Tutela del Derecho al Hábeas Data [Defensoría del Pueblo]l

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Observatorio de Justicia Constitucional - Defensoría del Pueblo de Colombia - Documento generado el Domingo 3 de octubre de 2010. 17:39 pm Protección constitucional del derecho a conocer, actualizar y rectificar información personal en bancos de datos: derecho al hábeas data Introducción El derecho a conocer, actualizar y rectificar información personal en bancos de datos, reconocido en el artículo 15 de la Constitución Política de Colombia, esta integrado por la libertad de las personas a autorizar la circulación, uso y conservación de los datos que a ella se refieren, así como las restricciones en la circulación de datos que al no ser veraces o completos vulneran los derechos a la intimidad o al buen nombre de los usuarios. El presente documento comprende las subreglas jurídicas que la Corte Constitucional ha determinado para resolver los conflictos que surgen en relación con este tema. Se presenta entonces un acápite con las generalidades del derecho al Habeas Data, para posteriormente estudiar cada uno de los ámbitos en los que la existencia de bases de datos ha generado pronunciamientos por parte de la Corte: habeas data en materia financiera, en el ámbito de la seguridad social, en el campo penal, y finalmente en el tema relativo a la contratación con la administración pública. 1. Generalidades del derecho al habeas data 1.1. Alcance del derecho al habeas data según la jurisprudencia constitucional El derecho al Habeas Data está integrado por el derecho a la autodeterminación informática y por la libertad, en general, y en especial económica. La autodeterminación informática es la facultad de la persona para autorizar la conservación, uso y circulación de los datos que se refieren a ella, de conformidad con la ley. Se habla de la libertad económica, en especial, porque ésta podría ser vulnerada al restringirse indebidamente en virtud de la circulación de datos que no sean veraces, o que no hayan sido autorizados por la persona afectada o por la ley. El sujeto activo del derecho a la autodeterminación informática es toda persona, física o jurídica, cuyos datos personales sean susceptibles de tratamiento automatizado. El sujeto pasivo es toda persona física o jurídica que utilice sistemas informáticos

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Observatorio de Justicia Constitucional - Defensoría del Pueblo de Colombia - Documento generado el Domingo 3 de octubre de 2010. 17:39 pm

Protección constitucional del derecho a conocer, actualizar y rectificar información personal en bancos de datos: derecho al hábeas data

  Introducción

El derecho a conocer, actualizar y rectificar información personal en bancos de datos, reconocido en el artículo 15 de la Constitución Política de Colombia, esta integrado por la libertad de las personas a autorizar la circulación, uso y conservación de los datos que a ella se refieren, así como las restricciones en la circulación de datos que al no ser veraces o completos vulneran los derechos a la intimidad o al buen nombre de los usuarios.

El presente documento comprende las subreglas jurídicas que la Corte Constitucional ha determinado para resolver los conflictos que surgen en relación con este tema. Se presenta entonces un acápite con las generalidades del derecho al Habeas Data, para posteriormente estudiar cada uno de los ámbitos en los que la existencia de bases de datos ha generado pronunciamientos por parte de la Corte: habeas data en materia financiera, en el ámbito de la seguridad social, en el campo penal, y finalmente en el tema relativo a la contratación con la administración pública.1.   Generalidades del derecho al habeas data

1.1.  Alcance del derecho al habeas data según la jurisprudencia constitucional El derecho al Habeas Data está integrado por el derecho a la autodeterminación informática y por la libertad, en general, y en especial económica. La autodeterminación informática es la facultad de la persona para autorizar la conservación, uso y circulación de los datos que se refieren a ella, de conformidad con la ley. Se habla de la libertad económica, en especial, porque ésta podría ser vulnerada al restringirse indebidamente en virtud de la circulación de datos que no sean veraces, o que no hayan sido autorizados por la persona afectada o por la ley. El sujeto activo del derecho a la autodeterminación informática es toda persona, física o jurídica, cuyos datos personales sean susceptibles de tratamiento automatizado. El sujeto pasivo es toda persona física o jurídica que utilice sistemas informáticos para la conservación, uso y circulación de datos personales. En materia financiera, tales datos deben referirse a la capacidad económica de la persona, y, concretamente, a la manera como ella atiende sus obligaciones crediticias para con las instituciones de crédito.

El contenido del habeas data se manifiesta en tres facultades concretas que el artículo 15 de la Constitución reconoce a la persona a la cual se refieren los datos recogidos o almacenados: a) El derecho a conocer las informaciones que a ella se refieren; b) El derecho a actualizar tales informaciones, es decir, a ponerlas al día, agregándoles los hechos nuevos; c) El derecho a rectificar las informaciones que no correspondan a la verdad. Existe, además, el derecho a la caducidad del dato negativo, no consagrado expresamente en el artículo 15 de la Constitución, pero que se deduce de la misma autodeterminación informática, y también de la libertad. La actualización, y la rectificación de los datos contrarios a la verdad, son, en principio, obligaciones de quien maneja el banco de datos; y que si él no las cumple, la persona concernida puede exigir su cumplimiento.

Además, para facilitar el conocimiento de los datos por la persona afectada, debe notificársele sobre la inclusión de tales datos en el banco. La oportunidad para tal notificación, debe ser definida por el legislador. Finalmente, el habeas data tiene que ver con la manera como se manejen los datos. Al respecto, el inciso 2o., del artículo 15 dispone: "En la recolección, tratamiento y circulación de datos se respetarán la libertad y demás garantías consagradas en la Constitución." En consecuencia, los datos conseguidos, por ejemplo, por medios ilícitos no pueden hacer parte de los bancos de datos y tampoco pueden circular. La norma hace una

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referencia especial a la libertad, no sólo económica sino en todos los órdenes. Por esto, con razón se ha dicho que la libertad hace parte del núcleo esencial del habeas data. Igualmente, si un banco de datos, abusando de sus funciones, incluye entre la información sobre un deudor, datos que por su contenido pertenecen a la esfera íntima del individuo, podrá la persona cuya intimidad se vulnera exigir la exclusión de tales datos, y si tal exclusión no se hace voluntariamente, acudir a la acción de tutela para proteger su derecho fundamental.  nota 1

1. Corte Constitucional, Sentencia SU-082-95, reiterada por las sentencias SU-089-95, T-1427-00, T-131-98, T-455-98, T-268-02, T-355-02, T-464-02, T-589-02, T-665-02, T-727-02, T-783-02

1.2.  Exigencia de ley estatutaria para regular el derecho al hábeas data en tanto derecho fundamental

· Inconstitucionalidad de normas que regulan la administración de bases de datos financieros

Se presentó acción pública de inconstitucionalidad contra el artículo 114 de la Ley 510 de 1999, que regulaba la administración de bases de datos financieros. La norma acusada se refería al suministro de datos financieros de personas naturales, indicando qué clase de datos podrían ser suministrados y tratados automatizadamente y en qué condiciones podrían ser recogidos y transmitidos. La Corte Constitucional consideró que el contenido de esta norma se refería al núcleo esencial del derecho de habeas data, pues involucraba la facultad de las personas para “conocer, actualizar y rectificar las informaciones que se hayan recogido sobre ellas en bancos de datos”, en especial, cuando hacían referencia a la forma en que pueden conocerse tales informaciones, la posibilidad de actualizar y rectificar dichos datos, y la facultad de la Superintendencia Bancaria para evaluar la solvencia de sus titulares.

La Corte advirtió, en consecuencia, que las leyes que regulan el núcleo esencial de un derecho fundamental deben tramitarse por el procedimiento de ley estatutaria, hecho que en el presente caso no se verificó al comprobarse que en el trámite legislativo ordinario impartido por el Congreso al artículo 114 de la Ley 510 de 1999, se incurrió en un claro vicio de forma. En virtud de lo anterior, declaró la inexequibilidad de esta disposición.  nota 1

En otra ocasión, se demandó la inconstitucionalidad de los artículos 110 y 114 de la Ley 510 de 1999, pues se relacionan directamente con el derecho fundamental al habeas data, al referirse a procedimientos que deben seguir las entidades financieras en el manejo de la información personal de los usuarios del sistema financiero y por lo tanto se vulneró la exigencia de regulación mediante ley estatutaria (Art. 152 literal a), Constitución Política). Con base en lo establecido en la sentencia C-384/00, la Corte señaló que cuando se establecen reglas atinentes a los alcances, o a las condiciones de ejercicio de los derechos fundamentales, el legislador está sometido a la llamada reserva de ley estatutaria, en la medida en que ella constituye una garantía constitucional a favor de los ciudadanos.

En particular, refiriéndose al habeas data, cuando se regulen las facultades de los particulares de conocer, actualizar o rectificar informaciones que sobre ellos se encuentren en cualquier base de datos, el trámite correspondiente a tal regulación es el de las leyes estatutarias. La norma demandada está determinando los alcances del derecho de habeas data, respecto de la facultad de actualizar la información personal que se encuentre dentro de las bases de datos de las entidades financieras, por ello, se declaró la inexequibilidad de dicha norma. nota 2

· La regulación de la caducidad del dato negativo requiere ley estatutaria

Se presentó acción de inconstitucionalidad contra el artículo 19 de la ley 716 de 2001 "por medio de la cual se expiden normas para el saneamiento de la información contable en el sector público y se dictan en materia tributaria otras disposiciones". El actor sostuvo que la regulación tocó aspectos que corresponden de forma exclusiva a leyes estatutarias. La Corte Constitucional, al hacer el estudio de constitucionalidad de la mencionada norma estimó que para determinar si la norma acusada requería trámite estatutario, no basta con establecer si el objeto de esa disposición tiene alguna relación con un derecho fundamental. Es necesario constatar si el contenido normativo de la ley desde el punto de vista material, regula elementos que se encuentran

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próximos y alrededor del contenido esencial de un derecho fundamental, y en caso de realizar restricciones, limites o condicionamientos sobre éstos, debe verificarse si éstas tienen un carácter proporcional y constitucionalmente razonable.

Es claro que si una norma fija pautas y establece supuestos fácticos para la caducidad de los datos de las personas, está reglamentando el contenido conceptual básico del derecho al habeas data, pues por este camino es alterada la forma como distintas personas pueden actualizar y rectificar sus informaciones. De un lado, la consagración de un término de caducidad del dato financiero regula estructuralmente el hábeas data en materia financiera, pues establece las condiciones de tiempo en que las personas pueden exigir que sea removida una información negativa de una base de datos. Ese elemento es básico en la determinación del alcance concreto del hábeas data, puesto que condiciona el éxito de la posibilidad de que una persona modifique la información contenida en una base de datos.

De otro lado, el artículo 15 de la Carta, al regular el habeas data y el derecho a la intimidad, ampara también, dentro de ciertos límites, el derecho de las personas a estructurar bases de datos, pues no sólo prevé que el hábeas data es un mecanismo para rectificar el contenido de dichas bases, sino que además establece que “en la recolección, tratamiento y circulación de datos se respetarán la libertad y demás garantías consagradas en la Constitución”. Esto significa que existe un derecho a recolectar, sistematizar y circular datos, que además se encuentra profundamente ligado a la libertad de toda persona de informar y recibir información veraz e imparcial (Constitución Política Art. 20). El derecho a sistematizar y circular datos es fundamental, por su consagración expresa en el artículo 15 superior y por su relación inescindible con la libertad de información. Ahora bien, la consagración de un término de caducidad, a partir del cual las entidades financieras no pueden circular determinados datos sobre los deudores, implica una restricción al derecho fundamental a la circulación de datos, por lo cual, requiere una ley estatutaria.

