia con la manera más despreo-cupada que tiene Sócrates de enfocar eltema. En cambio, se entendería muy bienla siguiente interpretación: cuando lavida se vive de forma correcta, y se di-rige hacia aquellos objetivos que son losfines del alma (no los deseos del cuer-po), entonces la filosofía o “la vida deun filósofo no es sino un gran ensayopara morir”. Podemos tener una vidafeliz, pero también puede ser un proce-so de muerte, aunque esto tal vez nece-site explicarse un poco.

Sócrates explica que la multitud, elcomún de los mortales, es ignorante delsentido en el cual el filósofo da la bien-venida a la muerte. No significa quequiera liberarse del cuerpo, pero se sien-te amigo de la muerte. Tiene este senti-miento porque no concede demasiadaimportancia a la gratificación de los ape-titos físicos. La mayoría de la gente va-loran las cosas según el placer que ob-tienen de ellas, pero el objetivo del filó-

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sofo es el de conseguir liberarse al máxi-mo de la dominación del cuerpo. El sededica a atender al alma, a prestar aten-ción a aquellos temas que son de interéspara el alma, como la verdad, la virtud,etc. Con ello, el filósofo ya se ha sepa-rado del cuerpo. Y al haber renunciadoa todos los apegos a los placeres quecualquier persona consigue mediante elcuerpo, la muerte no es más que una sa-lida por la puerta abierta. Las cosas quealimentan al alma son las correctas, lasbuenas, las bellas, etc. Sócrates dijo “Seacerca a la muerte aquél a quien no pre-ocupan los placeres del cuerpo”. Pode-mos disfrutar de los placeres que tene-mos mientras estamos aquí, pero nonecesitamos anhelarlos. Si los apartamosde nuestro campo de intereses y preocu-paciones, podremos acercarnos a lamuerte. Es en ese sentido que el filóso-fo desea la muerte, incluso estando vivo.Es algo parecido a las enseñanzas deKrishnamurti, aunque éste no habla dela muerte como de una salida agradable,sino de un morir, aquí y ahora, a todasnuestras experiencias pasadas.

El filósofo cuyo interés se centra enla virtud y la sabiduría purifica con ellosu inteligencia, y queda liberado de todamácula, de todo elemento ajeno. Es lapurificación de toda nuestra naturalezalo que nos procura la independencia es-piritual, y esa es la verdadera libertad oMukti. Mukti no es literalmente la fusióncon el Logos; antes de que pueda existirla fusión del espíritu humano con elLogos, el ser humano tiene que liberar-se de sus cadenas o apegos.

Para expresar la misma verdad deotra forma: Es realmente el alejamiento

de nuestro pasado, y de todos los ape-gos que nacen de él, lo que hace cam-biar a una persona, convirtiéndola en unnuevo Ser. La entidad que está funcio-nando en estos momentos es una cria-tura del pasado, ha seguido una línea decontinuidad y tiene dentro de su natu-raleza y constitución muchas cosas de-rivadas de su pasado y sus experiencias.Transformarse en un nuevo ser es libe-rarse del pasado, para que no domine,eclipse ni dirija el presente.

Este tipo de muerte hace que la vidasea realmente más vital, menos turbia yesclava, y que todas las percepcionessean más agudas y la inteligencia se in-tensifique, se concentre y se enardezca.Es en un estado de pureza interno don-de podemos alcanzar la más elevadacalidad de funcionamiento de todos losaspectos de nuestro Ser. Cada sustanciaen su estado puro exhibe todo su poten-cial.

También se afirmó que la filosofíaes la música más elevada. Sócrates dijoque él tenía un sueño recurrente en elque le decían que se aplicara a la músi-ca, y como él entendía que la filosofíaes la música más elevada, se estaba de-dicando a la filosofía. Para entendermejor que el concepto de filosofía es elmás elevado tipo de música, deberíamosremontarnos a la afirmación anteriorsegún la cual la naturaleza del alma erauna forma de armonía. La objeción pre-viamente presentada de que cuando elinstrumento se rompe ya no puede so-nar la música, la atajó Sócrates dicien-do que el alma puede existir, aunquetenga o no tenga un instrumento. Es in-teresante ver que, en una de las confe-

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rencias que dio la Dra. Annie Besant ensus días de ateismo, ella utilizaba preci-samente este mismo símil. Decía queaunque la lira se rompa, la música pue-de seguir existiendo.

Sócrates expuso, como explicaciónde su buena disposición a morir, que ibaa estar muy bien allí donde fuera, rodea-do de buenos maestros y amigos. A lagente le gusta estar en ambientes agra-dables. Si una persona realmente ha de-dicado toda su vida a la filosofía, tendrála seguridad de estar en un buen ambien-te. Serán felices proporcionalmente a lapureza de su mente, que es también unaverdad importante.

No hay que confundir la felicidadcon el placer; la felicidad proviene de lapureza de mente y corazón, y surge deforma natural; no la necesitamos buscaren absoluto. Y Sócrates dijo que si losindividuos se han dedicado a la virtud ya la sabiduría, pueden tener la esperan-za firme de que obtendrán el mayor be-neficio en el otro mundo, algo que estáde acuerdo con las enseñanzas de los li-bros teosóficos.

Se habló también de otro tema quevale la pena señalar. Si alguna vez que-remos conocer la naturaleza de algo ensu esencia, deseamos conocer la verdadmisma que hay en ella y no sólo su for-ma, su apariencia, la envoltura externa,tendremos que separarnos del cuerpo ycontemplar las cosas en sí mismas a tra-vés del alma. Únicamente la visión delalma, el conocimiento del alma, puedetransmitirnos la esencia de la verdad detodo cuanto existe.

El Bhagavad Gita habla de “los co-nocedores de la esencia de las cosas”.

La cualidad esencial de una cosa es loque la hace distinta a todo lo demás. Laesencia, la cosa en sí, puede ser conoci-da solamente a través del alma y nuncaa través de los sentidos. Mientras vivi-mos, nos acercamos al máximo al cono-cimiento de esa esencia cuando no te-nemos ninguna relación ni comunióncon el cuerpo, excepto en lo que sea es-trictamente necesario; es decir, cuandodejamos de ser dependientes del cuer-po, de estar influenciados por sus apeti-tos, necesidades y pasiones. En otraspalabras, todo el objetivo y estudio dela filosofía, en el antiguo significado deesa palabra, consiste en la liberación yla separación del alma del cuerpo, y estopuede intentarse y conseguirse inclusomientras estamos viviendo en este mun-do. No es algo que tenga que ocurrir porningún proceso de la Naturaleza, sinoque puede producirse a través de nues-tra propia claridad e inteligencia.

