Violencia y Control Social- La Lógica de La Culpabilidad en Un Grupo Indígena

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Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=13901311 Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Sistema de Información Científica Víctor M. Franco Pellotier Violencia y control social: la lógica de la culpabilidad en un grupo indígena Desacatos, núm. 13, invierno, 2003, pp. 152-160, Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social México ¿Cómo citar? Fascículo completo Más información del artículo Página de la revista Desacatos, ISSN (Versión impresa): 1405-9274 [email protected] Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social México www.redalyc.org Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

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  • Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=13901311

    Red de Revistas Cientficas de Amrica Latina, el Caribe, Espaa y PortugalSistema de Informacin Cientfica

    Vctor M. Franco PellotierViolencia y control social: la lgica de la culpabilidad en un grupo indgena

    Desacatos, nm. 13, invierno, 2003, pp. 152-160,Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropologa Social

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    A partir del examen de la lgica de la violencia ejercida en un grupo indgena, el autor centra suanlisis en los mecanismos socioculturales que los actores sociales emplean para comprender ycontrolar su participacin colectiva en las cadenas de venganza de sangre. Esta lgica basada enel pensamiento mgico sobre las creencias de nagualismo estudiadas desde hace dcadas entrelos grupos indgenas permite comprender las restricciones que este tipo de sociedades ha crea-do como formas de control social de homicidios, que se suceden cclicamente en la vida comunita-ria. En una delgada frontera que asocia los actos de violencia fsica y aquellas acciones imputadasal nagualismo causantes de muertes, la comunidad establece un tiempo de espera, en el queobserva el comportamiento de los sospechosos, deduciendo y atribuyendo la culpabilidad de loshechos violentos. Si bien este mecanismo no se considera probatorio en trminos judiciales, lafuerza de la creencia produce la certeza de que los culpables sern descubiertos tarde o tem-prano y con ello se produce la restriccin e inhibicin de tales hechos.

    Examining the logics of violence in an indigenous group, the author focuses on the socio culturalmechanisms used by the social agents to understand and control their collective participation inthe vendettas.These logics, based on magical thought and belief in nahualism described in indige-nous groups decades ago allows us to understand the constrictions these societies created asa form of social control of murders, that ciclacally occur in the life of community. On a thin fron-tier associating acts of physical violence and actions attributed to nahualism, resulting in humandeaths, the community prescribes a waiting period, within which the behavior of suspected per-sons is observed, until the responsability for the violent deeds is deduced and assigned.Thoughthis mechanism is not considered as a legal proof, the belief is so strong that it is assumed thatsooner or later whoever is guilty will be discovered, and that belief limits and inhibits such deeds.

    Violencia y control social: la lgica de la culpabilidad en un grupo indgena

    Vctor M. Franco Pellotier

    vctor m. franco pellotier: CIESAS-Mxico.

    Desacatos, nm. 13, invierno 2003, pp. 152-160.

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    E l propsito de este ensayo es destacar la impor-tancia del estudio de la violencia en relacin conlos sistemas culturales; subraya, en especial, la redde relaciones sociales establecidas en un grupo indgenaen torno a los modos de venganza, donde el resultado esel homicidio en el contexto de prcticas culturales mgi-co-simblicas, vinculadas principalmente al nagualismo.

    Desde hace varios decenios, el tema del nagualismo hasido estudiado por diversos autores, cada uno con nfasisen diversos aspectos. En general se le comprende comoun conjunto de creencias, de races mesoamericanas, quefundamentalmente consiste en el desdoblamiento de unapersona en un animal o fuerza de la naturaleza. Tambinse han abordado como un tema central las conexionesentre el nagualismo y las prcticas de control social.

    Al respecto son de especial inters para este ensayo lostrabajos de Alfonso Villa Rojas sobre nagualismo y siste-mas de parentesco (1947) y sobre el control social de lasrelaciones interpersonales comunitarias (1963). Destacantambin los estudios de Aguirre Beltrn (1958, 1963), Ho-lland (1963) y Foster (1965).

    Llama la atencin la vigencia de las creencias sobre elnagualismo y su aplicacin a condiciones sociales ac-tuales, a pesar de tratarse de prcticas culturales que hanido desapareciendo en las sociedades indgenas.