Finalmente, la consagración de un término de caducidad implica una restricción al derecho a informar y a ser informado, que es un derecho fundamental (Constitución Política Art. 20). El legislador, al adoptar esa decisión sobre la caducidad del dato, necesariamente realiza una ponderación entre derechos fundamentales, cuyo resultado deviene inevitablemente, en una regulación de los elementos conceptuales y estructurales mínimos de esos derechos fundamentales, puesto que, como resultado de esa ponderación, es delimitado el contenido constitucionalmente protegido de esos derechos. Por lo anterior la norma se declaró inexequible y se exhortó al Congreso de la Republica a que por medio de la correspondiente ley estatutaria, reglamente este tema. nota 3

1. Corte Constitucional, Sentencia C-384-00 2. Corte Constitucional, Sentencia C-729-00 3. Corte Constitucional, Sentencia C-687-02

1.3.  Deber de solicitar la rectificación de los datos como requisito previo para la procedencia de la tutela Para que proceda la protección del habeas data por vía de tutela, por la supuesta violación a los derechos a la intimidad, el buen nombre y la veracidad de la información almacenada en las bases de datos, es requisito de procedibilidad que se solicite previamente a la entidad, en cuyas bases de datos constan los datos falsos sobre los que se sustenta la petición, que rectifique, verifique y actualice tales datos. nota 1

La información que obre en la base de datos, conforme al artículo 15 superior, puede ser objeto de varias acciones judiciales por parte de los ciudadanos pero como primera medida el titular del derecho debe solicitar "la rectificación o la actualización" de los datos que consisten respectivamente en que se verifique la concordancia del dato con la realidad, al tiempo que la actualización hace referencia a la vigencia del dato, de tal manera que no se muestren situaciones carentes de actualidad. nota 2

La Corte Constitucional, conforme al numeral 6° del artículo 42 del Decreto 2591 de 1991, negó el amparo solicitado por unas personas reportadas en un banco de datos como deudores morosos, para que la información consignada fuera retirada, pues alegaban que ella correspondía a una deuda de la cual no eran responsables. Los actores aducían que habían contratado el arriendo de un local comercial en el que funcionaba su establecimiento de comercio, que más tarde vendieron. Los nuevos dueños del establecimiento se retrasaron en el pago del arrendamiento, y

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los propietarios del local requirieron a los arrendatarios originales para que cancelaran el pago del arrendamiento. Estos, al considerar que era una deuda que no les correspondía, hicieron caso omiso a tal requerimiento y por ello fueron reportados a un banco de datos. La Corte señaló, en esta ocasión, que era necesario para que la tutela fuera procedente la existencia de una solicitud previa a las entidades que manejan los bancos de datos para corregir, actualizar o modificar las informaciones. Por tanto, de no probarse la realización de la mencionada solicitud, el amparo en tutela no procede. nota 3

1. Corte Constitucional, Sentencia T-1322-01. Ver también Sentencia T-437-07 2. Corte Constitucional, Sentencia T-578-01 3. Corte Constitucional, Sentencia T-857-99

1.4.  El hábeas data o derecho a la autodeterminación informática constituye una garantía para el ejercicio efectivo de otros derechos fundamentales.Varias personas solicitaron a través de acciones de tutela el amparo del derecho de asociación previsto en el artículo 38 de la Carta Política que consideraron vulnerado por una dependencia territorial de la Agencia Presidencial para la Acción Social, entidad que se negó a expedirles una certificación sobre su condición de desplazados. Afirmaron que esta certificación debían aportarla como requisito indispensable para vincularse a una asociación de desplazados que se estaba conformando. Acción Social adujo que no podía expedir dicha certificación por cuanto era información reservada y que, en su concepto, no era necesaria para la constitución de una asociación. La Corte concedió la tutela de los derechos de petición, hábeas data y asociación de los demandantes y ordenó a la Agencia Presidencial para la Acción Social pronunciarse de fondo sobre las peticiones de los accionantes.

En los eventos en que se impide el conocimiento, actualización y rectificación de bases de datos se vulnera el derecho a la autodeterminación informática. Por tanto, el hábeas data o derecho a la autodeterminación informática constituye una garantía para el ejercicio efectivo de otros derechos fundamentales.

La Corte indicó que, si bien es claro que la confidencialidad de la información contenida en el Registro Único de Población Desplazada estipulada en el artículo 9 del Decreto 2132 de 2003, que modificó el inciso 2º del artículo 15 del Decreto 2569 de 2000, ha sido prevista con el fin de proteger el derecho a la vida, a la intimidad, a la honra y los bienes de los inscritos, esta confidencialidad, de conformidad con las consideraciones expuestas en el punto 4 de esta providencia, no puede en manera alguna desconocer la facultad que tienen las personas de conocer la información que se relaciones con ella misma y que se encuentre recopilada en una base de datos, máxime si de tal información depende el goce efectivo de otros derechos de orden constitucional como lo es el de la libre asociación contemplado en el artículo 38.

Así mismo, la Corte precisó que la accionada desbordó el ámbito de sus competencias toda vez que no es ella la llamada a pronunciarse sobre la pertinencia o no de los documentos que los miembros de la asociación gestante han acordado exigir para su conformación o sobre el cumplimiento de los requisitos legales o constitucionales que deben llenar, toda vez que independientemente de la obligación que tienen de sujetarse a una normatividad específica según la forma de asociación trate, o de hacer un uso razonable de la información de que disponen con el fin de no vulnerar la confidencialidad que la propia les ha impuesto, el derecho de asociación consagrado en el artículo 38 de la C.P. es una expresión de la autonomía de los ciudadanos y de su libre desarrollo que debe ser garantizado y respetado por todos. nota 1

1. Corte Constitucional, Sentencia T-559-072.   Responsabilidad de las administradoras públicas de bases de datos personales: principios rectores

2.1.  Principios que rigen la inclusion de información personal en bases de datos que puedan ser consultadas por internet El actor presentó acción de tutela por considerar que permitir el acceso por Internet a las bases de datos de Catastro en Bogotá y de la Superintendencia Nacional de Salud, que contienen sus datos personales, con solo digitar el número de identificación personal, vulneraba sus derechos consagrados en el artículo 15 de la Constitución. A partir del artículo 15 de la Carta, la Corte Constitucional ha afirmado la existencia-validez de tres derechos fundamentales autónomos: el derecho a la intimidad, el derecho al buen nombre y el derecho al habeas data. Para la Corte, la especial necesidad de disponibilidad de información mediante la conformación de bases de datos

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personales, unida a la potencialidad de afectar los derechos fundamentales que apareja el desarrollo de dicha actividad, tornan indispensable someter el proceso de administración de los datos a ciertos principios jurídicos, con el fin de garantizar la armonía en el ejercicio de los derechos fundamentales de las administradoras, de los usuarios y de los titulares de los datos.

Para la Corte estos principios rectores son: libertad, necesidad, veracidad, integridad, incorporación, finalidad, utilidad, circulación restringida, caducidad e individualidad. Además de las obligaciones derivadas de los principios rectores del proceso de administración de bases de datos personales, existen otros que tienen su origen directo en normas constitucionales y legales, sobre todo lo relativo a la obligación de diligencia en el manejo de los datos personales y la obligación de indemnizar los perjuicios causados por las posibles fallas en el proceso de administración. Acogiendo posiciones doctrinales en la materia, la Corte ha señalado como características del dato personal las siguientes: i) estar referido a aspectos exclusivos y propios de una persona natural, ii) permitir identificar a la persona, en mayor o menor medida, gracias a la visión de conjunto que se logre con el mismo y con otros datos; iii) su propiedad reside exclusivamente en el titular del mismo, situación que no se altera por su obtención por parte de un tercero de manera lícita o ilícita, iv) su tratamiento está sometido a reglas especiales (principios) en lo relativo a su captación, administración y divulgación.

Ante la inexistencia de mecanismos ordinarios de protección de los derechos relacionados con la libertad informática, y la ausencia de una ley estatutaria que regule esta materia, situación denunciada en múltiples oportunidades y aceptando que la acción de tutela a pesar de su importancia en materia de protección de los derechos al habeas data y a la intimidad, no constituye herramienta suficiente para la reconducción adecuada de las conductas desarrolladas en el ámbito del poder informático, la Corte como guardiana de la integridad y supremacía de la Constitución, y en desarrollo del principio de eficacia de los derechos fundamentales, reiteró la invitación al Congreso de la República, a la Procuraduría General de la Nación y a la Defensoría del Pueblo, para que presenten e impulsen respectivamente, un proyecto de ley estatutaria que ofrezca una regulación amplia, consistente e integral en la materia.

Dada la necesidad de proteger efectivamente el derecho a la autodeterminación informática, la Corte considera indispensable que se establezcan normas sobre la obligación de adoptar los mecanismos de seguridad adecuados, que permitan la salvaguardia de la información contenida en las bases de datos. Se requieren normas que establezcan sanciones y regímenes especiales de responsabilidad para las entidades administradoras de bases de datos y para los usuarios de la información, así como normas dirigidas a desestimular y sancionar prácticas indebidas en ejercicio del poder informático: cruce de datos, divulgación indiscriminada, bases de datos secretas, entre otras. También son indispensables normas que regulen los procesos internos de depuración y actualización de datos personales, así como los de las solicitudes de rectificación, adición y supresión de los mismos.

De igual manera, con el fin de que se pueda establecer el equilibrio correspondiente entre los derechos a la información y a la autodeterminación informática, es necesario que el acceso a la información personal debidamente administrada se realice bajo dos principios, llamados a operar bajo la premisa de la posición de garante de la entidad administradora y del peticionario: el principio de responsabilidad compartida, según el cual, tanto quien solicita la información como quien la suministra, desarrollen su conducta teniendo en cuenta la existencia de un interés protegido en cabeza del titular del dato. Y el principio de cargas mutuas, según el cual, a mayor información solicitada por un tercero, mayor detalle sobre su identidad y sobre la finalidad de la información.

Respecto al caso concreto, la Corte consideró que la conducta de Catastro no se ajusta al principio de libertad. Según este principio, la publicación y divulgación de la información, debe estar precedida de autorización expresa y libre de vicios del titular de los datos. En segundo lugar, la conducta de Catastro desconoció de manera indirecta el principio de finalidad, en cuanto permitió el acceso indiscriminado a la información personal del actor a través de su publicación en la Internet. Para la Corte, el proceso de administración de datos personales debe obedecer a una finalidad definida de manera clara y previa, que en el caso de Catastro se concreta en la posibilidad de acceso a la información predial en determinadas condiciones y por ciertas personas naturales o jurídicas. En este sentido, Catastro, al facilitar el acceso a información personal de manera indiscriminada, distorsionó la finalidad de la base de datos, pues permitió que extraños, sin intereses visibles, accedieran a la información sin ningún tipo de control por parte de sus

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titulares.

En tercer lugar, las condiciones de acceso indiscriminado a la información, constituyen un riesgo cierto que debe ser evitado ante la posible elaboración de perfiles virtuales. Esta situación condujo a analizar el alcance del principio de individualidad. Según este principio, el Departamento Administrativo de Catastro, como administrador de datos personales, debe abstenerse de realizar conductas que faciliten el cruce de datos y la construcción de perfiles individuales. Encontró la Corte que, Catastro, con la publicación de información patrimonial del accionante al facilitar las condiciones para que la misma sea sumada a otra, con el concurso de diversas fuentes de información, vulneró su derecho a la autodeterminación informática.

En conclusión, a partir de la inobservancia y desconocimiento de los principios de libertad, finalidad e individualidad, rectores de la administración de datos personales, la Corte consideró que con la publicación de la base de datos sobre la información catastral de Bogotá en la Internet, tal y como está dispuesta, el Departamento Administrativo de Catastro Distrital de Bogotá, vulneró el derecho fundamental a la autodeterminación informática del accionante.

Por otra parte con la publicación de la base de datos sobre los afiliados al sistema integral de seguridad social en Salud, la Superintendencia Nacional de Salud vulneró el derecho fundamental a la autodeterminación informática del accionante. En efecto, toda vez que este tipo de datos personales está catalogado como información semi-privada, es decir que su acceso se encuentra restringido, la posibilidad de su conocimiento por parte de terceros totalmente ajenos al ámbito propio en el cual se obtuvo dicha información, a partir del sencillo requisito de digitar su número de identificación, desconoció los principios constitucionales de libertad, finalidad, circulación restringida e individualidad propios de la administración de datos personales. Por lo anterior, se concedió la tutela y se ordenó a la entidad que haga cesar la conducta violatoria del derecho al permitir que cualquier persona tenga acceso a información personal sobre el actor. nota 1

1. Corte Constitucional, Sentencia T-729-022.2.  El establecimiento de un término de caducidad del dato financiero negativo no viola el principio de incorporación Varios ciudadanos presentaron acción de tutela contra algunos administradores de bases de datos, a quienes acusaron de vulnerar su derecho al hábeas data por tenerlos incluidos en ellas, a pesar de haber cancelado sus deudas. La Corte Constitucional consideró que en estos casos no existía vulneración de los derechos de los accionantes, dado que la permanencia de sus nombres en las bases de datos se estaba efectuando de conformidad con las reglas de caducidad del dato negativo establecidas en la jurisprudencia de la Corte y respetando los principios rectores que orientan la actividad de las administradoras de bases de datos. De manera particular, la Corte se ocupó de precisar porqué el establecimiento de un término de caducidad del dato negativo no afecta el principio de incorporación. De acuerdo a ese principio, los administradores de las bases de datos están en la obligación de incluir en sus registros la información que genere situaciones ventajosas a favor de su titular, a condición que éste reúna los requisitos que la ley exija para tal fin.

Dentro de estas circunstancias favorables está la exclusión de los datos sobre mora de créditos actualmente redimidos, por lo que conservar dicha información, incluso durante un término previamente definido, constituiría una violación del principio de incorporación. La existencia del principio de incorporación se deriva de la facultad constitucional que tiene el individuo de actualizar la información personal contenida en una base de datos; sin embargo, el uso de esta facultad, al igual que las de conocimiento y rectificación, está limitada por la vigencia de otros bienes jurídicos valiosos, entre ellos, el interés general, el buen funcionamiento del sistema de intermediación financiera y la protección del ahorro público a través de un adecuado cálculo del riesgo crediticio.