Cuando nos liberamos de la depen-dencia del cuerpo, cuando este cambiose produce de forma total, entonces lamuerte y la vida serán la misma cosapara el verdadero hombre, porque elhombre verdadero es el alma; el hechode vivir o morir le es indiferente. Y re-cordamos aquí también la frase del Gitaque dice: “El sabio no llora ni por losvivos ni por los muertos”. Es decir, exis-te la posibilidad de llegar a una condi-ción o estado interno, en el cual el he-cho de vivir la vida dentro del cuerpofísico, que llamamos prisión, o fuera deesa prisión, sea exactamente lo mismo.El alma utiliza al cuerpo como instru-mento, pero no tiene apego por él.

Este Diálogo en particular está lle-

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no de ideas iluminadoras para todo aquélque intente comprender estos temas: lanaturaleza del alma, de la vida en estemundo, los fines a los cuales vale la penaaspirar, el nuevo significado que puede

adquirir la muerte y la posibilidad deenfrentarnos a ella con tranquilidad eincluso llegar a recibirla con los brazosabiertos.

LA NATURALEZA, OTRA PERSPECTIVA

Gilberte Grand

A ctualmente, el hombre sabe que,mucho más allá de nuestro siste-ma solar, miríadas de planetas

gravitan alrededor de su estrella, comonuestro tierra alrededor del sol. Tambiénha descubierto en los abismos la propiabio-luminescencia de criaturas marinascapaces, desde la noche de los tiempos,de iluminar por si solas, las entrañas delmar. Ha encontrado su antepasadoTyoumai que vivió hace algunos millo-nes de años. Y hete aquí que, como unaprendiz de brujo, sueña con realizar supropia clonación. Sin embargo, sabemosque la representación de hombres cuyascaracterísticas totales hubieran sido pre-determinadas por la voluntad de otraspersonas nace de una tentativa criminalde servidumbre; la clonación es un aten-tado a un derecho esencial del hombre,el de poder fundamentar en una diferen-cia biológica el prolongado trabajo de

edificación de su estructura psicológicay espiritual.

Pero actualmente, el universo quehabitamos parece haberse convertido enuna gran fuente inagotable de materia-les para aprovechar, y de la naturalezaque nos rodea no nos preocupamos másque si nos crea algunos problemas quese trata de resolver por las vías científi-cas o mecánicas, como si ello fuera unacosa que hubiera surgido como un obs-táculo y hubiera necesidad de reparar-lo.

Se ha convertido en habitual pensary decir que la culpa es de la ciencia quese habría adelantado al hombre parahacerlo entrar en un sistema derobotización “contra natura”. Sin em-bargo, no debemos olvidar a Leonardoda Vinci tentado de realizar sus máqui-nas voladoras observando el vuelo delos pájaros, ni a Adler copiar las alas

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sustentadoras de los murciélagos. Esposible que ignoremos que la cintaVelcro nació de la observación de losfrutos secos de la bardana. ¿Sabemostambién que el armazón de la TorreEiffel y de otras construcciones mecá-nicas se inspiran en el organismo inter-no del hueso del fémur cuyas líneas defuerza han sido calculadas por los ma-temáticos? Podemos decir que la cien-cia utiliza los recursos de la naturalezacuando tiene necesidad de ello; parte dehechos que clasifica y de los que dedu-ce las leyes. Si la comparamos con laTeosofía, por ejemplo, esta última pue-de clasificar sus observaciones de ma-nera diferente y sus conclusiones en con-junto con idénticas. Si difieren, nos diceJinarajadasa “, no es porque la Teosofíacuestione los hechos avanzados sinosimplemente porque antes de llegar auna conclusión, ella tiene en cuenta loshechos adicionales que la ciencia dejade lado o que todavía no ha descubier-to”. Ninguna diferencia ni oposición seacomodan entre estas dos disciplinas queexisten lado a lado en una especie desituación complementaria, hasta el pun-to de que la ciencia contemporánea seencuentra a menudo en el borde de loinvisible y nada frecuentemente en ple-no ocultismo sin ni siquiera sospechar-lo.

Toda cosa que posee una forma, uncontenido y un sentido puede decirseque la forma se percibe en primer gra-do, mientras que el contenido aparece alos discípulos y el sentido profundo alos iniciados que son a menudo losteósofos.

Este es el plano que voy a tratar de

seguir.Vista desde fuera, la naturaleza apa-

rece como una inmensa inflorescenciade imprevisibles novedades. La fuerzaque la anima parece creada con amor,por nada, por el placer, por la variedadsin fin de las especies vegetales y ani-males. Es una verdadera obra de artepermanente que se nos ofrece sin quenos preocupemos, no más que del aireque respiramos. No obstante, para viviry desarrollarse, el microcosmo que es elhombre se ve obligado a mantenerse encontacto con ella, en una permanenterelación. Se establecen cambios y es deestos actos de comunicación recíprocaque nace la vida.

Si nos referimos a la etimología dela palabra Naturaleza, vemos una formasimple del latín “nascor” (nacer) y másampliamente “tomar su origen”, “prove-nir”, y otra, dicha entera, que viene de“ gnascor” y de raíces griegas ysánscritas, nos dice el Littré, que signi-fican “engendramiento”. Podemos en-tonces recordar la definición deAristóteles “la naturaleza es el elemen-to primero inmanente de donde procedelo que se desarrolla”. Y prosigue “puessi la naturaleza no hace nada sin moti-vo, ni en vano, hay que admitir que espara el hombre que la naturaleza hahecho todo esto.”

La Biblia, en el primer capítulo delGénesis nos la presenta como una espe-cie de Madre original. Cuando Dios lle-ga a la creación de los vegetales, lossuscita pero no los produce por sí mis-mo. Es la madre tierra quien los modelay les da nacimiento. Así es como los cris-tianos, hasta el final de la Edad Media,

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continuaron considerando a la naturale-za como animada y maternal y a la Vir-gen María como una madre adorada conla misma dignidad que a su hijo Jesús.Pero uno puede preguntarse, si la natu-raleza es la madre de los hombres y sino se menciona a un padre, el principiosagrado femenino dominaunilateralmente. La imagen de una ma-dre todopoderosa es tan desequilibradacomo la de un padre todo poderoso.

