Validez ecológica en la exploración de las funciones ejecutivas

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  • 8/13/2019 Validez ecolgica en la exploracin de las funciones ejecutivas

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    anales de psicolog a2007, vol. 23, n 2 (diciembre), 289-299

    Copyright 2007: Servicio de Publicaciones de la Universidad de Murcia. Murcia (Espaa)ISSN edicin impresa: 0212-9728. ISSN edicin web (www.um.es/analesps): 1695-2294

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    Validez ecolgica en la exploracin de las funciones ejecutivas

    Alberto Garca-Molina1*, Javier Tirapu-Ustrroz2y Teresa Roig-Rovira1

    1Institut Universitari de Neurorehabilitaci Guttmann-UAB. Badalona (Barcelona), 2Servicio de Neuropsicologa. Clnica Ubarmin. Elcano (Navarra)

    Resumen: La validez ecolgica ha adquirido gran importancia en el campode la neuropsicologa, especialmente respecto a las funciones ejecutivas. Laexploracin de las funciones ejecutivas es crtica para poder predecir lacapacidad funcional del sujeto. Este artculo revisa los estudios sobrevalidez ecolgica y exploracin neuropsicolgica de las funciones ejecuti-vas aparecidos en la literatura. El anlisis realizado sugiere que muchostests ejecutivos presentan moderados niveles de validez ecolgica cuandoestos son empleados para predecir la capacidad funcional del individuo.Las demandas cognitivas ambientales y las estrategias compensatoriasparecen afectar la capacidad de los tests neuropsicolgicos para valorar lainfluencia de las funciones ejecutivas en las actividades de vida diaria. Esta

    revisin discute sobre la validez ecolgica en la exploracin de las funcio-nes ejecutivas e implicaciones para el futuro. Son indispensables futurosestudios que permitan identificar el papel desempeado por diversos facto-res en la validez ecolgica de los tests neuropsicolgicos utilizados en laexploracin de las funciones ejecutivas.Palabras clave: Funciones Ejecutivas; validez ecolgica; dao cerebral;sndrome disejecutivo.

    Title: Ecological validity and assessment of executive function.Abstract: Ecological validity has become an increasingly important focusin neuropsychological assessment with particular relevance for the execu-tive functions. Appropriate assessment of executive functions is critical topredict successful everyday functioning and psychosocial integration. Thisarticle reviews the research in ecological validity of neuropsychologicalassessment of executive function. The research suggests that many execu-tive tests have a moderate level of ecological validity when predictingeveryday cognitive functioning. Environmental cognitive demands andcompensatory strategy use do appear to affect the ability of neuropsy-chological tests to predict real world behaviour. This paper discusses the

    ecological validity of assessment of executive functions and implicationsfor the future assessment of executive functioning. Further research isrequired to identify the role of several variables in determining the eco-logical validity of clinical neuropsychological tests of executive function.Some suggestions were offered for the purpose of guiding clinical re-search.Key words: Executive functions; ecological validity; brain injury;dysexecutive syndrome.

    Introduccin

    La neuropsicologa, al igual que otras disciplinas relacionadascon la neurociencia, ha experimentado profundos cambiosen los ltimos treinta aos. Histricamente, el principal obje-

    tivo de la neuropsicologa ha sido la localizacin de lesionescerebrales (diagnstico topogrfico lesional), relegando a unsegundo plano la descripcin de los procesos cognitivosalterados como consecuencia de las lesiones inflingidas alsistema nervioso central (Long, 1998). Con la aparicin de la

    Tomografa Computerizada (TC) en 1972, y posteriormentede la Resonancia Magntica (RM) en 1981, el papel de laexploracin neuropsicloga experimentar un importantecambio. El neuropsiclogo ya no tendr como objetivo prin-cipal la localizacin de lesiones cerebrales sino la valoraciny descripcin del nivel de integridad de las funciones cogni-tivas. Ya en 1982 Lezak (1982) seala que el inters generadopor la repercusin de los dficit neuropsicolgicos en la ca-

    pacidad funcional de los pacientes con lesiones cerebrales,as como el emergente papel de la rehabilitacin neuropsico-lgica, modifican significativamente los objetivos de la ex-ploracin neuropsicolgica. Bernabeu y Roig (1999) propo-nen que la exploracin neuropsicolgica permite 1) detectar,describir y cuantificar las posibles alteraciones cognitivas yemocionales, 2) establecer un pronstico relativo, 3) fijar losobjetivos de la rehabilitacin y disear un programa terapu-tico, 4) evaluar la eficacia de la intervencin, 5) guiar unareorientacin profesional, 6) determinar las implicacionesmedico-legales y 7) la investigacin clnica neuropsicolgica.

    * Direccin para correspondencia [Correspondence address]: Alberto

    Garcia-Molina. Institut Universitari de Neurorehabilitaci Guttmann-UAB. Cam de Can Rut s/n 08916 (Badalona). Correo electrnico:[email protected]

    En esta misma lnea, Muoz-Cspedes y Tirapu-Ustrroz(2001) indican que los principales objetivos de la exploracinneuropsicolgica son los siguientes:1. Descripcin de los trastornos mentales en trminos de

    funcionamiento cognitivo.

    2.

    Definicin de los perfiles clnicos que caracterizan a dife-rentes tipos de trastornos que cursan con alteracionesneuropsicolgicas.

    3. Contribucin a la clarificacin diagnstica sobretodo enaquellos casos en que no se detectan alteraciones enpruebas de neuroimagen.

    4. Establecimiento de programas de rehabilitacin indivi-dualizados, a partir del conocimiento de las limitacionesdel sujeto, pero tambin de las capacidades conservadas.

    5. Valoracin de la eficacia de las diferentes intervencionesen trminos de funcionamiento cognitivo.

    6. Identificacin de los factores de pronstico.7. Valoraciones mdico-legales.8. Verificacin de hiptesis sobre las relaciones entre cere-

    bro y conducta que permita mejorar la comprensin delas relaciones entre cerebro y funcionamiento cognitivo.

    La validez ecolgica de los tests neuropsicolgicos es untema que ha cobrado especialmente importancia entre losneuropsiclogos que trabajan en el mbito de la neuroreha-bilitacin. En este contexto, el neuropsiclogo busca, entreotros objetivos, determinar si los dficit cognitivos que pre-senta el paciente pueden interferir en la capacidad de stepara vivir de forma independiente (Odhuba, van den Broeky Johns, 2005). De la misma manera, el incremento expo-nencial del uso de los test neuropsicolgicos, y la expansinde la neuropsicologa hacia el campo de otras patologas que

    se haban considerado hasta ahora funcionales ha forzadoa la neuropsicologa a revisar sus propios principios.

    mailto:[email protected]:[email protected]
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    Tabla 1:Evolucin de los objetivos de la exploracin neuropsicolgica.