Teniendo en cuenta este otro extremo, La Corte estima que la eliminación del registro negativo, de forma inmediata y una vez se produzca el pago de la obligación, constituye un ejercicio desproporcionado de la facultad de actualización del dato financiero, puesto que tal actuación es contraria a la efectiva vigencia de los bienes constitucionales a los que se hizo referencia, relacionados con el derecho a la información y el normal funcionamiento del sistema de crédito. De este modo, la consagración de un término de caducidad del dato negativo se torna en una herramienta útil para proteger los intereses del deudor titular de la información y de los demás agentes económicos, incluidas las instituciones comerciales y financieras, pues, de un lado, permite que la información esté disponible para su utilización en el cálculo del nivel de riesgo

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crediticio durante un lapso de tiempo razonable y, del otro, obliga a la exclusión del dato negativo concluido dicho término, en aras de salvaguardar la intimidad y buen nombre del deudor que cumplió voluntaria o judicialmente con el pago nota 1

1. Corte Constitucional, Sentencia T-049-043.   Habeas data en materia financiera y comercial

3.1.  Alcance y límites del derecho a la intimidad: información sobre el comportamiento crediticio de una persona se encuentra fuera del ámbito de protección Una persona que después de haber sido incluida en una base de datos como deudor moroso, canceló la deuda pendiente, consideró que se le violaban sus derechos al buen nombre, a la intimidad y al habeas data, por no haber sido inmediatamente excluido su nombre de dicha base de datos. La Corte estableció que cuando el artículo 15 de la Constitución consagra el derecho a la intimidad personal y familiar, es evidente que ampara, en primer lugar, aquello que atañe solamente al individuo, como su salud, sus hábitos o inclinaciones sexuales, su origen familiar o racial, sus convicciones políticas y religiosas. Ampara, además, la esfera familiar, lo que acontece en el seno de la familia, que no rebasa el ámbito doméstico, pues nadie extraño tiene, en principio, por qué conocer cómo discurre la vida familiar. Sólo en circunstancias anormales, y precisamente para volver a la normalidad, el Estado, por ejemplo, interviene, y temporalmente el derecho a la intimidad familiar debe ceder frente a otro superior.

Entendidas así la intimidad personal y familiar, es claro que resulta exagerado colocar en este mismo plano el comportamiento de una persona en materia crediticia. Ello, por varias razones: 1) el ser buen o mal pagador es algo que no sólo interesa al deudor, sino a éste y a quienes son sus acreedores actuales o potenciales; 2) el ámbito crediticio tiene un contenido económico, que no puede equipararse con lo que pertenece a planos superiores, como la vida, la libertad y la dignidad del hombre. Dicho en términos sencillos, quien obtiene un crédito de una entidad financiera, no puede pretender que todo lo relacionado exclusivamente con el crédito, y en especial la forma como él cumpla sus obligaciones, quede amparado por el secreto como si se tratara de algo perteneciente a su intimidad. nota 1

1. Corte Constitucional, Sentencia SU-082-95. “Por medio de esta sentencia, la Corte unifica su jurisprudencia en esta materia, en los términos hasta aquí expuestos”. Con esta frase la Corte recoge y determina el alcance de su jurisprudencia anterior en relación con el derecho al Habeas Data en el ámbito financiero. Reiteración total de jurisprudencia en la sentencia SU-089-95

3.2.  Alcance y límites del derecho al buen nombre en función de su relación con el derecho al habeas data En el mismo caso anterior, la Corte se refirió al alcance del derecho al buen nombre garantizado en el artículo 15 de la Constitución. Se atenta contra este derecho cuando sin fundamento se propagan entre el público en forma directa y personal, o a través de los medios de comunicación de masas, informaciones falsas o erróneas que distorsionan el concepto público que se tiene del individuo y que, por lo tanto, tienden a socavar el prestigio y la confianza de los que disfruta en el entorno social en cuyo medio actúa, o cuando en cualquier forma se manipula la opinión general para desdibujar su imagen.

Pero el derecho al buen nombre no es gratuito. Por su misma naturaleza, exige como presupuesto indispensable el mérito, esto es, la conducta irreprochable de quien aspira a ser su titular y el reconocimiento social del mismo. En otros términos, el buen nombre se adquiere gracias al adecuado comportamiento del individuo, debidamente apreciado en sus manifestaciones externas por la colectividad. No puede alegar desconocimiento o vulneración de su buen nombre quien, por su conducta da lugar a que se ponga en tela de juicio su credibilidad. En lo que tiene que ver con el manejo del crédito, es evidente que la fama de buen o mal pagador se origina en la forma en que usualmente la persona atiende sus obligaciones. Es ella misma quien realiza los actos que configuran su fama. Es elemental, por lo dicho, que la vulneración del buen nombre sólo puede aducirla quien lo tiene, porque lo ha ganado. nota 1

1. Corte Constitucional, Sentencia SU-082-95, reiterada por la sentencia SU-089-95. Con respecto a este punto la sentencia en referencia se basa en su totalidad en la sentencia T-228-94

3.3.  El conflicto entre el derecho al buen nombre y el derecho a la información El conflicto entre el derecho al buen nombre y el derecho a la información, se presenta cuando

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aquél se vulnera por la divulgación de ésta. Hay que partir de la base de que la información debe corresponder a la verdad, ser veraz, pues no existe derecho a divulgar información que no sea cierta. La Corte se planteó la necesidad de responder a las siguientes preguntas: ¿existe un derecho de los establecimientos de crédito a recibir información veraz sobre la conducta de sus posibles deudores en lo tocante al cumplimiento de sus obligaciones?. Y, de otra parte, ¿tiene el deudor derecho a impedir que el acreedor informe sobre la manera como él cumplió o cumple sus obligaciones? Las instituciones de crédito, precisamente por manejar el ahorro del público, ejercen una actividad de interés general, como expresamente lo señala el artículo 335 de la Constitución.

No tendría sentido pretender que prestaran sus servicios, y en particular otorgaran créditos, a personas de las cuales no tienen información. Por el contrario: un manejo prudente exige obtener la información que permita prever qué suerte correrán los dineros dados en préstamo. Cuando un establecimiento de crédito solicita información sobre un posible deudor, no lo hace por capricho, no ejerce innecesariamente su derecho a recibir información. La causa de la solicitud es la defensa de los intereses de la institución que, en últimas, son los de una gran cantidad de personas que le han confiado sus dineros en virtud de diversos contratos. El deudor, por su parte, no tiene derecho a impedir el suministro de la información, principalmente por tres razones: 1) se trata de hechos que no tienen que ver solamente con él; 2) no puede oponerse a que la entidad de crédito ejerza un derecho a recibir información; 3) no se relaciona con asuntos relativos a su intimidad. Lo anterior, bajo el entendido que la circulación de esa información está condicionada a la autorización previa del interesado. nota 1

1. Corte Constitucional, Sentencia SU-082-95, reiterada por la sentencia SU-089-953.4.  Necesidad de autorización previa En relación con el derecho a la información y la legitimidad de la conducta de las entidades que solicitan información de sus eventuales clientes, a las centrales de información que para el efecto se han creado, así como la facultad de reportar a quienes incumplan las obligaciones con ellos contraídas, tiene como base fundamental y punto de equilibrio, la autorización que el interesado les otorgue para disponer de esa información, pues los datos que se van a suministrar conciernen a él, y por tanto, le asiste el derecho, no sólo a autorizar su circulación, sino a rectificarlos o actualizarlos, cuando a ello hubiere lugar. La autorización debe ser expresa y voluntaria por parte del interesado, para que sea realmente eficaz, pues de lo contrario no podría hablarse de que el titular de la información hizo uso efectivo de su derecho. Esto significa que las cláusulas que en este sentido están siendo usadas por las distintas entidades, deben tener una forma y un contenido que le permitan al interesado saber cuáles son las consecuencias de su aceptación.  nota 1

1. Corte Constitucional, Sentencia SU-082-95, reiterada por la sentencia SU-089-953.5.  Derecho a la información veraz y completa en los bancos de datos: derecho a la actualizacion y rectificación del dato La información para ser veraz debe ser completa. En lo atinente a un crédito, por ejemplo, un banco no daría información completa, si se limitara a expresar que el deudor ya no debe nada y ocultara el hecho de que el pago se obtuvo merced a un proceso de ejecución, o que la obligación permaneció en mora por mucho tiempo. Igualmente, no sería completa si no se informara desde qué fecha el cliente está a paz y salvo. El otorgamiento de créditos es una actividad que implica correr un riesgo. Y éste es diferente según el posible deudor haya sido una persona de las que usualmente cumplen oportunamente sus obligaciones o, por el contrario, se cuente entre quienes suelen incurrir en mora o ser demandados en procesos ejecutivos. Por esto, es claro que incurre en culpa el encargado de otorgar préstamos que no examina esta circunstancia.

Aunque, el deudor tiene derecho a que la información se actualice, esto no significa, como equivocadamente se cree, que si ya cumplió la obligación, solamente debe expresarse que nada debe. Actualizar una información, es decir, ponerla al día, no implica borrar o suprimir el pasado. Significa solamente registrar o agregar, el hecho nuevo. En el caso del deudor moroso que finalmente paga, voluntaria o forzadamente, la información completa sobre su conducta como deudor debe incluir todas estas circunstancias. No que se borre todo lo anterior, como si no hubiera existido. Sostener lo contrario llevaría al absurdo de afirmar que actualizar una historia, es consignar únicamente el último episodio, eliminando todo lo anterior. De otra parte, hay que aclarar que el revelar un dato verdadero, en condiciones normales, no constituye una sanción, sino el ejercicio del derecho a informar y recibir información veraz e imparcial, consagrado por el artículo 20 de la Constitución. nota 1

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En sentencia posterior, la Corte revisó el caso de una persona que aún habiendo pagado la deuda, continuaba apareciendo en las bases de datos como moroso. Consideró que el derecho a la información no es absoluto y por lo tanto no se puede utilizar para revelar datos que lesionen la honra y el buen nombre de las personas. La información, debe corresponder a la verdad, no se permite difundir informaciones que no sean ciertas y objetivas. Las entidades financieras tienen un interés legítimo de conocer las informaciones sobre el comportamiento crediticio de sus clientes y en este sentido, mientras las informaciones sobre un deudor sean fidedignas, verídicas y completas, no se puede afirmar que el suministro y la circulación de los datos, vulnera el derecho al buen nombre. Sin embargo, no es admisible que una entidad financiera tenga a un usuario reportado siete (7) meses, ante los centros de información crediticia y no haya actualizado su información del pago voluntario que estos hicieron, aunque se trata, en este caso, de un hecho superado. nota 2

1. Corte Constitucional, Sentencia SU-082-95, reiterada por las sentencias SU-089-95 y T-303-98

2. Corte Constitucional, Sentencia T-578-01, en el mismo sentido ver sentencia T-257-02

3.6.  El no pago de obligación que se discute en proceso judicial ordinario no puede ser repotado a una base de datos hasta tanto no se determine la existencia de la obligación misma Al conocer de una acción de tutela que habían interpuesto dos hermanos contra una central de datos por la inclusión en sus bases de una obligación supuestamente adquirida por ellos con un Banco, cuya existencia discutían en un proceso ordinario ante un Juzgado Civil del Circuito de Bogotá, la Corte Constitucional indicó que mientras no exista certeza sobre la obligación, a través de una decisión judicial ejecutoriada, no puede ser reportado el presunto deudor como moroso a ninguna central de datos. Para la Corte, mantener a una persona reportada a una central de riesgo como deudora morosa de una obligación cuya existencia está siendo discutida en un proceso, “no solamente puede vulnerar sus derechos al buen nombre, a la honra y a la dignidad humana, sino que también implicaría un desconocimiento de su derecho constitucional fundamental al debido proceso, pues la persona cuenta con toda la garantía constitucional para esperar de la jurisdicción del Estado, una decisión definitiva en relación con el derecho que se controvierte”. Mantenerlo reportado como deudor moroso en esas circunstancias “resulta a juicio de la Corte, verdaderamente desproporcionado e irrazonable debido al grave perjuicio para sus derechos fundamentales y para su libertad económica que con toda seguridad se vería seriamente restringida durante el tiempo que dure el proceso, todo ello por suministrar información carente de veracidad”.  nota 1

1. Corte Constitucional, Sentencia T-846-04. Ver también Sentencia T-204-063.7.  Derecho a la caducidad del dato El deudor tiene derecho a que la información se actualice, a que ella contenga los hechos nuevos que le beneficien. Y, por lo mismo, también hacia el pasado debe fijarse un límite razonable, pues no sería lógico ni justo que el buen comportamiento de los últimos años no borrara, por así decirlo, la mala conducta pasada. El deudor, después de pagar sus deudas, con su buen comportamiento por un lapso determinado y razonable ha creado un buen nombre, una buena fama, que en tiempos pasados no tuvo. Corresponde al legislador, al reglamentar el habeas data, determinar el límite temporal y las demás condiciones de las informaciones. Igualmente corresponde a esta Corporación, al ejercer el control de constitucionalidad sobre la ley que reglamente este derecho, establecer si el término que se fije es razonable y si las condiciones en que se puede suministrar la información se ajustan a la Constitución.

Pero, mientras el legislador no determine el término de caducidad del dato, hay que considerar que es razonable el término que evite el abuso del poder informático y preserve las sanas prácticas crediticias, defendiendo así el interés general. En este orden de ideas, sería irrazonable la conservación, el uso y la divulgación informática del dato, si no se tuviera en cuenta la ocurrencia de los siguientes hechos: a) Un pago voluntario de la obligación; b) Transcurso de un término de dos (2) años, a partir del pago voluntario, que se considera razonable. Este término se explica porque el deudor, pagó voluntariamente, y se le reconoce su cumplimiento, aunque haya sido tardío. Expresamente se exceptúa el caso en que la mora haya sido inferior a un (1) año, caso en el cual, el término de caducidad será igual al doble de la mora; y, c) Que durante el término indicado en el literal anterior, no se hayan reportado nuevos incumplimientos del mismo deudor, en relación con otras obligaciones.

