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Sepembre 2011 Valor: $200 [email protected] ¡Por la refundación internacionalista del trotskismo chileno! ¡Por un Pardo Obrero Internacionalista! ¡ABAJO EL GOBIERNO DE PIÑERA Y EL RÉGIMEN PINOCHETISTA DE LA DERECHA, LA CONCERTACIÓN Y EL PC! ¡RENACIONALIZACIÓN SIN PAGO Y BAJO CONTROL OBRERO DEL COBRE! ¡RUPTURA CON EL IMPERIALISMO! Para conquistar la educación gratuita, el salario digno y todas las demandas de los explotados: ¡Ninguna “Concertación” con Piñera y el régimen cívico militar! Hay que pelear como en Libia, Egipto y Túnez... ¡QUE EMPIECE LA SEGUNDA REVOLUCIÓN CHILENA!

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Periódico del Partido Obrero Internacionalista, integrante de la Fracción

Leninista Trotskista InternacionalSeptiembre 2011 Valor: $200 [email protected]

¡Por la refundación internacionalista del trotskismo chileno! ¡Por un Partido Obrero Internacionalista!

¡ABAJO EL GOBIERNO DE PIÑERA Y EL RÉGIMEN PINOCHETISTA DE LA DERECHA,

LA CONCERTACIÓN Y EL PC!¡RENACIONALIZACIÓN SIN PAGO Y BAJO CONTROL

OBRERO DEL COBRE! ¡RUPTURA CON EL IMPERIALISMO!

Para conquistar la educación gratuita, el salario digno y todas las demandas de los explotados:

¡Ninguna “Concertación” con Piñera y el régimen cívico militar!

Hay que pelear como en Libia, Egipto y Túnez...¡QUE EMPIECE LA SEGUNDA REVOLUCIÓN CHILENA!

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Tribuna Obrera Internacionalista

Desde hace casi cuatro meses el movimiento estudiantil, la clase obrera y las masas explo-tadas en Chile protagonizan una fenomenal

sublevación contra el gobierno pro imperialista de Piñera y el régimen pinochetista de la derecha, la Concertación y el Partido Comunista.Esta movilización de masas se desarrolla en medio de la crisis económica mundial que sigue profundi-zándose y la agudización extrema de de la guerra de clases, donde la burguesía imperialista ha largado un brutal ataque contra los explotados del mundo y éstos, en distintos focos del planeta, responden con feroces batallas.En el Norte de África y Medio Oriente –Túnez, Egip-to, Libia, Siria, etc.,- desde enero de este año se han desarrollado enormes revoluciones obreras que han derrocado a las sanguinarias autocracias que gober-naban esa región entregando esas naciones al sa-queo y absoluto dominio imperialista, castigando a los explotados con la peor de las miserias.Es así que vemos hoy en Libia cómo se ven la cara, frente a frente, revolución y contrarrevolución, mientras en Egipto y Túnez las masas revoluciona-rias embisten nuevamente, ahora contra los gobier-nos de “transición democrática”, compuestos por políticos y generales pasados a última hora al campo de la revolución para expropiarla, tal cual intenta en Chile hacer la Concertación, administradora durante años del régimen pinochetista, montándose sobre el combate de los explotados para intentar expropiarlo. Al mismo tiempo, en Europa, las masas griegas, es-pañolas, italianas y la juventud inglesa se sublevan y enfrentan los planes de ajuste y ataque que la bur-guesía de los estados imperialistas descarga sobre la clase obrera con despidos masivos, privatizaciones, reducción del gasto social, etc. Es en este escenario mundial, donde se pone, más que nunca, a la orden del día la revolución proletaria para enfrentar el ataque de las pandillas imperialis-tas contra las masas, en que se ha puesto de pie la clase obrera y la juventud en Chile.Así, en Chile se abrió una situación revolucionaria, donde los de arriba no pueden y los de abajo ya no quieren seguir como hasta ahora. Es que mientras las masas ven como el precio del cobre está por el

cielo, las condiciones de vida están cada vez más por el suelo.La sublevación en Chile se ha desarrollado con múl-tiples combates independientes de masas, grandio-sas jornadas revolucionarias, contra el gobierno de Piñera y el régimen pinochetista-concertacionista, entregador de la nación al imperialismo. Se abrió un proceso donde, la clase obrera, la juventud y los ex-plotados se pusieron de pie y, a pesar y en contra de las direcciones reformistas que intentan permanen-temente dividir las filas de los explotados, han plan-teado con claridad la necesidad de la unidad obrero estudiantil, no solo en abstracto, sino que también en los hechos, con marchas y asambleas obrero-es-tudiantiles en Santiago, Rancagua, Antofagasta y va-rias ciudades de Chile. La tendencia a la unidad de la clase obrera con el movimiento estudiantil está dada por la demanda que motoriza la lucha: la re-nacionalización del cobre para la educación gratui-ta y el salario digno, es decir, la expropiación de los monopolios imperialistas que saquean y desangran Chile.

Luego de las jornadas revolucionarias del 24 y 25 de agosto…

Mientras la izquierda reformista juega a las escondidas con la demanda del cobre y la

burocracia sindical le ata las manos al movi-miento obrero, la burguesía, al mismo tiempo que reprime y asesina a la juventud y la clase obrera, intenta imponer la trampa “democrá-

tica” de las mesas de diálogo

Contra todos aquellos que insisten en plantear que Contra todos aquellos que insisten en plantear que “no hay condiciones” para desarrollar un combate aún superior por parte de los explotados, la cla-se obrera y el conjunto de los explotados, en todo momento, han mostrado una enorme disposición al combate. Esto se ha visto reflejado en las enormes huelgas mineras, bancarias, en la jornada revolucio-naria del 4 de agosto -donde se desarrollaron cace-rolazos y barricadas en todas las poblaciones obreras

