Post on 14-Apr-2018
7/30/2019 Atalaya Febrero
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ARTICULOS DE ESTUDIO
1-7 DE ABRIL
Esta es nuestraherencia espiritualPAGINA 3 C ANTICOS: 69 Y 28
8-14 DE ABRIL
Valoramos nuestraherencia espiritual?P
AGINA 8 C
ANTICOS: 22 Y 75
15-21 DE ABRIL
Busque protecci
on
en el valle de Jehov aP
AGINA 17 C
ANTICOS: 133 Y 16
22-28 DE ABRIL
Que nada nos impidarecibir la gloriade DiosP
AGINA 25 C
ANTICOS: 15 Y 61
345671 5 D E F E B R E R O D E 2 0 1
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Esta publicaci
on se distribuye como parte de una obra
mundial de educaci
on bblica que se sostiene con
donativos. Prohibida su venta. A menos que se indique
lo contrario, las citas bblicas se han tomado de la
versi
on en lenguaje moderno Traducci
on del Nuevo
Mundo de las Santas Escrituras (con referencias).
The Watchtower (ISSN 0043-1087) is published semi-
monthly by Watchtower Bible and Tract Society of New
York, Inc.; L. Weaver, Jr., President; G. F. Simonis,
Secretary-Treasurer; 25 Columbia Heights, Brooklyn, NY
11201-2483, and by Watch Tower Bible and Tract Soci-
ety of Canada, PO Box 4100, Georgetown, ON L7G 4Y4.
Periodicals Postage Paid at Brooklyn, NY, and at a
ditional mailing offices. POSTMASTER: Send addres
changes to Watchtower, 1000 Red Mills Road, Wallki
NY 12589-3299. 5 2013 Watch Tower Bible and Trac
Society of Pennsylvania. Todos los derechos reservado
Printed in Canada.
345676 February 15, 201Vol. 134, No. 4 Semimonthly SPANIS
ARTICULOS DE ESTUDIO
Esta es nuestra herencia espiritual
Valoramos nuestra herencia espiritual?
En estos artculos se analizan caracter
sticas sobresalientes
de la rica herencia espiritual del pueblo de Jehov a.
Se muestra c
omo Dios ha conservado su Palabra, ha bende
cido el uso de su nombre y ha preservado la verdad espiri-
tual que nos protege de las doctrinas religiosas falsas.
Busque protecci
on en el valle de Jehov
a
En este artculo se explica qu
e significa buscar protecci
on
en el valle mencionado en Zacaras 14:4 y por qu
e debemos
permanecer en
el. Adem
as, se analiza qu
e son las aguas vi-
vas de Zacaras 14:8 y c omo nos beneficia beber de ellas.
Que nada nos impida recibir la gloria de Dios
Estudiaremos c
omo podemos recibir la gloria que Jehov
a
desea dar a los seres humanos. Adem
as, veremos qu
e co-
sas pudieran impedir que la recibi
eramos y c
omo nuestro
aguante puede contribuir a que otros tambi
en tengan la glo-
ria que Dios da.
OTROS ARTICULOS
13 La Guardia Pretoriana escucha las buenas nuevas
22 Cuidado con las intenciones del coraz
on
30 Perteneca a la familia de Caif
as
31 De nuestros archivos
NAMIBIA
PORTADA: En el noroeste de Nami-
bia, una publicadora habla con una
mujer himba. Los himba son un pue-
blo de ganaderos n
omadas, y sus mu-
jeres se cubren el pelo y la piel con
una sustancia que contiene un polvo
de color rojo ocre. Este polvo lo consi-
guen triturando ciertas piedras
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JEHOVA, el Dios vivo y duradero, nos dice lo que
debemos hacer para tener vida eterna. Esas instruc-ciones no van a cambiar, pues el dicho [o palabra,seg
un Reina-Valera [RV], 1960] de Jehov
a dura para
siempre (1 Ped. 1:23-25). Cu
anto agradecemos queDios nos haya mostrado su amor conservando esa in-formaci
on vital en su Palabra escrita, la Biblia!
2 Dios quiere que su pueblo utilice su nombre y,por eso, lo ha preservado en su Palabra. La primera
vez que se menciona ese nombre en la Biblia es en lahistoria de los cielos y la tierra (G
en. 2:4). Despu
es
fue grabado milagrosamente varias veces sobre las ta-blas de piedra que conten
an los Diez Mandamientos.
De hecho, el primero comienza as: Yo soy Jehov
a tu
Dios (Ex. 20:1-17). El Se
nor Soberano Jehov
a ha con-
servado su Palabra y su nombre pese a todos los es-fuerzos sat
anicos por destruirlos (Sal. 73:28).
3 En su Palabra, Jehov
a tambi
en ha conservado laverdad. Y nos alegramos de seguir la senda que Dios
ha iluminado con la verdad b
blica (lea Salmo 43:3, 4).Aunque la humanidad camina a oscuras en un labe-rinto de doctrinas falsas, nosotros tenemos luz espiri-tual (1 Juan 1:6, 7).
TENEMOS UNA HERENCIA VALIOSISIMA
4 Los cristianos verdaderos tenemos una herenciamuy valiosa. Seg
un el Gran Diccionario de Uso del Es-
pa
nol Actual, una herencia se compone de todas lasmanifestaciones o rasgos que persisten en una socie-dad a lo largo de los a
nos pasando de una generaci
on
a otra. Nuestra herencia espiritual incluye la bendi-ci
on de conocer con exactitud la Palabra de Dios y en-
tender claramente la verdad sobre
el y sus prop
ositos.
1. Qu
e ha conservado Jehov
a por amor a la humanidad?
2. Qu
e ha preservado Jehov
a en su Palabra escrita para quesu pueblo lo utilice?
3. Qu
e ha conservado Jehov
a para iluminarnos?
4, 5. Qu
e gran honor hemos tenido desde el a
no 1931?
ESTA ES NUESTRAHERENCIA ESPIRITUAL
Esta es la herencia delos siervos de Jehov
a.
(IS. 54:17, Reina-Valera, 1960)
COMO RESPONDER
IA?
Qu
e ha hecho Dios para
conservar su Palabra escrita?
C
omo ha conservado Jehov
a
su nombre para que su pueblo
lo utilice?
Explique c
omo ha conservado
Dios la verdad espiritual pese a
los ataques que esta ha sufrido.
3
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4 LA ATALAYA
Tambi
en encierra un privilegio muy espe-cial.
5 Ese privilegio lleg
o a ser parte denuestro legado espiritual en una asam-
blea que celebramos en la ciudad esta-dounidense de Columbus (Ohio) en 1931.En el programa figuraban las letras JW.Una hermana dijo: Los hermanos tra-taban de adivinar qu
e significaban esas
letras. Por fin, el domingo 26 de julio seadopt
o una resoluci
on que aclar
o el enig-
ma: ya no se nos llamara Estudiantes de
la Biblia, sino que llevaramos el nombre
bblico de testigos de Jehov
a (Jehovahs
Witnesses en ingl
es). Fue una ocasi
onemocionante (lea Isa as 43:12). Un her-mano afirma: Nunca olvidar
e el impre-
sionante clamor y aplauso que reson
o entodo el auditorio. Ning
un otro grupo re-
ligioso quera ese nombre, pero nosotros
hemos tenido la bendici
on de portarlopor m
as de ochenta a
nos. Qu
e gran ho-
nor es ser testigos de Jehov
a!
6 Otra parte de nuestra herencia espiri-tual es la gran cantidad de informaci
on
exacta y valiosa de tiempos pasados quehallamos en la Biblia. Por ejemplo, pen-semos en Abrah
an, Isaac y Jacob. Estos
patriarcas y sus familias debieron con-
versar sobre c
omo agradar a Jehov
a. Poreso no sorprende que Jos e rechazara unaproposici
on inmoral y as
evitara pecar
contra Dios (G
en. 39:7-9). En el siglo pri-mero, las tradiciones cristianas se trans-mit
an oralmente o mediante el ejemplo,
como las pautas sobre la Cena del Se
norque el ap
ostol Pablo dio a las congrega-
ciones (1 Cor. 11:2, 23). Hoy da, las ins-
trucciones necesarias para adorar a Dioscon esp
ritu y con verdad forman parte
de su Palabra escrita (lea Juan 4:23, 24).Aunque todo el mundo puede beneficiar-se del conocimiento b
blico, nosotros so-
mos quienes m
as lo valoramos.7 Nuestra herencia espiritual tambi
en
abarca relatos de la actualidad que de-muestran que Jehov
a est
a con nosotros
(Sal. 118:7). Cuando los leemos en nues-tras publicaciones, nos sentimos seguros,incluso si se nos persigue. Una parte muyanimadora de nuestro legado espiritual,que sigue creciendo, es la siguiente pro-mesa: Sea cual sea el arma que se formecontra ti, no tendr
a
exito, y sea cual sea la
lengua que se levante contra ti en el jui-cio, la condenar
as. Esta es la posesi
on he-
reditaria [o herencia, RV] de los siervosde Jehov
a, y su justicia proviene de m
, es
la expresi
on de Jehov
a (Is. 54:17). Ni unasola de las armas de Satan
as puede hacer-
nos da no permanente.8 Satan
as ha tratado de acabar con la
6. Qu
e informaci
on es parte de nuestra heren-cia espiritual?
7. Qu
e animadora promesa se incluye ennuestro legado espiritual?
8. Qu
e veremos en este artculo y en el si-
guiente?
Tuvimos el placer de adoptar el nombre detestigos de Jehov
a en nuestra asamblea de 1931
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15 DE FEBRERO DE 2013 5
Palabra de Dios, borrar el nombre Jehov
ay ocultar la verdad. Pero
el no es rival para
Jehov
a, quien ha echado por tierra todossus planes malvados. En este art
culo y en
el siguiente veremos 1) c
omo ha conser-vado Jehov
a su Palabra, 2) qu
e ha hecho
para que podamos conocer su nombre y3) c omo ha logrado que hoy tengamos laverdad.
JEHOVA HA CONSERVADO SU PALABRA
9 Jehov
a ha conservado su Palabra con-tra viento y marea. La Enciclopedia Catto-lica dice: En 1229, el Concilio de Tou-louse prohibi
o a los laicos usar [Biblias
vern
aculas] debido a la lucha contra losalbigenses y los valdenses [...]. El Concilio
de Tarragona (Espa
na), celebrado en 1234bajo Jaime I, promulg
o un edicto simi-
lar. [...] La Sede de Roma intervino porprimera vez en 1559, cuando Pablo IV, ensu
Indice de libros prohibidos, proscribi
o la
impresi
on o posesi
on de Biblias vern
acu-las sin la autorizaci
on del Santo Oficio.
10 La Biblia ha llegado hasta nuestrosd
as a pesar de los numerosos intentos de
eliminarla. Alrededor del a
no 1382, John
Wyclef y sus colaboradores prepararonla primera traducci on de la Biblia al in-gl
es. Otro traductor b
blico fue William
Tyndale, asesinado en 1536. Se cuen-ta que mientras estaba atado a un postedijo: Se
nor,
abrele los ojos al rey de In-
glaterra. Luego fue estrangulado y que-mado.
