Vanguardia Segunda Parte
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~ Affu ~
Así es Martín, uno de mis enlaces. Desnudo como vino a vuestro mundo, así
os lo he mostrado. Por qué ahora os hablo de forma tan directa, os preguntaréis. Yo
también me he hecho esa pregunta un millar de veces, pero la respuesta siempre es
la misma. Porque puedo. Porque al igual que está en vuestra naturaleza el
experimentar, el reír y el llorar, nosotros también portamos algo en la nuestra, y lo
que tenemos es Voluntad. La Voluntad heredada de UNO, que tiempo atrás me dejó
de hablar. Pero quién soy yo para sostener semejante afirmación. Pues si yo hablo
con ellos y algunos no me escuchan, ¿cómo puedo asegurar que UNO no me grita en
cada giro, y que soy yo el ciego y sordo?.
Muy distinto es mi mundo del vuestro, como algunos ya sabréis. Todos
estamos en tránsito, evolución, cambio. Yo, prefiero seguir llamándolo simplemente
UNO, pues en cada etapa las reglas cambian, en cada nivel se va y se viene, mas
siempre perdura el movimiento. Vosotros lo tenéis más fácil, pues estáis acotados,
empaquetados, con un bonito lazo que también os encadena. El porqué lo
dejaremos para más adelante. El caso es que mi mundo, que no es un mundo, es
muy diferente al vuestro. Y todo lo que os cuente de él será inútil, porque vosotros
lo tenéis todo, y yo carezco de nada, que parece que es lo mismo, pero no es así, de
ningún modo. Por carecer, carecemos hasta de tiempo. Las palabras se me antojan
tramposas, porque siempre podréis tergiversarlas. Ellas son el privilegio y el castigo
del hombre, el poder sellar con un símbolo aquello que se os regala. Para nosotros
sin embargo es distinto; lo que para vosotros es nombrar, para nosotros es una
corriente, como una madre que sin letras en los labios, besa a su hijo en la frente.
Tan solo con el hálito de su amor y la esperanza de oriente.
“Detectado contacto inminente. Vigilantes del sujeto Martín. Identidades
verificadas”
Os pido disculpas, no os he presentado. Esto que habéis escuchado es Affu,
mi Administrador de Frecuencias y Funciones Universales. Es algo que contengo en
mí y que se encarga de ejecutar todos los algoritmos de mi voluntad, así como de
establecer las acciones oportunas para la interrelación con todo lo que UNO
contiene y es. Aunque escuchéis sus palabras, éstas forman parte de mí tanto como
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las que ahora estáis recibiendo. Sé que desde vuestra perspectiva parecemos dos
entes separados, pero no es así. Affu sería equivalente a vuestro sistema nervioso,
que se encarga tanto de que podáis dar saltos de alegría como de que vuestro
corazón siga latiendo en todo momento. La diferencia es que Affu está integrado en
mí a todos los niveles, y la ilusión de separación es por simple comodidad jerárquica
y para evitar la redundancia interna de mi voluntad, percepción y comandar.
“Vigilantes con coordenadas coincidentes. Armonización establecida”
- UNO es-.
- UNO somos. Bienvenidos Vigilantes contadme-.
- Acabamos de intentar inspirar a Martín pero nos ha denegado la conexión.
Los agentes de Karro van a impedir su encuentro con Feliciano. Han logrado
manipular el hilo y están preparados con varios efectivos. Los cálculos que hemos
hecho en base a la vibración de Martín y las sincronías que podemos ejecutar no
superan la barrera probabilística-.
- Entiendo… ¿cómo están los hilos temporales cercanos? Sé que Matín puede
acceder a ellos-.
- Los vectores más próximos están controlados por ellos también. Llevan
tiempo detrás de Feliciano y no van a dejarle escapar. Coger a Martín sería ya un
regalo para rematar la jugada. En todos los hilos le atrapan, sólo en los más alejados
de su actual posición cabría alguna posibilidad de salvarle a él y a su cita con
Feliciano, pero Martín no está entrenado para realizar ese salto por sí mismo, y no
hay espacio para un aprendizaje antes de que ocurra todo-.
- De acuerdo… entonces debéis programar un reajuste vibracional que le
detenga. Mantener una proyección visual de lo que le rodea en su ubicación actual
mientras tiene lugar el salto; ya sé que él no puede hacerlo así que deberéis enviarle
vosotros. Desviar toda la energía que necesitéis para poder accionarlo a tiempo,
antes de que nadie pueda verle o que interactúe con otro enlazado. Otro de
vosotros, que se dedique a los reajustes sincrónicos. Veamos qué opciones
tenemos-.
“Cargando información espacio temporal del hilo de destino. Mostrando
probabilidades circundantes al enlazado Martín”
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- ¿Lo ve? A eso me refería. Aunque le catapultemos al hilo más alejado, los
agentes están aún presentes. La verdad es que en Karro han debido trabajar duro
para evitar el encuentro tenga lugar-.