    El caso de estudio corresponde a la zona habitada porel grupo indgena amuzgo en Oaxaca, en la regin cono-cida como Costa Chica, y fue registrado a partir de 1993,aunque mucha de la informacin data de fechas ante-riores y posteriores. La Costa Chica es una amplia reginintertnica que ha sido caracterizada como zona de altaincidencia de hechos violentos, no slo en conflictos agu-dos, sino en la vida cotidiana. La investigacin que Vero-nique Flanet realiz en la dcada de 1970 y public en sulibro Vivir si Dios quiere (1989) muestra con claridad elcontexto regional de la violencia. Sin embargo, juntoa la situacin general existen tambin formas propias deejercer y controlar la violencia al interior de los gruposindgenas. El caso estudiado no se caracteriza por un muyalto indce de homicidios; no es la cantidad de actos vio-lentos lo que llama la atencin, sino la presencia de la ven-ganza y el homicidio en la vida social de los individuos.

    Celebracin del santo patrn. Durante los rezos los seres sobrenaturales saborean la esencia de la comida / Christian Rasmussen.

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    Hay una diversidad de causas que influyen, en un mo-mento dado, en las manifestaciones de este tipo de vio-lencia. La relacin entre los homicidios, las venganzas ylas caractersticas mgico-culturales vinculadas al na-gualismo, al mismo tiempo que parece ser un mecanis-mo generador de violencia puede ser comprendido comoun sistema de control social que limita, controla y res-tringe los hechos violentos.

    En un lapso de aproximadamente ao y medio se pro-dujo en un poblado de la zona una serie de homicidios(entre 12 y 18). La mayora no lleg a aclararse, lo que pro-pici un clima de intranquilidad. Sobre esos hechos sellegaron a escuchar comentarios entre vecinos, en los ca-minos, en las cantinas, en domicilios particulares y has-ta en la iglesia; al parecer, toda la sociedad local seguacon inquietud los acontecimientos. Luego, en el transcur-so de dos o tres meses, pareca que uno se encontrase enotro lugar, en otro pueblo y con otra gente: no se escu-chaban ms comentarios; en apariencia no haba msinformacin sobre los homicidios, y haban vuelto latranquilidad y la confianza al lugar, tal vez debido al cam-bio de autoridades locales.

    Esta alternancia entre tiempos de violencia y de paz esparte del largo proceso de una conflictividad latente; talcarcter cclico fue considerado por Flanet (1989) comouna seal profunda que penetra en las races de la vio-lencia en la regin de la costa. El tiempo de silencio y pazse alterna con el de violencia. La explicacin de este pro-ceso es difcil, y sobre todo en cada caso particular; porlo pronto, habra que tenerlo presente y preguntarnospara qu y por qu se produce. En princpio, fue con elpaso del tiempo que algunas situaciones se fueron acla-rando, o ms bien fueron conocidas o imputadas a cier-tos actores sociales.

    LOS HOMICIDIOS

    Los homicidios no parecan tener una sola causa.Algunospodan relacionarse entre s, pero no todos. Un rasgo ge-neral los caracterizaba: la venganza, que apareca comofactor central vinculado a mviles de distinta ndole. Laforma de ejercer la venganza es variada y combinada.

    Muchas de las muertes fueron provocadas por arma defuego, lo que implica violencia interpersonal directa, perootras lo fueron (o supuestamente) por medio del nagua-lismo. Este tipo de muerte se imputa a alguien y la con-secuencia es la posible provocacin de una venganza; seconsidera asesinato, aunque las pruebas no indiquen vio-lencia directa, sino mediada por la creencia en la existen-cia de naguales.

    La relacin de la persona con su nagual es eminente-mente social, pues al decir de Villa Rojas el nagualismose entiende en su funcin de controlar las relaciones in-terpersonales de los miembros de la comunidad (1963:243). La violencia puede ser ejercida por uno o varios ani-males (naguales) sobre otro, causndole la muerte y porende la muerte de la persona. Cabe sealar que actual-mente sta es una causa frecuente de demanda, tanto pordao como por muerte, ante las autoridades locales.

    Los motivos de venganza, llammosle directa (violen-cia fsica) o indirecta (violencia mgico-simblica, a tra-vs del nagualismo), tenan distintos orgenes. La mayo-ra se derivaban de problemas privados o personales, sinque se llegara a saber con exactitud la historia completade cada muerte. En buena medida, la privacidad de loshechos se corresponde con su conocimiento pblico; esdecir: la comunidad est informada de los acontecimien-tos violentos, pero al mismo tiempo guarda una cuida-dosa discrecin sobre ellos, pues los hechos del pasado,conocidos por todos, se explicarn en el futuro.