11 La Biblia ha tenido muchos enemi-gos, pero no han conseguido destruir-la. En 1535, por ejemplo, se public
o la
traducci on de la Biblia que realiz o MilesCoverdale.
El bas
o parte de su trabajo en
la traducci
on que haba hecho Tyndale
del Nuevo Testamento y de parte del An-tiguo, concretamente de G
enesis a Cr
oni-
9-11. Qu
e ejemplos demuestran que la Bibliaha sobrevivido a los numerosos intentos de eli-minarla?
cas. Adem
as, tradujo otras secciones delas Escrituras apoy
andose en versiones
de la Biblia en latn y en la traducci
on al
alem
an de Martn Lutero. Hoy d
a, mu-
chos valoran la Traducci
on del Nuevo Mun-do de las Santas Escrituras porque es clara,fiel a los textos originales y f
acil de uti-
lizar en la predicaci on. Nos alegra saberque ni Satan
as ni los humanos podr
an
impedir que Jehov
a conserve su Palabra.
JEHOVA HA CONSERVADO SU NOMBRE
12 Jehov
a ha conservado su nombre enla Biblia, y en esto la Traducci
on del Nuevo
Mundo ha sido muy
util. El comit
e de tra-ducci
on se entreg
o por completo a su la-
bor, y la introducci
on de la edici
on en es-
pa
nol dice: La caracterstica principal de
esta traducci
on es que restituye el nom-bre divino al lugar que leg
timamente le
corresponde en el texto en espa
nol. Esto
12. C
omo ha ayudado la Traducci
on del NuevoMundo a conservar el nombre de Dios?
De la obra El libro de los m
artires, de Foxe
Hombres como Tyndale sacrificaron sus vidaspor la Palabra de Dios
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6 LA ATALAYA
se ha realizado empleando 6.973 vecesen las Escrituras Hebreas y 237 veces enlas Escrituras Griegas Cristianas la formaJehov
a, de aceptaci
on general en espa-
nol. La Traducci
on del Nuevo Mundo est
a
disponible, completa o en parte, en m
asde 116 idiomas, y se han impreso m
as de
178.545.862 ejemplares.13 El nombre de Dios se ha usado des-
de el comienzo de la humanidad. Ad
any Eva lo conoc
an, y la Biblia muestra
que lo utilizaban. Y cuando Cam, hijo deNo
e, mostr
o falta de respeto a su padre
despu
es del Diluvio, No
e dijo: Benditosea Jehov
a, el Dios de Sem, y llegue a ser
Cana
an [el hijo de Cam] esclavo para
el(G
en. 4:1; 9:26). Dios mismo afirm
o: Yo
soy Jehov a. Ese es mi nombre; y a ningunotro dar
e yo mi propia gloria. Tambi
en
declar
o: Yo soy Jehov
a, y no hay ning
unotro. Con la excepci
ondem
no hay Dios
(Is. 42:8; 45:5).El ha conservado su nom-
bre para que todo el mundo pueda cono-cerlo. Y no nos llena de orgullo ser susTestigos y portar su nombre? (Sal. 20:5.)
14 El nombre de Dios no solo se ha-lla en la Biblia. Hablemos de la Estela de
Mes
a, o Piedra Moabita, que se encon-tr
o en Dhiban (Dib
on), localidad situada
a 21 kil
ometros (13 millas) al este del marMuerto. En esta piedra est
a grabado el
nombre del rey israelita Omr y la versi
on
que da el rey moabita Mes
a de la rebe-li
on contra Israel (1 Rey. 16:28; 2 Rey. 1:1;
3:4, 5). Pero lo que hace especial a estemonumento es que contiene el Tetragr
a-
maton, las cuatro letras hebreas que re-
presentan el nombre de Jehov
a. El Tetra-gr amaton tambi en aparece muchas vecesen las Cartas de Lak
s, unos fragmentos
de cer
amica hallados en Israel.
13. Por qu
e podemos asegurar que el nombrede Dios se ha conocido desde el comienzo de lahumanidad?
14. Adem
as de en la Biblia, d
onde podemosencontrar el nombre de Dios?
15 Los primeros traductores de la Bibliacontribuyeron a que el nombre divinono cayera en el olvido. Los jud
os es-
tuvieron desterrados en Babilonia des-de el a
no 607 hasta el 537 antes de la
era com
un (a.e.c.), y muchos no regresa-
ron a Jud
a e Israel. En el sigloIII
a.e.c.,la ciudad egipcia de Alejandra era el ho-gar de muchos jud
os que necesitaban
una traducci
on de las Escrituras Hebreasal griego, el lenguaje internacional dela
epoca. Esa traducci
on se complet
o en
el siglo II a.e.c. y se la conoce como laSeptuaginta. Algunas copias contienen elnombre Jehov
a en hebreo.
16 El nombre divino tambi
en se en-cuentra en el Bay Psalm Book (Libro deSalmos de la Baha), el primer libro publi-cado en las colonias inglesas de Am
eri-
ca del Norte. Su primera edici
on, impresaen 1640, contiene los Salmos traducidosdel hebreo al ingl
es que se hablaba en
aquellos tiempos. Utiliza el nombre deDios en textos como Salmo 1:1, 2, don-de dice que el hombre bienaventuradono sigue los consejos de los malvados,sino que anhela la ley de Jehov
a. Pode-
mos encontrar m as informaci on sobre elnombre de Dios en el folleto El nombre di-vino que durar
a para siempre.
JEHOVA HA CONSERVADO LA VERDAD
17 Servimos con alegra a Jehov
a, el
Dios de la verdad (Sal. 31:5). El Dicciona-rio de uso del espa
nol de Am
erica y Espa
na
define verdad como lo que ocurre o exis-te realmente, por contraposici
on a lo que
podr
a imaginarse. En hebreo b
blico, elt ermino que suele traducirse como ver-
15. Qu
e es la Septuaginta, y por qu
e se cre
o?
16. Explique c
omo se utiliz
o el nombre de Diosen un libro que se public
o por primera vez en el
a
no 1640.
17, 18. a) C
omo definira usted la palabra ver-
dad? b) Qu
e es la verdad de las buenas nue-vas?
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dad designa aquello que es confiable, ve-raz, fiel o que est
a demostrado. Y en grie-
go se refiere a lo que se ajusta a los hechoso que es justo y correcto.
18 Jehov
a ha protegido la verdad bbli-
ca y ha hecho que cada vez haya m
as
conocimiento a nuestro alcance (2 Juan1, 2). Nuestro entendimiento de la ver-dad sigue aumentando, pues la senda delos justos es como la luz brillante que vahaci
endose m
as y m
as clara hasta que el
da queda firmemente establecido (Prov.
4:18). Estamos totalmente de acuerdo conJes
us, quien dijo en una oraci
on a Dios:
Tu palabra es la verdad (Juan 17:17).La Palabra escrita de Jehov
a contiene la
verdad de las buenas nuevas, es decir, elconjunto de ense nanzas cristianas (G al.2:14). Entre otras cosas, la verdad inclu-ye detalles relacionados con el nombrede Jehov
a, su soberan
a, el sacrificio de
Cristo, la resurrecci
on y el Reino. Veamosa continuaci
on c
omo ha conservado Dios
la verdad a pesar de los intentos de Sata-n
as por ocultarla.
JEHOVA DETIENE
UN ATAQUE A LA VERDAD19 Poco tiempo despu
es del Diluvio se
hizo popular este dicho: Como Nemrod,poderoso cazador en oposici
on a Jehov
a
(G
en. 10:9). Puesto que Nemrod era unenemigo de Jehov
a, en realidad adoraba a
Satan
as, igual que los enemigos de Jes
us,a quienes
el dijo: Ustedes proceden de
su padre el Diablo, y quieren hacer los de-seos de su padre. Ese [...] no permaneci
o
firme en la verdad (Juan 8:44).20 Nemrod controlaba Babel y otras
ciudades situadas entre los ros Ti-
gris yEufrates (G
en. 10:10). Posiblemen-
te,
el dirigi
o la construcci
on de Babel ysu torre alrededor del a
no 2269 antes de
19, 20. Qui
en era Nemrod, y qu
e plan fracas
oen sus d
as?
nuestra era. Con el claro objetivo de iren contra del prop
osito de Jehov
a que
la humanidad se extendiera por toda laTierra, los edificadores dec
an: Va-
mos! Edifiqu
emonos una ciudad y tam-bi
en una torre con su c
uspide en los cie-
los, y hag
amonos un nombre c
elebre, portemor de que seamos esparcidos por todala superficie de la tierra. Pero ese acto derebeli
on no tuvo
exito porque all
hab
a
confundido Jehov
a el lenguaje de la gen-te, y los que pretend
an construir la torre
fueron esparcidos por toda la superficiede la tierra (G
en. 11:1-4, 8, 9). Si lo que
Satan
as quera era crear una religi
on para
que todos lo adoraran a
el, su plan fue unaut
entico fracaso. A lo largo de la histo-
ria, la adoraci on a Jehov a ha salido vence-dora, y en nuestros d
as sigue aumentan-
do m
as y m
as.21 Lo cierto es que la religi
on falsa nun-
ca ha sido una seria amenaza para la reli-gi
on verdadera. Por qu
e? Porque nuestro
Magnfico Instructor ha tomado medi-
das para conservar su Palabra escrita,ha hecho que la humanidad conozca sunombre y no ha dejado de ense
narnos la
verdad (Is. 30:20, 21). Cuando servimosa Dios como
el desea, somos felices. Por
eso debemos mantenernos alerta en sen-tido espiritual y confiar por completo enJehov
ayenlagu
a que recibimos median-
te su espritu santo.
22 En el siguiente artculo estudiare-
mos c
omo se desarrollaron algunascreencias falsas y c
omo se derrumban
por s solas cuando se examinan a la luz
de las Escrituras. Adem
as, veremos c
omoJehov a, la gran fuente de la verdad, nosha bendecido con ense
nanzas que valora-
mos profundamente y que son parte denuestra herencia espiritual.
21, 22. a) Por qu
e la religi
on falsa nunca hasido una seria amenaza para la religi
on ver-
dadera? b) Qu
e estudiaremos en el siguienteart
culo?
15 DE FEBRERO DE 2013 7
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EN EL a
no 49, el consejo que diriga la congrega-
ci
on cristiana celebr
o una reuni
on trascendental enJerusal
en. En esa ocasi
on, el disc
pulo Santiago dijo:
Syme
on [Pedro] ha contado cabalmente c
omo Diospor primera vez dirigi
o su atenci
on a las naciones para
sacar de entre ellas un pueblo para su nombre. Y conesto convienen las palabras de los Profetas, as
como
est
a escrito: Despu
es de estas cosas volver
e y reedifi-car e la caba na de David que est a cada; y reedificar esus ruinas y la erigir
e de nuevo, para que los que que-
den de los hombres busquen solcitamente a Jehov
a,
junto con gente de todas las naciones, personas queson llamadas por mi nombre, dice Jehov
a, que est
a ha-
ciendo estas cosas, conocidas desde la antig
uedad(Hech. 15:13-18).