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Si el pago se ha producido en un proceso ejecutivo, es razonable que el dato, a pesar de ser público, tenga un término de caducidad, que podría ser de cinco (5) años, que es el mismo fijado para la prescripción de la pena, cuando se trata de delitos que no tienen señalada pena privativa de la libertad en el Código Penal, pues si las penas públicas tienen un límite personal, y aun el quebrado, en el derecho privado, puede ser objeto de rehabilitación, no se ve por qué no vaya a tener límite temporal el dato financiero negativo. Como no se puede perder de vista la finalidad legítima a la que sirven los bancos de datos financieros, es importante precisar que el límite temporal mencionado no puede aplicarse razonablemente si dentro del mismo término ingresan otros datos de incumplimiento y mora de las obligaciones del mismo deudor o si está en curso un proceso judicial enderezado a su cobro.

Esta última condición se explica fácilmente pues el simple pago de la obligación no puede implicar la caducidad del dato financiero, por estas razones: a) la finalidad legítima del banco de datos que es la de informar verazmente sobre el perfil de riesgo de los usuarios del sistema financiero; b) la ausencia de nuevos datos negativos durante dicho término, que permite presumir una rehabilitación comercial del deudor moroso. Es claro que si durante los cinco (5) años se presentan nuevos incumplimientos de otras obligaciones, se pierde la justificación para excluir el dato negativo porque en ese caso no se ha reconstruído el buen nombre comercial. Sin embargo, cuando el pago se ha producido una vez presentada la demanda, con la sola notificación del mandamiento de pago, el término de caducidad será solamente de dos (2) años, es decir, se seguirá la regla general del pago voluntario.

Igualmente debe advertirse que si el demandado en proceso ejecutivo invoca excepciones, y éstas prosperan, y la obligación se extingue porque así lo decide la sentencia, el dato que posea el banco de datos al respecto, debe desaparecer. Se exceptúa el caso en que la excepción que prospere sea la de prescripción, pues si la obligación se ha extinguido por prescripción, no ha habido pago, y, además, el dato es público. Se advierte que todo lo anterior sobre el término de caducidad, refleja los criterios generales que la Corte estima razonables a la luz de la Constitución, pero el legislador, al dictar la ley estatutaria correspondiente, podrá según su buen criterio, apartarse, determinando lo que él mismo estime razonable, siempre y cuando se ajuste a la Constitución. nota 1

En otra sentencia, la Corte revisó el caso de una señora que habiendo pagado voluntariamente una obligación crediticia por la cual incurrió en mora, seguía apareciendo en los registros de Datacrédito con una obligación en mora pagada voluntariamente y con la anotación de que dicha obligación “no refleja ningún tipo de información negativa”. La Corte señaló que a pesar de que el reporte no genere información negativa, “debe desaparecer de los archivos de la entidad toda vez que el deudor no puede quedar reportado de manera perpetua y resultar eventualmente perjudicado frente a la adquisición de otros comportamientos comerciales. En cuanto a la permanencia de la información, ya se ha dicho que los datos no pueden tener vocación de perennidad y, por tanto, una vez el deudor se ha puesto al día con las obligaciones y transcurrido el término de caducidad razonable establecido por la Corte, se debe proceder a actualizar la información y a desaparecer de los archivos las informaciones negativas”. La Corte ordenó a Datacrédito que “proceda a eliminar de su banco de datos cualquier registro que posea” de la accionante nota 2 .

En otro caso, un señor presentó acción de tutela contra Datacrédito y la Cifin en defensa de sus derechos al hábeas data y al buen nombre. Indicó que había contraído varias obligaciones con un Banco las cuales había pagado en distintos tiempos, en algunos casos por fuera de los plazos previstos, pero que no obstante no deber ya ningún dinero y disponer de un paz y salvo expedido por la entidad bancaria, las accionadas seguían manteniendo el dato negativo en sus bases de datos, impidiéndole acceder a otros créditos. Las accionadas adujeron que el actor tenía otro crédito en mora diferente a las obligaciones con la entidad bancaria y que por ello no era procedente retirarlo de sus bases de datos pues no había saneado su buen nombre comercial.

La Sala de Tutela de la Corte Constitucional indicó que las accionadas habían dado una interpretación inadecuada a la jurisprudencia de la Corte Constitucional en la materia pues habían considerado todas las obligaciones de manera global para negarse a borrar los datos negativos, cuando debían proceder a considerarlas de manera individual y eliminar todas aquellas que ya habían cumplido su término de caducidad del dato negativo.

Para la Corte, “el término de caducidad del dato de una obligación pagada extemporáneamente,

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no puede tornarse inoperante cuando durante el mismo, entran nuevas obligaciones en mora y que responden a una causa jurídica totalmente ajena a las obligaciones que ya fueron canceladas y que están pendientes de que la información correspondiente caduque. En efecto, cuando el deudor paga sus obligaciones de manera tardía, y se verifica el término de caducidad del dato financiero, su perfil de riesgo, necesariamente, ha mejorado con respecto a éstas. Si eventualmente se presentan otras obligaciones en mora, es lógico que el reporte negativo se mantenga en relación con éstas, pero no con respecto de aquellas que ha cancelado, y cuyo período de caducidad se ha verificado, habida cuenta del mejoramiento del perfil de riesgo que en virtud del pago presenta el deudor. La aplicación, de esta condición debe circunscribirse a obligaciones derivadas de una misma causa jurídica, v.gr. un mismo producto financiero, un mismo contrato de telecomunicaciones, etc.”  nota 3

1. Corte Constitucional, Sentencia SU-082-95, reiterada por la sentencia SU-089-95, T-527-00, T-856-00, T-268-02

2. Corte Constitucional, Sentencia T-814-02 3. Corte Constitucional, Sentencia T-565-05. Uno de los tres magistrados que

conforman la sala presentó salvamento de voto contra esta sentencia, pues consideró que con ella se estaba modificando la sentencia de unificación SU 082 de 1995 que no habla de obligaciones derivadas de una misma causa jurídica sino de manera genérica de otras obligaciones.

3.8.  La excepción de prescripción en proceso ejecutivo y el reporte negativo en las bases de datosLos accionantes instauraron tutela contra una Cooperativa que se negó a ordenar su retiro de una base de datos en la que aparecían como deudores morosos, a pesar de que dentro del proceso ejecutivo que se les adelantó para el cobro de la deuda, el juez reconoció la prescripción de la acción ejecutiva. La Cooperativa alegó que aunque no podía perseguir el cobro del crédito por la vía ejecutiva por haber operado el fenómeno de la prescripción, el juez no había declarado extinguida la obligación contraída por los actores. Ésta subsistía, y en tanto no fuera cancelada, la mora autorizada a la Cooperativa para mantener el reporte negativo en la central de datos.

La Corte Constitucional recordó la Sentencia T-487/04 en la que precisó que sólo en los casos en que el demandado en un proceso ejecutivo invoque excepciones que tengan como fin especifico extinguir la obligación y estas prosperen mediante sentencia que profiera el juez de conocimiento, el antecedente que conserve el banco de datos al respecto debe desaparecer. No así en los casos en que la excepción que prospere dentro del proceso ejecutivo sea la de prescripción, puesto que no ha habido pago. En este evento específico, la obligación ha sido incumplida, pero el acreedor quirografario no puede hacer uso de la acción de la cual era titular, pues ésta caducó. Bajo este supuesto –dice la Corte, la inscripción en la base de datos debe continuar vigente a pesar de haberse prescrito las acciones legales.

También indicó que el término de caducidad del dato no puede ser el mismo, para aquel deudor que cancela –que se ha fijado por vía jurisprudencial en cinco años-, en relación con aquel deudor que no ha cancelado. Por ello, para estos últimos casos, el juez debe aplicar la regla general de la prescripción de la acción ordinaria civil y debe señalar que el término de almacenamiento de datos de individuos que no hayan cancelado sus obligaciones financieras será de diez años, que es un término similar al establecido por el Código Civil para la prescripción de la acción ordinaria.

La Corte concluyó que los actores debían permanecer en las bases de datos por el término de diez años, contados a partir de que la obligación respectiva se hiciese exigible, y poner de presente la declaratoria de la prescripción de la acción. nota 1

1. Corte Constitucional, Sentencia T-1319-053.9.  La información enviada por una entidad financiera a una que administra un banco de datos se convierte en información de interés general El actor adquirió un crédito con una entidad de financiamiento comercial, la cual por equivocación le imputó un pago no realizado sobre la deuda, lo que originó que se diera por cancelada. Al notar el error la entidad, notificó al deudor para exigir el pago que en realidad nunca se llegó a realizar. La entidad no recibió respuesta a su solicitud y decidió reportarlo al banco de datos como deudor moroso. Esto ocasionó que al actor le fuera negado un crédito solicitado a otra entidad, por lo cual recurrió a la primera entidad para llegar a un acuerdo, según el cual una vez cancelara la obligación, la entidad aclaraba la situación crediticia del actor. La entidad reportó la nueva situación, pero no retiró su nombre como deudor, frente a lo cual la

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persona sintió que se había afectado su derecho al habeas data. La Corte señaló que el dato financiero está establecido en beneficio del interés general, para que las agencias crediticias puedan evitar riesgos en sus transacciones con deudores que se caracterizan por no cumplir sus obligaciones.

Por esta razón no está en manos de las entidades financieras hacer desaparecer los datos que han reportado a las instituciones que se encargan de administrar las informaciones sobre créditos de los usuarios del sistema. Las informaciones permanecen en el sistema por un tiempo razonable, con el fin de garantizar el derecho a la información. Para la Corte, el comportamiento de la entidad demandada era el adecuado, pues no estaba en sus manos hacer desaparecer la información reportada con anterioridad, sino, que simplemente debía limitarse a actualizar la nueva situación en la que se encontraba el señor, quien no tenía derecho, por el simple hecho de pagar, a que su nombre y el dato de la mora en que había incurrido, desaparecieran del sistema. nota 1

1. Corte Constitucional, Sentencia T-121-973.10.  No pago de seguros de vida hipotecarios por compañías aseguradoras legitima permanencia de dato negativo en bancos de datos hasta tanto se cancelen las deudas correspondientes Una señora demandó a una entidad financiera que le inició un proceso ejecutivo para el pago de una deuda hipotecaria, cuya obligación de pago debía ser asumida por una Compañía Aseguradora a la cual un juez de tutela le había ordenado el pago de un seguro hipotecario de vida, tras la muerte del esposo de la señora, quien tenía la calidad de copropietario del bien sobre el cual pesaba la hipoteca. Durante el trámite de la acción de tutela se estableció que la Compañía Aseguradora se encontraba en liquidación y por eso no había cancelado la deuda, cuyo pago había sido requerido por la entidad financiera. También se estableció que la entidad financiera se disponía a dar por terminado el proceso ejecutivo iniciado dada la información recibida a través de la acción de tutela, no obstante lo cual mantendría la información financiera de la señora en sus registros hasta tanto se produjera el pago de la obligación.

La Corte señaló que la acción de tutela no procedía en este caso dado “que la entidad financiera demandada, se ha limitado a reseñar una información que es ajustada a la realidad y que corresponde con el comportamiento negativo o moroso de la accionante con el crédito hipotecario por ella tomado y, la cual, permanecerá inmodificable en los bancos de datos, hasta tanto no se genere una información que modifique la anterior” nota 1

1. Corte Constitucional, Sentencia T-756-033.11.  Derecho a extinguir la relación crediticia mediante una dación en pago El actor asumió un crédito hipotecario y al ver que no podía cumplir con los pagos, ofreció a la entidad bancaria como forma de pago, la entrega de un bien inmueble. La entidad le informó que su solicitud estaba en estudio, pero fue reportado como deudor moroso. Interpuso acción de tutela por considerar violado su derecho al habeas data. La Corte consideró que cuando no se logre redimir la obligación crediticia con dinero, es posible redimirla a través de una dación en pago. La entidad financiera no puede negarse a recibir el pago ni incluir a la persona en una base de datos como deudor moroso causándole perjuicios, pues de acuerdo con la Corte, la dación en pago es una de las formas de extinción de las obligaciones cualquiera sea el carácter de estas. nota 1

1. Corte Constitucional, Sentencia T-1085-013.12.  Procedencia de la acción de tutela frente a entidades prestadoras del servicio de telefonía móvil celular para proteger el derecho de hábeas data Un señor fue reportado a Datacrédito por Comcel por no haber cancelado una deuda de dos teléfonos celulares que figuraban a su nombre pero que no habían sido solicitados por él sino por otra persona que había falsificado sus datos. En el proceso de tutela se pudo comprobar que el señor no tenía ningún contrato con Comcel por esas líneas telefónicas como si por otro número telefónico que se encontraba al día en sus obligaciones. En la acción, Comcel adujo que por no tener la calidad de entidad prestadora de un servicio público, no se podía interponer acción de tutela en su contra.

