PODER JUDICIAL DEL ESTADO
SUPREMO TRIBUNAL DE JUSTICIA
CUARTA SALA
SENTENCIAS QUE CAUSARON ESTADO
NÚMERO DE TOCA FECHA EN QUE SE DICTÓ LA SENTENCIA
432 -2016 08 ocho de julio del 2016 dos mil dieciséis
San Luis Potosí, San Luis Potosí; a 08 ocho de julio del 2016 dos mil dieciséis.
V I S T O para resolver el toca número 432-2016, relativo al recurso de apelación
interpuesto por ELIMINADO, en contra de la sentencia definitiva dictada con fecha 28 veintiocho de
marzo del 2016 dos mil dieciséis, dictada por la Juez de Primera Instancia del XII Distrito Judicial en el
TOCA : 432-2016
APELANTE:
ELIMINADO.
MAGISTRADA PONENTE:
ELIMINADO.
Estado, en el expediente número 458/2015, relativo a la Tercería Excluyente de Dominio, promovida
por ELIMINADO en contra de la licenciada ELIMINADO y otros; y,
R E S U L T A N D O
PRIMERO.- La sentencia de fecha 28 veintiocho de marzo del 2016 dos mil dieciséis,
concluyó con los siguientes puntos resolutivos: “…PRIMERO.-Por las razones anotadas en la
presente resolución, se declara IMPROCEDENTE LA TERCERIA EXCLUYENTE DE DOMINIO,
absolviéndose a la LIC. ELIMINADO en su carácter de endosatario en procuración de
ELIMINADO, así como a ELIMINADO y ELIMINADO (ejecutados), de todas y cada una de las
prestaciones reclamadas con motivo de la presente. SEGUNDO.- Se condena a la actora de la
tercería, al pago de costas y gastos originados en la tramitación del presente juicio, al
no haber obtenido sentencia favorable, previa regulación que de ellas se haga en
ejecución de sentencia. TERCERO.- NOTIFIQUESE PERSONALMENTE...”
SEGUNDO.- Inconforme con dicha sentencia, la parte actora interpuso recurso de
apelación, el cual le fue admitido por el A quo en ambos efectos mediante proveído de fecha 29
veintinueve de abril de 2016 dos mil dieciséis, ordenándose se remitieran los autos al Superior para la
substanciación de alzada, dándose cumplimiento por oficio 1045/2016. Por razón de turno correspondió
conocer del recurso a esta Sala, confirmando de legal la calificación de grado hecha por el juzgador, por
proveído de fecha 17 diecisiete de junio de 2016 dos mil dieciséis, así mismo tuvo a la parte apelante
por expresando los agravios ante el Juez natural mediante escrito presentado en fecha 22 veintidós de
abril del presente año, así como a la licenciada ELIMINADO por contestando los agravios de su contraria
parte mediante escrito recibido en fecha 16 dieciséis de mayo del año en curso; citándose en su parte
final para resolver; turnándose posteriormente a la Magistrada ponente para la elaboración del proyecto
de resolución.
C O N S I D E R A N D O:
PRIMERO.- Esta Sala es competente para conocer y resolver del presente recurso de
apelación, de conformidad con lo dispuesto por el artículo 936 del Código de Procedimientos Civiles
del Estado, en relación con el 3° y 25 de la Ley Orgánica del Poder Judicial del Estado de San Luis
Potosí.
SEGUNDO.- Los agravios expresados por ELIMINADO, literalmente dicen: “…Primero.-
El resolutivo primero que se rige por el considerando quinto de la sentencia, que causa
agravio toda vez que el Inferior deja de aplicar el contenido de los artículos 1063,
1077, 1122, 1194, 1205, 1324, 1325, 1370 y relativos del Código de comercio y por lo
tanto se violan, los principios del debido proceso, así como los derechos humanos que se
contienen en esos artículos 14 y 16 de la Constitución Federal de los Estados Unidos
Mexicanos, al no examinar y estudiar en forma debida el procedimiento de tercería que me
permití intentar, argumentando que de oficio y en beneficio incorrecto de una de las
demandadas, sustenta situaciones que en este caso y toda vez que se trata de un
procedimiento estricto las hace valer. Debo dejar señalado que en ese punto resolutivo se
establece que no procede la acción en donde se hace valer esta tercería hecha valer,
teniendo su origen en el considerando quinto de la sentencia. En ese considerando quinto,
el Inferior, en una parte del mismo, señala:…” Pues bien, la tercería que nos ocupa tiene
por objeto conseguir el levantamiento del embargo efectuado en un bien propiedad del
opositor quien hace valer el derecho real de propiedad sobre el bien embargado en otro
juicio cuando es extraño así el tercerista está obligado a demostrar los siguientes
extremos: A…….La propiedad sobre la cosa. La identidad entre la misma y a la que fue
objeto del secuestro. B….Que ésta fue embargada por el ejecutante en un procedimiento al
que es ajeno. En ese considerando se da por hecho de que la suscrita es la legítima
propietaria de ese bien inmueble que se ubica en las calles de Diez Gutiérrez 111 de la
ciudad de Salinas de Hidalgo de este Estado. Pero cuando al estudio del segundo elemento,
se aparta en forma total del contenido tanto de la demanda inicial, así como de la
contestación que hace ELIMINADO; se aprecia en ese escrito de contestación de la demanda
de que ninguna manera hace las consideraciones que vierte el Inferior, por lo que se debe
considerar de que se excede en el estudio de ese elemento segundo que supuestamente se
estudia, esta demandada lo único que argumente es la falta de legitimación de la
suscrita, pero no con las consideraciones que se hacen en la sentencia, es por ello que
la sentencia en esta parte resulta totalmente incongruente, violándose desde luego el
contenido de esos artículos 1077, 1324, 1325 y demás relativos del Código de Comercio,
cuando aparentemente se opone la excepción de falta de legitimación, el concepto que se
vierte es totalmente diferente al que toma en consideración el Inferior en su sentencia,
el Inferior establece conceptos que indudablemente llevan a considerar que se trata de
una suplencia de queja, es por ello que no se hace el estudio y el análisis en forma
correcta y adecuada de la excepción que hace valer aquella demandada. En la manifestación
anterior, indudablemente que no se observan esos principios del debido proceso en donde
la autoridad salvo los casos de excepción no puede subsistirse en el planteamiento que
hace una de las partes; debo dejar de nueva cuenta establecido que las manifestaciones
que hace el Inferior en ese considerando quinto y al estudiar el segundo elemento de la
tercería, se excede en sus manifestaciones, por ello de nueva cuenta me permito en
insistir de que el Inferior, se aparta totalmente del planteamiento que se expuso en ese
escrito de contestación a la demanda, violándose desde luego las garantías del debido
proceso y el contenido del numeral 1077 del Código de Comercio, es por ello que sigo
insistiendo en que la sentencia que es motivo del recurso de apelación resulta
incongruente. No resulta posible considerar que la suscrita carece de la debida
legitimación para intentar está tercería excluyente de dominio toda vez de que tengo el
debido derecho para poder ejercitar esa acción y para ello me permito hacer saber el
contenido de la siguiente tesis jurisprudencial: “Novena Época. Registro: 176089
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Tesis Aislada. Fuente: Semanario Judicial
de la Federación y su Gaceta. XXIII, Enero de 2006 Materia(s): Civil. Tesis: IV.1o.C.58 C
Página: 2509 TERCERÍA EXCLUYENTE DE DOMINIO. LEGITIMACIÓN AD CAUSAM. La doctrina y la
jurisprudencia han entendido a la legitimación ad causam, como el conjunto de
circunstancias, condiciones y cualidades con base en las cuales una persona puede
pretender en juicio la declaratoria de una relación jurídica; es decir, la demanda debe
ser intentada por el titular del derecho cuestionado, traducido en la idoneidad para
activar la jurisdicción con el fin de obtener sentencia mediante la cual se resuelva la
cuestión planteada. El tratadista Hernando Devis Echandía acota que no debe confundirse
la existencia de un derecho o relación jurídica con el derecho material discutido, pues
la legitimación sólo da lugar a que se decidan las peticiones formuladas en la demanda,
pero no supone necesariamente la resolución favorable de las pretensiones del actor
(Devis Echandía, Hernando. Teoría General del Proceso. Editorial Universidad, tercera
edición, Buenos Aires 2002, página 255). Luego, si de conformidad con el artículo 1367
del Código de Comercio, la tercería excluyente de dominio es una acción de oponibilidad
basada en: "... el dominio sobre los bienes en cuestión o sobre la acción que se ejercita
alega el tercero...", es claro que ese enunciado delimita la legitimación ad causam, esto
es, que la tercería debe ser intentada por quien tenga el dominio del bien o derecho
afectado. PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL CUARTO CIRCUITO. Amparo directo
503/2004. Espumas Especiales Monterrey, S.A. de C.V. 17 de noviembre de 2005. Unanimidad
de votos. Ponente: Alfredo Sánchez Castelán. Secretario: Set Leonel López Gianopoulos.” –
Es por lo tanto y de acuerdo al contenido del criterio jurisprudencial anterior la
suscrita posee el debido derecho y la legitimación para intentar la presente tercería
excluyente de dominio y no como lo hace saber el Inferior. Segundo.- Ese considerando
único regido por el considerando quinto de la sentencia de fecha 28 de marzo de esta
anualidad que ha dictado el Juez Mixto de Primera Instancia con residencia en la Ciudad
de Salinas de hidalgo de este Estado en los autos del expediente número 458/2015 que se
refiere a la Tercería Excluyente de Dominio que hice valer en contra de ELIMINADO y
otros, me causa agravio en virtud de que se dejan de aplicar el contenido de los
artículos 1077, 1237, 1292, 1293 y demás relativos del Código de Comercio, artículo 48
fracción VIII de la Ley del Registro Público y Catastral del Estado, y como consecuencia
los principios del debido proceso y los derechos humanos que se contienen en los
artículos 14 y 16 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, al no
estudiar y analizar en forma total y completa la escritura de donación que se hizo a mi
favor ante el Notario Público número Uno con ejercicio en aquel Municipio. Como documento
fundatorio de la Tercería que se hizo valer me permití anexar la escritura de donación
que se celebró a las 10:00 horas del día 11 de febrero del 2014 ante la fe del Notario
Público número Uno con ejercicio en la ciudad de Salinas de Hidalgo de este Estado, en
donde se inscribe en las oficinas del Registro Público y con fecha 30 de abril del 2013
sin señalarse la hora de la presentación del documento que desde luego constituye una
obligación de tipo legal, se presenta un embargo de ese inmueble que se ubica en Diez
Gutiérrez número 111 de aquella ciudad y que es el que hace valer el Inferior, situación
que desde luego resulta totalmente incorrecto y para ello basta ver ese certificado de
libertad de gravámenes que es un anexo de la escritura de donación que se acompañó como
título fundatorio a mi escrito inicial de demanda. Situación que no es analizada y
estudiada por el Inferior, pues los efectos jurídicos resultan de gran trascendencia.
