FACULTAD DE CIENCIAS DE LA CONDUCTA
AO 0 NO. 7 JUNIO - JULIO 2011
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA CONDUCTA
DIRECTORIO
M. en P.E.E.S. Javier Margarito Serrano Garca
Director
M. en C.S. Juan Carlos Fabela Arriaga
Subdirector Acadmico
L. en Psic. Mara Teresa Garca Rodea
Subdirectora Administrativa
Dra. Adelaida Rojas Garca
Coordinadora de la Unidad de
Planeacin y Evaluacin
Dra. Leonor Guadalupe Delgadillo Guzmn
Coordinadora de Investigacin
M. en E.S. Lauro S. Velzquez Ovando
Coordinador de Extensin y Vinculacin
L. en Psic. Alejandro Gutirrez Cedeo
Coordinador de la Licenciatura en
Psicologa
L. en G. Artemio Snchez Cabrera
Coordinador de la Licenciatura en
Educacin
L. en T.S. Norma Anglica Martnez Hernndez
Coordinadora de la Licenciatura en
Trabajo Social
Esp. en E.I.A. Patricia Alcntara Gmez
Coordinadora de Apoyo al Estudiante
M. en P.E.E.S. Alfredo Daz y Serna
Cronista
M. en D. Anglica Garca Marbella
Coordinadora de Difusin Cultural
Dra. Sonia Yolanda Rocha Reza
Coordinadora del Centro de
Estudios y Servicios Psicolgicos
Integrales
Dra. Mara del Carmen Farfn Garca
Coordinadora de Posgrado
Boletn Trabajo y Compromiso
Ao 0 No. 7
Junio - Julio de 2011
L. en L.L. Christian E. Hernndez Esquivel
Coordinador Editorial
Octavio Adolfo Cruz Gndara
Editor
Carlos Miguel Medina Rojas
Diseo
Las opiniones vertidas en este boletn son
responsabilidad de quien las emite y no
reflejan la posicin ni de las autoridades de
la Fa. Ci. Co. ni de los integrantes que
pertenecen al equipo editorial.
2
Este Boletn se publica en conformidad con los Artculos 55, 56, 57 y 58 del
Reglamento Editorial de la Universidad Autnoma del Estado de Mxico.
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EDITORIAL
Christian Emmanuel Hernndez Esquivel
La sociedad actual a los hombres nos convierte en adolescentes perpetuos,
el objetivo es que no hagamos ninguna revolucin. [Esta situacin se da por-
que] Hay una continua bsqueda del padre-madre. El ideal sera poder con-
vertirnos en hombres y dejar la adolescencia. Dejar de pedir y comenzar a
sembrar el hombre es un sembrador sagrado. Alejandro Jodorowsky.
La paternidad es un tema complicado de abordar, ya que, a veces, se vuelve doloroso. En la mayor parte de
nuestras familias, nuestros padres, a diferencia de nuestras madres, han estado, la mayor parte del tiempo,
ausentes, ya sea por el trabajo o por sus propios conflictos personales. Asumirlo, de manera pblica, es una
tarea catrtica: no buscamos el escarnio hacia nuestros padres, pero tampoco, la justificacin o la disculpa.
El hecho es que nuestros padres no estuvieron junto a nosotros cuando ms lo necesitamos, y ese hecho,
como tal, hay que asumirlo.
La paternidad, por supuesto, es una construccin social que se difumina mucho ms en ciertas culturas que
en otras. En el Mxico rural, por lo regular, el padre se encuentra presente, ocupado en labores pecuarias o agrcolas, pero an as, no se hace cargo de la crianza de sus hijos. En el Mxico urbano, por su parte, el
padre cumple con su rol de proveedor, y por ello, pasa la mayor parte del tiempo fuera de casa, alejado de su familia. En ambos casos, la madre es quien asume las tareas de crianza, y educa a los varones segn su
criterio, valores personales, visin del mundo y experiencias significativas.