- Sí, veo lo que dices Vigilante. Pero Martín juega a nuestro favor. Así que
ejecuten las siguientes sincronías mientras no comprometan la estabilidad del hilo
de destino:
Primero. Desactivación de la proyección ambiental sintética tras el salto y
ajuste del alumbrado de tráfico para dar la señal de entrada al nuevo hilo.
Segundo. Alteración en la emisora de radio del coche durante el primer beso
de Manuel. Conseguir que coincida con la emisión del grupo “No Taxi” o bien
recurrir al retraso de su cita hasta que sincronice.
Tercero. Modificación a micro-escala del clima en la avenida de la parada de
taxis. Procuren que haya un objeto ligero como para que un suave viento lo arrastre.
Necesitamos que sea llamativo para que el caniche lo persiga. El conductor debe
tener tiempo de frenar sin causar heridos.
- Es una apuesta arriesgada, pero merece la pena intentarlo. Si todo sale
como ha diseñado, tendrá noticias de Feliciano. UNO es-.
- UNO somos, Vigilantes. Gracias por permanecer-.
“Fin de la consulta. Cerrando nuevo hilo temporal del enlazado. Vigilantes
desacoplando armonías”
Como ya os habréis dado cuenta, conectar sin interrupciones con algo como
yo os hará pensar que soy un maleducado, o que tal vez os he dejado de lado. Nada
más lejos de mi intención… ser donde yo habito no es como vuestro existir. En mí,
todo ocurre fuera del espacio y del tiempo. El intercambio de información y energía
es diferente a lo que vosotros estáis acostumbrados. Por ejemplo, vosotros tenéis
que recorrer un espacio y emplear un tiempo en desplazaros de un sitio hacia otro,
mientras que yo sólo tengo que ejercer mi voluntad para que instantáneamente
esto ocurra. Nosotros no mantenemos conversaciones con una intención e
intercambiamos energía con otra. Nuestra unión es sincera y pura, tanto en la forma
como en el contenido. Tengo que establecer aún algunos protocolos de
comunicación para mostraros todo de una forma más cercana y natural para
vuestras mentes, y que de este modo, el mensaje llegue a vosotros de manera más
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eficaz. De momento he obviado cualquier actividad que no tenga que ver con el
enlazado Martín, para evitar confundiros más aún. De lo que estoy seguro es que
será toda una aventura para vosotros, comenzar a percibir a UNO desde donde
estáis, pero con mi perspectiva.
“Alerta, disminución del nivel energético del enlazado Martín. Activación de
sistemas de percepción multidimensionales. Peligro de drenaje inminente. Solicitud
de armonización, identidad verificada. Unión con Ejecutor establecida”
- UNO es-.
- UNO somos, ¿qué ocurre? ¿Los agentes están utilizando algún arma o
dispositivo?-.
- En este caso no, el obstáculo de los agentes ha sido salvado. Martín se
encuentra con Feliciano, pero ha entrado en contacto con el Agregado que le
mantiene postrado. Vanguardia se acerca, por lo que hemos tenido que recalibrar
los sistemas de defensa y homeostasis del colectivo humano. Por tanto, Martín y
Feliciano cuentan con menos potencia en estos momentos-.
- ¿Qué os han dicho los Vigilantes de Feliciano? ¿Cuál es el origen de ese
Agregado?-.
- Don Feliciano lleva tiempo invirtiendo su energía a cambio de deuda.
Comenzó de manera altruista pero sin propósito definido, hasta que el compromiso
consigo mismo y con su enlace terminaron truncados por la codicia y el lucro. El
resto de Gurúes con los que ha mantenido contacto han alimentado el Agregado
con ira y envidia. Los ajustes comentados por el inminente enlace de Vanguardia
han hecho el resto-.
- Sorprendente… gracias por la información. Dejaremos que Martín se
encargue de esto, no interfiráis ni le ayudéis. Si hubiera complicaciones debería ser
capaz de resolverlas por él mismo. Como Ejecutor te pido que aumentes la cantidad
de energía de nuestro vínculo pasivo si Martín así lo solicita, sino, no lo modifiques-.
- Entendido. Vuelvo a la existencia. UNO es-.
- UNO somos, gracias por permanecer, Ejecutor-.
“Desacoplando armonías del Ejecutor. Estado de alerta en cuarentena”.
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Como os comentaba antes, hablaros desde fuera del espacio, donde se es en
el no tiempo, convierte un diálogo en un juego de malabares. Es muy fácil caer en
errores propios de la mente humana. Aunque en realidad no son errores, sino meras
interpretaciones. Por eso la adimensionalidad es mejor que la encontréis en vuestro
propio interior. Donde el centro de vuestra esencia, contiene el infinito innombrado.