En el siglo XVIII se franqueará elpaso con la reforma protestante que es-tableció la supremacía absoluta del pa-dre, la supresión radical del cultomariano y la de-sacralización del mun-do, al ser rebajada la naturaleza al sim-ple rango de materia inanimada en mo-vimiento, creación divina, cierto, peroobedeciendo mecánicamente a las leyesinmutables; concentrado el reino del es-píritu en el seno de los seres humanos,el resto del mundo natural no es más queun decorado para la vida espiritual. Asíes como la reforma va a preparar el te-rreno para la revolución científicamecanicista que tendrá lugar en el siglosiguiente. El mundo material, separadodel dominio del espíritu hizo posibleestablecer la demarcación entre los do-minios científicos por un lado, religio-sos por el otro, al acaparar la ciencia elconjunto de la naturaleza comprendidoel cuerpo humano, mientras que la reli-gión no se ocupaba más que de los as-pectos morales y espirituales del alma.Así es como el hombre se convierte enel señor de una naturaleza desacralizaday que los resultados de esta separaciónvan a dar nacimiento al extraordinarioincremento de su ambición para domi-

nar y domar a la naturaleza, tratándolacomo si ésta no tuviera valor en sí, niexistencia propia.

Basta con recordar uno de los pro-fetas mayores de esta época, FrancisBacon, que quiso esforzarse por estable-cer el poder y el dominio del hombresobre el universo. Previno lo que podríahacer la ciencia una vezinstitucionalizada, y en su libro La Nue-va Atlántida, soñaba, en 1924, en crearnuevas formas vegetales y animalesmanipulando experimentalmente las queya existían. Todavía hoy, está conside-rado como uno de los padres fundado-res de la ciencia moderna. Él hablaba deella –cito– “como de un nacimiento mas-culino que desembocaría en una razabendita de héroes y de superhombres”que, con toda seguridad, dominarían ysometerían la naturaleza.

Alguno años más tarde, Descartes,liberando la reflexión filosófica de todaautoridad religiosa o política, nos pro-pone un mundo donde todo funcionamecánicamente siguiendo las obligadasmatemáticas, donde la naturaleza es in-animada y desprovista de alma. Creadorde la geometría analítica, acomodó laidea de la separación científica, este sue-ño típicamente masculino que impreg-nó todos los aspectos de la sociedad,acentuando la divisiones entre los hom-bres y la naturaleza pero también entreel espíritu y el cuerpo, la cabeza y elcorazón, la objetividad y la subjetividad.Asistimos ahí a la mayor y más nefastaseparación de todos los tiempos, la delhombre talado en sus bases espiritualesy pretendiendo existir sin ellas.

Es en nombre de este principio que,

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hasta el siglo diecinueve, los pueblosindígenas fueron desposeídos de la tie-rra sagrada de sus antepasados. Se su-perpone a su paisaje animista y unido alespíritu del lugar, un orden racional delas tierras vírgenes y salvajes que no te-nían ningún significado para ellos. Esteorden racional no es otro que la expre-sión de una mentalidad dominante cuyopoder va a continuar y a fortalecersegracias a las tecnologías y a la creenciaen un progreso ilimitado.

Sin embargo, desde el siglo diecio-cho, se percibe una agitación y se llegaa una comprensión diferente de la natu-raleza. Este cambio se experimenta enprimer lugar en Inglaterra donde nacie-ron lo que nosotros llamamos siempre“los jardines ingleses” inspirados pormodelos literarios y artísticos. Muchaspersonas se complacen en prestar unaimportancia sin precedentes a la visitade rincones salvajes y vírgenes y lospoetas románticos expresaron plena-mente este cambio de mentalidad, mez-clando materialismo y romanticismo. Unsiglo más tarde la creatividad evolutivadel naturalista Darwin puedeentroncarse con un poder creador ma-ternal, pero esto no suscitará ningunacorriente diferenciada entre los filóso-fos, Marx, Engels, Spencer o Bergson,sobre la idea de la Causa Primera.

En la época en que MadameBlavatsky reunió algunos amigos parafundar la Sociedad Teosófica, llegaronal mundo un determinado número dehombres que empezaron a instruir supensamiento: Einstein, Freud, Jung,Aurobindo y otros; todos aquellos quedebían revolucionar los elementos esen-

ciales del conocimiento en física, en psi-cología, en biología e incluso en filo-sofía con Nietzche. En los veinticincoaños que corresponden a la juventud dela Sociedad Teosófica, ella aparece comoun portavoz de carácter universal pro-poniendo una aproximación integrandotodos los campos del pensamiento en losque una revolución fundamental estabaen trance de cumplirse, reconciliándosecon muchas características de la mate-ria animada, negadas hasta entonces porel mecanicismo. Pero es bien evidenteque estos progresos no nos vuelven denuevo al pasado. Nos preparan para unavisión del mundo post-mecanicista, ha-cia la curva superior de la espiral. De lofemenino, después de lo masculino, va-mos a entrar en la armonía de los dos,en una teoría holística, la de la Unidad.

Vivimos en un mundo que, desde sunacimiento no ha dejado de crecer y quecontinúa creciendo. La vida apareció ennuestro planeta en un proceso evolutivoque prosigue en nosotros y fuera de no-sotros, y el desarrollo de la ciencia,como toda otra disciplina, forma parteintegrante de este proceso. Big Bang ohuevo cósmico, el cosmos es parecido aun organismo en expansión que, mien-tras va creciendo, forma en él nuevasestructuras. Todo sale de una fuente co-mún: galaxias, estrellas, planetas, áto-mos, animales, hombres; todos estamosunidos, más o menos estrechamente, losunos con los otros puesto que todos sa-limos de una misma fuente, el Uno indi-visible. Plotino escribió: “Todo ser con-tiene en si mismo el mundo inteligiblepor entero”.

Los teósofos saben gracias a La

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Doctrina Secreta, que el Universo es elresultado de la diferenciación de un soloy único principio al que se puede llamarlo Divino o la Realidad Última. Simbó-licamente representado por un círculovirtual en movimiento, el Uno se con-centra en un punto, la quintaesencia detodo, que no es en realidad más que unalimitación destinada a nuestra compren-sión. La línea en un centelleo parte elcírculo. El espíritu Padre-Madre emergedel silencio y de la oscuridad del punto.La trama de vida aparece, redecilla delas matrices tejidas de materia búddhicay vibrando de todo el contenido del pun-to. Constituye el sonido, el color, la for-ma de la divinidad eterna y configura lamanifestación que va a llegar en unaimagen viva de su propia perfección. Heaquí porque la Naturaleza es una obraperfecta que evoluciona según el plandivino puesto que ella misma es en síeste plan divino.