Esta situacin acarrea, para los varones, mltiples conflictos de identidad masculina. Por un lado, los varones
que son criados por madres tradicionalistas corren el riesgo de caer en el machismo. A ellos, se les ensea a
mandar, a someter y a imponerse, incluso violentamente, a las mujeres. Este tipo de hombre niega a todas
las mujeres porque su imagen femenina ideal es la de su propia madre. Por otro lado, los varones que son
criados por madres dominantes corren el riesgo de terminar siendo educados como nias. A ellos, se les ensea, paradjicamente, a obedecer, a someterse y a conciliar a las mujeres. Este tipo de hombre queda
anclado en una etapa infantil, donde viva feliz complaciendo a su madre, y difcilmente, puede madurar hasta
convertirse en un adulto.
Sin embargo, tal como lo ha planteado la psicoanalista argentina Arminda Aberastury, para que una per-
sona deje de ser adolescente necesita resolver positivamente tres duelos fundamentales: 1) el duelo por el cuerpo infantil perdido, 2) el duelo por el rol y la identidad infantiles, y 3) el duelo por los padres idealizados
de la infancia.
En este sentido, madurar implica aceptar que nuestros padres no son dioses sino humanos: desde nuestra concepcin, fallaron, reproduciendo en nosotros sus peores miedos, frustraciones y prejuicios, delegando a
otras personas nuestra educacin, y exigindonos cosas que ellos mismos nunca habrn de cumplir. En otras
palabras, madurar es aceptar que nuestros padres nunca fueron perfectos, que han tenido demasiados errores y fallas, y que lo peor, nosotros estamos condenados a repetir sus pasos.
Es por ello que, en una Facultad en la que el desarrollo integral del ser humano (y no la conducta) debera ser el objeto de estudio en comn de las licenciaturas que se ofertan, as como de los diferentes programas
de Posgrado, debemos abrir el debate sobre las maternidades y las paternidades responsables entre
nuestros alumnos: para qu quiero tener un hijo o hija?, cul es la falta que quiero tratar de solventar al
reproducirme?, a qu exigencias sociales y/o familiares respondo al asumirme como padre o madre?, quin asumir las tareas de crianza de mis hijos?, cmo le har para ser un profesionista comprometido
socialmente, y al mismo tiempo, un padre o madre de familia responsable?
El debate est abierto. Queda en nosotros realizar un profundo ejercicio de reflexin.
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EL CLAN DE LA MUERTE: IDENTIDAD MASCULINA Y CONTROL SOCIAL
A lo largo del Seminario de Estudios de Gnero,
me di cuenta de que la definicin de lo que es una
mujer y un hombre conlleva procesos motivos as
como connotaciones polticas y de orden social.
Hasta nuestros das, las interacciones de este tipo
se han regido por normas establecidas a travs de consensos masculinos, diseadas para beneficio de
ciertas minoras, determinando patrones y actitudes
a seguir para el resto de las personas, en especial,
para las mujeres.
A ellas, a lo largo de la historia, se les ha mutilado y
devaluado, se les ha reducido a meros objetos de
placer, y se les han impuesto injusta y arbitraria-
mente roles funcionales dentro de las sociedades,
los cuales menoscaban sus capacidades humanas
para desarrollarse como personas, alegando que,
por el simple hecho de ser mujeres, son inferiores
por sus diferencias biolgico y fisiolgicas, y por lo
tanto, el sentido completo de su vida y de su alma
debe de ser como un mero alimento para la so-ciedad machista: un colectivo integrado y dominado
por hombres misginos.
Muchas son las estrategias empleadas por el sector
masculino para someter a la mujer, las cuales han
sido reforzadas por la sociedad machista, convir-
tindose en reglas sagradas que se aprenden y
Octavio Adolfo Cruz Gndara
transmiten por generaciones. Es, en la historia misma,
donde comienza esta suerte de persecucin y cosificacin: la identidad de la mujer se fue construyendo
en relacin a las necesidades sociales de los hombres.
Por un lado, hasta nuestros das, a las mujeres se les empela para satisfacer sexualmente al hombre, una rela-
cin que solo se mueve unidireccionalmente, adems, de emplerseles como objeto de prueba de la virilidad.
