Vientos en contra de renovables

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LUNES, 4 DE ABRIL DEL 2011 wsjamericas.com Por Russell Gold La crisis de Japón ha rea- vivado las preocupaciones sobre la dependencia de la energía atómica para obte- ner electricidad. A esto se suma el alza de los precios del petróleo. Estados Uni- dos, el mayor consumidor de energía, sigue empeñado en depender menos del cru- do extranjero e impulsar la producción de etanol. Estos acontecimientos parecerían favorecer a la energía renovable de fuen- tes como el sol, el viento y la biomasa. Este sector ha crecido en los últimos años, atrayendo a inversionistas del más alto nivel, y ha fo- mentado cadenas de sumi- nistro que se extienden por distintos continentes. Las tecnologías han mejorado y los costos han caído. Sin embargo, la energía renovable aún no ha supera- do las críticas que la persi- guen desde hace años: es de- masiado costosa como para competir con combustibles fósiles y depende demasia- do de subsidios guberna- mentales. La mayoría de la energía renovable enfrenta otro obstáculo significativo: su generación sigue siendo intermitente y los avances técnicos que la podrían vol- ver una fuente confiable si- guen siendo elusivos. La energía eólica, la ma- yor y más madura de las fuentes de energía renova- bles, aún requiere subsidios y mandatos del Gobierno. Por su parte, el costo de la energía solar ha bajado mu- cho en los últimos años, pero compite con el carbón y el gas solo en unos pocos mer- cados, donde el precio de la electricidad es demasiado alto. Y las instalaciones de energía solar que pueden generar tanta electricidad como el gas son escasas. Además, el reciente cre- cimiento en la perforación de gas de esquisto promete mantener bajos los precios de este recurso, lo que com- plica la competitividad de la energía renovable. Ni el viento ni el sol pue- den generar energía a vo- luntad, una parte crucial del negocio del suministro. El al- macenamiento de electrici- dad para uso futuro es una tarea difícil y requeriría de algún avance tecnológico. “El almacenamiento en red a un costo efectivo pue- de cambiar completamen- te las reglas del juego”, dijo Pavel Molchanov, analista de la firma de planificación financiera Raymond James. “Pero eso está, por ahora, en el terreno de la investigación y el desarrollo”, agregó. La construcción de nue- vas redes de transmisión para enviar electricidad desde desiertos soleados y llanuras ventosas hacia cen- tros urbanos seguramente será costosa y polémica. Entre tanto, la búsqueda de una fuente de combusti- ble para reemplazar al cru- do también está florecien- do. Convertir maíz y caña de azúcar en etanol funciona pero, cuando los precios glo- bales de los alimentos están en aumento, usar tierras cul- tivables para granos comes- tibles es prioritario. Los in- tentos por convertir restos de madera, residuos muni- cipales sólidos y cultivos energéticos —biocombus- tibles derivados de algas y pasto— en combustible han sido una lucha titánica. De todos modos, las em- presas no han dejado de lado la búsqueda de alternativas para el crudo, el gas y el car- bón. El mercado energético es tan amplio que asegurar- se tan solo una pequeña ta- jada significa un enorme po- tencial de ganancias. Los gobiernos también siguen interesados. Ponerse al frente de una nueva indus- tria global podría significar crear un motor que cree em- pleos y producción económi- ca para las próximas genera- ciones. Además, la energía renovable, incluyendo la geotermal y los desperdicios municipales reciclados, es más limpia que los actuales combustibles fósiles, lo cual reduce la emisión de dióxido de carbono así como de con- taminantes locales. Alemania y China regis- traron las mayores inversio- nes, entre US$25.000 millo- nes y US$30.000 millones cada una en el 2009, por par- te de empresas que fabrican o compran equipos de ener- gía renovable y subsidios de los gobiernos para investi- gación y despliegue de tec- nologías de energía limpia y de uso de energía eficiente. EE.UU. se ubicó en el tercer lugar del ránking con un gas- to de US$15.000 millones en el 2009, según Ren21, una red de políticas de energía renovable con sede en París. En EE.UU., se espera que el consumo de energía reno- vable se duplique a 6,9% en el 2020, frente 3,7% en el 2009. “La pregunta es”, plantea Frank Wolak, director del Programa sobre Energía y Desarrollo Sostenible de la Universidad de Stanford, “si la sociedad está dispuesta a pagar por ella”. El investiga- dor añadió que el problema es que la gente no siente la necesidad de pagar los cos- tos más altos considerando la gran cantidad de combus- tibles fósiles que aún está disponible y lo relativamen- te asequible que es. Los partidarios de la energía renovable dicen que los gobiernos debe- rían seguir financiando su crecimiento. “Al generar la electricidad con (recursos) renovables, uno está gene- rando una electricidad li- bre de emisiones. Pero eso es una prima. Hay otras razones. A nivel local, hay beneficios ambientales, de calidad de aire y de salud. Además, está la ventaja económica de la creación de empleos”, dice Virginia Sonntag-O’Brien, secreta- ria ejecutiva de Ren21. Otros aducen que el pre- cio de depender demasiado de la energía renovable es muy alto y eso podría tener graves consecuencias eco- nómicas. “Usted genera energía que es más cara y cuyos costos de producción se elevan. De esta forma está reduciendo el ingreso de los consumidores porque tie- nen que gastar más en elec- tricidad o combustible”, explica David W. Kreutzer, investigador de Heritage Foundation, una institución de tendencia conservadora en Washington. Esto está cambiando a medida que la tecnolo- gía renovable se abarata y se vuelve más eficiente. El secretario de Energía de EE.UU., Stephen Chu, dijo re- cientemente que creía que la energía eólica y solar no ne- cesitarían de subsidios para competir en una década. Aunque la energía re- novable es hoy en día más cara, el precio puede pa- recer sensato en dos déca- das. “Puede que llegue el momento en que miremos atrás y digamos, ‘qué buen negocio hicimos con estos renovables’”, dijo Marc Ul- rich, subdirector general de energía renovable de la empresa eléctrica Southern California Edison. Los vientos en contra de la energía renovable Los altos costos y la ausencia de una tecnología que permita almacenarla complican el desarrollo del sector Daniel Acker/Bloomberg * Otras incluyen geotermal, solar, eólica, desechos, calor, etc Cifras de 2008 Fuente: Agencia Internacional de Energía 41,6 Petróleo 9,8 Carbón 15,6 Gas 12,7 Combustibles renovables y desechos 17,2 Hidroeléctricas 3,1 Otras** El peso de los fósiles | Consumo de energía global por fuentes EL COMERCIO lunes 4 de abril del 2011 l l 21