2 La profeca de Am
os que cit
o Santiago mencio-
na la caba
na de David: su dinasta real. Esta cay
o
cuando Sedequas dej
o de ser rey (Am
os 9:11). Sin
embargo, la caba na sera reconstruida por Jes us, undescendiente de David que gobernar
a para siempre
(Ezeq. 21:27; Hech. 2:29-36). En aquella hist
orica reu-ni
on, Santiago afirm
o que la obra de recoger a los he-
rederos del Reino, judos y no jud
os, marcaba el cum-
plimiento de esa profeca. Hoy, los cristianos ungidos
que a
un est
an en la Tierra y millones de otras ovejasde Jes
us predican unidos las verdades b
blicas como
siervos de Jehov
a (Juan 10:16).
UNA PRUEBA PARA EL PUEBLO DE JEHOVA
3 Cuando los judos fueron desterrados en Babilo-nia, qued
o claro que la caba
na de David hab
a ca
do.
Ellos llegaron a una ciudad donde reinaba la religi
onfalsa y tuvieron que estar all
setenta a
nos, del 607 al
1, 2. a) Qu
e era la caba
na de David, y c
omo sera recons-
truida? b) Qui
enes sirven juntos a Dios hoy da?
3, 4. Qu
e ayud
o al pueblo de Jehov
a a mantener viva su es-piritualidad cuando estaba en Babilonia?
VALORAMOSNUESTRA HERENCIA
ESPIRITUAL?
Dios [...] dirigi
o suatenci
on a las naciones
para sacar de entreellas un pueblo parasu nombre. (HECH. 15:14)
COMO RESPONDER
IA?
Mencione una ense
nanza
religiosa falsa y explique c
omo
se nos ha protegido de ella.
C
omo se nos ha liberado
del pecado y la muerte?
Cu al es nuestra postura
respecto a la soberana
de Jehov
a y la lealtad del
ser humano a Dios?
8 LA ATALAYA
7/30/2019 Atalaya Febrero
9/32
15 DE FEBRERO DE 2013 9
537 antes de nuestra era. Qu
e los ayud
o amantener viva su espiritualidad? Lo mis-mo que ayuda hoy al pueblo de Dios eneste mundo gobernado por Satan
as: una
rica herencia espiritual (1 Juan 5:19).4 La Palabra de Dios forma parte de
esta herencia. Es verdad que los jud
osexiliados en Babilonia no tenan las Escri-turas completas, pero s
ten
an la Ley mo-
saica, que incluye los Diez Mandamien-tos. Tambi
en conoc
an las canciones de
Si
on y los animadores relatos de siervosde Dios que vivieron antes que ellos. Ade-m
as, pod
an recordar muchos proverbios.
No es de extra
nar que lloraran al pensaren Si
on y que no se olvidaran de Jehov
a
(lea Salmo 137:1-6). Su herencia espiritual
los ayud o a mantenerse cerca de Jehov apese a las innumerables doctrinas y pr
ac-
ticas religiosas falsas de Babilonia.
LA TRINIDAD
NO ES UNA DOCTRINA NUEVA
5 La trada, o trinidad, divina era una
caracterstica sobresaliente de la religi
on
de Babilonia. Una trinidad babil
onicala compon
an Sin (dios Luna), Shamash
(dios Sol) e Istar (diosa de la fertilidad y laguerra). En el antiguo Egipto se adorabaa familias de tres dioses, compuestas porun padre, una madre y un hijo. La obraMitolog
a General dice que los egipcios
formaban lo que se conoce con el nom-bre de tr
ada divina, cuyo dios-padre no es
siempre el jefe, pues cuando la divinidadprincipal del lugar es una diosa, aqu
el se
ve reducido al papel de prncipe consor-
te. Una de esas tradas estaba integrada
por el dios Osiris, la diosa Isis y Horus, suhijo.
6 La cristiandad tiene su propia trada:
la Trinidad. Sus lderes ense
nan que el
5. Qu
e pruebas hay de que en Babilonia yEgipto exist
an tr
adas, o trinidades, de dioses?
6. Qu
e es la Trinidad, y c
omo se nos ha prote-gido de esa creencia falsa?
Padre, el Hijo y el espritu santo son un
solo Dios. Esta creencia da a entender queJehov
a no es tan poderoso, pues lo reduce
a la tercera parte de una deidad. Sin em-bargo, su pueblo ha sido protegido de esaense
nanza falsa porque acepta esta de-
claraci
on inspirada: Escucha, oh Israel:Jehov a nuestro Dios es un solo Jehov a(Deut. 6:4). Si el propio Jes
us cit
o estas
palabras, c
omo podra contradecirlas un
cristiano verdadero? (Mar. 12:29.)7 Jes
us mand
o a sus seguidores: Ha-
gan discpulos de gente de todas las nacio-
nes, bautiz
andolos en el nombre del Pa-dre y del Hijo y del esp
ritu santo (Mat.
28:19). La doctrina de la Trinidad no en-caja con este mandato. Para que alguien
sea bautizado como cristiano verdadero ytestigo de Jehov
a debe reconocer la supe-
rioridad del Padre, Jehov
a, y la posici
on yautoridad de su Hijo, Jes
us. Tambi
en debe
creer que el espritu santo es la fuerza ac-
tiva de Dios, y no una parte de la Tri-nidad (G
en. 1:2). Por tanto, es imposible
que Dios acepte la dedicaci
on y el bautis-mo de alguien que cree en esa doctrina.Qu
e agradecidos estamos de que nuestra
herencia espiritual nos haya protegido deuna ense
nanza que deshonra a Dios!
EL OCULTISMO APARECE EN ESCENA
8 La religi
on babil
onica estaba inunda-da de doctrinas falsas, deidades, demo-nios y ocultismo. Seg
un el libro Historia
Religionum. Manual de Historia de las reli-giones, los babilonios cre
an que todo el
cosmos estaba lleno de dioses y espri-
tus, unos buenos y otros malignos. [...]Toda enfermedad se atribua a la inter-venci
on de estos demonios [...]. Hab
a que
expulsar[los] de la enfermedad utilizando
7. Por qu
e no acepta Dios la dedicaci
on y elbautismo de una persona que cree en la Trini-dad?
8. Qu
e crean los babilonios sobre los dioses y
los demonios?
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10 LA ATALAYA
ciertos elementos materiales, ritos y exor-cismos [...]. Estos demonios jugaban unpapel desmesurado en la vida diaria; lomismo puede decirse del n
umero de los
textos m
agicos destinados a combatirlos.9 Despu
es del destierro en Babilonia,
muchos jud
os cayeron en la trampade las ense nanzas falsas. A medida queel pensamiento griego se iba extendiendopor el mundo, fueron aceptando la ideade que no todos los demonios eran ma-los, que exist
an demonios buenos, y as
se expusieron a su control. Pero nuestrolegado espiritual nos protege del contactocon ellos, pues hemos aprendido que Diosconden
o las pr
acticas ocultistas de Ba-
bilonia (Is. 47:1, 12-15). Obedecer lo que
Dios dice sobre el ocultismo nos protege(lea Deuteronomio 18:10-12 y Revelaci
on
21:8).10 El ocultismo no solo era com
un entre
los antiguos babilonios, sino que tambi
enlo ha sido entre quienes han apoyado a Ba-bilonia la Grande, que es el conjunto dereligiones falsas de este mundo (Rev. 18:21-24). Una obra especializada indica queBabilonia [la Grande] abarca m
as que
un imperio o cultura. La definen mejor laidolatr
a extrema que los l
mites geogr
a-
ficos o temporales (The Interpreters Dic-tionary of the Bible, vol. 1, p
ag. 338). Ba-
bilonia la Grande, repleta de ocultismo,idolatr
a y otros pecados, a
un existe, pero
no ser
a por mucho tiempo (lea Revelaci
on18:1-5).
1 1 En cierta ocasi
on, Jehov
a dijo:No puedo soportar el uso de poder m
a-
gico (Is. 1:13). El ocultismo, a veces lla-
9. a) Despu
es del destierro en Babilonia, c
omocay
o un buen n
umero de jud
os en la trampa
de las ense
nanzas falsas? b) C
omo nos protegeJehov
a del contacto con los demonios?
10. Qu
e se puede decir de las pr
acticas ycreencias de Babilonia la Grande?
11. Qu
e advertencias sobre el ocultismo hanaparecido en nuestras publicaciones?
mado espiritualismo, era muy popular enel siglo XIX. De ah
que un art
culo de
la Zions Watch Tower (La Torre del Viga
de Si
on) de mayo de 1885 advirtiera: Lacreencia de que los muertos est
an vivos
en otra esfera o condici
on no es nueva;formaba parte de la religi
on antigua y es
la raz de todas las mitologas. La revis-ta a
nad
a que la ense
nanza antib
blica de
que los muertos se comunican con los vi-vos ha servido de tapadera e impulso alos demonios, que han enga
nado a la gen-
te tras el disfraz de espritus humanos.
Los demonios han aprovechado al m
axi-mo esta forma de esconder su identidad yas
han logrado dominar la mente y lavida
de muchas personas. El folleto What Say
the Scriptures About Spiritism? (Qu e dicenlas Escrituras acerca del espiritismo?), pu-blicado unos a
nos m
as tarde, conten
a ad-
vertencias parecidas. Y nuestras publica-ciones m
as recientes tambi
en nos avisan
de los peligros del ocultismo.
HAY ALMAS SUFRIENDO
EN EL MAS ALL
A?
12 Todos los que han llegado a conocer
la verdad saben cu
al es la condici
on delos muertos (2 Juan 1). Por eso estamos deacuerdo con estas palabras de Salom
on:
Un perro vivo est
a en mejor situaci
onque un le
on muerto. Porque los vivos tie-
nen conciencia de que morir
an; pero encuanto a los muertos, ellos no tienen con-ciencia de nada en absoluto [...]. Todolo que tu mano halle que hacer, hazlo contu mismo poder, porque no hay trabajoni formaci
on de proyectos ni conocimien-
to ni sabidura en el Seol [la sepultura], ellugar adonde vas (Ecl. 9:4, 5, 10).
13 Los judos ten
an a su alcance la ver-
dad sobre los muertos. Sin embargo,
12. Bajo inspiraci
on divina qu
e dijo Salom
onen cuanto a los muertos?
13. C
omo influyeron en los judos la religi
on y
la cultura griega?