Cada accin relacionada con el sexo y la mujer fue justificndose histricamente en aras de la estructuracin
de la masculinidad, estableciendo rituales de iniciacin que le permitieran al varn legitimar su condicin de
ser hombre. De esta manera, el abuso del cuerpo de la mujer ha llevado a poseer, ejercer y demostrar quien manda en el mundo de los hombres: desde las actitudes de donjuanismo hasta los crmenes en contra de las mujeres de todo tipo. Queda claro que los hombres, los machos de nuestro pas, poseen un cdigo comunicativo que les permite relacionarse entre pares en funcin del ser hombre. Entre ellos, la hombra debe probarse y demostrase con pruebas materiales y tangibles, valindose de la mujer como recurso. En
este sentido, la violacin sexual es una de las herramientas que han sido legitimadas para controlar el cuerpo
y la voluntad de la mujer de forma total, adems de permitirles a los agresores ostentar un grado de poder y
status mayor dentro de las filas machistas.
El caso de Cuidad Jurez es el ms radical en este sentido: los hombres que estn involucrados en actos de
violacin sexual en contra de la mujer tambin cometen asesinatos en serie, los cuales forman parte del mis-
mo proceso de masculinizacin y ejercicio de poder, pero en un nivel ms complejo y siniestro. Ya no es la
mera satisfaccin sexual egosta y voraz la que mueve a estos hombres a menospreciar y utilizar a la mujer,
es la dominacin misma del territorio por un grupo selecto de individuos poderosos lo que impulsa la ola de
asesinatos. Obtener el poder por el poder mismo; el fin justifica los medios.
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Este aparato social exhorta a los varones a que participen en ceremonias rituales para demostrar su grado de masculinidad como una forma de influencia social sobre el resto de los habitantes que impacta,
en este caso, a las victimas, a sus familias y al Estado. Entre estos dos ltimos, se ha creado una atmsfera
de tensin creciente: las familias de las mujeres asesinadas claman justicia a las autoridades, topndose con
muros y barreras burocrticas que impiden la resolucin real y satisfactoria de los casos. Las autoridades,
por su parte, muestran una incompetencia, convenientemente disfrazada, para ocultar una verdad, una
realidad que muchos de nosotros ya percibimos. En este sentido, la sociedad civil y las autoridades han
entrando en conflicto, permitiendo que los actores misginos, que se ocultan en las sombras, sigan mani-
pulando a la sociedad a travs del terror y la extorsin.
En resumen, los asesinatos de mujeres en Ciudad Jurez obedecen a un aparato ideolgico
machista que siempre ha estado vigente, permaneciendo intacto e invicto, de una forma tan aterradora,
tan surrealista, que nos da dos opciones: pertenecer a una Hermandad del Ojo ciego, donde la maldad y el odio no existen, siendo nada ms que inventos de nuestro imaginario y cuentos para asustar a las masas
antes de irse a dormir, o aceptar el hecho de que nuestra sociedad, pas, estado y comunidad, estn atra-
pados en una red de poder que, tanto el crimen como el Estado mismo, han levantado para beneficio de
unos cuantos, dejando tras de s la decepcin y la muerte como deshecho de sus acciones.
La mujer sigue percibindose por muchos hombres como un mero tributo para afirmar su
identidad, su sentido de vida, su sentido de pertenencia a los grupos de pares, y su bsqueda
de dominacin y de poder, en un territorio devorado por la corrupcin y la ambicin econmica; lo que reduce el gnero femenino a un mero despojo, a un lastre. Incluso, despus de muertas, a estas muje-
res se les sigue devaluando: se usan calificativos despectivos como prostituta para justificar la atrocidad del asesinato, orientando a la sociedad en la direccin equivocada, mirando no a la mujer sino a su este-
reotipo sexual.