y barrios de las clases medias del país- y en el último paro nacional del pasado 24 y 25 de agosto. No ha sido la clase obrera la que no ha salido a pe-lear como dice toda la izquierda reformista (desde el Partido Comunista hasta los anarquistas, populis-tas y renegados del trotskismo), sino que han sido las direcciones del movimiento obrero y estudiantil las que se han encargado de desincronizar cada lu-cha y dejar, por ahora, al movimiento estudiantil peleando solo.De esta forma, luego de reventar las huelgas mineras de Rancagua y Antofagasta, luego de sacar de esce-na a los trabajadores portuarios, la burguesía ahora intenta aplicar la misma política con la que el 2006 derrotaron al movimiento estudiantil, poniendo en pie mesas de negociación para aplicar reformas cos-méticas a las leyes de educación pinochetistas.Mientras Piñera y la derecha, al mismo tiempo que reprimen y asesinan a la juventud combativa, llaman a poner en pie “mesas de trabajo”, la Concertación, luego de haber administrado durante 20 años el ré-gimen de Pinochet profundizando el sometimiento de Chile al imperialismo, hoy intenta montarse sobre nuestra lucha para estrangularla desde adentro, jun-to al Partido Comunista. La Concertación, luego de que el gobierno de Piñera largara la más brutal repre-sión pinochetista asesinando al compañero Manuel Gutiérrez, busca imponer un “pacto democrático”, para así salvar al régimen cívico militar y al gobierno de Piñera, e impedir que se abra la segunda revolu-ción chilena. Así, llaman al movimiento estudiantil y a las masas explotadas a resolver sus demandas en tramposas y estériles mesas de negociación, di-ciendo que ese es un “triunfo” del movimiento de masas. ¡Mentira! ¡En esas mesas de negociación se cocinan la traición y la derrota de nuestra lucha! El único y verdadero triunfo de la juventud combativa y la clase obrera ha sido comenzar nuestra ofensiva contra la burguesía y el imperialismo, protagonizar cuatro meses de heroico combate, tomarnos los co-legios y las universidades, largarle la huelga a la pa-tronal minera y enfrentar en duros combates de ba-rricadas tanto a los pacos asesinos (verdes) como a los pacos rojos del Partido Comunista. El verdadero triunfo de esta movilización de masas es –aunque ahora todos quieran ocultarlo descaradamente- haber planteado, con certero instinto de clase, que la llave para conquistar nuestras demandas está en la renacionalización del cobre bajo control de los trabajadores, es decir, en la expropiación del impe-rialismo.La Concertación y el Partido Comunista intentan hoy expropiar nuestra lucha revolucionaria y someterla a los pies del régimen pinochetista. El 24 y 25 de agos-to, pese a que la dirección de la CUT (PS-PC) hizo todo los posible para que fracasara y no se transformara en la huelga general revolucionaria que clamaban todos los combates, los explotados protagonizamos una nueva jornada revolucionaria, paralizando toda la maquinaria estatal, marchando por cientos de mi-les en todo el país y enfrentando durante dos días en las calles la feroz represión pinochetista. Sin embar-go, al haber sacado de escena por el momento a los batallones centrales del movimiento obrero (gracias al accionar del PC y la Concertación que le brindan así un respiro a Piñera) el gobierno rápidamente ha desplegado un monumental operativo para derrotar la lucha del aguerrido movimiento estudiantil.Parte de este operativo consiste en la campaña que promueve una cínica “unidad nacional”, al calor del accidente aéreo donde murieron periodistas reac-

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Tribuna Obrera Internacionalistacionarios, figuras burguesas de la televisión, políti-cos, patrones y milicos pinochetistas. ¡La clase obre-ra no debe llorar la muerte de sus verdugos! ¡A la burguesía no le importa la vida de los obreros y los explotados! Esto quedó demostrado con el asesina-to de Manuel Gutiérrez, y con la impunidad de los milicos asesinos de la dictadura y de los pacos que, en “democracia”, asesinaron a Daniel Menco, Alex Lemún, Rodrigo Cisterna, Claudia López, Jaime Men-doza y Matías Catrileo. De esta forma, entre la burocracia sindical atándo-le las manos a la clase obrera, la Concertación y el Partido Comunista queriendo expropiar nuestra lucha en mesas de negociación, Piñera reprimien-do brutalmente a los sectores más combativos del movimiento estudiantil –los secundarios-, toda la izquierda pintando de “democrático” al régimen pi-nochetista diciendo que se le puede presionar y ca-llando la lucha por el cobre, etc., se ha formado una Santa Alianza para sostener el gobierno de Piñera, al régimen cívico militar, y para impedir que se abra la revolución proletaria que expropie al imperialismo saqueador. Es así como la discusión que atraviesa hoy al movi-miento estudiantil es si participar o no de las mesas

de diálogo propuestas por el gobierno. Algunos sec-tores plantean que sí hay que participar, pero con condiciones. Mientras el PC y la Concertación plan-tean que el centro de debate debe ser el “fin al lucro en la educación”, otros posesionándose más a la “iz-quierda” (como el PTR, ex Clase contra Clase) plan-tean que la negociación debe partir de la demanda de educación gratuita. Otros, como algunos sectores del anarquismo y el populismo, plantean que no hay que sentarse a negociar, sino que hay que hacer “ac-ción directa” y presionar, desde las calles y las barri-cadas, con “métodos más radicales”, al gobierno de Piñera para que éste conceda la educación gratuita. Mientras toda la izquierda reformista discute sobre si sentarse a negociar o no, las transnacionales im-perialistas siguen saqueando descontroladamente el cobre y los explotados seguimos padeciendo las peores miserias. ¡Nuestra lucha es fuerte, no porque el gobierno llame a poner en pie mesas de diálogo, sino porque planteamos que para conquistar nues-tras demandas debemos expropiar a los expropia-dores! Todos ocultan hoy que para conseguir hasta la más mínimas de nuestras demandas, comenzan-do por la educación gratuita, hay que renacionalizar el cobre, como mocionaron los estudiantes secun-

Los trotskistas del Partido Obrero Internacionalis-ta llamamos a todas las organizaciones que dicen

defender los intereses de la clase obrera y luchar por la revolución proletaria a poner sus fuerzas a disposi-ción de allanarle el camino al triunfo a nuestra lucha.Este gobierno antiobrero y proimperialista no con-cederá nuestras demandas. Nada conquistaremos sin derrotar a Piñera y al régimen cívico-militar con una lucha decisiva en las calles. Es que, incluso, la burguesía sólo le dará algo a los explotados cuando vea amenazada el conjunto de su propiedad.Los enormes combates de la clase obrera, los estu-diantes y los explotados de Chile claman por una gran acción independiente de masas, que ponga en cuestión quién es el verdadero dueño de la nación, si los que producimos todas las riquezas o los pará-sitos capitalistas. Hay que largar ya la ¡HUELGA GE-NERAL REVOLUCIONARIA para que se vayan todos los asesinos del pueblo chileno y entregadores de la nación al imperialismo! ¡Fuera Piñera! ¡Hay que tumbar al gobierno lacayo del imperialismo, repre-sor y asesino de los obreros y la juventud! ¡Abajo el régimen cívico militar de los milicos asesinos pino-chetistas, la derecha, la Concertación y el Partido Comunista! ¡Abajo la Constitución pinochetista del ´80! ¡Abajo el TLC!

La clase obrera, la juventud y los explotados de todo Chile se pusieron de pie a pesar y en contra de la dirección de la CUT y de las direcciones de las fede-raciones estudiantiles, que quieren reducir la lucha a migajas y dejar las demandas motoras de la lucha, la renacionalización del cobre y la educación gratui-ta, para el “largo plazo”. ¡Abajo la mesa de diálogo del gobierno, la CONFECH, el Colegio de Profesores y la CONES! ¡No permitamos que nuestra históri-ca lucha sea entregada a cambio de limosnas! La demanda “mínima” de la clase obrera y la juventud combativa de Chile debe ser la ¡renacionalización del cobre sin pago y bajo control de los trabajado-res para la educación gratuita y el salario digno!La dirección de la CUT y de la Confech son enemigas de la unidad de las filas obreras con los estudiantes

combativos. Por eso callan la demanda del cobre, porque es la que unifica la lucha estudiantil con la de toda la clase obrera. Ellos sostienen al régimen pi-nochetista-concertacionista y al gobierno de Piñera. ¡Basta de direcciones colaboracionistas en la CUT y todas las organizaciones obreras y estudiantiles! ¡Basta de acuerdos, pactos y negociaciones con el gobierno asesino de Piñera, sirviente del imperia-lismo!A pesar y en contra de ellos, la clase obrera y la ju-ventud comienzan a autoorganizarse, imponiendo la unidad en las calles. La combativa juventud chilena debe acudir ya, no a los lujosos despachos de los mi-nistros pinochetistas en La Moneda, sino a las minas, puertos, fábricas y centros de trabajo para hacer un llamado urgente a todo el movimiento obrero a li-brar juntos la pelea no sólo por la educación, sino también por derrotar la esclavizadora Ley de Sub-contratación, por poner fin a los sueldos de hambre y terminar con el flagelo de la cesantía ¡Hay que paralizar las minas, fá-bricas, puertos y todo el país! ¡Hay que ata-car las ganancias y la propiedad privada de los explotadores para pegarles donde más les duele! ¡Hay que sublevar a toda la cla-se obrera para alzarla como caudillo de los explotados en su lucha e imponer la ruptura de todas las organiza-ciones obreras y es-tudiantiles con la bur-guesía, su régimen y su gobierno!