Entonces pues aparecen dos fechas de suma importancia a saber: ***La fecha de celebración
del contrato de donación y que es de fecha 30 de abril del 2013, el cual se presenta a
las 12:00 horas en las oficinas del Registro Público de la Propiedad de Salinas de
Hidalgo. ***La fecha de inscripción del embargo y que es de fecha 30 de abril del 2013,
en donde no se señala la hora de presentación ante el Registro Público de Salinas de
Hidalgo. De todo ello se desprende que la parte demandada en forma totalmente incorrecta
hace saber al juzgador que el embargo se presentó a las 9:32 del día 30 de abril del 2013
cosa desde luego tal como lo digo, resulta ilegal y no se desprende de ninguna manera en
esos certificados de libertad de gravámenes que fueron expedidos con anterioridad por el
Director del Registro Público de la ciudad de Salinas de Hidalgo; lo anterior hace
suponer y así se desprende que la donación resulta en su inscripción ser anterior al
pretendido gravamen que trata de imponer la señora Hernández Castillo y resulta desde
luego una violación a los preceptos legales que contienen los principios que se señalan
los artículos 1077, 1237, 1292, 1293 y relativos del Código de Comercio, pues se debe
dejar perfectamente establecido que en ese certificado de libertad de gravámenes no
existe la inscripción del embargo con las formalidades que se refieren a la hora de
presentación del documento, que como lo he venido diciendo es un requisito de legalidad
que debe ser observado por la autoridad. Resulta por lo tanto indebido que el Inferior
manifieste que es intrascendente el señalamiento de la hora de presentación de la
solicitud como lo pretende, pues como ya se refirió con antelación que a partir de la
publicidad de la inscripción ante la autoridad registral surtió sus efectos contra
terceros. Es por ello que debo seguir sosteniendo que el Inferior no hace el estudio y
análisis de la documentación pública que con toda oportunidad se le hizo llegar al
procedimiento y no aplica con toda exactitud los principios legales reguladores al caso.
Tercero.- Ese resolutivo primero que se encuentra regido por el considerando quinto de la
sentencia de fecha 28 de marzo de este año, que se dicta por el Juez de Salinas de
Hidalgo de este Estado, en los autos del expediente número 458/2015 que se refiere al
juicio de tercería excluyente de dominio que intenté en contra de ELIMINADO y otros,
viola el contenido de los artículos 2º y relativos del Código de Procedimientos Civiles
del Estado, 14 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en cuanto que
no se hace la debida motivación y fundamentación para considerarme causa habiente de la
donante señora ELIMINADO respecto de ese inmueble que se ubica en las calles de Diez
Gutiérrez número 11 de la ciudad de Salinas de Hidalgo de este Estado. Se desprende de
las consideraciones que hace el Inferior en su sentencia que a la suscrita la considera
causad habiente de la señora ELIMINADO en lo que concierne al embargo que le fue
practicado respecto de ese inmueble que se ubica en las calles de Diez Gutiérrez número
11 de la ciudad de Salinas de Hidalgo, pero no señala cual es el precepto legal que debe
aplicar, es decir el fundamento legal para hacer esa consideración puesto que de
conformidad con el contenido del numeral 53 de la Ley Procesal Civil, consecuentemente al
no indicarse el precepto legal que se debe aplicar el Inferior, viola en mi perjuicio el
contenido de esos derechos humanos a que se refiere el artículo 14 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos. La serie de tesis que aplica en su sentencia
desde luego que resultan incorrectas puesto que el consentimiento que pretende no se
aplica en este caso. De acuerdo a lo anterior, el Inferior invoca una serie de tesis que
en mi caso no resultan aplicables por la circunstancia de que hace valer la existente de
una inconformidad en lo que se refiere al embargo que fue trabado ese bien inmueble al
que se hace referencia...”
TERCERO.- Los agravios expresados por ELIMINADO, resultan infundados atento a las
siguientes consideraciones y fundamentos de derecho.
La apelante medularmente se duele en su primer agravio que el Juzgador no examinó ni
estudio de forma debida el procedimiento de tercería apartándose del contenido de la contestación a la
demanda que hace ELIMINADO, excediéndose de su estudio, dejando de observar el principio del
debido proceso.
Agravio que como se adelantó resulta infundado atento a que como se desprende de las
consideraciones del juzgador en su resolución de fecha 28 veintiocho de marzo del 2016 dos mil
dieciséis así como de la contestación de demanda que hace ELIMINADO no se advierte que el A quo
hubiese suplido la deficiencia de la queja ni que no haya hecho un debido análisis de forma correcta y
adecuada de la excepción que hizo valer la mencionada demandada, pues las constancias de autos se
tiene en lo que aquí interesa:
a).- Por auto de fecha 23 veintitrés de diciembre del 2015 dos mil quince se tuvo a la
diversa demandada licenciada ELIMINADO por contestando en tiempo y forma la Tercería Excluyente
de Dominio, oponiendo excepciones y defensas, en la que se tiene: “1.- Este punto que se
contesta no se afirma ni se niega por no ser un hecho propio. Sin embargo debo de aclarar
que el contrato de donación que en este apartado se refiere, y con el cual se me corrió
traslado en la cláusula cuarta del referido contrato se establece claramente lo
siguiente: “CUARTA.- El inmueble enajenado pasa a la parte “DONATARIA” al corriente en el
pago de sus contribuciones prediales y únicamente pasa con un gravamen que pesa sobre el
inmueble objeto de este instrumento, el que a la letra dice: Esta inscripción pasa con el
siguiente gravamen embargado por el juzgado Mixto de Primera Instancia de esta ciudad por
la cantidad de $126,093,400.00 (SIC) ver reg. No. 38 del Libro de Embargos tomo 1, de
fecha 03 de abril de 1992; además libre de toda responsabilidad fiscal; obligándose en
todo caso “LA DONANTE” a responder del saneamiento en caso de evicción, en los términos
de ley.---”. Además en la libertad de gravamen que se encuentra anexa al contrato de
fecha 02 de mayo del 2013, al reverso de la misma aparece una certificación que hace el
Registrador Público de la propiedad y de Comercio de este municipio de fecha 07 de mayo
de 2013, en la que obra la siguiente leyenda: “ESTA INSCRIPCION PASA CON EL SIGUIENTE
GRAVAMEN-EMBARGADO POR EL JUZGADO MIXTO DE PRIMERA INSTANCIA DE ESTA CIUDAD POR LA
CANTIDAD DE 126, 093,400.00 VER REG. NO. 38 DEL LIBRO DE EMBARGOS TOMO 1 DE FECHA 03 DE
ABRIL DE 1992.- POR ORDEN DEL JUZGADO DE PRIMERA INSTANCIA EN SALINAS SLP., MEDIANTE
OFICIO 356/2013 DE FECHA 29 DE ABRIL DE 2013, SE INSCRIBIO EL EMBARGO RESPECTO DEL JUICIO
EJECUTIVO MERCANTIL, PROMOVIDO POR HORACIO ROBLEDO MARTINEZ, APODERADO LEGAL DEL C.
