EL PAIS

VENEZUELA, SUS GRANDES CONTRASTES

Con una localización excepcional y en medio de contras­tes se asienta Venezuela. Frente al mar Caribe y muy cercade la franja ecuatorial, en pleno hemisferio septentrional, seextienden sus tierras. Tope del continente sudamericano ytope también para el avance del pueblo caribe, cuya vivenciase agita en el batir de las aguas del mar bautizado con sunombre.

Es Venezuela un país tropical, cuya ubicación le colocaen sitio privilegiado en el mundo, como centro de comuni­caciones y de fácil distribución de su producción a los gran­des mercados de consumo. Igualmente su posición deter­mina consecuencias politicas relevantes. Aun cuando fuefallido. el deseo colombino de encontrar la ruta anheladahacia el Oriente, este nuevo camino abrió horizontes másamplios a la humanidad.

Sus costas, baftadas por las aguas del Caribe y del Atlán­tico, constituyen los linderos Norte y parte del Este. Sonarenas, son manglares, son olas, son escamas, la argamasaque forma la sutil linea fronteriza. Guayana participa del úl­timo lindero; aún está por precisarse la situación de la Zonaen Reclamación de la Guayana Esequiba que, desde la épocade la Venezuela colonial y después en la independiente, eraparte integrante de su territorio hasta el río Esequibo comofrontera oriental. El gran escudo guayanés, oscuro en susprofundidades arcaicas, penetra en las tierras brasileñas quelimitan por el Sur. Al Suroeste apenas se separan por unacorriente de agua dulce los llanos venezolanos de los co­lombianos. Al Oeste, un ramal de los Andes que la unen conla gran cordillera americana es compartido con Colombia.

Varias islas en el Caribe, a modo de cadena y a lo largode la plataforma continental, completan el territorio nacio­nal. La avanzada máxima, llamada isla de Aves, y que comotal acoge con calor a estos animales, se encuentra a unos

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quinientos kilómetros de la isla de Margarita, protegida delos vientos por las Antillas Mayores y Menores.

Por tanto Venezuela cuenta con una extensión muy cer­cana al millón de kilómetros cuadrados (916.729 km2) a lacual debe sumarse alrededor de 100.000 km2de penetraciónen el mar que constituye su plataforma continental (98.500km2), más el mar territorial, la zona eondgua, el mar patri­monial y el espacio aéreo.

En una visión de conjunto del territorio destaca la pre­sencia de una cadena montañosa al Norte y otra al Oeste, ydel macizo guayanés al Sur, que encierran las tierras bajas delos llanos. Además se observa la extensa faja costanera ynumerosas islas e islotes en el mar Caribe. Pero, si nos acer­camos más a la realidad para analizar sus detalles, se distin­guen importantes depresiones, valles y serranías. Y como ve­nas atravesando la tierra, numerosos ríos que van a desaguaral Atlántico, la mayoria, y otros al Caribe.

Participa también Venezuela de un clima cálido en el cualalgunos factores, como la altitud, producen modificacionesdel mismo. Es muy atractivo encontrar nieve en el trópico.En Mérida es una realidad; sus montañas se imponen y laofrecen en permanente actitud de entrega. Una vegetaciónlujuriante sombrea importantes extensiones del territorionacional, en tanto que muchas otras están cubiertas por unaflora raquitica. Es el contraste entre la selva y el espinar, en­tre el rugido del puma y el ñno canto del cristofué, miem­bros estos últimos de una nutrida familia faunistica. Variadostipos de suelo ofrecen sus entrañas para gestar alimentos.

La zona costanera, estrecha faja territorial que se encuen­tra al Norte y al Noreste del país, siempre ha estado abierta alhombre de afuera, primero al de armadura y espada, luegoal negro que aportó injusta cuota de sacrificio y, desde en­tonces, a todo el que busca nuevos horizontes, sol caliente,clima acogedor, trabajo promisor. La continuidad de estafaja se ve ínterrumpida por depresiones como la de Unare alNoreste, por el delta que desarrolla el Orinoco al volcarse enel Atlántico, y por la depresión de Maracaibo que contieneun lago de igual nombre "1 que es la cuenca depositaria delos más importantes yacímíentos petrolfferos del pais. En estafranja costanera también están ubicados los principalespuertos: La Guaira, Maracaibo, Puerto Cabello, Puerto LaCruz, Guanta, ventanas francas al mundo y de gran pesohistórico los tres primeros.

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La plataforma continental, continuación submarina delterritorio venezolano, presenta gran variedad en su pen­diente, desde muy suave, tanto que en muchas de sus playas,la barloventeña, por ejemplo, se puede caminar en las aguaspor varios minutos, hasta bruscas y profundas interrupcionescomo sucede en la fosa de Cariaco. El mar patrimonial, ozona económica exclusiva (ZEE), aumenta la soberanía na­cional hasta una extensión casi igual a la mitad de la super­ficie total del país.

Las islas venezolanas en el Caribe, consideradas comocontinuación del sistema de la Costa, tienen un relieve acci­dentado. La más importante de todas es la isla de Margarita,con novecientos kilómetros cuadrados, alta densidad de po­blación y fuente pródiga de perlas nacaradas y de ínspíra­ción poética. Las islas aparecen unas tras otras formando uncerco que anuncia lo nuestro: nuestro mar venezolano,nuestra tierra, nuestro aire.

Entre la costa y los llanos se elevan las montañas del sis­tema de la Costa o del Caribe, hendido en el centro hastacompartirse en dos unidades paralelas. Algunas alturas im­portantes cortan el cielo, y en los valles integrados a lasmontañas un hormigueo humano, humo de chimeneas,ruido de tractores, denuncian el hervor del desarrollo indus­trial, de una agricultura tecnificada y de importantes centrospoblados: Caracas, capital de la república, Valencia, Mara­cayo

Los valles y serraníasde Falcón, Lara y Yaracuy integranuna región de transición, más compleja de lo que aparentanlas suaves líneas de su relieve. Aquí y allá aparecen como la­gos de aguas verdes, la caña que es meladura y papelón yazúcar, y en otras áreas el ganado, a lo lejos, hace vibrar elpaisaje. Al Noroeste se destaca el único y pequeño desiertoexistente en el país, los médanos de Coro, y en sus cercanías,hacia el Norte, arranca la península de Paraguaná, isla unidaal continente por el istmo de Médanos.

La cordillera de los Andes, majestuosa, sobresale entretodas las regiones naturales. Es una prolongación de la ca­dena oriental de los Andes colombianos que se bifurca for­mando hacia el Norte la cordillera de Penjá y hacia el No­reste la propia cordillera de los Andes venezolanos. Ambasse encuentran al occidente del país y encierran en una grancuenca la riqueza petrolera del lago de Maracaibo.

La cordillera de los Andes se crece en sierras de altos pi­cos: Bolívar, Humboldt, Bompland, y la Concha se asoman

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entre las nubes, coronados de nieves perpetuas. Las depre­siones de la cordillera forman diversos valles, algunos pro­fundos como los correspondientes a los ríos Chama y Mota­tán, otros empinados en forma de U, que sobrecogen el es­pfritu frente a la evidencia de antiguos glaciares. En algunasáreas se han formado suelos fértiles que son aprovechadoscon fines agrícolas, yen otras han sufrido tal desgaste que elesfuerzo del hombre meda en la pendiente. Aparecen tam­bién terrazas o mesas que sirven de asiento a importantespoblaciones: Mérida, Valera, La Grita.

La cordillera de Perijá (llamada también sierra de Perijá)presenta un relieve abrupto, escondite de pequeñas comuni­dades indfgenas que viven dentro de su ancestro, amuralladasen su pasado.

Al Sur del Orinoco y hasta los limites con Colombia yBrasil se alza imponente el macizo guayanés. Es la regiónnatural que en el país ocupa mayor superficie y la menosconocida. Atraen sus selvas, sus dos, sus minerales. La ero­sión ha dibujado diferentes formas en su relieve, y donde noha actuado aparecen gigantescas mesas, como testigos soli­tarios, conocidas con el nombre de tepuí,"

Al Sureste del macizo, rodeada de tepuyes, destaca laGran Sabana, donde señorea el altiplano del Auyan-Tepui,herido por el salto Angel o Querepacú-MelÚ, la calda libremás alta del mundo (979 m), sobre el do Churün. En su in­terior el macizo guayanés encierra portentosas riquezas mi­neras: hierro en grandes cantidades, bauxita, también oro ydiamantes, entre otros. Sus recursos hidráulicos constituyenuna de las principales riquezas nacionales y, a la vista, ade­más, el mejor regalo lo ofrecen las torrentosas aguas del Ca­roni. Y sus selvas plenas, forman parte de la gran selva ama­zónica, que suple alrededor de la mitad del oxigeno queconsume la humanidad.

Los llanos, antes mar, después bosque y luego yerba, ydespués yerba entre fuego y agua, y siempre cammo, queofrecieron la sangre de sus hombres y la carne de sus anima­les a la gesta emancipadora, ocupan cerca de una cuarta

• Tepui: es una palabra perteneciente a la lengua autóctona venezolana delos indios Pemón y que significa cetro. Ellos la usan sólo en genitivo encomposición de palabras (por ejemplo, Auyan-Tepuy). Admitida alcastellano, algunos autores la usan en plural sustituyendo la i fmal por lasilaba y e s (por ejemplo, región de los Tepuyes). DiccionarioPemón, 1981.

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parte del territorio nacional y se abren como fauce gigan­tesca con garganta de cien kilómetros y boca de cuatrocien­tos, con dientes que bordean la montaña; son los mismosllanos que han alimentado el ganado criollo y que han atra­pado al hombre a caballo y con la copla en los labios. Esosllanos se extienden mucho más allá de nuestras fronteras yson, en verdad, la parte venezolana de la gran depresión su­damericana. Desde hace algunos años se han revitalizado aldescubrir en la ribera Norte del Orinoco una importante fajapetrolífera,

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Esa extensión plana, conocida con el nombre de los lla­nos, se desarrolla en tres niveles, y en ella se distinguen me­sas, galeras, bancos y esteros que interrumpen la visión hori­zontal. El hombre, a su vez, aplica su ingenio para obtenerdiferentes productos según las caracteristicas del área, auncuando predomina la explotación de la ganadería de carne.En los llanos orientales se destacan, además de la depresiónde Unare, unas amplias planicies de mediana altura llamadasmesas, la de Guanipa como la más importante, las cualesdestre hace cierto tiempo están siendo aprovechadas para eldesarrollo agrícola

PAIS EN EFERVESCENCIA

La población que se asienta en el territorio venezolano secaracteriza por su rápida evolución, su estructura joven y sudesigual distribución. Tiene uno de los mayores indices decrecimiento vegetativo para los últimos cuarenta años deAmérica Latina y del mundo (más del 3%, aun cuando para1990 según el censo la tasa de crecimiento nacional se ubicaen 2,5%). Alrededor de las tres cuartas partes no llega a los30 años. Su distribución sigue básicamente los mismos pa­trones que han regido desde la conquista y la colonia, siem­pre determinados por la condición de país dependiente degrandes metrópolis, sustentada además en las condicionesecológicas de las regiones que hacen más propicia la vidahumana y la realización de la agricultura como fuente pro­veedora de alimentos. Grandes núcleos de población se lo­calizan en las regiones montañosas del norte y del occidente,en contraste con áreas de baja densidad y con despobladossectores en las llanuras y en las intrincadas selvas del macizoguayanés. Es a partir de la tercera década de este siglo, comoconsecuencia del auge creciente de la actividad petrolera,cuando se acentúan las migraciones internas, agregándose enla siguiente década los inmigrantes europeos. Nuevas áreasson incorporadas al proceso de poblamiento y de modifica­ción del paisaje natural, siendo determinantes los niveles deocupación y los tipos de actividades que se realizan.

