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Vivi Cervera

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Vivi Cervera

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Dedicatoria

Para: Papitico

Perdón, curación y milagros

Agradecimientos

A mis lectoras y lectores. Sin ellas, sin ellos, sin su esencia, sin su confianza, sin

su amor por la vida, estas palabras tal vez jamás habrían nacido.

Gracias a todos los seres que de algún modo contribuyeron con las palabras

escritas aquí. Gracias a los libros inspiradores que menciono aquí.

Gracias Inteligencia Divina, gracias seres lumínicos de las Pléyades.

Los amo.

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Introducción

e escrito sobre el perdón antes, muchas personas lo han hecho y tanto tú como yo, siempre hemos querido descubrir cómo perdonar sin sentir que nos estamos despojando de la única pertenencia de valor que poseemos,

cómo perdonar sin perder la poca dignidad que nos queda, cómo perdonar sin que duela tanto, cómo perdonar nuestros propios recuerdos.

Al respecto hay preguntas y más preguntas sobre cómo perdonar, cómo dejar atrás algo que pesa tanto, cómo comprender que el perdón no se trata de otra persona sino de mí, cómo desprenderme de mi deseo de vengarme por lo que pasó, siendo yo alguien inocente, cómo vivir sin ese veneno que lentamente intoxica al cuerpo, cómo ver la vida de otro color.

Y de eso se trata este libro, en él me aventuro a contarte mi propia perspectiva del tema, apoyada en mi experiencia de vida así como en la de aquellas personas que he conocido. Sin embargo quiero que sepas que este libro no puede hacer por ti algo que tú no autorices desde tu interior, algo que tú no estés dispuesta a hacer. Lo único que te pido al leerlo es que consideres la posibilidad de que seguir sus instrucciones pueda contribuir en algo con las elecciones que hagas de ahora en adelante con tu vida. Eres la única persona que puede hacer algo por ella, por tu vida. Si en este instante no eres feliz, si careces de algo, no te ocupes de aquellas personas que te lastimaron, sólo ocúpate de ti y las cosas irán mejorando.

Cuando se habla de perdonar se cree erróneamente, que se trata de liberar a alguien más, pero la única persona que ha de ser liberada de las cadenas que le atan al tiempo es quien se pregunta si vale la pena perdonar. El perdón siempre es auto perdón.

Me sucedieron situaciones muy interesantes durante la escritura de este libro, una de ellas fue descubrir que algunos conceptos por los cuales antes habría dado la vida y sobre los cuales escribí en libros y textos anteriores, habían cambiado y lo habían hecho para bien, los cambios habían sucedido dentro de mí porque mi universo continuaba moviéndose, no se quedaba estático ni siquiera por la más hermosa de las ideas. Me di cuenta de esto cuando escribí una vez más sobre la extraña libertad que maneja nuestro libre albedrío.

La mayoría de los temas escritos en este libro tienen que ver con tu participación en un ensueño que se rige bajo las leyes del tiempo; o sea que el

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perdón, la curación y los milagros son vivencias de la mente en un viaje dentro de un planeta que hace posible esta ensoñación, la Tierra. Escribir sobre esto es necesario para mí como ser humano porque temporalmente vivo en ese raro ensueño.

Antes de escribir libros o de dar charlas fueron muchas las veces en las que me dije que yo no era la persona apropiada o mejor aún, me preguntaba “¿Qué derecho tengo o qué privilegios considero tener para enseñarle algo a las personas que me rodean? ¿Por qué me creo tanto?”

Pero no tuve tiempo de escuchar las respuestas, sino que la vida misma me fue llevando hacia este instante en el que escribo y enseño sobre el perdón, aunque paradójicamente continúo siendo el contenedor de una humanidad que todavía no ha podido perdonarse. Siendo consciente de esto, perdono mi imperfección y tal vez mi impertinencia al pretender enseñar algo como el amor, a otros seres que son tan humanos como yo. La vida tampoco me dio tiempo para pensar en qué dirían las personas si me escucharan, si tal vez se preguntarían lo mismo que yo: “¿Quién se cree esta mujer?”. Pero no tuve tiempo para nada de eso, porque de alguna manera estaba predestinada para hacer lo que hago. Es como si mi labor se encontrara almacenada en un espacio de la conciencia universal y que se desarrollara poco a poco sin participación alguna de mi voluntad o quizá toda mi voluntad se encuentra alojada en ello, no lo sé.

Fue así como comprendí que fui escogida para estar aquí haciendo lo que hago. No fue mi mente, fue algo que va más allá y esto es algo que de pronto tú has podido experimentar con tu propia vida. Desarrollar nuestros talentos o nuestros dones es algo que vamos logrando en la medida en que permitimos que la luz pase a través de nosotros y es por eso que tanto tú como yo, desempeñamos el rol que la Divinidad nos ha otorgado para así formar parte del todo que somos.

Soy una mujer (o una persona) como tú, que en ocasiones se distrae, que se molesta, que se incomoda, que llora, que siente miedo, que se apega, que sueña, que despliega sus alas pero que a ratos no puede volar y que sin embargo nuevamente lo intenta. Soy alguien que ha fallado muchas veces y que lo volverá a hacer, pero en eso radica la fuente de mi alegría interior, en el hecho de levantarme una y otra vez porque siento que de mí depende la humanidad que llevo dentro. Por todo esto sólo te pido, no me consideres diferente de ti, no me subas a ningún pedestal donde tú no te encuentres porque vivo contigo en tu mismo planeta y eso me hace susceptible del mundo de formas, de recuerdos y de percepciones en el que tú también vives.

Como siempre, este libro y todo lo que hago está dirigido a la parte femenina del Ser. He querido siempre escribir de otra manera para no herir susceptibilidades masculinas pero mis manos parecen no permitirlo. Ellas y yo creemos que este planeta tiene demasiada energía yang, resistencias, miedos,

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ataduras, enojo, rencor, fuego y lo que necesitamos es más agua, ligereza, movimiento, suavidad, amor, confianza, alegría.

Todo lo que aquí leerás fue escrito con tal facilidad que yo misma me asombré muchas veces; nuevamente siento la presencia de mis amigos los mensajeros Pleyadianos apoyando cada uno de mis pasos y diciéndome al oído que el amor es un regalo que he de llevar siempre conmigo porque mientras esté aquí, la Tierra, tú y yo, lo vamos a necesitar.

Sé que este libro hará mucho más fuerte mi conexión contigo, por eso te doy mi paz y mi corazón por siempre. Gracias por leerme.


Capítulo 1: Desde las Pléyades

“No te afanes por nada y tampoco luches desesperada; mira que las flores no lo hacen y se ven muy bellas. Ellas disfrutan el hecho de ser flores, así como tú disfrutas el hecho de ser

hermosamente humana”

ste capítulo sobre los pleyadianos viene viajando por mi universo desde hace unos 2 años aproximadamente y en todo este tiempo, lo único que he hecho es esperar que llegue hasta mi corazón para poder re escribirlo. Te

confieso que tuve algo de temor, porque el tema tiene que ver con aquello de lo que muchas personas inconscientemente huimos: las energías secretas en el mundo de lo invisible. Mi temor se hacía más evidente cuando de repente te escuchaba decir: Oh no! yo pensé que Vivi era normal, pero resulta que ahora aparece diciéndome que hace contactos extraños por las noches?

Y ahora sé que esa era la voz de mi propio miedo, no la tuya. Para una mujer como yo, con una vida absolutamente normal y metida

hasta el cuello en la tercera dimensión con todo lo que esto demanda, no fue sencillo confiar en lo desconocido y aceptar la sugerencia de la voz que me decía: Vivi, sólo sé tú misma con tu gente. Y entonces comprendí que eso es lo más importante.

En mi primer libro “4 palabras que curan” menciono brevemente al colectivo pleyadiano (conformado por seres de luz provenientes de un grupo de estrellas llamadas “Pléyades”), como mi fuente de inspiración y conocimiento, así como mis compañeros inseparables de vida. El asunto es que sé que viniendo de mí, esto puede sonar un tanto extraño para ti o para otras personas, y es por eso que para escribirlo en el libro tuve una feroz batalla con mi raciocinio. En un instante se hicieron presentes en el mismo espacio, el intelecto con su lógica y también la voz interior que desde un palco en lo alto de mi corazón me gritaba: SE SINCERA, SE HONESTA! Y ante ese último grito no pude hacer más. Entonces públicamente, a través de mi libro le dije a los P’s (Pleyadianos): Me siento agradecida con ustedes por todo lo que me han dado. Después de escribir eso, parte de mi miedo se esfumó. Sin embargo aún quedaba esa sensación de estar fuera de lugar y de encontrarme rodeada de personas a las que no les sucede lo mismo que a mí. ¿Cómo explicarlo por escrito? ¿Cómo puedo explicarle a quienes me leen

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que para desarrollar gran parte de mis actividades diarias me dejo guiar por una voz y por un mecanismo sofisticado de comunicación que sólo yo entiendo?

La respuesta no se hizo esperar, alguien sonrió y dijo: jejeje, al igual que con los libros ese es tu trabajo, no lo haremos nosotros y no te preocupes, encontrarás la forma de dar a entender tu mensaje.

En fin, me acostumbré a esto. Cada vez que la escucho, la respeto y la sigo, me siento bien. No me considero un canal, y no creo serlo porque es simple, mi Ser no tiene la frecuencia necesaria para recibir una presencia en mi cuerpo. Lo que escribo toma contacto con esta dimensión y con mi propia vida.

Te estoy hablando sobre seres que respetan profundamente las elecciones de mi alma, que saben bien hasta dónde puedo llegar, conocen mi diseño, mi anatomía, la bioquímica de mi cuerpo y por eso mis escritos llevan el sello distintivo de mi personalidad, así como la colección de vivencias que me han llevado a ser como soy.

Todo comenzó con mi papá, cuando yo era muy joven, porque de alguna manera él me enseñó a atrapar el mundo de lo invisible, y aunque en ese tiempo yo no comprendía muy bien sus conexiones con los seres de luz, con el paso de los años mi experiencia sensorial se fue ampliando y mis sentidos se dieron cuenta de que había más dimensiones por explorar. Hay cosas que no son fáciles de explicar para mí, como por ejemplo mi perfecta y extraña relación con estos seres de luz que no son exactamente como nosotros. Las voces interiores, corazonadas, encuentros, libros, inspiraciones, mi propia vida, ufff. Sin embargo ahora lo hice, lo escribí!, no habría podido guardar eso para mí sola. Ahora lo sé.

Pero ¿Qué conexión hay entre las 4 palabras que curan (lo siento, perdóname, gracias, te amo) y las Pléyades? Una conexión total, una relación que incluye a la especie humana y por supuesto al planeta Tierra. En mi mente, en mi conciencia, los mensajeros pleyadianos son guías espirituales que están aquí para ayudar en el proceso de evolución, a quienes elegimos un cuerpo físico, con el fin hacer posible algunos cambios partiendo siempre desde nuestra propia estructura, desde nuestro adn. En tu mente quizá, ellos pueden aparecer como ángeles o arcángeles con diferente nombre; lo más importante es que cada ser humano comprenda que dentro de sí mismo se encuentra la ayuda para que su despertar sea lo menos doloroso posible. Es ahí donde encajan perfectamente las 4 palabras que curan.

A través del tiempo, autoras fabulosas como Barbara Marciniak y Amorah Quan Yin (por nombrar algunas), nos han enseñado por medio de sus libros, las diferentes etapas evolutivas de la humanidad, así como estilos de vida, ejercicios y prácticas que nos permiten abrazar y trascender nuestra experiencia en este planeta. De igual manera a través del tiempo se nos van entregando más herramientas o más llaves que abren puertas a mundos extraordinarios. Una de ellas es el amor como sistema de curación y envuelta en ese amor, la receptividad


de muchos seres humanos para caminar por el suave y verde césped que se les ha mostrado, a través de lo simple, de lo sencillo, de lo cotidiano, como lo es por ejemplo, la gratitud y el auto perdón.

En los últimos años he tenido conversaciones tan misteriosas con estos seres, que me admiro de mi confianza en lo que procesa mi conciencia, me admiro del gran valor que tengo para creer en mí misma. De hecho, cuando comencé a escribir se me dijo que debía dejarme llevar, dejarme ir sin cuestionar porque así fluiría mejor mi mensaje, así que lo estoy haciendo muy bien.

Un ejemplo de ese extraño sistema de comunicación del que te hablo es como en el siguiente ejemplo: En alguna ocasión me encontraba viendo televisión y en los comerciales les pregunté: Oigan, yo no tengo una sola prueba de que ustedes existen o de que han aparecido en mi vida, yo no tengo esa relación tan evidente que ustedes tienen con otras autoras de esta misma temática. Si alguien me solicitara una prueba, yo no tendría nada que decir, no me parece justo!

Y entonces la respuesta de ellos llega claramente a través de algo similar a la telepatía. Entonces escucho que no necesito pruebas, que la prueba soy yo y que mi tarea consiste en escribir la continuación de lo que ya escribieron las otras autoras que hablan sobre los P’s. En ningún momento lo dudo y sigo mi camino, la comunicación se cierra, aunque sé que siempre está ahí por si deseo preguntar algo. Es simplemente ingeniería de otros mundos, de donde sé que vinimos.

Mi conexión siempre ha sido a través de alguien llamado Ra. Este nombre comenzó a resonar en cada una de mis células desde hace mucho tiempo. Nunca hemos hablado respecto de quién es, yo sólo he recibido respuestas concretas acerca de por qué escribir sobre ciertos temas. Con el paso de los años he aprendido mucho o quizá he desaprendido mucho, estas dos palabras son paralelas durante un buen trecho, pero luego se cruzan, se tocan y nuevamente se separan como haciendo una cruz.

El aprendizaje es importante, es fundamental porque te lleva al conocimiento, pero tal vez lo mejor de aprender es el poder liberar lo aprendido, el poder desaprenderlo para sentirnos ligeras, livianas, sin el ego asfixiante que a veces se adueña de las palabras, de las ideas, de los pensamientos.

El fundamento principal de las 4 palabras que curan se puede resumir como: un sistema de curación planetario que nace y cura a partir de un solo corazón humano. Esto significa que tu misión es sanar tus propios bloqueos y adicciones desde tu interior, desde tu hermosa humanidad y en la medida en que tú vayas sanando lo haremos los demás seres, porque eres el contenedor de toda tu experiencia. Sin embargo, quiero dejarte algo claro: todo cambia y lo que en la mañana es totalmente cierto para ti, puede convertirse en una falacia por la noche. Yo sólo te pido que recibas la información en tu corazón y que después la dejes ir, para que así se quede contigo lo que tu cuerpo de luz necesita.

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Mi primer compromiso conmigo y contigo es tomar entre mi mano la tuya y caminar. Algunas veces veremos de frente un abismo, en otras un pantano, después un río profundo o quizás sólo haya oscuridad, pero puedes estar segura de que al unísono se escuchará un te amo que abrirá nuestros caminos, y que nos envolverá en una luz eterna, en la que jamás estaremos distantes o dispersas. Mi segundo compromiso es hacer que sonrías, siempre he tenido presente que más que para despertarte, estoy aquí para hacerte reír. El sentido del humor es clave en mi enseñanza y en el proceso de evolución.


Capítulo 2 La herencia

“La información heredada es falsa porque no puede localizarse en el momento presente, eso es lo que la invalida.”

veces tu vida en este planeta podría parecerte un castigo, porque naciste aquí y no recuerdas que alguien te hubiera preguntado si querías hacerlo o no y aparte de todo viniste a experimentar situaciones difíciles sin un guía

visible, sin un cuaderno de instrucciones, se puede decir que sin nada que consideraras cierto.

Así comenzaste a vivir, y desde tu niñez te encontraste con el hecho de que estabas sujeta a la voluntad de personajes que siempre creyeron tener la razón, personas o seres que llamaste adultos; familiares o parientes que tu ojo comenzó a ver fuera de ti, externos a ti, separados de ti. Fue con esos adultos con quienes aprendiste tus primeras lecciones sobre la pertenencia de las cosas, la apropiación de otras personas, la prevención frente a la vida, así como las mil y una razones por las cuales debías huir de lo que parecía una amenaza (personas, situaciones, vivencias). Fue de esos adultos y de los adultos que les educaron, de quien heredaste una forma específica de concebir la vida, tu manera de reaccionar y tus creencias.

Es a través de los adultos como la niña se va quedando atrapada en una masa de ideas por medio de las cuales resuelve su existencia y así mismo la hereda a quienes conoce en cuanto tiene oportunidad. Tu herencia familiar y ancestral conforma el paquete de datos que viniste a limpiar, de modo que tu misión es transmutar las creencias heredadas, trascenderlas, dejar de considerarlas tu única verdad o tu único recurso. Hay mucho más afuera del mundo que los adultos que tuviste cerca te dibujaron, de hecho, a tu alrededor hay mucho más de lo que en toda tu vida podrás percibir y mucho menos ver.

Hay algo muy importante en el proceso de transmutar o trascender la información de tu mente y se trata de comprender que las personas que te rodearon cuando eras una niña o un niño, sólo te enseñaron lo que sabían, no podían enseñarte algo desconocido, sino lo que a su vez habían heredado.

Ejemplo: En la personalidad de algunas personas que conoces existen características que tú aprendiste a definir como abominables o negativas y tal vez

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si buscas en su familia, no encuentres a alguien que se le parezca y quizá te preguntes: Si todo se hereda, ¿De quién heredó esta persona, tales y tales características?

Sencillo. Las heredó de su propia humanidad conformada por familiares, parientes y ancestros, siendo todo ello observado como unidad. Esa humanidad que camina a paso rápido por tu planeta es toda tuya y cada uno de los seres con los cuales tengas contacto de una u otra manera, es uno de tus antepasados. Pero sucede que la mente te dirá que esto es mentira o te permitirá aceptar poco a poco que estás unida a todos nosotros por lazos o cordones invisibles y mientras tanto continuarás haciendo juicios de lo que ves, seleccionando, separando, segregando y creyendo que eres demasiado buena y virtuosa como para parecerte a quien ha asumido una actitud que alguien te enseñó que era negativa.

Lo que sucede con aquella persona que nos parecen nociva para la sociedad es que está haciendo uso de su banco de datos, en el cual puede haber información que a ti o a mí puede parecernos absurda, pero que en su mundo es apenas normal, ya que pasa a través de él cuando piensa, casi sin que pueda hacer nada. Es así como en los periódicos o en las noticias aparece gente etiquetada como peligrosa o mala, cuando en realidad son (al igual que tú y yo) humanos portadores de programas que causan dolor en otras personas y en sí mismos.

¿Quién instaló estos programas en ti? No lo sé y tampoco estoy aquí para averiguarlo, si intento hacer esto se me irán mil vidas intentando esclarecer siglos de misterio, mientras el tiempo pasa rápido sin que yo pueda utilizarlo a mi favor.

Lo que dejo claro es que es el programa en esa persona lo que está equivocado ante tus ojos, mas no, la persona en sí. Y si un ser humano se equivoca ante tus ojos, a partir de ahora, también puedes reconocer la ejecución de un programa en ti. Cada vez que haces un juicio del comportamiento de alguien, es porque tu mente te está diciendo por medio de la información heredada, que aquello que ves, está mal. Entonces tienes trabajo por hacer, porque esa información debe ser limpiada de inmediato.

Ahora bien, voy a ponerte un par de ejemplos con los cuales comprenderás aún más lo que te he dicho:

Ejemplo 1: Un violinista toca una pieza perfecta que al escucharla saca lágrimas de tus ojos. Cuando su concierto termina tienes la oportunidad de acercarte a él para preguntarle cómo lo hizo, y su respuesta simplemente será: no lo sé. Él no puede saber exactamente cuál es el mecanismo interior que le impulsa a tocar un instrumento como los dioses; ese hombre es ajeno a los cómos o a los porqués del Universo, sólo ejecuta la pieza musical y ya. Ese don se encuentra en su chip. Nació con él.

Ejemplo 2: Un criminal está en un juicio. Alguien le pregunta: ¿Por qué cometiste tantas atrocidades? A lo que él responde: No lo sé. Y es porque en realidad no tiene la más remota idea del porqué nació en él ese deseo irrefrenable de


acabar con la vida de una o más personas. Él sólo lo hizo porque se encuentra en su chip. Nació con él, está en él, vive en él.

Tanto el violinista como el criminal son humanos portadores de programas, en cuyo fondo se encuentra la claridad, la luz, la blancura de un alma que es cero información, cero pasado, cero herencia. Ninguno de los dos sabe cómo surgen sus actos, sólo los llevan a cabo. La gran diferencia se encuentra en el hecho de que el violinista figura en tus programas como algo que es positivo, bueno, artístico, mientras que el criminal con sus actos, es catalogado por tu programación como algo negativo y abominable.

Pero eso sí, eres tú quien contiene a los dos; porque son parte de tu mundo, son tus memorias porque si hasta a ti llegaron es porque están en ti. Resulta inútil culpar al criminal, si finalmente se trata de ti y de viejos recuerdos que regresaron para ser limpiados a través de actos que parecen totalmente irracionales.

Eres algo así como un canal o túnel por donde se cuela la información añeja del subconsciente o depósito de recuerdos individuales y colectivos. Esta información se recibe a través de los sentidos básicamente. En cada ser humano pensante siempre se está ejecutando una programación determinada, la cual es el material con el que vino a trabajar a este planeta.

Tú no puedes desinstalar este programa directamente, tienes que dirigirte a la Divinidad para que sea Él/Ella quien lo desinstale o lo limpie. La forma de hacer esta petición puede ser con una de las palabras sanadoras, cualquiera que elijas o bien, diciéndole con tus palabras que limpie en ti esa sensación negativa que te inspira un acto o una persona.

Quizá no tengas en cuenta permanentemente esta información, quizá la olvides por lapsos y veas una noticia en televisión o en tu familia, algo que te desconecta de tu trabajo interior y entonces haces un juicio de esa otra persona. Si te descubres haciendo esto, no vayas a juzgarte tú, sólo perdónate y perdona ese momento o bien, dile a tu Yo Divino que limpie lo que estás sintiendo, y con eso despertarás para conectarte con el amor otra vez.

La regla de oro en la curación es: amarte por encima de cualquier cosa, amarte bajo cualquier circunstancia y en todo momento, aunque tu mente te diga que no lo mereces, amarte aunque no esté funcionando, amarte aunque nada suceda, amarte pese a todo, amarte, amarte, amarte.

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Capítulo 3 Procesos de limpieza

“No sé nada. Yo creo que sé, lo cual es muy distinto.”

a mejor forma de borrar o limpiar cualquier idea o dato de la mente es a través del perdón. Y es mucho más fácil perdonar los episodios dolorosos de la vida cuando se tiene conciencia de lo que te he expuesto en los

capítulos anteriores, ya que esto facilita mucho el proceso de limpieza y sobre todo te permite poner un alto a los cuestionamientos que te mantienen viviendo o quizá muriendo por lo que pasó hace tanto tiempo. Ahora pasamos a lo que significa limpiar, espiritualmente hablando y al proceso que tiene lugar cada vez que decidimos amar. Lo que usualmente limpiamos es: Idea Un ejemplo de idea es que te encuentras con tu mejor amiga y ella te dice que salió un nuevo producto para la indigestión, el nombre de ese producto es Saldedudas. Te vas para tu casa con el nombre del producto en mente y consideras que quizá lo utilizarás. Tienes en mente una idea que te dio tu amiga. Creencia Una noche de repente sientes indigestión, llamas a la farmacia más cercana y ordenas que hagan llegar a tu domicilio el producto llamado Saldedudas. Lo pruebas y milagrosamente tu indigestión dice adiós. Ahora crees en el producto, eso es una creencia. Convicción Tu vecina tiene indigestión y al enterarte tú vas al botiquín, sacas tu Saldedudas milagroso y corriendo se lo entregas en sus manos asegurándole que se sentirá maravillosamente bien después de consumirlo. Eso lo haces porque estás convencida de ello. Hay infinidad de ideas, sinfín de creencias y montones de convicciones, las ideas han dado lugar a las creencias y éstas a las convicciones, sin embargo todo ello casi siempre está compuesto de lo que opinaban y pensaban de la vida nuestros antepasados.

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Ahora bien, un proceso de limpieza consiste en reemplazar los pensamientos que van apareciendo con palabras amorosas, con aceptación, aprobación, perdón y gratitud. El reemplazo de los viejos pensamientos, conductas o diálogo interior es algo sencillo de entender; gráficamente puede describirse como un espacio llamado subconsciente que alberga las memorias de la humanidad. En ese espacio se han hecho conexiones representadas por hilos delgados o ideas, por hilos más gruesos o creencias o por hilos mucho más fuertes que son las convicciones. Entre más veces utilizas o ejecutas o traes al presente una creencia, más fuerte se hace ese hilo grueso que une sus componentes y de igual manera sucede con las ideas o con las convicciones. Esto hace que sea mucho más fácil reemplazar una idea que una creencia o una convicción. Ideas, creencias y convicciones hay muchas, lo suficiente como para que tengamos que pasarnos la vida limpiando. El subconsciente está lleno de ellas.

Si te has acostumbrado a repetir inconscientemente la frase: soy un fracaso, vas a ir construyendo hilos fuertes y difíciles de limpiar como son las convicciones y llegará un momento en el que te sea imposible creer lo contrario y todo en tu vida apuntará a que eres un fracaso y fracasarás, porque así lo programaste por medio de tus pensamientos. Hay muchas otras programaciones como por ejemplo:

Yo no puedo perdonar tal cosa, no tengo dinero, mi pareja no me ama, me siento tan sola, tengo depresión, padezco artritis, siento fobia en espacios cerrados, detesto el queso, me hace daño el sol, etc.

Otra programación tiene lugar cuando en lugar de ocupar 8 horas al día pensando en lo mal que va tu vida, haciendo más fuertes los hilos de las creencias en tu mente, expresas gratitud, perdón, o amor. Cuando renuncias a continuar pensando como siempre y eliges que en el próximo segundo vas a decir: te amo, aunque no lo sientas y así te moverás segundo a segundo entre esos te amo que irán desactivando o desapareciendo los gruesos hilos de tus convicciones. Esto es una representación gráfica de lo que sucede cuando limpias o de lo que es una limpieza.

Cada vez que amas las situaciones, borras una memoria, lo que para nuestro ejemplo significa quitarle una hebra al grueso hilo de las creencias. Esto en mi opinión realmente vale la pena, en verdad la vida cambia mucho cuando se vive de esta manera.