    Siglo XIX y gran parte del siglo XXDNDEse localiza una conducta desadaptativa? (relacin entre disfuncin cognitiva y loca-lizacin)

    Dcada de 1940 en adelante CMOse puede cuantificar la conducta? (aproximacin psicomtrica)Dcada de 1970 hasta la actualidad QUconductas concretas deben ser exploradas? (modelos cognitivos)Finales de la dcada de 1980 hastanuestros das

    CUNDOo en que contexto es especialmente relevante una conducta? (validez ecolgica delos tests neuropsicolgicos)

    Finales de la dcada de 1970 hasta laactualidad

    POR QUnos interesa estudiar las relaciones entre cerebro y conducta? (rehabilitacin neu-ropsicolgica)

    En la exploracin neuropsicolgica se parte de dosasunciones bsicas. La primera viene a afirmar que la explo-racin neuropsicolgica busca los procesos cognitivos sub-yacentes a la conducta y que su aplicacin se produce des-

    pus de haber observado un cambio en la misma por lo queintegra, cuantifica y describe las bases de los cambios de laconducta que se relacionan con cambios en la actividad ce-rebral. La segunda es que existe una relacin entre los datosobtenidos en los tests neuropsicolgicos y ciertas regionescerebrales relacionadas con dicha ejecucin. Por otro lado esimportante establecer la diferenciacin entre testar y evaluarya que asumimos que los tests no son ms que una parte delproceso de evaluacin, que debe existir un componente eva-luativo de los tests que depende de nuestro conocimiento yexperiencia, y que una buena evaluacin trata de especificarque dominio cognitivo est afectado y explicar las dificulta-des del sujeto. Al mismo tiempo en la prctica cotidiana

    actuamos pensando que no siempre el testado formal reflejael desempeo en la vida real, que se requiere una adecuadaanamnesis para determinar las capacidades cotidianas y quees necesario emplear escalas que cuantifiquen actividades dela vida diaria. De todo ello se desprende que, de alguna for-ma, cuestionamos la validez ecolgica de los test neuropsico-lgicos.

    Sobre la validez ecolgica en la exploracinneuropsicolgica

    Qu pretendemos indicar cuando decimos que un test neu-ropsicolgico posee validez ecolgica? Bsicamente que los

    resultados obtenidos por el paciente en una prueba determi-nada permitiran inferir o predecir la capacidad funcional delsujeto en su da a da. El planteamiento implcito subyacenteal constructo de validez ecolgica entraa que el neuropsic-logo seleccione una serie de pruebas para administrar al pa-ciente, que stas evalan las habilidades cognitivas y conduc-tuales de los sujetos y que tales habilidades se hallan implica-das en el funcionamiento de la vida cotidiana.

    Sbordone (1998) define validez ecolgica como la rela-cin funcional y predictiva entre la ejecucin del sujeto en laexploracin neuropsicolgica y la conducta de ste en situa-ciones de la vida diaria. Kvavilashvili y Ellis (Burgess et al.,2006) proponen que la validez ecolgica de un test viene

    determinada por el grado de representatividad de ste y elnivel de generalizacin de sus resultados. Segn estos auto-

    res la representatividad de un test depende del nivel de co-rrespondencia que se establece entre un test determinado yposibles situaciones reales con las que se puede encontraruna persona. En cuanto a la generalizacin de los resultados,

    un test tiene mayor validez ecolgica si la ejecucin del pa-ciente permite predecir los problemas o limitaciones que stepuede presentar en su vida cotidiana. Estas definiciones tie-nen en comn la asuncin de que las demandas cognitivasque exigen las distintas situaciones a las que nos enfrenta-mos en nuestra vida cotidiana son idiosincrsicas y fluctancomo resultado de su naturaleza especfica. Asimismo de-bemos tener en cuenta que el rendimiento cognitivo en ge-neral, y el de las funciones ejecutivas en particular, esta so-metido a fluctuaciones dentro del propio individuo (variabi-lidad intrasujeto); fluctuaciones que dependen tanto de as-pectos personales (p. ej. fatiga, motivacin, alcohol o abusode sustancias,) como situacionales (p. ej. situaciones que

    exijan procesamiento rpido, carga de trabajo,).Long (1998) sugiere que para estudiar la validez ecol-gica de los tests neuropsicolgicos es necesario prestar aten-cin a las siguientes premisas:- Entender la relacin entre diversas funciones cognitivas y

    la conducta estudiada.- Estudiar y clarificar la relacin entre el perfil cognitivo del

    sujeto y los resultados obtenidos en los tests neuropsicol-gicos.

    - Establecer la relacin entre la ejecucin del paciente en lostests administrados y la conducta a predecir.

    En los ltimos aos, la neuropsicologa clnica ha avan-

    zado significativamente en el desarrollo de estrategias deevaluacin ecolgicamente vlidas. Dos son las estrategiasfundamentales utilizadas para el estudio de la validez ecol-gica de las pruebas neuropsicolgicas: el enfoque basado enla verosimilitud y el enfoque basado en la veridicabilidad(Gioia y Isquith, 2004).

    El primero de estos enfoques (enfoque basado en la ve-rosimilitud) parte de la idea que las demandas cognitivas deltest se asemejan a las demandas cognitivas de escenarioscotidianos. Segn esta aproximacin, el grado de demandacognitiva de un test debe reproducir la demanda cognitivaque el sujeto necesita en las actividades que desarrolla en suda a da (Chaytor y Schmitter-Edgecombe, 2003). Estaaproximacin apuesta por la creacin de nuevas pruebasneuropsicolgicas que permitan identificar aquellos pacien-

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    tes que presentan dificultades en sus actividades diarias. En

    esta lnea, Wilson et al han venido desarrollando en los lti-mos veinte aos nuevos test y pruebas especialmente diseadaspara intentar valorar con ms precisin los dficit cognitivosobservados en la vida cotidiana: Test of Everyday Attention(Robertson, 1994), Rivermead Behavioral Memory Test(Wilson, Cockburn y Baddeley, 1985), Behavioral Inattention

    Test (Wilson, Cockburn y Halligan, 1987) y Behavioral As-sessment of the Dysexecutive Syndrome (Wilson, Alderman,Burgess, Emslie y Evans, 1996). Entre las pruebas creadascon la idea de simular en el laboratorio situaciones represen-tativas de las actividades y procesos ejecutivos necesariospara resolver situaciones de la vida real destacan el test depreferencias (Goldberg, 2002; Goldberg y Podell, 2000), el testde competencia cognitiva (Wang y Ennis, 1986), las tareas deejecucin dual (Baddeley, Della Sala, Papagno y Spinnler, 1997;

    Vilkki, Virtanen, Surna-Aho y Servo 1996), la tarea de juego(Bechara, Damasio, Damasio y Anderson, 1994), las tareas deplanificacin financiera (Goel, Grafman, Tajik y Gana, 1997),las pruebas de cambio (Mecklinger, von Cramon, Springer yMatthes-von Cramon, 1999), los tests multitarea (Alderman,Burgess, Knight y Henman, 2003; Burgess, 2000; Burgess,

    Veitch, de Lacy Costello y Shallice, 2000).Por otro lado, el enfoque basado en la veridicabilidad

    plantea que los tests ejecutivos tradicionales (que no se dise-aron desde una perspectiva ecolgica) son medidas validaspara predecir la capacidad funcional del sujeto en su vidacotidiana (Franzen y Wilhelm, 1998). Para ello, estudian lacorrespondencia que se establece entre estos tests y herra-mientas que valoran aspectos funcionales de la vida diaria.

