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Bogotá D.C., Lunes, 16 de Diciembre de 2019 Para responder a este oficio cite: 20193300404363 *20193300404363* REPÚBLICA DE COLOMBIA JURISDICCIÓN ESPECIAL PARA LA PAZ SALAS DE JUSTICIA SALA DE DEFINICIÓN DE SITUACIONES JURÍDICAS Número de radicado interno: 2019330160900003E Compareciente: Willington Rodríguez León C.C. 14.253.862 Situación jurídica: Condenado Fecha de reparto: 25 de enero del 2019 Bogotá D.C., 16 DE DICIEMBRE DE 2019 Resolución N° 007811 ASUNTO La magistrada sustanciadora se pronuncia respecto de la petición presentada por el señor Willington Rodríguez León, mediante la cual solicita sometimiento a la Jurisdicción Especial para la Paz, en adelante JEP, así como, la concesión de los beneficios derivados del Acuerdo de Paz. SINTESIS DE LA SOLICITUD 1. Con escritos con radicado Orfeo JEP N° 20181510088982, 20181510117402, 20181510271112 del 25 de abril, 23 de mayo y 17 de septiembre de 2018, respectivamente, y 20191510099722 del 8 de marzo de 2019 el señor Willington 1

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Bogotá D.C., Lunes, 16 de Diciembre de 2019

Para responder a este oficio cite: 20193300404363

*20193300404363*

REPÚBLICA DE COLOMBIAJURISDICCIÓN ESPECIAL PARA LA PAZ

SALAS DE JUSTICIASALA DE DEFINICIÓN DE SITUACIONES JURÍDICAS

Número de radicado interno: 2019330160900003ECompareciente: Willington Rodríguez León C.C. 14.253.862Situación jurídica: Condenado Fecha de reparto: 25 de enero del 2019

Bogotá D.C., 16 DE DICIEMBRE DE 2019

Resolución N° 007811

ASUNTO

La magistrada sustanciadora se pronuncia respecto de la petición presentada por el señor Willington Rodríguez León, mediante la cual solicita sometimiento a la Jurisdicción Especial para la Paz, en adelante JEP, así como, la concesión de los beneficios derivados del Acuerdo de Paz.

SINTESIS DE LA SOLICITUD

1. Con escritos con radicado Orfeo JEP N° 20181510088982, 20181510117402, 20181510271112 del 25 de abril, 23 de mayo y 17 de septiembre de 2018, respectivamente, y 20191510099722 del 8 de marzo de 2019 el señor Willington Rodríguez León solicitó fuera aceptado su sometimiento en la JEP, para lo cual indicó que fue condenado por el delito de concierto para delinquir con fines de paramilitarismo por el Juzgado Penal Especializado del Circuito de Ibagué (Tolima), dentro del radicado N° 73001-31-07-001-2008-00014-00 (actualmente a cargo del Juzgado Primero de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad de Ibagué). 2. Agregó que fue condenado por el Juzgado Penal del Circuito de Melgar (Tolima) el 23 de octubre de 2003, dentro del proceso

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radicado N° 2002-00109-00 NI 1435, por el delito de homicidio agravado del cual fue víctima la señora Angela María Bernal Guzmán. Indicó que para la época de estos hechos ostentaba la calidad de miembro de la fuerza pública.

3. La solicitud inicial fue asignada por reparto a la Sala de Definición de Situaciones Jurídicas -SDSJ- el 25 de enero de 2019, por lo que con resolución N° 000333 del 6 de febrero del mismo año la magistrada sustanciadora asumió el conocimiento y ordenó que el interesado subsanara sus solicitudes, allegando copia legible de las decisiones de fondo que fueron adoptadas en su contra. Así mismo se dispuso solicitar copia de las decisiones proferidas en contra del señor Willington Rodríguez León al Juzgado Primero de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad de Ibagué, así como al Juzgado Quinto de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad de la misma ciudad.

SINTESIS DE LAS DECISIONES JUDICIALES

4. El Juzgado Penal del Circuito de Melgar (Tolima) en decisión del 23 de octubre de 2003, proferida dentro del radicado N° 2002-01091, condenó al señor Willington Rodríguez León por el delito de homicidio agravado, atendiendo a los siguientes hechos:

Acaecieron en esta población a eso de las 10:00 de la noche del ocho de noviembre de 2001, en el barrio Galán, sector de las cataratas [sic], frente al inmueble de la familia Guzmán Bernal, cuando Willington Rodríguez León arremetió contra Ángela María Bernal Guzmán con arma cortopunzante, propinándole varias puñaladas con las que lesionó el cayado aórtico y la aurícula izquierda causándole la muerte por anemia aguda.

Cabe destacar que el hoy procesado había convivido por unos ocho meses con la occisa, y esa noche habían estado dialogando jocosamente desde eso de las 6:30 de la tarde, a compartiendo [sic] con ellos su progenitora Emperatriz Guzmán y otros miembros de dicha familia, y ya luego de que todos se fueron a dormir, esta pareja decide salir al frente de la casa, para luego de unos pocos minutos arremeter contra ésta2.

5. Respecto del proceso radicado N° 1128-2008-014, en el cual el Juzgado Primero Penal del Circuito Especializado de Ibagué (Tolima)

1 Decisión que quedó ejecutoriada el 6 de noviembre de 2003. Fl. 6.2 Expediente JEP N° 2019330160900003E. Fl. 30.

2

profirió sentencia condenatoria el 13 de abril de 20093 en contra del señor Willington Rodríguez León, por el delito de concierto para delinquir con fines de paramilitarismo, los hechos fueron descritos de la siguiente forma:

El 9 de mayo de 2006, miembros del Ejército Nacional Batallón de Infantería número 18, adelantaron la misión táctica número 75 Oro, al mando del señor Sargento Viceprimero MARTINEZ APRAEZ DIEGO, en el área general del Municipio de Cunday en la Vereda Dos Aguas, sitio conocido como finca San José, de propiedad del señor LUIS FELIPE DURAN, capturando a las 6:10 horas a los sujetos PARRA BEDOYA FERNANDO, JHON FERNANDO GARCIA, PARRA RADA CANDIDO Y OTALVARO GUARNIZO FREDY , a quienes se les halló en su poder armamento4.

6. Se estableció dentro del proceso que:

Dictamen número 1897 del 18 de mayo de 2006, por medio del cual se concluye que los lofogramas impresos tanto en las reseñas tomadas por personal del CTI Melgar y correspondientes al índice derecho como los plasmados en la tarjeta alfabética de preparación de la cedula número 1.110.470.474, expedida a nombre de JHON FERNANDO GARCIA, con la copia fotostática de la tarjeta alfabética de preparación de la cedula 14.253.862, a nombre de WILLINGTON RODRIGUEZ LEON, poseen semejanza, morfológica y topográfica, tienen doce puntos característicos improcedentes, por lo que se concluye que fueron impuestos por una misma persona, por lo que se deduce que tiene DOBLE CEDULACIÓN5.

7. Decisión que fue confirmada por la Sala de Decisión Penal del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Ibagué el 19 de mayo de 2011, en la cual se sostuvo lo siguiente:

Para iniciar, observa la Sala, que los reparos del recurrente carecen de fundamentos, pues cuanto advierte el Juez en el análisis probatorio, es que, efectivamente, se demostró que Jhon Fernando García hacia parte del grupo armado que en la región se dedicaba a actividades al margen de la ley, aduciendo hacer parte de las AUC6.