Algunas personas me han dicho que si no sienten el más mínimo amor por ellas, les es casi imposible amarse o sentir esta frase. A ellas les he respondido que no importa porque de todos modos funciona y funciono porque cuando la pronuncias desactivas los viejos hilos, aunque no la sientas. Con el paso de los días lograrás gritarla con todo el sentimiento del mundo.

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Aunque eres tú quien tiene todo el poder del mundo para elegir pronunciar un te amo, es la Divinidad quien llena tu Ser de luz para limpiarte. Sin embargo yo suelo decir, limpia, haciendo referencia a que des el primer paso porque la Divinidad jamás dejará de iluminarte.

Entonces comienza a limpiar ahora!. (Te amo). Ahora ya sabes por qué entre más horas limpies al día, más memorias

borras. Continúa, no te detengas, en poco tiempo vas a sentirte magnífica.

NO PUEDO PERDONAR Hay heridas, ataques, ofensas y situaciones tan dolorosas que se hace casi imposible perdonarlas o tan siquiera considerar la posibilidad de perdonarnos por haber estado ahí. Hay perdones que surgen fáciles, hay otros en proceso y hay algunos que jamás llegan; en estos últimos casos la persona prefiere morir con la ofensa clavada en el pecho como una espada, que soltar o dejar ir aquello que ocurrió y que es lo único que le da un sentido falso de identidad. Esta identidad engañosa es algo así como un poder escondido, disimulado y sobre todo inconsciente. La persona que se siente víctima de alguien recibe constantemente el beneficio de ser la parte “buena”, la parte “merecedora” de atención, la parte sufrida y a quien el mundo le debe algo. Esta persona sacrifica su felicidad y los mejores momentos de la vida intentando cobrar venganza con cada pensamiento, sin darse cuenta de que va generando su propia destrucción. Aprendí sobre la palabra inconciencia, leyendo los libros de Eckhart Tölle; y lo que he interpretado es que la pérdida de la conciencia, la pérdida del yo presente, que te sumerge en un espacio donde le das entrada al ego, que te pide que reclames justicia por lo que pasó y que no escuches las voces conciliadoras que te piden tiempo para ti. La inconsciencia es parte de todos los seres humanos por la programación con la que nacimos, a cada instante es preciso conectar con el ser interior o con lo que estamos sintiendo para poder despertar, para ser conscientes otra vez. Cuando un ser humano le hace daño a otro es porque entró en un estado transitorio de inconsciencia, en el cual escuchó, atendió, siguió y se perdió junto con la voz de sus memorias. Prácticamente prestó su cuerpo para que una vieja voz se adueñara de sí y que le guiara a cometer actos en contra de alguien conocido o desconocido. Y esa voz es la misma que en diferentes formas o tonos nos habla a todas las personas. Sólo que la voz viene con un programa diferente para cada quien. Cuando un ser humano permanece sentido o lastimado con otro es porque también se encuentra inconsciente, fuera del cuerpo, ausente del momento actual


que es donde se puede vivir a plenitud. La voz de las memorias también se ha adueñado de su cuerpo y de su Ser para mantenerle atado al ayer. La voz poco a poco consume a quien hizo daño y a quien lo recibió. Lenta o rápidamente va acabando con el cuerpo, con la energía vital y con toda posibilidad de despertar a una nueva forma de vida.

El hecho de no poder perdonar es un pensamiento. Te resistes a perdonar porque crees que sólo se trata de la otra persona y no de ti, pero perdonar te libera a ti en primer lugar. Para que sea más sencillo puedes hacer lo siguiente:

1. Pon una muralla entre tus pensamientos y tú. Pronuncia esta frase: me perdono completa y profundamente por haber traído a esa persona a mi realidad, me perdono por haber estado ahí, me perdono por lo que sufro y por lo que sufrí.

2. Amate durante el proceso. A cada instante de tu día pronuncia la siguiente secuencia: LO SIENTO, PERDONAME, GRACIAS, TE AMO. No la sueltes por nada del mundo, incluso cuando ya te sientas ligera, cuando ya no tengas nada que perdonar, continúa con ella porque los recuerdos siempre estarán llegando para que los limpies.

La vida te va a enseñar de diferentes formas, que los estados de no perdón se

originan en la revolución de un grupo de neuronas en tu cabeza. Comprender que el perdonar no tiene nada que ver con otras personas sino contigo, demanda tiempo así como el desprendimiento de esa urgente necesidad de continuar siendo víctima de alguien sólo porque eso es más soportable que responsabilizarte de tu propio dolor. Es por eso que estás aquí leyendo esto, tal vez este sea el primer paso hacia una vida más ligera en donde no culpes a nadie más de tu tristeza, para que puedas ser liberada.

Perdonar es cuestión de trabajar permanentemente contigo. Yo utilizo frecuentemente esta frase: Me perdono en nombre de todos los seres

humanos y lo hago porque en esa forma limpio en mí todo lo que me enseñaron que estaba mal, limpio en mí lo que siento que es incorrecto, limpio mis propias telarañas mentales y de paso le doy la oportunidad a otros seres de despertar.

Ahora me perdono en tu nombre, me perdono completamente por haberte convocado a mi vida con todas las dificultades, penalidades y angustias que has vivido. Me perdono completamente y me amo por todo esto. Gracias.

Si tu resistencia a perdonar es más poderosa que todas las razones del mundo, tampoco te resistas a eso, regálate tiempo, tal vez no es el momento perfecto pero no dejes de limpiar.

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ME PERDONO COMPLETAMENTE

Cuando se habla de perdonar, siempre se trata de ti misma; consiste en dejar ir todo aquello que tú involucras, que recuerdas, que sientes y que piensas. Cuando se trata de perdonar, hablamos de ti. No tanto de la actitud de las demás personas hacia ti. Lo que esas personas te hicieron es parte de su vida y tú no puedes saber hasta qué punto han pagado por esto o no. No tienes idea, porque a tu mente le es mostrado tan poco, que no logras entender o comprender la razón de ser de lo sucedido.

El asunto es que esa persona te hizo daño y se marchó o siguió viviendo como si nada, pero te dejó una huella profunda, algo como un tatuaje en el alma, del cual sí eres responsable. Lo que sucedió fue doloroso, lo comprendo, pero lo que vino después en tu vida es tu asunto porque te ha estado afectando, porque tal vez ha estado enfermándote o te ha consumido y no puedes continuar castigando a esa persona a través de tu propio sufrimiento.

Como estamos hablando de que el perdón ha de ser dirigido al mundo que tú fabricaste, entonces siempre estamos haciendo referencia al auto perdón, que significa perdonarte a ti misma por no tener más opción que haber estado en ese pasado que lastima. Perdonar significa entre muchas otras cosas, merecer y tú mereces perdonarte, mereces encontrarle sentido a tu existencia.

No es fácil aprender a merecer, pero esta idea de que no es fácil y el hecho mismo, pueden ser corregidos por medio de una expresión de perdón que puede sentirse de muchas formas como por ejemplo:

Perdóname: Con la cual le pido a mi Divinidad que me ayude a perdonarme por haber creado mi realidad dolorosa.

Perdóname: Con la cual le hablo a mi niña interior y le pido que perdone el sufrimiento que le he impuesto a través de mis pensamientos.

Perdóname: Al ser adulto que cree que fue lastimado, a mi ego, a ese Yo que no soy Yo, a quien siempre ha sido víctima.

Perdóname: A quien hayas creído lastimar. Algunas veces podrás identificarte con una de ellas y en otras con la que

más llame tu atención, tu guía siempre hará que le escuches. Perdonarte completamente significa que no queda dentro de ti ni el más

mínimo espacio para la culpa porque todo se encuentra lleno de perdón. Significa que en un mismo espacio virtual y con diferente vestuario se encuentran reunidos la víctima, el victimario y la memoria o hecho doloroso y en determinados lapsos se funden unos y otros personajes haciendo que pierdas la identidad de víctima con la que hasta ahora habías vivido.

Te perdonas completamente porque a través de ti están llegando datos que deben ser borrados.


Te perdonas completamente porque no tienes idea de dónde llegaron, ni porqué están en ti.

Te perdonas completamente porque ahora sabes que al culpar a alguien, esta misma culpa recae sobre ti, porque siempre estamos hablando de tú mundo, de tu Ser, de ti.

Te perdonas completamente sin que quede un solo espacio de culpa en tu Ser.

Te perdonas completamente aunque nada esté funcionando. Te perdonas completa y profundamente. Estas palabras llegan hasta el

recuerdo más lejano y lo convierten en luz. La palabra PERDONAME, está amparada bajo las leyes del tiempo.

Cuando la pronuncias estás reconociendo que el pasado invadió tu mente y que te encuentras inmersa en lo que tu mente te dice, en lo que ella quiere que pienses y que a su vez estás dejando marchar.

Cuando te perdonas completamente o lo haces con cualquier situación, sucede algo milagroso: te quitas una carga de encima, no se la quitas a quien te hizo daño en la forma que crees, la carga la sueltas tú. Por eso todo en tu vida comienza a fluir otra vez.

Perdonar no es fácil, a veces duelen las entrañas con la sola idea de pretender perdonar a otra persona. A veces no entiendes por qué el perdón te libera a ti y de paso libera a tu humanidad oprimida, pero lo hermoso del amor es que no necesitas entenderlo para que funcione.

Ahora, por favor, sólo di:

ME PERDONO COMPLETAMENTE Y ME AMO PROFUNDAMENTE

Ambas oraciones son poderosas, no subestimes su poder. PEDIR PERDON Pedir perdón es un acto maravilloso de amor, que prácticamente consiste en que vas con una parte de ti (representada por otra persona) y le dices: Por favor perdóname por lo que pasó en tal ocasión y en cuanto esa persona acepte tu perdón, te sentirás mucho mejor porque dejarás de experimentar culpabilidad. También puede suceder que si esa persona te dice que no acepta tu perdón, entonces experimentes el peso de la culpa y esperes el correspondiente castigo.

Aunque pedir perdón a alguien es un acto de amor, el perdón siempre te lo has de conceder a ti misma en primer lugar, porque a ti también te lastimó aquello que dijiste o aquello que hiciste. Aunque no parezca, cada vez que

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pronuncias una palabra en contra de alguien, lo haces también en tu contra, porque las palabras buscan la Unidad como destino y esa Unidad siempre eres tú. He dicho que pedir perdón es un acto de amor, por lo que hay una frase o palabra exacta que en ocasiones le representa y que es:

TE AMO

Con un solo te amo que pronuncies, quedará limpiada inmediatamente cualquier situación por muy terrible que parezca. Es probable que tus sentidos te digan que no es así y que todavía tienes mucho trabajo por delante en tu misión de limpiar, pero esta es otra idea que también debes amar para que en el menor tiempo posible te permita experimentar la limpieza de aquello con lo que más te castigabas.

Cuando dices te amo, aceptas, expandes, apruebas, liberas, abrazas, perdonas, agradeces, sientes, amas.

Decir te amo a las personas que te rodean conocidas o no, es una experiencia muy bella, que facilita tu relación contigo y esto permite que mejoren tus relaciones personales. Decir te amo para ti, es algo maravilloso porque es el símbolo de que estás trascendiendo tu historia personal. Decir te amo a la Inteligencia Divina o Divinidad, es simplemente perfecto porque reconoces la Unidad en ti.

La frase te amo es en sí un acto de auto perdón, y en este sentido es muy práctico que te dejes guiar por la voz de tu corazón, en las diversas situaciones de la vida. Habrá ocasiones en las que sientas la necesidad de decir te amo, y habrá otros momentos en los cuales desees recurrir a la palabra perdóname. Cualquiera es perfecta porque es una señal de tu guía interno.

Pedir perdón es un acto humilde, altruista, pero ten en cuenta siempre que vas a dialogar con una extensión tuya, contigo misma y que si eres rechazada, es porque una parte de ti no quiere perdonar, por esto el perdón es auto perdón. AUTO PERDON Limpiar consiste en perdonar, agradecer o amar. Comienzas a sanar cuando introduces al mundo en ti, cuando te das cuenta de que tienes el poder de encender una luz que ilumine su oscuridad, cuando dices te amo de forma permanente, evitando así el paso de pensamientos dolorosos a tu mente. La palabra permanente significa a cada instante, todo el tiempo porque de todos los millones de bytes de información que te rodean, no tienes idea de cuál puede tocar tu puerta para hacerte recordar, tampoco sabes qué tanta basura pueda pasar, así que lo mejor es ir limpiando, podando, barriendo, sanando lo viejo, lo que ya no necesitas.


Te amo, te amo, te amo.

Te amo: humanidad, memoria, recuerdo, pariente, familiar, ancestro, enfermedad, dolor en el alma, pérdida, encuentro, vida, muerte.

Lleva esta frase siempre contigo, no le dejes espacio a tus recuerdos, porque si los dejas pasar inconscientemente siempre te sentirás lastimada. Es muy importante que sepas para qué estás aquí y por qué estás leyendo estas líneas. Tu misión es limpiar tu humanidad en ti.

Sueles creer que naciste para cumplir con determinados objetivos, dinero, relaciones, poder externo. Sin embargo estás aquí para limpiar las memorias que rodean todo eso, estás aquí para limpiar el mundo que hay en tu mente.

¿Qué por qué no se encarga otra persona de la limpieza? Bueno, porque esa otra persona no está leyendo este libro de manera directa y porque ninguna vida es igual a otra, tu experiencia es única. Tu humanidad te está hablando aquí a través de estas palabras y por eso tienes la opción de escucharlas y tomarlas o de dejarlas partir.

Aquello de perdonar a alguien más es un invento del ego. Poco a poco irás dejando de usarlo para comprender que el perdón siempre es hacia ti, es auto perdón.

Con pronunciar un te amo, los recuerdos se limpian tan milagrosamente

que un buen día después de tu desayuno puedes notar que ya no sientes deseos de venganza, no sientes la necesidad de modificar nada, no lloras y que contrario a eso hay una paz infinita en tu corazón. La limpieza siempre se hace a niveles que desconoces y el amor puede ir sanando recuerdos de los cuales no eres consciente, así como a grandes cantidades de personas involucradas en tu mundo.

De repente te encuentras con un amigo que se ha ganado la lotería cuando la última vez que lo viste casi que vivía de la caridad de sus otros amigos. O puedes escuchar en la televisión que tu gobierno lanzó un decreto que permitirá que se proteja mucho más el medio ambiente y los animales. O de pronto se haga un estudio en el cual se informe que los niveles de violencia en determinada ciudad (lejana o no) han bajado. Tal vez alguien te comente que se encontraron nuevas formas para sanar el cáncer o el sida y que estas formas hacen feliz a los pacientes.

Cuando escuches algo fabuloso en el televisor, por supuesto que se trata de tu trabajo, significa que lo estás haciendo muy bien, así que date unas palmaditas en la espalda y continúa tratándote con amor porque eso es para ti y para todo tu mundo. Si lo que escuchas te suena desagradable límpialo en ti

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porque así conseguirás sanarlo. La clave siempre es LIMPIAR EN TI, no en los demás. LIMPIAR EN TI SIEMPRE.

La limpieza siempre se da para tus cuatro cuerpos: espiritual, emocional, mental y por último el físico.

PERDONAR TU RELACION CON EL DINERO A lo largo del tiempo los seres humanos hemos tratado al dinero de forma descuidada; lo hemos despilfarrado, malgastado, culpado, hemos renegado de él. Las personas se quejan de la gente rica, se quejan de no poseer dinero, lamentan no tener una gran cantidad de billetes, y sin querer impregnan de estas emociones la energía impecable que en realidad es. Se lucha, pelea, discute y hasta se mata por dinero. Y lo hacemos porque no sabemos que es una energía sagrada que hay que amar, bendecir, cuidar y proteger. El dinero va mucho más allá de ser una colección de billetes o monedas de diferente denominación; es más que nada una grata experiencia terrenal, es una palabra, un sentimiento, una idea que se tiene o no se tiene. Si el dinero es o ha sido una experiencia difícil en tu vida, e incluso si a tu alrededor percibes carencias, es porque todas estas memorias las tienes contigo, están grabadas en ti y emiten señales que te hacen pensar que el dinero como objeto es tu principal fuente de poder, porque crees que el dinero es una colección de billetes, y no lo que en realidad es: una sensación, tal como lo es el frío o el calor. ¿Tienes la sensación de que se encuentra contigo? Si la respuesta es que no, entonces puedes comenzar poniéndote en paz con él y hablándole en nombre de la humanidad que es tuya, tal como si estuviera

cabizbajo en frente de ti. Puedes decirle: Perdóname porque no he sabido valorarte, he olvidado cómo tratarte, no he cuidado de ti como lo mereces, he estado distante, dispersa intentando buscarte en donde no estás. Ahora me encuentro contigo, te abrazo, te cuido y te encuentro en mí. Lo siento, perdóname, gracias, te amo. En tu imaginación, ve a un hermoso lugar con enormes cascadas de agua pura y báñate ahí con la energía del dinero, que puede tomar la forma física que tú consideres. Relaciónate con el sentimiento de unidad y permanece así el mayor tiempo posible. Abraza al dinero, ámalo desinteresadamente como nunca nadie lo ha hecho, hasta que tú y él sean uno solo, hasta que no necesites buscarlo más porque es uno contigo. Tan pronto como sientas que no hay dinero ni hay tú misma o que el dinero eres tú y que no necesitas buscarlo, entonces habrás dejado atrás la escasez.


RESPIRACION Y CHI (Qi)

Chi es la energía vital, el aliento divino que forma parte de todos los seres de la Creación y que fluye libremente o con dificultad a través un cuerpo humano saludable por medio de unos canales llamados meridianos. Cuando una persona se siente mal a nivel emocional o físico es porque hay una interrupción del libre flujo del chi en el cuerpo, por lo cual se hace necesario restablecerlo a través de diversos métodos, siendo uno de ellos la respiración.

La respiración es sumamente importante porque es el acto mediante el cual te mantienes unida a la vida, así como a los demás seres vivos; cada vez que inhalas trasladas a tu cuerpo los átomos o las partículas de las cuales está hecha la Creación, y así mismo tomas el aire que otros seres han exhalado. Cada vez que exhalas, los otros seres vivos asimilan tu exhalación con el único fin de re crearse y perpetuar este ciclo, el cual nos mantiene unidos permanentemente. Es como si entre todos los seres formáramos una gran red que se sostiene gracias al componente principal de la respiración, que es lo que comúnmente se conoce como chi.

A través de esta energía que va y viene permanentemente por tus fosas nasales, compartes intenciones, pensamientos, estados de ánimo y todo aquello que pasa por tu mente a cada instante. Compartes cada pensamiento consciente o inconsciente, compartes tus sentimientos, tus emociones y toda clase de vibración o energía sutil con la que entres en contacto. Fuiste creada como un Ser individual y sin embargo cada acto tuyo es una pequeña parte de todos los actos humanos que conforman la sociedad, la raza, la especie, la colectividad. Es así como formamos un todo, una conciencia, un solo ser que llamamos el Uno o la Unidad.

La Unidad es la fusión de la conciencia de todos los seres humanos y cada ser humano a su vez es la Unidad, lo que significa que todo lo que percibes, lo que llega a tu vida es tu propio mundo, repleto de seres con sus respectivos pensamientos, recuerdos e ideas con las cuales te conectas permanentemente. Es así como somos Uno.

Cuando inhalas recibes al mundo en ti, cuando exhalas distribuyes tu energía, el aliento con el cual se re crea la vida una y otra vez a lo largo del espacio/tiempo. Inhalar y exhalar es dar y recibir, el ciclo perfecto para permitir que la vida siga el rumbo que ha dispuesto la Inteligencia Universal. Nuestra fusión es permanente gracias a la respiración y por mucho que queramos apartarnos de esta red inmensa, no podemos hacerlo porque siempre es preciso conectarnos con la vida a través del aire que entra y sale por los pulmones.

El chi es a un ser humano como la gasolina lo es a un automóvil. Cuando el cuerpo tiene suficiente chi, puede llevar a cabo las actividades del día con mayor calidad, puede sentirse fuerte, sano, feliz. Cuando esta energía viaja sin

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tropiezos por el cuerpo hay una sensación de salud total que se irradia siempre y que influye en todas las relaciones que la persona establece. Cuando se descuida la vida interior, cuando nada importa, cuando se pierde el interés por todo es porque las emociones más intensas han agotado el depósito de chi y entonces el cuerpo deja de funcionar aquí y tiene que trasladarse a otro plano, llega la muerte.

Es por esto que cosechar chi es algo que ayuda mucho a tener claridad mental, a elegir, y sobre todo a limpiar, es como si nos despojara de los karmas adquiridos a lo largo de nuestras vidas en la Tierra. A continuación vas a aprender a realizar un ejercicio fabuloso que los hawaianos llaman respiración ha, pero que también recibe el nombre de respiración pranayama porque prana es en la India el equivalente de chi. Por medio de este ejercicio podrás limpiar las memorias de enfermedades como migraña, hipertensión, problemas del colon, irritabilidad, depresión, problemas del hígado y todo aquello que esté obstruyendo tu encuentro con la salud o la dicha de vivir.

Para comenzar elige un lugar tranquilo de tu casa o de cualquier lugar en donde estés, siéntate con la espalda erguida, asegúrate de que tus pies toquen el suelo y de que estás cómoda. Cierra tus ojos. Esta respiración es abdominal, observa a tu estómago subir y bajar durante el proceso. Inhala suavemente por tu nariz contando hasta 7. Retén el aire contando hasta 7. Exhala suavemente por la boca contando hasta 7 y retén el aire nuevamente contando hasta 7. Harás 9 rondas en total durante 3 veces al día y si puedes más veces mucho mejor.

Si no alcanzas a contar hasta 7 hazlo a tu propio ritmo, con el tiempo lo desarrollarás muy bien. Si te desconcentras vuelve a comenzar.

La fase de inhalación del aire es el símbolo de tu aceptación de la vida tal como es y como ha sido, sin querer cambiarle ni un trocito. La fase de retención del aliento es muy importante porque es como si alimentaras a todo tu grupo celular con los componentes energéticos, con los nutrientes que trae consigo el aire. La fase de exhalación es tu manera de re crear y de devolverle al mundo toda la alquimia, la transformación, la fuerza creadora que ha tenido lugar dentro de tu cuerpo.

Este tipo de respiración también se le llama “consciente” porque la llevas a cabo con total conciencia de cada paso que estás realizando. Estás presente mientras haces el conteo porque de lo contrario podrías perder la secuencia; también estás presente cuando notas que tu estómago sube y baja porque lo estás haciendo correctamente y definitivamente estás muy consciente de las pausas, así como de la entrada y salida de aire.

Si notas que deseas acabar rápido el ejercicio, o algún otro obstáculo es porque tu mente se está introduciendo o colando sutilmente a través de lo que estás llevando a cabo, por lo que será necesario hacerte aun más consciente de los cambios que experimenta tu cuerpo al respirar conscientemente.


Este tipo de respiración te llevará a un espacio donde quizá nunca hayas estado, te llevará al mundo de la conciencia pura en el que tendrás contacto con la inspiración. Además de esto, después de que hayas realizado las 9 rondas, habrás acumulado chi o energía para realizar tus labores con mayor calidad y para llevar tu vida de manera más organizada y placentera.

Practica este ejercicio la mayor cantidad de veces que puedas porque te ayudará muchísimo en tu misión de limpiar y borrar memorias. No lo dejes pasar por alto.

Chi, es uno de los nombres que se le da a la energía que es derramada sobre ti, cuando limpias tus memorias con las 4 palabras sanadoras.

LIMPIANDO POR MEDIO DEL AGUA Todo lo que he escrito en este libro encaja perfectamente con aquellas palabras que hace miles de años dijo el maestro Jesucristo: que para entrar en el reino de los cielos había que volver a ser niños otra vez. Esta frase está relacionada con ese mundo invisible, con esas formas mágicas, con las hadas, gnomos, ángeles, con todo lo bello en lo que el alma de una niña o un niño es capaz de creer. Gran parte de lo que envuelve al mundo de la curación es invisible, difícil de demostrar. Es por esto que te pido que no dejes marchar esa inocencia que caracteriza a tu pequeña niña, ten presente que tu corazón sigue siendo puro aunque tus pies te hayan llevado a caminar senderos repletos de memorias dolorosas.

Uno de los grandes regalos que se nos dio es el agua. Es un elemento curativo por naturaleza y es la mejor medicina que podemos consumir. Muchos autores han escrito sobre el hecho de que toda enfermedad es producida por la deshidratación, todo malestar es ocasionado porque el cuerpo se encuentra seco. Mi recomendación es que bebas mucha agua (de la llave, embotellada o como la prefieras); 1 litro no es suficiente para abastecer todos los órganos de tu cuerpo y a la vez refrescarlo con el fin de que trabaje menos. 2 litros es una cantidad adecuada para empezar.

El agua se encarga de limpiarte en todos los niveles: físico, espiritual, emocional, mental. Cuando la bebes estás ayudándote a limpiar los recuerdos que tienen que ver con enojos o resentimientos (entre muchas otras cosas), el agua arrastra todo esto de tu cuerpo mental, haciendo que permanezcas más liviana y receptiva a mejores momentos. Una magnífica forma de beberla por si no estás acostumbrada consiste en mantenerla en tu boca la mayor cantidad de tiempo posible y después tragarla lentamente. Luego, vuelves a hacerlo una y otra vez sin detenerte a lo largo del día. Esto te mantendrá hidratada, optimista, alegre, sana, receptiva, fresca. Al cabo de un tiempo te será difícil dejar de beberla. El agua es un regalo por el cual estamos infinitamente agradecidas.

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El ejercicio que te voy a enseñar ahora, lo perfeccioné con el libro de Joe Vitale (Cero límites) y tiene que ver con las maravillosas propiedades del agua, la cual, por si no lo sabes, es completamente receptiva a tus oraciones, palabras, sentimientos y peticiones. Cuando amas el agua que vas a beber, ella se carga de la energía que tienen tus sentimientos y adquiere propiedades sanadoras con las cuales vas a beneficiarte. Para más información sobre el tema te recomiendo ver las películas y documentales del doctor Masaru Emoto. Este proceso de limpieza es sencillo y poderoso. Es para llevarse a cabo el tiempo que se desee o se requiera o por toda la vida. Voy a resumirlo en breves pasos:

1. Por la mañana cuando te levantes, toma un vaso de vidrio y llénalo de agua de la llave en sus ¾ partes.

2. Tómalo en tus manos y habla con el agua que hay en el vaso, deposita en ella tus problemas, lo cual puedes llevar a cabo con tus propias palabras o siguiendo esta sugerencia: Divinidad del agua limpia en mí, lo que está contribuyendo con___________________ Gracias. Gracias. Gracias.

