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SICOPEDAGOGIA
ENSENANZA
.._.
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PSICOPEDAGOGA DE LOS MEDIOS AUDIOVISUALES EN
LA
ENSENANZA PRIMARLA
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EDICINEN ESPA~OL EALIZADA POR
CONVENIO ESPECIAL DEL EDITOR
CON LA UNESCO
IMPRESO EN LA ARGENTINA
Queda hecho el de Osito que
ne la ley 11.723. 6 19.68,E
Sudamericana Sociedad Annima, ca-
lle Humberto 1
545 -
Buenos
Aires.
DERECHOS DE REPRODUCCIN Y TRADUCCIN RESERVADOS.
TTUW)
EL QRIGINAL EN FRANCS EDITADO POR LA UNESm:
PSYCHOPDAGOGIE DES MOYENS ,4UDIO-VISUELS DANS
o UNESCO
1964
LENSEIGNEMENT DU
PREMIER
DEGR
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PREFACIO
Desde 1953
la
Unesco se
ha
dedicado
u
p r o m e r el estudio,
el
empleo
y
la produccin de l os medios auxiliares didcticos
en
os
Estaidos iembros.
La
simple enumemcin de las reu-
niones internacionales consagradas a os medios audwzlisuales
de 2a educacin pone de manifiesto
Fa
continuidad de ese es-
fuerzo: Mesina (19531,Nueva Delhi
(1958),
rSxico (1959), To-
kio
(196),
Kuala-Lumpur
(1961)
y
Moshi
(1961).
La
reunin
de expertos sobre os Nuevos mtodos
y
tScnicas de educacin
(Pars, arzo de 1962) y el seminario de Caen (rwyo de
19621,
del que se trata en
estu
obra, se sittian en
la misma
perspectiva.
Pero aqu se hace sobre todo hincapi en el mejoramiento de
l os
mtodos
y
medios del proceso de
la
enseanza o, dicho de
otro modo, en la elaboracin de U M pedagoga ms cientfica
de la utilizacibn de esos vnedios auxiliares.
Cada
uno sos
cursillos, seminarios, reuniones o grupos de estudios prcticos
han dado
lugar
a
un
informe que puede pedirse
a
In
Organiza-
ci n.
La psicopedagogia de los medios audiovisuales exiga u n
marco ms amplio, tanto por la dificultad del tema como por
el mtodo de investigacin cientifica que requera.
Por
el lo le
consagramos un volumen.
El
profesor Mialaret, director del Laboratorio de Psicopeda-
ogn de 2a Uniuersidad de Caen, explica en su ?ntroduccin
fz gnesis de la obra, establece
su
marco y por consiguientesus
lmites y recuerda los objetivos
que
perseguia el seminario. No
es necesario repetirlos.
En
cambio,
tal vez sea conveniente pre-
cisar que este libro se destina ante todo a os profesoresde psi-
cologa
y
de pedagogu de
l as
escuelas normales (teacher trai-
ning
centres)y a os profesoresy maestros en ejercicio. Tiene
cabida, por tanto, en
las
bibliotecas de
las
escuelas normales,
en os centros de documentacin pedaggica
y
sus servicios au-
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diovisuales y en las bibliotecas de los establecimientos de ense-
anza en general.
No dejar de apreciarse el esfuerzo que ha hecho el autor
para expresar
su
pensamiento
o
interpretar
os
resultados
de
es-
tudiosa veces difciles en un lenguaje accesible al lector
que
no
sea especialista.
Ha
tenido que recurrir a ciertos trminos tc-
nicos, pero un trmino tcnico bien enipleado rara 2jez da lugar
a confusiones.El presente 2;oluinen no se destina as ncamen-
te a los especialiytas en psicologa de la educacin;
s
de espe-
rar
q u e
seroiri de giiia a los maestros y profesores deseosos
de
sacar el mejor partido posible de
los
medios auxiliares audio-
uisuales.
D e
ms
esti decir
qi&
las
opiniones emitidas en
las
pginas
que siguen no coinciden necesariurnente con las de
Ea
Organiza-
cin. Por otra parte, el autor no las considera inalterables
ni
definitias.Si algunas de ellas dieran lugar a d2scusZn, el de-
bate se entablara naturalmente en un plano cientifico.
Desea-
mos que se
abra
este debate
ij
que sea lo
ms
fecundo
psibk.
Entretanto esperamos que esta modesta obra servir, que tal
es
su objeto,de buen instrumento pedaggico.
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INTRODUCCIdN
E
presente estudi o ti ene por obj eto exami i ar los aspectos
ci ent f i cos de la psi copedagog a de ci ertos medi os audi ovi sual es
uti l i zados en la educaci n.
A fin
de evi tar t oda conf usi n y de
obtener un t rabaj o constructi vo,
es
necesari o preci sar e sen-
ti do que se ha dado a ciertas expresi ones, reubi car nuestras
preocupaci oi i es dei i ti o de un mar co ms gencral y expl i car
cmo f ue escri to este trabaj o:
ese
serh el obj eto dc csta i ntro-
ducci n.
Poneiiios
a
conci enci a
el
accnto
s o h i
c
lo
psi copedaggi co
J XW
a ci erta i ncohcrcnci a dcbi da a la aToci aci n dc la psi co-
loga,que pertenece al c a i n p dc la ci enci a,
y
de la
pcdagog a,
q~i e ci tenecc a cai npo de
l as
di sci pl i nas iioimativas. Los es-
tudi os psi copccl agbgi co5 const i tuyen un campo que nos parece
def i ni do con bastante cl nr i dd:
el
de la conduct a de u11 suj eto
cn si tuaci n pedaggi ca, consi derando
aqu
el trmno con-
duct a en s u senti do
m h s
ampl i o como e conj unto de las reac-
ciones
c i i i teracci oncs f i si ol gi cas, psi col gi cas
y
soci al es i nte-
gradas por la pcrsona1i dad. l
La
uti l i zaci n de nuevas tcni ca5
audi ovi sual cs
en
la escuel a crea una nueva si tuaci n pedag-
gi ca que i nduce nuevas conduct as, tanto en e maest ro como
en e al umno. Estas nuevas conductas son las que comenzare-
mos a estudi ar en este i nf orme. Se trata, en efecto, de un co-
m enzo, ya que para compr ender los al cances
y
l os l mtes de
este trabaj o es necesari o vol ver
a
si tuarl o en rel aci n con la
evol uci n y e empleo de
los
medi os audi ovi sual es en la es-
cuel a pri mari a.
E
descubr i mento y
la
i nt roducci n de una
nueva tcni ca pedaggi ca -sea en
el
campo audi ovi sual
o
en
otro campo: cl cul o, l ectura, etc. - se hacen general ment e de
un modo que se apr oxi ma mucho a ei npi r i smo; se i ntenta, sin
Depmos deliberadamente de lado todas las discu~ione? elativas a astas defini-
ciones y proponemos que
se
adopte provisionalmente
estas frmulas.
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introduccin
Cr eemos que separar l a psi col og a de la pedagog a es un en-
f oque contrari o a la ori entaci n general de las ci enci as humanas
contemporneas.
Las i nvesti gaci ones emprendi das dentro de la perspecti va
que acabamos de defi ni r se ori entan en general en dos di rec-
ci ones compl ement ar i as, en las que se acenta uno de l os
as-
pectos si gui entes: consi derar que l a si tuaci n pedaggi ca est
establ eci da provi si onal mente y estudi ar todos los f enmenos psi-
col gi cos a
los
que da ori gen; o tratar de que var en l os compo-
nentes de
la
si tuaci n pedaggi ca a fin de descubri r nuevas
uti l i zaci ones de la tcni ca
o
de construi r e materi al con e
fin
de aument ar
su
ef i caci a. Sea como fuere, vol vemos a encon-
trarnos a fi nal de esta nueva etapa con las si tuaci ones peda-
ggi cas de las que hab amos part i do; pero nuestros conoci -
mentos son ahora ms preci sos
y ms
sl i dos y han
si do
someti dos a un anl i si s ms mnuci oso.
E
enri queci mento de
nuestros conoci mentos hace que nuest ra acci n sea ms ef i caz
y
di smnuye los pel i gros de que uti l i cemos los procedi mentos
en f or ma emp r i ca. Compr obamos as , una vez
ms,
l a nece-
si dad de consi derar
los
probl emas dent ro de la perspecti va
psi copedaggi ca tal como la
hemos
def i ni do precedent ement e.
Todos estos trabaj os, t odas estas i nvesti gaci ones deben ser
empr endi dos con e espi ri tu ms ci ent fi co posi bl e; procurare-
mos
defi ni r en pocas pal abras esta acti tud, a la que asi gnamos
i mportanci a pr i mordi al .
No se
trata, como han tratado de de-
most rarl o l as l neas precedentes, de hacer de la prcti ca
y
de la
i nvesti gaci n ci ent i i ca en pedagog a dos domni os en c om l eta
oposi ci n.
E
arte del educador nada t i ene que t emer de l a
ci enci a, ya
que
sta
l e
proporci ona
en
def i ni ti va
l os
medi os
para desempearse dent ro de las mej ores condi ci ones.
L a acti tud ci ent f i ca
se
caracteri za esenci al mente por su
af n de control en f unci n de cri teri os suf i ci entemente el a-
borados y expl ci tos der i vados de un trabaj o de anl i si s a veces
demasi ado l abori oso.
Las
hi ptesi s son sugeri das, sea por la
observaci n di recta, sea por e resul tado de experi enci as an-
teri ores, o bi en por la i ntui ci n del i nvesti gador o l a si tuaci n
general . L a acti tud ci ent fi ca consi ste en someter estas
hi p-
tesis a un control ( vame ms adel ante las restri cci ones necesa-
rias), tan ri guroso como sea posi bl e, despus de haber def i ni do
de modo mu preci so e pl an exper i mental que hay que apl i car
de eval uaci n cual i tati va y cuanti tati va
y
l os umbral es a
partir
de
los
cual es puede consi derarse aceptabl e una i nterpretaci n.
11
para la ver'Bcaci n, los mt odos tcni cos, l os procedi mentos
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lntroduccin
El
conteni do de este estudi o es resul tado de un trabaj o
pro-
l ongado, una de cuyas etapas pri nci pal es f ue el semnari o reali-
zado en la Uni versi dad de Caen, del
3
a
12
de mayo de
1982.
Si n querer di smnui r e papel del redactor de este i nf orme,
es preci so deci r en honor de la verdad que todos
los
partici-
pantes col aboraron, con una buena vol untad y
un
entusi asmo
que mer ecen nuest ro homenaj e,
en la
tarea de reuni r
la
docu-
ment aci n y enri quecer la bi bl i ograf a, y al entaron los debates
sobre las experi enci as y las i deas que se expon an.