8. Y agregó:

3 Decisión que quedó ejecutoriada el 7 de julio de 2011. Fl. 6.4 Expediente JEP N° 2019330160900003E. Fls. 46 – 47.5 Ídem. Fl. 53.6 Ídem. Fl. 72.

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Se observa entonces, que si Jhon Fernando García era uno de los capturados a los que se refería el testigo, era parte del grupo de los cuatro sujetos que llegaron al predio del señor Durán Castro, armados y manifestando pertenecer a las AUC, hecho que coincide, que para esa épocas [sic] en predios vecinos al mismo, acudieron vario sujetos armados que “…decían que eran de las AUC y que iban a censar…”7

CONSIDERACIONES

I. Competencia.

9. Para decidir si es procedente aceptar el sometimiento presentado por el señor Willington Rodríguez León, corresponde a la magistrada sustanciadora establecer si los hechos que pone en conocimiento del sistema de justicia transicional son de competencia de la JEP, lo anterior conforme a lo previsto por los artículos 16 y 17 del Acto Legislativo 01 de 2017; 62, 63, 65 y 84 (literales f y h) de la Ley 1957 de 2019 y artículos 28 (numeral 8), 29, 30 y 44 de la Ley 1820 de 2016, así como en las sentencias de la Corte Constitucional C-674 de 2017, C-007 y C – 080 de 2018.

II. De la facultad de la magistrada sustanciadora para emitir decisión interlocutoria de rechazo.

10. En las reglas especiales de procedimiento expedidas para la Jurisdicción Especial para la Paz no fue regulada la competencia del magistrado sustanciador o ponente en las salas y secciones, como lo hacen los artículos 35 del Código General del Proceso (L. 1564 de 2012), 164 de la Ley 906 de 2004 y 172 de la Ley 600 de 2000 (Código de Procedimiento Penal), por lo cual debe ser aplicada la cláusula remisoria prevista en el artículo 72 de la Ley 1922 de 2018. De acuerdo con las citadas normas, la regla general es que el magistrado ponente o sustanciador es competente para emitir las decisiones de sustanciación, es decir, las que se limitan al impulso de una actuación; mientras que las decisiones interlocutorias y las sentencias deben adoptarse con la mayoría absoluta de votos de los integrantes de las salas o secciones8.

11. La Corte Suprema de Justicia en un proceso tramitado por la jurisdicción transicional de Justicia y Paz, sostuvo que las decisiones

7 Ídem. Fl. 75.8 Ley 600 de 2000 artículos 169 y 172;

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interlocutorias en los jueces colegiados se adoptan por mayoría, en los siguientes términos:

El artículo 164 del Código de Procedimiento Penal alude a las providencias de los jueces colegiados y si bien no hace referencia a que las interlocutorias y las sentencias deben adoptarse por mayoría de votos de sus integrantes, ello surge del simple sentido común, pero, además, de los artículos 178 y119 que, al reglar el trámite de los recursos de apelación determina que, presentado el proyecto por el magistrado ponente, la Sala dispone de un lapso para su estudio y decisión, lo cual comporta que cada integrante de la Sala puede optar por un modo de decisión diverso y que, consecuentemente, lo que decida la mayoría es lo que se adopta como determinación de ese juez plural.

El artículo 172 de la Ley 600 del 2000 reguló de manera expresa la materia, al establecer que las decisiones se adoptan por mayoría absoluta de votos y que el magistrado disidente tiene la obligación de salvar su voto. Ese estatuto se encuentra vigente y nada obsta para que sus lineamientos sean de recibo en trámites de la Ley 906 del 2004 y, por principio de integración, en aquellos de la denominada ley de justicia y paz.

El artículo 54 de la Ley Estatutaria de la Administración de Justicia (270 de 1996), que obliga a todos los funcionarios judiciales, dispone que todas las decisiones de las corporaciones judiciales requieren, para su deliberación y decisión del voto de la mayoría de los miembros de la corporación, sala o sección.

La existencia de ese mandato en la ley estatutaria de la administración de justicia, podría explicar el que la materia no se regulara de manera expresa en el Código de Procedimiento Penal, como que aquella es de obligatoria aplicación y, por ende, resultaba inoficioso reiterar la orden.

El artículo 56 de la ley 270 de 1996 faculta a quienes disientan de la decisión para que salven o aclaren su voto (el artículo 172 de la Ley 600 del 2000 solo regula el salvamento), entendiéndose por lo primero que se aparta, que rechaza lo resuelto, lo cual puede hacerse de manera parcial o total, en tanto que lo segundo (la aclaración) apunta a que se comparte lo decidido pero hay alejamiento sobre los fundamentos, sobre la motivación9.

9 Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación Penal. Auto del 9 de septiembre de 2015. Proceso N° 46502. Número de providencia AP-5161-2015.

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12. En sentencia de 23 de septiembre de 2009, radicado 29.571, la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia ya había dicho que:

(…) 1. De conformidad con el artículo 172 del Código de Procedimiento Penal, tratándose de providencias de fondo de jueces colegiados (Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia y Salas de Decisión Penal de los tribunales),

“los autos interlocutorios y las sentencias serán proferidas por mayoría absoluta de votos” (Resalta la Sala).

En el mismo contexto, el artículo 54 de la Ley Estatutaria de la Administración de Justicia (270 de 1996), bajo el título de “Quórum deliberatorio y decisorio”, dispone que

Todas las decisiones que las corporaciones judiciales en pleno o cualquiera de sus salas o secciones deban tomar, requerirán para su deliberación y decisión, de la asistencia y voto de la mayoría de los miembros de la corporación, sala o sección... (Lo resaltado es ajeno al texto).

13. De esta manera, el hecho que el legislador opte por dar jurisdicción y competencia a jueces plurales y no individuales implica también que las decisiones interlocutorias sean emitidas por mayoría. Si bien adoptarlas puede significar más tiempo de estudio y deliberación, dan garantía para quienes acceden a la administración de justicia de que hay acuerdo en su juez natural respecto de una determinada interpretación de las normas, de los hechos o de las pruebas, lo que ofrece seguridad jurídica. Tal efecto no se obtendrá si cada uno de los magistrados que integran una corporación adoptan decisiones interlocutorias de conformidad con su personal criterio.

14. Si bien uno de los principios del derecho procesal es la “instrumentalidad de las formas”10, de conformidad con el cual en la interpretación de las normas procesales debe tenerse en cuenta que el objeto de los procedimientos es la efectividad de la ley sustancial, no puede perderse de vista que tal normatividad es de orden público y de obligatorio cumplimiento, no puede ser derogada, modificada o sustituida por los funcionarios, salvo por expresa autorización de la ley11.

10 Código General del Proceso, artículo 11.11 Ídem. Artículo 13.

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15. Para lo que atañe al presente caso, aunque por su naturaleza la decisión de rechazar una solicitud de sometimiento en la JEP es interlocutoria, pues se niega la competencia de la Jurisdicción, lo cual de acuerdo con las normas generales del debido proceso es de competencia del juez colegiado, la Sección de Apelación del Tribunal de Paz ha advertido a las Salas de Amnistía e Indulto y de Definición de Situaciones Jurídicas, en reiterados pronunciamientos, que el magistrado sustanciador puede rechazar las solicitudes de sometimiento en las cuales sea evidente que por los ámbitos temporal, material y personal no son de competencia de esta Jurisdicción. Para tales efectos deberá proferir una decisión motivada (interlocutoria), respecto de la cual pueden ser interpuestos los recursos ordinarios.