    El tiempo en que se desencadenan las muertes impli-ca la existencia de diversas causas conflictivas primarias.La informacin obtenida sobre los tipos de homicidio in-dica distintos motivos: robo colectivo (1); conflictos porlinderos de tierras (1); testigos de homicidios anteriores(2); motivos personales (4); confusin o compaa conla presunta vctima (2); conflictos familiares conocidos(1); nagualismo declarado (2). En estos casos, la mayorafueron asesinatos con arma de fuego y uno a golpes conpalos por varios sujetos. Algunas de estas muertes esta-ban asociadas entre s, pero no era el caso de todas.

    Aparte de las dos muertes en que la causa sealada fueuna venganza por supuesto nagualismo, varios de los ho-micidios estn relacionados con muertes anteriores porimputaciones de la misma naturaleza. El mvil de ho-

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    micidio por nagualismo significa que la venganza fsicaejercida tiene antecedentes por esa causa. En otros casos,el mvil y la accin estn unidos; es decir: un homicidiose explica por la muerte de un nagual atacado por otro.

    Algunas de estas muertes estn vinculadas a ms de unmotivo; por ejemplo: venganza personal, ms conflictosprevios por terrenos, ms problemas entre vecinos o fa-miliares. Slo un caso est ligado al mvil de robo; en lparticiparon varios individuos, e incluso algunos no erandel lugar. Todos los dems casos se asocian a conflictosinternos de la comunidad.

    De estos homicidios, se sabe que slo dos fueron de-nunciados; en ambos casos, por la propia vctima mori-bunda, quien di las seas de sus agresores. Ignoro elcurso del proceso, pero los presuntos homicidas fuerondetenidos por la autoridad local y llevados ante las au-toridades del distrito judicial (instancia superior). Losdems crmenes no se aclararon en trminos judiciales,pero s en trminos de una deduccin comunal, lo cual,evidentemente, no ofrece ningn testimonio de validezjurdica, pero s la continuacin de las venganzas. Tal de-duccin, sustentada en el mundo mgico de la creenciaen los naguales, tiene una lgica que permite imputarculpabilidades con el paso del tiempo y por el comporta-miento de los actores sociales; es decir, estas culpabilida-des se deducen de los acontecimientos que siguen a loshechos violentos, segn la lgica establecida en el mun-do de los naguales.

    LA LGICA VIOLENTA DEL MUNDO DE LOS NAGUALES

    Algunas personas nacen con nagual, pero no todas. Conel tiempo se puede saber quin posee este poder, aunquenadie lo acepte, pues ello implicara revelar un punto deataque o debilidad a los posibles enemigos. Frecuente-mente se sabe quin era nagual por su forma de morir;es decir, muere porque le pegaron a su nagual. Estamuerte necesariamente se adjudica al nagual de algunapersona, lo que implica la intencionalidad del crimen.Ningn nagual muere por casualidad.

    Esta concepcin de nagualismo comparte las caracte-rsticas generales de la creencia en la regin; esto es, comoun animal-doble de la persona (vase Aguirre Beltrn,1992); sin embargo, adquiere connotaciones particularesen nuestro caso, en relacin con el dao mortal. Nagua-lismo y brujera se relacionan, pero son dos cosas distin-tas. Un brujo, por lo general, tiene nagual pero no todoslos naguales son brujos. As, no se requiere de poderes es-peciales de inicio, sino que stos se van mostrando porel actuar de las personas.

    La creencia en los naguales est muy vinculada al me-canismo social de venganza, la cual incluye el homicidioy daos no mortales. Por este medio la sociedad partici-pa en los procesos vengativos y, se podra decir, agudiza yobliga a ejercer la venganza a sus propios miembros. Unamuerte por nagualismo se caracteriza porque es espon-tnea, sin agresin fsica visible, ni por arma ni por unaenfermedad prolongada. Las huellas de la muerte apare-cen en el cuerpo del difunto y en los rastros dejados porsu animal. Las huellas en el cuerpo pueden ser moretones,cuello hinchado y sangre cuajada. Asimismo, se encon-trar al animal muerto cerca de donde muri la personao en algn lugar asociado con ella. Al animal le hacendao otros naguales. Una persona no puede saber quanimal es el nagual de su enemigo y as hacerle dao,pero el nagual de una persona s lo puede saber.

