«Tecnología y Crecimiento: Crónica de un desencuentro» · keynesiana o neoclásica a los...

30
Ekonomiaz N. º 22 56 «Tecnología y Crecimiento: Crónica de un desencuentro» El artículo trata de indagar en torno a las dificultades con las que la teoría del crecimiento se enfrenta para incorporar, de una manera convincente, a la tecnología en el seno de sus construcciones analíticas. Para ello, se hace un recorrido crítico por las formas de considerar las variables tecnológicas en los principales modelos de crecimiento, desde las iniciales propuestas de inspiración keynesiana o neoclásica a los desarrollos de la teoría de las generaciones, y desde las primeras formalizaciones del cambio técnico como variable endógena a las más recientes modelizaciones, bien del crecimiento endógeno con economías externas y/o rendimientos crecientes, bien del enfoque evolucionista de clara inspiración schumpeteriana. El artículo termina, a modo de balance, con una reflexión de carácter metodológico. Lan hau hazkundearen teoriak bere eraikuntza analitikoen baitan teknologiari modu egoki batean atxikitzeko aurkitzen dituen oztopoak aztertzen saiatzen da. Eta horretarako, hazkunde-eredu printzipaletan eman izan diren aldagai teknologikoak aztertzeko moduei gain-begiratu kritiko bat ematen zaie, hasi inspirazio keynesiar edo neoklasikoko hasierako proposamenetatik eta belaunaldien teoriaren garapeneraino, edota barneko aldagai bezala aldaketa teknikoaren lehen formalizazioetatik hasi eta modelizaziorik berrienetaraino, nahiz kanpoko ekonomia eta/edo errendimendu hazkorrekiko barne-hazkundearenak, nahiz inspirazio argiro schumpetertarreko enfoke eboluzionistarenak izan hauek. Eta azkenean, balantze modura, metodologia mailako gogoeta batekin bukatzen da artikulua. This article attempts to examine the difficulties with which the theory of growth is faced if it is to incorporate technology, in a convincing way, in the heart of its analytical structure. To this end, a critical look is taken at the way technological variables are considered in the main models of growth, from the initial keynesian or neo-classical ideas to the development of the theory of generations, and from the original formulation of technical change as an endogenous variable to the most recent models, of either endogenous growth with external economies and/or increasing returns, or of a clearly schumpeterian evolutionist approach. The article ends with a reflection of a methodological nature, by way of a summary.

Transcript of «Tecnología y Crecimiento: Crónica de un desencuentro» · keynesiana o neoclásica a los...

Page 1: «Tecnología y Crecimiento: Crónica de un desencuentro» · keynesiana o neoclásica a los desarrollos de la teoría de las generaciones, y desde las primeras formalizaciones del

Ekonomiaz N. º 22 56

«Tecnología y Crecimiento: Crónica de undesencuentro»

El artículo trata de indagar en torno a las dificultades con las que la teoría delcrecimiento se enfrenta para incorporar, de una manera convincente, a latecnología en el seno de sus construcciones analíticas. Para ello, se hace unrecorrido crítico por las formas de considerar las variables tecnológicas en losprincipales modelos de crecimiento, desde las iniciales propuestas de inspiraciónkeynesiana o neoclásica a los desarrollos de la teoría de las generaciones, y desdelas primeras formalizaciones del cambio técnico como variable endógena a lasmás recientes modelizaciones, bien del crecimiento endógeno con economíasexternas y/o rendimientos crecientes, bien del enfoque evolucionista de clarainspiración schumpeteriana. El artículo termina, a modo de balance, con unareflexión de carácter metodológico.

Lan hau hazkundearen teoriak bere eraikuntza analitikoen baitan teknologiari moduegoki batean atxikitzeko aurkitzen dituen oztopoak aztertzen saiatzen da. Etahorretarako, hazkunde-eredu printzipaletan eman izan diren aldagai teknologikoakaztertzeko moduei gain-begiratu kritiko bat ematen zaie, hasi inspirazio keynesiaredo neoklasikoko hasierako proposamenetatik eta belaunaldien teoriarengarapeneraino, edota barneko aldagai bezala aldaketa teknikoaren lehenformalizazioetatik hasi eta modelizaziorik berrienetaraino, nahiz kanpoko ekonomiaeta/edo errendimendu hazkorrekiko barne-hazkundearenak, nahiz inspirazio argiroschumpetertarreko enfoke eboluzionistarenak izan hauek. Eta azkenean, balantzemodura, metodologia mailako gogoeta batekin bukatzen da artikulua.

This article attempts to examine the difficulties with which the theory of growth is faced ifit is to incorporate technology, in a convincing way, in the heart of its analytical structure.To this end, a critical look is taken at the way technological variables are considered inthe main models of growth, from the initial keynesian or neo-classical ideas to thedevelopment of the theory of generations, and from the original formulation of technicalchange as an endogenous variable to the most recent models, of either endogenousgrowth with external economies and/or increasing returns, or of a clearly schumpeterianevolutionist approach. The article ends with a reflection of a methodological nature, byway of a summary.

Page 2: «Tecnología y Crecimiento: Crónica de un desencuentro» · keynesiana o neoclásica a los desarrollos de la teoría de las generaciones, y desde las primeras formalizaciones del

Ekonomiaz N. º 22 57

José Antonio AlonsoUniversidad Complutense de Madrid

1. Los primeros modelos de crecimiento: la tecnología detrás de la puerta.2. El progreso técnico entra en escena.3. Cambio técnico endógeno y rendimientos crecientes.4. La perspectiva evolucionista.5. Consideraciones finales: una reflexión sobre el método.Bibliografía.

La literatura empírica sobre el crecimientoeconómico ha puesto en evidencia elpapel central que el desarrollo tecnológicotiene en la configuración y en los ritmosde evolución de una economía. El niveltecnológico condiciona la conformaciónsectorial, la coherencia interna y laespecialización internacional de unsistema productivo; así como determinalos niveles de eficacia y las posibilidadesde crecimiento que tal sistema encierra(1). Dada la importancia que cabe atribuira esta variable, no es extraño que lateoría económica haya tenido quereservar un espacio para su adecuado

(1) Como es obvio, la aportación de la tecnologíaexcede al ámbito de lo económico. Como señalaSegura (1989): «La historia de la humanidad es, enbuena medida, la historia del cambio técnico, entanto que las posibilidades de desarrollo de aquéllahan estado condicionadas por la tecnología», pág.21.

tratamiento. Lo que resulta tal vez mássorprendente a los ojos del profano es elretraso —y aún las limitaciones— con queel análisis del cambio técnico se hatratado de integrar en el corpus central dela teoría económica. El presente artículose propone indagar en las razones desemejante anomalía. Másparticularmente, se tratará de analizar lasresistencias que, a lo largo del tiempo, lateoría económica ha mostrado paraincorporar la variable tecnológica en unámbito en el que, sin embargo, supresencia resultaba manifiestamenteinexcusable: la teoría del crecimiento.Pues, en efecto, en pocos ámbitos sedemuestra la tecnología más necesariaque en aquel que pretende explicar laevolución de una economía a lo largo deltiempo. Dadas las dimensiones de estetrabajo, no es posible realizar un recorridoexhaustivo por la ya muy nutrida literatura

Palabras clave: Modelos de crecimiento, cambio tecnológico, innovación.Nº de clasificación JEL: O3, O33

Page 3: «Tecnología y Crecimiento: Crónica de un desencuentro» · keynesiana o neoclásica a los desarrollos de la teoría de las generaciones, y desde las primeras formalizaciones del

«Tecnología y Crecimiento: Crónica de un desencuentro»

Ekonomiaz N. º 22 58

del crecimiento, pero sí señalar aquellospasos más decisivos dados en el caminohacia una mayor y mejor comprensión delpapel que la tecnología tiene en elprogreso económico. La misma eleccióndel tema limita el campo de la reflexión,que básicamente se centra en los efectosmacroeconómicos del cambio tecnológico(2).

1. LOS PRIMEROS MODELOS DECRECIMIENTO; LA TECNOLOGÍADETRÁS DE LA PUERTA

A finales de los años cincuenta, unaserie de investigaciones de conocidosespecialistas —Abramovitz (1956), Solow(1957), Kendr ick (1961) y Denison(1962)— trataron de investigar elcrecimiento de la economíanorteamericana a lo largo del presentesiglo, evaluando el papel que los distintosfactores habían tenido en su promoción.Aunque discrepaban en sus resultadosnuméricos y en diversos aspectosmetodológicos, todos ellos alumbrabanuna misma conclusión un tanto paradójicasi se tiene en cuenta la teoríapreexistente: el progreso tecnológico, unavariable no considerada en los primerosmodelos teóricos, se erigía en el principalfactor explicativo del crecimientoeconómico contemporáneo (3).Particularmente sorprendente fue laconclusión obtenida por Solow en su

(2) Se abandona así la referencia a los aspectosmicroeconómicos del cambio tecnológico; auncuando tales aspectos, desvelados en unaabundante y rica literatura, han servido para inspirarun tratamiento más realista del proceso de creación,difusión y adaptación tecnológica en los modelos decrecimiento. Para una buena síntesis de loshallazgos y líneas de investigación en este ámbitode trabajo, véase Dosi (1988). También puedenconsultarse Rosenberg (1982), Nelson y Winter(1977 y 1982), Dosi et al. (1988) y Freeman (1990).

(3) Una buena síntesis de estas investigacionesse encuentra en Abramovtz (1991) y en J.W. Kendrick(1991).

celebrado artículo: cerca del 90% delcrecimiento de la producción portrabajador en Estados Unidos, durante elperíodo 1909-49, se debía a la asíconsiderada «variable residual»,denominación bajo la que se recogía todoun conjunto de factores que se suponíanrelacionados con el cambio tecnológico(4). Aquellos primeros resultados fuerondiscutidos por investigadores posteriores,dando lugar a estimaciones másmatizadas sobre el papel que cabíaatribuir al cambio técnico (5). Si bien ladiscusión no está todavía cerrada, nadiecuestiona en la actualidad la importanciaque adquiere este factor, hasta entoncesdescuidado por la corriente principal de lateoría económica. Aun cuando pudierahaber denuncias previas sobre semejanteomisión, lo cierto es que aquellasinvestigaciones sobre el crecimientotuvieron respecto a la teoría económica elmismo papel que los ojos del niño aldenunciar la desnudez del rey: la teoríahabía descuidado un factor básico en lavida económica, el cambio tecnológico.

La explicación de semejante anomalíageneralmente se asocia con la orientaciónque dominó la reflexión económica desdefinales del pasado siglo. A partir de larevolución marginalista, la teoríaeconómica concentró sus esfuerzos en el

(4) El progreso tecnológico se incorpora en elmodelo como una variable residual. O, como diríaSolow (1957), como «una expresión taquigráfica decualquier tipo de desplazamiento de la función deproducción. Así, los descensos de la actividad, losacelerones, las mejoras en la educación de la fuerzade trabajo y todo tipo de cosas, se consideraríacomo «cambio técnico», pág. 312. Dado su carácterresidual, de agregado heterogéneo, «la importanciade este elemento —como señala Abramovitz(1956)— nos proporciona una cierta medida denuestra ignorancia sobre las causas del crecimientoeconómico», pág. 11.

(5) Especialmente a partir de la discusiónmotivada por la estimación de Jogerson y Griliches(1967), que dio lugar a los posteriores trabajos deDenison (1969) y de Jorgenson y Griliches (1972).

Page 4: «Tecnología y Crecimiento: Crónica de un desencuentro» · keynesiana o neoclásica a los desarrollos de la teoría de las generaciones, y desde las primeras formalizaciones del

José Antonio Alonso

Ekonomiaz N. º 22 59

estudio de los mecanismos asignativos deque dispone el mercado, abandonando lasanteriores pretensiones de loseconomistas clásicos de descubrir lasgrandes leyes que rigen la evolución delas economías (6). Su principal objetivofue proporcionar una explicaciónconvincente del proceso de formación delos precios —de bienes y factores— enmercados competitivos y entender losmecanismos que conducen al equilibrio endichos mercados. Para ello el marcotemporal en el que se desenvuelve elanálisis es el de corto plazo. Y conforme aesta opción, se marginan todas aquellasvariables cuya alteración se supone querequiere períodos más dilatados detiempo. Los recursos productivos, lapoblación y sus gustos o la mismatecnología se consideran dados,parámetros exógenos al modelo que sepretende explicar. Domina, pues, unavisión estática del proceso económico,centrada en el análisis de la conductamaximizadora de los agentes en el cortoplazo, considerando la compatibilidad desus decisiones en el ámbito del mercado.Incluso, en aquel los casos en que secontempla el comportamiento secuencialde alguna de las variables —es el casodel famoso modelo de la telaraña—, lareflexión se hace desde una perspectivamuy alejada de cualquier pretensióndinámica (7). A esta orientaciónfundamental de la reflexión económica no

escapa siquiera la aportación keynesiana,cuya principal contribución —como bienreconoce Harrod (8)— se sitúaigualmente en el campo de la teoríaestática

La apertura hacía una visión dinámicadel proceso económico, con el artículoinaugural de Harrod (1939), dio origen aun nuevo ámbito del análisis económico,al situar los problemas del crecimiento enel centro de la reflexión teórica. Conantelación, los economistas clásicos yalgunos autores posteriores —como Marxo Schumpeter— habían dedicado buenaparte de su esfuerzo a investigar eldesarrollo económico de las sociedadescontemporáneas. Es más, se puede decirque habían convertido el análisis de lasleyes que rigen la evolución de laseconomías en el centro de su reflexiónteórica. El vigor y la influencia de supensamiento todavía se detecta enaportaciones recientes al tema; pero,entonces, a comienzos de los cincuenta,apenas si influyó en el despertar de lateoría dinámica. El enfoquedominantemente holístico desde el que sehabían realizado aquellas aportaciones,las dificultades de formalización de susconstrucciones lógicas, la lejanía de sudiscurso respecto al aparato conceptualneoclásico, depurado a lo largo de lasdécadas anteriores y la difícilcompatibilidad de sus supuestos yconclusiones con las obtenidas en lamodelización del equilibrio, hicierondifícilmente integrables aquellaspropuestas en el marco de la nueva

(6) Así lo señala Harrod (1973): «Debo decir quela vieja teoría clásica contiene, en proporcionesaproximadamente iguales, lo que defino comoelementos estáticos y dinámicos. Los elementosdinámicos han desaparecido de lo que ahoraconsideramos el cuerpo central de los principioseconómicos. Al retinarse y perfeccionarse el análisisestático mediante el uso del concepto marginal y laexposición matemática, desapareció el análisisdinámico», pág. 21. Esta misma interpretación seencuentra en Romer (1990).

