Prevención de Recaída
Psicólogo Adán Domínguez
ABSTINENCIA: Se refiere exclusivamente a no realizar alguna
conducta que el sujeto desea realizar, por ejemplo no beber
alcohol o no fumar piedra.
SOBRIEDAD: implica no sólo dejar de beber, sino experimentar
gradualmente un profundo cambio en todos aquellos aspectos
negativos de la personalidad.
REINCIDENCIA: Es cuando una persona rompe su abstinencia,
vuelve a consumir porque la persona no ha logrado un verdadero
cambio en todos aquellos defectos de carácter y viejos moldes
que habían determinado una vida ingobernable.
RECAÍDA: Se da cuando una persona con problemas de adicción
ha tenido un progreso en su neurosis pero vuelve a consumir.
CONCEPTOS BÁSICOS
Craving e impulsos
A la hora de ayudar a los pacientes a tratar su problema
con las drogas, es crucial tener una comprensión completa
del fenómeno asociado con la utilización de la misma. El
craving por consumir se refiere al deseo irrefrenable o
ansiedad de la droga, mientras que el término impulso se
aplica a la presión interna o movilización para actuar por el
craving. En resumen el craving está asociado con el querer
y el impulso con el hacer. Ambos términos se suelen utilizar
de forma intercambiable, pero en la práctica es útil
separarlos.
EL FENÓMENO DE LA ADICCIÓN
CRAVING IMPULSO
OBSESIÓN Y
COMPULSION DESINTOXICACION
Tipos de craving 1. Respuesta a los síntomas de abstinencia. Las personas
con un consumo importante de droga como el alcohol, la
cocaína y la heroína suelen experimentar una
disminución en el grado de satisfacción que encuentran
en el uso de la droga (incremento de tolerancia), pero con
un incremento de la sensación de malestar interno cuando
dejan de tomar la droga. En dichos casos, el craving toma
la forma de una “necesidad de sentirse bien de nuevo”.
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TIEMPO TOLRANCIA
2. Respuesta a la falta de placer. Otro tipo de craving
implica los intentos de los pacientes por mejorar sus
estados de ánimo de la forma rápida y más intensa
posible. La más probable es que este fenómeno
ocurra cuando los pacientes están aburridos, no
tienen habilidades para encontrar formas prosociales
de divertirse y quieren “automedicarse” con la
finalidad de borrar de sus recuerdos los pensamientos
o sentimientos desagradables.
3. Respuesta a los deseos hedónicos. Los pacientes a
veces experimentan el inicio de los craving de droga
cuando desean aumentar una experiencia positiva.
Por ejemplo, algunos pacientes han desarrollado el
hábito de combinar sexo y drogas como forma de
magnificar la experiencia sexual.
4. Respuesta “condicionada” a las señales asociadas con droga. Este
tipo de craving no requiere por parte del paciente ningún estado de
ánimo disfórico en particular, o estresor o impulso hedónico. Los
pacientes que han abusado de las drogas han aprendido también a
asociar algunos estímulos que serían considerados neutros (una
esquina determinada de una calle, una persona en particular, un
número de teléfono, una determinada hora del día, un día
determinado de la semana, etc.) con la intensa recompensa obtenida
de la utilización de la droga. Por tanto, estos estímulos neutros llegan
a estar como “cargados” con significados y pueden inducir craving
automáticos, incluso en ausencia de estresares.
Las creencias adictivas deben ser consideradas como un conjunto de
ideas centradas alrededor de la búsqueda de placer, resolución de
problemas, alivio y escape. Los ítems específicos varían en función de la
sustancia preferida. Entre las ideas disfuncionales están:
LAS CREENCIAS ADICTIVAS
1. La creencia de que uno necesita la sustancia si tiene que
mantener el equilibrio psicológico y emocional;
2. La expectativa de que la sustancia mejorará el funcionamiento
social, intelectual y laboral;
3. La expectativa de que se encontrará placer y excitación
usándola;
4. La creencia de que la sustancia energetizará al individuo y le
dará más fuerza y poder;
5. La expectativa de que la droga calmará el dolor;
6. El supuesto de que la droga aliviará el aburrimiento, la
ansiedad, la tensión y la depresión; y
7. La convicción de que al menos de que a menos que se haga
algo para satisfacer el craving o para neutralizar la angustia,
ésta continuará indefinidamente y, con toda probabilidad,
empeorará.