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Artículo en el WSJ (4-4-2011)sobre renovables.

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LU N ES, 4 D E A B R I L D E L 2 0 1 1 wsjamericas.com

Por Russell Gold

La crisis de Japón ha rea-vivado las preocupaciones sobre la dependencia de la energía atómica para obte-ner electricidad. A esto se suma el alza de los precios del petróleo. Estados Uni-dos, el mayor consumidor de energía, sigue empeñado en depender menos del cru-do extranjero e impulsar la producción de etanol.

Estos acontecimientos parecerían favorecer a la energía renovable de fuen-tes como el sol, el viento y la biomasa. Este sector ha crecido en los últimos años, atrayendo a inversionistas del más alto nivel, y ha fo-mentado cadenas de sumi-nistro que se extienden por distintos continentes. Las tecnologías han mejorado y los costos han caído.

Sin embargo, la energía renovable aún no ha supera-do las críticas que la persi-guen desde hace años: es de-masiado costosa como para competir con combustibles fósiles y depende demasia-do de subsidios guberna-mentales. La mayoría de la energía renovable enfrenta otro obstáculo significativo: su generación sigue siendo intermitente y los avances técnicos que la podrían vol-ver una fuente confiable si-guen siendo elusivos.

La energía eólica, la ma-yor y más madura de las fuentes de energía renova-bles, aún requiere subsidios y mandatos del Gobierno. Por su parte, el costo de la energía solar ha bajado mu-cho en los últimos años, pero compite con el carbón y el gas solo en unos pocos mer-cados, donde el precio de la electricidad es demasiado

alto. Y las instalaciones de energía solar que pueden generar tanta electricidad como el gas son escasas.

Además, el reciente cre-cimiento en la perforación de gas de esquisto promete mantener bajos los precios de este recurso, lo que com-plica la competitividad de la energía renovable.

Ni el viento ni el sol pue-den generar energía a vo-luntad, una parte crucial del negocio del suministro. El al-macenamiento de electrici-dad para uso futuro es una tarea difícil y requeriría de algún avance tecnológico.

“El almacenamiento en red a un costo efectivo pue-de cambiar completamen-

te las reglas del juego”, dijo Pavel Molchanov, analista de la firma de planificación financiera Raymond James. “Pero eso está, por ahora, en el terreno de la investigación y el desarrollo”, agregó.

La construcción de nue-vas redes de transmisión para enviar electricidad desde desiertos soleados y llanuras ventosas hacia cen-tros urbanos seguramente será costosa y polémica.

