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Page 1: I m p re d e c i b l e aÙn, el choque de objetos cercanos ... · El 15 de febrero de 2013, uno de ellos generÒ una onda de choque que dejÒ mucho miedo y vi - drios rotos en CheliÀbinsk,

Viernes 11 de mayo de 2018 EL UNIVERSALE12 CU LT U R A

PROYECTO UNAM Texto: Fernando Guzmán Aguilaralazul0210 @hotmail.com

La música como signo de una épocaEl Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM invita, dentro delciclo de conferencias “Los sesentas, más que una década. En memoria del2 de octubre de 1968”, a la mesa titulada “La música como signo de unaép o ca”, que dictará Julia Palacios Franco el miércoles 16 de mayo, de 12:00a 14:00 horas, en el Salón de Actos del citado instituto, en Ciudad Uni-versitaria. Se transmitirá por w e bs c a t.

E S P E

C I A L Dos estudiantes,

elegidos “L í d e resdel Mañana”El Comité Internacional de Estu-diantes de la Universidad de St.Gallen, Suiza, eligió a Nancy Ba-rrueta Flores y Yair Piña López, es-tudiantes de las facultades de Quí-mica y Ciencias de la UNAM, res-pectivamente, como “Líderes delM añana”. Del 2 al 4 de mayo pró-ximos, ambos participarán en el48 Simposio de St. Gallen. Con eltema “Más allá del fin del trabajo”,los universitarios estarán en me-sas de debate sobre automatiza-ción, inteligencia artificial y tec-nología, junto a otros jóvenes,también líderes del mañana, quepueden transformar al mundo.

México, entre lospaíses con mayorestrés laboralDe acuerdo con Erika Villavicen-cio y Gladys Martínez, académi-cas de las facultades de Psicologíay Medicina de la UNAM, respec-tivamente, México se encuentra, anivel mundial, entre los primeroslugares con el mayor número depersonas con estrés laboral. Seconsidera que 85% de las organi-zaciones en el país son tóxicas, esdecir, no cuentan con las condi-ciones adecuadas para el desem-peño de sus trabajadores, no cui-dan a su talento humano y pro-mueven trastornos como el estrés,el síndrome de agotamiento, elacoso laboral y el “pre s entismo”.

E S P E

C I A L

I m p re d e c i b l eaún, el choquede objetoscercanos a la Tierra

Aún no se puede predecir cuándoy dónde alguno de los cientos demiles de objetos cercanos a la Tie-rra o NEOs (siglas en inglés de

Near Earth Objects) podría chocar con la Tierra,ya que tan sólo se conoce una minúscula frac-ción de estos bólidos que surcan nuestro siste-ma solar. Por lo que se refiere a los NEOs que noshan visitado, no se pudo predecir cuándo y dón-de impactarían porque su órbita no fue deter-minada con antelación o, bien, porque eranmuy pequeños para ser observados.

Se estima que en el sistema solar orbitan al-rededor de 500 mil NEOs con un diámetro deentre 30 y 100 metros, así como unos 40 mil conun diámetro de entre 100 y 300 metros. De losmayores a un kilómetro de diámetro se ha des-cubierto poco más de 90% (unos 900); de losmayores a 100 metros de diámetro; 10%; y de losmayores a 30 metros de diámetro, apenas 1%. ElNEO más pequeño conocido tiene un diámetropoco mayor a un metro.

“Como hay más de medio millón de pequeñosy grandes NEOs cuya órbita y cuya composiciónse desconocen, es difícil determinar la proba-bilidad y los efectos de la colisión de alguno conla Tierra”, comenta Mauricio Reyes Ruiz, inves-tigador del Instituto de Astronomía de la UNAMque, con colegas del Observatorio AstronómicoNacional de la Sierra de San Pedro Mártir (OANSPM-UNAM), ubicado en Baja California, Mé-xico, y de otros observatorios del mundo, trabajaen la caracterización inmediata de NEOs reciénde s cubier to s.