En
e curso
de esta obra se reproduci r casi ntegramente e total o una
parte de muchas de las comuni caci oneso de l as i ntervenci ones
y
en esos casos seal aremos los nombr es de
los
m embr os i nf or-
mant es, pero nos ser i mposi bl e i ndi car, en cada opor tuni dad,
al
autor de ta o cual observaci n perspi caz
o
de una
u otra
i dea
f undament al . Esta es la razn por la que quer emos menci onar
a l os parti ci pantes del semnari o de Caen.
Ellos
son los co-
autores de esta obra
y
deseo expresarl es toda
m
amstad
sonal
y
t odo
m
reconoci mento por
la
ayuda que me
proporci onado:
Prof esor Bur r oughs,
de
la Uni versi dad
de
Bi r m ngham
Seor Cohen- Seat ,di rector
del
I nsti tuto de Fi l mol og a
de
Uni -
Seor Gaudr eau, di rector cle Laborator i o de Psi col og a
Expe-
Seor D e ong, Depar t ament o de i nf ormaci ones de la Unesco.
Seor Lanz, subdi rector del Gi mnasi o cantonal de
La Chaux-
Seora Leboi i tet, profesora adj unta de psi col og a
de
la
Uni ver -
Seor Lef ranc, di rector
clel
Cent ro A i di ovi si i al
de
Sai nt - Cl oud.
Seora Leroy- Boi i ssi on,ei i cargada
dc
i nvesti gaci ones
del CNRS,
Seor Lestage, Depar t ament o de Educaci n de
la
Unesco.
Seor
Mal andai n, encargado de i nvesti gaci ones
del CREDI F
de
Prof esor Mal mqui s
,
de
la
Uni versi dad de Li nkopi ng.
Profesor Mei erhenry, de
la
Uni versi dad de Nebr aska.
Prof esor M r a
y
Lpez, de la Uni versi dad de Ro de J anei ro.
Seor
Philip,
di rector del I nsti tuto I nternaci onal para e Est udi o
Seor Roothoof t , productor
y
real i zador de
f i l mes
de enseanza.
Prof esor Tarroni , de la Uni versi dad de Roma,
13
versi dad de Par s.
r i mental
de
la Uni versi dad de Mont real .
de- Fonds, Neuchdtcl .
si dad de Caen.
Facul t ad de Ci enci as
de
Ai x- Marsci l l e.
Sai nt - Cl oud.
de
la
I nf anci a, de Bangkok.
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CAPITULO
PRIMERO
ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE
LA INVESTIGACION CIENTf FICA
En este corto cap tul o no tenemos l a i ntenci n de pl antear
todos
l os
probl emas de la i nvesti gaci n ci ent f i ca en e campo
de las ci enci as humanas. Des us de recordar las modal i dades
baj o las cual es se mani f i esta f acti vi dad del i nvest i gador, nos
l i mtaremos a seal ar -a enumerar - l as pri nci pal es di f i cul tades
con las que se ha t ropezado.
E
obj eto de estas pocas pgi nas
es e de hacer que e l ector t ome conci enci a de la extraordi nari a
compl ej i dad de l as si tuaci ones que vamos a examnar
y
que
adopt e una acti tud necesar i ament e prudent e a aceptar
o
re-
chazar l as i deas presentadas a cont i nuaci n.
Los mtodos uti l i zados para
la
i nvesti gaci n ci ent f i ca dentro
del mar co de las si tuaci ones pedaggi cas que exam namos son
i dnti cos a los que encontramos en todas l as ci enci as psi coso-
ci al es y pedaggi cas, L a observaci n est presente en todos
l os
ni vel es y baj a todas sus f ormas: observaci n si mpl e del ni o
espectador de un f i l me, por ej empl o, observaci n en una si tua-
ci n muy si stemat i zada,observaci n si mpl e, observaci n ar mada,
es deci r ayudada
y
compl et ada por todas las tcni cas actual es
para e regi stro de l os hechos. Puede ci tarse e her moso ej empl o
de l as observaci ones hechas por Zazzo
y
su equi po de col abora-
dores, durant e el concurso i nternaci onal de filmes para ni os
[232),o de l as de
A.
Leroy- Boussi on, de las que habl aremos
ms adel ante
1133-135I.l
L a observaci n se compl eta
a
menudo por una entrevi sta
con los suj etos para tratar de anal i zar mej or
sus
reacci ones y
su conduct a; as, despus de la presentaci n de un f i l me, G.
M al aret y
M. C.
Ml i &s i nterrogan
a os
ni os y ponen a
su
di sposi ci n al gunos materi al es para ayudar l os a reconstrui r e
decor ado en que se
ha
desarrol l ado la acci n. L a i nvesti gaci n
se ori enta despus haci a la entrevi sta cl ni ca, cuyas regl as f ueron
not abl ement e establ eci das por J. Pi aget .
1
final
Las cifras entre corchetes se refieren
a
la
bibllografa
que
se
encuentra
de
la
obra.
al
1.5
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Algunas consideraciones sobre la
inuestigacin
cientfico
A esta f or ma de i nvest i gaci n l arga
y
mnuci osa se agrega,
cada vez que esto es posi bl e, la i ndagaci n que permte obtener
ms r pi dament e una gran cant i dad de document os: as , des-
pus de la proyecci n de un f i l me sobre e rea de un paral el o-
gramo, Mal aret entrega un cuesti onari o a
los
al umnos. Las
respuestas a este cuesti onari o i ndi can qu es lo que se ha
comprendi do
o
no del f i l me.
La
compar aci n
de
los resul tados obteni dos por grupos an-
logos nos l l eva de ese modo a l as posi bi l i dades de la experi -
ment aci n, a hacer vari ar uno o vari os de los f actores de una
si tuaci n det er m nada,
E
nmer o de los ti pos de exper i men-
taci n en si tuaci n pedaggi ca audi ovi sual es muy grande, ya
que es posi bl e actuar sucesi vamente sobre ml t i pl es factores
di f erentes
y
hacer vari ar al i nfi ni to los el ementos de la expe-
ri enci a; como veremos ms adel ante, pueden seal arse tres
fuentes pri nci pal es de vari aci n: e document o audi ovi sual , la
f or ma de uti l i zarl o, o bi en los suj etos m smos.
En e pr i mer caso se acta sobre e document o para estudi ar
las
consecuenci as de esta t ransf ormaci n: de ese modo, prol on-
gando en al gunas i mgenes la m r ada i ntercambi ada entre dos
personaj es, Cohen- Seat obt uvo una nueva di stri buci n de
l as
di sti ntas i nterpretaci ones dadas por l os espectadores.
E
moment o en que se i nt roduce e document o audi ovi sual
durante un aprendi zaj e da l ugar a toda una seri e de experi -
mentaci oi i es del segundo ti po. En e aprendi zaj e de las l enguas
extranj eras por medi o del magnet f ono, debe uti l i zarse ste an-
tes, durant eo despus de las demost raci ones col ecti vas? i En qu
casos es mayor la ef i caci a?
Se obt i ene un tercer ti po de exper i mentaci n cuando nos di-
ri gi mos a suj etos de categor as di ferentes.
E
profesor I i euyer
nos da un ej empl o: Uti l i zando el materi al que nos proporci ona
la cl ni ca psi qui tri ca infanti l , hemos est udi ado las reacci ones
de los ni os l l amados i nadaptados, es deci r de los ni os o los
adol escentes en 10s que un desequi l i bri o afecti vo pr oduce per -
turbaci ones del compor t ament o, de su conduct a en la
famlia,
en la escuel a, en el centro de aprendi zaj e
y
en general en e
grupo soci al f recuentado por
l os
ni os.
Los
ni os i nadaptados
const i tuyen un pbl i co que permte obtener , en si t i ~aci onescle-
termnadas, reacci ones netas
y
a menudo ampl i f i cadas, en com-
paraci n con l as de los suj etos normal es. A di ferencia de l os
enf ermos mental es, pueden segui r un espectcul o e i nteresarse
en . Pero su desequi l i bri o afecti vo l os hace espectadores de re-
acci ones vi vas, que son ms fci l es de captar que
las
de los suj e-
tos equi l i brados que obedecen a f renos soci al es [
081.
16
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Algunas consMeraciones sobre la investigacin ctentifica
La var i edad de las tcni cas de i nvesti gaci n es tan grande en
e campo de la psi copedagog a de los medi os audi ovi sual es co-
mo en cual qui er otra acti vi dad. E i nvesti gador no vaci l a en
pasar del i ndi vi duo a
PO,
del suj eto normal al enf ermo,
experi mentaci n en que debe recurri rse a l as tcni cas ci ent f i cas
ms el aboradas.
pasando por e i nadapt a
r
, de la ms senci l l a observaci n a la
S bi en las randes l fneas de la i nvesti gaci n son fci l es de
des que no podemos dej ar de seal ar. S es verdad que no
hay otra ci enci a que la mensurabl e, los l mtes de la i nvesti ga-
ci n ci ent fi ca quedar an restri ngi dos en l o que conci erne a
campo audi ovi sual . Es fci l prever l as experi enci as, pero :para
medi r qu? L a acci n de un di sco o de un f i l me sobreun suj eto
a veces es d f ci l de eval uar
y
no se ve con cl ari dad en qu
f or ma el i nvest i gador podr a medi r sus efectos. E i mpact o
afecti vo
o
i ntel ectual puede ser muy i mport ant e y un f i l me
puede tener consecuenci as determnantes para la conduct a
y
la
ori entaci n ul teri ores del suj eto, sin que esto determne que esas
consecuenci as
se
somet an f ci l mente a
un
anl i si s ci ent fi coel aborado.
No
podemos esperar que en todos
los
terrenos ex-
pl orados hal l aremos esa r i queza mat emt i ca
que
es comn a
la i nvesti gaci n ci ent fi ca en otros domni os; vol vemos a en-
contrar aqu la mayor parte de las di f i cul tades que retardan la
evol uci n de ci ertas partes de la pedagog a experi mental .
De qu efectos se trata, por otra parte? Sabemos que la
acci n pedaggi ca ti ene consecuenci as i nmedi atas y medi atas;
lo m smo ocurre con las tcni cas audi ovi sual es, que no consti -
t uyen
ms
que uno de
los
aspectos de esa acci n.