Entre tanto, la búsqueda de una fuente de combusti-ble para reemplazar al cru-do también está florecien-do. Convertir maíz y caña de azúcar en etanol funciona pero, cuando los precios glo-bales de los alimentos están

en aumento, usar tierras cul-tivables para granos comes-tibles es prioritario. Los in-tentos por convertir restos de madera, residuos muni-cipales sólidos y cultivos energéticos —biocombus-tibles derivados de algas y pasto— en combustible han sido una lucha titánica.

De todos modos, las em-presas no han dejado de lado la búsqueda de alternativas para el crudo, el gas y el car-bón. El mercado energético es tan amplio que asegurar-se tan solo una pequeña ta-jada significa un enorme po-tencial de ganancias.

Los gobiernos también siguen interesados. Ponerse al frente de una nueva indus-

tria global podría significar crear un motor que cree em-pleos y producción económi-ca para las próximas genera-ciones. Además, la energía renovable, incluyendo la geotermal y los desperdicios municipales reciclados, es más limpia que los actuales combustibles fósiles, lo cual reduce la emisión de dióxido de carbono así como de con-taminantes locales.

Alemania y China regis-traron las mayores inversio-nes, entre US$25.000 millo-nes y US$30.000 millones cada una en el 2009, por par-te de empresas que fabrican o compran equipos de ener-gía renovable y subsidios de los gobiernos para investi-gación y despliegue de tec-nologías de energía limpia y de uso de energía eficiente. EE.UU. se ubicó en el tercer lugar del ránking con un gas-to de US$15.000 millones en el 2009, según Ren21, una red de políticas de energía renovable con sede en París.

En EE.UU., se espera que el consumo de energía reno-vable se duplique a 6,9% en el 2020, frente 3,7% en el 2009.

“La pregunta es”, plantea Frank Wolak, director del Programa sobre Energía y Desarrollo Sostenible de la Universidad de Stanford, “si la sociedad está dispuesta a pagar por ella”. El investiga-dor añadió que el problema es que la gente no siente la necesidad de pagar los cos-tos más altos considerando la gran cantidad de combus-tibles fósiles que aún está disponible y lo relativamen-te asequible que es.

Los partidarios de la energía renovable dicen que los gobiernos debe-rían seguir financiando su crecimiento. “Al generar la

electricidad con (recursos) renovables, uno está gene-rando una electricidad li-bre de emisiones. Pero eso es una prima. Hay otras razones. A nivel local, hay beneficios ambientales, de calidad de aire y de salud. Además, está la ventaja económica de la creación de empleos”, dice Virginia Sonntag-O’Brien, secreta-ria ejecutiva de Ren21.

Otros aducen que el pre-cio de depender demasiado de la energía renovable es muy alto y eso podría tener graves consecuencias eco-nómicas.

“Usted genera energía que es más cara y cuyos costos de producción se elevan. De esta forma está reduciendo el ingreso de los consumidores porque tie-nen que gastar más en elec-tricidad o combustible”, explica David W. Kreutzer, investigador de Heritage Foundation, una institución de tendencia conservadora en Washington.

Esto está cambiando a medida que la tecnolo-gía renovable se abarata y se vuelve más eficiente. El secretario de Energía de EE.UU., Stephen Chu, dijo re-cientemente que creía que la energía eólica y solar no ne-cesitarían de subsidios para competir en una década.

Aunque la energía re-novable es hoy en día más cara, el precio puede pa-recer sensato en dos déca-das. “Puede que llegue el momento en que miremos atrás y digamos, ‘qué buen negocio hicimos con estos renovables’”, dijo Marc Ul-rich, subdirector general de energía renovable de la empresa eléctrica Southern California Edison.

Los vientos en contra de la energía renovableLos altos costos y la ausencia de una tecnología que permita almacenarla complican el desarrollo del sector

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* Otras incluyen geotermal, solar, eólica, desechos, calor, etcCifras de 2008Fuente: Agencia Internacional de Energía

41,6

Petróleo

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Carbón

15,6

Gas

12,7

Combustiblesrenovablesy desechos

17,2Hidroeléctricas

3,1Otras**

Disputa acirradafuel shares of total final consumption

* Other includes geothermal, solar, wind, heat, etcFonte: IEA

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Oil

9,8

Coal, Peat

15.6Gas

12.7Cobustiblerenewables& waste

17,2Electricity

3.1other**

El peso de los fósiles | Consumo de energía global por fuentes

EL COMERCIO lunes 4 de abril del 2011 l l 21