Alrededor de cuatro siglos se han requerido para lograrla mezcla del hombre blanco y del negro de otras latitudescon el indígena de esta porción del continente hasta confor­mar el venezolano del siglo XX. De caracteristicas más o

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menos homogéneas en lo físico y en lo espiritual, y sin pre­juicios de raza o de religión, este tipo humano ha asentadosu uniformidad sobre la asimilación de su pasado, de sus di­ferencias y de aquella parte histórica común.

En términos generales, una porción de esa población apa­rece preparada para asumir la dirección de la empresa deldesarrollo, así como para suplir la mano de obra que lamisma supone, puesto que está sometida a un variado pro­ceso de capacitación.

Dispone también Venezuela de recursos naturales enabundancia para sustentar un vigoroso crecimiento econó­mico, en especial todo lo que conlleva la explotación de supetróleo, vuelto en 1975 a las manos nacionales. Esta situa­ción se registra a través de la participación del país en laeconomía mundial durante los últimos siete decenios, la cualha estado vinculada directamente a su producción petrolera.El petróleo venezolano se ha dirigido hacia los mercadosnorteamericanos y europeo, y en menor escala al latinoame­ricano y al japonés. La contrapartida de este hecho ha sidola importación de equipos e implementos agrícolas, de ma­quinarias y sus anexos para uso industrial, y de manufactu­ras de uso y consumo directo. Este esquema se ha venidomodificando a través de la creación de las industrias básicas:petroquímica, siderúrgica y energía hidroeléctrica, y del de­sarrollo de la industria ligera. Venezuela aparece hoya nivelmundial como país petrolero, y a nivel regional como pro­ductor de bienes de naturaleza petroquímica, de acero manu­facturado, de aluminio y de energfa eléctrica.

El venezolano además participa activamente en la explo­tación de otros recursos naturales entre los que destaca elhierro; en menor grado níquel, oro, manganeso, plomo, cinc,bauxita, fosfato, magnesio, asbesto, diamantes, carbón yyeso. Se encuentran, además, en el territorio nacional impor­tantes reservas de uranio, así como numerosas mineralizacio­nes de mercurio, plata, titanio, tungsteno y otras. En cuantoa los recursos naturales renovables, se aprovechan económi­camente las extensas áreas cubiertas con gramíneas en elsustento de la ganadería de carne y las verdioscuras zonasboscosas en los diferentes usos a que se destina la madera. Yde la fauna, la marina, tiene mayor importancia por cuantolas aguas cálidas del Caribe constituyen un ambiente ade­cuado a gran variedad de peces. Aparte del petróleo, lafuente más importante de energía es la hidroeléctrica, gene-

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rada en el extraordinario potencial de sus ríos, domados engigantescas represas.

A este sólido basamento para el desarrollo industrial hayque agregar una agricultura con potencialidades para pro­ducir alimentos y materias primas en forma creciente, en lamedida que supere los problemas estructurales relacionadoscon tenencia de la tierra y se fortalezca con la incorporaciónde técnicas apropiadas a la producción en el trópico. Laagricultura, como se sabe, sostuvo la economia del país hastala segunda década de este siglo.

En el curso de las úhimas cuatro décadas se ha visto de­saparecer a un país rural para dar paso a importantesconcentraciones urbanas en donde actualmente vive el 84%de la población, que sobrepasa los 15.000.000 de habitantes.

Por encima de los 350.000 habitantes en 1990 había seisciudades: Caracas, Maracaibo, Valencia, Barquisimeto, Ciu­dad Guayana y Maraca:_

Caracas situada a 10 30' de latitud N,66° 55' de longitudO, y a 920 metros sobre el nivel del mar, es la capital de larepública y del Distrito Federal, el centro de la más densaconcentración humana del país, el Area Metropolitana dondese asientan más de 4.600.000 habitantes. Fundada porDiego de Losada, en un valle habitado por indigenas deigual nombre, el 25 de julio de 1567, aún con cierto retraso,en comparación con otras ciudades venezolanas, marchadesde edad temprana hacia la capitalidad, siendo ininte­rrumpidamente capital de la Provincia de Venezuela, luegode la Capitanfa General hasta la independencia de la Coronaespañola, y a partir de entonces capital de la República deVenezuela. De ciudad precaria en un comienzo se convirtiócon el tiempo, en el gran centro cosmopolita actual y ennúcleo principal de todas las actividades económicas y cultu­rales del país. Su privilegiada posición geográfica, aunada alhecho de ser centro político, administrativo y comercial delpaís, ha favorecido la afluencia de capitales y la creación demdustrias hasta convertirla en el primer centro económico.El desarrollo urbano se ha acentuado hasta convertirla en elprimer centro económico. También esa acentuación llegahasta el punto de que la mayor parte del área que ocupa (unvalle de 1.930 km2) está edificada, siendo característica laexpansión de la construcción vertical y la expansión de lahorizontal hacia las colinas que la rodean. Vias de comuni­cación de todos los tipos la enlazan con las localidades delinterior, y una autopista de sólo 17 kilómetros la une al Be-

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ropuerto internacional de Maiquetía y al puerto de LaGuaira, ventanas abiertas al exterior. Es Caracas el principalfoco cultural del país, en cuanto que recibe del mundo ex­presiones de toda naturaleza "t buena parte de ellas las pro­paga hacia el interior. Y también es cuna de las más grandesfiguras nacionales, entre las que sobresale el Libertador Si­món Bolivar; el precursor de la Independencia, Francisco deMiranda, y Andrés Bello, pionero de las letras americanas.

Maracaibo, a lOO 38' de latitud N, 71° 36' de longitud O ya 6 metros sobre el nivel del mar, es la segunda ciudad delpaís, puerto y principal centro industrial, comercial y admi­nistrativo del estado Zulia, del cual es la capital. En 1990tiene 1.250.000 habitantes. Fundada en 1571, su gran desa­rrollo es consecuencia de la explotación petrolera en lacuenca del lago de Maracaibo, la cual ha atraído fuertes in­migraciones y grandes capitales. Su influencia se extiendehasta los Andes venezolanos y la región cafetalera del No­reste colombiano.

Valencia, a lOO 11' de latitud N, 7oo 36' de longitud O y a479 metros sobre el nivel del mar, fue fundada en el año de1555, capital del estado Carabobo, es la tercera ciudad delpais en cuanto a población, 904.000 habitantes, pero es elmás importante centro manufacturero, además dinámicofoco comercial. Los ricos suelos que la rodean están dejandode ser fuente de desarrollo agrícola para convertirse enasiento de una creciente infraestroetura urbano-industrial.

Barquisimeto, a lOO 03' de latitud N, 69° 18' de longitudO y a 564 metros sobre el nivel del mar, fue fundada en1552. Es la cuarta ciudad de Venezuela y capital del estadoLaca, y cuenta con 626.000 habitantes. Su auge se debefundamentalmente a su posición de encrucijada de comuni­caciones del centro, los llanos y occidente, asf como al desa­rrollo de las actividades comerciales y agrícolas que, desdehace algunos años, se complementan con un prometedor de­sarrollo industrial y cultural.

Santo Tomé de Guayana (Ciudad Guayana), fundadaapenas en 1961, mediante la fusión de las localidades de SanFélix (28.900 habitantes), Puerto Ordaz (6.900 habitantes),Matanzas (l.050 habitantes) y Caruachi (800 habitantes),representa un caso de urbanismo acelerado. En 1971 con­taba con 160.000 habitantes, y en 1981 su población habiasuperado los 300.000 convirtiéndose en la sexta ciudad delpaís, para luego ocupar el quinto l!ljar en 1990 con 453.000habitantes. Este proceso demográfico gira alrededor de la

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industrialización de los recursos mineros del área, princi­palmente del hierro, y de los recursos hidráulicos.

Maracay, a lOO 15' de latitud N, 67° 35' de longitud O y a445 metros sobre el nivel del mar, fundada en 1697 en unvalle muy fértil, poblado por comunidades indígenas de lascuales tomó su nombre, es hQY un gran centro agrícola ade­más de comercial e industrial. Tiene, al igual que Valencia,una localización excepcional en relación con los principalescentros productores y de consumo del país, por lo que tam­bién fue a comienzos de siglo sede del poder polftico. Supoblación en la actualidad es de 355.000 habitantes.

Cinco ciudades están según el Censo de 1990, entre los200.000 y 230.000 habitantes.* Ellas son: Ciudad Bolivar,capital del estado Bolivar e importante puerto fluvial en lamargen derecha del Orinoco, cuenta con 226.000 habitan­tes.

Barcelona, a lOO 01' de latitud N, 64° 51' de 10ngih1d O ya 13 metros sobre el nivel del mar, fundada en 1671, es capi­tal del estado Anzoátegui y significativo centro comercialdel oriente. Su población para 1990 es de 222.000 habitan­tes, mas su desarrollo urbano se ha entrelazado con la in­mediata ciudad de Puerto La Cruz, constih1yendo con sus156.000 habitantes una unidad poblacional de unos378.000 habitantes, en la que pesa el alto crecimiento de­mográfico de esta última, estimulado por el desarrollo de laindustria petrolera y turística,

San Cristóbal, a 7° 46' de latitud N, 72° 14' de longitud Oy a 825 metros sobre el nivel del mar, fundada en 1561, esun importante núcleo comercial y. centro d.e comunicacionesestatal y regional. Tiene 221.000 habitantes, es capital delestado Táchira y la principal ciudad de la cordillera de losAndes. Son tradicionales sus vinculos con la vecina Colom­bia.

Cumaná, a lOO 27' de latitud N, 64° 10' de longitud O y a3 metros sobre el nivel del mar, fundada en 1521, es la ciu­dad más antigua, no sólo de tierra firme venezolana, sinotambién de América del Sur. En la actualidad es asiento deun núcleo universitario y el principal centro de la industriadel pescado en conserva. Capital del estado Sucre, en 1990tiene 213.000 habitantes.

* El Censo de 1990 rcgiatra a~ como la Kptima ciudad del país con339.000 habitantes. Se incluye en el~ Metropolitana de Camc:aa.

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Maturin, a 90 45' de latitud N, 630 11' de longitud O )' a74 metros sobre el nivel del mar, ubicada al Este de la reglónllanera, es capital del estado Monagas y su progreso está vin­culado a la actividad petrolera de la cuenca del Orinoco, asícomo a la explotación de una ganadería tecnificada. Su po­blación para 1990 es de 200.000 habitantes.