SABINO ROBLEDO POR LA CANTIDAD DE $150,000.00 EL CUAL QUEDO REGISTRADO BAJO EL No. 35
FOJA 238-248 TOMO 1 DEL LIBRO DE SENTENCIA Y EMBARGOS, DE FECHA 03 DE MAYO DEL 2013, SE
LE DIO ENTRADA CON LA BOLETA No. 1,438 DE FECHA 30 DE ABRIL DEL 2013. 2.- Este punto que
se contesta es cierto en parte, falso es que de una manera incorrecta se haya embargado
el bien inmueble, pues este embargo se hizo conforme a derecho tal y como consta en autos
y en la inscripción número 35 a fojas 238-248 del tomo 001 del libro de sentencias y
embargos que se lleva en la oficina del Registro Público de la Propiedad y de Comercio de
este municipio, además en nuestra legislación civil y mercantil no existe disposición
alguna que establezca que la hora sea un requisito sine quanon para registrar el embargo
en esa oficina. En cuanto al segundo párrafo de este punto que se contesta ni se afirma
ni se niega por no ser un hecho propio pero debo decir a su Señoría que el supuesto
contrato de donación que refiere la tercerista no es otra cosa que una simulación de
actos entre la C. ELIMINADO y la aquí tercerista, conjuntamente con su abogado patrono
pues como es posible que sea abogado de la aquí tercerista y demande a los CC. ELIMINADO
y ELIMINADO, cuando es también abogado patrono de los mismos en el Juicio Ejecutivo
Mercantil del que emana la presente tercería, para acreditar lo anterior basta con ver
todas y cada una de las actuaciones existentes en el Juicio Ejecutivo Mercantil No.
62/2002 que se tramita en este juzgado específicamente el acuerdo de fecha 11 de junio de
2014 en el cual se ordena girar oficio al Notario Público número Uno de este Distrito
Judicial a cargo del Lic. ELIMINADO a fin de que se abstuviera de protocolizar escritura
alguna respecto del bien inmueble ubicado en la calle de Iturbide número 36 de este
municipio, registrado en la Oficina del Registro Público de la Propiedad y del Comercio
de este municipio bajo la inscripción ELIMINADO, lo anterior en virtud de que al margen
de dicha inscripción, tiene un aviso preventivo de un contrato de donación pura y
gratuita a favor de la C. ELIMINADO (aquí tercerista), de fecha de 07 de mayo del 2013,
por el Notario Público número uno de esta localidad, toda vez que el referido inmueble se
encuentra embargado en el juicio que nos ocupa con fecha 10 de agosto del 2011”; en razón
al auto aquí referido se emitió el oficio número 420/2013 de fecha 19 de junio del 2013,
signado por la C. Juez de Primera Instancia de este municipio, oficio que fue recibido en
la notaria número ELIMINADO a cargo del Lic. ELIMINADO el día 19 de junio de 2013; no
obstante lo ordenado por el juzgador el notario público referido haciendo caso omiso a
dicho mandamiento protocoliza el contrato de donación pura y gratuita a favor de la C.
ELIMINADO, debo mencionar a su señoría que la simulación de actos que aquí refiero, se
da en razón de que la suscrita embargue dos bienes inmuebles uno ubicado en la calle de
ELIMINADO propiedad de la C. ELIMINADO, por tanto es evidente que al prohibir al Notario
Público la protocolización del contrato de donación sobre el bien inmueble ubicado en la
calle de ELIMINADO, protocoliza el otro bien inmueble, es decir, el ubicado en la calle
de ELIMINADO, esto únicamente con el afán de evadir la responsabilidad de pago a que
está condenada la C. ELIMINADO, en el Juicio Ejecutivo Mercantil aquí referido y de esta
manera dejar a mi endosante sin garantía simulando actos fraudulentos en perjuicio de mi
endosante.3.- Este punto que se contesta es cierto en parte, falso es que no se le haya
dado a la tercerista la oportunidad de haber comparecido a la subasta, lo cierto es que
cuando se solicitó la libertad de gravamen para la subasta la aquí tercerista aún no
había registrado el supuesto contrato de donación pues este se inscribe en el Registro
Público de la Propiedad y del Comercio de esta municipalidad hasta el día 14 de febrero
del 2014, por tanto es obvio que no tenía el juzgador ninguna obligación de llamar a la
tercerista a la subasta, aunado a que como ya lo referí líneas arriba, el supuesto
contrato de donación paso con el gravamen, es decir, que cuando se inscribió el supuesto
contrato de donación el bien inmueble ya se encontraba legalmente embargado e inscrito en
el Registro Público de la Propiedad de esta localidad. Por otra parte el certificado de
gravamen que anexe de fecha 23 de diciembre de 2013 tenía vigencia a la fecha en que se
dictó el acuerdo que fijo fecha y hora para la primera almoneda, tal y como consta en el
auto de fecha 28 de mayo de 2014, además esto no le atañe a la tercerista dado que esto
fue materia del juicio Ejecutivo Mercantil No. 62/2002 que se tramita en este H. Juzgado
y al no haberlo combatido la C. ELIMINADO demandada en aquel juicio, en su oportunidad
este surtió sus efectos jurídicos.4.- Este punto que se contesta es falso en su totalidad
en virtud, que no le asiste la razón a la tercerista dado que el bien inmueble motivo de
la presente tercería, se encuentra embargado desde el día 10 de Agosto de 2011 e inscrito
en el Registro Público de la Propiedad y del Comercio de esta municipalidad desde el día
30 de abril de 2013, no obstante ello, la tercerista celebra el supuesto contrato de
donación el día 30 de abril de 2013 a las 12:00 horas ante la fe del Notario Público
número ELIMINADO con ejercicio en este municipio pero dicho contrato se inscribe en el
Registro Público de la Propiedad y del Comercio de esta municipalidad hasta el día 14 de
febrero de 2014, es decir que dicho contrato paso con el embargo trabado en dicho bien
inmueble, por tanto la tercerista tenía pleno conocimiento del mismo por ende resulta
improcedente la tercería aquí planteada máxime que el bien inmueble materia de esta
tercería ya había salido del dominio de la donante, al estar embargado el bien inmueble
desde antes de la celebración del contrato de donación. A mayor abundamiento me permito
transcribir las siguientes tesis: TERCERÍA EXCLUYENTE DE DOMINIO. CARECE DE LEGITIMACIÓN
PARA INTERPONERLA QUIEN CONSINTIÓ EL EMBARGO SOBRE BIENES DE SU PROPIEDAD PARA GARANTIZAR
UN ADEUDO AJENO. En atención al principio jurídico conforme al cual nadie puede volverse
contra sus propios actos, diversos ordenamientos han establecido que no le es lícito
interponer una tercería excluyente de dominio, a aquel que consintió en la constitución
del gravamen o del derecho real, en garantía de la obligación del demandado. Ahora bien,
si se toma en consideración lo anterior y que el embargo constituye un gravamen porque
implica una situación de indisponibilidad de los bienes que asegura el pago del adeudo
reclamado, resulta inconcuso que si una persona consiente expresamente el embargo sobre
objetos de su propiedad para garantizar el adeudo de otra persona, no puede válidamente
promover tercería excluyente de dominio respecto de esos bienes en contravención al
citado principio, pues de adoptarse un criterio contrario se privaría al ejecutante de la
oportunidad de asegurar su crédito mediante el embargo de otros bienes propiedad del
demandado, ya que se le obligaría a seguir el juicio por todos sus trámites para que,
antes de la adjudicación, el tercero que consintió el gravamen separara sus bienes, con
notoria violación del principio de probidad y buena fe que debe regir en el proceso.