3. Deja tus problemas o asuntos pendientes en el agua. Suéltalos porque su Divinidad puede limpiarlos. Después de eso pon el vaso en el lugar de la casa o la oficina que más llame tu atención para ello.

4. Antes de acostarte, tira el agua en el inodoro y descárgalo. Vuelve a llenar el vaso y a seguir los pasos anteriores de igual manera. A la mañana siguiente comenzarás otra vez. Nota: Esta agua no debe tomarse, ya que su propósito es distinto.

Si deseas poner más de un vaso, puedes hacerlo. Si te sientes muy desesperada

entonces cambia el agua más seguido. Siempre le digo a mis clientes que de este tema pueden salir dos mil

preguntas, pero que no comiencen a irse por el camino de las preguntas (en lo posible) porque jamás llegarán a ningún lado. Esto mismo te digo a ti. No le busques más a este sencillo ejercicio de limpieza, sólo hazlo tal cual y sobre todo déjate guiar por tu voz interior. Si un día ella te dice que cambies ese vaso, hazlo. Si un día ella te dice que hagas algo extra, déjate llevar porque al fin y al cabo es ella quien te ha traído hasta aquí así que escúchala siempre.

Los niños saben bien cómo escuchar la voz interior y tú estás aprendiendo a hacerlo como cuando eras niña, es por eso que todos estos ejercicios requieren de tu disposición para sanar sin cuestionar, sin preguntarte si será posible, sin dudar.


AGUA SOLAR AZUL

Las palabras en nuestro idioma no son suficientes como para describir los beneficios de beber agua solar azul. Esto consiste en una medicina excelente para el cuerpo y para el alma. Es la forma que tiene la Divinidad para limpiarnos, para sanarnos, para darnos paz. Yo tengo mucho tiempo bebiendo esta agua (tal como lo aprendí con Joe Vitale) y cada vez me siento mejor. La preparación es la siguiente:

Consigue botellas de vidrio de color azul y llénalas con agua de la llave, embotellada o filtrada. Tápalas con algún corcho o papel envuelto, y NO con tapas de plástico, ya que van a ser asoleadas y esto puede no ser conveniente. Lleva estas botellas al sol durante 1 hora (si lo haces más tiempo no importa). Después puedes vaciarlas en una jarra o en recipientes o botellas de plástico (después de solarizadas no importa) y utilizarlas para tu consumo diario, para tus mascotas o para lavar las frutas y verduras, puede utilizarse para todo. Eso sí, te recomiendo comenzar con precaución porque esta agua es poderosa, su misión es limpiar las memorias almacenadas en el adn, o en las células del cuerpo y así eliminar aquello que solemos llamar karma. Cuando no se toma con precaución puede ocasionar lo que llamamos crisis curativa (este tema se encuentra en mi libro “4 palabras que curan” y en mi blog). Entonces lo más prudente será beber una copita por día la primera semana y poco a poco incrementarla hasta que esta sea la única agua que bebas. Será genial que consumas por lo menos 2 litros diarios de esta agua. Los beneficios son incalculables. Continúa bebiéndola aunque no veas ningún cambio a tu alrededor.

Todo proceso de limpieza que lleves a cabo debe estar libre de expectativas, las cuales vienen siendo lo mismo que ese deseo ferviente de que las cosas se realicen como tú quieres. Cuando se está sanando al cuerpo y aparece la expectativa, quiere decir que la mente se encuentra inmiscuida en lo que estás haciendo y ella se encargará de decirte que ese negocio, ese empleo, esa relación o ese bienestar tiene que provenir necesariamente de donde ella decide. La expectativa echa por la ventana la quietud que significa la entrega de mis pendientes a una fuerza superior y en su lugar deja a la resistencia. Sí. Aunque no parezca, en la expectativa hay resistencia, hay temor, hay ansiedad.

Una ayuda extra para asimilar esto es mantener presente la frase: No sé nada; mientras la tengas en cuenta los resultados no podrán hacerte daño porque tú no sabes cuál sendero o cuál conexión te llevará a conocerte mejor o a ser una mejor persona.

No sé nada

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La limpieza se encarga de bañar en luz los pensamientos que se han manchado con las memorias. Ellos por sí solos no son malos, lo que ocurre es que prácticamente todo lo que pensamos se ha llenado de pasado. Cuando te asalte la duda o aparezca la esperanza, la expectativa de que todo tiene que salir como tu mente te lo ha dibujado, entonces limpia a la esperanza y a la incertidumbre, diciéndoles: Lo siento, te amo. Ellas te escucharán, ya que lo único que pretenden es ser amadas por ti y entre más las ames, mejor te sentirás respecto del momento que estés viviendo. EL COLOR DE LOS PENSAMIENTOS Este ejercicio ha sido de gran ayuda para muchos de mis clientes y por eso decidí incluirlo en este libro. En una ocasión charlando amenamente con uno de ellos, decidimos ponerle color a los grupos de pensamientos que pasaban por su mente. Así concluimos que unos eran negros (los que le querían hacer más daño), otros verdes (pensamientos no tan dañinos pero si muy tercos), anaranjados (los que eran nuevos), azules (pensamientos hermosos), blancos (los más puros). Mi cliente a quien llamaremos Julio, había creado una especie de escenario mental donde todo tenía lugar. En ese lugar había una puerta blanca y unas escaleras hacia abajo que es donde él se encontraba. Del otro lado de la puerta blanca se encontraba un basural lleno de ideas viejas listas para ser borradas cuando quisieran atravesar la puerta y encontrarse con Julio. Cada determinado tiempo la puerta se abría para que pasara un pensamiento vestido de negro con un enorme sombrero. Este pensamiento generalmente era sobre lo mal que lo había tratado la vida siempre a través de las demás personas, así que lo que Julio hacía era decirle a ese pensamiento negro: hey… lo siento, perdóname, gracias, te amo. Y generalmente el pensamiento se devolvía por la puerta blanca en silencio total. Algunos de ellos eran obstinados y sólo se iban después de varios te amo. Con los pensamientos de color verde o anaranjado era más sencillo y así mismo con los azules o los blancos. Me contaba que algunos de ellos bajaban la escalera con gran atrevimiento, así que él decidió poner faros de color violeta en ese salón para que cada pensamiento pudiera ser purificado al avanzar. Este proceso sencillo y casi que infantil, ayudó tanto a Julio a superar viejas heridas, le ayudó tanto a amarse y sobre todo a dejar la adicción a pensar, ya que descubrió que esa era la razón de su tristeza y no la vida en sí.

Aquellos pensamientos, memorias, recuerdos o creencias que se borran de tu sistema, también se borran del resto de la humanidad.


Capítulo 4 Mea culpa

“Tu enemigo no es aquella persona, sino tus pensamientos acerca de lo que pasó entre ella y tú. Son ellos los que están destruyendo tu vida a través de los recuerdos.

Esta vida se te dio para que pudieras limpiarlos. Sólo hazlo.”

u llanto fue el primer contacto que tuviste con la vida en este planeta. Al momento de nacer, lo primero que hiciste fue llorar porque en esta forma las personas que estaban a tu alrededor se aseguraban de que estuvieras con

vida, ya que el llanto garantizaba la perfecta salud pulmonar. Sin embargo, cuando hay llanto, también hay dolor. Y tal vez alguien pudiera preguntarse ¿Pero qué dolor puede traer un alma que acaba de llegar a este mundo?

Te asombraría la respuesta. Si hay llanto es porque algún dolor hay en ese pequeño cuerpo. Si hay

llanto es porque desde que nació aprendió a mostrar sus emociones a través de las lágrimas y esto sólo lo hace alguien que sabe que para qué sirve llorar, esto lo hace quien trae consigo información; misma que en esa etapa de la vida, todavía se esconde y que aparecerá en el transcurso de la existencia, a través de las relaciones con todo lo creado. Ese pequeño ser, ya viene programado para vivir de cierta forma en este planeta.

Es gracias a esta información, que cada individuo es un universo, que cada ser humano ve al mundo de una forma diferente a como lo ve el resto y que cada quien trae una especie de implante con características esenciales heredadas de sus parientes, familiares y ancestros. Cada persona carga con esta programación desde que nace, hasta el día en el que deja definitivamente el planeta; es por eso que tu mundo contiene gente muy diversa a la que no siempre aceptas porque es totalmente diferente a ti, o porque no encaja con lo que tú llamarías un ser humano “normal”. Pero “normal” ¿para quién? Tal vez para tu mundo que está totalmente construido con base en información grabada en ti. Cada uno de tus actos obedece ciegamente a esa información; desde saludar a un amigo cuando lo encuentras por la calle, hasta divorciarte.

T

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La vida siempre ha sido tal como ahora la ves, cada individuo ha luchado contra las situaciones que le parecen injustas, ha luchado en contra de otros seres en la búsqueda de felicidad.

Hay situaciones que toleras o que definitivamente no toleras, única y exclusivamente porque alguien te dijo que así tenía que ser, que así funciona, de modo que tu enojo, tu tristeza, tu depresión o tu intolerancia no es más que el resultado de procesos mentales aprendidos.

¿Esto exonera todos tus actos? Sí. Absolutamente todos tus actos y los de la humanidad, aun el crimen más horrendo del que hayas sabido. Y los exonera porque cada situación desagradable se muestra ante los sentidos de tal manera que tú creas que es algo que sucede por primera vez y que hay una humanidad externa a ti que respalda lo que has percibido, sin que puedas notar que es un recuerdo inconsciente que salió a la luz para que tú le perdonaras por existir y en esa forma lo limpiaras para todas las personas involucradas. Esa humanidad que ve lo mismo que tú, también es parte de tus pensamientos. Entonces los actos negativos contemporáneos son algo así como la versión moderna de una película vieja, que ya se reprodujo en la mente de tus familiares, parientes y antepasados.

Tal como en ti se ejecuta una programación aprendida durante miles de años, sucede también en las demás personas que integran tu universo.

Entonces ¿Qué es lo que vienes a hacer? A desprogramarte, a borrar los registros de hechos que sucedieron en el pasado pero que todavía no has podido dejar marchar porque permaneces unida a ellos como tu fuente de poder. También has venido a borrar o a limpiar la más mínima creencia, crítica, sensación, idea, noción o duda que haya aparecido en tu vida. Vienes a limpiar en ti, los errores almacenados en tu mente, vienes a perdonar en ti, las imágenes que una y otra vez llegan a tu conciencia. Tu misión es convertir toda la información que te enseñaron en una hoja en blanco por medio del “no cambio”.

¿Te sorprende esto último? Bien. El “no cambio” consiste en recibir, aceptar, aprobar, bendecir,

agradecer, perdonar lo vivido, la realidad, la vida con su montón de sueños rotos. Eso significa.

Se pudiera pensar que para trascender la programación implantada es necesario un trabajo intenso que incluya el afán de cambiarlo todo y de lograr un mundo mejor. Sin embargo la posibilidad de renacer surge cuando le dices a la vida que está bien como está, cuando apruebas cada instante que pasa aunque contenga actos de crueldad o violencia inimaginables. Esto no significa que te estés volviendo cruel o insensible, significa que estás aprendiendo una ley básica de los milagros:

Todo lo que ves es mentira


Entonces puedes limpiar. Con esto puedes hacer un mejor trabajo que si te pones a despotricar en contra de quienes realizan actos terribles, porque esto se hace también por programación.

La posibilidad de dejar tu mente como una hoja en blanco aparece cuando dejas de juzgar lo que ves porque comprendes que todo lo que sucede tiene (de alguna manera) un origen divino.

Esto es algo que la gran mayoría de doctrinas enseña pero que nuestra mente distorsiona en su afán de llevarnos por el camino de la rectitud y del bien; pero lamentablemente ese camino está repleto de la información vieja de quienes ya lo recorrieron y es el momento de crear uno nuevo, permitiéndole a la vida y al mundo que sean como han de ser para que pueda crecer dentro de ti, la satisfacción de que se cumpla siempre con la voluntad divina.

Cuando culpas a alguien, inmediatamente asumes una gran carga de odio hacia ti, ya que todas las emociones regresan a su punto de partida (que eres tú), que es la única conciencia que existe.

Los datos almacenados en la conciencia son quienes creen saber cómo deben comportarse las personas que te rodean y cuando le haces caso, quedas atrapada en medio de aquellas ideas que te dicen que no eres valiosa, que nadie te quiere, que no eres atractiva, que el mundo se olvidó de ti.

El fundamento de una relación que se ha gastado o dañado es el hecho de que esa persona no hace lo que tú quieres que haga; esa persona siempre hace lo que le complace sin que importe mucho lo que te complace a ti. Ahí se resume todo. Es entonces cuando nace en ti la insatisfacción de no tener la relación perfecta porque consideras que tu punto de vista es el correcto y que es superior al de la otra persona. Básicamente por esto se rompen todas las relaciones y es ahí donde comienza a nacer la necesidad de perdonar o de liberar a alguien, precisamente cuando indirectamente comienzas a sentir que la única persona que necesita ser liberada eres tú.

UN ACTO INNECESARIO Para algunas personas y en algunas doctrinas, el perdón es un acto innecesario porque si todos conformamos un solo ser, o lo que hemos denominado la Unidad, entonces ¿A quién se le pide perdón?. Hay quien se pregunta si ¿No es absurdo el pedir perdón a los seres que son mi otro yo?. También hay quien se dice: No comprendo la naturaleza del perdón, si lo que hay que perdonar son las ofensas del pasado y elijo vivir en el presente, ¿Para qué sirve la palabra perdóname? Cada persona tiene el derecho de elegir cómo quiere vivir la vida, por eso nuestro planeta es tan diverso, tan colorido, tan lleno de matices y formas que lo complementan y que vienen a enseñarnos a respetar las ideas de las demás personas aunque no las compartamos ya que al final de cuentas siempre hay algo

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muy nuestro, muy tuyo y muy mío en las ideas que circulan en las otras mentes, ya que finalmente todo comienza en la intimidad de mis propios pensamientos. Para que los demás seres vivos “existan” es preciso que yo los piense. Así de fácil.

Si bien somos Unidad, muy pocas veces somos conscientes de esto; para lograrlo tendríamos que haber despertado lo suficiente como para vibrar con la vida que hay dentro de nuestro cuerpo a cada instante, tendríamos que dejar de acceder al banco de datos con el que nacimos, tendríamos que dejar de pensar. Es a través del pensamiento inconsciente como se re instalan en la mente y en el cuerpo los recuerdos, la insatisfacción y el deseo constante de mejorar o cambiar el momento presente. Pocas personas nacen con un nivel de iluminación suficiente que les permita desprenderse de cada segundo que va corriendo en el tiempo de la mente, de manera que la iluminación es algo que simplemente puede suceder en cualquier instante de la vida, en el momento menos esperado y después de esto nada volverá a ser igual; prácticamente se aprenderá a vivir.

A veces no somos conscientes de que estamos viviendo un ensueño de la mente y es por eso que creemos que todos nuestros juegos y luchas de poder son reales, entonces nos inmiscuimos tanto en ellos, que se nos hace difícil, casi imposible dejar de discutir, dejar de enfrentarnos a quienes consideramos enemigos; se nos hace casi imposible defendernos de aquellas personas que creemos que son nuestros atacantes. Tenemos la certeza total de que este mundo de ideas en nuestra cabeza es real sólo porque así parece y esa certeza nos la brindan nuestros sentidos, a los cuales les creemos sin dudar. Es por eso que suponemos, criticamos, juzgamos, retenemos y sobre todo nos hacemos seres irresponsables de nosotros mismos, pretendiendo con eso que las demás personas se hagan cargo de hacernos felices. Esto es el resultado de creer que el mundo adolorido que ven nuestros ojos, es real.

Y si esto es así, es evidente que tenemos una extraña manera de relacionarnos con la vida, y por eso el perdón es importante y por lo tanto necesario, al menos dentro del ensueño, donde hay un “yo” que no admite fusión alguna con los demás seres.

Para que esto sea más sencillo de comprender te pongo un ejemplo: la historia de la humanidad, más exactamente el holocausto judío. Cada vez que tú recuerdas este doloroso episodio (que quizá no viviste de cerca, pero que te lastima porque supones cómo debió haber sido para sus protagonistas), estás haciendo uso de la información que está guardada en tu conciencia y que regresa gracias a tus pensamientos habituales. Entonces lo más lógico es que por cada vez que recuerdes esto, una sensación de impotencia, resentimiento, tristeza y duda invada tu cuerpo, tu alma.

Piensas, piensas y piensas, con lo que traes datos del pasado a tu presente, te invade la nostalgia o la pena y posteriormente viene la culpa. Y aunque te


sientes culpable, te cuesta trabajo aceptar que los peores crímenes de la humanidad, y la oscuridad más densa que pueda existir en la mente humana son parte de ti, se encuentran en tu mente. Es por esto que sientes culpa ¿Qué otra razón podría existir? Y la culpa aquí bajo el cielo azul, en la mitad de esta atmósfera, pide perdón. Con la culpa aparece la imperiosa necesidad de perdonar. Es por esto que perdonar para nuestra mente es importante, ya que el ser humano nació para trascender su necesidad de pensar y en esa forma comenzar a corregir lo que ve como un error.

Los pensamientos pueden llegar a ser engañosos, algunos aparentan normalidad pero están fusionados con recuerdos sepultados, con recuerdos que creíamos ajenos y esto ocasiona que un día normal se transforme en un día de miedo o pánico por la resurrección de los fantasmas de la mente. En esos casos lo mejor es volver a empezar y limpiar, limpiar y limpiar con aquella palabra que te reconecta con la vida otra vez.

UNA LIBERTAD DISCUTIDA Durante algunos años he escrito sobre el libre albedrío y con el paso del tiempo, en mi aprendizaje por la vida, algunos maestros como Joe Vitale o como Ramesh Balsekar han venido a corregir mi entendimiento sobre el tema, haciéndome comprender que ese libre albedrío no es tan libre como parece serlo o que al menos no se enfoca con el tipo de libertad que humanamente conocemos.

Mi mundo dio un gran giro cuando comprendí que el libre albedrío tiene una existencia relativa, o sea que existe dependiendo desde qué punto de vista se observe y que finalmente sólo es una idea más que nos encierra en la culpa y en el estado de no perdón. ¿Sorprendente no?, pues permíteme aclarar un poco esto:

Si un ser humano cree que tiene libre albedrío, entonces también cree que cada acto realizado, errado o no, ha sido obra suya, cuando lo que sucede en realidad es que se está manifestando la voluntad de lo divino a través suyo, permanentemente.

Se nos ha dicho muchas veces que ni la hoja de un árbol se mueve sin la voluntad de Dios y sin embargo nos hemos empeñado en creer que hemos forjado de manera individual cada segundo de nuestra existencia y que cada logro se obtiene con una perseverancia que nosotros como humanos hemos puesto ahí. Pero esto no puede ser del todo real si observamos que hay montones de sucesos en nuestra historia que no salieron como quisimos, hay montones de fragmentos en la historia de cada individuo en los cuales la vida mostró un rostro que ni él, ni nadie más esperaba y que tampoco ningún Ser deseaba ver.

Si el libre albedrío existiera, se llevaría a cabo siempre la voluntad de la mente y tantas cosas que deseaste habrían sucedido, tantos sueños bellos para tu vida podrían hacerse realidad y tantas otras cosas que a tu juicio son perfectas

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podrían darse. ¿Te imaginas cómo sería el mundo si funcionara con base en la voluntad de cada ser humano? No lo alcanzo a imaginar aunque sé que no sería tan perfecto como lo es ahora.

Es por eso que no funciona así. A diario hay cosas que se salieron de tus manos, batallas perdidas, muertes sin sentido, corazones rotos, discusiones, enfermedades, ausencias, vacíos. Casi siempre experimentamos una realidad que quisiéramos borrar.

¿Puede esto llamarse libre albedrío? Definitivamente no. Cuando leí a Balsekar y me di cuenta de esto fue como despertar de un

sueño profundo que había durado milenios, pero de inmediato surgió la pregunta: ¿Y lo que escribí antes sobre la libertad del albedrío y la libertad de elección? He escrito mucho sobre nuestro poder para decidir qué es bueno o no para nuestra vida, entonces ¿Qué fue lo que le enseñé a las demás personas? ¿Acaso me equivoqué?

Y rápidamente llegaron las respuestas cuando comprendí lo aprendido, o sea que yo jamás estuve a cargo de lo escrito, ni a cargo de nada de lo que tuvo lugar en mi vida, que tampoco estoy a cargo de escribir estas palabras, que siempre fue la Divinidad manifestándose a través de mi ser, de la misma forma que sucede contigo. Soy un instrumento que permite la interpretación de la voz divina y de igual forma lo eres tú o cualquier otro Ser de la Creación.

Comprendí que cada palabra escrita es perfecta para el tiempo mental de quienes en su momento la lean y posteriormente esas personas serán guiadas hacia esta enseñanza con la que tú y yo estamos vibrando. De hecho tú y yo atravesamos primero por los viejos conceptos para poder llegar hasta donde estamos.

Siempre hemos creído que el tener libre albedrío nos otorga una libertad infinita, pero esto no es real, esta creencia en esa aparente libertad sólo nos hace sentir una culpa de la que pocas veces podemos librarnos, esta creencia nos mantiene atrapadas en el odio, en la amargura, en el verdadero error.

Lo más complejo es comprender que la libertad surge cuando se asume la ausencia total de libre albedrío, permíteme explicarte por medio de un ejemplo:

Supongamos que una mujer discute acaloradamente con su hija porque cree tener la razón en cuanto a la educación que debe darle. La hija no lo comprende y surge esta separación temporal entre ambas. La madre comienza a experimentar culpa y a preguntarse si tal vez habría existido otra forma de llevar las cosas con su hija para evitar este momento incómodo.

La madre se siente mal porque cree que ella propició los hechos, pero si supiera que sólo fue un canal a través del cual pudo manifestarse lo divino, entonces comprendería que su hija también ha sido otro canal para que esto pueda continuar sucediendo y podría simplemente aceptar la vida como es,


podría comprender que bajo ninguna circunstancia se le dio al intelecto la posibilidad de sobrepasar el poder de decisión de lo divino.

Aun aquello que parece tan tuyo, aquel acto gentil que te convierte en un ser honorable, aquella palabra hiriente, aquella ira felina que te hizo destruir toda tu vajilla en un par de minutos proviene de algo que va más allá de tu entendimiento, proviene de la totalidad.

¿Pero cómo la Divinidad puede expresarse a través de mí cuando me enojo o cuando lastimo a alguien?

Tu pregunta es la ejecución de tu programación. Esta pregunta la haces porque has sido programada para pensar que la Divinidad es blanca, pura, casta, noble, buena, célibe, masculina. Sin embargo la Divinidad es indivisible y lo es todo al mismo tiempo.

En la medida en que aceptes, ames y agradezcas hasta el más horrendo de tus pensamientos más contacto harás con El/Ella, permitiéndote así, sentir que siempre estás de acuerdo y en paz con su voluntad.

Imagina una luz brillante que ocupa todo el espacio y el tiempo existente. A esa luz le hemos dado el nombre de Divinidad, y se caracteriza por unir lo creado, jamás se individualiza o se desune, siempre permanece unificada, estable, inmutable, todo lo incluye, jamás califica, Ella es y no es al mismo tiempo. ¿Cómo podrían las memorias o recuerdos escapar de esa luz? ¿Cómo podrían no estar incluidas en ella? No hay manera. Las memorias se encuentran en esa luz ya que la misma llena todo lo que existe, pero lo que pasa con las memorias o recuerdos es que en cuanto aparecen en la mente humana son calificadas como dolorosas por nuestra programación.

El dolor comienza cuando ellas atraviesan nuestros sentidos, mientras que para la luz, ellas son parte del todo. Esa es la diferencia.

Entonces ¿En el más horrendo de mis pensamientos se encuentra Dios? Sí. ¿Cómo podría ser de otra manera? Dios jamás va a cuestionarte, a castigarte, o a enjuiciarte. Eso sólo sucede en el mundo ensoñador de tu mente pensante.

En aquella ocasión, cuando creíste que estabas sola porque alguien te maltrató, también se estaba manifestando lo Divino a través de esa otra persona, tú simplemente eras el canal para esa manifestación aunque después creyeras que te habías convertido en lo sucedido y afirmaras que te habías convertido en la parte más oscura de tu historia personal.

Actualmente continúas siendo un canal para la manifestación divina y esto se convierte en algo perfecto cuando dejas de identificarte como la persona que piensa en lo que le sucedió o le sucede, cuando te despojas de ese traje y de ese personaje que te dieron al nacer; cuando puedes hablar del que consideras el peor de tus pecados con la certeza de que no se trata exactamente de ti, y que esa característica de tu personaje no está pegada a tu piel como hasta este momento

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has creído. Eres un canal para la manifestación divina cuando le das la bienvenida a cada pensamiento de tu mente y cuando te vuelves todo y nada a la vez.

Es en esta transparencia cuando puedes expresar aquello que siempre has callado y puedes decirle a quien consideres necesario que (por ejemplo) abandonaste a tu bebé en la puerta de la casa de una familia desconocida, o que ejerciste la prostitución porque sólo así tendrías dinero para pagar una carrera o que maltrataste a tus hijos. Es en ese instante cuando sueltas el personaje y te ríes porque descubres que una pequeña parte de ti es portadora de memorias, pero que otra parte infinita de ti, es pura, es lumínica, es divina.

Cuando aceptas esto, no ciegamente, sino con la calma y la certeza que caracteriza el movimiento de las aguas de un río, entonces no volverás a sentirte culpable. Y tu inocencia te permitirá comprender la inocencia de quien o quienes te hicieron daño, porque tendrás en cuenta que a través de esa persona también se expresó Dios o la Unidad.

No pretendas comprender el lenguaje de la Divinidad, porque eso no puede hacerlo tu mente pensante. No se puede acceder al espacio sin tiempo o al todo indivisible a través de una mente dividida y de un cuerpo anclado en el tiempo. No es posible comprender así a la Divinidad, a El/Ella sólo se le puede amar para dejar de estar y pasar a ser.

Cuando me decido a perdonar o cuando rechazo totalmente esta posibilidad también estoy siendo ese canal a través del cual se manifiesta la única voluntad existente, la de la divinidad.

Y si todo se trata de la voluntad divina entonces ¿Con qué fin perdono o con qué fin me amo? Si sientes el impulso de hacer esto como cualquier otra actividad entonces es porque así tiene que suceder, es porque simplemente eso está predeterminado en el plan divino.

En el instante en el que todo esto llegó a mi vida supe que en la aparente quietud del mundo hay mucho movimiento y que todo lo que hoy es de cierta forma, mañana puede ser de otra manera y que pese a los cambios, el mundo es el mismo desde siempre, las memorias continúan siendo las mismas.