Entre los 100.000 Y200.000 habitantes existen en el paístrece ciudades: Mérida, con 171.000 habitantes, es ciudaduniversitaria y centro de turismo, además de capital del es­tado de igual nombre. Cabimas, ciudad de origen relativa­mente reciente, nacida al calor de la actividad petrolera, fuefundada en 1936. En 1971, compitió con Santo Tomé deGuayana por el séptimo puesto entre las principales ciuda­des, con cerca de 160.000 habitantes; a partir de 1990cuenta con 166.000 habitantes.. Los Teques, capital del es­tado Miranda, cada día registra en mayor grado la influen­cia de la cercana Caracas; en 1990 tenia 141.000 habitantes.Barinas, capital del estado homónimo, tiene cerca de154.000 habitantes y es centro agdcola de gran dinamismo.Guarenas cuenta con 135.000 habitantes y está muy vincu­lada al desarrollo del Area Metropolitana. El Censo del 90incluye a Barota con 183.000 habitantes, también formaparte del Area Metropolitana. Turmero le sigue con 175.000habitantes. Puerto La Cruz (ya citada en el caso de Barce­lona) registra 156.000 habitantes. Puerto Cabello en la costacentro-norte con 129.000 habitantes. Santa Ana de Coro enel estado Falcón, su capital y la primera capital del país tiene145.000 habitantes. Acarigua con 117.000 habitantes, so­bresale en los llanos occidentales y junto a Araure confor­man el núcleo económico más relevante del estado Portu­guesa, por ser centro comercial de una importante regiónagrícola y forestal conocida como "el granero de Vene­zuela". Guaeara (estado Carabobo) tiene 101.000 habitantes.En el litoral central también se destaca Catía la Mar, con100.000 habitantes, situada en las inmediaciones de Maique­tia, sede del mayor aeropuerto internacional del país,

Entre los 50.000 y 100.000 habitantes figuran en el afto1990 un total de 31 ciudades. Valera (estado Trujillo) con97.000 habitantes, es una ciudad que se ha convertido encentro comercial y nudo de relaciones interregionales. Lesigue El Tigre (eStado Anzoátegui) con 94.000 habitantes,luego Canípano (estado Sucre) con 93.000 habitantes. En­tre los 80.000 y 90.000 habitantes hay 4 ciudades: El Limón(estado Aragua) con 90.000 habitantes; Santa Teresa (estado

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Miranda) con 88.000 habitantes; y Guanare capital del es­tado Portuguesa con 85.000. habitantes. De las restantescabe nombrar entre otras, a Calabozo (estado Guárico) im­portante centro agrícola con 80.000 habitantes; San Fer­nando de Apure (capital del estado Apure) con 73.000 habi­tantes; San Juan.de los Morros (capital del estado Guárico)con 68.000 habitantes; San Felipe (capital del estado Yara­cuy) con 66.000 habitantes.

En síntesis, las tendencias actuales muestran un acentúa­miento del fenómeno de urbanización, un índice de creci­miento vegetativo sostenido y una elevada tasa de inmigra­ción, todo lo cual se traduce en 84% de población urbana(15.227.740 habitantes) y 16% de población rural(2.877.525 habitantes). Sin embargo es importante señalarque a pesar de la veracidad de las cifras censales, Venezuelacontinúa siendo en buena parte un país rural pues, salvo lasprincipales ciudades de la región centro-norte, algunas deoccidente yotras del sur, la mayor parte de ellas dependendirecta o mdirectamente de la actividad agrícola. Puedeagregarse que, inclusive, la forma de vida de sus habitanteses muy rural.

De todas formas el proceso de urbanismo se refleja en laestructura ocupacional: de 6.156.000 personas más del 60%de la población económicamente activa se dedica al comer­cio, los transportes y los servicies; luego siguen la industriamanufacturera 16% y 10% en la construcción, electricidad,gas yagua; el 1% a minería e hidrocarburos, y cerca del12% a actividades agropecuarias. La distinción del Censo de1990 sobre la relación entre la población económicamenteactiva y el total de la población, denominada tasa bruta departicipación económica, es del 34%. Y la relación entrepoblación económicamente activa y la población de 15 añosy más, denominada tasa especíñca de actividades de 55, 4%.En estas cifras se registra una mayor participación de lamujer y una pequeña diferencia de la participación entre elsector urbano y el rural, debido a que en este último se ro­mienza a trabajar a menor edad

El volumen de desempleados según el Censo del 90, es de864.000 personas, pero se estima que la llamada economíainformal, que es una forma de subempleo o empleo disfra­zado, ocupa cerca del 40% de la población total del país,

En resumen, según el citado Censo la fuerza de trabajo sedistribuye aproximadamente de la siguiente manera:

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DISTRIBUCION FUERZA DE TRABAJO

Ocupados 5.293.000 86%Desocupados:Buscando trabajo por primera vez 192.000 3%Cesantes 672.000 11%

Fuente: Censo 1990. O.C.EJ.

Otras caraeteristicas generales de la población aparecendeterminadas por el idioma y la religión. La lengua oficialhablada por toda la población es el español, que se ha enri­quecido con numerosos modismos aceptados por la Aca­demia Venezolana de la Lengua, correspondiente de la RealAcademia de la Lengua Española, En los pequeños pobla­dos indígenas localizados al oriente, sur y occidente del país,se hablan veintisiete lenguas diferentes, más cinco en la zonaen litigio de la Guayana Esequiba. Pertenecen, en su mayo­ría, a tres familias lingüísticas: caribe, arawak, y chibcha; elresto está compuesto por las llamadas "lenguas aisladas" o deentronque aún desconocido.

La constitución establece libertad de culto, pero la mayo­ría del pueblo venezolano (alrededor del 90%) profesa la re­ligión católica. En segundo lugar figuran las iglesias protes­tantes. Otras religiones, como la judía, musulmana, ortodoxa,etc., cuentan menos adeptos. En las pequeñas comunidadesindígenas las religiones autóctonas tienen sus especificacio­nes para cada grupo.

EL PAISAJE BAJO OCUPACION

La ocupación del paisaje venezolano la ha realizado elhombre acorde con su cultura y sobre unas determinadascondiciones naturales que, en términos generales, han sidofavorables. Así, por ejemplo, desde el punto de vista hidro­gráfico, una extensa red cubre el territorio nacional, dondese distribuye la casi totalidad de las aguas en dos grandesvertientes, la del océano Atlántico y la del mar Caribe, enproporciones marcadamente desiguales, el 82% yel 17,5%,respectivamente; el 0,5% restante desagua en la cuenca en­dorréica constituida por el lago de Valencia.

Esta distribución, es consecuencia del frente divisionistaque ofrecen la orografla norteña y la occidental. A la ver­tiente del Caribe llegan las aguas de la cuenca del lago deMaracaibo y las de pequeñas cuencas del litoral, y a la del

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Atlántico vierten las aguas de la gran cuenca del Orinoco yde otras menores.

Por otra parte, este paisaje se encuentra, como se ha di­cho. bajo condiciones climáticas propias de las regiones in­tertropicales. que se ven modificadas por el relieve, la altitudy la continentalidad. La diversidad de alturas. sus ampliosllanos y la orientación de sus montañas y costas influyen so­bre el clima imprimiéndole gran variedad. No obstante, al­gunas caracteristicas pueden considerarse comunes a todo elterritorio nacional: promedio más o menos alto de tempera­tura; escasa diferencia en el año entre el mes más frío y elmás cálido (clima isotermo); gran oscilación térmica (en al­gunos casos superior a 15OC), y condiciones de estacionali­dad en función de las precipitaciones.

Los suelos, por haberse formado bajo estas condicionesclimáticas tropicales, reflejan en mayor o menor grado elproceso de laterización mediante el cual los minerales pri­marios desaparecen o se transforman. Además, en la mayoríade los casos se caracterizan por el limitado contenido demateria orgánica. Sin embargo, también hay algunos suelosque no responden a las condiciones ambientales, bien porjuventud o por la constante acumulación de sedimentos, yque tienen un cierto grado de fertilidad, como es el caso delos que se encuentran en las vegas de los ríos,

En cuanto a la flora, la caracteriza una gran riqueza ycomplejidad en respuesta a esas condiciones climáticas. a lavariedad de la geología y de los otros componentes natura­les. Cerca de 25.000 especies integran la flora nacional. di­seminadas en las distintas regiones1 ocupando mayores omenores espacios según la capacida de propagación de lasmismas.

En la zona costanera, de clima semíárido, que además pe­netra en el occidente hacia el interior de los estados Falcón,Lara y Zulia las comunidades xerófilas son las características,por su capacidad de adaptación a la escasez de agua, hasta elpunto que. en muchas especies, las hojas son sustituidas porespinas. De ahi que en la región predominan las plantas es­pinosas como los cujies (Acacia) y el cuji de jardín(Callianara): las cactáceas como los buches y buchitos(Melocactus y Mamillaria), y diferentes especies de cardones(Cereus) y de tunas (Opuntia). Otras. como el guayacán(Guajacum) y la vera (Bulnesia), también abundan. Estaflora es considerada como una continuación de la existenteen la región Caribe. Y, por la uniformidad con que aparece.

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contrasta con las lujuriantes manifestaciones tropicales deotras regiones. En las costas propiamente dichas se encuen­tran estepas y praderas halofiticas, comunidades vegetalesque se desarrollan en los terrenos de composición funda­mentalmente salobre. También aparecen manglares (entreotras, la especieRhizophora mangle).

En los llanos, interrompiendo la extensa cobertura gra­minosa, aparecen en ciertas áreas densos bosques donde seencuentran la mayoría de las especies maderables de impor­tante valor económico en explotación, como el cedro(Cedrela), la caoba (Swietenia), el saqui-saqui(Bomoacopsis), la ceiba (Ceiba), el roble (Platymiscium) ynumerosas especies de chaparro manteco (Byrsonima): entrelas Anacardiaceae, el mijao, etc. Hay también sabanas de­sarboladas, o con grupos aislados de árboles. En la mayoríade los casos, la presencia de los bosques se registra en lasinmediaciones de los cauces de los nos.

Los bosques pluviales macroténnicos son propios de laregión del delta del Orinoco y de las partes bajas de Gua­yana; se caracterizan por su verdor permanente, Entre lasespecies ~ás conocidas se encuentran el chicle (Ecclinusagiuanensis), el gigantesco cangilón (Aspidosperma), el al­mendro (Caryocar auci.ferum), etc.

Los Andes encierran una gran variedad florístíca en con­sonancia con la diversidad del relieve y como continuaciónde la flora caracteristicade las gran cordillera andina. La in­tegran numerosas especies arbóreas, trepadoras, epifitas yherbáceas, las cuales Igualmenteaparecen en la cordillera dela Costa. También se encuentran helechos de gran variedad.Entre las palmas destacan algunos géneros típicos, como lapalma de cera (Ceroxylan); especies de quinas (Cinchona),etc.

En la parte alta de Guayana 'se halla la más destacadamuestra de la flora nacional por su variedad y riqueza, a lapar que por su endemismo, hasta el punto de constituir unade las áreas floristicas más importantes del mundo. Entre losnumerosos géneros endémicos cabe citar diversas especiesde magnolia, Heliamphora; orquideas, como Zygopetalumenopsis, etc.