TERCERÍA EXCLUYENTE DE DOMINIO. RESULTA INFUNDADA CUANDO SE ADQUIERE EL BIEN CON
POSTERIORIDAD AL EMBARGO. La tercería excluyente de dominio tiene por objeto conseguir el
levantamiento del embargo practicado en bienes propiedad de terceros, por lo tanto, el
promovente de la acción está obligado a demostrar los siguientes elementos: a) Que él es
el propietario de la cosa y b) Que ésta fue embargada por el ejecutante en un
procedimiento al que es ajeno; luego, cuando de autos se advierte que el tercerista en el
desahogo de su confesional aceptó que la factura del bien embargado le fue endosada por
el deudor con posterioridad al secuestro llevado a cabo en el procedimiento en que surgió
la tercería, es incuestionable que como al momento de llevarse a cabo el embargo, aún no
era propietario del bien, no se acredita el primer elemento de la acción, y así, ésta es
infundada. TERCERÍA EXCLUYENTE DE DOMINIO. EL USUFRUCTUARIO CARECE DE LEGITIMACIÓN ACTIVA
PARA PROMOVERLA (ARTÍCULOS 1367 DEL CÓDIGO DE COMERCIO Y 612 DEL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTOS
CIVILES DEL ESTADO DE SINALOA).Dentro de nuestro derecho positivo, la tercería excluyente
de dominio es un medio de defensa que tiene la persona a quien se le ha embargado
indebidamente un bien de su propiedad en un juicio al que es ajena y que se hace valer
con el propósito de acreditar que se tiene mejor derecho sobre dicho bien, a fin de
sustraerlo de la ejecución que lo afecta; esto es, que al probarse plenamente que el
tercero es el propietario de ese bien, el tribunal deberá levantar el embargo que exista
sobre el mismo y ordenar que le sea devuelto a dicho tercero. En esa medida, como el
requisito de procedibilidad de la tercería excluyente de dominio, previsto en el artículo
1367 del Código de Comercio, de similar redacción del diverso 612 del Código de
Procedimientos Civiles del Estado de Sinaloa, radica en que la acción relativa debe
fundarse justamente en el dominio que sobre los bienes en cuestión o sobre la acción que
ejercita alegue el tercero, resulta incuestionable que la persona que promueva ese medio
de defensa deberá ostentar la propiedad de los bienes objeto de la afectación. Ante esa
premisa, resulta lógico establecer que el usufructuario de un bien carece de legitimación
activa para promover la acción de tercería excluyente de dominio, ya que al través del
derecho real de usufructo no adquiere la propiedad o dominio del mismo (ius abutendi),
sino sólo los derechos de usar el bien usufructuado (ius utendi), y el de aprovecharse de
los frutos (ius fruendi), los cuales no resultan idóneos para legitimar su pretensión.
TERCERÍA EXCLUYENTE DE DOMINIO. ES IMPROCEDENTE SI LA TRASLACIÓN ES EFECTUADA CON
POSTERIORIDAD A UN EMBARGO. Si el tercerista realizó algún acto de compraventa o
cualquier otro de traslación de dominio sobre algún bien, acreditándolo con la
documentación respectiva, y de la misma se infiere que la transacción ha sido efectuada
con posterioridad al embargo que ha sufrido el objeto, debe estimarse el incidente
respectivo como improcedente. TERCERIA EXCLUYENTE DE DOMINIO. ES IMPROCEDENTE CUANDO EL
TITULO EN QUE SE FUNDA ES DE FECHA POSTERIOR AL EMBARGO PRACTICADO EN EL JUICIO EN QUE SE
PROMUEVE. La tercería excluyente de dominio es improcedente, si se sustenta en que el
tercerista adquirió el bien materia de la misma con fecha posterior al embargo practicado
en el juicio en que se promovió dicha tercería, pues en tal hipótesis el gravamen
referido surte sus efectos independientemente de la transmisión del dominio efectuado…”
haciendo valer como excepciones y defensas las siguientes: “ LA FALTA DE LEGITIMACION EN EL
ACTOR.- Se opone esta excepción en razón de que la aquí tercerista consintió en la
constitución del gravamen o del derecho real, en garantía de la obligación del demandado,
es decir que cuando la tercerista celebró el supuesto contrato de donación el bien
inmueble materia de esta tercería ya se encontraba embargado y legalmente registrado en
el Registro Público de la Propiedad y del Comercio de este Municipio. + LA DE FALTA DE
ACCIÓN.- Se opone la presente excepción, en razón de que la tercerista carece de derecho
para demandar la tercería excluyente de dominio que aquí nos ocupa, toda vez que la misma
estaba con pleno conocimiento del embargo que pesaba sobre el bien inmueble. + LA DE
OBSCURIDAD EN LA DEMANDA.- Se opone esta excepción en virtud de que la parte actora no
precisa las circunstancias de tiempo, modo, ocasión y lugar en que supuestamente
ocurrieron los hechos en que apoya la tercería dejándome en estado de indefensión. + LA
DE FALSEDAD EN LOS HECHOS.- Se opone esta excepción en razón de que la tercerista se
conduce con falsedad al narrar los hechos materia de esta tercería, tal y como se
acreditara en el momento procesal oportuno.”
b).- En la resolución de fecha 28 veintiocho de marzo del 2016 dos mil dieciséis se
consideró en lo que aquí interesa: “… al segundo elemento en mención, referente a que el
inmueble materia de la tercería fue embargada por el ejecutante en un procedimiento al
que es ajeno, al efecto cabe destacar que no se acredita tal supuesto, toda vez que como
se desprende del contrato de donación, pura y gratuita, con el que la promovente pretende
acreditar su derecho, dicho título es de fecha 30 treinta de abril de 2013 dos mil trece,
celebrado a las 12:00 horas, ante la Fe del notario Público número 01 de éste municipio,
registrado en el instrumento 12562, Tomo CXCII, inscrito ante la autoridad registral
hasta el 14 catorce de febrero de 2014 dos mil catorce. Y la inscripción de la traba
relativa al inmueble embargado en la diligencia del 10 diez de agosto del 2011 dos mil
once, dentro del juicio ejecutivo mercantil expediente número 65/2002, se asentó a las
09:32 horas del día 30 de abril de 2013 dos mil trece, quedando registrado bajo la
inscripción 35 fojas 238-248, Tomo 001 del Libro de Sentencia y Embargos, según
certificado de libertad de gravámenes que obra a fojas 628 de dicho asunto, el cual fue
exhibido en el juicio natural por la actora ELIMINADO, en su ocurso presentado el 3 tres
de marzo del 2014 dos mil catorce, el cual tiene pleno valor probatorio según lo
establecido por los artículos 1237 y 1292 del Código Mercantil, al haber sido expedido
por el Registrador del Registro Público de la Propiedad y de Comercio, funcionario
público que la otorgó en el ejercicio de sus funciones. Desprendiéndose que, si bien
tanto la inscripción del embargo y la celebración de la donación se realizaron el mismo
día 30 treinta de abril del 2013 dos mil trece, lo cierto es que el registro de la traba
fue efectuada en primer término por lo cual se cumplió la función de su publicidad ante
la autoridad registra, pues esa inscripción surtió sus efectos legales ante terceros,
pues mientras no hubiera sido inscrito, el embargante no hubiera podido oponer sus
derechos respecto del bien embargado frente a un tercero que si los hubiera inscrito con
anterioridad. Por lo que evidentemente cualquier tercero a partir de esa fecha y hora
(treinta de abril del 2013 dos mil trece, a las 9:32 nueve treinta y dos horas) pudo
conocer la verdadera situación del inmueble y que pesaban sobre el mismo dos gravámenes,
entre ellos, el deducido del juicio natural. Siendo que de ese lapso 9:32 nueve treinta y
dos a las 12:00 doce horas, la donataria (y/o cualquier tercero), tuvo oportunidad de
saber de su existencia y por ende, ya sabía que el inmueble se encontraba sujeto a
controversia judicial, por lo que no puede considerársele de ninguna manera como tercero
adquiriente de buena fe. Destacándose que el conocimiento del registro de un gravamen, se
presume por la publicidad de la cual está investida la inscripción en el Registro Público
de la Propiedad, a fin que de satisfecho este requisito, cualquier gravamen o afectación
que reporte el bien transmitido antes de la adquisición, surte sus efectos frente al
adquiriente. Es pertinente resaltar que la inscripción en el Registro Público de la
Propiedad y de Comercio, tiene efectos declarativos y no constitutivos, es decir, dar
publicidad al acto para poner de manifiesto la condición de los inmuebles en cuanto a sus
modificaciones o mutaciones, desmembramiento, gravámenes y restricciones que limitan su
valor y circulación, y así, evitar fraudes y abusos provenientes de ocultaciones, e
imprimir seguridad a los hechos y actos jurídicos en lo que atañe a las partes y a
terceros, pero sin que se modifique de alguna forma los derechos del propietario. Sirve
de Apoyo a lo anterior el siguiente criterio jurisprudencial: “EMBARGO. ES OPONIBLE A
TERCEROS UNICAMENTE CUANDO SE ENCUENTRA INSCRITO EN EL REGISTRO PUBLICO DE LA PROPIEDAD.