    Los naguales se comunican entre s, y siempre habralguno que vea lo que pasa en el monte o en un parajedistante, y podr contarlo a la persona (una vez que ha si-do atacada). As, un nagual moribundo, que tiene comoconsecuencia el mal estado fsico de la persona en el mis-mo momento, puede comunicarse con la persona y de-cirle que le est haciendo dao otro nagual. La persona,en su agona, puede decir quin es el culpable de su mal,y si llega la muerte, se considerar que esa persona fuemuerta por nagualismo; al mismo tiempo, quedar abier-ta la puerta para la venganza. Los naguales quedan, as,como seres vigilantes de la sociedad, evitando el anonima-to de la agresin.

    La creencia establece que el poder de los naguales nopuede traspasar el mbito territorial del grupo; es decir,un nagual de un pueblo no puede ir a matar a un habi-tante de otro pueblo. Sin embargo, si alguien considera

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    que le estn haciendo dao, y no es un nagual, el mal o en-fermedad se adjudica a un brujo poderoso de fuera delpueblo y se podr contrarrestar con la ayuda de otro bru-jo. Ello indica que nagualismo y brujera no coinciden,aunque se vinculen; es decir, un brujo tendr que sernagual fuerte para tener poderes fuertes, pero no todo na-gual es un brujo.

    Los naguales estn presentes en la sociedad de mane-ra anmima, vigilante, protegiendo del dao y evitndo-lo con su presencia mimetizada. Nadie dir que es nagualy mucho menos cul es, pero el tiempo y los aconteci-mientos lo revelarn. Aunque se llegara a saber, o alguienmuy borracho declarase cul es su animal, nadie lo diro lo repetir en pblico, pues el hecho de saberlo es con-vertirse en posible vengador o vctima. Esta descripcindel nagualismo la he reconstruido a travs de plticas dis-persas, pues hablar del tema resulta muy inquietante.

    ALGUNOS ANTECEDENTES HISTRICOS

    Otro factor que influye en este panorama de violencia esel contexto histrico. Me refiero no slo a las historias ogenealogas interfamiliares atadas por actos de venganzaque configura en buena medida la violencia local,sino tambin al contexto histrico inmediato del pueblo.Los antecedentes ms importantes se refieren al conflic-tivo movimiento agrario de finales de la dcada de 1970,que dej varias vctimas indgenas en el enfrentamientocontra algunos de los caciques del lugar y muchas ren-cillas. Sin embargo, el sistema de venganzas no funcionaentre indgenas y mestizos. En raras ocasiones se sabe dela muerte de un mestizo a manos de un indgena. Laviolencia entre mestizos es diferente, y cuando un mes-tizo asesina a un indgena el hecho es acallado o entra enla rbita judicial estatal.

    Preparacin de relleno negro, comida obligatoria en cualquier fiesta de los pueblos mayas tradicionales / Christian Rasmussen.

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    El antecendente de lucha agraria facilit el mayor ac-ceso a los cargos municipales por parte de indgenas,incluyendo la presidencia y la sindicatura municipal, endonde recaen las denuncias. El acceso de los indgenas apuestos de poder pblico hizo posible que el sistema devenganzas y el nagualismo se denunciara ante autori-dades. Siendo stas indgenas no quedan exentas de la l-gica comunal que las hace partcipes del efecto de lascreencias de nagualismo, y en ese sentido de la complici-dad social. Por ello, su accin frente a estos hechos no slodificulta el ejercicio de su funcin en la poblacin ind-gena, sino tambin en la canalizacin de los homicidioshacia las instancias judiciales competentes, donde simple-mente una acusacin por homicidio bajo la demanda denagualismo no tipificara el delito.