Además de que estas expectativas o creencias,
los pacientes tienen una gran variedad de
creencias apropiadas para su justificación, el
riesgo y sus derechos. Estas actitudes se pueden
incluir en una categoría de “creencias que le
permiten al paciente tomar drogas”, tales como:
“Sí me siento mal, está bien que las use”, “He
tenido una mala época; por tanto, tengo
derecho a aliviarme”, “Si me drogo, no me
pasará nada”, “La satisfacción que experimento
es más valiosa que el riesgo de recaer”, o “Si
cedo esta vez, sere capaz de resistir la tentación
la próxima vez”.
CREENCIAS PERMISIVAS
En general, los adictos pasan por cinco estadios en la
búsqueda de ayuda. En el estado precontemplativo, ni siquiera
se dan cuenta de que tienen un problema (o bien consideran
que la utilización de la droga es más importante que los
problemas que causan). En el estadio completativo, les gustaría
considerar sus problemas, pero todavía es poco probable que lo
dejen por si mismos. Los individuos que están en el estadio de
preparación intentan medidas para dejar la droga o la bebida,
pero no están seguros de ser capaces de seguir así. En el
estadio de acción, los pacientes demuestran conductualmente
una disminución en sus conductas de utilización de drogas y
una modificación terapéutica en sus creencias acerca de tomar
drogas. Aquellos que son capaces de llegar con éxito a al
estadio de mantenimiento, ya han hecho grandes progresos
para poder estar libres de la droga y del alcohol, y están
trabajando activamente, para mantener la consistencia en este
esfuerzo durante un periodo de meses y años.
¿Por qué los pacientes recaen?
Precontemplativo
Contemplativo
Preparación
Acción
Mantenimiento
Muchos individuos son capaces de manejar los síntomas de abstinencia,
si se presentan, y están durante periodos de tiempo importante sin
consumir. Pero a veces, recaen, sin que exista ninguna razón aparente.
Pero puede deberse a varios factores:
¿Por qué los pacientes recaen?
1. El paciente no está convencido de que realmente tiene un
problema, es decir, niega que sea alcohólico y/o drogadicto y en
su lugar expresa una serie de creencias distorsionadas que
“justifican” su negación, por ejemplo: “Yo no soy alcohólico, soy
bebedor fuerte”, “Soy muy joven para ser adicto, todavía puedo
aventarme unos años de fiesta”.
2. El paciente sí admite ser alcohólico y/o drogadicto pero no le
conviene aceptarlo ante los demás por que el hacer implica que la
persona se haga responsable de todos sus actos y por lo tanto sede
el “derecho” a todos los beneficios que le da el ser un “enfermo”,
como por ejemplo: no trabajar, estudiar, hacerse cargo de su
propia persona, asumir la responsabilidad que implica ser una
persona adulta. Puede expresarlo con ideas como: “Yo quiero
dejarlo pero mi cuerpo lo necesita”, “Herede el alcoholismo de
mi padre, por lo tanto, no puedo cambiar”, etc.
3. El paciente al estar internado y no haber decidido él el
tratamiento toma una actitud de lucha al cambio, pues
él cree que estaba bien lo que hacia y que la familia se
debió de haber tomado la molestia de preguntarle. Por
lo tanto el cambio lo ve como una imposición. Para
salir de la situación puede realizar varias estrategias:
a) Fugarse,
b) Amenazas a la familia de que cuando salga se va a
seguir drogando, los va ha golpear o los va a asesinar,
c) Previene a la familia de que se van a volver locos,
d) Le promete a la familia cambios mágicos y de un día
para otro,
e) Plantean ellos mismos su tratamiento, es decir, le
juegan al psicólogo y al padrino,
f) Directamente manifiestan que van a continuar
drogándose, por lo tanto, ellos piensan que va a ser una
perdida de tiempo y de recursos,
g)Activamente realizan conductas
contraproducentes para su tratamiento (p.