(la transcribe) Además cabe hacer hincapié que del instrumento público número trece mil
ciento sesenta y cinco, tomo bicentésimo tercero, folios treinta y tres mil doscientos
cincuenta y siete, de fecha 11 once de febrero del 2014 dos mil catorce, otorgado ante la
fe del Lic. MANUEL ZAPATA ARCE, notario Público número uno con ejercicio en este Distrito
Judicial, y que obra a fojas 10 al 18 de la presente tercería, documental adjunta a la
escritura de donación, se aprecia que se asentó lo siguiente: “COMPARECE-La señorita
ELIMINADO, persona a la cual en los términos del artículos treinta y cinco de la Ley del
Notariado en vigor en el estado de San Luis Potosí, hice saber de las penas previstas por
el Artículo ciento ochenta y nueve del Código Penal en vigencia en el estado aplicables a
quienes se conducen con falses en declaraciones hechas ante Notario Público, por lo que
quedando debidamente apercibida de ello protesta formalmente conducirse con verdad en las
declaraciones que emita en el presente instrumento y manifiesta que acepta para todos los
efectos de ley el EMBARGO que pesa sobre el inmueble objeto del contrato de donación pura
y gratuita, celebrado por la señora ELIMINADO como DONANTE y la señorita ELIMINADO como
DONATARIA, el día treinta de abril del año dos mil trece, mediante instrumento número
ELIMINADO, del Tomo ELIMINADO, del protocolo a cargo de esta Notaria Publica; está
enterada y conforme de que la escritura de donación pura y gratuita aquí referida PASE,
entre otro, CON EL EMBARGO QUE AFECTA A DICHO INMUEBLE: El que a la letra dice: por orden
del Juzgado de Primera instancia en Salinas, S.L.P., Med. Oficio ELIMINADO de fecha 29-
abril-2013, se inscribió el embargo, respecto del juicio Ejecutivo Mercantil promovido
por ELIMINADO apoderado Legal del C. ELIMINADO, por la cantidad de $150,000.00 el cual
quedó registrado bajo el No. ELIMINADO, se le dio entrada con la boleta No. ELIMINADO de
fecha 30-abril-2013 ---Documento que contiene su personalidad y que Yo, el suscrito
Notario Público Doy Fe de tener a la vista, el cual se encuentra asentado en el protocolo
a mi cargo…” Es decir, que el lote de terreno ubicado en calle D ELIMINADO., soporta dos
gravámenes, entre ellos el derivado al embargo trabado en el asunto expediente ELIMINADO
Juicio Ejecutivo Mercantil del índice de este órgano jurisdiccional, según se puede
observar en las documentales exhibidas, y que el Fedatario Público le hizo saber
personalmente a ELIMINADO, por lo que se le reconoce el carácter de CAUSAHABIENTE de
ELIMINADO, quien es demandada en el juicio ejecutivo mercantil de donde deriva esta
tercería, y por ende, queda sujeta a la situación jurídica de dicha ejecutada. En el
entendido de que el que adquiere un inmueble con conocimiento de que soporta un gravamen,
e inscribe en el Registro Público de la Propiedad la escritura respectiva, como en la
especie acontece, se constituye, en causahabiente a título particular, en este caso de
ELIMINADO, y en tal caso se encuentra sujeta a lo que resulte del juicio que se promueve
por las obligaciones contraídas por aquella (ELIMINADO), en virtud de que no puede
obligarse al acreedor a enderezar una acción contra persona diversa, respecto de la cual
ignora su existencia en su carácter de actual dueña del inmueble derivado de la donación
pura y gratuita, porque a ésta de ninguna manera puede considerársele como tercero ajeno.
No pasa inadvertido que de las constancias que integran el juicio mercantil antes
mencionado, ELIMINADO, otorgó en donación pura y gratuita a sabiendas que éste fue
embargado en la diligencia del 10 diez de agosto del 2013 do mil trece, la cual se
practicó personalmente con la demandada, a fin de garantizar las cantidades líquidas
reclamadas en juicio mercantil ya citado. Y con mayor razón, si consta en el sumario de
origen que por acuerdo del 26 veintiséis de abril del 2013 dos mil trece, se ordenó la
inscripción del embargo correspondiente, notificación de ese proveído que le fue
practicada a la demandada el 29 veintinueve de ese mes y año por medio de instructivo en
su domicilio procesal. Siendo también notorio que la citada donación la realiza con su
hija al día siguiente (30 treinta de abril del 2013 dos mil trece), y que atento a la
familiaridad existente entre las contratantes es lógico inferir que la donataria sabía de
tal situación. Y más aún si el Licenciado Francisco Enrique Portillo Reyes, abogado
patrono de la demandada ELIMINADO (en segunda instancia), es el mismo que patrocina a la
ahora tercerista, profesionista que también tenía conocimiento de la fecha en que efectuó
el embargo del inmueble, por lo que se deduce evidentemente que la tercerista no
desconociera del tema. En relación a lo indicado por la tercerista al señalar que de
forma totalmente incorrecta la parte actora del juicio mercantil embargó ese bien
inmueble que se ubica en la calle de ELIMINADO, habiéndose registrado ese gravamen el
día 30 treinta de abril de 2013 dos mil trece sin señalarse la hora de la presentación de
la solicitud, bajo la inscripción número 35 a fojas 238-248 del tomo 0001 de sentencia y
embargo, tal apreciación es errónea, pues la traba se efectuó con anterioridad a la
celebración del contrato de donación, es decir, en 10 diez de agosto del 2011 dos mil
once, ello en cumplimiento a lo ordenado por autos del 5 cinco de junio del 2012 dos mil
doce y 9 nueve de agosto del 2001 dos mil once (foja 361 primer tomo expediente 62/2002),
para garantizar el adeudo correspondiente, sin que exista constancia que acredite que en
esa fecha existía impedimento legal alguno para embargarlo, como para inscribir la traba
ante la autoridad registral. Y el hecho de que se hubiera registrado el embargo el 30
treinta de abril del 2013 dos mil trece, a las 9:32 nueve treinta y dos minutos, bajo el
número ELIMINADO expedido por este órgano jurisdiccional el 29 veintinueve de ese mes y
anualidad, sin que hubiera inconveniente alguno para su registro, resultando
intrascendente el señalamiento de la hora de presentación de la solicitud como lo
pretende, pues, como ya se refirió con antelación, que a partir de la publicidad de la
inscripción ante la autoridad registral, surtió sus efectos contra terceros. Tocante al
argumento que realiza la tercerista en el sentido de que el certificado de libertad de
gravámenes anexado por la actora dentro del juicio mercantil 62/2012, fue expedido el 23
veintitrés de diciembre del 2013 dos mil trece, y el juzgador lo tuvo por correcto porque
no se hace mención de la operación de donación, y que el aludido certificado tiene una
actividad por el término de seis meses, por lo que no debió tomarse en consideración
porque no se da a saber acerca de la existencia de posibles acreedores de la parte
demandada, al efecto, cabe señalar que tal situación pudo hacerla valer dentro del juicio
mercantil, máxime, si tiene el carácter de causahabiente, y al tener dicha calidad,
evidentemente fue escuchada a través de su causante, ya que las violaciones cometidas
antes del remate, pueden ser recurridas a través del recurso idóneo en contra de la
resolución de adjudicación correspondiente. Situación que, además, a la fecha tampoco le
irroga perjuicio alguno, pues en el expediente principal existe constancia que la Cuarta
Sala del H. Supremo Tribunal de Justicia del Estado, revocó la sentencia interlocutoria
de fecha 07 siete de agosto del 2014 dos mil catorce, que resolvió la adjudicación en
primera almoneda, pronunciada por este órgano jurisdiccional, no aprobándola atento a las
consideraciones ahí vertidas. Por tanto, por lo que hace a su aseveración de que un bien
de su propiedad no debe ser objeto de un remate en el juicio mercantil citado, porque
indica que es totalmente ajena, y que se sigue en contra de ELIMINADO y ELIMINADO, por
lo que presenta tercería excluyente de dominio y debe declararse que es la legítima y
auténtica propietaria del referido bien inmueble, al respecto, cabe destacar que no le
asiste la razón en el sentido de que es ajena al negocio principal, pues como se menciona
en líneas que anteceden, al adquirir el bien materia de esa tercería por parte de su
madre quien es la donante, adquirió el carácter de causahabiente, contrayendo un derecho
litigioso, pues esa figura jurídica se da por el simple hecho de que el contrato se
hubiere celebrado con posterioridad a la iniciación del procedimiento del que emana la
tercería, toda vez que el embargo del bien inmueble ocurrió en determinada fecha y la
transmisión de los derechos de propiedad de éste aconteció con posterioridad a aquél y
además se encuentre inscrito el gravamen respectivo, es evidente que operó la figura de
la causahabiencia y, por tanto, ELIMINADO, quedó sujeta a la situación jurídica de su
causante, demandado en el juicio natural, es decir se considera sucesora de los derechos
de quien ha adquirido la propiedad. Resultan aplicable a lo anterior los criterios
jurisprudenciales siguientes: “TERCERÍA EXCLUYENTE DE DOMINIO. LA PROPIEDAD DEL BIEN
CONSTITUYE UN PRESUPUESTO DE LA ACCIÓN Y NO SU MATERIA, POR LO QUE EL JUZGADOR DEBE
ATENDER AL TÍTULO QUE ESTÉ INSCRITO, COMO RECONOCIMIENTO DE LOS PRINCIPIOS DE PUBLICIDAD,
CERTEZA Y SEGURIDAD JURÍDICA QUE SE DESPRENDEN DE SU REGISTRO.”, “CAUSAHABIENCIA. OPERA
EN VIRTUD DE LA PUBLICIDAD DE LA INSCRIPCIÓN DE UN EMBARGO EN EL REGISTRO PÚBLICO DE LA
PROPIEDAD, QUE ACREDITA FEHACIENTEMENTE QUE EL NUEVO POSEEDOR DEL INMUEBLE TUVO
CONOCIMIENTO DE LA CONTROVERSIA JUDICIAL A QUE ESTÁ SUJETO DICHO BIEN.”, “TERCEROS PARA
EFECTOS REGISTRALES. EL TÉRMINO "GRAVAMEN" PREVISTO EN EL ARTÍCULO 3o., FRACCIÓN XV, DE
LA LEY CATASTRAL Y REGISTRAL DEL ESTADO DE SONORA, INCLUYE A LOS EMBARGOS. (Se
transcriben) De lo expuesto, resulta lógico establecer que la tercerista ELIMINADO,
carece de legitimación activa para promover la acción de tercería excluyente de dominio,
y siendo que en atención al principio jurídico conforme al cual nadie puede volverse
contra sus propios actos, diversos ordenamientos han establecido que no es lícito
interponer una tercería excluyente de dominio, aquél que consintió en la constitución del
gravamen o del derecho real, en garantía de la obligación del demandado. Ahora bien, si
se toma en consideración lo anterior y que el embargo constituye un gravamen porque
implica una situación de indisponibilidad de los bienes que asegura el pago del adeudo
reclamado, resulta inconcuso que si una persona consiente expresamente el embargo sobre
objeto de su propiedad para garantizar el adeudo de otra persona, no puede válidamente
promover tercería excluyente de dominio respecto de esos bienes en contravención al
citado principio, pues de adoptarse un criterio contrario, se privaría al ejecutante de
la oportunidad de asegurar su crédito mediante el embargo de otros bienes propiedad del
demandado, ya que se le obligaría a seguir el juicio por todos sus trámites para que
antes de la adjudicación, el tercero que consintió el gravamen separara sus bienes, con
notoria violación del principio de probidad y de buen fe que debe seguir en el proceso.