Tratemos de penetrar en lo invisi-ble escuchando a Jinarajadasa: “Aunqueuna planta muera, la vida que la ani-maba no muere. Cuando una rosa semarchita, muere y se deshace en polvo,la materia de la que está hecha no sedestruye. No hace más que retirarsemomentáneamente para reaparecer entrance de construir otra rosa. La expe-riencia que en la primera rosa ha ad-quirido del calor solar o de las tormen-tas, de la lucha por la existencia, seráutilizada gradualmente para construiruna segunda rosa mejor dotada paravivir y para propagar su especie. La vidaque se esconde tras ella forma parte deun alma grupal, depósito de las fuerzasvitales que se vuelven cada vez más com-

plejas al edificar formas vegetales.Cada una de las unidades de vida deesta alma grupal, cuando aparece en latierra en un organismo, llega a ella do-tada de la suma total de las experien-cias adquiridas por toda el alma grupalen la construcción de los organismosprecedentes. Cada unidad, cuando vuel-ve al alma grupal le aporta como con-tribución lo que ella ha ganado en apti-tud para reaccionar según los modelosque le han sido impuestos”.

El mismo hecho es verdad para elreino animal, cada especie, cada géne-ro, cada familia tiene su propio compar-timento en el alma grupal animal colec-tiva. Para el hombre el principio es igual-mente el mismo excepto que, al estarindividualizado, conserva para él susexperiencias adquiridas vida tras vida.En todos los reinos de la vida, los ele-mentos reintegrados en el alma grupalregresan al mundo guardando como re-cuerdo la memoria de las experienciasque han adquirido en sus diversas en-volturas físicas. Es la memoria de estasexperiencias físicas la que se expresabajo la forma de instinto en los anima-les y de facultades innatas en los hom-bres. De ese modo el alma grupal semodifica lentamente según las aporta-ciones y las contribuciones que recibede sus representantes terrestres.Miríadas de constructores están traba-jando incesantemente edificando célu-las, guiando los órganos en su forma-ción, modelando y coloreando los ele-mento químicos recuperados para enri-quecer su nivel de conciencia. La natu-raleza es en realidad una oficina tan in-mensa y prodigiosa que no podemos te-

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ner la menor idea de esta inextricableinterdependencia, no más que de las le-yes geométricas que presidenrítmicamente el Plan de la evolución.

Sin embargo actualmente existe laamenaza de un desequilibrio energéticoque nosotros alimentamos con frenesí.Destruyendo nuestro esquema de vida,vemos muy bien que nos destruimos anosotros mismos llegando hasta crearnuestras propias enfermedades, resultan-tes muy a menudo de una civilización“demasiado saturada”. Lo sabemos, perocontinuamos pensando que nuestro fu-turo pasa exclusivamente por una eco-nomía siempre creciente pero mortíferapuesto que nos destruye y destruye tam-bién lo vivo y la naturaleza que nos ro-dea –que sin embargo nos son indispen-sables si queremos sobrevivir. Continua-mos encerrándonos en una preservaciónegoísta de nuestros intereses y satisfa-ciéndonos con un statu quo aceptable,tal vez simplemente porque no nos en-frentamos de inmediato con las conse-cuencias de nuestros actos.

La humanidad parece atravesar unaetapa en la larga duración de su destino.El siglo veinte ha visto transformarseconsiderablemente la condición huma-na. Nunca habíamos dispuesto de me-dios tan eficaces para cambiar el mun-do, sin que lo hayamos hechos de lamanera que conviene. De hecho, el tiem-po actual con su desarrollo científico eindustrial, sus análisis de la materia, suinfluencia sobre el mundo exterior, suconocimiento del universo físico y delsentido de la evolución, tiene necesidadde una síntesis por otra parte más am-plia y más poderosa que la del pasado.

Sólo la transmutación interna del hom-bre puede permitirle hacer evolucionarcolectivamente su modo de habitar elmundo. Para eso, hace falta que puedadescansar cada vez más en la expansiónde sus propias facultades y energías in-ternas alejándose de la enseñanza y delas orientaciones recibidas del exterior.

El antropocentrismo ya no es admi-sible. Joël de Rosnay escribe: “El tele-scopio nos ha permitido abandonar elgeocentrismo gracias al descubrimien-to de los planetas y de las leyes univer-sales de la gravitación. El microscopionos ha liberado de nuestroantropocentrismo por la generalizacióndel concepto de evolución biológica enel conjunto del mundo viviente, de lasbacterias en el hombre. El ordenadormicroscópico nos va a permitir aban-donar nuestro biocentrismo eliminandolas fronteras entre natural y artificial,entre inanimado y animado”. El hom-bre tiene que empezar a tomar concien-cia realmente de que él no es el centrodel universo, rigiéndolo y dominándolotodo, sino que no es más que un modes-to elemento de este enorme complejointer-dependiente de los elementos delTodo. La humanidad no será ella mismasi no deja de ser una multitud de egosseparados que viven principalmente parasus propios intereses y sus propios fi-nes. Tiene que volver a ser Una. Pero,para eso, el hombre tiene que empezarpor abandonar sus egoísmos, su indivi-dualismo, en provecho de la solidaridady de la fraternidad. Tiene que volver adescubrir cuanto antes la idea del deberhacia si mismo y hacia los demás y adesarrollar un espíritu crítico de apertu-

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ra que le impida caer en la trampa de loque yo llamo “la máquina de pensar” yde convertirse en su esclavo. Entoncesaparecerá una nueva ética espiritual uni-versal que camina en el sentido de lo quenos proponen nuestros estudiosteosóficos desde hace un siglo. Ellos nospermiten interpretar lo que no hace sinosalir de la sombra, un nuevo humanis-mo que está en vías de transformarsepara integrar en sus esquemas de pensa-miento la evolución vertiginosa de lascondiciones de vida y adaptarse a ellas.

Un ciclo más concluye, destruyen-do con dolor las viejas estructuras paradejar paso a otro, pero el alumbramien-to siempre es difícil. La ruta ante noso-tros no se parece a ninguna de las que lahistoria ha seguido de manera que esta-mos desguarnecidos y sin apoyo porqueno hay un modelo pre-existente. Volca-dos hacia el futuro, tenemos que crear,armonizar, ponernos rápidamente enmarcha si queremos escapar a las tribu-laciones prometidas antes del Apocalip-sis. Los escenarios se prodigan: explo-siones demográficas en los países po-bres, destrucciones ecológicas, polu-ción, amenazas nucleares, modificacio-nes climáticas, enfermedades nuevas,dependencia de las drogas, desarraigosocial, guerras. La lista es larga.