    Para contrastar la validez ecolgica de los tests neurop-sicolgicos, tanto desde un enfoque como desde el otro,resulta necesario examinar la capacidad predictiva de la eje-cucin del sujeto a partir de distintas medidas de cambio.Las medidas de cambio empleadas deben valorar diversosaspectos del funcionamiento diario del sujeto, como son lasactividades de la vida diaria o la reincorporacin al puesto detrabajo. Esta informacin puede ser recogida mediante cues-tionarios o escalas cumplimentados por la familia, el terapeu-ta o el propio paciente; si bien en este ltimo caso hay queinterpretar con cautela los datos proporcionados. La dificultad

    para comprender la complejidad de algunas afirmaciones y,sobretodo, la limitada capacidad de autoconciencia que presen-tan algunos pacientes constituyen dos capacidades centrales quepuede afectar a la fiabilidad y a la validez de la informacin queproporcionan dichos cuestionarios. Los estudios realizados enpoblacin norteamericana utilizando esta aproximacin hanmostrado (Verdejo, Alcazar-Corcoles, Gomez-Jarabo y Pe-rez-Garcia, 2004):Que la capacidad predictiva de los tests neuropsicolgicos

    sobre distintas medidas de resultado oscila entre el 9 y el51%.

    Que el rendimiento en los tests de memoria es el mejorpredictor neuropsicolgico de las medidas de funciona-

    miento diario, seguido de los de funciones motoras y eje-cutivas.

    Que los instrumentos basados en el enfoque de la verosi-

    militud ofrecen una mayor capacidad predictiva que losque se basan en el enfoque de la veridicadibilidad.Que la validez ecolgica de los instrumentos neuropsico-

    lgicos se incrementa en funcin de la congruencia entrelas habilidades que miden y las situaciones escogidas comomedidas de resultado; como ejemplo, las pruebas de fun-cionamiento ejecutivo son ms predictivas cuando las me-didas de resultado que se escogen son tareas que requierenun mayor nivel de complejidad, como manejar dinero uorganizar un viaje.

    Que las medidas de resultado basadas en autoinformes delsujeto presentan una baja fiabilidad, ya que pueden estarimplicados aspectos como la produccin intencionada de

    dficit o los problemas de falta de conciencia de los dficitasociados a las lesiones frontales.Que las medidas de resultado de carcter dicotmico, co-

    mo la reincorporacin-no reincorporacin del sujeto a suactividad laboral ofrecen peores resultados que las queanalizan de manera dimensional el desempeo del sujetoen ese puesto de trabajo.

    Funciones ejecutivas. Aproximacin concep-tual

    Las funciones ejecutivas se han definido, de forma genrica,como procesos que asocian y combinan ideas simples con el

    fin de resolver problemas de alta complejidad (Shallice,1982). Luria (1973) fue el primer autor que, sin utilizar estetrmino el cual le debemos a Lezak (1982), conceptualizeste trmino cuando refiri que pacientes con afectacinfrontal presentaban problemas de iniciativa y de motivacin,se mostraban incapaces de plantear metas y objetivos y nodiseaban planes de accin en aras a lograr el objetivo de-seado. Trminos como funcionamiento ejecutivo o con-trol ejecutivo hacen referencia a una serie de mecanismosimplicados en la optimizacin de los procesos cognitivospara orientarlos haca la resolucin de situaciones complejas(Tirapu-Ustarroz, Muoz-Cespedes y Pelegrin-Valero, 2002).Estos procesos comprenden diversos componentes, entre

    los que cabe destacar la memoria de trabajo, como capacidadpara mantener la informacin on line, la orientacin yadecuacin de los recursos atencionales, la inhibicin derespuestas inapropiadas en determinadas circunstancias y lamonitorizacin de la conducta en referencia a estados moti-

    vacionales y emocionales del organismo. De manera msconcreta, las funciones ejecutivas pueden agruparse en tornoa una serie de componentes como son las capacidades impli-cadas en la formulacin de metas, las facultades empleadasen la planificacin de los procesos y las estrategias para lo-grar los objetivos y las aptitudes para llevar a cabo esas acti-

    vidades de una forma eficaz. En la prctica clnica, los pa-cientes con dficit ejecutivos presentan dificultades para

    centrarse en la tarea y finalizarla sin un control ambientalexterno, problemas en el establecimiento de nuevos reperto-

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    292 Alberto Garca-Molina et al.rios conductuales e incapacidad para planificar sus acciones

    y anticipar las consecuencias de las mismas (Muoz Cspe-des y Tirapu Ustarroz, 2001).Tomando como referente la descripcin de funciones

    ejecutivas realizada en el prrafo anterior, es plausible argu-mentar que prcticamente todos las actividades que realiza-mos en nuestro da a da requieren de la participacin deestas funciones, bien sea en su aspecto de coordinacin,planificacin, inhibicin, flexibilidad u otros procesos cogni-tivos englobados bajo el trmino funciones ejecutivas.

    La necesidad de una orientacin ms ecolgica en la eva-luacin neuropsicolgica de las funciones ejecutivas ha propi-ciado que, junto a la deteccin y descripcin de posibles dficitejecutivos, resulte esencial la identificacin del impacto de estosproblemas en los aspectos funcionales de la vida diaria y la de-terminacin de la capacidad que tiene el individuo para llevaruna vida independiente o sus recursos personales para integrar-se en una actividad profesional normalizada.

    Las pruebas utilizadas en la prctica clnica diaria paravalorar la presencia de dficit ejecutivos han mostrado, enlneas generales, ser tiles para detectar disfunciones delcrtex prefrontal (Wisconsin Card Sorting Test (Heaton,Chelune, Talley, Kay y Curtiss, 1993), Stroop (Golden, 1974),

    Trail Making Test (Jarvis y Barth, 1994), Fluidez VerbalFontica (Thurstone, 1962), Fluidez de diseos (Jones-Gottman, 1977), Test de las Torres (Shallice, 1982), etc.). Sinembargo, han sido criticadas por diversas razones, sobretodopor mostrarse poco especficas y constituir modelos pocorepresentativos del mundo real. Asimismo, si bien estaspruebas han mostrado alguna sensibilidad para captardisfuncin cerebral frontal, ninguna de ellas ha probado serespecfica para medir disfunciones del sistema ejecutivo.