Máxime, si la tercerista consintió los gravámenes que soporta el inmueble materia de este
asunto, según se aprecia de la documental exhibida. Resultando así fundada y procedente
la excepción de Falta de Legitimación hecha valer por la IC. Ma. del Carmen Hernández
Castillo, en su escrito de contestación. Al caso encuentran puntual aplicación los
siguientes criterios jurisprudenciales: “TERCERÍA EXCLUYENTE DE DOMINIO. CARECE DE
LEGITIMACIÓN PARA INTERPONERLA QUIEN CONSINTIÓ EL EMBARGO SOBRE BIENES DE SU PROPIEDAD
PARA GARANTIZAR UN ADEUDO AJENO.”, “TERCERÍA EXCLUYENTE DE DOMINIO. EL CONSENTIMIENTO EN
LA CONSTITUCIÓN DEL GRAVAMEN DEBE SER EXPRESO Y NO TÁCITO.” y “TERCERIA EXCLUYENTE DE
DOMINIO. FALTA DE LEGITIMACION PARA INTERPONERLA.”
De lo anterior se tiene que contrario a lo manifestado por la apelante la parte demandada
hizo valer la falta de legitimación en la parte actora, llevando con ello que el Juzgador correctamente
determinará que ELIMINADO tuviere el carácter de causahabiente de ELIMINADO al conocer del
embargo trabado en el bien inmueble materia de la tercería, incluso se obtiene que acepta el embargo
que pesa sobre el mismo, al ser evidente que la ahora apelante adquirió la propiedad del inmueble
mediante un contrato de donación celebrado el día 30 treinta de abril del dos mil trece, esto es con
posterioridad al embargo, dado que el embargo se llevó a cabo mediante diligencia de fecha 10 diez de
agosto del 2011 dos mil once, por lo que es claro que dicho inmueble ya había salido del patrimonio de
ELIMINADO, sin que sea óbice que no se hubiere escrito la donación en el Registro Público de la
Propiedad y de Comercio, resultando claro que como correctamente lo consideró el juzgador la
tercerista carece de legitimación activa para promover la tercería excluyente de dominio, al resultar
causahabiente, al darse esta figura procesal por el hecho de que el contrato de donación fue celebrado
con posterioridad a la iniciación del procedimiento del que emana el inmueble materia de la tercería, en
virtud de que el embargo del mismo ocurrió con anterioridad a la celebración del contrato de donación,
siendo evidente que opero la figura de la causahabiencia, quedando la tercerista sujeta a la situación
jurídica de su causante, como bien lo determinó el A quo.
Ello es así al precisar que se entiende por tercería, los tipos de tercerías y su
naturaleza, para lo cual habrá de acudirse al derecho procesal civil por ser esta rama la que por
primera vez incluye esta figura en nuestro sistema jurídico y de donde se recogen los conceptos
relativos para incorporarlos a las demás materias.
Eduardo Pallares, refiere que al hablarse de tercería se quiere significar la intervención
de un tercero en un juicio ejercitando el derecho de acción procesal, sea que se trate de una
intervención voluntaria o forzosa. Por tanto son presupuestos generales de las tercerías, la
preexistencia de un juicio y que sean promovidas por un tercero.
De acuerdo con la doctrina y desde la incorporación de esta figura a nuestro sistema
jurídico, se reconocen dos tipos de tercerías, las coadyuvantes y las excluyentes.
Las tercerías coadyuvantes se caracterizan porque el tercero no ejercita una nueva
acción en el juicio principal, sino únicamente se adhiere a la acción ejercitada o a la excepción o
defensa propuestas. El artículo 485 del Código de Procedimientos Civiles establece: “Los terceros
coadyuvantes se consideran asociados a la parte cuyo derecho coadyuvan…”.
Las tercerías excluyentes son de dos clases: las de dominio y las de preferencia. Las
primeras tienen por objeto que se declare que el tercero opositor es dueño del bien que está en litigio
en el juicio principal, que se levante el embargo que ha recaído sobre él y se le devuelva con todos sus
frutos y accesorios, o bien que se declare que es titular de la acción ejercitada en dicho juicio (en uno y
otro caso, la sentencia que declare procedente la acción del tercerista, deberá reintegrarlo en el goce
de sus derechos de propiedad o en la titularidad de la acción). Las segundas tienen por objeto que se
declare que el tercerista tiene preferencia en el pago, con respecto al acreedor embargante en el juicio
principal.
El licenciado Rafael Pérez Palma en su obra “Guía de Derecho Procesal Civil” nos dice
que el tercero, por regla general, es aquel que no ha intervenido en el acto jurídico que por lo mismo,
no puede recibir de él beneficio, ni menos perjuicio. Lo característico pues de los terceros es su no
intervención en el acto contractual o procesal. El interés del tercero ha de ser propio y distinto del del
actor o del demandado.
Por tanto, se debe considerar tercero a aquel que no ha tenido intervención directa en el
juicio.
Ahora bien, si en el caso que nos ocupa, del contrato de donación, pura y gratuita con el
que la promovente pretende acreditar su derecho, se aprecia que se asentó:
“COMPARECE- La señorita ELIMINADO, persona a la cual en los términos
del artículo treinta y cinco de la ley del Notariado en vigor en el
Estado de San Luis Potosí, hice saber las penas previstas por el
Artículo ciento ochenta y nueve del Código Penal en vigencia en el
estado aplicables a quienes se conducen con falses en declaraciones
hechas ante Notario Público, por lo que quedando debidamente apercibida
de ello protesta formalmente conducirse con verdad en las declaraciones
que emita en el presente instrumento y manifiesta que acepta para todos
los efectos de ley el EMBARGO que pesa sobre el inmueble objeto del
contrato de donación pura y gratuita, celebrado por la señora MA. ELENA
ZAPATA PIÑA como DONANTE y la señorita ELIMINADO como DONATARIA, el día
treinta de abril del año dos mil trece, mediante instrumento número
doce mil quinientos sesenta y dos, del Tomo Centésimo Nonagésimo
Segundo, del protocolo a cargo de esta Notaria Publica; está enterada y
conforme de que la escritura de donación pura y gratuita aquí referida
PASE, entre otro, CON EL EMBARGO QUE AFECTA A DICHO INMUEBLE: El que a
la letra dice: por orden del Juzgado de Primera instancia en Salinas,
S.L.P., Med. Oficio 356/2013 de fecha 29-abril-2013, se inscribió el
embargo, respecto del juicio Ejecutivo Mercantil promovido por Horacio
Robledo Martínez apoderado Legal del C. Sabino Robledo, por la cantidad
de $150,000.00 el cual quedó registrado bajo el No. 35 foja
238-248 tomo I del Libro de Sentencias y –embargos de fecha 03-mayo-
2014, se le dio entrada con la boleta No. L4838 de fecha
30-abril-2013.”