Todo cambia, y tanto tú como yo estamos sujetas a estos cambios que son estados evolutivos de nuestro mundo. Lo que hoy nos parece real y verdadero puede parecernos irreal y falso mañana, pero esto no significa que tú o yo seamos cambiantes, variables e inestables; esto sólo tiene un significado: todo aquello que vemos es lo que tenía que suceder de acuerdo a la Inteligencia que nos puso aquí. Si aceptas su voluntad entonces ésta pasa a ser también la tuya.

Es maravilloso tener la posibilidad de detener la llegada de un pensamiento o de neutralizarlo enviándole amor. Puedes explorar tantas posibilidades como te indique tu guía interior; ten en cuenta que siempre eres guiada y que no estás en riesgo.


El libre albedrío existe sólo cuando dejas de ser tú, cuando desapareces con tu obra de teatro y te conviertes en la Fuente hacedora de tu existencia.

Si hay algo que puede ayudarte es el hacerte responsable de lo que sientes, no del mundo, ni de los demás; responsable de lo que tú experimentas, es todo.

¿DE DONDE VIENEN LAS MEMORIAS? La respuesta a esta pregunta depende de cómo se perciban las memorias o recuerdos: ¿Acaso como enemigos? ¿Cómo castigo? ¿Cómo algo totalmente negativo?

Para explicarte voy a ponerte un ejemplo de eso a lo que llamamos “Divinidad”. Es la luz que nos limpia porque nos ve de manera perfecta. No sabe si algo es bello o feo, malo o bonito, no califica. De modo que no puede percibir las memorias tal como tú o como yo lo hacemos.

La Divinidad nos dio la oportunidad de limpiar o borrar aquello que nosotros consideramos un error. Por eso las memorias son una pequeña parte perfecta del todo y por sí solas no son malas o buenas, solo son y en cuanto atraviesan la mente humana se convierten en recuerdos por limpiar, en retos por afrontar. Las memorias, como todo tienen su origen en la Unidad que contiene a la Divinidad. VICTIMA Y VICTIMARIO SUFREN POR IGUAL Este libro es un entrenamiento, es un manual de vida al que siempre que desees podrás regresar para consultar su enseñanza, para aprender aquello que quiere quedarse contigo. No necesitas la prisa, todo llega cuando debe y estás aprendiendo de la forma correcta, lo estás haciendo bien. Si alguna idea entra en desacuerdo contigo, déjala ir y sigue adelante leyendo, nada es casual.

La mente pide tantas respuestas, se pregunta tantas cosas en su afán por liberar al ser humano y lo único que logra es dejarlo atrapado en el tiempo, anclado a un pasado sin sentido. La mente no puede entender que no nacimos para descifrar mensajes, sino para deslizarnos sigilosamente a través de cada segundo atravesando momentos sin tiempo, saboreando cada pequeño instante en complicidad con la percepción.

Finalmente hay un corazón lastimado. El tuyo. Para lo escrito en este libro sólo existe un mundo, el tuyo (dentro del cual estoy yo, que escribo esto para ti); todos los seres y yo vivimos a través de tu corazón lastimado, respiramos del mismo aire que tú, vivimos en ti. Aquello que sufriste en soledad y que fue tan injusto ante tus ojos, te hizo creer que hay personas buenas y personas malas,

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pero como dije antes sólo hay seres proyectando recuerdos, seres ejecutando una programación que debió ser como es.

Es fácil, muy fácil creer que quien hace daño, quien lastima no sufre, pero sí sufre. Bajo esa risa, bajo esa máscara de poder, bajo ese rostro sombrío también hay dolor. ¿Sabes por qué? Porque ni esa persona ni ningún otro ser puede escapar de la unidad que es y que somos en ti y si tú sufres, también sufre tu humanidad, en diferentes grados sí, pero todo el sistema se apoya en ti.

¿Tan importante eres? Por supuesto. Eres el motor de tu propio universo y siempre ha sido así,

sólo que estás aprendiendo a serlo. Cuando tu Ser interior está en equilibrio, todas las cosas parecen tener solución y la vida a tu alrededor se siente tranquila, en calma. Cuando el miedo aparece entonces las personas más cercanas a ti parecen enfrentar pequeños o grandes problemas. Es por esto que uno de los grandes medidores de tu nivel de limpieza es aquello que percibes en las demás personas, porque ellas fungen como espejos de aquellas características más escondidas de tu conciencia. Pero en realidad ellas no necesitan mejorar ni cambiar nada, esas personas están bien; eres tú quien piensa que ellas están mal, por lo que eres tú quien precisa una transformación.

Entonces cuando deseas vengarte, cuando deseas que quien te lastimó pague por lo que te hizo o por lo que le hizo a alguien que amas, sólo estás perpetuando tu sufrimiento y el de las almas involucradas, y por esto te negarás la posibilidad de ser libre, así como a las demás. Si bien todo esto está contemplado en el plan divino, también lo está tu liberación de la infelicidad, y así mismo la liberación de quienes vivimos en ti. Es por esto que un te amo acepta, perdona, ilumina, abraza, aprueba y libera al ser humano atrapado en los recuerdos y quienes vamos de la mano contigo, aprendiendo y descubriendo, recibimos tus mismos beneficios.

Si el aliento divino que se encuentra en todos los seres, pudiera expresarse a través de los labios de quien te ha hecho daño te diría que actuó poseído por una memoria que se hizo cargo de encontrar las circunstancias perfectas para ejecutarse. También te diría que sólo tú puedes desinstalarla desde tu interior para que no haga más daño. Y tú tienes disponibles 24 horas para elegir; a cada instante lo estás haciendo, culpar o limpiar, culpar o limpiar, culpar o limpiar.

Puedes dejar marchar estas palabras o puedes considerarlas como una oportunidad de ser libre al fin.

La culpa, como todo en la vida tiene su opuesto que es la inocencia; el reto es lograr que ambas convivan en tu sistema sin que te sientas prisionera, sin que te sientas mal. La culpa es necesaria en algunas etapas de la vida porque de ella proviene el descubrimiento de la inocencia. Aprendiendo a vivir se logra hacer de ambas una sola, comprendiendo que todo lo que sucede hace que la experiencia de estar aquí valga la pena.


Capítulo 5 Curación divina

“Ninguna enfermedad tiene el poder de matarte. Tus pensamientos respecto de ella sí pueden hacerlo.”

urar el cuerpo físico siempre ha sido innecesario, la necesidad de curar algo en ti aparece cuando crees que hay algo mal o equivocado en él, y lo que para ti está mal es lo que comúnmente llamamos enfermedad. En esta

última oración la palabra creer juega un papel definitivo porque significa que estás obedeciendo ciegamente a una creencia, a un condicionamiento o a una programación que viene contigo. Y si la enfermedad es una creencia, se encuentra en la mente, en los pensamientos que van y vienen, y que siempre están listos para hacerte creer que en tu cuerpo hay señales o síntomas que están tratando de acabar contigo.

Muchas personas se encuentran atrapadas en un cuerpo enfermo que ha llegado a un punto de resistencia tal, que la oración, la bendición o la gratitud parece un paño de agua tibia porque no logra resultados. Estas personas suelen preguntarse ¿por qué? ¿Por qué eso que a las demás le funciona, en ellas parece no significar nada? ¿Por qué es tan difícil sanar el cuerpo físico? ¿Por qué las enfermedades congénitas? ¿Por qué no soy escuchada?

Hace algunos años comencé a trabajar en mi interior con una secuencia maravillosa de palabras que ya conoces y que es: Lo siento, perdóname, gracias, te amo. Los cambios logrados me guiaron hacia la creación de un libro llamado “4 palabras que curan: el lenguaje secreto de los antiguos hawaianos”; en el cual expongo mi forma de abordar estas 4 palabras así como algunas otras cosas importantes. A lo largo de ese tiempo y en la interacción con muchas personas, he recibido preguntas como: ¿Por qué no puedo mejorar con estas 4 palabras si son tan eficaces como dices? Y en este libro respondo con mi conocimiento actual a esa pregunta que con justa razón inquieta a algunas personas.

Las ideas son como una familia. Una idea que aparentemente se ve inofensiva puede generar más ideas que vendrían comparándose con hijos, nietos, biznietos, tataranietos y pare de contar. De una idea pueden desprenderse

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ilimitadas ramificaciones que apuntan en diferentes direcciones y que casi siempre asustan o brindan información falsa que mantiene trabajando la mente del pensador. Cuando comienzas a pronunciar estas 4 palabras o una sola de ellas que tal vez elegiste, de inmediato se genera otra idea que consiste en esperar resultados pronto porque “mi vecina o alguien que conozco logró mejorarse con esto en cuestión de horas de un gran problema de salud”. Después de eso recitas estas palabras una y otra vez, pero pasan los días y continúas sintiendo ese vacío, esa sensación de no estar logrando nada y te preguntas ¿Qué pasa? Y ahí va otra idea que vendría siendo hija de la anterior. De ese aparentemente inofensivo ¿Qué pasa? Te trasladas a un: Nada de lo que hago funciona y después a: siempre me sucede lo mismo y continúas generando más y más ideas. Es que me duele el cuerpo, ¿Qué hago? Ahí tienes otra idea.

A donde voy es a ese lugar en donde puedo encontrarme contigo, mirarte a los ojos y decirte: el mundo que ves, que percibes, que sientes, ese síntoma, ese malestar en tu cuerpo así como todo lo que tocas es una idea en tu cabeza. Y si es una idea, entonces es información y si es información entonces puede ser borrada por medio de las 4 palabras aprendidas, gracias al proceso que aprendiste anteriormente en el capítulo 3 (que en realidad es uno entre muchas más opciones).

Sin embargo hay casos severos, donde la mente se encarga de hacerte creer que la enfermedad es un monstruo externo a ti y que no es ninguna idea, que es totalmente real y que llegó para acabar con tu vida. Cuando esto sucede recomiendo el cierre total, lo que significa que no permitirás un solo espacio en tu día en el que no te concentres en el sonido que realizan las 4 palabras sanadoras en tu boca. Esto no falla; sólo que a veces sucede que cuando se sale de un mal momento, se olvida fácilmente la forma en la que salimos adelante y regresamos al mismo condicionamiento de pensar inconscientemente, de cualquier manerapero lo mejor de esta dimensión es que siempre hay un segundo que se convierte en una oportunidad para borrar viejos condicionamientos. También sugiero el ejercicio mencionado en el apartado: EL COLOR DE LOS

PENSAMIENTOS. Limpia ahora: Te amo. Te amo. Te amo. ¿A quién le dices Te amo? A aquella parte de ti que es divina, pura. O puedes pronunciarla con tu

nombre, por ejemplo: Te amo Vivi. También puedes decírsela a otra persona. Déjate llevar por tu voz interior, ella sabrá siempre por dónde conducirte.

La medicina tradicional se ha enfocado siempre en los síntomas, para así tratar temporalmente un malestar o dolencia. Y lo hace de esta manera por toda una serie de limitantes que se ha auto impuesto, como el hecho de no creer en aquello que no puede probar. Entonces no creen ni en milagros, ni en la curación espiritual a base de palabras porque esto no puede verificarse en un laboratorio,


de manera que es este sistema es como avanzar en el camino de la curación de forma limitada.

Un avance significativo se logró cuando se creyó que era posible encontrar la causa de una enfermedad, pero no pasó mucho tiempo para que nos diéramos cuenta de que había enfermedades cuya causa era casi imposible definir. Se nos había enseñado que para todo lo que nos sucede es fundamental encontrar la causa porque si no lo hacemos será imposible sanar. Es por esto que muchas escuelas de curación se enfocan en la búsqueda de las raíces de una enfermedad por medio de estudios y análisis, ya que con base en los resultados de estos estudios se puede decidir si un paciente sanará o no. Sin embargo, en muchas enfermedades no se encuentra absolutamente nada, no se ve ni siquiera la posibilidad de encontrar un leve indicio del primer momento de su aparición y es ahí donde el paciente se desmorona pensando en la posibilidad de morir pronto por falta de ayuda y recursos en manos de una enfermedad definida como mortal y a la vez desconocida.

Lo que acaba con la vida del paciente es el pánico, la tristeza, la impotencia, o la nostalgia después de un diagnóstico difícil. Estas emociones generan aun más enfermedades que se conectarán con las emociones que desencadenaron la enfermedad original o la que propició el diagnóstico.

Seguramente tú has sabido de alguien que nació con síntomas de alguna enfermedad que afecta a pocas personas en la Tierra y de la cual se sabe muy poco. Así que de seguro este paciente ha vivido toda su vida en medio de análisis y experimentos en la búsqueda de una curación que no parece llegar por ningún lado y lo único que resta en muchos de estos casos es luchar, luchar y luchar (como si la vida fuera un cuadrilátero de boxeo), hasta que la muerte finalmente llega. Y la verdad es que morir no es malo, de hecho, es una transformación positiva; lo que sucede es que queremos este sueño loco del que vivimos, queremos percibir lo que hay aquí.

Buscar la causa de una enfermedad es algo similar a entrar por una puerta que conduce al vasto, oscuro e insondable mundo del subconsciente. En el cual hay una maraña de ideas en forma de hilos enredados unos con otros, haciendo extrañas combinaciones que traen al pasado de vuelta. Entrar en este mundo es inútil y bastante arriesgado; además de que significa pasar por alto el poder curativo que tiene el espíritu.

Yo creo que hemos estado buscando en el lugar equivocado, creo que siempre se ha ignorado que el cuerpo físico proyecta los recuerdos de las generaciones que nos precedieron y que por eso algunos pacientes presentan síntomas tan extraños como diversos.

Las enfermedades son memorias que quizá no se limpiaron en el primer momento en que aparecieron y que después regresaron para poder ser limpiadas. Para ello no es necesario comenzar a buscar al pariente de quien crees haberla

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heredado, ni tampoco la célula exacta que enloqueció extrañamente o el fenómeno que hizo que todo esto sucediera. Nada de esto es importante. En el proceso de curación lo único que cuenta es la desinstalación de la idea de enfermedad que se ha adquirido y esto se logra amando al cuerpo tal como es y conectando con lo divino a través del perdón.

Heredamos una rara forma de creer en la Inteligencia Divina y a veces no la sentimos cerca, cuando nada en la vida escapa de su luz. Se cree en Él/Ella para

unas cosas y para otras no. Quizá así tiene que ser. Tenemos esta idea de que la enfermedad es mala y que hay que acabar con

ella, luchar contra ella, cuando en realidad su finalidad es noble. La enfermedad ha llegado para protegernos y cuidarnos, para mantenernos unidas a la vida el mayor tiempo posible.

Afortunadamente estamos desaprendiendo o aprendiendo a vivir de forma diferente y una de las cosas que yo te sugiero es el dejar de lado o dejar atrás la búsqueda de las causas porque jamás llegarías a ningún lado y podrías quedarte anclada eternamente en esa búsqueda.

Por estos días en la ciudad donde vivo se está llevando a cabo una campaña CONTRA el cáncer de mama por todas las víctimas que ha cobrado. Una tarde pasé por uno de los edificios de la ciudad y había una pancarta de color rosado tan inmensa como el edificio que decía: LUCHEMOS CONTRA EL CANCER

DE MAMA. Cuando leí esto me invadió la tristeza, me llené de pesar y le pedí perdón al cáncer de mama por lo que le habíamos estado haciendo durante años. Simplemente le dije: Perdóname porque no hemos sabido entenderte. Nos hemos gastado vidas enteras luchando contra ti, cuando lo único que debemos hacer es amarte y honrarte por regalarle más tiempo a nuestros seres queridos.

Pero ¿Por qué se ama una enfermedad que se considera tan dañina? Pues precisamente por lo mismo, porque con nuestras creencias hemos calificado de dañino algo que en realidad es una oportunidad de curación, una extensión de la vida.

Cuando alguien (por alguna circunstancia) adquiere un profundo sentimiento de pérdida, cuando siente un enorme vacío, ganas de desaparecer para siempre o cuando sufre un trauma a solas, es el momento en el que se ve amenazada la vida y es cuando las células se comunican entre sí y deciden agruparse para actuar. Ellas saben que agrupadas segregarán sustancias importantes para el cuerpo, con el fin de que el ser humano pueda continuar viviendo. Esa agrupación celular es lo que usualmente se considera un tumor. Si un paciente que ha perdido un ser querido y que está sufriendo como no alcanzamos a imaginar, no desarrollara un tumor, moriría rápidamente. El tumor


es la oportunidad que la biología humana le da al ser, para que pueda limpiar el alma de los dolores que la agobian y así continuar con vida.

Cuando la mayoría de seres humanos dominemos este conocimiento, celebraremos cuando una persona reciba un diagnóstico difícil, porque ya conocemos el lenguaje de una enfermedad y sabemos que apareció para ampliar la esperanza de vida de ese ser humano. Eso debería alegrar nuestro corazón y a partir de esa alegría comenzaríamos a limpiar.

Si quieres profundizar sobre este tema te sugiero que leas un fantástico

libro llamado La medicina patas arriba de Mambretti y Sèraphin. Ambos autores

reunieron las investigaciones de un médico alemán de apellido Hammer, quien fuera encarcelado en su país por dar a conocer el sistema de auto curación del que dispone el ser humano al ponerse en paz con su propia vida. De hecho uno de sus principales descubrimientos fue que el cáncer de pulmón no está causado por el cigarrillo, ya que en un estudio previo analizó a una gran cantidad de personas que padecían de esta enfermedad y la mitad de ellas no era fumadora. Esto no salió a la luz en su momento. Así como este, el libro está lleno de ejemplos prácticos sobre lo que significa una enfermedad y aunque ni tú ni yo estamos interesadas en descubrir las causas de nada, podemos tomar de él lo mejor en cuanto a las razones por las cuales una enfermedad es un ángel vestido con las creencias decadentes de los que nos precedieron.

Tu cuerpo físico es la proyección de un espíritu individual pero también colectivo; energéticamente hablando tu cuerpo es un recipiente que almacena una humanidad adolorida en diferentes épocas y espacios, por eso no es fácil encontrar la causalidad y si la encontraras correrías el riesgo de quedarte atrapada en ella para siempre.

Es preciso enamorarse de la enfermedad, amarla entrañablemente, entablar una gran amistad o un diálogo amoroso permanente con ella. Esto permitirá que los miedos huyan porque en cuanto se ama una enfermedad no hay razón alguna para temer a la muerte.

La curación se hace a partir de la mente porque es un pensamiento el que está errado y que desde su error informa que hay una parte del cuerpo que enfermó. Si descubres que hay algo en ti que no está funcionando como debiera, habla con esa sensación o con ese síntoma y sólo dile: Te amo o te quiero mucho (como elijas). Ama tu enfermedad, no te canses de hacerlo y deja que la Divinidad en ti, limpie el pensamiento que te está haciendo daño. Hay una gran diferencia entre amar el concepto que se tiene de una enfermedad, amar cada síntoma, amar la idea que genera cada síntoma o amar la raíz profunda que (aunque no te interesa conocer), sabes que ocasionó lo que estás sintiendo. Siempre puedes elegir la que mejor te haga sentir porque todas te ayudan en el proceso de curación.

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Cuando hables con tu cuerpo préstale mucha atención a su respuesta. Ella puede llegar de múltiples formas y sólo tú podrás percibir que es su voz. ¿Está de acuerdo contigo o no? Si lo está, excelente! Y si no lo está continúa

perdonándote, continúa amándote hasta que escuches que su respuesta es: estoy de acuerdo.

Procede de igual forma si un ser querido ha enfermado y utiliza siempre las herramientas de limpieza que te he indicado en el capítulo 3.

Hazte amiga de tu cuerpo. Pregúntale: ¿Qué necesitas? ¿acaso más agua? ¿caminatas al aire libre? ¿diversión? ¿risas? ¿descanso? ¿comida que en verdad me agrade y me satisfaga?. Después dale lo que te ha pedido y ten en cuenta que la vida se hizo para vivirla y que dadas sus características ilusorias jamás estás en riesgo, siempre estás viviendo.

Si temes morir, eso es otra cuestión; sin embargo apláudelo también, eres un ser humano y tus miedos son parte del hecho de estar aquí, bendícelos y ámalos porque ellos te buscan porque quieren que tú precisamente los limpies.

Respecto de la muerte te voy a dejar una frase que mi papá q.e.p.d., solía decir: yo me muero el día que yo quiera, antes no y remataba con: es que Dios no me puede llevar sin haber terminado de hacer todo lo que tengo pendiente!. Y yo que era muy joven escuchaba todo esto sin saber la gran verdad encerrada en un comentario cotidiano de mi sabio papá. Esto te lo amplío un poco más en el siguiente tema.

LA MUERTE ES UN SUICIDIO Hace algún tiempo tuve la oportunidad de ver la hermosa película de Chico

Xavier el médium brasileño q.e.p.d., llamada Nuestro Hogar, en la que un

hombre común, médico de profesión, fallece por una enfermedad crónica y al morir va a parar a una especie de purgatorio en el que un grupo de desencarnados le gritan: suicida! Pero él no comprende por qué le dicen así. Después de muchos tropiezos y dolores allí, una petición de ayuda le lleva a un

bello lugar que lleva el nombre de la película: Nuestro hogar y que comúnmente

conocemos como el cielo. Una vez allí y aun adolorido por el arduo viaje de su alma, es atendido por un

ser de luz que le explica lo que significa el suicidio. Y yo lo hago ahora contigo con mis propias palabras:

Suicida es aquella persona que por una u otra razón termina con su vida deliberadamente. En el caso que te menciono se le dice suicida a toda persona que muere por causa de una enfermedad, ya que la misma es causada por los pensamientos inconscientes, dentro de los cuales está el miedo, el odio, la ira, el resentimiento, la amargura y por lo tanto los estados de no-perdón al propio ser.


Todo esto va ocasionando el deterioro lento de los órganos vitales y facilita la llegada prematura de la muerte, de modo que quien fallece por causa de una enfermedad se ha suicidado.

No quiero decirte que esto sea malo o bueno, tengo presente que en los múltiples viajes del alma y durante lo que dura la ensoñación de la vida hay que conocer cada aspecto nuestro y este es uno de ellos. Quizá tú y yo hayamos pasado por ahí no una sino varias veces y por esa razón ahora estamos aprendiendo algo importante para sanar el cuerpo y poder disfrutarlo plenamente, ese es nuestro derecho y para eso mismo estamos aquí. Con todo esto conoces la importancia del perdonarte a ti misma cuando algo no esté marchando como tú quisieras o cuando tu cuerpo te esté diciendo que se siente

mal. Siempre perdónate aunque no sea fácil, se comienza con una frase corta: me perdono. Lo demás vendrá solo, casi sin esfuerzo y en el mejor de los momentos

te sentirás liberada. Te he puesto el ejemplo de la película de Chico Xavier para ilustrar el

concepto de suicidio a nivel espiritual y bajo las leyes del tiempo. Sin embargo, no quiero que pienses que tus familiares o tú irán a parar a ese lugar, a ese purgatorio donde llegó la persona que menciono. Esto es simplemente un símbolo necesario para ilustrar la importancia que tiene el perdón en la vida humana y ahora tú lo tienes contigo y esto es muy similar a tener una llave única que abre las puertas del conocimiento.

Ahora voy un poco más allá. Sondra Ray afirma que la muerte (sea como sea) es un suicidio y esto aunque suene extraño es bastante coherente si tomamos en cuenta que somos una idea y que dentro de nuestra estructura como idea, fabricamos más ideas y una de ellas es la de la muerte.

Como siempre, te pido que investigues y que busques tu propia verdad, que no me creas a mí, que le creas a tu corazón porque sólo él puede guiarte de forma divina. Esto también me lo decía mi papá (“papitico”) y yo ahora te lo digo a ti para que te encuentres y después de ello te dejes ir. LA ENERGIA INTERRUMPIDA

La mente piensa a través del ser humano, rescata o recoge información vieja del subconsciente y la ofrece a los sentidos, entonces llega esa emoción desagradable y se corta el flujo de energía que recorre al cuerpo y posteriormente aparecen algunos síntomas que preceden la enfermedad. El asunto es que toda enfermedad es la interrupción del flujo energético en el cuerpo (Gary Craig, creador de las Técnicas de Liberación Emocional) o la interrupción del chi (qi) como vimos en el capítulo 3. Y si toda enfermedad tiene es un corte de la energía en el cuerpo ¿Por qué tendríamos que buscar afanosamente en nuestro pasado, la causa de la misma?

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En la mayoría de los casos podríamos encontrar algo así como una causa inmediata respecto de alguna enfermedad y para esto cito los excelentes libros de Louise L. Hay, quien llevó a cabo una gran investigación respecto de las causas inmediatas de la gran mayoría de las enfermedades y muchas personas encontraron que había similitudes, y asombrosas coincidencias entre las causas o patrones mentales descritos por Louise y las enfermedades que estaban padeciendo, así como también hubo algunas otras personas que no, ya que sus dolores parecían no tener lógica alguna, ni relación con las causalidades descritas. Al no encontrar fácilmente la causa para un mal, la persona tiende a iniciar una búsqueda desesperada intentando con esto solucionar su problema, pero hay vidas, hay males, hay casos en los cuales ni la búsqueda más exhaustiva puede arrojar luz sobre un problema.

Si en algún momento de tu vida llegaras a sentir algo anormal en tu cuerpo, limpia de inmediato con las 4 palabras sanadoras o bien, haz tu mejor oración pidiéndole a la Divinidad que limpie en ti lo que estás sintiendo, después de eso relájate, el asunto ya pasó a mejores manos. Lo más recomendable es poner cualquier síntoma en manos de la Divinidad y permitir que su voluntad se despliegue. Limpiar para poder permitir su voluntad. Limpiar sobre cada idea que va naciendo o apareciendo. Limpiar sobre cada segundo del día y estar atenta a las señales que irán apareciendo al entrar en contacto con este poder extraordinario. CURAR A ALGUIEN Aunque eres una persona maravillosa, todo lo que haces siempre es por ti, incluso el hecho de dar una limosna o ayudar a alguien que despierta tu bondad, es simplemente por ti. Eres tú quien quiere sentirse mejor a través de cada actitud que en apariencia ayuda a alguien más. Amas a tus hijos porque eso te hace sentir bien, haces tus obras benéficas porque eso te permite sentirte bien contigo, cada actividad que emprendes, cada cosa que haces siempre es por ti y para ti, deseo que tomes esto en consideración.