    Algunos pacientes con dao cerebral frontal ejecutanadecuadamente estas pruebas mientras otros pacientes conlesiones retrorolndicas las pueden realizar de formainadecuada. Anderson, Damasio, Jones y Tranel (1991)demostraron, en un trabajo publicado en 1991, la falacia de lasolidez de la relacin existente entre la ejecucin en los testneuropsicolgicos y la localizacin de la lesin. Examinaron 91pacientes con lesiones cerebrales (49 frontales, 24 no frontales y18 con lesiones difusas), no encontrando diferencias

    significativas entre grupos en la ejecucin del Wisconsin CardSorting Test. Como seala Mesulam (1986) la evaluacin delos cambios conductuales asociados a lesiones del crtexprefrontal introduce dificultades adicionales en la exploracin yaque estos cambios son excesivamente complejos, variables,difciles de definir en trminos tcnicos e imposibles decuantificar con los test disponibles en la actualidad. Asimismo,no olvidemos que los tests ejecutivos empleadostradicionalmente en la exploracin neuropsicolgica han sidoutilizados con el fin de detectar posibles dficit ejecutivos yno con el objetivo de determinar el grado potencial dediscapacidad derivado de tales dficit.

    Validez ecolgica y exploracin de las funcio-

    nes ejecutivas: revisin de la literaturaLa relacin predictiva entre la ejecucin de los pacientes enlos test neuropsicolgicos y la conducta del paciente en si-tuaciones de la vida real ha sido ignorada por los neuropsi-clogos durante aos. No ser hasta finales de la dcada de1980 que comiencen a aparecer en la literatura trabajos cen-trados en estudiar la validez ecolgica de los tests empleadospara valorar las funciones ejecutivas. Uno de los primerosestudios que trata esta problemtica es el desarrollado por

    Acker y Davis (1989). Estos autores, tras valorar el rendi-miento de una muestra de 148 pacientes con traumatismocraneoenceflico (TCE) en una batera de pruebas neuropsi-

    colgicas, hallaron una relacin directa entre los resultadosen el Trail Making Test y el nivel de insercin social seisaos despus del traumatismo. Siguiendo esta misma lnea,Millis, Rosenthal y Lourie (1994) y Ross, Millis y Rosenthal(1997) indican que la ejecucin de una muestra formada por59 pacientes con TCE en el Trail Making Test est relacio-nada con el grado de integracin comunitaria valorado me-diante el Community Integration Questionnaire (CIQ)(Willer, Ottenbacher y Coad, 1994). Resultados similares sondescritos por Hanks, Rapport, Millis y Deshpande (1999)tras valorar el valor predictivo de diversos tests ejecutivosrespecto a las respuestas de pacientes y familiares en el CIQ.

    Pese a la existencia de estos artculos, el primer estudio

    que, con cierto rigor, propone un acercamiento a la relacinentre dao frontal y capacidad para resolver situaciones de lavida cotidiana data de 1996. Dimitrov, Grafman y Hollnagel(1996) administraron el Everyday Problem Solving Invento-ry (EPSI), inventario compuesto por una serie de situacionesque describen escenarios de la vida diaria con cuatro posi-bles soluciones, a 33 pacientes con dao frontal focal, a 3con demencia frontal y a 27 sujetos controles sanos. La eje-cucin de los pacientes frontales en el EPSI tambin fuecomparada con la ejecucin en test neuropsicolgicos tradi-cionales de funciones ejecutivas. Los resultados reflejaronque la mitad de los pacientes frontales diferan sustancial-mente de los controles en la resolucin de las situaciones

    planteadas en el EPSI y que este grupo de pacientes ejecuta-ba peor los tests neuropsicolgicos frontales. Para los auto-res, los resultados sugeran que algunos pacientes con lesio-nes frontales pueden estar afectados en su juicio social y queesta afectacin puede ser detectada con inventarios psicol-gicos convencionales.

    En 1998, Burgess, Alderman, Evans, Emslie y Wilson(1998) estudiaron una amplia muestra de pacientes afectadospor dao cerebral con tests neuropsicolgicos utilizadostradicionalmente en la exploracin de las funciones ejecuti-

    vas (una versin modificada del Wisconsin Card SortingTest, el Cognitive Estimates Test, el Trail Making Test, elControlled Oral Word Association Test y el Simplified SixElement Test). Junto a estos tests se administr, tanto alpaciente como a un familiar, el Dysexecutive Questionnaire

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    (DEX) (Wilson et al., 1996), un cuestionario diseado para

    valorar sntomas disejecutivos. Los resultados mostraron unarelacin entre la informacin aportada por los familiares y laejecucin en los test pero no as con los resultados recaba-dos en los cuestionarios contestados por los pacientes.

    La validez ecolgica de los tests ejecutivos no slo hasido estudiada en pacientes neurolgicos, sino tambin enpacientes psiquitricos, principalmente esquizofrnicos, dadala alta presencia de dficit ejecutivos en esta patologa(Goldberg, Kelsoe, Weinberger, Pliskin, Kirwin y Berman,1988; Goldberg y Weinberger, 1988; Mahurin, Velligan yMiller, 1998). Evans, Chua, McKenna y Wilson (1997) com-pararon los resultados obtenidos en una muestra formadapor esquizofrnicos y pacientes con lesiones cerebrales en laBehavioural Assessment of the Dysexecutive Syndrome(BADS) (Wilson et al., 1996) con las respuestas proporcio-nadas por los propios pacientes y familiares en el DEX. Nose obtuvieron correlaciones significativas entre la BADS y laforma del DEX cumplimentada por los pacientes, tanto enlos esquizofrnicos como en los pacientes con lesiones cere-brales. Respecto a la forma del DEX contestada por los fa-miliares se obtuvieron correlaciones significativas entre elcuestionario y tres subtests de la BADS (Rule Shift Cards,Zoo Map y Modified Six Element) en los pacientes con le-siones cerebrales; mientras que en los sujetos esquizofrni-cos nicamente se observ una relacin clara con el subtestZoo Map. Poole, Ober, Shenaut y Vinogradov (1999) sea-lan que los dficit ejecutivos en pacientes esquizofrnicos serelacionan con las dificultades que muestran estos en suadaptacin psicosocial, especialmente a nivel de capacidadde organizacin y relaciones sociales.