e. no hacer servicios, no levantarse, no
hacer diario, no poner atención en las
sesiones, etc.),
h)Simulan ya haber cambiado pensando que
por eso van a salir antes de los tres meses
(síndrome del impostor),
i) No entran a sus juntas de AA y si lo hacen
están de cuerpo presente y mente ausente;
si suben a tribuna hablan de cosas y
personas totalmente absurdas, irracionales
y estúpidas; además de no leer la literatura.
4. El paciente internado puede que esté “parando bronca”, es
decir, aplica la estrategia de “cambiar” para seguir
obteniendo los beneficios económicos y emocionales que le
proporciona la familia, amigos, trabajo, pareja y reducir la
molestia y dolor de éstos.
5. Puede que el paciente si intente recuperarse pero no se
apega a la disciplina que implica un tratamiento terapéutico,
es decir, no confía en su psicólogo, no le proporciona toda la
información importante o vital de su vida (p. e.
homosexualidad o que no consume otras sustancias más que
el alcohol, etc.). Por lo tanto el tratamiento estará basado en
problemas superficiales y no en aquellos que son los que
realmente llevan a que el paciente consuma.
6. Al salir el paciente no realiza las indicaciones que el
psicólogo y los padrinos le dan. No asisten a sus sesiones de
seguimiento, no se apegan a un grupo de AA, siguen
frecuentando personas y lugares de alto riesgo, en el caso
del fármacodependiente sigue bebiendo alcohol, etc.
7. El paciente no aprende de las experiencias que
supuestamente le provocan dolor derivadas de su
consumo (pérdida de empleos, de la confianza de
la familia, de la esposa o parejas, de su libertad).
8. El paciente adquiere un estilo de vida, es decir,
invierte tres meses de su libertad para invertirlos
posteriormente en otros días, meses o años de
“placer”.
9. En el mejor de los casos el paciente deja de
consumir, pero no realiza ningún tipo de cambio
en su forma de pensar, de comportarse, es decir,
continúan con toda su patología sin presentar el
síntoma de drogarse. AA lo llama “borrachera
seca”, “cualquier pendejo tapa la botella, pero
no cualquier pendejo deja de sufrir”.
PREVENCIÓN DE RECAÍDA EN EL FAMILIAR
No solo el adicto recae sino que también la
familia puede retroceder a los mismos
patrones de pensamiento y comportamiento
codependiente. La recaída puede suceder en
cualquier momento. A pesar de que no
puede prevenir la recaída de otra persona, sí
puede hacer una intervención sobre usted
mismo. La intervención significa identificar
sus propios problemas, actitudes y
comportamientos y luego hacer algo al
respecto. Considere la siguiente lista de
comportamientos disfuncionales:
1. Negación: “No es mí
problema eres tú”
2. Defensivo
3. Aislamiento
4. Pretextos para justificar su
conducta codependiente
5. Autoconmiseración
6. Controlar
7. Culpar a los demás
8. Vigilar el comportamiento
del otro
9. Cuidar de los demás
10. Guardar secretos
11. Comer compulsivamente
12. Responsabilizarse de los
demás
13. Vergüenza
14. Palabras, sin acción
15. Perfeccionismo / rigidez
16. Resentimientos
17. Negar, encubrir los
sentimientos
18. Ansiedad
19. Comunicación pobre
20. Asistencia irregular a juntas
21. Compulsión sexual
22. Supervisión “detectivesca”
23. Pensamientos
autodestructivos
24. Uso de alcohol, fármacos u
otras drogas
25. Insatisfacción con la vida
26. Pérdida de respeto por uno
mismo
27. Rechazo abierto a la ayuda
28. Sueño perturbado
29. Males relacionados con el
estrés
30. Visión limitada
31. Irritabilidad
32. Rabia
33. Mentir
34. Adicción al trabajo, etc.
racias
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