Esto no significa que seas egoísta, significa que una parte de ti sabe que la vida solamente se trata de ti y de ideas que dependen de ti. Ahora después de que este punto se ha definido, paso a comentar el tema de sanar a alguien o ayudar a alguien, ya que con esa finalidad te di esa breve introducción.

La regla básica de la curación por medio del perdón es:

No puedes curar a nadie. Sólo puedes curarte tú.

Y puedes comprobarlo con el simple hecho de que todo en esta vida se trata de ti como te indiqué anteriormente, siempre estará de por medio tu propia


satisfacción porque sólo existes tú, que estás compuesta de memorias, mente subconsciente y divinidad.

Entonces cuando conozcas a alguien que necesita de tu ayuda, dásela por medio de tu limpieza, siendo consciente de que esto es por ti y para ti.

Cuando un ser humano considera este punto de vista, la curación será más sencilla porque podrá desprenderse de capas y capas de resentimiento con mayor facilidad.

Hace algunos días mi perra labrador de nombre Coco, comenzó a manifestar algunos síntomas de gripa y estando despierta, tenía un ronquido bastante fuerte. Vi que estaba decaída y de inmediato pronuncié las siguientes palabras:

“Divinidad, limpia en mí el ronquido y la incomodidad de Coco. Gracias.”

Con esta oración yo deposité el problema en manos de la Inteligencia Divina porque me di cuenta de algo básico: el ronquido estaba en mí y no afuera. Entonces mi perra fue mejorando poco a poco mientras yo continuaba limpiando sobre los tiempos de mi mente, los tiempos de Dios y los tiempos de mi adorada mascota y compañera de juegos.

Toma conciencia de que siempre será más fácil limpiar en ti cualquier situación incómoda, que limpiarla afuera. Si ves que alguien que amas enfrenta un problema de salud, haz tu parte hablando directamente con el jefe (Divinidad), comprendiendo siempre, que tú serás limpiada a través de esa persona.

Si llevas este mismo proceso con tus relaciones amorosas, familiares o de amistad, verás muchos cambios, muchos progresos y mucha alegría entre esas

personas y tú. Después podrás pensar: “Oh! cómo ha cambiado (o mejorado) fulano de tal”, pero no fue esa persona quien cambió, fuiste tú.

Ahora comprendes mejor aquella frase que se convirtió en cliché por lo

repetitiva y que decía: “Para que cambien los demás primero cambia tú”, bien, en

ese tiempo ni tú ni yo sabíamos cómo cambiar. Ahora sí. Finalmente, Coco (mi mascota) dejó de hacer ese ronquido, sin embargo

comenzó su fase de recuperación con una inflamación de su garganta. Continué limpiando. De repente apareció en la puerta de la casa el vecino que es veterinario y que venía a devolvernos unos papeles. Me vió con Coco y le comenté lo que sucedía. El me sugirió un medicamento desinflamatorio y un antibiótico. Mi corazón sonrió y yo acepté encantada ya que siempre lo sigo. Prácticamente las medicinas venían como apoyo para mi perra en ese instante y no estoy negada a ellas, tengo por costumbre bendecirlas porque son de gran ayuda en algunos procesos de curación y limpieza y mucho más cuando se trata de un animal que no puede comunicarse verbalmente. Si las medicinas llegan a

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mí, las agradezco de todo corazón. Coco se recuperó rápidamente de algo que

pudo haber sido más grave pero que ya se había limpiado con un te amo.

CUANDO EL EGO GRITA Una de las apariciones más frecuentes del ego es a través de ese diálogo permanente que hay en ti, se trata de esa voz que siempre se está quejando, es como un ruido que impide la percepción de la felicidad y tu reto es neutralizar el ruido de tal manera que no estés a su merced.

Cuando el ego habla tienes esta sensación de incomodidad, insatisfacción, aprisionamiento, tristeza, presentimiento, dolor, inconformidad, nostalgia, deseo, apatía, miedo o cualquier otra sensación limitante. El apego a los resultados de la limpieza o la sensación de desesperación por la lentitud de tus procesos no es más que el ego asustándote y diciéndote que si no te preocupas las cosas no saldrán bien.

Es apenas natural que como seres humanos tengamos la tendencia de querer acelerar las cosas o de tener esta desconfianza hacia la vida, misma que nos hace creer que siempre estamos en la cuerda floja aunque todo a nuestro alrededor esté asegurado. Esta es siempre la voz del ego. Sin embargo es posible aprender a soltar, de hecho es la mejor opción que tenemos por no decir que es la única, no hay que esperar a que suceda algo terrible que nos despierte a esa realidad.

La tendencia natural del ser es introducir la mente, la racionalidad, o el intelecto a cada cosa que se lleva a cabo. Para muchas personas es prioritario el hecho de entender el por qué, el para qué y el cómo se dice una palabra en lugar de simplemente pronunciarla. Evidentemente se procede de esta manera porque se desconoce que la mente te va a guiar por caminos y cuestas empinadas que parecen conducir a más preguntas, a más dudas, a más temores, a hoyos profundos donde no se ve salida alguna y de donde es más difícil salir.

El ego cree tener las respuestas, el ego cree saber el porqué de las cosas, el ego te obliga a creerle cuando realiza sus búsquedas en el montón de recuerdos añejos del depósito de la conciencia y cuando rescata algo entonces te hace pensar que ese recuerdo es real. Pero sucede algo interesante y es que ningún hecho puede ser positivo o negativo por sí mismo, siempre necesitará de la participación de tu mente para ser calificado. Para bien o para mal, el diseño humano califica con base en lo aprendido, de tal forma que si para tus antepasados, la gordura era la base de muchas enfermedades, tu opinarás lo mismo irremediablemente y estos conceptos de ellos que a diario manejas son los que te hacen pensar que tú sabes qué es lo que más te conviene para vivir.

Pocas veces por no decir que ninguna, puedes soltarte o expandirte hasta el punto de considerar que todo lo que te enseñaron que está mal o que es


incorrecto, puede ser al revés o mejor aún, pocas veces puedes darte cuenta de que estás tan dormida que no alcanzas a percibir la gran cantidad de información suelta que te rodea. En otras palabras, no tenemos idea de nada, no sabemos qué tan bueno o qué tan malo pueda llegar a ser un accidente, una enfermedad, una deuda, un dolor, un pasado que no quiere ser liberado, o todo aquello que nos enseñaron.

Precisamente por esto se ha de limpiar sin esperar algo a cambio. Supongamos que deseas obtener más clientes para tu negocio que apenas comienza y alguien te dice que todo mejora perdonándote. Tú que confías en

quien te hace la sugerencia, trabajas permanentemente con la palabra perdóname esperando que tu negocio marche bien. Sin embargo pueden suceder dos cosas: que tu negocio comience a florecer rápidamente o que después de 1 mes no logres obtener la primera venta. Si esta última opción gana ¿Dónde está el problema?

En la voz de tus creencias sobre el dinero, que es la misma intervención del ego que te impulsa a esperar y a tener estas expectativas o deseos urgentes de que el negocio marche como él considera que debe ser. Pero la verdad es que no tienes la más remota idea de en qué sentido es perfecto el estancamiento económico en el que te encuentras, no sabes por qué la falta de clientes es algo que puede traerte tantas enseñanzas como te lo permitas porque ese hecho como tal, no puede ser calificado.

Una de las opiniones más escuchadas del ego es que en cuanto reúnas una determinada cantidad de dinero y hayas encontrado al amor de tu vida, serás feliz, que a partir de ahí todo cambiará y tu vida se convertirá en miel sobre hojuelas.

Nada más falso. La misma ansiedad que ahora te carcome porque tu negocio no ha

florecido como quisieras, se colará a través de tu vida cuando tu negocio se haya convertido en la mejor empresa del mundo y cuando hayas encontrado tu pareja ideal. Quizá el vacío sea aun más grande porque no puedes descubrirle sentido a tu existencia con todo el poder y el dinero adquiridos. Esto lo tengo muy claro. Las memorias jamás dejan de llegar porque ellas son parte de la misión que elegimos al nacer; así que para vivir en paz es preciso amarnos indefinidamente y amarnos aunque nada más importe, amar al ego mismo en cada situación.

El alcance de la mente humana es limitado porque los sentidos circunscriben el campo creador y te hacen consciente de una pequeñísima parte de tu realidad, dejando por fuera enormes cantidades de información de cuya existencia ni siquiera llegas a sospechar. Es por eso que cuando opinamos que algo es bueno o es malo, lo hacemos inconscientemente y de igual manera sucede cuando cuestionamos una enfermedad, un momento incómodo o la presencia de la escasez.

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Para ilustrar más lo que acabo de decirte, pongo un ejemplo que circuló por la red hace algunos meses y se trata de la reacción de aquellas personas que no pudieron llegar a tiempo para tomar el avión que derrumbó las torres gemelas en Nueva York. Resulta que algunos de ellos en su momento, no comprendieron el porqué de tantos obstáculos para llegar a tiempo al aeropuerto, el por qué aparecían retrasos y situaciones sumamente incómodas que terminaron por desesperarlos. Pero cuando estas personas se enteraron de que su retraso les había salvado de morir, reaccionaron y sólo pudieron decir: gracias.

No sé con certeza por qué los demás pasajeros tuvieron que morir de esa manera, lo único que sé es que es un recuerdo que sacudió la conciencia colectiva y que es algo que continúo limpiando con la palabra perdóname cada vez que lo recuerdo.

De igual manera podría sucedernos, si después de quejarnos por nuestra vida, alguien viniera a proyectarnos una película con lo que habría sucedido si se nos hubiera concedido cada deseo; y sólo entonces nos daríamos cuenta de que habría sido peor y más doloroso. Así comprenderíamos que la vida nunca fue imperfecta y que siempre se nos ha dado la mejor opción.

Hay ocasiones en las que tu ego grita y levanta sus manos ondeando un

trapo rojo para que le prestes toda tu atención, entonces te dice: estás muriendo, ese dolor es señal de que algo en ti anda muy mal, todo podría terminar en cualquier momento y tienes que hacer algo ya! ¿Acaso vas a creer esa basura de que el cuerpo se cura con palabritas? ¿Acaso las palabritas son una varita mágica? ¿Vas a seguir confiando en la nada? Yo estoy aquí para advertirte que en cualquier momento puedes irte.

Después de esa intervención suya, el miedo se instala y te hace experimentar todos los síntomas que preceden la muerte anunciada por el ego. Ese instante es perfecto para limpiar. Lo hago ahora por si en algún momento has pasado por esa situación:

Lo siento, perdóname, gracias, te amo. Ahora continúa limpiando. La limpieza de la programación mental a la que estamos sujetas comienza

con dejar de lado la necesidad de entender. No tenemos tiempo para entender y la verdad es que en este planeta no necesitas entender ni comprender cómo funciona porque el saber esto no te llevará a ningún lugar porque la vida siempre está moviéndose y tú tendrás que moverte con ella, y jamás te trasladarás con las respuestas obtenidas si deseas ser feliz. Entre más ligero sea tu equipaje mental, habrá mucho más espacio para la luz con la que quieres iluminar tu vida. Entonces no mentalices tanto un TE AMO, sólo dilo, sólo hazlo y ya, con el paso de los días lo sentirás y sabrás que es real.


UNA PELICULA Tus recuerdos son algo así como una película que se transmite sólo para ti, no son algo que esté sucediendo en realidad, la gran mayoría de personas en esa película parecen estar de acuerdo con cada cosa que piensas y el mundo gira de acuerdo a tus movimientos; sin embargo esos recuerdos parecen tan verídicos que esa es la razón por la cual crees en ellos fielmente. Y crees que esa enfermedad es real y que todo lo que la envuelve también, cuando se trata de un fragmento de la película que estás mirando. En ocasiones es fácil separarte de ella y dejar de hacerle caso a la voz de los síntomas o a la voz del personal médico que te dice que todo está muy mal, que todavía no se encuentra la cura, que según las estadísticas muchas personas mueren cada día de eso, y que es totalmente cierto que estás empeorando, que urge tu preparación para el desenlace final.

Si esto te ha sucedido, no sólo con cuestiones relacionadas con la salud sino en otros aspectos de tu vida te sugiero que aceptes. El proceso de aceptar algo es difícil a veces porque hemos aprendido a victimizarnos y a creer que lo que está sucediendo es injusto. Pero aquí es donde encaja el hecho de amarte y

decir: te amo aunque no puedas entender ni a la vida, ni a la Divinidad. Te amo aunque nada esté saliendo como habrías deseado. Te amo y otra vez pido ayuda, pido iluminación respecto de mi salud. Elijo dejarme guiar. Escucho la respuesta en el silencio. Gracias.

Las respuestas llegarán vestidas de muchas formas, pero llegarán y tal vez te sorprenda cómo sucede esto pero esta vida tiene cosas sorprendentes. Incluso el viento se hace cómplice de la Divinidad para traerte respuestas. Yo las he escuchado en el viento, en la brisa de una mañana y después de eso he sonreído al saber que no fue mi imaginación. Es algo que simplemente se sabe y que no puedes explicar. Espero que un día tengas esta hermosa experiencia que consiste en recibir y escuchar a la parte de ti que es infinita.

Todo lo que necesites saber para tu curación te será dado, no importa si confías o no; mientras estés realizando tu limpieza, la medicina que sanará tus memorias te buscará hasta encontrarte. Es posible que para ayudarte encuentres medicamentos especiales, personal médico consciente, lugares especiales para superar el estrés, un profesor de yoga, el libro perfecto, tu pareja ideal, que adquieras una habilidad que jamás pensaste que tendrías, o cualquier terapia conocida o desconocida. No te afanes por nada; si te mantienes limpiando, la curación va a encontrarte.

Si hay algunas enfermedades que son más difíciles de curar que otras es precisamente porque están cargadas de muchas creencias de otras personas, que aparecen ante ti como una autoridad en el asunto y que validan sus estudios

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diciéndote lo que aprendieron a través de sus maestros o de sus libros. Pero si limpias más tus memorias, no te será difícil comprender que lo que dicen las otras personas o lo que dicen las estadísticas se limita a ser un hilo que conecta un par de neuronas. O sea lo que ya te he dicho: ideas.

Pero ¿Cómo aceptar esto? ¿Cómo introducirlo en mi cabeza? ¿Qué hacer cuando una enfermedad o un recuerdo sea cual sea no quiere marcharse?

No tienes que introducir nada en tu cabeza. Sólo tienes que cambiar tus rutinas de antes para reemplazar los pensamientos viejos por las palabras aprendidas, o sea ocuparte de cada pequeño instante de tu día, para no regalárselo al ego o al pensamiento. Ten en cuenta que esto ha de ser así por siempre, porque cuando hayas sanado, memorias y más memorias continuarán llegando porque necesitan ser limpiadas por ti. Tú solo puedes seguir limpiando, perdonando, aceptando, honrando, viviendo. La voz que dice que ese recuerdo no quiere marcharse continúa siendo ego, continúa siendo un recuerdo, habla con ella, dale amor y verás que lo acepta con gusto. Los recuerdos siempre pueden borrarse.

EL AMOR RESTABLECE EL FLUJO ENERGETICO Cuando se te hace fácil experimentar amor por ti y lo puedes decir con la convicción de que realmente te amas, las cosas ya no son tan difíciles, en la

pronunciación de cada te amo, te encontrarás con una energía poderosa que lleva

cuatro componentes principales: aprobación, aceptación, perdón y gratitud. Cuando apenas estás aprendiendo a amarte, a quererte porque nunca has

sabido cómo hacerlo, las cosas pueden ser un poco diferentes porque entonces

deberás pronunciar la frase te amo aunque no la sientas. Posteriormente podrás

lograrlo. Se sintoniza con esta frase y con el amor mismo cuando escuchas que tu voz la pronuncia y cuando no te distraes por ningún otro pensamiento, cuando

después del primer te amo surge el siguiente y el siguiente y te deslizas

suavemente entre las letras hasta que logras desaparecer, hasta que dejas de ver o de sentir a la persona enferma o a la enfermedad misma y por fin recibes un atisbo de lo que es estar iluminada.

Una vez que desapareces, ya eres Uno, ya te encuentras en fusión total con la Inteligencia Divina o la Fuente de donde emana todo lo creado. Estás más allá del amor.

Cuando el amor está ausente, cuando a toda costa quieres cambiar este momento para que sea distinto o cuando no te amas, hay una resistencia hacia la vida, hacia tu vida; es como el agua estancada, algo que no dispone de la energía suficiente para vivir. Es así como se produce la interferencia, ruido o interrupción


de la energía en el cuerpo y posteriormente se experimenta un desagradable síntoma al cual sólo deseas eliminar.

El amor es un hermoso sentimiento que siempre ha estado ahí para que podamos nutrirnos de él, pero no ha sido fácil verlo o encontrarlo. Cuando se siente aceptación por la vida, la energía circula libremente en el cuerpo y es como si el agua que antes se había estancado encontrara un surco y comenzara a fluir otra vez.

Siempre tengo presente la hermosa canción de John Lennon que dice:

Todo lo que necesitas es amor. Esto puede sonar algo novelesco o rosa pero para

comprobarlo basta con decírselo a un amigo, a una planta, a un animal. Es más, es suficiente con que lo pronuncies mentalmente, con que lo digas para ti. Todo lo que necesitamos las personas es amor.

No siempre tenemos la capacidad de ser amorosas, de estar sonrientes o de pronunciar las mismas palabras liberadoras; hay momentos oscuros cargados de información cuyo propósito es emerger para poder limpiarse, para poder lavarse en las aguas del amor que solamente tú o yo podemos darles. Por eso a

cada momento oscuro o difícil del día le decimos: Te amo. Te amo. Te amo. ¿Cuál es el medidor de que estás sanando? Con la inconfundible sensación

de paz que te inunda, con esa agradable mezcla de gratitud, humildad, alegría, tranquilidad, confianza, o certeza que emerge de un lugar casi desconocido. Cuando sientas eso en ti, estás llena de amor, estás sanando, tu vida está cambiando. HABLA CON TUS CELULAS

Cualquier cambio comienza cuando le digo a mi cuerpo: Gracias. Generalmente

una memoria acude para interrumpirte y decir algo que contradiga lo que acabas de mencionar; si esto sucede, sonríe y también dale las gracias porque sólo así moderará su tono y con el paso de los días te hablará más bajo hasta que finalmente dejará de sentirse útil en tu vida y no regresa a convencerte de que estás empeorando.

Para cualquier enfermedad recomiendo el diálogo con las células, esta es una de las formas más bellas de conectar con la vida y la salud que están en ellas pero que no podemos sentir por causa de la programación que traemos o de los programas que van desarrollándose en la medida en que vivimos.

Supongamos que sientes que el hígado o cualquier otro órgano de tu cuerpo, tiene un funcionamiento inadecuado. Un buen inicio para tu

comunicación con estos órganos es la siguiente pregunta: ¿Hay algo que tú o ustedes crean que deba saber? Si es así háganmelo saber, de tal forma que pueda darme cuenta de que es real. Gracias.

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Otra sugerencia de tu diálogo puede ser esta:

El día de hoy reúno al grupo celular de mi hígado (o cualquier otro órgano o parte de tu cuerpo), les comunico que me siento sumamente agradecida con ustedes por todo el trabajo que realizan, por lo incansables que son, por su esfuerzo. En los últimos días no me he sentido muy bien, pero sé que esto es parte de lo que tengo que experimentar para poder sanar, es como la parte amarga del jarabe que va a curarme. Puedo verlas a todas ustedes yendo de un lado para otro, algunas corriendo, otras reparando, transportando oxígeno, sangre y los nutrientes necesarios para que mi cuerpo siga en pie, para que yo continúe aquí.

¿Saben algo? Me perdono completamente por haber dudado de ustedes, por haber creído que me estaban causando daño.

Alguien me dijo una vez que varias de ustedes eran células malas o cancerígenas, pero estoy aprendiendo a verlas de otro modo. Quizá lo que esa persona interpretó como maldad es simplemente el proceso que ustedes tienen que llevar a cabo para equilibrar mi ser. Me perdono completamente por no haberlas amado antes, por no quererlas como una parte muy importante de mi cuerpo. Las amo. Me amo profundamente. Me perdono porque sé que en el fondo tengo miedo de sanar. Estoy cambiando y la verdad es que me siento muy bien por hablarles así, me siento genial porque sé que me están escuchando. Gracias por el trabajo que hacen. Gracias de todo corazón. ¿Me escucharon? Entonces notarás que responden que sí. Y si no logras escuchar sus voces, no importa, te estás entrenando para poder hacerlo y ellas lo saben.

Sin importar tus creencias arraigadas o lo que estés cargando en el alma, un diálogo así hará que te sientas mejor, no bien, sino mejor cada vez. Te pido por favor que cuando te expreses de tu cuerpo siempre sea para bien, jamás para mal.

Así como no alcanzas a imaginar hasta dónde puede llegar un te amo, tampoco

alcanzas a imaginar el daño que te hace un te odio o estoy cansada de ti. Acostúmbrate a hablar con esas pequeñísimas partículas de energía que

envuelven tu historia y tu vida, siéntete a gusto con ellas, invítalas a pasar y a quedarse en la sala de tu corazón. Puedes llegar a sentir tanta confianza en ellas, que sentirás que ellas desean ser tan amadas como tú. En algún tiempo te darás cuenta de que algunas de ellas enfermaron únicamente para crear un espacio por donde pudiera colarse lo que ahora estás aprendiendo y siendo de esta forma, les debes gratitud, respeto y hasta devoción.

Cada palabra pensada o pronunciada se ha impreso en tu ser, dejando una huella que el cuerpo tomará en cuenta hasta que ella sea borrada o limpiada.


Por quién? Por Dios o la Divinidad.

De alguna forma todos los seres humanos somos terapeutas, ya que hemos

venido a limpiar nuestra conciencia a través de las personas con quienes nos relacionamos. El universo que hay en nosotros es tan infinito que cada persona en él, puede ser re interpretada como una célula del propio ser y de igual manera puede ser limpiada, tal como si de otra parte fundamental del cuerpo se tratara. Es por eso que envueltos entre las estrellas, los soles, los planetas y la luna, se encuentran todos los órganos de tu cuerpo. Así es como el universo también posee un corazón, estómago, páncreas, hígado, útero, etc. En tu cuerpo posees una representación perfecta de todo el Universo.

Hace algún tiempo una clienta me preguntó: Aparte de decirle te amo a un paciente/cliente/persona conocida, ¿tienes

alguna forma especial de darles amor? Le respondí que sí. Soy alguien que respeta lo que llega a mis sentidos y frecuentemente me sucede, que después de contactar con alguien que me necesita, llegan hasta mí, diversas imágenes en las cuales me veo abrazando a esa persona. Es como si mi Ser interior me enviara esa imagen para que yo pudiera sentirme más unida a esa persona. También llega la imagen de algo poco usual, me veo en la habitación de esa persona cuando era niña o niño, arropándola con su cobija para que no sienta soledad o frío, dejando la luz de una lamparita encendida para que no sienta temor. Esto es algo que llega de manera involuntaria y he llegado a creer que es la forma de comunicarnos entre almas. Poco después recibo la agradable noticia de que esa persona superó esas dificultades y que está mucho mejor.

En algunas otras ocasiones siembro flores alrededor de sus órganos, sobre todo rosas y girasoles. Amo estas flores por todo lo que hacen por nosotros. Si observas con plena atención una rosa o un girasol, podrías escuchar que te dicen:

Debes saber que no hay nada por perdonar, sin embargo para llegar a entender esto debes perdonarte para lograr ser lo que yo soy.

Las flores son muy inteligentes, son pureza total. Las amo. En el caso de un cliente, usualmente hablo con el órgano que tiene

afectado, le pido perdón porque un pensamiento mío pudo haberle enfermado. En esa petición hago contacto con esa parte del cuerpo y me siento tan unida a ella, que logro escuchar que acepta mis palabras. Después de eso dejo todo en manos de lo divino porque mi trabajo ya está hecho.

Para algunas personas el tema de la curación a base de palabras no es algo muy digestivo y por eso caminan con cuidado, con prudencia intentando no equivocarse o llevarse una decepción. En cambio para muchas otras es sencillo: una enfermedad o un problema están hechos de pensamientos, de ideas, de

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palabras, y suena lógico reemplazarlos por otras de mejor calidad. Sólo eso, así no más.

Sin embargo en este proceso de curación siempre hay ayuda, tanto para quienes dudan como para quienes tienen la certeza; es por eso que si en medio de la incertidumbre más grande comenzaste a perdonarte para que desaparezcan esos molestos síntomas de tu cuerpo, es posible que en un paseo al supermercado te veas atraída a visitar la sección de medicamentos naturistas y observes un jarabe o un suplemento alimenticio que te provee de algo que estás buscando y entonces lo compres sin pensarlo dos veces. Ese jarabe es la ayuda de esta dimensión, es la que te permitirá aceptar la curación interior, el gran salto que estás dando hacia tu propio bienestar. En cuanto te sientas mejor, ten por seguro que la idea de haber tomado la medicina correcta más la idea de estar amándote, te harán deslizar cómodamente hacia la idea que siempre esperaste: la de que estás completamente sana o en camino de esa sanación o bien, totalmente relajada y en paz con tu cuerpo aunque todavía no se haya recuperado del todo. En ese punto de todas formas ya hay curación. PIDIENDO PERDON AL CUERPO Una de las mejores medicinas consiste en pedirle perdón al cuerpo físico, recostarte en algún lugar silencioso en el cual puedas llegar a ser lo más sincera posible para decirle: por favor perdóname, no me había dado cuenta de que mis rencores, mis resentimientos, mis odios te hacían daño, no me había dado cuenta de que un solo pensamiento mío repetido durante años, podía llegar a afectarte tanto y tampoco había comprendido que cuando te hago daño a ti, también lo hago extensivo a todos los seres de la Creación. Te pido perdón por haber causado inconscientemente tu enfermedad, tus padecimientos, tus dolencias. Ahora comprendo a qué nivel soy responsable de ti, de mí y de mi humanidad. Te amo.

Continúa expresándote en esta forma hasta que tu cuerpo te dé una señal de que tus palabras fueron recibidas y que la curación está en curso. Esta señal puede ser inmediata o no, todo dependerá de tu sentimiento de entrega al hablarle y por supuesto de la voluntad divina que fluye a través de ti.

Hacer esto establece un vínculo afectuoso entre tu cuerpo y tú, porque le das a entender que enfermar no ha sido su culpa, que es precisamente por hacer todo lo que tú inconscientemente has deseado que ahora se siente mal, pero que es tan inocente como la parte tuya que le está pidiendo perdón.