    Norris y Tate (2000) realizan un estudio con el objetivode contrastar si la BADS posee mayor capacidad predictiva(validez ecolgica) que algunos de los tests ms utilizados enla prctica clnica para explorar las funciones ejecutivas: Wis-consin Card Sorting Test, Trail Making Test, ControlledOral Word Association Test, Cognitive Estimation Test,Porteus Mazes y Rey-Osterreith Complex Figure Test. Co-mo medidas psicosociales emplean la Role Functioning Scale(RFS) (McPheeters, 1984) y el DEX. La muestra que partici-p en el estudio estaba formada por 36 pacientes neurolgi-

    cos (19 pacientes con TCE y 17 con esclerosis mltiple) y 37sujetos control sanos. Los resultados mostraron que el DEXnicamente correlacionaba significativamente con el subtestsZoo Map de la BADS. En cuanto a la RFS, la ejecucin entres de los subtests que forman la BADS (Action Program-me, Zoo Map y Six Element) permita predecir la capacidadfuncional de los pacientes valorada mediante esta escala. Delos tests ejecutivos tradicionales administrados, slo el Por-teus Maze correlacionaba con la RFS. No se obtuvo unacorrelacin significativa entre la RFS y el DEX. Norris y

    Tate concluyen que la BADS posee mayor validez ecolgicaque los tests ejecutivos tradicionales.

    Stokes y Bajo (2003), tras administrar la BADS, el Test

    de Hayling (Burgess and Shallice, 1996b) y el test de Brixton(Burgess and Shallice, 1996a) a 30 pacientes neurolgicos,

    encontraron que solamente los subtests Zoo Map y Key

    Search de la BADS correlacionaban con el DEX; ni el testde Hayling ni el de Brixton mostraron correlaciones signifi-cativas con este cuestionario. No obstante, cuando se elimi-n la influencia del WAIS-III todas las correlaciones deBADS desaparecieron, sugiriendo que los subtests delBADS miden sobre todo un factor de inteligencia inespecfi-co. Sin embargo, al mismo tiempo, la exclusin del WAIS-III del anlisis estadstico supuso que el test de Hayling y elde Brixton pasaran a correlacionar significativamente con elDEX, implicando una mayor especificidad para estas prue-bas en la medida de las funciones ejecutivas.

    Odhuba et al.,(2005) estudiaron la relacin entre prue-bas ejecutivas (el test de Hayling y el test de Brixton) concuestionarios de discapacidad y minusvala. Estos autoresrecurrieron a un diseo correlacional para medir al grado deasociacin entre la ejecucin en los test y las siguientes me-didas de integracin conductual y social: el DEX, el IowaCollateral Head Injury Interview (ICHII) (Martzke, Swan y

    Varney, 1991) y el CIQ. En este estudio participaron 53 pa-cientes con dao cerebral adquirido a los que se les adminis-traron los test y cuestionarios; paralelamente los familiaresde los mismos eran entrevistados mediante un cuestionarioestructurado. Los resultados sugirieron una relacin mode-rada entre las puntuaciones en los pruebas neuropsicolgi-cas y las medidas de funcionamiento cotidiano, lo que refle-jara la modesta validez ecolgica de los test. Los autoresconcluyen que los test contribuyen a comprender el impactode los dficit ejecutivos en el funcionamiento cotidiano yque estos resultados deben ser interpretados en un marcoms amplio que recoja otras medidas del funcionamientoejecutivo.

    En un trabajo reciente, Chaytor, Schmitter-Edgecombey Burr (2006) aplican pruebas neuropsicolgicas (WisconsinCard Sorting Test, Test de Stroop, Trail Making Test, y Con-trolled Oral Word Association Test) y cuestionarios (DEX yBrock Adaptive Functioning Questionnaire (BAFQ) (Dywany Segalowitz, 1996)) a un grupo heterogneo de 46 pacientes(epilepsia, esclerosis mltiple, accidente cerebro-vascular yotras patologas). Los resultados sealan que solo el test deStroop (en la condicin palabra-color) y el Trail Making Test

    parte B se relacionan con los cuestionarios de funcionamien-to ejecutivo, mientras que las otras dos pruebas neuropsico-lgicas no se relacionan con los resultados en este tipo decuestionarios. Asimismo, Wood y Liossi (2006) evalan a 56pacientes afectados por dao cerebral severo con pruebasque valoran funcionamiento ejecutivo (test de Hayling, testde Brixton, los subtest Zoo Map y Key Search de la BADS)y el DEX (administrado al paciente y al familiar). Los resul-tados indican que slo el Hayling C (inhibicin de unarespuesta) correlaciona significativamente y de forma negati-

    va con el DEX cumplimentado por el familiar y que ningunade las pruebas neuropsicolgicas guarda relacin con un

    ndice de insight de este cuestionario. A la luz de estos resul-

    tados los autores cuestionan la validez ecolgica de estaspruebas ejecutivas.

    anales de psicologa, 2007, vol. 23, n 2 (diciembre)

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    294 Alberto Garca-Molina et al.En nuestro pas, Tirapu, Pelegrn, Gmez y Martnez

    (1996) han estudiado una muestra de 12 pacientes afectadospor TCE grave utilizando pruebas neuropsicolgicas y cues-tionarios clnicos. Estos autores concluyen que existe unaestrecha relacin entre la ejecucin en tareas como el Test de

    Stroop, Trail Making Test, Torre de Hanoi o tests de fluen-

    cia verbal (Test de Newcombe y Test de Chicago) y cuestio-narios diseados para valorar aspectos psicosociales, comopor ejemplo la ICHII.

    Tabla 2:Seleccin de publicaciones que han estudiado la validez ecolgica de los tests neuropsicolgicos utilizados en la exploracin de las funciones ejecuti-vas.

    Autores(ao)

    Muestra Tests neuropsicolgicosMedidas

    funcionalesHallazgos ms destacados

    Acker y Davis(1989)

    148 pacientes con TCE TMT SSOS La parte B del TMT se asocia con losresultados en la SSOS

    Dimitrov et al.(1996)

    33 pacientes con lesiones fronta-les, 3 pacientes con demenciafrontal, 27 sujetos control sanos

    EPSI Escala clnica con-ductual

    Los resultados en la EPSI indicaranque los pacientes con lesiones fronta-les pueden estar afectados en su juiciosocial

    Tirapu et al.(1996) 12 pacientes con TCE TMT, SCWT, Torre de Londres,Torre de Hanoi, test de fluenciaverbal y no verbal

    CASW, ICHII,EVDSL, escala deapata

    El rendimiento en las funciones ejecu-tivas se relaciona con la adaptacinsocial

    Ross et al.(1997)

    59 pacientes con TCE TMT CIQ La parte B del TMT predice la puntua-cin total en el CIQ

    Evans et al.(1997)

    31 pacientes esquizofrnicos, 35pacientes con lesiones cerebrales,26 sujetos control sanos

    BADS DEX (administradoa paciente y a fami-liar)

    Asociacin entre la BADS y el DEXadministrado a los familiares de lospacientes con lesiones cerebrales

    Burgess et al.(1998)

    92 pacientes neurolgicos, 216sujetos control sanos

    Modified WCST, CET,COWAT, TMT, Simplified SixElement Test

    DEX (administradoa paciente y a fami-liar)

    Relacin entre los tests ejecutivos y elDEX administrado a los familiares

    Hanks et al.(1999)

    45 pacientes con TCE, 32 pacien-tes con LM

    WCST, COWAT, LNS, TMT CIQ, DRS Los tests administrados correlacionancon los resultados en el CIQ y la DRS