E
empl eo
de
i l ustraci ones sonoras en
las
l ecci ones de hi stori a ti ene re-
percusi ones
que
se si tan a ni vel es muy di ferentes:
En
qu
moment o hay que estudi ar,
y
event ual ment e medi r , la acci n
de esas i l ustraciones sonoras? El control de la ef i caci a debe
hacerse i nmedi atament e despus de una experi enci a, al d a
si gui ente
o
vari os d as ms tarde? Debe esperarse aun ms
t i empo? ZCi ertos efectos que de i nmedi ato parecen posi ti vos o
negat i vos, conservarn esa caracter sti ca si transcurre al gn
t i empo? Ser a fci l ci tar ej empl os de resul tados que parecen
excel entes en un moment o dado, pero cuya i nef i caci a se de-
pl ora despus de un t i empo; i nversamente, e grano sembr ado
da sus f rutos ms adel ante y la f ecundi dad de ci ertas adqui si -
ci ones que a com enzo parecen i nsi gni f i cantes slo ponen de
mani f i esto su i mportanci a despus de al gunos meses. Tambi n
di sear, la reaQzaci n encuentra en cambi o al gunas di f i cul ta-
17
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Algunas consideraciones
sobre la
incestigacin cientfica
podemos preguntarnos
si
en al gunos casos la i nvesti gaci n no
debe hacerse en e moment o m smo en que se ori gi nan l os
procesos ps qui cos, es deci r, durant e el curso msmo de la
si tuaci n pedaggi ca audi ovi cual . Al gunos i nvest i gadores en-
sayaron - con buenos resul tados- observar a uno
o
vari os su-
jetos durant e e t ranscurso de una proyecci n ci nematogrAf i ca
e i ncl uso regi straron sus reacci ones en e moment o en que se
produc an; graci as a un si stema muy senci l l o de regi stro f ue
osi bl e anotar con gran preci si n las mani f estaci ones emoti vas
$e ci ertos suj etos, regi strar las vari aci ones de su acti vi dad
psi -
cogal vni ca
y
observar sus el ect roencef al ogramas durant e la
royecci n de ci ertos f i l mes [lo&]; la uti l i zaci n de la f otogra-
f a a rayos i nfrarroj os, t omada en moment os perf ectamente se-
al ados, ha permt i do anal i zar en f or ma preci sa l as expresi ones
i nfanti l es
y
abordar e estudi o de una gran cant i dad de efectos
f i si ol gi cos,psi col gi cos y soci al es,
En este moment o es d fci l separar l os efectos di rectos
e
in-
di rectos de la nueva si tuaci n pedaggi ca creada por la utili-
zaci n de las tcni cas audi ovi sual es. E n ciertos casos predo-
m nan las adqui si ci ones preci sas ( como en e caso de la acci n
de un f i l me sobre la geograf a, por ej empl o)
y
l os control es
pueden hacerse f ci l mente; pero en otros casos las tcni cas
audi ovi sual es desempean un papel catal i zador: preparan la
adqui si ci n de otra cosa, f avorecen e desarrol l o de una apti tud
uti l i zada en un aprendi zaj e ul teri or, crea una atmsf era propi -
ci a a nuevas adqui si ci ones. Si empre resul ta di f ci l eval uar en su
j usto ni vel e poder de mot i vaci n i nt roduci do de ese modo
en e proceso educat i vo.
Dent r o de este m smo orden de i deas se ve cl aramente, si
r et omamos las di sti nci ones de la psi col og a cl si ca, que
en
ci ertos casos la ef i caci a de las tcni cas audi ovi sual es se apreci a
en e pl ano de la i ntel i genci a, de la l gi ca, de l as adqui si ci ones
cl aras y di sti ntas, pero que en muchos otros casos son afecta-
das
y
perturbadas
las
zonas de la afecti vi dad, de las emoci ones
y de
los
senti mentos. Sabemos perf ectamente, por otra parte,
que en ri gor es t oda la personal i dad del suj eto la que experi -
ment a e efecto buscado por e educador; si este efecto se
mani f i esta con mayor cl ari dad en tal
o
cual domni o pri vi l e-
gi ado, sensi bi l i za
sin
embar go a l as otras zonas del psi qui smo.
E n l o que conci erne
a
la eval uaci n de los resul tados, e pro-
bl ema puede pl antearse de otro modo, di st i ngui endo l os efectos
consci entes de l os efectos i nconsci entes. Cuando despus de
un f i l me se uti l i za un cuesti onari o, se estudi a una parte de
los
efectos consci entes del f i l me, ya que e suj eto rel aci ona
18
7/24/2019 psicopedagogia y de los medios audiovisuales
16/237
Alguna.7 con.r.idrraciones
obre
/a inursiigucicn cicntfira
cl arament e la pregunta que
se
le ha f or mul ado con
el
cont eni do
de
los
document os que le f ueron presentados;
los
efectos son
entonces fci l es de determnar . Pero queda toda la acci n que
se si ta en
un
ni vel i nferi or
a
la conci enci a cl ara, cuya
i m
portanci a sobre
la
ori entaci n ul teri or de la conduct a no es
menos i mportante. Sabemos actual ment e que nuestras acci ones
no son
det er mnadas
slo
por moti vos cl aros
y
raci onal es,
y
que
nuestra conduct a es resul tado de numer osas i nf l uenci as en que
las vari abl es i nconsci entes no son las menos.
Hay que agregar t ambi n que con demasi ada f recuenci a nos
contentarnos con estudi ar
los
efectos i ndi vi dual es de las tcni cas
pedaggi cas;
estos
efectos son los ms fci l es de observar
y de
medi r , pero t ampoco debemos descui dar - con e pretexto de
que
son
suti l es y di f ci les de aprehender- los efectos soci al es
consi derados desde e ngul o de los efectos i nterpersonal es
o
desde e punto de vi sta de los efectos del gr upo. Convi ene
seal ar que los mt odos de apreci aci n de estos efectos an
no
son muy uti l i zados; por esta razn, estos mt odos
en
real i dad
todav a no estn muy perf ecci onados.
Hemos estudi ado
las
di f i cul tades
que
surgen a postul ar
l a
liiptesis de que
l a
uti l i zaci n de
l as
tcni cas audi ovi su i l es
era
pedaggi cani ente vi i l i da, pero no nos pl ant eamos la cuesti n
de l a l egi t i mdad de i i uestra acci n.
A
veces
la
experi ment n-
ci n ci ent fi ca encuent ra una barrera que debernos consi derar
i nf ranqueabl e. E n e campo pedaggi co
-y las
tcni cas audi o-
vi sual es no son si no una de
sus
partes- t oda exper i mentaci n
corresponde a una acci n y no t enemos der echo a actuar
si
esa acci n of rece e menor pel i gro para los suj etos a qui enes
est di ri gi da. El i nvesti gador est i gual ment e l i mtado en
s u
acci n por s u papel
de
educador
y
no del i e empr ender se ni n-
guna iiivestinaci6ii
que
no cl i ente con
la
aprobaci n del peclri -
gogo.
Los
i%ms
no son cobayos y no tenei nos derecho
a
per-
turbar -a veces a l argo
plazo- sil
afecti vi dad, ni a crear,
vol untar i amente
o
por torpeza, t raumati si nos i rreparabl es. D e
ah
la
di f i cul tad parti cuI ar de la i nvest gaci h pedaggi ca; es
preci so seal ar la gran i mpxt anci a de
este
problcmi y". que sa-
bemos, por otra parte, cul puede ser la cfi caci a de ci ertas
tcni cas audi ovi sual es.
E
i nvest i gador pl enamente consci ente
sabr
por
lo tanto dnde detener
a
veces
su
proceso ci ent f i co;se conf ormar con los document os reuni dos de un modo no
si stemti co para veri fi car ci ertas hi ptesi s,
cuyo
contrri l expe-
r i mental si gni f i car a dar muest ras de una fal ta de humani dad.
19
7/24/2019 psicopedagogia y de los medios audiovisuales
17/237
Algunar
c d e r a c h e s sobre
la investigacin
clntlfica
No
basta
obtener resul tados cual i tati vos
o
cuanti tati vos.
La
i nvesti gaci n ci ent f i ca no se aferra a nmer o por
el
nmer o
m smo. L o esenci al consi ste en la i nterpretaci n de esos resul -
tados, a f i n de conf i rmar
o
i nval i dar la hi ptesi s someti da a
control
y
esto pl antea un pr obl ema que es necesari o abordar.
En ci ertas si tuaci ones se pueden uti l i zar los conceptos ya el a-
borados por
l a
psi col og a, la pedagog a
y
la soci ol og a cl sicas
y apl i carl os a la nueva si tuacin edaggi ca cr eada por la uti-
un mar co ya preparado
y
se est udi an entonces los procesos
psi copedaggi cos y soci al es a travs de ese di sposi ti vo concep-
tual . Est e mt odo of rece ventaj as evi dentes, pero t ambi n ti ene
sus pel i gros.
Las
concepci ones uti l i zadas para c om render
y
expl i car
l as
si tuaci ones
(y
sus consecuenci as) son gepur adas
or la cr ti ca f i l osfi ca y conoci das por la uti l i zaci n que
se
hecho de el l as; de este modo proporci onan a i nvesti gador
un sent i do de seguri dad
y
a hombr e cul to la i mpresi n de que
compr ende y si gue e desarrol l o de los aconteci mentos ci ent -
fi cos. Pero t ambi n corremos e pel i gro de que se nos escapen
los efectos espec f i cos, ori gi nal es, nuevos, que no son revel ados
por la uti l i zaci n del cuadr o conceptual cl sico. Debi do a esto
e i nvesti gador se ve obl i gado, en si tuaci ones determnadas,
a
crear nuevas concepci ones, a uti l i zar conceptos nuevos para i n-
terpretar ms correctamente
y
en f or ma
ms
compl eta los
re-
sul tados experi mental es obteni dos. Se asi ste entonces a naci -
mento de un nuevo l enguaj e que a veces parece un poco eso-
tri co
para
e no i ni ci ado
y
cuyas sonori dades brbaras son
un tanto atemori zadoras. E n consecuenci a,
es
necesari o subra-
yar que no se trata aqu de un deseo i nfanti l de manej ar
al abras
o
concepci ones nuevas, si no de una exi genci a cienti-
F.
ca i ndudabl e. L a uti l i zaci n de
l as
tcni cas audi ovi sual es
t ransf orma
l as
si tuaci ones pedaggi cas cl sicas
y
da naci mento
a nuevos efectos que a veces
es
i mposi bl e descri bi r, anal i zar
o
expl i car en e l enguaj e ci ent f i co corri ente; no nos asombr emos al
encontrar, en ese terreno ri co en efectos nuevos y espec f i cos,
noci ones i ndi tas en
la
expl i caci n de los resul tados obteni dos.