16. En tal sentido se ha pronunciado en los autos TP-SA 073 de 13 de diciembre de 2018; TP-SA-099 de 9 de enero de 2019; TP-SA 140 de 10 de abril de 2019; TP-SA 171 de 8 de mayo de 2019, TP-SA 199 de 11 de junio de 2019 y TP-SA 204 de 19 de junio de 2019.

17. En el auto TP-SA 171 de 8 de mayo de 2019, sostuvo:

33. La jurisprudencia reseñada es plenamente aplicable a la SDSJ. Al igual que ocurre con la SAI, la SDSJ se enfrenta a peticiones que, palmariamente, desatienden los requisitos previstos en la Constitución y la ley. Como parte del componente judicial de transición, la SDSJ debe evacuar, con la máxima celeridad posible, los asuntos ordinarios que no guarden relación con el conflicto armado, puesto que estos podrían arrebatarle tiempo a una jurisdicción transitoria, y obstruir el logro del mandato supremo de la paz. De ahí que, cuando de la lectura atenta del material probatorio disponible al momento de recibir una solicitud o actuación, la Sala colija, en sana crítica, que el requerimiento es evidentemente ajeno a la JEP, el magistrado sustanciador podrá proceder a su rechazo mediante decisión de ponente, siempre y cuando ofrezca argumentos plausibles y convincentes dirigidos a mostrar que su determinación no es caprichosa ni arbitraria. Tratándose de una resolución que es notoriamente perjudicial a los intereses de la parte demandante, tal determinación será recurrible en los precisos términos previstos en la ley (subrayas fuera de texto).

18. Luego, en la parte resolutiva dispuso:

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Segundo.- EXHORTAR a la Sala de Definición de Situaciones Jurídicas a que, por decisión de ponente, rechace de plano las peticiones judiciales formuladas por los interesados en comparecer a la JEP cuando, de la lectura atenta del material probatorio disponible al momento de su recepción, las considere abiertamente infundadas y ostensiblemente por fuera de la órbita jurisdiccional del componente judicial del Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición.

19. En el auto TP-SA 199 de 11 de junio de 2019, la Sección de Apelación afirmó lo siguiente:

34. A la luz de casos anteriores -en su mayoría alusivos a delitos de violencia sexual y de género-, la Sección ha dispuesto que cuando las Salas de Justicia se vean enfrentadas a asuntos claramente ajenos a las atribuciones de la JEP, en los que se observen peticiones de comparecencia abiertamente infundadas y que se encuentren ostensiblemente por fuera de la órbita jurisdiccional de este organismo judicial, han de rechazar de plano tales requerimientos a través de decisión de ponente. Se trata de una facultad para descartar in limine los asuntos manifiestamente improcedentes, cuyo estudio detallado no solo resultaría innecesario, sino que correría el riesgo de generar una congestión judicial en las Salas, sumamente lesiva para los intereses de comparecientes e intervinientes ante la JEP. Este hecho, según la Sección, sería particularmente grave en razón del principio de estricta temporalidad, el cual gobierna a la Jurisdicción, y la consecuente necesidad de evitar dilaciones en la impartición de una justicia transicional y eminentemente transitoria. No obstante, teniendo en cuenta que en un rechazo de esta suerte podría generar consecuencias sustantivas negativas para las personas a quienes se les cierra la puerta para ingresar al componente judicial del SIVJRNR, la SA ha sido enfática en que la referida providencia debe ser excepcional, adecuadamente motivada y recurrible.

35. Es importante aclarar que las peticiones proclives a desatender los requisitos previstos en la Constitución y la ley no se limitan, necesariamente, a aquellas que, de forma palmaria, versan sobre asuntos por sí mismos ajenos a la competencia material de la JEP. Es posible, también, que se refieran a procesos penales adelantados contra sujetos que no están autorizados para presentarse en este escenario de justicia transicional. El rechazo de plano de este segundo orden de casos deviene aún más necesario luego de que se ha consolidado un precedente extenso y pacífico, que indica cuáles de sus peticiones deben resolverse desfavorablemente. Así pues, como parte de este componente judicial, las Salas

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deben evacuar, con la máxima celeridad posible, los asuntos ordinarios que, pese a guardar relación material con el CANI, involucren a individuos cuyo juez natural solo puede ser el ordinario penal. Actuar de otro modo, y continuar adentrándose en estudios de fondo para responder a estas solicitudes, aun cuando ya está claro que estas no tienen vocación de prosperar, podría arrebatarle tiempo a una jurisdicción transitoria, agravando la congestión que atraviesan algunas de sus dependencias, y obstruir el logro del mandato supremos de la paz. De ahí que, cuando de la lectura atenta del material disponible al momento de recibir una solicitud o actuación, y sin necesidad de requerir elementos de juicio adicionales a los allegados por el peticionario, las Salas colijan, en sana critica, que el requerimiento es evidentemente ajeno a la JEP por encontrarse fuera de su competencia material o personal, el magistrado sustanciador deberá proceder a su rechazo mediante decisión de ponente, siempre y cuando ofrezca argumentos plausibles y convincentes, dirigidos a mostrar que su determinación no es caprichosa ni arbitraria, y que su decisión se ajusta al precedente aplicable.

20. Y finalmente, en la parte resolutiva ordenó:

SEGUNDO: ADVERTIR a la Sala de Definición de Situaciones Jurídicas que, por decisión de ponente, debe rechazar de plano las peticiones judiciales formuladas por los integrantes de agrupaciones paramilitares interesados en comparecer a la JEP cuando, de la lectura atenta del material disponible al momento de su recepción, las considere abiertamente infundadas y ostensiblemente por fuera de la competencia personal de esta Jurisdicción Especial, según el precedente consolidado en este Auto.

21. Puesto que la Sección de Apelación del Tribunal para la Paz ha proferido más de tres decisiones uniformes respecto de la competencia del magistrado ponente en las Salas de Amnistía e Indulto y de Definición de Situaciones Jurídicas para rechazar las solicitudes de sometimiento por falta de competencia, lo que constituye doctrina probable al tenor del artículo 25 de la Ley 1957 de 2019, a pesar que esta magistrada considera que tales determinaciones no se ajustan a lo previsto en la ley procesal aplicable, procederá a emitir el presente pronunciamiento en acatamiento a lo dispuesto por el órgano de cierre de la JEP.

III. Problema jurídico y orden de análisis:

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22. Atendiendo a la solicitud que ha dado origen a la presente actuación, el problema jurídico que debe resolver la magistrada sustanciadora se puede sintetizar de la siguiente manera: ¿Se encuentran dentro de los ámbitos de competencia de la JEP los procesos por los cuales fue condenado el señor Willington Rodríguez León?

23. Para tales efectos será abordado el análisis a partir del marco normativo de la JEP relacionado con los ámbitos de competencia, el tratamiento para los exintegrantes de las AUC, para luego descender al caso concreto.

A. El componente de justicia establecido en el Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición (SIVJRNR) y el ámbito de competencia personal.

24. El Acto Legislativo 01 de 2017 creo el Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición -SIVJRNR- compuesto por: 1) la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición; 2) la Unidad para la Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas en el contexto y en razón del conflicto armado; 3) la Jurisdicción Especial para la Paz; y 4) las medidas de reparación integral para la construcción de paz y 5) garantías de no repetición.