    Poole et al.(1999)

    26 pacientes esquizofrnicos, 18sujetos control sanos

    WCST, MSI Escala de adapta-cin psicosocial

    La ejecucin en el WCST correlacionacon el grado de adaptacin psicosocial

    Norris y Tate(2000)

    19 pacientes con TCE, 17 pacien-tes con EM, 37 sujetos controlsanos

    BADS, WCST, TMT, COWAT,CET, PM, Rey-O,

    RFS, DEX La BADS correlaciona con la RFS. LaBADS posee mayor validez ecolgicaque los tests ejecutivos tradicionales

    Garca-Villamisar yMuoz.(2000)

    61 estudiantes de 2 y 3erciclo deEducacin Primaria

    WCST, SCWT, Torre de Lon-dres

    DEX (administradoa alumno y a profe-sor)

    El rendimiento escolar est asociado ala ejecucin de los tests administradosas como al DEX

    Odhuba et al.(2005)

    53 pacientes neurolgicos Hayling Test, Brixton Test, DEX, CIQ, ICHII Moderada relacin entre las puntua-ciones en los tests administrados y lasmedidas de funcionamiento cotidiano

    Chaytor et al.(2006)

    46 pacientes neurolgicos WCST, TMT, SCWT, COWAT DEXBAFQ

    El WCST y la parte B del Trail MakingTest se relacionan con la informacinrecogida con los cuestionarios defuncionamiento ejecutivo

    Wood y Liossi(2006)

    59 pacientes neurolgicos Hayling Test, Brixton Test,BADS (solo Zoo Map y KeySearch)

    DEX (administradoa paciente y a fami-liar)

    El Hayling Test correlaciona significa-tivamente con el DEX administrado alos familiares

    Abreviaciones: BADS: Behavioural Assessment of the Dysexecutive Syndrome; BAFQ: Brock Adaptive Functioning Questionnaire; CET: Cognitive EstimatesTest; CIQ: Community Integration Questionnaire; COWAT: Controlled Oral Word Association Test; DEX: Dysexecutive Questionnaire; DRS: DisabilityRating Scale; EM: esclerosis multiple; EPSI: Everyday Problem Solving Inventory; ICHII: Iowa Collateral Head Injury Interview; LM: lesion medular; LNS;Letter-Number Span; MSI: Motor Sign Inventory; PM: Porteus Mazes; Rey-O: Rey-Osterreith Complex Figure Test; RFS: Role Functioning Scale; SCWT:Stroop Color and Word Test; SSOS: Social Status Outcome Survey; TCE: traumatismo craneoenceflico; TMT: Trail Making Test; WCST: Wisconsin CardSorting Test.

    De los estudios revisados se desprenden las siguientesconclusiones:- La relacin que se establece entre los tests neuropsicolgi-

    cos y las medidas funcionales es compleja; tal complejidades el resultado de la interaccin de mltiples factores, loque a su vez comporta que, tal como indican Chaytor et al.,(2006), la validez ecolgica de los tests neuropsicolgicosno sea universal.

    - Tras estudiar la relacin entre tests ejecutivos y cuestiona-rios cumplimentados por los pacientes podemos concluirque los resultados obtenidos no son significativos.

    - Existen relaciones significativas entre los test ejecutivos ycuestionarios cuando estos ltimos son aplicados a familia-res o profesionales.

    - Los tests ejecutivos tienden a mostrar mayor relacin conmedidas especficas que valoran habilidades diarias de ca-

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    rcter ejecutivo que con aquellas que valoran resultados

    globales.

    Factores que limitan la validez ecolgica en laexploracin de las funciones ejecutivas

    Los estudios revisados en el apartado anterior muestran quela validez ecolgica de la exploracin de las funciones ejecu-tivas es, hoy por hoy, limitada. Tales limitaciones no slodependen de los tests utilizados para valorar estas funcionescognitivas, sino tambin de otros factores como son las con-diciones fsicas y circunstancias en la administracin de lostests, las caractersticas de los protocolos de exploracinadministrados, la interaccin entre examinador y paciente as

    como otras variables relacionadas con este ltimo.Las condiciones fsicas y circunstancias en las cuales se

    desarrolla la exploracin neuropsicolgica no permiten valo-rar, en toda su amplitud, las funciones ejecutivas. Habitual-mente la exploracin neuropsicolgica se realiza en ambien-tes silenciosos en los que el examinador estructura la explo-racin, procurando, entre otros factores, minimizar la pre-sencia de estmulos externos que puedan distraer al pacientee interferir en la ejecucin de las pruebas. Si bien estas cir-cunstancias son adecuadas para optimizar la ejecucin en lostests, tales caractersticas no permiten generalizar los resulta-dos obtenidos por el paciente en los tests ejecutivos a losdiferentes mbitos en los que ste vive (Sbordone, 1998).

    Segn Acker (1990), las situaciones en las cuales se realiza laadministracin de las pruebas neuropsicolgicas presentauna serie de diferencias respecto a las situaciones de la vidareal: en el despacho la estructura es dada por el examinador, secentra en tareas concretas, el ambiente no es punitivo, la moti-

    vacin es aportada por el examinador, se da cierta persistenciadel estmulo, no se enfatiza el fracaso, el ambiente es protegidoy la competencia ausente. En la vida cotidiana es frecuenteenfrentarse a tareas no estructuradas y espontneas, la planifica-cin es individual, la automotivacin resulta necesaria, el est-mulo no es persistente, se da cierto temor al fracaso, el mediose encuentra menos protegido y existe competencia. Esta diso-ciacin entre entorno real y consulta clnica condiciona que

    en ocasiones la ejecucin, as como los resultados, en lostests no sean buenos predictores del funcionamiento delsujeto en la vida real. Las condiciones fsicas y circunstanciaspresentes durante la exploracin neuropsicolgica hacen quela generalizacin de los resultados a la vida real sea dbil. Porello, no es infrecuente encontrar en la prctica clnica pacien-tes que presentan importantes limitaciones para desarrollaruna vida autnoma e independiente y sin embargo no mues-tran ninguna dificultad para realizar los tests neuropsicolgi-cos administrados en la consulta (Bird, Castelli, Malik, Frithy Husain 2004; Eslinger y Damasio, 1985; Metzler y Parkin,2000; Shallice y Burgess, 1991; Wood y Rutterford, 2004). Elcaso del paciente EVR, descrito por Eslinger y Damasio en1985, constituye un claro ejemplo de esta disociacin. Entareas estructuradas y dirigidas desde el exterior, como es el

    caso del Wisconsin Card Sorting Test, EVR no mostraba

    ninguna dificultad, y sin embargo era incapaz de desarrollaruna vida autnoma, fracasando estrepitosamente en la ma-yor parte de actividades que realizaba.