En la mayoría de las tradiciones seencuentra repartida en cuatro edades laduración de nuestra humanidad. Estascuatro edades representan cuatro nive-les en el deterioro progresivo de las cua-lidades espirituales del hombre. En latradición hinduista, Krita Yuga, TetraYuga, Dwapara Yuga y Kali Yuga; en latradición griega, un metal se asocia a

cada período: el oro, la plata, el cobre yel hierro. La duración de estas edadesse reduce a medida que se alejan delPrincipio Primero. Nuestro mundo estáactualmente a finales de la edad de hie-rro que comprende tres eras: la del toroy del carnero alrededor de 6400 añosantes de nuestra era, después la de lospeces que se termina. La era de acuarioen la que parecemos haber entrado estáfuera de ciclo por decirlo así, fin de unmundo e inicio de otro, como para ser-vir de bisagras entre dos humanidades.Según las enseñanzas ocultas, cada granciclo evolutivo se termina con uno ovarios cataclismos que rompen las con-figuraciones terrestres y aniquilan lasformas vivas. Tal vez acabamos de vi-vir el principio de una transformaciónde este género requerida por la evolu-ción y necesaria para el re-equilibrio dela nueva humanidad. La naturaleza quedestruye una construcción establecidapor ella, hace posible una renovación dela vida, un renacer más rico. “Los gran-des cataclismos”, nos dice “La Doctri-na Secreta” en 1887 (vol. II) marcan lasfases de la evolución de nuestra tierra.Son los resultados físicos de los cam-bios en la inclinación del eje del glo-bo”.

Entonces, más allá de la muerte, delinfortunio de los supervivientes, de lasoledad de los huérfanos, de los estra-gos impresionantes, ¿qué hay que pen-sar del seísmo sur-asiático que la tierraacaba de sufrir? En primer lugar, acabade desaparecer una ideología que asig-naba a la ciencia el papel de previsorade las catástrofes. De los vestigios deltodopoderoso cientificismo surge la

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prueba, si es que todavía es necesaria,de la vulnerabilidad del hombre y de suslímites. Más positivamente, acabamosde asistir a la más gigantesca operaciónde salvamento humano de nuestra his-toria y esta movilización instintiva ymasiva de seres humanos de todos loscontinentes ha zarandeado rápidamentetodas las barreras de las civilizaciones.Esta mundialización del sentimiento desolidaridad se ha producido casiautomáticamente. Es un acontecimien-to totalmente inédito que hace, de unsolo golpe, elevar el nivel de concien-cia de la humanidad, y que debería darlugar, poco a poco, a una comprensiónefectiva de la Fraternidad Universal y asu realización a la que nosotros apela-mos con nuestros votos. ¿Cómo no amaractualmente a aquellos por los que aca-bamos de demostrar tanta compasión?En cada uno de nosotros hay tanto amorque no pide más que expresarse. Bastacon extraerlo de la ganga de materiali-dad donde se alberga, puesto que la chis-pa divina está en cada uno de nosotros.

Algunos días después del cataclis-mo, se produjo en el universo la másgigantesca erupción de materia jamásvista hasta entonces. Un enorme aguje-ro negro de una masa superior, ubicadoen el corazón de una galaxia gigantes-ca, ha engullido el equivalente a tres-cientos millones de soles. Pero, aparen-temente, este acontecimiento sin prece-dentes que acababa de pasar tan cercade nosotros, no ha sido seguido por nin-gún sabio y no se ha podido dar ningu-na explicación científica. Sólo algunosfísicos han destacado el hecho. Por miparte, deduzco que hemos entrado de

pleno en un período de mutación que al-canza a la vez al hombre y al Universoy que Rupert Sheldrake ya anunció haceuna decena de años: “Salimos en ciertomodo del invierno para entrar en unanueva primavera. Empezamos a unirnuestra vida mental y nuestras experien-cias intuitivas directas de la naturale-za. Participamos del espíritu de los lu-gares y de los tiempos sagrados. Nosdamos cuenta de cuantas cosas tienenque aprender las sociedades tradiciona-les, ellas que jamás han perdido el con-tacto con el mundo viviente que las ro-dea. Desarrollamos una comprensiónmás rica de la naturaleza humana for-mada por la tradición y la memoria co-lectiva unida a la Tierra y a los Cielos,unida a toda forma de vida y conscien-temente abierta al poder creador expre-sado por la evolución. Renacemos en unmundo nuevo”.

También nosotros acabamos de di-rigir otra mirada sobre la naturaleza.Hemos comprendido que ni padre, nimadre, ella son los dos a la vez puestoque, raíz de la materia, ella es la VidaUna. Con Spinoza, hemos pasado de lovisible a lo invisible, de la naturanaturae –el conjunto de los mundos– ala nature naturante– la causa de las apa-riencias –y de ese modo hemos vuelto aencontrar las verdades más superiores,la causa de las causas, este símbolofecundante de equilibrio, de armonía yde amor hacia el cual todos tendemos,sea cual sea el nombre que le demos.Cada visión de esta verdad que se nosrevela progresivamente, tanto que se al-cance con la Teosofía, la religión, la fi-losofía, la ciencia o la filantropía, nos

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conduce hacia una meta; entrar porósmosis en el plan eterno de la natura-leza y fundirnos con él para, con ella,alcanzar la perfección divina. Esta es laúnica manera que tiene el hombre deconvertirse en actor integrado en la to-talidad de la vida. Porque un hecho dela naturaleza, cuando se ve claramentey objetivamente, incita a todo nuestroser a actuar con ella. Es por esto que cadauno de nosotros tiene que convertirse ensu colaborador. Está el deber, con todala fuerza de que se sea capaz, de respe-tarla, protegerla, ayudarla a lo largo desu lenta marcha, aunque se sea conscien-te de parecer muy frágil al lado del granplan de la evolución. No hemos de olvi-dar que no estamos solos, que somosUno con todos los demás; de ese modonuestra acción, por débil que sea, siem-pre se siente positivamente y es útil parael bienestar universal.

La esencia única y eterna es por tur-

no activa o pasiva según los ritmos re-gulares y armoniosos. Cuando nuestromundo habrá terminado su carrera, latierra se vaciará y entrará en reposo, enlatencia, y la energía pasará a otro pla-neta y allí se reactivará. La vida será allíun poco menos material, el nivel de con-ciencia un poco más ampliado puestoque la humanidad ordinaria poseerá loque llamamos la visión etérea o intui-ción.

Expansión-retracción-renovación-re-convergencia hacia el mismo puntocentral en un continuum de eternidad.Ni principio ni fin. Esa es la Ley.

El Eclesiastés dice:Lo que fue será. Lo que está hecho serehará.