(7) No ignoramos la dificultad que supone trazaruna línea nítida de separación entre las visionesestática y dinámica en la economía. A los objetos de

esta exposición, basta con suponer que los modelosdinámicos son aquellos que tratan de explicar elcomportamiento cambiante de las variables que seconsideran relevantes en el medio y largo plazo. Parauna discusión de este aspecto, véase Hicks (1989).(8) «La aportación de Keynes que constituye ahorala parte más estudiada de su obra pertenece alcampo de la macroeconomía. Pero está confinadaen su mayor parte, o al menos en su parteestrictamente teórica, al campo de la estática». Cfr.Harrod (1973), pág. 12.

Page 5: «Tecnología y Crecimiento: Crónica de un desencuentro» · keynesiana o neoclásica a los desarrollos de la teoría de las generaciones, y desde las primeras formalizaciones del

«Tecnología y Crecimiento: Crónica de un desencuentro»

Ekonomiaz N. º 22 60

teoría del crecimiento (9). Esta nacía, trasla segunda guerra mundial, virtualmentehuérfana de referencias previas que nofuesen aquellas derivadas de lamicroeconomía neoclásica y lamacroeconomía keynesiana, ambasdominantemente estáticas. Se trataba dealzar desde sus cimientos un nuevoedificio lógico, de abrir a la exploraciónanalítica un nuevo cuerpo de doctrinaapto para interpretar el movimiento de lasvariables económicas en el medio y largoplazo (10).

1.1. El progreso tecnológico como«maná»

Los primeros modelos de crecimientose construyeron a partir de supuestossimplificadores extremos. Algunos deellos, aunque discutibles, resultabanaceptables en función del objetivoperseguido y del carácter tentativo de esafase inicial del análisis (11). Otros, sinembargo, afectaron muy crucialmente a lacapacidad interpretativa de la nacienteteoría y al concepto de dinámica a la que

(9) Como señala Harrod (1973), refiriéndose a losclásicos: «Estas doctrinas cayeron después endesgracia, junto con la teoría dinámica en la queestaban basadas. La teoría dinámica era tosca, enparte insostenible como ley universal y en ciertomodo insostenible en sí misma. Pero nada hareemplazado a esta teoría (ni a estas regias); y elcuerpo de la teoría económica que hemos enseñadohasta llegara la doctrina keynesiana, e incluida ésta,sigue siendo casi exclusivamente estática. La idea deque Jeynes es más dinámico que Ricardo esexactamente lo contrario de la realidad», pág. 24.

(10) La conciencia de estar descubriendo unnuevo campo para el análisis se encuentra muynítidamente en los primeros trabajos sobre el tema.Véase, por ejemplo, Harrod (1948), donde se planteala necesidad de crear una base axiomática propiapara la economía dinámica.

(11) Tal sucede, por ejemplo, con el recurso avariables extremadamente agregadas, que podríaencontrar su justificación en el supuesto de preciosrelativos constantes.

pretendía responder. Tal vez, una de lasmás importantes insuficiencias deriva dehaber excluido del análisis —o haberincorporado de forma deficiente— todasaquellas variables no contempladas enlas modelizaciones previas sobre elcomportamiento de los mercados, sinapercibirse del diferente marco temporalen el que se debe mover la teoría delcrecimiento. De esta insuficiencia esvíctima la tecnología que o bien no seconsidera, o bien se incorpora, cuando aello obligan las inconsistencias previas,como una variable exógena, no explicadaen el interior del modelo. Se renunciabaasí a la oportunidad de construir unateoría realista del crecimiento y seconducía la modelización hacia paradojasdifícilmente sostenibles.

El tratamiento que se daba a latecnología en estos primeros modelos decrecimiento no responde necesariamenteal juicio que sobre la realidad económicatenían sus autores: más bien era unaimposición derivada del aparatoconceptual heredado y del esquema deanálisis en el que se inspiraba suformalización. Particularmente, la nuevateoría del crecimiento, tanto en la tradiciónkeynesiana como neoclásica, es deudorade buena parte de los supuestosutilizados en la modelización delequilibrio, considerada uno de losprincipales logros intelectuales de lateoría económica. La competenciaperfecta, con agentes precio-aceptantes,mercados perfectos y ausencia derendimiento crecientes, constituye elmarco de referenc ia en el que lasteor ías se desarrollan; y proporciona elinstrumental analítico necesario para lamás fácil formalización matemática de lasrelaciones supuestas. El coste desemejante opción sería el mantenimientocomo variables exógenas de losprincipales factores explicativos delcrecimiento.

Page 6: «Tecnología y Crecimiento: Crónica de un desencuentro» · keynesiana o neoclásica a los desarrollos de la teoría de las generaciones, y desde las primeras formalizaciones del

José Antonio Alonso

Ekonomiaz N. º 22 61

Y así, en el modelo de Harrod laecuación fundamental del crecimientosostenido y equilibrado (12) se derivafácilmente de la manipulación de ciertasigualdades macroeconómicas básicas.Para ello, el modelo parte de lossiguientes supuestos simplificadores: seconsidera que el ahorro es una funciónsimple de la renta (S = sY), que lapoblación crece a una tasa exógenaconstante (n) y que la función deproducción es de coeficientes fijos. Dadosestos supuestos, es fácil derivar:

I = S = sYI = ∆ KK = vY

donde s expresa la propensión media alahorro; v, la relación capital-producto, quese supone constante; y, además, seconsidera que toda la inversión se dedicaa ampliar el stock de capital, K (lo cual esun supuesto innecesario, pero que facilitala exposición). A partir de estasigualdades se llega a la ecuaciónfundamental de crecimiento en la que latasa garantizada de expansión delproducto viene dada por el cociente entrela propensión media al ahorro y la relacióncapital-producto deseada (13). Es decir:

Gw = s/vr = Gadonde Gw es la tasa garantizada de

crecimientovr es la relación capital-productodeseadaGa es la tasa de crecimientonatural.

(12) Se considera que una economía experimentaun crecimiento sostenido cuando todas las variablesestán creciendo a una tasa proporcional constante.En caso de que la tasa de crecimiento de lasvariables sea igual y constante para todas ellas, sehabla de crecimiento proporcional. Véase Jones(1975), págs. 49 y 50.

(13) El desarrollo completo sería el siguiente:∆K = v ∆Y, dado que ∆K = I

I = sY = v Ylo que implica que Y/Y = s/v

La relación expresa que la tasa decrecimiento sostenido de una economíaserá tanto mayor cuanto más elevada seala propensión media al ahorro y mayorsea la productividad media del capital—que es la inversa de vr— en la que sesatisfagan las expectativasempresariales.

Dados los supuestos manejados, elcrecimiento con pleno empleo requeriráque se igualen la tasa de crecimiento delstock de capital y la de la poblacióntrabajadora, al objeto de mantenerconstante la relación capital-trabajo. Portanto,

K� K/K = n

y dado que K� K = s/v = Ga

resultará que para que exista crecimientosostenido y equilibrado es necesario:

Ga = s/vr = n

O, lo que es lo mismo, la tasa decrecimiento de la economía ha de serigual a la tasa natural de expansión de lapoblación.

Obviamente, nada garantiza que seproduzca la igualdad requerida entre lostres términos de la anterior ecuación,dado que las variables s, vr y n sedeterminan de manera independiente enel modelo. Es este factor el que alimentael pesimismo de Harrod acerca de laprobabilidad de que una economíadiscurra por la senda del crecimientosostenido y equilibrado. Una senda, por lodemás, altamente inestable, debido al

Si por v se entiende la relación capital-productoexistente de facto, se llegaría a la siguienteidentidad:

Ga ≡ s/vPara que el crecimiento sea sostenido la relación

capital-trabajo existente debe coincidir con laesperada. De modo que:

Ga = s/vr = GwGw expresa la tasa garantizada de crecimiento, es

decir, aquel ritmo de progreso que no modifica lasexpectativas de los agentes y deja, por tanto, a losempresarios en condiciones para continuar en unproceso similar.

Page 7: «Tecnología y Crecimiento: Crónica de un desencuentro» · keynesiana o neoclásica a los desarrollos de la teoría de las generaciones, y desde las primeras formalizaciones del

«Tecnología y Crecimiento: Crónica de un desencuentro»

Ekonomiaz N. º 22 62

papel que la formación de lasexpectativas tienen en la amplificación decualquier desequilibrio.

Ninguna de estas conclusiones se vesustancialmente modificada por lainclusión del progreso tecnológico en elmodelo. Este se expresa a través de unatasa constante, m, exógenamentedeterminada. Además, y al objeto de quesea compatible con el crecimientosostenido, el progreso técnico debe serneutral a lo Harrod (14).

En estas condiciones, la tasa decrecimiento sostenido debe ser igual a lasuma de las tasas correspondientes alcrecimiento de la población y al progresotecnológico:

Ga = s/vr = n + mPermanecen los rasgos de

improbabilidad e inestabilidad básica delcrecimiento en equilibrio, debido a ladeterminación independiente de lasvariables relevantes y a la dinámica deformación de las expectativasempresariales. Pero lo más destacable esque para incorporar al progresotecnológico en el modelo se le despoja desus rasgos más peculiares, se le

(14) Se considera progreso neutral a lo Hicksaquél que mantiene constante la relación entre lasproductividades marginales de los factores, lo que,en condiciones de competencia perfecta, suponeque se mantenga constante la relacióncapital-trabajo en la función de producción. Elprogreso es neutral en el sentido de Solow, cuandose mantiene constante la productividad marginal deltrabajo, mientras crece la productividad del capital.Y, finalmente, el progreso es neutral a lo Harrodcuando se mantiene constante la productividadmarginal del capital y el progreso técnico mejora laeficiencia del trabajo. Es decir, si se considera lafunción de producción:

Y = at F (bt K t ct L)las anteriores definiciones quedarían reflejadas en elsiguiente cuadro sinóptico:

Derivada respecto Se mantieneal tiempo Progreso neutral constante

a b c según la relación

> 0 =0 =0 HICKS capital-trabajo= 0 > 0 =0 SOLOW trabajo-producto= 0 =0 > 0 HARROD capital-producto

convierte en independiente del proceso decrecimiento de la economía y se le asimilaen su efecto al crecimiento de uno de losinputs —la fuerza de trabajo—. En lavisión de Harrod, ser tecnológicamentemás desarrollados equivale desde elpunto de vista lógico a disponer de unamás abundante población trabajadora.

Pese a ser las propuestas de Harrod yDomar (15) las primeras modelizacionesexplícitas del crecimiento, la másinfluyente propuesta y la que másabundante literatura empírica hagenerado, es el modelo neoclásico,inicialmente desarrollado por Solow(1956) y Swan (1957). Gran parte de lossupuestos iniciales son coincidentes conel modelo de Harrod, si bien en laformulación neoclásica se admite laperfecta sustituibilidad de factores, deacuerdo con la versión convencional de lafunción agregada de producción. Estaconstituye el soporte básico del modelode crecimiento. Y las características delas que está investida, absolutamentecruciales para la construcción neoclásica,son las siguientes: a) se trata de unafunción continua, lo que exige lasustituibilidad entre los inputs para laobtención de un determinado nivel deproducción: b) la productividad marginalde los factores es positiva y decreciente,lo que supone que incrementos sucesivosen un input —sin modificar el otro—originan incrementos decrecientes deloutput, y c) revela rendimientosconstantes a escala.

En condiciones de competenciaperfecta y desde un punto de vistamicroeconómico, no hay espacio para el

(15) Aun cuando existan diferencias entre laspropuestas de Domar y de Harrod, quefundamentalmente se refieren a la inexistencia en elprimero de una función de inversión, la formulaciónde ambos es muy similar, por lo que no es necesariodetenerse en mayores precisiones. Por lo demás, lacoincidencia es plena en lo que se refiere a laslimitaciones en la forma de incorporar la tecnologíaen ambos modelos.

