VALORES POSITIVOS-MONOGRAFIA

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DEDICATORIA A nuestros padres por la única, verdadera e invalorable herencia, producto de sus sacrificios y desvelos en nuestra educación y superación.

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DEDICATORIA

A nuestros padres por la única, verdadera e invalorable herencia, producto de sus sacrificios y desvelos en nuestra educación y superación.

El trabajo monográfico elaborado sobre los valores positivos es para ampliar

conocimientos respecto al comportamiento de las personas y sus relaciones con

los demás.

A partir de distintas definiciones y pensamientos de autores para generar

pensamientos propios del diario vivir y relacionarlos con el contexto sociocultural en

que vivimos.

Continuamente valoramos y somos valorados, valoramos las acciones de los

demás, valoramos a los integrantes de la familia, compañeros de trabajo y los

objetos que nos rodean; simultáneamente los otros valoran nuestras acciones y

valoran nuestra personalidad.

Los seres humanos no tenemos una actitud indiferente y pasiva frente a la realidad,

sino que sentimos linda o fea, mala o buena.

En ese contexto el concepto de los valores positivos abarca contenidos y

significados diferentes y ha sido abordado desde diversas perspectivas y teorías.

En sentido humanista, se entiende por valor lo que hace que un hombre sea tal, sin

lo cual perdería la humanidad o parte de ella.

El valor se refiere a una excelencia o a una perfección. Por ejemplo, es más

valioso trabajar que robar.

La práctica del valor desarrolla la humanidad de la persona, mientras que el

contravalor lo despoja de esa cualidad.

- Hay muchas definiciones dictadas ya por pensadores muy antiguos, y por lo que

la historia y las leyendas relatan, aparecen dos posiciones muy fuertes pero

antagónicas que se mantienen hasta el día de hoy.

Una señala que los valores positivos son metas, ideales que puede alcanzar el

hombre. Por ejemplo, ser generoso. Pero no una generosidad a tu estilo y

conveniencia.

Para ellos los valores positivos son objetivos, y no están sujetos a la cultura, al

tiempo, a la ciencia ni a otras variables. Son externos al hombre, no dependen

de el, están de acuerdo a la ley natural, son inmanentes, trascendentes y

atemporales, por ejemplo: el Amor, que muchos lo confunden sólo con un

sentimiento. Ellos corresponden a un orden cósmico. ¿Te has detenido a pensar

cómo es de organizado y perfecto nuestro universo?.

La segunda postura plantea que los valores positivos son subjetivos, que

dependen de la valoración que cada hombre les dé, de acuerdo a su marco de

referencia (cultura, edad, sexo, educación, religión, etc), que cambian con la

historia y el momento circunstancial, incluso hasta con el estado de ánimo, esto es

lo que más estamos viviendo ahora. El mundo es valorado de acuerdo a la propia

percepción.

A continuación daremos a conocer cada uno de los valores positivos, analiza cada

uno de ellos y ve en cual posición te encuentras.

Es el principio que crea y sustenta las relaciones humanas con dignidad y

profundidad.

"Amar" es "Dar". ¿Dar qué?, lo mejor de mí mismo. ¿Qué es lo mejor de mí?, mis

valores. ¿Para qué?, para lograr el bien mío y el bien del otro.

Así mismo el amor es la base para el principio de ecuanimidad entre el espíritu y la

persona. Cuando el amor está combinado con la fe, crea una base fuerte para la

iniciativa y la acción. El amor es el catalizador para el cambio, el desarrollo y los

logros.

El amor no es sólo un deseo, una pasión, un sentimiento intenso hacia una persona

u objeto, sino una conciencia que es a la vez desinteresada y satisface el propio

ser. Se puede sentir amor por el país de origen, por un propósito apreciado, por la

verdad, la justicia, la ética, por las personas, la naturaleza, el servicio a los demás y

por Dios. El amor emana de la verdad, y de la sabiduría. El amor basado en la

sabiduría es amor real, no es un amor a ciegas. Descubrir los secretos del amor es

observar cómo se revelan los secretos de la vida.

Se puede transformar un mundo entero mediante una visión de amor, una actitud

de amor y acciones llenas de amor.

La felicidad es uno de los sentimientos más importantes para la integridad humana.