Efectos catastróficosEl impacto de un NEO grande puede tener efec-tos catastróficos a escala global, como la suspen-sión de polvo que oscurecería la atmósfera porvarios meses, causando pérdida de vida vegetal;y la caída de lluvia ácida en regiones muy ex-tendidas. Un impacto en el mar podría desatargrandes tsunamis que afectarían zonas costeraslejanas.

Hay casos de extrema devastación por el im-pacto de uno. Hace 66 millones de años, un NEOde 10 kilómetros de diámetro chocó con la pe-nínsula de Yucatán, causando la extinción demás de 75% de las especies vegetales y animalesde la Tierra.

“Afortunadamente, ninguno de los NEOsgrandes conocidos a la fecha tiene una proba-bilidad significativa de impactar en el planeta encientos de años”, dice el astrónomo.

Aunque no representan una amenaza global,el impacto de un NEO de 100 metros de diá-metro puede causar daños considerables, sobretodo por la propagación de la onda explosiva. En1908, un NEO de unos 60 metros de diámetroderribó buena parte del bosque de la región de

Tunguska, Rusia, es decir, todos los árboles quehabía en un radio de 50 kilómetros.

“Un impacto así, en una zona densamente po-blada, sería devastador”, afirma Reyes Ruiz.

En cambio, el efecto de la colisión de NEOscon una veintena de metros de diámetro o me-nos es atenuado o absorbido por la atmósfera.El 15 de febrero de 2013, uno de ellos generó unaonda de choque que dejó mucho miedo y vi-drios rotos en Cheliábinsk, Rusia.

P roye ctoEn 2016, bajo la coordinación de Reyes Ruiz, seechó a andar en el OAN SPM-UNAM el proyectocuyo objetivo es clasificar los NEOs recién des-cubiertos o determinar su composición.

Mediante fotometría multibanda en el ópticoy el infrarrojo cercano, se mide su brillo. Para esose utiliza la cámara RATIR, desarrollada por elInstituto de Astronomía de la UNAM, la NASAy las universidades Estatal de Arizona y de Ca-lifornia en Santa Cruz, Estados Unidos. Está ins-talada permanentemente en el telescopio Ha-rold Johnson, de 1.5 metros.

Antes de que los NEOs se alejen de la Tierray sean indetectables por la disminución de subrillo, éste se mide simultáneamente con cuatrofiltros (dos en infrarrojo) de la cámara RATIR.

Con el telescopio de 84 centímetros del OANSPM-UNAM, el doctor Sergio Silva (catedráticoCONACyT en el Instituto de Astronomía) se de-dica a determinar, a partir del análisis de la pe-riodicidad en las variaciones de su brillo, el es-tado de rotación y la forma de los NEOs reciénde s cubier to s.

Para determinar la forma, el eje y la tasa derotación (ésta puede ser tan corta como decenasde segundos o tan alta como decenas de horas)de un NEO, se requiere mucho tiempo de ob-servación en diferentes épocas a lo largo de suórbita.

Recientemente, el doctor Joel Castro, inves-tigador del Instituto de Astronomía, comenzó aaplicar una novedosa técnica para caracterizarNEOs. Con el instrumento POLIMA 2 estudia la

polarización de la luz solar que se refleja en susuperficie, ya que puede aportar información so-bre su rugosidad y el material que los cubre.

El grupo de Reyes Ruiz aplica también la téc-nica de ocultaciones estelares como comple-mento para determinar el tamaño y la forma deNEOs menores. Se trata de detectar variacionesasociadas al fenómeno óptico conocido comodifracción.

Cuando un NEO pasa frente a una estrella,disminuye su brillo, como ocurre en un eclipsesolar. El tiempo de ocultación y la cantidad debrillo que disminuye dan información de su ta-maño y forma.

El maestro Samuel Navarro (doctorante en elposgrado de Astrofísica de la UNAM) participacon la tesis “Caracterización fotométrica deNEOs recién descubiertos”. A partir del análisisde los resultados obtenidos en San Pedro Mártiry otros observatorios, como el de Mauna Kea, enHawái, compila una base de datos sobre la com-posición de estos objetos.

