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GOBIERNO DE FACTO
Dicha nocion hace referencia a aquellos gobiernos que acceden o ejercen el poder
político de modo irregular, esto es, sin observar las prescripciones que la Constitucion y
las leyes determinan para tales efectos
Rebuen Hernandez Valle, señala que los gobiernos de facto representan una
contraposición a los gobiernos de Iure, y no tienen fundamento constitucional expreso.
SIGIFREDO ORBEGOZO VÜNHCAS señala que la diferencia entre un gobierno de iurc
y un gobierno de facto radica en la disimilitud del título para mandarlo continuar
mandando. Plantea que el ejerciente del primero ha llegado al poder por Derecho y que
se ha desenvuelto y hasta prorrogado en su condición de gobernante de conformidad
con las normas y procedimientos reglados por la Constitución; en cambio el ejerciente
del segundo ha accedido, actuado o renovado en el mando del Estado mediante hechos
generados al margen de lo señalado en el texto fundamental.
La referida expresión califica a aquellos gobiernos que se constituyen o que, ejercen sin
autorización legal el poder político, lo cual implica una ruptura del orden constitucional;
alude a aquellas expresiones gubernativas que no acomodan su funcionamiento o su
accionar a los mandatos y preceptos constitucionales, sino a la mera voluntad o a las
orientaciones ideológicas o doctrinarias de quienes ejercen el poder político.
Como bien afirma HUmbtero Quiroca Lavie el gobierno de fado «es aquel que no
acomoda su funcionamiento a un techo constitucional, sino a la voluntad discrecional de
quien consigue monopolizar la fuerza en el listado».
Este tipo de gobierno surge como consecuencia de un acto de «apropiación» político-
jurídica apoderamiento para sí y por mera voluntad de los encaramados en el poder- que
conlleva el ejercicio extrajurídico de los órganos políticos del listado (Ejecutivo y
Legislativo), ejercicio que incluso puede extenderse por distintos mecanismos al ámbito
de la administración de justicia. Como refiere Salvador DAÑA MONTANO1, «los
gobiernos de facto son aquellos que se constituyen por sí mismos, prescindiendo del
mecanismo legal, o que se mantienen y hacen valer a sí mismos, proporcionalmente a su
fuerza independientemente del Derecho o en contra de él».
Los gobiernos de facto se establecen como consecuencia de hechos que contradicen las
normas constitucionales y legales que proveen el modo de constituir un gobierno o el
ejercicio mismo del poder político (su potestad de rilando se encuentra viciada por el
«síndrome de la irregularidad jurídica»); por ende, conllevan la ruptura total o parcial
del ordenamiento constitucional vigente, mediante una acción súbita y violenta.
La existencia de este tipo de gobiernos genera la interrupción del Estado de Derecho y
la flagrante oposición a sus postulados y principios. El gobierno de facto expresa un
ejercicio arbitrario del poder -es decir, al margen y sin sujeción a las normas
constitucionales que regulan la forma de asunción al gobierno y las competencias
funcionales señaladas a los operadores de los órganos políticos del Estado- y con
concentración del mismo esto es, la potestad de mando no está sujeta a control ni
contrapeso intra o interorgánico-. Humberto QUIROGA LAVIÉ5 señala que surgen de
una ruptura con el principio de validez jurídica -pues no se ajustan a las formas y
procedimientos constitucionales-y decretan per se un establecimiento autocrático basado
únicamente en la eficacia que alcanza el mando del gobernante Autoproclamado.
La experiencia histórica acredita que dicho tipo de gobierno concentra sus poderes en
una persona o grupo de personas, que con una autoridad auto impuesta y mantenida, por
lo general, mediante la fuerza busca transformarse en el tiempo en un gobierno regular.
Mario A.R. MIDÓN6 advierte que «Jo que califica a un gobierno de facto es su
investidura. No interesa por lo tanto que pueda reunir un .eventual consenso o repudio
de la ciudadanía; que se le juzgue como progresista o retardatario; que tras su asunción
acate ininterrumpidamente todas las leyes de la nación o haga caso omiso de ello [...]».
