Tiempo Palti

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860-4(82)

PAL

Palti, Elfas José

Aportas: tiempo, modernidad, historia, sujeto, nación ley..

1~ed. - Buenos Aires: Alianza, 2001.

288 p.; 20x13 cm. - (Alianza Estudio; 47)

ISBN 950-40-0174-2

1. Título - 1. Ensayo argentino

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T MPO

TIE\1PO, ,\:10DER~IDAD E IRREVERSlf3ILIDAD TE:\lPOR \Ll

 l.ntrc los términos recientemente diseminados tanto por

la teoría cultural como por la crítica de arte, el de posrnodcr-

nismo , afirma una conocida estudiosa del mismo, debe ser

el más sobre- y subdcfinido de todos,,2 Para los teóricos de

esta corriente esto, de todos modos, no plantea problema al-

guno. 'TI uso inflamatorio v a menudo contradictorio del t{'r-

mino posmodcr nismo no tiene que

preocupamos .

dice

jo-

chen Schulte-Sasse;·' por el contrario, scgú n Donald

K uspit

es la mejor expresión de la naturaleza contradictoria (subver-

siva de las jerarquías tradicionales) de la misma posmodcrni-

dad

y

denota el rasgo fundamental que la separa del ideal

moderno de

orden.

Sin embargo, a los posmodernistas no

1. Este trabajo apareció originalmente en

Pbilosopby and Social

Criticism

XXIIl.5

(1997): 27-62.

2. Linda Hutcheon, Theorizing the Postrnodcr n , en Charles

Jencks, comp.,

Tbe Postmodern Reader

(Londres: Academy Ediuons,

1992), 76.

3. Jochen Schülte-Sasse,  Moder n

í t y

and Modernism, Postrnoder-

nity and Postmodernism. Framing

ihc

lssue , Cultural Critique 5 0986-

7): 6.

4. Donald Kuspii,  The Contradictory Character of Poslmodernism ,

en H. Silverman, comp.,

Postmodernism-Pb ilosopby and the Arts

(Lon-

dres y Nueva York: Routledgc, 1990), 53.

21

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[lías José Pa]¡i

les sería verdaderamente posible sostener este imperativo li-

teralmente, Aun cuando uno acepte la autocontradicción co-

mo una característica eminentemente posmoderna, el proble-

ma que entonces surge es que, en la medida en que ambos

se definen por su mutua oposición, el mismo uso inflamato-

rio y contradictorio se traslada inevitablemente a su término

antinómico, el  modernismo (la supuesta negación de elloj.>

De ahí que los posrnodernistas no puedan evitar, a fin de sus-

tentar su instancia polémica, el intentar delimitar el uso de di-

chos términos

y

fijar el sentido de su alegada antinomia, Así

pues, con el objeto de asir el significado de tales elusivos

conceptos, distintos escritores han buscado conectar los mis-

mos con perspectivas diversas respecto de la temporalidad,

Parece haber consenso general de que la disputa entre mo-

dernismo y posmodernismo estaría fundada en dos nociones

del tiempo opuestas entre sí. En un libro recientemente pu-

blicado, Elizabeth Ermath sintetiza este punto de vista afir-

mando que  el posmodernismo transforma la construcción

histórica de la temporalidad que cobró forma en el Renací-

S, Por otro lado, resulta evidente que la afirmación de que la pos-

modernidad es contradictoria es, como proposición, absolutamente

consistente, La posmodernidad es así ní tidamente distinguida de cual-

quier otra época o corriente de ideas (las cuales, por oposición, son

asumidas como no-contradictorias), En la afirmación de Kuspit de he-

cho se confunden dos órdenes de discurso, Afirmar la contradicción en

rcferencia a la realidad -es decir, en un primer nivel de discurso- no

plantea ninguna contradicción al sujeto emisor. Sólo refiriéndola a un

segundo nivel de discurso haría esa proposición autocontradictoria,

aunque en un sentido muy distinto al propuesto por Kuspit. Esto impli-

caría afirmar que la posmodernidad es contradictoria y no es contradic-

toria, lo que, obviamente, no es lo que Kuspit sostiene, La afirmación

de Kuspit no es autocontradictoria sino simplemente confusa, porque

oscila entre dos niveles de discurso sin alcanzar a distinguirlos: aboga

por la autocontradicción a un segundo orden de discurso para afirmar

(consistcntemente) la contradicción a un primer orden del mismo,

Aporías - Tiempo

 3

miento 6 La crítica del así llamado

ti

o tiempo histórico vino ent lempo de la modernidad

onces a

coloca-s .

I

desafío posmodernista a l' d ' ' e en e centro del

, , a mo ernldad Sin b

definición parece sólo trasl' dI' em .argo, esta

, a ae e problema' ,

ferente sin por e llo resol

verja 1 ~ 1 .

'f' d a un terreno di-

,   slgnl rca o de e l  I '

concepto

-tiempo de la modernidad-

s C u urno

no menos elusivo Cdcvino •  pronto se mostraría

que el de  modernidad , no menos ::,obre- y subdefinido)

Al afirmar que el sentido ú lt : dc Ia

¡

d

d  , irno e a Idea de d '

a solo podría ser aprehend'd

j

mo crnr-

10 cenlro del m' d

modo particular de conciencia de la t. , , arco e un

del tiempo histórico como li  1 ' emporalldad, esto es,

, , lI1ea e IfreverSlbl· n  

slsllblemente hacia adela re I . e, uyendo rrrc-

n e, os posmodernista lirecogen una larga tradicí d ' . s, en rea idad,

IClon e pensam'

7

sostenedores de este últ' . lento,' Los previos

, rrno punto de vista solía '

esto como una suene d  desr ,,' n conSIderar

lrni   e e::,cubnmlcI110 del ticrn

 8

I

cu rrunacion de la revolución' ',' d po, a

de I '- II1ICla a por la

difusí:'

del

~ os reloJcs, Exprcsiones visiblcs del pasaje del o,n e uso

re ojcs ongll1aron una conciencia d  1   > e llempo, los

do en su inm edí _ ' ,,' e plcsente como atrapa-

la radt I e ratez e Irreslsl1ble transitoriedad  9 esto es d

rca contll1gencla de nuestros

valor   ,

e

tencia Los actuales co t d' es y de nuestra exis-

mados  posmodernos,,)n ten dlentehsde la modernidad (los lla-

len en ay a e

f '

trario, la negación del bí C n atizar, por e l con-

en sentido estricto) 'mcaml'la es decir, de toda temporalidad

  ' I P icua en esta no   , d

tIempo histórico L ' clan mo erna del

, a temporalIdad q 1

esforzaron en crear  di ,ue os modernistas se

, Ice jrn ColJIf1S,  fue un cuasieterno

6, E/izabeth E h

[mal Sequel lo H' t

sis 01

Represenla

tion

CP  ,

ts

ory, Postmodernism and the

Cri-

r

inceton.

Princer U ,

7, Mate¡ Ca/inescu Fi F.   on nlVerslly Press, 1992) 27

, , tVe 'aces OFM d ' , ,

Slty Press, 1987), 13, o o ermly CDurham: Duke Univcr-

8, Raul Quiñones lb  

Camb id ' ' e Renazssanee Diseove ,F T;

ge Unlversity Press, 1972).

ry

ime

CCambridge:

9, CaJllleSCu,

op, cit.

3,

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[lías José I'alti

  4

II do

C

ontra los antecedentes

  mente se a

presente, hermettCa b'

'''.10

representa un intento

1

I ntuales cam lOS , I

históricOs o os

ev

e '. lvi do los acontecimientOS, e

. = diso Vlen

por  salvar las esenCIas . if me que liga pasado, pre-

momento fugitivo, en un flUJOu ru or

sente y futuro

l1

derni ras parecen así tomar como

  posma erntS .

~ Ioderntslas y .,   dos )erspecltvas opues-

, 'd respecltvamente, ,~ . . .:

ounlOS de panl a, d 'dad  signifIca, slluaClon

t   l ti o de la rno ernl '.

ias de lo que e ucrnp , íb lodo entendimIentO

, uc\ve lmpoSl e

que necesanamenle

v dói

de esto es que el eoncep-

, 'a para opca .' '.

mutua. La eonseeuenCl d . tas (una relvlndlc.a-

, l' l' d de los pasmo ernls ,

lO de la tempora le a . .   bianle) se vuelve, a

, , }' z efímero, sIempre cam , ,_

Clan de los fuga ., . , lo indistinguIble de la no

'f , os por eVllar , d

pesar de sus es

uerz  

'd' d  según la definen sus e-

1

  . o de la modeHlI a   1

ción de lIemp .; , rd de la  condición posmoderna' u-

fenso

res

(la Idea de Lyota d de \'Iarshall 13erman de la

. '1' r al cua ro . '

ce llamativamente S\ nt a 'd' d ) Una de las fuentes del ma-

.   de la modernt a . di ., De

 expeflenCla , . , de perio IzaClon. '

. '1'   a con cuesll

ones

 

lentendldo se re aClo

n

· ,d rnidad

(v'

por OpOSI-

.f

-rcn a la posmo e ' .

hecho, cuando se re IC .' 'utores remilcn a períodos Y

ión a la modernidad) dlstmtoS a  

el, id

I

diversas entre SI.

corrienteS de leas mu; ,  osmoderno  data del ensaya

El uso actual del termmo p .' h  

(1971)

de lhab

, , '( cal Blbltograp Y ~

 POSTmodernISM: a Paraefl

I

id mo el punto de par-

. I se lo eons

l

era co

I

-Iassan esefllO a que , eo'lncide por otra

, Su apanClon '

tida para este mOVimiento,

f

mael'ones históricas más vas-

, de tfans or . ,

P

arte, con una sene ., de una mutaClOn eultu-

, la generaClon

tas y que convergen en I 'It'mo cuarto del siglo xx. Se-

id le en e u

I

ral radical en OeCl en d d de 1972 se produce un

id

H

ey aire e or

gún señala Davl arv, I 'como en las prácticas po-

cambio abismal tanto en la cu tura

1be

. Culmination , en Jencks,

10. Jim Col\ins, post-Modernl

sm

as

poslmodern Reader,

109.

11. Ermath,

op. cit,

31.

Aporías - Tiempo

  5

lítico-económicas t .V Para otros, sin embargo, los orígenes de

la era posmoderna o poscapitalisia deberían rasircarsc más

atrás en el tiempo. Según Leslic Fiedler y Ihab Hassan, los

años sesenta son ya representativos de una sensibilidad pos-

moderna ; y, para Michael Koehlcr, los cincuenta constituyen

 una fase temprana de la posrnodcrnídadv.l> Esta última afir-

mación es todavía consistente con la proposición de l.yorard

de que la transición a la sociedad posindustrial  ha estado en

curso al menos desde la década de

1950 l/¡

La cuestión de la pcriodización se vuelve más compleja,

sin embargo, cuando estos autores intentan darle un sentido

algo más preciso al término y definir la naturaleza de dicha

transformación. Al haccrlo, éstos pronto descubrirán que mu-

chos de los rasgos que atribuyen al posmodernismo -y que

son supuestamente característicos suyos- no son, en reali-

dad, en absoluto exclusivos del mismo; por el contrario, se

encontrarían presentes ya en varias de las corrientes de ideas

y formas de expresión artística típicas de la modernidad .

Más cspccííicamcmc con relación al tiempo, Lrrnaih descubre

que la idea  posmoderna de la temporalidad puede obser-

varse

en la filosofía de comienzos de siglo; particularmente,

en la fenomenología.  La fenomenología , concluye Errnath,

 anticipa la subjetividad posmoderna siempre-ya-situada y

en-proceso 

,15

La emergencia de la  subjetividad posmodcr-

na  debe remitirse, pues, para Errnath, a las transformaciones

12. David l Iarvey, Thc Conditions of Postrnoder niry , en jencks,

Tbe Postmodern

Reader,

299,

13,

Michael Koehler,  Postmoder nismus , 17; citado por Margarct

Rose,  Defining ihe Post-Moder n , en jcncks, Tbe Postmodern Reader,

127.

14. jean-Francois Lyotard,  Answering the Question: \\ihat is Post-

modernism? , en jenck s, Tbe Postmoderrt Reader, 139.

15.

Ermath,

op,

cii.,

8,

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  6

[lías José Palti

que se producen al menos medio siglo antes de su constitu-

ción formal como una corriente de ideas o movimiento artís-

tico. Particularmente decisivo para ello fue la revisión del

concepto moderno de la temporalidad producida con la Teo-

ría general de la relatividad de

Einstein .

En su propia narra-

tiva, la modernidad culmina  en algún momento en torno al

año

1905 16

Lyotard parece confirmar también este punto de

vista cuando afirma (entre otras cosas no siempre consisten-

tes entre sí) que la posmodernidad  designa el estado de

nuestra cultura que sigue a las transformaciones que, desde

fines de siglo pasado han cambiado las reglas del juego en las

ciencias, la literatura y las artes . ? Sin embargo, rastreando

en la historia, Errnath descubre antecedentes aun más icmpra-

nos del posmodernismo. En las artes y la literatura, al menos,

Ermath afirma que la acción del posmodernismo puede ya

discernirse a comienzos del siglo pasado en el rornanticis-

mo 18 Yendo aun más atrás en el tiempo, Arthur Krok er y

David Cook advierten que  la escena posmoderna, de hecho,

comienza en el siglo IV con la subversión agustiniana de la

encarnadura del poder+.l?

El desdibujamiento del foco temporal de la posmoderni-

dad condujo finalmente a Lyotard y a otros a considerarla no

como un época histórica, situada en un momento específico,

sino como una suerte de actitud mental de larga duración,

coextensiva con (si no antecedente a) la misma modernidad.

Toda novedad sería, para Lyotard, en la medida en que se

mantuviese como tal,  posrnoderna .  Una obra puede ser

moderna , concluye, sólo si ha sido primero posmoderna.

16. Ibid.

17. Lyotard,  Answering the Question: Whal is Postrnoder n isrn/, en

Jencks, Tbe Postmodern Reader, 138.

18. Errnath, op. cit., 8.

19. Kroker y Cook,

Tbe Postmodern

Scene,

Excremental

Culture

and Hyper-Aestbetics (Nueva York: St. Martin Press, 1986), 8.

n l m ~ : , I . J \\ ] f \ 'A m l O . \

t l U U I   A K

f:: .? t

S   [C U A D O R ~

Así entendido, el posmod .

'. ernlsmo no es el d .

sus postnmerías sino ' mo ernismo en

, , en Su estad .  

constante 

20

El mod' o nacrento, y ese estado es

o o, ernlsmo y el posm d o

tirían así (como el caos  y e'l'd o ernlsmo se conver-

. '. 01

en en alguna l'tlguas) en dos pro o o .

s

cosmo ogras an-

, Il1ClplOS eternos o c .

 su orro  , en palabras de ¡.¡. b  uasl-eternos (la razón y

_ ,a crrnas).

U punto relevante aquí )ara . o o,

cha deshistorización de 10

t~

o nuestra dlscuslon es que di-

o s ermIl10S en disputa . '

poco nIl1guna nueva 1 .. b '. no arroja tarn-

uz so re su slgnlf 'd 1  

tre qué es modern  , '  ICa o; a dlSllI1ción en-

1

' o y que posmodern »

e usiva como hasta e o permanece tan

. nlonces (la d f' .

posrnori .' . o , e II1ICIon de Lyol' d d

 1

cmlsmo como una  .' ar e

. aUilud melllal 

aun a la  actitud iluminista s o, 1

j

o' se parece mucho

menos, mucho

m ás (1' .

egun a (eflI1e Habermas ++O. al

. uc su propia d

 f   .  

De

este

mod e II1IClon de la misma-)

o, tenemos una pérdida

s   ,  

mo contraparte los C) t . In nlI1guna ganancia

co-

, ' (n ornos que I 'C . . 1

se diluyen jUnto Con sus)' o L: Ortan a a modernidad

. Imiles cronológic . S  

en este deslizamiento de 1 ,os, Il1 embargo

d

. ' , a cronologla al' '  d . ','

e la hIstorIa al de las  act't do,' a

cuca,

el amt)J[o

, I

U

es mental

1

duce a sus límites un problema' es, .yotard sólo con-

te (y , por 10 tanto cornú que es II1herente a este deba-

. ' mun a ambos band d'

propIa definición de la  m d idad  os en isputa). La

ti

I o errn ad en tanr '

ICUar u horizonte ético co 11 o que epoca par-

(de-diferenciación) de l. n eva necesariamente la colusión

, a

serre

en realidad

genea de corrientes de ' sumamente helero-

. pensamIento e id '

po y la hIstoria aparecidas 1 1 eas acerca del uem

glos a fin de poder o. b o ~rgo de los últimos cuatro si-

h ' aSI su sumlrlas todo

bai

OfIZOnte conceptual cornú as aJO un supuesto

D'

un,

lstintos críticos intentaron matizar  

temente dicotómica A t esta perspectIva fuer-

I u ores como Mate' C l'

as mconsistencias de los ' I a mescu señalaron

posmodernlslas, atribuyéndolas a su

20, Lyotard, Answerin th Q ,

Jencks, ?be Postmodern Re de; 14~estlon: What is Postmodernism7, en

Aporías - Tiempo

27

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Flías JOS(~I'.ill

28

I

,~

adhesión a un concepto de la modernidad decididamente em-

pobrecedur de la misma. Para Calinescu no es sorprendente

que los posmodcrnistaS encontrasen rasgos de pos[floderni-

dad en épocas precedentes por el simple hecho de que am-

bas nociones opuestas de la temporalidad (una cerrada

y

es-

tructurada teleológicamente, otra discontinua y abierta) que

los posmodernistaS ven como modernista Y posmodernista,

respectivamente, habrían, en realidad, coexistido (en tensión

perpetua) en el espíritu moderno, siendo ambas igual, abso-

luta e inherentemente  modernas . La cosmovisión propia de

la modernidad se definiría, para Calinescu, precisarnente por

1 3 oposición binaria de dos modos en conf1icto de percibir y

experimentar el decursO del tiempo (modos usualmente aSO-

ciados con las tradiciones  organicista  Y '·mecanicista de

pensamiento, v encarnadas, cada una, en Kant

y

en llegel.

respectivamente). Desde este punto de vista, el antagonismo

entre IT10dernidad Y posmodernidad carece de bases de sus-

tentación reales. En (llt imo análisis, el posmodcrnlsmo (en

realidad, la conclUSión, para él. de la crítica de la uadició

iniciada en el arte por la vanguardia) es, según CalinescU, tan

sólo una cara de la modernidad Y con ella,  la modernidad

simplemente prosigue su vocación más profunda: su sentido

constitutiVO de la creación a través de rupturas   crisis  22

De este modo, Calinescu define a la  modernidad  en ter-

rninos de la oposición entre lo que llama el tiempo objetiva-

do , socialmente mensurable de la sociedad capitalista,   la

durée

subjetiva, personal e imaginati

v

a.