    En muchas ocasiones, la naturaleza y extensin de losprotocolos utilizados en la exploracin de las funciones eje-cutivas no permiten captar los dficit ejecutivos que el pa-ciente presenta (Long, 1998). El tipo de tests administradosen las condiciones mencionadas en el punto anterior puedenser inapropiados y generar expectativas poco realistas sobrela conducta del paciente en su vida cotidiana. Algunos neu-ropsiclogos asumen que procesos complejos como las fun-ciones ejecutivas pueden ser evaluados correctamente apli-cando uno o dos test como el Test de Stroop o el WisconsinCard Sorting Test. Sin embargo, una correcta ejecucin delsujeto en estas pruebas no tiene porque reflejar un correctofuncionamiento ejecutivo ya que estas pruebas son sensiblesa ciertos aspectos implicados en el funcionamiento ejecutivopero no valoran el funcionamiento ejecutivo como tal. Dela misma forma, la naturaleza y extensin de los protocolosde exploracin puede que no permitan al paciente exhibir laconducta patognomnica esperada despus de un dao ce-rebral. Es frecuente que los pacientes se quejen de un de-caimiento en su rendimiento cognitivo y conductual cuandose encuentran fatigados, mientras que el examinador antecualquier indicio de fatiga tiende a interrumpir la exploraciny posponerla. Asimismo, en la exploracin de las funcionesejecutivas, al igual que en la exploracin de otras funcionescognitivas, se concede mayor importancia a lo cuantitativoque a lo cualitativo. Si bien las puntuaciones (resultados)obtenidas por el paciente nos aportan informacin sobre sucapacidad para realizar un test, estas puntuaciones debenenriquecerse con la descripcin de los procesos de resolu-cin implicados en la resolucin del test (datos semiolgi-cos).

    En otras ocasiones, la interaccin entre examinador ypaciente puede enmascarar los dficit cognitivos que puedepresentar este ltimo (Sbordone, 1998). Esta interaccinexaminador-paciente incluye aspectos como la concrecin yexplicacin de las instrucciones de los test, la repeticin delas instrucciones si es preciso, proporcionar ayudas y/o con-

    sejos, reforzar los resultados obtenidos, etc. Asimismo, estainteraccin examinador-paciente puede verse perturbada porestmulos externos como es la interrupcin de la misma poruna tercera persona. Por otra parte, las modificaciones quese introducen muchas veces de forma inconsciente en laadministracin del test pueden hacer que el neuropsiclogo

    valore en dos sujetos un mismo dficit ejecutivo de formadiferente.

    Si bien la modificacin o simplificacin de las instruc-ciones puede ser til para lograr el nivel ptimo en la ejecu-cin del paciente, enmascara posibles dficit que seran pa-tentes mediante la administracin correcta del test. De lamisma manera, la repeticin o clarificacin excesiva de las

    instrucciones sitan al paciente en una posicin de ventajarespecto a otros pacientes. No obstante, los resultados obte-

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    296 Alberto Garca-Molina et al.nidos por este paciente muy probablemente sern de escasa

    utilidad a la hora de planificar un programa de intervencin.Asimismo, estos resultados generaran expectativas errneassobre la capacidad real del paciente para desenvolverse en su

    vida cotidiana. Las mismas conclusiones se extraen en aque-llos casos en los que el examinador facilita ayudas o pistaspara la ejecucin del test.

    La validez ecolgica de la exploracin de las funcionesejecutivas tambin puede verse comprometida por factorespersonales y situacionales. As, por ejemplo, los pacientesjunto a los dficit cognitivos que presentan pueden manifes-tar alteraciones emocionales o problemas fsicos susceptiblesde influir tanto en la ejecucin de los tests ejecutivos comoen la realizacin de las actividades de vida diaria (Chaytor ySchmitter-Edgecombe, 2003).

    Conviene destacar el papel que desempea el funcio-namiento premrbido del sujeto en la determinacin de losefectos que tienen las alteraciones cognitivas sobre su fun-cionamiento diario. De igual manera, es crucial valorar lademanda cognitiva ambiental a la que est sometido el sujetoy las estrategias compensatorias que ste utiliza en su vidacotidiana (Chaytor et al., 2006). En ausencia de una claracomprensin de las demandas ambientales en las que se hallainmerso al paciente objeto de la exploracin neuropsicolgi-ca, las predicciones basadas exclusivamente en la ejecucinen los test pueden ser consideradas como meramente espe-culativas. Dependiendo de la relacin que se establece entrelas habilidades cognitivo-funcionales del sujeto y las deman-das de un entorno particular, este ltimo puede ocultar oexacerbar dficit cognitivos, lo cual puede generar alteracio-nes emocionales y conductuales secundarias que a su vezafectarn al rendimiento cognitivo. As por ejemplo, un de-clive cognitivo leve en un sujeto con un elevado funciona-miento premrbido y unas fuertes exigencias laborales puedeser ecolgicamente ms significativo que un declive mode-rado en un sujeto con un funcionamiento premrbido me-dio y unas demandas laborales inferiores (las cuales puedeseguir atendiendo). A diferencia de otras funciones cogniti-

    vas, las funciones ejecutivas parecen seguir un patrn msdimensional que categorial (Tirapu-Ustarroz et al.,2002), lo cual dificulta el establecer la diferencia entre altera-

    cin y normalidad (lo que podramos denominar umbraldisejecutivo).

    Por ltimo, debemos conocer el tratamiento psicofar-macolgico que el sujeto recibe ya que no debemos olvidarque ciertos frmacos pueden influir negativamente en lacapacidad para realizar los tests ejecutivos y por extensin,afectar la capacidad funcional del sujeto en su vida cotidiana.

    Todo lo anteriormente expuesto nos lleva a plantearnosque la validez ecolgica en la exploracin de las funciones eje-cutivas est influida por premisas de gran relevancia:1. Las condiciones en las cuales se desarrolla la administracin

    de tests son determinantes para plantear la generalizacin;igualmente, los resultados obtenidos en los test pueden ge-

    nerar falsas expectativas en cuanto al funcionamiento delsujeto en la vida real.

    2. Los protocolos utilizados as como la extensin y compleji-

    dad de los mismos puede afectar a los resultados.3. La interaccin examinador-paciente puede condicionar laejecucin del paciente en los tests administrados.

    4. Asumir que las demandas ambientales son mltiples e idio-sincrsicas como resultado de su naturaleza especfica; porotra parte, la interaccin entre estas demandas y los recur-sos del paciente puede compensar o exacerbar los dficit deeste ltimo.

    5. Los rendimientos en los test pueden verse afectados poruna gran variedad de factores personales (ansiedad, dficitsensoriales, nivel cultural premrbido, toma de psicofrma-cos, etc.).

    ConclusionesUno de los principales desafos de la neuropsicologa radicaen poder establecer una relacin entre las puntuaciones ob-tenidas en la exploracin neuropsicolgica y la capacidadfuncional del sujeto, a fin de disponer de informacin quepermita predecir la repercusin de los dficit cognitivos en elgrado de autonoma personal e integracin social del indivi-duo.