E n real i dad, se asi ste a un desarrol l o
y
a una evol uci n
sustentados en una di al cti ca i ntel i gente, en la que ci ertas con-
cepci ones anti guas adqui eren una nueva
vi da,
se enr i quecen en
comprensi n
y
abarcan un campo
ms
ampl i o. Per o no es po-
si bl e evi tar la apari ci n de concepci ones desconoci das hasta
ahora,
y
necesari as no obstante para obtener una i nterpretaci n
coherente de los f enmenos: estamos en presenci a de un as-
pecto parti cul ar de la evol uci n ci ent f i ca general . La i nter-
l i zaci n de l as tcni cas audi ovi suaFs. Se apl i ca, en ci erto modo,
20
7/24/2019 psicopedagogia y de los medios audiovisuales
18/237
&unas coraskbracbncs sobre lo invarUgacddn *'fica
pretadn debe apel ar t ambi n
a
todos
los
si stemas de coorde-
nadas de la conduct a humana sacar provecho de todas las
def ensores de
un
organi ci smo super ado buscaban una expI i -
caci n ni ca de los f enmenos psi col gi cos dent ro del domni o
fsico-fisiolgico,
los
sabi os no dej an actual mente de consi de-
rar con mucha atenci n l os component es fi siol ' cos de la
con-
taci n dada por L.
V.
Zankov en la comuni caci n proporci ona-
da a l os part i ci pantes del semnari o 12241.
En otros
domni os,
los
component es hi stri cos, geogrf i cos
y
soci ol ' cos son
los
i nterpretaci n. Las condi ci ones de
los
medi os geogrf i cos, eco-
nmcos
y
pol ti cos actan sobre todas l as si tuaci ones pedaggi -
cas, que no pueden permanecer aj enas a contexto soci al en e
que se desarrol l an.
E
i nvest i gador debe tener en cuenta todos
esos f actores en e moment o en que i nterpreta los resul tados.
E ni o que vi ve en
un
medi o en el que la i magen es una cosa
corri ente, donde e ci ne f or ma parte del uni verso faml i ar de
todos, y las i mgenes tel evi sadas son reci bi das en
gran
nmer o
de hogares, no se encuent ra en modo al guno en la si tuaci n
del ni o para qui ei i una exhi bi ci n ci nematogrf i ca
es un
he-
cho excepci onal , que sobrepasa por consi gui ente a t odos los
dems hechos c0ti di anos. l Tambi n debe t omarse en consi de-
raci n e ni vel de vi da, ya que la di ferenci a entre lo que e
espectador conoce y lo que se
le
exhi be en la pantal l a crea
un
probl ema que no ti ene
los
m smos component es en todos
l os
ambi ent es,
En
trmnos general es,
el
estudi o ci ent f i co actual
de
los
aspectos psi copedaggi cos de la uti l i zaci n de
los
medi os
audi ovi sual es no puede l l evarse a cabo en f or ma compl et a sin
recurri r en al gn moment o dado a l os resul tados obteni dos
en
ambi ent es muy di sti ntos. Una i nterpretaci n que qui ere ser
exhaust i va debe recopi l ar, en escal a i nternaci onal ,
los
documen-
tos
sobre la base de los cual es puede ej erci tarse la perspi caci a
del hombr e de ci enci a en la bsqueda de una expl i caci n que
sea vl i da uni versal mente
o
pueda adaptarse a cada si tuaci n
humana; en este ltimo caso,
l os
estudi os comparat i vos
son los
que
mej or permten poner en evi denci a las caracter sti cas ori -
gi nal es
y
espec f i cas de cada una de las si tuaci ones estudi adas.
Una concepci n de este ti po requi ere que e i nvest i gador po-
sea una f ormaci n ol i val ente
y
que exi sta una estrecha
col a-
adqui si ci ones de
la
ci enci a mo K rna. S en otros t i empos los
ducta; ms adel ante se encont rar un ensayo cr tal i nterpre-
que detentan la pri ori dad
y
deben converti rse en
Y
base de la
boraci n entre las ferentes di sci pl i nas. S bi en es i mposi bl e
1
Uno
da
lm expertos del
seminario
seal que
250 millones
de asiAtiooa jams
h a isto
un filme u odo una emisin de radio
o de
televisin.
21
7/24/2019 psicopedagogia y de los medios audiovisuales
19/237
Algunas consideraciones sobre la investigacin cietitifica
especi al i zarse en t odo, repet i mos, con
P.
Langevi n, que "la
cul tura es l a que abre a i ndi vi duo a la especi al i zaci n de
los dems" . En un ni vel superi or de la i nvesti gaci n ya no
puede concebi rse que e ci ent f i co sea e hombr e de una sol a
di sci pl i na. L a era
de
la especi al i zaci n estrecha ( f ci l mente
cari raturi zada por
los
f i l sofos) ya ha si do superada. Todo
lo
que acabamos de exponer ha demost r ado suf i ci entemente que
las competenci as del i nvesti gador en e cam o dc estudi o que
psi col gi co
y
f i siol gi co como en los pl anos soci ol gi co
y
f i l mo-
l gi co, dando a este l t i mo trmno
un
senti do
m u y
ampl i o. Se
conci be entonces la necesi dad de un trabaj o de equi po si qui ere
l l evarse a buen trmno una i nvesti gaci n prof unda; la col a-
boraci n de los especi al i stas cul tos es una de las caracter sti cas
esenci al es de la acti vi dad ci ent f i ca moder na. E reconoci mento
de l a compl ej i dad de los f enmenos,
e
hecho evi dente de que
un deterni i ni smo di f ci l mente se somet e a una esquemati zaci n
l gi ca si mpl e,
la
revel aci n de un nmer o muy gr ande - por no
deci r i nfi ni to- de vari abl es que entran en j uego en la si tuaci n
aparent ement e
ms
senci l l a, hacen que e l aboratori o actual
no
pueda segui r si endo la obra
de
un
sol o
hombr e; debe ser e
l ugar de reuni n de todas
las
di sci pl i nas
que
han
de
parti ci par
en e descubr i mento de la verdad ci ent fi ca. Pero csta, di ra
el
narrador , es otra hi stori a
A
fin de compl etar lo que acaba de exponerse, nsi sti mos
so-
bre e hecho de que, en e estado actual de las tcni cas audi o-
vi sual es, ni nguna i nterpretaci n puede ser def i ni t i vamente v-
l i da y apl i cabl e como tal a las nuevas si tuaci ones qi i e sc pre-
sentan, y esto es debi do a di versas razones: por una parte, la
tcni ca evol uci ona muy r pi dament e
y
lo que
se
l l ama proyec-
ci n fi ja ( ya se trate de di ascop a
o
de epi scop a) no ti ene ya,
en
1960,
as m smas caracter sti cas que ten a
en 1940;
por otra
parte,
los
perf ecci onamentos l ogrados en los i nst rumentos, en
las tcni cas de reproducci n
o
de pr epar aci h de
l os
document os
t ransf orman cual i tat i vamente las si tuaci ones en
l as
que rcali-
zamos nuestras i nvesti gaci ones. Al gunas di f i cul tades desapare-
cen, surgen otros probl emas y es preci so, entonces, emprender
nuevas i nvesti gaci ones.
Por otra parte, las condi ci ones psi col gi cas en que se opera
e contacto de las si tuaci ones audi ovi sual es
y
de
los
suj etos
evo-
l uci onan const ant ement epor el hecho m smo de la exi stenci a
de las tcni cas. S nos i magi namos a
un
espect ador que asiste
por
pr i mera vez a la proyecci n de un f i l me, podemos pensar ,
si mpl i f i cando las cosas, que va a reacci onar, es deci r que sen-
22
nos i nteresa deben si tuarse tanto en los
p
nos pedaggi co,
7/24/2019 psicopedagogia y de los medios audiovisuales
20/237
Algunas consideraciones sobre la inuesttgacin cientfica
tir y
comprender en f unci n de su bagaj e psi cobi ol gi co, que
en s
msmo es e resul tado de las i nf l uenci as heredi tari as de la
acci n educat i va, de las experi enci as y de las si tuaci ones que
ha conoci do anteri ormente. Pero e hecho
de
asisti r a un espec-
tcul o da or i gen a dos f ormas de acti vi dad de ni vel e
i mpor-
tanci a di sti ntos. S bi en es ci erto que se reci ben mensaj es que
se
i nte
r an
en nuestra personal i dad actual , estos mensaj es
no
pensamento.
S
este es un proceso l ento
y
poco sensi bl e en
e adul to, puede ser,
por
e contrari o, bastante espectacul ar en
los
ni os pequeos
y
expl i ca por qu
e
adul to ti ene
muy
a
menudo la i mpresi n de ser aventaj ado por qui en segi i a si endo
a sus oj os una cri atura.
Se presentan dos
ser i es
de probl emas di ferentes: una rel ati va
a la constante evol uci n del pensament o del i nvesti gador; la
otra rel aci onada con e estudi o del proceso de adaptaci ci n de
los suj etos a la evol uci n de la tcni ca. Aqu , ms que en
cual qui er otro campo, debemos desconf i ar de l as comparaci ones
con
lo que hemos conoci do hace unos vei nte aos,ya que
casi
todos
l os
el ementos de las dos si tuaci ones as separadas en e
t i empo
son
di ferentes. Adems, e i nvesti gador deber consi -
derar si empre en
las
vari abl es experi mental es
los
factores
que
permten apreci ar e ni vel
de
i mpregnaci n audi ovi sual que ya
han al canzado
l os
suj etos que examna.
Las observaci ones precedentes sobre los mt odos, las
difi-
cul tades y al gunos
de
l os grandes pr obl emas de la i nvesti gaci n
ci ent f i ca en la psi copecl agog a de l as tcni cas audi ovi sual es,
permten que
e
l ector
se
faml i ari ce con ci erto nmer o
de
deas
f undament al es que nos servi rn
como
una especi e
de
regl a
bf i si ca a
lo
l argo
de
este trab3j o y que enui neranl os aqu:
1.
Las reIaci oi i es constantes que deben existi r entre la i i ivesti -
gaci n ci ent f i ca
y la
uti l i zaci n i xxl aggi ca nunca deben
mantenerse aj enas a l os progresos de la tcni ca y tendrn cn
cuenta la si tuacin general en que se desarrol I an.
2.
Dada la compl ej i dad de todas las si tuaci ones pcdagb'as , es
necesari o atenerse a a prudenci a en el moment o de i ntcrpre-
tar los resul tados y aconsej ar a qui enes uti l i zan las tcni cas
audi ovi sual es, ya que aquel l o que es vl i do y excel ente para
ci ertos suj etos puede ser t raumat i i ante para los suj etos pro-
veni entes de otro medi o.
