Suplemento Cultural Contenido 18-02-12

4
Maracay, Sábado 18 de enero de 2012 Crónicas del Olvido Sánchez Peláez y sus rasgos comunes ALBERTO HERNÁNDEZ 1.- Una lectura, una carrera en línea curva sobre el poema. Se trata de un intento, el mis- mo de salir airoso del follaje, de los animales que tanto abundan en el ramaje de mi ventana, por donde el mun- do entra a pedazos y estacio- na sus pecados y viajes sobre la página 30 de Rasgos comu- nes (Monte Ávila Editores, Colección Altazor, Caracas, 1975), donde "Trayectoria" retorna, luego que el polvo hiciera su labor por largos meses en el anaquel de los poetas sobrios, los sombríos, los luminosos, los borrachos, los viejos (labrados en Aire sobre aire), los a diario resu- citados, los amados, los que no tienen lugar donde dejar el olvido. El poema respira sin ayu- da. Es un diafragma, un mús- culo que ataja el ojo y lo va- cía, Juan Sánchez Peláez se deja ir, con una respiración agitada: "Cuando os veo vacas verticales y sagradas, os veo vacas/ próvidas, os veo de cerca saltonas en las veredas, hembras/ para el macho con aquella ubres, dando tumbos vuestro/ blanco licor, fuente de Adán en nuestros paraí- sos,// cuando os veo y la luna llora también como un cami- no/ abierto de frente a vues- tros ojos,// cuando con ex- cesos de vida os derramáis, cuando estáis/ oblicuas, rec- tas, agachadas, bien dispues- tas,// bellas a boca de jarro que inquieren a nuestro alre- dedor// no las nubes de Kio- to// no los techos de París// ni sólo viajes// velas o el mar oceánico// y que nos pade- cen y divagan por nosotros/ / y así nosotros por ellas en tanto que amantes// jirones de tierra en la duración. 2.- ¿Qué hacen esas vacas en medio de un poema? Sagra- das, verticales, próvidas. Juan Sánchez Peláez las ve, no las inventa, no las crea. Son vacas verdaderas, verdadera- mente surrealistas, naciona- les, por lo que tienen de ubres y huidizas, orejanas. Las va- cas de Juan son las vacas de sus ojos, las de sus ojos de búho, como decía Gerbasi. Pero nada, también son astros que giran alrededor de la mi- rada de quien las descubre con las tetas llenas de licor, borrachas desde abajo. Por eso los ojos de las vacas de Sánchez Peláez son oblicuas, rectas y agachadas. Y como así son ellas, aunque tenga se- movientes de ese tipo en su patio o en un poema, que no el poema mismo, curvo, sor- presivo, imaginario, marean- te por lo que tiene de conti- nuo el golpe del mar contra la costa de sus palabras. Como lo escribe Juan Gus- tavo Cobo Borda, "entre el derroche y la privación; en- tre el fulgor de ciertas imáge- nes y el carácter indigente de su labor, logra que la realidad se oculte y se revele a la vez". Luz y sombra, atarrillamien- to de algún animal de costum- bre bajo un árbol desnudo. Así es esta lectura, un poco vaca, un poco desparpajo. Su- rrealista por rebelde, por es- tar contra el totalitarismo de la estupidez, contra la dicta- dura del cinismo más barato. Que lo digan las vacas, que son tan amigas de ser verda- deras, aunque sean sólo una imagen de texto, reflejo de mirada en un verso. 3.- En sus "Signos primarios", segunda parte de Rasgos co- munes, Juan Sánchez abre la posibilidad de descubrirse en la soledad de la casa. "Entre tu imagen y el horizonte, águi- la en el hombro de ningún centinela, ella se deja estar". Cierto, detrás está el mundo, el que ha dejado el poeta con su muerte o, mejor, con su si- lenciosa retirada "Indócil en ocasiones a tu amor…". Más adelante, entre el pol- vo del tránsito eterno, el poeta suelta: "De nadie es mi sombra. Tuyo y de nadie es el camino/ abierto.// De na- die es mi luz: se encorva en mis bolsillos como una/ sombra más, la nada es co- mún del girasol". Como leo bajo la lluvia y mi árbol personal cae cimbrado sobre la ventana, tengo al poeta preso en la nostalgia, en la causa de su lejanía. Lo leo en voz alta para la sordera del mundo "Nadie me ve estos ojos, los desesperados ojos como cosas/ escritas en sue- ño. Nadie me ve sentado en una silla de oro/ tocando el universo simplemente con la marea que roza/ labio a labio mientras afino mi flauta con la ley de los/ pájaros". Uno de ellos se acerca, es- tride mi mañana, la rompe, me quita la mañana, se des- quita para acercarse a Juan Liscano "Tienes nombre pro- pio si excavas dentro de ti y rechazas/ el miedo a morir y aceptas el verbo que/ condu- ce al silencio…" Palabra más palabra, poe- ma. La muerte y lo que que- da, estos textos, esta deso- lación desde mi biblioteca, desde la ventana abierta que me descubre frente al cielo lluvioso. Juan Sánchez Peláez quie- to, ojos de salto de agua, ani- mal de costumbre cuyos ras- gos son tan comunes como su eternidad.