Al igual que en el caso de la flora, las condiciones climá­ticas tropicales favorecen la vida de una fauna silvestreabundante y variada. Sin embargo, las prácticas indiscrimi­nadas de aprovechamiento de este recurso natural hanconstituido en muchos casos una amenaza de extinción para

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varias de sus especies, como el caimán del Orinoco(Crocodylus imermedlus), el chigüire (Rydroerus hidrocho­eris) y la lapa (ConicuJus paca), muy solicitados por la piel,el primero y por la carne los segundos.

De idéntica manera, acciones como la tala y quema de losbosques y gramíneas naturales con fines agrícolas o deconstrucción de carreteras, perturban el ambiente y dejan enel desamparo a los animales silvestres, por lo que son escasaslas especies que pueden sobrevivir a la destrucción de suhábitat. El venado matacán colorado (Mazama americana),la danta o tapir (Tapirus terrestris), el cuchicuchi (potos jla­vus), el salvajeu oso frontino (Tremarctos omatus) y diver­sas especies de monos; y entre las aves, el paujf copete depiedra (pauxi pauxi), la pava de monte (Penelope purpuras­cens) y la gallina de monte (7inamus major) se exponen a laextinción cuando se les elimina o altera profundamente suambiente. En cambio, algunas especies como el venado ca­ramerado (Oaocoüeus virginianus gynnotis), la perdiz(Colinus cristatus), el guirirf (Dendrocygna autumnalis), elpato brasileño (Amazonetta brastliensis), entre otras, seadaptan muy bien a los ambientes modificados por el hom­bre.

Las áreas de distribución de la fauna son mucho más ex­tensas y menosprecisas que las de la flora, debido a lafacul­tad de locomoción y adaptación de los animales, lo cual sepatentiza en la gran variedad de mamíferos que aparecen entodas las regiones, en las numerosas aves,en la diversidad dereptiles y anñbíos, etc. Sin embargo, por ese fenómeno deinteracción que existe entre todos los recursos naturales re­novables -suelo, agua, flora, fauna- se requiere, además demedidas restrictivas de la caza, de la aplicación de prácticasecológicas tendientes a preservar el medio en el cual se de­senvuelve la fauna silvestre, riqueza de gran importancia.

Es importante señalar que desde 1941, a los fmes deprotección y conservación del ambiente, de la flora y lafauna, del paisajey de las formaciones geológicas particula­res, se inició el proceso de creación de Parques Nacionales,que para 1993 alcanzaa 39; de Monumentos Nacionales delos cuales hay 17; ZOnas Protectoras, 49 que cubren 13 mi­llones de ha; Reservas Naturales que cubren seis áreas, entreellas las Reservas de Biosfera en la cuenca alta del Orinoco yen su delta; y las Reservas Forestales Nacionales Hidráulicasy de Faunaque, entreotras, son parte de la categoría de Ma­nejo Integral de los Recursos Naturales Renovables.

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También cabe agregar que sobre el ambiente natural elhombre actúa imprimiéndole determinadas características acada región, con lo que contribuye a definirlas dentro delcontexto geohumano, aun cuando el desarrollo económico­social y de las comunicaciones inciden en sentido contrarioreduciendo las diferencias.

Lasentidades centrales, Distrito Federal y los estados Mi­randa, Aragua y Carabobo se destacan por su alta propor­ción de población urbana, siendo determinante el peso de laciudad capital, Caracas. Concentran la mayor parte de la in­dustria y el comercio del país, asi como de los principalespuertos y aeropuertos; también participan del mayor desa­rrollo cultural. Al occidente, en los estados Falcón, Lara yYaracuy, la agricultura es la actividad económica principal,aunque el comercio y el proceso de industrialización ad­quieren cada vez mayor importancia. El estado Zulia tieneespecial significación por ser el principal asiento de las ope­raciones petroliferas. El comercio y la agricultura son tam­bién actividades importantes, estimuladas por una fuerte ex­pansión industrial.

En los estados andinos de Táchira, Mérida y Trujillo co­bra particular importancia la población rural. El cultivo enpequeñas unidades de explotación unido a una actividad in­dustrial Y comercial moderada constituyen la base de la eco­nomia regional. En las entidades llaneras de Cojedes, Guá­rico, Portuguesa, Barlnas y Apure, la ganaderia y los cultivosagricolas son predominantes. En el sureste del pais, en losestados Anzoátegui, Sucre, Nueva Esparta, Bolivar y DeltaAmacuro y Amazonas, la actividad agricola, y particular­mente el subseetor de la pesca, ocupan una parte significa­tiva de la población activa, aun cuando las explotaciones delpetróleo y de las minas, principalmente de hierro y debauxita, tienen gran importancia.

Al igual que en todos los paises y en todas las épocas, elpaisaje rural presenta sus propias caracteristicas. En Vene­zuela el espacio rural está distribuido fundamentalmente en­tre grandes y pequeñas unidades de explotación que se co­rresponden, en buena parte, con latifundios y minifundios,respectivamente. También existe la mediana explotación quese ha incrementado desde hace dos décadas, y la explotaciónfamiliar. Las unidades de gran tamaño están dedicadasprincipalmente a la ganaderia extensiva y algunos cultivos deuso industrial, como la caña de azúcar y el ajonjoli, y las de

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menor extensión se explotan en alta proporción con cultivosde maíz y leguminosas.

En la agricultura el elemento humano está sometido acondiciones de trabajo muy fuertes. Las tradiciones se con­servan con cierta pureza, constituyendo el gran reservoriodel folklore nacional. El llano y Barlovento ofrecen sugesti­vas expresiones folklóricas en su música y sus bailes. Laalimentación está relacionada directamente con la produc­ción local, siendo preferencialmente a base de cereales y le­guminosas.

Los niveles de ingresos de la población campesina sonmuy bajos, inferiores a 30.000 bolivares al afio por familia,hasta el punto que no permiten el ahorro, ni tampoco reali­zar las Inversiones indispensables para el mejoramiento delas unidades de explotación. Prácticamente el patrón de ad­quisición de bienes por parte del campesino permanece in­variable de afio en afio, dado que el nivel de ingresos estambién bastante estable en su minima expresión. Por su­puesto que no sucede igual con los productores a nivel deagricultura comercializada.

Desde hace algún tiempo, en algunas áreas del país hancomenzado ciertos movimientos reivindicativos por parte delos campesinos, a través de organizaciones sindicales y otrasvinculadas con el desarrollo de las comunidades; tales sonlos casos de los trabajadores de la caña en algunos sectores(El Tocuyo, Acarigua).

La vivienda caracteristica de la población campesina es el"rancho", con techo de paja o cinc, paredes de bahareque,piso de tierra y sin dotación de servicios. Pero hay otro tipode vivienda en mejores condiciones que la anterior que in­cluye algunos servicios. Desde hace dos décadas se ha in­tensificado la construcción de viviendas rurales por parte deorganismos oficiales dedicados a esa labor.

Respecto al vestido, en algunas zonas rurales se conservanmanifestaciones típicas relacionadas con las condicionesambientales, tales como el fresco liquilique (traje masculinode color claro confeccionado con tela de algodón), muyusado en el llano. Los hombres, mujeres y niños de los An­des usan la abrigada ruana, tejida con lana.

En las zonas urbanas el uso del espacio está en funcióndel desarrollo de las ciudades: industnal (Ciudad Guayana);universitario (Mérida); comercial (Barquisimeto); y la cos­mopolita Caracas y su área metropolitana. La jornada de

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trabajo es de ocho horas diarias en cinco dias laborables ydescanso los fines de semana y dias feriados.

La vivienda citadina que caracterizó al pais hasta hace tresdécadas está siendo influida por las más audaces lfneas de laarquitectura moderna. El tipo de vivienda del medio ruralconocida con el nombre de rancho ha invadido desde losaños sesenta en alto grado el medio urbano, arrastrandoconsigo graves problemas sociales. Aquél se ha modificadocon la incorporacíén de otros materiales en su construcción,configurando el "rancho citadino", reto a niveles del asom­bro a la utilización del espacio. También destaca la viviendamultifamiliar -en grandes bloques-, para familias de bajosingresos.

En las formas de vestir en la ciudad, en concordancia conlos ingresos, influyen las modas transmitidas a través de losmedios de comumcación. Las caracteristicas de la alimenta­ción también están en función de los niveles de ingresos; enlos grupos en que éstos son bajos, la alimentación consisteen camota, mm, arroz y plátanos, pero últimamente han sidosustituidos en gran parte por las pastas de harina y algunasverduras. En los grupos de medianos y altos ingresos la dietaalimenticia es más selectiva y de mayor valor nutritivo porcuanto incluye proteinas de origen animal y las vitaminasque contienden las hortalizas y las frotas. En las grandesciudades la tendencia actual es a la aceptación de todo tipode comida internacional.

La distribución de la población en urbana y rural se hacaracterizado por cambios a favor de la primera, iniciados apartir de 1936. Entre este año y 1961 la población total seincrementó sólo en un 18%; particularmente en el periodointercensal 1941-50 la población pasó a ser predominante­mente urbana. En 1950 cerca del 48% de la población viviaen centros superiores a 2.500 habitantes, y en 1961 unaproporción similar vivia en ciudades con más de 20.000habitantes (el 67,4% del total nacional era población ur­bana). Al comenzar la década de los ochenta la poblaciónurbana representaba el 80% y, como se ha dicho, para 1990sube al 84%. Desde luego este resultado se corresponde sólocon los términos censales.

Desde otros ángulos este creciente desarrollo urbanocomo consecuencia del éxodo rural, ha implicado un aban­dono de las actividades agropecuarias y la aparición o forta­lecimiento de barriadas pobres en la periferia de las grandesciudades. Incrementadas éstas con la inmigración masiva

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proveniente de paises latinoamericanos, particularmente de lalimitrofe Colombia. Pero ha significado también la apariciónde otras actividades económicas en el medio urbano, quehan absorbido gran parte de esta población; el desarrollo delcomercio y los servicíos, y en un estimulo al proceso de in­dustrialización. En el medio ruralesto ha significado, entreotras cosas, que la población agricola hoy produce más queantes. En un intento de contrarrestar el éxodo rural y de in­corporar amplios núcleos campesinos a la vida económicadel país, se inició en 1960 un programa de refunna agraria,el cual, como se verá más adelante, no ha dado los resultadosprevistos.

En términos muy generales puede decirse que aún semantienen los mismos patrones de ocupación del espacio deaños atrás, a excepción de algunos focos poblaciones quehan surgido en épocas recientes. En efecto, el dominio geo­gráfico costa-montaña es el que concentra más población;luego, los llanos; mientras que Guayana, el de mayor terri­torio, es el menos poblado.

A fines de la segunda década de este si~lo y en las si­guientes, como consecuencia de la explotación del petróleoa escala comercial, las migraciones internas se acentuaron. Ysi bien en un comienzo tuvieron ese origen, años más tarde,la creación de centros agricolas y, posterionnente, el estimulogenerado por el desarrollo de Guayana, han actuado comofocos de polarización en el proceso de poblamiento.