23

El primero, el tiem-

po objetivado, condujo al m ito del progreso. Éste preserva un

sentido premoderno (de matriz cristiana) de continuidad en-

tre pasado, presente

y

futuro, imaginando que el cambio si-

21. CalinescU, op . cit,

312.

22 lbíd.

23 Ihid

Aporías - Tiempo

 9

gue un p: t .

ron prefigurado

1

  .~ . , o que presup , , / .

ancra, un Cierto orden en

I histori

une, en últim a in s-

mis ( a

istona

y un pc s r-

ismo

Deus siue Naturai 1 7 1

rpctuo

garante al

condui 1 . -

segundo la

i -

ujo

a.

mito

de la jJro

1 f

  . .  

au rce subjetiva

.d. J- 1C l modernid d ,..  

ti o ornnicornprchcnsi d . .

a,

es decir, a un se n -

t ~, . vo e inestabilidad di . .

que iace del disfrute del. ~ /. Y isconrinuidad

do id i 1l1stante lo unlco ~ .

erru ac deviene así e C~l. asequible. La mo-

  d . . n a ll1escu el ch

mo ernidadcs (en pl l).'h oque entre estas dos

l

. . . ura , coque en

I

l

auvista de la radical d. .. e cua el sentido re-

. íscont in uí dad hi _.

vamente de desplazar al . . nstonca habría progresi-

h. . punto de vista l

istoria y conducir naiuralrn

1 1 ·

iornogcncizantc de la

.' ente eg

d

'l

posrnodcrnista Dicha o .. .: _' . a o e momento, al ideal

. . . poslClon entre el t· , ..

uernpo objcuvado puede lempo subjetivo v el

. d . ,por otro lado '

Clen. o aquella otra entr~ arte v fil . ',~erse como reprodu-

contingencia radie: I . l y fi losofia. l.a singularidad

a 1I1¡lcrcnte a los ~ . y

vos de la vida humana los' l'oS aspectos más significati-

en I /. . '

s

cua es no pued

. os tcrrnmos del leng ,. 1 . el1 aprchcndersc

,. . ' uaJe a )Slracto· .

crencia y la filosofía /. .

y

univcrsalista de la

/,  ¡\ ,

encontranan su ex ., .. -

pocsra> ¡ 1 . .11síntcs;s

C, ,. .

prcsion en el arte v l a

•• 1 

,a¡II1CSCUbUSCl t

n •  

e

co

y

complejo de la modernidad ,'/ raz a: un cuadro más ri-

entre modernidad y pasmad .d(asl como de las relaciones

P

or

q ..

erru ad)

que a II .

uienes vieron en ell que os diseñados

l a un todo / . '

.a posmodernidad vino a rech _ uruco y coherente al cual

interpretación de Calinesc d azlar t~ut court. Sin embargo. la

como Id. u e os terrrunos e . / .

os e irrcvcrsibilidad t .n cuestión, tales

req . ernporal d .

uiere

aún cierta preciso /,

Y

e

tiempo

histórico

En las ;' . IOf) conceptual. '

/. paginas que siguen se /

potesis básicas. Primero 1 /' . tratara de sustentar tres hi -

rand ' os termmos q e

d o en este debate relativo al  u se encuentran ape-

e ~a modernidad  en reali a modernidad y al  tiempo

defmiciones f d idad sobrellevaron una ser d

un arnentales a lo

l:

le e re-

que supuestamente se des li a~go de los cuatro siglos en

pega la era moderna S·1 esto es

24. lbid,

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[lías José palti

30

~

\ ~

 .,

correcto, significa que no se podría hablar de

el

tiempo de la

modernidad, como si existiera una única noción del mismo,

De hecho, tampoco habría tan sólo dos nociones de éste en

perpetua tensión entre sí, como argumenta CalinescU, sino

muchos y variados conceptoS relativos al tiempo

Y

a la tem-

poralidad que se sucedieron

 

combinaron de distintoS mo-

dos a lo largo de las cuatrO últimas centurias formando cam-

biantes

Y

complejas constelaciones de ideas al respecto, La

primera tarea, pues, será reseñar (de una forma necesaria-

mente concisa) algunas de las nociones del tiempo que apa-

recieron

Y

se sucedieron durante la así llamada  edad moder-

na , Segundo, según se verá, la idea de una naturaleza dual

del uempo histórico (la coexistencia

Y

superpoSición de dos

modos en conflicto de concebir la temporalidad -el subjeti-

vo

y

el objetivo; estoS es, el de la filosofía   la ciencia, por

un lado, Y el del arte Y la poesía, por otro) es sólo una de las

distintas nociones en relación con el tiempO presentes en la

modernidad; más precisamente, una que emerge junto con la

crisis del racionalismo decimonónico producida en el fin del

siglo

X I X ,

Tercero, este último concepto dualista de la tempo-

ralidad -que, en realidad, también subyace a las perspecti-

vas presentes tanto de modernistas como de posmodernis-

tas- se ha vuelto hoy objeto de un profundo cuestionamien-

to.

La oposición entre dos formas antagóniCaS de temporali-

dad se modeló a partir de una cosmovisión fundada en el su-

puesto de la existencia de una contradicción fundamental en-

tre el cambio

Y

la racionalidad (esto es, que la razón es abso-

lutamente incapaz de pensar la emergencia de lo cualitati

va

-

mente nueva; e, inversamente, que las rupturas históricas de-

safían toda racionalidad), Este supuesto, precisamente, ha si-

do recientemente puesto en cuestión por una serie de desa-

rrollos producidos en el ámbito de las ciencias naturales Ve-

remos, pues, finalmente, cómo en estoS momentoS estaría

emergiendo en las ciencias un nueva paradigma de la tempo-

Aporías ' Tiempo

31

ralidad

, uno cuvas

J  

consecu encias

te  

nospreciadas, o malcntcndid ,) ,

correas

(usualmente me-

do l: d i

las

cstán efe

s

icot

ornias co '

ecuvamcnrc dcsafi:

, munrnenle ace) d: ' lan-

por los modernistas como »or 1   I la as como válidas tanto

¡ os posmodernistas.

Tiempo

y

evolución en los alb d

res e la modernidad

A

fin de observar el des' '

modernas del tiempo y la . arrollo histórico de las nociones

ide: d ' emergencia t f

, ,a e irrcversibil idad 1 ' . y rans orrnación de la

nf c   ernporal es ant

I .acion conceptual [a def ' ,',' es necesario una cla-

de la modernidad  e rrucion de Calinescu del

 ti

rc,lidad' como lineal e

irrevcrsibl ;, ,

icmpo

, una contradicción en I   e lepresenla, en

lleva

 rcvcrsibilidad  '

os

icrrmnos.  I.incalidad  C

, e, mvcrxa me lC ' .O 1-

supone alguna Ior rn: d n e, irrcversibilidad  .,

los físicos llaman

hO~

 ;a;~~~ur;:,1c

lincalídad,

como lo ~l'~~

peral'

(más allá del cual 1

d:

s

c

e, ucrnpo u

 horizonte tcm-

pecuva es

bi ,

o a pr edi cc ió n o

ex

1  

o

)JclIvamenle

imrx .ible) , P

IcaCIon

rctros-

la irrcversibilidad es'

¡

isro

e , La Idea de Calinesc d

pod ' aun uoa noción  dé bil'  u e

, na mejor ser definida com  ', e, I   de la misma, que

miento ascensio 1 ,o direccionalidad : '

t h ' na pmgcescvo sob . ,un

movi

e ornogenea, en la cual nada imni una

superficie idealmen-

;u~lidad dc un regreso. Rctomand:;de, :n principio, la even-

, .Traser, podemos re os terrnmos acuñados

e irreversible según la ;~:scntar esta idea de un tiempo li ~;

la diosa del alba)25 El ' gen de la

eotemporaiidad

(de

Ea

meta

tiempo

aquí t

s,

u ,pero su camino hacia la

.iene

una dirección, una

na pura sucesión de morn misma esta formado por

D'

h entos

IC o concepto

S i ó histé

compro mi

urgio

istóricarnente

com

so entre la reversibilidad de n ,o una suerte de

uestras operaciones

25, J . T Frase 7b

chu ' r, e Voices o/ T' (

setts Press, 1981),

tme

Arnherst University of Massa-

Page 9: Tiempo Palti

8/9/2019 Tiempo Palti

http://slidepdf.com/reader/full/tiempo-palti 9/33

Elías José I'alti

 

\

menlales (en las cuales el tiempO no es un faclor) Y la evi-

dencia práctica de la irreversibilidad temporal, de la asimelría

enlre el pasado y el futuro (podemos tener recuerdos del pa-

sado, pcro no del fuluro), La noción que denominamos di-

rcccionalidad  intenla expresar simultáneamente ambos fenó-

menos:

que el liempo fluye irreversiblemente hacia adelante

en la práctica pero puede, sin embargo, ser conceptual mente

reconstruido en forma retrospectiva como si los sucesos care-

ciesen de temporalidad propia (es decir, mirar hacia atrás en

la historia, enconlrar encadenamientos causales, patrones  

regularidades,

cic.).

Una noción  fuerte  de la irreversibilidad temporal supo-

ne el tipo de no-linealidad observada, por ejemplo, en los sis-

temas fraclalcs,26 los cuales impiden (no sólo en la práctica,

sino también en la teoría) toda reconstrucción retrospectiva

más allá de

cierto

punto, Este concepto, sin cmbargo, ha si-

do desarrollado

rnuv

recientemente, Sólo en los últimos años

desarrollos en

13s

ciencias naturales (particularmente, en ter-

modinámica, biología

Y

cosmología) provcycron las herra-

mientas teóricas que nos permiten percibir la contradicción,

implícita en la idea de Calinescu del tiempo de la moderni-

dad, entre las nociones de linealidad e irreversibilidad (y es-

tablecer la distinción antes mencionada entre irreversibilidad

y direccionalidad), La idea  débil  (lineal) de la irreversibili-

dad temporal (i,e direccionalidad ), surgida a comienzos

del siglo

XIX

junto con la crisis de la mecánica clásica

Y

el na-

cimiento de una serie de nuevas disciplinas (biología, quími-

ca, geología) cuyos métodos no eran deducibles de las pau-

tas de la mecánica newtoniana, dominó de hecho el pensa-

miento occidental durante la mayor parte de los siglos dieci-

nueve y veinte, Así, la historia de las diferentes nociones del

26, 13enoll Mandelbrol, Tbe hactal Ceometry of Nature (Nueva

York:

W, H,

Freeman,

1982),

Aporías - Tiempo

 

tiempo que aparecieron en el curso d  ,

pueden

considerarse co e los dos

últimos

Siglos

mo otras tantas Iorrn r dis

tentar conciliar

rcvc si]

ilid; d as

isur uas

de in-

, ' r 1)1 I a conceptu: l 

practica, razón v

cambio ( I ' ,

ua e irrcvcrsihilidad

, luna 11Sl0na

ja l ad

temas

y redefiniciones

f

ona a por

fisuras

in-

une

amcntales '1, ' d

vamos luego a analizar), ' a gunas e las cuales

~e ello se desprende, sin

cmbar

'o.

e

U  a e-

ga data

y

persistcncí   g ,le, a pesar de su lar-

la, esta Idea  débil  d 1, ' ,

temporal no es verdade e a irreversibilidad

d: d 

ramente cocxtcnsiva co

1, 

a en su

conjunto

(aun ' n a

modcrni-

, que. nuevamente ' d

como cada uno

periodiza I   '

esto

cpcndc

de

I

' a misma) Por I . '

os mayores logros de 1 , d  

e corurar

io, uno de

. a mo crnidad temor:

f

mente, el desarroll le l,   prana ue, precisa-

, () C

e a noclon de la

I'C ,   l ,

ral. La misma se' , cvcrsi iilídad icmpo-

. encuentra pcrfcct: f

place

y

simbolizada cn su   . ~mcnte ormulada por La-

d

. u pcqucno

de .,,'

e

conoccr el universo

C .

1 _ .

m0l110 : aquel capaz

.omp cro

en '

j

l.aplacc, tendría '1 .ad su

csta c

o actual. decía

, e pasa' o

v

el

f , -  

esta idea l.aplacc sól   d', uturo antc su vlsta,,2/ Con

. o con uCla

  1 '

ta sus últimas conscc e concepto ncwtoniano tlas-

. uenClas

l ó ríe , .

no es un elemento const'[', gdcas. I:n el, la temporal idad

, IuLIvO el uruve Ii

tna entre pasado y fut der i , rso ISICO; la asime-

, uro enva solo d I l' ,

nuestras capacidades c ' , e as Imitaciones de

ogniuvas A

dif '

temporal

de la física del si I di ,

erencia

del universo

eo-

poral.

g

o

leCII1UeVe, éste es uno

atem-

El tipo de

idealiz  

zaclon que

permití '

te

y

dieciocho

concebí I

I 10 en los Siglos

diccisie-

Ir a mundo co '

poralidad propia fue

I

lrni   mo careciendo de tern-

1 a cu rrunacion d

ongado esfuerzo intelectual. En e un sostenido y pro-

el rasgo más característí d

I

efecto, la irreversibil idad fue

I ICO e a noció di

me ieval-cristiana del

27, Picrre Laplace

A P,¡-

'1 ' -

y

k

01

osopbical Ess P

~r : Dover, 1951); sobre la idea di  > a

y

_on robabiiities (Nueva

véase también Ernst Cassir e De, pequeno demonio de Laplace

d   .

lrer,

eterminis d .

ern Physics (New Haven: Y. I Uni , . m an lndeterminism in Mo-

, a e ruvcrsuy Press,

1956) 3-2-

),

Page 10: Tiempo Palti

8/9/2019 Tiempo Palti

http://slidepdf.com/reader/full/tiempo-palti 10/33

  4

Elías José Palli

tiempo secular (noción que no descartaba la posibilidad de la

mutación biológica de las especies vivientes o la generación

espontánea de otras nuevas). Dado que todo cambio en el

mundo requería una intervención providencial que señalaba

una diferencia radical entre presente

y

pasado, la idea de un

Ilujo temporal era aún inconcebible, El Tiempo era conside-

rado como una sucesión de  ahoras . Su misma etimología

nos lo hace manifiesto, La expresión  tiempo , que proviene

de la raíz indoeuropea di - cortar, dividir  -, denotaba ori-

ginariamente  una sección delimitada de la existencia, un

período , La generalización de dicho término y su aplicación

a la noción más abstracta de una  duración continua data,

según Ayton, del siglo catorce

Z8

Esto explica el que para San

Agustin el futuro aparezca simplemente como lo que  aún no

es 

y

el pasado como lo que  ya no existe , Sólo la delgada

frontera que separa a ambos -el presenre- posee entidad

oruológica.

Así, en el cristianismo temprano dos nociones opuestas de

la temporalidad se superpusieron sin integrarse, Dios repre-

sentaba un ser inmutable y eterno, mientras que el curso de

la historia mundana era fragmentado e irreversible ( porque

las cosas que vemos , decía San Pablo,  son temporales,

mientras que las que no vemos son ímemporalesvj.é? llama-

remos a este último (el concepto cristiano del tiempo munda-

no)

prototemporal

(de

proto,

el primero de una serie). Los

acontecimientos pueden aquí ser contados, relatados, pero su

orden es el de una sucesión inart iculada, que carece de es-

tructura discernible alguna, No hay en este concepto cone-

xión posible entre las acciones humanas y el designio histó-

rico trascendental, entre la temporalidad terrena y la ternpo-

28, John Ayton,

Arcade Dictionary

o/

Word Origins

(Nueva York:

Arcade,

1990), 532

29, Citado por J, T. Fraser,

7be Voices of Time,

lii,

Aporías - Tiempo

35

alidad '

cosmica

F l

la h' '   mundo no '

- IstOI la tIene una   pasee una dlI1ámi '

 Segunda \p' , trama  . pero sólo

ea l11herente,

¡ anClan  (- lOS sab '

día OCUffJr  e 1 parUSla) habría de d e Cuando la

n e mOme t pro UClrs '

O al atardecer al n o menos esperado ' e, esta po-

32-6}

,canto del gallo o e 1 ~ a la medianOche

n a manan  (

La 'd ' a Marcos 13,

. I ea de la histori- '

fuerzas inmanentes 1 a como resultado de la '

 , a a m's Interacc  d

cOntlI1uidad  I rna, lo (lue irn l' IOn e

entre un PIca  d  

sensaciones a seCuencia dada d' , , uraClon  y

, ' COntradccí3 1- e aconteci '

cas , Pero no [ , a oCurrencia de u mlentos y

vu e lta general ue S1l10 hasta e l siglo diecio rlupturas catastrófi_

f

COntra el . , c io cuand   1

undamental .30 abri - Instante como e l conc' o a re-

basada en la   o las puertas a una n' ,epIO temporal

nOClon de  d ueva Idea

i

resulta del pa d uración , es d'   e e tIempo

sa o y co ' ' . eCll, que I

verso atOm', ntlene germinal ' e presente

ista cartesia, meIlie el [Ut

espacial. r)ero n ,no SUPonía una nocI  i uro El uni-

D

' t o aun de   on ( e un'~ , .

escartes, era cread suceslon temporal, el I olmldad

La física o y recreado por D' mundo, para

newton' _ lOS a cad, '

temporalidad ' lana proveyó el ri a Instante,

d' secular revo   bl  P mer modelo d'

lentes, Leibniz . rSI e; pero fue un. e una

entero COm ' el que Concibió por p , O de sus COnten-

o un

me

h '

runera ve- I  

en el tiempo t' ,e «ntsmu, universale z a unIVerso

, erm1l10 q que  ev I  

opuesto al q' ue por enlo ,o UClOna 

ue solo m nces tenIa

ga a 10 que lue uy POstenormente ad '  un Sentido

co- 31 L go se conocer  qUlflna, Esto s 1

  elbnlz tom' , la como  pre[or ' e 1-

lastica, en la o el term1l10 evo/U/io d I mIsmo blológi_

ratio, La fi / que aparecía en 0posi~ , e a tradICIón esco-

u gura/zo refería a l  ,~Ion a la noción de r : /

a acclon d' , Jugu-

IVll1a por la cual cada

30 GJ W  h

198

'It row

T.

8), 171 '

zme in I-Izstory(O [,

31

x ardo Oxford

U .

H   Sobre

el

p

r .

nlVersity Press

erder ' re1ormlsmo b' , . '

na ' su filOSofía

di 

lologlco véase

  L-

turales

de su' e a hIstoria

y

desar

1 /

a melafora de la v'd

tIempo , inclUido en est:

o

os deSiguales en la cien

1,

a.

mIsmo

volumen.

