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210 RESEÑAS espero que podré mandarle el libro dentro de un mes y medio. Ojalá que sea digno de su amistad y de su interés. Me interesa muy de verdad su opinión. Y no sólo porque lo considero nuestro maestro en estas cuestiones. También por razones prácticas: su juicio me ayudará a corregir lo que esté mal. Sé que es un abuso pedirle tanta atención, pero, ya se lo dije una vez, usted tiene la culpa por animarme y darme confianza. Y aquí termina esta larga carta. No pienso releerla. Es como si hubiese charlado una hora con usted, como cuando lo visitaba en su casa de Industria” (183). A esa muestra de simpatía, contribuyen en numerosos instantes las líneas de Alfonso Reyes . Gesto patentizado, entre otras, en la carta nro. 69 del volumen, en la que es posible leer: “Mi querido Octavio Paz: Habría que ser, de veras, un gran poeta para encontrar las palabras no gastadas, virgíneas, que expresaran mi agradecimiento y mi emoción. Ud. sabe bien que he vivido entre incompresiones y hasta traiciones, aunque no he dejado que se me amargue por eso la viña del alma. Pues bien: Usted me compensa plena, cabalmente. Me alegro de haber alcanzado a vivir lo bastante para que llegara este día. Perdóneme si no me atrevo a pensar que Ud. se equivoca .... ” (218) . Por último nos interesa señalar, que en esta cuidada y bella edición, los textos escritos han sido acompañados con materiales gráficos valiosos tales como una fotografía de la década del cincuenta de Alí Chumacero, Alfonso Reyes, Juan Soriano, Octavio Paz y José Alvarado, y varias fotografías de los originales de las cartas. Materiales estos últimos que potencializan la dimensión amena de los textos, junto a algunas ilustraciones, por cierto espléndidas de Rufino Tamayo, incluidas en la primera edición que Tezontle había hecho en 1951 de ¿Águila o sol? de Octavio Paz. Universidad Nacional de Rosario CLAUDIA CAISSO ANTHONY STANTON. Inventores de tradición: ensayos sobre poesía mexicana moderna. México: El Colegio de México-Fondo de Cultura Económica, 1998. Inventores de tradición.... afirma varias hipótesis vigorosas y las desarrolla con inusual idoneidad historiográfica. Por ese motivo, se trata de un libro de crítica literaria cuya consulta es imprescindible. Nos referimos al especial rigor con el que Anthony Stanton aborda aquí, orgánicamente, cuestiones decisivas de la literatura mexicana del siglo XX. Una de las hipótesis en juego es que la tradición no constituye un legado inerte, sino más bien una serie de poderosos vínculos intertextuales. Por medio de aquéllos, no sólo es posible volver a reflexionar sobre ciertos lugares comunes del discurso crítico para interpelarlos, conmoverlos y desplazarlos, sino también, sobre las argumentaciones de los escritores que constituyen núcleos de una interacción simbólica todavía viva entre el presente y el pasado . Desde tal perpectiva, a partir de la primera página nos encontramos con la cita obligada de Borges “el hecho es que cada escritor crea a sus precursores” (8), un corpus de epígrafes que desde el del autor de “Kafka y sus precursores” pasando por Antonio Machado, Rubén Darío y Octavio Paz, nos recuerda las zonas de inquietud que aquéllos

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    espero que podr mandarle el libro dentro de un mes y medio. Ojal que sea digno de suamistad y de su inters. Me interesa muy de verdad su opinin. Y no slo porque loconsidero nuestro maestro en estas cuestiones. Tambin por razones prcticas: su juiciome ayudar a corregir lo que est mal. S que es un abuso pedirle tanta atencin, pero, yase lo dije una vez, usted tiene la culpa por animarme y darme confianza. Y aqu terminaesta larga carta. No pienso releerla. Es como si hubiese charlado una hora con usted, comocuando lo visitaba en su casa de Industria (183).

    A esa muestra de simpata, contribuyen en numerosos instantes las lneas de AlfonsoReyes . Gesto patentizado, entre otras, en la carta nro. 69 del volumen, en la que es posibleleer: Mi querido Octavio Paz: Habra que ser, de veras, un gran poeta para encontrar laspalabras no gastadas, virgneas, que expresaran mi agradecimiento y mi emocin. Ud. sabebien que he vivido entre incompresiones y hasta traiciones, aunque no he dejado que seme amargue por eso la via del alma. Pues bien: Usted me compensa plena, cabalmente.Me alegro de haber alcanzado a vivir lo bastante para que llegara este da. Perdneme sino me atrevo a pensar que Ud. se equivoca .... (218) .