París, abril 2005.

(LE LOTUS BLEU,agosto-septiembre 2005.)

ARMONÍA Y EQUILIBRIO

El universo y todo lo que hay en él, moral, físico, mental, psíquico o Espiri-tual, está construido sobre una ley perfecta de equilibrio y armonía. La fuera cen-trípeta no se podría manifestar sin la centrífuga en las armoniosas revoluciones delas esferas, y todas las formas y su progreso son los resultados de esta fuerza dualen la naturaleza. Ahora bien, el Espíritu (o Buddhi) es la energía espiritual centrí-fuga y el alma (Manas) la energía espiritual centrípeta; y para producir un resulta-do tienen que estar en perfecta unión y armonía. Romped o perturbad el movi-miento centrípeto del alma terrenal tendiendo hacia el centro que la atrae; detenedsu progreso sujetándola con una carga más pesada de materia de la que puedesoportar, y la armonía del conjunto se destruirá.

H.P. Blavatsky.

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Hace unas semanas estaba mirando en la TV un concurso de atletismo que tenía lugar en los

Estados Unidos de América. Siempre,cuando veo un partido de tenis, porejemplo, o una exhibición de patinajeartístico o de campeones de gimnasia(sin duda habréis podido admirar la ha-bilidad de las gimnastas rusas) se meocurre comparar los esfuerzos de estosases del deporte y la realización de suobjetivo con lo que hacemos nosotrosen nuestra vida interna, o hablando deuna manera más impersonal, compararlo que se ve en la pantalla con la vidadel yogui.

Mientras presenciaba el espectácu-lo en la TV fui tomando nota de las ideasque el mismo sugería a mi mente. Va-mos a ver cómo es posible, si uno lodesea, extraer lecciones espirituales in-cluso de los acontecimientos y de lascircunstancias más inverosímiles.

Por ejemplo, cuando uno admira enla habilidad del patinador o del gimnas-ta una destreza perfecta, se da cuenta deque esa destreza ha tenido que ser per-

feccionada mediante una larga prepara-ción intensiva, durante muchos años yal precio de varios sacrificios en la vidapersonal del campeón, sacrificio detiempo, dinero, relaciones sociales yplaceres habituales.

Esto me recuerda un pasaje de labiografía de un escritor español, BenitoPérez Galdós —quizá ya he menciona-do esto otras veces porque me impre-sionó mucho cuando lo leí por primeravez y ahora lo tengo copiado en mi va-demécum, es decir, en el libro de citasque me acompaña en todos mis viajes.El párrafo se encuentra en un libro in-glés que habla de la literatura españolay que yo estudié hace años. Allí se diceque en un principio, cuando PérezGaldós terminó sus estudios universi-tarios, no sabía qué carrera seguir y tra-tó de iniciar varias actividades sin queninguna de éstas resultara muy satisfac-toria para él. Finalmente, creo que fuealrededor de los treinta años, se puso aescribir y entonces descubrió su verda-dera vocación. A partir de entonces, se-gún nos cuenta el biógrafo, cambió por

EL ENTRENAMIENTO ESPIRITUAL

Ianthe H. Hoskins

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completo su modo de vivir, para consa-grarse en cuerpo y alma, tal como deci-mos, a su obra literaria. Se cuenta querenunció a sus tertulias, a frecuentar loscafés e incluso a asistir al teatro. En ve-rano se levantaba a las cinco de la ma-ñana, y en invierno a las siete, y apartede un breve descanso para las comidasseguía escribiendo ininterrumpidamen-te hasta las nueve de la noche. Hay quedecir que tuvo la suerte de contar condos hermanas que se encargaron de aten-derle en todo lo que necesitaba. De vezen cuando se tomaba unas vacaciones yviajaba por España y Europa. Se con-virtió, según este biógrafo, en un hom-bre con una increíble dedicación a sutrabajo, y así llevó a cabo una produc-ción literaria casi insuperable.

He dicho hace un momento que losatletas y demás campeones se preparanaños para llegar a perfeccionar sus ha-bilidades.

Contestando, en La Clave de la Teo-sofía, página 169, a una pregunta sobrela formación de los adeptos (elinterrogador había preguntado: ¿Es laformación de tales adeptos el objetivode la Teosofía?) Madame Blavatskycontesta:

“Según la Teosofía, la humanidad esuna emanación de lo divino, en vía deregreso hacia su origen. Llegados a cier-to punto del sendero alcanzan elAdeptado aquellos que han sacrificadovarias encarnaciones para lograrlo. . .Ningún hombre ha alcanzado jamás elAdeptado. . . durante una sola vida, sinoque son necesarias muchas encarnacio-nes para ello, después de haber forma-do un propósito consciente y haber dado

principio a la práctica necesaria. . .”Mientras miraba en mi libro de ci-

tas encontré otras sacadas de algunos pe-riódicos. Se ve que se pueden encontrarlecciones espirituales en todas partes,casi sin buscarlas.

En una de estas citas se habla de uncampeón de patinaje artístico. En unaentrevista con un periodista dijo quepara tener éxito hay que desasirse abso-lutamente de todo. En otra cita se habladel director de orquesta André Prévin.Este señor dice que incluso después deun centenar de interpretaciones de lamisma obra él sigue siempre estudián-dola con ansiedad, por miedo a que pue-da perjudicar la música del compositor.

En todos estos ejemplos el parale-lismo presentado es el mismo, es decir,el paralelismo entre el desarrollo de unahabilidad en el terreno artístico o depor-tivo por un lado y por el otro el desarro-llo espiritual del aspirante.

Para que el entrenamiento resulteeficaz es preciso que el atleta o el artis-ta, según el caso, tenga siempre presen-te ante él su meta, el propósito de susesfuerzos. Tiene que aceptar la discipli-na que le impone el instructor y tieneque obedecer las reglas del deporte o delarte. A veces sufrirá un fracaso, perovolverá a entrenarse hasta lograr alcan-zar la meta.

En el estudio del paralelismo entrelas dos clases de esfuerzos, el de los ta-lentos visibles y el campo invisible dela vida interna, los ejemplos que se nosofrecen en los periódicos o en la TV, obien en los sucesos de cada día, puedenservir para poner en movimiento un pro-ceso de auto-instrucción espiritual que

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seguirá desarrollándose sin trabas anteuna variedad de situaciones.

Peinándose por la mañana, dice SanJuan de la Cruz, para desenmarañarse elpelo, se puede pensar en desenmarañarlos nudos del alma; lavándose las ma-nos, se puede pensar en limpiar el cora-zón de sus impurezas. Y asimismo du-rante todo el día, sacando lecciones es-pirituales de los actos más comunes ytriviales.