La felicidad, es estar satisfechos con nuestra vida, y con todo lo que hay en ella.

Así también es un estado emocional que se produce en la persona cuando cree haber alcanzado una meta deseada.

Aquél que no pueda ser en vida, sencillamente no habrá vivido.

La felicidad la encontramos en múltiples aspectos de nuestra vida, y muchas veces despreciamos el verdadero valor de ser felices.

La plenitud total y la felicidad absoluta son los objetivos primarios del Desarrollo Personal. No tiene sentido crear empresas, empezar negocios, iniciar proyectos, llevar a cabo ideas y en general, realizar cualquier actividad si ésta, no nos hace felices.

Sin embargo muchas personas se olvidan de que la felicidad debe tomar un lugar importante en sus vidas, y finalmente terminan por dejarla de lado considerando que para ellos simplemente ha sido negada.

“No hay felicidad completa” dicen algunos, con el objetivo de excusarse por el hecho de que ellos no han podido ser felices. La felicidad no debe esperarse a que llegue, debe crearse.

Todas las decisiones que tomamos día a día, contribuyen positiva o negativamente con nuestra felicidad.

Muchos confunden la felicidad con la alegría, pero lo cierto es que la felicidad es duradera, y la alegría pasajera.

Es el estado de equilibrio e integridad que se siente cuando todo en nuestra

vida está bien.

La plenitud, es la reunión de otros valores como calma, tranquilidad, convicción,

certeza, amor, tranquilidad, equilibrio, etc.

Es el valor que produce armonía interna, bienestar, sonrisas, paz.

Cuando la plenitud hace parte de tu vida, todas las áreas en tu interior están bien,

lo cual no significa ausente de debilidades o cosas por mejorar, sino con la

confianza de saber que cada día es una nueva oportunidad de respirar y disfrutar la

hermosura del mundo que nos rodea.

Es estar siempre en los buenos y malos momentos, por lo que puede pasar

una persona.

Por ejemplo al valor de la compañía lo refleja su performance, y si el desempeño es

bueno, los inversores lo apreciarán y les gustará. Si el buen desempeño es

consistente, crece el valor de la compañía. Pero en mi opinión, el foco está en la

ejecución y el desempeño. Tuvimos un exitoso 2004 y este año será aún mejor, y la

mayoría de la gente que tiene nuestras acciones entiende eso y está feliz con su

desempeño. Los inversores siempre harán preguntas sobre el futuro y sobre cómo

van las cosas, es apropiado. Pero cuando uno maneja una compañía, el

desempeño habla por uno.

Es sentirse bien con las acciones que uno realiza.

Por ejemplo la satisfacción en el trabajo, se puede definir de manera muy

genérica, como la actitud general de la persona hacia su trabajo. Los trabajos que

las personas desempeñan son mucho más que actividades que realizan, pues

además requiere interacción con los colegas y con los gerentes, cumplir con los

reglamentos organizacionales así como con sus políticas, cumplir con los

estándares de desempeño, sobrevivir con las condiciones de trabajo, entre muchas

otras cosas. Con esto lo que se quiere expresar es que la evaluación de la

satisfacción de un empleado, es una suma complicada de un número de elementos

del trabajo.

Es el hábito de dar y entender a los demás.

Comparado a menudo con la caridad como virtud, la generosidad se acepta extensamente en sociedad como un hábito deseable.

En momentos de desastres naturales, los esfuerzos de la ayuda son con frecuencia proporcionados, voluntariamente, por los individuos o los grupos que actúan de manera unilateral en su entrega de tiempo, de recursos, de mercancías, de dinero, etc.

Aunque el término generosidad va a menudo de común acuerdo con caridad, mucha gente en el ojo del público desea el reconocimiento de sus buenos actos. Las donaciones son necesarias para apoyar organizaciones y sus comités, sin embargo, la generosidad no debe estar limitada a épocas de gran necesidad tales como desastres y situaciones extremas; ya que la generosidad no ha de estar basada solamente en el estado económico, sino que por el contrario, esto incluye las intenciones puras del individuo de mirar hacia fuera para bien común de la sociedad y dar ejemplo a los demás.