Hay que poner en pie ya mismo un Comité

darios de la ACES y los combativos mineros de El Te-niente el pasado 15 de junio: “¡El cobre de Chile para la educación gratuita y el salario digno!”Así, todos quienes ocultan que el camino al triun-fo es la expropiación del imperialismo plantean que cabe la más mínima posibilidad de que esté régimen antiobrero y proimperialista puede dar solución a nuestras demandas. De esta forma, la izquierda re-formista que no llama a luchar, en primer lugar, por el cobre, termina siendo el sostén por izquierda del régimen, planteando que a este se le puede refor-mar y hacer más respirable. Así, generan en las ma-sas la pérfida ilusión de que no es necesario, para conquistar nuestras demandas, tumbar al gobierno de Piñera y echar abajo al régimen de la Constitu-ción del 80, es decir, abrir definitivamente la revolu-ción proletaria. Justamente lo opuesto es lo que plantea hoy, con certero instinto de clase, la lucha revolucionaria de las masas explotadas de Libia Egipto y Túnez. Ahí se plantea que, para conquistar el pan, el trabajo, la educación y la independencia del imperialismo, hay que abrir la revolución y derrocar a los gobier-nos autocráticos, a los Ben Alí, los Mubarak… y los Piñera.

Nacional de Lucha para coordinar y centralizar inme-diatamente, por comuna, ciudad, región y en todo el país a todos los sectores que entran al combate. ¡Hay que poner ya en pie asambleas y coordinado-ras obrero-estudiantiles en todo Chile, volviendo a poner en las calles la demanda antiimperialista de la renacionalización del cobre! ¡Los que luchamos somos los que decidimos!: ¡Por la democracia di-recta del movimiento obrero y estudiantil!Este es el camino para conquistar un CONGRESO NA-CIONAL DE DELEGADOS DE BASE DEL MOVIMIENTO MINERO, Y TODA LA CLASE OBRERA, JUNTO A LOS ESTUDIANTES COMBATIVOS Y EL CAMPESINADO POBRE con un delegado cada 100 trabajadores y cada 500 estudiantes, para recuperar las organiza-ciones de lucha del movimiento obrero y la juventud, sin “pacos rojos” ni direcciones colaboracionistas! ¡Por Comités de fábrica en cada mina, industria y centro de trabajo para refundar el movimiento obrero chileno de abajo hacia arriba!

Un llamado a todas las organizaciones que se revindican antiburocráticas, y que hablan en nombre de la clase obrera y la revolución:

¡Que empiece la segunda revolución chilena!

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Tribuna Obrera Internacionalista

Hoy más que nunca es necesario recuperar la CUT y todas las organizaciones de la clase obrera, los es-tudiantes y los campesinos pobres para ponerlas al servicio de este histórico combate. ¡Basta de sostener a la burocracia sindical de la CUT y estudiantil de la Confech que entregan nuestra lucha a cambio de nuevos maquillajes al régimen! ¡Fuera las manos del estado de nuestras organiza-ciones! ¡Todas las organizaciones que hablan en nombre de la clase obrera tienen que romper con sus políticas de presión sobre el gobierno de Piñe-ra, que sólo entrega represión, cárcel, despidos, hambre y miseria! ¡Que todas las organizaciones obreras y estudiantiles como SITECO y el sindica-lismo independiente, la ACES, las federaciones uni-versitarias disidentes de la CONFECH, y las corrien-tes que se revindican de la clase obrera y enemigas del gobierno, como el FEL, el FPMR, el MIR, el PTR (ex Clase contra Clase) pongan todas sus fuerzas e influencia a disposición de estas tareas!

Para conquistar todas nuestras demandas: ¡Hay que expropiar a los expropiadores! ¡Renacionalización del cobre, sin indemnización y bajo control de los trabajadores! ¡Expropiación sin pago y bajo control obrero de toda la banca usurera, las transnaciona-les y la patronal esclavista!Ahí está la plata para conquistar la educación públi-ca, gratuita y laica en todos los niveles, el salario ni-velado según el costo de la vida ¡700 mil pesos YA! ¡Abajo la ley de subcontratación! ¡Todos a planta permanente! ¡Todas las manos disponibles a produ-cir: reducción de la jornada laboral a seis horas para imponer un turno más en todas las fábricas y centros de trabajo! ¡Reincorporación de los obreros despe-didos en huelga y los estudiantes expulsados de sus colegios y universidades! ¡Abajo el código laboral!¡Por un Plan de obras públicas bajo el control de las organizaciones obreras para reconstruir Chile con la más alta tecnología antisísmica y darle la vivienda a todos los explotados! ¡Tierra para los campesinos pobres! ¡Desconocimiento de la deuda de todas las familias chilenas con la banca usurera ¡No al pago de la deuda externa!

¡Llegó la hora de echar abajo al régimen infa-me de la Constitución del ´80 que nos repri-

me, persigue, masacra y encarcela!

¡Tribunales obreros y populares para juzgar y casti-gar a los milicos y políticos patronales asesinos de ayer y de hoy! ¡Abajo la justicia militar! ¡Disolución inmediata de los pacos asesinos y de todas las fuer-zas represoras del régimen! ¡Libertad incondicional e inmediata a todos los presos políticos y despro-cesamiento de todos los luchadores perseguidos! ¡Abajo la pinochetista ley antiterrorista! Todo obrero, cesante, joven y estudiante tiene el más absoluto derecho a rebelarse contra el yugo ca-pitalista y defenderse de los pacos asesinos y atacar la propiedad de los capitalistas. La burguesía ya co-mienza a organizar bandas semi-fascistas para ata-car de noche los colegios en toma y amedrentar a los luchadores: ¡Comités de autodefensa de todas las organizaciones obreras, estudiantiles y campe-sinas para defendernos de la represión de los pacos y milicos asesinos!Este régimen asesino, lacayo del imperialismo, no dudará, si es necesario, en sacar a la calle a los mili-cos como en el 73 para aplastar en un baño de san-gre la revolución. Ante eso, como lo han hecho las masas revolucionarias en Egipto y en Libia, hay que llamar a la base del ejército, obreros y campesinos bajo armas, a romper con la oficialidad asesina y pa-sarse a las filas de los explotados. El régimen chileno

es el régimen de la oficialidad asesina del ejército que se roba el 10% de las ganancias del cobre chile-no: ¡Abajo la ley reservada del cobre!En el 73 cientos y cientos de soldados revoluciona-rios se sublevaron, en Valparaíso y Talcahuano, con-tra la oficialidad golpista, ante el silencio criminal del MIR que sostenía la “vía pacífica al socialismo” de Allende. Éstos quedaron aislados y fueron víctima así de la tortura y el asesinato. ¡No podemos permi-tir que suceda de nuevo! ¡Por Comités de soldados revolucionarios!