El primer centro productor de petróleo, el estado Zulia,con menos del 7% del territorio nacional, concentra más del12% de la población total. El Distrito Federal, gran centrometropolitano, junto con los municipios vecinos del estadoMiranda, actúa como principal foco de atracción de las mi­graciones internas y de la corriente inmigratoria que a partirde la década de los cincuenta afluye al país. La explotacióndel petróleo en el oriente del pais y el desarrollo de algunoscentros agricolas en los llanos, alrededor de las obras deriego, determinaron la integración de núcleos poblados enestas áreas. El desarrollo industrial de Guayana, en funciónde la explotación de sus recursos hidráulicos y mineros, esfactor determinante del aumento de la población en la re­gión. También las capitales de las entidades federales con­centran importantes núcleos de población en función delgrado de expansión de sus actividades económicas.

Por otra parte, existe en el pais un predominio de las eco­nomía de aglomeración y de centralización de las decisiones

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políticas que se reflejan en el desarrollo del Distrito Federaly del estado Miranda a expensas de otras entidades. Lo quese manifiesta en las diferentes ratas de crecimiento de lasdistintas regiones; así, mientras los primeros registran en losúltimos treinta años un crecimiento interanual de poblaci6ndel orden del 6%, los estados andinos, por ejemplo, no lle­gan al 2%. La media para Venezuela es del 3,5%.

EVOLUCION DE LA PROPIEDAD TERRITORIAL

Cuando los españoles llegaron a las tierras hoy ocupadaspor la naci6n venezolana, pudieron constatar que en algunasáreas existía una forma de propiedad colectiva de la tierrapor parte de las tribus que la habitaban, situaci6n no domi­nante, por cuanto la mayoria de las tribus eran nómadas, talcomo ocurria en el caso de los caribes. Sin embargo, cuandolos conquistadores consideraron necesario impedir que elindio huyera, o cuando no lo sometia a masacre y despojobrutal porque les era útil como mano de obra para las labo­res que realizaban, comenzaron a permitirle el uso y disfrutede determinadas superficies de tierra bajo un sistema depropiedad que se denominó resguardos indígenas.

Hay que señalar, sin embargo, que la propiedad comunalindígena no desapareci6 en Venezuela con la colonizaci6nespañola, por el contrario se mantuvo a lo largo de todo elperiodo colonial. La legislaci6n indiana favoreci6 teórica­mente el desarrollo de las formas comunales indígenas, pro­tegiéndolas contra las explotaciones de los colonos españo­les y criollos. Sin embargo, no siempre se cumplieron estasdisposiciones legales, tal como se puede observar en el granavance de la propiedad privada de haciendas y hatos en losAndes y en los llanos.

Sobre los nuevos elementos introducidos por la legisla­ci6n española en beneficio de las comunidades indígenas,que condujeron a la forma de propiedad que el historiadorvenezolano Eduardo Areíla Farias ha definido como propie­dad comunal indígena transculturada, para diferenciarla delas propiedades comunales indígenas puras, cabe señalar lasCajas de Comunidad, verdaderos organismos de crédito yproducci6n que alcanzaron un gran poder econ6mico enMéxico y Perú. Según Arcita Farías, en su estudio sobre "Elrégimen de la propiedad territorial en Hispanoamérica", in-

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cluido en la.Obra Pia de Chuao, (p. 20), se afirma: "En Ve­nezuela estas Cajas fueron pobres, pero de todas maneras re­sultaron de gran utilidad y desempeñaron una función muyimportante dentro de la sociedad comunal indígena, ya queasumieron la administración de todos los bienes, y con losfondos resultantes de la venta de las cosechas, esas Cajascostearon los gastos de los pleitos entablados contra los te­rratenientes criollos por la restitución de las tierras que éstosles usurparon". Cabe recordar que en el siglo XVID seobligó al latifundista marqués del Toro a restituir a los in­dios deSan Mateo las tierras que les habia quitado.

En tierras de Misiones la vida agraria indigena tuvo ungran repunte en la segunda mitad del siglo XVIII debido ala nueva polftica indigenista española que trató de recons­truir instituciones indígenas como medio para mantener es­tos pueblos de indios sujetos a la autoridad real. En cambio,durante la república, en el siglo XIX, se trató de eliminar estetipo de propiedad comunal aborigen. Así, el 4 de octubre de1821 se ordenó abolir las comunidades indígenas y distri­buir en propiedad privada e individual estas tierras que hastaentonces habían sido poseídas y explotadas en condición depropiedad colectiva de cada comunidad indígena Esta leyposibilitó que poderosos latifundistas tomaran posesión defértiles tierras no sólo en los lugares más inaccesibles, sinotambién en las reservas que aún quedaban en los valles deAragua, del Tuy y cercanías de Caracas. Algunas comunida­des resistieron estas disposiciones legales hasta que tuvieronque retirarse en 1836, 1838 Y 1885. Todavía quedan algunasque han soportado todas las presiones legales y económicas;son los casos de las denominadas Mante-Chíchirívtchí enFalcón y Chivacoa en Yaracuy, además de numerosas enGuayana y otras áreas al Sur del país.

Una segunda forma de origen de la propiedad se encuen­tra en los repartimientos que hacían los conquistadores entrelos soldados y oficiales que habían participado en la con­quista, como forma de premiar el esfuerzo en dicha acción.Tal adscripción de la propiedad iba acompañada en muchoscasos con la entrega de indios so pretexto de educarlos yatraerlos a la religión católica, objetivos que en la práctica nose cumplían, pues dichos repartimientos se convirtieron enuna forma de explotación de la tierra con mano de obragratuita. Fue precisamente esa deformación en la cual sebasó el padre Las Casas para la traída de los negros africanos

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con el objeto de aliviar la pesada carga que recaía sobre losindios.

En algunos casos los encomenderos entregaban a sus tra­bajadores indigenas pedazos de tierra para cultivar a cambiodel pago de una parte del producto obtenido; surgieron asilas aparcerfas y, más adelante, los arrendamientos. Poste­ríormeate escaseó la mano de obra indigena y se establecióel comercio de esclavos, viniendo a ser estos últimos, al co­rrer los años, los verdaderos aparceros.

En todo caso la tierra se repartía entre los conquistadoresen atención a un orden jerárquico; asi, para los soldados de apie, que era la jerarquia más baja, se entregaban las peonias,que consistian en un solar integrado por 50 pies de frentepor 100 de fondo, o sea, la cantidad de tierra en que se podíaproducir 10 fanegas de maiz o de trigo, e igual cantidad deproductos de cultivos permanentes y de pastos; también sepodía construir la casa y mantener una huerta familiar congallinas y cochinos. En América Latina, la peonia, comounidad de superficie, varió en el transcurso del tiempo y enlas diversas regiones. Por último, Felipe n estableció legal­mente que una peonía consistia en el antedicho solar de 50pies de ancho por 100 de largo más una tierra de labor paracosechar 100 fanegas de productos agricolas (aproxima­damente 6.46 ha).

Para los soldados de a caballo, o sea, los militares de máscategoría, la dotación era mayory consistia en una caballeria,que se componía de hasta 100 peonias. Este tipo de medidatodavia subsiste en algunas regiones de América, especial­menteen las islasdel Caribe. La caballería actual es el equi­valentea 13,2 ha, o sea, a una unidad de explotación de unas13 ha. En México, donde las mercedes de tierra sólo se con­cedían por caballerla, las autoridades fijaron esta medida desuperficie en 43 ha aproximadamente; y una merced de tie­rra podía abarcar vanas peonías o caballerias.

El surgimiento de la gran propiedad rural es posterior,cuando un dueño de explotación concentra en su propiedadvarias mercedes de tierra, que eran vendidas por poseedoresnecesitados o disconformes con sus predios. AsI, la tierra deasentamiento se tornaba objeto de comercio y de especula­ción, siendo adquirida en grandes proporciones por perso­nas acaudaladas, que se convertirían en latifundistas.

Una tercera forma de apropiarse de la tierra tiene su ori­gen en la que tomaban para si los jefes de las expedicionesconquistadoras o sus hombres de confianza y eran los lla-

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mados hatos, o sea, una legua cuadrada de tierra con uncontorno de más de 5,5 kil6metros. Este concepto de hato, osea la cantidad de tierra apta para sostener 2.000 cabezas,como no constituye una unidad de medida muy definida setrasladó a la expresión legua, legua cuadrada, una unidad demedida que todavía se usa en el llano, pero que, en la prác­tica, a todo lo largo y ancho de esta región ofrece diferen­cias. Es conocido el caso de la estancia de ganado de loshennanos Mier y Terán, que tenia una extensi6n de 25 le­guas, o sea, 77.637 ha (una legua equivale en este caso a3.105,5 ha), con una poblaci6n bovina relativamente pe­queña de 15.000 cabezas.

El fundamento juridico sobre el cual se apoyaban los es­pañoles para el reparto de las tierras en América, como sesabe, se encuentra en la aplicaci6n del poder temporal de laIglesia a través de la bula de Alejandro VI, según la cual lastierras descubiertas por los españoles en el Nuevo Mundoson propiedad de la Corona española. De ahí emanará tododerecho subsiguiente de propiedad; y así pasaron 300 añosde dominaci6n española en América durante los cuales eseprincipio se sostuvo y aún se sigue sosteniendo como fuentede derecho de propiedad. Es ésta una de las expresiones delenfrentamiento con los verdaderos dueños de las tierrasamericanas, los indígenas que las habitaban, quienes fueronobjeto de saqueos y despojos revestidos de carácter legal.

Por otra parte los virreyes, capitanes generales y cabildosherederos de los conquistadores en el derecho de otorgartierras, una vez superada la etapa de la conquista, lo hacían,como representantes de la Corona, bajo la forma de graciaso mercedes reales. Y respecto de aquellas tierras que no lasposeyeron los indígenas en la forma de resguardos, que nofueron repartidas por los conquistadores en la oportunidaden que hicieron los repartos y encomiendas, y que tampocolos virreyes y capitanes generales repartieron bajo la fonnade mercedes reales, esas tierras se conocian como realengas,porque no pertenecían a nadie en particular; eran realengas,del rey y, en consecuencia, estaban pendientes de propieta­rios; y en el caso de Venezuela, así se encontraban el 5 dejulio de 1811 cuando se declaro nuestra independencia. Apartir de esta fecha, las tierras que no habian sido adquiridaspor nadie, esas tierras hasta entonces realengas, se conviertenen tierras baldías, que posteriormente pasan a ser propiedadde las distintas entidades federales; siendo la más beneficiadala que hoy lleva el nombre del Zulía, hasta el punto de que

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la gran mayoría de las unidades de explotación agropecuariase encuentran en tierras baldías.

Respecto a las tierras que eran de las ciudades en el mo­mento de su fundación, aquellas constituyen el origen de losejidos actuales, los cuales pueden ser otorgados a terceros enenfiteusis, que permite el uso y disfrute de la tierra sin tenerla propiedad. En Venezuela la mayoría de los ejidos hansido enajenados y a menudo ocupados, no por la extensióndel paisaje urbano o de suburbios, sino agregados a lasgrandes propiedades rurales próximas a las ciudades, cer­cándolas.