Page 8: «Tecnología y Crecimiento: Crónica de un desencuentro» · keynesiana o neoclásica a los desarrollos de la teoría de las generaciones, y desde las primeras formalizaciones del

José Antonio Alonso

Ekonomiaz N. º 22 63

Gráfico n.º 1

progreso tecnológico entendido comoactividad deliberada. Para obtener undeterminado nivel de producción, elempresario debe optar entre aquellasdiversas combinaciones de factores que lebrinda la tecnología existente; y lo hace deacuerdo con los precios relativos de losinputs, tratando de minimizar sus costes.Y, de hecho, el valor de la producción serealiza plenamente en la retribución de losfactores, capital y trabajo, de acuerdo consu respectivas productividadesmarginales, sin que reste margen algunopara la retribución de las actividades depromoción del desarrollo tecnológico. Esteconstituye un parámetro externo al que seadecuan las posibilidades de elección delos agentes; pero las decisiones de éstosno condicionan, en cambio, la evoluciónde aquél.

Desde el punto de vista agregado, lafunción de producción expresa, en su

versión reducida, la producción portrabajador máxima, y, que se puedealcanzar en condiciones de eficiencia conun determinado stock de capital portrabajador, k, dado el nivel tecnológicoexistente, t (gráfico n.°1). En esteuniverso, el progreso técnico serepresenta por un desplazamiento haciaarriba de la función de producción,expresando con ello las mayoresposibilidades productivas que brindan lasnuevas técnicas (16). De acuerdo con lossupuestos de competencia perfecta sobrelos que se fundamenta la funciónagregada de producción, con suscondiciones de conducta precio-aceptante

(16) Conforme a esta visión y a nivelmicroeconómico, el progreso técnico se representaa través de un desplazamiento hacia el origen de lasisocuantas. Es decir, gracias a la innovación se estáen condiciones de obtener las mismas cantidadesde output con menores inputs —o, alternativamente,se puede obtener un mayor nivel de producción apartir de la misma combinación de inputs.

Page 9: «Tecnología y Crecimiento: Crónica de un desencuentro» · keynesiana o neoclásica a los desarrollos de la teoría de las generaciones, y desde las primeras formalizaciones del

«Tecnología y Crecimiento: Crónica de un desencuentro»

Ekonomiaz N. º 22 64

de los agentes y convexidad de la funciónde producción, la tecnología, cuando seconsidera, debe ser tratadainevitablemente como una variableexógena. No responde esto a unsupuesto criterio del investigador, sino auna exigencia del marco analítico que seha elegido.

En caso de no considerar la tecnología,la ecuación fundamental que expresa lacondición de crecimiento sostenido en elmodelo neoclásico viene dada por lasiguiente igualdad (17):

k = s f(k) - n k

donde k expresa el crecimiento de larelación capital-trabajos es la propensión media al ahorrof(k) es la formulación funcional dela producción por trabajador, yn es la tasa de crecimiento de lapoblación

La ecuación expresa una afirmaciónvirtualmente tautológica: el incremento enel stock de capital por trabajador debe serigual al total de la inversión por trabajador—sf(k), dada la identidad entre ahorro einversión— menos aquella parte que serequiere para mantener invariable larelación capital-trabajo, dado elcrecimiento de la población —es decir, nk.

En el caso de que el crecimiento seasostenido y equilibrado, la relacióncapital-trabajo debe permanecerinmutable en el tiempo, lo que supone quela inversión por trabajador debe ser

(17) Los pasos para llegar a la formulación sonsimples. Partiendo de k = K/L, lo que implica quek/k = K/K - L/L = K/K - n, por tanto, k = K/L - n K/L.

A su vez, por definición K/L = l/L, de modo quel/L = k + nk

Si se considera la identidad Y/L = C/L + l/L,sustituyendo resulta: f(k) = C/L + K + nka su vez f(k) - C/L = S/L = s f(k)/L, que, sustituyendoen la anterior igualdad, conduce a la ecuaciónfundamental arriba expuesta.

aquella requerida para compensar elcrecimiento de la población. Es decir:

sf(k) = nk

De donde se desprende que la tasa decrecimiento proporcional viene dada porla tasa constante y exógena decrecimiento de la población, n. Unaconclusión similar a la obtenida en elmodelo de Harrod. Sin embargo, noconviene llevar las coincidencias muchomás lejos, pues entre ambos modelosexisten diferencias notables que afectan alcentro mismo de las respectivasconcepciones sobre el proceso decrecimiento. En el caso de Harrod, elcrecimiento sostenido y proporcional esimprobable: y, caso de producirse, severía amenazado por su consustancialcarácter inestable. Por el contrario, en elcaso de Solow, son las propias fuerzasdel mercado las que conducen a laeconomía hacia una senda de crecimientoestable. En la base de esta radicaldiferencia están las posibilidades desustitución de factores que brinda lafunción de producción neoclásica y laexclusión en el modelo de una función deinversión independiente

En una primera aproximación, laexperiencia del crecimiento pareceajustarse mejor a la armónica visiónneoclásica que a la atormentada imagenque transmite el modelo de Harrod. Noobstante, y entrando en detalle, buenaparte de las conclusiones del modeloneoclásico expuesto resultanabiertamente contraintuitivas. Tal sucedecon el resultado central de su modelo, quehace independiente el crecimiento de latasa de ahorro; o con la supuestainmutabilidad de las tasas capital-trabajoo de la productividad por trabajador a lolargo de la senda de crecimiento.

Alguna de estas inconveniencias selogran superar al tomar en cuenta una

Page 10: «Tecnología y Crecimiento: Crónica de un desencuentro» · keynesiana o neoclásica a los desarrollos de la teoría de las generaciones, y desde las primeras formalizaciones del

José Antonio Alonso

Ekonomiaz N. º 22 65

variable que exprese el progresotecnológico. Si bien para asegurar tantranquilizadoras conclusiones,previamente se ha tenido que simplificar,hasta su virtual desnaturalización, elsentido y atributos del cambiotecnológico. Este se incorpora en lafunción de producción como un operadordesplegado en el tiempo, que actúa sobrelos inputs (K,L) o sobre su combinación.Es decir, la tecnología promueve elcrecimiento sin modificar la cantidad onaturaleza de los factores empleados:

Y = F (K, L, t)

La variable tiempo, t, indica que laproducción se incrementa, aún cuando losinputs no varíen, debido al efecto delprogreso técnico. Se supone, como eshabitual en la formulación neoclásica, queno existen economías de escala, que setrata de una función continua y conproductividades marginales decrecientes.Una forma alternativa de representar esafunción es:

Y = F (A(t)K. B(t)L)

que expresa que la producción nodepende sólo de la cantidad de los inputs,sino también del progreso técnico; losstocks de capital y de trabajo aparecenmultiplicados por sendos factores, A y B,que son, a su vez, funciones del tiempo,variable a través de la que se aproxima elprogreso tecnológico. El hecho de que losfactores A(t) y B(t) sean independientesde los valores presentes y pasados de K yL refleja el carácter exógeno del cambiotecnológico, así como su cualidad deprogreso desincorporado, que no afecta ala naturaleza de los inputs primarios.

La incorporación del progreso técnicomejora los resultados del modelo, alhacerlo compatible con ciertasregularidades empíricas suficientemente

contrastadas —los «hechos estilizados»,en términos de Kaldor— (18). Enconcreto, el problema básico de lafunción de crecimiento sin progresotécnico deriva de la difícil compatibilidadentre la observada inamovilidad en eltiempo de la productividad marginal delcapital y el incremento de la productividaddel trabajo en que se asienta el procesode crecimiento: mientras el primerrequisito reclama la estabilidad de larelación capital-trabajo, el segundo exigeque la fuerza de trabajo crezca menosque el stock de capital. Una de las formasde superar semejante anomalía es la desuponer que existe progreso técnico quehace que el «trabajo efectivo», E, crezcamás que el trabajo en términos físicos, L(19). De este modo la relación K/E puedeno incrementarse si E crece másrápidamente que el stock de capital. Paraello, el progreso técnico debe ser neutrala lo Harrod, promoviendo el incrementode la productividad del trabajo. Aúncuando, desde un punto de vistaeconómico, nadiepueda argumentar por

(18) Entre los «hechos estilizados» queproporciona la evidencia empírica del crecimientofiguran, según Kaldor, los siguientes:

1) El crecimiento continuado en el tiempo, tantode la producción agregada como de la productividaddel trabajo.

2) El incremento continuado en la tasa capital portrabajador.

3) La constancia en la tasa de beneficio.4) Unas relaciones capital-producto estables a lo

largo de amplios períodos de tiempo.5) Una correlación elevada entre la participación

de los beneficios en la renta y participación de lainversión en el producto y una estabilidad notable enla distribución factorial de la renta, así como en elcoeficiente de inversión.

6) La existencia de diferencias sustanciales entrepaíses en sus tasas de crecimiento de la produccióny de la productividad del trabajo. Véase Kaldor(1965), pág. 178.

(19) El concepto de trabajo eficaz trata de captarel efecto que el progreso técnico tiene sobre lacontribución del factor al proceso de producción. Detal modo que el trabajo eficaz puede variar en eltiempo aun cuando no se haya modificado el stockdisponible de trabajo físico, siempre que el progresotécnico comporte alguna alteración en laproductividadde ese factor.

Page 11: «Tecnología y Crecimiento: Crónica de un desencuentro» · keynesiana o neoclásica a los desarrollos de la teoría de las generaciones, y desde las primeras formalizaciones del

«Tecnología y Crecimiento: Crónica de un desencuentro»

Ekonomiaz N. º 22 66

qué esto deba ser necesariamente así: esdecir, por qué éste es el único tipo deprogreso técnico compatible con elmodelo (20).

Admitido el progreso técnico neutral a loHarrod, la función de producción adoptala siguiente forma:

Y = F (K, A(t)L)en donde la mejora tecnológicaincrementa la eficiencia del trabajo.

A su vez, supuesta una tasa de progresotécnico proporcional y exógena, m, laecuación fundamental del modelo setransforma en:

k� = s f( k ) - (n + m) k

donde k expresa la relación capital-trabajoen términos de eficiencia. Y, en caso decrecimiento en equilibrio:

s f( k ) = (n + m) kEs decir, la tasa de crecimiento

proporcional debe ser igual a la suma dela tasa de crecimiento de la población y latasa de progreso técnico: ambasexógenamente determinadas. Los ritmosde expansión del producto son, por tanto,independientes de cualquiera de lasvariables internas al modelo y ajenos a laproporción que supone la inversión en elproducto. Se llega así a la paradójicaconclusión de que estamos ante una teoríadel crecimiento que no tiene nada quedecir sobre qué determina el crecimientoen equilibrio (21). Como señala Romer(1990b): «Los supuestos de convexidad yde competencia perfecta colocaron la

(20) En realidad, se trata de una restricción adhocpara justificar la consistencia empírica del modelo,como el propio Solow reconoce. Esta exigenciasupone, de hecho, «una limitación adicional sobre elvalor de los modelos de crecimiento sostenido comorepresentación de la realidad». Hahn y Matthews(1964), pág. 53.

(21) A la misma conclusión llega Scott (1991),pág. 77.

acumulación de nuevas tecnologías en elcentro del progreso de crecimiento ynegaron simultáneamente la posibilidadde que el análisis tuviera algo que decirsobre este proceso» (22).

12. Progreso técnico exógenoincorporado

Estos primeros ensayos para incorporarel progreso técnico en los modelos decrecimiento no pueden ser juzgados comosatisfactorios. Los mismos autoresmencionados, aunque prisioneros de suinstrumental analítico, eran conscientesde estas limitaciones. El hecho de que lamodelización neoclásica fuese útil a losejercicios de investigación cuantitativa delcrecimiento sólo podría tranquilizar a losespíritus menos inquietos. En la base deesta necesaria insatisfacción estaba laforma manifiestamente poco realista deconcebir el progreso técnico, que erarepresentado como una variableindependiente del proceso de crecimiento,del esfuerzo de acumulación de lasociedad y ajena a la voluntad y a loscriterios de decisión de los agenteseconómicos. Un factor inexplicado eincorpóreo —una suerte de «maná»,como irónicamente señalo Solow— cuyamisión era fecundar el crecimiento através de vías igualmente inexplicadas.Para superar esta limitación se trató deavanzar a través de dos sendas, nonecesariamente excluyentes: investigarlas formas de penetración y difusión delprogreso técnico en la actividadproductiva y tratar de incorporar latecnología como una variable endógena enel modelo de crecimiento

La primera línea de trabajo dio origen alos llamados «modelos de generaciones»,

(22) Romer (1990), pág. 282.

Page 12: «Tecnología y Crecimiento: Crónica de un desencuentro» · keynesiana o neoclásica a los desarrollos de la teoría de las generaciones, y desde las primeras formalizaciones del

José Antonio Alonso

Ekonomiaz N. º 22 67

inicialmente propuestos por Solow (1960).El punto de partida de semejanteindagación se encuentra, como el propioSolow reconoce: «en la observacióncorriente de que muchas, si no la mayoría,de las innovaciones tienen que serincorporadas en nuevos tipos de equipoduradero, antes de que puedan utilizarse»(23). Se reconoce, así, que la inversióndesempeña un papel básico en el procesode incorporación del progreso técnico a laactividad productiva; y se considera que laedad de instalación de los equiposdetermina la eficiencia del sistemaproductivo. De esta forma, la inversión seconstituye en una variable estratégicapara el crecimiento económico que nosólo amplía el stock de capital disponible,sino también moderniza dicho stock alincorporar sucesivas generaciones decapital productivo, portador de tecnologíasmás desarrollas e innovadoras.