Los actos macabros a las que estn sujetas las mujeres en Mxico y la impunidad que reina en los organis-
mos jurdicos dejan ver la falsedad de las aseveraciones por parte de organismos civiles y gubernamentales
que claman una supuesta igualdad entre los gneros. Las mismas autoridades que nos representan son parte del engranaje que sustenta estas acciones discriminatorias, cobardes y crueles en contra de las mu-
jeres, porque as evitan que las cosas cambien, porque los cambios no son prioridad en los gobiernos sino
todo lo contrario.
La violacin, el asesinato, la tortura y la muerte
no son la finalidad en s mismos. Todos estos actos
forman parte de un elaborado sistema comunicativo: los
mensajes trasmiten la ley que rige el territorio, expre-
san pblicamente grados de violencia casi irreales en
contra de las mujeres que son expuestas como trofeos
de cacera. Estas mujeres son empeladas como parte de
la estructuracin y el reforzamiento continuo de organi-
zaciones misginas poderosas que existen dentro del
Estado. Ms que una organizacin criminal, la sociedad
machista es casi una secta ritualista que emplea a la mu-
jer como sacrificio para dar sentido e identidad. No
solamente estn definindose a s mismos a travs de
expresiones violentas y crmenes horrendos, tambin
estn expandiendo su red de poder por todo el Estado.
Este sistema involucra muchas otras estructuras sociales
que la simple organizacin delictiva, lo que posibilita que
la expansin deliberada tenga herramientas suficientes
para su conservacin y proteccin, como si se tratara ya
de un principado criminal o de una provincia con su
propio Estado, economa y estructura normativa simple
y efectiva: matar por poder, poder para matar, he
ah el significado, el sentido de la vida tanto de hombres
como de mujeres.
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FELIZ DA DE LA AUSENCIA
Miguel Escartn Reyes
Pocas personas pueden darse el lujo de tener a un padre a su lado que, de verdad, los acompae durante
todos sus pasos. Parece que otros, nos acostumbramos a tener un padre ausente, ya sea porque nunca lo
tuvimos o porque, a pesar de tenerlo, nuestra cultura le ense a ser seco, fro, ausente emocionalmente,
como piedra.
Hace algunos das, un padre de esos que s merecen celebracin pregunt por qu ellos no tienen un da es-
pecial, quizs como ese diez de mayo en el que el mundo se vuelve loco en los restaurantes, los cafs y las floreras. Y por qu celebramos a los padres cada tercer domingo de cada mes de julio. Quizs porque ese
da es el nico en que los padres ausentes pueden convivir con sus hijos. O, quizs, es el da en el que el ft-
bol hace que ese "buen padre" se refugie en la casa, tirado en un silln frente a un televisor, tomando y to-
mando una caguama.
"Feliz da de la ausencia" a los padres que s lo merecen. Feliz da del padre, por ser tan buenos guas, con-sejeros y amigos. Pero tambin, felicidades, a ellos, a los padres ausentes, por ser tan duros, secos y fros.
Tambin de eso se aprende. Feliz da de la ausencia y la presencia, porque mientras a nuestros padres les ensearon a ser fuertes, a ser autoritarios y a no mostrar caricias para con sus hijos, nuestras madres se
mostraron cariosas con nosotros, y hasta con otros pequeos que les inspiraban ternura.
Felicidades, en el Da del padre, no slo a las madres sino todas aquellas mujeres en general: hermanas, amigas, novias que, segn ellas, se llenan de ese instinto maternal aprendido, quizs, por la propia crianza.
Feliz da de la ausencia, porque desde el nacimiento no hay involucramiento del padre haca sus hijos, no al menos como el que tiene la madre, que sufre nueve meses al gestar una vida. En muchos de los casos, pocos
padres ven nacer a sus hijos dado que la sala de espera es para ellos. En muchos casos, para ellos tambin,
est el trabajo. O, en el peor de los casos, solo se encuentra la normalidad de la vida, dado que muchos de
ellos ni siquiera se enteran de la noticia.