¡Que empiece la segunda revolución chilena! ¡Que vuelvan a ponerse de pie los gloriosos

cordones industriales!

Quienes hablan de “Asambleas Constituyentes de-mocráticas”, de “Plebiscitos vinculantes”, etc., quie-ren imponernos la misma trampa con que engañaron a las masas revolucionarias el ‘73. Quieren hacernos creer que hay una “vía pacífica” para derrotar al ré-gimen pinochetista. ¡Pero si el régimen pinochetista que impera en Chile se impuso a sangre y fuego, bombardeando La Moneda y largando un terrible genocidio contra las masas revolucionarias! Por el contrario, los trotskistas revolucionarios afirmamos que sólo un Gobierno provisional revo-lucionario obrero y campesino, que rompa con el imperialismo y eche abajo al régimen cívico-militar, pinochetista-concertacionista de la Constitución del ’80, podrá resolver todas nuestras demandas, renacionalizando el cobre sin indemnización y bajo control de los trabajadores, y entregándole la tierra al campesino pobre. Únicamente un gobierno así, basado en los organismos de autodeterminación y democracia directa, y en el armamento generalizado de las masas, surgido de la derrota de la oficialidad del ejército pinochetista genocida, podrá asegurar, incluso, una Asamblea Constituyente libre, soberana y democrática.

Por esto, sobre los escombros del régimen pinoche-tista y la casta de oficiales asesina hay que imponer un: ¡Gobierno provisional revolucionario de los obreros y el campesinado pobre, basado en las organizacio-nes de combate de los explotados, para expulsar y expropiar al imperialismo que saquea y desangra la nación! ¡Por un Chile obrero y socialista sin trans-nacionales ni bancos imperialistas, sin políticos pa-tronales de la Concertación y el pinochetismo y sin generales genocidas! ¡Por un Chile de los Cordones Industriales triunfantes!

¡Una sola clase, una sola lucha en todo el con-tinente americano!

La combativa juventud chilena y sus mártires, como Manuel Gutiérrez, son parte del combate de la ju-ventud revolucionaria que se subleva en España, en Inglaterra y en Grecia. ¡Es la chispa que debe vol-ver a incendiar, con la revolución socialista, al con-tinente americano! En América Latina los nuevos lacayos del imperialismo, las burguesías “bolivaria-nas”, expropiaron las enormes revoluciones y levan-tamientos que protagonizaron, desde Alaska a Tierra del Fuego, las masas explotadas a principios del siglo XXI. Las masas explotadas de Chile, con su lucha, re-toman el combate del proletariado boliviano que se sublevó el 2003 al grito de “¡Fuera gringos, el gas para los bolivianos!”. Hoy, debemos hacer nuestro el grito de guerra de la clase obrera y los explotados de Argentina del 2001: “¡Que se vayan todos, que no quede ni uno solo!” Justamente la tragedia del combate de los explota-dos en Chile es que, cuando éste se levanta por el cobre contra el imperialismo, las masas latinoame-ricanas han sido sometidas a esa estafa de la “revo-lución bolivariana” en Bolivia, Argentina, Venezuela, Ecuador, etc.Por eso, es urgente que la clase obrera del continen-te americano rompa la subordinación a la burguesía que le impusieron las direcciones reformistas: ¡Aba-jo la estafa de la “Revolución Bolivariana”! ¡Hay que romper con el carnicero Obama y el imperialismo! ¡La clase obrera del continente debe ponerse de pie junto a sus hermanos de Chile!Que todas las organizaciones obreras del continente pongan sus fuerzas al servicio de impedir el cerco del combate del proletariado chileno y de romper con la burguesía ¡Hay que convocar ya a un Con-greso Continental de las organizaciones obreras del continente americano que se reúna en Santiago y vote un plan de lucha para estas tareas! ¡Ni TLC ni ALCA, ni Mercosur, ni ALBA de la burocracia restau-racionista cubana que, ya pasada definitivamente al bando de Obama, está privatizando la salud y la educación en Cuba! ¡Una sola clase, una misma lu-cha en todo el continente americano!

¡POR LOS ESTADOS UNIDOS SOCIALISTAS DE CEN-TRO Y SUD AMÉRICA!

Partido Obrero Internacionalista-Cuarta Internacional

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Tribuna Obrera Internacionalista

Bajo el fuego del combate revolucionario de las masas chilenas:

Llamado a las fuerzas sanas del trotskismo internacional a poner en pie una dirección revolucionaria e internacionalista que la clase obrera y los explotados chilenos necesitan para triunfar, el Partido Obrero Internacionalista

Desde hace meses se ha suble-vado el proletariado y los ex-plotados chilenos. Los golpes

de la revolución iniciada por las ma-sas del Magreb y Medio Oriente a co-mienzos del presente año y el látigo del capital, que bajo signo de una histórica crisis económica mundial iniciada en 2007/08 descarga sus consecuencias sobre la clase obre-ra mundial y los pueblos oprimidos del mundo, empujaron el grandioso combate revolucionario de las ma-sas del país.Los revolucionarios internaciona-listas del mundo centran su aten-ción en las revoluciones de Libia, Túnez, Egipto, Siria, etc., en las grandiosas batallas del proletaria-do europeo contra su burguesía imperialista, y también en el cho-que entre el proletariado y la bur-guesía lacaya del imperialismo de Chile. Es que se ha puesto de pie el chile obrero profundo, el mismo que a principios de los ’70 impac-tara al mundo con la revolución de los gloriosos cordones industriales (organismos de autodeterminación y democracia obrera que expropiaron a la burguesía en ramas completas de la producción) la cual fue cruen-tamente aplastada por el golpe con-trarrevolucionario de Pinochet y el imperialismo yanqui el 11 de sep-tiembre de 1973. Hoy esa tradición revolucionaria comienza a retomar-se con la demanda que motoriza la lucha revolucionaria y antimperia-lista que se desarrolla en el país: “renacionalización del cobre bajo control de los trabajadores”.Chile hoy es uno de los centros de revolución y contrarrevolución a nivel mundial. En ellos la burguesía imperialista, apoyada en sus agentes dentro del movimiento obrero que desincronizan, dividen y cercan los combates revolucionarios de las ma-sas, centra sus esfuerzos en intentar derrotar la ofensiva de masas para avanzar sin resistencia en descargar la crisis económica sobre las espal-das de los explotados del mundo. Pero al mismo tiempo allí se con-

centran las fuerzas para propinarle una derrota a las direcciones traido-ras de las masas organizadas en esa internacional contrarrevolucionaria que es el FSM y su ala izquierda de ex trotskistas, pasados abiertamente al campo de la reforma, anarquistas y guevaristas. Estas batallas donde el proletariado ha puesto al imperia-lismo y la burguesía a la defensiva, chocan y se oponen a las trampas de colaboración y conciliación de clases de las direcciones del FSM.En nuestro país mientras los comba-tes de las masas claman por llevar la lucha a un terreno superior, pro-fundizando la embestida contra el gobierno y el régimen lacayos del imperialismo con una acción histó-rica independiente que abra la re-volución, formando los organismos de poder de los obreros y explota-dos como fueran los cordones indus-triales y plantean la extensión de la lucha por nacionalizar los recursos naturales bajo control obrero en manos de las transnacionales a toda Latinoamérica, las direcciones cons-piran en su contra y jalan en senti-do contrario. En vez de un Estado mayor revolucionario que marque el camino a seguir para obtener el triunfo, derrocando a la burguesía y haciéndose del poder, como un ca-pítulo de la revolución socialista in-ternacional, el proletariado chileno únicamente ha encontrado de parte de sus direcciones servilismo y sos-tenimiento para con la burguesía.La crisis de dirección está al rojo vivo. La clase obrera chilena a la hora de enfrentar la miseria y el oprobio im-puestos por el régimen pinochetista y los TLCs con el imperialismo no ha faltado a la cita, ha dicho presente cuando ha sido convocada a luchar junto a sus hermanos de clases del mundo, de Libia, Túnez, Egipto, en el norte de África, Grecia, España, Inglaterra en Europa, Bolivia, Perú, Argentina en Latinoamérica, pero no logra superar las mil y una trampas montadas por las direcciones trai-doras del FSM y su ala izquierda en