Cada vez que llegue a tus sentidos cualquier sensación incómoda ten en cuenta que: TODO PROBLEMA HUMANO PROVIENE DE UN ESTADO DE NO

PERDON. Entonces comienza a perdonarte por haber creado esa situación o por estar ahí cuando ella comienza a manifestarse. ¿Tienes el próximo segundo disponible para hacer esto?


CUANDO LA ORACION NO FUNCIONA

En ocasiones leo frases como: Vivi esto no está funcionando o mi oración no produce resultados, ¿qué puedo hacer?.

En tu mente hay una especie de mapa con rutas trazadas sobre cómo debe transitar su viaje un ser humano que se considera “bueno” y también las rutas que cruzaría un ser humano “malo”. Bien, pues esas rutas hay que borrarlas porque son parte de lo que tus antepasados te enseñaron; es información tan vieja que se ha convertido en una ilusión. Es de ahí de donde procede tu insatisfacción y el deseo permanente de que tu vida sea distinta. Las creencias son recuerdos y los recuerdos son ataduras con el pasado.

La bondad en ocasiones se disfraza de ego al rechazar a sus opuestos, entonces hay que limpiar hasta este sentimiento. No intentes ser buena, sólo limpia para que puedas llegar a amar lo que tus sentidos te dicen.

Si haces tu oración esperanzada en el pasado, es probable que los resultados te hagan sufrir. El componente principal de toda oración es la entrega, que puede traducirse como la renuncia total a que la vida sea como tú quieres, porque ahora sabes que lo que tú quieres se apoya en un recuerdo.

La forma de orar ha cambiado con el paso del tiempo; por ejemplo hace 50 años, se le oraba a un Dios externo, lejano, castigador, temible. Se oraba con una inequívoca sensación de culpa por el montón de pecados acumulados y había que postrarse a los pies del Creador con una fe inquebrantable para que las cosas pudieran salir “bien”.

Con el paso del tiempo, una nueva energía o una nueva ola fue llegando al planeta y muchos escritores se dieron a la tarea de informarnos sobre un cambio en el concepto que teníamos de Dios, El cual se presentaba como más amigable, cercano y tolerante. La sensación de culpa ya no era tan infinita y aparecían en el horizonte nuevas formas de oración como el diálogo interno amigable, las afirmaciones, decretos, entre muchas otras. Esto comenzaba a abrir caminos.

En el tiempo actual, Dios ha pasado de ser un ente lejano y frío, a ser una parte intrínseca de tu Ser; una energía sin polaridad que no puede juzgarte o castigarte porque lo haría consigo mismo. En el momento actual el mismo Dios de hace siglos, es una parte de quien eres tú y al descubrirnos en la Divinidad, algunas personas aprendimos a orar mediante la gratitud, ya que comprendemos que lo que ha pasado en nuestra vida ahora ya no existe y es algo similar a una película vieja en la que muchas voces no se escuchan nítidamente.

Una persona desconsolada puede orar con la palabra gracias de la siguiente manera:

Aunque hay días en los cuales olvido que estoy aquí para amarte y para agradecerte, los agradezco profundamente. Aunque hay instantes en los que sólo

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necesito pedirte, porque no te encuentro cerca de mí, te doy las gracias desde mi alma. Aunque no sé cómo agradecer una vida de insatisfacciones, angustias y penas, sólo te digo gracias. Estoy agradecida por lo que estoy haciendo en este momento. Aunque no puedo llorar más de lo que he llorado, aunque el dolor de estar viva me agobia y me quema, agradezco la sola oportunidad de hablarte. Aunque no sé si me escuches, no sé si te inventé, no sé si puedes ayudarme, te doy las gracias por la esperanza y también por la desesperanza. Aunque no sé cómo continuar, me abandono en ti y dejo que tú me moldees como si me estuvieras creando otra vez. Me siento agradecida por mi oración. Gracias.

Una persona feliz puede expresar su gratitud así:

Gracias, gracias, gracias por este día, por este instante, por este ahora al que he llegado por todo lo que he vivido. Gracias por mi familia, por mis amigas, por mis amigos, por mis hijos, por mis mascotas, por mi techo, por las paredes de mi casa, por mi cama, gracias por la oportunidad de bañarme cada día, gracias por el pan con mantequilla de la mañana. Gracias por las rosas, por el canto de los pájaros, por el amor, gracias por la oportunidad de estar aquí para limpiar mi vida y la de todos los seres que conozco, gracias por los sueños, por los errores, por las metas no cumplidas, por los amantes pasajeros, por la risa. Gracias por la navidad. Estoy agradecida por esta vida, porque es un regalo y la festejo, la bailo, la canto, la celebro. Te amo.

Contrario a estos ejemplos, las personas normalmente oramos desde la carencia y en esa oración nuestra opinión de la Divinidad, es que está ahí como el genio de la lámpara de Aladino, preparada para conceder cada deseo que aparece. Y cuando se hace una oración tan desprendida y tan desligada del amor, lo más común es que se piense que no está funcionando.

La oración es un diálogo en el cual se le dice a esa parte nuestra que es divina, que se haga cargo de nuestra situación. Si no se siente el más mínimo amor, no se puede dejar pasar por alto el hecho de que orar es algo similar a caminar por una playa remota, cuando a lo lejos observas viniendo hacia ti, la figura de la Divinidad, tal y como la concibes, tal y como la imaginas. Segundos después surge el encuentro y un abrazo eterno te funde con El/Ella para decirle:

Yo permito que se haga tu voluntad, haz de mí aquello que consideres perfecto. ¿Acaso podría ser de otra manera?


Después de eso lo más probable es que su luz haya llenado tu alma y que te sientas mejor y que esa mejoría se vaya extendiendo hasta el punto de que no vuelvas a sentir soledad otra vez.

La oración es un recurso que siempre funciona pero la clave es comprender que el mecanismo que hace que funcione se encuentra adentro tuyo y es simplemente permitir que Dios realice su obra de manera perfecta sin la intervención de tu mente.

Cuando hagas tu oración toma en cuenta que los desechos de tu subconsciente, transformados en pensamientos a través de tu mente, son los que te están indicando qué es lo que debes o no debes pedir, pero en realidad no tienes la más remota idea de si tu pedido te conviene o no, no sabes de qué forma está conectada la vida con aquellas situaciones que tú llamas problemas; sólo la Divinidad sabe lo que es perfecto para ti.

Entonces antes de orar sólo te pido que tengas presente que no sabes qué es perfecto para ti y tampoco tienes idea de qué forma tendrá aquel regalo que está por llegar a tu vida. Hay bendiciones o regalos inesperados en forma de obstáculos, que una vez limpiados nos muestran su verdadera razón de ser. Si respetas esto, tus oraciones serán escuchadas porque con la entrega y la renuncia a que todo tenga que ser como tu mente lo indica, tú misma te habrás convertido en la Divinidad.

Creo que una buena oración podría decir:

Divinidad te pido por favor que no me escuches y que no me concedas lo que con angustia te estoy pidiendo, no hagas caso de mis palabras necias porque te hablo desde mi ignorancia. Sólo báñame con tu luz y hazme saber de forma única que estás conmigo. Te amo.

Si la Divinidad te hubiera concedido todas las peticiones que has hecho, no sé si estarías en este mundo, es más! No sé en qué mundo estarías.

Siento la necesidad de compartir contigo una experiencia que tuve anoche, porque creo que es perfecta para este capítulo y como es un dato, recuerdo o memoria que tú y yo tenemos en común te pido por favor que la limpies diciendo

solamente te amo.

Después de un día de trabajo (por cierto mi trabajo es muy placentero, tanto así que pasa a ser un hobbie, una diversión, un regalo), salí con mi pareja por una pizza para cenar en casa con una botella de vino tinto. Estábamos felices porque afortunadamente todo en nuestra vida marcha muy bien; no había nada pendiente ni nada que pudiera cambiar esa situación. Regresamos a casa, cenamos y me senté en mi computador para hacerle algunos arreglos a este libro, cuando repentinamente mi corazón comenzó a latir fuertemente. Esto llamó mi atención porque ni siquiera estaba preocupada, molesta o triste, así que dejé de lado las preguntas o las indagaciones y me olvidé de las posibles causas, ya que en

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todas las posibilidades que pudieran llegar a mi mente jamás encontraría la verdadera razón de esos latidos de mi corazón. Mi cuerpo sólo había encontrado

una oportunidad más para limpiarme y por eso de inmediato me dije: te amo Vivi.

Me recosté en la cama y todo seguía igual, entonces dije: lo siento, perdóname, gracias, te amo, con una pausa de 2 segundos entre cada palabra. Me sentí mejor. Volví a pronunciarlas y lo hice muchas veces más. Sonreí. Estaba rindiéndome ante la voluntad Divina y esto siempre da resultados maravillosos. Me quedé dormida.

Cuando desperté surgió repentinamente la siguiente oración: Gracias por esto que estoy sintiendo, me perdono completamente por el pensamiento que pudo haber causado esta reacción, me amo por experimentar esto. Gracias por ofrecerme esta oportunidad, me amo por haber llamado esta experiencia, pero sobre todo amo la posibilidad de limpiar las probabilidades.

Te explico esto último: cuando menciono la posibilidad de limpiar las probabilidades, estoy diciendo que a mi alrededor y en forma de energía, van y vienen los recuerdos. Entonces repentinamente uno de ellos se adueña de mi cuerpo y me hace sentir que algo grave está sucediendo. Y yo en mi oración estoy llenando de amor cualquier posibilidad, cualquier resultado.

Lo que cualquier persona hace normalmente es asustarse y comenzar a orar desde este estado de pánico, a menudo sin encontrar una conexión con su interior. Y lo que las almas limpiadoras hacemos es esto mismo: limpiar el recuerdo que acabó de llegar, limpiar el miedo, limpiar la necesidad de sanar con

nuestras propias reglas. ¿Cómo lo hacemos? Con un te amo, eso ya lo sabes.

Después de eso, ya sabemos que el recuerdo ha sido limpiado por la Divinidad y que aquello que tal vez iba a suceder y que ante nuestros ojos pudo ser grave, poco a poco va transformándose en un síntoma menor. Me sentí y me siento de maravilla. Esto es simplemente milagroso.

Es así como actúa la Divinidad. Arroja luz sobre nuestros recuerdos para limpiarlos y de esa forma darnos la oportunidad de ver de otra manera a las enfermedades que a veces nos parecen monstruos invencibles.

Si por ejemplo observas una reacción extraña en tu cuerpo y estás asustada, toma en cuenta que asustarse en estas circunstancias es natural y pronuncia de inmediato las 4 palabras que curan o cualquiera de ellas que sintonice contigo en ese momento. Después no las sueltes, continúa conectada con tu Divinidad y relájate en el hecho de que ya la luz divina ha sido arrojada sobre ti, sobre tu mente, sobre la idea de que has enfermado. Con el paso de las horas, de los días o de las semanas, algo te va a llevar a darte cuenta de que esa reacción extraña que tuviste era algo sencillo de sanar y que estás mejor o definitivamente muy bien y que aquello que pudo haber sido una enfermedad


catalogada como mortal, se convirtió en un síntoma leve o en una molestia pasajera. Si no es así, continúa limpiando.

Es posible que un síntoma regrese aunque creas que se ha limpiado. Esto no significa nada grave, sólo requiere más limpieza. Sucede que una enfermedad o una situación difícil puede tener múltiples causas y jamás sabemos con exactitud qué es lo que estamos limpiando. La Divinidad lo hará en el mejor momento para ti, sólo no dejes de permitirlo.

Vivimos en un planeta lleno de probabilidades y estas siempre están flotando a nuestro alrededor; sus causas, sus razones, sus características son diferentes, así que siempre estamos haciendo elecciones que parecen ser de diversa índole, aunque básicamente la vida se compone de dos tipos de elecciones:

1. Limpiar o 2. No limpiar

Lo demás parece ser irrelevante. Hace algunos días charlaba con una querida amiga vía skype y ella me

comentaba un suceso maravilloso con las 4 palabras que curan y lo refiero aquí porque tiene todo que ver con el tema de las probabilidades. Creo que dentro de mis probabilidades se encontraba la mágica conversación que tuve con ella, porque a raíz de eso se abrieron muchos caminos para mí.

Sucede que todas las noches ella deja su coche estacionado afuera de la cochera o garaje sin ningún problema. Pero una mañana las cosas cambiaron, ella salió como siempre a moverlo y resulta que tenía una gran raya dibujada en su carrocería. Su esposo se sorprendió mucho y se enojó por esto al imaginar todo lo que habría que hacer para quitársela, pero ella sólo dijo: lo siento, perdóname, gracias, te amo mientras pasaba su mano por encima de la raya en la carrocería de su coche. Y por supuesto que se llevó una gran sorpresa cuando observó que la raya que hasta hace un instante parecía profunda, se iba quitando como si estuviera apenas dibujada. Te podrás imaginar su sorpresa y su alegría.

Es así como actúa el universo. Mi amiga hizo su elección, ella pudo haberse enojado, pudo haber elegido que eso era injusto con su auto y en cambio hizo lo opuesto, amó, aceptó y perdonó la situación de antemano.

Esto te da a entender que ambas posibilidades estaban juntas en su mundo, en su espacio, en su universo. Dibujada en el carro se encontraba la raya profunda, casi grieta que dañaba la carrocería y a la vez el simple dibujo que puede hacer un borrador de goma. El observador que eres tú, conoce que ambas posibilidades coexisten (en forma de energía) en el mismo espacio y lo que haces es amar sin la necesidad de que todo sea diferente, amar sin ponerle condiciones al coche o al cuerpo o a quien sea necesario. Esto puede sonar misterioso, raro, diferente, pero si vamos a hablar de realidades ¿Qué puede ser más misterioso que tú? Obsérvate y cuando te encuentres podrás ver que el universo con todas sus rarezas palidece

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ante lo que tú eres. Así que hablar de estos sucesos o de los milagros es algo completamente normal en estos tiempos.

Siempre eres guiada, aunque cuando haces valer el amor en ti, esa guía se hace tan visible que no puedes dejarla pasar por alto, simplemente la recibes, la agradeces, la valoras y de la mano con ella recorres el camino de la curación.

En algunas ocasiones me he perdido un poco en mis pensamientos y cuando eso sucede es como si una fuerza superior me jalara hacia abajo, hacia un hueco profundo y oscuro, entonces me doy cuenta y sin desviarme me digo: TE AMO y lo que me parece más bello es que continúo haciéndolo sin parar. Suele suceder que en algún otro rato vuelvo a perderme de esta frase y de repente la encuentro,

así que no puedo evitar preguntarme: ¿Mi desconcentración también es parte de la voluntad divina? Y rápidamente me respondo: Y qué importa si lo es o si no lo es! Yo sólo estoy aquí para limpiar el caos de mi mente. Sonrío al darme cuenta de mi

claridad y continúo. Gracias. ESPIRITU SANTO Una de los más valiosos arquetipos, modelos divinos o energías luminosas que heredamos fue la del Espíritu santo. Esto funciona de la misma forma que para las personas de otros credos o doctrinas, para ellas, la Divinidad toma nombres diversos, como resultado de la herencia ancestral. Lo importante es tener la posibilidad de establecer una conexión con la Inteligencia Divina, eligiendo el nombre o la esencia que más se acomode a ti.

Si prefieres mencionar la palabra Espíritu Santo en lugar de Divinidad o Dios,

hazlo. La energía es la misma. También puede ser que algunas veces sientas mayor afinidad con alguna de las dos, así que te dirigirás a quien tú consideres que se encuentra conectada contigo en ese momento. El Espíritu Santo a través del tiempo y de millones de personas se ha percibido como una poderosa presencia que acompaña, protege y ayuda a los seres humanos en momentos difíciles, de modo que puedes consultarle, hablarle, y sobre todo amarle.

Inhala su esencia, su presencia, deja que recorra y llene tu cuerpo, después deja que salga y se lleve tus bloqueos o energías negativas. También puedes dejar su esencia en aquella parte de tu Ser, que más lo necesite; te sentirás mucho mejor.

AFIRMACIONES Y DECRETOS

Una afirmación positiva es cualquier frase, oración o palabra que implique aceptación, fusión, armonía. Las afirmaciones se repiten una y otra vez con el fin


de borrar viejos patrones y crear una realidad determinada. Las 4 palabras sanadoras que hemos descrito en este libro, pueden considerarse un buen ejemplo de lo que es una afirmación positiva.

Un decreto es una afirmación más enfática que por lo general incluye la frase YO SOY y es una declaración de certeza sobre algo que aun no se tiene. Por ejemplo: YO SOY LA PERFECCION EN CADA CELULA DE MI CUERPO; este decreto ha de pronunciarse de tal forma que se sienta real. No es con el fin de probar a ver si cada célula se vuelve perfecta porque esto retrasaría mucho más la eficacia del decreto, en el cual casi siempre es importante la fe.

Ahora bien, mi opinión es que las afirmaciones y decretos funcionan para cierto grupo de personas, lo que quiere decir que no califican para todo el mundo; es preciso conocer a fondo su funcionamiento y sentir que ya se tiene lo que se ha decretado; es preciso tener un espíritu fuerte que no vacile a la hora de afirmar que ya posee algo que todavía ni siquiera siente cercano.

Hay quien habiendo enfermado decreta: Yo Soy maravillosa y tengo una excelente salud. Y lo que sucede es que en realidad no se lo cree; una vocecita lejana le dice al oído que esto que ha pronunciado no es real y no pasa mucho tiempo para que esta persona renuncie a decretar y elija otra vía para sentirse mejor.

Pronunciar la frase te amo o cualquier otra que te permita cortar los lazos con tu mente es más sencillo porque no hay requisitos. No necesitas fe, certeza ni nada especial. Sólo necesitas hacerlo y ya. Independientemente de tu estado de ánimo o de tu situación puedes expresarte sólo por el gusto de escucharte decir que te amas y poco a poco con la práctica constante descubrirás que así es como deseas vivir, que eso es lo que deseas para tu vida.

He trabajado mucho con decretos, con afirmaciones, por ello he grabado audios que las contienen, ya que comprendo que somos diversos y que aquello que puede no funcionar para un grupo, puede convertirse en la respuesta buscada para otro, de manera que muchas personas las utilizan con resultados positivos.

Mi sugerencia es que si las usas no dejes de limpiar con un te amo y así harás un

trabajo que se adapta a ti. He trabajado con las palabras sanadoras y es con base en mi experiencia personal que considero que trabajar o limpiar con ellas es mucho más fácil que todo lo demás.

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Capítulo 6 Vidas pasadas

La reencarnación existe sí, pero sólo en tu mente. Fuera de ella no.

uizá en algún momento de la vida te has preguntado: ¿Existen en verdad las vidas pasadas o reencarnación? ¿Eso es real o es sólo literatura barata del nuevo tiempo? Si existiera todo eso ¿Quién fui yo? ¿Será por eso que me

siento tan mal respecto de___________? La respuesta comienza con algunas preguntas: ¿La reencarnación existe? No. ¿Es necesario aprender sobre ella? Tampoco. ¿Entonces para qué la mencionas? No lo sé, quizá es bueno que te conozcas un poco.

Hay dos formas de abordar la reencarnación. Una de ellas se encuentra en

el mundo real, donde sólo existe un ahora sin tiempo y sin espacio, una nada indefinible, infinita, indescifrable. En ese mundo la reencarnación es pura fantasía.

Y la otra forma es dentro del tiempo, siendo protagonista de un ensueño que parece un juego y en el cual la prioridad es aprender. ¿A qué? A vivir. Y para esto es necesario un cuerpo físico así como otras características con las cuales nos relacionaremos con lo creado. En este mundo la reencarnación es algo evidente, verificable, comprobable, verídico. Esto quiere decir que la mente universal vive una especie de ensueño que se apoya en el tiempo. Y puedes darte cuenta de que no es real porque se apoya en el pasado para poder subsistir. También te das cuenta de que eres capaz de penetrar en el tiempo presente en breves espacios del día y que cuando estás ahí no sientes dolor alguno y te olvidas por completo del mundo. Cuando desempeñas labores, tareas o actividades que te gustan mucho es como si te quitaras del medio, para darle lugar a ese algo sin forma que ni siquiera puedes describir. Esa es tu verdadera identidad.

La diferencia que hay (al menos en este libro) entre sueño y ensueño es la siguiente: el sueño es la inconsciencia que surge cuando cierras tus ojos y

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duermes o cuando estando despierta, reproduces imágenes mentales sobre lo que deseas de la vida. Ensueño es la inconsciencia que proviene de estar distraída, triste o simplemente evadiendo el momento presente; bajo este estado es difícil ver la realidad claramente y aunque se tienen los ojos abiertos, todo lo que se experimenta es el resultado de un exceso de pasado en el Ser. Es posible que ambas palabras se relacionen en algunos aspectos aunque lo importante es que se conozca la sutil diferencia que hay entre ambos.

Casi siempre la vida humana se desarrolla dentro del ensueño, de la ilusión de las formas y de las percepciones sensoriales. Es así como en la lucha por descubrir las causas de los males del mundo, apareció la reencarnación como una explicación hasta el momento “satisfactoria” de lo que no se puede comprender o demostrar de una forma más práctica. Entonces sucede que acudes con una persona especialista en hacer algo llamado regresiones, relajas tu cuerpo, tu mente y después de esto abres la puerta que te conduce al mundo escondido del subconsciente porque allí obtendrás información respecto de quién fuiste en tus vidas pasadas. Y entonces comienza tu viaje.

Para un terapeuta experto es fácil distinguir un estado de trance de esta magnitud, que le dice que en realidad estás explorando tus vidas pasadas y que no se trata sólo de imágenes inconexas que representan otro tipo de experiencia.

Esta terapia de alguna manera ha servido para explicar enfermedades misteriosas, relaciones difíciles e incluso actitudes extrañas. Esta es una de las razones por las cuales se sabe que las mismas almas hemos estado caminando en este planeta durante milenios y que continuaremos relacionándonos hasta encontrar juntas la claridad.

Cuando alguien nace con una enfermedad que no puede ser curada fácilmente o por los medios más conocidos, probablemente se trate de algo que llamamos karma, que en mi opinión es el material o la información que se nos da para trabajar en nosotros mientras dura el ensueño.

La puerta que conduce al mundo de las vidas pasadas es de hierro y tiene grandes cadenas y candados para prevenir o quizá intimidar a quien quiere abrirla. Una vez que se va del otro lado, las posibilidades de encontrarse con el lado oscuro del

Ser, son ilimitadas.

Las enfermedades, las relaciones que consideramos especiales, el amor por alguien desconocido, el amor entrañable por una mascota, las dificultades económicas, la miseria, el odio que a veces se siente vivo en las entrañas, el vacío existencial y muchas otras situaciones o vivencias son lo que ha llevado a muchas personas a la investigación del mundo que hay detrás de esa puerta de hierro que conduce a las vidas pasadas.

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La reencarnación existe sí, pero sólo en tu mente. Fuera de ella no. ¿Necesitamos la teoría o la información concerniente a la reencarnación?

Para ser feliz no necesitas saber quién fuiste y ni siquiera saber quién eres. Para ser feliz quizá necesitas encontrarte ahora. Te amo. EL ENSUEÑO Me he dibujado nuestra entrada en esta dimensión de la siguiente forma: hay un alma que ha ganado el privilegio de penetrar en algo parecido a un juego de un realismo absoluto, que se da en un planeta llamado Tierra. Parte de ese juego consiste en que se olvide toda la preparación previa y que se lleve consigo un dispositivo invisible con información necesaria para interactuar allí. Una de sus misiones en el juego es la de limpiarse a través de cada situación o cada ser vivo que encuentre en su camino. Una vez utilizada la información del dispositivo y en cuanto haya terminado el juego, el alma regresará a su lugar de origen, al lugar de donde partió.

Dentro del dispositivo o chip que le es entregado vienen datos relevantes para su contacto con otras almas como son: género definido o indefinido, color de piel, cuerpo, aptitudes, capacidades, fobias, rasgos de su personalidad, preferencia sexual, personas con las cuales ha de relacionarse, etc. Una vez que el alma tiene todo esto aclarado, nace bajo determinadas circunstancias y comienza a utilizar lo que trae almacenado para poder jugar.

Cuando viene al mundo un bebé con una enfermedad que se considera hereditaria, la ciencia médica y los familiares se sienten aliviados de encontrar la razón para los síntomas aunque no puedan curarla. En cambio cuando viene al mundo un bebé con una enfermedad desconocida, que ni siquiera puede ser definida como hereditaria, entonces surge la lucha, llegan las preguntas, aparece el temor. Es posible que este bebé llegue a adulto y que jamás se encuentre una solución para sus males o es posible que tenga la opción de utilizar como último recurso la posibilidad de una regresión para descubrir la razón o la causa de su enfermedad. Algunas personas al descubrir la causa logran levantarse nuevamente, logran dejar atrás una enfermedad, por eso muchos terapeutas sugieren la terapia de examinar las vidas anteriores como una opción práctica en la búsqueda de la salud.

Lo mismo suele suceder con las relaciones difíciles. Supongamos que tú al venir aquí has traído contigo información o memorias respecto de tu mamá y que por eso siempre hayas tenido una dolorosa relación con ella, hasta el punto de que ninguna de las dos haya podido ponerse de acuerdo jamás, simplemente porque cada una tiene razones muy válidas para hacer lo que hace. Entonces un


buen día acudes con alguien que puede hacerte una terapia regresiva y descubres que esa persona a quien le dices “madre”, en otro tiempo fue un hombre al que le disparaste por la espalda en un combate.

Cuando descubres esto ya incluyes tu mente y te dices: Ahh, esa es la razón por la cual no puedo llevarme bien con ella. Es probable que a partir de ese

momento comprendas un poco más esa relación tan difícil y que sea tu comprensión y tu aceptación del hecho, lo que te lleve a un espacio donde te sea posible perdonarte por lo que pudo haber sucedido en vidas pasadas y perdonarte por lo que haya pasado en tu vida presente sin estar tan prevenida o a la defensiva.

Puedo citarte muchos ejemplos respecto de cómo una regresión puede en determinado momento aclarar algunas incógnitas; o de cuántas personas o vidas ha salvado; sin embargo no es esa la razón por la cual he escrito sobre este tema. La regresión a tiempos lejanos puede ser una herramienta poderosa y positiva, sin embargo es parte del pasado y no es revolcando el pasado como vamos a encontrar paz interior. Si esto surge y es tu deseo aventurarte en aquellos mundos, adelante, todo sucede por algo; pero si te sientes cómoda sin hacer estas averiguaciones, mucho mejor.

Se nos ha enseñado que la vida sólo se da segundo a segundo y que la inspiración fluye siempre a través del momento presente, únicamente porque en él no se hace presente el dolor del ayer, entonces ¿para qué abrir la puerta del subconsciente? o ¿la puerta de las memorias?.