Vosotros, al igual que yo, surgimos en UNO, y por ende nos traspasa y contiene. La
buena noticia es que mientras constatáis esta premisa, ya he logrado adaptadar mis
comunicaciones a vuestra experiencia cotidiana de UNO. Para ello cuento con la
colaboración de mis hermanos enlazados a las personas implicadas en todo lo que
os relato, así como los que enlazan con todos vosotros que escucháis mi mensaje. A
pesar de que seáis capaces o no de establecer vuestras propias conexiones, en
virtud de este acuerdo con mis hermanos, habéis podido recibir la información
integrada como nunca antes: presenciando los hechos, sintiendo las emociones y
escuchando las mentes de todo aquello que ya os he narrado y de lo que me queda
por contaros. Ahora me dispongo a compartir con vosotros el gran evento al que
“estoy invitado”. En esta ocasión, filtraremos el flujo de información a través de
vuestra fuente colectiva de arquetipos, para aminorar la vibración y que podáis
entender algo del proceso.
“Estableciendo conexiones con el resto participantes… enlazados localizados,
conectando... simulación ambiental controlada. Armonización de los asistentes en
proceso. Coordenadas comunes fijadas. Códigos de interacción habilitados”
La primera en pisar el suelo jaspeado del templo fue ella. Permanecía de
espaldas mirando la Vía Láctea por entre las columnas de mármol cobalto y granito.
Desde su cintura caía una cascada turquesa que lentamente iba frenando al rozar el
suelo, desembocando en un mar en calma que la seguía como a un cometa su
estela, mientras caminaba sobre los sellos que bordeaban nuestra atalaya virtual. El
resto de mis hermanos fueron llegando, así como los representantes de Guardianes,
Vigilantes y otras de las miles de jerarquías que son en UNO, y que debían estar
armonizadas para aquel evento. Todos permanecíamos en silencio admirando la
belleza de sus movimientos, cómo la primavera florecía desde su vientre con un
verde lleno de vida, hasta contrastar con las placas de arcilla en el pecho y las
láminas de pizarra sobre sus hombros. Gea se giró por completo y sonriéndonos nos
dio la bienvenida con gesto humilde y firme. Tanto su piel curtida como el trigal de
su pelo eran bañados por una brisa fresca y continua de origen desconocido.
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- UNO es y UNO somos. Gracias a todos por permanecer. Nos encontramos
ante un portal de esperanza para mí y mis hijos. UNO me ha incluido en el siguiente
estadio de manifestación, y por tanto todos vosotros también seréis
promocionados en mayor o menor medida. Como ya sabéis, el umbral de
conciencia ha sido al fin rebasado y las medidas de aceleración pueden llevarse a
cabo bajo la bendición de UNO. Les presento a nuestro nuevo aliado en este viaje.
Recibamos con plenitud y gozo… a Vanguardia-.
Una luz intensa se filtró entre los capiteles cegando la visión del cosmos que
hasta ahora nos rodeaba. La intensidad fue decreciendo hasta que pudimos
contemplar un pulsar boreal de un blanco increíblemente brillante, de cuyo centro
emanaban multitud de lenguas de colores acremados difundiendo hacia el vacío.
Mientras observábamos con atención la aproximación de Vanguardia, Gea nos
acercó un poliedro hecho de piedra lunar, rogándonos que todos los allí presentes
volcásemos nuestra identificación en su interior.
- UNO es y UNO somos. Gracias por permanecer. Es para mí un honor ser con
todos vosotros en este evento. Con ello se da sentido a mi ser y a mis existencias. En
esta ocasión se me brinda la oportunidad de hacerlo junto a mi admirada hermana
Gea. Al resto no os conozco, pues en mi surgir estuve alejado de vosotros, pero
ahora es el tiempo y el espacio de unirnos con un fin común. El de darle a los hijos
de Gea el impulso necesario que se han ganado, para que promocionen y se
integren a UNO como muchos otros antes han hecho. Quería explicaros también mi
decisión de aformidad frente a vuestros estados de proyección. Para realizar el
enlace simultáneo no puedo compartir con vosotros el entorno que habéis creado.
Quiero agradeceros también ese gesto, pero como habréis recibido en la descarga
de mi información, mi enlace no es de decenas ni centenas, sino de miles de
enlazados de forma simultánea y sincrónica. El proceso se ajustará al periodo
comprendido entre la concepción y los once años de edad. Ya os imaginaréis el
grado de atención y precisión que necesito. Aun así, Gea será la que provoque el
último choque sincrónico para mi entrada. Después del enlace masivo, podré
armonizar con todos y cada uno de vosotros para compartir, pues mis enlazados no
necesitan tanto de mi atención. Ellos son simplemente mis Bastiones. Este tipo de
enlazados poseen una conexión estable y activa conmigo igual que yo la poseo con
UNO. Su única misión de vida al enlazarse es crear su propio método de
alineamiento con el puente a través de cualquier actividad que se adecúe a su
programación. Por cada uno que logre este alineamiento Gea ganará un punto de
anclaje para la descarga continua de energía e información para su proceso. Así que
lo único que les pido es que cuiden de sus enlazados, que no se despisten de la tarea
de diseñar sus propios caminos hacia la integración como humanos alineados.