Al respecto, la Corte señaló: “A pesar de que, en términos generales, la tutela no procede frente a entidades privadas prestadoras del servicio de telefonía móvil celular, por no ser éstas entidades prestadoras de servicios públicos domiciliarios, la Corte Constitucional aceptó que cuando se trate de proteger el derecho al habeas data, y no diferencias de tipo netamente patrimonial,

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procede la acción de tutela. En este caso objeto de estudio no tendría ninguna lógica que el señor … tuviera que sufrir las consecuencias de un acto que no cometió, por consiguiente procederá la tutela a su favor. En este caso el derecho al habeas data de … está siendo vulnerado puesto que figura en la base de datos de Datacrédito sin haber incurrido en mora, y éste hecho le está trayendo consecuencias negativas, al haber sido reportado en la base de datos”. La Corte ordenó rectificar la información nota 1

1. Corte Constitucional, Sentencia T-667-033.13.  Derecho al habeas data de las personas jurídicas en su relación con la intimidad y el buen nombre Las personas jurídicas son titulares del derecho fundamental al buen nombre, en consecuencia son también titulares del derecho al habeas data, toda vez que este último derecho, reconocido por el artículo 15 de la Carta, existe justamente como garantía de aquel y del derecho a la intimidad personal y familiar. En efecto, la sola lectura del texto constitucional mencionado, pone de relieve que el habeas data, entendido por el constituyente como el derecho de las personas a “conocer, actualizar y rectificar las informaciones que se hayan recogido sobre ellas en bancos de datos y archivos de entidades públicas y privadas”, se vincula directamente con los derechos a la intimidad y buen nombre a los que se refiere el primer enunciado del artículo superior. De esta manera, el habeas data viene a ser como una garantía de estos dos derechos, siendo por lo tanto accesorio de ellos. En cualquier caso para que la petición pueda promoverse es necesario que el demandante demuestre que se le causa perjuicio con la inclusión en el banco de datos, pues de lo contrario el amparo no prosperará.  nota 1

1. Corte Constitucional, Sentencia T-462-974.   Habeas data en materia de seguridad social en salud

4.1.  Derecho a la inclusión de información personal en la base de datos del sisben para acceder al servicio de salud La actora interpuso acción de tutela por considerar violado el derecho a la seguridad social y al habeas data, dado que a pesar de haber sido censada por parte del organismo pertinente para ser incluida en el programa del SISBEN y cumpliendo con los requisitos necesarios para serlo, cada vez que se acerca al centro de salud le niegan la atención por no estar registrada en el sistema. La Corte estableció que el derecho al habeas data incluye en su esencia la capacidad que tiene determinada persona para que se incluyan en los bancos los datos propios que le interesa que sean de carácter publico con el fin de poder acceder a ciertos servicios que el Estado esta en el deber de prestar. Así pues, cuando una persona considere que se le violan sus derechos por no estar incluida en el banco de datos puede iniciar una acción de tutela o simplemente dirigirse a la entidad con el fin de ser incluida para que se le presten determinados servicios. nota 1

1. Corte Constitucional, Sentencia T-307-99, en el mismo sentido ver sentencias T-185-00 y T-463-99

4.2.  Deber del sisben de rectificar datos de sus usuarios La peticionaria según constancia médica requería una cirugía urgente para el momento de interponer la demanda. Afirmó que era beneficiaria del SISBEN, pero que, al llenar la encuesta correspondiente, se tuvo en cuenta que reside en estrato 3, por lo cual no le prestaron la atención requerida a pesar de ser una persona de muy escasos recursos. Cuando por el hecho de estar mal incluidos en bases de datos del SISBEN, se nieguen beneficios a usuarios que los necesitan, el SISBEN debe efectuar inmediatamente un análisis nuevo de valoración para rectificar y en dado caso incluir en el sistema los datos correctos para que se preste el servicio necesitado y no se violen los derechos de los beneficiarios del sistema. Con base en lo anterior se concedió la tutela. nota 1

1. Corte Constitucional, Sentencia T-190-01, reiterada por la Sentencia T-1115-024.3.  Posibilidad de cambio de nivel de afiliación al sisben cuando cambian las circunstancias socioeconómicas y se necesita el servicio de salud Los actores solicitaron la reclasificación en el SISBEN, alegando que por las condiciones socioeconómicas en que se encontraban, les era imposible cubrir el porcentaje que se les exigía para la prestación del servicio médico necesario para el tratamiento de sus enfermedades. La Corte señaló que la competencia dada al juez de tutela, no puede excederse y llegar al punto de ordenar la reclasificación de las personas dentro de un determinado nivel del Sisben, por cuanto, esto es una actividad administrativa. Empero, como su principal función, por mandato constitucional, es proteger los derechos fundamentales, el juez está obligado a analizar la

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situación en particular, con el fin de determinar si en realidad se vislumbran circunstancias especiales, que permitan concluir que el nivel socioeconómico atribuido por el sistema a determinada persona, no es el reflejo de su situación actual.

Cuando se logre probar en el expediente el cambio verdadero de la situación socioeconómica, que da origen a la necesidad del cambio en el nivel de afiliación al SISBEN, la acción de tutela es el mecanismo procedente para proteger los derechos fundamentales. De acuerdo con lo anterior, se ordenó efectuar un nuevo estudio de las condiciones socioeconómicas de los peticionarios, teniendo en cuenta las enfermedades que padecían, a fin de que pudieran acceder a la prestación de los servicios médicos que necesitaban.  nota 1

1. Corte Constitucional, Sentencia T-258-024.4.  Deber de las bases de datos del sistema de seguridad social en salud de actualizar su información Una EPS le negó la afiliación al servicio de salud a una señora que cambió temporalmente de empleador porque no aparecía el reporte de retiro por parte de su antiguo empleador. En la acción de tutela se verificó que ese reporte se había dado oportunamente, pero que la EPS había incurrido en mora en su registro. La Corte señaló que “para hacer cierto el acceso a los servicios de promoción, protección y recuperación de la salud (Art. 49 Constitución Política) y la garantía a todos los habitantes del derecho irrenunciable a la seguridad social (Art. 48 Constitución Política), debe asegurarse por parte de las entidades que administran bases de datos de sus usuarios, que los procesos de recolección, tratamiento y circulación de la información acaten los principios sobre gestión de datos personales, junto con la implementación de instrumentos eficaces destinados a que los afiliados ejerzan las facultades de conocimiento, actualización y rectificación.

Este deber constitucional exige, además, que las entidades del sistema incluyan de forma inmediata la información que sobre las novedades del cotizante envíe el respectivo empleador, teniendo en cuenta que la mora en el registro de nuevos reportes es contraria a los principios de veracidad, integridad y, en especial, de incorporación del dato personal. Cuando de la inclusión de datos se derivan situaciones ventajosas para el titular, como es la posibilidad de obtener el pago de prestaciones económicas o el suministro de los servicios médicos asistenciales derivados de la afiliación al sistema de seguridad social, la mora en el registro de la información actual sobre el cotizante constituye una forma de negación injustificada de la incorporación del dato que reporta el beneficio, fundada en la propia negligencia de la entidad correspondiente, comportamiento que vulnera el derecho en comento.

En definitiva, la materialización del acceso a la atención en salud y a la seguridad social y la consecuente protección de los derechos fundamentales a la vida en condiciones dignas, la integridad física y, en situaciones concretas respecto al pago de prestaciones económicas, al mínimo vital, se encuentran subordinadas a que las entidades del sistema general de seguridad social, que administren bases de datos, lleven a cabo las medidas tendientes a salvaguardar la autodeterminación informática de sus usuarios.” La Corte ordenó la afiliación de la señora desde la última fecha de vinculación a esta Entidad sin solución de continuidad nota 1

1. Corte Constitucional, Sentencia T-486-035.   Habeas data en materia penal, disciplinaria y policiva

5.1.  Búsqueda selectiva en bases de datos de no libre acceso requiere de orden judicial previa Se presentó demanda de inconstitucionalidad parcial contra los artículos 14 y 244 del Código de Procedimiento Penal –Ley 906 de 2004- por la presunta violación del artículo 250 inciso 2º de la Carta Política. Los apartes demandados contemplan la posibilidad de realizar búsqueda selectiva de información en bases de datos que no sean de libre acceso y a información confidencial, referida al indiciado o imputado con tan sólo la autorización previa del fiscal que dirija la investigación. El actor considera que en dichos casos debe mediar orden del juez de control de garantías, pues dicha búsqueda no forma parte de las excepciones a esa regla (registro, allanamientos, incautaciones e interceptación de comunicaciones) previstas en la norma constitucional. La Corte Constitucional decidió declarar exequibles las expresiones “cuando resulte necesaria la búsqueda selectiva en las bases de datos computarizadas, mecánicas o de cualquier otra índole, que no sean de libre acceso” del artículo 14 y el inciso segundo del artículo 244 de la Ley 906 de 2004, en el entendido “de que se requiere de orden judicial previa cuando se

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trata de los datos personales, organizados con fines legales y recogidos por instituciones o entidades públicas o privadas debidamente autorizadas para ello”.

Para la Corte, la búsqueda selectiva en bases de datos conformadas por instituciones o entidades pública o privadas autorizadas para el tratamiento de datos personales, que contienen información confidencial del indiciado o imputado y que por lo tanto no son de acceso público, involucra afectación al derecho fundamental a la autodeterminación informática, por lo que su práctica sólo puede llevarse a cabo previa autorización del juez de control de garantías, quien para la adopción de la autorización correspondiente tendrá en cuenta la legitimidad de la medida atendiendo a su finalidad, así como a los criterios de pertinencia, idoneidad y necesidad de la misma que determinen su proporcionalidad en el caso concreto.

La Corte i) reitera su jurisprudencia acerca de la regla general sobre la necesidad de autorización previa por parte del juez que ejerce funciones de control de garantías para la adopción de medidas de investigación que afecten derechos fundamentales; ii) constata que las medidas de intervención a que se refieren los artículos 14 y 244 de la Ley 906 afectan los derechos fundamentales a la intimidad y al hábeas data o a la autodeterminación informática; iii) establece que sólo de manera excepcional, y en los precisos eventos establecidos en la Constitución (artículo 250.2) puede la Fiscalía General de la Nación adoptar medidas que afectan derechos fundamentales, sometidas estas al control posterior por parte del juez de control de garantías; y iv) determina que la búsqueda selectiva de información personal o confidencial en bases de datos que no sean de libre acceso, administradas por instituciones o entidades públicas o privadas autorizadas para el tratamiento de datos personales, no se encuentra contemplada, ni es asimilable, a ninguna de las excepciones previstas en la Constitución (artículo 250.2), y en consecuencia, requieren autorización previa por parte del juez de control de garantías. nota 1

1. Corte Constitucional, Sentencia C-336-075.2.  Las reseñas policivas no constituyen antecedentes penales El actor, quien estuvo detenido en la cárcel por una riña, intentó luego ingresar a la Policía, pero no fue admitido probablemente por la reseña que se le realizó cuando estuvo en la cárcel. Consideró vulnerados sus derechos al habeas data, a escoger trabajo, profesión u oficio y a que solo las sentencias judiciales definitivas tengan la calidad de antecedentes penales o contravencionales. La Corte señaló que en el manejo de bancos de datos oficiales sobre las conductas delictivas deben regir los principios de intimidad, presunción de inocencia y sólo puede registrarse como antecedentes penales las condenas contempladas en sentencias judiciales. Por esta razón, las denominadas reseñas que tienen a su cargo las autoridades de inteligencia, que contienen un prontuario de las personas acerca de las investigaciones penales que cursan en su contra, aunque su circulación es restringida, no pueden ser consideradas como antecedentes penales.

En consecuencia, tales autoridades deberán tomar también todas las precauciones de rigor para evitar cualquier confusión que pueda conducir en la práctica a que la simple iniciación de investigaciones o sumarios se les atribuya el carácter de antecedentes penales o contravencionales, -con todas las consecuencias perjudiciales que eventualmente puedan derivarse para el ciudadano- en tanto no existan elementos idóneos para desvirtuar debidamente la presunción de inocencia. La Corte advirtió que en este caso, como los datos materia de la reseña policiva se ciñen a la realidad y no aparece descuido o abuso alguno de su circulación y manejo por parte de las autoridades competentes, su cancelación procederá solo de la forma establecida en los preceptos vigentes sobre la materia, teniendo en cuenta que aún no ha culminado el proceso por lesiones personales que se adelanta contra el actor. nota 1

1. Corte Constitucional, Sentencia T-008-935.3.  Protección en casos de suplantación de identidad La Corte Constitucional amparó el derecho a la identidad, la honra, el buen nombre, y el habeas data de una persona cuya identificación había venido siendo utilizada por un tercero contra el cual se adelantaron procesos penales que terminaron en condena. Esto trajo consigo un continuo de inconvenientes para la persona suplantada, debido a que en el registro de antecedentes del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) aparecían diferentes condenas por conductas ajenas a ella. En alguna ocasión, incluso se le detuvo cuando pretendía salir del país, porque en los registros aparecía como sindicado en un proceso penal.