También tienen mucha importancia las propiedades delas misiones de las diversas órdenes religiosas y de la iglesia.Las misiones recibían de la Corona española tierras dondefomentaron cultivos y asentaron ganado para su propio sus­tento y que eran trabajadas por los indigenas que estabanbajo la íañuencía de cada misión. Tales son los casos de lasextensas propiedades de las misiones en Guayana, a las quese les ha estimado teman en 1811 más de 200.000 cabezasde ganado vacuno y 80.000 de ganado equino J mular.Numerosas eran asimismo las estancias de la orden Jesuita enla región central del país y en losAndes. Y según el historia­dor venezolano Federico Brito Figueroa, las iglesias, hospita­les , obras pías de la Provincia de Caracas poseían grandescapitales. El convento de la Concepción de Caracas llegó aposeer en el siglo xvm ciento cincuenta plantaciones consus COITeS\Xlndientes esclavos, distribuidas en el territorio dela províncía de Caracas y adquiridas por el sistema de dona­ciones, dote de las religiosas, composiciones y remates.

Del conjunto de las formas de tenencia de la tierra antescitadas se deduce que el origen de la propiedad privada de latierra en Venezuela data de la época de la conquista, puescon anterioridad los indigenas hadan uso de la tierra enforma comunal. Cabe señalar que, además de las distintasmodalidades de reparto de tierras, es con la implantación delas mercedes reales, por parte de la Corona española, cuandose establece todo un ordenamiento juridico que ha servidode base a algunas formas de tenencia. Las composiciones yconñnnacíones permitieron una posterior legalización de lapropiedad de la tierra.

A partir del siglo xvrn se constituye una aristocraciaagrícola en la cual llegan a dominar los criollos sobre lospeninsulares y se acentúan las relaciones de producción es­clavista, sobre todo en aquellas zonas productoras de bienes

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básicos para el comercio con la metrópoli. Particularmenteen la franja norteña del país, con tierras fértiles y más cerca­nas a los puertos de embarque, se concentra la mano de obraesclava importada y se explota en mayor grado la indígena,En el siglo XIX se fortalece la clase terrateniente, o sea queno se producen cambios estructurales en la economía, la cualcontinúa descansando en el régimen de explotación latifun­dista. La guerra de independencia tampoco logra modificarel régimen de tenencia de la tierra, pues si bien la propiedadagraria pasa de unas a otras manos, según el grupo militarque esté dominando, el latifundio continúa igual, con opre­sión del campesinado, apuntalando además sus característicasde monoproducción y utilización de técnicas rudimentarias.Con posterioridad, al pasar la población rural del régimen deesclavitud y servidumbre al estado de libertad jurídica, lasrelaciones de producción sufren una ligera modificación.No así la estructura de la propiedad la cual permanece in­tacta, pues ni aun la guerra federal llega a eliminar el lati­fundio; por el contrario, lo fortalece.

A comienzos del presente siglo, durante el régimen deJuan Vicente Gémez, la propiedad de la tierra alcanza losmáximos niveles de concentración. Y a partir de 1936,cuando por confiscación de la propiedad comienza ésta a sertraspasada a la nación, el Estado venezolano se convirtió enel principal propietario. Posteriormente la propiedad pasaráa diferentes manos.

La Ley de Tierras Baldías de 1936 establecia que las per­sonas que fueran propietarias de fundos con tierras agrícolasde primera clase de200 o más hectáreas no podían arrendarni adquirir dichas tierras baldías. Igual para el caso que lapropiedad de segunda clase tuviese una extensión de 400 omás hectáreas, asf como en las ganaderas de primera clasedesde 2.000 ha y en las de segunda desde 4.000 ha. Dispo­siciones que nunca fueron respetadas.

Entre 1936 y 1949 fueron promulgadas dos nuevas leyes,de vida eftmera, hasta que en el último año citado se pro­mulga el Estatuto Agrario Nacional donde se establece queno pueden ser expropiadas aquellas ñncas de tierra agricolade primera que oscilen entre 1SO y 299 ha; para las de se­gunda la extensión varia entre 300 y 4S0 ha. Y para las ga­naderas de primera hasta S.OOO ha y de segunda hasta20.000 ha. Por tierras agrícolas de primera se establece queson aquellas que tienen riego, que son fértiles y están ubica­das cerca de los centros de consumo; siendo de segunda

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clase aquellas que no reúnen las anteriores condiciones. Sibien el Estatuto establecerá más adelante que aun las tierrasde primera pueden ser expropiadas para los fines de la re­forma agraria, si las condiciones sociales, económicas, etc., loimponen. En los casos de tierra de propiedad colectiva sedefinen como tales aquellas modalidades que pertenecen acomunidades indigenas ubicadas en los estados Nueva Es­parta, Zulla, Bolívar, Amazonas y Delta Amacuro. Tambiénlas tierras propiedad de las comunidades agrarias, que se ba­saban en la reunión de antiguos peones agricoIas y conuque­ros en cooperativas de producción comprendidas en una ex­periencia realizada por la Corporación Venezolana de Fo­mento y cuyo pionero fue el ingeniero mexicano R. Fer­nández y Fernández. La tierra pertenecia a la comunidad, eltrabajo era realizado por todos los miembros de la misma ylos beneficios se repartian según la cantidad y calidad deltrabajo incorporado de cada uno de los integrantes. Dichosmiembros podían hacer trabajos fuera de la comunidad, y laadministración inicial estaba a cargo de cinco personas, tresnombradas por el gobierno y dos por la comunidad. Estaexperiencia duró sólo dos años, pues a partir de 1949 ro­menzaron a ser liquidadas por parte del organismo que lascreó.

Quedan, entonces, defmidas las tierras de propiedad pú­blica como municipales, estatales y nacionales. Las primerascomprenden los ejidos, cuyo origen se señaló al comienzo yque, generalmente, no se destinan al desarrollo agrícola; sontierras que casi siempre están en los alrededores de los nú­cleos poblados. En la actualidad los municipios las otorgancon grandes facilidades a particulares para atraer el desarro­llo industrial y urbano a las respectivas localidades.

La tierras estatales son los baldíos. Es esta una forma depropiedad muy teórica, pues la administración no la ejercenlas entidades federales que son sus propietarias, sino la na­ción a través del Ministerio de Agricultura y Cría, organismoque puede venderlas, arrendadas o traspasarlas a terceros.Las tierras nacionales están representadas por lo bienes resti­tuidos, llamados asf las tierras y demás bienes adquiridos enforma fraudulenta por gobernantes de periodos dictatoriales.J. V. Gémez, por ejemplo, quien era dueño de 260.000 hade las mejores tierras agrícolas y de 1.200.000 ha de tierrasganaderas. La nación adscribió estas tierras a organismosoficiales, al Instituto Agrario Nacional, al Ministerio deAgricultura y Cría, etc.; tierras éstas negociadas en buena

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parte '1 que posteriormente se ha tratado de recuperar. Igualsucedió con las tierras adquiridas, también fraudulentamente,durante la dictadura de M. Pérez Jiménez; tierras que pasa­ron, luego de su derrocamiento en enero de 1958, a consti­tuir bienes nacionales, siendo algunas de ellas más tardeafectadas por la reforma agraria.

Las tierras propiedad de entidades públicas pueden seradquiridas a titulo provisorio o arrendadas; además, una im­portante porción ha sido objeto de ocupación. A partir de lavigencia de la Ley de Reforma Agraria en 1960, han sidoafectadas en parte por este programa, siendo distribuidasentre los campesinos en forma de pequeñas parcelas, lascuales integran los llamados asentamientos campesinos; yaun cuando éstos ejercen el derecho de propiedad sobre susrespectivas parcelas les está expresamente prohibido por lacitada Ley su enajenación o arrendamiento.

La ley venezolana establece el derecho de propiedad pri­vada sobre las tierras, con las limitaciones que el orden pú­blico y el interés social así lo exijan. La explotación de estastierras se efectúa directamente por sus propios dueños, o porpersonas que fungen de tales, bien por arrendamiento oaparceria. El segundo caso se refiere a cuando el propietarioposee una unidad de explotación bajo su dirección y dentrode ella existen partes cuya responsabilidad técnica y eco­nómica están a cargo de otras personas; por ejemplo, loslotes de terrenos que aquél haya cedido a sus trabajadorespara que los exploten directamente -como si fueran propíe­tarios-. Las tierras de propiedad privada pueden estar tam­bién bajo diversos tipos de arrendamiento: en dinero y enaparceria o medianeria, según que por su uso se pague conuna parte proporcional de las cosechas, o con la mitad de losproductos que dan las plantas permanentes que existen enella, respectivamente. También las tierras de propiedad pri­vada pueden ser objeto de ocupación y de hecho 10 son ennumerosos casos.

Al comparar el total de unidades de explotación de 1984en relación con las 287.919 de 1971 se detecta un incre­mento de alrededor de 100.000 nuevas unidades que repre­sentan la expansión de la frontera agricola en cerca de 5 mi­llones de hectáreas. Su distribución se efectuó entre la totali­dad de las unidades de explotación particularmente enaquellas comprendidas entre 50 y 5.000 ha lo cual contri­buye a la concentración en la tenencia de la tierra y expresa,por otra parte, el desarrollo de la agricultura empresarial.

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Las unidades de explotación menores de 50 ha que repre­sentan el 83% del total ocupan apenas el 8% de la superficieen explotaci6n. Desde luego, s610 la realizaci6n de un catas­tro rural puede dar informaciones ciertas sobre la verdaderasituaci6n de la tenencia de la tierra en el país.

Las cifras más recientes en materia de clasificaci6n de lasunidades de explotaci6n según tamaño corresponden al VCenso Agrícola, 1 Fase, 1984-85, publicadas en 1988 por elMinisterio de Agricultura y Cría (MAC) y la Oficina Centralde Estadística e Informática (OCEI), debido a que en 1990no se realizó Censo Agropecuario, como debía haberse he­cho. Ellas son:

Tamaño Unidades Superficie(ha) (N!!) (Miles/ha)

< 0,49 13.391 20,5 - 0,99 18.102 10

1 - 1,99 48.566 542 - 4,99 89.651 2605 - 9,99 59.820 377

10 - 19,99 49.542 60520 - 49,99 39.714 1.12550 - 99,99 20.919 1.348

100 - 199,99 14.472 1.827200 - 499,99 13.283 3.847500 - 999,99 5.784 3.725

1.000 - 2.499,99 3.697 5.3462.500 - 4.999,99 1.179 3.686

> 5.000 732 9.066

Totales 381.276* 31.278

* En este total, según la misma fuente infonnativa se agrega 2.424unidades de explotación sin tierra, quizás las incluidas en censosanteriores en otras fonnas de tenencia distintas a las de propiedad,arrendadas Yocupadas.

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LAPOLITICA

La realidad geoeconémica hasta aqui analizada se cumpleen un espacio dividido en entidades y en el cual se patenti­zan los más variados hechos politicos y sociales que sirvende sustento a los procesos de consolidación y trascendenciade la venezolanidad. Las formas como se ejerce el gobierno,la justicia y la administración de los grandes problemas edu­cacionales, sanitarios y habitacionales, entre otros, asi comola existencia de diversos estratos socíoeconémícos, revelan lapresencia de un país en permanente ebullición y que reclamade sus dirigentes una clara y adecuada dirección que saneela administración pública y erradique el subdesarrollo.

