PLANEACIÓN PASTORAL

PARROQUIAL

C uando algunos agentes de

pastoral, pastores y laicos,

escuchan hablar de planea-

ción piensan inmediatamente

¡Que trabajo! En este caso, planear es

una carga muy pesada; que parafrasean-

do el Evangelio: Ni nuestros padres han

podido llevar. Pero lejos de sobrecargar-

nos de actividades es una oportunidad

para atender realmente lo que es priori-

tario.

Es una ocasión muy oportuna para hacer

un uso eficiente de nuestros recursos,

humanos y materiales, que por cierto

muchas veces son escasos y si a eso

agregamos que los despilfarramos; es

un verdadero desperdicio del cual algún

día tendremos que rendir cuentas.

Planear es una oportunidad para que

realmente hagamos comunidad. La co-

munidad no se crea porque digamos

queridos “hermanos” sino porque nos

escuchemos con atención, respetemos

las opiniones de los demás, no les im-

pongamos las nuestras, seamos toleran-

tes; etc. En otras palabras cuando nos

respetemos como personas y discutamos

nuestras ideas.

Todo lo anterior nos ayuda a descubrir

juntos las necesidades; pero sobre todas

las cosas, nos impulsa a actuar para dar

una respuesta evangelizadora en comu-

nión, involucrándonos todos o al menos

muchos. Nuestra queja de falta de agen-

tes ¿No tendrá su origen en nuestra in-

capacidad para involucrar, delegar, im-

pulsar, motivar más y acaparar menos?

Supongamos, que se da un cambio de

párroco. El párroco sabe que la historia

no empieza con él. La comunidad no

empieza a existir tampoco con su llega-

da; esta tiene un camino recorrido de

luces y sombras, como existen luces

y sombras en todas las comunida-

des. Uno nunca empieza de cero. El

plan nos ayuda a no estar empezan-

do siempre sino a generar un proce-

so pastoral, un camino que tiene un

inicio, unas etapas que conducen a

una meta.

Pero la parroquia no existe aislada-

mente. Es donde tenemos nuestra

experiencia más cercana de Iglesia;

la parroquia se define como comu-

nidad de comunidades y movimien-

tos, casa y escuela de comunión y

es allí donde verdaderamente se

pueden tener experiencias de cerca-

nía, de contacto más humano. Sin

embargo la parroquia existe como

iglesia en cuanto está en comunión

con la diócesis. Una parroquia que

no conoce el Plan Diocesano de

pastoral, que no se involucra en el

proceso de planeación ¿Cómo pue-

de construir la comunión?

Pero entre la parroquia y la diócesis

hay una estructura intermedia que

es el decanato siendo “un lugar cla-

ve para la realización de la pastoral

diocesana, orgánica y de conjun-

to” (Estatutos no 3). En este espacio

intermedio se han realizado las

asambleas decanales con el resulta-

do de la vivencia de la comunión y

del apoyo mutuo para las parro-

quias. Que el trabajo realizado en

las asambleas decanales ahora tenga

su concretización en las comunida-

des parroquiales. Que tengan uste-

des un buen análisis.

DLG.

BOLETIN PASTORAL

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Volumen 1 No. 2

FEBRERO 2018

Planeación pastoral participativa. Como PLANEACIÓN, es un proceso que busca establecer las respues-

tas más oportunas, eficaces y apropiadas a las necesidades detectadas en la realidad:

Es un proceso educativo: es desencadenar un proceso anticipado de toma de decisiones, mediante

una serie de pasos lógicamente articulados.

Es un proceso de cambio dirigido: es trabajar de una manera responsable, solidaria y organizada-

mente, que consiste en determinar los objetivos que se han de conseguir y en organizar los medios

para alcanzarlos.

Es un proceso de ejercicio del poder como servicio: es una acción conjunta, coordinada y evaluada

conjuntamente.

Como PASTORAL,

Es un acto de fe: es un estilo de presencia en

el mundo que se funda en la palabra de Dios y

en su Espíritu

Es una acción comunitaria: es un proceso de

encuentro y cercanía; pues no se puede conce-

bir un proceso de planeación, sin la participa-

ción entusiasta de la mayoría de los miembros

de la comunidad.

Es una práctica: la tarea de construir y hacer

pastoral se realiza de un modo solidario a tra-

vés de carismas, diversidad y complementarie-

dad.