25. La JEP es el componente de justicia del SIVJRNR y tiene por objetivos:

satisfacer el derecho de las víctimas a la justicia; ofrecer verdad a la sociedad colombiana; proteger los derechos de las víctimas; contribuir al logro de una paz estable y duradera; y adoptar decisiones que otorguen plena seguridad jurídica a quienes participaron de manera directa o indirecta en el conflicto armado interno mediante la comisión de las mencionadas conductas12.

26. De conformidad con los artículos transitorios 5, 16, 17 y 21 del artículo 1º del Acto Legislativo 01 de 2017; 63 de la Ley 1957 de 2019 y la Ley 1820 de 2016, además de la sentencia C-674 de 2017 de la Corte Constitucional, los destinatarios de la Jurisdicción Especial para la Paz son:

12 Acto Legislativo 01 de 2017 artículo 1º artículo transitorio 5º.

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a. Los combatientes de los grupos armados al margen de la ley, que hayan suscrito el Acuerdo de Paz con el Gobierno Nacional, es decir, que aplica solamente para exmiembros de las FARC.

b. Los terceros no combatientes, que voluntariamente decidan acogerse a la JEP y que, sin formar parte de una organización o grupo armado, hayan contribuido de manera directa o indirecta a la comisión de delitos relacionados con el conflicto armado, siempre que cumplan con el régimen e condicionalidad13.

c. Los Agentes Estatales No Integrantes de la Fuerza Pública (AENIFPU), son ellos los trabajadores o empleados del Estado en todos los niveles territoriales, que hayan participado en el diseño o ejecución de conductas delictivas, relacionadas directa o indirectamente con el conflicto armado, sin ánimo de enriquecimiento personal ilícito o cuando este no es el determinante de la conducta delictiva.

d. Los miembros de la fuerza pública, que hubieren realizado conductas punibles por causa, con ocasión o en relación directa o indirecta con el conflicto armado, siempre que se hayan cometido sin el ánimo de obtener enriquecimiento personal ilícito o cuando este no es el determinante de la conducta delictiva.

B. Del tratamiento de exmiembros de las Autodefensas Unidas de Colombia en el SIVJRNR.

27. En lo que atañe a la posibilidad de que ingresen a la JEP otros actores que participaron en el conflicto, en concreto los paramilitares, debe tenerse en cuenta que conforme a lo señalado en los apartados 3.4.4. y 5.1.2 punto 74 del Acuerdo, el artículo transitorio 2 del artículo 1º del Acto Legislativo 01 de 2017 y lo establecido en el Decreto 588 de 2017 surge que: (i) su tratamiento

13 Al respecto la Corte Constitucional mediante sentencia C-674 de 2017 declaró la inexequibles los incisos 2º y 3º del artículo transitorio 16 del artículo 1º del Acto Legislativo 01 de 2017, en los que se señalaba que el sometimiento voluntario de los terceros no combatientes era sin perjuicio de que la Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad y de la Sección de Revisión del Tribunal para la Paz, podía hacer comparecer a quienes hubieran tenido una participación activa o determinante en la comisión de los siguientes delitos: el genocidio, delitos de lesa humanidad, los graves crímenes de guerra –esto es, toda infracción del Derecho Internacional Humanitario cometida de forma sistemática–, la toma de rehenes u otra privación grave de la libertad, la tortura, las ejecuciones extrajudiciales, la desaparición forzada, el acceso carnal violento y otras formas de violencia sexual, la sustracción de menores, el desplazamiento forzado, además del reclutamiento de menores, todo ello conforme a lo establecido en el Estatuto de Roma.

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en el SIVJRNR está en la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición, donde serían promovidas medidas para garantizar la participación de exmiembros de grupos paramilitares, como una contribución al esclarecimiento del fenómeno del paramilitarismo, sin perjuicio de la aplicación de otros mecanismos de justicia transicional como lo señala el marco jurídico para la paz; (ii) que mediante Decreto 898 de 2017 y en virtud del Acuerdo Final fue creada por fuera de la Jurisdicción Especial para la Paz, en la Fiscalía General de la Nación, la Unidad Especial de investigación para el desmantelamiento de las organizaciones criminales, la cual a través del cumplimiento de sus funciones en la jurisdicción ordinaria, “contribuirá al cumplimiento de los objetivos de la Ley de Justicia y Paz y de la Jurisdicción Especial para la Paz”, y (iii) es un compromiso del Gobierno tomar medidas para fortalecer el esclarecimiento del paramilitarismo “en los procesos de Justicia y Paz y de la Ley 1424 de 2010”.

28. En este sentido, el Acto Legislativo 01 de 2017 estableció con claridad quiénes son los destinatarios de la JEP y dentro de ellos no fueron incluidos los miembros de grupos paramilitares, ni de otros grupos armados ilegales distintos a las FARC, o a quienes suscriban acuerdos de paz con el Gobierno en el futuro.

29. La Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia ha señalado lo siguiente14:

(…) No puede perderse de vista que la Ley 1820 de 2016 es producto del Acuerdo Final suscrito entre el Gobierno Nacional y las FARC-EP. Tanto así que fue elaborada conjuntamente por las partes y aprobada por el Congreso de la República con escasas modificaciones. Sus destinatarios, por tanto, son los desmovilizados de esa agrupación y no los de otras estructuras armadas organizadas al margen de la ley, pues si el propósito de la ley hubiese sido incluir a todos los actores del conflicto armado, así lo habría indicado sin preocuparse por enumerar, clasificar y distinguir a las personas que menciona en su articulado.

30. Y más adelante agregó:

(…) Primero, porque como se explicó con antelación, los desmovilizados de los grupos paramilitares no son destinatarios de los beneficios previstos en la nueva

14 Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación. Auto del 9 de agosto de 2017. Radicado AP5205-2017. M.P. Luís Antonio Hernández Barbosa.

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normatividad transicional, que no modifica o sustituye la Ley 975 de 2005 sino que establece una nueva jurisdicción con autoridades, institutos y beneficiarios diferentes.

31. Posteriormente, la misma Corporación ha reafirmado su posición frente a los exintegrantes de las autodefensas, en los siguientes términos:

2.8. (…) [l]as pautas de la jurisdicción especial de paz aplican tanto a agentes del Estado como a rebeldes que suscribieron un acuerdo de paz con el Gobierno Nacional, no para otra clase de subversivos.

2.9. Y en cuanto a los paramilitares, es cierto que las autodefensas firmaron un acuerdo de paz con el gobierno nacional, regido por la Ley 975 de 2005; pero la Ley 1820 de 2016, en el precepto 3º, cuando menciona el pacto, especifica «en los términos que en esta ley se indica». Entonces, no se refiere a todos los convenios de paz que haya entre el Estado y un grupo ilícito, sino al que este signó el 24 de noviembre de 2016, único que incorporó el estatuto aludido.

2.10. Conforme a lo anterior, los miembros o exmiembros de grupos armados al margen de la ley distintos a las FARC-EP, como son los combatientes de las extintas Autodefensas Unidas de Colombia, aun cuando se encuentren sometidos al proceso especial regulado por la Ley 975 de 2005, no son destinatarios de la jurisdicción especial de paz (sic.), ni mucho menos de los beneficios implementados por la Ley 1820 de 2016.