En suma, un gobierno es de facto cuando su título originario está .viciado por la
ilegalidad; habida cuenta de haberse adquirido o mantenido con prescindencia del
cumplimiento de las reglas establecidas en el texto supra del Estado.
1. LAS CARACTERÍSTICAS BÁSICAS DE LOS GOBIERNOS DE FACTO
Los gobiernos de facto presentan las siete particularidades siguientes:
a) Expresión de un hecho súbito, violento y transitorio nacido de una voluntad
política que monopoliza la fuerza y la coerción estatal.
b) Ruptura total o parcial del marco institucional y consiguiente quiebra de la
continuidad y eficacia del orden constitucional. En ese sentido, se acredita la
violación del texto fundamental del Estado y, por consiguiente, Se afecta la
Constitución, el funcionamiento normal de las actividades estaduales y los
derechos y garantías ciudadanas.
c) Absorción de los poderes políticos, tanto los de carácter constituyente como los
de carácter constituido.
d) Ejercicio discrecional y sin parámetros institucionales del poder político.
e) Manifestaciones normativas sustentadas en la necesidad apremiante de su
acatamiento o en la eficacia de las decisiones obtenidas ante los ciudadanos.
f) Capacidad jurídica sui géneris para comprometer ni Estado en sus relaciones
dentro y fuera del territorio estatal. Así, actúa como administración pública en el
plano de las relaciones entre gobernantes y gobernados, y como sujeto de
derecho internacional público.
g) Búsqueda de legitimación política para el aseguramiento de su continuidad
política espacial y temporal.
2. LA TIPOLOGÍA DE LOS GOBIERNOS DE FACTO
Esta sui géneris y extra-jurídica modalidad gubernativa puede ser clasificada en dos
clases: los gobiernos de facto por razón de su origen y los gobiernos de facto por razón
de su ejercicio.
Al respecto, veamos lo siguiente
2.1. Los gobiernos de facto por razón de su origen
Son aquellos gobiernos que no cumplen con la forma y el modo establecidos en la
Constitución para su institucionalización; por ende, violentan o contradicen los
mecanismos constitucionales establecidos para la elección o nombramiento de los
gobernantes.
Al respecto, Fabián NOVAKTAI.AVERA Y LUIS GARCÍA-COKROCIIANO MOYANO7
señalan que el gobierno de facto «es aquel que llega al poder [...] mediante cualquier
procedimiento no previsto por el ordenamiento jurídico nacional».
En ese orden de ideas, Mario A.R. MIDÓN8 considera que el gobierno de facto «es aquel
que accede al poder de modo irregular, sin observar en ese tránsito las prescripciones
que la Constitución y las leyes marcan».
Estos gobiernos surgen como consecuencia de lo siguiente:
Deposición del gobierno de iure.
Obtención del título para constituir gobierno mediante la falsificación de la
voluntad popular (fraude electoral), o por infracción de cualesquiera otras reglas
de institucionalización del mando en los casos de cobertura de vacancia
presidencial por razones de deceso, destitución, etc.
una degradación o privación de un cargo;prolon
a) Deposición del gobierno de iure
En este caso el gobierno de facto se instaura como consecuencia de un acto de fuerza
irresistible contra un gobierno constituido al amparo de lo establecido en la
Constitución. Se origina en un acto de derrocamiento o deposición de un gobierno de
iure, que trae como consecuencia la instauración de un gobierno alternativo carente de
legalidad alguna para instituirse como tal.
Al respecto, puede citarse los casos siguientes:
En Panamá, el 12 de octubre de 1966, el presidente constitucional Arnulfo Arias A. es
derrocado por un movimiento militar encabezado por el general Ornar Torrijos.