La Corte consideró que la permanente confusión que generaba la suplantación de la

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identificación de la persona en los archivos de antecedentes del DAS debía ser corregida por las autoridades, pues bajo estas circunstancias se afectaba, la identidad y la honra de la persona que no tenía relación con las acciones delincuenciales de otra que suplantaba su identidad, pero también el derecho de habeas data, al no adoptar las medidas necesarias para mantener una información que se adecuara a la verdadera y corregir una información errada o confusa que se mantenía en los bancos de datos. Por esta razón, se ordenó al DAS abrir una ficha especialmente separada para el accionante, que no permitiera confusiones con los antecedentes de otras personas homónimas.  nota 1

1. Corte Constitucional, Sentencia T-455-985.4.  Utilización de información de bases de datos oficiales reservados para expediente penal

La actora se encontraba detenida en la cárcel cumpliendo la orden de un juzgado de instrucción de orden público, el cual encontró pruebas para presumir la comisión del delito de rebelión, luego de un allanamiento realizado por el Ejército. Obra en el expediente una constancia de antecedentes de la actora, allegada por los organismos de inteligencia del Estado, en donde califican a la peticionaria de "rebelde", integrante del ELN, sin que sobre ella pese sentencia condenatoria por ese acto. De acuerdo con la Corte, en el caso en que existan antecedentes penales en un banco de datos oficial, en donde exista constancia de que la persona ha cometido alguna conducta considerada punible por el ordenamiento pero no exista condena en firme, y posteriormente se vincule a un nuevo proceso penal por la comisión de los mismos hechos punibles, no es violatorio del derecho al habeas data que los antecedentes se incluyan en el nuevo expediente.

De hecho el Estado tiene por misión el servicio a todas las personas, para ello debe dotarse, respetando los derechos humanos y el debido proceso, de idóneas herramientas que le permitan mantener un clima de paz y convivencia, de suerte que pueda incluso recopilar y archivar información sobre una persona, en el marco de sus funciones, siempre y cuando no divulgue ni de a la publicidad por ningún medio la información sobre esa persona, salvo el evento que ella tenga antecedentes penales o contravencionales, esto es, que tenga una condena proferida en sentencia judicial definitiva, como lo dispone el artículo 248 constitucional. El Estado debe guardar la absoluta reserva y dar a conocer al interesado sólo aquella parte que puede conocer, actualizar o rectificar en virtud del artículo 15 de la Constitución, según lo expuesto y frente a terceros la reserva es total.

La investigación, su soporte científico y el resultado tienen por objeto nutrir al investigador (en la investigación previa o en la investigación-instrucción), y debido a su especial carácter reservado está prohibido darla a conocer a terceros; por lo tanto la labor que realicen los organismos encargados de llevar a cabo la investigación, no debe hacerse pública antes de la etapa de juzgamiento. La Corte confirmó la sentencia que denegó la tutela al considerar que en este caso no se vulneraron los derechos fundamentales de la actora. nota 1

1. Corte Constitucional, Sentencia T-444-925.5.  Registro y cancelación de órdenes de captura Un señor fue detenido arbitraria e ilegalmente en varias ocasiones por el DAS, porque mantenía vigente en su base de datos una orden de captura que ya había sido cancelada por la autoridad judicial que la había expedido, pero cuya decisión no se le había comunicado formalmente. La Corte consideró que el DAS había violado los derechos del ciudadano al no actualizar su base de datos en lo concerniente a la vigencia de la orden de captura, ya que esta información la había conocido desde la primera ocasión en que detuvo a dicho ciudadano. La Corte también recordó que los jueces de la Republica están en la obligación de comunicar la cancelación de una orden de captura a todas las autoridades a las cuales se les haya comunicado la expedición de la misma. La Corte señaló que la permanencia en el registro de una información relacionada con una orden de captura que ha perdido su vigencia es un dato negativo que al tenor del inciso 3º del artículo 350 CPP, debe ser descargada de los archivos de las entidades encargadas de llevar su registro.

La orden de captura no es un antecedente penal, por ende, con mayor razón, debe ser retirada de los archivos cuando la autoridad judicial competente haya ordenado su cancelación, incluso en el evento en que haya transcurrido el tiempo de prescripción de la pena. Conservar una orden de captura en los registros, cuando aquélla El principio de incorporación que exige que el dato favorable sea ingresado a la base de datos, para el caso de las órdenes de captura, “debe entenderse en el sentido que lo favorable es que la información sea retirada completamente de los

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archivos, a fin de garantizar el derecho al olvido de las personas, evitar que sean molestadas en su libertad personal y en el ejercicio de los demás derechos fundamentales”. La Corte ordenó a la Fiscalía General de la Nación, al DAS y a la Dijin adoptar las medidas necesarias con el fin de cumplir con la función legal de registro oportuno de las órdenes de captura y la cancelación del mismo, por orden judicial y lograr la depuración del sistema nota 1

1. Corte Constitucional, Sentencia T-310-035.6.  Caducidad del registro de sanciones disciplinarias El artículo 174 de la Ley 734 de 2002 establece que “las sanciones penales y disciplinarias, las inhabilidades derivadas de relaciones contractuales con el Estado, de los fallos con responsabilidad fiscal, de las decisiones de pérdida de investidura y de las condenas proferidas contra servidores, ex servidores públicos y particulares que desempeñen funciones públicas en ejercicio de la acción de repetición o en llamamiento en garantía, deberán ser registradas en la División de Registro y Control y Correspondencia de la Procuraduría General de la Nación para efectos de la expedición del certificado de antecedentes.” La certificación de antecedentes deberá contener las anotaciones de providencias ejecutoriadas dentro de los cinco años anteriores a su expedición y, en todo caso, aquellas que se refieran a sanciones o inhabilidades que se encuentren vigentes en dicho momento. “Cuando se trate de nombramiento o posesión en cargos que exijan para su desempeño ausencia de antecedentes, se certificarán todas las anotaciones que figuren en el registro”.

La Corte, al resolver una demanda de inconstitucionalidad contra el último aparte de la norma señalado, precisó que el derecho al olvido, planteado en relación con la información negativa referente a las actividades crediticias y financieras es aplicable también a la información negativa concerniente a otras actividades que se haya recogido en bancos de datos y en archivos de entidades públicas y privadas. Por tanto, el mismo debe aplicarse al registro unificado de antecedentes que lleva la Procuraduría General de la Nación, integrado por documentos públicos y accesible a todas las personas, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 74 de la Constitución Nacional, mediante el señalamiento de un término de caducidad razonable, de modo que los servidores públicos, los ex servidores públicos y los particulares que ejercen o han ejercido funciones públicas o tienen o han tenido la condición de contratistas estatales no queden sometidos por tiempo indefinido a los efectos negativos de dicho registro.

Por ello la norma impugnada quebranta el principio de igualdad consagrado en el artículo 13 respecto del registro de antecedentes en caso de nombramiento o posesión en cargos que no exijan para su desempeño ausencia de ellos, caso en el cual el inciso 3 del artículo 174 del Código Disciplinario Único establece un término de caducidad de cinco años, con la salvedad de las sanciones o inhabilidades que estuvieren todavía vigentes, ya que el supuesto de hecho es el mismo tanto en éste como en el anterior. En esta forma se establece una discriminación que carece de justificación objetiva y razonable y debe eliminarse. La Corte declaró exequible el inciso demandado “en el entendido de que sólo se incluirán en las certificaciones de que trata dicha disposición las providencias ejecutoriadas dentro de los cinco (5) años anteriores a su expedición y, en todo caso, aquellas que se refieren sanciones o inhabilidades que se encuentran vigentes en dicho momento” nota 1

1. Corte Constitucional, Sentencia C-1066-025.7.  El das debe asegurar al interesado una forma gratuita de suministro de información sobre sus antecedentes judicialesFueron demandados por inconstitucionalidad los artículos 1 y 3 parciales de la Ley 961 de 2005, “por la cual se regulan las tasas por la prestación de los servicios del Departamento Administrativo de Seguridad DAS, y se dictan otras disposiciones”. Tales disposiciones creaban una tasa como contraprestación de los servicios prestados por el Departamento de Seguridad de i) la expedición física del certificado de antecedentes judiciales; ii) la renovación del certificado de antecedentes judiciales; iii) la disponibilidad electrónica de información sobre antecedentes judiciales para ser consultados por el interesado o por terceros; y iv) la renovación del servicio de disponibilidad electrónica de la información sobre antecedentes judiciales.

A juicio de la demandante, esa tasa vulneraba distintas normas constitucionales y el precedente sentado en la sentencia C-511 de 1999 en cuanto al papel del artículo 40 constitucional como un límite a la libertad de configuración del legislador en materia tributaria. Indicaba, entre otras afirmaciones, que la tasa vulneraba el derecho al hábeas data porque imponía una tasa uniforme que debía pagar los interesados para acceder a la información relacionada con sus antecedentes

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judiciales, tasa que estimaba demasiado elevada en relación con el nivel de ingresos del colombiano promedio, de manera tal que la mayoría de las personas no podría costearse la expedición del certificado de antecedentes judiciales y en esa medida no podría ejercer el derecho a la autodeterminación informativa respecto de la información consignada en las bases administradas por el Departamento Administrativo de Seguridad.

La Corte destacó que el certificado de antecedentes judiciales tenía estrecha relación con el ejercicio del derecho fundamental a la autodeterminación informativa, previsto en el artículo 15 de la Carta Política, pues este documento estipula si el titular no tiene asuntos pendientes con las autoridades judiciales y de policía, o si no es solicitado por las mismas autoridades. En esa medida tener acceso a esta información, actualizarla y eventualmente corregirla resulta de fundamental importancia para las personas residentes en Colombia no solo para el eventual ejercicio de cargos y funciones públicas, sino también incluso para garantizar su libertad personal.

No se debe confundir el certificado de antecedentes judiciales con la información relativa a la situación judicial de un ciudadano frente a la justicia y autoridades colombianas, información a la cual, en principio, pueden acceder los interesados por medios distintos al certificado judicial, como por ejemplo, en ejercicio del derecho de petición. Sin embargo, por la interpretación que el DAS ha hecho de la normas, en la práctica, el acceso a la información sobre si una persona tiene asuntos pendientes con las autoridades judiciales y de policía, o si no es solicitado por las mismas autoridades ha estado condicionado al pago de un tasa. Lo cual resulta a todas luces inconstitucional, porque una persona interesada, que carezca de los recursos suficientes para el pago del tributo, no podrá acceder a esa información en extremo relevante para su libertad personal, ni tampoco podrá actualizarla ni corregirla, tal como prevé el artículo 15 constitucional. Supeditar el ejercicio de derechos fundamentales al pago de una contraprestación económica significa ignorar su carácter inalienable, tantas veces puesto de relieve por la jurisprudencia constitucional.

El literal a) del artículo tercero de la Ley 961 de 2005 preveía como hechos generadores de la tasa demandada la expedición física del certificado de antecedentes judiciales y sus renovaciones (numeral 1) y la disponibilidad electrónica de información sobre antecedentes judiciales para ser consultados por el interesado o por terceros (numeral 2). De manera tal que, como antes se consignó, todas las posibilidades de acceso a la información sobe los antecedentes judiciales estaban condicionadas al pago de una tasa, razón por la cual la Corte Constitucional declaró la inexequibilidad de la expresión “por el interesado” contenida en el numeral 2 del literal a) del artículo 3 de la Ley 961 de 2005, para garantizar que las personas interesadas pudieran tener acceso a la información electrónica sobre sus antecedentes judiciales de manera gratuita, y de esta manera dejar a su disposición una vía no onerosa para poder asegurar el ejercicio de su derecho a la autodeterminación informativa.

La Corte ordenó al Departamento Administrativo de Seguridad habilitar las condiciones necesarias para que los interesados puedan tener acceso a la información electrónica sobre sus antecedentes judiciales de manera gratuita, pues sólo de esta manera es posible garantizarse efectivamente el derecho a la autodeterminación informativa.

La Corte también observó que el Departamento Administrativo de Seguridad hacía una interpretación de las normas relacionadas con el certificado de antecedentes judiciales de conformidad con la cual sólo estaba autorizada a informar a los interesados para suministrar información sobre antecedentes judiciales mediante la expedición del certificado. Tal interpretación de las disposiciones legales y reglamentarias que rigen la expedición de este documento –precisó- desconocía claramente el derecho a la autodeterminación informativa, por cuanto impedía el acceso a la información relativa a la situación judicial frente a la justicia y autoridades colombianas, la cual es relevante para las personas residentes en Colombia. Por ello la Corte Constitucional indicó que el Departamento Administrativo de Seguridad estaba obligado a suministrar a petición del interesado y de manera gratuita información sobre sus antecedentes judiciales, para que éste pueda conocer tal información, actualizarla y rectificarla, sin que la respuesta a esta solicitud reemplace al certificado de antecedentes judiciales, en los trámites y actuaciones para los cuales este documento es requerido. nota 1

1. Corte Constitucional, Sentencia C-536-066.   Hábeas data en materia laboral y de prestación de servicios

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6.1.  El legislador no puede excluir como prueba en procesos judiciales la información contenida en el sistema único de información de personal Se presentó acción de inconstitucionalidad contra el artículo 3 (parcial) de la Ley 190 de 1995 por la cual se dictan normas tendientes a preservar la moralidad en la Administración Pública y se fijan disposiciones con el fin de erradicar la corrupción administrativa. El aparte demandado establece que la información contenida en el Sistema Único de Información de Personal, no podrá utilizarse como prueba en procesos judiciales o administrativos de carácter laboral y de ella sólo se comunicarán la identificación del funcionario y las causales de su desvinculación del servicio o de la terminación anormal de sus contratos.