Una vez que se conoce el efecto poderoso del perdón y del amor, o de las

palabras perdóname y te amo, todo es diferente porque ellas son la expresión de la

Divinidad misma manifestándose, así que sin detenernos en el tiempo, viajarán sigilosamente a esos lugares en donde son necesarias, para sanar nuestro cuerpo, nuestro ser, nuestra alma comprometida, así como a nuestra familia, parientes, antepasados y ancestros.

El ensueño en el que te ves envuelta y del que te he hablado, es algo que

en la India se conoce como samsara; vocablo derivado del sánscrito que significa

un estado de NO ILUMINACION, la rueda de nacimiento, muerte y reencarnación que no tiene principio ni fin y que mantiene atrapado al ser humano en la ilusión de nacer, vivir, morir y repetir el ciclo interminables veces hasta que llegue su momento de conocer la ILUMINACION. Una vez iluminado, el ser humano

conocerá el nirvana.

Samsara y nirvana son opuestos, aunque ambos forman parte de la Unidad. Si quieres abandonar el ensueño, no intentes hacerlo, ama todo lo que veas

en él, ama tu permanencia en él, ama sus ilusiones y las tuyas. Con esto será suficiente para que vayas más allá de él.

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Un verdadero Maestro nunca intenta cambiar a nadie directamente. Es como una fragancia sutil que te envuelve. Si estás abierto, algo de ella entrará en ti. Si no estás abierto, esperará a la puerta.

Ni siquiera llamará porque al hacerlo puede perturbar tu sueño. Es tu sueño y tienes todo el derecho a dormir cuanto quieras.

No es asunto de nadie el Despertarte. Osho

EL SUEÑO Suele suceder que tienes un día lleno de pensamientos inquietantes, preocupaciones, tensiones, angustias y te vas a dormir sin ponerte en paz con todo lo vivido ese día y a mitad de la noche aparece una de esas pesadillas que te despiertan y te impiden volver a conciliar el sueño. Es tanto el temor que invade al cuerpo cuando recuerda lo vivido en la pesadilla que incluso se llega a creer que algo de eso podrá suceder en los días siguientes.

El primer problema que enfrentas al despertar después de una pesadilla es la atadura a lo sucedido en ella y la necesidad de creer en que esos hechos lamentables se trasladarán automáticamente a la vida que llamas real. Esto se da porque lo primero que haces siempre es introducir a la mente, a la racionalidad y la interpretación de lo que estás viviendo. Cuando comienzas a buscar cuál será el significado de esa serpiente que caminaba delante de ti o qué significará ese búho que te miraba sonriente desde lo alto de un árbol en una noche oscura, es porque estás intentando calmar la inquietud y la ansiedad que comienzas a sentir, estás impresionada y sugestionada por lo vivido en la pesadilla, y por eso no puedes darte cuenta de que no es por ahí, de que tu interpretación no te ayudará a tranquilizarte en lo más mínimo, porque está repleta de mente, de ego y de pasado.

Si alguna noche estás en guerra con tus sueños o tienes pesadillas ámalas por muy macabras que parezcan, no tienes la más remota idea de cómo serán utilizados por la Inteligencia Divina, ni a qué nivel podrán beneficiarte, por eso lo mejor es agradecerlos y permitir que se vayan, para que así todo su contenido sea liberado.

Deja volar tus sueños más oscuros y tus pesadillas tal como si las liberaras de su encierro en un viejo ático, permite que en el viento ellas sean limpiadas con la luz del espíritu, sin tu intervención. Esa es otra manera de decirle a la Divinidad que aprecias su ayuda.


ANCESTROS Una vez introducida en el ensueño, te das cuenta de que tienes un cuerpo físico y que sientes muchas cosas a través de él. Placer, dolor, angustia, miedo, o amor son sensaciones que vas experimentando en la medida en que tu mente va entrando en contacto con la vida en esta dimensión.

A través de la conexión entre tu mente y tu cuerpo físico, vas entablando relaciones con muchas personas a tu alrededor, familiares, parientes, amigos, etc. Y cuando lo haces ni siquiera sospechas que te estás relacionando con tus ancestros, con tus antepasados directos, con esas personas que en la rueda de la vida (samsara) fallecieron y debieron tomar otro cuerpo para poder aprender.

Quizá esto puede sorprenderte porque te preguntarás por ejemplo: ¿O sea que mi hijo, más que mi hijo es un ancestro mío?

Exactamente. Tus padres, tus hijas e hijos, tus amigas y amigos o esas personas desconocidas que están por todas partes a donde te diriges, son las mismas de siempre. Si en alguna ocasión vas al supermercado y una mujer pasea a su bebé en un cochecito, sin darse cuenta de que su hijo te mira fijamente, puedes estar segura de que él ya te conoce, de que su alma en contacto con la mente en esta dimensión, sabe muy bien que han caminado juntas en otros espacios, en otros tiempos. De igual manera sucede con todas las personas a tu alrededor, el vigilante del edificio donde trabajas, el señor que pide limosnas en la esquina, la señorita que atiende en la ventanilla del banco, o aquellas personas que en el futuro conocerás. Todas y cada una de ellas son oportunidades para sanar ese pasado virtual que te acompaña a todos lados.

Sin embargo hay personas con las cuales has desarrollado una inexplicable empatía o por quienes sientes un amor infinito pese a un ligero contacto, y tu mente no encuentra la razón a eso que sientes, tu mente parece perderse en un mar de opiniones que al final te dejarán esperando, de pie frente a la puerta que conduce al extraño mundo del subconsciente, tal vez esta persona haya compartido contigo algunas vivencias que conservaste en el tiempo para continuar sanando a través de ellas.

Cada persona que encuentras en tu camino es una oportunidad única para limpiar tus propios recuerdos, tus propias conexiones con ella a través de la aceptación de su existencia tal como es y esto es lo que finalmente te llevará a algo así como la graduación en la escuela de la vida. Todo ello (repito) dentro del ensueño que es tu vida en un cuerpo humano.

Ten presente esto cuando veas a cualquier persona en la calle o cuando alguien entre de alguna forma en tu vida. Lo único que tienes que hacer para limpiar el recuerdo que te une con ella es decir: TE AMO. Después de decirlo, no te preguntes qué pasará o si todo quedará en paz entre ustedes, sólo continúa

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caminando y deja que la Divinidad haga su trabajo porque el tuyo, que es desencadenar el proceso de limpieza, ya está hecho.

Cuando alguien que amas esté atravesando por un mal momento, no intentes entrar en él/ella, entra en ti y después ama en ti, tanto su luz como su oscuridad. Si están frente a frente escucha sus palabras, sus quejas, sus lamentos y ámalos sin etiquetarlos, sin juzgarlos, ámalos por lo que son y por lo que te están regalando en ese momento. Ama con ojos nuevos a ese ser querido, obsérvalo como si tú estuvieras repleta, cargada de amor puro. Esto será suficiente y lo mejor de todo es que puedes hacerlo de la misma manera aunque estés lejos físicamente.

Es por medio de un TE AMO, como hacemos un contacto casi imperceptible con el pasado, sin dejar el presente. La energía que emana del amor viaja a través del tiempo y limpia los recuerdos que han oxidado nuestra relación con la vida. De este amor incondicional hacia ti, te deslizarás hacia un estado de fusión con el momento presente y encontrarás belleza en lo que sea que estés haciendo, te sentirás en un estado desconocido de tranquilidad que podrás reconocer porque está desposeído del deseo de ser alguien diferente o de tener más posesiones o más poder, incluso ni siquiera desearás estar más saludable porque lo sentirás innecesario. Este estado mental no necesita de un milagro porque en sí mismo ya lo es.


Capítulo 7

Milagros Reconozco la existencia de los milagros porque yo soy uno de ellos.

l tema de los milagros siempre ha despertado controversia. Por una parte están los científicos que en la actualidad, después de toneladas de estudios y archivos sobre milagros, se han dado cuenta de que éstos son sucesos

cuánticos, perfectamente normales que se dan en la conciencia de un ser humano conectado y sincronizado con la Fuente.

Por otra parte se encuentra la Iglesia católica, que custodia y conserva pruebas y más pruebas de asombrosos milagros realizados por santas y santos a lo largo de la historia; razón por la que los fieles devotos creen que los milagros no son parte de la vida de la gente que es como ellos, pecadores de tiempo completo. El milagro observado desde este punto de vista se convierte en algo sobrenatural que escapa de las probabilidades en un día normal.

Cuando alguien menciona la palabra milagro, tú piensas de inmediato que se trata de algo casi imposible, una experiencia que sólo es vivida por seres que no son humanos o por quienes han sido favorecidos por alguna fuerza especial que no está al alcance de los demás y que por supuesto para ti sería algo imposible de lograr. No obstante el movimiento del universo es el mismo de cada ser humano y es por ello que se abren nuevos espacios donde es posible entrenarte para conocer, aceptar y propiciar los milagros.

El milagro es subjetivo, y puede ser experimentado de diferente manera por cada ser humano. Por ejemplo: para muchas personas los milagros se hacen evidentes con el simple hecho de abrir los ojos cada mañana, con la habilidad del cuerpo para desempeñar las labores diarias, con la capacidad de pensar o sentir. Ellas celebrarán cada segundo de su existencia como un regalo y por supuesto

sentirán el gozo de estar aquí. Su expresión usual es: Oh, este día es un milagro y así mismo se desplegará ante sus ojos.

Otras personas que se sienten enfermas, esperan que el milagro ocurra en la línea del tiempo y que en un instante futuro se dé mágicamente la curación. Para ellas es casi imposible percibir la magia en “un día más de vida” y generalmente están a expensas de lo que sus memorias o recuerdos dicen. Su

expresión usual es: Necesito de un milagro para continuar viviendo.

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Sumados a estas dos percepciones se encuentran los milagros que suceden más allá del entendimiento, más allá de la mente, como los mencionados por

Michael Talbot en El universo holográfico, que sin duda alguna nos guian a la

conclusión de que nuestra incapacidad para llevar a cabo manifestaciones de esta índole, no es más que una característica adicional a la programación con la que vinimos al mundo.

Por ejemplo: el 7 de septiembre de 1871, el New York Herald informó

que Nathan Coker, un anciano herrero de raza negra que vivía en Maryland, podía tocar metal al rojo vivo sin quemarse. En presencia de un comité de médicos, calentó una pala de hierro hasta que se puso incandescente y luego se la colocó entre las plantas de los pies hasta que se enfrió. También lamió el borde de la pala al rojo y se derramó plomo fundido en la boca, dejando que corriera por encima de los dientes y encías hasta que se solidificó. Los médicos le examinaron después de cada una de esas hazañas, pero no encontraron ni rastro de heridas. (Cita textual).

Muchas personas descubren esta facultad casual o causalmente y es así como accidentalmente tocan hierro candente sin quemarse y después pueden caminar sobre fuego o llevar vasijas de hierro al rojo vivo sobre su cabeza sin quemarse. Este descubrimiento causal desvincula totalmente a la fe de estos eventos, ya que se hace dentro de un espacio libre de creencias. Y también hay milagros que suceden por la fe inquebrantable del observador, a quien la confianza en la Divinidad le permite entregarse, relajarse, renunciar y soltar; con lo que finalmente puede penetrar en el espacio amplio de posibilidades donde todo puede darse.

El milagro es corregir un error de la mente. También es posible aprender a corregir los errores de la mente, o sea que es posible aprender a obrar milagros. Los kahuna (sabios portadores de las filosofías ancestrales hawaianas), desarrollan o nacen con una extraordinaria conexión con la Divinidad y por ello pueden sintonizar de manera perfecta con la energía interrumpida de una persona enferma para sanarla de forma milagrosa. Para un kahuna es posible soldar un hueso fracturado en cuestión de minutos, manejando las líneas de energía que rodean al cuerpo del paciente. Lo que más admiro de las tradiciones indígenas y de los chamanes, es su sabiduría innata. Ellos no tienen que introducirse en un laboratorio durante años o reunir un centenar de científicos alrededor de un sanador imponiéndole las manos a un enfermo; tampoco se esfuerzan en comprender que la humanidad está contenida en una sola gota de agua. Simplemente lo saben!. Ellos quizá no hayan estudiado al átomo para llegar a la conclusión de que la gratitud cambia


una onda en partícula. Nuestros indígenas ya saben todo esto y sólo sonríen al observarnos correr de un lado para otro con aparatos sofisticados, enciclopedias, computadoras o todo lo que utilizamos para descifrar la vida. Benditos seamos los seres civilizados. Los milagros vienen sucediendo a través de los siglos, ante la mirada atónita de investigadores que intentan encontrar en la mente una respuesta lógica a sucesos inexplicables. En su libro, Talbot menciona la fantástica experiencia de Watson (investigador y experto en el tema de los milagros), al conocer a una joven mujer llamada Tia y observar su manera de llevar a cabo curaciones milagrosas. Sin embargo en una ocasión quedó petrificado, cuando por casualidad la observó hablando con una niña en un bosque lleno de árboles. Por un momento le pareció que ellas no podían ponerse de acuerdo, por lo que Tia comenzó repentinamente a bailar misteriosamente y a gesticular como siempre lo hacía. Después de esto el bosque desapareció por completo. No quedó ni un solo árbol, únicamente quedaba la luz del sol. Segundos después Tia hizo que el bosque reapareciera, mientras bailaba tomada de la mano con su amiga. Jugaron a desaparecer y aparecer el bosque algunas veces, mientras Watson se hacía millones de preguntas al respecto. Podría citarte miles de situaciones que se han documentado respecto del tema: los milagros de Sai Baba, manos que sangran inexplicablemente, agua que se convierte en vino, heridas que cierran inmediatamente después de una oración, muertos que vuelven a la vida, monstruos que se convierten en árboles, bosques que desaparecen, enfermedades que remiten, personas inmunes al fuego, los milagros de Sai Baba, las experiencias de Castaneda con don Juan y tantos eventos a los que no encontramos explicación. ¿Qué significa todo esto? Significa el poder escondido del Ser, la puerta por donde se puede acceder al mundo sin formas. Los milagros están ahí para que te des cuenta de que eres infinita, ilimitada y para que vayas más allá de ellos. ¿PORQUE CREER?

En este apartado hago referencia al libro llamado Un curso de milagros, el cual es

el resultado de una canalización experimentada por una profesora universitaria llamada Helen Schucman. Este libro ha sido parte de la inspiración necesaria para escribir esto que lees ahora y se me hace muy interesante así como apropiado

anexar aquí, la forma en que fue escrito el Curso de milagros por la autora que he

mencionado. Creo que este es otro ejemplo perfecto que ilustra un evento poco usual que un ser humano puede llegar a experimentar espontáneamente. Una canalización o canalizar (espiritualmente hablando) es la capacidad que tiene un ser humano para sintonizar con las energías universales, atraerlas a

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su cuerpo físico y permitir que estas se manifiesten o se expresen de diversas formas. Esto sucede cuando es preciso que se conozcan eventos, acontecimientos o información relevante para la humanidad y lo cual sucedió con

el Curso de milagros. Helen Schucman canalizó los mensajes del maestro

Jesucristo y los plasmó en el libro. ¿Cómo creer en algo tan raro, sin caer en el fanatismo, sin dejarse llevar por el ritmo de la época en la cual vivimos? ¿Cómo confiar en libros tan extraños como ese? Todo tiene que ver con la programación implantada y aquí viene la gran verdad que cito siempre: Tus pensamientos crean tu realidad. Muchas personas piensan que eso es sólo basura new age y esto no significa que estén bien o mal, sólo quiere decir que la vida les demostrará que tienen razón; el campo universal se moverá en la misma dirección de sus pensamientos y se darán cuenta de que su verdad es la única.

Algunas otras personas que han estado presentes en algunas canalizaciones, aceptarán esto como algo muy natural. Para ellas, el campo se moverá en esta dirección y les demostrará a cada instante que su verdad es la única.

Finalmente habrá quienes se digan: estoy totalmente receptiva a lo nuevo que está llegando a mi vida porque no sé nada. Y el campo les dará repetidas

oportunidades de asimilar lo aprendido. Lo que te estoy transmitiendo es que no hay una verdad única y que yo no

puedo decirte que creas a ciegas en algo. Yo sólo puedo decirte que tú experimentarás sólo aquello para lo que estés programada y que tu campo se moverá en la misma dirección de tus pensamientos.

Mi propia verdad es que como ser humano yo ya soy lo bastante compleja y misteriosa como para admirarme de lo complejo y misterioso del universo.

Entonces no se trata de confiar en un libro canalizado, se trata sólo de estar atenta al hecho de que por alguna razón llegó hasta ti, se trata de leerlo y de sentir la fuerza de sus palabras, el sentimiento interno que ellas pueden despertar en ti, su hilaridad, conexión y su poder de trasladarte a un nivel más elevado de conciencia. Si sientes esto al leer un libro entonces ahí tienes un maestro, un guía.

Si otras personas no pueden sentirlo así es porque aún no ha llegado su momento y porque seguramente su postura es necesaria para lograr cambios en el pensamiento individual y colectivo. Lo importante es lo que tú como ser humano puedas lograr en la intimidad de tus silencios.

No es creer por hacerlo, es sólo sentir que una verdad te está atravesando y que tú la estás comprendiendo divinamente. La vida no se trata de creer, el intento de creer es el que nos ha mantenido atrapadas en las memorias. La vida se trata de sentir que tú eres ella misma.


TODO LO QUE VEO ES MENTIRA Esta es una de las premisas más controvertidas del Curso de milagros porque estamos envueltas y adormecidas en el mundo de las formas, sin darnos cuenta de que este mundo y cualquier otro viene a nosotros siempre en forma de pensamiento. Y un pensamiento es algo susceptible de ser borrado, lo que quiere decir que vivimos en un mundo que puede ser borrado o creado cuantas veces queramos, en la misma medida en que liberemos nuestra mente de sus programas o memorias. Es por causa de ellos, que cuando tocas la mesa de comedor de tu casa, no puedes darte cuenta de que ella está ahí a partir de un pensamiento tuyo, así como todos los objetos de la casa o todo lo que ves a tu alrededor. Crees ciegamente en su realidad como objeto, cuando el hecho de tocar y sentir es un pensamiento más, en un mundo hecho de ellos. Un pensamiento es un destello, una carga eléctrica que tiene la capacidad de crear mundos reales, mundos virtuales, mundos falsos. Las moléculas, átomos, electrones, protones y partículas (composición de los pensamientos) llenan todos los espacios de la vida y cuando acaricias a alguien ni siquiera piensas que entre tú y ese alguien hay una gran cantidad de electrones bailando y mezclándose constantemente. Estos como puntos de luz que son, van y vienen en un viaje perpetuo, sin que sepas en dónde comienza o en dónde termina el ser que estás acariciando. Siempre estás acariciando puntos de luz que tus sentidos basándose en tus memorias, ven como un cuerpo físico. Esto es lo que nos convierte en ilusión y es lo que convierte al mundo, al planeta, al universo en una imagen plasmada en lo más profundo de una sola conciencia: la tuya.

El universo con todos sus componentes, es una representación fiel de tu programación.

Si tus sentidos te engañan todo el tiempo, sólo cuentas con la frase te amo (que

envuelve la gratitud y el perdón), como brújula, como radar. Lo que ven tus ojos no es de fiar, y lo único real es lo que está más allá del raciocinio o de la lógica humana.

Por ejemplo, si miras los ojos de un perro como siempre lo has hecho, te encontrarás con un animal que ladra, que es gracioso, que es fiel y quizá inferior al ser humano; en cambio si observas los ojos del mismo perro separándote totalmente de su forma y de tu concepto de lo que significa una mascota o un animal doméstico, entonces verás su alma; tu mirada traspasará la forma y se encontrará con una esencia común para los dos. Dejarás de ver un perro y

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hallarás otro espíritu como el que eres tú. Esto significa que has ido más allá de tus sentidos, que has observado sin tus ojos, que dejaste a un lado lo aprendido.

Si tu vida está hecha de pensamientos y ellos pueden ser borrados con las 4 palabras sanadoras, entonces son ilusión. Y si tus pensamientos son ilusión, tu vida tal como la has vivido, tal como hasta ahora la habías visto, también lo es. Por eso vivimos una ensoñación. Apegarnos a ella, a los malos momentos, a la enfermedad, al dolor, a la tristeza es convertir al ensueño en pesadilla, es entregar el cuerpo y morir en vida. Es esto lo que necesita corrección. Y esta corrección requiere de un firme compromiso contigo, requiere que comprendas que eres la única posibilidad que tiene el mundo.

LA CORRECCION DEL ERROR Las 4 palabras sanadoras que ya conoces, corrigen el error y le dicen a la mente que todo aquello que ve es mentira, que el mundo percibido es falso, que nada de lo que toca es real. Y lo mejor de todo es que lo hacen sin que te des cuenta, sin que te lo propongas y sin que tengas que esforzarte en lograrlo. Entonces cuando limpias y limpias y limpias, sin que nada más importe comienzas a habitar el mundo sin forma, la vida fluye más fácilmente, surgen las sincronicidades o eventos que parecen casuales pero que van más allá de eso; aparecen las señales que son fáciles de seguir, se siente una conexión con todo lo que existe y no hay dificultad alguna en agradecer las pequeñas cosas de la vida diaria. Cuando hay dolor en el cuerpo físico o en el alma, cuando la enfermedad se hace presente o cualquier otra situación caótica y de manera inmediata asumes que se trata de un pensamiento que está apareciendo para ser limpiado, ya estás preparando el camino para crear un milagro. Desde esa óptica inteligente, el mundo de las formas, los síntomas y cualquier otra sensación de molestia no te obligarán a salir corriendo a buscar la manera más sencilla de emprender una lucha contra ellos, sino que te deslizarás suavemente entre estas ideas y las aceptarás como parte del todo que hay que limpiar. La enfermedad y la salud son como las caras de una misma moneda, son parte de la unidad, de manera que intentar separarlas para elegir a una de ellas es inútil, no podrá lograrse nunca. Sería como intentar separar al día de la noche. Muchas personas fallecen en este intento. La idea o sensación de enfermedad debe amarse y venerarse tal como se hace con alguien que ha venido a bendecirte. Este amor debe llegar al punto en el que ya no desees que tu enfermedad se vaya, en que no la sientas tu enemiga, en el que no se necesite sanar, en el que ya no se necesite ser curada. Este amor unificará la enfermedad con la salud, logrando el equilibrio en el cuerpo. Con las 4 palabras sanadoras, esta transición es tan suave que a menudo no sabes en qué instante se marchó para siempre aquel pensamiento que te


atormentaba y sólo se siente una paz infinita; la idea de la enfermedad y sus síntomas, simplemente no regresan a la mente. Así que un día te levantas y

después de muchos meses sintiéndote bien, te dices: Wow, me había olvidado de que estaba enferma!. Puedes usar un atajo que es la frase te amo, la cual envuelve a las otras tres y cuando lo hagas toma en cuenta que los sucesos de tu vida no se limpiarán bajo tus condiciones, sino bajo la ley divina; la cual no se rige por nuestras mismas emociones o sentimientos. La Divinidad no es buena o mala, carece de bondad o maldad, carece de intenciones, de tiempos límite o de certezas. Él/Ella es cero.

En cero no hay información. Hay un espacio en ti que es cero y la mejor

forma de llegar a él es mediante la práctica constante de la frase te amo. Dirige así

tus oraciones porque sólo de esta forma la voluntad de la Divinidad también será la tuya.

Puedes amarte de muchas formas, leyendo, viendo televisión, jugando, dialogando con tus seres queridos, trabajando, etc. Es suficiente con que pronuncies, sientas o te envuelvas en amor universal.

Cuando estás consciente de este fugaz instante que va pasando, cuando respiras, sonríes y penetras tus silencios, los milagros dejan de ser necesarios. Este despertar ya es uno de ellos aunque no necesites darte cuenta.

ABUSO, PASADO Y OLVIDO Un milagro sucede cuando te das cuenta de que los errores más graves que puedes haber cometido, son memorias que pasan a través de ti y que no eres culpable de ellas, sino el dispositivo que las reproduce, y así es como descubres que no tienes nada que perdonarte.

Un milagro sucede cuando descubres que nadie te ha herido y que siempre se trató de ti, librando batallas contra aquellos monstruos, llamados pensamientos, escondidos en la oscuridad de tu mente y dispuestos a aparecer culpando a alguien que también es otro pensamiento tuyo y sólo tuyo.

El milagro tiene las siguientes características: 1. Se produce en el ensueño de la vida y te traslada a la realidad contenida en

la nada. 2. No cambia la esencia de lo que hay a tu alrededor puesto que esto no

necesita cambio. Lo único que ha de ser corregido es tu forma de percibirlo.

3. Está hecho de perdón.

Para algunas personas puede ser importante el hecho de saberse perdonadas. No pases esto por alto si sientes que el perdón es necesario en tu vida. Es probable

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que en alguna ocasión vibres con la palabra perdóname y que la pronuncies con

tal sentimiento que sientas expansión, libertad, una paz hasta ahora desconocida.

Aunque la frase te amo envuelve al perdón, el Ser interior puede solicitar

cualquier otra palabra que exprese perdón, fusión, o descanso; así que en estos casos lo mejor es escucharle y hacer lo que sugiere porque seguramente es lo que más necesitas. Cuando sientas la necesidad de perdonarte por algo, entrégate a la Divinidad y después de esto permite que te llegue esa incomparable sensación de haber dejado las cuentas pendientes en cero. En el momento en el que la voluntad divina sea la misma tuya, estarás en equilibrio. Lograr esto será muy difícil si eres tú en fusión con tu mente quien pretende encargarse de su limpieza. Lograr esto será sencillo, si permites que sea la Divinidad quien se encargue. Sólo limpia. Hazlo ahora.

Llegará un instante único en tu vida en el que no tengas necesidad de devolver el golpe o de una revancha, llegará ese momento en el que te habrás despojado totalmente de tu personaje, con lo que automáticamente despojarás de su personaje a quien te lastimó. Y sólo entonces dejarás de necesitar curación. Así comienzas a observar un milagro.

Para llegar hasta ese punto tienes que comenzar dando un paso a la vez en tu mundo de ensueños y para ello haz de mimar esa forma que crees que eres, amar eso que crees que fuiste y amar lo que tal vez crees que serás. Con esto te invito a que te concretes a realizar tu trabajo de limpieza, que puede ser dirigido a

la Divinidad, diciéndole: te amo. Y no dices esto porque Él/Ella necesite de tu

limpieza o porque necesite perdonarte, es simplemente porque eres tú quien necesita aprender a amarle incondicionalmente. Al amar de esta forma a tu Yo Divino, automáticamente estás incluyendo a todos los seres creados a lo largo y ancho del espacio/tiempo. Esto hará que tu misión de perdonarte sea mucho más fácil.