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cuando Grecia qued
o dividida entre losgenerales de Alejandro Magno, se intent
o
unir a Jud
a y Siria mediante la religi
on yla cultura griega. Como resultado, los ju-d
os aceptaron las doctrinas falsas de que
el alma humana es inmortal y que hay unlugar de tormento en el m
as all
a. Aho-
ra bien, la ense nanza de que existe un si-tio repleto de almas sufriendo no se origi-n
o en Grecia. Los babilonios ya cre
an en
un mundo de ultratumba [...] plagado dehorrores y que [estaba] presidido por po-derosos y crueles dioses y demonios (TheReligion of Babylonia and Assyria). No hayduda de que en Babilonia se cre
a en la
inmortalidad del alma.14 Aunque el justo Job no ten
a las Es-
crituras, conoca la verdad sobre la muer-te. Adem
as, sab
a que Jehov
a es un Dios
amoroso y que querra resucitarlo (Job 14:
13-15). Abrah
an tambi
en crea en la re-
surrecci
on (lea Hebreos 11:17-19). Estos
14. Qu
e saban Job y Abrah
an de la muerte y
la resurrecci
on?
fieles siervos de Dios no pensaban queel alma humana fuera inmortal, pues esimposible resucitar a alguien que no pue-de morir. Seguro que el esp
ritu de Dios
ayud
o a Job y a Abrah
an a comprender loque les ocurre a los muertos y a tener feen la resurrecci
on. Estas ense
nanzas ver-
daderas tambi en son parte de nuestra he-rencia espiritual.
EL RESCATE,
UNA VERDAD FUNDAMENTAL
15 Estamos agradecidos a Dios porquenos ha ense
nado lo que hizo para liberar-
nos del pecado y la muerte que hereda-mos de Ad
an (Rom. 5:12). Sabemos que
Jes
us no vino para que se le ministra-
ra, sino para ministrar y para dar su almaen rescate en cambio por muchos (Mar.10:45). Realmente es maravilloso enten-der la liberaci
on por el rescate pagado
por Cristo Jes
us (Rom. 3:22-24).
15, 16. C
omo se nos ha liberado del pecado yla muerte?
C
omo se nos ha protegido de las creencias falsas?
Jehov
a nuestro Dioses un solo Jehov
a.
(Deut. 6:4)
No puedo soportarel uso de poder m
agico.
(Is. 1:13)
Los muertos [...] no tienenconciencia de nada.
(Ecl. 9:5, 10)
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12 LA ATALAYA
16 En el siglo I, tanto los judos como los
no judos deb
an arrepentirse de sus peca-
dos y demostrar fe en el sacrificio de Je-s
us. Si no lo hac
an, sus pecados no ser
an
perdonados. Y hoy es igual (Juan 3:16, 36).Si alguien se empe
na en creer en doctri-
nas falsas, como la Trinidad o la inmorta-lidad del alma, no puede beneficiarse delrescate. Pero nosotros s
podemos, pues
sabemos la verdad sobre el Hijo de Dios,por medio de quien tenemos nuestra li-beraci
on por rescate, el perd
on de nues-
tros pecados (Col. 1:13, 14).
SIGAMOS SIRVIENDO A JEHOVA
17 Se podra decir mucho m
as de las
ense
nanzas verdaderas que amamos, de
nuestras experiencias como siervos deDios y de todas las bendiciones espiri-tuales y materiales que disfrutamos. Du-rante d
ecadas, por ejemplo, hemos le
do
en el Anuario emocionantes relatos sobrela actividad que realizamos por todo elmundo. Nuestra historia se cuenta en losvideos Historia de fe viva (partes1y2)yenpublicaciones como Los testigos de Jehov
a,
proclamadores del Reino de Dios. Y nuestras
revistas a menudo contienen animadoresrelatos autobiogr aficos de nuestros queri-dos hermanos.
18 Lo cierto es que analizar la historiade la organizaci
on de Jehov
a nos benefi-
cia, tal como benefici
o al pueblo de Israelreflexionar en c
omo Jehov
aloshab
a libe-
rado de Egipto (Ex. 12:26, 27). Al final de
su vida, Mois
es poda hablar de los actos
extraordinarios de Dios. Por eso aconse-j
o al pueblo de Israel: Recuerda los d
as
de la antig uedad, consideren de genera-ci
on en generaci
on los a
nos pasados; pre-
gunta a tu padre, y
el podr
a informarte; alos tuyos que han envejecido, y ellos po-dr
an dec
rtelo (Deut. 32:7). Como pue-
17, 18. D
onde podemos encontrar informa-ci
on
util sobre nuestra historia, y c
omo nos be-
neficia analizar esa informaci
on?
blo y reba
no de Jehov
a, lo alabamos congozo y hablamos a otros de sus podero-sos actos (Sal. 79:13). Adem
as, nos vie-
ne bien conocer nuestro pasado, apren-der de
el y hacer planes para el futuro.
19 Estamos agradecidos por disfrutar
de la luz espiritual que Dios nos da, envez de andar perdidos en un oscuro la-berinto de ense
nanzas falsas (Prov. 4:
18, 19). Por tanto, estudiemos con esme-ro la Palabra de Dios y prediquemos conempe
no la verdad. As
podremos imitar
la actitud del salmista, quien alab
o conestas palabras al Se
nor Soberano Jeho-
v
a: Mencionar
e tu justicia, la tuya sola.Oh Dios, t
u me has ense
nado desde mi
juventud en adelante, y hasta ahora sigo
informando acerca de tus maravillosasobras. Y aun hasta la vejez y canicie, ohDios, no me dejes, hasta que informeacerca de tu brazo a la generaci
on; a todos
los que han de venir, acerca de tu pode-ro (Sal. 71:16-18).
20 Somos el pueblo dedicado de Jeho-v
a y entendemos que se han cuestio-
nado dos asuntos relacionados entre s:
la soberana divina y la lealtad del ser
humano a Dios. Por eso predicamos laverdad innegable de que Jehov
a es el So-
berano del universo y que merece todanuestra adoraci
on (Rev. 4:11). Gracias a
su espritu, anunciamos las buenas nue-
vas a la gente mansa, vendamos a los que-brantados de coraz
on y consolamos a los
que est
an de duelo (Is. 61:1, 2). A pesar delos in
utiles intentos de Satan
as por con-
trolar al pueblo de Dios y a la humanidad,nosotros valoramos nuestra herencia es-piritual, deseamos ser leales a Jehov a yproclamamos que
el es el Se
nor Sobe-
rano, ahora y siempre (lea Salmo 26:11 y86:12).
19. Puesto que disfrutamos de luz espiritual,qu
e debemos hacer?
20. Qu
e dos asuntos se han cuestionado, ycu
al es su postura al respecto?
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15 DE FEBRERO DE 2013 13
Es el a
no 59 de nuestra era. Despu
es de un largo viaje, el centuri
onJulio y sus agotados soldados conducen a un grupo de prisioneros a tra-v
es de la Puerta Capena, una de las entradas de Roma. Pasan cerca del
monte Palatino, donde se encuentra el palacio del emperador Ner
on.
Los soldados de la Guardia Pretoriana protegen este edificio armadoscon espadas que esconden bajo sus togas.1 Los prisioneros marchanpor la ciudad dejando atr
as el Foro romano y suben por la colina Vimi-
nal. Luego pasan por un jardn lleno de altares dedicados a dioses ro-
manos y por un patio de armas, donde se realizan ejercicios militares.
El ap
ostol Pablo es uno de esos prisioneros. Hace unos meses, cuan-do estaba a bordo de un barco azotado por un mar enfurecido, un
an-
gel le asegur
o: Tienes que estar de pie ante C
esar (Hech. 27:24). Secumplir
an pronto estas palabras? Pablo contempla la capital del Impe-
rio, y su memoria lo traslada a la Fortaleza Antonia, en Jerusal
en. All
Jes
us le dijo: Ten
animo! Porque como has estado dando testimoniocabal de las cosas acerca de m
en Jerusal
en, as
tambi
en tienes que dar
testimonio en Roma (Hech. 23:10, 11).
Quiz
as ahora Pablo alza los ojos al Castra Praetoria (campamento pre-toriano), una enorme fortaleza con torres y muros de ladrillo rojo coro-nados de almenas. Este es el cuartel de los polic
as de Roma y guardaes-
paldas del emperador: la Guardia Pretoriana. En la fortificaci
on viven
1 Vea el recuadro La Guardia Pretoriana en tiempos de Ner
on.
La Guardia Pretorianaescucha las buenas nuevas
Relieve con soldados pretoria
posiblemente del Arco de Cla(a
no 51)
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miles de soldados, pues es la base de 12 cohortes pretorianas, varias cohortes urbanas y fuerzas de caballer
a.
Este lugar es un smbolo del poder del emperador. Como l
guardia se encarga de los cautivos procedentes de las provincias, Julio entrega a los suyos all
. Por fin, despu
esdeun
viaje largo y peligroso, ha conseguido llevarlos a su desti
no (Hech. 27:1-3, 43, 44).EL AP
OSTOL PREDICA SIN ESTORBO
El viaje a Roma estuvo lleno de sorpresas. Cuando estaban en aquel mar enfurecido, Dios le revel
o a Pablo que to
dos los que navegaban con
el sobreviviran al naufragio de
barco, y as fue. El ap
ostol tambi
en sobrevivi
o a la morde
dura de una serpiente venenosa en Malta, donde cur
o amuchos y la gente comenz
o a decir que era un dios. Los re
latos de estos sucesos posiblemente se propagaron entrelos guardias pretorianos.
Antes de entrar en Roma, Pablo se vio con unos hermanos que salieron a su encuentro en la Plaza del Mercadode Apio y las Tres Tabernas (Hech. 28:15). Pero ahora quest
a en cadenas, c
omo cumplir
a su deseo de declarar la
buenas nuevas en Roma? (Rom. 1:14, 15.) Algunos expertos creen que los prisioneros eran entregados al l
der de la
Guardia Pretoriana, o prefecto. Si ese fue el caso de Pablodebi
o haber sido llevado a Sexto Afranio Burro, quien po
siblemente era la persona con m
as poder en Roma despu
edel emperador.2 Sea como sea, el relato indica que Pabloes custodiado por un soldado pretoriano raso, no por unoficial. Y se le permite encargarse de su propio alojamiento, recibir visitantes y predicarles sin que nadie se lo impida (Hech. 28:16, 30, 31).
PABLO PREDICA A PEQUENOS Y A GRANDES
Como parte de su trabajo y antes de presentarlo ante Ner
on, puede que Afranio Burro entreviste a Pablo en el pa
lacio real o en la fortaleza pretoriana. El ap
ostol aprovecha esta oportunidad
unica de predicar tanto a peque
no
como a grande (Hech. 26:19-23). Aunque no sabemos queimpresi
on se lleva Afranio Burro, s
sabemos que Pablo
no es encarcelado en el campamento pretoriano.3
1 Una cohorte romana es un grupo de hasta 1.000 soldados.2 Vea el recuadro Sexto Afranio Burro.3 Tiberio C
esar encarcel
o all
a Herodes Agripa en el a
no 36 o 37 de nues
tra era cuando este expres
o su deseo de que Calgula llegara pronto al pode
Cuando Calgula se convirti
o en emperador, recompens
o a Herodes haci
en
dolo rey (Hech. 12:1).