En Chile, el 11 de setiembre de 1973, el presidente constitucional Salvador Allende es
derrocado por un movimiento institucional de las fuerzas armadas, encabezado por el
general Augusto Pinochet Ugarte (Salvador Allende, en gesto heroico, se suicidó en
pleno palacio presidencial de «La Moneda»).
En nuestro país, el 4 de febrero de 1914, el presidente constitucional Guillermo E.
Billinghurst es depuesto por el coronel Óscar Raimundo Benavides.
El 7,7 de agosto de 1930, el presidente constitucional Augusto Bcr-nardino Leguía es
depuesto por un movimiento militar encabezado por el comandante Luis M. Sánchez
Cerro.
El 8 de octubre de 1948, el presidente constitucional José Luis Bustamante y Rivero es
depuesto por un movimiento militar encabezado por el general Manuel A. Odría.
b) Obtención del título para constituir gobierno mediante la falsificación de la voluntad
popular (fraude electoral), o por infracción de cualesquiera otras reglas de
institucionalización del marido en los casos de cobertura de vacancia presidencial por
razones de deceso, destitución, etc.
Al respecto, pueden citarse los casos siguientes:
En Haití, el 22 de octubre de 1957 se instaura el gobierno de l-'rnii-cisco
Duvalier-apodado «Papa Doc»-, luego de ganaren comicios fraudulentos
auspiciados por las fuerzas armadas.
En República Dominicana, el 2 de junio de 1966 se instaura el gobierno de
Joaquín Balaguer, antiguo seguidor del tristemente célebre dictador Rafael
Leónidas Trujillo, producto de comicios amañados en los que, con apoyo del
gobierno norteamericano y de los funcionarios estatales, derrotó a Juan Bosch.
En Nicaragua/cl 1 de febrero de 1967 se instaura el gobierno de Anastasio
Somoza Debayle —apodado «Tachito»-, luego de «ganar» las elecciones con el
triple de votos de su más cercano oponente y sin que se hubiere permitido la
participación electoral del Partido Conservador.
En Argentina, el 29 de mayo de 1962, las fuerzas armadas obligan a dimitir al
presidente Constitucional Arturo Frondizi; reemplazándolo el presidente del
Senado José María Guido. Al respecto, es dable señalar que la Constitución
argentina no contemplaba la acc-falía presidencial por acto de insurrección
militar.
En nuestro país, el 1 de abril de 1894, producido el deceso del presidente
constitucional general Remigio Morales Bermúdez, el Congreso de la República
reconoce como su reemplazante al segundo vicepresidente, Justiniano Borgoño,
en vez de quien legalmente correspondía asumir el cargo. En efecto, el primer
vicepresidente, Pedro Alejandrino del Solar, fue arbitrariamente despojado desu
derecho a ascenderá la primera magistratura poíno responder a las simpatías del
mariscal Andrés Avclino Cáceres, verdadero «elector» de su adlátere Justiniano
Borgoño.
El 30 de abril de 1931, a consecuencia del asesinato del presidente Luis M. Sánchez
Cerro, el Congreso de la República designa en el cargo al jefe del Ejército, general
Óscar Raimundo Benavides, a pesar de que el artículo 137 de la Constitución de 1933
establecía que miembros activos de las fuerza armadas eran inelegibles para ocupar el
sillón presidencial.
2.2. Los gobiernos de facto por razón de su ejercicio
Son aquellos que, habiendo cumplido con instituirse de conformidad con las
formalidades y modo establecidos en la Constitución, se expresan, manifiestan y
conducen fuera de ella o contra lo previsto por ella. Ostentando título habilitador para
instituirse como gobierno, ejercen el poder político con violación grave c inequívoca del
ordenamiento constitucional, lo que comprende prácticas irregulares y degenerativas en
el uso de las competencias específicas señaladas en la Constitución.
Cierto sector de la doctrina señala que esta modalidad hace referencia a la pérdida del
título habilitatorio para gobernar, por abuso de confianza de la voluntad ciudadana.