3.E conj unto de los probl emas pl anteados por los aspectos
psi copedaggi cos de las tcni cas audi ovi sual es es t an compl e-
jo
que muy a menudo una i nvesti gaci n debe
ser
empr endi da
por
un equi po para que pueda l l egar a fel i z trmno.
23
dej an
a
modi f i car, a su vez,
los
mar cos m smos de nuest ro
7/24/2019 psicopedagogia y de los medios audiovisuales
21/237
CAPITULO 11
LOS
FENOMENOS PERCEPTIVOS
BASICOS
GENERALIDADES
No pretendemos consi derar aqu todos
los
probl emas rel ati vos
a la percepci n como si se tratara de un manual de psi col og a.
Nuest ra f i nal i dad es ms modest a: deseamos consi derar, por
una parte,
los
datos f undament al es
y
examnar , por la otra,
los
que son uti l i zados en todas las i nvest i gaci ones y apl i caci ones
audi ovi sual es, a fin de fijar un punt o de part i da para di scusi o-
nes ul teri ores. Despus de haber r esumdo l as consi deraci ones
de conj unto rel aci onadas con la psi col og a de la percepci n,
esti udi aremos c mo se presentan estos puntos de vi sta en l as
si tuaci ones en que se uti l i zan las tcni cas audi ovi sual es. En
segui da trataremos
ms
part i cul armente la percepci n vi sual ,
la
percepci n audi t i va y
las
i nteracci ones entre estos dos dom -
ni os. E n esta
l ti ma
parte consi deraremos t ambi n los resul tados
ps cofi si ol gi cos.
Hemos separado arbi trari amente
los
probl emas percept i vos de
los
probl emas rel ati vos a
la
mot i vaci n
y a
la compr ensi n.
Estos l t j mos serhn e t ema del cap tul o 111. Es difcil fijar e
l mte de separaci n; pedi mos
a
l ector que sea i ndul gente res-
pecto de esta separaci n que no ti ene val i dez ms que en una
pr i mera aproxi maci n.
E n t oda si tuaci n percepti va deben ses estudi ados y consi de-
rados si mul t neament e tres el ementos pri nci pal es: e ambi ent e,
e obj eto de la percepci n
y
e suj eto que perci be
y, si
l as
necesi dades de la exposi ci n nos l l evan
a
nteresarnos sucesi va-
ment e en estos tres aspectos, es necesari o reconocer desde ahora
las numer osas i nteracci ones esenci al es que exi sten entre el l os.
E medi o no es un mar co vac o que si rve ni cament e de refe-
renci a; acta a la vez sobre e obj eto y e suj eto, y l as carac-
ter sti cas percepti vas del pr i mero
y
las osi bi l i dades percepti vas
del segundo estn a menudo bajo su dependenci a i nmedi ata.
E
t rmno mbi ent e debe ser t omado con l a mayor am
25
7/24/2019 psicopedagogia y de los medios audiovisuales
22/237
Los
fenmenos perceptfvos bdsicos
pl i tud posi bl e, si se qui ere exam nar correctamente las si tua-
ci ones percept i vas. E n pr i mer l ugar, debe consi derrsel o baj o
su ngul o geogrf i co o topogrf i co,
y
que de su f orma,
por ej empl o, dependen ci ertos f enmenos de transqi si n; se
sabe ue en determnadas sal as e m smo est mul o sonoro se
i deal es aquel l a en que l os soni dos emti dos por l os i nst rumentos
de la orquesta son transmt i dos con e m ni mo de def ormaci n
a todos los oyentes.
En
ci ertos casos se observan puntos en que
la i ntensi dad sonora es nul a a pesar de la i ntensi dad bastante
grande del est mul o sonoro. Esos ej empl os muest r an que desde
la sal i da del mensaj e percept i vo ste suf re una def ormaci n,
una degradaci n
o
un enr i queci mento que hacen que no haya
nunca una correl aci n perfecta entre las caracter sti cas f si cas
f undament al es del est mul o y l as caracter sti cas psi col gi cas de
lo que es perci bi do.
Ms
ade1; i nte vol veremos a ocuparnos de
esta i mport ant e cuest i n, pero podemos seal ar desde ya que
esas propi edades son conoci das y uti l i zadas corr i entemente en
todos los trucaj es radi of ni cos, por ej empl o, para t ransf ormar
los
mensaj es sonoros emt i dos y darl es e rel i eve, e col ori do
o
la i i queza exi gi dos por la si tuaci n,
Est e aspecto topogrf i co es, sin embar go, e ms senci l l o y no
const i tuye ms que una i ntroducci n a otros pr obl emas ms
compl ej os que an son,
por
otra parte, muy poco conoci dos.
E ambi ente se caracteri za no sl o por su extensi n y por su
f or ma si no t ambi n por su estructura f i si coqu mca, a veces por
su r i queza bi ol gi ca
y,
en ci ertos casos, por su historia. Desde
que un obj eto es vi sto por un suj eto, puede deci rse que ese
obj eto refl ej a la l uz reci bi da del ambi ent e; la percepci n de la
f or ma
y
e col or del obj eto depende di rectamente de las caracte-
r sti cas f si cas del ambi ent e donde se encuent ra. Todas las mu-
j eres saben que una tela no debe ser el egi da baj o cual qui er
luz
y
que la mej or referenci a es la l uz natural . L a cal i dad de la
presentaci n de los avi sos de pr opaganda o de las i l usi ones
vi-
sual es se basa en e hecho de que los autores han sabi do actuar
sobre e medi o para t ransf ormar las caracter sti cas sensi bl es de
los obj etos; es por el lo que e m smo decorado, i l umnado su-
cesi vament e por l uces cromt i cas di ferentes, puede representar
un i nteri or del si gl o
XVII,
del
XVIII
del
xx.
E
obj eto en
s
no
ha cambi ado, pero l as condi ci ones ambi ental es hi ci eron resal tar
o desaparecer al gunas de sus partes
y
proporci onaron a otras as-
pectos ecul i ares.
Podr i an hacerse l as m smas observaci ones respecto de los
mensaj es sonoros en f unci n de la composi ci n qu m ca del
repro3 ce vari as veces y que, a la i nversa, la sal a de conci ertos
P
26
7/24/2019 psicopedagogia y de los medios audiovisuales
23/237
Los fen(merios
perceuticos bhsicos
medi o el sti co de t ransmsi n
o
de la presi n gaseosa, cuya
acci n sobre la vel oci dad de propagaci n no
es
despreci abl e.
Esto nos muest ra, a m smo t i empo, que esas caracter sti cas del
ambi ent e, que transf orman e mensaj e a crear ci ertas condi ci o-
nes parti cul ares de t ransmsi n, act an tanto sobre el obj eto co-
mo sobre e suj eto, c omo veremos de i nmedi ato.
L a percepci n de
un
obj eto por un suj eto es
un
f enmeno
muy compl ej o y actual mente est amos l ejos de consi derar que lo
que se ha conveni do en l l amar i magen ment al es una copi a,
. una reproducci n
o
una rpl i ca exacta de la real i dad. A estu-
di ar cmo se propagan los mensaj es que conducen a la percep-
ci n podr emos abordar , en la f or ma
ms
senci l l a posi bl e a
nuest ro j ui ci o,
los
probl emas que nos i nteresan.
Un
di agr ama
nos evi tar l argos comentari os y si mpl i f i car las expl i caci ones.
Se puede f racci onar e proceso percept i vo en e t i empo
to-
mando en consi deraci n cuatro
o
ci nco moment os di ferentes
(vase fig. i), pero este f racci onamento slo se hace para
Mcnkaje
FE.
1.
l>csarroll
clcl
proccso pcrceptivo.
1. Recepcin
seiisorial estcri or. 2.
Transmisin
de
un
iinpulso
iirrvioso.
1. Acci6ii
solirc
los
el ementos 3. Rrccpcin cortical.
espec f i cos. 4. Perccpci n.
facilitar l a exposi ci n,
)a que
la i nteraccti bn de l os di ferentes
segmentos unos sobre otros
y
las rel aci ones dc cada uno de
ellos con
el
conj unto de la personal i dad
son
constantes y
con+
ti tuyen un proceso psi cofi si ol gi co f undamcntal .
Los
mensaj es sal i dos del mundo exteri or son captados por los
rganos de nuestros senti dos. Est a es una af i rmaci n
si mpl e
y
corri ente, pero exi ge que la anal i cemos det eni dament e. Debe-
mos compr obar de i nmedi at o que no reci bi mos todos los men-saj es emt i dos por e mundo exteri or
y
que
slo
capt amos una
parte de l os que corresponden a nuestros rganos sensori al es. E
nmer o de est mul os produci dos
o
transmt i dos por e medi o es
muy gr ande
y
l os rganos sensori al es humanos no nos revel an
si no una cant i dad muy pequea; los ani mal es o
los
obj etos ( un
aparato de radi o
o
de tel evi si n, por ej empl o) pueden reci bi r
27
7/24/2019 psicopedagogia y de los medios audiovisuales
24/237
ih fenbmanos pevcsptivos bdrtcos
y uti l i zar mensaj es que a nosotros nos dej an i ndi ferentes. Den-
tro de
los
domni os m smos donde se ej erce la acti vi dad sen-
sori al , puede af i rmarse
sin
ni nguna duda que l a banda de re-
cepci n es rel at i vamente est recha
y
que e r ano receptor
no si empre es
muy
sensi bl e. Un perro, por ej emp o, es sensi bl e
a
los
ul trasoni dos, ya que despus de amaest rar l o puede l ograrse
ue reacci one a un si l bato i naudi bl e para e hombr e; la pl aca
Fotogrf i ca es sensi bl e a l os rayos ul travi ol eta que nosotros no
perci bi mos. Sin duda es curi oso i magi nar, con A. Carrel , cmo
ser a nuest ra vi si n del mundo si nuest ros r ganos sensori al es
estuvi eran dot ados de otras cual i dades:
Si,
por ej empl o, la
reti na regi strara
los
rayos i nf rarro os de gran l ongi tud de onda,
la natural eza se nos presentar a Laj o otro aspecto. Debi do a
los
cambi os de t emperatura, e col or del agua, de l as rocas
y
de los rbol es vari ar an segn las estaci ones. Los d as cl aros
de j ul i o, en que
los
menores detal l es del pai saj e se dest acan
so-
bre las sombras duras, resul tar an oscureci dos por una ni ebl a
roj i za, ya que
los
rayos cal or fi cos oonvert i dos en rayos
visibles
ocul tar an todos l os obj etos. Dur ant e los fr os del i nvi erno, la
atmsf era se acl arar a
y
e contorno de las cosas se vol ver a
preci so. Pero e aspecto de
los
hombr es cambi ar a bastante.