La Guardia Pretoriana
en tiempos de Ner on
Los miembros de la Guardia Preto-
riana juraban proteger la vida del
emperador y la de su familia. En la
guerra llevaban estandartes con el
emblema del emperador y escudos
grabados con la imagen de un escor-
pi
on, el signo zodiacal de Tiberio
C
esar. Comandados por tribunos y
centuriones, se encargaban de mante-ner el orden en los juegos y en los
teatros, adem
as de ayudar a apagar
incendios. Estos soldados servan
durante diecis
eis a
nos, en vez de los
veinticinco exigidos a los legionarios,
e incluso les pagaban tres veces m
as
que a ellos. Adem
as, reciban boni-
ficaciones generosas y un buen pago
al jubilarse. Los pretorianos solan
ser quienes torturaban y ejecutabana los prisioneros. As
que tal vez
Pablo muri
o a manos de soldados
pretorianos durante su segundo
encarcelamiento en Roma (2 Tim. 4:
16, 17).
Por gentileza
de Classical
Numismatic Group,
Inc./cngcoins.com
Moneda del siglo primero que muestrael campamento pretoriano
14 LA ATALAYA
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15 DE FEBRERO DE 2013 15
Pablo alquila un lugar con suficiente espacio para reunira los hombres prominentes de los jud
os y predicarles a
ellos y a quienes van a
el en mayor n
umero. Los soldadospretorianos que lo custodian no tienen m as remedio queescuchar el testimonio cabal que les da a los jud
os, a
quienes les habla sobre Jes
us y el Reino de Dios desde lama
nana hasta el atardecer (Hech. 28:17, 23).
Todos los das a la hora octava (a las dos de la tarde) hay
cambio de guardia en la cohorte pretoriana a cargo del pa-lacio. Y es posible que ocurra lo mismo con los soldadosque vigilan a Pablo durante sus dos a
nos de cautiverio. As
que los soldados lo escuchan cuando el ap
ostol dicta suscartas a los cristianos efesios, filipenses, colosenses y he-breos, y a un hermano de nombre Filem on. Mientras est adetenido, Pablo tambi
en atiende a On
esimo, un esclavo fu-
gitivo al que trata como a un hijo y a quien luego enva a su
amo (Filem. 10). Y sin duda se interesa por quienes lo cus-todian (1 Cor. 9:22). Es f
acil imaginarse a Pablo pregunt
an-
dole a un soldado sobre las diferentes partes de su arma-dura y usando esos elementos en una excelente ilustraci
on
(Efes. 6:13-17).
Los soldados
oyeron a Pablo dicta
algunas de sus cartas
Los muros del Castra Praetoriaen la actualidad
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HABLARON LA PALABRA DE DIOS SIN TEMOR
El encarcelamiento de Pablo contribuy
o a que toda laGuardia Pretoriana y otras personas conocieran las buenas nuevas (Filip. 1:12, 13). Los ocupantes del Castra Praetoria ten
an contactos por todo el imperio y en el palacio
imperial. En el palacio no solo vivan el emperador y su
familia, sino adem
as muchos siervos y esclavos, algunode los cuales se hicieron cristianos (Filip. 4:22). La valenta de Pablo anim
o a los hermanos de Roma a hablar sin
temor la palabra de Dios (Filip. 1:14).
El ejemplo de Pablo tambi
en nos anima a nosotros apredicar con valor en tiempo favorable [y] en tiempo dificultoso (2 Tim. 4:2). Algunos de nuestros hermanos est
an recluidos en su casa, en asilos o en hospitales. Otros
est
an en prisi
on por causa de su fe. Sean cuales seannuestras circunstancias, podemos hablarles de la verdad
a quienes nos visitan, como un m edico u otra persona quenos brinde alg
un servicio. Cuando aprovechamos toda
oportunidad para predicar, vemos con nuestros propioojos que la palabra de Dios no est
a encadenada (2 Tim
2:8, 9).
Sexto Afranio Burro
Puede que Afranio Burro haya nacido
en Vaison-la-Romaine, hoy poblaci
on
del sur de Francia, donde se encontr
o
en 1884 una inscripci
on con su nom-
bre. En el a
no 51 de nuestra era,
Agripina la Menor, esposa y sobrina de
Claudio C
esar, nombr
o a Afranio Burro
prefecto de la Guardia Pretoriana. Agri-
pina le encomend
o a este destacado
soldado la instrucci
on militar de suhijo, Ner
on, ya que quer
a prepararlo
para que ocupara el trono imperial.
Adem
as, hizo que el fil
osofo S
eneca
se encargara de su educaci
on. Cuan-
do Agripina decidi
o envenenar a su
esposo, Afranio Burro llev
o a Ner
on al
Castra Praetoria, donde hizo que la
guardia lo proclamara emperador an-
tes de que se hiciera p
ublica la muerte
de Claudio. Al Senado romano no lequed
o otra alternativa que reconocer
al nuevo c
esar. Afranio Burro tambi
en
encubri
o a Ner
on cuando este mand
o
asesinar a su madre en el a
no 59. Los
historiadores romanos Suetonio y Di
on
Casio responsabilizan a Ner
on del en-
venenamiento de Sexto Afranio Burro
en el a
no 62.
Musee
CalvetAvignon
Inscripci
on con el nombrede Sexto Afranio Burro
Sin importar cu
ales sean nuestras circunstancias, podemospredicarles a quienes nos brindan diferentes servicios
16 LA ATALAYA
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17/32
EN LA noche del 30 de octubre de 1938, millonesde personas en Estados Unidos escuchaban un po-pular programa de radio. La programaci
on inclu
a la
adaptaci
on de una novela de ciencia ficci
on titula-da La guerra de los mundos. Los actores interpretabanel papel de periodistas que narraban la llegada a laTierra de invasores procedentes del planeta Marte y
que iban destruyendo lo que encontraban a su paso.A pesar de que se hab
a anunciado que se trataba de
una ficci
on, mucha gente pens
o que el ataque era realy se asust
o. Incluso hubo quienes tomaron medidas
para protegerse de los imaginarios extraterrestres.2 En la actualidad, una guerra est
a a punto de es-
tallar. Y esta es real. Lamentablemente, la mayora
de las personas no est
a haciendo nada por salvarse.Es una guerra que se predice en la Palabra inspiradade Dios, la Biblia, no en una novela de ciencia ficci
on.
Se trata de Armaged on, la guerra que Dios pelear acontra este mundo malvado (Rev. 16:14-16). Cuandoeso ocurra, los siervos de Jehov
a no necesitar
an lu-
char, pero s quedar
an impresionados ante los asom-
brosos acontecimientos que tendr
an lugar y las impo-nentes demostraciones del poder divino.
3 La profeca b
blica del cap
tulo 14 de Zacar
as
est
a directamente relacionada con la guerra de Ar-maged
on. Aunque se escribi
o hace unos dos mil qui-
nientos a
nos, tiene mucho que ver con nuestras
vidas (Rom. 15:4). Gran parte de esta profeca se re-laciona con situaciones que ha vivido el pueblo deDios desde 1914 cuando el Reino mesi
anico fue es-
tablecido en el cielo y con emocionantes sucesos
1, 2. Qu
e guerra real est
a a punto de estallar, y qu
e no ne-cesitar
an hacer los siervos de Dios cuando eso ocurra?
3. Qu
e profeca analizaremos, y por qu
e deber
a interesar-
nos?
BUSQUE PROTECCION
EN EL VALLE
DE JEHOVA
Jehov
a [...] guerrear
acontra aquellas nacio-nes como en el d
a de
su guerrear, en el da
de pelea. (ZAC. 14:3)
PODRIA EXPLICARLO?
En qu
e sentido se parte en dos
la monta
na de los olivos?
Qu
e representa el valle muy
grande, y qu
e podemos hacer
para quedarnos en
el?
Qu
e son las aguas vivas,
y qui
enes se benefician de
beberlas?
17
7/30/2019 Atalaya Febrero
18/32
que ocurrir
an dentro de poco. Dos ele-mentos destacados de esta profec
a son
un valle muy grande y aguas vivasque fluyen desde Jerusal
en (Zac. 14:4, 8).
Los siervos de Jehov
a necesitamos estevalle para protegernos. Y cuando apren-
demos lo que las aguas representan,no solo comprendemos la importancia debeber de ellas, sino que deseamos hacer-lo. Sin duda sacaremos mucho provechode prestar atenci
on a esta profec
a (2 Ped.
1:19, 20).
COMIENZA
UN DIA QUE PERTENECE A JEHOV
A
4 Las primeras palabras del captulo 14
de Zacaras hablan de un d
a que per-
tenece a Jehov a (lea Zacaras 14:1, 2).Qu
e d
a es ese? El d
a del Se
nor, que
se inici
o cuando el reino del mundo [...]lleg
o a ser el reino de nuestro Se
nor y de
su Cristo (Rev. 1:10; 11:15). En qu
e a
noocurri
o eso? En 1914, el a
no en que naci
o
el Reino mesi
anico en el cielo. D
ecadasantes, los siervos de Jehov
a comenzaron
a predicar que los tiempos se
nalados delas naciones o tiempos de los gentilesse acabaran en 1914 y que a partir deentonces el mundo vivir
a un per
odo de
conflictos sin precedentes (Luc. 21:24).Qu
e hicieron las naciones? En lugar de
prestar atenci
on a ese oportuno aviso,los l
deres pol
ticos y religiosos se bur-
laron de los incansables evangelizadoresungidos y los persiguieron. Pero en reali-dad se estaban burlando del Dios todo-poderoso, pues los embajadores ungidosdel Reino mesi anico tambi en llamadola Jerusal
en celestial forman parte de
ese Reino y act
uan como sus represen-tantes (Heb. 12:22, 28).
4. a) Cu
ando comenz
o el da que pertenece a
Jehov
a? b) Qu
e mensaje comenzaron a predi-car los siervos de Jehov
a antes de 1914, y qu
e
hicieron los lderes de las naciones?
5 Zacaras ya hab
a profetizado lo que
hicieron las naciones.El escribi
o: La
ciudad [Jerusal
en] realmente ser
a toma-da. La ciudad corresponde al Reinomesi
anico de Dios. Sus representan-
tes en la Tierra son sus ciudadanos,
es decir, los cristianos ungidos que a
unno han ascendido al cielo (Filip. 3:20).Durante la Primera Guerra Mundial, laciudad fue tomada cuando ciertos cris-tianos con muchas responsabilidades enla parte terrestre de la organizaci
on de
Jehov
a fueron arrestados y enviados auna prisi
on de Atlanta (Georgia, Estados
Unidos). Las casas [fueron] saqueadascuando estos cristianos y otros herma-
nos leales se convirtieron en las v
cti-mas inocentes de numerosas injusticiasy ataques violentos. Adem
as, los agreso-
res prohibieron sus publicaciones y trata-ron de detener la predicaci
on del Reino
de Dios. Fue como si les hubieran robadosus posesiones.
6 Aunque los siervos de Dios eran in-feriores en n
umero y fueron blanco de
mentiras, opresi
on y violencia, sus ene-
migos no pudieron acabar con la religi
onverdadera, pues hubo cristianos ungidosque permanecieron fieles. Estos fueronlos restantes del pueblo que se negarona ser cortados de la ciudad.
