VENCIENDO LA INDECISIÓN

ALEXANDER DORADO ALBAN

¿Es la indecisión un problema?

Uno de los problemas para proyectarse al futuro es la INDECISION, una persona indecisa es aquella que no asume con prontitud sus decisiones, que posterga o deja para después lo que debe asumir, ya que la decisión no da espera.

La indecisión es inseguridad

Las personas indecisas, son personas en el fondo inseguras, porque no saben que es lo que quieren, que es lo que anhelan, y guardan en su interior temores, que les inhiben o les impiden asumir o encarar una decisión.

Origen de la indecisión

El problema se da en el corazón de la persona, que cavila, que duda, que está llena de inseguridad, de dudas, y esto hace que la persona en lugar de tomar la decisión, trate de evadirla o inventarse algún mecanismo de escape.

Comportamiento del indeciso

Si una persona es indecisa, un día va querer hacer algo y al día siguiente o después está cambiando de opinión o de parecer. Y ante estas situaciones, hay que hacer algo al respecto, porque de lo contrario, la persona se va a congelar en el tiempo y no va avanzar hacia los desafíos que la vida le tiene preparados.

Claves para vencer la indecisión y tomar decisiones efectivas

Veamos entonces algunas recomendaciones que debemos considerar a la hora de tomar decisiones, pensando en planear la vida:

Clarifique sus ideas.

Es imposible tomar una decisión, que es un acto de la voluntad, si aun no se ha decidido que es lo que se quiere, si los pensamientos no son claros. Recuerde que los pensamientos, engendran sentimientos y los sentimientos acciones.

Dice la Biblia, “cual es el pensamiento del hombre en su corazón, tal es él”. Todo empieza en la mente, en la elaboración de los pensamientos correctos. De allí la importancia de definir que es lo que se quiere, que es lo que se busca.

No dependa de las emociones

“El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos”. Es inconstante, porque hoy quiere algo, pero mañana se retracta de lo que aprueba.

No podemos depender de las emociones, menos si proviene de un “YO” en conflicto, recordemos que “engañoso es el corazón, mas que todas las cosas”; luego, no podemos dejar llevarnos por las emociones, cuando estas son engañosas.

Evitar vivir por emociones, para vivir por principios, ya no actuar por lo que se siente, sino por lo que se sabe; quien vive por emociones, hace las cosas actuando según el corazón, mas que la razón.

No se retracte de sus decisiones

“Bienaventurado el que no se condena así mismo en lo que aprueba”, una persona es infeliz, cuando toma una decisión y luego se la pasa lamentando por la decisión que tomó, o se queda con dudas sobre la misma, o pidiendo a todo el mundo consentimiento o reafirmando si lo que hizo es correcto.

Por supuesto, que si la decisión es equivocada, sería un gravísimo error insistir en ello; mientras esté a tiempo, y pueda dar reversa o dar un giro, o cambiar de opinión, mientras pueda corregir la decisión incorrecta, hágalo, mientras esté a tiempo para hacerlo.

Cambie decisiones, pero no sus convicciones

Es grave cuando una persona renuncia a sus convicciones, a sus creencias. Hay decisiones que se pueden variar, cambiar. Entre mas las decisiones estén basadas o sustentadas en principios y creencias, mas son de fiar.

Hay situaciones que podemos variar y no comprometen nuestros principios o creencias; el error o la situación compleja se da, en los cambios radicales.

“Vuestro hablar sea si o sea no, porque lo mas de esto no es de Dios”; ¿cómo puede ser posible que una persona hoy da la vida por una creencia, y mañana la abandona? Esto es lo que no parece normal o adecuado.

Sea una persona de convicciones mas que en conveniencias

El problema de muchas personas es que actúan mas por conveniencias que por convicciones; no vamos a negar que el tema de las conveniencias hay que considerarlo. Dice la Biblia, “todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen”.

No convienen desde la dimensión de las convicciones, ya que una decisión perfectamente lícita para la sociedad, puede comprometer nuestra integridad personal, nuestros principios, o el llamado que tenemos por delante.

Evite decisiones que son enredos.

La Biblia nos enseña, que “ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado”; la idea es tomar decisiones que no signifiquen enredos o confusiones a futuro, recordemos que Dios, es un Dios de paz y no de confusión.

 

Sea una persona honorable

“En esto pensad, en todo lo puro, lo honesto, lo amable, lo que tiene virtud, lo que es digno de alabanza”. Una persona honorable, ni siquiera se presta para considerar una decisión que compromete sus principios o su integridad como persona.

Una situación común:

El yugo desigual

Una decisión sabia es “no unirse en yugo desigual con los incrédulos”, o hacer negocios con personas que tienen diferentes principios, creencias y prioridades, dice el manual de vida, “¿andarán dos juntos, sino estuvieren de acuerdo?

Tres factores claves

Asegúrese de tomar siempre sus decisiones, con calma, en oración, y bajo dirección espiritual.

Aplicación teoterapica

Tomar una decisión es algo trascendente, en lo que se está cifrando el futuro; el bienestar personal, la seguridad y la felicidad. Así que no tome decisiones a la ligera.Ore y permita que Dios le guie.“Si alguno tiene falta de sabiduría, pídala a Dios” (Santiago 1:5)

Decida bien.

“Determinarás una cosa y esa te será firme”