De acuerdo con este criterio, la funciónde producción agregada puederepresentarse a través del sumatorio deuna pluralidad de funciones deproducción, tantas como generaciones debienes de equipo instaladas estén en uso.Es decir:

Y = Σ Fi (Ki(t), Li(t))

donde, en el momento t, se supone queexisten T generaciones de bienes deequipo en uso.

En este modelo, el progreso técnico serealiza a través de innovacionesincorporadas en los bienes de equipo.Solow supone que el progreso técnico serealiza a una tasa constante, m, pero sematerializa exclusivamente en los nuevosbienes de capital. Estos son los portadoresde las nuevas tecnologías, sin que cadageneración pueda participar, sin embargo,

(23) Solow (1960), pág. 91.

de los progresos futuros. De este modo,en ausencia de incrementos en elvolumen de población trabajadora, elnivel de producción agregado de unaeconomía crecerá por el desplazamientode mano de obra desde los viejosequipos a los más modernos. Con ello,los modelos de crecimiento se abren a laconsideración de los mecanismos detransmisión del progreso tecnológico. Lassucesivas generaciones de inversión, losprocesos de adquisición de maquinaria yequipo desempeñan este papel.

Los «modelos de generaciones» logransortear mejor alguna de las críticas a lasque más vulnerable se había mostrado lafunción de producción neoclásica,particularmente las referidas a laproclamada homogeneidad del capital y ala sustituibilidad entre los inputsprimarios, aspectos sobre los que sehabía centrado la disputa entre los dosCambridge en los años cincuenta. Admitirla existencia de diversas generaciones debienes de equipo en uso supone asumiruna cierta heterogeneidad en el stockcapital, si bien en el modelo degeneraciones dicha heterogeneidad sehace depender linealmente del tiempo yno, como debiera, de las característicasproductivas de cada generación deequipos.

Al tiempo, la idea de la incorporaciónde sucesivas generaciones de bienes decapital posibilita una visión menosextrema, más flexible y plural, de laproclamada sustituibilidad de factores quetanto había irritado a los economistasbritánicos. La distinción entre el períodode diseño de las máquinas, previo a suinstalación y el de su posterior vida activa,abre el camino a tres posibles supuestosde variabilidad en los inputs: uno,primero, en el que no hay posibilidadalguna para alterar la relación

Page 13: «Tecnología y Crecimiento: Crónica de un desencuentro» · keynesiana o neoclásica a los desarrollos de la teoría de las generaciones, y desde las primeras formalizaciones del

«Tecnología y Crecimiento: Crónica de un desencuentro»

Ekonomiaz N. º 22 68

capital-trabajo, que queda definida demanera inmutable para cada generaciónde bienes de equipo (modelos «clay-clay);el segundo, en el otro extremo, que acogeel caso de plena sustituibilidad, en el quese puede modificar la combinación deinputs tanto antes como después deinstalados los bienes de equipo (modelos«putty-putty»); y, finalmente, un modelointermedio en el que se admite laposibilidad de modificación en la fase dediseño, pero no tras su instalación(modelos «putty-clay»). De entre estosmodelos, sólo el primero —«clay-clay»—supone el cambio tecnológico incorporadoen sentido pleno. El desarrollo de estosmodelos suele ir acompañado de unaelevada complejidad formal y dificultadanalítica, que no siempre se vecompensada por su mayor capacidadinterpretativa o predictiva.

No obstante los méritos que se puedanreconocer a estos modelos, convieneapuntar tres de sus más importanteslimitaciones conceptuales, más allá de sulimitada convalidación empírica —Gregoryand James (1973)—. La primera estárelacionada con el discutible efecto que, alargo plazo, se supone tiene elmecanismo de incorporación de lasinnovaciones contemplado en el modelosobre el crecimiento económico. Enefecto, en las formulaciones máscercanas a la modelización neoclásica, latasa de crecimiento proporcional resultaser independiente de la parte de rentaahorrada e invertida (24). Con lo que sedisuelve el efecto previsible de laincorporación del progreso técnico. Por lodemás, como demuestra Phelps (1960),

(24) Como señala Jones: «En una situación decrecimiento proporcional equilibrado, la distribuciónpor edades del stock de capital dependerátotalmente de la tasa de crecimiento y de la tasa dedepreciación; ninguna de las dos está influida, alargo plazo, por la proporción ahorrada del productonacional». Jones (1975), pág. 231.

con una tasa constante de inversión, laedad media del stock de capital se veinalterada, como inmodificable resulta, enese caso, la estructura por generacionesde los bienes de equipo. Ambosresultados dependen crucialmente delsupuesto que define al crecimientoproporcional.

La segunda limitación se refiere a lavisión tan restrictiva de cambio técnicoincorporado que contempla el modelo. Yasí, las generaciones de equipos seestablecen sobre bases temporales y notecnológicas; se considera que todos losequipos de un mismo período —o año—pertenecen a la misma generación; seasume que los nuevos equiposdespliegan su potencial productivo desdeel mismo momento de su instalación; y seacepta que la amortización de los equiposdiscurra al margen de la emergencia denuevas generaciones. No parecen serestos rasgos que se desprendan de laabundante literatura sobre los procesosmicroeconómicos de creación, adaptacióny difusión de nuevas tecnologías; antesbien, en ellos se resalta la coexistencia encompetencia de diversos nivelestecnológicos entre las empresas, dediversas generaciones de equiposacordes con rutinas tecnológicas y formasorganizativas de la producción igualmentedisímiles. Una diversidad que afecta nosólo a los equipos instalados sino tambiéna las estrategias tecnológicas y a lasdecisiones de inversión de las empresas.Por lo demás, la idea misma de lasgeneraciones se adecua mal a aquellasformas de inversión distintas a laadquisición de equipos, como puedan serlos gastos en infraestructuras o en l + D,por ejemplo.

La tercera limitación, de carácter másconceptual, se refiere a la relación que latecnología tiene con el proceso de

Page 14: «Tecnología y Crecimiento: Crónica de un desencuentro» · keynesiana o neoclásica a los desarrollos de la teoría de las generaciones, y desde las primeras formalizaciones del

José Antonio Alonso

Ekonomiaz N. º 22 69

crecimiento; se admite un mecanismo detransmisión del progreso tecnológico, perose deja sin explicar el origen y los factoresque explican dicho progreso. En definitiva,la variable tecnológica, expresada por unainexplicada —e inexplicable— tasaconstante, sigue siendo exógena almodelo de crecimiento, independiente, portanto, del propio proceso de expansión dela economía. Se ha logrado ofrecer unavisión más realista de la forma en que lasinnovaciones se incorporan a la actividadproductiva, pero esas mismasinnovaciones se mantienen ajenas alsistema económico que se presupone. Endefinitiva, como apuntan Hahn y Matthews(1964) «la diferencia con el enfoqueortodoxo es simplemente que ahora elmaná del progreso técnico cae solamentesobre los últimos equipos» (25).

2. EL PROGRESO TÉCNICO ENTRA ENESCENA

El intento de incorporar la tecnologíacomo una variable endógena del procesode crecimiento, a la vez causa y efecto dela expansión económica, obliga a undesarrollo analítico abiertamente diferenteal de los modelos hasta aquíconsiderados. Tan pronto como seconsidera que el cambio tecnológico estáasociado a mutaciones en la naturalezade los inputs, o de su combinación; que elnivel técnico depende de lascaracterísticas que adopta el proceso decrecimiento —ya sea en su cursopresente, ya en el pasado—; o que lasenda del progreso tecnológico dependede decisiones deliberadas de los agenteseconómicos, la función de producciónneoclásica, con las características que

(25) Hahn y Matthews (1964), pág. 837.

habitualmente la definen, se revelamanifiestamente inadecuada. Noobstante, la vía para integrar la tecnologíaserá muy diferente según los casos. Enunos —es el proyecto de Kaldor— seintentará remodelar la visión formalizadadel crecimiento al objeto de eludir lasreferencias a la función de producción; enotros —Arrow, por ejemplo— se tratará deaprovechar las externalidades asociadasa la generación de conocimientos parahacer compatible el progreso técnico conlas condiciones exigidas por lacompetencia perfecta; y, finalmente,habrá quien cuestione —es el caso de las«nuevas teorías»— el mismo supuesto decompetencia perfecta como requisito paramodelizar el crecimiento.

2.1. Kaldor: una versión truncada delprogreso incorporado

Los primeros intentos para incorporar elprogreso tecnológico como variableendógena se producen muytempranamente: en 1957, Kaldor elaborauna propuesta en la que se acoge, en unaversión formalizada, alguna de las críticasque desde el Cambridge británico sehabían realizado a la función neoclásica ya su modelo de crecimiento. Kaldorseñala el carácter arbitrario de ladistinción, habitual en los modelos deinspiración neoclásica, entre la forma deentender los efectos del progreso técnico,representados con un desplazamiento dela función de producción y el proceso deacumulación de capital, que se representacon un movimiento a lo largo de dichafunción (26). Por el contrario, supone laexistencia de una estrecha — y

(26) En realidad, la crítica de Kaldor a la visiónneoclásica del crecimiento es más amplia y afectacrucialmente al concepto de la función deproducción sobre el que se erige tal visión. En latradición del Cambridge británico se critica el pobre

Page 15: «Tecnología y Crecimiento: Crónica de un desencuentro» · keynesiana o neoclásica a los desarrollos de la teoría de las generaciones, y desde las primeras formalizaciones del

«Tecnología y Crecimiento: Crónica de un desencuentro»

Ekonomiaz N. º 22 70

Gráfico n.° 2. Función del progreso técnico de Kaldor

biunívoca—vinculación entre el cambiotecnológico y el proceso de acumulación.Como el propio Kaldor señala: «El uso demás capital por trabajador... ine-vitablemente comporta la introducción detécnicas superiores que requieren algunaclase de innovación, aún cuando éstas nosuponen necesariamente la aplicación denuevos principios o ideas. Por otro lado,la mayor parte de las innovaciones téc-nicas, aunque no todas, que sean capacesde elevar la productividad del trabajorequieren el uso de más capital porhombre» (27).

Sobre esta relación básica establece

realismo de los supuestos en que se fundamenta talfunción, los errores metodológicos que encierra elconcepto de capital como factor homogéneo y lasdificultad esencial que demuestra para captar elprogreso técnico. (27) Kaldor (1957), pág. 525.

Kaldor la función del progreso técnico,una alternativa a la función neoclásica enla que la tasa de crecimiento de laproducción por trabajador se hacedepender de la tasa de crecimiento delcapital por trabajador. Es decir:

y� /y = F ( k� /k)

La forma que adopta esta función, susenda creciente y su concavidadexpresan algunas de las características yefectos atribuidos por Kaldor al progresotecnológico: se trata de una funcióncreciente —la producción por trabajadoraumenta a medida que aumenta la tasade acumulación—, aunque lo hace conrendimientos decrecientes (gráfico n.° 2).Particularmente, tiene interés señalar dosaspectos peculiares de la función; sunacimiento más allá del punto de origen, enlos tramos positivos del eje de ordenadas, (27) Kaldor (1957), pág. 525.

Page 16: «Tecnología y Crecimiento: Crónica de un desencuentro» · keynesiana o neoclásica a los desarrollos de la teoría de las generaciones, y desde las primeras formalizaciones del

José Antonio Alonso

Ekonomiaz N. º 22 71

lo que expresa el papel que tiene laexperiencia en el incremento de laproductividad, aun cuando no se hayaproducido modificación alguna en larelación capital-trabajo; y la existencia deun límite máximo, más allá del cual no seproducen progresos, lo que revela que porencima de una determinada tasa esimposible incrementar el crecimiento deproducto por persona aun cuando se sigaincrementando el stock de capital.

No obstante la influencia que lasreflexiones críticas de Kaldor tuvieron endesarrollos teóricos posteriores sobre elcrecimiento y el cambio técnico, lo ciertoes que su aportación originaria tuvoescasa acogida. A ello contribuyó lalimitada capacidad explicativa de lafunción del progreso técnico, su excesivasimplicidad y lo arbitrario de alguno de lossupuestos en los que se fundamenta. Dehecho, una de las conclusiones másfrustrantes del modelo de Kaldor es que alhacer la función independiente del ratio dela inversión sobre el producto, elcrecimiento de la productividad nodepende de la inversión, sino sólo delprogreso técnico. Sería necesario, comoel propio Kaldor reconoció, desarrollosulteriores para explicar la evolución de lainversión e integrarla en el seno delproceso de expansión del producto (28).Tales desarrollos nunca llegaron arealizarse. La posterior aportaciónmodelizada de este autor —Kaldor yMirrlees (1962)— supone el abandono delconcepto de stock de capital, paraacogerse a un modelo del tipo clay-clay.Con lo que se retrocedió a los problemasy limitaciones que en general arrastran losmodelos de generaciones. No obstante

(28) De hecho, si la función de progreso técnico selinealiza, la función de producción que la soportaadoptaría la forma de una Cobb-Douglas conprogreso técnico neutral, del mismo modo que laversión neoclásica. Véase Eltis (1973).

estas limitaciones y más allá de laspropuestas de modelos formalizados, esnecesario señalar que a Kaldor se debenbuena parte de las más estimulantesaportaciones para una mejor comprensióndel proceso de crecimiento económico.