2.11. Ha recalcado la Sala que los exintegrantes de las autodefensas que se sometieron a la Ley 975 de 2005, tienen su propio régimen acorde con lo pactado entre sus cabecillas y el gobierno (sic) nacional. De suerte que deben cumplir con sus exigencias, sin que sea posible que abandonen justicia y paz para acogerse a las prerrogativas de la justicia especial para la paz (sic.)15.

32. Al respecto, la Sala de Definición de Situaciones Jurídicas en reiteradas decisiones16 ha sostenido que el tratamiento político criminal aplicable para los integrantes de las autodefensas es el sistema de justicia transicional denominado “Justicia y Paz” creado mediante la Ley 975 de 2005, el cual expresamente señala como beneficiarios de su tratamiento especial, entre otros, a integrantes

15 Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación Penal. Auto del 11 de julio de 2018. Radicado N° 52919. Magistrado Ponente Dr. Luís Antonio Hernández Barbosa.16 JEP. SDSJ. Resolución 000504 de 14 de junio de 2018 Radicado Orfeo 30-000005-2018. Resolución 000546 de 20 junio de 2018, Radicado JEP 2018120080101050E

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de dicho grupo17, el cual cuenta con características procesales distintas a las de la jurisdicción penal ordinaria, así como con sanciones propias, cuyos principios rectores son los derechos de las víctimas a la verdad, a la reparación y a la no repetición.

33. Por lo anterior, no es posible considerar que la JEP por haber sido creada con posterioridad, es una consecuencia o modificación del sistema de Justicia y Paz, por cuanto este último generó un escenario institucional propicio para que los desmovilizados de las autodefensas se reincorporaran a la vida civil, lo cual no forma parte del SIVJRNR pues frente al fenómeno del paramilitarismo son otros los objetivos.

C. Competencia material y temporal de la JEP

34. El artículo 5º transitorio del artículo 1º del Acto Legislativo 01 de 2017 define la competencia material de la JEP estableciendo que

[…] conocerá de manera preferente sobre todas las demás jurisdicciones y de forma exclusiva de las conductas cometidas con anterioridad al 1º de diciembre de 2016, por causa, con ocasión o en relación directa o indirecta con el conflicto armado, por quienes participaron en el mismo, en especial respecto a conductas consideradas graves infracciones al Derecho Internacional Humanitario o graves violaciones de los derechos humanos.

35. A partir de lo previsto en la citada norma, se define la competencia material y temporal, quedando por fuera todas las conductas que no guarden un nexo con el conflicto armado o que hayan ocurrido con posterioridad a la firma del Acuerdo Final, esto es 1º de diciembre de 2016.

36. En este sentido, el artículo 23 transitorio del artículo 1º del Acto Legislativo 01 de 2017, prevé que la JEP:

(…) tendrá competencia sobre los delitos cometidos por causa, con ocasión o en relación directa o indirecta con el conflicto armado y sin ánimo de obtener enriquecimiento personal ilícito, o en caso de que existiera, sin ser este la causa determinante de la conducta delictiva. Para el efecto se tendrán en cuenta los siguientes criterios.

17 Véase el contenido del artículo 1º de la Ley 975 de 2005

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a) Que el conflicto armado haya sido la causa directa o indirecta de la comisión de la conducta punible, o

b) Que la existencia del conflicto armado haya influido en el autor, partícipe o encubridor de la conducta punible cometida por causa, con ocasión o en relación directa o indirecta con el conflicto, en cuanto a:

- Su capacidad para cometerla, es decir, a que por razón del conflicto armado el perpetrador haya adquirido habilidades mayores que le sirvieron para ejecutar la conducta.

- Su decisión para cometerla, es decir, a la resolución o disposición del individuo para cometerla.

- La manera en que fue cometida, es decir, a que, producto del conflicto armado, el perpetrador de la conducta haya tenido la oportunidad de contar con medios que le sirvieron para consumarla.

- La selección del objetivo que se proponía alcanzar con la comisión del delito.

37. El superior funcional transicional18, sobre el particular, ha expresado que se trata entonces de “criterios que operan como elementos que orientan la función de apreciación de los hechos por parte de los órganos de la JEP”, a la hora de valorar los hechos en un caso concreto y determinar si una conducta en particular tuvo relación directa o indirecta con el conflicto armado. Eso significa que en cada caso han de ponderarse todas las circunstancias que rodearon el contexto de la conducta.

38. Así mismo, se hace oportuno resaltar que la Corte Constitucional ha desarrollado un concepto amplio de conflicto armado y con respecto a esa característica del fenómeno violento ha sostenido lo siguiente:

la noción de conflicto armado interno al que han hecho referencia tanto el Ejecutivo, como el Congreso y los jueces recoge un fenómeno complejo que no se agota en la ocurrencia confrontaciones armadas, en las acciones violentas de un determinado actor armado, en el uso de precisos medios de combate, o en la ocurrencia del hecho en un espacio geográfico específico, sino que recogen la complejidad de ese fenómeno, en sus distintas manifestaciones y aún frente a situaciones en donde las actuaciones de los actores armados se confunden con las de la delincuencia común o con situaciones

18 JEP. Tribunal para la Paz. Sección de Apelación. Auto TP-SA 125 de 2019. Párrafo 22.

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de violencia generalizada. También surge de lo anterior, que a pesar de los esfuerzos del legislador por fijar criterios objetivos para determinar cuándo se está ante un situación completamente ajena al conflicto armado interno, no siempre es posible hacer esa distinción en abstracto, sino que con frecuencia la complejidad del fenómeno exige que en cada caso concreto se evalúe el contexto en que se producen tales acciones y se valoren distintos elementos para determinar si existe una relación necesaria y razonable con el conflicto armado interno19.

39. En armonía con esa comprensión del conflicto, la Sección de Apelación del Tribunal para la Paz sostuvo que:

No cabe discusión alguna sobre la existencia de un conflicto armado no internacional en Colombia. Sin embargo, es menester resaltar que, de acuerdo con lo expuesto por la Corte Constitucional, el conflicto en el país debe analizarse como un fenómeno complejo multicausal que no se limita o enmarca únicamente en la mera confrontación militar o armada. Esto se traduce en una concepción amplia del mismo, que obliga a considerar su nexo con una conducta en particular más allá de la constatación de un crimen de guerra o una infracción al DIH. Por ello, es necesario precisar el contenido de las categorías descritas en el Acto Legislativo 01 de 2017, que permiten establecer si una conducta tiene un nexo con el conflicto armado no internacional y, por ende, si la JEP es competente para conocerla20.

40. En este orden de ideas, la Sección de Apelación del Tribunal para la Paz definió las categorías “con ocasión y causa del conflicto armado” a partir del desarrollo jurisprudencial que ha realizado la Corte Constitucional sobre la materia, definiendo la expresión “con ocasión” así:

Es por ello, que la Corte concluye que la expresión ‘con ocasión del conflicto armado’ no conlleva una lectura restrictiva del concepto ‘conflicto armado’ y por el contrario tiene un sentido amplio que no circunscribe el conflicto armado a situaciones de confrontación armada, o actividades de determinados actores armados o en ciertas zonas geográficas, y en esa medida resulta compatible con la protección constitucional de las víctimas21.

D. Análisis del caso y respuesta al problema jurídico:

19 Corte Constitucional. Sentencia C- 781 de 2012, párrafo 5.4.3.20 JEP. Tribunal para la Paz. Sección de Apelación. Auto TP-SA 19 de 2018. Consideración 11.9.21 Ídem. Párrafo 6.6.