Chile.Por ello desde el POI-CI –que como parte de la FLTI viene librando una histórica lucha por poner en pie una Conferencia Internacional de las fuerzas sanas del trotskismo y las organizaciones obreras revolu-cionarias internacionales como un paso en refundar la IV Internacio-nal- asentado en el combate de la clase obrera y la juventud de Chile, en las jornadas revolucionarias, los combates de barricadas, tomas de liceos y universidades, comités de huelga de los mineros de contratis-tas, etc., hacemos un llamado a los revolucionarios internacionalistas del mundo a tomar es sus manos la tarea de poner en pie el partido revolucionario que la clase obrera requiere para derrotar a las direc-ciones reformistas y llevar su gran-diosa lucha a la victoria. La irrupción revolucionaria del

proletariado y la juventud chilena plantea que reforma o revolución son una alternativa

de hierro El combate de clases en Chile es un nuevo test de la lucha de clases mundial, que pone a prueba las po-líticas y programas de las organiza-ciones que hablan en nombre de la clase obrera y se reclaman revolu-cionarias e internacionalistas. La-mentablemente las organizaciones que en este país se autodenominan trotskistas, siendo continuidad de sus “internacionales” que en Europa se llaman izquierda anticapitalista, en Latinoamérica organizaron en ELAC en 2010 y se organizan como izquierda del FSM, sometidas al ra-sero que es la irrupción revolucio-naria del proletariado chileno, dan prueba de su bancarrota reformista. Ellos bajo diversas formas, ya sea sindicalista o parlamentaristas, han abrazado el programa del menche-vismo y el viejo stalinismo de la re-volución por etapas, alzando progra-mas que subordinan a la clase obrera a la burguesía y las instituciones de dominio del régimen pinochetista. Con ello echan por tierra el interna-cionalismo proletario única manera de entregarle a la clase obrera la dirección que se merece.En esencia la política con la que aquellas direcciones reformistas menoscaban el combate de las ma-sas en Chile es la misma con la cual la burguesía y sus lacayos conspiran e intentan expropiar los combates revolucionarios en las zonas del pla-neta golpeadas por la radicalización de masas, como en el Magreb y Me-

dio Oriente. Todas las corrientes y partidos de renegados del trotskis-mo internacionales afirman que la lucha revolucionaria de los explo-tados en el Magreb y Medio Oriente fue alentada por la burguesía y en particular que en Libia ésta armó a las masas. Los de línea más social-demócratas hablan de una nueva “primavera de los pueblos” como la de 1848 en Europa, los de línea más stalinista sostienen que la CIA finan-cia a las milicias. Ambos se unen en negarle al proletariado mundial que el sistema burgués, capitalista-imperialista, es reacción en toda la línea y en presentarle un enemigo de clase “democrático”, “progresis-ta”, o bien como capaz de cavar su propia tumba al armar a los obreros, siendo que las clases dominantes no pueden dar ni el más mínimo margen para que el proletariado conquiste independencia política e irrumpa revolucionariamente, pues saben que en esta época de agonía mortal del capitalismo la lucha por conquis-tar hasta las demandas más mínimas lo empuja a desatar la revolución socialista, como lo confirman las re-voluciones en Libia, Túnez, Egipto, Siria, etc.De ahí que en nuestro país dichas organizaciones aseguran, a los obre-ros y jóvenes que se han inscrito en esta histórica movilización, que no es una tarea de primer orden forjar los organismos autodeterminación y democracia directa y desencadenar una acción histórica independiente de masas para iniciar la revolución e imponer sus reclamos. Ellos tie-nen la osadía de levantar políticas y programas que plantean que el imperialismo y la burguesía chilena pueden permitir pacíficamente po-ner fin al archi reaccionario régimen pinochetista, con una Asamblea Constituyente; que pacíficamente, con luchas de presión, los bancos y las mineras imperialistas permitirán que el cobre sea re- nacionalizado por los obreros para lograr las de-mandas de educación gratuita y el trabajo digno.Los candentes hechos de la lucha de clases, como los del Magreb, Medio Oriente y Chile, desnudan completamente que los ex trots-kistas han abandonado el marxismo revolucionario, y en consecuencia su declarada oposición al surgi-miento de una dirección revolu-cionaria en Chile. Las banderas del trotskismo chileno no pueden que-dar en manos de esos revisionistas que han renegado de la revolución proletaria y aferrándose al socialis-mo nacional han minado el interna-cionalismo proletario. Impedirlo es

León Trotsky

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Tribuna Obrera Internacionalistauna responsabilidad de las trotskistas internacionalistas del mundo.

La tarea de poner en pie una dirección revolucionaria e

internacionalista del proletariado chileno

está en manos de las fuerzas sanas del trotskismo a nivel

mundial Sin duda sólo podrán orientarse en un sentido realmente revolucionario las organizaciones y corrientes que aborden los sucesos de la situación nacional desde un punto de vista in-ternacional. El avance y retroceso de la lucha de clases en nuestro país está determinado por el desarrollo de la economía y la política interna-cional. En sintonía con ello el reformismo mundial, que ha volcado gran par-te de sus fuerzas a actuar sobre los convulsionados sucesos de Chile, desarrolla su política. Ellos año tras año sincronizan y centralizan inter-nacionalmente sus fuerzas en Con-gresos, contra Cumbres, Encuentros y Conferencias, para centralizar las derrotas del proletariado, por ahora parciales y episódicas, y dispersar los triunfos que ha arrojado el combate revolucionario de las masas, como la

conquista de organismos de autode-terminación y democracia directa, sus acciones históricas e indepen-dientes, etc.Así la peor división y desincronización que sortea la lucha generalizada y de masas del proletariado chileno no es la que se desenvuelve en el terreno nacional, sino el aislamiento de sus hermanos de clase de Latinoamérica y EE.UU. Ese es el costo que pagan las masas del continente a causa de la imposición de la estafa de la revo-lución bolivariana, del sometimiento del proletariado norteamericano al carnicero Obama, que momentánea-mente ha sacado de escena a la clase obrera.Si la demanda central de los explota-dos chilenos de renacionalización del cobre bajo control de los trabajado-res fuese tomada por las masas de Latinoamérica, con la clase obrera y los campesinos pobres de Bolivia le-vantando nuevamente el reclamo de renacionalización de los hidrocarbu-ros que los llevara a protagonizar la gran revolución de 2003-05, al igual que los de Ecuador, Perú, Argentina, Venezuela, México, etc., indudable-mente esto impactaría sobre el pro-letariado de EE.UU. que se pondría de pie en el corazón de la bestia im-perialista. Ello constituiría un espal-darazo a la lucha de clases en Chile,