7 Se haba cumplido por completo
esta profeca cuando finaliz
o la Primera
Guerra Mundial? No, pues las nacionesseguir
an atacando tanto a los cristianos
ungidos como a sus leales compa
neros,
quienes esperan vivir para siempre enla Tierra (Rev. 12:17). Recordemos, porejemplo, que el pueblo de Dios fue per-
5, 6. a) Seg
un profetiz
o Zacaras, qu
e hicie-
ron las naciones contra la ciudad y sus ciu-dadanos? b) Qui
enes eran los restantes del
pueblo?
7. A qu
e nos anima el historial de lealtad delos ungidos?
18 LA ATALAYA
7/30/2019 Atalaya Febrero
19/32
15 DE FEBRERO DE 2013 19
seguido cruelmente durante la SegundaGuerra Mundial. El historial de lealtadde los ungidos anima a los siervos de
Jehov
a de la actualidad a aguantar cual-quier prueba, incluso el rechazo y la bur-la de familiares no Testigos o de compa-
neros de trabajo o escuela (1 Ped. 1:6, 7).Sin importar d onde vivan, los verdaderoscristianos est
an m
as decididos que nun-
ca a mantenerse firmes en un mismoesp
ritu y no se sienten atemorizados
por sus contrarios (Filip. 1:27, 28). Perod
onde puede el pueblo de Jehov
a bus-
car protecci
on en un mundo que lo odia?(Juan 15:17-19.)
JEHOVA CREA UN VALLE MUY GRANDE
8 En vista de que la ciudad Jerusa-l
en es una representaci
on del Reino de
Dios, la monta
na de los olivos, que est
aenfrente de Jerusal
en, tambi
en debe
simbolizar algo. De qu
e se trata? Porqu
e tiene que partirse por en medio
y convertirse en dos monta
nas? Y porqu
e dice Jehov
a mis monta
nas? (Lea
Zacar
as 14:3-5.)En la Biblia, las monta-nas pueden representar reinos, o gobier-nos. Y la monta na de Dios se relacionacon bendiciones y protecci
on (Sal. 72:3;
Is. 25:6, 7). Por tanto, la monta
na delos olivos, sobre la que Dios se ponede pie, representa la soberan
a universal
de Jehov
a, es decir, su derecho a ser elGobernante Supremo del universo.
9 En qu
e sentido se parte en dos lamonta
na de los olivos? La monta
na, si-
tuada al este de Jerusal
en, se parte en elsentido de que Jehov a establece un nue-
vo gobierno: el Reino mesi
anico. Este go-bierno secundario tambi
en pertenece a
8. a) Qu
e pueden representar las monta
nasen la Biblia? b) Qu
e representa la monta
na de
los olivos?
9. En qu
e sentido se parte en dos la monta
nade los olivos?
Dios, aunque
el lo pone en manos de Je-sucristo. Por esa raz
on, cuando el mon-
te de los Olivos se divide y forma dosmonta
nas, Jehov
a las llama mis monta-
nas (Zac. 14:4, nota; 14:5). Ambas sonsuyas.
10
Cuando la monta
na de los olivosse parte en dos, una mitad queda al nor-te y otra al sur. Los pies de Jehov
a quedan
sobre ambas monta
nas, y un valle muygrande se abre debajo de
el. Qu
e repre-
senta ese valle? La protecci
on que reci-ben los siervos de Dios bajo el gobiernouniversal de Jehov
a y el Reino mesi
anico
de su Hijo. Jehov
a garantiza as que na-
die aplastar
a la religi
on verdadera. Aho-ra bien, cu
ando se parti
o la monta
na?
En 1914, el a no en que concluyeron lostiempos de los gentiles y Dios estableci
o
el Reino mesi
anico en el cielo. Y cu
an-do comenzaron los verdaderos siervos deDios a huir al valle? Veamos.
COMIENZA LA HUIDA AL VALLE!
11 Je s
us advirti
o a sus discpulos:
Ser
an objeto de odio de parte de to-das las naciones por causa de mi nom-
bre (Mat. 24:9). Ese odio se ha ido in-tensificando m
a s y m
as desde 1914,
cuando empezaron los
ultimos das de
este mundo malvado. Durante la Prime-ra Guerra Mundial, los enemigos persi-guieron cruelmente a los fieles cristia-nos ungidos y, como vimos, lograron quealgunos fueran encarcelados. Con todo,no pudieron acabar con la religi
on verda-
dera, pues en 1919 esos cristianos salie-
ron de la prisi
on. Tras eso, el pueblo deDios fue liberado de las garras de Babilo-nia la Grande, el conjunto de religiones
10. Qu
e representa el valle muy grande queapareci
o entre las dos monta
nas?
11, 12. a) Cu
ando comenz
o la huida al va-lle de Jehov
a? b) Qu
e demuestra que Jehov
a
est
a protegiendo a su pueblo con su poderosobrazo?
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20 LA ATALAYA
falsas de este mundo (Rev. 11:11, 12).1Fue entonces cuando comenz
o la huida
al valle que hay entre las monta
nas deJehov
a.
12 Desde ese a
no, el valle de Jehov
aprotege a los verdaderos siervos de Dios
de todo el mundo. Es verdad que duran-te mucho tiempo se han prohibido laspublicaciones b
blicas de los Testigos y
se ha tratado de impedir su predicaci
onen muchos pa
ses. Sin embargo, hagan lo
que hagan las naciones, no podr
an aca-bar con la religi
on verdadera. Jehov
a est
a
protegiendo a su pueblo con su poderosobrazo (Deut. 11:2).
13 Si nos mantenemos cerca de Jehov
a
y nos ponemos de parte de la verdad, tan-to el como su Hijo, Jesucristo, nos prote-ger
an. Dios no permitir
a que nada ni na-
die nos aleje de
el (Juan 10:28, 29). Jehov
adesea ayudarnos para que seamos lealesa su gobierno universal y al Reino me-si
anico. Y como la gran tribulaci
on est
a
tan cerca, ahora es m
as importante quenunca que nos quedemos en el valle de
Jehov
a.
SE ACERCA EL DIA DE SU GUERREAR
14 Hasta que termine este sistema, Sa-tan
as seguir
a golpeando al pueblo de
Dios, y cada vez lo har
a con m
as fuerza.Pero llegar
a el d
a en que lanzar
a su
ulti-
mo ataque, cuando Jehov
a luche contrasus enemigos en el d
a de su guerrear.
Entonces quedar
a m
as claro que nuncaque el Soberano del universo es un pode-roso guerrero (Zac. 14:3).
1 Vea el libroApocalipsis... se acerca su magnfica cul-
minaci
on!, p
aginas 169 y 170.
13. C
omo buscamos protecci
on en el valle deJehov
a, y por qu
e es ahora m
as importante que
nunca que nos quedemos en
el?
14, 15. Qu
e les ocurrir
a a los que no est
en enel valle de Jehov
a cuando
el pelee contra sus
enemigos?
15 Pero qu
e les ocurrir
a entonces a losque no est
en en el gran valle de Jeho-
v
a? La Biblia dice que para ellos no ha-br
a luz preciosa, es decir, que no ten-
dr
an la aprobaci
on de Dios. Adem
as, laprofec
a a
nade que el caballo, el mulo,
el camello, y el asno, y toda suerte deanimal dom estico smbolos del arma-mento de las naciones se congelar
an, o
sea, que no servir
an para pelear, como sihubieran quedado in
utiles por culpa del
fro. Tambi
en se dice que Jehov
a utilizar
a
un azote, o enfermedad. Sea este lite-ral o no, silenciar
a las espantosas ame-
nazas de los enemigos. En ese da, los
ojos y la lengua de los atacantes se pu-drir
an. En qu
e sentido? En el sentido
de que no podr an hacernos da no ni desa-fiar a Dios con sus palabras (Zac. 14:6, 7,12, 15). Es cierto que Satan
as tendr
a en
la Tierra muchsimos ej
ercitos listos para
entrar en guerra, pero sin importar d
on-de est
en, Jehov
a los destruir
a (Rev. 19:
19-21). Ser
a tal como dice Jeremas 25:
32, 33: Los muertos por Jehov
a cierta-mente llegar
an a estar en aquel d
a desde
un extremo de la tierra hasta el mismsi-
mo otro extremo.16 En las guerras todos sufren, inclu-
so los vencedores. Hay gente que pier-de sus casas, sus propiedades y hasta susderechos. En general, el nivel de vida se
viene abajo y muchos no tienen qu
e lle-varse a la boca. Si eso nos pasa durantela gran tribulaci
on, qu
e haremos? Nos
dejaremos llevar por el p
anico? Trai-cionaremos nuestra fe si nos presionan?
Perderemos la esperanza y nos amarga-remos? Para que esto no ocurra, ser
a fun-
damental que nos quedemos en el vallede Jehov
a y que confiemos en que
el pue-
de salvarnos (lea Habacuc 3:17, 18).
16. Puesto que la guerra de Jehov
a est
a cerca,qu
e debemos preguntarnos, y qu
e tendremos
que hacer?
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SALDRAN AGUAS VIVAS
17 Despu
es de la guerra de Armage-d
on, aguas vivas fluir
an sin cesar y en
abundancia desde la sede del Reino me-si
anico. Qu
e representan esas aguas?
Todo lo que Jehov
a nos da para que ten-
gamos vida eterna. Y qu
e son los maresde los que habla la profec
a? Pues bien,
el mar oriental se refiere al mar Muer-to, y el mar occidental, al Mediterr
a-
neo. Cada uno simboliza a un grupodistinto de personas. El mar Muerto re-presenta a quienes est
an en la sepultu-
ra y ser
an resucitados. Y como el Medi-
17, 18. a) Qu
e son las aguas vivas? b) Qu
erepresentan el mar oriental y el mar occiden-
tal? c) Qu e est a usted decidido a hacer?
terr
aneo est
a lleno de vida, es un smbolo
apropiado de la gran muchedumbre depersonas que sobrevivir
an al Armaged
on
(lea Zacar
as 14:8, 9; Rev. 7:9-15). Cuan-do ambos grupos sacien su sed en ester
o de agua de vida, ser
an liberados de
la condena a muerte que Ad
an nos dej
o(Rev. 22:1, 2).18 Gracias a la protecci
on de Jehov
aso-
breviviremos al fin de este mundo malva-do y entraremos en el justo nuevo mun-do de Dios. Por eso, aunque todas lasnaciones nos odien, apoyemos lealmen-te el Reino de Dios, busquemos protec-ci
on en el valle de Jehov
a y qued
emonos
en
el.
Busquemos protecci
on
en el valle de Jehov
a
y qued
emonos en
el
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22 LA ATALAYA
Las Escrituras nos advierten: Del coraz
on sa-
len razonamientos inicuos, asesinatos, adulterios,
fornicaciones, hurtos, testimonios falsos, blasfe-
mias (Mat. 15:19). Nuestro coraz
on simb
olico la
persona que somos por dentro puede traicionar-
nos y llevarnos a justificar un comportamiento que
Dios condena. Quiz
as no nos demos cuenta de ellohasta despu
es de haber actuado imprudentemen-
te. C
omo podemos descubrir las intenciones de
nuestro coraz
on antes de tomar un mal camino?