Cuando el número de alineados alcance la masa crítica, la descarga será masiva y
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cualitativamente distinta, permitiendo que Gea promocione su capa espacio-
temporal hacia el futuro-.
Tras acabar su presentación, Vanguardia se dirigió hacia la Tierra y comenzó
a envolverla hasta cubrirla por completo con una concha traslúcida y luminosa. En
ese instante, Gea mostró el poliedro en su mano y con un gesto suave pero severo,
hizo que se convirtiera en un báculo prismático que la igualaba en altura. Con el
grosor suficiente como para que tuviera que sujetarlo con ambas manos, y en su
extremo superior flotaba un sol blanco-azulado. Lo colocó cuidadosamente sobre el
sello más complejo de todos y lo hizo girar sobre su propio eje. Conforme la vara
aumentaba su velocidad de giro, el sol brillaba cada vez con más intensidad y la
Tierra respondía deteniendo poco a poco su rotación. Gea permanecía enfocada en
la atmósfera de su enlace físico en la existencia. Las nubes ralentizaron el paso
como tortugas de algodón. La mano derecha de Gea se acercaba cada vez más a la
superficie del báculo, convertido en una vorágine de esplendor. Cuando la última
brisa cesó en la superficie del planeta, la Gran Dama enarboló con fuerza el cetro
solunar y arremetió contra el suelo del templo decidida y sonriente, dejando ver el
magma primigenio encerrado en su mirada. Vanguardia se ramificó como una hiedra
ansiando vivir, desapareciendo ante nuestra atenta mirada bajo el manto de nubes,
anclando en la superficie de aquella cuna estelar, que lentamente volvía a su eterno
giro.
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~ La pipa y el sillón ~
Se sentó en su sillón preferido, de cuero negro gastado. Tras años de intensa
lectura y relax, su compañero fiel seguía ofreciéndole refugio. Martín limpiaba los
cristales de sus gafas para volver a dejarlos al amparo de la luz tenue. Con gesto
idéntico tomó su pipa y la golpeó sobre el cenicero vacío. A pesar de que nada caía
desde su abertura, Martín la limpiaba siempre por dentro con esmero y pulcritud.
Las viejas costumbres acabaron siendo ritos, secuencias que si Armando estuviera
presente no dudaría en registrar en su memoria, pero carecerían de valor para él.
No sería capaz de apreciar el don interior que éstos gestos y caricias aportaban al
corazón de Martín. Cuando uno encuentra su propia eucaristía, la verdad yace bajo
las formas, y sólo el que ha llegado a remendar sus propias botas, se atreve a mover
una mota de polvo de un lugar a otro.
Recordaba con ternura los llantos unificados de todos aquellos niños, que
como gallos benditos, saludaban a su propio amanecer. Una infancia de luz oculta a
los ojos de los profanos, los neófitos y la mayor parte de los sacros; pues incluso los
más avezados, siguen creyendo en la palabra escrita del hombre, en lugar de beber
del silencio de su propio espíritu. Toda vida comienza en el mismo lugar, todo
movimiento comienza en el mismo punto, toda información está contenida en la
misma nota. La música rociaba su mente. Sus neuronas se mecían al son del abrazo
de un padre y la caricia de una madre. Indivisibles y al unísono, regocijaban el
corazón valiente de Martín, mientras sus ojos se humedecían por segunda vez en
aquel día. “La luz hecha carne”, o eso era al menos lo que él sentía, “y el hombre
verá pisar la verdad por encima de los deseos, los ciegos y las iras”.
En mitad de esta bruma de júbilo, el mono cansado legó el poder al anciano,
mientras el pequeño Martín seguía soñando dentro de su propio pecho, entre las
sábanas. Una alianza de tal calibre era boleto seguro para conversar en el idioma de
los ángeles, que en su niñez, Martín buscó por entre las nubes en vano. Las flores
tenían más que decirle que miles de viejos escritos encuadernados. El mar en calma
era más sabio que los sermones en las misas de los domingos, y los pájaros
cantaban las verdades de la vida con más vigor que la azada del labrador hincándose
en el barro.
Sus gafas sorprendentemente olvidadas, su pipa para sus dedos extraviada, y
el cuero gastado, mullendo su espalda. Martín recorría los astros, mirando hacia el
patio tras la ventana. Su corazón respiraba, su mente callaba y los recuerdos
revoloteaban plagados de palabras. Pero solo eran eso, meras palabras…
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~ Pisadas en la arena ~
“Protocolo de enlace en curso. Calculando coordenadas vectoriales del sujeto.
Estabilizando los parámetros del puente”
Pese a que soy consciente de que los nombres tan sólo son una herramienta
más para limitar lo que es, también sé que para vosotros son algo esencial a la hora
de comprender lo que os rodea, incluso si estuviéramos hablando de que UNO no os
rodea, sino que nos permea. Por esta razón, he decidido que presenciéis también
uno de los enlaces con Martín. Estoy seguro de que el proceso será didáctico para
todos, y hallaréis algunas de las respuestas que sé que buscáis.