ya que generaría una terrible crisis del dominio imperialista en la región, dando chance a que se profundice la ofensiva de masas. Lo que la clase obrera chilena re-quiere no es ningún partido na-cional, al contrario es un Estado mayor de internacionalistas que combatiendo la estafa de “revolu-ción bolivariana”, la subordinación del proletariado a Obama y la res-tauración capitalista en Cuba, que luchando contra los renegados del trotskismo que han quedado atados a esa política de colaboración de clases del FSM, organice la suble-vación revolucionaria de la pode-rosa clase obrera norteamericana y Latinoamericana, del proletariado europeo para sincronizar y centra-lizar la lucha del proletariado por encima de las fronteras.Únicamente los internacionalistas podrán llegar a tiempo y con un pro-grama correcto a los acontecimien-tos chilenos. Sólo un reagrupamiento de los trotskistas internacionalistas que presente batalla a las traiciones del FSM y su ala izquierda de renega-dos del trotskismo, podrá conquistar el programa que establezca las con-diciones para la victoria del prole-tariado y cargar consecuentemente con el objetivo de poner en pie un partido revolucionario en Chile.

Esa es la tradición que nos ha lega-do el bolchevismo. El programa para el triunfo de la revolución de octu-bre no fue escrito por ningún partido ruso, fue elaborado por un puñado de marxistas internacionalistas que se agruparon en las Conferencias de Zi-mmerwald y Kienthal para afrontar la traición de la II Internacional social-demócrata ante la I Guerra Mundial, de cuyo seno surgió un ala izquierda encabezada por Lenin que alzó en Rusia las llamadas “Tesis de Abril” que permitieron fusionar al bolche-vismo con el proletariado revolucio-nario, para derrocar a la burguesía, tomar el poder como un eslabón de la revolución socialista internacional y poner en pie el primer Estado obre-ro del mundo.Por eso es que la radicalización de masas en Chile tiene que ser un apoyo e impulso para llamar a una Conferencia internacional que pon-ga en pie un centro internacional que reagrupe a las fuerzas sanas del trotskismo y las organizaciones obreras del mundo y tome como una de sus obligaciones principales la construcción de un partido inter-nacionalista en Chile, enraizado en la vanguardia y que se fusione con el proletariado revolucionario.

El POI-CI levanta este llamado a los marxis-tas revolucionarios del planeta en momen-

tos que se conmemoran 38 años del golpe de estado contrarrevolucionario de Pinochet y el imperialismo yanqui. Como veremos esa de-rrota es la más fiel prueba de los nefastos re-sultados del cáncer del “socialismo nacional” y la subordinación a las direcciones traidoras de las masas, que guió a los trotskistas del mundo después del asesinato de León Trotsky a manos del stalinismo, política que marcó los pasos de los renegados del trotskismo en Chile.

Justamente la política “nacional trotskista” llevó a que la poderosa organización trotskistas del los ’30, la Izquierda Comunista dirigida por Humberto Mendoza, Manuel Hidalgo y Emilio Zapata, en 1936 rompiera con la IV Internacio-nal para en 1938 unirse al gobierno burgués de frente popular del radical Pedro Aguirre Cerda. Así fue como se sentaron las condiciones para que más adelante las organizaciones que en Chile se reclamaban trotskistas siguieran como la sombra al cuerpo la política de los dirigentes trotskistas que en plena II Guerra Mundial se negaron a dar continuidad a la dirección inter-nacional de la cuarta internacional, en espe-cial a las capitulaciones y traiciones del pablis-mo-mandelismo que siguiendo esa orientación llamaron a disolver nuestro partido mundial en los PCs del mundo.En 1963 el Partido Obrero Revolucionario de Luis Vitale y Humberto Valenzuela, junto al mandelista Secretariado Unificado, afirmó que Fidel Castro era el más grande dirigente revo-lucionario del continente y como consecuencia de ello en 1965 se disolvió para fundar al MIR, el partido de la burocracia castrista en Chile,

defensor de la “vía pacífica al socialismo”. Gracias a ello los obreros de los cordones industriales y la juventud roja de principios de los ’70 no pudie-ron contar con una dirección revolucionaria que combatiera y derrotara la política de colaboración de clases de “vía pacífica al socialismo” de la UP, Fidel Castro y el MIR, la cual allanó el camino al genocidio del 11 de septiembre de 1973, que a sangre y fuego aplastó esa grandiosa revolución proletaria.De ahí en más el actuar de las corrientes autode-nominadas trotskistas estuvo teñido de políticas de frente democrático, como el morenismo en los ’80, de seguidismo al stalinismo, como en los ’90, partidos únicos con el PC, como a principios del 2000, y una gran variedad de programas y rece-tas reformistas que impiden que las masas en sus combates superen hasta el final las fronteras de la democracia burguesa, como en 2006 y en la pre-sente situación objetivamente revolucionaria que vive el país.Es que hoy todas las corrientes que se reivindican trotskistas en nuestro país defienden una políti-ca de construcción internacional basada en gestar agrupamientos internacionales sobre la base de acuerdos generales, sin balances, ni ninguna obli-gación frente a las condiciones prácticas que en-gendra la época imperialista que vivimos, de cri-sis, guerras, revolución y fascismo. Sus Congresos o Conferencias internacionales no son convocadas en función de la revolución en el Magreb y Medio Oriente, del combate del proletariado Europeo, de la crisis y el crack de la economía mundial, de la lucha contra el frente popular en Bolivia, con-tra la restauración del capitalismo en Cuba y de la batalla de la clase obrera y la juventud chilena. Ellos promueven rejuntes sin principios que luego

utilizan como cobertura internacional de sus programas reformistas nacionales.Por ello hablan de partidos obreros, de los trabajadores en general y no de la necesi-dad imperiosa de poner en pie un partido trotskista en Chile sobre la base de la re-fundación internacionalista del trotskismo chileno, que desde el POI-CI defendemos como parte de la pelea por refundar la IV Internacional. Ni una palabra dicen acerca de un partido trotskista, cuarta internacio-nalista de la clase obrera chilena, el único armado con el programa para llevar al triun-fo la verdadera revolución política que la clase obrera y la juventud chilena desarro-llan contra el PC en las organizaciones obre-ras y estudiantiles, porque se armó con ese mismo programa para la URSS stalinisada y hoy para la Cuba de Fidel Castro. A eso se debe que el PTR (ex CcC) luego de la muerte de Vitale alzara la voz para mostrarlo como una figura al servicio de la revolución prole-taria, escondiendo su histórico papel como sepulturero del trotskismo latinoamericano y en particular chileno.Los trotskistas del POI-CI llamamos a los internacionalistas del mundo a elegir un camino en la disyuntiva que está plantea-da en cuanto a la dirección del proletaria-do chileno: o continuar por el camino del “socialismo nacional” que legaran los re-negados del trotskismo chileno, o seguir el rumbo trazado por la IV Internacional en la década del ’30 para el trotskismo del continente de poner en pie un Partido Bol-chevique Latinoamericano y como parte de ello un Partido Obrero Internacionalista en Chile.