2.2. El papel de las economíasexternas

Desde Marshall se conocen lasposibilidades que brindan en el análisislas economías de escala externas. Suconsideración permite un ciertoalejamiento de los supuestos requeridospor la competencia perfecta, sin tener porello que abandonar el potente aparatoconceptual que ésta había generado. Yaque si las economías externas cuestionanla consecución del óptimo en un mercadoen equilibrio, permiten, sin embargo,mantener el comportamientoprecio-aceptante sobre el que se erigenlas conductas competitivas.

Es dudosa la relevancia empírica de laseconomías externas, pero suconsideración propició desarrollos deinterés en la teoría del crecimiento. Puesen efecto, en fecha tan temprana como1928, Young incorpora, en un artículociertamente influyente, las externalidadescomo uno de los factores explicativos delcrecimiento. Con una visión que pudieraencontrar sus antecedentes en losdesarrollos de Marx y Schumpeter, Youngconsidera que el progreso está asociadoa la incorporación de nuevos productos ynuevos métodos de producción en elmercado; no existe crecimiento sin laampliación y diversificación continuada dela oferta disponible, sin una renovadacapacidad de generación de nuevosbienes y servicios.

En esta dinámica, la ampliación de losmercados y el consiguiente proceso de

Page 17: «Tecnología y Crecimiento: Crónica de un desencuentro» · keynesiana o neoclásica a los desarrollos de la teoría de las generaciones, y desde las primeras formalizaciones del

«Tecnología y Crecimiento: Crónica de un desencuentro»

Ekonomiaz N. º 22 72

división del trabajo entre las empresasdesempeña un papel fundamental. Conmercados más amplios es posible unamayor especialización, no sólo de lastareas productivas, sino también de lasindustrias. Por especialización de lasindustrias se entiende la progresivadivisión de los servicios productivos—industrias y empresas— en subsectorescrecientemente especializados,productores de una gama cada vez másreducida de bienes. La expansión de lademanda conduce a la progresivadiversificación horizontal de los bienes deconsumo, a través de la aparición denuevos productos y de la diferenciaciónde los existentes y una crecienteespecialización, tanto horizontal comovertical, de los bienes de equipo y de losbienes intermedios. Las mejoras deeficiencia resultan, por tanto, de la accióncombinada de la creciente mecanización,a través de los procesos de inversión y dela senda de progresiva especialización detareas e industrias que promueve laexpansión del mercado. Y, enconsecuencia, la eficiencia de un sectordepende no sólo de su propio desarrollo,sino también del alcanzado por laindustria y la economía en su conjunto. Seda así una relación que se alimentamutuamente entre crecimiento y cambiotécnico: la innovación tecnológica mejorala productividad y con ello incrementa lademanda, y este incremento de lademanda propicia las posteriores mejorasde productividad.

Desde una perspectiva noexcesivamente diferente, Hirschman(1961) explora las posibilidades quebrindan las economías externas pararepresentar el sistema de conexionesentre actividades y sectores existentes enel seno de un aparato productivo. Suconcepción de los encadenamientosinterindustriales y del crecimiento endesequilibrio inspirará el trabajo de unamplio grupo de autores que,

desde perspectivas muy diferentes,coincidirán en subrayar el papel quejuegan las mutaciones estructurales en elproceso de desarrollo económico. Elsubrayó la diferente intensidad con quese manifiestan las externalidades quegenera la expansión o las mejoras deeficiencia de un sector sobre el resto delas actividades productivas, permitiendodestacar industrias clave —y jerarquíasinterindustriales— aptas para lapromoción del crecimiento agregado. Y,como consecuencia, a su influencia, máso menos reconocible, se debe también elinterés creciente por enmarcar el análisisdel crecimiento y del cambio técnico enuna perspectiva sectorialmentedesagregada, sea a través de unacaracterización de las industrias—Pasinetti (1985)—, sea a través delconcepto más agregado de los complejosindustriales o «filières» —Antonelli, Petity Tahar (1992).

Pero, sin duda, el modelo que másdirectamente trató de tomar en cuenta lasexternalidades, especialmente las que segeneran en el proceso de producción deconoc imiento, es el debido a Arrow(1962). La justificación de su proceder estan intuitiva como contundente: laconsideración del progreso técnico comouna variable exógena del crecimiento seenfrenta a la observación, tan arraigadacomo comúnmente admitida, de que laexperiencia constituye una fuente deconocimiento en cualquier ámbito de lavida y, por tanto, también en eltecnológico. Si la actividad productivainduce, como economía externa, unproceso de aprendizaje, los modelos decrecimiento debieran dar cuenta de eseproceso, como un mecanismoacumulativo promotor del progresotecnológico. Es a este aspecto al queresponde la propuesta de Arrow (1962),en la que el cambio técnico exógenoaparece asociado a la acumulación deexperiencia adquirida en el propio

Page 18: «Tecnología y Crecimiento: Crónica de un desencuentro» · keynesiana o neoclásica a los desarrollos de la teoría de las generaciones, y desde las primeras formalizaciones del

José Antonio Alonso

Ekonomiaz N. º 22 73

proceso de producción. Para ello se partede dos consideraciones extraídas de lasociología aplicada: en primer lugar, elaprendizaje es fruto de la experiencia,estando su desarrollo ligado a laresolución de aquellos problemas queplantea la propia actividad; y, en segundolugar, el aprendizaje asociado a larepetición de una tarea tiene rendimientosclaramente decrecientes.

A partir de estos supuestos, Arrowconstruye un modelo de crecimiento tipoclay-clay, en el que se considera que lacantidad de trabajo requerida para lamanipulación de unos determinadosequipos declina a medida que seincorporan las sucesivas generaciones demaquinaria. La productividad de unaempresa aparece entonces como unafunción creciente de la inversión brutaacumulativa, variable que aproxima elaprendizaje adquirido en la producción.Toda inversión, por el hecho de serrealizada y aun cuando no esté ya enactivo la maquinaria en la que se hayamaterializado, contribuye, por tanto, alproceso de aprendizaje y de mejora de laproductividad. Esta aparece como funciónde la inversión realizada—y nosimplemente del tiempo, como en losmodelos neoclásicos—, lo que justificaque en este caso se considere el cambiotecnológico, si bien no incorporado, comoun factor endógeno del crecimiento. Endefinitiva, la velocidad que siga el procesode crecimiento económico, su senda en eltiempo condiciona la intensidad delproceso de acumulación de experiencia yde aprendizaje. La productividad deltrabajo, a, se puede representar entoncescomo una función de la inversiónacumulada, G:

a = bGµ

siendo b y µ constantes, y µ positiva ymenor que 1.

El incremento de la productividad delsistema deriva de la existencia de unfactor acumulativo, la experiencia, y deunas economías externas que genera elproceso de aprendizaje. Toda la sociedadse beneficia del cúmulo de experienciaacumulada, independientemente de cómose haya contribuido a su formación. Deeste planteamiento se deriva una de lasprescripciones del modelo: en todoproceso de inversión se generan unosbeneficios que no se apropia el inversor,sino el conjunto de la sociedad en formade un incremento del aprendizaje. Estadiferencia entre el producto privado y elproducto social explica la incapacidad delos mercados competitivos para mantenerla inversión en tecnología en el nivel quesería óptimo, justificando con ello laparticipación del sector público en lapromoción del cambio tecnológico.

Desde el punto de vista del crecimiento,uno de los resultados más paradójicos delmodelo de Arrow deriva de la relaciónexistente entre la expansión del productoy la evolución de la mano de obra. Enefecto, dada la relación funcional quevincula el incremento de la productividaddel trabajo con la inversión, la tasa decrecimiento estable con pleno empleovendrá dada por:

g = gl/1 - µdonde gl es la tasa de crecimiento de lafuerza de trabajo. Lo que conduce a laconclusión de que el crecimientoeconómico depende crucialmente de laexpansión de la fuerza del trabajo: unresultado difícil de admitir en una teoríaque trata de justificar el cambio técnicoendógeno. Por lo demás, el modelo noaclara adecuadamente el cambio técnicopromovido directa y deliberadamente porlas actividades inventivas y deinvestigación y desarrollo. Tal vez por

Page 19: «Tecnología y Crecimiento: Crónica de un desencuentro» · keynesiana o neoclásica a los desarrollos de la teoría de las generaciones, y desde las primeras formalizaciones del

«Tecnología y Crecimiento: Crónica de un desencuentro»

Ekonomiaz N. º 22 74

estas razones la aportación de Arrow, muyinfluyente en la teoría del cambio técnico,tuvo menos incidencia en el ámbitoespecífico del crecimiento (29). Aún así,se propusieron desarrollos ulteriores,como los debidos a Levhari (1966) oLevhari y Sheskinski (1967), en los que seadmiten rendimientos crecientes a partirde la experiencia acumulada, con la únicarestricción de mantener inalterable elprincipio de disminución de laproductividad marginal del capital.Ninguna de estas propuestas logrósuperar airosamente las limitacionesbásicas del modelo inicial de Arrow, sibien todos ellos abrieron la puerta a unanueva línea de trabajo en la que sedesplaza la necesaria referencia a losmercados perfectos.

3. CAMBIO TÉCNICO ENDÓGENO YRENDIMIENTOS CRECIENTES

La consideración de las economíasexternas permite flexibilizar alguno de losrequisitos de la competencia perfecta,pero mantiene otros que lastran lacapacidad interpretativa de lasconstrucciones teóricas, así como surelevancia empírica. Un paso másdefinitivo en la línea de desprenderse deaquellas exigencias metodológicas es elque ofrece la reciente generación demodelos de crecimiento con mercados decompetencia imperfecta, en los que seadmite la presencia de economías deescala internas a la empresa. Esta es lalínea de trabajo en la que másinnovadoras aportaciones se hicieron a lolargo de la última década. Se rompe con

(29) Como apunta Romer, refiriéndose a losdesarrollos en la línea de Arrow: «Puesto que laacumulación, ya sea en la forma de capital físico oen forma de nuevas ideas, no fue un determinantede la tasa de crecimiento en estos modelos, no hanpodido ofrecer una alternativa al modelo neoclásicopara alguien preocupado por el papel de laacumulación endógena en la generación delcrecimiento. Tal vez por esta razón, la direcciónsugerida por estos modelos no fue seguida porotros». Cfr. Romer (1990b), pág. 286.

los principios de comportamientoprecio-aceptante y de convexidad de lafunción de costes sobre los que se habíaerigido buena parte de la modelizaciónprevia; y sin necesidad de abandonar lalógica del equilibrio, se abre la vía a unaexplicación del proceso de crecimiento apartir de la acumulación de un factorconsiderado endógeno. Para alcanzarestos resultados fue preciso que sedesarrollase previamente el instrumentalanalítico necesario para hacer operativoun tratamiento agregado del equilibrio enmercados de competencia monopolítica,lo que se logra de manera satisfactoriacon el final de los años setenta (30).

Esta nueva línea de análisis—bautizada como «nueva teoría delcrecimiento» (31)— se propone unobjetivo básico: encontrar una formulaciónaceptable para un modelo de crecimientode carácter exponencial, basado en unproceso endógeno de acumulación einversión, con su consiguiente reflejo enun progresivo incremento en el stock delos inputs. Para ello se recurre a unafunción de producción abierta a laexistencia de un factor con productividadmarginal no decreciente y en cuyautilización y producción se generaneconomías externas. Ese factor seidentifica con el capital humano —o elnivel de conocimiento o la tecnología—,que se incorpora bien sea como una va-riable independiente —Lucas (1988)—,bien conjuntamente con el capital físico—Romer (1986)—. Así pues, a través deestos dos rasgos de la función deproducción se intenta captar el papel quela tecnología tiene en el proceso decrecimiento.

(30) Especialmente debido a los desarrollos deDixit y Stiglitz (1977).

(31) El paralelismo con la «nueva teoría delcomercio» es algo más que nominal; ambas teoríasse basan en el recurso al mismo instrumentalanalítico que deriva del tratamiento agregado demercados en competencia monopolista.

Page 20: «Tecnología y Crecimiento: Crónica de un desencuentro» · keynesiana o neoclásica a los desarrollos de la teoría de las generaciones, y desde las primeras formalizaciones del

José Antonio Alonso

Ekonomiaz N. º 22 75

La función de producción se podríarepresentar, como hace uno de losmodelos más conocidos —Romer(1986)—, de la siguiente forma:

Y = Kα Xβ con α ≥1

donde K representa el capital, tanto físicocomo humano, el input que tieneproductividades marginales crecientes yeconomías externas y X identifica el otroinput, de comportamiento convencional.Conforme a estos rasgos, la función deproducción de una empresa adoptaría laforma siguiente:

con lo que la producción dependería nosólo del input singularmente utilizado porla empresa, sino también del existente enel conjunto de la economía.

En el caso de Lucas (1988) se ofrece unmodelo relativamente similar de funciónde producción, si bien se considera que elcapital físico, K, y el capital humano, H,pueden variar de forma independiente.Como en el caso anterior, se supone queel output crece más queproporcionalmente con incrementos de Ky H, cuando se toman en cuenta demanera conjunta; y se considera queexisten economías externas del factor H,si bien con efectos locales, al objeto demantener el supuesto precio-aceptante.Es decir:

Esta línea de trabajo intenta ofrecer unmarco de análisis compatible con tresconclusiones suficientemente asentadasen la literatura sobre el crecimiento y elcambio técnico. Tres condiciones quenecesariamente alejan al modelo delámbito de la competencia perfecta. Enprimer lugar, la necesidad de incorporar elprogreso tecnológico —sea cual sea laforma que adopte— como una variableendógena en los modelos de crecimiento.