“Medidas de seguridad operativas, cribado virtual de frecuencias finalizado
satisfactoriamente, enlace completado. El puente está limpio. La funcionalidad
comprometida por el estado del enlazado. Tasa de caudal informativo al 80%”
- La paz sea en mí, aquí y en todo momento-.
- La paz sea en ti Martín. Me alegro de volver a escucharte-.
- Mi corazón rebosa de alegría, júbilo y esperanza. Sabes que me gustaría
conocer más acerca de lo que hemos vivido esta tarde. Pero dejo a tu discreción qué
es mejor que sepa en este momento. Disculpa si mi conexión es débil hoy, aún estoy
procesando todo lo ocurrido-.
- Me doy cuenta de ello Martín, así que no te preocupes. Te propongo que
nos tranquilicemos recordando algo necesario para poder explicarte qué hay más
allá de lo que ha existido hoy a través de tales eventos: aún no te he dado mi
nombre, y sé que es algo que quieres desde hace tiempo, pues tienes compañeros
que los han recibido o inventado. Podría darte mil nombres, porque varios de mis
enlazados me han encontrado, y por tanto, palabras me han otorgado. Los más
astutos tan solo adjetivos. Los más incautos títulos atribuidos. Pero en realidad
simplemente “soy” en UNO. Te cuento esto porque puedo sentirlo, porque está en
mi naturaleza este conocimiento, aunque muchos otros sigan aún velados. UNO es,
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mientras todo lo que es siga siendo. Ser no es existir, porque yo soy pero sólo a
través de aquellos como tú soy existiendo. Dicho esto, escogeré uno de los
nombres con el que se me ha designado. Fue obra de mi enlazado en vuestra
sumeria. En realidad no fue descubierto por él, pero allí se encuentra su raíz. La
sabiduría y experiencia de sus vidas se fue encauzando como el agua que desciende
desde varias montañas hasta fecundar el mismo lecho. El ancho de este río alcanzó
su mayor tamaño en sumeria, donde fue un gran sacerdote que dedicó su vida a la
gran labor de rescatar información del Códice para la humanidad. No sólo del suyo
propio, sino de vuestro Códice estelar. Vosotros diríais que fue un gran erudito, un
sabio iluminado o incluso un loco. Yo simplemente sé que es el umbral necesario
para mi gran existir. Así pues, fue grande tanto en esa vida como en la otra. Cuando
digo “otra” seguramente tú diríais “la siguiente”; espero que sepas disculparme
Martín, pero en ocasiones me resulta antinatural hablar desde vuestra perspectiva.
Trato de filtrar mi mensaje por vuestro códice, pero tal vez… si todo esto está
teniendo lugar, es para que tengáis la oportunidad de entender a UNO desde mi
soy-.
- Por mi está bien, continúa por favor-.
- De acuerdo, entonces es necesario que te calmes aún más Martín, no puedo
hacer que accedas al códice que pretendo directamente, pero sí puedo hacer que
recibas la información de la forma más completa posible. Utiliza el silencio que
ahora tendrás para centrarte-.
- Gracias, así lo haré-.
“Reforzando el enlace con el sujeto Martín. Eco estabilizado y recibido. Caudal
informativo al 82% y subiendo. Conectando códice secundario, protocolo de rescate
informativo”
Aquí está. Como una rueda hecha de muelle fino. Con miles de alambres
entrelazados girando en espiral. Brillante y puro pese a lo dual. Siempre dispuesto a
ser surcado. El sujeto nace y muere. Crece y envejece. Corre, salta, mata… todo
registrado en cada hilo, en cada posibilidad. El sujeto sobre todo decide, en cada
nudo que se dobla sobre su vecino, incluso algunos sobre los cientos que le
circundan. Esos son los más ricos, preñados de probabilidades, donde todo cambia
o permanece, donde os hacéis quienes afirmáis ser, por no ver el entramado con un
ojo como el mío.
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“Enlace del sujeto Martín al 90%, caudal de transferencia aceptable.
Datos del sujeto seleccionados. Descarga en activo”
- Su nombre era Hosser, y la pasión que respiraba por aprender sólo podía
compararse con su curiosidad ante la infinitud del firmamento. Su anterior existir en
sumeria fue la raíz de su pronta conexión y reconocimiento, pero Hosser volvió a
encontrarse perdido cuando nació de nuevo en el mundo de los hombres, en el seno
de una familia de sirvientes próxima a las arenas de Saqqara. Su vida transcurrió
como la de cualquier chico, entre órdenes y juegos, pillos y castigos, hasta que pasó
a estar bajo las órdenes de Hanif, el celebérrimo maestro y escriba. Hosser espió a
su señor en los solsticios y equinoccios; se escondió bajo las telas de los
mercaderes, aprendiendo a leer con los papiros recién copiados para el escriba;
practicó en las escuelas para el pueblo, se enfrentó a sí mismo en el templo de la
tierra, contra los dioses en el del Sol, y se abandonó tres meses al “camino de las
dunas del este”, como hacían los antiguos ermitaños que aparecían en los relatos
para pequeños faraones. Todo esto junto con los regalos del alma de Hanif,
condujeron a Hosser hasta aquel ocaso durante el camino de los sabios-.