Feliz da de la ausencia y de la poca expresividad de cario. Felicidades a los hijos varones que tuvieron un padre que se interesaba por ustedes. Al menos
cuando jugaban futbol, pero no as cuando caan y se
golpeaban, dado que los abrazos y las caricias de
consuelo slo estaban permitidas para la madre,
siempre presente. Feliz da de la ausencia, y gracias por esos regalos caros que tuvimos. Felicidades y gracias por esforzar-
se en el trabajo, por mantener un ingreso econmico
mayor, por quedarse a trabajar horas extra, que por
supuesto, eran mejor pagadas. Felicidades y gracias
por dar ese esfuerzo, o tambin, por el simple hecho
de no querer regresar a casa, dado que en el trabajo
se pueden olvidar los problemas familiares. Feliz da de la ausencia. Ahora, hoy me pregunto: si no estuviste, realmente por todo esto, crees que ha
valido la pena?
* Joaqun Salvador Lavado, ms conocido como Quino, es un pensador, humorista grfico y creador de historietas de nacionalidad argentina e hijo de inmigrantes espaoles. Su obra ms famosa es la tira cmica Mafalda, publicada
originalmente en Argentina, entre 1964 y 1973.
Quino*
CMO ESTN LAS COSAS EN EL MUNDO
8
Carlos Augusto Yerena Guerra
De qu manera se puede llegar a tener una muerte digna? Desde nosotros mismos, qu acciones pode-
mos realizar como individuos para hacer nuestra agona ms agradable? Ya que, como todo en esta vida,
hasta para morir se pueden tener precauciones.
Hay acciones que nos pueden ayudar desde la juventud, como pueden ser el hecho de tener amigos, ya que
quizs estos ltimos, si bien puede que mueran antes que nosotros o pasen la vejez a nuestro lado, siempre
sern un apoyo moral muy importante. Tambin, debemos mantener nuestras relaciones familiares estables.
En ocasiones, cuando llegamos a la vejez, favorecemos el hecho de convertirnos en una carga para la familia,
o simple y sencillamente, los miembros de nuestra familia nos ignoran porque cuando fuimos jvenes no
supimos establecer una buena relacin con ellos.
El ahorrar dinero para nuestra vejez es otro punto de vital importancia, no solo para dejar un patrimonio a
nuestra familia, sino para, tambin, podernos dar el lujo de una muerte digna. Con lo anterior, no solo hago
referencia a la idea de tener siempre nuestros cuidados mdicos, tambin lo digo en el sentido de poder
darnos el lujo de viajar si podemos y deseamos, o de comprarnos alguna cosa cara, solo por el hecho de
querer disfrutarla.
CMO LLEGAR A LA MUERTE DIGNA
Adems, nuestra alimentacin debe ser correcta para evitar
complicarnos ms nuestros momentos finales con enferme-
dades crnico-degenerativas. No podemos hacer a un lado
la idea de hacer ejercicio para poder llegar a ser ancianos
con la capacidad de ser autnomos, por la mayor cantidad
de tiempo posible, adems de saludables.
Evitar el estrs es otro factor. Si bien nuestras actividades
cotidianas y laborales son importantes, siempre debemos
tener algn momento para nosotros mismos: un instante
para disfrutar de nuestra existencia y relajarnos. Realizar
esta actividad nos puede ayudar a sobrellevar las cosas con
ms calma.
Por supuesto, debemos seguir nuestros tratamientos mdi-
cos, en caso de padecer una enfermedad. Mantener nuestra
mente activa puede prevenir trastornos como el Alzheimer.
No fumar ni beber alcohol en exceso son otros factores
determinantes para evitar sufrir enfermedades de hgado y
pulmn, principalmente.
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Durante nuestra vejez hay otras medidas para hacer nuestro proceso de muerte ms agradable: evitar
quedarnos solos. La soledad es uno de esos factores que pueden convertir la vejez en un de las peores
experiencias, en especial, cuando uno no es autnomo.
Debemos aprender a divertimos, podemos ir al cine, por ejemplo, y ver cualquier pelcula que est en
cartelera solo por que el cartel nos llama la atencin. Podemos dejar nuestros tratamientos mdicos por
un da, y comer lo que nos apetezca, como ya se haba mencionado antes, y se reitera la idea que de vez
en cuando, se pueden comprar algunas cosas que queramos. Planificar vacaciones tambin nos permitir
relajar nuestra mente y nuestro cuerpo.