Mantener la ficción de su exogeneidad,como en las primeras formulacionesneoclásicas, resultaba no sóloinconsistente con la evidencia empírica,sino también injustificable desde el puntode vista teórico, dados los desarrollosanalíticos habidos en los últimos años. Ensegundo lugar, había que caracterizar alcapital humano —o a la tecnología—respetando uno de sus rasgos definitoriosbásicos; su carácter esencialmenteacumulativo, el tratarse de una variableque puede crecer sin límite cuando semide sobre una base per cápita. Y, entercer lugar, había que asumir la críticadificultad que encierra entender elprogreso tecnológico deliberado, lasactividades de investigación y desarrollode las empresas, desde un marco decompetencia perfecta. Pues en talescondiciones de mercado quedarían sinretribuir las actividades innovativasautointeresadas de los agentes. El gastode este tipo de actividades forma parte delos costes fijos para el desarrollo de unproducto, pero no de sus costesmarginales una vez que la innovaciónestá realizada, de modo que encondiciones de competencia perfecta elmercado acabaría por penalizar a laempresa más innovadora.

En los modelos anteriores esta últimadificultad se había tratado de eludir através de dos vías, ninguna de ellasplenamente satisfactoria; bien seconsideraba la tecnología como un factorexógeno, que no requiere retribuciónalguna en el seno de la función deproducción, aun cuando se supone queprogresa por razones no explicadas—Solow y Swan, por ejemplo—; o bien seconjetura que el progreso es unaconsecuencia colateral, no deliberada, delpropio proceso de producción —Arrow,por ejemplo—, en cuyo caso laretribución, si la hubiere, se mueve en elmarco de las cuasirentas marshallianas.Ahora bien, si se quiere incorporar latecnología—o el capital humano—comouna variable endógena y acumulativa,

Page 21: «Tecnología y Crecimiento: Crónica de un desencuentro» · keynesiana o neoclásica a los desarrollos de la teoría de las generaciones, y desde las primeras formalizaciones del

«Tecnología y Crecimiento: Crónica de un desencuentro»

Ekonomiaz N. º 22 76

resultado de la actividad deliberada de losagentes económicos, es preciso dar laespalda a los requisitos que imponen losmercados perfectos y desplazarse alámbito de la competencia imperfecta, talcomo se proponen alguno de losdesarrollos más avanzados de la «nuevateoría del crecimiento».

Por lo demás, estos modelos tratan deresponder a un rasgo adicional delconocimiento —explorado por Arrow—, quehace referencia a su capacidad paragenerar externalidades. O, por expresarloen los términos de Romer (1990a), se tratade acoger la naturaleza de bien no rival ysólo parcialmente excluible que tiene elconocimiento. Lo primero—la no rivalidad—implica que el uso que del bien haga unagente no excluye su disfrute por parte deotros; lo segundo —la parcialexcluibilidad—, que sólo a través deciertos mecanismos institucionales—sistema legal de propiedad y patentes—el propietario puede impedir, al menosparcialmente, el acceso al bien de loscompetidores. Está suficientementeprobado que el desarrollo de la tecnologíagenera un efecto apreciable sobre terceros,que pueden partir del nivel de conocimientoalcanzado para desarrollar sus propiasinnovaciones. En definitiva, una buenaparte del desarrollo -de los conocimientosproductivos se desborda hacia el entornosocial y alcanza a ámbitos distintos deaquellos donde se generaron. Los sistemasinstitucionales de protección de lasinnovaciones, al defender la propiedadprivada del innovador, pueden propiciar laexistencia de un supuesto «mercado deideas», pero difícilmente pueden conseguirque ese mercado se comporte como decompetencia perfecta. Cuando existeninputs no rivales no es posible retribuir acada input en función de su productividadmarginal.

Para integrar este problema en losmodelos de crecimiento se procedióinicialmente a considerar lasexternalidades que genera el proceso deconocimiento y a justificar su retribución através de cuasirentas —Romer (1986) yLucas (1988)—, manteniendo la condiciónprecio-aceptante para los inputs rivales.No obstante, este tratamiento no es deltodo satisfactorio, en la medida en que nojustifica de manera adecuada laproducción deliberada —es decir,retribuida— de conocimientos. Un pasoadelante en esta línea lo ofrece Romer(1990a), quien abandonando el supuestoprecio-aceptante, convierte a laproducción de nuevos bienes, asociada alas actividades innovadoras, en el centrodel proceso de crecimiento, al modo encómo lo habían sugerido Young (1928) oSchumpeter (1984). Para formalizar esteproyecto se adopta el modelo operativode Dixit y Stightz (1977), en el que seconsidera que el mercado está compuestopor un gran número de empresas, cadauna de las cuales produce un bien distintode acuerdo con su actividad innovadora yse produce equilibrio competitivo. Enestas condiciones se asocia la innovacióncon un cierto poder de mercado de lasempresas, aunque sea transitorio, demodo que la retribución de las actividadesinnovadoras se asocia y justifica con lasrentas de monopolio. La simplificaciónque supone considerar que todas lasactividades están asociadas a la creaciónde nuevos bienes —solo existeinnovación de producto— ha sidosuavizada en modelos posteriores—como Grossman y Helpman (1989)—,admitiendo también la posibilidad deinnovación de proceso, en forma denuevas técnicas de producción;permanece, sin embargo, por razones desimplicidad analítica, el supuesto decompetencia monopolista, al objeto deevitar el tratamiento agregado

Page 22: «Tecnología y Crecimiento: Crónica de un desencuentro» · keynesiana o neoclásica a los desarrollos de la teoría de las generaciones, y desde las primeras formalizaciones del

José Antonio Alonso

Ekonomiaz N. º 22 77

de mercados con reducido número deempresas y comportamientos estratégicosde los agentes.

Esta vía de análisis, alejada de losmodelos de competencia perfecta, semuestra mucho más fecunda y realistaque modelos anteriores. Al menos,emprende un paso importante en ladirección de entender el modo en que latecnología opera en el marco de lasdecisiones empresariales y en la dinámicaeconómica. Como el propio Romer(1990b) señala: «Una gran mayoría de loseconomistas creen que los gastos eninvestigación y desarrollo del sectorprivado es un determinante importante delpotencial de crecimiento a largo plazo yque la presencia o ausencia de derechosde propiedad intelectual también esimportante. Las discusiones de laeconomía de la empresa o de la industriareflejan típicamente este pensamiento. Essólo en los modelos formales decrecimiento de la economía como un todoen los que estos efectos han estadoausentes» (32).

4. LA PERSPECTIVA EVOLUCIONISTA

Las nuevas teorías de crecimientoendógeno ofrecen un marco analíticonotablemente más apropiado paraexplicar el crecimiento e incorporar en suseno un tratamiento más realista delcambio tecnológico. Proporcionan,además, una explicación convincente deciertos hechos difíciles de entender en elmarco de modelizaciones rivales. Tal es elcaso del carácter exponencial delcrecimiento a lo largo de los últimos tressiglos. La existencia de rendimientoscrecientes y la indefinida acumulatividadde los inputs —en particular, elconocimiento— proporcionan una vía de

explicación a la contrastada tendencia alalza de la tasa de crecimiento de laproductividad, cuando ésta se estima a lolargo de dilatados períodos históricos—Maddison (1992).

Igualmente, ofrecen una explicacióncabal a la persistente desigualdad en losniveles de renta per cápita y deproductividad entre los países. Desde lavisión neoclásica, con una tecnologíaexógena y l ibremente disponible paratodos los agentes, dicha explicaciónnecesariamente había de remitir adiferencias en la relación capital-trabajo anivel internacional; que, a su vez,conducirían a desigualdades, todavía másextremas, en las respectivasproductividades marginales del capital.Nada de esto resulta convalidado por larealidad de los mercados. Como tampocolo es la convergencia en los niveles derenta per cápita entre países que se derivade la interpretación neoclásica delcomercio y de la especializacióninternacional. Por el contrario, el recursode los rendimientos crecientes por partede la «nueva teoría del crecimiento»proporciona una explicación a lapersistente desigualdad, al justificar unadinámica acumulativa más poderosa entorno a los países más desarrollados; «elproducto marginal de inversionesadicionales—señala Romer (1990b)—será más grande y no más pequeño, en elpaís que está más avanzado» (33). Ensuma, la nueva teoría permite entenderque la mayor eficiencia marginal de lospaíses avanzados sea más queproporcional respecto de los diferentesgrados de acumulación del capital yofrece una explicación al desplazamientode recursos hacia los paísesdesarrollados.

No obstante sus avances indiscutibles,persisten algunos problemas que limitan

(32) Romer (1990), pág. 302. (33) Romer (1990), pág. 294.

Page 23: «Tecnología y Crecimiento: Crónica de un desencuentro» · keynesiana o neoclásica a los desarrollos de la teoría de las generaciones, y desde las primeras formalizaciones del

«Tecnología y Crecimiento: Crónica de un desencuentro»

Ekonomiaz N. º 22 78

la capacidad interpretativa de estosmodelos. Algunos están realizados conlas dificultades que la teoría presenta parasu contrastación empírica; para sutraducción a modelos manejables en lainvestigación aplicada. Su todavía débilrespaldo empírico constituye unalimitación que no cabe desconsiderar.Pero, sobre todo, la insuficiencia básicaradica en la forma, todavía un tantosimplificada, en la que se entiende eldesarrollo tecnológico.

La abundante literatura empíricaexistente al efecto ha demostrado laconveniencia de diferenciar entre losdiversos tipos de innovaciones, en funciónde sus efectos sobre el nivel tecnológicopreexistente; innovaciones clave ogenéricas, cuando afectan a todo unsistema de técnicas en su conjunto, lasinnovaciones radicales, que sontransformaciones profundas en unsubapartado de técnicas relacionadas enel interior de un sistema e innovacionesincrementales, cuando se trata depequeños avances en el rango deproductos o procesos en el seno de unatecnología dada (34). El nivel deendogeneidad respecto al procesoproductivo de cada uno de estos tipos deinnovaciones es bien diferente. Comodiferente resultan las tareas a desarrollarpor la empresa para la promocióntecnológica según la fase —nacimiento,difusión y madurez— en que latecnología se encuentra. Por último, lapropia naturaleza de la actividadproductiva en cada una de las industriasda origen a distintas pautas en losprocesos de creación, apropiación ydifusión de la tecnología, permitiendogenerar una taxonomía decomportamientos sectoriales diferenciados—Pavitt (1984)—. Todo ello hace que lasconductas empresariales difícilmentepuedan ajustarse a un único patrón de

conducta racionalizadora en condicionesde incertidumbre, como las «nuevasteorías del crecimiento» presuponen. Másbien, la investigación aplicada en elámbito microeconómico revela que existeuna amplia diversidad de estrategiastecnológicas, gobernadas por objet ivosigualmente dispares —nonecesariamente maximizadores al estiloneoclásico—, cuya justificación radica enla existencia de rutinas organizativasdiferenciadas, con su traducción en elámbito tecnológico.

La insatisfacción por el modo cómo sehabía integrado la tecnología en lasteorías de crecimiento, incluso en las másinnovadoras, condujo a un grupo deinvestigadores, especialistas en el cambiotécnico, a formular un nuevo enfoque parael estudio e interpretación del desarrolloeconómico, en el que se subraya elcarácter endógeno e irreversible de lasprincipales mutaciones que acompañan alproceso de crecimiento. En buenamedida, este enfoque se fundamenta en laanalogía entre el crecimiento económico yel proceso de desarrollo biológico; ambosse rigen por una dinámica evolutiva, unproceso secuencial de sucesivasadaptaciones, asentado en la dialécticaentre mutación y selección. La evolucióneconómica se ajusta a un proceso similar:«Las fuerzas esenciales del crecimiento—señalan Nelson y Winter (1974)— son lainnovación y la selección, con un aumentodel stock de capital más o menos ligado aeste proceso» (35).

La analogía no debe, sin embargo,llevarse al extremo. Tres son, al menos,las diferencias que conviene resaltar. Laprimera hace referencia a laintencionalidad del proceso. La evoluciónbiológica aparece como un resultado delcontraste sistemático entre el azar,

(34) Véase al respecto Freeman y Soete (1985). (35) Nelson y Winter (1974), pág. 890.

Page 24: «Tecnología y Crecimiento: Crónica de un desencuentro» · keynesiana o neoclásica a los desarrollos de la teoría de las generaciones, y desde las primeras formalizaciones del

José Antonio Alonso

Ekonomiaz N. º 22 79

que provoca las mutaciones genéticas, yel proceso de selección que realiza elmedio, garantizando de este modo lasupervivencia de los mejor adaptados. Elcrecimiento económico tiene mucho másde proceso deliberado; las mutacionesque la innovación provoca no están, o noestán fundamentalmente, dominadas porel azar, admitiéndose un alto grado deintencionalidad, de búsqueda consciente ydeliberada. La incertidumbre queacompaña al proceso de cambio ycrecimiento económico impide, noobstante, el pleno dominio deldeterminismo; y otorga a la ruta delprogreso muchos de los rasgos propios deuna exploración, de un camino tentativosujeto a la prueba y al error. Las dosis deintencionalidad del proceso justifican unasegunda diferencia, que se centra en elmenor dominio en el ámbito económico delos mecanismos darwinistas de selección.En el campo social predominan losmecanismos de evolución de tipo«lamarckiano», en donde están presentestanto los procesos de selección como losde aprendizaje (36). Por último, la terceradiferencia se refiere al ámbito en el que laevolución se manifiesta; mientras en elmundo natural se supone que el efecto delas mutaciones está localmentedeterminado, en el de la economía seextiende, aunque con diferente intensidadsegún los casos, al conjunto del sistemaeconómico; todo él se beneficia de losprocesos innovadores.