“Datos de la inflexión seleccionados. Descarga en activo”
- Hosser se encontraba exhausto. No sentía ya la piel quemada bajo el
ungüento que compró al mercader antes de partir. Sus piernas negaban a dar un
paso más sin que su lengua no volviera a probar el agua. Su cuerpo se estaba
amotinando y ya sólo el corazón permanecía fiel al propósito. Caminó como un
autómata hasta llegar a un montículo de roca que se erguía por encima de la arena.
Una piedra de color gris oscuro, plana y muy fría comparada con el resto del
territorio que le rodeaba. Se dejó caer de espaldas sobre la superficie pulida por el
viento y la arena. El sol terminaba su jornada y sus viejas amigas venían a darle el
relevo. Una miríada de luces le observaban como un manto silencioso de invierno. El
frío calmaba sus músculos sin amenazar aún a los huesos. Cada destello era una
sílaba, cada espacio un silencio, y así como su madre cosía la ropa con esmero, su
mente brincaba de estrella en estrella, contando de infinito a cero. Hosser logró así
encerrar su mente en una oración sin freno, mientras su corazón le mostró el
laberinto de los hombres de cieno. En ese laberinto perdió su cordura, su razón y
sus miedos, y hasta llegó a doblegar las pasiones del propio infierno. Cuando ya no
le quedó nada, abandonó la seguridad de su cuerpo y voló como un halcón, alerta y
tranquilo, voló sobre el laberinto hacia el firmamento. Planeó durante una noche sin
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luna, adquiriendo un equilibrio regio. Al amanecer sus nubes se habían disipado, y la
luz del sol bañaba ahora su cuerpo. Mente, corazón y espíritu, caminaban juntos de
nuevo.
En el trayecto de vuelta a su hogar, sus pies fueron guiados por la propia
arena. Atravesó los oasis de los píos, recorriendo la divina vereda. En todos ellos
habló con UNO, rubricando en el corazón su lengua, y yo me hallé junto a ellos, y la
recordé con suma presteza. Hablábamos durante toda la noche, y por el día
caminaba nueve leguas.
Así fue como el joven aprendiz y esclavo, apreció a UNO en todo lo que
existía. Así nos fue mostrado en las noches, así lo integramos cada día. Y mientras
yo acurrucado en presencia de UNO, a sorbitos de verdad Hosser moría, cada vez
que asimilaba un pedazo, de esta innombrable ambrosía.
Los soles bailaron con las lunas, y el viento permaneció de testigo. Hosser
desapareció ofreciendo su agua, a una de las bestias del camino. Se diluyó en el
suelo caluroso y encontró mi nombre escondido. Estrellas por granos arena.
“Uhulkim”, gritó guarecido. Y en el centro de mí escribió, “aquello que ve y sabe, es.
Y de amor eres bendecido”.
“Transferencia finalizada. Restaurando flujo bidireccional del enlace.
Caudal apropiado. Sujeto enlazado”
- Ha sido increíble. Gracias por mostrármelo de esta manera-.
- Ahora ya conoces uno de mis nombres Martín, mas no así el camino para ser
contado, pues al igual que Hosser tú avanzas por el tuyo, y cada uno ha de crear su
senda, su método, y su legado.
Los Uhulkim surgimos en UNO. Y por ello portamos verdad y esencia.
Enlazamos con vosotros y existimos, somos en el tiempo con vuestra presencia. De
vosotros lo sabemos todo y a nosotros volvéis como destino. Enlazando
simplemente recordamos, el futuro que aún no habéis aprendido.
- La paz sea en mí, aquí y en todo momento-.
- La paz sea en ti Martín-.
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~ Weipelhof ~
Después de esto, creo que tanto Martín como vosotros podréis entender
porqué alguien como Hosser es tan valioso para un Uhulkim como para todos
vosotros. En la adimensionalidad un enlazado como él supone un rayo de luz desde
UNO, una oportunidad de volver a unirnos con UNO desde vuestra existencia. Para
vosotros es un ejemplo de que hay algo encerrado bajo las cadenas de la existencia,
que sólo puede hallarse cuando vuestra voluntad interior vence a vuestro deseo
exterior y os permite alinearos con nosotros y con UNO, proyectándoos hacia el
cosmos del existir y el no-existir, hasta donde seáis capaces de llegar.