    Por ltimo nos interesa sealar, que en esta cuidada y bella edicin, los textos escritoshan sido acompaados con materiales grficos valiosos tales como una fotografa de ladcada del cincuenta de Al Chumacero, Alfonso Reyes, Juan Soriano, Octavio Paz y JosAlvarado, y varias fotografas de los originales de las cartas. Materiales estos ltimos quepotencializan la dimensin amena de los textos, junto a algunas ilustraciones, por ciertoesplndidas de Rufino Tamayo, incluidas en la primera edicin que Tezontle haba hechoen 1951 de guila o sol? de Octavio Paz.

    Universidad Nacional de Rosario CLAUDIA CAISSO

    ANTHONY STANTON. Inventores de tradicin: ensayos sobre poesa mexicana moderna.Mxico: El Colegio de Mxico-Fondo de Cultura Econmica, 1998.

    Inventores de tradicin.... afirma varias hiptesis vigorosas y las desarrolla coninusual idoneidad historiogrfica. Por ese motivo, se trata de un libro de crtica literariacuya consulta es imprescindible. Nos referimos al especial rigor con el que AnthonyStanton aborda aqu, orgnicamente, cuestiones decisivas de la literatura mexicana delsiglo XX. Una de las hiptesis en juego es que la tradicin no constituye un legado inerte,sino ms bien una serie de poderosos vnculos intertextuales. Por medio de aqullos, noslo es posible volver a reflexionar sobre ciertos lugares comunes del discurso crtico parainterpelarlos, conmoverlos y desplazarlos, sino tambin, sobre las argumentaciones de losescritores que constituyen ncleos de una interaccin simblica todava viva entre elpresente y el pasado .

    Desde tal perpectiva, a partir de la primera pgina nos encontramos con la citaobligada de Borges el hecho es que cada escritor crea a sus precursores (8), un corpusde epgrafes que desde el del autor de Kafka y sus precursores pasando por AntonioMachado, Rubn Daro y Octavio Paz, nos recuerda las zonas de inquietud que aqullos

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    se han visto llevados a abrir en el instante de preguntarse acerca de qu es y qu hacer conel tendn de la tradicin.

    Preguntas que el libro potencia insistentemente en virtud del deseo de contraponer,relacionar e intensificar la lectura de diversos momentos creativos y tericos de unconjunto de escritores, cuya evaluacin crtica requiere de la demostracin de la jerarquaesttica de sus textos. Calidad singular por medio de la cual reinscriben desde otro lugarlinajes de escritura, formulan nuevos estadios de lengua, y son capaces de hacer serie enetapas histricas posteriores a las de su emergencia.

    Horizonte cuya densidad y complejidad lleva a Stanton desde la primera a la ltimapgina de su libro, a desistir de los peligros de las jergas especializadas para proponer, encambio, que la tensin que ha alentado el tono en la escritura de estos ensayos ha sido ser comprendido por cualquier lector que tenga conocimientos mnimos de poesa y aunpor el que no posea ms que un autntico inters llmese curiosidad o pasin en elarte de escribir y leer versos (10-11).

    En tal sentido, vale la pena destacar, que en la cercana de los conceptos de poetafuerte y la angustia de las influencias de Harold Bloom, as como de algunos postuladosacerca de la evolucin literaria ceidas en las bsquedas pioneras de los formalistas rusosen particular Jurij Tynjanov, el autor de los ensayos aqu reunidos, lejos de aplicarmecnicamente categoras tericas, abre una escena fecunda. En ella se facilita lacomprensin de la dialctica sutil que existe entre tradicin y ruptura a la luz del dilogoentre los poemas y las zonas ms relevantes de la prosa de los escritores trabajados .

    En ese marco, Stanton traza un neto deslinde entre textos primarios literarios ysecundarios; al hacerlo privilegia a los primeros a los efectos de iluminarlos, mientrasdespliega algunos cuestionamientos rotundos respecto de la dimensin nociva de ciertasprcticas acadmicas. Las fuentes de inspiracin para las ideas desarrolladas aqu hansido, en primer lugar, los poemas y ensayos de los mismos poetas y, en segundo lugar,algunas de las interpretaciones y lecturas realizadas por la crtica. Es triste comprobar enlos estudios literarios de las ltimas dcadas que la relacin potencialmente fructferaentre teora y crtica termina con frecuencia en empobrecimiento mutuo. La crtica que sesubordina a una teora determinada, pensando que esta afiliacin le garantiza seriedadcientfica, tiende a producir aplicaciones mecnicas y reduccionistas. El prestigio de lateora engendra repetidamente una actitud de idolatra cuando no de soberbia dogmtica,sobre todo en un mbito como el acadmico, en el cual abundan las certezas sistemticasy escasean la duda, la desconfianza y la independencia (10).

