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Texto argumentativo de carácter crítico Autor: Gerson Vladimir Galindres Saa LAS CORRIDAS DE TOROS: NI ARTE NI CULTURA Las corridas de toros son espectáculos multitudinarios divididos en tres actos y de unos veinte minutos de duración, que escenifican la falsa superioridad y la fascinación enfermiza con la sangre, el suplicio y la muerte del toro. Hoy en día existen personas que piensan que las corridas de toros son una práctica inhumana, inaceptable, que no tiene cabida en nuestra sociedad, pero de igual manera existen aquellas que las defienden y que justifican estos actos crueles con argumentos que resultan ser inválidos y falaces y que cito a continuación: Los taurinos dicen: “las corridas de toros son un arte”. Esta idea de que el toreo es un arte es fuerte pero igualmente inválida. Juan Guillermo Carpio Muñoz, sociólogo y escritor, defiende esta idea en el ensayo: “El paseíllo de la vida: Tauromaquia, arte y cultura”, teniendo en cuenta la definición de tauromaquia de la Real Academia Española, que dice sobre el arte: “Virtud, disposición y habilidad para hacer algo, manifestación de la actividad humana mediante la cual se expresa una visión personal y desinteresada que interpreta lo real o imaginario con recursos plásticos, lingüísticos y sonoros”. 1 Para lo cual él manifiesta: “Para practicar el toreo se debe ser virtuoso, tener la disposición y el valor de pararse frente a un toro bravo y desarrollar frente a éste, esa sinfonía sincrónica y perfecta de lances y pases enmarcados en cánones bien definidos. El toreo, claro, es una manifestación de la actividad humana y la visión que se expresa en la misma son la dramatización de esos dos hechos contrapuestos, que son la vida y la muerte, la lucha que cada día ejercemos para sobrevivir que nos expresa lo efímera que puede ser nuestra existencia. En la tauromaquia, sí hay recursos plásticos como la danza, en medio de un pasodoble, la música, que tiene equivalencias con todo lo que pasa en el ruedo, conformando el aspecto sonoro de las corridas de toros, y la lingüística, al expresar literariamente todas las emociones que allí acontecen”. 2 Pero cualquier acción que involucre el sufrimiento de un ser vivo y haya derramamiento de sangre, pierde el valor de ser contemplado, así

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Texto argumentativo de carácter crítico

Autor: Gerson Vladimir Galindres Saa

LAS CORRIDAS DE TOROS: NI ARTE NI CULTURA

Las corridas de toros son espectáculos multitudinarios divididos en tres actos y de unos veinte minutos de duración, que escenifican la falsa superioridad y la fascinación enfermiza con la sangre, el suplicio y la muerte del toro.

Hoy en día existen personas que piensan que las corridas de toros son una práctica inhumana, inaceptable, que no tiene cabida en nuestra sociedad, pero de igual manera existen aquellas que las defienden y que justifican estos actos crueles con argumentos que resultan ser inválidos y falaces y que cito a continuación:

Los taurinos dicen: “las corridas de toros son un arte”. Esta idea de que el toreo es un arte es fuerte pero igualmente inválida. Juan Guillermo Carpio Muñoz, sociólogo y escritor, defiende esta idea en el ensayo: “El paseíllo de la vida: Tauromaquia, arte y cultura”, teniendo en cuenta la definición de tauromaquia de la Real Academia Española, que dice sobre el arte: “Virtud, disposición y habilidad para hacer algo, manifestación de la actividad humana mediante la cual se expresa una visión personal y desinteresada que interpreta lo real o imaginario con recursos plásticos, lingüísticos y sonoros”.1 Para lo cual él manifiesta: “Para practicar el toreo se debe ser virtuoso, tener la disposición y el valor de pararse frente a un toro bravo y desarrollar frente a éste, esa sinfonía sincrónica y perfecta de lances y pases enmarcados en cánones bien definidos. El toreo, claro, es una manifestación de la actividad humana y la visión que se expresa en la misma son la dramatización de esos dos hechos contrapuestos, que son la vida y la muerte, la lucha que cada día ejercemos para sobrevivir que nos expresa lo efímera que puede ser nuestra existencia. En la tauromaquia, sí hay recursos plásticos como la danza, en medio de un pasodoble, la música, que tiene equivalencias con todo lo que pasa en el ruedo, conformando el aspecto sonoro de las corridas de toros, y la lingüística, al expresar literariamente todas las emociones que allí acontecen”.2 Pero cualquier acción que involucre el sufrimiento de un ser vivo y haya derramamiento de sangre, pierde el valor de ser contemplado, así el torero se vista con traje de luces y adornos y lo haga en pases elegantes y estilizados rodeado de pétalos, no deja de ser una expresión de salvajismo. El arte refleja belleza y vida, las corridas celebran la muerte en actos desagradables.