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41. A partir de las consideraciones hechas en esta decisión la magistrada sustanciadora procederá a determinar si el señor Willington Rodríguez León cumple con los requisitos de competencia personal, temporal y material para acceder a la JEP.

42. Atendiendo al análisis antes efectuado, puede concluirse que en relación con las sentencias allegadas al presente asunto, que corresponden a los procesos con radicado N° 2002-0109 y 1128-2008-014, se cumple el ámbito de competencia temporal, toda vez que los hechos ocurrieron el 8 de noviembre de 2001 y el 9 de mayo de 2006, respectivamente, esto es, antes de la entrada en vigor del Acuerdo Final.

43. En cuanto al ámbito de competencia personal, se encuentra que de conformidad con la decisión judicial proferida dentro del radicado N° 2002-0109, para la fecha de los hechos, el señor Willington Rodríguez León era soldado del Ejército Nacional. Al respecto el Juez Penal del Circuito de Melgar (Tolima) sostuvo:

De las pruebas allegadas al plenario se puede establecer que el procesado se llama Willintong [sic] León [sic] Rodríguez, apodado como “El Alegre” identificado con cédula de ciudadanía 14.253.862 de Melgar – Tolima, nacido en el corregimiento de Tres Esquinas en Cunday – Tolima el 8 de agosto de 1981, de 20 años de edad para el momento de los acontecimientos, hijo de Luis Eduardo y Noralba, bachiller, de profesión y oficio para el momento de los acontecimientos Soldado [sic] orgánico del Batallón de Mantenimiento de Tolemaida22.

44. En conclusión, se cumpliría con el factor de competencia personal respecto del proceso N° 2002-0109.

45. En cuanto al proceso con radicado N° 1128-2008-014, el mismo señor Willington Rodríguez León en su solicitud manifestó que perteneció a las Autodefensas Unidas de Colombia, condición que fue acreditada con las piezas procesales allegadas, pues los delitos fueron cometidos durante su pertenencia a ese grupo armado ilegal.

46. Así, en decisión del 13 de abril de 2019 con la cual el Juzgado Primero Penal del Circuito Especializado de Ibagué (Tolima) lo condenó por el delito de concierto para delinquir con fines de paramilitarismo, se dijo lo siguiente:

22 Expediente JEP N° 2019330160900003E. Fl. 30.

17

(…) el Despacho [sic] infiere que no son necesarias otras consideraciones para establecer, con la certeza y convicción que exige la ley, que el acusado es responsable de la ejecución y comisión de la conducta punible de Concierto [sic] para delinquir, por el que se le formuló pliego de cargos, en la medida que respecto de estos hechos no existe mayor dificultad para atribuirle responsabilidad a JHON FERNANDO GARCIA o WILLINGTON RODRIGUEZ LEON, porque no puede desconocerse lo manifestado por el señor LUIS FELIPE DURAN CASTRO, residente en la Finca San José, quien de manera clara y espontanea manifestó que a dicho lugar llegaron cuatro individuos que dijeron pertenecer a las AUC, y precisamente conforme se estipula en el informe que dio inicio a las investigación fueron precisamente cuatro las personas capturadas por el Ejército Nacional, permaneciendo cinco días en esa finca, dejando sin ningún soporte lo argumentado por los aprehendidos, entre estos el señor JHON FERNANDO GARCIA o WILLINGTON RODRIGUEZ LEON, quien incluso acepta haber estado en el lugar y conocer al señor LUIS FELIPE23.

47. Y concluyó el juez en la sentencia:

Sin lugar a duda, las pruebas que reposan en el proceso, con propiedad ponen de presente que el señor JHON FERNANDO GARCIA o WILLINGTON RODRIGUEZ LEON, militaba en las filas de las AUTODEFENSAS grupo “Los Pijaos”, de las AUC, que opera en Cunday, Tres Esquinas, Valencia, Villa Esperanza, Agua sucia [sic] y Montoso 24 .

48. Aunque los miembros de los grupos paramilitares fueron actores del conflicto armado, no son destinatarios del componente de justicia del SVJRNR. A propósito, la Sección de Apelación del Tribunal para la Paz, en reiterados pronunciamientos ha sostenido que:

Esta Sección, en decisiones anteriores, se ha pronunciado sobre la falta de competencia de la JEP para conocer de las conductas cometidas en el marco del conflicto armado interno por integrantes de los grupos paramilitares. Al respecto precisó que el artículo transitorio 5 del Acto Legislativo 01 de 2017 limita la competencia de la JEP a los miembros de grupos armados organizados al margen de la ley, GAOML, a aquellos que suscriban un acuerdo final de paz con el Gobierno Nacional y que además sean grupos rebeldes (…)25.

23 Ídem. Fls. 55 – 56.24 Ídem. Fl. 55. 25 JEP. Tribunal para la Paz. Sección de Apelación. Auto TP-SA 101 de 2019.

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49. Y ha expresado:

(…) Sobre el punto se reitera que la competencia del componente judicial del SIVJRNR no es abstracta ni indefinida respecto de todos los actores o conductas punibles que pudieron acontecer durante el largo periodo de hostilidades, sino que se restringe a los individuos y acciones específicamente consideradas en la normatividad transicional instituida, entre las que no están aquellas cometidas por paramilitares ni por miembros de grupos delincuenciales. Asimismo, validar una consideración en ese sentido sería igual a aceptar – equivocadamente – que cualquier persona que haya quebrantado un bien jurídicamente tutelado por el Estado durante el periodo de las hostilidades – y que, por tanto, este último la ha perseguido penalmente o ‘combatido’, - sería un actor del conflicto armado interno que debe admitirse en la JEP26.

50. Postura que fue reiterada por la Sección de Apelación el 11 de junio de 2019 en auto TP-SA N° 199 de 2019 al sostener que:

15. Los paramilitares no son destinatarios de esta Jurisdicción Especial porque: 1. Fue la voluntad de las partes firmantes del AFP y del constituyente derivado excluirlos de la competencia personal de la JEP, a efectos de evitar el desconocimiento de los esfuerzos institucionales previos, enderezados a lograr su judicialización. 2. No existe norma expresa que faculte a la JEP para admitir la comparecencia de integrantes de organizaciones paramilitares, como sí la hay respecto de otros actores del conflicto (AL 1/17, arts. 5, 16, 17 y 21 trans.). 3. La competencia personal de la JEP sobre GAOs se agota en estructuras de naturaleza rebelde (AL 1/17, art. 5 trans., inc. 1°), y los paramilitares adolecen de esta calidad, pues no era su propósito derrocar el orden constitucional vigente. 4. La Jurisdicción se ocupa de quienes se presentan ante la justicia transicional luego de celebrar un acuerdo final de paz (AL 1/17, art. 5 trans.), en virtud del cual asumen compromisos concretos a favor de las víctimas y la sociedad, como contraprestación a un tratamiento penal diferenciado. El convenio que celebraron las AUC y el Gobierno Nacional -Acuerdo de Santafé de Ralito- se trató, tan solo, de un arreglo previo y parcial de desmovilización. 5. La JEP puede cobijar a GAOs distintos a las FARC-EP, solo si estos celebran un acuerdo final de paz de manera concomitante o posterior a aquel suscrito con la guerrilla el 24 de noviembre de 2016 (AL 1/17, art. 5 trans., inc. 1°). El Acuerdo de Santafé de Ralito, sin embargo, es un hecho del pasado, anterior a esa fecha. 6. Quienes integraron organizaciones paramilitares no pueden presentarse ante la JEP como terceros civiles, comoquiera que los dos roles son excluyentes y operan de manera objetiva, por

26 JEP. Tribunal para la Paz. Sección de Apelación. Auto TP-SA 144 de 10 de abril de 2019.

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lo que los interesados en comparecer solo pueden detentar una de esas calidades en relación con una misma conducta, y no les es factible escoger la que más les favorezca. 7. La JEP no puede aplicarse a los integrantes de grupos paramilitares por virtud del principio de favorabilidad, previsto en el artículo 29 de la Constitución, porque las Leyes 1820 de 2016 y 975 de 2005 no hacen parte de un mismo cuerpo normativo, ni los supuestos de hecho que regulan son equivalente y, ante circunstancias fácticas disímiles que reciben tratamiento jurídico diverso, no procede la aplicación del mentado principio. 8. La Ley 975 de 2005 tiene por objeto, principalmente, resolver la situación jurídica de los integrantes de grupos paramilitares y, por tanto, resulta ser la legislación especial para efectos de su juzgamiento27.