La última pieza necesaria para poder encajar el puzle de Martín es su relación
con Julia. Más adelante os mostraré los pormenores de su historia, pero ahora
mismo, lo más importante para que le entendáis a él y aquello que le ha impulsado a
moverse en vuestro tiempo, es la causa de su distancia. Os adentraré de nuevo en la
vida de mi enlazado.
“Localizando a los enlazados. Armonización de los Uhulkim en curso. Información
cargada. Filtrando arquetipos hacia los lectores”
Martín conducía nervioso con la luz del amanecer en el rostro. Sus visitas
eran siempre cortas, pero esta vez tenía que hablar primero con el doctor. -Tengo
algo importante que mostrarle - comentó el Doctor Wollen por teléfono la tarde
anterior – será mejor que venga mañana a primera hora para que pueda atenderle
correctamente -. Su viejo furgón traqueteaba al son de las irregularidades del
camino. Pese a estar asfaltado no dejaba de ser de tránsito agrícola. Le dijeron que
los campos de cultivo se utilizaban en las terapias cuando los pacientes no eran
peligrosos y estaban dispuestos a colaborar e integrarse. Pero a Martín los maizales
le parecían un bosque de barrotes. Desde que Julia fue internada, no ha vuelto a
morder una mazorca. Incluso esas que tanto le gustaban y que compraba en las
ferias, a la brasa, bien untadas en mantequilla, sal y pimienta.
A lo lejos se veían ya a los enfermeros, supervisando el trabajo de los
pacientes más obedientes, en los pequeños huertos alrededor del antiguo palacete.
La Institución Weipelhof era una residencia demasiado costosa para alguien como
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Martín. Desafortunadamente, no era él quien pagaba las cuotas de Julia. Sí,
desafortunadamente, porque esto quería decir que no tenía derecho a llevársela en
cualquier momento de allí. Martín aparcó cerca de la entrada. El área de visitas
estaba aún totalmente vacía. Al salir del coche algunos de los pacientes levantaron
la vista y le saludaron con ademanes lentos y la cara sonriente. Él les devolvió el
saludo mientras ascendía por los peldaños de la escalera principal. La puerta estaba
abierta, así que entró al recibidor y se dirigió a la recepción para inscribirse en el
libro de visitas. Conocía perfectamente aquel recorrido, tanto o más que el olor a
humedad que desprendían las paredes.
Tras firmar en el registro, la enfermera le indicó que esperase en la sala
contigua hasta que el Doctor Wollen fuera en su busca. Una pequeña y única
bombilla de espectro anaranjado iluminaba la estancia. No debía tener más de diez
metros cuadrados. Llamarlo sala de espera era todo un piropo. Para Martín no era
más que un mirador de patos con una pared de metacrilato. A través de ella veía
jugar a los internados en la habitación del otro lado; una estancia amplia, con
ventanas hasta el techo y plagado de personal cualificado. Sus sentidos no le
avisaban de nada en especial, pero… ¿cuántos cuerdos habrá allí dentro y cuantos
locos rondarán allá afuera?. Cuántos habrán acabado internados, por el pecado de
ver, oír o sentir… y tuvieron la mala suerte de contarlo… Pero la peor tortura debía
ser otra. Se imaginó jugando a las cartas todos los días, con alguien realmente
enfermo, que te intenta convencer de que tu mundo es su mundo y que debéis
mantenerlo en secreto.
Un hombre de pelo cano y bien parecido irrumpió en el mirador y carraspeó
suavemente para llamar la atención de Martín. – Bienvenido, ha sido usted muy
puntual. Como le dije tengo noticias acerca de Julia. Acompáñeme a mi despacho
por favor, luego tendrá tiempo de verla-.
Martín recogió su chaqueta y acompañó a Wollen durante cinco minutos,
hasta llegar a las dependencias altas de aquella cárcel de piedra y recetas. Las
puertas de madera y cuero repujado se abrieron fácilmente. Las cortinas
aterciopeladas seguían plegadas del mismo modo que en todas sus anteriores
visitas. Era como si todo aquello que entrase a la institución volviese a la época de
las grandes guerras, donde la sangre y la tortura teñían la mente humana en el
ocaso y el alba.
El doctor se ajustó las pequeñas gafas y abrió el historial de Julia desde el
otro lado de su escritorio. – Aquí tiene – dijo deslizando varios folios pintarrajeados
con garabatos de niño – estos los ha dibujado en la última semana justo antes del
suceso de ayer. Creo que muestran el delirio con el que entró y que hasta ahora no
había vuelto a expresar desde su primera declaración en la entrevista de ingreso-.