Saldemos cuentas con la historia: ¡Por la refundación internacionalista del trotskismo chileno! ¡Por un Partido Obrero Internacionalista! PALESTINA

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Tribuna Obrera Internacionalista

Durante julio de 2011, miles y miles de colonos han marchado por las calles de Israel, en sus

principales ciudades, como Haifa, Beersheba, Afula, Eilat,, exigiéndole al gobierno de Netany-ahu una reducción en el costo de las viviendas, incrementado un 34% en los últimos 5 años. Tam-bién exigen una disminución en los precios de los alimentos (que aumentó entre un 45 y un 75%), del transporte público y la salud. Ocurre que en Israel (Palestina ocupada) hay una aristocracia obrera y una clase media privilegiada que, producto de la crisis mundial, ve como sus beneficios se han ido reduciendo. Esto, sumado a las revoluciones que comenzaron en Medio Orien-te, como en Egipto, Túnez, Libia, Bahréin, Yemén, Marruecos, etc., han dejado debilitado al Gobier-no de Netanyahu.Ante esto la izquierda reformista mundial, cómo el SWP inglés, el NPA francés, el PO argentino, el PTS, etc., dicen que la movilización de los “indig-nados” en Israel es progresiva, ya que seguiría la línea de los movimientos que sacuden la Europa imperialista desde principios de este año y el Nor-te de África. Así nuevamente quedan a los pies de la política de “dos estados” de Obama y las demás potencias imperialistas, ya que legitiman las demandas de la supuesta clase obrera judía y, por ende, la existencia del Estado sionista fascista de Israel.Las demandas de los “indignados” sionistas son levantadas sobre la base de que se per-petúe la ocupación de Palestina por parte de Israel, gendarme del imperialismo en la región. Pero los derechos de la supuesta clase obrera is-

raelí, su democracia, libertad y privilegios descan-san en la opresión y explotación del pueblo pales-tino. Mientras exista ese enclave del imperialismo, las masas palestinas estarán condenadas al mar-tirio. Por ello, los explotados palestinos saben que hasta que ese Israel no sea destruido no habrá ni paz, ni trabajo, ni tierra, ni derecho a erigirse como nación.Decir que existe una nación judía es desconocer que el estado sionista fascista de Israel fue creado por el imperialismo yanqui, desde la ONU y con la venia del estalinismo en 1948. En la Palestina ocupada no hay ninguna clase obrera judía, sino una arrogante clase media y aristocracia obrera privilegiada, que vive a costa de la explotación de los palestinos, y está armada hasta los dientes por el imperialismo y organizada como fuerza de cho-que contra las masas palestinas.Apoyar a los “indignados” sionistas es el peor crimen contra la causa palestina. Lo que exi-gen son casas más baratas, expandiendo los asentamientos Israelíes en suelo pa-lestino. ¡Los únicos indignados son los explotados palestinos oprimidos por el ejército de Israel a cuenta del imperialismo!Así la izquierda reformista de nuevo se subordina al plan de dos estados de Obama, Sarkozy, Merkel, Cameron y demás pulpos imperialistas, por “izquier-da”, apoyando la “indignación” de la su-puesta clase obrera israelí.Si hay algún obrero honesto con con-ciencia de clase, de credo judío, que sea parte de esta movilización, su deber es

pasarse ya con sus armas a la resistencia pales-tina y luchar por la destrucción del estado sionis-ta-fascista de Israel. Solo el triunfo de la causa palestina, con un gobierno de la clase obrera y los explotados, podrá dar solución al problema de la tierra y la vivienda de millones de palestinos y a todos los explotados de la región.Los verdaderos aliados del pueblo palestino son las masas de Egipto que, como parte de las revo-luciones obreras y socialistas del Norte de África y Medio Oriente, derrocaron a Mubarak y hoy ata-can la embajada sionista en el Cairo, combatien-do contra el gobierno de los generales “democrá-ticos”, todos funcionarios de Mubarak.

¡Abajo el plan de dos estados! ¡Por la destruc-ción del estado sionista fascista de Israel! ¡Por una Palestina única, laica, democrática y no racista, basada en el armamento de las masas y en los organismos de autodeterminación y democracia directa! ¡Por una Asamblea Nacio-

nal palestina de obreros y campesinos! ¡Medio Oriente debe ser la tumba del imperia-lismo! ¡Por el triunfo de la revolución en Libia, en todo el Norte de África y Medio Oriente! ¡Por una federación de repúblicas socialistas

y soviéticas de Medio Oriente!

PALESTINA La izquierda reformista mundial

a los pies de Obama y los “Indignados de Israel”

El gobierno, reprime y en-carcela para garantizar las

ganancias del imperialismo y las transnacionales que expro-pian el cobre y de todos los re-cursos naturales de la nación. Por lo mismo, la jornada del 4 de agosto el régimen develó su verdadero carácter: el del pinochetismo asesino y entre-gador de la nación al impe-rialismo, sumado a la jornada del 24 y 25 de agosto, donde Manuel Gutiérrez de 16 años, hijo de obreros, fue baleado a sangre fría por la policía, que no hizo nada más que dar de baja a unos cuantos pacos, intentado hacer creer que fueron actos individuales y que no responden a la política de la institución que no tiene otro fin más que reprimir y resguardar los intereses del imperialismo y burguesía nacional. Manuel Gutiérrez se suma a la lista de muertos que pone la clase obrera, tal como lo fue Matías Catrileo, Alex Lemún, Rodrigo Cisterna, Jaime Mendoza. Claudia López, los hermanos Vergara, etc. estos fueron asesinados en el nombre del imperialismo, el mismo que tiene a miles de presos y muertos dispersos por todo el mundo, como en Guantánamo, Palestina, Colombia, y el mundo entero.No podemos esperar de ninguna institución de la burguesía, “juicios justos” como nos quiere hacer creer la izquierda reformista y el PC, confiando en su justicia. ¡Somos nosotros quienes debemos liberar a los luchadores de la clase obrera y enjuiciar a los que nos asesinan y encarcelan, siguiendo el ca-

mino del proletariado y las masas explotadas en Libia, Túnez que abriendo la revolución obrera y socialista, ha liberado a sus presos! ¡Hay que poner en pie Tribunales obreros y populares para enjuiciar a los asesinos de Manuel Gutiérrez y liberar a todos los presos del mundo en manos de este sistema capitalista decadente, para juzgar a los asesinos de la clase obrera del mundo y de Chile, que ayer mataron y torturaron en la dicta-dura y lo siguen haciendo hoy bajo la farsa de la democracia! Es urgente una respuesta de la clase obrera para arrancar de las cárceles a los compañeros presos y parar la ofensiva de la burguesía y la patronal. Hay que conquistar comités de autodefensa para hacer frente al régimen cívico-militar y a los pacos rojos que, aliados con la burguesía, entregan a la juventud más decidida y explotada que muestra su justo odio contra la propiedad privada, incendiando y tomándose las calles de Santiago y todo chile. ¡Detengamos la escalada represora del gobierno pro imperialista de Piñera y el maldito régimen cívico-militar contra los obreros y ex-plotados en lucha y la juventud combativa! ¡Abajo la ley antiterrorista! ¡Abajo la justicia militar! ¡Disolución de la policía y de todas las fuerzas de represión del régimen!Por eso llamamos a todas las organizaciones de la clase obrera y al conjunto de los explotados para luchar por retomar la tradición histórica del prole-tariado internacional, que recibía como un golpe propio cada noticia de un luchador encarcelado, torturado o asesinado por las fuerzas contrarrevo-lucionarias y respondía a nivel internacional con acciones de masas, como una cuestión de principios, con un único grito de guerra: ¡Hay que arrancar a todos los luchadores del mundo de las cárceles burguesas!