El surgimiento de esta línea de trabajoencuentra su punto de partida en el intento

de erigir una interpretación delcrecimiento capaz de integrar de manerafiel aquellos rasgos del proceso deinnovación tecnológica que lainvestigación empírica, especialmente ladedicada al análisis de las basesmicroeconómicas de la innovación, habíapuesto de manifiesto a lo largo de las dosúltimas décadas. Se considerainsatisfactorio proseguir en una línea deanálisis, como la que proporciona elpensamiento neoclásico, que de partidaniega la posibilidad de entender siquierael proceso de cambio tecnológico; y serehuyen, por considerarlas poco realistas,las modelizaciones del equilibrio,incluidas las de competencia imperfecta ylos supuestos de racionalidadmicroeconómica en que éstas sefundamentan (37). Aún cuando resultadifícil sintetizar sus posiciones críticas,cuatro son los aspectos fundamentalesque interesa resaltar en el marco delpresente trabajo.

En primer lugar, el enfoqueevolucionista critica la concepciónestática que la teoría neoclásica tiene delequilibrio y de la competencia en losmercados. Estos no aparecenconformados por un conjunto de agentesque operan en condicionestecnológicamente homogéneas, deacuerdo con el repertorio de técnicasdisponibles y con las condiciones decoste de los inputs; antes bien, locaracterístico es que existan apreciablesdiferencias en las tecnologías empleadaspor cada empresa, así como en susrespectivos niveles de eficiencias yrentabilidad. Conforme a esta visión delos mercados, la competencia se

(36) Como señala Dosi (1991): «Las teoríasevolucionistas en economía implican igualmenteprocesos significativos de aprendizaje a nivel«fenotípico» (esto es, a nivel de las empresasindividuales), cuyos resultados pueden repetirse ydifundirse posteriormente a través de los procesosde selección del mercado, basados en lacompetitividad diferencial de los mismos agentes y através de la observación, el aprendizaje y laimitación de otros agentes», pág. 187.

(37) «Es obvio que un gran volumen de diversidady de cambio son ocultados por la aproximaciónneoclásica macroeconómica basada en laagregación, la maximización y el equilibrio. Enverdad, la principal virtud de este instrumental es laventaja en tratabilidad analítica y en coherencialógica, que ha sido obtenida precisamente porabstraerse de la diversidad y del cambio». Nelson yWinter (1974), pág. 903.

Page 25: «Tecnología y Crecimiento: Crónica de un desencuentro» · keynesiana o neoclásica a los desarrollos de la teoría de las generaciones, y desde las primeras formalizaciones del

«Tecnología y Crecimiento: Crónica de un desencuentro»

Ekonomiaz N. º 22 80

entiende, en la tradición de Schumpeter,como un proceso dinámico de rivalidadentre las empresas que alimenta lacontinua transformación de lascondiciones en las que éstas operan. Eneste sentido, la competencia remite más aun proceso dinámico de cambio que auna situación de equilibrio.

En segundo lugar y en relación con elpunto anterior, se cuestiona el proceso dedecisión de los agentes que presupone lateoría, así como el papel exclusivo que sele asigna a los precios como señales delmercado. Más específicamente, se criticael supuesto de que los agentes conocenlas posibilidades tecnológicas existentes,a las que acceden sin coste y entre lasque eligen de acuerdo con los preciosrelativos de los inputs. En la tradición dela teoría behaviourista, se concibe laempresa como una institución que operaen un marco de incertidumbre y deinformación incompleta, conforme arutinas que rigen sus decisiones (38). Lamodificación de estas rutinas vendrádada, en algunos casos, por decisionesdeliberadas, de acuerdo con objetivosexplícitamente definidos; en otros, será elresultado de la respuesta al medio.Ambos procesos nutren el conjunto de lasactitudes innovativas de la empresa (39).

Conforme a lo expuesto, se niega elcarácter exclusivo que la maximización de

(38) Como señala Nelson y Wlnter (1974): «Elprimero de los más importantes compromisos de lateoría evolucionista es con el «enfoquebehavioural». La premisa básica behaviourista esque la empresa opera siempre de acuerdo a unconjunto de reglas de decisión, que relacionan losestímulos del medio con un tipo de respuestas porparte de la empresa», pág. 891.

(39) Una de las ventajas que se le atribuyen a lateoría evolucionista es poder definir adecuadamenteel concepto de innovación: «Es más fácil hacer usode un término que expresa la connotación de lo«nuevo» o »novel» en una teoría que explícitamentedescansa sobre rutinas de comportamiento, que unaque presume plena flexibilidad y comportamientomaximizador». Nelson y Winter (1974). pág. 894.

los beneficios de corto plazo tiene en elcomportamiento de los agentes. Auncuando este objetivo sea importante,existen otros —de tipo gerencial, labúsqueda del crecimiento o el ansia deestabilidad— que pueden estar tambiénpresentes en la conducta de la empresa.Y conforme a esta pluralidad de objetivos,se produce una diversidad de estrategiasinnovativas. En la elección entre ellas, losprecios jugarán un papel importante, peroen absoluto exclusivo; también contaránlas reglas concernientes a los procesosde decisión, los comportamientos de lasempresas rivales o los cambios exógenosen los niveles de conocimiento (40).

En tercer lugar, el enfoque evolucionistaincorpora la referencia explícita almecanismo dinámico de selección queproporciona el medio. El mecanismoselectivo viene dado tanto por lasinfluencias exógenas que se transmiten alinterior de las empresas como a través dela acción de las empresas rivales en elseno del mercado. Este proceso selectivo,a través de los premios y castigos que elmercado asigna, condicionará lasestrategias empresariales, la orientaciónde su proceso inversor e innovativo. Entodo caso, conviene subrayar que losmecanismos de selección e innovaciónactúan de manera simultánea en el senodel proceso evolutivo; la orientación delproceso selectivo condiciona la búsquedade respuestas por parte de la empresa y

(40) «La empresa persigue beneficios (y quizáotros objetivos), pero su abanico de elección no eslo suficientemente estático y bien definido como parahacer la maximización de beneficiosdescriptivamente plausible. Para cada empresaindividual, el cambio técnico es un aspecto de subúsqueda de beneficios. Hay significativasrecompensas por resolver problemas o por prevercon antelación y con corrección: y castigos porhacerlo mal o tarde. Estas recompensas y castigosno son meras posibilidades conjeturales, ocurren enverdad y su ocurrencia condiciona el futuro curso delos acontecimientos». Nelson y Winter (1974), pág.903.

Page 26: «Tecnología y Crecimiento: Crónica de un desencuentro» · keynesiana o neoclásica a los desarrollos de la teoría de las generaciones, y desde las primeras formalizaciones del

José Antonio Alonso

Ekonomiaz N. º 22 81

esta búsqueda proporciona, a través de lainnovación, condiciones renovadas paraenfrentarse al proceso selectivo.

Por último y, a diferencia de como lohace la teoría convencional de laproducción, se considera la tecnología nocomo un producto externo a la actividadtransformadora, sino un resultado más delproceso productivo. Se asume que lascapacidades tecnológicas estáncompuestas por un conjunto heterogéneode conocimientos, algunos explícitos ycodificables —transferibles, en suma—,otros más sutiles y específicos,incorporados al proceso productivo, a lacualificación de la mano de obra y a lasformas de organización de la empresa.Los ritmos y la dirección de la innovacióny de la difusión tecnológica seencuentran, por tanto, determinados porla evolución del proceso productivo y porla dinámica del mercado. Desde estaperspectiva se puede afirmar que lasoportunidades y capacidades tecnológicasdel futuro dependen de las combinacionesproductivas y de la especialización de laindustria actual. El cambio tecnológicopresenta los rasgos de una sendaevolutiva «un proceso iterativo en el queel pasado afecta al alcance futuro delaprendizaje y la innovación» (41).

El carácter radicalmente innovador deeste enfoque hace que esté todavía pordesarrollar gran parte del aparatoconceptual y del instrumental analíticonecesario para la construcción demodelos acabados y coherentes delcomportamiento económico agregado. Noobstante, se ha avanzado en dos líneasde trabajo que se han demostradoespecialmente fecundas, aún a pesar de

(41) Dosi (1991), pág. 183. Desde estaperspectiva, el recurso a funciones de producción decoeficientes fijos constituye una aproximaciónplausible a las propiedades de irreversibilidad de losprocesos evolutivos que se dan en el ámbito de latecnología.

no existir una conexión plena entre ellas.Por una parte está la investigación de losfundamentos microeconómicos delcomportamiento de los agentes en losmercados. Una vez abandonados lossupuestos de racionalidad plenamenteoptimizadora y del equilibrio, los modelosevolutivos han tratado de erigir unaexplicación de la conducta de lasempresas basada en el comportamientodinámico observado en el proceso deaprendizaje y en la competencia entreagentes heterogéneos. En algunos casos,para formalizar el comportamientoeconómico de los mercados encondiciones distintas a las de equilibrio,se ha recurrido a modelosautoorganizativos, directamenteinspirados en la dinámica no lineal y enlos modelos disipativos de latermodinámica del desequilibrio. Estudiosen esta línea de trabajo son losrealizados por Nelson y Winter (1982),Silverberg (1988) o Silverberg, Dosi yOrsénigo (1988).

La segunda línea de investigación,aunque coherente con los fundamentosmicroeconómicos anteriormentemencionados, discurre de maneraindependiente, tratando de erigir unmodelo agregado que dé cuenta delproceso de crecimiento y de comercio deuna economía. Este intento ha propiciadouna integración de los modelosneokeynesianos —particularmente, en latradición de Kaldor—, recuperados desdeesta nueva perspectiva, con los hallazgosteóricos y empíricos en el campo de lainnovación y del cambio técnico. En estalínea de análisis, todavía en ciernes, sepueden situar los trabajos de Dosi, Pavitty Soete (1990), Cimoli (1988) o Antonelli,Petit y Tahar (1992).

5. CONSIDERACIONES FINALES: UNAREFLEXIÓN SOBRE EL MÉTODO

El recorrido por las teorías modernasdel crecimiento arroja la imagen de un

Page 27: «Tecnología y Crecimiento: Crónica de un desencuentro» · keynesiana o neoclásica a los desarrollos de la teoría de las generaciones, y desde las primeras formalizaciones del

«Tecnología y Crecimiento: Crónica de un desencuentro»

Ekonomiaz N. º 22 82

sendero un tanto accidentado,excesivamente curvilíneo, plagado deensayos frustrados en la construcción deun modelo capaz de ofrecer unarepresentación aceptable del crecimientoeconómico. Particularmente frustrantes yalejadas de todo realismo resultan lasprimeras propuestas que dominaron esteámbito de la teoría hasta bienrecientemente. Sin duda, se trataba demodelos dotados de una eleganteprecisión formal, pero de muy dudosacapacidad explicativa, al tener quecondenara las principales variables—entre ellas la tecnología— al ámbito delo ajeno y de lo desconocido. Se producía,así, una incompatibilidad básica entre losresultados de las modelizaciones y lo queconstituía la experiencia consolidada delos agentes económicos, aquellasconclusiones que se derivan de laintuición y de la evidencia histórica delcrecimiento.

Progresivamente, a través de unproceso de aproximaciones sucesivas, seha ido aportando a la teoría las dosis derealismo necesarias para dotar al modelode suficiente capacidad interpretativa.Este proceso ha ido en paralelo alabandono de aquellos supuestos másrestrictivos sobre los que se asentaban,por necesidades de formalización y porcoherencia con la doctrina heredada, lasprimeras modelizaciones. La admisión,primero, de externalidades y el posteriorpaso a modelos de competenciaimperfecta da cuenta de este proceso, queaparece asociado a una crecientedificultad analítica (42). Cabe preguntarsesi es necesario que el desarrollo de lateoría siga siempre esa secuencia. Dichode otro modo, ¿es necesario que laeconomía parta inicialmente de modelosformalmente manejables, peromanifiestamente incompatibles con la

(42) Esta secuencia se encuentra muy bienexplicada en Romer (1990b).

experiencia, para después, en unaespecie de pulso con los supuestos y conel aparato conceptual disponible, acercarlas construcciones lógicas a lo que laexperiencia y el sentido económico dicta?

Sin duda, habrá quien respondaafirmativamente a este interrogante; y elproceso de formación del pensamientoeconómico aporta numerosos ejemplosque avalarían esa respuesta. Ahora bien,constituye éste un procedimiento peculiarde la ciencia económica, que en nada seasemeja al seguido por otras ciencias,particularmente las de la naturaleza. Elproblema no es que los primeros modelossean, desde el punto de vista analítico,menos complejos que los elaboradosposteriormente, pues esto parece desentido común, sino que se admitan comomodelos convalidados construccioneslógicas que son manifiestamenteinconsistentes con la realidad. La teoríadel crecimiento proporciona un ejemplonotable; la misma teoría que generó laevidencia acerca del protagonismo delcambio tecnológico en el crecimientoeconómico se había incapacitado deantemano para explicar dicho proceso. Lateoría del crecimiento llegaba a laparadójica conclusión de que nada podíadecir sobre los factores que explicaban elcrecimiento.