    Es entonces a partir de una ntima compenetracin con los textos que construyen elcorpus trabajado, un profundo conocimiento de la literatura mexicana, as como de lastcnicas de las vanguardias europeas y latinoamericanas, entre otros movimientos, cmola prosa de Stanton construye sobriamente su objeto.

    Movimiento del discurso crtico que lejos de obturar, deja resonar una y otra vez lapluralidad de voces que hacen a la literatura cuando sta no se concibe como una merasumatoria. Oficio de genuino mediador entre los textos de creacin y el pblico, cuandola voz del escritor es leda en el vasto campo de resonancias de muchas otras voces.Operaciones tras las cuales se nos explica cmo y por qu tal pluralidad as como sus

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    efectos merecen ser ledos de deternimado modo. Es decir: como una labor que no slotraza y jerarquiza las lneas estratgicas que circulan en determinadas genealogasliterarias, sino que al hacerlo, al mismo tiempo est intentando definir qu significa parael crtico apropiarse de los postulados de los creadores, as como tambin del de otroscrticos.

    Sumamente prudente ante las modas, Stanton, quien cuenta con un enorme caudal deinformacin acerca de la bibliografa crtica ms actualizada, asume con eficacia notablela diferenciacin de la excelencia de aqulla as como de sus alcances.

    Este libro anota el autor en el Prlogo (9-17) aspira a ser una exploracinde algunos hitos importantes en la evolucin de la poesa en Mxico en la primera mitadde nuestro siglo, a la vez que un estudio de las distintas manifestaciones de la idea rectorade la invencin y reformulacin de tradiciones. He privilegiado el anlisis detenido sobrela descripcin panormica pensando que as se puede ganar en profundidad lo queinevitablemente se pierde en amplitud. En vez de levantar un mapa exhaustivo o uninventario repleto de nombres, obras y fechas, he preferido instalarme en ciertos lugaresestratgicos los cruces de caminos, los puntos de interseccin y, desde all, salir adespejar unas cuantas zonas poco exploradas, a pesar de que sus nombres son conocidos.Lo que me interesa no es tanto la extensin espacial de una tradicin potica como suprofundidad histrica, el espesor de las capas superpuestas que se pueden desenterrar enlas calas y los sondeos del anlisis (12-13) .

    As, a expensas de una trama de textos de crtica literaria dedicados a interrogar lacultura mexicana, textos historiogrficos, fuentes documentales y el enhebrado de lasvoces de los escritores ms relevantes que configuran la cartografa de la modernidad,Stanton revisa con singular agudeza la formulacin del canon de la literatura mexicana.

    En nueve captulos ordenados en cuatro divisiones que llevan como ttulo generalEntrada en materia (21-60 ), Apropiaciones ( 63-102 ), Fundaciones ( 105-176) yEncuentros y desencuentros ( 179-235 ) se despliega una historica analtica, siempreatenta a la fuerza del detalle, de las principales vertientes por medio de las cuales es fcilinferir que la literatura mexicana se construye a partir de un eje axial sostenido por lasposiciones de Alfonso Reyes, los Contemporneos y Octavio Paz. Dichas posiciones, sondesplegadas aqu con erudicin, fluidez y claridad expositiva, a expensas de una prcticacrtica que junto al trabajo exigente e inteligente con el archivo, cuenta, adems conimaginacin incisiva para desplegar la lectura de los poemas ms significativos. Aventuraintelectual, diremos, que se configura como un estudio clsico en el sentido ms alto deltrmino, al tiempo que no renuncia a su anhelo de exhaustividad, al que es fcil reconocercomo producto de la interlocucin generosa con otros intelectuales. Al respecto, Stantonseala en una nota del Prlogo: todava en manuscrito, el libro tuvo la suerte de contarcon lectores exigentes. Aprovecho la ocasin para agradecer las observaciones y sugerenciasde Antonio Alatorre, Toms Segovia, James Valender y Gabriel Zaid (17) .

    A partir de la descripcin de la funcin de las antologas y de la revisin de tresmomentos claves tales como la Antologa de la poesa mexicana moderna de Jorge Cuestade 1928 ( 25-42), la clebre antologa Laurel de Emilio Prados, Juan Gil Albert, XavierVillaurrutia y Octavio Paz de 1941 ( 42-51 ) y Poesa en movimiento de Octavio Paz, Al

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    Chumacero, Jos Emilio Pacheco y Homero Aridjis de 1966 ( 51-60 ) se revelan lneas decontinuidad y transformacin entre las mismas. Pero, adems, se destacan las principalesestrategias de seleccin y difusin formuladas por sus hacedores, as como su sentidohistrico en virtud de la fuerte relacin que ellas asumen con las polmicas polticas yculturales que ofician como contexto .