Es un servicio: es praxis diaconal, de servi-

cio, de compromiso, de testimonio y entrega

a la comunidad cristiana a la manera de Je-

sús.

Es un testimonio del amor de Dios: es co-

munión de vida con Cristo y entre los discí-

pulos de Cristo, que crecen al participar en

la misión del Redentor en nuestras comuni-

dades parroquiales.

Es una respuesta a las necesidades de la

evangelización: es la capacidad de dar nue-

vas respuestas -como Iglesia-nacidas del

Evangelio a circunstancias histórico-

culturales nuevas.

Como PARTICIPATIVA,

Impulsa el protagonismo: participan los

cristianos ya comprometidos en las tareas

de las comunidades, y estos pueden hacer

el esfuerzo por convocar a otros.

Es un proceso gradual: que debe tener

fecha previamente marcado para comen-

zar y para acabar.

Es un proceso global: toma en cuenta las

asambleas litúrgicas y la participación de

personas como sujetos.

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PLANEACION PASTORAL PARTICIPATIVA

“ H ACI A EL I I I PLAN DI OCES ANO DE PAS T OR AL. JES ÚS ES EL CAMI N O” DI ÓCES IS DE ORI ZABA.

VOLUMEN 1 NO. 2

C ada vez que emprende-

mos alguna actividad

tomamos en cuenta la

realidad. Por ejemplo,

si vamos a construir una casa ob-

servamos cómo está el terreno; si

vamos a preparar una comida, te-

nemos en cuenta quiénes serán los

invitados, cuántos y con qué con-

tamos.

Esto que hacemos comúnmente lo

debemos tener muy presente al

disponernos a hacer el III Plan de

Pastoral Diocesano. El primer pa-

so que daremos hacia el tercer

Plan de Pastoral de la Diócesis

será conocer la realidad. Comen-

zaremos observando la realidad de

nuestra parroquia; y al juntar los

resultados de todas las parroquias

tendremos la realidad de la Dióce-

sis.

Si no partimos de la realidad en-

tonces nos pasará lo que dice el

Papa Francisco, seguiremos ha-

ciendo lo mismo, porque:

“siempre se ha hecho así” (cf. EG

33). Durante muchos años los

cambios en la pastoral han sido

mínimos. Hemos visto lo que hi-

cieron los anteriores a nosotros y

eso seguimos haciendo. Pero si

tomamos en cuenta la realidad en-

tonces tendremos otra manera de

pensar y buscaremos respuestas

acordes a lo que vemos.

Para conocer y entender la reali-

dad “hace falta acercarse a

ella” (cf. EG 125). Pero estamos

tan acostumbrados a nuestra ma-

nera de ver que necesitamos de las

ciencias sociales para poder cono-

cer mejor la realidad; porque la

sociedad es velada y no fácilmente

percibimos lo qué está pasando y

por qué. Viene al caso el dicho

“todo depende del cristal con que se

mira”.

En la pastoral que siempre se ha rea-

lizado preocupa que la gente reciba

los sacramentos, que asista a misa y

que comulgue. En las parroquias se

ha dedicado gran parte del tiempo a

esto. No se puede negar que es im-

portante que la gente reciba los sa-

cramentos, pero hay otros aspectos

que se deben atender, por ejemplo:

una catequesis actualizada e inte-

gral; también, hace falta responder a

la situación actual de la familia, la

pobreza de más de la mitad de la

gente, la violencia, la destrucción

del planeta, los nuevos lenguajes,

etc.

Por eso para elaborar el III Plan de

Pastoral de la Diócesis partiremos

de la realidad, en concreto, de nues-

tra parroquia. Para esto, debemos

organizarnos con la mayor parte de

la de gente, para que: muchos parti-

cipen, tomen conciencia de lo que

está sucediendo y aporten ideas para

evangelizar mejor. Consiguiente-

mente, no vasta responder al folleto

que se nos dé, sino que sea voz de

muchos, de los más que se pueda.

Tenemos que buscar que participen

personas de las colonias, de las uni-

dades habitacionales, de los barrios,

de las rancherías, de los grupos;

y abordaremos la situación eco-

nómica, sociopolítica, costum-

bres y expresiones religiosas de

la gente.

Los pasos que seguiremos son

sencillos, primero veremos los

hechos, es decir, qué esta pa-

sando; en seguida las causas, o

sea, por qué está pasando; y

finalmente si las cosas siguen

igual, hacia dónde irán. Esto

nos permitirá pensar en lo que

tenemos que hacer, sea para

reforzar lo que va bien o para

cambiar lo que está haciendo

daño a la comunidad.