Clas

Page 11: Tiempo Palti

8/9/2019 Tiempo Palti

http://slidepdf.com/reader/full/tiempo-palti 11/33

Elías José palti

bio repre-

, ,la evolutiO, en cam I ,

, de ser fue creado, . d ~ olla se lo con-

nueva upo , icote ral csarr

ba su desarrollo subslgu '   de madu ración de

senla ceso meca\1lCo

2

cebía como un mero pro, el embrión (potentia) ,3 ,De es-

disposiciones depositadas e~Sica newtoniana, el camblo;e ve

modo al igual que en la , 'debida a la limltaClon dete, panenCla

a ui reducido a una mera a ara Dios. que puede conocer

n~eslras facultades COg\1ltl~~~~p a germi~almente en cada s~r

lo que se encuentra cante Y , le (precisamenle porque el

, 1 tiempo no eXlS

desde su ongen, e ,)

mismo es una de Sus creaClo~es de reversibilidad del liempO

Fl desarrollo de es la nOClon   de la naturaleza como

, ,   ,la concepclO

n

  ' la

f e la condlClon para ':\ -n leyes), Y represenla

u (-usceptible de ser fl)ac a e,   del pensamientO

slslema :, de seculanzaClon

, d 1 ocesO

culminación e pr

II era la característica que

d

do que el aUlOdes

arro

o id te puede venir

3

2 En efecto, a t   cia o aCCI en ,' ..

, ' , vivos ( ninguna su )stan f '_d \Vilhc\m Lelbnlz,

d

f

'   a los seres  b iz) (Gott ne

e irn a . d fuera  decia Lct n i _

 .)

23 1 pero ning

u

-

a la mónada des e .' américa, 1983/1 /1

1,  

al-

d 1  a

(BuenoS Aires: Ilysp ea ya para estOS una

Mona o og;, uede surgir en dios que no s 'e sus formas adul-

na caracteflStlCa P 'bl' hay que suponer qu _ ( , des-

d rollo pOSI e, , É 'a su vez SI

ternati

va

de csar rcfiguradas germinalm

ente

, stas; divina) debían

las se encuentran P, de una continuada inlervenclon, ucesi~amente,

I h'pótesl

s

d s Y aSI s

carlamo

s

a

1

I n1br

i

o

nes

de sus antepasa o '1   orgánica  (em-

en os e, , d I me osioo

encontrarse , , la leOfla e a

1

I enle

, I onOCIO como , fundamenla m

Esta leOfla se a c ccs la discusión va a gIrar , s femeninos) D sde enton ., los ovarIO

boítement, e , ' ncontraban en ,,' en

orno de si tales germ

enes

se e rtidarios del  ovismo ), o bien

en t d

f

dida por Valisnl

erl

Y los pa 'la llamada escuela de los

(teSIs e en

1

oos mascul inos (según soste~la k mediante la utilización

1,~Sn~~~~;;:I~: ) desc:~b;i~l~~ ~~~f~~~:~~ee esle modo ~~et~~d~~::~

de microsco~lo:;~:a= estrictamente físicas el nac\:~en~~lulados de es-

plicarse segun 11 Siguiendo consecuentemente , Pc\uso de calcular

ser ~e~~í:~:rl~o i;c\usión , algunoS o:~~~n~;:~::o;n I;~S ovarios de Eva

~: cantidad de huevoS que ~ebdler~;O,ooo millones), sobre este concep-

l-I ller bablafla e ,

(Albrechl von a d lógica de Leibnlz,

lO se sostiene la idea mona o

1

,1

Aporías - Tiempo

37

occidental iniciado por la Ilustración, En el universo de Leib-

niz hay lugar para sólo un único evento singular e irreversi-

ble: el momento de la Creación en que todas las

fulguracio-

nes tuvieron lugar. El número y característica de las especies

fue desde entonces fijado para siempre (sólo los individuos

evolucionan), Tal orientación  mecanicista  se extendió luego

en Francia en el siglo

XV III

hasta comprender al momento mis-

mo de la Creación, La fulguratio divina de Leibniz sería en-

tonces reinterpretada por G, L. Le Sage, en El Lucrecio neio-

toniano

(1748),

como un mero deslizamiento de átomos, Es-

te concepto materialista radical retenía aún, sin embargo, el

atributo básico inherente a todo sistema mecanicista

atem po-

mi (i.e., lineal y reversible): en ellos las condiciones iniciales

resultan necesariamente arbitrarias (lo que permitía concebir

éstas o bien como emanadas de Dios, o bien como un resul-

tado azaroso de los desplazamientos de la materia), Absoluta

arbitrariedad y completa determinación se combinaban así

constituyendo dos estadios sucesivos y mutuamente comple-

mentarios, Sin embargo, a diferencia del de Leíbniz, este sis-

tema no poseía ya ninguna finalidad inmanente, Así, con el

avance del proceso de secularización, en los marcos del pen-

samiento mecanicista el azar tendía necesariamente a invadir

también el  reino de los fines ,

Y

ello nos plantea un proble-

ma adicional respecto a la interpretación de las ideas de pro-

greso  y  ley natural  en los siglos diecisiete y dieciocho,

La idea de progreso de la Ilustración, normalmente enten-

dida por los historiadores como expresando una ley natural

(lo que involucraría necesidad y universalidad), contenía, en

realidad, una ambigüedad fundamental: ésta expresaba simul-

táneamente un regulación social (un deber ser)

y

una cone-

xión causal (un

ser),

Adoptada originalmente por Francis TIa-

Con como un análogo jurídico, la categoría de ley natural ten-

día a representar más bien un cursus comunis (un hábito con-

suetudinariO) que, por lo tanto, no conllevaba ninguna necc-

Page 12: Tiempo Palti

8/9/2019 Tiempo Palti

http://slidepdf.com/reader/full/tiempo-palti 12/33

Elías José I'alti

38

sidad intrínseca,

y

esto se relaciona con la noción del tiempo

que se encontraba aquí operando, El concepto de un progre-

so

necesario

suponía cierta idea de irreversibilidad temporal,

por lo que resultaba incompatible con el modelo newtonia-

no,33 Su emergencia representó un giro en lo que Pepper lla-

mó  metáforas radicaleS , a saber, el desarrollo de un concep-

to del universO entero como un orden evolutiva que adquie-

re formas diversas

Y

características particulares a través de los

tiempoS

 

épocas,

Versiones tempranas de irreversibilidad temporal

Hacia la segunda mitad del siglo dieciocho comenzÓ a ex-

tenderse un nueva clima intelectual en Francia (y, en

distin-

ios

gradoS, en el resto del continente) junto con la progresi-

va erosión de las instituciones del antiguo régimen, Los phi-

losophes

franceses desarrollaron entonces un punto de vista

dinámico de la naturaleza que se manifestó en el surgimien-

to

de nuevas disciplinas científicas que apelaban a conceptos

ajenos a la mecánica clásica de partículas, En

Le üéue d Alem:

bert, Diderot insistía en que las leyes que gobiernan el desa-

rrollo y funcionamiento de los organismos vivos eran irredu-

cibles a las de la mecánica; el sólo hecho de la diferenciación

progresiva interna

 

organización del embrión, decía en

Pen-

sées sur l'lnterprétation de la Nature

(175

4

),

demolía todas las

teorías físicas de su tiempo,3

4

Una idea moderna temprana de

evolución comenzaba así a anunciarse, y, con ella, el cambio

. \ \

\ \ \ i \

33,

Maurice Mandelbaum, History, Man, and Reaso

n

, A 5tudy in

Nineteentb-Century Thougbt

(13altimore Y Londres: Johns Hopkins U n í-

versity Prcss, 1971),

163

ss,

34,

Dcnis Diderot, CEuvres Completes (París: Garnier Freres,

1875),

ll:

11,

Aporías - Tiempo

39

se tor,naba en objeto de análisis Sin em

paruna del supuesto l ib ,,  bargo, la misma aún

, el

m zrano

de l

tiempo era la precondi   que a consistencia del

l icron para un uni ~. det '

Vas eyes pudieran ser recono ibl verso eterrninista

cu-

. CI es por el

h

b

cuencia,

las ideas transfo . om re. En

cense-

rrmstas tempra '

genetistas al estilo de Buffon m na,s, Incluidas las

epi-

preformación que es el ,antendran un elemento de

, . que, se suponía g ,

matrca reproducción di' ' rarantizaba la siste-

1

e

as

especies

vi l

os procesos evolutivos

Lo

rni vivas y a regularidad de

d   ..

0

mismo oc ., '

escubrimiento pop l izad

urrina

con la historia El

, u anza o po M . .

fluencia de las  '

r J

ontesquieu de la '

, Circunstancias externas'v> ' , In-

de las

formaciones social

en la constitución

id d

I es y culturales

I ea e un elemento rigid   presuponía aún la

u I o -el homb

atomo de sociabilidad  s b re en general - un

o re el cual di

h: '

actuasen y que garantiza l ' ,c as circunstancias

, .ase a uniformidad d l

ante estímulos análogos  S' l e as respuestas, ' In ta es el

Inmutable decía Voltaire

  1

ementos de naturaleza

E

'

e universo se

t  

n realidad

ni

ornana un caos  36

, Inguna de las d ' '

aparecieron a fines del

'1

d' octrmas transformistas que

slg o

iecioch I

mente aceptable (no f

h

o resu taba científica-

, ue asta

1789 I

ns otorgó un premio

d

que a Academia de Pa-

e b

por escubrimíento bi l' '

m argo, el

transforrni

S io OgICOS), Sin

b rTIlsmo temprano di' ' ,

a una nueva concie e a Ilustración revela-

l   nCla respecto de

a historia natural como '1 que el cambio, tanto en

1   SOCIa era' d

.t ,

utio,

tal como la entendían

L

.ib '

irre

ucible a la mera

evo-

el

Fl IZ

y sus . '

pronto, luego del estallid

d

l contemporáneos.

Y

t o e a Revol ' , l

orno a cuestiones biok '. ucion, os debates en

I oglCas se conv

asuntos de Estado, Con ll ,ertman en verdaderos

e os comienza tarnbi

l u

en

a era de la

35,

Como señaló

Ca  1

o   ngul hern la idea d   di

exrsua como tal [Gilles Cang ilh e me 10 ambiente todavía

cel

UI ern El e

o~~: Anagrama,

1976)]. , /

onoctmiento de la vida (Bar-

, F. M, A  Voltaire Dieei 'o

fi

neo, 1956/1764), 138,'

onarto itosofico

(Buenos Aires: El Ate-

Page 13: Tiempo Palti

8/9/2019 Tiempo Palti

http://slidepdf.com/reader/full/tiempo-palti 13/33

Ellas José palü

4

historia . Como vimos, la emergencia de la Ilustración marcó

la transición entre un concepto

pro to tempo ral

del universo a

otro atemporal ; su crisis abriría ahora las puertas a las imáge-

nes eo tempo rales del mismo.

La emergencia del historicismo planteó, en realidad, una se-

rie de problemas para la comprensión de la historia como un

todo (la  historia  en singular) anteriormente desconocidos (aje-

nos al pensamiento ilustrado) en la medida en que minó deci-

sivamente el supuesto de la existencia de ese sustrato inmuta-

ble de sociabilidad -el  hombre en general . Perdida esa ins-

lancia unitaria que proveía regularidad e inteligibilidad a su cur-

so, sólo nos quedaría la infinita (caótica) variedad de sus mani-

festaciones exteriores. La noción de Volksgeist difundida por

Herder introdujo un elemenlo limilado de preformación (cada

cultura contendría en su germen el principio que ordena su

evolución). Pero éste parecía devolver a las filosofías románti-

cas a un concepto precristiano de la temporalidad histórica, co-

mo un desenvolvimiento circular de generación, desarrollo, de-

cadencia Ymuerte. En efecto, una vez agotadas las energías vi-

tales que nutren a una determinada época o cultura (Vo lksgeist),

a ninguna de las fuerzas presentes en ella, todas inherentes a la

época o cultura ahora en descomposición, les sería dado supe-

rar de por sí el mal que las lleva a enfrentarse unas a otras (esto

sería suponer, como el Barón Münchhaus

en

, que uno puede sa-

lir del barril en que ha caído tirándose a sí mismo de los pelos).

La conclusión que extrae Herder en su obra temprana, También

una filo so fía de la his to ria de la h umani da d (177

4

) es que só-

lo una intervención providencial podría, en los momentos críti-

cos, refundir los elementoS materiales bajo un nuevO principio

de desarrollo Y así articular la historia en una unidad de senti-

do. De ahí que sólo Él pueda discernir la trama oculta que or-

dena los eventoS en un cursO evolutivo. Para el hombre, una

criatura siempre específica a una determinada cultura; no le es-

taría dado concebir su plan

y

diseño más general.

Aporías - Tiempo

11

Según lo visto ' .

'

pareciera

que

1

er al problema de la ' ., a solución del J'oven  l-l·

, . concepClon d

1

bi er-

so orgaruco y cvoluti e a istoria como un

VO,con su laci CUf-

te~ención sobrenalural' en lo a?e aClon a la idea de una in-

cion

nacional, no sólo lo r s

origenes

de cada nueva forma-

(cristiana) de la temporali~~~otrae a una noción premoderna

que también traiciona

1

(una

prototemporalidad)

sid d d su a egado hi . '

000

1 :

e cada formación cultural esta ~st~ncismo, la especiíici-

ar, por debajo del cual s b ,na imitada al plano secu

poral)

al que las IimiLaci~n~:e;na una curso unitario Calem:

vas nos permiten sólo intu ir en el,nuestras facultades cogní ií-

cioncs positivas sin alcanzar a c as grietas de sus rnanifesta-

cho concepto marcaba una ru emprender. Sin embargo, di-

~eeedadas de la

Ilu str acíó n

e~t~:a fU~damental con las ideas

ucir

la noción (alcgadarncnt   me Ida en que, al reintro-

ne s producidas históricame~~e reaCCIOI1a:-ia )de fulguracio-

';lento de irreversibilidad te ,17troduCla también un elc-

~st~, al menos en el plano

~ : c ~ ; ~

n el orden del universo.

Cre o de u,na vez y paca siern e' o social, ya no habría sido

reacion. El mismo ahora se : e en e~momento único de la

po~almente en una serie de es esglosaría, desplegándose tern-

señ alarían

transforma . tadios sucesivos cuya apa .. ,

d Dones cualit . noon

ma el orden

creado.V

auvas en la estructura mis-

Encontramos '

la fl

aqui,

pues una p .

cha del tiempo o' nrnera versión moderna d

bargo, heredaba del

peef~:::mporalidad

La misma, sin em

e

~aidea de un orden cvoIUtiv~sm~ la imposibilidad de pensar

~:'ctamente seculares. Ello ex

q

I::

c

de~plegasc por medios

q e, en el concepto de H d p. .' en

última

instancia

er er, SI bien n d ' por

esaparece la idea

37. Para un a áli .

na ISIS m' d

erder,

véase ,as etallado de la filo '

ria y de La metáfora de la vida sofía de la historia de

do en sarrollos desiguales en las

cienci Herder,

su Iilosofla de la histo-

. este rrusrno volumen las natural de su tiempo'

I .

' me UI-

Page 14: Tiempo Palti

8/9/2019 Tiempo Palti

http://slidepdf.com/reader/full/tiempo-palti 14/33

,

, 1

-

42

Ellas José Palti

del progreso histórico, el mismo, al igual que en el pensa-

miento cristiano-medieval, no guarda ya ninguna conexión

con el sistema de las acciones humanas, Herder terminaría así

proyectando el cambio (caos, indeterminación) y el orden a

dos instancias superpuestas de la causación histórica sin al-

canzar a integrarlas en único sistema explicativo, Pero este

presunto regreso de Herder a una noción premoderna de la

temporalidad no hace, en realidad, más que replicar la anti-

nomia típica de las concepciones mecanicistas entre un abso-

luto

dcterminismo

en las condiciones iniciales de un sistema

y la completa deterrninabilidad, una vez dadas estas condicio-

nes iniciales, de su evolución posterior (i.e. fulguratio y evo-

lutio,

respectivamente), oposición que se desdoblaba, a su

vez, en una serie de antinomias correlativas (substancia/acci-

dente, libertad/necesidad, razón/moralidad, etc.). A fin de su-

perar estas antinomias era necesario pensar algo que enton-

ces aparecía como una contradicción en los términos: la idea

de un orden evolutivo (lo que involucra al mismo tiempo es-

tabilidad

y

cambio cualitativo).

La tarea de conciliar ambas nociones en apariencia con-

tradictorias (cambio

y

orden) se encuentra en la base del pro-

yecto romántico, Su origen remite a la aparición de nuevas

herramientas conceptuales, asociadas a los desarrollos produ-

cidos a comienzos de siglo diecinueve en el campo de las

ciencias naturales

y

que comienzan a minar las oposiciones

típicas de la

Ilu st rac ión.

Por entonces empieza a difundirse la

idea de la existencia de fluidos imponderables poseedores de

capacidades plásticas suficientes como para dar lugar a for-

mas de vida cualitativamente diversas entre sí. Tales manifes-

taciones primitivas de vida, que precederían a la formación

de órganos y a todo elemento de preformación orgánica,

pronto habrían de asociarse a distintas sustancias físicas co-

mo la electricidad (Galvani), el magnetismo animal (Mesmer)

o la luz (Goethe). Sobre esta base, Schelling, qu ien experi-

Aporías - Tiempo

43

mentó con

ga lva n ism o

ya no corn ' pudo entonces im

los m ' o un mero agregado de e ag1I1ar la naturaleza

ecanlclSt ' ¡armas co 1

prendid' d 1 as, pero tampoco COm . , mo o hicieron

, ,a e mundo ob'et

 1

,o una sUbstancia d

to

vJ ta lls ta de l s iglo

die ) ua, segun afirmaba

el

e ' es-

Sólo e l u» , clocho del que

IJ

d P nsamlen_

1IlVestlgad ter er era '

mente   D   or entusiasta  ( ent' ,aun deudor,

la s lIlterior ) 1 uSlasmo : etimol' ,

mas para acced

1

,ogra penetrar el un¡ oglCa-

er a pnncipio oculto d verso de la s for-

e su generación

Pa~ un() , (1  

s os mecan' ,

IClstas] la '

que un agregado'  naturaleza no '

lI1termlnabl d ' es mas

o el espacio en el Cua l 1 e e multitud de ob)'etos

tuado os m ls m os  

s en una Posición   se encuentran si-

[lo s vltalislas) _ delermlllada, Para 1  

, es Un mero

1

os

otr os

manecen:

s ó lo

,sue o en

el cual

e' t

' para el

rnv ' S

os

per.

ra leza es la fuer/.a eSllgador entusiasta la n

, - genera¡¡va d

1

atu-

sa,nta, creativa, eterna e mundo, una fuerza

m lsm a

todas

las

cosas3~ue aCllvamente produce de

, ,La condición ue J  

V1Slón de 1 ,q permlle al  investi

, o un lversal en 1 0 gador entusiasta • 1

l11terpenelració part icul a r es a la

de que la   [ n entre el Sujeto y su ob'et' su ve z, la mutua

que 1 0 h' uerza generativa

del

mund )  o, es decir,

el

hecho

a creado a   loe s tamb  1

rior.