Sigfredo ORBEGOSO VniMECAS9 refiere que esta modalidad surge a consecuencia de
una trayectoria y conducta inconstitucional. Así, ello se acredita por la violación de los
derechos y garantías ciudadanas o de la crasa inmoralidad política y administrativa que
pervierte los principios y valores que sustentan el pacto social.
Estos gobiernos surgen como consecuencia de:
Prolongación del mandato más allá del período fijado expresamente por la Constitución.
Desempeño gubernamental arbitrarioy despótico.
Acción de autogolpe.
a) Prolongamiento del mandato más allá del período fijado expresamente por la
Constitución
Al respecto, pueden citarse los casos siguientes:
En Paraguay, el 12 de octubre de 1812 se crea la República del Paraguay, nombrándose
como presidente a José Gaspar Rocl ríguez de Francia. En 1816, este se asigna la
condición de «dictador perpetuo», ejerciendo el poder hasta 1840 (veinticuatro años).
En Honduras, el 1 de febrero de 1933, Tiluirdo Carias Andino accede al poder
convertido en una suerte de conserje político de la empresa norteamericana United
Company. En su condición de gendarmede intereses económicos extranjeros, Carias
decide prorrogar su mandato hasta 1949 (dieciséis años).
En Paraguay, el 13 de marzo de 1844, es elegido presidente constitucional Carlos
Antonio Lope/,, el mismo que mediante sucesivas «prórrogas» extenderá su mandato
hasta 1862 (dieciocho años). lin Guatemala, el 22 de abril de 1851, Rafael Carrera inicia
su mandato. Tres años más tarde, prorroga su mandato con carácter vitalicio hasta su
muerte en 1865 (catorce años).
En nuestro país, en, 1936, el Congreso de la República prorroga por tres años (hasta
1939) el mandato del general Osear Raimundo I3cna-vides. La justificación para esta
acción inconstitucional fue la declaratoria de nulidad de las elecciones presidenciales, la
misma que tuvo como objetivo impedir la proclamación de Luis Antonio Eguiguren con
el argumento de que los partidarios del APRA -organización política arbitrariamente
proscrita- habían votado en su favor.
b) Desempeño gubernamental arbitrado y despótico
Al respecto, pueden citarse los casos siguientes:
En Cuba, en 1954 se instaura. El gobierno de Fulgencio Batista. liste gobernará
despóticamente hasta 1959, violentando todos los derechos básicos ciudadanos (cinco
años).
En nuestro país, el 2 de octubre de 1931, asciende al poder el comandante Luis M.
Sánchez Cerro. Este gobernará con dureza extrema un breve período históricamente
denominado como «Kl Año de la Barbarie».
El 28 de julio de 1950, el general Manuel A. Odría legitima vía las urnas el poder que
ya ostentaba. Empero su gestión se caracterizará po> la sistemática violación de los
derechos ciudadanos.
c) Acción de autogolpe
Esta situación difiere de aquella en que se prolonga el mandato más allá del período
fijado expresamente por la Constitución, en razón de que aun cuando en los hechos ello
pudiere producirse, la génesis di autogolpe tiene por objeto sustancial la disolución del
Parlamento; pe ende, su intención primigenia radica en dejar sin efecto el control inter
órgano del Parlamento sobre el Ejecutivo.
Al respecto, pueden citarse los casos siguientes:
En Uruguay, el 30 de junio de 1979, el presidente constitucional Juan María
Sordabcrry acepta la decisión de las fuerzas armadas de disolver las cámaras
congresales.
En Guatemala, el 25 de mayo de 1993, el presidente constitucional • Jorge
Serrano Elias cierra el Parlamento. Para suerte de la democracia
latinoamericana, siete días después es depuesto.
En nuestro país, el 5 de abril de 1992, el presidente constitucional Alberto
Fujimori Fujimori, en complicidad con los altos mandos de las fuerzas armadas,
«disuelve» el Congreso de la República.