La meta es que México cuente con un grupode especialistas que pueda asesorar a las auto-ridades y alertar a la población ante eventualesimpactos de NEOs, cuya tasa de ocurrencia esde una cada varias decenas de años para los ob-jetos pequeños.

Entre cinco y seis nuevos cada nocheCada noche se descubren entre cinco y seis nue-vos NEOs. Para predecir su posición en el futurohay que calcular su órbita de manera precisa.

“Su caracterización consiste en determinarsu composición, forma y estado de rotaciónmediante observaciones detalladas como lasque se realizan en el OAN SPM-UNAM”, explicael astrónomo.

De más de 80% de los NEOs menores a unkilómetro de diámetro no se tiene ninguna in-formación adicional. Por eso, además de cono-cer sus propiedades estadísticas como pobla-ción, es necesario caracterizarlos, sobre todo aaquellos que por su órbita resulten potencial-mente peligrosos o con más probabilidad de co-lisionar con la Tierra.

Si se establece con suficiente antelación laprobabilidad de que un NEO choque con nues-tro planeta, es posible determinar el sitio espe-cífico de la colisión y la energía desatada por suimpacto. Entonces se podrían valorar los riesgosy tomar medidas de prevención o mitigación:desde evacuar la zona de impacto hasta hacerlo necesario para desviarlo o destruirlo.

“Los NEOs también despiertan un interés eco-nómico. Por la cercanía de algunos con la Tierra,y ya que contienen elementos raros como oro,platino e iridio, no pocos visionarios ya trabajanen la posibilidad de viajar a ellos para explotar susrecursos minerales”, apunta Reyes Ruiz. b

E S P E

C I A L

“Los NEOs también despiertan uninterés económico. Por la cercaníade algunos con la Tierra, y ya quecontienen elementos raros comooro, platino e iridio, no pocosvisionarios ya trabajan en laposibilidad de viajar a ellos paraexplotar sus recursos minerales”MAURICIO REYES RUIZInvestigador del Instituto de Astronomíade la UNAM

Virutas delsistema solarLos NEOs son virutas que quedarondespués de la formación de los pla-netas. Aunque se distribuyen a lo lar-go del sistema solar, hay tres grandesdepósitos de estos remanentes: unointerno, el Cinturón de Asteroides(ubicado entre las órbitas de Marte yJúpiter), de donde proviene la mayo-ría, que son rocosos; y dos externos:el Cinturón de Kuiper (ubicado másallá de la órbita de Neptuno) y la Nubede Oort (en la parte externa del sis-tema solar), los cuales están llenos deNEOs compuestos por hielo de agua,principalmente. De estos últimos dostambién proviene la mayoría de loscometas que observamos.

Los NEOs presentan una gran varie-dad de formas. Los más grandes sonesferoidales; los pequeños parecenmancuernas o papas con una superficieirregular. La mayoría (excepto los deorigen cometario) son un subconjuntode los asteroides. Se distinguen por susórbitas, que evolucionan: aumentan odisminuyen de tamaño, se hacen másexcéntricas o más o menos elonga-das.

Debido a las fuerzas gravitacionalespueden tener perturbaciones en sumovimiento que los lleven a chocar conlos planetas y el Sol, o acercarse muchoa Júpiter que, por su atracción gravi-tacional, generalmente los atrapa o ex-pulsa del sistema solar. Típicamenteduran alrededor de un millón de añosdando vueltas en órbitas complicadas.Entre ellos no chocan porque, al sermucho más pequeños que los planetas,tienen poca atracción gravitacional.

La gran mayoría de los cráteres quehay en los planetas y satélites comonuestra Luna no son volcánicos, sino re-sultado de impactos de NEOs ocurridoshace millones de años. Se ha postuladoque los NEOs de origen cometario quehan impactado en la Tierra depositaronen la atmósfera, y quizás en el suelo,una importante cantidad de agua, yaque éste es un proceso que se ha re-petido a lo largo de los 4 mil 500 mi-llones de años del sistema solar.

Los grandes NEOs conocidos,sin probabilidad significativade impactar en nuestroplaneta en cientos de años