COMO DESCUBRIR
LAS INTENCIONES DEL CORAZON
Leamos a diario la Biblia y meditemos en lo que
leemos. Seg
un escribi
o el ap
ostol Pablo, la pala-
bra de Dios es viva, y ejerce poder, y es m
as agu
da que toda espada de dos filos, y penetra hasta
dividir entre alma y espritu. El mensaje de Dios
que leemos en las Escrituras puede discernir pen
samientos e intenciones del coraz
on (Heb. 4:12)
Cuando estudiamos la Biblia, debemos exami
nar nuestros pensamientos y acciones; hacer estonos ayudar
a a descubrir lo que realmente hay en
nuestro coraz
on. Por lo tanto, es esencial que la
leamos a diario y reflexionemos en lo que leemos
Como resultado, veremos las cosas como las ve
Jehov
a.
Aceptando y poniendo en pr
actica los principios
bblicos educamos nuestra conciencia; entonces
esta facultad interna puede avisarnos si algo esta
Cuidado conlas intenciones del
coraz
onLa Biblia declara que el coraz ones m
as traicionero que cualquier otra
cosa, y es desesperado (Jer. 17:9).
Cuando nuestro coraz
on desea algo
intensamente, verdad que es f
acil
encontrar excusas para complacerlo?
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15 DE FEBRERO DE 2013 23
mal y evitar que justifiquemos cualquier mala conducta (Rom. 9:1). Ade-
m
as, en la Biblia encontramos ejemplos que pueden servirnos de adver-
tencia (1 Cor. 10:11). Aprender de ellos impedir
a que demos un paso en
falso. Sin duda, esto es algo que todos podemos hacer.
Pidamos ayuda en oraci
on. Jehov
a examina los corazones (1 Cr
on.
29:17).El es mayor que nuestro coraz
on y conoce todas las cosas
(1 Juan 3:20). Por tanto, no lo podemos enga
nar. Si le contamos con fran-queza nuestras preocupaciones, sentimientos y deseos,
el nos ayudar
a a
ver lo que somos en nuestro interior. Hasta podemos pedirle que nos d
e
un coraz
on puro (Sal. 51:10). La oraci
on es un recurso imprescindible
para descubrir hacia d
onde se inclina nuestro coraz
on.
Escuchemos con atenci
on en las reuniones. Si as lo hacemos, podre-
mos examinar con honestidad nuestro coraz
on. Aunque es cierto que
no hay informaci
on nueva en cada reuni
on, vale la pena escuchar siem-
pre con inter
es. Por qu
e? Porque en ellas se nos ayuda a comprender
mejor los principios bblicos y recibimos consejos que nos permiten eva-
luarnos y hacer cambios en nuestra vida. Para ello tambi
en son muy va-liosos los comentarios de los dem
as (Prov. 27:17). Ahora bien, si no asis-
timos a las reuniones con nuestros hermanos, nos podramos preocupar
demasiado por nuestros propios asuntos y tomar malas decisiones (Prov.
18:1). De modo que es bueno preguntarse: Acostumbro ir a todas las
reuniones y me beneficio de ellas? (Heb. 10:24, 25).
A DONDE NOS LLEVA NUESTRO CORAZ
ON ?
Nuestro coraz
on traicionero puede descarriarnos en muchos aspec-
tos de la vida. Repasemos cuatro: la b
usqueda de seguridad econ
omi-
ca, el consumo de bebidas alcoh
olicas, la elecci
on de amistades y el uso
del tiempo libre.
La b
usqueda de seguridad econ
omica. No tiene nada de malo traba-
jar para satisfacer nuestras necesidades. Sin embargo, Jes
us advirti
o
del peligro de poner los bienes materiales por encima de todo. En una
ilustraci
on, habl
o de un hombre rico que haba llenado sus graneros.
Como no tena d
onde guardar la siguiente cosecha, plane
o derribarlos
y construir otros m
as grandes.El pensaba: All
recoger
e todo mi grano
y todas mis cosas buenas; y dir
e a mi alma: Alma, tienes muchas cosas
buenas almacenadas para muchos a
nos; p
asalo tranquila, come, bebe,
goza . No tom
o en cuenta que poda morir esa misma noche (Luc. 12:
16-20).
Al irnos haciendo mayores, podra preocuparnos contar con suficien-
te dinero durante la vejez. Como resultado, tal vez busquemos pretex-
tos para trabajar horas extras cuando tenemos reuni
on o puede que
descuidemos nuestras responsabilidades cristianas de alguna manera.
Sin duda, esta sera una tendencia muy peligrosa. Y si somos j
ovenes
y sabemos que servir de tiempo completo es la mejor carrera en la vida?
Dejaremos el precursorado para m
as adelante porque pensamos que
C
omo influye
la lectura diaria
de la Biblia en nue
coraz
on simb
olico?
La oraci
on nos ayu
a conocer nuestra
persona interior
Las reuniones nospermiten descubri
las intenciones
de nuestro coraz
o
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24 LA ATALAYA
hay que trabajar y ahorrar primero? No debera-
mos esforzarnos al m
aximo ahora por darle a Dios
lo mejor de nosotros? Al fin y al cabo, ni siquiera
sabemos si estaremos vivos ma
nana.
El consumo de bebidas alcoh
olicas. Proverbios
23:20 aconseja: No llegues a estar entre los que
beben vino en exceso. Quien tiene el fuerte deseode consumir alcohol podr
a beber con frecuencia y
buscar excusas diciendo que no quiere emborra-
charse sino solo relajarse. Si necesitamos alcohol
para relajarnos, tal vez sea hora de examinar con
honradez cu
ales son las inclinaciones de nuestro
coraz
on.
La elecci
on de amistades. Es inevitable tener
alg
un contacto con personas que no comparten
nuestra fe, como compa
neros de estudio o de tra-
bajo, o con quienes hablamos en la predicaci
on.Pero hacer vida social o incluso tener una amis-
tad estrecha con ellos es algo muy diferente. Qui-
z
as nos justifiquemos diciendo que son buenas
personas. Sin embargo, la advertencia que da la
Biblia es clara: No se extraven. Las malas com-
pa
nas echan a perder los h
abitos
utiles (1 Cor.
15:33). Tal como un poco de suciedad puede con-
taminar el agua limpia de un recipiente, la amistad
con quienes no sirven fielmente a Jehov
a puede
contaminar nuestra espiritualidad. Con el tiempopodramos imitar su forma de pensar, vestir, ha-
blar y comportarse.
El uso del tiempo libre. La tecnologa moder-
na pone a nuestro alcance infinidad de maneras
de entretenernos, y muchas de ellas no son bue-
nas para los cristianos. El ap
ostol Pablo dijo que
no debemos ni siquiera mencionar cosas sucias
(Efes. 5:3). Y si a nuestro coraz
on le atrae ver o
escuchar algo sucio? Tal vez digamos que todo el
mundo necesita relajarse o distraerse de vez encuando y que la forma de hacerlo es un asunto per-
sonal. Pero lo mejor es tomar el consejo de Pablo
muy en serio y no permitir que nada sucio entre por
nuestros ojos o nuestros odos.
PODEMOS CAMBIAR
Aunque nuestro coraz
on traicionero nos haya
enga
nado y estemos acostumbrados a justificar
nuestra mala conducta, podemos cambiar (Efes
4:22-24). Veamos dos ejemplos.
Miguel1 tuvo que corregir su opini
on sobre las
posesiones. Mi esposa, mi hijo y yo cuenta
el
somos de un pas donde se da mucha importancia
a tener lo mejor y lo
ultimo en tecnologa y como
didades. Quise sacarle el jugo al mundo creyendo que podra hacerlo sin ser materialista. Pronto
me di cuenta de que la b
usqueda de bienes mate
riales es como viajar por una carretera sin final
Le ped ayuda a Jehov
a para cambiar mi punto de
vista y las intenciones de mi coraz
on, y le dije que
nuestra familia quera servirle al m
aximo. Decid
mos llevar una vida m
as sencilla y mudarnos a un
lugar con m
as necesidad de publicadores. Poco
despu
es nos hicimos precursores, y hemos com
probado que no se necesitan demasiadas cosas
para estar felices y satisfechos.
El caso de Leo demuestra la importancia de
examinarnos con franqueza.El lo hizo y logr
o de
jar sus malas amistades. Leo cuenta: Debido a
mi trabajo tena que reunirme con proveedores ex
tranjeros. Aunque saba que en esas reuniones se
beba mucho, a m
me gustaba ir. A menudo estu
ve a punto de emborracharme, y luego me moles
taba la conciencia. Sent que ten
a que examina
mi coraz
on con honestidad. Los consejos de la B
blia y las sugerencias de los ancianos me ayudarona ver la ra
z del problema: buscaba la compa
n
a de
personas que no aman a Jehov
a. Ahora hago mis
negocios principalmente por tel
efono y mantengo
el contacto con los proveedores al mnimo.
Tenemos que ser honestos con nosotros mis
mos y descubrir las intenciones de nuestro co
raz
on. Para conseguirlo, debemos pedirle ayuda
a Jehov
a porque
el est
a enterado de los secre
tos del coraz
on (Sal. 44:21). Tambi
en contamos
con su Palabra, que es como un espejo que nospermite ver la clase de personas que somos po
dentro (Sant. 1:22-25). Adem
as, recibimos valio
sos consejos en las publicaciones y reuniones cris
tianas. Con todos estos recursos lograremos pro
teger nuestro coraz
on y hacer lo que le agrada a
Jehov
a.
1 Se han cambiado los nombres.
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CUANDO escucha la palabragloria, qu
e le viene a lamente? El esplendor de la creaci
on? (Sal. 19:1.) Las
alabanzas que reciben los m
as ricos, los m
as inteli-gentes o los que han hecho cosas extraordinarias?En la Biblia, la palabra hebrea para gloria transmi-te la idea de peso. Antiguamente, las monedas se fa-bricaban con metales preciosos y su valor depend
a
de su peso; cuanto m as pesaban, m as valiosas eran.Por eso, la palabra que se traduce gloria se empez
o
a usar para referirse a algo valioso, admirable o im-presionante.
2 Tal vez la gente d
e gloria, u honre, a alguien porsu poder, posici
on o reputaci
on. Pero y Jehov
a? Las
Escrituras explican a qu
e clase de personas honra
el.En Proverbios 22:4 dice: El resultado de la humildad
y del temor de Jehov
a es riquezas y gloria y vida. Y eldisc
pulo Santiago escribi
o: Hum
llense a los ojos
de Jehov a, y el los ensalzar a, o les dar a honra (Sant.4:10). Ahora bien, qu
e tipo de gloria nos da Jehov
a?
Qu
e podra impedir que la recibi
eramos? Y qu
e po-
demos hacer para que otras personas tambi
en la ten-gan?