Los taurinos dicen: “las corridas de toros son una tradición”. En el fondo esta idea se basa en el supuesto de que algo está justificado solo porque es una tradición o una manifestación cultural. La tradición no siempre es buena por ser tradición. Creer que la tradición se justifica por sí misma es dogmático y anticuado, dogmático por creer que la tradición debe persistir a pesar de los cambios sociales, culturales y educativos; y anticuado porque se asume que lo antiguo vale más que lo nuevo. En efecto no toda tradición por ancestral que sea pueda ser preservada.

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Los taurinos dicen: “las corridas de toros son una diversión”. Los taurinos se amenizan viendo sufrir al toro, pero no hay manera de justificar el sufrimiento de una animal por el simple objeto de divertir y entretener a los espectadores, esto ciertamente va en contra de la dignidad humana y es impropio de una sociedad “civilizada y democrática”. Por ende resulta intolerable que se cometan actos de crueldad contra un animal en un espectáculo cuyo propósito es la diversión de quienes lo presencian. En otras palabras, una manifestación “cultural y artística” es inconcebible si se fundamenta en actos denigrantes.

Los taurinos dicen: “las corridas de toros son un derecho al deleite”. A favor, la columnista Colombiana, María Elvira Bonilla señala en el Manifiesto taurino que las corridas de toros deben ser permisibles porque los taurinos tienen el derecho a gozar de una tradición artística. Dice en el manifiesto: “Así como no pretendemos imponerle a nadie nuestra afición exigimos respeto absoluto por nuestros gustos y sentimientos”.3 En este sentido las corridas se justifican por el vano derecho de entretener a los fervientes seguidores de las fiestas bravas. Pero en este argumento hay una contraposición de derechos: el “derecho al deleite” de los espectadores contra el “derecho a la vida” de los animales. Ante este conflicto, ¿cuál derecho es el más importante? Preferir el derecho al deleite sobre el derecho a la vida animal, seria egoísta porque el derecho del hombre prevalecería sin la menor consideración al derecho animal.

Ciertamente en torno a los derechos de los animales aún hay quienes no creen o ignoran que éstos también tienen derechos, empezando por el más importante: el derecho a la vida. La declaración universal de los derechos de los animales proclama que: “Todos los animales nacen iguales ante la vida y tienen los mismos derechos a la existencia”.4 Además expresa: “Ningún animal será sometido a malos tratos ni actos crueles” 5 y “Ningún animal debe ser explotado para esparcimiento del hombre”.6

Los taurinos dicen: “las corridas de toros son un deporte”. Para empezar el deporte es un enfrentamiento entre rivales en las mismas condiciones y reglas de juego. ¿En qué punto se juega en las mismas condiciones en una corrida de toros? Mientras el torero está equipado con un arsenal de armas para matar, el toro sale al ruedo en circunstancias desventajosas e intencionales: visión borrosa, debilidad y falta de coordinación, en otras palabras el toro sale “preparado” con anterioridad, con el fin de convertirlo en un ser indefenso y darle la victoria rotunda al torero que a fin de cuentas termina siendo el victimario en este enfrentamiento desigual cuyo trofeo son orejas, rabos y patas mutiladas.