    Cuando las autoridades eran mestizas, a pesar de la re-presin hacia este tipo de conductas, era evidente la totaldesconfianza en su capacidad de impartir justicia en losconflictos entre indgenas, y as las venganzas operabanen la sociedad indgena bajo las reglas establecidas, es de-cir, en la lgica de la justicia comunal y sin denuncia antelas instancias judiciales locales. Ante autoridades indge-nas la situacin se modific, sin que ello evitara que sesiguiera reproduciendo la lgica de venganza. En el casode que la autoridad sea indgena, su accin no es garan-ta de imparcialidad debido a su involucramiento perso-nal en las redes de conflictos sociales; se produce entoncesun mayor conocimiento de los asuntos, pues se conocenlas creencias sobre los naguales pero al mismo tiempo laautoridad carece de credibilidad en relacin con el cum-plimiento de su funcin de tercero excluido. As, sepuede inferir que el mecanismo social de venganzas tie-ne una estructura muy enraizada en la sociedad desdemucho tiempo atrs y que se agudiza en situaciones con-flictivas internas.

    EL PROCESO DE ADJUDICACIN DE CULPABILIDAD

    Aunque los elementos centrales de esta parte del ensayoestn tomados de lo que la gente dice de forma conjetu-ral y dispersa, bsicamente se trata de una elaboracin

    analtica de factores que no aparecen construidos clara-mente en el discurso cotidiano de la sociedad.

    El mecanismo por medio del cual se conoce social-mente la culpabilidad de un presunto homicida est ba-sado en la sospecha. Que una persona muera, aunqueaparentemente haya sido por causas naturales, puede serimputable al nagualismo, particularmente cuando se en-cuentran seales interpretables como pruebas; esto es:huellas en el cuerpo de la vctima y/o en algn animalmuerto vinculado a ella. Estas supuestas evidencias im-plican que la persona no muri de muerte natural, sinoque alguien la mat.

    La sospecha de quin fue el causante comienza a salira la luz de forma paulatina; aunque en algunos casos sepudiera saber casi inmediatamente por la flagrancia delhecho, nadie lo dir, pues correra el riesgo de verse in-volucrado o de anticipar la preparacin de la venganza ydarle oportunidad de escapar o de adelantarse a la per-sona sospechosa. En este sentido, el camino de la compro-bacin comienza con el silencio, incluso de la familia dela vctima, con el fin de evitar la idea de que se sospechade alguien en particular. Luego debe pasar un lapso deespera en el que, de alguna manera, se busca que el cul-pable muestre las pruebas en una especie de anticipa-cin de su responsabilidad. La espera va determinando losvnculos de la vctima con el presunto culpable: proble-mas anteriores o conflictos conocidos por la comunidadque pueden datar de muchos aos atrs. Lo importantees establecer la enemistad entre las partes. Otra prueba,casi de tipo confesional, es que el sospechoso abandoneel pueblo.

    El tiempo de espera resulta fundamental para la deduc-cin de quin es el culpable. En una conferencia dirigi-da a futuros jueces y defensores, ante la pregunta de si elmtodo del psicoanlisis puede ayudar en la investigacinjudicial para determinar la culpabilidad de un individuo,Sigmund Freud respondi recomendando el desarrollode investigaciones durante un cierto nmero de aos,tal y como es el proceso de escucha en el mtodo analti-co, pero agreg: sin que los resultados de las mismashayan de influir para nada en la decisin final (Freud,1906: 1283). Tal respuesta deriva de que en el tratamientode la neurosis la culpabilidad se asume como una incer-

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    tidumbre. De forma similar, en la creencia mgica laprueba de culpa no resulta de un proceso evidente, in-cluso ni siquiera se tiene la certeza en la prueba testificalo confesional, pues podran ser inciertas. El consejo deFreud es que no hay manera de saber con certeza la cul-pabilidad ms que por las secuelas que deja en el tiem-po, aspecto en que un proceso judicial no puede basarse.Para el pensamiento mgico simblico el aserto de culpa-bilidad resulta de un mecanismo semejante. El tiempo,la espera y la anticipacin elaboran una cierta certeza sub-jetiva a partir del comportamiento relacionado con losotros individuos: los posibles culpables. Lacan (1971) hamostrado este mecanismo de certidumbre anticipada ba-sado en el aserto temporal, por medio del cual un indi-viduo se identifica a s mismo a la espera y deduccin delcomportamiento de los otros, anticipndose a identi-ficarse antes que los dems lo hagan. Este mecanismoopera, de forma parecida, en la deduccin de la culpabi-lidad mgica.