Entre los aspectos politicos cabe señalar la estructura delGobierno que se ejerce en el territorio nacional, la divisióndel territorio atiende sólo a estos fmes de gobierno y admi­nistración, con escasa correspondencia con las regiones na­turales.

Veintidós estados, un Distrito Federal y dependencias fe­derales componen la división política del pais. La unidadpolitica primaria la constituye el municipio, cuya estructuracentral está asentada en el Concejo Municipal. Según elCenso del 90 hay 281 municipios; entre municipios capitalesy parroquias hay 681. Las dependencias federales estánconstituidas por el grupo de islas venezolanas en el mar Ca­ribe, a excepción de las islas de Margarita y Coche, que inte­gran el estado Nueva Esparta. Entre las primeras se encuen­tran los archipiélagos de Los Roques, Las Aves, Los Monjes,y las islas La Blanquilla, La Orchila, Aves, La Tortuga, entreotras.

El poder público que rige para todo el territorio nacionalactúa a tres niveles: el poder nacional, el poder de los estadosy el poder municipal.

El poder nacional es ejercido mediante tres órganos de­nominados Ejecutivo, Legislativo y Judicial, sin que ningunode ellos, de acuerdo con las normas constitucionales, pre­pondere sobre los demás. El poder ejecutivo es ejercido porel Presidente de la República, quien es el Jefe de Estado yComandante en Jefe de las Fuerzas Armadas. Un Consejo deMinistros, cuyos integrantes considerados individualmenteactúan como Secretarios de Estado, constituye el principalauxiliar para el ejercicio de las funciones presidenciales. Elpoder legislativo es ejercido mediante un Congreso consti­tuido por dos cámaras: una de senadores y otra de diputa-

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dos. Loa primeros se eligen en número de dos por cada unode los veinte y dos estados y el Distrito Federal; Y los segun­dos en fonna proporcional al n6mero de habitantes. Fl po­der judicial cuenta con un organismo denominado ConsejoNaaonal de la Judicatura, encargado de designar a los juecesy ejercer vigilancia sable todo el sistema judicial. Fl Con­greso designa a los miembros de la Corte Suprema de Justi­cia.

DIVISION POLITICO TERRITORIAL

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El poder de los estados es ejercido por un gobernadornombrado por el Presidente de la República hasta 1989,cuando se establece la elección de éstos por votación directay secreta. Las iniciativas administrativas son previamenteaprobadas por una Asamblea Legislativa, que, también,aprueba o no el informe político y administrativo que cadaaño presenta el gobernador del estado. En 1994 se han dadovarios casos de desaprobación de la gestión de algunos go­bernadores por lo que se ha llamado nuevamente a eleccio­nes en esos estados.

En el presente siglo, después de la larga dictadura de JuanVicente Gómez (1908-1935), y hasta 1958, se suceden go­biernos surgidos de varios tipos de procesos electorales, en­tre ellos también gobiernos de facto con composición cívico­militar y el gobierno dictatorial de Marcos Pérez Jíménez.Desde el último año citado, y hasta 1994, han transcurridosiete periodos completos de cinco años ejercidos por gober­nantes elegidos popularmente. Las elecciones se han reali­zado al término de cada uno de dichos periodos y a partirdel citado 1994 está vigente un nuevo periodo democráticosobre la base de elecciones realizadas el 5 de diciembre de1993.

Mediante el voto universal, directo y secreto, se elige alPresidente de la República y a los representantes a los cuer­pos deliberantes de la nación, de los estados y de los muni­cipios, todos los cuales duran cinco años en el ejercicio desus funciones. También por voto directo y secreto, como seha dicho, en cada estado se elige al Gobernador que ejercerásus funciones por tres años. Las elecciones son dirigidas porlos partidos políticos, cuya existencia. está definida por laConstitución como órganos fundamentales a través de loscuales el pueblo participa en el ejercicio de la democracia.El sistema electoral prevé la representación de las minorías.

Los principales partidos políticos registrados a escala na­cional de acuerdo con las elecciones realizadas en diciembrede 1993 son: Acción Democrática (AD), Comité de Organi­zación Política Electoral Independiente (COPEI), Causa SI,Movimiento al Socialismo (MAS), Convergencia. Ademáshay varios partidos menores.

Todos los ciudadanos mayores de 18 años, sepan o noleer y escribir tienen derecho a participar en las consultaselectorales. Pueden hacerlo libremente a través de los parti­dos políticos de su preferencia, o mediante los llamadosGrupos de Electores que, en número determinado en la Ley,

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pueden efectuar postulaciones. Estos grupos de electores sonorganizaciones permitidas por la Ley del Sufragio, autoriza­das para presentar candidatos llenando los mismos requisitosde los partidos en cuanto a registro, pero sin ser organiza­ciones politicas; por 10 tanto requieren estar inscritos en 12entidades para poder presentar un candidato a la presidenciade la república.

En relación con el ejercicio de la justicia, una vez vigenteen forma ininterrumpida la democracia a partir de 1958, seinstauro un Estado de Derecho que se rige por la Constitu­ci6n y las leyes de la república Yo que garantiza a los ciuda­danos el ejercicio pleno de sus libertades. La administraciónde la justicia tiene carácter nacional y se ejecuta mediantecortes y tribunales autorizados, siendo el máximo tribunal laCorte Suprema de Justicia. Los jueces y miembros de los tri­bunales son nombrados por el Consejo de la Judicatura quea su vez está integrado por siete miembros, de los cualescinco los designa el Legislativo y dos el Ejecutivo. La CorteSuprema de Justicia, como se ha dicho, es nombrada por elCongreso Nacional.

A los efectos administrativos, y como órgano auxiliar dela Judicatura, existe un Ministerio de Justicia encargado de.los penales y de la policfa auxiliar, teniendo como funcióncomplementaria las relaciones entre el Estado y los Cultos.Otros servicios de policia para la seguridad individual y delEstado dependen del Ministerio de Relaciones Interiores; y,además, cada entidad federal y hasta algunos Concejos Mu­nicipales poseen sus propios cuerpos policiales.

Todo lo referente a la identificaci6n de los ciudadanos yal control de extranjeros está bajo la competencia de una Di­recci6n Nacional de Identificación y Extranjeria, adscrita alMinisterio de Relaciones Interiores.

y respecto a las Fuerzas Armadas Venezolanas, éstas tie­nen su origen en los cuerpos militares organizados por elLibertador Sim6n Bolivar y sus generales durante la largaguerra de independencia que se libro en quince de los pri­meros veinticinco años del siglo pasado. Desde entonces yhasta la fecha han atravesado por muy diversas situaciones,originadas, básicamente, en los sistemas de gobierno preva­lecientes en el país, En los tiempos que corren, Venezueladispone de unas fuerzas armadas tecnlficadas, debidamenteorganizadas para el cumplimiento de las funciones que leatribuye la Constituci6n Nacional y como garantes de lasinstituciones democráticas. La comandancia suprema de es-

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tas fuerzas es ejercida por el Presidente de la República,quien cuenta a tales efectos con un Ministro de Defensa,miembro del Gabinete Ejecutivo.

LA SOCIEDAD

En Venezuela la gran gesta emancipadora (1810-1824)no sólo rompió los lazos de dependencia con la metrópoliespañola SiDO que también marcó el inicio de la ruptura dela estructura clasista heredada. Y la Revolución Federal(18S9-1863), que sobrepasó los limites politicos, intentó unproceso de eliminación de clases a través de la lucha por eligualitarismo de los venezolanos.

De esa época a nuestro presente, significativos logros enalgunos campos, como en el educacional, el sanitario, loscomunicacionales, entre otros, han conformado un marcopropicio al desarrollo social de la comunidad. Mas en lo .económico, las acentuadas diferencias que se registran entrelos tipos de ingresos de la población trabajadora han deri­vado en la existencia de ciertos estratos socioeconómicosque evidencian una inadecuada e injusta distribución del in­greso nacional. Asi, según el Censo Nacional de poblaciónde 1981 el 52% de las familias venezolanas tienen ingresosinferiores a 3.000 bolivares mensuales. Luego para 1985 elestrato social de amplia base se puede desintegrar entre lamayoría de las familias cuyos niveles de ingreso se estimanaproximadamente como inferiores a los 1.800 bolivaresmensuales, y de las cuales una elevada proporción percibemenos de 800 bolivares al mes. Se incluye en este estrato lapoblación rural, la que habita en las barridas pobres de lasciudades y la que está en condiciones de desempleo y su­bempleo, lo que significa que participa de un sistema am­biental de pobreza, fuente de pena y de malestar económicoy social. Un estrato medio con ingresos que pueden oscilarentre los 1.800 y 4.000 bolivares mensuales, que correspon­derla a la llamada clase media, compuesta por profesionales,técnicos y demás personas que tienen un empleo mediana­mente remunerador. Una reducida clase media alta, con ni­veles de ingresos entre los 4.000 y los 10.000 bolivares men­suales. Y la denominada clase alta, que concentra"a los em­presarios de la ciudad y del campo, a los ejecutivos del sec­tor, a profesionales altamente remunerados, etc., y que

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constituyen una minoría. Para comienzos de la década de los90, en 1993, el 80% de las familias venezolanas se encuentraen situación de pobreza, un 43% en pobreza critica y un31% en pobreza relativa, cuyos salarios no alcanzan a cubrirlos requerimientos para la adquisición de la cesta básica dealimentos y algunas medicinas. La clase media que alcanzaaproximadamente un 15% se encuentra en trance de extin­ción. Una clase media alta con ingresos superiores a los100.000 bolivares mensuales que cubre alrededor del 3% dela población. y un 2% que concentra todo el poder econó­mico, y en el cual junto a los honestos que han logrado sufortuna a través del trabajo se agrega la cantidad de corrup­tos que han proliferado en los últimos veinte años.

En relación con las condiciones en que se desenvuelve lacomunidad venezolana, las relativas a la salud son priorita­rias. Puede decirse, a grandes rasgos, que se habia erradicadoepidemias y endemias tales como la malaria y la fiebreamarilla, que hasta hace algo más de cinco décadas diezma­ban la población. A ello han contribuido la construcción deviviendas higiénicas, la multiplicación de los servicios médi­cos y hospitalarios urbanos y rurales y, en general, el sane­amiento ambiental. Todo esto sirve de apoyo al alto indicede crecimiento demográfico y ha determinado que el pro­medio de vida del venezolano (69 años los hombres y 13años las mujeres) sea uno de los más elevados del mundo,sin pertenecer Venezuela al grupo de los paises industriali­zados, en los cuales son caraeteristicas tales expectativas devida.

Mas es indudable que los cambios que ha experimentadoel pais en relación con el creciente urbanismo ha significadola reaparición de enfermedades superadas, y la aparición denuevos y variados problemas, por cuanto no se han cons­truido las redes de servicios apropiados a estas nuevas reali­dades, ni se han incrementado las facilidades educacionalesy sanitarias correspondientes a tales niveles, como tampocose ha desarrollado la actividad industrial y la agricola de talforma que sean capaces de generar empleo para utilizar lafuerza ocupacional vacante. Es asi como el incremento delos cinturones de miseria alrededor de las principales ciuda­des constituye, además del engrosamiento del sector demarginados de la sociedad venezolana, una fuente de con­taminación ambiental, producto, principalmente, de la au­sencia de servicios de cloacas y recolección de basuras.