Tener una mentalidad positiva, salir a tomar aire, ser amable con las personas, son algunas medidas que
nos permitirn ser felices an cuando la situacin no sea la ms optima. Si nuestros familiares y amigos
reciben un buen trato de nuestra parte, les resultar ms placentero estar a nuestro lado. Y, por ltimo,
no hay que olvidar visitar a nuestros amigos de vez en cuando.
Para mantener nuestra salud hay algunas actividades que, en la mayora de los casos, no son complicadas
de hacer: podemos realizar ejercicio para mantenernos activos, esto ltimo sin olvidar que un profesional
se debe encargar de nuestras rutinas; dejar de fumar y de beber alcohol puede ayudar a nuestro cuerpo
a purificarse un poco del dao que le hemos hecho durante toda nuestra vida si tuvimos estos hbitos;
podemos mantener nuestra mente activa con juegos de cartas o ajedrez que adems son una forma de
pasar un buen rato con los dems; beber ms agua nos ayudar a mantener nuestro cuerpo ms sano;
comer frutas y verduras es un buen hbito que se puede tener en esta edad para tener energa; hacer de
nuestro hogar un lugar seguro, como puede ser el simple hecho de sacudir y aspirar con frecuencia; y no
olvidar visitar a nuestro mdico regularmente para prevenir enfermedades o que se compliquen las que
ya padecemos.
Varn urgente hembra repentina
no pierdan tiempo
quiranse
dejen todo en el beso
palpen la carne nueva
gasten el coito nico
destryanse
sabiendo
que el tiempo pasar
que est pasando
que ya ha pasado para los dos
urgente viejo
anciana repentina.
Todo el instante Mario Benedetti (1920-2009).
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Laura Guadalupe Gonzlez Gonzlez, Cinthia Macedo Ruiz y Oscar Gonzlez Vargas
Sin duda alguna, el estudio del comportamiento humano es una parte fundamental dentro de la Ciencia, ya que
tiene implicaciones muy importantes en la vida cotidiana del hombre tanto en un plano cultural como social. As entonces, es necesario que se profundice y se conozca ms respecto al plano funcional y neuroanatmico
del cerebro, porque es a las bases orgnicas a donde se debe remontar todo aquel que pretenda tratar de
ofrecer respuestas a la conducta que desempea el ser humano en el siglo XXI. Es as como surge la Neuropsicologa, una rama de la Psicologa que busca acceder a la comprensin de las
conductas humanas y los procesos cognitivos que le implican, por medio del estudio, descripcin y explicacin
de la intrincada anatoma del Sistema Nervioso Central. Si bien es cierto que la Neuropsicologa no es un rea
nueva, dentro de la Facultad de Ciencias de la Conducta de la U.A.E.M. se necesita mayor apoyo y apertura al
rea; as como la disposicin de espacios que permitan trabajar y desarrollar proyectos dentro de ella. Afortunadamente, los favorables resultados que se obtuvieron en la realizacin del 1er Curso de Neurologa
en el mbito de las Ciencias de la Conducta, hacen pensar que se est por el camino correcto, que existe un
inters de parte de las nuevas generaciones de psiclogos en formacin, que existe una porcin de la pobla-
cin sedienta de nueva informacin y conocimiento respecto al desarrollo de la neurociencia, una generacin
ms tenaz que no se queda con lo que se dice dentro de las aulas, sino que va ms all, y eso, por supuesto,
incentiva el desarrollo de nuevos proyectos y de metas por cumplir. Profundizando en la importancia que el conocimiento de la neuroanatoma y los procesos biolgicos tienen
sobre la incidencia del comportamiento humano, en el 1er Curso de Neurologa se habl de temas como la
entrevista neuropsicolgica, las patologas asociadas a la sustancia blanca, los sndromes del lbulo frontal, el
coma y los estados alterados de la conciencia, entre otros. Se cont con la participacin de renombrados
neurlogos dentro de sus respectivas reas, pertenecientes a la Sociedad Mexiquense de Neurologa y algunos
adscritos al Instituto Nacional de Neurologa y Neurociruga.