    En principio, ningn homicidio podr quedar en elanonimato, dada la comunicacin entre naguales y per-sonas. La misma vctima, en su estado moribundo o depeligro, puede comunicarse con su nagual, o el nagualcon la persona, para avisar del dao que sufre; pero nadielo sabe con certeza. Con ello se genera una garanta deque ningn homicidio puede ser ocultado para siempre.La gente confa en que el homicida va a caer. La pruebafinal llega cuando se ejecuta la venganza; cuando alguienmuere por nagualismo o es asesinado se comprueba, conlos antecedentes del caso, que esa persona fue la culpa-ble de una muerte anterior, ligada ahora con el nuevoejecutor de la venganza. En muchas ocasiones, en el le-cho de muerte, el culpable confiesa haber matado a tal ocual persona. Por decirlo de alguna manera, ese procesose cierra y al mismo tiempo se abre el siguiente, eviden-temente con la sospecha de quin es el presunto ven-gador, esto es, alguien asociado a la primera muerte. Esteproceso parece no tener trmino, a excepcin de que unade las partes implicadas abandone la comunidad.

    En estos casos nadie se presenta a testificar ante au-toridades, pues ello lo implicara y se hara sujeto de unaposible venganza. La persecucin de oficio por parte delas autoridades locales no llega a canalizarse a las autori-

    dades jurisdiccionales competentes, pues, como se dijo,simplemente la causa de nagualismo, sin ms evidenciaque la sospecha social, sera improcedente ante el sis-tema judicial. La nica manera en que la autoridad localpuede actuar y canalizar la sancin judicial es cuando lapropia vctima alcanza a testificar y denunciar a sus agre-sores. Pero en caso de que la vctima no est en peligrode muerte, sino que slo haya sufrido un atentado menor,puede no querer declarar y se reserva el conocimientode los hechos para actuar privadamente. La actuacin delas autoridades locales puede sancionar, en algunas oca-siones, las denuncias de daos por nagualismo previo aun desenlace fatal.

    El silencio, la sospecha que anuda los vnculos entrelas partes en conflicto y la espera o desenlace llegan, entodos los casos, a concluir en la culpabilidad de alguien.Y si la vctima no ha sido vengada, la sociedad ejercerpresin para que los allegados a ella hagan algo, de for-ma que esa muerte no quede en el olvido.

    REFLEXIONES FINALES

    1. En el caso estudiado se observan tres tipos de imputa-cin de homicidio: a) directo, de persona a persona;b) entre naguales, de nagual a nagual, con el efecto deculpabilidad y de victimizacin de personas; c) estruc-tura combinada la ms frecuente encadenada enel tiempo de las venganzas, entre asesinatos directos eindirectos; es decir que a la muerte de alguien por na-gualismo puede suceder una venganza directa, fsica,por arma, entre personas.

    2. Las cadenas de venganzas concluyen solamente por elabandono del pueblo, sea del posible vengador que re-nuncie a vengarse por no poder resistir la presin so-cial o por la huida de la potencial vctima, con lo cualcomprueba a los ojos de la sociedad su posicin enel conflicto. El proceso de venganza se reiniciar al re-greso de cualquiera de las partes, y no se da por con-cluido aunque pase largo tiempo.

    3. La sociedad adjudica las culpabilidades por un procesode esperas temporales, basadas en las sospechas deri-vadas de los antecendentes de enemistad de las partes.

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    La culpabilidad es imputada al surgir la muerte espe-rada, como especie de confesin de la agresin previa,que puede distar varios aos o cumplirse por parien-tes de la generacin siguiente a la de los involucradosinicialmente. Esto no significa que todas las muertessean vengadas o aclaradas, pero s prueba que la ven-ganza producida aclara un crimen anterior. El tiempode espera es importante, pues una persona puede ha-ber tenido varios enemigos y es entonces necesario es-perar para saber quin de ellos la victim.

    4. El sistema funciona como una forma de control so-cial, de justicia a manos de la propia sociedad (sistemade venganzas de sangre dentro de una lgica basadaen la reciprocidad del dao), y en donde se pretendeque el ilcito nunca quede impune ni en el anonima-to. Tarde o temprano todo homicidio tendr su cul-pable confeso, imputado o evidenciado a los ojos de lasociedad. Se puede decir que se trata de un sistema dereciprocidad en el dao social que, ante la falta de unaautoridad legitimada en el papel del tercero excludo,el juzgador imparcial, hace obligatorio para los miem-bros del grupo el entrar en el circuito de adjudicacinde la culpabilidad y de la posible venganza.