Su
perfi l ser a i ndeci so. Una nube roj a se escapar a por las ven-
tanas de la nari z
y
por la boca
y
enmascarar a sus rostros. Des -
pus de un ej ercici o vi ol ento, e vol umen del cuerpo aumentar a,
ya que e cal or despedi do por e m smo
lo
rodear a de
un
aura
ms ampl i a. Del m smo modo, e mundo exteri or se modi f i car a,
aunque de otra maner a, si la reti na se vol vi era sensi bl e a los
rayos ul travi ol eta, la pi el a los rayos l umnosos, o si tan sl o
aument ar a en f or ma notabl e la sensi bi l i dad de cada uno de
nuest ros rganos sensori al es [42, g. 771.
L a f orma m sma del abel l n de la orej a, la anat om a
mus-
por
estos
rganos no const i tuyan si no una pequea parte de
lo
que es transmt i do por e medi o. Y suponemos que l os rganos
sensori al es son, de acuerdo con e cri teri o general , adecuados
para la especi e humana; se advi erte f ci l mente que part i endo
de este ni vel , l as i nsuf i ci enci as -o una mayor perf ecci n- mo-
di f i can las condi ci ones i ni ci al es del proceso percept i vo.
Desde ya podemos seal ar una seri e de f enmenos
de
ti po
f si co-f i si opsi col gi coy es posi bl e habl ar de reacci ones preper-
cepti vas. Una pr i mera adaptaci n de ti po refl ej o entra en j uego
desde e moment o
en
que un rgano sensori al capta un men-
saj e exteri or; sabemos que un haz l umnoso,
a
i nci di r sobre
una parte de la reti na, provoca de i nmedi ato una modi f i caci n
cul ar de los gl obos ocuF res hacen que l os mensaj es reci bi dos
28
7/24/2019 psicopedagogia y de los medios audiovisuales
25/237
Los fendmenos perceptivos bdsimr
de la posi ci 6n de los gl obos ocul ares a
fin
de que la regi n
f vea sea exci tada a mxi mo.
Es
i nnecesari o menci onar aqu
los f enmenos de acomodaci n, en parte refl ej os, que producen
la contracci n del cri stal i no. Medi ant e una seri e de regul aci o-
nes automt i cas, se establ ece
un
equi l i bri o con vi stas a la re-
cepci n de una cant i dad de energ a compat i bl e con la estruc-
esta automat i ci dad, que est baj o la i nf l uenci a de los gran
Y
s
tura
y
e f unci onament o de l os senti dos.
No
hay que creer
conduct os refl ej os, corres onde tan sl o a un aspecto mecni co
siolgicos
moder nos se i nsi ste en la uni dad del si stema nervi oso,
y
en la actual i dad es imosi bl e concebi r
e
refl ej o ms si mpl e
de la personal i dad; esta observaci n ser il en e moment o en
que apl i quemos estas noci ones general es a la si tuaci n audi o-
vi sual .
L a entrada y
la penetraci n del mensaj e en e si st ema senso-
rial corresponden a una nueva def ormaci n de ste antes de
converti rse en la exci taci n propi ament e di cha. Los medi os ocu-
l ares dan l ugar a f enmenos de ref racci n
y
de di storsi n de
l os haces l umnosos, antes que l l eguen a la reti na. L a mel od a
ms
armoni osa acta sobre e t mpano, pone en movi m ent o la
cadena de los hueseci l l os y se t ransf orma en una seri e de
vari aci ones de presi n transmti das por e caracol . Las caracte-
r sti cas i ndi vi dual es dan a este proceso
la
mar ca total de la
ersonal i dad, que es a la vez causa y efecto de estos aspectos
Lol gi cos.
Est e pr i mer estadi o se prol onga en una segunda etapa, que
en
nuest ro croqui s esquemt i co esta asoci ada al precedent e
y
que es f undament al , ya que
se
trata de la exci taci n propi a-
ment e di cha. Las cl ul as sensori al es espec f i cas transf orman la
energ a reci bi da en un i mpul so nervi oso que ser envi ado haci a
los centros nervi osos superi ores, Los procesos son aqu di f eren-
tes segn los rganos sensori al es y su estudi o of rece escaso i nte-
rs para nuestros propsi tos; di gamos muy suci ntament e que
sobre la reti na se produce un f enmeno qi i mco y que la des-
composi ci n del ret i neano cor responde a
la
t ransf ormaci n de
la energ a l umnosa en energ a el ctri ca; en las cl ul as de Corti
del o do i nterno, un al argamento da ori gen al i mpul so nervi oso
que transmte e nervi o audi ti vo.
En
este ni vel es donde puede
habl arse de especi f i ci dad sensori al , ya que
los
f enmenos de
transf ormaci n no se producen si no en presenci a de la f or ma
correspondi ente de energ a que pone en acti vi dad a l as cl ul as
especi al i zadas. Est amos l ej os ya, por lo tanto, de la i ngenua
29
menor de nuest ra acti vi cf d nervi osa; en todos l os trabaj os
f i -
como un el emento c omp
;
t ament e i ndependi ente del conj unto
7/24/2019 psicopedagogia y de los medios audiovisuales
26/237
L o s f e n m e n o s
perccptioos
bsicos
creenci a segn la cual la real i dad se transmti r a en f or ma de
i mgenes reci bi das di rectamente por e cerebro. La homogenei -
dad entre e obj eto y e i mpul so nervi oso que parte haci a los
centros superi ores
ya
no exi ste en ese ni vel .
E
segundo estadi o corresponde, en real i dad, a de la trans-
msi n, que i nteresa sobre t odo al f i si l ogo, sin que dej e com-
pl etamente i ndi ferente a psi cl ogo.
Si gui endo las l eyes gene-
ral es de la fi si ol og a nervi osa, l os i mpul sos nervi osos son en-
vi ados, pasan por una seri e de rel s y son ori entados medi ante
mecani smos que sl o ahora se empi ezan
a
descubri r
y
a com-
pr ender (ver , en especi al , l os trabaj os de Del 1
y
de Magoun
sobre la estructura reti cul ar, que datan de
1952 y 1954).
S
qui si ramos extendernos sobre este punt o, encont rar amos
f l -
ci l mente todas l as rel aci ones compl ej as que estos f enmenos de
t ransmsi n t i enen con e conj unto de la personal i dad
y
con
la i nf l uenci a general de la si tuaci n en que se encuent ra
e
suj eto perceptor. Nos l i mtaremos a seal ar si mpl ement e la
i mportanci a de los rel s tal mcos que han puest o de mani f i esto
los trabaj os de Del ay
y
de su escuel a. Sabemos que la regi n
di encefl i ca puede ser consi derada como e cerebro afecti vo del
organi smo
y
que a este respecto puede retomarse la di sti nci n
hecha por Head entre la sensi bi l i dad protopti ca
y
la sensi bi l i -
dad epi cr ti ca;
a
ni vel del t l amo se revel an los componentes
afecti vos del mensaj e nervi oso transmti do, ment ras que una
l t i ma neurona conducc a la corteza e i mpul so nervi oso que
provocar el f enmeno corti cal , punt o de parti da de la per cep-
ci n propi ament e di cha.
Ser a necesari o, con respecto
al
tercer estadi o, recordar todos
los t rabaj os que, part i endo
de
las af i rmaci ones i ngenuas de
Gall
rel ati vas
a
l as
l ocal i zaci ones cerebral es, conducen a con-
cepci ones modernas, pasando por las teor as gestal ti stas. Re-
andes conduct os nervi osos term-
umendo, sabemos
nan en zonas topogr i cament e bi en del i mtadas y que la l l egada
de
los
i mpul sos nervi osos provoca f enmenos el ctri cos y
qu -
mcos i mportantes y net ament e detectabl es en las regi ones de
expansi n de la f i bra nervi osa consi derada, aunque sensi bl es
t ambi n en las otras partes del cerebro. Se establ ece entonces,
una vez ms, una f or ma de equi l i bri o resul tante de l as i nnu-
merabl es seri es de i mpul sos nervi osos que reci ben constante-
ment e los hemsf eri os cerebral es ya que, en cada i nstante,
los
di versos rganos sensori al es son e or i gen de una acti vi dad ner-
vi osa prct i camente i ni nterrumpi da. Agr eguemos, adems, para
preparar nuestros desarrol l os ul teri ores, que cada obj eto no
ori gi na una sola f or ma de mensaj e
y
que e cuerpo, en
su
30
?e los gr
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27/237
tos
fetihenos perceptivos l>.szcos
conj unto, capta a la vez, a propsi to de una si tuaci n no
obs-
tante preci sa,
los
est mul os vi sual es, audi ti vos, ol fati vos, tcti -
les, etc. Escuchar una pi eza de rgano en una i gl esi a es reci bi r
mensaj es vi sual es,
or
la msi ca, ser conmovi do f si camente en
todo e c u a p
por las vi braci ones potentes del ai re ( que po-
dr an, segn se sabe, l l egar a destrui r e edi fi ci o en e caso de
rganos part i cul armente poderosos ), respi rar e ol or bastante
caracter sti co del \ i nci enso.
En
consecuenci a, podemos repre-
sentarnos la corteza cerebral como e escenari o de
un
bal l et
compI i cado de i mpul sos nervi osos en constante i nterferenci a y
de un haz de reacci ones qu m cas suti l es ue actan en escal a
neurni ca,
es
deci r, casi en la escal a de
7
i nf i ni tamente pe-
queo.
L a i nterpretaci n de esos mensaj es f i si coqu mcos es l o que
consti tuye para nosotros e estadi o percept i vo propi amcnt e di-
cho. L a vari aci n de potenci al cerebral da naci mento a un f e-
nmeno ori i nal en e que las condi ci ones son f i si ol gi cas, pero
di f ci l di scuti r, en pocas l neas, la af i rmaci n precedente, que se
apoya en l os trabaj os rel ati vos a pri mer y segundo si stemas de
seal i zaci n de Pavl ov, pero t rataremos de justi fi carl a
en
la
f or ma
ms
senci l l a posi bl e.