As í 1

e y, por

10

tanto y

1

ren

a misma

toria y la para os románticos, al iguai q ace atente en su inte-

naturalez ' ue para H d

Co nllev a ea b' a Son esencialmente creat' er er, la his-

viene m la s cualitativos Ta l ,lV

as

; su ev o luc ión

(Deus 

st~mbién para éstos de' una cfapacldad generativa pro-

tu e Nat) ,

uente in

CÓsmico s· ura s Pero, a diferencia de

IJ

agotable de vida

e vu e lve ah' lerder el 

mente al h ora 1I1manente

1

,esp1rJtu

, ombre, No sería pues Da mundo y, es pecia l-

, la s

38 F' ,  qu len tendría que

, nednch W'/h

gurativas co le/m joseph ScheIlin

n la naturaleza

e n g,

la relación de  .

uenos Aires, Ag '/

as artes

.fi-

, UI

ar,

1954/1802),

3D ,

Aporias - T lempo

Page 15: Tiempo Palti

8/9/2019 Tiempo Palti

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Elías José palti

44

descender al mundo, en los momentoS de crisis, sino los

hombres quien,> debenan entonces elevarse a lo eterno que

late en ellos. í'sta es, más espedficamente, la tarea de los ar-

tistas,

A

ellos les cabría la misión de penetrar periódicamen-

te so ser interior Yarrojar una no

eva

luz sobre los hombres,

eondocidos por noevos senderos. Como explicaba Sehi\\er en

su

cartas sobre la educación estética de la humanidad

(1794),

Naturalmente, Ua razón) posee virtualmente esta hu-

manidad antes de toda determinación, pero, en los he-

chos, la razón pierde dicha humanidad cuando alcan-

za un estado determinado, debiendo retornar a él, por

medio de la vida estética, cada vez que la razón habrá

de pasar a un estado opuesto,39

Según este concepto, la tmnsición a un nueva estado

quiebra el desarrollo lincal, supone una roptura respecto de

las condiciones preexistdlteS, Su contenido, por lo tanto, no

puede provenir del mundo circondante,

así

corno ninguna

obra de arte auténtica puede explica e según las convencio-

nes existentes a las que la misma viene, precisamente, a cues-

tionar.  Imaginación ( entusiasmo ) es el atributO propiO de

los genioS, una 10cultad que yace en un órgano especial o

 sentido unive

esal

 

(AIl-Sin

n

)

dirigido a un tipo de conoci-

miento suprakantiano. La obra m ,stra supone indetermina-

ción, representa un evento, intrudoce en el mundo una sin'

gularidad que hace que el tiempo fluya irreversiblemente ha'

cia adelante. Pero, en el concepto románticO, no es en lo

 transitorio , en lo fugaz donde radica la fuente de su inS-

piración. El trabajo del genio es la siempre penosa superación

de las limitaciones seculares Yla penetración en el sena ete

r

-

39 Fticdrich von 'chille<, ea ' pam la

educación  r¿liea

de ta

humanidad

(Madrid: Aguilar,

1963/

1794

), 120,

4 5

no de la humanidad

cia la bi que mora en el '

m. len Schill artista '

cr: mismo. Como de-

Él [el artista] puede t

b

amar su .

ro uscará la forma ,materIal del presente

fuera del tiempo. ene~ un

tiempo

más noble in~1

pe-

del ser. De alli, d~1 pur: ' ~t~:d~d absoluta e i~muta~~

na el poder de la bellez: ' e su genio natural. ema-

rru pción de la a, incontaminado '1

s generaciones

,1

por a co-

y e ttempo.f

Como vemos '

, ' ' SI

para Schcllí ,

exrstia

una contradice: ~ e

1I1g,

Schiller

y

los /'

y lo eterno l ti Ion entre el arte y la romantIcos

, e tiempo al' , ciencia

k fi

turaleza

rnu dis

'Ie vo y

subjetivo '., ,o

e

imcro

las com y  unta de la

que hov ir .  esta era

de una na-

1I0s\ ElotFe:modern:stas C y , e1e~ ta:~::>a~

tanto rnodernis-

po empmco

 obi ,

en

atribuirle

a aq ,

cos, el de lo cambiante

jetivado  era,

para los

r ' uc-

(que es tambi ' mudable transito ' ornanu-

, icn lo b' , ' suor io: sé I I

única fuente d d su jetivo ) era real r o o o eterno

, , e ande po

i v,

por lo ta t

I

tcnticas.  Sólo e eran emanar los  b n o, a

que buscan o en lo eterno residen ate o ras de arte au-

ser actualizadas 1:1 p ncialidades creati ,

menos e   mund u bi , Iva:

, n cambio

ti

d o o jetivo d l

' ien e a s e os fe .

e observa aquí un . o mera reproducción . no·

eterno; pero el ' intento de conciliar de l  

fuente últ

mismo

se sostiene de o fugaz con lo

ima de todo cambio en l u,na paradoja: que la

a historia se ala'

Jara en

40, lbíd, 53

¡,

j 1. Schleier

sobre I macher identif ' I

ra lo a necesidad externa ICO a superación del tiem

, da auténtica  y el logro de la lib d

i

po con el

triunfo

aCllv id d creacron  A '1 erta mterna

lo co a del espíritu  ,' que que eo vez de tratar necesaria pa·

e . ooce y ve I~ q. se rnueve escondida ' de penetrar en

enor se 1   apariencias exte ' en su interior d ' u

ra de la Imita a dibujar un cu d nores; quien en vez de m ecia, 50-

E misma a ro de la vid, d rrar 'o su in-

rnst Daniel Sch¡ermanece esclavo del tiem y e sus cambios desde fue-

eierrnacher Monol po y la necesidad

[F

d '

, ogos (Madrid' A '1 rre rich

, gUI ar, 1960/1801), 27].

Aporías - Tiempo

47

Page 16: Tiempo Palti

8/9/2019 Tiempo Palti

http://slidepdf.com/reader/full/tiempo-palti 16/33

Elías José palti

46

., b\e por definición.

. / , (1ue\\0 Inmuta .. / , \

\\0

que es su negaClOn, a

1 . .

teará \a translC10n a

aque ., 'rado)a plVO

,r-

y

sobre \a base de esta

T

a

realiza Baude\aire de \0 e 1

id ali 'mo La reva\oriZaClon que

I

arte a diferenCla de

1 ea IS . .. la histona

Y

en e , / n rea-

mero   cambIante en ría de los críticos, esta, e .

hoy sostienen la mayo . '0/n que el ldeall

smo

lo que rada a la reV1S1

lidad, más íntimamente

ig

ue de este último.

42

\

. del romantlClSmO q

rea lza

. idealismo

ModerntS

mo

e /

t'co-temprana, la

. , roman

1

d

i > la perspectlva ./ d f -rzas

Como vimos, ese e , ' de la interacClon e ue .

irreversibilidad temporal r~sul,~~:rgo. éstas no eran vcrdad~ra-

inmanente en el mundo. 510 e El cambio, según estc /conc~p-

mente históricas (contlOgentes). o estadio no se segula llOeal-

to, era ciertamentc real~~adar~ue:~a dinámica suponía rev~rslo~

mente del precedente. pe. o ) a l a substanCla Uf\1versal~

. . '0/dicas (un  eterno relO

rn

d movilizar patrones e

nes peo . , paces e

que rcsidirían aquellas f~~r~s ~~ra orginaria consiste , asegura~

1 1

a

mbiantes. loa \   / n de la penfena

desarro o c . . to de la re

acio

ba 5che\ling,  del restableClml:~tiCOS era simplemente ,impensa-

el

centro  .44Para los roma .t 'ctamente histonCas pu-

con ./ d fuerzas es n .

ble que de la interacClon .e .' d vida que no estuVIese ya

. vo pnnClpl0 e

diese

surgir

un nue

L

Nancy

'fhe Literary

h y Jean- uc '

, Pl 'I'ppe Lacoue-Labart e

R manticism

(Nueva

42

Vease 11 \

'n German o

. . eo of Literature

l

Absolute. The Th ,ry

f New York Press, 1988). puede hallar

Universlty o  Y otra no se

York: State, d / Schiller, entre una epoca,. Pretender obtener

43. Segun ecta . . nin ún lazo org

aOlco

. larlas con

 ninguna tradición vlv~nt~ ,s qu~ ya ha desaparecido y mezc

ra la edu-

h

· s de las cenizas e o o (Schiller,

Cartas pa

c ispa esfuerzo en van

f

o universal es un) .

el ueg _. de la humanidad,

85 . .

d humana (BuenoS Al-

eación estettea ia de la uoerta .

id d de

1¡/1.

F. W.

J .

schel\in~,

L~ esen~

de Filosofía Y Letras, UOIvers\ a

1 St

'ltutO de Filosoha, ¡'aculta

res: n )

85

A

'\res

1950/1809, .

BuenoS ,

contenido germinalmente en ellas. Y esto los llevaba, a fin de

explicar el cambio, a una forma secularizada del antiguo vitalis-

mo reinterpretando las  fuerzas vitales en términos de sustan-

cias físicas Cqualuates occultae) o  fluidos imponderables , es

decir, a apelar a alguna suerte de substancia anterior e indepen-

diente de sus atributos. La transición del romanticismo al idea-

lismo marcará una ruptura con la doctrina de las substancias

y

la emergencia de una noción del ser (Selbst) u organismo como

relación, uno y el mismo con sus propias objetivaciones.

En efecto, Schell ing

y

sus inmediatos seguidores entendían

las  fuerzas vitales o nisus formatiuus (según la definición de

Blumenbach) en un sentido estrictamente físico y, al mismo

tiempo, esencialmente activo. Pero, según este concepto, no

habría articulación directa entre los principios particulares mis-

mos. Esta última alternativa plantearía, según se pensaba, el

peligro de un regreso al monismo spinoziano (lo que se gene-

ra a partir de una substancia creada no sería un nuevo ser si-

no, como señalara Spinoza, sólo un atributo de ésta; únicamen-

te Dios podría hacer emanar substancias de sí mismo =fulgu-

raciones=). De ahí que para Schelling la formación de un nue-

vo ser supusiera la ruptura de los encadenamientos causal es

que gobiernan el mundo de los fenómenos mecánicos median-

te la remisión a una fuente de vida originaria. Pero este subs-

trato vitalista de pensamiento denuncia aún huellas del prefor-

mismo dieciochesco: un estricto  mecanícisrno  (i.e.,  naturalis-

rno ) aparecía todavía a Schelling como inconciliable con cual-

quier idea  evolucionista  (i.e.,  transforrnista ). Sin embargo,

la serie de desarrollos producidos en el campo de la embriolo-

gía en el primer cuarto del siglo diecinueve comenzarían a

cuestionar dicha antinomia y a proveer el material para la con-

cepción de un  preformismo dinámico  (términos que hasta

entonces aparecían como opuestos absolutos).

Nueva evidencia experimental demostró en esos años que

el desarrollo del embrión no era un mero proceso de crecí-

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Elías José Palti

48

miento, sino uno crealivo de formas, es decir, que en el cur-

so del mismo aparecerían órganos y partes que no se encon-

traban germinalmente preformados. Este concepto ontog

ené

-

tico dinámico permanecería aún dentro de los marcoS del

preformismo embriológico, aunque en un sentido ya muy dis-

tinto del de la  historia natural  de la Ilustración. El elemen-

to de preformación que garantiza la coherencia del proceso

evolutivo se ve entonces redefinido por Von Baer en términos

de un diseño o plan de desarrollo, es decir, una sucesión ló-

gica de transformaciones mutuamente (teleológicamente) co-

rrelacionadas (algo parecido a lo que hoy llamamos un  pro-

grama genético ). Este concepto se encuentra en la base de

la concepción idealista del Yo (o del organismo) como

Suje-

to -cuya cristalización supuso, a su vez, como veremos, la

emergencia de una nueva idea de la temporalidad:

El punto de partida del proceso que lleva a la redefinición

del ser u organismO como Sujeto cabe situarlo en la crítica

que Fichte realiza de la noción kantiana del mismo.1¡5 En la

Crítica de la razón pura, Kant definió su concepto construc-

tivista del origen de las categorías, en analogía a los procesos

• Véase el apartado sobre la  metáfora de la vida , incluido en este

mismo volumen, pp. 133Y ss.

(N. del E.)

45. La misma aparece ya esbozada en la idea de forma viva  defi-

nida por Schiller en sus Cartas sobre la educación estética del hombre.

La distancia que lo separa de Herder fue perfectamente definida por

Schiller en el contraste que establece entre las antinomias del pensa-

miento anterior (i.e., Formtrieb, o impulso formal versus StoJJtrieb, o

impulso sensible) Y la nueva síntesis que encuentra expresada en el

concepto de

spieltrieb,

o  espíritu de juego . El impulso formal, asegu-

ra Schi\ler, tiende a hacer uno del género humano, pero así  anula el

tiempo, elimina la variación 

(ibíd.,

77). El impulso sensible despliega

esta variedad, dado que tiende a situado (al hombre) dentro de los lí-

mites de su tiempo (ibíd., 74) ( la manifestación total de la naturale-

za humana , dice,  está sujeta, en último análisis, al impulso sensible )

(ibíd.,

76); pero con ello tiende a aislado de su esencia genérica. Esto

Aporias - Tiempo

49

evolutivos prefqrmista-di , .. mamICos como un

u .,

razon pura  .4 6 Pero ' a

epigénesís

de la

(

. ' como muestran s . .

particularmente

la

Crítica del . ..

us es~ntos

biológicos

génesis como un  sistema de :eU¡CtO), ~~nt Identificaba epi-

el cual la fuerza formati d Pl

sforrnacion genérica ,47

según

. . va e as especies rad'

sicrones

virtuales deposit d'

ica

en las dispo-

sua as en el ernbr: (si

mento de preformación I . - Ion sm dicho ele-

, e sistema de nu t

nes, como de los procesos el' . es ras representacio-

. vo utlvOS

bioló .

necesidad interna) Fi ht ... gICOS, carecería de

. c e, en prmcrpio, retorna este concep-

resulta en una coruradi .-

ccron en princi .. I

estos dos impulsos los que' plO

InSO

uble en el hombre  son

78). Sin embargo Schille agotan el concepto de lo humano (' 'b'-d

. ' I er ve en la edu . .,

¡¡ . 

llar ambas tendencias op . . cacion

estética

la vía para conci-

l

. . . ucsias y alcanza I

e, rrrunar las particularidades ( ,. r una totalidad que lejos de

. ) corno en el con .

tancia , se nutra de ellas. Este irn .ccpio spinoziano de subs-

la vez lo llama espíritu de [u ,~ulso totalizador e individualizador a

rencia (corno el hamb ego ya que surge no para suplir un.. re, en un animal) s  a ea-

animal Juega cuando encuentra su .mo a partir de la saciedad (el

organismo como  forma viva S necesidades satisfechas). La idea d l

go El rva se liga a esta no ., d e

. _ objeto del impulso sensible di   clan e espíritu de jue-

general, se llama

vida '

Ice, expresado en un concepto

... , un concepto .

terial y todo lo presente inmediato a lque significa toda existencia ma-

sa formal se llama

[orma

os sentidos. El objeto del irnpul-

fa l d J un concepto qu

cu ta es formales de las cosas e comprende en sí todas las

con las facultades del .' y todas las relaciones de las misrn

pensamiento El bi s rrusrnas

pensado en un esquema universal' ~ Jeto del impulso de juego,

concepto que sirve ara to ' podrá llamarse, pues,

forma viva

~os (Schiller,

Cartar:sobre

1 : :~ : :

ua,lldad~s estéticas de los fenóme~

JOy descubre connotaciones m' .

aC,~on

estética

del hombre,

89). Love-

lIer isucas en este f

. por conciliar lo inconciliable  [Arthur con uso esfuerzo de Schi-

Bemg.

A Study

in tbe Hist Lovejoy, Tbe Great

Cb

ain of

University Press, 1964) 303~~:' ari

Idea

(Cambridge, Mass.: Harvard

su prop¡ 'd ,. errnas en cambio

la 1 ea de racionalidad .'. ' ve en él anticipada

curs Iil

comunicativa  [r

~ J ¡osófieo de la modernidad

(Buen . urgen Habermas,

El dis-

1984)16. Immanuel Kant,

Crítica de la

 r os_Aires: Taurus, 1989), cap.Z].

, 1: 180. azon pura (Barcelona: Planeta

47. Immanuel Ka te' . '

,

ritica del juicio

(Madrid: 10.

.spasa Calpe, 1981), 338.

Page 18: Tiempo Palti

8/9/2019 Tiempo Palti

http://slidepdf.com/reader/full/tiempo-palti 18/33

Oías José pa\ü

s o

to del epigenetismo como una forma de preformismo gené-

neo :

 la hoja , decía,  no se encuentra cncapsulada en la si-

miente, es más bien el impulso

(\0

espiritual en ella) que mo-

dela la materia inorganizada, de acuerdo a sus leyes de for-

mación, Y la convierte en la hoja .48 Sin embargo, para él, el

modelo kantiano de la autoformación, si bien

no

es ya un

preformismo morfológico

(\0

contenido embrionalmente no

es, según dicho modelo, un conjunto de rasgoS o formas, si-

no la fuerza formadora de los mismos), se encuentra viciado

por vestigios de un concepto de matri' meeaoicista A éSle

Fichte le opone un preformismo funcionalista. El impulso

(Tríeb) para él está dotado de propósito, no de causalidad, ya

Que de lo cootrario no se disting

uiria

de la

voluntad

(faeullad

a la que prccedc). El impulso, dicc, es una actividad que no

se relaciona con su objeto como una causa respecto de su

efecto. El propósito del impulso es la relación  .49

Fichte disuelve así el substancialismo kantia

no

, despren-

diendo la idea de sujeto de los marcOS del preformismo bioló-

gico (lo Que da uoidad a uo desarrollo no es ya una identidad

formal sino una conexión vital); pero es Hegel quien da el pa-

so decisivo en la plasmación de la concepción moderna del

Sujeto AS .

como Fiehle señaló que la concepción kanti,n, del

L18 .Joban

n

Gottlieb Ficbte,

Praktische Philosophie,

en

Gesamtausg

abe

lll:

259; citado por Helm

ut

Mü\\er-Sieves,

Self-Generation. Biology, Philosophy,

and Literature Around 1800

(Stanford: Stanford University Press, 1997), 79.