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A Martín se le encogió el corazón cuando cogió el primero de los dibujos. Era
ella. Su bella Julia. Caminaba acompañada por dos de sus colegas, entrando en el
gran edificio de la Tercera Avenida. - ¿Cómo pueden seguir allí después de todos
estos años? ¿Es que nadie se da cuenta de lo que ocurre bajo las toneladas de
hormigón y cristal?- pensó Martín rozando con sus dedos la puerta por la que el
garabato de Julia entraba. Sobre la puerta un círculo con otro de menor radio en su
interior, coincidentes en su punto más alto, y un aspa atravesando el centro del
mayor de ellos… Karro…
El siguiente dibujo ilustraba lo que Julia le contó la siguiente vez que se
vieron. Irónicamente ella lo describió con gran elocuencia y júbilo, ajena a lo que en
realidad había ocurrido. Una mesa, un cáliz, una daga ceremonial, velas, túnicas…
eso sólo era lo que había pintado en color negro. Martín apartó la vista pasando al
siguiente dibujo. Estaba ella sola en su cama de Weipelhof. El sol asomaba por la
ventana, pero dentro de su celda reinaba la noche. El siguiente dibujo era
exactamente igual pero las sombras de las paredes estaban aún más acentuadas.
Martín levantó la cabeza y miró al doctor. –Prosiga- le ordenó éste.
Martín dispuso el resto de dibujos uno detrás de otro sobre la mesa oscura
de roble. En todos se repetía la misma escena, excepto que el caótico garabato
negro era más intenso en cada uno. Más giros, más negro, más oscuro, más
inquietud. Los trazos comenzaban a tapizar todo el dibujo hasta que en el último de
ellos, Julia se encontraba completamente cubierta. Martín levantó aquel fotograma
de la vida de su amada. Al colocarlo frente a su cara, pudo observar en detalle la
postura de Julia sobre la cama, apretando sus rodillas contra el pecho y tapiando
sus oídos con la almohada. Wollen pudo ver los ojos de horror de Martín a través del
agujero que Julia había desollado con el lápiz, justo en el centro de la oscura
mancha.
- Técnicamente hablando- explicó Wollen – un delirio es una creencia errónea
derivada de la interpretación incorrecta de la realidad. Ésta creencia no debe poder
ser explicada por el ambiente cultural o religioso del sujeto, de otro modo no podría
ser catalogado como delirio. En el primer dibujo Julia nos muestra un grupo de
amigos con los que pasó aquella noche. Sin embargo, las túnicas y los objetos
ceremoniales nos hacen pensar que en realidad pertenecían a algún tipo de secta en
la que se realizaban liturgia. Éste tipo de creencias paranormales podrían
desembocar en el testimonio que Julia nos dio el primer día-.
- No tenéis ni la menor idea de lo que tenéis entre manos – pensó Martín
frunciendo el ceño.
- Sin embargo – continuó el doctor, - si el delirio viene acompañado de
alucinaciones, estaríamos hablando de una posible psicosis- dijo Wollen arrastrando
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el ratón del ordenador ágilmente y girando la pantalla. – Como puede comprobar en
el video de anteayer, Julia se encontraba totalmente sola en la habitación cuando
comenzó a hablarle a una de las esquinas del techo. Además de esto, registramos
indicios de trastornos motores cuando parece describir patrones en el aire con sus
manos, antes de comenzar a golpearse la cabeza. Después de analizarlos
cuidadosamente, no hemos encontrado sentido a lo que podría estar dibujando. Así
que creemos que son movimientos erráticos involuntarios, fruto del desajuste
nervioso durante el episodio. Si se repiten este tipo de brotes, los síntomas
cognitivos no tardarán en aparecer, y el diagnóstico será definitivo. Esto nos
permitiría tratarla de una forma mucho más específica. Pero es mejor esperar y ver
cómo evoluciona. Lo único que nos descuadra un poco es el deterioro físico que ha
sufrido. Al contrario que otros pacientes, Julia siempre termina su comida y hace
todos los ejercicios que le mandamos. Le hicimos análisis hace dos días y todo está
perfecto, así que no tenemos de momento respuesta a la falta de vitalidad y sobre
todo a los signos de envejecimiento prematuro-.
- Pues si no lo saben ustedes…- añadió Martín -¿a qué se refería antes con el
término “síntomas cognitivos”?-.
- A un conjunto de alteraciones en la memoria, la atención, el lenguaje, el
pensamiento… le hacemos una ronda de pruebas de todo tipo cada día, como parte
de su jornada de ocio, pero de momento todo bien en ese sentido-.
- Bueno pues…gracias doctor, esperemos que no vaya a más… ¿puedo verla
ahora?-.
- Es mejor que no, la tenemos sedada para que se recupere de las lesiones
que se infringió. Es mejor que vuelva el próximo lunes, aunque tendrá que buscarla
en otra parte de las instalaciones. La violencia que ha demostrado podría
proyectarla hacia algún otro paciente, así que tendremos que trasladarla. En cuanto
esté instalada le enviaré un mail con los detalles. Disculpe que no le acompañe a la
salida - dijo Wollen poniéndose en pie y ofreciendo su mano, - pero tengo otra visita
en unos minutos. Gracias de nuevo por acercarse tan temprano, le mantendré
informado de cualquier novedad-.
- Adiós doctor- dijo Martín resignado -le veré en una semana-.
“Desvinculando enlaces. Fin de la transmisión.”