51. Aunado a lo anterior la Sección de Apelación del Tribunal para la Paz ha sido enfática en establecer que los grupos paramilitares no son considerados como grupos rebeldes:

Sobre el particular se ha indicado que la expresión suscribir fue escrita en tiempo presente, por lo que no se refiere a acuerdos celebrados en el pasado. Esa omisión se justifica en tanto que, para la dejación de armas y la reintegración a la sociedad de los miembros de los grupos paramilitares, fueron expedidas normas específicas, hoy plenamente vigentes. En cuanto a la calidad de rebelde que debe predicarse de los grupos armados que se sometan a la JEP, si bien las organizaciones ilegales de naturaleza paramilitar empuñaron las armas, su objetivo no era el suprimir o modificar el régimen constitucional vigente. Como lo ha sostenido la Sección, el interés de esos colectivos ‘[…] por el contrario, era el de, entre otros, combatir a los grupos insurgentes, de forma ilegal, mediante el uso de la fuerza, ante la alegada inacción del Estado -e incluso, en algunos eventos, con su complicidad. Por tanto, no son rebeldes. Ni siquiera pueden ser considerados delincuentes políticos’. Así, sin el cumplimiento de estas condiciones, no puede entenderse satisfecho el factor personal y, en consecuencia, predicarse la competencia de la Jurisdicción28.

52. En síntesis, la Sección de Apelación de la Jurisdicción Especial para la Paz en el auto TP-SA N° 207 de 19 de junio de 2019, reiteró:

12. Los miembros de los grupos paramilitares no han suscrito un acuerdo final de paz con el gobierno nacional. Tampoco tienen carácter rebelde porque su fin nunca fue subvertir el orden constitucional ni legal vigente. Por ello, no están incluidos dentro del ámbito de competencia personal de la JEP,

27 JEP. Tribunal para la Paz. Sección de Apelación. Auto TP-SA 199 de 11 de junio de 2019.28 JEP. Tribunal para la Paz. Sección de Apelación. Auto TP-SA 155 de 3 de mayo de 2019.

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al margen de que las conductas que motivaron su investigación o juzgamiento penal hayan sido cometidas con ocasión, por causa o en relación directa o indirecta con el conflicto armado no internacional.

53. Por tanto, podrán acudir a la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición, para que contribuyan a develar lo sucedido con el fenómeno del paramilitarismo; cuentan con la posibilidad de comparecer ante la Unidad Especial de investigación para el desmantelamiento de las organizaciones criminales de la Fiscalía General de la Nación, en donde podrán hacer entrega de los datos de otros responsables que no han sido judicializados o que no han sido condenados y podrán asistir a la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por desaparecidas en el contexto y en razón del conflicto armado, para que contribuyan con el esclarecimiento de los casos de desapariciones forzadas y la ubicación de los restos, cuando ello sea posible.

54. La magistrada sustanciadora encuentra que el señor Willington Rodríguez León tampoco cumple con la condición de tercero para ser admitido en esta Jurisdicción, lo anterior teniendo en cuenta lo dispuesto en el artículo transitorio 16 artículo 1° del Acto Legislativo 01 de 2017 y lo expresado por la Corte Constitucional al declarar la exequibilidad parcial de esta norma29, así como el parágrafo 4 artículo 63 de la Ley 1957 de 2019. La Corte Constitucional, en sentencia C-007 de 2018, lo sostuvo en los siguientes términos:

Los terceros que colaboraron, apoyaron o financiaron a los participantes de las hostilidades sólo acudirán a la Jurisdicción Especial para la Paz voluntariamente, una vez más, por conductas ocurridas con ocasión, por causa, o en relación directa o indirecta con el conflicto armado interno; y siempre que los hechos hayan ocurrido antes de la entrada en vigor del Acuerdo Final30.

55. Adicionalmente, como lo ha sostenido la Sala31, uno de los requisitos para ser admitido como tercero es que no haya formado parte de las organizaciones o grupos armados, condición que no cumple el solicitante pues su participación fue directa y orgánica como combatiente de las AUC y no acreditó que tuviera la calidad de

29 Corte Constitucional. Sentencia C- 674 de 17. 30 Corte Constitucional. Sentencia C-007 de 2018, considerando 549.31 JEP. SDSJ. Resolución 000506 del 14 de junio de 2018.

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colaborador o financiador de tal grupo antes o después de que lo integrara32.

56. Por lo expuesto, será rechazada la solicitud de sometimiento a la JEP por falta de competencia personal respecto del radicado N° 1128-2008-014, lo que es presupuesto para la concesión de los beneficios derivados del Acuerdo de Paz previstos en la Ley 1820 de 2016, el Decreto Ley 706 de 2017 y la Ley 1957 de 2019, por lo que también serán negados. 57. En lo que atañe al ámbito material de competencia, se realizará el análisis teniendo en cuenta la etapa procesal en la que se encuentran las diligencias, quiere decir ello, que la exigencia probatoria del nexo causal de la conducta con el conflicto armado no internacional se llevará a cabo en un nivel de intensidad baja33, recordando en todo caso que el vínculo entre el hecho objeto de reproche penal y el marco fáctico que supone el conflicto, merece una valoración caso a caso, en la que demuestre que tal relación existió más allá de una duda razonable. A propósito, el TPIR señaló que:

188. Por lo tanto, el término "nexo" no debe entenderse como algo vago e indefinido. Una conexión directa entre los presuntos delitos a los que se hace referencia en la acusación y el conflicto armado debe establecerse de hecho. Ninguna prueba, por lo tanto, se puede definir en abstracto. Corresponde a la Sala de Primera Instancia decidir, caso por caso, sobre los hechos presentados sobre la existencia de un nexo. Corresponde a la Fiscalía presentar esos hechos y

32 JEP. Tribunal para la Paz. Sección de Apelación. Auto 199 de 2019. Párrafo 18: “los antiguos paramilitares pueden comparecer ante la JEP solo en calidad de terceros financiadores o colaboradores, en los estrictos términos del artículo 29 de la Ley 1820 de 2016 (num. 3). Amparada en el Acto Legislativo 1 de 2017 y en la Ley 1922 de 2018, en consonancia con el AFP, la Sección determinó que dentro de los propósitos de esta Jurisdicción se encuentra judicializar a aquellos terceros que participaron directamente en las hostilidades, pero también a quienes, sin detentar las armas, desempeñaron un rol indirecto, consistente en apoyar el esfuerzo general de guerra a favor de cualquiera de las organizaciones bélicas, incluyendo de forma explícita a agrupaciones paramilitares –participación indirecta. La especificación hermenéutica consistió, por tanto, en señalar que los miembros de las “autodefensas” –incluso si llegaron a estar revestidos del estatus de combatiente– pueden comparecer si y solo si, antes o después de portar armas, actuaron como terceros financiadores o colaboradores. Acogiendo la interpretación de la Corte Constitucional sobre el conflicto, según la cual éste es un fenómeno social complejo y multicausal, la SA juzgó que quienes hicieron parte de la estructura paramilitar no necesariamente desempeñaron un único papel. Por el contrario, algunos de ellos transitaron o circularon alrededor de funciones distintas” (subrayas fuera de texto).