Así es como podemos interpretar elversículo de Sri Shankaracharya quedice: “Concentra incansablemente tumente sobre Brahman, y no permitas alsueño, a los sucesos materiales o a losobjetos de los sentidos, que te distrai-gan un solo instante.”

“Y si te distraen por descuido, vuel-ve a concentrar tu mente sobre Brahman,en espera paciente de que algún día, quesin duda alguna llegará, esa concentra-ción sea en ti un estado natural de fijezaen tu vida diaria.”

Volviendo a los atletas u otros cam-peones que vemos en la pantalla, nosdamos cuenta de que primero tiene queexistir la potencialidad, la posibilidadinherente de convertirse en estrella. Sise trata de atletismo o de talento musi-cal, por ejemplo, es seguro que no tene-mos todos —en esta encarnación— lapotencialidad de una futura estrella. Encuando a la vida espiritual quiero citarlas palabras del gran intérprete —moder-no— de la fi losofía vedanta,Vivekananda, que dice: “Cada alma espotencialmente divina,” es decir, el fu-turo Adepto existe ya en el discípulo.

Entonces, con esta base de potencia-lidad, la futura estrella debe recibir al-

gunas enseñanzas preliminares de lasreglas y técnicas del juego o del arte deldeporte y debe tener bastantes oportu-nidades para practicarlo bajo la expertamirada del instructor. Y asimismo losprimeros pasos a lo largo del senderoespiritual los da dentro de la religiónexotérica, por medio de la observanciareligiosa y de la instrucción moral ele-mental.

A continuación viene la maduracióndel talento, y con ella, un interés cre-ciente en su explotación, así como unadisposición para buscar una instrucciónmás avanzada y para someterse a la dis-ciplina que se imponga. Igualmente, conla madurez de la vida interna llega labúsqueda de una realización más pro-funda y un deseo más exigente de en-trega a sus mandatos.

Al final, sucede que el deporte o elarte absorbe por completo el ser del at-leta o del artista, hasta que ningún sa-crificio parece demasiado y cada fraca-so no es más que un paso en el caminohacia la meta. De un modo parecido, enel camino del aspirante llega un momen-to en que la dedicación a esta vida in-terna es tan completa que nada puedeinterponerse en ella, y a él no le impor-ta a qué precio se compromete irrevo-cablemente en la labor del desarrollo es-piritual.

Escuchando un día un breve progra-ma de radio —un sermón diario de tresminutos— oí algo que se grabó en mimemoria y que puede resultar de utili-dad para todos. El que hablaba decía:“Hay que servir a Dios allí donde es-téis. ¿Y por qué? Porque no es posibleservir a Dios allí donde no estéis.”

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Como miembros de la SociedadTeosófica me parece que deberíamostener siempre ante nosotros el propósi-to de encontrar en la vida de cada día elejercicio gimnástico para el desarrollode nuestras facultades espirituales, por-que si no hacemos este trabajo internoallí donde estemos, en la Rama, en el

despacho, en la fábrica, en la cocina,delante de la TV, caminando por la ca-lle, etc., nunca llegaremos a hacerlo allídonde no estamos.

(Charla dada en Barcelona,el 28 de marzo de 1987.)

La religión, en el verdadero sentido de la palabra, no existe en el mundo. Lareligión ha llegado a ser una mera creencia, con sus rituales, su culto a las imáge-nes, sus dogmas. El mundo cristiano se basa en la fe y en él no se ha permitidojamás la duda. En el mundo asiático, en el buddhismo, y en el hinduismo, se haadmitido el escepticismo y la duda; esto formaba parte de la corriente. Al igual queun buen científico, deben ustedes ser escépticos, de lo contrario jamás podrándescubrir nada. El verdadero espíritu religioso, una verdadera mente religiosa, esesencialmente escéptica e investigadora. Para encontrar, para descubrir qué es laverdad, son imprescindibles la investigación y el escepticismo. El espíritu de in-vestigación está presente en el mundo científico; por eso la tecnología ha avanza-do tan enormemente. Pero el mundo religioso ha dejado de dudar y de ser escépti-co, y así permanece en las tinieblas de la superstición; está aprisionado en la creenciay en el ritual.

Hay dos cosas implicadas en una mente religiosa —la diligencia y la negligen-cia. Ser diligente es estar al servicio de Dios, cuidando las propias palabras, lospropios gestos: implica todo eso y mucho más. Y la negligencia es no hacer nadade eso. Estas dos palabras tienen un gran significado.

J. Krishnamurti, junio 1983.

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ACTIVIDADES

RAMA ALICANTE

Lunes (a las 18,30h.) - Estudio del libro “Estudio sosbre la Conciencia” de A.B. Conducidopor miembros de la Rama - (a las 20h.) - Reunión, estudio y coloquio de la Rama.

1º y 3º Martes de cada mes (a las 18h.) - Técnicas de Interpretación astrológica. ModeradorB. Martínez.

Miér coles (a las 18h.) - Curso sobre “El Conocimiento de si mismo” a través de A.Besant,Slater y Krishnamurti. Conducido por T. De la Hoz.

Jueves (a las 19,45h.) - O.T.S. “Onda de Paz”. (A las 20h.) - “Las Fuentes del Conocimien-to”. Coordina A. Pérez con la participación de la Rama Shakti-Pat de Benidorm. Alican-te, 2º jueves de cada mes.

RAMA ARJUNA

Mar tes 4, 11, 18 - (a las 18,3oh.) - Reunión de Rama. Estudio sobre “La Doctrina Secreta”.Dirige J. García Lop. Coordina F. Pastor.

Miér coles 5, 19 - (a las 17h.) - “El Hombre, Dios y el Universo”. Dirige J. García (a las18,3oh.) - Prácticas de relajación y silencio meditativo. (A las 19h.) - Investigación de laAntropogénesis. Para miembros. Dirige M. Cartañá.

Viernes 5, 7, 14, 21 - (a las 17.30h.) - Teretulias históricas sosbre los inicios de la Teosofíaen España. (A las 19h.) - Curso de Teosofía basado en “La Doctrina Secreta”. Dirige J.Tarragó. (A las 20,30h.) Grupo abierto de estudio teosófico. Coordinan M. Cartañá, MªC. Jiménez, J. Tenes.

Actividades mensuales: Viernes, 7 (a las 20,30h.) - Desde Oriente hasta Occidente el in-tenso viaje de la Ciencia Sagrada. Dirige J. Roig.