La generosidad es una virtud que difícilmente se puede apreciar en los demás con objetividad. En el momento de juzgar los actos de otras personas estaremos, normalmente centrando la atención en el que recibe o en las características de la aportación. Por ejemplo, si nos enteramos de que alguna persona sin problemas económicos ha regalado una cantidad de dinero a algún pariente suyo con necesidades, es lógico que le llamemos «generoso». Sin embargo, esa aportación seguramente no le ha costado ningún esfuerzo. Desconocemos el motivo del acto: ¿ha sido por reconocer la necesidad de su pariente o por no sentirse culpable, etc. Es decir, podemos identificar distintos medios o maneras para poder llevar a cabo un acto de generosidad, pero un acto será muestra de generosidad o no, de acuerdo con la intensidad con que se viva la virtud y la rectitud de los motivos

La simpatía, por lo tanto, es aquella inclinación afectiva que existe entre dos o más personas. Por ejemplo: “Existe una gran simpatía entre ella y yo”, “Marcos y Abel no se tienen simpatía”.

Por lo general, la simpatía es mutua y nace de manera espontánea. Sin embargo, es posible que, con el correr del tiempo, el hecho de conocer más a otra persona haga nacer una simpatía que, en principio, no existía.

Más allá de que el término se utiliza en las relaciones interpersonales, la simpatía también permite hacer referencia a la inclinación análoga hacia animales u objetos. Para la física, la simpatía es la relación entre dos cuerpos o sistemas por medio de la cual la acción de uno induce al mismo comportamiento en el otro.

Por otra parte, la simpatía forma parte de la personalidad de una persona. Se trata de algo propio de su modo de ser y de su carácter, que convierte a dicho sujeto en alguien agradable para los demás: “Alfredo me conquistó con su simpatía”, “Gracias a su simpatía, el candidato logró seducir a los vecinos y quedó bien posicionado de cara a las elecciones”.

En psicología, el concepto se entiende como un mecanismo de influencia y se encuentra relacionado con la parte afectiva que moviliza la actitud de un individuo. Cuando éste se encuentra en una situación agradable, en la que se siente cómoda, experimenta un estado afectivo positivo lo cual lo ayuda a mantener buenas relaciones con su entorno.

Según los especialistas, para conseguir que una persona se presente positiva y agradable, es necesario brindarle una situación cómoda valiéndose de los recursos que existen en el ambiente.

Es el buen ánimo que tenemos para hacer las cosas.

Así también es interés y placer frente a una cosa, es motivación por lo que se hace, es encontrar agradable el cumplir con determinada asignación o tarea.

Una persona que cuenta con entusiasmo, actúa en sus responsabilidades de la manera correcta, encuentra ameno su trabajo y camino por seguir.

Por otro lado, también podríamos decir que una persona entusiasta es la que contagia a otros de ganas por seguir, por actuar, por moverse en busca de un objetivo.

El entusiasmo nos hace caminar por la vida con alegría, nos vuelve serviciales con los demás y hace que nuestra actitud mantenga firme frente a lo que debemos lograr y hacer.

Los valores positivos son construidos por cada uno de los individuos y en ese

proceso de adquisición son varios los factores que influyen desde la familia, la

escuela, los amigos, en el trabajo, etc.

Puesto que hacemos nuestro ciertos valores y otros no. Los valores reflejan el

curso de la vida, porque hay algunos que son permanentes en el tiempo que otros.

Los valores positivos cambian con las necesidades y experiencias de las

personas, es decir:

Hay valores de nuestra sociedad que dan importancia a la recompensa monetaria

y otros que dan importancia a la categoría o al servicio social.

De modo que estamos constantemente evaluados y evaluamos por la racionalidad

de sí, y de los otros de modo que podemos darnos cuenta que hay valores

preferenciales y valores universales.

Gracias a ello captamos que hay cosas importantes a las cuales no debemos

renunciar y cosas poco importantes de las que podemos prescindir.

Miranda, Guillermo. Valores de la época histórico-cultural. El

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Rosental, M, Iudin. P. Diccionario Filosófico, Editora Política, La

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Fabelo, Corzo. Valores universales y problemas globales,

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¿Qué son los valores?, Revista de la Prensa 2006. Bolivia

-Bravo Miña "Valores Humanos".

-Valenzuela Gustavo: "Ética".

-Frondizi Risieri "¿Qué son los valores?"