¿Los argumentos expuestos anteriormente tienen ahora validez para justificar este tipo de espectáculos? El duelo entre un feroz toro y un valiente torero es una completa farsa respaldada por quienes la consideran febrilmente como tradición y arte, cuya realidad no refleja más que la tortura, la crueldad, la muerte, la falsa superioridad y heroísmo de los toreros, la intolerancia y denigración hacia los derechos de los animales y la insolidaridad de la sociedad. Si bien se ha intentado refrenar el apoyo a las corridas, otra realidad es la influencia de los medios de comunicación y de instituciones públicas con intereses económicos que las han convertido en lo que se denomina “el negocio taurino”; Incluso instituciones religiosas y asociaciones que aparentemente apoyan obras de interés social se lucran a través de “corridas

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de beneficencia”, algo incongruente puesto que la destrucción de cualquier vida supuestamente en beneficio de los demás no es ética ni moralmente aceptable y se pone en evidencia que el fin no justifica los medios.

La tauromaquia además transmite valores negativos a la sociedad como el desprecio e indiferencia hacia los animales: desnaturaliza y trivializa la relación entre el hombre y los animales, agrava el sadismo y el morbo hacia la muerte y el derramamiento de sangre de los neurópatas atraídos por estos espectáculos; fomenta el uso injustificado de la violencia y el quebrantamiento de los derechos de los animales, se convierte en un efecto perjudicial para la salud mental de niños y del público sensible.

Pese a todos los esfuerzos de los anti-taurinos por hacer cambiar de pensamiento a la gente y erradicar los rituales tauricidas, probablemente el debate seguirá abierto y los taurinos continuarán defendiendo su causa contra viento y marea, por esta razón es necesario romper desde este momento con tradicionalismos y construir una sociedad más crítica que busque una relación armoniosa con los animales y que esté dispuesta a cuestionar toda diversión y costumbres aberrantes, violentas y crueles a costa del dolor de éstos, apoyando las iniciativas públicas y privadas a favor de los animales para aumentar la sensibilidad y el respeto hacia otras formas de vida, por ejemplo, el rechazo del alcalde de Bogotá Gustavo Petro en nuestro país, Colombia, frente a las corridas de toros de Santamaría es un mensaje pedagógico a la consideración y tolerancia de los derechos de los animales. Dice él: “Todos los espectáculos, la cultura, el arte alrededor de la vida, bienvenidos, pero no lo que se construye a través de la muerte de animales o de seres humanos”.7 Si bien su opinión no ha sido resaltada apropiadamente, éstas iniciativas van encaminadas al menos a que las personas entiendan y reflexionen que existe un problema frente a la tauromaquia.

En definitiva, lo que se trata es de ampliar el sentido humano ante el dolor ajeno de los animales, al punto de que éstos puedan disfrutar de sus derechos, comenzando por el derecho a la vida: no solo se trata de un “No a la muerte cruel de los animales”, significa un “SI al derecho a la vida”.

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BIBLIOGRAFÍA:

1. Real Academia Española. (2001). Diccionario de la lengua española (22.a ed.). Madrid, España. Consultado en http://lema.rae.es/drae/

2. El paseíllo de la vida: Tauromaquia, arte y cultura. Juan Guillermo Carpio Muñoz. Consultado en [pagina web]. http://martinmoises.blogspot.com/2010/11/tauromaquia-arte-y-cultura.html. 1 Nov. 2010.

3. el derecho al disfrute. María Elvira Bonilla. Consultado en [pagina web]. http://m.elespectador.com/impreso/opinion/columna-321066-el-derecho-al-disfrute. 15 Ene. 2012

4. Declaración Universal de los Derechos de los Animales. Articulo 1.Consultado en [pagina web]. http://www.me.gov.ar/efeme/diaanimal/derecho.html

5. Declaración Universal de los Derechos de los Animales. Articulo 3 a. Consultado en [pagina web]. http://www.me.gov.ar/efeme/diaanimal/derecho.html

6. Declaración Universal de los Derechos de los Animales. Articulo 10 a. Consultado en [pagina web]. http://www.me.gov.ar/efeme/diaanimal/derecho.html

7. Consultado en [pagina web]. http://www.eltiempo.com/colombia/bogota/ARTICULO-WEB-NEW_NOTA_INTERIOR-10945057.html. 13 Ene. 2012