Hay seres humanos que se han prestado a una labor de limpieza muy difícil. Tal es el caso de aquellos procesos que tienen que ver con experiencias de abuso sexual, embarazos no deseados, muertes súbitas y quizá absurdas, asesinatos y más. Sé que esto es más de lo que cualquier ser humano puede aceptar, comprender e incluso perdonar. Es por eso que jamás me atrevería a pedirte que perdonaras al ser humano que te hizo daño. Lo único que me atrevería a sugerirte es que te perdones tú, por haber vivido cosas que escaparon y continúan escapando de tu comprensión. No te esfuerces más en comprenderlas, no te hagas daño de esa manera que ya has tenido bastante, sólo deja que se vayan. El hecho de que las mantengas vivas en tu cuerpo enfermándote, no significa que estés haciendo algo para que no queden impunes.


Al contrario, eso es un suicidio lento. Deja que la Divinidad se encargue de tus dolores más profundos y acepta que sólo el amor es real.

Si en algún momento surge la idea de perdonar a esa persona, adelante. Sería magnífico; sin embargo en este libro, en este espacio que compartimos tú y yo, esa persona sale sobrando porque somos las dos quienes deseamos sanar, ambas estamos cambiando, mejorando y eso es sólo tuyo o sólo mío, no involucra a nadie más. RELACIONES Y MILAGROS

“Tú eres la oportunidad de los seres que te rodean y ellos son la tuya”. Una de las formas más bellas de crear un milagro se da, cuando observas por ejemplo que una familia que vive cerca de ti, está teniendo problemas y que entre ellos cada vez hay discusiones más frecuentes. Lo que haces en primera medida no es ir a dialogar con ellos con el fin de solucionar sus dificultades, lo que haces

es mirar dentro de ti y preguntarte: ¿Qué es lo que hay dentro de mí, que pudo ocasionar los disgustos de esa familia? Y después haces tu petición: Solicito que esto sea limpiado. Gracias.

Te haces esta pregunta aunque tu contacto con esas personas haya sido esporádico, te preguntas esto porque ahora sabes que el universo se mueve con base en tu propio ritmo y que cada problema que observas es una proyección de lo que estaba dormido en tu conciencia y que ha despertado para que tú lo limpies. Cuando pasan algunas horas o algunos días, la respuesta divina llega y de repente escuchas que la familia ríe nuevamente, pese a que jamás fuiste a sugerirles determinados comportamientos y lo único que hiciste fue limpiar en ti la parte que estaba creando discordia, la memoria que en algún punto te unía con ellos.

Esto es algo que no es fácil de asimilar, ni de enseñar, ni de contar. Si vas con una amiga de las que frecuentas siempre y pretendes que ella comprenda tu historia con tus vecinos apenas se la cuentes, pierdes tu tiempo; no es tan fácil que eso suceda teniendo en cuenta que gran parte de la humanidad se encuentra anestesiada. Y además esto que tú y yo conocemos es demasiado grande, poderoso, infinito, milagroso, esa es la razón por la cual cuesta trabajo aceptar la grandeza de 4 palabras. Este es un sistema de sanación que llegó del futuro para quedarse en los corazones dispuestos a aceptar los milagros. Y aunque a las demás personas les resulte difícil comprenderlo, siempre tienes la posibilidad de limpiar en ti. Así se crea un milagro, siempre desde lo interno.

Sin embargo, puedes sugerir el uso de estas 4 palabras sanadoras. Yo lo estoy haciendo contigo y lo aprendí de quienes me la sugirieron, gracias a ellos he

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cambiado mi vida, así que si alguien te inspira a compartírselas, hazlo sin olvidar que todo debe ser limpiado en ti en primer lugar.

La esencia de las 4 palabras que curan, se resume en el NO ENTENDER y en la total renuncia a la búsqueda de explicaciones porque en el mismo instante en el que crees

que entendiste algo, ya involucraste a tu mente, y es de ella de quien te estás liberando. No pretendas entender, no estás aquí para eso.

Si en toda tu vida sólo has experimentado relaciones de pareja que sólo te han traído dolor, frustración o desconfianza ¿Qué crees que hace falta para que no siga siendo así? Hace falta una pequeña o gran sesión de perdón contigo en primer lugar y si lo deseas puedes incluir a quienes han sido tus parejas. Perdónate por haber creado inconscientemente aquel error que les separó, perdónate por atraer relaciones similares, perdónate porque sin proponértelo creaste encuentros o situaciones con otro ser humano que está ahí porque desde algún plano lo convocaste, perdónate si te es difícil perdonarte. Si después de hacer esto contigo sigues teniendo miedos y dudas perdónate más. La medida que te indica que tu deuda está pagada es tu tranquilidad, tu esperanza, tu certeza en que el amor de una u otra forma ya es contigo. Esta paz es la que atraerá la relación que mereces o aquello que puede sustituirle haciéndote feliz. Ni tú ni yo sabemos qué es lo que necesitas, sólo podemos hacer nuestra limpieza para llegar al punto donde los problemas ni siquiera existen como recuerdos. ¿Sientes que te falta algo? Entonces hay algo por perdonar. ¿Con quién podrías ponerte en paz el día de hoy? Quizá la vecina, el menor de tus hijos, tu mamá, tu compañero de trabajo, alguien que te encontraste casualmente en el metro y dijo algo hiriente, a ti misma, la humanidad. Vinimos a este planeta básicamente a perdonarnos porque esta energía es la que pone en movimiento lo que necesitas para vivir plenamente. ¿Qué eventos necesitan ser limpiados o perdonados? A tu niña interior le encantaría escuchar que completas frases como:

- Me perdono completamente por haber estado en ese lugar, en ese día, en ese instante.

- Me perdono completamente por no haber podido ____________. - Me perdono completamente por no tener el valor de _____________. - Me perdono completamente por haber dicho que________________. - Me perdono completamente por todos estos años en los cuales

____________. - Me perdono completamente por no sentir________________.


- Me perdono completamente por lo que le dije a _______________. - Me perdono completamente por el dolor que_________________.

El Dr. Joe Vitale en su libro “La llave” escribió algo muy interesante respecto del perdón, él menciona algo que yo expreso con otras palabras y se trata de que el solo hecho de intentar perdonar a otras personas es un acto egótico, un error más de la mente humana porque no puedes pretender perdonar a alguien que llegó a tu vida porque de un modo u otro lo convocaste. Si está en tu mente es porque lo convocaste, eso está claro y aunque este lado poco conocido o poco asumido del perdón es un tanto complejo de asimilar, te pido que lo consideres. Esto no significa que sea la fórmula ideal del perdón para todos los seres humanos porque dependiendo del nivel evolutivo de cada uno, así mismo se tendrá o no, la capacidad para comprender el trasfondo de la responsabilidad total en el tema del enojo o el resentimiento; es simplemente una forma diferente de experimentar la libertad. Ten tu propia sesión de perdón diariamente de la forma que mejor te haga sentir, yo sé que la encontrarás. A través del tiempo muchos seres humanos han encontrado paz perdonando los agravios recibidos, pidiéndole perdón a alguien más, pidiéndose perdón a sí mismos o incluso algunos otros han pasado por alto al perdón y se han dedicado a vivir del momento presente, anulando así toda posibilidad de revivir los dolores pasados. Esta vida es tu experiencia y por eso mismo puedes vivirla de acuerdo con lo que te trae más paz.

Volviendo al asunto de nuestras relaciones con las demás personas, es con el paso del tiempo que nos damos cuenta de que no son perfectas, de que tal vez no tienen que serlo ya que vinimos, a aprender a observarnos en ellas para lograr cambios individuales que nos reflejen limpiamente a través de quienes nos rodean. La vida es una escuela, ten paciencia contigo ya que cuando naciste no traías un manual de cómo vivir bajo el brazo, esto quiere decir que siempre lo has hecho lo mejor que has podido con el conocimiento y las posibilidades de ese entonces y así mismo lo estás haciendo ahora.

Cuando una relación termina, el perdón es algo inminente porque corta el lazo por el cual circulaba el dolor que te unía a la otra persona y la deja en libertad al limpiar la memoria que tenían en común, lo cual también te libera a ti. Para ello te propongo el siguiente ejercicio: retírate a un lugar cómodo, donde puedas estar a solas con tus ojos cerrados. Después elige un lugar imaginario que servirá como punto de encuentro entre esa persona y tú. Haz del lugar algo especial, algo que siempre habrías querido compartir con él/ella. Luego espérale, permítele llegar y pasar hasta donde estás tú. Mírale a los ojos y encuentra en ellos la misma luz que todos los seres poseen, encuentra en ellos la inocencia y la pureza que duerme en el fondo de cada persona, encuentra a Dios y háblale. Dale

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las gracias por lo que te enseñó, abrázale, dile que el amor les unirá por siempre, ya que esta separación es parte del ensueño del mundo donde tú eres un personaje también. Después perdónate y déjale ir. Abre tus ojos. Y a partir de ese momento no dejes de amar a esa persona con un amor puro, como si fuera un bebé en tus brazos y notarás que al poco tiempo tu herida milagrosamente sanará. Todo aquello que no esté funcionando en tu vida es por falta de perdón. Si no consigues una relación duradera, si ni siquiera consigues una cita, si ni siquiera el teléfono suena, si todo a tu alrededor te grita que te quedarás soltera por tiempo indefinido, si te sientes fea, subvalorada, si crees no merecer, si no tienes la fuerza para levantarte otra vez e intentarlo, si nada te motiva, estamos hablando siempre de que falta perdonar. ¿Qué? No lo sabes y tampoco necesitas saberlo, realizar esa búsqueda es inútil, jamás encontrarías la causa. Tú sólo dirás: Lo siento, perdóname, gracias, te amo.

Modificar el mundo observado, por medio de palabras, es algo imposible para muchas personas con las que trato y por eso a menudo me preguntan:

¿Quieres decir que si yo menciono estas 4 palabras puedo hacer feliz a alguien? Y

yo sólo puedo responder que sí (en teoría), porque como ya sabes, existe un mundo que es el tuyo y lo observarás de un modo o de otro dependiendo de tus recuerdos. Entonces si no hay memorias de tristeza que te unan a alguien que conociste, pues le verás feliz y en caso contrario le verás triste. Se trata siempre de trabajar en ti, para ti y por ti. Esa es mi verdad, así experimento mi vida. Trabajo en mí, todo lo que puedo, lo mejor que puedo, con el fin de que mi mundo tenga el color que yo considero hermoso. Observar la angustia en el rostro de un ser querido y poder limpiarla dentro de mí, es uno de los regalos más hermosos que me ha dado la vida, por eso escribo, la gratitud me permite permanecer inspirada gran parte del tiempo. LEJOS DEL TIEMPO Sin embargo tengo la necesidad de recordarte algo importante una vez más porque esa es mi misión: Fuera del ensueño no hay nacimiento, ni muerte, ni encarnación. Si no fuera por la mente pensante, nadie necesitaría nacer en un cuerpo ni siquiera una sola vez. El milagro es necesario en la ensoñación profunda del ser y lo es porque de lo contrario no habría oportunidad para la corrección de las ideas de la mente. La vida humana (tal como se ha concebido) se rige por medio de pasado, presente y futuro. El pasado es atesorado como una pertenencia que te da identidad, como una joya valiosa de la cual no puedes desprenderte porque sientes que te quedarías a la deriva. El presente se ha convertido en la plataforma


ideal para darle vida al pasado y el futuro prácticamente es una proyección distorsionada de tu vieja historia. Lejos del tiempo, no existe un pasado que borrar, ni un futuro que edificar y no existen por una simple razón: ambos son pensamientos. Esto es algo de lo cual me hago consciente cada vez que puedo; el pasado y el futuro son pensamientos, no pueden ser más que eso, ya que sólo así penetra la realidad a través de mi Ser. Y si el pasado y el futuro son pensamientos, entonces todo lo que veo también es un pensamiento. Tus deseos por una vida mejor son un pensamiento. Tu anhelo de tener una relación estupenda es un pensamiento. Tu ansia por el dinero es otro pensamiento. Tu deseo de ser madre es un pensamiento. Todo lo que deseas lo es. Pero no puedes darte cuenta de esto cuando estás atorada en el ayer y en ese estado mental comienzan a aparecer las necesidades. Y de repente necesitas casarte (esto es un pensamiento), así que por esas cosas de la vida lo logras y contraes matrimonio (eso es otro pensamiento), después eres feliz o infeliz (este es otro pensamiento). Luego quieres un bebé (un pensamiento) y lo ves nacer (otro pensamiento más) y así sucesivamente. Tu cuerpo es un pensamiento. Tu vida se apoya en pensamientos, así como las bases más firmes de ella. Entonces ¿es absurdo desear? ¿es absurdo planear? ¿es absurdo buscar y buscar soluciones pensando? Sí. Porque siempre encontrarás lo mismo: pensamientos. Y tu verdadero Ser está más allá de eso. Sólo hay un instante fugaz en el cual eres tú y es la fracción de segundo en el que eres consciente de que tienes un cuerpo físico o en el que estás presente en lo que sea que estés haciendo. Por ejemplo, cuando sales a caminar, tu cuerpo va a tu lado totalmente separado de ti; las piernas avanzan pero en la cabeza hay múltiples voces opinando, recordando, añorando, pretendiendo, soñando, llorando. Y tus piernas se dirigen hacia algún lugar solas, mientras que tú estás perdida en otro mundo, con otras personas. Esto significa que estás sin conciencia o muerta en vida. Y el pensamiento que te traslada al pasado es poderosamente adictivo, no puedes soltarte de él porque se pega a ti y te hace creer que eres él y que necesitas escucharlo para no morir. Pero la sola idea de la muerte es un absurdo ya que moriste. Tu cuerpo vive solo, no lo habita tu Presencia, es una casa vacía. Entre tanto tú mente se ha hecho más fuerte y te grita: PIDE MAS, PIDELE MAS A LA VIDA

PORQUE NO TE ESTA DANDO NADA!!!!!!. Tú sientes dolor y sobre todo insatisfacción, pero nada de eso es real, sólo es el ruido de las voces del pasado. Y cuando contrario a esto, sales a caminar y eres consciente de que estás trasladando tu cuerpo físico a otro lugar, entonces te das cuenta de que tienes una cabeza, un cuerpo y también extremidades; te das cuenta hasta con admiración, de que respiras, de que en verdad estás viva, de que ese pequeñísimo instante en el cual sientes la vida transcurriendo a través de ti, está libre de dolor y de

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cualquier necesidad. El mundo desaparece. No hay nada más, sólo tú, en la nada sin tiempo. Hay varios sentimientos que hacen posible el milagro; uno de ellos es el amor manifestado a través de la frase te amo, con la cual es posible acortar el tiempo en el cual un alma debe aprender a vivir en la Tierra. Por ejemplo cuando amas, agradeces, perdonas o mimas, estás partiendo del sentimiento que nace en ti, para alimentar a todo ser vivo y lo que es en verdad milagroso es el hecho de que reduces sus días de dolor en este planeta, minimizas el número de vidas a las que tendría que haberse sometido para aprender. Por cada sonrisa tuya, la humanidad sana una parte de la raíz de sus problemas, ese es tu poder.

IMAGINARIO

“Nacer es algo que duele mucho. Vivir es algo que duele aún más; pero yo no cambiaría el dolor de estar viva por la paz de estar muerta.

Y no querría estar muerta por la dulce experiencia del beso, por el imaginario

contacto del abrazo, por la risa, por la ilusión de mis relaciones con los demás seres o por el hecho de sentir.

Quiero permanecer unida a la sensación de estar aquí. Quiero llorar, reír, discutir;

quiero temer, quiero desear. Me quiero enojar.

Amo la vida, amo la experiencia de sentir. No quiero saberme en un lugar distante sin poder tocar, sin poder estar, sin poder besar, sin poder vivir.

Aunque a veces me duela, yo prefiero la fantasía que he creado aquí.”

Vivi Cervera

UNA EXPERIENCIA HOLOGRAFICA PERFECTA Me he tomado la libertad de ir un paso más allá contigo en este libro, ya que por alguna razón creo que esto puede hacer más sencillos tus días, alejando la presión


que usualmente te acompaña. Para algunas personas estos contenidos pueden ser algo densos si llegan a ellos repentinamente; sin embargo tu caso es diferente, una vocecita te dice que conocer algo más acerca de nuestro extraño mundo no está de más.

Un holograma es una fotografía que se hace con un láser y que da como resultado un objeto tridimensional que al observarse en una placa parece suspendido en el espacio. Si observas el holograma de una manzana, la verías tan real que la curiosidad podría llevarte a querer tocarla, llevándote la sorpresa de que puedes traspasarla como si estuviera hecha de luz.

Entonces se descubrió que todo lo creado conserva la misma estructura y que a partir de la mitad de una manzana podía obtenerse información sobre la manzana completa, que una pequeñísima parte de cualquier ser u objeto contiene a la totalidad.

Cuando aprendí sobre esto cambié el slogan de mi blog definiéndolo como

una experiencia holográfica perfecta porque eso es lo que eres tú y es lo que Yo

Soy. Después de muchos años estudiando el comportamiento de los hologramas,

se ha llegado a la conclusión de que nuestro universo es holográfico y así mismo todos sus componentes. ¿Por qué?

En primer lugar porque toma sentido y forma dependiendo de quién lo observa. Por ejemplo: mientras te encuentras presente trabajando, ya sea escribiendo o haciendo labores de jardinería, el universo, la tierra y el mundo entero parecen desaparecer, dejan de existir para ti, ni siquiera puedes traerlos a tu pensamiento, no están aquí. Eso significa que estás absorta en tus labores, estás en otro mundo en ese instante.

También porque cuando deseas contemplarlo, aparece en tu película mental y le das interpretación. Entonces si te ubicas en el balcón de tu casa te sentirás cobijada por la noche estrellada que cubre tu hogar, pero si de repente se te da la posibilidad de viajar al espacio en una pequeña cápsula podrás darte cuenta de que ni el día, ni la noche se marchan jamás, que ambos coexisten permanentemente en tu universo virtual. Luz y oscuridad juntas todo el tiempo. Vivas y presentes mientras tu así lo prefieras y ocultas e inexistentes cuando no estés presente ahí.

En segundo lugar, el universo es holográfico porque una sola gota de agua contiene los secretos de la existencia. En un átomo de la misma se encuentra guardada toda la información que puedas concebir, de modo que a partir de una pequeñísima parte del Ser, puede ser re creada toda la humanidad y el universo mismo. Fue así como llegamos aquí, como átomos y hay millones de ellos conformando nuestra estructura.

Así como en un laboratorio es posible tomar la cuarta parte de una manzana, sacarle una fotografía con un lente y reproducirla en una placa para ver su

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tridimensionalidad aunque el original sea sólo una cuarta parte, también es posible que a partir de ti, todos los demás seres tengamos otra oportunidad. Es por esto que eres una experiencia holográfica perfecta, ya que con un solo

destello producido por ese te amo que sale de tus labios, la vida humana toma

una de sus más bellas formas y así se presenta ante tus ojos, que admirados e inocentes creerán que el ensueño es real, pero lo que es real está mucho más allá. LA INEXISTENCIA DEL CUERPO

Cuando escuché que en realidad no tengo un cuerpo, me reí a carcajadas.

Cuando percibí que mi cuerpo físico es tan ilusorio como mi propia vida, continué riéndome.

Cuando me di cuenta de que esta era mi única verdad, me quedé en silencio y dejé de sonreír.

Los problemas del ser humano comenzaron cuando la mente le dijo que tenía un cuerpo físico y él escuchó atentamente y después se lo creyó. Actualmente esa es su gran verdad y sobrevive con base en ella, se relaciona con los demás seres por medio de ella, y enferma o sana gracias a su verdad porque depende de ella todo el tiempo.

El cuerpo es un pensamiento que contribuyó con la individualización del Ser. La mente comenzó a observarse separada e independiente del resto y así inició su competencia, su lucha por el poder, su deseo de obtener más, su ansia de ser mejor que los demás, su comparación constante y la crítica por las aparentes diferencias. En cada crítica jamás pudo darse cuenta de que se censuraba sólo a sí misma, ya que no había más cuerpos físicos a su alrededor. Sin embargo estableció relaciones con otros cuerpos pese a esta distorsión “visual”, pese a su incapacidad para fundirse y considerarse una sola energía o un solo pensamiento con todo lo concebido. Estas relaciones obviamente eran de naturaleza enfermiza (por no llamarle demente); el cuerpo individual no tenía idea de que los demás cuerpos eran espejos que le reflejaban y no podía verse a sí mismo a través de ellos, sólo podía criticarles, compadecerles o reprocharles.

Con la crítica de los otros seres humanos o de los sistemas que sentía ajenos y absurdos, llegó la enfermedad y el cuerpo aprendió a desgastarse, a deteriorarse como una forma natural de vida y la muerte hizo su aparición. Y aunque el dolor de vivir se hacía infinito hasta el punto de desear la muerte, no era posible descubrir la causa, y mucho menos era posible sanarla. El ser humano veía afuera y señalaba con su dedo índice a todos los seres que le habían hecho daño. Si en ese momento se hubiera dado cuenta de que sólo se señalaba a sí mismo, la culpa


tampoco le hubiera permitido sobrevivir; tal vez por eso tuvo que intervenir el tiempo, para abrirle paso al amor.

Y el amor se filtró por algún espacio en la energía del ser humano y la más grande de las verdades hizo su aparición. Se le reveló que todo lo que existe, todo lo que puede ser concebido se encuentra alojado en forma de bits, entre los recovecos de un par de neuronas y que por esto mismo todo es ilusión.

Es por esto que el ser comprendió que dejaba de existir como ser individual, o como un cuerpo físico cuando dejaba de pensar. También comprendió que al dejar de pensar nada más era necesario. Al final salió del ensueño, así comenzó su paz, la tuya, la mía, la paz de la humanidad.

LA CURACION ES ILUSION

Si todo lo que existe es un pensamiento tuyo (incluyendo la enfermedad), ¿la curación es posible? ¿la curación existe? En tu mundo de pensamientos Sí.

En el mundo real No. Cuando tu cuerpo ha enfermado gravemente, lo que hay en realidad es un error de pensamiento, lo que se ha distorsionado es una idea en la mente; pero tu cuerpo holográfico, translúcido e intocable, permanece sano todo el tiempo, jamás se enferma; es sólo un proyector de las batallas de tu red neuronal, de la rebelión de tus viejas ideas, de tus antiguos modelos mentales. Entonces en el mundo real no puedes sanar, en el tiempo presente no puedes sanar ya que no hay necesidades, ni enfermedad, ni problemas. Entonces ¿De qué se trata todo esto? ¿Acaso aprendemos a curar el cuerpo para después descubrir que esto no es necesario?

Exactamente. El aprendizaje es un viaje en el que te descubres en dos mundos y en ambos deberás hacer tu mejor trabajo. Mientras te encuentres sumergida en un mar de problemas, tu misión será hacer lo mejor que puedas, o sea limpiar las memorias que han empañado tus pensamientos. Y cuando ya logres salir de todos esos problemas entonces empezarás a descubrir que nunca existieron, que todo fue parte de un juego mental.

En tus manos tienes una de las herramientas más poderosas que se le puede dar a un ser humano: 4 palabras que borran los dolores del alma y que te ayudarán a despertar, a corregir, a limpiar. Llévalas siempre contigo, no las subestimes porque en ellas se encuentra la clave para obrar milagros. Los verás venir uno a uno, hasta que ya no necesites de ellos. En la medida en que aprendes a vivir te vas dando cuenta de que el lugar y el espacio en donde estés son irrelevantes para ser feliz, que el espacio físico que ocupa tu cuerpo es sólo un holograma más, dentro de toda esa gran cantidad de formas tridimensionales que te rodean; que en ti vive alguien más, alguien que le

Vivi Cervera

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da vida a las formas, el aliento divino que te crea y re crea a cada nanosegundo de

tu existencia. La esencia informe contenida en los espacios de un te amo.

Gracias por leerme.


Notas finales

La vida mental es paradójica. Aunque mis palabras son importantes, hay algo que es superior a ellas y se trata de su opuesto: el silencio, el cual es el verdadero maestro que contiene todas las respuestas y que no contiene nada a la vez.

Más que palabras necesitamos encontrar al silencio que abunda alrededor nuestro o bien, escuchar al silencio que impregna el sonido, a los colores, a los objetos, descubrir el mensaje de las plantas, aprender de la pureza de los animales. Hagamos silencio para que todas las maravillas de la creación nos canten su mejor canción y a través de ellas volvamos a vivir.

Cada vez que leo un libro interesante despierto ante la magia de algunos textos que llegan directo al alma. Cada vez que escribo aprendo de la voz que emana de algún rincón de mi Ser.

Lo paradójico, lo sorprendente es que las palabras de algunas autoras y autores son necesarias para conocer el silencio, o sea que la vida, tal como se desliza a través de ti y de mí, es sorprendentemente perfecta.

Te amo.

FIN

Vivi Cervera

91

Indice Página

Introducción 5 Capítulo 1: Desde las Pléyades 8 Capítulo 2: La herencia 12 Capítulo 3: Procesos de limpieza 15

No puedo perdonar 17 Me perdono completamente 19 Pedir perdón 20 Auto perdón 22 Perdonar tu relación con el dinero 23 Respiración y chi (qi) 24 Limpiando por medio del agua 26 Agua solar azul 28 El color de los pensamientos 29

Capítulo 4: Mea culpa 30 Un acto innecesario 32 Una libertad discutida 34 ¿De dónde vienen las memorias? 38 Víctima y victimario sufren por igual 38 Capítulo 5: Curación divina 40 La muerte es un suicidio 45 La energía interrumpida 45 Curar a alguien 47 Cuando el ego grita 49 Una película 52 El amor restablece el flujo energético 53 Habla con tus células 54 Pidiendo perdón al cuerpo 57 Cuando la oración no funciona 58 Espíritu Santo 63 Afirmaciones y decretos 63 Capítulo 6: Vidas pasadas 65 El ensueño 67


El sueño 69 Ancestros 70 Capítulo 7: Milagros 72 ¿Por qué creer? 74 Todo lo que veo es mentira 76 La corrección del error 77 Abuso, pasado y olvido 78 Relaciones y milagros 80 Lejos del tiempo 83 Una experiencia holográfica perfecta 85 La inexistencia del cuerpo 87 La curación es ilusión 88 Notas finales 90

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