Tema #2: Un bosquejo del plan de salvación

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Unión PuertorriqueñaDepartamento de Ministerios Personales

Pastor Efrén Pagán Irizarry, D. Min., Director

Apdo. 3269, Mayagüez, PR 00681-3269Teléfono: (787) 501-0655

Correo electrónico: epagan@upasd.org

Serie:Tema:Título:Texto:Himno:Autor:

“Él dio Su vida por mí”El plan de salvación en el Antiguo Testamento“Un bosquejo del plan de salvación”Génesis 22:1-14HA, 90 (“Hubo Uno que quiso”)Pastor Efrén Pagán Irizarry, D. Min.

I. Introducción

Antes del pecado no era necesario un plan de salvación.

Se hizo necesario, después de comer del fruto prohibido.

Dios lo bosquejó con detalle, por medio de Abraham.

II. El plan de salvación

A. Ilustrado

Orden de sacrificar a Isaac.Génesis 22:1, 2

1 Un tiempo después, Dios probó a Abrahán. Le dijo: “Abrahán”. Y él respondió: “Aquí estoy”.

2 Entonces Dios le dijo: “Toma ahora a tu hijo, tu hijo único, Isaac, a quien amas. Y vete a la tierra de Moria y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que te diré”.

Isaac “entraba en la edad viril” (joven adulto).

La orden fue expresada con palabras que torturaron el corazón de Abrahán.

Isaac era:

La luz de su casa,

El solaz de su vejez y

El heredero de la bendición prometida.

Se trataba de una espantosa imposibilidad.

Abrahán pasó una noche tormentosa.

“Se postró de hinojos y oró como nunca” (PP, 145:1).

“La orden de Dios resonaba en sus oídos” (PP, 145:1).

Sin embargo, sin dilación se dispusoa cumplirla. Vs. 3

“Así, Abrahán se levantó muy temprano la siguiente mañana. Enalbardó su asno, llevó consigo dos siervos suyos y a Isaac su hijo. Cortó leña para el holocausto y se levantó y fue al lugar que Dios le dijo.”

Muy temprano en la mañana, despertó a su hijo.

Le comunicó que había recibido el mandato de ofrecer un sacrificio en una montaña distante (PP, 146:1).

Ese fue el día más largo de su vida.

Pasó la siguiente noche en oración.

Lo mismo pasó el segundo día y la segunda noche.

“Cuando se disponían a principiar la jornada del tercer día (vs. 4):

Mirando hacia el norte, vio la señal prometida: una nube de gloria, que cubría el monte Moria.

Comprendió que “la voz que le había hablado procedía del cielo” (PP, 146:3).

Isaac era el hijo de un milagro.

¿No podía devolverle la vida el poder que se la había dado?

Mirando más allá de lo visible, comprendió la divina palabra. Hebreos 11:19

“Abrahán pensaba que Dios es poderoso para resucitar aun a los muertos.”

Dejó allí a los siervos y siguió solo con Isaac (vs. 5).

Isaac desconocía lo que Dios había requeridoa su padre. Vss. 6-8

6 Abrahán tomó la leña del holocausto y la puso sobre Isaac su hijo. Tomó en su mano el fuego y el cuchillo y fueron los dos juntos.

7 Entonces Isaac dijo a su padre: “Padre mío”. Y él respondió: “¿Qué, mi hijo?” Isaac agregó: “Aquí están el fuego y la leña. Pero, ¿dónde está el cordero para el holocausto?”

8 Abrahán respondió: “Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío”. Y siguieron juntos.

Cuando Isaac le dijo “padre mío” y le preguntó por el cordero para el sacrificio, su corazón se hirió aun más.

Pero, todavía no podía revelarle lo que Dios ordenó.

Contestó: “Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío”.

Cuando le explicó todo, Isaac aceptó su suerte. Vss. 9, 10

9 Cuando llegaron al lugar que Dios le había dicho, Abrahán edificó un altar y dispuso la leña. Ató a su hijo y lo puso en el altar sobre la leña.

10 Y Abrahán extendió su mano y tomó el cuchillo para degollar a su hijo.

Construido el altar y colocada la leña, con temblorosa voz Abrahán reveló a su hijo el mensaje divino.

Con terror y asombro Isaac se enteró de su destino; pero no ofreció resistencia.

Habría podido escapar, si lohubiera querido.

Pero desde la niñez se le había enseñado a Isaac a obedecer pronta y confiadamente.

Cuando el propósito de Dios le fue manifestado, lo aceptó con sumisión voluntaria.

Como todo un joven de fe, consideró un honor el ser llamado a dar su vida en holocausto a Dios.

Con ternura trató de aliviar el dolor de su padre y animó sus debilitadas manos para que ataran las cuerdas que lo sujetarían al altar.

Habría podido escapar, si lohubiera querido.

Se dicen las últimas palabras de amor, derraman las últimas lágrimas y se dan el último abrazo.

El padre levanta el cuchillo para dar muerte a su hijo.