49. Fichte, Gesamtausgabe, lll: 183; citadO por Helm

ut

Mü\\er-S

ie

-

ves, Self_Generation,

70.

Este divorcio entre propósito y causalidad fue,

en definitiva, lo que \levó a la absolutización idealista del suieto. En la

medida en que los procesoS teleológicoS suponen necesariamente anti-

dp,do ,  p ,o,pe  y coneedon ce ,pe  cac ec endol

pensamiento biológico del siglo diecinueve de un concepto cibernétic

O

(i.c., de la idea de un mecanismo de retroalimentación circular), a fin

de garantiZar la coherencia del proceso formativO se debería eliminar

toda instancia de exterioridad que introduiera un elemento contingente

en él

Y

reducir el mismo a una pura autoformación del suieto.

Aporías - Tiempo

51

sujeto co I .

' .mo a go Irrecobrable .. .. .

aun vestigios mecani   mediante la reflexión

id '  lCIstas. J- cgel .' contenía

I ea de Fichte de la   .. :,. mostrana, a su vez e,

da de un ' mtuicron iruelectual'Y' , ,,',  que la

. sustrato vitalista de ~' . revelaba la prcsen-

concebir al ser com pensamiento que lo II ab

. o una suerte d

b

eva a a

pendiente de sus atributos (un : su stancia anterior e inde-

sus ~redicados),

función pura.

s:Jeto que precede

y

produce

que se trataba era de

concilí G

ara J- egel, en cambio. de

I

lerencia entre los sistema;~: ~rma

y

función. Ya en 'su DiO

(~801),

Hegel señala que  la for~IOsofla de Fichte y Scbellino

cia

como ésta lo es para si mism: es tan esencial par' la t en

g

~: presar Simplerncn te como esene:a ~~1 se 1, p~edc concebir y

a

jena,

cuando logra

despre

d.   Pero solo

iras

su llega-

n erse de los re  l. .

sa )IOS viialistas

s o . Con este concepto f < '   .h

autoconciencia del Yo' '

IC

te pretendía resolver el

preforrnist .. ' problema que en cl problema de la

a rnecarucrsta

llev b

contexto del p

mó el Trilema de M  a a necesariamente a I ensamicnto

gen: Mobr 1980) l~nchhausen [Traktat über krit o ~ue Hans Albert lla-

lo vicioso' o bi o' -14]: o bien un regreso al .

flSC

e Vernunft (Tübin-

, te

n un rom . . In into o bi ,

curso a un do pimiento arbitrario de

la

seri

ien

un

crrcu-

delo mecanici~:ae o a u~a revelación. En efecto d:

ene

~ediantc un

re-

(lo que Fichte II I ISoy del ser

(Selbsl)

es sól~ acuerdo con el

mo-

ama a pos' ., pcnsable c '

soy

existen . I (1

icron

relativa ·  Y orno copula

cla a  p .. , . o soyalg   .

ble

como

deci osicion

absoluta del ser

S'

o =Dasein-s-). El

e Cta

Kant el - ein=-) se' .

pondrá otro y , yo que se piensa a si rra irrecobra-

to (o -se ún

o

ante el cual éste podrá tornarse ~

mismo

siempre presu-

inclusión ~ gustaba decir en una obvia r

f

bjeto de su pensamien-

. en el que e t . e

ercncia

a la

 L  

pienso  ( . . s uviese contenid )' eor ra de la

ción

e dcogllo) carecería, por lo tant Ido, Y aSI ad

infinitum.

El

 Y

, s

ecir

no d o, e un pri .. o

su vez no ' d pue e bacerse objeto de ' . nClplo de autoforrna-

, pue e b' . SI Sin I

bargo

I

o JelIvarse a sí m' vo verse otro que

, e soy I .

ismo

y as  a

 algo pu d re acional presupone el con'

I

sucesivamente. Sin em

no tiene :'n' ~' predicado. A  te se ~:to puro del , del

, ,1

e,;

derle u «: gun referente sensible c P '. concluye Fichte, dado q

na intui ., orno objeto '1 ue

S 1

F

. icron intelectual  , so o puede corresp

. . ~nedrich' on-

Flehte S Hegel, Diferencia

chelling (Madrid A 'I entre los sistema, de Iilosofia de

. gUI ar, 1989), 16.  J l 

e,

Elías José Palli

Aporías - Tiempo

53

Page 19: Tiempo Palti

8/9/2019 Tiempo Palti

http://slidepdf.com/reader/full/tiempo-palti 19/33

52

( el proceso galvánico , dice entonces en una crítica implícita

a Schelling,  es la imagen del proceso orgánico, pero sin ser

aún este mismo, todavía pertenence al otro lado ),5

2

descubre

algo ya anticipado por Novalis, a saber, que el concepto pu-

ro (lo que no es relacionable ni relatable1 es una concepto va-

cío (. ..) todo lo que es puro es una ficción de la imagina-

ción  .53 La conclusión de Hegel es que el ser no es ningún

concepto puro, sino el sistema de sus relaciones ( Lo orgáni-

co , según decía,  es la unidad inmediata de la singularidad y

la generalidad,,).5/¡ Como los gérmenes de Von l3aer, el ser con-

siste únicamente en la serie integrada de sus transformaciones;

él es, en fin, su mismo proceso formativo (Bildung), uno y el

mismo con sus propioS predicados.  Sólo el predicado , asegu-

raba,  nos dice

lo

que una cosa es, lo que llena y confiere sen-

tido a una palabra 55 y esta idea de lo orgánico suponía ya,

como dijimos, un nuevo concepto de la temporalidad.

52. friedrich Hegel, Filosofía real (México: rc.E., 1990/1805),90.

Es conocido lo que le costó a Hegel librarse de las tradiciones animis-

tas del romanticismo temprano. En la primera edición de su  Manual de

Historia Natural  (1788) seguía aún aferrado al concepto del

nisus [or-

mativus

de Blumenbach; sólo en la cuarta edición (1791) desaparece di-

cho concepto.

53. Novalis,

Novalis Schriften; die Werke Friedrich von Hardenberg

(Stuttgart: W. Kohlham

mer

Verlag, 1960/75), 11: 179; citado por Manfred

Frank, Philosophical Foundations of Early Romanticism , en Karl Ame-

riks y Dieter Sturma, comps.,

The Modern Subject. Conceptions of the

Self in Classical German Philosophy (Nueva York: State University of

New York Press, 1995), 78.

54. Hegel,

Filosofía real,

18. Ya en sus escritoS juveniles aparece es-

ta preocupación por integrar la substancia Y el accidente en un único

concepto. No hay nada determinante sin más, ni determinado sin más ,

decía, ningunO es incondicionado, ningunO lleva con sí la raíz de su

ser, pues cada uno es sólo relativamente necesario IFriedrich Hegel,

Escritos de juventud

(México: rc.E., 1978), 262J.

55. Friedrich \-Iegcl,

Fenomenología del espíritu

(México: rc.E.,

1985/1807), 18

  En efecto, la irreversibilidad de I

flecha del tiempo ) asa ah os procesos genéticos (la

. pasa a ora a ser di

ea inheren te, en palab de F una im en sió n o rgán i-

ras e Foucault I  

que les viene a los c ' d ' e tiempo será algo

  osas esde dentr 56 I

es una Idea completame t di ,  o  E corolario de ello

 ' n e istmta de lo' d

cion entre lo general lo oarti s mo os de articula-

I

  Y

o

particular lo fi

en a historia. Para J-Iegel I ,e imero y lo universal

d

I

' os procesos ev I  e os encadenamient o

uuvos

(la ruptura

. os

causales)   ,

ín st an cia trascendental E ' . ' ya no r ernuinan a ninguna

., . . stos suponen Id 

cion sucesiva de forrn: . a estruccion v crea-

as nuevas'  1   lu c í  

lugar en el tiempo [:1 .  '

a

evo

ución ,

decía  tiene

. .   . . uernpo conue o l: d . '

negall

v

ldad .57 Pero l'

1 .h ' '

ne a

etcrmina ción

de la

d

.. , a uc aaqulyano

 1

tccron entre subjctivid d ... rcsu ta de la contra-

líd: d . I a y objetividad id

a , smo de la opo .. , ,cternl ad y ternpora-

hi , . SICIon mutua de lo' . '.

isioncos. Lo universal erner e del' S propios principios

tos particulares, así com I

choque mutuo de clemen-

sUC' ., d . o o eterno surge

de

l' des Ion e

instantes

f' .

e a estrucción

v

, e lmeros. Los

Iine ' . '

entre SI y una parte de ell d be s s part icu lares luchan

os e e sucumbo .,

ro precisamente de su I h

le ,

aseguraba   pe-

d

' uc a, con la rui a d I .'

pro uce lo universal  58

f:   .

na e o particular, se

lid . i.ste es en Ii n

I

id

ra 1 ad que subyace también a

1  . ,

a 1 ea de la iempo-

dernisrno . a Idea de Baudelaire del  rno-

Calinescu ve en 13audclaire I .

estética moderna e . a en carnacíó n más pura de l'

n su conjunt ( a

romanticismo). La caract ' . o fu esto lo conectaría con el

m d erisnca unda I

o erna consiste

scgt

menta de la estética, un este punto d .

mero en el imperativo y la s . e VIsta, en tornar lo efi-

dernidad  afirm a C li ubstan cía de lo eterno  La rno

, a mcscu  d .-

pue e dcfinirse como la P() ibi

I 1-

56. Véase Mi h I r

eta 19 6 c e oucault,

Las palabras 1

8), passirn. y as cosas (I3arcelona: Pla-

57. Friedrich \-1 I

uersal (M 

ege ,

Lecciones sobre la [il , . 

5

~drJd: Alianza, 1986/1830) 129

oSO¡ta de la b istoria urii-

8. Ibid.,

97 '

Page 20: Tiempo Palti

8/9/2019 Tiempo Palti

http://slidepdf.com/reader/full/tiempo-palti 20/33

Elías José Palti

5 4

J

  '

~I

lidad paradójica de ir más allá del flujo de la historia por me-

dio de la conciencia de la historicidad en su inmediatez más

concreta, en su actualidad

(pres ent ness) .sy

Tal afirmación de

Calinescu necesita, sin embargo, ser revisada en un aspecto

fundamental. La reivindicación que hace Baudelaire del papel

de lo transitorio en la creación artística, cabe aclarar, de nin-

gún modo significa el sacrificio de lo eterno contenido en

toda obra de arte auténtica. La modernidad , dice,  es lo

transitorio, lo efímero, lo contingente; éste es una mitad del

arte, siendo la otra lo eterno, lo inmutable  .60 Para él, las  dos

mitades de la modernidad coincidían en cada fase. Lo efíme-

ro es la substancia

Y

el material de lo eterno, forma lo que

llamamos una  tradición . tsta se construye sobre la base de

aquellas obras que, en su momento, fueron capaces de rom-

per con dicha tradición. Sólo éstas pueden aspirar, a su debi-

do tiempo, a convertirse en  clásicas , es decir, a pasar a for-

mar parte de esa misma tradición expandida.

Tanto en el sujeto hegeliano como en la obra de arte de

Baudelaire opera una dialéctica similar entre lo efímero y lo

eterno.

61

La obra de arte auténtica, para Baudelaire, se recor-

ta de la tradición, representa un  evento , o mejor dicho, un

 cuasi-evento , dado que su ruptura respecto de ésta no sig-

nifica un cuestiona miento de la tradición misma; más bien la

confirma como tal;62 se desprende de ella, pero no la recons-

59. Calinescu, Five Faces, 50-l.

60.

Charles Baudelaire, The Painter of Modern Life , Selected Writ-

ing

s

on Art and Literature (Nueva York: Peng

uin

, 1992), 403.

61 . Robert Pippin ha ya señalado que la oposición entre arte Y filoso-

fía resulta de la  simple aceptación de la versión de las alternativas bási-

cas establecidas originalmente por Platón y la Ilustración , agregando que

 tal sentidO de las alternativas bien puede ser errado  [Roben Pippin,

Mo-

dernism as a Philosopbical Problem (Oxford: 13Iackwe\l, 1991), 881.

62. En uno de sus escritos titulado Sobre los clásicos , Borges

íro-

niza la noción de tradición.  Yo , dice, que me he resignado a poner

Aporías - Tiempo

5 5

truye. Si éste fuera el caso SI' cad: .

a generac ó

di

ra su propia tradición de l'

d:

1 ,

n,

igarnos, crea-

solut o, y, por lo tanto . a na a, no habría tradición en ab-

, mnguna obra de a t d '

se en clásica.

A

lo más . r e po na convenir-

que un artista pod ' .

su obra llegara a ser tal l ,. na aspirar es a que

para a proxima g .,

no necesariamente lo sería la si eneracion, pero ya

, . I para a sIgUIente'

la

oui

cuagesrrna generación

(1 dc

ci ' y para a

quin-

uego e cmcuent .

secutivas de dicha tradí ., ) . ., a recreaciones con-

icion (quIen sab ? A

de todo, ¿a quién le importa:ía? Para la e. un~ue, después

y uno los clásicos de la

rt» .,

gencracion cincuenta

, generaclon precede t .

flan nada, el

mejor

vin

de

sus n e no

significa-

, o e sus padres oara

é .

y aSI sucesivamente 1: di t ra esta sena vinagre,

. .n

me lO de se . .

nu as destrucciones y re . . mejante caos de conti-

. econSlrUCClones no br¡

za de trascende . . ca na ya esperan-

.. , nCla para el artista De' hi .

di ción conlleve la de 1 . a I que la Idea de tr a-

o eterno, sea insepa abl de é •

nes hoy asocian la idea d B' delai ra e e esta. QUIC-

. . e au

ela

ire de la d

id

una

reivindicación

unilateral d l fi mo erru ad con

tan la misma Lo efíme e o e irnero y lo fugaz violen-

. ro, en Baudelaire es 1 .,

eterno, representa u. ' a negacion de lo

na ru ptura con él .

po, lo porta dentro de

t,

l' ..' pero, al mismo tiern-

SI, a continuidad d 1 dici

tal se encuentra

si

e a tra

icron

como

. lempre presupuest  

di ci ón de existencia E ' t a en aquel como su con-

. ~s a no es el mero b

mogéneo en el cual las l  su strato vacío y ho-

. rea IzaClones de l .

cesrvas viene a sedim . as generaciones su-

1

entarse

SIl10

com l .

a propia actividad de ' , o e

sujeto

de Hegel

su autogenera ., l  

ponerse fuera de s' . Clan, e trabajo mismo de

I y

convertirse

en algo distinto , permane-

en duda la . d

f

id

0 e 101 a perduración d .

(esta tarde de uno de los últimos ,e Voltaire o de Shakespeare, creo

y Berkeley  [Jorge Luis 130r es

dias

de

1965)

en la de Schopenhauer

1974), 1: 773]. El giro irónic~ e~t~::~::mp eta (l3uenos Aires: Emecé,

peral que introduce entre parént . I qui por la especificación tern-

tarde B eSIS, a que sugi

orges bien podría consid iere que cualquier otra

~e.recen tan alta estima. Y de est

erar

~ue ni Schopenhauer ni Berkeley

slclsmo  literario. e mo o mma la noción misma del  cla-

Page 21: Tiempo Palti

8/9/2019 Tiempo Palti

http://slidepdf.com/reader/full/tiempo-palti 21/33

56

Elías José Palli

63

fin el sis-

  isrna: en ,

mpre e a mI ,

.: do al mismo tiempo,

sie

s transformaciones que

cIen ,   grado de su.   ) o

unc

ional mente inte 1 

( 1

e rnorfológíca sin

lema idad  forma   '

1

onfiere una idcntida no,  nidad de sentido) a su

e c

  1

ológica u d  

(  fisiológico-te e ', las  dos rruta es

 vital   e   osición entre , _

desarrollo La idea deduna oPconstrucción postenor, mas pre

lida una _

del arte es, en r~a  d' 1 asado fin-de-siécle.

cisamente, una npica e p

Tiempo e intuición ,

id: d se conecta no so-

d l' modcrni a ,  

id a baudelanana e a de también relacio-

a le e 1 isrna pue

na

red discursiva, a rrn diciones materiales de

o con u las con II  

narse con transformaciones e~as por la expansión capitalista

la producción cultural genera ue resultan en lo que se lla-

d

mediados de siglo pasado, y ,~( o de los temas recurren-

e , ,   del arte un   nti-

' la mercantílización   terconexion entre co

mo h ho una

111

les en Baudelaire). ~e :c l' definida por Baudelaire en s~,

id d Y cambio analoga a a la noción  objetivante

nu i a _ nt rarse en 11 a

ideal estético puede enco I que alude Calinescu. El ama-

d

el tiempo del capitalismo a a  puede venderse

y

compra~-

1

  t   uno que o so-

d  tiempo capita IS a , afirma Calinescu, n

o contrariamente a lo que

bi é

irreversibilidad

e supone, I sino tam ien

ibilidad conceptua Imente reversible,

o reversl  _ o no fuera conceptua

práctica SI el tiernp ,

, el pensamiento histórico

3

Hans Robert Jauss señaló cOamr~' .'a~:ctrina estética d,e Baudel~

  I igual que p d  AsI como

del siglo diecmuevle, aterlno se encontraban entrel~lz a oSa mitad del ar-

r ero y o e d

se r

so o un

laire, lo e irn ntá neo contingente pue e s, también la concien-

  mome, decia )

transitono, la ot ra mitad constante, 'mo su antítesis (. 

te que reqUiere I

de

dernité

presupone lo eterno co la idea de la belle-

. ' a de a mo osa que a /s

cia histór ic internporal no es otra c escbicbte a

id de la belleza mtern da  [jauss, Literaturg

la I ea eriencia pasa

za en el status de la exp M   Suhrlamp, 1970), 56].