Es decir, que el lote de terreno ubicado en calle Díez Gutiérrez, número 111 de esta
ciudad de Salinas de Hidalgo, San Luis Potosí, soporta dos gravámenes, entre ellos el derivado al
embargo trabado en el asunto del expediente 62/2002 relativo al Juicio Ejecutivo Mercantil del índice
del Juzgado Mixto de Primera Instancia del XII Distrito Judicial en el Estado, según se puede observar
en las documentales exhibidas, y que el Fedatario Público le hizo saber personalmente a ELIMINADO;
por lo que es claro que ELIMINADO otorgó en donación pura y gratuita a sabiendas que éste fue
embargado en la diligencia del 10 diez de agosto del 2013 dos mil trece la cual se practicó
personalmente con ésta a fin de garantizar las cantidades liquidas reclamadas en el juicio mercantil ya
citado, constando en dicho sumario que por acuerdo del 26 veintiséis de abril del 2013 dos mil trece, se
ordenó la inscripción del embargo correspondiente, notificación de ese proveído que le fue practicado a
ELIMINADO el 29 veintinueve de ese mes y año por medio de instructivo en su domicilio procesal,
siendo también notorio que la citada donación la realiza con su hija al día siguiente (30 treinta de abril
del 2013 dos mil trece) y atento a la familiaridad que existe entre las contratantes es lógico inferir que
la donataria sabia de tal situación, por lo que no puede válidamente alegarse que la promovente de la
tercería excluyente desconociera del tema.
En ese orden de ideas, lo que se debe de tomar en cuenta es que el inmueble que nos
ocupa quedo legalmente afectado a la obligación que se pretende hacer efectiva y que ELIMINADO
consintió que el inmueble materia de la presente tercería se encontraba embargado para garantizar el
pago de lo reclamado, y dicho consentimiento es suficiente para que se constituya causahabiente a
título particular de ELIMINADO y en tal caso se encuentra sujeta a lo que resulte del juicio que se
promueve por las obligaciones contraídas por ELIMINADO.
Estamos en presencia pues, de un acto jurídico, siendo aquel hecho respectivo del que,
para la producción de efectos jurídicos, el derecho toma en cuenta la conciencia que regularmente lo
acompaña y la voluntad que normalmente lo determina.
A mayor abundamiento y para ilustrar lo anterior en la materia civil, el artículo 1668 del
Código Civil, a la letra ordena: “En los contratos civiles cada uno se obliga en la manera y
términos que aparezca que quiso obligarse, sin que para la validez del contrato se
requieran formalidades determinadas, fuera de los casos expresamente designados por la
ley.”
Ahora bien, el embargo constituye un gravamen porque implica una situación de
indisponibilidad de los bienes que asegura el pago del adeudo reclamado. Como en este caso Ma.
Elena Zapata Piña consintió el embargo sobre bienes de su propiedad para garantizar un adeudo e
ELIMINADO consintió el embargo que pesa sobre el inmueble objeto del contrato de donación pura y
gratuita celebrado el día 30 treinta de abril del 2013 dos mil trece, por lo que no puede válidamente
promoverse tercería excluyente de dominio sobre ese bien en contravención al principio jurídico
conforme al cual nadie puede volverse contra sus propios actos; diversos ordenamientos legales
invocan dicho principio, específicamente en este tema, como lo hace el párrafo segundo del artículo
489 del Código de Procedimientos Civiles, que a la letra ordena:
“No es lícito interponer tercería excluyente de dominio a aquel que
consintió en la constitución del gravamen o del derecho real en
garantía de la obligación del demandado.”
No escapa a la consideración de este Cuerpo Colegiado, la circunstancia que de
adoptarse un criterio contrario privaría a los ejecutantes de la oportunidad de asegurar su crédito
mediante el embargo de otros bienes propiedad del demandado, pues se les obligaría a seguir el juicio
por todos sus trámites para que antes de la adjudicación, el tercero que consintió el gravamen
separara sus bienes, con notoria violación del principio de probidad y buena fe que debe regir en el
proceso.
Puesto que el proceso judicial no es considerado como una actividad privada, ni las
normas que lo regulan como de derecho privado, sino por el contrario, el Estado y la sociedad están
íntimamente vinculados a su eficacia y rectitud, deben considerarse como principios fundamentales del
procedimiento los de la buena fe y lealtad o probidad procesal de las partes y del órgano jurisdiccional.
El principio de probidad es definido por Eduardo Pallares, al decir que, el proceso es una
institución de buena fe que no ha de ser utilizada por las partes con fines de mala fe o fraudulentos. El
juez está obligado a dictar las medidas necesarias para evitar que los litigantes conviertan al proceso
en un instrumento al servicio de intenciones contrarias al funcionamiento expedito de la justicia.
Entonces, la probidad o lealtad procesal es consecuencia de la buena fe en el proceso,
por tanto excluye las trampas judiciales, los recursos torcidos, la prueba deformada y las inmoralidades
de todo orden.
Siendo dable concluir que al saber ELIMINADO que el inmueble materia de la donación se
encontraba sujeto a controversia judicial, no se le puede considerar de ninguna manera como
adquiriente de buena fe, ni tercero ajeno.
Por lo que hace a su segundo agravio respecto de que el Juzgador no estudio y analizó
de forma total y completa la escritura de donación que se hizo a favor de la parte actora por señalar
que aparecen dos fechas, la primera la fecha de celebración del contrato de donación de fecha 30
treinta de abril del 2013 dos mil trece, el cual se presenta a las 12:00 horas en las Oficinas del Registro
Público de la Propiedad de Salinas Hidalgo y la segunda la fecha de inscripción del embargo de fecha
30 treinta de abril del 2013 dos mil trece en donde no se señala la hora de presentación ante el
Registro Público de Salinas de Hidalgo, aseverando que el juzgador no tomó en consideración que en
la segunda no aparece con las formalidades a que se refiere a la hora de presentación del documento.
Contrario a lo manifestado por el apelante, de la resolución de merito se desprende
que el juzgador hizo un correcto análisis del contrato de donación pura y gratuita celebrado el día 30
treinta de abril del 2013 dos mil trece a las 12:00 doce horas, y si bien es cierto la inscripción del
embargo de fecha 30 del mes y año en cita no se señaló la hora de presentación del documento, sin
embargo ello es insuficiente para la procedencia de la presente tercería excluyente de dominio atento a
que la traba se efectuó con anterioridad a la celebración del contrato de donación, esto es el 10 diez de
agosto del 2011 dos mil once, ello en cumplimiento a lo ordenado por auto de fecha 05 cinco de junio
del 2002 dos mil dos y 09 nueve de agosto del dos mil once, (como se desprende de las constancias
del expediente 62/2002 del juicio ejecutivo mercantil del índice del juzgado de primera instancia del XII
Distrito Judicial), para garantizar el adeudo correspondiente, sin que exista constancia en autos que
acredite que en esa fecha existía impedimento legal alguno para embargarlo, como para inscribir la
traba ante la autoridad registral.
Y el hecho de que no se hubiese asentado la hora de la presentación del documento, no
le irroga perjuicio alguno, puesto que esa inscripción se encuentra bajo el número ELIMINADO expedido
por el Juez Mixto de Primera Instancia del XII Distrito Judicial el 29 veintinueve de abril del 2013 dos
mil trece, circunstancia que se le hizo conocer a la promovente de la tercería al momento de la
celebración del contrato de donación, aunado a que no existía ningún inconveniente para su registro,
resultando intrascendente el señalamiento de la hora de presentación de la solicitud como lo pretende
la aquí apelante, pues a partir de la publicidad de la inscripción ante la autoridad registral, surtió sus
efectos contra terceros y al ser el registro de la traba en primer término, cumplió su función de
publicidad ante la autoridad registral, aunado que la promovente en la tercería que nos ocupa conoció
la verdadera situación del inmueble y que pesaban sobre el mismo dos gravámenes, entre ellos el
deducido del juicio 62/2002 del juicio ejecutivo mercantil del índice del juzgado mixto de primera
instancia del XII distrito judicial y por ende ya sabía que el inmueble se encontraba sujeto a
controversia judicial, como se desprende del contrato de donación que se le hizo saber tal situación, al
desprenderse de dicho contrato de donación: “COMPARECE- La señorita ELIMINADO, persona a la
cual en los términos del artículo treinta y cinco de la ley del Notariado en vigor en el
Estado de San Luis Potosí, hice saber las penas previstas por el Artículo ciento ochenta
y nueve del Código Penal en vigencia en el estado aplicables a quienes se conducen con
falses en declaraciones hechas ante Notario Público, por lo que quedando debidamente
apercibida de ello protesta formalmente conducirse con verdad en las declaraciones que
emita en el presente instrumento y manifiesta que acepta para todos los efectos de ley el
EMBARGO que pesa sobre el inmueble objeto del contrato de donación pura y gratuita,
celebrado por la señora ELIMINADO como DONANTE y la señorita ELIMINADO como DONATARIA,
el día treinta de abril del año dos mil trece, mediante instrumento número doce mil
quinientos sesenta y dos, del Tomo Centésimo Nonagésimo Segundo, del protocolo a cargo de
esta Notaria Publica; está enterada y conforme de que la escritura de donación pura y
gratuita aquí referida PASE, entre otro, CON EL EMBARGO QUE AFECTA A DICHO INMUEBLE: El
que a la letra dice: por orden del Juzgado de Primera instancia en Salinas, S.L.P., Med.