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Cabe destacar el avance del deterioro en todos los órde­nes lo cual ha conducido a la indefensión ciudadana y a labanalización de la vida, que reclaman acciones urgentes paragarantizar la existencia digna de quienes habitan esta tierravenezolana

EL TRABAJO

Como parte del proceso de desarrollo económico y so­cial, en Venezuela ha tenido lugar un amplio movimientolaboral sustentado en organizaciones sindicales estructuradassólidamente que vigilan el cumplimiento de una avanzadalegislación sobre la materia Prueba de ello es el que lasprincipales actividades económicas están estrechamente vin­culadas a la contratación colectiva del trabajo. Mediante larenovación periódica de esos contratos, los obreros y emple­ados logran permanentes mejoras en sus salarios y presta­ciones sociales, lo que permitió hasta antes de iniciarse lafase inflacionaria del ciclo económico un adecuado equili­brio entre los niveles de precios y de ingresos. No ha suce­dido igual en el sector rural, donde los salarios de los traba­jadores del campo siempre han sido inferiores a los queperciben los trabajadores urbanos. En abril de 1994 seaprobó el establecimiento del salario minimo en Bs. 15.000para los trabajadores urbanos y Bs. 9.000 para los trabajado­res rurales.

Dentro de esa amplia libertad de organización laboral yempresarial que existe en el pais desde hace treinta y seisaños, la primera tiene una estructura que va desde los sindi­catos hasta una poderosa Confederación de Trabajadores(CfV), pasando por numerosas federaciones que agrupan alos sindicatos de actividades similares. Por su parte, los em­presarios se organizan en cámaras y asociaciones, que a suvez mantienen una Federación de Cámaras de Comercio yProducción, equivalente para este sector a la señalada Con­federación para el sector laboral.

Con la vigencia del modelo de sustitución de importacio­nes hasta fines de la década de los ochenta, la estructura decostos y la especial situación no competitiva derivada de lapolitica proteccionista aplicada a la industria manufactureranacional, se ~eneraban presiones para el alia de los precios.Pero las medidas que entonces toma el Estado, tales como el

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control de precios de productos de primera necesidad, elmantenimiento de la politica de precios mínimos para de­terminados renglones agropecuarios y el estimulo a la pro­ducción de algunos bienes, sirvieron para contrarrestaraquella tendencia alcista Tendencia esta que partía desde1974 con el aumento considerable y continuo de los preciosdel petróleo que violentaron la realidad económica venezo­lana, iniciándose un proceso de elevación en los precios detodos los bienes en una espiral de composición inflacionariay especulativa.

Venezuela, que se presentaba como uno de los pocos pai­ses en el mundo que había mantenido un conveniente con­trol de cualquier efecto inflacionario en su proceso de desa­rrollo económico, registra desde mediados de la década delos ochenta grandes modificaciones en el costo de la vidaEstas han sido, en buena parte, consecuencia de efectos in­flacionarios importados de otras economías, como la norte­americana, con las cuales Venezuela está ampliamente vincu­lada; y en alto grado, también, producto de la especulación.Todo esto, aunado a las politicas económicas aplicadas, par­ticularmente las medidas de corte neoliberal a partir de1989, han detenninado una especie de paralización de laeconomía, que para los tres primeros años de los 90 condujoal país a una profunda crisis económica Situación ésta quetendrá que solventarse desee mediados de 1994 superando ladependencia del producto rentistico petrolero y abriendonuevos espacios económicos.

ESPACIO Y TIEMPO

En medio de una naturaleza privilegiada, subaprove­chada, mantenida al margen a lo largo de más de cuatrocien­tos años y a la cual apenas se aproximaban los hombres quela poblaban, se fue conformando Venezuela.

Asi fue. Entre grandes contrastes naturales está enclavadaVenezuela Altas temperaturas en las extensas llanuras y nie­ves perpetuas en los majestuosos picos, selvas que atrapan yespinares que sirven de guarida al rojo cardenal, sol perma­nente para calentar en su verticalidad los días, y luna cam­biante, siempre luna para los poetas y para los campesinoscuando de poder se trata Yagua, mucha agua para regartodo lo que se siembra, para calmar la sed de los hombres y

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de los animales, para convertirse en energía, para dar vida.Pero también para dar muerte cuando se desbordan los cau­ees, cuando no se la domina y se vuelve realenga, no aguasdel rey, sino aguas dueñas de las tierras bajas, aguas queahogan grandes manadas o arrastran cosechas, aguas quesiembran muerte; agua, mucha agua todavía, pese a su usoirracionaL Y un suelo largo, extenso, que cubre un triángulocaprichoso con la base invertida Presenta su ancha cúspidebañada por aguas saladas y encerradas entre tierras con dife­rentes tonalidades sus otros dos costados, cuyo entrecruce enel extremo inferior arranca de las cercanias del paralelo cero.

Esa naturaleza que es esencia de la hoy llamada Vene­zuela, con el correr del tiempo ha sido vista y vivida de muydistintas maneras. Primero fueron los conquistadores y ro­lonizadores quienes intentaron cercarla para extraer el orode sus minas ., el oro del trabajo de sus indígenas, con finesde fortalecimiento del imperio español, inmerso en un régi­men mercantilista. Luego con el agotamiento de las minas,surgió el oro oscuro del cacao, el rojo cafeto y la ganaderíaque los mismos. colonizadores habían introducido en estastierras. Y así fue como comenzó a espigar un país rural, decaracterísticas semifeudales, cuyas cosechas servirían paraalimentar su crecimiento. Así ocurrió hasta el derrumbe delcolonialismo español y durante"' las luchas de los revolucio­narios criollos que, motivados por distintos intereses, culmi­nan con la gesta emancipadora liderizada por Bolivar. Yluego continuarla alimentando la proliferación de montone­ras fraguadas en las ambiciones por el poder, siendo, quizás,la guerra federal una primera pincelada de reforma social.Hasta llegar, dentro de la misma composición rural, a imbri­carse con una posición politica en el periodo Castro-Gómez,en los rigores de una oscura dictadura que, aun liquidandoel caudillismo localista, se prolonga con el segundo de estosmandatarios hasta fines de 1935.

En el suceder mundial la primera gran guerra cambia lasestructuras de poder. Y Venezuela, que giraba en la periferiadel capitalismo europeo, pasa ahora a depender fundamen­talmente del capitalismo norteamericano. Ese es el precisomomento en el que irrumpe en la vida nacional la explota­ción del petróleo, modificando substancialmente la estruc­tura económica y social del país.

Al moverse en esta nueva órbita del capitalismo, los go­bernantes son pródigos en la entrega de la venezolanidad.En lo económico, el otorgamiento de la riqueza nacional,

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cuya naturaleza ha variado de agropecuaria a minera. Confacilidades de todo tipo Yplazos ilimitados las transnaciona­les adquieren el derecho de extraer el oro negro de las en­trañas de Venezuela, de venderlo en los mercados mundialesa precios que sólo a ellas benefician, contribuyendo enbuena parte a sostener el desarrollo de las grandes metrópo­lis por medio de una energía barata y pagando a Venezuelacon precios envilecidos.

Asi cede el paso a la economía creada por el petróleoaquella Venezuela tradicional, rural; la que dependia de susexportaciones de café, cacao y ganado, complementadas aveces con tabaco, añil, algodón, caucho y balatá, productostodos de la explotación de latifundios, donde la vida de loscampesinos se media en fichas y. las deudas de los padres seprolongaban en la vida de los hijos,

Surge otra Venezuela la que pasa por los canales del pe­tróleo, donde la cultura se oprime cada vez más y se engrillala politica, acentuándose el cambio estructural en la econo­mía, con el definitivo encadenamiento del fisco a la rentaminera. Luego, posteriores transformaciones que se sucedenen otros campos la convierten en nación-esponja donde latransculturación se acrece. Las prácticas de cultivo específi­cas para climas templados, se introducen en la ardiente agri­cultura tropical. En el campo de la cultura la penetración esabierta, sin que se permita ejercer los elementales derechosde selectividad; el tamaño y la inteligencia de los niíios y delos jóvenes se mide con patrones foráneos, sin considerarcuánto costó en tiempo y sacrificios lograr que el proceso demestizaje culminara en el venezolano de hoy, cuyas especi­ficidades aún no han sido debidamente estudiadas. En laexplotación e industrialización de sus recursos naturales,particularmente en el que se ha convertido en columna ver­tebral de su economía, el petróleo, la dependencia es mani­fiesta. No por el derecho de las concesiones, nacionalizadashace años, sino por el uso de una tecnología extranjera y eldominio de los canales de comercialización por parte de lastransnacionales.

Igual seftalamiento corresponde al mineral de hierro. Loscerros de hierro se van achicando ante la impotencia delsentir venezolano y poca huella germinadora le deja al país,tal como ha ocurrido con el petróleo. En el campo tambiénse han consumido vanamente los recursos, estimulándose eléxodo del campesino hacia la ciudad. Hombres baldíos

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pululan aquí y allá, mientras parece como si en el no deldinero se ahogaran las esperanzas.

De modo contrastante emergen con vigorosidad ciudadesen las distintas regiones del país, con caraeteristicas diferentessegún las actividades predominantes en cada una de ellas.Caracas sobresale con su capitalidad en todos los camJl}>s, enlo administrativo, en lo económico, en la centralización delpoder, en lo cultural y en su capacidad de irradiación al in­terior. Otras han surgido al calor de la generación de empleoen la agricultura o en la industria convirtiéndose algunas enfocos de desarrollo y otras en enclaves económicos. En todocaso,el proceso cuantitativo de desarrollo urbano es marca­damente acentuado, aun cuando no existe adecuada corre­lación entre las ciudades y sus correspondientes regiones oentre éstas, pues el dominio de la ciudad capital se mantienea expensas del resto del país.

Esta transformación estructural, que se inicia en los añosanteriores a 1920, cuando Venezuela tenía un presupuestoque no llegabaa 100 millones de bolivares anuales, es lo queexplica que en 1981 el presupuesto nacional sea del ordende los 16.000 millones de bolívares, de los cuales 45.000provienen de la actividad petrolera, que en 1985 sea superiora los 100.000 millones de bolivares y que en 1994 sea de 1billón 600.000 millones de bolivares. Y en medio de estamilagrosa abundancia la marginalidad crece en todas susexpresiones, así como la corrupción en todos sus estratos,reclamando acciones especiales para que Venl2Uela se rea­lice en atención a sus posibilidades nobles y dignas.

Un análisis más detallado de los diferentes sectores de lavida nacional permitirá interpretar mejor las distintas situa­ciones y plantearuna visión prospectiva. Por ello se estudiaacontinuación la significación de los recursos naturales en lavida del país, así como el comportamiento de los distintossectores de la economía. La agncultura, la industria, el co­mercio y los servicios se presentan bajo una óptica geoeco­nómica.

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