    5. En muchos casos, los naguales representan a personasque por diversos motivos muestran su agresividad so-cial; el tener nagual es una seleccin social que impri-me la sociedad a ciertos individuos con caractersticasespeciales, difciles de precisar, aunque creo que vin-culadas a conductas consideradas extraas al interiorde la cultura y, sobre todo, enclavadas en cadenas dehechos anteriores. Los posibles naguales canalizan eldesorden social, al mismo tiempo que la sociedad im-prime sus reglas de control.

    6. El silencio y la sospecha son los medios de prueba em-pleados por el conjunto social para deducir los he-chos e imputar responsabilidades. Cabe sealar que, sibien es difcil para un observador externo encontrarlas pruebas concluyentes de una responsabilidad de-lictuosa, por lo general, si no es que en la totalidad delos casos, la sociedad no se equivoca ni acta parcial-mente al esclarecer o explicarse el crimen. No se equi-voca porque la prueba o el veredicto de la sociedad esdado hasta el final del seguimiento del caso; es decir,

    cuando acontece la muerte del culpable a manos de undescendiente del ofendido anterior, aunque pasen mu-chos aos. Cabe sealar el cuidado general que tieneel conjunto social en imputar responsabilidades, no s-lo por el efecto del miedo de ser receptor de una deu-da vengativa, sino tambin por la obligacin social dedar castigo al culpable y ejercer un control social y unajusticia interna. Recurrir a la venganza puede ser tam-bin la muestra de una injusticia manifiesta que debeser reparada.

    7. La violencia desencadenada por rachas, a las que siguentiempos de aparente calma y paz, no es arbitraria niocasional, ni derivada de una agresividad espontnea(producida por efectos de rias y consumo de alco-hol), sino la forma en que la sociedad se protege de loscomportamientos antisociales, sobre todo ante el hecho

    Don Teodoro Canul ofrenda en la milpa la primera cosecha de maz /Christian Rasmussen.

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    de carecer de autoridad legitimada en el sistema ju-dicial estatal. Es decir, que si se quisiera dar una expli-cacin de estas reglas para controlar la violencia, pararegularla, se podra decir que la razn principal se de-be a la falta de legitimidad de la autoridad, de dondela sociedad en su conjunto asume las funciones de vi-gilar y sancionar. En este sentido, esta forma de vio-lencia que sin duda lo es resulta diferente de laviolencia caracterizada por la impunidad.

    8. Los hechos que inicialmente no estn conectados auna venganza familiar, sino que surgen de una actitudviolenta nueva (como el homicidio motivado por elrobo, por efectos del alcohol, o por otra causa sin an-tecedentes de enemistad) entran en el circuito de lavenganza. De esta forma, la sociedad busca una di-suacin a la violencia porque nadie escapara a losefectos de ella antes que su aumento indiscrimina-do. En este sentido, y a pesar de las rachas de violen-cia-paz, la sociedad controla el ndice de violencia, di-ferenciando tambin la originada entre los miembrosdel mismo grupo de la originada por otros factores,como los conflictos polticos, tnicos o agrarios, dondelos procedimientos de control de la violencia escapana la vigilancia social, simplemente porque la creenciasobre el nagualismo no es compartida.

    9. Un acontecimiento especial puede considerarse relacio-nado con el tiempo de aparente calma que se da du-rante el cambio de autoridades locales. La tranquilidadpuede preludiar hechos violentos que se encuentranen espera de la deduccin del comportamiento de lasnuevas autoridades indgenas del lugar, principalmen-te de la confianza sobre su actuacin en los conflictos,tanto en los anteriores como en los que estn por ve-nir. Se trata, sin duda, de una prueba de fuego para lasautoridades el evitar que se desencadene el tiempo dela violencia. El aumento o la disminucin de la violen-cia est en funcin de la actuacin de las autoridadeslocales, en relacin con sus antecedentes en hechos deviolencia.

    Para terminar, y a partir de la lgica simblica que rodeala representacin de la violencia en la sociedad amuzga,se puede decir que cuando es mediada a travs del na-

    gualismo, opera un mecanismo para ejercer un controlsocial sobre ella. Esta lgica, lejos de dar una justificacincultural al ejercicio de la violencia, revela la importanciade los sistemas culturales de control social para generarmecanismos de restriccin de hechos violentos.

    Bibliografa

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