3 El compositor del Salmo 73 estaba seguro de queJehov
a lo tomar
a de la mano para guiarlo y le da-
ra aut
entica gloria (lea Salmo 73:23, 24). C
omo da
gloria Jehov
a a sus siervos humildes?El nos hon-
ra de muchas formas. Por ejemplo, nos bendice al
permitirnos conocer cu al es su voluntad (1 Cor. 2:7).Si escuchamos su palabra y le obedecemos, nos hon-ra con su amistad (Sant. 4:8).
4 Adem
as, Dios ha puesto al cuidado de sus
1, 2. a) Qu
e idea transmite la palabra que en la Biblia setraduce gloria? b) Qu
e preguntas se responder
an en este
artculo?
3-5. C
omo nos da gloria Jehov
a?
QUE NADANOS IMPIDA RECIBIR
LA GLORIA DE DIOS
El que es humildede esp
ritu se asir
a
de la gloria.(PROV. 29:23)
COMO RESPONDER
IA?
C
omo nos da gloria Jehov
a?
Qu
e podra impedir que recibi
e-
ramos la gloria que Dios da?
C
omo puede nuestro aguante
ayudar a que otros reciban
la gloria de Dios?
25
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26 LA ATALAYA
siervos un valioso tesoro: el ministeriocristiano (2 Cor. 4:1, 7). Cuando predica-mos para alabar a nuestro Padre celestial
y ayudar a otros,
el nos da gloria. A losque me honran honrar
e, prometi
o Jeho-
v
a (1 Sam. 2:30). En otras palabras, tene-
mos el honor de disfrutar de una buenareputaci on ante el y ante la congregaci on(Prov. 11:16; 22:1).
5 Y si esperamos en Jehov
a y andamosen su camino,
el nos dar
a un maravillo-
so futuro, pues la Biblia promete: [Dios]te ensalzar
a para tomar posesi
on de la
tierra. Cuando los inicuos sean cortados,t
u lo ver
as (Sal. 37:34). As
que tenemos
la firme esperanza de ser honrados con
vida eterna (Sal. 37:29).
NO ACEPTO GLORIA
DE PARTE DE LOS HOMBRES
6 Como hemos visto, Jehov
a deseadarnos gloria. Pero qu
e pudiera impe-
dir que la recibi
eramos? Un obst
aculo esdarle demasiado peso, o importancia, ala opini
on de quienes no tienen la apro-
baci
on de Dios. Eso fue lo que les ocurri
o
a muchos gobernantes de los das de Je-
s
us. Fij
emonos en lo que escribi
oelap
os-tol Juan sobre ellos: Pusieron fe en [Je-s
us], pero a causa de los fariseos no lo
confesaban, para no ser expulsados dela sinagoga; porque amaban la gloria delos hombres m
as que la misma gloria
de Dios (Juan 12:42, 43). No cabe duda:les habr
a ido mucho mejor si no le hu-
bieran dado tanta importancia a la opi-
ni
on de los fariseos.7 Durante su ministerio, Jes
us se
nal
o
por qu
e muchos no lo aceptaban ni te-n
an fe en
el (lea Juan 5:39-44). La na-
ci
on de Israel llevaba siglos esperando lallegada del Mes
as, o Cristo. Daniel ha-
6, 7. Por qu
e muchas personas no creyeron enJes
us?
ba profetizado el momento en que este
aparecera, y puede que algunos hayan
comprendido que ese momento haba
llegado. Tal vez por eso, al ver a Juan elBautista predicando, muchos se pregun-taron: Acaso ser
a
el el Cristo? (Luc.
3:15). Unos meses m
as tarde, Jes
us co-menz o a predicar; el tan esperado Me-sas ya estaba all
ense
n
andoles. Pero la-
mentablemente, los que conocan bien
la Ley de Dios no lo aceptaron. Jes
usdej
o bien claro por qu
e hab
an cometi-
do ese error: C
omo pueden creer uste-des, cuando aceptan gloria unos de otros
y no buscan la gloria que proviene delunico Dios?.
8
La gloria de los hombres puede os-curecer la divina. C
omo es posible? Para
entenderlo, comparemos la gloria a laluz. El universo est
a lleno de luz. Re-
cuerda la
ultima noche que mir
o al cieloy descubri
o un manto de miles de estre-
llas? La gloria de los cuerpos celestesnos deja boquiabiertos (1 Cor. 15:40, 41).Ahora bien, cuando miramos al cielo enuna ciudad muy iluminada, se ve igual?
Claro que no. Las luces de la ciudad casino nos dejan disfrutar del brillo de laslejanas estrellas. Esto no se debe a quelas luces de las calles, los estadios depor-tivos o los edificios sean m
as brillantes
y hermosas que las del cielo, sino a queest
an m
as cerca de nosotros y estorban
nuestra visi
on de la creaci
on de Jehov
a.Para contemplar las maravillas del cielonocturno, tendr
amos que apagar las lu-
ces artificiales o irnos a un lugar muy os-curo.
9 Como las luces de la ciudad, la gloriade los hombres pudiera estar muy cercade nuestro coraz
on e impedir que valo-
r
aramos la gloria que Jehov
a quiere dar-
8, 9. Ilustre c
omo podra la gloria de los hom-
bres oscurecer la que Dios nos da.
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15 DE FEBRERO DE 2013 27
nos. Mucha gente no acepta el mensa-je del Reino porque teme lo que puedandecir sus amigos o familiares. Pero qu
e
hay de los siervos dedicados de Dios?Podr
an desear la gloria de los dem
as?
Pensemos en un joven que debe predicar
en una zona donde todo el mundo lo co-noce pero nadie sabe que es testigo deJehov
a. Tendr
a miedo de que lo vean?
O imaginemos a un cristiano que va trasmetas espirituales pero otros se r
en de
el. Qu
e har
a? Permitir
a que quienes
carecen de visi
on espiritual influyan ensus decisiones? Y si un hermano ha co-metido un pecado grave? Lo esconde-r
a por temor a perder su buen nombre
en la congregaci
on o por no decepcionara sus seres queridos? Si lo m as impor-tante para
el es hacer las paces con Jeho-
v
a, llamar
a a los ancianos de la congrega-ci
on y les pedir
a ayuda (lea Santiago 5:
14-16).10 Qu
e haremos si estamos tratando
de ser mejores cristianos y un hermanonos da un consejo? Sus palabras since-ras solo podr
an ayudarnos si no somos
orgullosos. As que evitemos ponernos
a la defensiva, justificarnos o tratar desalvar las apariencias. O puede ser quetengamos que colaborar con un herma-no para realizar cierta tarea. Permitire-mos que nos domine el deseo de recibirlas alabanzas por las buenas ideas y elesfuerzo? Si alguna vez nos encontramosen situaciones como estas, recordemosque el que es humilde de esp
ritu se asi-
r
a de la gloria (Prov. 29:23).11 Quienes desean ser superintenden-
tes en la congregaci
on o ya lo son no de-ben buscar las alabanzas de los dem
as
10. a) Qu
e podra pasar si nos preocup
aramos
en exceso por lo que otros piensan de nosotros?b) Cu
al ser
a el beneficio de ser humildes?
11. Qu
e deberamos sentir cuando nos elo-
gian, y por qu
e?
(1 Tes. 2:6; 1 Tim. 3:1). Entonces, c
omodeber
a reaccionar un hermano cuando
recibe elogios sinceros por algo que hahecho? Est
a claro que no levantar
a un
monumento en su honor, como hizo elrey Sa
ul (1 Sam. 15:12). Ahora bien, re-
conoce que si no fuera por la bondadinmerecida de Jehov a no lo habra con-seguido y que cualquier logro futuro de-pende de la bendici
on y el respaldo
divino? (1 Ped. 4:11.) Lo que sentimoscuando otros nos alaban revela qu
e cla-
se de gloria estamos persiguiendo (Prov.27:21).
QUIEREN HACER
LOS DESEOS DE SU PADRE
12 Nuestros malos deseos tambi enpueden impedir que recibamos la gloriade Dios, pues si estos nos controlan, tal
vez no queramos escuchar la verdad (leaJuan 8:43-47). Jes
us afirm
o que ciertos
judos no escuchaban su mensaje por-
que deseaban hacer la voluntad del Dia-blo. Les dijo: Ustedes [...] quieren hacerlos deseos de su padre.
13 A menudo omos solo lo que nos in-
teresa (2 Ped. 3:5). Jehov a nos cre o conla capacidad de ignorar algunos sonidosque no necesitamos o
r. Haga el siguien-
te ejercicio: trate de distinguir cu
antossonidos puede escuchar en este momen-to. Es probable que antes no se haya fija-do en algunos de ellos. Eso se debe a quesu cerebro le estaba ayudando a concen-trarse en una sola cosa, aunque este pue-de percibir y diferenciar varios sonidossimult aneamente. Sin embargo, se hadescubierto que cuando se trata de voceshumanas es m
as dif
cil prestar atenci
on
12. Por qu
e no escucharon a Jes
us ciertos ju-d
os?
13, 14. a) Qu
e se ha descubierto sobre nues-tro cerebro y las voces humanas? b) Qu
e
determina a qui
en escuchamos?
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28 LA ATALAYA
a varios sonidos al mismo tiempo. Cuan-do o
mos a dos personas hablar tene-
mos que elegir una, pues no podemosescuchar atentamente a las dos a la vez.Nuestra elecci
on depender
a de lo que
queramos or. Los jud
os que deseaban
cumplir los deseos del Diablo decidieronno escuchar a Jes us.14 El libro b
blico de Proverbios ha-
bla en lenguaje simb
olico de dos ca-sas: la de la sabidur
a y la de la estupidez
(Prov. 9:1-5, 13-17). Ambas, la sabidu-ra y la estupidez, nos hablan al mismo
tiempo tratando de llamar nuestra aten-ci
on. A cu
al escucharemos? Depende
de a qui
en deseemos agradar. Jes
us dijo
que sus ovejas escuchan su voz (Juan10:16). Ellas est an de parte de la ver-dad y no conocen la voz de los extra-nos (Juan 10:5; 18:37). A quienes humil-demente act
uan as
, Dios les da gloria
(Prov. 3:13, 16; 8:1, 18).
SIGNIFICAN GLORIA PARA USTEDES
15 Nuestro aguante al hacer la volun-tad de Jehov
a contribuye a que otras per-
sonas reciban la gloria divina. El ap
ostol
Pablo escribi o a los cristianos de Efe-so: Les pido que no se rindan porcausa de estas tribulaciones m
as a fa-
vor de ustedes, porque estas significangloria para ustedes (Efes. 3:13). Qu
e
quiso decir? Por qu
e sus pruebas signi-ficaban gloria para ellos? Porque al con-tinuar ayudando a sus hermanos a pe-sar de los obst
aculos les demostr
o que
servir a Dios es el privilegio m
as valio-
so de todos. Si Pablo se hubiera rendidoante las tribulaciones, no habr
a dado
a entender que su relaci
on con Jehov
a,su ministerio y su esperanza ten
an poco
valor? Con su aguante puso el cristianis-mo en la elevada posici
on que merec
a