Oficio 356/2013 de fecha 29-abril-2013, se inscribió el embargo, respecto del juicio
Ejecutivo Mercantil promovido por ELIMINADO, por la cantidad de $150,000.00 el cual
quedó registrado bajo el No. ELIMINADO.”; esto es, se le hizo saber a ELIMINADO que el inmueble
materia de la donación soportaba dos gravámenes entre ellos el derivado del embargo trabado en el
expediente 62/2002 del juicio ejecutivo mercantil del índice del juzgado mixto de primera instancia del
XII distrito judicial, por lo que es indudable ELIMINADO se sustituyó en todos los derechos y deberes de
Ma. Elena Zapata Piña que le trasmitió ese derecho, conviniéndolo expresamente la primera de las
nombradas, de allí que lo resuelto en el citado expediente en los cuales se encuentra involucrado el
inmueble materia de la presente tercería le afectan directamente, al conocer al momento de la
donación la problemática jurídica, por lo que no es una adquiriente de buena fe, que le permita hacer
valer la tercería excluyente de dominio.
Finalmente, el motivo de disenso, en el que, en esencia la apelante refiere que la
sentencia reclamada no está debidamente fundada y motivada, es infundado.
En efecto, el Juzgador para determinar improcedente la tercería excluyente de dominio
consideró entre otras cosas que si bien la inscripción del embargo y la celebración del contrato de
donación se realizaron el mismo 30 treinta de abril del 2013 dos mil trece, lo cierto era que el registro
de traba fue efectuada en primer término, tan es así que la parte actora tuvo oportunidad de saber de
su existencia y por ende supo que el inmueble se encontraba sujeto a controversia judicial, por lo que
no podía considerársele de ninguna manera como tercera adquiriente de buena fe, por lo que al haber
adquirido un inmueble con conocimiento de que soportaba un gravamen se constituyó en
causahabiente, por tanto se encontraba sujeta a lo que resultare del juicio que se promueve por las
obligaciones contraídas por ELIMINADO, conlleva a determinar que la sentencia reclamada se
encuentra debidamente fundada y motivada, no obstante que la aquí apelante sostenga que el
juzgador no hubiere citado legislación alguna aplicable al caso, atento a que tratándose de
resoluciones jurisdiccionales, el derecho humano de legalidad tiene como objeto que el A quo no las
dicte en forma arbitraria, sino ajustadas al ordenamiento legal, a efecto de que el gobernado pueda
establecer si se respetaron de manera cabal a las normas que dicho juzgador consideró para resolver
el debate, lo cual no requiere necesariamente de la cita del precepto, pues dentro del examen
exhaustivo de la litis se dan razonamientos que involucran propiamente aquellas disposiciones en que
se funda la resolución, es decir, se expresa la aplicación de la norma aun sin citarla.
Por tanto, se estima que las resoluciones jurisdiccionales atacan lo dispuesto por el
artículo 16 constitucional sin necesidad de invocar de manera expresa el o los preceptos que las
fundan, cuando la fundamentación está implícita dentro del examen exhaustivo del debate, esto es,
cuando de la resolución se desprende el artículo en que se basa.
Sirve de apoyo a lo anterior, la tesis aislada emitida por el Pleno de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, consultable en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena
Época, Tomo XII, Agosto de 2000, Página 143, Tesis P. CXVI/2000, Materia Constitucional y Común,
cuyo tenor literal es el siguiente:
“FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN. EL CUMPLIMIENTO A DICHA GARANTÍA TRATÁNDOSE DE
RESOLUCIONES JURISDICCIONALES SE VERIFICA SIN QUE SE INVOQUEN DE MANERA EXPRESA SUS
FUNDAMENTOS, CUANDO LOS RAZONAMIENTOS DE ÉSTAS CONDUZCAN A LAS NORMAS APLICADAS. La
garantía de legalidad consagrada en el artículo 16 de la Constitución Federal consiste en
la obligación que tiene la autoridad de fundar y motivar todo acto de molestia que se
dirija a los particulares, pero su cumplimiento se verifica de manera distinta tratándose
de actos administrativos y de resoluciones jurisdiccionales. Lo anterior es así, porque
en el acto administrativo que afecta de manera unilateral los intereses del gobernado, se
debe cumplir con la formalidad de invocar de manera precisa los fundamentos del mismo, a
efecto de que esté en posibilidad de conocer el sustento jurídico del acto que le afecta,
mientras que la resolución jurisdiccional presupone el debido proceso legal en que se
plantea un conflicto o una litis entre las partes, en el cual el actor establece sus
pretensiones apoyándose en un derecho y el demandado lo objeta mediante defensas y
excepciones, constituyendo la fundamentación de la resolución el análisis exhaustivo de
los puntos que integran la litis, es decir, el estudio de las acciones y excepciones del
debate, sin que se requiera de la formalidad que debe prevalecer en los actos
administrativos, toda vez que dentro del citado análisis se dan razonamientos que
involucran las disposiciones en que se funda la resolución, aun sin citarlas de forma
expresa. En consecuencia, aun cuando por regla general la autoridad emisora de una
resolución jurisdiccional está obligada a fundar tal acto citando los preceptos con los
que se cumpla esa exigencia, excepcionalmente, si los razonamientos de la resolución
conducen a la norma aplicada, la falta de formalidad puede dispensarse, de ahí que las
resoluciones jurisdiccionales cumplen con la garantía constitucional de referencia sin
necesidad de invocar de manera expresa el o los preceptos que las fundan, cuando de la
resolución se advierte con claridad el artículo en que se basa”
En tales condiciones, ante lo infundado de los agravios expresados por la apelante, lo
que procede es, confirmar la sentencia de fecha 28 veintiocho de marzo del 2016 dos mil dieciséis,
dictada por la Juez de Primera Instancia del XII Distrito Judicial en el Estado, en el expediente número
458/2015, relativo a la Tercería Excluyente de Dominio, promovida por ELIMINADO en contra de la
licenciada ELIMINADO y otros.
CUARTO.- En virtud de que la apelante no obtuvo sentencia favorable en esta Alzada,
son a su cargo las costas originadas en esta segunda instancia, atento a lo dispuesto en el artículo 135
del Código de Procedimientos Civiles.
Por lo anteriormente expuesto y fundado se resuelve al tenor de los siguientes puntos
resolutivos:
PRIMERO.- Este tribunal resultó competente para conocer y resolver el presente
negocio.
SEGUNDO.- Los agravios expresados por ELIMINADO, resultaron infundados.
TERCERO.- Se confirma la sentencia definitiva dictada con fecha 28 veintiocho de marzo
del 2016 dos mil dieciséis, dictada por el Juez de Primera Instancia del XII Distrito Judicial en el
Estado, en el expediente número 458/2015, relativo a la Tercería Excluyente de Dominio, promovida
por ELIMINADO en contra de la licenciada ELIMINADO y otros.
CUARTO.- Son a cargo de la apelante las costas originadas en esta Alzada, por las
razones que se expresan en el considerando que antecede.
QUINTO.- Con copia certificada de la presente resolución, devuélvanse los autos al
juzgado de origen para los efectos legales correspondientes y en su oportunidad archívese el toca
como asunto concluido.
SEXTO.- Notifíquese personalmente, comuníquese y cúmplase.
A S I, por unanimidad de votos lo resolvieron los Señores Magistrados que integran la Cuarta
Sala del H. Supremo Tribunal de Justicia en el Estado, licenciados ELIMINADO, ELIMINADO y ELIMINADO,
siendo ponente la primera de los nombrados, quienes actúan con Secretaria de Acuerdos, licenciada
ELIMINADO que autoriza y da fe.-
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