La Corte consideró que el Estado puede legítimamente organizar sistemas de información que le permitan mejorar sus funciones de reclutamiento de personal y contratación pública. El uso restringido, asegura que aspectos de la hoja de vida de funcionarios o contratistas del Estado, cuyo conocimiento indiscriminado puede vulnerar la intimidad y el buen nombre, no circulen sin su autorización.

Las hojas de vida, tienen un componente personal elevado, de suerte que así reposen en archivos públicos, sin la expresa autorización del datahabiente, no se convierten en documentos públicos destinados a la publicidad y a la circulación general. En todo caso, la persona a que se refiere el sistema examinado, en los términos del artículo 15 de la Constitución Política, tiene derecho a conocer, actualizar y rectificar las informaciones que se hayan recogido sobre ella y que reposen en dicho archivo. La hoja de vida y la información relativa a la causa del retiro, de conformidad con la norma legal, no puede utilizarse como prueba en los procesos judiciales o administrativos de carácter laboral. La razón de ser de la prohibición, estriba en impedir que dichos datos - que reposan en el sistema único de información de personal y que permiten al Estado optimizar sus funciones de selección de personal y contratación -, puedan eventualmente ser utilizados como prueba contra el Estado y, de este modo, servir de fundamento a condenas judiciales.

El régimen probatorio en general se libra a la voluntad del Legislador. No obstante, el sistema que se establezca no puede desconocer la garantía del debido proceso y el respeto y protección de los restantes bienes y derechos constitucionales. Una pretensión pública subjetiva que integra el derecho al debido proceso es la de presentar pruebas y controvertir las que se alleguen en contra (Constitución Política. Art. 29) este respecto, las limitaciones legales relativas a la conducencia o admisibilidad de un medio específico de prueba, sólo resultan admisibles si persiguen un fin constitucional y las restricciones que entrañan son razonables y proporcionadas en relación con el mismo y las consecuencias que de éste se derivan.

La finalidad de la ley -neutralizar un medio probatorio con el fin de precaver eventuales condenas judiciales en los procesos laborales-, viola la Constitución. La finalidad del Estado es proteger y garantizar los derechos de las personas (Constitución Política art. 2) y ello no se logra ocultando la verdad que puede judicialmente establecerse mediante el acceso a sus archivos. El Estado y sus agentes, deben velar y defender los bienes e intereses del Estado. Para ello, no es necesario obstaculizar la correcta administración de justicia - que, por el contrario, debe ser secundada en su tarea -, privándola por ministerio de la ley de elementos probatorios que pueden ser útiles y relevantes a la hora de aplicar el derecho. No se alcanza a comprender cómo el sistema de información adquiere valor para sustentar el juicio del Estado con ocasión de la selección de personal y celebración de contratos y, por el contrario, éste se desvanece cuando los mismos datos se destinan a un proceso judicial en el que el primero es parte. De conformidad con lo anterior, la Corte declaró inexequible el aparte demandado. nota 1

1. Corte Constitucional, Sentencia C-038-966.2.  La autoridad administrativa no puede requerir información adicional a la establecida por ley a los aspirantes a ingresar a la función pública Se presentó acción de inconstitucionalidad contra el numeral 5 del artículo 1º de la Ley 190 de 1995. El numeral demandado facultaba a la administración para establecer de manera general los datos personales, que además de los de origen legal, debían aparecer en el formato único de hija de vida de quienes aspiraran a ingresar a la función pública. Los demandantes consideraron que se vulneraba el artículo 15 de la Constitución Política que consagra el derecho fundamental a la intimidad porque difiere a la autoridad administrativa, la competencia para requerir información adicional, a la establecida por la ley en el formato único de hoja de vida. Para la Corte, cuando se trata de bancos de datos, a los cuales se aplica la técnica informática con miras a recoger,

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procesar y poner en circulación datos personales, que por consiguiente trascienden cuantitativa y cualitativamente el concepto clásico de archivo, la exigencia de que su creación se autorice por la ley, corresponde a una garantía mínima del derecho fundamental a la autodeterminación informativa.

No se limita el banco de datos informatizado a constituir el archivo de la entidad que refleja de manera documentada su quehacer cotidiano. La circunstancia de que el dato personal sea susceptible de circular, vale decir, de poder ser conocido por terceras personas y en contextos distintos a los vinculados a su inicial emisión, equivale a una restricción de la libertad personal que no puede ser impuesta directamente por la administración. No es suficiente que la ley autorice, de manera general o especial, la creación de un banco de datos público, cuya información personal esté destinada a circular. Los datos personales que se recogen, el tipo de tratamiento que reciben y las formas y límites de su circulación, son aspectos de una misma decisión que no deja de tener repercusiones sobre la autodeterminación informativa. La reserva de ley es tal vez una de las garantías más importantes de la intangibilidad de los derechos fundamentales. La regulación y desarrollo de los derechos fundamentales, es una materia atribuida a la ley estatutaria.

Corresponde a la ley estatutaria que regule el derecho fundamental a la autodeterminación informativa, ocuparse específicamente de determinar la forma y procedimientos conforme a los cuales la administración puede proceder a la recolección, tratamiento y circulación de datos personales, de modo que se respete la libertad y demás garantías consagradas en la Constitución (Constitución Política Art. 15). Al margen de la respectiva ley estatutaria no podría la administración dar vida a un banco de datos personales destinados a la circulación ya sea dentro de la órbita pública o por fuera de ella. Según la Constitución, la recolección de datos, su tratamiento y, particularmente, su circulación, constituyen acciones que pueden afectar de manera profunda la libertad personal y, por consiguiente, están sujetas a reserva de ley estatutaria, por lo menos, en lo que atañe a la fijación de sus contornos esenciales. Por todo lo anterior, la Corte declaró inexequible el numeral 5° del artículo demando  nota 1

1. Corte Constitucional, Sentencia C-567-976.3.  La administración puede solicitar información laboral o academica a contratistas de prestación de servicios Se presentó acción pública de inconstitucionalidad contra los artículos 1, 2, 3 (todos parcialmente), de la Ley 190 de 1995, en lo que respecta a las exigencias de información de quienes aspiren a celebrar contratos de prestación de servicios con la administración. Señalaron los demandantes, que la información requerida violaba el derecho a la intimidad de los potenciales contratistas de servicios del Estado, dado que se refiere a aspectos propios de su vida privada, que nada tienen que ver con la relación contractual que ellos establecen con la administración pública, la cual debe regirse exclusivamente por el contrato y la ley contractual; así mismo, que eventualmente dicha información puede ser mal utilizada por el Estado, acarreando para las personas que la suministran consecuencias contrarias a sus legítimos intereses.

La Corte advirtió, en primer lugar, que la información solicitada, descrita en el artículo 1 de la ley 190 de 1995, se refiere a aspectos académicos que acredita la persona, (años de estudio, niveles de educación cursados, títulos y certificados obtenidos); a la experiencia laboral que ha acuñado, (cargos desempeñados tanto en el sector público como en el privado, y los datos que permitan constatar esa información); y aquella información que le permita a la administración determinar si la persona está o no incursa en alguna de las inhabilidades o incompatibilidades que establece la ley, aspectos todos que bien pueden ingresar en la órbita de lo público y que en nada afectan el núcleo esencial del derecho a la intimidad.

La información de carácter académico y laboral no está sustraída al conocimiento público pues con base en ella la persona se da a conocer en el ámbito social y se promociona en el mercado laboral, sin que su consignación en un sistema de información público amenace su derecho fundamental a la intimidad, mucho menos cuando ella ha sido voluntariamente suministrada por quien expresamente ha manifestado su interés de ofrecer sus servicios a la administración pública, que es lo que hace la persona natural cuando diligencia el formato único de hoja de vida que se le exige como condición previa para considerar su contratación con el Estado, o la persona natural o jurídica que en su calidad de consultor se inscribe en el correspondiente registro.

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En segundo lugar, el Estado, a través del legislador, está habilitado para diseñar e imponer la utilización de esos instrumentos técnicos, que de una parte le permiten garantizar la vinculación de los más capaces y de los más idóneos a la administración, como servidores públicos o como contratistas, y de otra le permiten impulsar la realización de los principios rectores de la administración pública consagrados en el artículo 209 de la Carta, siempre y cuando el contenido de dichos instrumentos no desconozca principios fundamentales de las personas, y contemplen, ellos mismos, mecanismos de control que eviten un uso indebido de la información que los nutre. Con fundamento en lo anterior, la Corte declaró exequibles los artículos demandados. nota 1

1. Corte Constitucional, Sentencia C-326-976.4.  La recoleccion de datos publicos sobre las personas que aspiren a contratar con la administración no requiere de ley estatutaria Se presentó acción pública de inconstitucionalidad contra los artículos 1°, 2° y 3° (totales) de la ley 190 de 1.995 en la que se reitera lo establecido en las sentencias C-326/ 97 y C-567/97 y se analiza el cargo según el cual los actores consideran que la preceptiva acusada viola la Constitución dado que las normas, como las presentes, deben tramitarse como leyes estatutarias dado que regulan derechos fundamentales y no como en este a través de una ley ordinaria.

La Corte determinó que la información exigida por la administración a quienes pretendan contratar con ella no viola los derechos a la intimidad y al habeas data y que la reserva de ley estatutaria se aplicaría para aquellos casos en los que la actividad regulada consiste en la recolección, procesamiento o circulación de datos personales que comprometan la intimidad de las personas, único supuesto en el cual, por verse involucrada una afectación de derechos fundamentales, resulta de mérito un mayor rigor en el ejercicio de las facultad legislativa, para garantizar el sopesamiento, reflexión y debate que se justifican por la materia a regular.

Si aquellos datos que deben suministrarse en el formato único de hoja de vida, se refieren a información de carácter académico y laboral y en general a aspectos que bien pueden ingresar en la órbita de lo público y que en nada afectan el núcleo esencial del derecho a la intimidad, resulta evidente que, por sustracción de materia, está excluida la afectación de derechos humanos de carácter fundamental, especialmente del derecho a la intimidad, por lo cual la reserva de ley estatutaria no resulta aplicable. Resulta excesivamente riguroso sostener que la exigencia legal de suministrar información académica y laboral para poder contratar con la Administración, o para vincularse a ella como servidor público, y los requisitos del posterior almacenamiento y circulación de dicha información, deban ser formulados mediante el trámite de una ley estatutaria.  nota 1

1. Corte Constitucional, Sentencia C-446-986.5.  Obligación de los empleadores de corregir las incongruencias en la historia laboral de sus empleadosLa actora presentó acción de tutela contra una Empresa Social del Estado por la demora injustificada en remitir a otra empresa la información laboral concerniente a la demandante para que ésta pueda liquidarle los pasivos laborales que le adeuda.

La Corte recordó que en el historial laboral de un empleado se encuentra registrada toda la información, positiva o negativa, relacionada con su hoja de vida, desempeño en el ejercicio de funciones como reconocimientos, llamados de atención, suspensiones. Así mismo, la historia laboral contiene la información referente al tiempo laborado, las cotizaciones a la seguridad social, los periodos de vacaciones disfrutados o pendientes, el registro de sus cesantías, nombramientos, ascensos, traslados, retiros, incapacidades, comisiones de trabajo, entre otros datos indispensables para el goce de las prestaciones laborales que nuestro ordenamiento concede al trabajador.

Por lo anterior, dijo, resulta necesario para la realización efectiva de todas las garantías otorgadas por el legislador a los trabajadores, que su historial laboral contenga información, cierta, precisa y fidedigna, y, por lo tanto, surge la prerrogativa del empleado de solicitar a su patrono, en ejercicio de su derecho fundamental de habeas data y de petición, la corrección de incongruencias en el contenido del mismo. Lo anterior, además considerando la especial protección que otorga nuestra Carta al trabajador como parte débil en la relación laboral.

La Corte concedió la tutela de los derechos al hábeas data y de petición a la actora y ordenó remitir la información concerniente en un término no superior a 48 horas. nota 1

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1. Corte Constitucional, Sentencia T-718-057.   Hábeas data en materia tributaria y fiscal

7.1.  La creación de un boletín de resposables fiscales a cargo de la contraloría general de la república no forma parte del núcleo esencial del derecho al hábeas dataFue demandado por inconstitucional el artículo 60 de la Ley 610 de 2000 que crea un boletín de responsables fiscales a cargo de la Contraloría General de la República que deberá contener los nombres de las personas -naturales o jurídicas- a quienes se les haya dictado fallo con responsabilidad fiscal en firme y ejecutoriado y que no hayan satisfecho la obligación contenida en él. El boletín se debe publicar con periodicidad trimestral y será alimentado con la información suministrada por las contralorías territoriales que consiste en una relación de las personas a quienes se les haya dictado fallo con responsabilidad fiscal, las que hubieren acreditado el pago correspondiente, los fallos que hayan sido anulados por la jurisdicción contenciosa y las revocatorias directas que se hayan proferido, ello con el fin de incluir o retirar sus nombres del boletín. Contempla, además, que los nominadores y demás funcionarios competentes deberán abstenerse de nombrar o posesionar a quienes allí aparezcan.

El demandante consideró que dicha norma sólo podía ser expedida a través de ley estatutaria por referirse a un aspecto del núcleo esencial de un derecho fundamental: el hábeas data.

La Corte consideró que en este caso no se estaba tocando el núcleo esencial de hábeas data, pues la finalidad de dicho boletín es proteger la integridad patrimonial del Estado y contribuir a la eficacia de las funciones que competen a la Contraloría General de la República como instrumento de verificación identificando a los sujetos que han ocasionado detrimento patrimonial. La Corte recordó que el dato que allí se incluye corresponde al resultado de un proceso fiscal en el cual, con la plenitud de las formas del debido proceso, se ha discutido la existencia o no de una responsabilidad de carácter fiscal. De lo anterior resulta que antes de finalizar el proceso de responsabilidad fiscal los datos de la persona corresponden a su ámbito interno. Pero, luego de que el proceso termina con el correspondiente fallo de responsabilidad, esos datos trascienden del campo de lo privado al público.

Con base en lo expuesto la Corte concluyó que no existe violación del núcleo esencial del derecho al habeas data por cuanto el boletín de responsables fiscales es simplemente el resultado de una información cierta, veraz y pública que se acopia y almacena en entidades públicas para preservar la integridad del patrimonio público y para evitar que personas declaradas fiscalmente responsables continúen causando detrimento al erario. Así las cosas, esa información que se publica no involucra la intimidad de las personas, y la esfera privada del individuo queda a salvo de la intromisión del Estado. Se trata de datos públicos que son consecuencia de decisiones ejecutoriadas que competen a la Contraloría General.

Para la Corte no puede argüirse que se esté introduciendo un término de caducidad del dato, pues la norma sólo se refiere a una periodicidad del boletín, que no implica necesariamente la caducidad del dato. De otra parte, tampoco contiene la norma disposición alguna sobre actualización o rectificación del dato, por lo que no puede afirmarse que incida en el núcleo esencial del derecho. Con base en lo anterior, la Corte declaró exequible la disposición acusada, por los cargos que se le formularon. nota 1

1. Corte Constitucional, Sentencia C-877-057.2.  La creación de un boletín de deudores morosos a cargo de la contaduría general de la nación no involucra aspectos esenciales del derecho al hábeas dataSe demandó por inconstitucional el parágrafo del artículo 2 de la Ley 901 de 2004 que crea el boletín de deudores morosos del Estado a cargo de la Contaduría General de la Nación, en el cual se relacionarán las personas que tengan acreencias pendientes de pago con las entidades estatales, las cuales suministrarán esa información de manera semestral siempre que superen un plazo de seis meses y una cuantía mayor a cinco salarios mínimos legales vigentes. Dicho boletín deberá contener la identificación plena del deudor moroso -persona natural o jurídica-, la identificación y monto del acto generador de la obligación, su fecha de vencimiento y el término de extinción de la misma. También contempla que aparecer en dicho boletín imposibilita a la persona para celebrar contratos con el Estado o para tomar posesión de cargos públicos, hasta tanto no demuestren la cancelación de sus obligaciones o acrediten la vigencia de un acuerdo de pago.

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Se dispone que se publicará en la página Web los días 30 de julio y 30 de enero del año correspondiente, y la expedición del certificado correspondiente por parte de la Contaduría General. Lo pretendido por dicha norma es lograr la moralidad administrativa y proteger igualmente el patrimonio del Estado, a través de un boletín que contenga la identificación de las personas que tengan acreencias pendientes a favor del Estado.

El actor consideró que dicha norma hacía referencia a un aspecto del núcleo esencial del hábeas data y que por lo tanto sólo podía ser expedida a través de ley estatutaria.

Para la Corte esa disposición no vulnera el núcleo esencial del derecho al habeas data en cuanto no regula el derecho a conocer, actualizar y rectificar la información, y menos se ocupa de la caducidad de los datos, pues el simple acopio y almacenamiento en un boletín, por parte de entidades estatales, de información que reposa en entidades también del Estado, no compromete por sí mismo dicho derecho.

Los datos allí incluidos corresponden a obligaciones respaldadas en un título donde consta una obligación clara, expresa y actualmente exigible que reposan en entidades públicas, y de esa manera se convierte en un mecanismo de autotutela de la administración que colabora en la forma que ha de llevarse la contabilidad pública. Pues una de las funciones de la Contaduría es centralizar y consolidar la contabilidad pública y la información financiera, económica y social del Estado. Tales datos por estar respaldados en obligaciones ciertas a favor del Estado que no han sido canceladas, trascienden el ámbito privado y se convierten en públicos.

La Corte recuerda que en dicha norma no se regulan aspectos íntimamente relacionados con el derecho que tiene el titular del dato para conocer, actualizar y rectificar la información allí contenida. Tampoco se consagra término de caducidad alguno y no incide en manera alguna en el núcleo esencial del derecho al habeas data. Por consiguiente, no exige reserva de ley estatutaria. La Corte Declaró exequible la disposición acusada, por los cargos que se le formularon. nota 1

1. Corte Constitucional, Sentencia C-877-057.3.  La información tributaria que deben suministrar los contibuyentes a las autoridades no forma parte del núcleo esencial del derecho al hábeas dataFueron demandadas por inconstitucionales veintisiete (27) normas del Estatuto Tributario que a juicio del actor regulaban aspectos esenciales del derecho al hábeas data y debían por ende ser legisladazas a través de una ley de carácter estatutario.

La Corte Constitucional planteó los siguientes problemas jurídicos para resolver:

A) ¿Deben regularse mediante ley estatutaria las normas que:

(i) imponen a ciertos contribuyentes del impuesto sobre la renta, el deber de preparar, enviar y conservar una documentación comprobatoria de algunas operaciones; y,

(ii) las que les imponen también a ciertos contribuyentes el deber de presentar anualmente una declaración informativa también sobre algunas operaciones?

B) ¿Deben regularse mediante ley estatutaria las normas que:

(i) disponen la reserva a la información tributaria respecto de las bases gravables y la determinación privada de los impuestos que figuren en las declaraciones tributarias, y por lo tanto los funcionarios de la DIAN solo podrán utilizarla para efectos tributarios o impersonales de estadística, salvo para los procesos penales;

(ii) que disponen reserva para los bancos y demás entidades autorizadas para recaudar impuestos y recibir declaraciones de renta, quienes solo podrán utilizar la información que conozcan para los fines de su procesamiento que demanden los reportes de recaudo y recepción exigidos por el Ministerio de Hacienda y Crédito Público;

(iii) las que permiten que las declaraciones sean examinadas en las oficinas de impuestos por cualquier persona con autorización escrita del declarante;

(iv) las que para efectos de liquidación y control de impuestos nacionales, departamentales o

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municipales permiten intercambiar la información sobre los datos del contribuyente, el Ministerio de Hacienda y las Secretarías de hacienda Departamentales y Municipales, así como copia de las investigaciones existentes en materia de los impuestos sobre la renta y sobre las ventas;

(v) las que permiten suministrar información global sobre la renta y el patrimonio de los contribuyentes, sus deducciones, rentas exentas, exenciones, pasivos y bienes exentos, a las entidades privadas contratadas para el procesamiento de datos, liquidación y contabilización de los gravámenes por sistemas electrónicos, que fueren estrictamente necesarios para la correcta determinación matemática de los impuestos y para fines estadísticos, las que deberán absoluta reserva sobre tales datos y prestar una caución suficiente para garantizarla;

(vi) las que permiten a la DIAN levantar la reserva de las declaraciones de impuestos sobre renta y complementarios, únicamente en relación con los pagos laborales objeto del aporte, para efectos del cruce de información con el ISS, el ICBF el SENA, las cajas de compensación familiar, sus asociaciones y federaciones y para verificar el pago de dichos aportes; y,

(vii) las que disponen que los datos contenidos en la declaración aduanera de importación y exportación, las de impuestos al consumo y participación departamental no están sometidas a reserva alguna?

C) ¿Deben regularse mediante ley estatutaria las normas que imponen el deber de informar, en medio magnético cuando lo indique la ley:

(i) a entidades financieras la parte no gravada de los rendimientos a sus ahorradores personas naturales y sucesiones ilíquidas;

(ii) a las entidades vigiladas por la Superintendencia Bancaria, y otras entidades de crédito, anualmente en medio magnético y dentro de cierto plazo ciertos datos de sus cuentahabientes, tarjetahabientes, ahorradores, usuarios, depositantes o clientes, relativos al año inmediatamente anterior, depósitos, captaciones, abonos, traslados y en general movimientos de dinero, u otras operaciones financieras por valores superiores a ciertas sumas, o que arrojen una utilidad, antes de impuestos, que excedan también ciertas sumas; así como la información sobre cuentas corrientes o de ahorro que hayan siso abiertas, saldadas y/o canceladas en el respectivo año;

(iii) a las entidades públicas y privadas y demás personas a las que se solicite información gratuita respecto de bienes de propiedad de los deudores contra los cuales la DIAN adelante procesos de cobro, so pena de sanciones por su incumplimiento;

(iv) a las Cámaras de Comercio anualmente, la razón social de cada una de las sociedades cuya creación o liquidación se haya registrado durante el año inmediatamente anterior, con los datos indicados en la ley;

(v) a las bolsas de valores a partir de 1989, anualmente los apellidos, nombres o razón social y NIT de cada uno de los comisionistas de bolsa inscritos, con los datos adicionales establecidos en la ley;

(vi) al SENA, ISS, ICBF, y cajas de compensación familiar enviar una relación de quienes no se encuentren a paz y salvo por concepto de los aportes a tales entidades;

(vii) a la Registraduría Nacional del Estado Civil la información correspondiente de las personas fallecidas;

(viii) a los comisionistas de bolsa, ciertos datos en relación con las personas que en el año inmediatamente anterior, a través de ellos efectuaron enajenaciones o adquisiciones de acciones y demás papeles transados en bolsa cuando supere ciertas sumas;

(ix) a los notarios anualmente, los datos sobre las personas o entidades que en el año inmediatamente anterior, efectuaron en dicha notaría enajenaciones de bienes o derechos cuando superen ciertas sumas de dinero;

(x) a las empresas que elaboran facturas de venta o documentos equivalentes, los apellidos y nombres o razón social y NIT, con indicación del intervalo de numeración elaborada de cada uno

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de sus clientes, correspondientes a los trabajos realizados en el año inmediatamente anterior, cuando supere determinado monto;

(xi) a los jueces civiles, en todo proceso de mayor cuantía, de los títulos valores que hayan sido presentados, indicando aspectos propios de su contenido, so pena de incurrir en causal de mala conducta;

(xii) a las personas o entidades, contribuyentes o no contribuyentes, ciertas informaciones consagradas en la ley, con el fin de efectuar los estudios y cruces de información necesarios para el debido control de los tributos. Solicitud que se formulará mediante resolución de la DIAN y cuyo plazo para la entrega no podrá ser inferior a dos meses;

(xiii) a los grupos empresariales y económicos registrados en el Registro Mercantil de las Cámaras de Comercio, a más tardar el 30 de junio de cada año, sus estados financieros consolidados en la forma prescrita en la ley, so pena de sanciones;

(xiv) la obligaciones de las personas o entidades, contribuyentes o no contribuyentes, conservar en un período mínimo de cinco años ciertas informaciones a las que alude la ley; y,

(xv) a los contribuyentes y agentes retenedores del impuesto de timbre, obligados a llevar contabilidad, registrar la causación, recaudo, pago o consignación del impuesto en una cuenta destinada exclusivamente para ello, con los datos y en las condiciones descritas en la ley.

Tras abordar el estudio de constitucionalidad de las normas demandadas la Corte Constitucional consideró que ninguna de las disposiciones acusadas se orientaba a configurar los elementos esenciales del hábeas data que consagra el artículo 15 de la Constitución; ni se trataba de regulaciones orientadas a crear bancos de datos, ni establecían condiciones de tiempo o límites para que la información o los datos negativos de las personas fueran removidos por caducidad; ni se orientaban a impedir el derecho de las personas de conocer, actualizar o rectificar los datos que sobre ellas obtenía la administración tributaria.

La Corte estimó que se estaba ante la autorización contemplada en el inciso final del artículo 15 de la Constitución que permite a la administración tributaria exigir documentos privados para efectos tributarios, es decir, la facultad que ésta tiene para tratar, recolectar y procesar datos con efectos estrictamente tributarios, es decir, de índole financiera y fiscal, que no requerían para su regulación de ley estatutaria. Por tal razón, la Corte declaró exequibles las disposiciones demandadas. nota 1

1. Corte Constitucional, Sentencia C-981-05

Observatorio de Justicia Constitucional - Defensoría del Pueblo de Colombia - Documento generado el Domingo 3 de octubre de 2010. 17:39 pm

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