E n
pr i mer
l u ar, podemos preguntarnos cbi no es qiie el
los mensaj es nervi osos para l ograr esa percepci n preci sa de la
que, a j usto t tul o, se enorgul l ece a veces. No debemos vaci l ar
en apel ar a la gnesi s del proceso para tratar de expl i carl o. Se
puede emti r r azonabl ement e la hi ptesi s de que el beb reci n
naci do no experi menta nada ms que i mpresi ones bastante mal
def i ni das que
sl o
pueden
ser
si tuadas en e pl ano de
lo
agra-
dabl e o lo desagradabl e. Medi ant e una seri e de condi ci ona-
mentos ext r emadament e suti l es
se
crean rel aci ones entre las
di ferentes si tuaci oncl s en que se encuentra e nio y las i rnpre-
si ones que exper i menta. Por el j i i ego de la general i zaci n y
de la i nhi bi ci n di ferenci atri z,
e
condi ci onamento se apl i ca a
mat i ces cada vez ms pequeos y ese proceso, que se desarrol l a
de acuerdo con e pr i mer si stema de seal i zaci n, adqui ere una
ampl i t ud aun ms grande en e moment o de
la
adqui si ci n del
l enguaj e para desembocar , en cl adul to, en una agudeza de
extraordi nari a preci si n.
Est e enfoc ue permte expl i car en f or ma coherente ci erto
n-
Un o de estos hechos se refi ere a la i mposi bi l i dad de separar
e f enmeno percept i vo del conj unto de la personal i dad del
cuyas mani Bstaci ones dependen del domni o psi col gi co.
Nos
es
ser humano puea l l egar a esta i nterpretaci n txtranrdi ri ari a de
mer o de heck
os
psi col gi cos i mportantes para nuestros estudi os.
31
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28/237
h s enmenos perceptios bdscos
sujeto, es deci r de lo que ste
es y
de l o que ha si do.
La
i nterpretaci n dada a los mensaj es nervi osos experi mentados se
ha desarrol l ada, como lo hemos di cho precedent ement e, en si -
tuaci ones preci sas vi vi das por el suj eto,
y
e condi ci onament o
oper ado en ese moment o l l eva -a veces durant e mucho t i empo-
la mar ca del moment o en que se produj o y de la resonanci a que
t uvo en e suj eto. Por esta razn, os suj etos reacci onan de mane-
ras muy di sti ntas en presenci a de una m sma si tuaci n exteri or,
como lo saben todos l os que uti l i zan l as pruebas proyecti -
vas en cl ni ca psi col gi ca: ante la m sma i magen dos suj etos
perci ben cosas bast ante di ferentes
y sus
i nterpretaci ones f i nal es
pueden lle ar a ser contradi ctori as. Esta es la razn por la cual ,
al gunas i m enes (l as del TAT, por ej empl o) , e psi cl ogo es
un
sueto. Se compr ende as , para vol ver a usar e ej empl o ci -
t ado a menudo en los manual es de psi col og a, por qu ante un
m smo pai saj e natural el poeta, e agri cul tor, el i ngeni ero
y
e
turi sta ven en l el ementos bastante di sti ntos, que para unos
ti enen i mportanci a y son i nsigni f i cantes para l os otros. Lo ms-
mo ocurre respecto de la compr ensi n de un f i l me, por ej empl o,
como lo prueban acabadament e las di scusi ones que si guen a la
proyecci n en un ci ne cl ub.
Las rel aci ones de la percepci n
y
de la personal i dad pueden
ser consi deradas desde otra perspecti va que nos muest ra t am
bi n la uni dad del f enmeno. Hemos di f erenci ado muchos mo-
ment os de la propagaci n de l os mensaj es e i nsi sti mos const an-
t ement e, aun cuando se trataba de reacci ones de or den ref l ej o,
en la dependenci a de esos procesoi respecto del conj unto del
si stema nervi oso.
Los
hbi tos adqui r i dos se si tan tanto en e
pl ano f i si ol gi co
como
en e psi col gi co, y hemos aprendi do a
reci bi r y a i nterpretar los mensaj es en f unci n del conj unto de
nuest ro cuerpo. Es deci r, en otras pal abras, que
los
compo-
nentes corporal es i ntervi enen en e proceso y desempe an un
papel en cuant o a equi l i bri o fi nal . Por ej empl o, puede ponerse
en evi denci a e papel desempeado por la f unci n tni ca en
la percepci n medi ant e la si gui ente experi enci a: se proyecta una
raya l umnosa verti cal del ante de un suj eto sentado en la oscu-
r i dad; para e suj eto la raya parece estar i nmvi l .
S
se arroj a
detrs de una de las orej as del suj eto cl oruro de met i b, que
enfr a bruscament e la regi n
y
acta por consi gui ente de un
modo uni l ateral sobre
los
canal es semci rcul ares ( que estn en
rel aci n con los centros del tono), e suj eto ve despl azarse la
l nea verti cal paral el amente a s m sma,
si
bi en la di stanci a entre
part i endo
%
hi stori as i magi nadas
pQr
suj etos en presenci a de
capaz de ana7 zar l os el ementos prof undos de la vi da ps qui ca de
32
7/24/2019 psicopedagogia y de los medios audiovisuales
29/237
Los fendmenos perceptiuos bhicos
e suj eto y e obj eto no ha vari ado. Est a senci l l a experi enci a
meba a la vez la fi i i ura de las regul aci ones psicofi siol gi cas
y
E s
vari abl es t an di ferentes que ent ran en j uego en e determ-
ni smo del acto percepti vo. .
Toda esta compl e i dadno si gni fi ca que
la
percepci n pi erda
jes regi strados. Puede af i rmarse que no hay percepci n pur a si
se f r agment a e mundo percept i vo segn nuestros di ferentes
senti dos. La percepci n vi sual si empr e es i nf l ui da por i mpr e-
si ones audi ti vas, ol fati vas o tcti l es. L a i nterpretaci n de un
msmo dato vi sual var a en f unci n de la msi ca que lo acom
paa, que en consecuenci a es perci bi da de modo di sti nto. L a
separaci n entre e domni o vi sual y e audi ti vo es f ruto de
un anl i si s teri co y verbal contrari o a la real i dad. Una expe-
ri enci a senci l l a puede poner t ambi n de mani f i esto estas i nte-
racci ones: graci as a
un
di sco gi ratori o sobre e que hay di buj a-
das una o vari as espi ral es es posi bl e - medi ant e una hendi dura
hecha en un cartn que ocul ta el si stema- dar la i mpresi n
de que dos part cul as se despl azan, se acercan, se encuent ran y
se al ej an.
La
experi enci a, presentada si n ni ngn comentari o
a
un grupo de suj etos
a
qui enes se les pregi i nta
qu
es
lo
que
ven en e moment o
del
encuent ro de las dos part cul as, pro-
porci ona respuestas que se di stri buycn de
iiiodo
casi i gual entre
las vari antes si gui entes: las bol i tas se cri i zan o vuel ven a en-
contrarse
y
rebotan una sobrc la otra. S en e moment o en
que las part cul as se acercan se hace or un si l bi do
o
un bui n,
la mayor parte
de
los suj etos ve i nmedi at amente que
l as
bol as
se cr uzan o rebotan una sobre la otra. L a percepci n vi sual
ha
si do modi f i cada por e mensaj e audi ti vo. Est o ti ene gran
i mportanci a para e estudi o de l os efectos de un fi lm, por
ej empl o,
y
sin ant i ci pamos a los cap tul os subsi gui entes, po-
deni os deci r que es bi en sabi do que pueden obtei i erse experi -
mental mente percepci ones muy di ferentes de 1111 m smo teni a:
en vari as secuenci as de tonal i dades afecti vas di i erentes se in-
t roduce e m smo pr i mer pl ano del rostro de un personaj e, e
cual es perci bi do por los m smos suj etos en di sti nta f or ma:
unas veces ese rostro t raducc para el los tri steza, otras veces
expresa al egr a
y
otras, en fi n,
un
est ado afecti vo
en
rel aci n
con la si tuaci n en q~i eest col ocado.
Se ha podi do presentar el i ni smo f ei i heno desde e ngul o
de una el ecci n ef ectuada por e suj eto, i nsi sti endo sobre e
hecho de que la perccppcji i q u c l ten a de una si tuaci n res-
pond a
a
sus preocupaci ones personal es, que per manec a in-
sensi bl e
a ciertos el ementos i mportantes y no ve a o
no
o a
33
su uni dad, que resu a de una i ntegraci n de todos los mensa-
7/24/2019 psicopedagogia y de los medios audiovisuales
30/237
Los
fendmenbs
perceptivos bdsicos
ms que aquel l o que su ersonal i dad extra a del conj unto. Esta
observaci n se expl i ca f hci l mente dentro del cuadr o general
que hemos presentado antes; por otra parte, resul ta perf ecta-
ment e comprensi bl e que los hbi tos anteri ores del suj eto, las
si tuaci ones que ha conoci do y vi vi do, en especi al si f ueron muy
traumat i zantes para l, acten en f or ma i nconsci ente en una
el ecci n que no es si no el aspecto exteri or del proceso i nter-
pretati vo corti cal . L a expl i caci n se apl i ca, mutatis
mutandis,
a
las experi enci as social es de los suj etos
y
no nos asombr a e
hecho de que no sean los m smos el ement os de una i magen o
de un f i l me los que i mpresi onena pbl i cos si tuados en di sti ntos
punt os de la Ti erra.
Todas las observaci ones precedentes ten an como fin tratar
de escl arecer
y
preci sar las i deas sobre la percepci n
y
mostrar
que una concepci n ci ent f i ca del f enmeno es suscepti bl e de
dar cuent a de un nmer o muy grande de f enmenos
y
de pro-
porci onar una i nterpretaci n general coherente de al gunas
ob-
servaci ones,
a
veces contradi ctori as en apari enci a.
No
hemos
anal i zada todos l os probl emas rel ati vos
a
la percepci n, pero
nuest ro cuadro general es suf i ci ente para abordar l os probl emas
espec f i cos pl anteados por las tcni cas audi ovi sual es.
ALGUNAS
APLI CACI ONES
DI RECTAS A LAS
SI TUACI ONESAUDI OVI SUALES
No nos pr oponemos retomar uno a uno
los
el ementos de l a
secci n precedente, si no examnar al gunos pr obl emas espec f i cos
vi ncul ados a la si tuaci n general cr eada por la uti l i zaci n de
las tcni cas audi ovi sual es.
A
fin de agrupar cl arament e nues-
tras observaci ones, distin ui remos en esta secci n tres partes: l a
si tuaci n, e mensaj e au F ovi sual
y
e suj eto.
LA
ITUACI~N
Una de las pr i meras caracter sti cas de l o que l l amamos la
si tuaci n audi ovi sual es, de maner a
un
poco paradj i ca a
pri-
mer a vi sta, e desequi l i bri o y la def ormaci n de la estructura
de l os el ement os audi ovi sual es del medi o y la exi stenci a de un
f enmeno de focal i zaci n. Trataremos de acl arar estos puntos.