E l trabajo es fácil, pero

hace falta disposición

para responderle al

Señor lo mejor que se

pueda. Se requiere un poco de

tiempo para no hacerlo a las

carreras, por lo que hay que

organizar nuestro tiempo.

Nuestro Obispo Eduardo está

muy animado, porque confía en

nosotros. Ojalá nosotros no

pongamos obstáculos sino siga-

mos los pasos de Jesús para lle-

var las Buena Nueva, lo mejor

posible, a todas las personas.

P. Porfirio Méndez García

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LA REALIDAD PARROQUIAL

DECANATO TEQUILA. Hemos iniciado la realización de las asam-

bleas la primera debería realizarse el 3 de enero en este decanato pero se

pospuso para el 7 de febrero; ya veremos!

ENCUENTRO DE VICARIOS DE PASTORAL. Del 9 al 11 de enero

se realizó el XVI encuentro de vicarios de pastoral donde el objetivo fue

realizar aportes significativos al proyecto global pastoral 2031-2033

(PGP). Este proyecto posiblemente sea aprobado por la CEM en la asam-

blea de abril. También se trato de profundizar en el proyecto de revitali-

zación de la pastoral juvenil e impulsar el año de la juventud. El último

tema tratado fue sobre los consejos diocesanos de laicos. Temas a los que

estaremos atentos...

DECANATO DE ORIZABA. El 12 de enero se realizó la asamblea del

decanato Orizaba con representantes de todas las parroquias. Aunque la

representación de las parroquias fue variada en cantidad; hubo muy bue-

na participación por parte de todos (as).

DECANATO DE ZONGOLICA. El 23 se realizó la asamblea del deca-

nato Zongolica en el mismo lugar; estuvieron presentes todos los presbí-

teros que ejercen su ministerio en este decanato así como laicos de todas

SUR 9 NO. 142 CP. 94300

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Vicariadepastoraldeori

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VICARIA DE PASTORAL

las parroquias destacándose la sede

anfitriona quienes tuvieron una

representación numerosa.

DECANATO FABRIL. El 26

tocó a este decanato la realiza-

ción de su asamblea decanal,

con una muy buena asistencia

de laicos (as) de todas las pa-

rroquias y sus respectivos pá-

rrocos y vicarios; nos recibió la

rectoría de San Rafael.

DECANATO IXTAZOQUI-

TLAN. Al otro día, el 27 nos

reunimos en el decanato Ix-

taczoquitlan teniendo como

sede la parroquia de Tuxpan-

guillo también aquí hubo re-

presentación de todas las pa-

rroquias y rectorías, se notó el

interés y empeño de los asis-

tentes reconociendo que es una

labor ardua; pero que están dis-

puestos a realizarla.

DECANATO CITLALTE-

PETL. Este mes cerramos las

asambleas decanales en la pa-

rroquia de Ixhutlancillo, perte-

neciente a este decanato. La

participación fue buena y el

interés mejor; solo una parro-

quia estuvo ausente; pero fue

dignamente representada por

su párroco.

En cada una de las asambleas de-

canales hubo una buena participa-

ción de laicos y en algunos tam-

bién contando con la asistencia de

la gran mayoría de los presbíteros;

así como también resaltamos la

participación de Don Eduardo, en

la medida en que su agenda se lo

permitió estuvo de principio a fín.

Esperamos que también en cada

una de las parroquias haya el mis-

mo interés para que en comunión

y participación respondamos a la

ficha del análisis parroquial. Que

nuestros santos patrones (as) ben-

digan nuestra labor.

Señor Jesús, estamos reunidos en tu nombre y según tu promesa tú estás ahora en medio de Nosotros. Ahora que vamos a actualizar nuestro plan diocesano de pastoral, envíanos el don del Espíritu Santo, para saber escuchar tu voz en la vida de nues-tras comunidades.

Ilumínanos para saber iluminar las situaciones de vida de nuestros her-manos con la luz del Evangelio y la palabra de nuestros pastores. En-ciéndenos con el fuego del Espíritu Santo para compartir la alegría del encuentro.

Acompáñanos en nuestro camino para que la renovación de nuestro plan sea una respuesta oportuna a las necesidades de la evangelización para nuestra diócesis de Orizaba. Por Jesucristo Nuestro Señor. AMEN.