Finalmente, tras la finalizacin del evento, se observ que las ganas y el entusiasmo por aprender se hallan
presentes en Fa.Ci.Co., pues se cont con la asistencia de egresados y de personas externas a la facultad. Esto
denota el inters por la potencializacin del rea y la necesidad de responder de un modo ms reflexivo y
efectivo en el compromiso que como universidad pblica se tiene.
LA NEUROLOGA EN LAS CIENCIAS DE LA CONDUCTA
11
Descrgala en: http://www.seduca2.uaemex.mx/download/revistapsicologia-no2-25feb2011b.pdf
Descrgala en: http://www.seduca2.uaemex.mx/download/revista%20psi-3-final25-feb-2011-b.pdf
Polticas educativas en el marco de sociedad de la infor-macin. Tania Morales Reynoso, Elizabeth Estrada Laredo y
David Aarn Miranda Garca. La problemtica social y ambiental del ro Lerma en el contexto de los corredores industriales del Valle de Tolu-
ca. Francisco Jos Argello Zepeda y Artemio Snchez Cabrera.
Homoparentalidad y psicoanlisis.
Francisco Salmern Snchez y Mara Isabel Yez Alcntara.
La postura reflexiva en el formador de docentes: factor que posibilita acceder a la profesionalidad.
Rufo Estrada Sols. El proceso de validacin de la escala multidimensional de evaluacin de los estilos generales de afrontamiento (cope)
y del test para la deteccin del consumo excesivo de al-
cohol. Eugenia Romero Romero y Alejandra Moysn Chimal.
La ruptura de la relacin de pareja en noviazgo. Jos Lus Valdez Medina, Norma Ivonne Gonzlez Arratia,
Lpez Fuentes y Sergio Gonzlez Escobar. Resea: Lectura para escolares y vagabundos Comentario
del libro: Cmo vivo la escuela. Daniel Alberto Fabila Reyes.
Produccin y preservacin de la tradicin artesanal de lana desde la perspectiva de los artesanos de la comunidad
de Gualupita, Estado de Mxico Sonia Yolanda Rocha Reza,
Adelaida Rojas Garca y Eugenia Romero Romero.
Debates y perspectivas sobre la autonoma universitaria.
Leonor Gonzlez Villanueva.
Masculinidades y paternidades: la presencia del varn en la crianza de los hijos. Erika Robles Estrada y Esmeralda
Rojas Flores.
Problemas en la enseanza de la psicologa. Claudia Snchez Caldern y Anglica Huerta Agustn.
Visin global de la cultura con respecto al trabajo en personas con discapacidad y adultos mayores. Claudia Gabriela y Gonzlez vila.
La apropiacin del cuerpo en la mujer, un criterio de
equidad. Leonor Gpe. Delgadillo Guzmn. Reseas: Aportaciones de la psicologa: La teora de la paz
o equilibrio de Valdez Medina. Francisco Jos y Argello Zepeda.
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1ER INFORME DE ACTIVIDADES 2010-2011 M. EN P.E.E.S. JAVIER M. SERRANO GARCA
El 22 de junio del ao en curso, en punto de las 11 de la maana, el M. en P.E.E.S. Javier M. Serrano Garca,
Director de la Facultad de Ciencias de la Conducta, acompaado por el Rector de nuestra mxima casa de
estudios, el Dr. en C. Eduardo Gasca Pliego, as como de otras autoridades tanto universitarias, estatales y
sindicales, present su Primer Informe de Actividades, en el auditorio de la Fa.Ci.Co.