description

Suplemento Cultural Contenido 18-02-12

Transcript of Suplemento Cultural Contenido 18-02-12

Page 1: Suplemento Cultural Contenido 18-02-12

Maracay, Sábado 18de enero de 2012

Crónicas del Olvido

Sánchez Peláezy sus rasgos comunes

ALBERTO HERNÁNDEZ

1.-Una lectura, una carrera en

línea curva sobre el poema.Se trata de un intento, el mis-mo de salir airoso del follaje,de los animales que tantoabundan en el ramaje de miventana, por donde el mun-do entra a pedazos y estacio-na sus pecados y viajes sobrela página 30 de Rasgos comu-nes (Monte Ávila Editores,Colección Altazor, Caracas,1975), donde "Trayectoria"retorna, luego que el polvohiciera su labor por largosmeses en el anaquel de lospoetas sobrios, los sombríos,los luminosos, los borrachos,los viejos (labrados en Airesobre aire), los a diario resu-citados, los amados, los queno tienen lugar donde dejarel olvido.

El poema respira sin ayu-da. Es un diafragma, un mús-culo que ataja el ojo y lo va-cía, Juan Sánchez Peláez sedeja ir, con una respiraciónagitada: "Cuando os veo vacasverticales y sagradas, os veovacas/ próvidas, os veo decerca saltonas en las veredas,hembras/ para el macho conaquella ubres, dando tumbosvuestro/ blanco licor, fuentede Adán en nuestros paraí-sos,// cuando os veo y la lunallora también como un cami-no/ abierto de frente a vues-tros ojos,// cuando con ex-cesos de vida os derramáis,cuando estáis/ oblicuas, rec-tas, agachadas, bien dispues-tas,// bellas a boca de jarroque inquieren a nuestro alre-dedor// no las nubes de Kio-to// no los techos de París//ni sólo viajes// velas o el maroceánico// y que nos pade-

cen y divagan por nosotros// y así nosotros por ellas entanto que amantes// jironesde tierra en la duración.

2.-¿Qué hacen esas vacas en

medio de un poema? Sagra-das, verticales, próvidas.Juan Sánchez Peláez las ve, nolas inventa, no las crea. Sonvacas verdaderas, verdadera-mente surrealistas, naciona-les, por lo que tienen de ubresy huidizas, orejanas. Las va-cas de Juan son las vacas desus ojos, las de sus ojos debúho, como decía Gerbasi.Pero nada, también son astrosque giran alrededor de la mi-

rada de quien las descubrecon las tetas llenas de licor,borrachas desde abajo. Poreso los ojos de las vacas deSánchez Peláez son oblicuas,rectas y agachadas. Y comoasí son ellas, aunque tenga se-movientes de ese tipo en supatio o en un poema, que noel poema mismo, curvo, sor-presivo, imaginario, marean-te por lo que tiene de conti-nuo el golpe del mar contra lacosta de sus palabras.

Como lo escribe Juan Gus-tavo Cobo Borda, "entre elderroche y la privación; en-tre el fulgor de ciertas imáge-nes y el carácter indigente desu labor, logra que la realidad

se oculte y se revele a la vez".Luz y sombra, atarrillamien-to de algún animal de costum-bre bajo un árbol desnudo.Así es esta lectura, un pocovaca, un poco desparpajo. Su-rrealista por rebelde, por es-tar contra el totalitarismo dela estupidez, contra la dicta-dura del cinismo más barato.Que lo digan las vacas, queson tan amigas de ser verda-deras, aunque sean sólo unaimagen de texto, reflejo demirada en un verso.

3.-En sus "Signos primarios",

segunda parte de Rasgos co-munes, Juan Sánchez abre la

posibilidad de descubrirse enla soledad de la casa. "Entretu imagen y el horizonte, águi-la en el hombro de ningúncentinela, ella se deja estar".Cierto, detrás está el mundo,el que ha dejado el poeta consu muerte o, mejor, con su si-lenciosa retirada "Indócil enocasiones a tu amor…".

Más adelante, entre el pol-vo del tránsito eterno, elpoeta suelta: "De nadie es misombra. Tuyo y de nadie esel camino/ abierto.// De na-die es mi luz: se encorva enmis bolsillos como una/sombra más, la nada es co-mún del girasol".

Como leo bajo la lluvia y miárbol personal cae cimbradosobre la ventana, tengo alpoeta preso en la nostalgia, enla causa de su lejanía. Lo leoen voz alta para la sordera delmundo "Nadie me ve estosojos, los desesperados ojoscomo cosas/ escritas en sue-ño. Nadie me ve sentado enuna silla de oro/ tocando eluniverso simplemente con lamarea que roza/ labio a labiomientras afino mi flauta conla ley de los/ pájaros".

Uno de ellos se acerca, es-tride mi mañana, la rompe,me quita la mañana, se des-quita para acercarse a JuanLiscano "Tienes nombre pro-pio si excavas dentro de ti yrechazas/ el miedo a morir yaceptas el verbo que/ condu-ce al silencio…"

Palabra más palabra, poe-ma. La muerte y lo que que-da, estos textos, esta deso-lación desde mi biblioteca,desde la ventana abierta queme descubre frente al cielolluvioso.

Juan Sánchez Peláez quie-to, ojos de salto de agua, ani-mal de costumbre cuyos ras-gos son tan comunes como sueternidad.

Page 2: Suplemento Cultural Contenido 18-02-12

Contenido Maracay, Sábado 18 de enero de 201210

Logros del Ministeriode la Verdad

CARLOS YUSTI

El mundo de la novela1984 de George Orwellesta dividido en tres

grandes bloques: Oceanía,Eurasia y Estasia. Tres me-gaestados que viven perma-nentemente en guerra unoscon otros. El protagonista dela novela (de nombre Wins-ton Smith) vive en Oceanía yes un funcionario subalternodel Gobierno, un burócratadel partido que trabaja en elMinisterio de la Verdad. Sufunción es retocar y reescri-bir las notas en los periódi-cos y los artículos de las re-vistas para adecuarlos a los li-neamientos del Gobierno. Eneste mundo de Winston Smithtodo parece estar desplazado,todo es trastocado y así el Mi-nisterio de la Verdad reescri-be la historia impresa a con-veniencia y elabora mentirascreíbles para los ciudadanos,el Ministerio de la Paz se en-carga de organizar todo loconcerniente a la guerra parafomentarla e incluso para quese prolongue en el tiempo. ElMinisterio del Amor es el en-cargado de torturar y some-ter a los ciudadanos a una es-pecie de terapia para quebrarsu voluntad y se adapte a lasexigencias del Estado presidi-do por un personaje llamadoEl Gran Hermano. Personajeque nadie ha visto aunque sufoto, estatuas y afiches apare-cen en todo lados acompaña-do por una disuasiva frase "ElGran Hermano te vigila".

La novela de Orwell publi-cada en el año 1949, siemprese ha tenido como una críticasumaria al estalinismo de laotrora Rusia comunista, aun-que intentaba pasar por algoasí como una novela futuris-ta. Muchos críticos asevera-ban que el escritor inglés seinspiró, o tomó en calidad depréstamo, bastante de la no-vela Nosotros (editada en elaño1921) del escritor rusoEvgeni Ivanovich Zamiatin(Lebedian 1884-París, 1937)cuyo argumento se podríaresumir así: En el Estado Úni-co se encuentra la ciudad decristal y acero. Dicha ciudadestá rodeada por un muro quela separa del mundo salvaje.La existencia de sus habitan-

tes transcurre bajo el férreomandato del Bienhechor y yano son seres humanos connombres, sino un simple nú-mero. La vida personal hasido borrada y los hombres-número trabajan con hora-rios rígidos y siempre a la vis-ta de los demás. Ahora noexiste el "yo", sino el "noso-tros". El narrador D 503,quien es el proyectista de unanave que cruzará el universopara llevar a otros mundos loslogros y hazañas del Bienhe-chor, cree con firmeza en loque hace sólo que se enamo-ra y en el Estado Único el amores sinónimo de rebeldía.

Zamiatin ubicó su historiaen un futuro utópico, de he-cho la novela se incluyecomo precursora del génerode ciencia ficción, quizá tra-tando de esquivar la censuray fue escrita en Rusia duranteel apogeo del estalinismo. El

estilo de Zamiatin es algo ári-do, no obstante la circunstan-cia en la que fue escrita y lacrítica negra sobre los engra-najes de un Estado en el cualel poder se concentra en unlíder omnipresente y que re-curre a determinados meca-nismos aberrantes para sojuz-gar a los ciudadanos, sinmencionar que fue modelopara otro libros con tema si-milar como Un mundo feliz,de Aldous Huxley o Himno,de Ayn Rand.

Orwell por supuesto leyó laobra y calcó el esqueleto ar-gumental del libro, ademáscomo era un escritor con másrecursos, en cuanto a la car-pintería estilística, pudo re-elaborar con más crudeza esapesadilla del poder aplastan-do al individuo en nombre dela felicidad colectiva.

Zamiatin que había experi-mentado como la palabra es-

crita puesta al servicio de losideales que impulsan al lídersupremo era la primera esca-lada para el cerco del pensa-miento (contrario a las rece-tas del Estado o ampliamenteimaginativo) hace escribir a supersonaje D 503 "Y si estosseres no comprendieran porlas buenas que les aportamosuna dicha matemáticamenteperfecta, deberemos y debe-mos obligarles a esta vida fe-liz. Pero antes de empuñar lasarmas, intentaremos lograrlocon el verbo. En nombre delBienhechor, se pone en cono-cimiento de todos los núme-ros del Estado único: Que todoaquel que se sienta capacita-do para ello, viene obligado aredactar tratados, poemas,manifiestos y otros escritosque reflejen la hermosura y lamagnificencia del Estado úni-co. Estas obras serán las pri-meras misivas que llevará elIntegral al Universo".

La novela de Orwell porotra parte ahonda en ese temadel lenguaje, de la manipula-ción de las palabras paraamoldarlas y ahormarlas a lasdirectrices ideológicas delEstado. En la Oceanía de Wins-ton Smith se ha creado la neo-lengua cuya meta era des-echar la vieja lengua conten-tiva de muchas no-verdadesy crear un modo de expresiónque no permitiera pensa-mientos fuera de la ideologíadel Gran Hermano. Todo pasapor el lenguaje. El Estadoorwelliano quien domina laspalabras hace uso a placer delas mismas no sólo para tras-tocar viejos conceptos, sinopara darle nuevos derroterosa la Historia. El escritor E. L.Doctorow tiene una visiónmás acertada sobre las inten-ciones reales de la novela deOrwell y escribe "El lector quevuelva a tomar el libro des-pués de muchos años tal vezse sorprenda al comprobarque requiere su atención enmayor grado. No son los ac-cesorios del Estado maligno,tales como la policía, las tele-pantallas, los implementos detortura o el famoso Cuarto101. Lo que Orwell destaca demanera recurrente a lo largodel libro es la idea de la mani-pulación política de la reali-dad mediante el control de lahistoria y el lenguaje".

El otro punto ineludible es

la libertad. La estrecha vigilan-cia que se ejerce sobre los in-dividuos va directo a la yugu-lar de la intimidación. Dondeel estado todo lo controla cual-quier actividad puede ser ca-talogada como criminal. Za-miantin lo plantea así en unaparte de su novela Nosotros"¿Liberación? Resulta sorpren-dente darse cuenta de lo inten-sos y poderosos que son losinstintos delictivos de la huma-nidad. Y lo digo a plena con-ciencia: delictivos. Pues losconceptos de libertad y delitoestán tan estrechamente vin-culados como… digamos, porejemplo, como el movimientode un avión con su velocidad:si la velocidad de un avión escero, entonces éste no se mue-ve; lo cual es absolutamentecierto. Si la libertad de hombrees cero, entonces no cometedelitos. El único medio de pre-servar al hombre del crimen essalvaguardarle de la libertad."

Los logros de cualquierministerio, real o ficticio,siempre son nulos por el es-píritu de incompetencia quelos anima y como están abo-cados a llevar a cabo tareascon horarios y papeles pron-to la niebla del absurdo loscubre con lentitud de tal suer-te que funcionarios o visitan-tes de repente se ven entram-pados en esa atmósfera kaf-kiana de lo irreal. En el mun-do frío de los ministerios lavida está sometida a conjurasinvisibles para que nada fun-cione aunque en apariencia seperciba mucha actividad,mucho movimiento de pape-les, formas, sellos y firmas noes casual que la literatura losutilice como ejemplo de bu-rocracia, como esa caricatu-ra donde todo se paraliza,menos el reloj que marca lahora de entrada y salida de losfuncionarios.

La literatura en su mejoracepción se puede considerarcomo un discurso que va acontracorriente de los dis-cursos del Poder. Mientras elpoder quiere un mundo cua-driculado y previsible en laque todos sus ciudadanossean modelos de los política-mente correcto, la literaturaabre la puerta de lo inespera-do, de los imprevisible, de laimaginación fulminándolotodo incluso las normas y le-yes que rigen el lenguaje.

Page 3: Suplemento Cultural Contenido 18-02-12

Maracay, Sábado 18 de enero de 2012 Contenido 31

Ese pájaro inalcanzableJULIO JÁUREGUI

Mientras el hombre midió sutiempo en el curso del sol y enel silencio de la noche, su vida

transcurrió en transparente armonía.Era el tiempo de los pájaros y de los ár-boles. Era un correr de río y de anima-les creciendo. 1000 millones de añosatrás comenzó la aventura de la pri-mera molécula viajera que inició sudiminuto tránsito en el fondo del mar.

Cuando esa molécula se trepó a latierra y se lanzó a los aires, fue dejan-do una larga hilera de criaturas mara-villas: hierbas, flores, árboles, repti-les, peces, pájaros, moscas, elefantes,ballenas, simios y finalmente el habi-lidoso Homo Sapiens.

Este último, desarrollando su inte-lecto, dio un salto mortal que casi losaca de su reino y todas las medicio-nes anteriores de la vida perdieronvigencia. Él no se sintió emparentadocon sus hermanos biológicos. Se ale-jó, definitivamente, de los tiernos

brazos de su madre natural. Empezó atransitar el planeta como un conquis-tador recién desembarcado.

Poco a poco, le fue poniendo nombrea las cosas, a medida que se adueñaba deellas. Inventó explicaciones fantasiosaspara los abismos de su mente. Fabricótodo tipo de instrumentos para doblegara sus semejantes. Su ambición de poderle abrió los caminos de la sangre.

El tiempo fue una de sus preocupa-ciones esenciales. Primero, encerró elsol y la luna en una diminuta vueltade planeta que fácilmente cupo en unreloj cualquiera. Después midió el so-nido, la velocidad de los astros, de laluz, de los átomos, de las galaxias.

Se encontró, entonces, ante el insig-nificante tiempo de su vida. Ese diminu-to reloj se detenía en el momento en queél deseaba que continuara el curso delas agujas. Entonces, inventó un tiemposobrenatural, un mundo paradisíaco oinfernal donde el tiempo era eterno.

Pobre Homo sapiens que se olvidódel único tiempo que tenemos: el hu-milde y hermoso tiempo de los pája-ros y de los árboles.

Compañerainsobornable la muerte

JULIO JÁUREGUI

Mientras el juego siguió el cur-so natural de las aguas y delas flores que se marchitan, la

muerte fue un simple sobresalto. Desper-tarse una mañana y no encontrar, sobrela silla, aquel cuerpecito pálido y tem-bloroso. Era el asombro de descubrir quela vida se resume en la ausencia.

Pero todos los días nacen flores enlos rincones y nuevos cuerpos ocu-pan las sillas vacantes. Las risas nopierden su hermosura. Los abuelos si-guen sembrando flores bajo la tierra.

Un día, el hombre tomó concien-cia de esa sombra adherida a su cuer-po, esa negación de su Ser, esa com-pañera insobornable y final.

Empezó a estudiarla, a disecarla, aproyectarla, a cultivarla, a sublimar-la, buscando en el fondo, negarla en laforma aparentemente más rotunda.¿Cómo un ser tan prodigiosamente in-teligente y eficaz puede aceptar queesa maravillosa organización pueda

concluir ante el menor atropello o en-fermedad? Él, que representa la con-ciencia del Universo, no puede culmi-nar su prodigioso itinerario en unaoscura fosa donde solamente le espe-ra la húmeda caricia de la tierra.

Entonces, insurgen las cosmogo-nías, los mitos, las religiones, las fi-losofías y cuanta montaña teórica in-ventó el hombre ante el terror de esasombra insoslayable y terrenal. Loimportante era arrancarse ese frío ycreer en una vida eterna, en cual-quier reino y bajo cualquier ropaje.

Hasta le inventaron una compañeratransparente y bondadosa: un alma quenunca cierra los ojos y te separa de esacompañera cruel, para llevarte de lamano al otro reino de la vida eterna.

Legiones de charlatanes, brujos, sacer-dotes, médiums, quirománticas, etc., hantratado en vano de negar este reino comonuestro único camino, rotundamente te-rrenal, para nacer, transitar y morir. Perola realidad siempre triunfa sobre las ideas.Ella es el primer paso y el último. Y en ella,también reside la felicidad.

Page 4: Suplemento Cultural Contenido 18-02-12

Contenido Maracay, Sábado 18 de enero de 201232

José AlbertoMejías

A: Jhonira Alejandra porque para mí tu amistadEs una bendición tan igual de grande que mi sueñoDe poder amarte y cuidarte como a una bebé.

SOPOR

Y al cerrar los ojos… la fantasía fue perfecta.Mi piel quedó petrificada en un solo escalofrío al oírbajo el inerte silencio, el sutil crujido de las hebras desu pelo cayendo sobre mi rostro. Aunque no los vipercibí claramente la inmediata ternura que iluminósus ojos mirándome profundamente. Pude sentir eldébil y húmedo sonido de sus labios abriéndose. Lo oíaún más claro cuando se cerraron en los míos. Pudesentir nítidamente en cada fibra de mi ser, el enardeci-do recorrido de su lengua en mi boca y ese otro dulcesonido que quedaba balbuceando en el aire cuandodejaba escapar mis labios de los suyos después desuccionarlos.

Ella era la más perfecta encarnación del magníficoedén de mis fantasías. Mil mujeres en un solo cuerpo.Mil bocas dentro de un solo beso. Mil amantes y unasola alma. La suya enraizada en la mía.

Jamás debí abrir los ojos. Pero el exquisito tono de suvoz acabó con el letargo. Fue tan nítido y punzante. Tandelicado y casi tan inaudible como el frágil sonido queproduce el pétalo de una rosa al caer. Extasiado yfascinado, abrí los ojos. Jamás debí abrirlos. Eras tú.Por un instante miré los tuyos y el intenso destello querebosó su pasión, me segó borrando por completo ladimensión de tu rostro.

Al aclarar la visión me encontré solo en mi cuarto conla mirada clavada en el techo. Respiré profundo. Volví aabrazarme a mi almohada. Y al cerrar los ojos… lafantasía fue perfecta.

LA BELLEZA

La belleza de la mujer se halla iluminadaPor una luz que nos lleva y convida a contemplarEl alma que tal cuerpo habita, y si aquélla es tan bellacomo ésta,Es imposible no quererla, no amarla y adorarla.Sócrates

¿Alguna vez te has puesto a pensar en todas las vecesen que algún idiota como yo, te ha dicho lo preciosaque eres? ¿En todas y cada una de las veces en que telo han escrito, en algún comentario o mensaje privadoen tu facebook?

¿Algunas vez has pensado que todos aquellos quienestanto insisten en emular tu belleza, no se atreven a vermás allá de las superficies... que no te han visto comorealmente eres? Que tal vez, adoran mucho más tubelleza que a ti misma. Y que, al final de cuentas labelleza no hace feliz a quien la posee sino a quien

aspira a amarla y adorarla.

Bueno, te diré que es súper difícil mirarte y evitar elsimple hecho… de ser cautivado por tu belleza. Por elirresistible magnetismo de tu sensualidad. Por el porten-toso perfil de tu silueta; esbelta y glamorosa. Por laperfecta simetría de las sutilísimas líneas que definen laanatomía de tus labios; tan exquisitamente delineado ytan profundamente apetecibles que, el mismo impulsode mirarlos, incita a devorarlos.

Es bien difícil mirarte y, no ser cautivado por el brillo másintenso de tu mirada más tierna o de tu mirada máscoqueta. O por la sencilla hermosura de tu rostro sereno,acompañado únicamente por el silencio y por el misteriode lo que hay detrás de tus ojos.

La verdad es que, es bien difícil. Incluso el no mirarte yno dejar de pensar en lo bonita que eres. Imaginándote

a voluntad y precisándote a placer dentro de la máximaprivacidad del pensamiento y sin ningún tipo de límiteen la íntima soledad de mi habitación… es sencilla-mente obsesionante.

Pero debes entender una cosa y es que, son todos losatractivos que constituyen tu belleza, lo que mantienelatente el enigma de la esencia de tu ser. De esemisterio divino por saber, si la luz de tu interior, puedeser tan formidable y tan genuina que logre superartoda la hermosura que reflejas por fuera.

No tengo el suficiente argumento para describir tubelleza, ni mucho menos el conocimiento exacto paradefinir tu personalidad. Lo único que realmente puedodecirte con total seguridad y sin temor a equivocarmees que, ninguno de los motivos por los cuales megustarías mucho más de lo que ahora me gustas,jamás podrían verse reflejados en un espejo.