Sábado 22 (a las 11h.) - Taller de auto-conocimiento y meditación. Dirige N. Venegas y A.Valdés.

Conferencias públicas: Miér coles 17 - Miscelánea sobre temas de “La Doctrina Secreta”,por C. Burón.

Encuentros de fin de semana: domingo, 2 - Cine-forum + coloquio (a las 16,3oh.) Samsara.Domingo 18 - Salida a Corbera de Llobregat, pesebre viviente.

Actividades extraordinarias: sábado 22 de diciembre - Comida de Navidad.

RAMA BILBAO

Viernes, 14 - Estudio mensual “Vida cotidiana a la luz de la Teosofía”. Por Núria Carbonell.- 21 - Reunión de Miembros. Celebración de la Navidad.

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RAMA BHAKTI

Mar tes (a las 19h.) Reflexiones sobre los Yoga Sutras de Patanjali. Coordina P. Pujós. (Alas 20,30h.) Reunión de Rama. Sólo para miembros.

2º y 4º miércoles (a las 18h.) - Grupo de estudio en el Ateneo de Sant Cugat. Coordina C.Elósegui. Las Leyes Universales del Kybalión y La Doctrina Secreta, Isis sin Velo, etc.

Jueves (a las 17h.) - Estudio de “La Clave de la Teosofía” . Coordina C. Elósegui. Tomo I dePláticas sobre el S. Del O. A los Pies del Maestro.

Sábados (a las 17h.) - Coloquio abierto: los retos de la vida diaria a la lu de la Teosofía. 2ºsábado de cada mes (a las 17h.) - Coloquio teosófico a cargo de los miembros de laRama.

6, 7, 8 y 9 En Banyoles (Girona). SeminarioTaller: Entre lo femenino y lo masculino, uncamino hacia la integración. Por Isaac Jauli, con la colaboración de C.Elosegui.

RAMA CERES

Lunes 3, 10, 17 (a las 20h.) - Estudio del libro “El Hombre, Dios y el Universo” (IKT)Miér coles, 5, 12, 19 (a las 20h.) - Curso de iniciación a la teosofía: Las Leyes del Kybalión.

Coordinan U. García, J. Martín y J. Hisado.Sábado 15 (a las 10,30h.) - “Introducción al estudio de “La Doctrina Secreta” (Proemio).

Coordina J.L. Mendoza.

RAMA JINARAJADASA

Miér coles 5 (a les 18h): Meditación. Guiada por Deli Insa. (a les 18:30h.): Taller: Charlasobre»El camino de la Mística», impartido por Ramon San Juan. (a les 20 h.) : Estudiode método Teosófico: «Conocimiento de si mismo» de I.K Taimni. 12:- a les 18h) : Medi-tación. Guiada por Silvia Sanz. (a les 18:30h: Taller: Charla sobre el «Simbolismo ocul-to de las Catedrales», impartida por Sergio Sorolla. (a les 20h): Estudio de métodoTeosófico: «Conocimiento de si mismo» de I.K Taimni. 19 - (a les 18h.) : Meditación.Guiada por Vicent Cervera. (a les 18:15h): Taller. Pase de la Conferencia im-partida en las Jornadas de Verano 2007 por Don. José Tarragó. «La Deidad espura Seidad». (a las 20:15h): Estudio de método Teosófico: «Conocimiento desi mismo» de I.K Taimni. 26: - (a las 18h): Meditación. Guiada por EnriqueEscoin. (a las 18:30h): Estudio de método Teosófico: «Conocimiento de si mis-mo» de I.K Taimni. (a las 20h): Reunión de Miembros de la Rama.

RAMA MOLLERUSSA

Lunes (a las 19,45h.) - Espiritualidad y vida cotidiana. Observación, auto-conciencia, me-ditación y relajación. Coordina Montserrat Pellisé.

Martes - (A las 20h.) Estudio en grupo del libro “Lu en el Sendero” (Pláticas III). CoordinaPilar Duch.

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Miér coles (A las 20h.) - Estudio en grupo del libro “Conocimiento de Si Mismo”. CoordinaMª J. Víctor.

Viernes (a las 20h.) - Estudio en grupo del libro “El Kybalión”. Coordina J. Torres Ges.Viernes en Mollerussa, en Estudi de Ioga, c/. Navarra, 8 (a las 20,30h.) - Estudio en grupo

del libro “Conocimiento de Si Mismo”. Coordina J.Mª Espasa.Tercer domingo de mes: Charla con Clarisa Elósegui. Lugar de encuentro Templers-

Escorxador. C/. Lluís Companys, 22 - Lleida. Horario de 11 a 14 y de 17 a 20h.

RAMA NARAYANA

Domingo 16 (a las 12:30h.) - Grandes Iniciados por M. Paz (Madhava)

RAMA RAKOCZY

Lunes 3 y 17 - Curso de meditación activa y ritual védico. - 10 - O.T.S. Ritual de Sanación.Miér coles, 5 - Curso de meditación. - 12 - Meditación a cargo de J.L. Fernández. Estudio

grupal sobre los tres Objetivos de la S.T. - 19 - Meditación a cargo de F. Béjar. Estudiogrupal sobre los tres Objetivos de la S.T.

RAMA SHAKTI-PAT

Miér coles (a las 17h.) - Conocimiento de Si Mismo (IKT). Meditación. Sendero de Perfec-ción. Coordinan miembros de la Rama. (A las 18h.) - Curso de iniciación a la Teosofía.Cursillo de Raja-Yoga - Slater. Coordinan miembros de la Rama.Jueves alternos (a las 19,30h.) - Rituales de la O.T.S. Las Fuentes del Conocimiento. Miem-bros de las Ramas Alicante y Shakti-Pat.En Alicante: Mar tes (a las 18h.) - Las Cartas de los Mahatmas. Coordinan miembros de la

Rama.Viernes alternos: (a las 18h.) - Conferencias, charlas, vídeos.

RAMA VIVEKA

Sábado 1 (a las 17,3oh.) - Viajando hacia lo sagrado, a cargo de M. Vila. - 15 - La naturale-za de los pensamientos, formas y colores. A cargo de M. Cartañá. - 22 - Festa de Nadal.

GRUPO DE ESTUDIOS TEOSÓFICOS “DHARMA ”

Jueves (a las 21h.) - en c/. S. Vicente Mártir, 172, ptª 8 - Valencia. Y lunes a la misma horay lugar: Curso sobre Teosofía. 2º nivel.

GRUPO DE ESTUDIOS TEOSÓFICOS “LA RIOJA ”

Todos los viernes, a las 21,45h. Reunión pública.