    Respecto a las funciones ejecutivas hemos de reconocerque su evaluacin resulta compleja, posiblemente por la es-casa operatividad de la descripcin del constructo funcio-nes ejecutivas as como la estructura de los tests empleados.Resulta prcticamente imposible disear un test que valoreexclusivamente funciones ejecutivas, ya que, por definicin,este concepto abarca una compleja red de funciones y pro-cesos cognitivos. Por otra parte, en nuestra vida cotidiana laresolucin de situaciones novedosas implica no slo proce-sos cognitivos sino tambin aspectos sociales y emocionales,tales como comprender la intencionalidad del otro o res-ponder a la informacin que proviene del entorno. Por con-siguiente, existen mltiples aspectos cognitivo/emocionalesimplicados en el funcionamiento ejecutivo cotidiano, por loque es necesario desarrollar paradigmas que permitan exa-minar como diferentes factores o subcomponentes de lasfunciones ejecutivas se relacionan con el funcionamientodiario de los individuos. Cripe (1998), en un magnfico captu-lo sobre validez ecolgica en la exploracin de las funcionesejecutivas, sugiere que la dificultad para medir el funcionamien-to ejecutivo es un problema metafsico y epistemolgico ya quelas puntuaciones en los test son meras representaciones simb-licas reduccionistas. Los presupuestos bsicos considerados poreste autor son los siguientes:1. Objetos estticos y simples pueden ser medidos con un

    razonable grado de fiabilidad.2. Las medidas no son el objeto. Son una representacin

    simblica del objeto.3. Cuando los objetos estticos son ms complejos en su

    diseo y estructura la medida es ms dificultosa.4. Los objetos en movimiento son ms difciles de medir.

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    5. Mltiples objetos y realidades en continuo movimiento e

    interactuando en un sistema dinmico son muy difciles demedir y describir.6. Cuando ms complejas son las realidades que deseamos

    medir la fiabilidad es ms alta si empleamos mltiplesmedidas.

    7. Reducir una realidad compleja y dinmica a pequeasrealidades incompletas nos aparta de la comprensin de larealidad global.

    8. La realidad es ms fcil de comprender cuanta msinformacin y de ms informadores obtengamos.

    9. Los simples resultados en un test excluyen muchainformacin acerca de los procesos subyacentes en laconducta.

    10.El acto mental como un producto de una interaccindinmica de mltiples y complejos sistemas dinmicos sermejor conocido cuanta ms informacin seamos capaces derecabar y de integrar en un modelo comprensivo.

    El hecho que prcticamente todas las actividades querealizamos en nuestro da a da requieren de la participacinde las funciones ejecutivas ha llevado a autores como Dun-can (1995) a sealar que las funciones ejecutivas guardangran relacin con el constructo inteligencia o el denomi-nado factor g de inteligencia general. De hecho, conven-dremos en que una buena definicin de inteligencia harareferencia a la capacidad de resolver situaciones novedosasde una manera adaptativa. De alguna forma, las funcionesejecutivas emergen como procesos adaptativos orientados adisminuir la incertidumbre del entorno (predecir las conse-cuencias de una accin) actuando como un sistema de pre-diccin interna por analoga. Para lograr disminuir la incerti-dumbre presente en el entorno, el sujeto traza posibles solu-ciones partiendo del conocimiento almacenado (p. ej. cono-cimiento de situaciones previas similares), de las demandasque provienen del ambiente as como de las metas y objeti-

    vos perseguidos. Asumiendo la existencia de una relacinentre inteligencia y funciones ejecutivas hemos de considerarel carcter dimensional de ambos conceptos. Es decir, lasfunciones ejecutivas, y por extensin su afectacin, hundensus races en el funcionamiento cognitivo normal y por otro

    lado, los subcomponentes que conforman el funcionamientoejecutivo se mezclan de forma que no pueden ser divididoscon precisin, de ah la unidad y diversidad del constructofunciones ejecutivas.

    Un aspecto fundamental para estimar la validez ecolgicade los test de funciones ejecutivas es la variabilidad interin-dividual de las demandas cognitivas ambientales (Sbordone,1997; Sbordone y Guilmette, 1999). Algunos sujetos que,

    segn las pruebas administradas, presentan dficit ejecutivos

    pueden llevar a cabo una vida normalizada por la baja exi-gencia ambiental mientras que otros sujetos con leves dficitejecutivos pueden presentar importantes dificultades en su

    vida cotidiana a causa de una alta exigencia ambiental. Por lotanto, para llevar a cabo predicciones sobre la futura adapta-cin personal y social del paciente, resulta igual de importan-te conocer las demandas ambientales a las que debe hacerfrente el sujeto como sus dficit ejecutivos.

    Otro factor de especial relevancia para el estudio de larelacin entre el funcionamiento ejecutivo y la ejecucin enlos tests es el uso de estrategias compensatorias (Long yKibby, 1995). Un sujeto puede utilizar estrategias compensa-torias en su vida cotidiana y no ponerlas en prctica en laadministracin de las pruebas. De la misma manera, un suje-to puede errar al aplicar estrategias cognitivas compensato-rias en su vida cotidiana all donde estas sean necesarias (p.ej., por presin del tiempo para la ejecucin de una tarea).

    A modo de sugerencias finales podemos plantear las siguientesrecomendaciones:1. La evaluacin neuropsicolgica debe llevarse a cabo por

    personas especializadas que interpreten los datos en funcinde un corpus de conocimiento slido sobre las relacionesentre cerebro y conducta.

    2. La seleccin de los instrumentos empleados en laexploracin de las funciones ejecutivas debe basarse en sucapacidad para ofrecer informacin sobre los mecanismossubyacentes alterados, en su nivel de validez ecolgica ysensibilidad a los avances/cambios que se produzcan.

    3. A fin de poder estimar los efectos de los dficit ejecutivossobre las actividades diarias del sujeto es necesario disponerde informacin sobre el funcionamiento ejecutivopremrbido del individuo, las demandas cognitivasambientales a las que est sometido o las estrategiascompensatorias que utiliza.

    En resumen, la validez ecolgica de la exploracin de lasfunciones ejecutivas no depende exclusivamente de los testsadministrados sino de una adecuada contextualizacin de lainformacin obtenida en estos, ya que la realizacin de lostests ejecutivos est condicionada por mltiples factores que

    el examinador ha de conocer y considerar adecuadamente encada caso particular. El conocimiento de la realidad en la cualest inmerso el sujeto junto a sus caractersticas personales esfundamental ya que permite delimitar y comprender mejorlos hallazgos de la exploracin, lo cual, en definitiva, debepermitir al profesional evitar realizar predicciones o inferenciaserrneas respecto a la capacidad funcional del individuo en su

    vida cotidiana.

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    (Artculo recibido: 15-4-2007; aceptado: 4-10-2007)

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