Provokation (Francfort

y

a m:

Aporías - Tiempo

57

éste, en efecto, no podría comprarsc ni venderse, pueSlo que

no podría medirse

y

Compararse su

valor;

pero tampoco

po-

dría hacerse si el mismo no fuera fenomenológicamcnte

írre-

versible, pueSlo que en

tal

caso se enCOnrraría infinitamentc

disponible

(y,

por 10 tanto, carecería de valor alguno) La idea

hege1iana del tiempo histórico, la Cual combinaba reversibi1i_

dad

conCeptual

e irreversibi1idad práctica (las dos premisas

para la historicidad e inreligibilidad de nuestra existencia his-

tórica) en un único concepto, intentaba precisamenre dar

cuenta de esta

doble

naturaleza de

la

temporalidad  capitalis-

ra . Sin embargo, así como la noción romántica de la doble

temporalidad (o eOLemporalidad) se SOstcnía de u na parado-

ja (que el origcn dc todo cambio resida en una fuente inmu-

table de Vida), la

solución

idealista a

la

misma COntenía un su-

puesto potencia1menre controvertible, que también aparecía

en Baudelaire y que éste denominó   el peso de la moderni-

dad , El mismo condensaba, para él, 10 más propio de la ex-

perienCia moderna 

La noción baude1ariana del  peso de la modernidad  ha-

ce manifiesto un dilema inherente a (e inreligible

sólo

dentro

de) una Concepción dialéctica del tiempo histórico Como sc-

ñal , Jenold Seigel, el  peso de la modemidad  diea en el

hecho de que el actiSta deba const'ui, lo Ideal (lo Absoluto),

no a partir de materiales que toma de 10 Absoluto mismo (el

alma del mundo), sino pcecisamente de aquelJo

s

mismos ele-

mentos que se le Oponen, que permanentemenrc 10 Corroen

y

disuelven64 ¿Cómo es esto posible' ¿Cómo lo t,ascendente

Puede eme'8e, de lo efimeco

y

contingente

y

pe'manecec 'n-

timamente Ugado a éste sin dest'uirse como tal' P , los pen-

sado'es de fines del siglo pasado esto que para Baudelai'e

apa,ec'a cama un  peso  pasa a a se, una simple

y

pu,  COn-

t'adicción, El mat,imonio entee lo etemo

y

lo ef'meco volvia

Page 22: Tiempo Palti

8/9/2019 Tiempo Palti

http://slidepdf.com/reader/full/tiempo-palti 22/33

58

Días José Palti

así a quebrarse. Pero, esta vez, sus posiciones relativas ha-

brían de

invertirse

En efecto, según una larga tradición de pensamiento en

Occidente, el caos (lo efímero) es lo inmediatamente dado, el

mundo de las apariencias, por debajo del cual subyace un

substrato de orden -las estructuras de lo inteligible situadas

más allá del alcance de nuestros sentidos y sólo accesible me-

diante la razón-o Por el contrario, en el fin del siglo pasado

comenzó a pensarse que la homogeneidad, la continuidad (el

orden) existen sólo al nivel del mundo fenoménico. Lo  real ,

la verdadera estructura del universo (que no puede verse, pe-

ro puede expcrirncntarse) es continuamente cambiante (caó-

tica). El físico y filósofo Émile Boutroux, en De la coruingen-

ce de la nature

(1874)

fue el primero en señalar que, como

muestra la termodinámica, la estabilidad de los sistemas (tan-

to físicos como sociales) existe sólo a nivel macroscópico,

mientras que a nivel microscópico (en su estructura

molecu-

lar) permanecen caóticos, siendo su comportamiento errático

e impredecible. Las ciencias, gobernadas por leyes determi-

nistas,

sólo pueden, pues, comprender las apariencias exter-

nas de los sistemas; nunca pueden penetrar -y dar cuenta

de- su estructura interna. Mucho más influyente que la ter-

modinámica (la que en el siglo diecinueve se limitó a inves-

tigar los estadios finales de equilibrio de los sistemas, igno-

rando los intermedios, por lo que permaneció ajena a los pro-

blemas planteados por lo errático de sus trayectorias) fue el

paradigma emergente de la electrodinámica. En la teoría ela-

borada por Maxwell y Faraday, los campos magnéticos no se-

rían meros agregados de elementos, sino conjuntos de rela-

ciones que conforman sistemas integrados de fuerzas

ín te rac-

tuanies. Sin embargo, tales sistemas aparecen como constela-

ciones de elementos cuya composición y recomposición re-

sulta espontánea y repentina, sin obedecer, supuestamente, a

ningún patrón genético de formación progresiva. La noción

Aporías - Tiempo

59

de  totalidad ( ..

. estructura) se d· ,

nalIdad (funCión). . esprendla entonces de la de  fi-

Un cam'

1110convergente rec   .

como la biología 65 E ' . orrenan diversas discipl' ,

W i . . ..

n

una sefle de es  mas,elsmann postula la

id  

d

entes

miciados en

1883

. I ea e la d' l .

soma (el mdividuo adulto) ra

rca

diSContinuidad

entre

bilidad de la herencia de Iy germen, lo que descarta la posi-

Hug

de v-:

os caracteres d '.

. o e vries da el golpe final a a qUindos. En 1900

rustas holístico-funcionalislas d 1 las concepciones evolucio-

;1 cami,no que llevaría a la fo;m Siglo ,diecinueve, iniciando

Gran Slntesis

Pa O '.

ulaclon de la teoría d

I

. ra

e Vrics

los ~ ,

e a

vel filogenético resultan de t/

. f

enomenos evolutivos a ni-

ClOnes

globales

azarosas O ans ormaclones súbitas o

m uta -

c

bio) .

e este mod

I

arn

10 se ven reducidas a . o, as mutaciones (el

radas imernamente srn . Ocurrencias Impredecibles gene

( , nmguna m r , -

au~ cuando éstas sirven a un era o lllalidad perceptible

pecres

a su medio

1 • I . ,

proceso adaptativo de

1 .

ri . , a se eCCJon se P d as es-

1 , .

sin ningún impacto inmed' ro uciría

sólo

a posterio-

mismos). lato en los procesos g '.

enetlCos

Estos desarrollos Contr'b

nuevo· I uyeron a da '.

paradigma del

uem

o r naCimiento a un

n:

eme

ordenados, en

la

m ~'d' Los procesos no-teleológica_

cia

de

r

b'

e

I

a

en que s

. ecorn lIlaciones súb't d uponen la OCurren-

nea11dad d I I as e elemento .

e os desarrollos de l . s, qUiebran la li-

creto en la a matefla Cad

sistem . secuencia de las transforma .. a momento

dís

rec' ~ llltroduce una auténtica no Clones operadas en un

onfJguración total seg' vedad, es decir,

conlIeva

la

Sus elemen ' un un arreglo nuev

ce B tos COnstituyemes L '. o y peculiar, de

s ergson

 s .

os mOVimientos dí ,

, on autosuficiemes . ' Ifla enton-

, no anunCian 10 que si-

al

65

Tal reforrnulacló d

, Conjunto d I n e la Idea de estructur '

areas tan dis' e pensarnlento finlsecular a atraViesa, en realidad

gar al nacirn.lrndes a las analizadas corno I

Y

puede detectar Incluso en'

lento d

I

a PSicología

I

e as teorías gestáltlcas. ,en a que da lu-

Elías José Palli

Aporías - Tiempo

61

Page 23: Tiempo Palti

8/9/2019 Tiempo Palti

http://slidepdf.com/reader/full/tiempo-palti 23/33

60

1 1

gue  66 Para éste, dicho concepto equivalía a un  descubri-

miento del tiempo , lo que ahora pasó a significar lo opues-

to a lo que significó en los orígeneS de la llamada  moderni-

dad : que el uernpc fluya hacia adelante implicaría la ocu-

rrencia de quiebres cualitativos permanentes en el orden y es-

tructura del mundo. Corno decía Bergson en su famosa máxi-

ma:  El tiempo es invención o no es nada  67 De ahí la frac-

tura que se produce entonces entre dos nociones diferentes

_y opuestas- de la temporalidad. El tiempO  lineal ,  objc-

tivado ( espacial izado , en palabras de Bergs

on

) de las cien-

cias se corresponde con la imagen del movimiento regular de

la materia inerte. Los procesos vitales dinámicos, el fluir del

tiempO -la durée--, en cambio, no podría objetivarse me-

diante conccptoS; sólo podría experimentarse subjetivamente

a través de una facultad cspecífica Y superior al intelecto  es-

pacial izante .

El radicalismo y subjetivismo temporal de BergsO

n

no son,

sin embargo, completamente representativos de las ideas do-

minanteS en su tiempO. Distintos autores se refieren a este

período como aquel en que se produce una revuelta gencral

contra la conccpción decimonónica del tiempo, hecho que, pa-

ra algunos de ellos, señala el punto dc partida para lo que lue-

go se conocerá como la  época posmoderna . Como vimoS,

para Elizabelh Ermath,  la revisión más conocida en este siglo

del punto de vista moderno del tiempo es la teoría general de

la relatividad de Einstein 

.68

El principio de incertidumbre de

Heisenberg sería otro ejemplO de ello. Pero si Einstein Y Hei-

senberg son más representativos de las ideas del período que

66. Henri Bergs

on

, Time and Free Will (Essai sur les donées imm

é

-

diates de le conscience)

(Nueva York: Harper & Row, 1960/1889), 12.

67. Henri Bergs

on

,

La evolución creadora

(Barcelona: Planeta,

1985/1907), 294

68. Ermalh,

op. cii., 8.

J3ergson, lo son precisamente I

_ l' F ath por a causa o '

na a .rrnat . El supuesto dorní puesta a la que se-

,1 d f  aun ornmantc era q ,  1

e mun. o IS CO por deb: d I ue, a menos en

b

' ajo c caos a '

su strato de orden en el . parcnte subvacc un

. que el tiempo t ' .

y contll1uo.  La distinció ranscurre homogéneo

I n entre pasad

cía Einstein.  es so' lo u ' 1 . , o, presente y futuro  de

. na Iusión  :   -

so insistía en que  no h . ' y en su carta a su amigo Bes-

I . . .

ay irreversibilidad de

Ia s

leves

f .

e uernpo subjetivo no tiene si znifi

.c : ~

a.s leyes físicas,

Cimiento de la

microfísi  

g I icado obJettvo· '69 Con el na-

hornoaé I ica, a esta visión del ti

co omogeneo se le o d ' e ucmpo cosmológi-

. pon na la cvidcn   d

en el universo microscó i' (1 era el caos impcraruc

dantc de la física come p CO, o quc marcaría una fractura [un-

. mporanea) El ..

los sistemas microfísicos s d' curso de las partículas en

.' ... ena, e acu .rd . .

lI1cerlIdumbre de Heisenb . e o con el principio dc

d

. . erg indete 01

ístrntas variables -t' ' .. , rmll1a e (dado quc las

d ' Icmpo y poslclon- '

.~s, no podrían nunca fijarse amb: ' se encontranan liga-

sion se determina el as: cuanto con mayor preci-

momento de apari ., , :

acelerador de partíc I ' cion de la chispa en el

I u as, tanto m.' . d

ugar en que habrá de prod . as in eterrninado quedará el

de la í ucirse y .

a indeterminación seg ., . ' viceversa). Pero la fuente

. uira Siendo I

Jeto: según

se ña ló

Heiscnber~' co ocada del lado del su-

introducida por la presencia ~'e~~~ derivaba de la perturbación

cuando éste no fuera el cas I f oservador. Por otro lado, aun

nio  d L o, e antasma del  -

, e aplace se mantendría e' pequeno derno-

gun este concepto aunqu fu. pie: como señaló Popper se-

en

I

hi ' e no uera ya· ' ' . ' .

e ípotético caso de q

I

ernpmcamente posible

m ue se ogra determi '

ente todas las variable ,se eterrrunar simultánea-

preCisión todos los estad:~ r~dflan entonces predecirse con

u uros del sísterna.Z?

H 69. Alben Einstein M

ermann y . l3esso Corres d

eXPloraci,_1972);

citado por Ilya Prigo ine

Pon

enc_e,1903-1955  (París:

70

v~ndel orden al caos

(Barccl g .'

¿Tan solo una ilusión? Una

(TOlo~a ~se Karl Poppcr, Quan¡umO.7:~oTUSqUelS, 1988), 145-6.

, 1

ew Jersey: Rwornan & K' I Fi

ry

and tbe Scbism o/ Pbysics

III e ield, 1982).

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64

Elías José Palti

decir, cómo (si descartamos la hipótesis de una intervención

sobrenatural) lo cualitativamente nuevo puede emerger de las

condiciones precedentes sin encontrarse, sin embargo, poten-

cialmente contenido en éstas como una de sus alternativas po-

sibles de desarrollo. La noción cristiana-medieval de la pro to-

temporalidad

suponía a un Dios directamente comprometido

en el curso de los acontecimientos humanos y naturales. La

imagen del universo histórico de Veyne es igualmente caóti-

ca, sin tener ya un argumento que pueda substanciar esta afir-

mación; ésta simplemente asume que la irreversibilidad tem-

poral constituye su estructura profunda sin poder explicar có-

mo esto es posible. En segundo lugar, la hipótesis de Veyne

se encuentra fundada sobre otro supuesto cuestionable, a sa-

ber, que el modelo positivista de la ciencia (el llamado

co ue -

ring-laio model)

es

el

modelo de procedimiento científico, el

único

válid o

para las ciencias naturales.

Y

este segundo pro-

blema explica el primero. La aceptación acrítica por parte de

Veyne del modelo positivista de las ciencias naturales es lo

que hace inconcebible racionalmente la irreversibilidad tem-

poral, es decir, cómo las cosas cambian en el tiempo. La pa-

radoja yace aquí en que tal perspectiva se haya desarrollado

en momentos en que las ciencias se encontraban reconside-

randa este supuesto. Éstas comienzan a hacemos posible pen-

sar aquello que Veyne puede postular pero, como él mismo

confiesa, no alcanza a explicar: por qué el tiempo (el cambio)

no es, como afirmaba Einstein, una mera ilusión. En la sección

que sigue veremos algunos conceptos clave recientemente

elaborados en distintas disciplinas científicas que están, una

vez más, remodelando nuestros conceptos del tiempo y la

irreversibilidad temporal.

Aporías - Tiempo

65

Orden a [iartir del caos

En los últimos veinte años una ,.',

vergen en colocar en s selle de desarrollos COn-

u centro a la nocí d

to.

La misma. por otra' , Ion e acontecimu-e:

. parte esta ad '. .

más preciso. La Ocurren' d' qUlflendo un SIgnificado

cia e un

acoruert .

que marca un cambio cu alít. ['

Iml.ento

(un hecho

)

I a

IVO

en la estru .t d

ma no puede por def' .. , Cura e un siste-

d

,InICIan explicarse '

eterminista, dado qu 1 . , ' segun un modelo

. e e

rnismo no es

c 1  

tarse hasta hace mu  

amo

so la rnterpre-

. y

poco, un mero cvcru .

tanto de la combinación .'  f' o partIcular resul-

d

. espeCl lCa o sup -, ,.. ,

e dIversas series

e

 1 . l:fpOSlclon peculiar

ausa es I11dependie 1t

que el

aContecimiento .

¡ es entre sí. De ahí

yes probaoilistas (las q escapeftamolén de l alcance de las le-

. . ue Con arman aú

de rndeterminación en el do ñ   n un modelo  débil 

., mun o

físico)

E l

t'p d ' d

na ción

que enfrentamos ,1 o e 111

eterrn í.

aqul no es la pro . del

í

dos. En este caso nosotros n d ' pia e Juego de da-

, o

po

fiamos pr 1

pero, una vez alcanzad' b '

ever

e resultado

d b o este, sa fiamos pe f '

e u icarlo en nuestra grill

N  .

rectamente dón-

miento.

Éste desafía y (

~ r j

o es este el caso

del aConteci-

, ranslorma las re gl   .

go; es un movimiento ' as rrusma., del jue-

de la legalidad preo .stcn no puede clasificarse en términos

XIS ente, La noción d _ _

pues, se relaciona Con la d e aCOnteCImIento

los procesos evolutivo ' e

meta evolución,

la evolución d~

s

mismos

y esto '

característica fundament 1 d I . nos conduce a otra

, a e

aconteclmient

E l

mterun

es

Significativo

es

d ' o. ~ aConteci-

 1  

ecir, no es un me l h

no so o en el sentido d . ro nec o casual

dí , e que es sIempre el 1  

IClones preexistentes '

1

resu tado de COn-

. ,a as cuales al mis .

SIOOtambién en el sentido de ue', mo tIempo, desafía,

lo en la medida q este se convIerte en tal só-

en que es

creatiua

es d .

nuevas estructuras En las ' ecrr, generador de

., pagll1as q .

nos ejemplos de esta no i ó ri d ue sIguen veremos algu-

e clan e

aContecim'

e en diversas disciplinas

lento

según aparc-

E l punto de referenci~ f d

un amental aquí que ilustra esta

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8/9/2019 Tiempo Palti

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66

Elías José Palti

noción de

acontecimiento

es la termodinámica de estructuras

disipativas desarrollada por Ilya Prigogine (premio Nobel en

química en

1977 ).71 ¡

La noción de

acontecimiento

forma par-

te integral de la misma, sirviendo para explicar el comporta-

miento de un sistema alejado de su estado de equilibrio, en

lo que Prigogine llamó  orden a partir de fluctuaciones . En

el contexto de esta nueva teoría, el orden y el caos ya no pue-

den considerarse como dos términos opuestos, o referir a dos

instancias separadas en un proceso evolutivo más general.