Frente a profesores, alumnos y personal administrativo, el M. en P.E.E.S. Javier M. Serrano Garca expuso
de manera clara los principales indicadores que dan cuenta del trabajo realizado a lo largo del primer ao
de la administracin que encabeza. Este primer informe est conformado por nueve funciones acadmico-
administrativas:
Funcin I: Docencia de calidad y pertinencia social
Funcin II: Investigacin humanstica, cientfica y tecnolgica
Funcin III: Difusin de la cultura para una sociedad humanista
Funcin IV: Extensin y vinculacin para responder a la sociedad
Funcin V: Administracin gil y transparente
Funcin VI: Gobierno sensible, deporte y cultura fsica
Funcin VII: Modernizacin y observancia del marco jurdico universitario
Funcin VIII: Comunicacin con valores
Funcin IX: Contralora promotora de una mejor gestin
En su mensaje, el Director de nuestra facultad hizo hincapi que el trabajo en equipo es necesario para
poder superar los retos que se presentan da con da. Por su parte, el Rector de nuestra universidad, reco-
noci el trabajo, los avances y los xitos logrados, y llam a redoblar esfuerzos.
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Algunos de los avances y de los logros significativos
alcanzados por la administracin que encabeza el M. en
P.E.E.S. Javier M. Serrano Garca, que se registraron en
el periodo 2010-2011, son enlistados a continuacin.
La informacin que aqu se presenta ha sido respaldada
por la Comisin de Glosa de nuestra facultad, la cual
fue conformada por consejeros alumnos, consejeros
maestros y representantes sindicales, quienes revisaron
y corroboraron la informacin vertida en el Primer
Informe de Actividades.
Funcin I: Se reestructur el Comit curricular in-terno de la facultad, con miras en la re-acreditacin de
los tres programas educativos profesionales que se im-
parten: la Licenciatura en Psicologa, la Licenciatura en
Educacin y la Licenciatura en Trabajo Social. Tambin,
se logr obtener un 100% en el ndice de graduacin
de los tres programas de posgrado: Maestra en Psico-
loga, Maestra en Practica Docente y Maestra en Edu-
cacin.
Funcin II: Se conformaron dos nuevos Cuerpos Aca-
dmicos: Psicologa y Educacin, y Comportamiento
Social, Tiempo y Espacio, los cuales cuentan con regis-
tro interno frente a la Secretara de Investigacin y Es-
tudios Avanzados de la UAEM. Tambin, se conforma-
ron la Red de Estudios de Gnero, y la Red de Demo-
cracia y Poder en Amrica Latina.
Funcin III: Se ofertaron 64 talleres artsticos, entre ellos, en su primera promocin, el Taller de cultura e idioma japons.
Funcin IV: Se otorgaron 1,655 becas institucionales y externas, beneficiando a 1,216 alumnos, lo que
representa un 80.1% de la matricula.
Funcin V: Se realiz mantenimiento general (impermeabilizacin y pintura) a las instalaciones de la facul-tad. Tambin, se remodelaron y equiparon, con recursos PIFI, dos Aulas Digitales, dando un total de tres.
Funcin VI: Se renovaron los comits de Edificios Libres de Humo, y el Interno de Proteccin Civil. Por otra parte, se realizaron 10 torneos internos deportivos en los que participaron 809 alumnos.
Funcin VII: Se actualizaron diferentes reglamentos: el reglamento interno del rea de Autoacceso, el reglamento de Tutora, el reglamento interno de alumnos en el CESPI, los procedimientos de prstamo de
instalacin y equipo electrnico, y los lineamientos para el uso y el cuidado de mobiliario.
Funcin VIII: Se consolid la pgina web de la facultad: www.facico-uaemex.mx
Funcin IX: Se realizaron dos auditoras internas: una al CESPI y otra al rea de Autoacceso. Tambin, se realiz una auditoria externa al CESPI, en relacin al proceso de atencin a usuarios. Todas ellas fueron
satisfactorias.
Accede al informe de actividades completo, en formato PDF, en la siguiente direccin electrnica:
http://www.facico-uaemex.mx/descargas/informe.pdf
Trabajo y Compromiso con la Comunidad
Utiliza tu cuenta de correo institucional y visita los sitios web
que la universidad y nuestra facultad tienen para ti:
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as como tus colaboraciones, a la siguiente direccin: