10 ACUEDUCTOS

MÁS IMPONENTES DE MÉXICO

ACUEDUCTO DE CHAPULTEPEC

Es el más antiguo, ya que fue construido en épocas prehispánicas y destruido por los españoles durante la Conquista. Después volvió a edificarse. Llegó a tener 904 arcos y 3 km de recorrido. Fue derribado en el siglo XIX y sólo se conservan 20 arcos y dos fuentes.

ACUEDUCTO DE TEPOTZOTLÁN

Fue construido por una orden jesuita y quedó inconcluso al ser expulsados, pero se retomó a mediados del siglo XIX. Actualmente hay un parque ecoturístico y un museo. Mide 450 metros de longitud.

ACUEDUCTO DE LOS REMEDIOS

Se construyó en la segunda mitad del siglo XVII, constaba de 50 arcos y cubría una distancia de 500 metros. Hubo otra obra similar previa en ese lugar, pero nunca entró en uso.

ACUEDUCTO DE QUERÉTARO

Construido entre 1726 y 1735, el acueducto fue financiado por el marqués de la Villa del Villar del Águila, para conquistar a una monja de quien estaba enamorado. Se conservan 74 arcos que abarcan más de 1.2 km.

ACUEDUCTO DE MORELIA

Se comenzó construir justo después de la fundación de Morelia en 1549. La obra tuvo constantes problemas, pues algunas partes se debían reparar constantemente. Tiene 253 arcos y mide más de 1,700 metros. Dejó de utilizarse a principios del siglo XX.

ACUEDUCTO DE ZACATECAS

Se construyó con cantera rosa y se terminó de construir en el siglo XIX, pero cayó en desuso en 1929.

ACUEDUCTO DE CHIHUAHUA

La obra fue comenzada hacia el año 1751 y llegó a tener 5 km de extensión, de los cuales se conservan 4.

ACUEDUCTO DE GUADALUPE

Cuenta con 2 mil 287 arcos a lo largo de 7 km. Hoy en día es parte del trayecto tradicional de la peregrinación a la Basílica de Guadalupe cada 12 de diciembre.

ACUEDUCTO DE PADRE TEMBLEQUE

Fue construido en 17 años por 400 indígenas, y se le considera la obra de ingeniería hidráulica más importante de la época virreinal. Mide 44 km, atraviesa barrancas y cerros, y es más largo incluso que el de Segovia, en España

ACUEDUCTO DE CHICONCUAC

Cuenta con una longitud de más de 500 metros y es parte del casco de la Ex Hacienda de Santa Catarina en Chiconcuac, cuyo abastecimiento hizo posible su riqueza. En la actualidad esta obra colonial aún opera.