Como veremos, en las estructuras disipativas (abiertas al in-

tercambio con su medio) ambos términos se encuentran inex-

tricablemente asociados: el caos es generador de orden, él

mismo deviene una forma de orden (una estructura disipati-

va puede conservar su estabilidad, aún en situaciones aleja-

das del estado de equilibrio, mediante compensaciones de

energía debido a la misma apertura al exterior que torna su

comportamiento errático). Esto de ningún modo significa re-

ducir el caos a una mera apariencia (según el modelo atem-

poral de desarrollo propio de los sistemas mecánicos), o bien

convertirlo en sólo el material para la producción del orden

(como ocurre en los modelos

eo temporales

elaborados en el

siglo pasado). En este marco, es la idea misma de una oposi-

ción entre caos y orden la que se ve vaciada de sentido; lo

más que se puede decir de un sistema es que éste es más o

menos estable, más o menos elástico en sus respuestas a la

acción de fuerzas externas o de su actividad interior. Pero a

fin de comprender esta distinción será necesario explicar, an-

tes de abordar aquellos conceptos clave elaborados por Pri-

gogine, cómo la noción de la irreversibilidad temporal de los

74. Para una descripción más detallada de las teorías termodinámi-

cas desarrolladas por Prigogine, véanse de I1ya Prigogine e Isabelle

Stengers

La nueva alianza

(Madrid: Alianza,

1990)

y

Entre el tiempo

y

la eternidad

(Madrid: Alianza,

1990)

Aporías - Tiempo

67

SIstemas termodiná .

dicion 1 mICOS(una func  d

a mente entendida IOn e

la

entrOPía) f

Lana'  uetra-

Clan de '

1865

or

,Irreversibilidad Iern

p

Claus IU S

jUnta

1 pora l

fue introdu 'd

ca,

la

que afirma b  con a tercera

ley

de la CI ~

en

ciones distintas d~ laaslcam

ente

(en realidad hay tterm~dInami_

d d

mIsm a

le ) ,res

Jormul a

d,eso

r

en microscÓpico) en el y , que

la

entrofJía (el grado d -

a en que la ener

í

unIVerso aumcnta . .e

lravés de l  g a tIende a distribuirs r en la rnedI-

m Ismo (10 ,e en iorrn ' .

la%a de café cal' que explIca, por cjcm 1 . a parCJa a

, lente se e f,  p o, por qu'

,;a, plantea la pers : n Tla

Y ,

proycctado a ese' : una

muerte térm'  ) PCCllva, InevIlable a l,ala CO sm I-

rca , Este  1 . argo I)la' j

atractor  h   u lImo Cstado >, zo, (e

la

aCIa el que se' es el llamado

modo irreverSible lod lonenta CSpontáncamente ~stado

nal que es tambi ': o e SIstcma, su estado d ,', Y e un

tropía)75

A' en el de mayor dcsord ,e cqudlbno fi-

ble

a SI, dIcho eSlado

fin a l

en mIcrOScópico (en-

, unque no su marcha hacia ele~perfeclamenrc predeci-

rsrno Por

ejem plo,

una

75, Es interesante

esta noció   notar que hoy d .

n t.PJcamente d' , IStlntos escrit _ ,

llaman

la

 cond: ,_ eClmononica de

la

ores han apelado a

_ ICIOn p entropía

caoticas a nivel  osmoderna  como su . para definir lo que

mlcroscó ' poniendo t

croscópico, Esta comb' PI,~Oy,

al

mismo tiempo ' b' ransformaCiones

cro se adecua

al

Inaclon de anarquía  ml'c ' , :sta dldad a

nivel

ma-

, a Image ro e In b' ,

mo dice Lutz N' h n POstulada

del lla

d

u r-

muta dldad  rna-

, ret amme

  1

ma o fin d

1

h'

Un mOmento situad _ r, a proclamación

del

r

d e a, Istoria  . eo-

sentido) descansa eo mas allá de los límites del In, e la historia (como

to pero carente d n

la

fantasía osificada de ~oflzonte tradicional de

tOire , Histo1)1an; sentido [Lutz Niethammer ~,n uJo de eventos infini_

pectiva argum Memory I.l

(]989}

431 J RAfterthoughts of Posthis-

u entando q la : . orn usen

1  

hn concepto históric ue a ,'POsthistoria señala exp rcua esta pers-

aCe mUcho revert'd amente Significativo del m que el cambio, COmo

~l~ motor inmÓvil ~o~ etndCatástrofe, o devenidoo~~ml~nto temporal, ha

eració '   o os sus e ' carcaza exte .

Light n Significativa 

U  

ngranaJes girando ,flor de

of Po orn Rusen

 1,' ,

pero Sin ni

to». stmodernism' H' , Istorical EnJ  h nguna

.•• and Mern

'IStory and the A f Ig tenment in th

ory

I.l

(]989} 111).

ge o New IntelligibiJity

H'

e

, IS-

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8/9/2019 Tiempo Palti

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68

[lías José Palli

gota de tinta azul derramada en un vaso de agua produce

manchas de formas impredecibles y cambiantes, aunque sa-

bemos sí que (si la tinta es soluble en agua) el resultado final

será una solución homogénea de color azul claro.

y

esta so-

lución resultará estable y elástica a la acción de perturbacio-

nes externas (si agitamos el envase que la contiene, siempre

volverá a su estado atracior  original, la solución homogénea

de color azul claro). Al enfocar exclusivamente en su estado

final (el único previsible), y considerando los intermedios co-

mo meras sucesiones de sistemas cerrados con insuficientes

compensaciones

internas, Clausius

y

sus seguidores pudieron

considerar los procesos termodinámicos como al mismo tiem-

po irreversibles

y

deterrninistas (i.e., lo que llamamos

eotem-

porales).

Boltzrnann fue más radical al explicar la irreversibi-

lidad de los procesos termodinámicos (como, por ejemplo, la

propagación de los gases) por la acción de leyes

probabilís-

tas: según demostraba, la ocurrencia del estado final de equi-

librio se explica por la infinitamente mayor probabilidad (y,

en términos prácticos, la cuasi-necesidad) de la distribución

regular (y, por lo tanto, caótica) de las moléculas a lo largo

del sistema (j.e., el estado final de equilibrio o de máxima en-

tropía)76 Sin embargo, de acuerdo con este concepto, el

sis-

76.

Esta ley probabil ista puede ilustrarse de un modo sencillo, Si

uno arroja una moneda al aire tiene 50% de probabilidades de que sal-

ga cara y 50% de que salga ceca. Si se arrojan en cambio 2, las posibi-

lidades son 25% de que salgan ambas cara, 25% de que salgan ambas

ceca y 50% de que salgan una cara y una ceca, Por supuesto, en este

último caso no nos interesa cuál sea cuál, en la medida en que no he-

mos identificado las monedas. Es decir, este estado (la distribución re-

gular de las caras y cecas) es más caótico a nivel  microscópico aun-

que también más probable (y más estable) a nivel  macroscópico , A

medida que aumentamos la cantidad de monedas, las alternativas tam-

bién aumentan, pero sólo la posibilidad de una distribución regular de

las caras y cecas se multiplica con ellas. De ahí que, en caso de ser in-

finitas las monedas (o las moléculas, como en el caso de la propaga-

Aporías -

Tiempo

69

tema no es aún   idea l .

. mente

urcve

 bl

te Improbable (y. en te' . , ,rSI e; aunque infinita me _

. .' . rmll10s practlc '. .n

pide, en prll1ci¡)io la re' . os, Ifnposlblc) nada irn

, Currencla  ' -

cerrad~,. de cualquier Otro estad ~sPol1lanea, en un sistema

de equilIbrio. o ISUl1l0de su estado fin al

E l desar ro llo de la te d 

. . rmo lI1amICa

de

1

pauvas

redeflllió

es ta

'd  e as estructuras

di .

. l I ea respecto 1 ISI-

ble

de

los

SIstemas termod' '. a a naturaleza irreverSI'_

Illamlcos A' '

tres conceptos clave relativos _ _ '. contll1uación veremos

labilidad (1-

d ' a la mIsma'

sensu, 'lid.

\ as

os

caraC'1 -:, . . ,,1

¡1

ad ines

, ' CfI,.,tlCasf

d. ' , -

las estructuras disipativas)

v J

un amclllales que definen

mero debemos referimos

¡ .,)tirito de bifurcación.

Pero

pri-

, t '

)Ie\emellle'

1 .

anoma.o propuesta por 13enolt .\l1a ,a a I~ea de

atractor

malo es uno en el (jue se e . ndelbro1. Un atractor anó-

, ncuentran d f' .

mo es

el

caso

de l ¡)éndul .

e II1ldos no uno (co-

h .

1 . . ,

O,

por

ejcm

1  

acia a poslclon venic  l) . p o, que sIempre tiende

 l b .

.ca

sino inf '

equ: ir

no debido a

la

frag   InJ[os estados finales de

a llí  1   mentaClon del . '

que e atractor al1ómal f espacIo de fases (de

brot cO  o uc tamblen def' id

u  

mo' objeto [racIal  d _,

fi

1111o por M and el-

dlvldi  -' e

rannere . 1  

r, quebrar ). 7 Pod

6

CLImaoglcameI1le

mente mediaI1le una olla d~mbosrepresentar esto figurativa~

ella una b l  e ase redonda S' .

, o a, la misma se d' .. , . I arrojamos en

tro. Este será su estado atra~lglra exactamente hacia

el ccn

SIempre tenderá a vo l

or.

SI agItamos la o lla. la bol 

de e11 ver a su poslció '. . a

a ll  

a. Ahora, si

ab ollam os la

m' n ongmal

en

el

centro

luna li 'Isma en 1

__ sa lente Con dos cavidades

e

medio, dejando

  en sus

lad os ,

introdu .

Clon d 1 Clmos

e os gases) las  b .

también inf' . POSI J/ldades de una d' ,

Inltament· Istnbució

media. e SUperiores a las de cual' n regular sean

77

U qurcr otra variante in

ter-

_ . n descripc ,

trla fracta Ion mas dctallada de

b

puede este concept d

rOt,

Tb

e

Fr.

enCOntrarse, además dcl . o y e la gcome-

a Neu. S. acta G,eome1ry

o/

Nalure J

ya Citado texto de Mande/_

lb Clence

(Nuev .,' en ames Gleick

Ch .

e New Sci a York: Vlklng,

1987)

J «<oaos, Makzng

lence (Saint Peler' G . > y oh

1

/-Iolte, cornp Cb

. Justavus Adolph

e

II .,

aos.

e o egc,

1993)

[lías José Pah¡

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8/9/2019 Tiempo Palti

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1  

7

con ello un elemento de indeterminación: si arrojamos en ella

la bola ya no sabremos a cuál de ambos lados habrá de diri-

girse. Sí sabemos, sin embargo, que cualquiera que éste fue-

re, si posteriormente agitamos la olla, la bola siempre volve-

rá a su posición original, a menos que se lleve a la misma por

encima de la cima de la saliente en el medio. En este caso, ya

no sabremos adónde irá (podrá moverse a cualquiera de las

dos cavidades). Esta cima representa un punto de bifurca-

ción,

más allá del cual toda predicción se

vuelve

imposible.

Ln

ohjCIOJractal

es como una olla que posee, por definición,

infinitas salientes y cavidades, lo que produce una completa

indeterminación en el caso de que la misma se agite lo sufi-

ciente. Esto es lo que sucede con las estructuras disipativas

alejadas de su estado de equ ilibrio (como es el caso más co-

mún en la realidad). Los físicos dicen entonces que se trata

de sistemas no-deterministas, lo que significa que las

ccuacio-

nes lineales resultan insuficientes para describir su conducta.

No obstante, las matemáticas del caos de René Thom

78

y la

geometría de Mandelbrot proveen aún ciertas herramientas

para representarlas matemáticamente (en los últimos qu ince

años se ha hallado una inmensa variedad de fenómenos a los

que se aplican las ecuaciones no-lineales, como los cambios

c1imáticos, la evolución geológica, e incluso los patrones de

expansión de las epidemias).

volviendo ahora a los conceptos anteriormente menciona-

dos. Que un sistema es

sensible

significa, en el contexto de la

termodinámica contemporánea, que, en estados alejados del

equilibrio, se vuelve receptivo a factores que son normalmen-

te ignorados o resultan carentes de consecuencias cuando el

mismo se encuentra en un estado de equilibrio, dada su elas-

ticidad (i.e., su capacidad para absorber las perturbaciones

externas y volver a su situación original). La

sensibilidad

es,

78. René Thom,

Paraboles el Cataslrophes

(París: Flammarion, 1980).

Aporías - Tiempo

71

pues, una función de la inestahi/'d d ~

• t a En las csi

palivas (abiertas al intercambio

 1 .

ructuras

disi-

con e exterior) 1 ' 1  

no es un valor promedio sino el 1 d e equllbno

  ' resu

ta

o de su' .

id: .

rema. Toda desviación del cq ilibr¡ . su acuvi ad 111-

UI I no. SI no' .

suf;r:ientemente, tiende a reforzar

>

es compensado

se por nuevas transf .

ne s que, eventualmente conduce ' 1 ns orrnacro.

.. ' n a a gen  consistencias. un

punto

de

büu . ,

eraclon de nucvas

 : 1 rcacwn es prccí .,

umbral (como la saliente de la

011 )

isa rn cn ro aquel

. a , superado el ClJ' 1 1

ponamlento del sistema se torna ea= a e corn-

.. a

caorico

es decir d

lucionar hacia

nuevos regímen' d f '.  

pue

e evo-

es e unClona .

Estos tres conceptos combillad d f miento estable.

os e lIlen lo p . .

ma  orden a través de Ouctuac', que ngogin« lla-

lones , un conce lO

ve z,

supone que los sistemas pos >

d P

que, a su

cionales. En primer lugar q 1 seen. os características ad i-

. ' ue os mismos s .

decir, que son capaces de g   son creatwos, es

, encrar nuevas . . .

remes

de su estado original de

ilibr:

conSistenCias,

dife-

él, a través de la acción de equr I rIO e Impredecibles en

su propia

activíd

d .

do, como consecuencia de esta ivid a

interna

Segun-

. actlvl ad cond

tuacíones sucesivas, a estos sistema 1   ucerue a [luo-

tencia de un

horizonte temuo / ~

es:

s

inherente

la

exis-

y

ra mas alla del 1

mos percibir (ya sea para pred . cua no pode-

ecir prosperr¡

car retrospectivamente s . ivarnenre o cxpli-

u comportamiento)

perado éste, toda información t d .' puesto que, su-

o . . ' o a memona de .

ng1l1al, se ha perdido irrernedí bl s,u Situación

la emente Enc

un caso de irreversibilidad en el 'd' ontramos

aq uí

(

. senn o

 f ,,,

d '

mdeterminación en sus d

uerte

el termino. os extremos tant

partida como de llegada} el  p _ ' o en su punto de

ha sido finalmente exorci;ado sequeno

b

demonio de Laplace

t . 111em argo ' I

ur a superficial estos desarrollos ue . ~so o en una lec-

de Irracionalismo del tipo p de msprrar alguna suerte

p propuesto por' I

or el contrario, éstos están de h he ejernp o, por Veyne.

rnerado de antinomias sobre I ec 1 0 cuestionando el conglo-

clonalistas se encuent f das cua es estas perspectivas ina-

. ran un adas El .

Introducido ahora en el árnbit d l'

acontecimientn

se ha

10 e as crencí:  

las supralunares

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8/9/2019 Tiempo Palti

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72

Días José Palli

como un elemento objetivo en ellas, que puede ser tratado ra-

cionalmente según modelos que ya no suponen la linealidad

y reversibilidad de los procesos genéricos. Así, al convertir el

acontecimiento

en un objeto posible de estudio, la termodi-

námica de Prigogine demuestra que la razón y el cambio no

son necesariamente contradictorios entre sí. Incorporando las

nociones de caos e indeterminación en el ámbito de las cien-

cias naturales, cuestiona su supuesto carácter

 supralunar 

(li-

near e irreversible, por definición), distintas tout court de los

C'sublunarcs ) estudios históricos, Finalmente, al probar que

el caos y la indeterminación son factores objetivos en la evo-

lución de los sistemas, vacía de sentido las distinciones tradi-

cionales entre lo subjetivo y lo  objetivo ,

La naturaleza de los procesos metaevolutivos ha recibido

también una detenida atención en el campo de la biología

teórica, Estudios sobre las propiedades autoorganizativas de

los sistema vivientes condujo a los chilenos Héctor Maturana

y Francisco Varela a elaborar su noción medular de autopie-

sis

79

La representación de los procesos autoorganizativos

Cauiopoiéucos)

requiere de modelos cibernéticos con retroa-

limentación positiva, es decir, sistemas de autorregulación en

los cuales (como en las estructuras disipativas) las desviacio-

nes que aparecen tienden a ser reforzadas por fluctuaciones

subsecuentes. Esta capacidad autotransformadora, un correla-

to de la noción de Prigogine de orden a través de fluctuacio-

nes,

define más precisamente el carácter no-lineal, no-teleo-

lógico intrínseco de los procesos metaevolutivos. La auto-

transformación se funda en la noción (primero elaborada por

Ludwig von Bertanlanffy en su teoría general de los sistemas)

79,

Véanse

Héctor

Maturana, Biology

o/

Cognilion (Urbana: Univer-

sity of IlIinois Press,

1970); Héctor

Maturana y Francisco Varcla, Auto-

poietic Systems (Urbana: University of IlIinois Press,

1975)

y Erich

Jantsch, Tbe SeLj-Organizing Universe (Oxford: Pergamon Press,

1989)·

Aporías - Tiempo

73

de teieonomia En un sistema t

 1, , ,

, e eonomlCame t '

hay una flJ1alidad única ( , n e oflcntado no

, , )mnlcomprensiv' ( ,

en los slstemas teolológicam

t

a Como si los hay

- ente go )ernado '

modelos termodinámicos cl  ), s, Como eran los

, ' aS1COS, Slno u'

1  

nalldades generadas

(v

mod'f' d: ,) na p uralldad de fi-

, ,1 lca as por

la  

mterna

dcl

organismo  su propla dlJ1amlCa

  •

S

patrones de -

medio ambiente particular c u  1 IJ1tercambio Con su

, ' ,mu,c l)

Para ,

1

csquematlca, un estado  )3 d ' ' poner o en forma

, , e un Slstema de '

1

dlclones precedentes (el estado  A ) erJ\ a de sus COn-

poner que, al menos en un d ' por lo que debemos Su-

,   punto eterminad

de ' _

dicho estado B' fue (o se '  o e su hlstOfJa

. ConVlrtlo en) .

1

sarrollo

potencialmente co

u

'd una a ternatlva de de-

l enl a en

el '

d

Pero este nuevo orden ' . esta o anterior

  A

f ' en su evolución g. '

nuevas lJ1alldades (nue f   l _ ,enera, a su vez

\ as a ternatlvas 'bl '

1 /0) que no se encontraban   1 . POSl es de desarro-

,  . OfJgl/la mentc p ,

tado tnlClal rn eran prede   1  1 resentes en su es-

, , Clu cs en é l Ta

desviaciones se multiplican t d  1   n pronto como estas

, , , 1 dI 

o os os VeStlg

0- dI

nuera e sistema se pie d (id 1

s

c a sltuación

. r en 1 ea que '

cuenrra en la base de I   ' como Vlmos se en-

, , a nOClon de h '- '

Pngogl/le). En fin los   onZOI1le temporal  de

, ,mecanlsmosde

 1 

üva determinan (como el, retroa lmentaclon posi-

, n os procesos co

1

por Plaget) la apertura d

  1  

gn1l1vOS estudiados

e slstema no  1

productos (los resultados) d ' ,so o en relación a los

b

  e su actlvldad '

len respecto a las prop' 1 l/lterna, sino tarn-

1 /

las reg as q b'

o, es decir, la trascendenc  d 1 ue go lcrnan su desarro-

1   ,

la e a evol ' ,

va

ucron. ucron en una metac-

  La redefinición de \ ( folf an ..

paradigma de Kuh f g g Stegmul/er de

la

noción de

 ti  n o rece otro ejern 1 d '

U~rte de la irreversibilidad t p ~ e como una idea

~onJunto

~el

pensamiento oc::~~:::

~ t   ha;

permeando el

PlstemologlCO

tradicional incl 'd

Segun

el

concepto

, u. o e de Kuhn, una teoría es

, 80,

Para una

ve a n w,

se

wo1fgang

descripción más detallada d

1

Stegmüller, T - e non-statemente view

eona y experiencia C\ricl  DI'

, , arce ona,

Elías José Palli

Aporías - Tiempo

7 5

Page 30: Tiempo Palti

8/9/2019 Tiempo Palti

http://slidepdf.com/reader/full/tiempo-palti 30/33

74

un sistema deductivo compuesto de axiomas (afirmaciones

generales respecto al estado y estructura del mundo) y de una

serie de reglas que conectan lógicamente dichos axiomas en-

tre sí y permiten extraer conclusiones observacionales. En el

non-statement ciew elaborado por Stegmüller, por el contra-

rio, las teorías ya no son sistemas de proposiciones. Cada

axioma básico de una teoría es aquí visto como un elemento

en la definición de un predicado conjuntista. ÉstoS designan

a los sistemas físicos sólo intensionalmente, es decir, estable-

cen el conjunto de condiciones necesarias que un dominio

dado debe reunir para poder ser considerado como parte del

campo de aplicaciones posibles de la mencionada teoría. En

síntesis, una teoría es, básicamente, según este punto de vis-

ta, un modo de conceptual izar un determinado ámbito, pro-

vee lo que Jesús Mosterín llamó conceptores (conceptos de

segundo orden o conceptos de conceptos).81 El sistema solar,

por ejemplo, deviene un modelo de la mecánica clásica de

partículas sólo en la medida en que es conceptual izado según

los términos provistos por dicha teoría, es decir, como un sis-

tema integrado de partículas

Y

fuerzas. La noción de  partícu-

la  funciona aquí como un  conceptor ; no designa ningún

objeto determinado (cualquier objeto, desde el sol hasta una

molécula, puede ser definido, en la mecánica clásica, como

una  partícula ) pero establece el modo en que los mismoS

deben ser conceptualizados a fin de tornarse un objeto de tal

teoría.