    Contra el teln de fondo de los ensayos literarios de Alfonso Reyes y de PedroHenrquez Urea, sus intentos por singularizar los matices de la poesa mexicana, Stantontrabaja con paso meticuloso las inciales tentativas de Xavier Villaurrutia sobre el gruposin grupo y pone en relacin un vasto conjunto de discursos, actividades culturales yhechos histricos que, como en otros momentos del libro, muestran un pormenorizadoconocimiento de la potica de los Contemporneos. Apelando en varios pasajes a lostrabajos de Luis Mario Schneider y Miguel Capistrn, as como tambin al estudio porcierto insoslayable de Guillermo Sheridan, Los Contemporneos. Ayer, por ser el libroms completo y ms profundo que tenemos sobre los aos de actividad del grupo (142),ofrece, sin embargo, nuevas luces sobre el fenmeno.

    Con afn constante y prolijo por demostrar que la nica posibilidad de no neutralizarni idealizar la fuerza de la ruptura en la construccin de una genealoga literaria se asientaen hacer dialogar a aqulla con la tradicin, expone los variados factores mediante loscuales es imposible pensar en la modernidad cultural mexicana sin reparar en losinstrumentos que algunos de sus escritores se dieron en el transcurso de las dcadas delveinte y del treinta. De las conjeturas acerca de la pluralidad existente en el marco de lapotica de los Contemporneos se desprende el ceimiento de su paradojal cohesividad,gesto que est ligado, nos parece, a la posibilidad de ligar ciertas operaciones dedesautomatizacin del hecho esttico propiciadas por los Contemporneos con las zonascontradictorias que abren cada una de sus poticas.

    En tal sentido, nos interesara afirmar que, si bien la totalidad del libro se nos ofrececomo un material bibliogrfico cuya dimensin instrumental es sin desperdicios por losaspectos que ya hemos comentado, los momentos en que Stanton piensa en la estela delSueo de sor Juana en Muerte sin fin de Gorostiza (63-89), el lugar de Alarcn en laconstruccin de la tradicin potica mexicana (90-102), el debate de la poesa pura entrelos Contemporneos, las vas de lo nuevo abiertas por Salvador Novo en sus lecturas,traducciones y reinscripciones del imaginismo americano, son insuperables. Otro tantoocurre con la ltima parte dedicada al anlisis de algunos momentos de la obra de OctavioPaz en contrapunto con la sombra de Quevedo (179-204), al estudio de Alfonso Reyes,Octavio Paz y el anlisis del fenmeno potico (205-220), y las convergencias ydivergencias establecidas entre Luis Cernuda y Octavio Paz (221-235) .

    As, en uno de los tantos momentos significativos del captulo Muerte sin fin en laestela del Sueo, leemos: Ser en Muerte sin fin (1939), extenso poema de JosGorostiza, donde el dilogo que los Contemporneos sostienen con Sor Juana llegar a supunto ms intenso y fascinante. Algunas semejanzas generales saltan a la vista: tanto elSueo como Muerte sin fin son poemas intelectuales que expresan preocupacionesfilosficas y metafsicas; son textos reflexivos que quieren meditar, interrogar y contemplaren soledad una realidad csmica; los dos cantan la experiencia del desengao, el tema

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    barroco por excelencia. Ambas obras asumen la forma de un viaje en el cual el protagonistaes la conciencia individual, el alma solitaria. Constituyen, como dice Paz acerca delPrimero sueo, picas del espritu, negaciones de la revelacin, construcciones racionalesque hablan de los lmites de la inteligencia. Un yo canta y narra sus peripecias, gozos ysufrimientos y, sobre todo, los obstculos que enfrenta en su afn de conocer. Al compararlas Soledades, el Sueo y Muerte sin fin, textos que se cuentan entre los ms difciles dela poesa hispnica, Antonio Alatorre ha notado que pertenecen a una misma familiaespiritual y que comparten tres caractersticas: estn escritos en forma de silva; sonsoledades, es decir, nostalgias de algo que se ha perdido (la Edad de Oro en Gngora, elconocimiento en sor Juana, Dios en Gorostiza); y son sueos (74-75).

    En correspondencia con la afirmacin de que la tradicin no se hereda sino que seconquista, la escritura de este volumen aprehende el trazo que, en atenta celebracin a ladescripcin de la evolucin literaria, evita la univocidad y el reduccionismo, all dondees capaz de exhibir la vasta complejidad de los problemas tratados en el retorno diferencialde algunos motivos. Cada pgina de estos textos dados a historizar, expone una especialreverencia hacia la literalidad de las fuentes historiogrficas y hacia la literalidad de lasobras de los escritores, para proponer a la poesa como el ms alto umbral. Y, por un rodeoatento y respetuoso respecto del lector, localiza las napas y las derivas de la historialiteraria, all donde ensaya un modo todava diferente de volver a inventar, o de serinventado...

    Universidad Nacional de Rosario CLAUDIA CAISSO