¡Por la libertad de los presos en Guantánamo, Palestina, Irak, Afga-nistán, los presos del País Vasco, Colombia, la patagonia argentina, y

todo el mundo! ¡Abajo las cárceles de la burguesía!

¡Tribunales Obreros y Populares para juzgar y castigar a los asesinos de Manuel Gutiérrez!¡Libertad a los presos políticos de Chile y el mundo!

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LIBIAEl CNT puesto en pie por el imperialismo

y conformado por los milicos khadafistas pasados a último momento “a las filas

de las milicias”, intentan arrebatarle la revolu-ción a las masas que han presentado un triunfo revolucionario en el campo de batalla mismo, derrocando a Khadafy y su ejército contrarre-volucionario en las calles, con insurrecciones y con sus milicias obreras y populares. El impe-rialismo no puede permitir un segundo más que las masas estén armadas en Libia, porque esto ya es un ejemplo a seguir por la clase obrera y los explotados que se han levantado en el Norte de África y Medio Oriente, luchando por conse-guir el pan y todas sus demandas, es el camino a seguir por proletariado que enfrenta la crisis que el imperialismo le ha arrojado a nivel mun-dial. El CNT está allí de la mano del imperialis-mo y la OTAN para expropiar la revolución de la clase obrera y las masas explotadas y profundi-zar el saqueo de petróleo y todos los recursos naturales de la nación, al igual como ayer lo ga-rantizaba el asesino Khadafy, quién hoy gracias a documentos que han sido encontrados luego de su huida, quedó al descubierto ante las ma-sas en todo el mundo como un vil guarda cárce-les del imperialismo y la CIA. Fue Khadafy junto a sus generales los que garantizaron durante años, que lo mejor de la vanguardia del movi-miento obrero a nivel mundial, los combatien-tes antiimperialistas de Medio Oriente, fueran encarcelados y sometidos a las peores de las torturas para aplicar interrogatorios en Libia. Todos los gobiernos bolivarianos han quedado desnudos sosteniendo abiertamente al contra-rrevolucionario khadafy quien quedo descubier-to como un amigo íntimo del sirviente del im-perialismo. Esto demuestra que esos gobiernos bolivarianos no enfrentan al imperialismo, si no que su rol fue y será sacar a la clase obrera de escena para proteger los internes del imperia-lismo. ¡La clase obrera es la única clase que defiende a la nación y puede combatir hasta el final y consecuentemente al imperialismo ya que no tiene nada que perder y todo por ganar! a diferencia de las burguesías naciona-les como los gobiernos bolivarianos que tienen mil y un lazos militares, económicos y políticos

ayer siguiendo las órdenes de khadafy y sus aliados masacraron a sangre y fuego a los mi-licianos revolucionarios que dieron su vida por la revolución. El grito que truena en las calles por parte de los milicianos es: ¡la sangre de los mártires no será negociada! ¡A los jefes y ofi-ciales los eligen los que combaten, las mi-licias de los trabajadores y el pueblo pobre y los soldados rasos! La única primavera de los pueblos es y será la expropiación del impe-rialismo y los explotadores, es la dictadura del proletariado contra la dictadura del capital. ¡Una sola revolución socialista en el norte de África y Medio Oriente!La única forma de organización y lucha verda-deramente democrática que deben reconocer la clase obrera y las masas empobrecidas en Libia, son las milicias con las cuales derrotaron a Khadafy. No permitamos que el imperialismo y sus lacayos expropien la revolución en Libia: ¡FUERA EL CNT, CON SUS GENERALES Y POLÍTICOS KHADAFISTAS ASESINOS! ¡Fue-ra la OTAN! ¡Las armas no se entregan!¡Las milicias no se disuelven! ¡Solo UN GOBIER-NO PROVISIONAL REVOLUCIONARIO de las milicias obreras y populares, los comités de soldados rasos y los comités obreros y populares de todo Libia que expropie al im-perialismo y la burguesía podrá, incluso, ga-rantizar una Asamblea Constituyente verda-deramente libre y soberana!

¡ÚLTIMO MOMENTO!

Cadáveres de dejados en Trípoli por el sanguinario Khadafy

con el capital financiero en todo el planeta. ¡Fue-ra los bolivarianos y el stalinismo, sirvientes de Khadafy, el lacayo del imperialismo por más de 40 años!La política para expropiar la revolución por parte del imperialismo a través del CNT, amparado en la OTAN, es la de llevar a cabo una Asamblea Constituyente, donde el imperialismo será ga-rante de que sea totalmente democrática para la burguesía y antidemocrática para los obreros y explotados que dieron su vida por la revolu-ción, ya que aquí estarán sentados todos los altos rangos khadafistas pasados a último mo-mento de bando al CNT para desarmar e inmo-vilizar a las masas y poner a un nuevo khadafy que resguarde el conjunto de los intereses tanto del imperialismo como también la tajada de los negocios que buscará acaparar el CNT como burguesía nacional, dejando a Libia atada con mil y un cadenas a los piratas imperialistas que saquean allí el petróleo y el gas. La izquierda socialimperialista que se llenaba la boca hablando de las supuestas “primaveras árabes” en las cuales las masas revolucionarias estarían siendo armadas por la burguesía, por el imperialismo a través de la OTAN y el CNT, choca de frente con la realidad. Hoy las mis-mas masas revolucionarias de Misarrata han comenzado tremendas movilizaciones armadas en contra de los generales del CNT, identifican-do en su interior a los mismos enemigos que

¡Abajo todos los tratados firmados por el CNT a espaldas de las masas libias, con el imperialismo! ¡Expropiación de todos los pozos petroleros de Libia, sin indemnización y bajo control de los trabajado-res! ¡Expropiación, sin indemnización y bajo control de los trabajadores, de

todas las ramas de la producción que dejen ganancias!

La expropiación es el misil más poderoso de la clase obrera, hay que imponer la ruptura con el imperia-lismo, los únicos aliados de las masas libias y las milicias, son la clase obrera y los explotados de Egipto,

Túnez, Argelia, Siria, etc., que luchan contra los mismos enemigos, que fueron los que echaron a Mubarak, Ben Ali, que durante años saquearon sus recursos naturales y cuando son amenazados por la revolución,

posan de “democráticos”, pasándose al bando de los rebeldes a ultimo segundo, para engañar a las masas y mantener su domino.

La revolución fue por el pan, hay que avanzar a la expropiación del imperialismo, solo así conseguiremos el pan y trabajo digno, vivienda, salud, educación, que solo la clase obrera junto a los explotados de la nación bajo armas, lo podrán garantizar.

No podemos permitir que el CNT, con sus generales kadafistas desarmen esta heroica revolución, ellos buscan con esto junto con el imperialismo, aislar a las milicias de las masas, es decir, a la vanguardia, para así después aplastarlas a sangre y fuego. ¡Por el

armamento generalizado de las masas!, ya que justamente lo que busca el imperia-lismo -enemigo del armamento generalizado de las masas- es recomponer el estado

burgués poniendo en pie un ejercito regular, que fue destruido por la revolución, y así con este nuevo ejército, imponer un protectorado tal como lo hicieran en Irak.

¡Por una Federación de Repúblicas Soviéticas Socialistas del Magreb y Medio Oriente!

Milicias revolucionarias entran a Trípoli