82

1979); La concepción estructura/ista de las teorías

(Alianza: Madrid,

1981) y Estructura Y dinámica de teorías (Barcelona: Ariel, 1983).

81. Véase Jesús Mosterín, Conceptos Y teorías en las ciencias (Ma-

drid: Alianza, 1984).

82. La fórmula más general que expresa el non-statement view

es

la siguiente:

-

x: <K.I>

K : <Mpp, Mp, r, M, C>

El non-statement view de Ias Ieori

as

teor

ias

ci

ffi

nueva perspectiva a la ., ' ienu icas abre una

_ noclon de paradig ..» ..

acunada por Kuhn

En

ori ¡ ma

originalmente

. _n pnmer lugar s '

habría va

dcducibilid: d ' segun

este concepto no

• l a entre los

di '

una teoría (no habría .,

iversos

componentes de

. . una conex¡on lógica o

l   I .

aXIOmas, ni tarnnoco ent ' en re os diversos

. t

re estos

v

s  ., ,

Los axiomas.

en t

o

• su cinturon

heuristico )

, anto que elementos la deíí .

predicado conjuruista os en a

definición

de un, convergen sólo ' l'

f .,

un postulado

cmpírico

gc

I

o o en a orrnulación de

genera que d

Ii

to

esperado del sistema Filo' e me el

cornportamíen-

h

. /

o

explica

por ',.

Ku n, las teorías se a _, que, corno señaló

  ceptan o rechazan

> - •

componentes

individu:

lo _ . en su totalidad: sus

d

a es no pueden cval

ependientc unos de

ot .

S

u

arse en forma in-

ros. Segundo una

l /

bi

pues, ser rechazada o ' eona )¡en puede.

. ' pero esto no nec

> , • o

o . .

que la misma se haya visto

f

d csanamente Significa

. re uta a S· .

se ajusta a las condici def .

I

un sistema dado no

iones efinidas por la teoría o

su com-

Ésta debe leerse como .:

l sIgue' toda te '(T) ,

nuc eo teórico (K) y u . ona esta compuesta de

I

n campo de a l' . un

e co teórico a su vez s > f P rcaciones propuestas (1) El -

1 ' . ' (.

orma de un' . . . nu-

urutan (intensíonalrnente) . conjunto de definiciones que de-

P

t . ,respectIvamente l .

o enciales parciales (M ) l coni ' e conjunto de model

y l coni pp , e conjunto de dioS

e conjunto de modelos (M) de dicha te ~o e os potenciales (Mp)

Mpp Y los Mp está dada por l h h or

ia.

La diferencia entre los

~~tenciales parciales) son de:cri e~ib~e:: qu~ los primeros (lo modelos

ébil

que la en este caso anal' d n terrrunos de una teoría más

po Iza a· esto es / .

. nen ya la validez de dicha teoría

U . '

en terrnmos que no presu-

cienes

cinemáticas

(posició

l '. n ejemplo concreto son las fun-

sica d _ n y ve ocidad) res d

e partículas. Tales funciones d pecto e la mecánica clá-

r

mentemente de la validez o no d PIue en establecerse independiente-

10 de' e os axiomas d '1 .

. convertirse en un rnodelo riarci e esta u tima teoría A

slstem.a debe poder ser tambié o parcial (Mp) de la teoría dada, di~ho

d

m

o

(SIgUiendo con el eJ'emPIOndcolnceptualtZable en términos tales co-

e fu » e a mecánica 1- .

m' erza, cuyo establecimient ' e asica de partículas) el

le isas fundamentales de la teorí~ :~ presup_one ya la validez de las pre-

y de la mecánica clásica: la e<ju'lvacluestl°dn (en este caso, la segunda

encla e la .,

ccion y la reacción).

í

Elías José Pah¡

Aporías - Tiempo

77

Page 31: Tiempo Palti

8/9/2019 Tiempo Palti

http://slidepdf.com/reader/full/tiempo-palti 31/33

7 6

, onde a las previsiones establecidas par

P

orta mIento no resp , .ral lo más que podemos de-

'd )ínco mas gene , ,

su predIca o em¡, 'dominio válido de la rmsrna,

,1   lema no es un ,

cir es que ta SIS d 1 onJ'unto de objetos posible de

f

-ma parte e c

es decir, no

01

 d e puedan encontrarse otros

'1   no Impl e qu

dicha teona, o qu~ , d da pueda ser aplicable, Tercero,

dominiOS en que la teona a ara el rechazo de una teoría  ' por lo tanto,

P

el unrcO cnleno, ) de oue ésta no puede con-

o   , (acertada o no

 1 ,, 

es la percepuo

n

,,' ación progresista (segun la

  'rama de Invesl g ,

formar ~n pro~  El u rogreso de una teoría consiste,

definiclon de LabtOs), . p de nuevoS campos posIbles de

le

~n el hallazgo , if

precisamen. , e , la tarea de los cicnu reos en

  d la rD sma (que es 1

aplicaclo

n

e ,', 1 ) Y esto se puede ograr ya

, d ,de cIencIa norma ' ,   d

los peno os   de la leoría (la adlclon e nue-

 fortaleClmlenlo  d bili

sea por un ,,) bien mediante su e I lta-

.  o condICIones o di ,

vos aXiOmas de sus axiomas o con ICIO-

, to  (la exclusión de algunos

micn

- ,   d de la

t-teoricidad

mediante la

'1 d [micion de Snee , ' d

Encontramos

aqui

a ,e I , onder a la cuestión epistemologlca can en-

I

este autor mtento resp , ,, y  términos observaclo-

cua '''t' rm mes teoncos , ,

te sobre la diferenCIa entre e   nosuando que tal distinclon no

f

ila cuestIO

n

1 ,

d (1

n

ales , Sneed re ormu al con una teoría determma a o

, ólo en re acion , '1) L

puede establecerse SIOOs, teórico para otra más débl ' os

que es observacional  para esta, es así a ocupar el lugar, en esta Io r-

modelos potenciales parcIales vl~~I~nde la teoría, pero no significa que

m

ulación, del  suelo observaclO te cargados sino sólo que la carga

 t ór\Cam

en

'

éstoS no se encuentren ,e r una teoría más débil que la que se e~-

teórica está provIsta aqui pOd la fórmula anterior, r  es la funclo

n

  Slgulen o con . Id I no-

cuentra en cuestIon, d ' es la expresión forma e a

1

un Mp es ecir, 'un

q

ue asigna un

 \

pp a .' .d d F'nalm

ente

, para convertIrSe en

, d la t teorict a, I di ., a sa-

C

ión sneedlana e - , ' debe cumpl ir otra con icion,

, n domlO

10

 

modelo (M) de la teona, u , el  predicado empírico basl

co

'. debe observar l' '

b

er su comportamIento (el caso de la mecánica c aSl

ca

,

, . I ndensa en I

qu

e la teoría

iota

se co F _ )

 e

por último, es a

en ,la fórmula - m.a ,

éste sería el descnpto con , plicaciones de la teoría (por eJern-

t las dIversas a , 1 )

condición que conec a , , Tierra-Luna en la mecánIca c aSlca '

plo, el sistema solar y el sIstema

nes), En ambos casos, su  progreso puede también conducir

a la revisión parcial de algunos de sus postulados básicos,

En el contexto de nuestra discusión presente, la tercera

conclusión contiene la rcdefinición de la noción de paradig-

ma de Kuhn más importante, Éste hace manifiesta la presen-

cia de un conjunto de supuestos que Kuhn aún comparte con

sus oponentes, Í:ste es comúnmente visto como aquel que in-

trodujo la historia en la filosofía de las ciencias Cal menos, en

su tradición anglosajona). Pero la historia que introdujo se

encuentra todavía atravesada por las oposiciones tradiciona-

les que limitan su alcance y son también responsables por las

conclusiones irracionalistas que su teoría de hecho conlleva

(a pesar de que Kuhn mismo no las accptase completamen-

te), Tal como muestra su distinción entre períodos revolucio-

narios  y períodos de  ciencia normal , su filosofía permane-

ce en el terreno de las perspectivas tradicionales en las cua-

les el caos y el orden, el cambio y la racionalidad, aparecen

siempre como términos opuestos, Tal oposición recuerda al

concepto histórico de Herder en el cual, como vimos, se yux-

taponían dos sistemas de causación: períodos racionales de

crecimiento orgánico representados por los vo lk sgeistes y mo-

mentos críticos e irracional es de ruptura del curso evolutivo

orgánico en los cuales nuevos principios formativos o cultu-

ras ernergian. Y ello es así porque, en la medida en que en la

epistemología kuhniana las teorías son aún comprendidas co-

mo sistemas deducuvos, su  crecimiento  sólo puede conce-

birse como un proceso inferencial, lógicamente coherente y

sistemáticamente integrado, Los períodos de  ciencia normal 

carecen de temporalidad propiamente dicha; ésta sólo puede

irrumpir aquí de forma  catastrófica  junto con la ocurrencia

de acontecimientos puramente azarosos, sin conexión alguna

con las condiciones antecedentes, En el concepto de Stegrnü-

lIer, por el contrario, en la medida en que el  crecimiento de

las teorías científicas ya no es

visto

como un proceso inferen-

Aporías ' Tiempo

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8/9/2019 Tiempo Palti

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78

E ías José Palti

cial, éste no es en absoluto un curso lógicamente consisten-

te, sino uno débilmente integrado y sólo históricamente coor-

dinado siguiendo 'trayectorias que no excluyen  microrruptu-

ras (revisiones parciales) a distintos niveles de la teoría

83

Las teorías científicas aparecen así como plenamente históri-

cas, la temporalidad penetra sus diversos componentes y

comprende tanto a los períodos revolucionarios  como a los

 normales .

Los desarrollos sobre los que aquí hemos intentado llamar

la atención son relevantes para los debates actuales en rela-

ción con la  modernidad  y el así llamado tiempo de la mo-

dernidad en la medida en que ponen en cuestión la serie de

antinornias (entre tiempo subjetivo y tiempo objetivo, historia

y ciencia y, en última instancia, entre razón y cambio) sobre

las que este entero debate pivotea. ¿Hay que concluir, pues,

que la razón es un principio omnicomprehensivo, que no de-

ja escapar nada de su alcance? En absoluto. Lo que las consi-

deraciones precedentes sí muestran es; más simplemente, que

las fronteras que separan lo  racional  y lo irracional  no

pueden establecerse de una vez y para siempre, que lo que

yace más allá de la razón (y, por lo tanto, también lo que se

sitúa más acá) se ve constantemente redefinido. ¿Significa, en

fin, que la oposición entre las ciencias sociales y las ciencias

naturales ya no es válida y que, por lo tanto, resulta perfec-

tamente legítimo extrapolar conceptos desarrollados en las

ciencias naturales, como los de  puntos de bifurcación ,

 acontecimiento , etc. y aplicarlos a los estudios sociales y

hurnanísticos? Distintos autores, de hecho, ya lo vienen ha-

ciendo, aunque con resultados

desparejos.v'

Sin embargo, es-

83.

Véase Ulises Moulines, Exploraciones metacientíficas (Madrid:

Alianza,

1982).

84.

Algunos ejemplos de aplicaciones prácticas pueden hallarse en

C. Schieve

y

P.Allen, comps., Selj-Organizing and Dissipatiue Structures

79

te no es el punto aquí 13

. asta con el hecho d d

ceptos sean aplicables l. . . e que ichos Con-

d

a as propIas cre .

emostrar, por ejempl 1 ncias naturales para

d

1

o, e error de Vevne 1

mo e o nomo1ógico-d duct: ,a suponer que el

(

d

e UCtlVOes

el

mod 1 d .

mo elo que sin duda ,'. e o e clcnrificidad

1

.' , es mapllcable al· d'

y a a hlSlOria pero q '. os estu lOSSOCiales

1

· ' ue, como VImos ta

a as CIencias naturales ¡  . . mpoco es aplicable

_ , y

»cr tas mismas

arguyo como prueba de

l. .

razones que Veyne

ria). Un estudio al ' _a supuesta mefabilidad de la bisto-

go mas Slstemát' d 1

ciel1les en las ciencias d'f-   1 ICO c os desarrollos re-

1

. I ICImente hubie 11 d

a tcrar su punto d .; ra eva o a Vevne a

f

e VIsta v convencido d '

erencias de naturaleza' 1 e que no existen di-

- en os modos .

construimos nuestro t· . respectIvoS en que

. o )Jeto en las cien  

estudIOS históricos D d e ra s naturales y en los

. e to os modos t - 1

que buscarlas en otro lad di ' es a c aro que tendría ya

1

o Istmto de las a t' .

na es en que su p' n 1Il0mlas tradicio-erspectlva se funda

Sostenibles. Esto en t d __ . y que ya no resultan

, o o caso, SI no 10 co d . .

postura, al menos resulta -' n ujera a revisar su

'1

rra

en una aproxí --

suu

respecto de 10' bl ImaClOn mucho más

'. s pro emas metod 1- . .

mvestlgación histórica. o ogrcos relatIVOS a la

En un sentido más

general, el presente

traba¡ .

_ aJO

rruenta

de-

Applications in tbe Ph . I

'ystca and

Social S . (

xas Press,

1982)

y N Kath . ciences Austin: University of Te

P

t D .

erme Hayles com

C'h -

ex - 'Ynamics in Literature a d S.' p., aos and Order. Corn:

Pre

199)

n cience

(Chicag U·ss, l. Para una defensa t _ . o: ruversuy of Chicago

C. Dyke,  Strange Attraction C eorrca de estos procedimientos, véanse

sO h' I '

unous Liaison' Cl' M

~ tea Forum

21 (1990). 36 .

10 eets Chaos  Ph

-¡ _

Eq . .

9-92·

D McClo k

uv v , '

I o

21

ua

6

tlo

ns

, and the Problem of Nar~ati~ » H

 

ey, HI~tory, Differential

-3

y G. Reisch, Chaos H' n, tstory and lbeory

30 (1991}

30

(991): 1-20

P , _ .Istory, and Narrative  History a d lb .

ma  . ara una Cfltlca de los mis _' n eory

n, Chaos, Clio and the Sc'

'f'

mos, vease P. Roth y T. Rick-

tory

a

d lb 'Ienu IC lllusions of U d

W. n eory

34 (1995): 30-44

la n erstanding , His:

Jthout Tears' A R 1 Y respuesta de Reisch S' .

(1995). 45 .

ep y to Roth arid Ryckman 

H _

CJenllsm

. -58. '

tstory and Tbeory 34

8

Elías José Palti

Page 33: Tiempo Palti

8/9/2019 Tiempo Palti

http://slidepdf.com/reader/full/tiempo-palti 33/33

mostrar que aquellas oposiciones tradicionales son ellas mis-

mas construcciones teóricas, que razón y sinrazón no son

principios eternos o cuasieternos sino conceptos histórica y

culturalmente determinados y que, de hecho, se han visto

constantemente rcdefinidos, algo que tiende a ignorarse en

los deba les presentes enlre  modernidad  y  posmodcrni-

dad , Pero este tipo de simplificaciones resulta inherente a es-

ta polémica, Los mismos términos en que ésta se ha plantea-

do son inevitablemente reduccionistas en la medida en que

suponen ya el empobrecimiento de un capítulo particular-

mente rico e intrincado de la historia intelectual occidental a

fin de hacer encajar las muy diversas formaciones teóricas y

culturales que se sucedieron a lo largo de cuatro siglos bajo

el rótulo común de modernidad , En todo caso, las conside-

raciones hasta aquí expuestas advierten sobre el hecho de

que dicho término sólo adquiere su sentido en el contexto

del propio debate y según las pautas en que el mismo se ha

conLigentemente establecido, es decir, que el mismo no reco-

ge simplemente ni remite a ningún objeto históricamente de-

terminable Cal menos no sin antes producir una serie simpli-

ficaciones en muchos casos abusivas). Por otro lado, el rela-

to precedente no pretende ser una descripción exhaustiva de

todos los cambios producidos en relación con el tema que

nos ocupa (las ideas del  tiempo de la modernidad ), pero as-

pira al menos a aportar una serie suficientemente ilustrativa

de contraejemplos posibles que obliguen a cuestionar algunas

antinomias todavía corrientes entre historiadores en general e

historiadores intelectuales en particular, generalizaciones que

merecen hoy ser al menos prudentemente matizadas, Arthur

Lovejoy alguna vez se quejó de que los historiadores intelec-

tuales tienden a homogeneizar las ideas de un determinado

autor a fin de presentar su pensamiento como hecho  todo-

de-una-pieza Caü-o f-a -p iece). Lovejoy, por el contrario, bus-

caba, según afirmaba, las tensiones internas, las fluctuaciones

Aporías - Tiempo

81

e indecisiones entre ideas op r  

f

' , ' ueSlas y sentidos, Love'o ' ,

taba re lfIendo a pensadores' dí id 1 J Yse es-

III IVi ua es Su adve [ , ,

embargo, se aplica aun con rnavor : ' r encra, sin

que se trata es de analizar el pe~sa~~:~e~~dl(~~aa~~~ ~~a,lO