34
7/24/2019 psicopedagogia y de los medios audiovisuales
31/237
Los fenmenos
perceptivos bsicos
L a recepci n correcta de una emsi n radi of ni caO la audi ci n
de un di sco, la proyecci n de i mgenes o de un f i l me exi gen
condi ci ones ambi ental es espec f i cas: en e pr i mer caso, la i n-
tensi dad de
los
rui dos extraos al al toparl ante debe ser r edu-
ci da a ni vel ms baj o posi bl e; en e segundo, ocurre lo msmo
con la i ntensi dad l umnosa de la sal a de proyecci n.
En
l os
dos casos, aparece un f enmeno de focal i zaci n, es deci r, una
ori entaci n parti cul ar de la atenci n del espectador haci a la
f uente de l os mensaj es. Subr ayemos i nmedi at ament e que esta
focal i zaci n no t i ene las m smas caracter sti cas que la de
la
atenci n vol untari a en si tuaci n normal .
En
este l t i mo caso
(lo
m smo que para los adul tos que van al ci ne
por
propi a
vol untad, por ej empl o) , la atenci n parte en ci erta medi da del
suj eto
y
se ori enta haci a e obj eto.
En
la si tuaci n audi ovi sual ,
la atenci n provocada es una respuesta a l l amado de la f uente
de los mensaj es; e l l amado es tanto ms potente -y por
lo
tanto la atenci n corre e ri esgo de ser tanto ms i ntensa-
cuant o mayor es l a di ferenci a de i ntensi dad que exi ste entre la
emsi n del mensaj e y e conj unto de la sal a.
Esto
ti ene dos
consecuenci as que es preci so seal ar: al gunos autores
no
vaci -
l aron
en
comparar esta si tuaci n en que la atenci n est f uer-
t ement e f ocal i zada con una si tuaci n prehi pnt i ca como
la
que
cr eaban
los
psi qui atras a f i nes del si gl o pasado, y f ue uti l i zada
para expl i car, en parte, la i nf l uenci a del ci ne sobre los especta-
dores. Vol veni os a encontrarnos con este probl ema por otro ca-
m no, que corresponde a su segunda consecuenci a: hay autores
que se han referi do a sueo del suj eto para t odo
lo
que no
sea e mensaj e vi sto o escuchado. Las di ferenci as de i ntensi dad,
sea l umnosa
o
audi ti va, f avorecen este estado de i ndi ferenci a
haci a t odo lo que no sea e campo percept i vo pri nci pal , y puede
observarse corr i entemente que
un
espectador ci nematogrf i co
atento no presta atenci n a
sus
veci nos i nmedi atos, ment ras
que esta i ndi ferenci a se observa con menor f recuenci a en una
sal a teatral
( y
t ambi n por otras razones, de l as que no nos
ocuparemos en este trabaj o).
Vol vemos a encontrarnos aqu , por otra v a, con resul tados
experi mental es seal ados ya hace muc ho t i empo por Pavl ov
y
uti l i zados actual mente en las curaci ones por medi o del
sueo.
Pavl ov compr ob que cuando a un perro en si tuaci n de expe-
ri enci a se le supr i man todas las f uentes de est mul o exteri or, e
ani mal se dor m a,
En
la psi coterapi a
del
sueo se opera en la
actual i dad cr eando preci samente si tuaci ones anl ogas, a las que
se agr ega una
dbi l
exci taci n peri di ca
y
al gunos product os
qu
mcos.
7/24/2019 psicopedagogia y de los medios audiovisuales
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Los
fenmenos percvptivos hdsicos
L a modi f i caci n del equi l i bri o de l os exci tantes ti ene otro
efecto psi col gi co i mport ant e que debe seal arse para e estudi o
de la psi col og a de las si tuaci ones audi ovi sual es. L a di sm nu-
ci n de la i ntensi dad de los mensaj es reci bi dos en un campo
sensori al determ nado acreci enta la ef i caci a de los mensaj es
reci bi dos en los otros campos sensori al es, Est a observaci n es
fci l de expl i car si se la ref i ere al esquema general de la per-
cepci n que di mos anter i ormente. Se escucha mej or
un
con-
ci erto en una oscuri dad rel ati va que en una sal a i l umnada;
de noche se perci ben mej or l os rui dos faml i ares que pasan
desaperci bi dos durante e d a. E n e pl ano ci ent f i co, es sabi do
ue la supresi n de los mensaj es vi sual es modi f i ca e trazo del
benef i ci o de las ondas beta si se exci ta la reti na. L a fuerte
i mpresi n de l os est mul os que resul ta del desequi l i bri o general
de los mensaj es exteri ores da ori gen a muchos de los f enme-
nos que desencadenan e pni co en las sal as oscuras; al pro-
duci rse un i nci dente grave en una sal a de espectcul os ci ne-
matogrf i cos, es necesari o que a la brevedad posi bl e se enci enda
la l uz para l i mtar
los
efectos soci al es que pueden ori gi narse
y
que desembocar an en una verdadera catstrofe. Dur ant e los
j uegos ms i nfanti l es, as como en l as representaci ones de gran
gui ol , la oscuri dad si empre es un el ement o de pavor, por los
sent i mentos de i nseguri dad que provoca.
Per o la oscuri dad no t i ene sol ament e efectos que pueden ser
el i grosos; es necesari o consi derar ahora sus aspectos posi ti vos.
get omando l os el ement os aportados anter i ormente, puede deci r-
se de i nmedi ato que en ci erto senti do la focal i zaci n vi sual o
audi ti va, en la medi da en que pr ovoca una atenci n bastante
i ntensa, f avorece una buena percepci n
y
da a l os mensaj es
emt i dos un poder de penetraci n que aument a consi derabl e-
ment e su ef i caci a. D e ese modo se expl i ca en parte la preci si n
y e nmer o de recuerdos regi strados
por
l os j venes es ectado-
veces puede observarse tal i ntensi dad de recepci n que se pro-
duce una verdadera i denti f i caci n de l os espectadores con e
movi m ent o representado en la pantal l a
y
e suj eto ti ene la
i mpresi n de estar dent ro del veh cul o en que se si ta la cmar a
o
dent ro de la vagoneta que baj a a t oda vel oci dad por l os ri el es
si nuosos encl avados en el f l anco de la montaa. Por otra parte,
l os
resul tados de ci ertos espectcul os de ci nerama son a su vez
muy espectacul ares, puesto que e nmer o de espectadores que
se i ndi sponen es bastante consi derabl e (ver l os espectcul os de
ci nemascope) .
eect roencef al ograma, en e que desaparecen Ias ondas al fa en
res que si guen asi duament e las sesi ones ci nematogr cas. A
36
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Los
f e n h e n o s
perceptivos bdsicos
L a oscuri dad opera de otro modo al l i berar a i ndi vi duo
de ci ertas coerci ones soci al es que lo i mpul san a desempear
un
papel y le permten as una parti ci paci n ms acti va en la si tua-
ci n. Cuando se uti l i zaron
por
pr i mera vez la epi scop a
y
la
di ascop a en
los
pa ses en v as
de
desarrol l o, se pudo observar
e hecho si gui ente: era muy difcil si no i mposi bl e pr omover
di scusi ones a pl eno d a en e seno deunpequeo
grupo
sobre un
t ema det erm nado (prcti ca agr col a, pr obl emas faml i ares o
so-
ci al es, por ej empl o) ; todos l os presentes cal l aban, ya que cada
uno se sab a observado por los dems
y
e temor a equi vocarse
o
a hacer e ri d cul o conduc a a un mut i smo general . Cuando
la di scusi n se organi zaba a parti r de i mgenes proyectadas,
las l enguas se sol taban
ms
f ci l mente
y
la
parti ci paci n en la
di scusi n era mucho ms oonsi derabl e en la oscur i dad; e
i n-
di vi duo no ten a la i mpresi n de ser j uzgado, observado o re-
conoci do como lo ser a a pl eno d a. l
Estas observaci ones nos l l evaron a consi derar lo que suced a
con los ni os en si tuaci n de oscur i dad, cuando estn en pre-
senci a de una proyecci n fi ja
o
ani mada 11521,y otros autores
compar ar on e nmer o de reacci ones i ndi vi dual es o soci al es
durante una proyccci n ci nematogrf i ca
[232].
Nosot ros pon-
dr emos e acento si mpl ement e en una consecuenci a f undamen-
tal de la si tuaci n de oscuri dad a la que denoi ni namos l i bera-
ci n de la m m ca i ndi vi dual
[152].
En si tuaci n de i l umna-
ci n, en efecto, e ni i ?o -y t ambi n e adul to- debe control ar,
consci ente
o
i nconsci entemente, la expresi n de
sus
emoci ones;
sin i ntroduci r aqu las grandes di scusi ones psicofi l osfi cas rel a-
ti vas a las rel aci ones entre la emoci n y sus mani f est aci ones
rxteri oses ( . ames, Sartre), podemos decir si mpl ement e que
hay
i nteracci ones rvi dentes entre
el
aspecto i nterno
y
e aspecto
externo del proccso. Por
lo
tanto, e ni o a que se lc cuenta
un
cuento debe, a niismo t i empo, escuchar
y
senti r una emoci n
al gunas veces vi ol enta, si se trata de un cuento de hadas, por
ei ei npl o, y dom nar las mani f estaci ones exteri ores
de
s u emo-
ci n (ri sas o, sobre t odo, l l anto) pos razones soci al cs de
dis-
ci pl i na o por razones personal es de di gni dad ante l os otros
com-
pa eros; no ol vi demos que, como lo r ecuerdan los psi cl ogos
de la vi da soci al , si empr e est amos en tren de desempear
un
papel ante los dems
y
que la presenci a de otros supr i me gran
parte de nuest ra espontanei dad.
La
si tuaci n es di ferente cuan-
do e proceso se opera en la oscur i dad, ya que el control de las
1
D e A. Terrisse: L a
lucha
contra el analfabetismo en una experiencia de
rdiicarihn b 8 w n
en
A. O F. Education de hase et 4ducation der
adultes,
701.
4,
NO 4, pg. 37, Unesco. 1953.
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LOS
fenmenos perceptivos bsicos
mani f estaci ones emoti vas es reduci do
y
e ni o puede rer, 110-
rar
o
mani f estar su i nqui etud
o
su t emor con mayor l i bertad.
Cr eemos que esta l i beraci n rel ati va de la expresi n de las
emoci ones repercute sobre e proceso
msmo
y
que
la
i ntensi dad
de la emoci n exper i ment ada debe ser
ms
grande, ya que e
f enmeno de conj unto no ha teni do f reno. Estas observaci ones,
que exi g an un anl i si s prof undoy sobre t odo seri as veri f i caci o-
nes experi mental es,
nos
demuest r an que las condi ci ones per-
cepti vas (no ol