Visto este proceder, no está de máspreguntarse, como en su momento hicieraKeynes (43), acerca de la pertinencia delpunto de partida elegido por la teoría delcrecimiento. Ese punto de partida es elque proporciona el aparato conceptual—y el esquema analítico— desarrolladopor el estudio del equilibrio de los

(43) «Si la economía ortodoxa está equivocada, elerror debe buscarse no en la superestructura, que seerigió con gran cuidado respecto a su consistencialógica, sino en una falta de claridad y generalidad desus premisas», del prefacio de la Teoría General.

Page 28: «Tecnología y Crecimiento: Crónica de un desencuentro» · keynesiana o neoclásica a los desarrollos de la teoría de las generaciones, y desde las primeras formalizaciones del

José Antonio Alonso

Ekonomiaz N. º 22 83

mercados y más particularmente deaquellos en los que rige la competenciaperfecta. Los logros intelectualesconseguidos en esta línea de exploraciónjustif ican el prestigio y la solidez con laque tales desarrollos estaban—y todavíaestán—asentados en la mentalidad de loseconomistas. No obstante, esta tradición,que se ha demostrado eficaz en el estudiode los mecanismos asignativos delmercado en el corto plazo, pudo habersido perjudicial para una más rápida ymejor comprensión del proceso decrecimiento económico. El problema no essólo la diferencia en los horizontestemporales en que se mueven una y otrateoría, sino también el esquema analíticoen que cada una se fundamenta.

En efecto, en el caso del análisis de losmercados —la microeconomía básica—dicho esquema lo toma fundamentalmentede la mecánica y de la termodinámica delequilibrio, núcleos más desarrollados de lafísica decimonónica. De la mecánicaextrae la economía no sólo el aparatomatemático necesario, proveniente de losdesarrollos del cálculo diferencial, sinotambién algunas referencias analógicasbásicas, como las que rodean al conceptode equilibrio. Un mercado, y poragregación la economía en su conjunto,se concibe como un sistema tendente alequilibrio; un agregado de fuerzas dedistinto signo que se complementan yanulan hasta conducir al sistema a laposición de reposo que define el equilibrio.No importa que pueda producirse unaperturbación en ese estado, pues, salvoexcepciones, las propias fuerzas encontraste conducirán al sistema a unanueva posición de equilibrio.

Sin duda, la fuerza de la analogía tuvosus efectos, pues gran parte de losdesarrollos neoclásicos encontraron suinspiración, más o menos lejana, en esa

poderosa imagen que había legado lamecánica, cuya formalización,además, resultaba manejable. Ahorabien, tal asimilación tuvo también susinconvenientes (44). Y el principal deellos es haber renunciado a entender larealidad económica como algo cambianteen el tiempo, como un objeto queevoluciona y se transforma a partir de lapropia dinámica de sus factoresconstituyentes. La economía neoclásica,al igual que la mecánica, edificó susconstrucciones lógicas prescindiendo detoda dimensión temporal; no tanto porquela variable tiempo no se pudieseconsiderar, cuanto porque ésta adoptabala forma irreal de una variableperfectamente reversible. Dada lainfluencia de una determinadaperturbación, se puede diseñar, a partirde ciertos parámetros básicos, la sendade progresivo acercamiento al equilibrioque seguirán las variables; y esta sendaes conceptualmente la misma, aunque desentido inverso, a la seguida en el casode que la perturbación tuviese el signoopuesto. Las relaciones funcionales quese presuponen admiten la plenareversibilidad, como si la realidad a la quese refieren constituyese un sistemainmutable, que se desplaza en torno a unmismo punto de equilibrio. Y si estasimplificación puede ser útil en el análisisdel equilibrio, cuya dimensión temporal esel corto plazo, resulta abiertamentecuestionable cuando se proyecta a lateoría del crecimiento.

Y así, partiendo del aparato conceptualy del esquema analítico de la

(44) Estos inconvenientes los reconocen inclusolos partidarios del equilibrio: «En la estática—señala Hicks (1989)—, el equilibrio esfundamental; en la dinámica, como veremos másadelante, no podemos prescindir de él. Pero siincluso en la estática éste resulta engañoso, en ladinámica, a menos que seamos sumamentecuidadosos, puede causar serios tropiezos», pág.18.

Page 29: «Tecnología y Crecimiento: Crónica de un desencuentro» · keynesiana o neoclásica a los desarrollos de la teoría de las generaciones, y desde las primeras formalizaciones del

«Tecnología y Crecimiento: Crónica de un desencuentro»

Ekonomiaz N. º 22 84

microeconomía neoclásica, la teoría delcrecimiento nace lastrada para entenderel proceso de desarrollo económico. Sóloa través de laboriosas aproximaciones seha logrado ofrecer en los últimos tiemposmodelizaciones algo más convincentes ypersuasivas. Pero, tal vez, el caminopueda resultar más fecundo si se parteinicialmente de una imagen más cabal dela realidad económica. SI se reconocedesde el principio su naturaleza evolutiva,en la que el crecimiento surge comoresultado de un proceso autógeno eirreversible en el tiempo. De este modo,se le otorga un sentido único a la flechadel tiempo, que sistemáticamente abreespacio a nuevas posibilidades hacia elfuturo, mientras se asienta en lairreversibilidad del pasado. Hablar decrecimiento es hablar de tiempounidireccional, de creatividad y de cambio.Estos atributos vienen representados enel ámbito económico por la tecnología. Esla tecnología la que abre nuevasposibilidades para la oferta productiva ypara el crecimiento económico; y es elcambio técnico el que impide la reversiónde los procesos económicos,otorgándoles su radical sentimiento deunidireccionalidad en el tiempo, conformea su naturaleza evolutiva. Como en sumomento señaló Schumpeter (1984): «Elpunto esencial que hay que tener encuenta consiste en que, al tratar el

capitalismo, nos enfrentamos con unproceso evolutivo» (45).

Y si se parte de aceptar este principio,como de hecho hace el enfoqueevolucionista, es necesario reconsiderarel paradigma del equilibrio, presentetambién en los llamadas «nuevas teoríasdel crecimiento». En una realidadevolutiva no tiene sentido el concepto deequilibrio, cuando se analizan períodossuficientemente dilatados de tiempo. Loque interesa es el movimiento, lasecuencia temporal de las variables enjuego, el proceso de evolución y cambioque alimenta el continuo desplazamientodel objetivo mismo que se suponepersiguen las fuerzas del equilibrio.Aquella específica «cadena dedesequilibrios» —como dijeraHirschman (1961)— que alimentan elproceso de desarrollo. Schumpeter (1944)lo expresó muy gráficamente al precisarcomo propio de la evolución económica:«aquella clase de transformaciones quesurgen del propio sistema, que desplazanen tal forma su punto de equilibrio que nopuede alcanzarse el nuevo desde elantiguo por alteraciones infinitesimales.Agreguemos sucesivamente todas lasdiligencias que queramos y no formaránnunca un ferrocarril» (46).

(45) Schumpeter (1984), pág. 120.(46) Schumpeter (1944), pág. 75.

BIBLIOGRAFÍAABRAMOVITZ, M. (1956): «Resource and Output

Trends in the United States since 1987». Papersand Proceedings of the American EconomicAssociation.

ABRAMOVITZ, M. (1991): «The Postwar ProductivitySpurt and Slowdown Factors of Potential andRealisation», en OCDE, Technology andProductivity, Paris.

ANTONELLI, C, PETIT, P. y TAHAR, G. (1992): TheEconomics of Industrial Modernization. AcademicPress, Londres.

ARROW, K.J. (1962): «The Economic Implications ofLearning by Doing». Review of

Economic Studies.CIMOLI, M. (1958): «Technology Gaps and

Institucional Asysmmetries in a North—SouthModel with a Continuum of Goods».Metraeconomica.

DENISON, E.F. (1962): The Sources of EconomicGrowth in the United States an the AlternativessBefore Us. Comitee for Economic Development,Nueva York.

DENISON, E.F. (1969): «Some Majos Issues inProductivity Analysis: An Examination ofEstimates by Jorgenseon and Griliches». Surveyof Current Business.

Page 30: «Tecnología y Crecimiento: Crónica de un desencuentro» · keynesiana o neoclásica a los desarrollos de la teoría de las generaciones, y desde las primeras formalizaciones del

José Antonio Alonso

Ekonomiaz N. º 22 85

DIXIT, A. y STLIGLITZ, J. (1977): «MonopolistaCompetition and Optimum Product Diversity».American Economic Review, 76.

DOMAR, E.D. (1957): Essays in the Theory ofEconomic Growth. Oxford University Press, NuevaYork.

DOSI, G. (1988): «Sources, Procedures andMicroeconomic Effects of Innovation». Journal ofEconomic Literature, XXIV.

DOSI, G. y ORSENIGO, L. (1988): «Coordination andtransformation: an Overview of structures,behaviours and change in evolutionaryenvironments». Dosi et. al.

DOSI, G., FREEMAN, C, NELSON, R., SILVERBERG,G. y SOETE, L. (1988): Technical Change andEconomic Theory. Pinter, Londres.

DOSI, G., PAVITT, K. y SOETE, L. (1990): TheEconomics of Technological Change andInternational Trade. Wheatsheaf-Harvester,Brighton.

ELTIS, W.A. (1973): Growth and Distribution.Macmillan, Londres.

FREEMAN, Ch., ed. (1990): The Economics ofInnovation. Edward Elgar P., Londres.

GREGORY, R.G. y JAMES, D.W. (1973): «Do NewFactories Émbody Best Practice Technology?Economic Journal, 83.

GROSSMAN, G. y HELPMAN, E. (1990): «Trade,Innovation and Growth». A.E.A. Papers andProceedings, mayo.

HAHN, F.H. y MATTHEWS, R.C.O. (1964): «TheTheory of Economic Growth: A Survey». EconomicJournal, 74.

HARROD, R. (1948): Towards a Dynamic Economics.Macmillan, Londres.

HARROD, R. (1974): Dinámica económica. AlianzaEditorial, Madrid.

HICKS, J. (1989): Métodos de economía dinámica.Fondo de Cultura Económica, México.

HIRSCHMAN, A.O. (1961): La estrategia deldesarrollo económico. Fondo de CulturaEconómica, México.

JONES, H. (1975): Introducción a las teoríasmodernas del crecimiento económico. A. Boscheditor, Barcelona.

KALDOR, N. (1957): «A model of EconomicGrowth». Economic Journal, 67.

KALDOR, N. y MIRLEES, J.A. (1962): «A New Modelof Economic Growth». Review of EconomicStudies, 29.

KENDRICK, J.W. (1961): Productivity Trends in theUnited States. Princeton University Press.

KENDRICK, J.W. (1991): «Total FactorProductivity-What it Does and Does NosMeasure». OCDE: Technology and Productvity.Paris.

LEVHARI, D. (1965): «A Nonsubtitution Theorem andSwitching of Techniques». The Quarterly Journalof Economics.

LEVHARI, D. y SHERHINSKI, E. (1967): «On theSensitivity of the of Output to Savings:Embodiment and Disembodiment». The QuarterlyJournal of Economics.

LUCAS, R.E. (1988): «On the Mechanics of EconomicDevelopment». Journal of Monetary Economics,22.

NELSON, R.R. y WINTER, S.G. (1974):«Neoclassical vs Evolutionary Theories ofEconomic Growth: Critique and Prospectus».Economic Journal, diciembre.

NELSON, R.R. y WINTER, S.G. (1982): AnEvolutionary Theory of Economic Change,Harvard University Press, Cambridge.

PASINETTI, L (1985): Cambio estructural ycrecimiento económico. Ed. Pirámide, Madrid.

PAVITT, K. (1984): «Sectoral Patterns fo TechnicalChange: Towards a Taxonomy and a Theory».Research Policy, 13.

ROMER, P. (1986): «Increasing Returns andLong-Run Growth». Journal of Political Economy,94.

ROMER, P. (1990a): «Endogenous TechnologicalChange». Journal of Political Eco-nomy, 98.

ROMER, P. (1990b): «Rendimientos crecientes ynuevos desarrollos en la teoría del crecimiento».Cuadernos Económicos de ICE, 46.

SCHUMPETER, J.A. (1944): Teoría deldesenvolvimiento económico. Fondo de CulturaEconómica, México.

SCHUMPETER, J.A. (1984): Capitalismo, socialismoy democracia. Ed. Folio, Barcelona.

SHESHINSKI, E. (1967): «Optimal Accumulationwith Learning by Doing», en Shell ed.: Essays inthe Theory of Optimal Economic Growth. MITPress, Cambridge.

SILVERBERG, G. (1988): «Modelling economicdynamics and technical change: mathema-ticalapproaches to self-organization and evolution»,en Dosi et al.

SILVERBERG, G., DOSI, G. y ORSENIGO, L (1990):«Innovation, Diversity and Diffusion: ASelf-Organisation Model», en Freeman (ed.).

SOLOW, R.M. (1956): «A Contribution to the Theoryof Economic Growth». The Quarterly Journal ofEconomics, 70.

SOLOW, R.M. (1957): «Technical Change an theAggregate Production Function». Review ofEconomics and Statistics, 39.

SOLOW, R.M. (1960): «Investment and TechnicalProgress», en Arrow, Karlin y Suppes:Mathematical Methods in the Social Sciencies,Stanford.

SWAN, T.W. (1956): «Economic Growth and CapitalAccumulation». The Economic Record.

YOUNG, A. (1928): «Increasing and EconomicProgress». Economic Journal, 38.