33 JEP. Tribunal para la Paz. Sección de Apelación. Auto TP – SA – 20 de 2018. “[t]al análisis debe hacerse con una intensidad baja, media o alta, según el caso se encuentre en la etapa inicial –como cuando se define la competencia de la JEP–, intermedia –como cuando se estudia la concesión de beneficios de menor entidad del sistema– o final –como cuando se falla de fondo en relación con el otorgamiento de los beneficios de mayor entidad–”.

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demostrar, más allá de toda duda razonable, que existe tal nexo34.

58. En relación con el radicado N° 2002-0109 por el delito de homicidio agravado del cual fue víctima la señora Angela María Bernal Guzmán, el Juzgado Penal del Circuito de Melgar (Tolima) al condenar al señor Willington Rodríguez León refirió que:

Así también de la prueba recaudada durante la presente actuación, se tiene también la plena certeza de la responsabilidad de Rodríguez León, la que se logra colegir de la declaración de la señora Emperatriz Guzmán Sánchez, donde de manera clara y directa lo señala como el autor material del comportamiento generador de la muerte investigada, al indicar que fue aquel quien la noche aludida, luego de haber llegado junto con su hija a eso de las 6:30 de la tarde y estar con ellas charlando, contando cuentos y chistes, así como ayudándolos a sacar una [sic] mesas que iban a prestar, donde logró escuchar ella que su hija algo le dijo y éste le contestó que estaba buscando era que le volteara el mascadero, pero que pese a ello luego ellos siguieron conversando sin observar nada anormal, pues como desconfiaba de él, por los malos tratos que le había dado cuando convivían juntos, los siguió acompañando hasta las 10:00 de la noche, cuando le dijo a su hija que se fueran a dormir porque al otro día tenían que madrugar a trabajar, pero su hija estaba muy confiada de él pues le había dicho cosas muy bonitas, contaba además cuentos que las hacían reír, pero lo que estaba haciendo era engañarlas porque el sabia que ella estaba cuidando a su hija, y cuando luego de irse ella a descansar y tan solo unos minutos después, pues ni siquiera se había quitado la ropa, escuchó unos alaridos pidiendo auxilio y cuando salió a abrir la puerta pensando que se trataba de un vecino, lo que observó fue a su hija recostada en una caseta de Postobón [sic], que había enfrente de su casa y a Willinton [sic] Rodríguez León lanzándole puñadas con un cuchillo, quien al percibir que y al percibir [sic] que ya lo había descubierto huye de inmediato del lugar35.

59. Contrastado el marco fáctico con los criterios previstos en el artículo 23 del Acto Legislativo 01 de 2017, así como el desarrollo jurisprudencial antes señalado, no encuentra esta magistrada sustanciadora que los hechos por los cuales fue condenado el señor Willington Rodríguez León tengan relación alguna con el conflicto armado. Sino que se trata de un delito común, un feminicidio36. 34 ICTR Trial Chamber, Judgment, The Prosecutor v. Clément Kayishema and Obed Ruzindana, párrafo 188, traducción no oficial.35 Expediente JEP N° 2019330160900003E. Fl. 35.36 Importa advertir que si bien los hechos acaecieron en el año 2001 cuando tal conducta ilícita no estaba tipificada en el ordenamiento penal sustancial interno, posteriormente la

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Sobre el particular, el numeral 2 artículo 30 de la Ley 1820 de 2016 excluye de la competencia de la JEP y de las resoluciones que puede proferir la Sala de Definición de Situaciones Jurídicas “los delitos comunes que no hayan sido cometidos en el contexto y en relación con el conflicto armado o cuya motivación haya sido obtener beneficio personal propio o de un tercero”.

60. La mera vinculación a la fuerza pública del señor Willington Rodríguez León y la ocurrencia del hecho en el marco temporal previsto por el legislador para activar esta Jurisdicción son insuficientes para aceptar el sometimiento por tal conducta ilícita, dado que no concurre el factor de competencia material que exige establecer que las conductas por las cuales la persona fue procesada o condenada hayan ocurrido en relación o en el contexto del conflicto armado interno.

61. En razón de lo expuesto, será rechazado el sometimiento a la JEP solicitado por el señor Willington Rodríguez León respecto del radicado N° 2002-0109 por falta de competencia material, lo que es presupuesto para la concesión de los beneficios derivados del Acuerdo de Paz previstos en la Ley 1820 de 2016, el Decreto Ley 706 de 2017 y la Ley 1957 de 2019, por lo que también serán negados.

En mérito de lo expuesto, la MAGISTRADA SUSTANCIADORA DE LA SALA DE DEFINICIÓN DE SITUACIONES JURÍDICAS DE LA JURISDICCIÓN ESPECIAL PARA LA PAZ,

R E S U E L V E:

PRIMERO. RECHAZAR la solicitud de sometimiento a la Jurisdicción Especial para la Paz presentada por el señor Willington Rodríguez León, identificado con cédula de ciudadanía N° 14.253.862, en relación con los procesos con radicado N° 1128-2008-014 y 2002-0109, en los cuales fue condenado por los Juzgados legislación colombiana ha creado instrumentos orientados a proteger a la mujer de las agresiones y discriminaciones que históricamente ha padecido por su condición, lo que ha sido objeto de pronunciamiento por la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia. Así, la Ley 1761 de 2015 tipificó el feminicidio como un delito autónomo que sanciona con pena de prisión a “quien causare la muerte a una mujer, por su condición de ser mujer o por motivos de su identidad de género o en donde haya concurrido o antecedido cualquiera de las siguientes circunstancias”, (…) “a) Tener o haber tenido una relación familiar, íntima o, de convivencia con la víctima, de amistad, de compañerismo o de trabajo y ser perpetrador de un ciclo de violencia física, sexual, psicológica o patrimonial que antecedió el crimen contra ella”.

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Primero Penal del Circuito Especializado de Ibagué (Tolima) y Penal del Circuito de Melgar (Tolima), respectivamente por falta de competencia personal y material de la JEP, de acuerdo con las razones expuestas en esta resolución. En consecuencia, tampoco procede la concesión de los beneficios derivados del Acuerdo de Paz.

SEGUNDO: COMUNICAR la presente decisión a los Juzgados Primero y Quinto de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad de Ibagué (Tolima).

TERCERO: Contra esta decisión proceden los recursos de reposición y apelación, en los términos previstos en los artículos 144 de la Ley 1957 de 2019, así como 12 y 13 de la Ley 1922 de 2018.

Notifíquese y Cúmplase,

Sandra Jeannette Castro OspinaMagistrada

(ORIGINAL CON FIRMAS)

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