Dios interviene y el sacrificio se interrumpe. Vss. 11, 12

11 Entonces, el Ángel del Eterno le gritó desde el cielo: “¡Abrahán, Abrahán!” Y él respondió: “Aquí estoy”.

12 Y le dijo: “No alargues tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada. Ya sé que temes a Dios, pues no me negaste a tu hijo, tu hijo único”.

El brazo por descender, de repente, fue detenido.

Se le ordena interrumpir el sacrificio.

El sacrificio continúa, pero con un sustituto. Vs. 13

“Entonces Abrahán alzó sus ojos y vio detrás de sí un carnero enredado por sus cuernos en un zarzal. Y Abrahán fue, tomó el carnero y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo.”

Dios había puesto un carnero a sus espaldas.

El lugar de aquella experiencia quedó señalado e inmortalizado conun nombre especial. Vs. 14

“Y Abrahán llamó a ese lugar, ‘El Señor proveerá’. Por eso se dice: ‘En el monte del Eterno será provisto’.”

Lleno de gozo llamó al lugar de su más dura prueba: “El Señor proveerá”.

Allí Dios renovó su pacto con Abrahán.Vs. 15-18

15 Por segunda vez, el Ángel del Eterno llamó a Abrahán desde el cielo,

16 y le dijo: “Por mí mismo he jurado”, declaró el Eterno, “que por cuanto has hecho esto y no me rehusaste tu hijo, tu hijo único;

17 de cierto te bendeciré y multiplicaré tus descendientes como las estrellas del cielo y como la arena del mar. Y tus descendientes poseerán las ciudades de sus enemigos.

18 Y en tu Descendiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz”.

B. Lecciones a aprender

No hay excusa valida para no hacer la voluntad de Dios.

Las instrucciones de Dios no se razonan; se obedecen.

Abrahán no se detuvo a inquirir cómo se cumpliría la promesa, si Isaac muriera.

No se detuvo a discutir con su dolorido corazón.

Sabía que Dios es justo y recto en sus requerimientos.

Obedeció el mandato al pie de la letra.

Sólo la fe genuina, manifestada en obras consecuentes, justifica al pecador.

Santiago 2:21-23

Santiago 2:21-23

20 ¿Quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta?

21 Cuando nuestro padre Abrahán ofreció a su hijo Isaac sobre el altar, ¿no fue justificado por las obras?

22 Ya ves que la fe actuó junto con sus obras y que la fe se perfeccionó por las obras.

23 Así se cumplió la Escritura que dice: “Abrahán creyó a Dios y eso le fue contado por justicia” y “fue llamado amigo de Dios”.

La “fe” que no obra en obediencia a Dios,no es fe.

Juan 8:39

“Si fuerais hijos de Abrahán haríais las obras de Abrahán.”

La “fe” que no obra en obediencia a Dios,no es fe.

Génesis 26:5

“Porque Abrahán oyó mi voz y guardó mi precepto, mis Mandamientos, mis normas y mis leyes.”

La “fe” que no obra en obediencia a Dios,no es fe.

Santiago 2:14-18

14 Hermanos míos, si alguno dice que tiene fe y no tiene obras, ¿de qué sirve? ¿Podrá la fe salvarlo?

15 Si un hermano o hermana están sin ropa y carecen del sustento diario 16 y alguno de vosotros les dice: “Id en paz, calentaos y saciaos” y no les da lo necesario para el cuerpo, ¿de qué sirve?

17 Así también, si la fe no tiene obras, está muerta.

18 Pero alguno dirá: “Tú tienes fe y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras y yo te mostraré mi fe por mis obras”.

La “fe” que no obra en obediencia a Dios,no es fe.

1 Juan 5:2, 3

2 En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios, cuando amamos a Dios y guardamos sus Mandamientos.

3 Porque en esto consiste el amor de Dios, en que guardemos sus Mandamientos. Y sus Mandamientos no son gravosos.”

El concepto de la sustitución.

El carnero ofrecido en lugar de Isaac representa al Mesías.

Había de ser sacrificado en nuestro lugar.

Cuando el hombre estaba condenado a la muerte por su transgresión de la ley de Dios, el Padre, mirando a su Hijo, dijo al pecador: “Vive, he hallado un rescate.”

Abrahán y el plan de salvación.

La prueba a la que fue sometido tenía dos propósitos:

Grabar en su mente la realidad del Evangelio.

Probar su fe.

Abrahán y el plan de salvación.

La agonía sufrida, le permitió comprender algo de la grandeza del sacrificio hecho por el Dios infinito en favor de la redención del hombre.

Ninguna otra prueba podría haberle causado tanta angustia como la que le causó el ofrecer a su hijo.

Jesús y el plan de salvación.

Dios dio a su Hijo para morir en agonía y vergüenza.

A los ángeles que presenciaron la humillación y la angustia del Hijo de Dios, no se les permitió intervenir como en el caso de Isaac.

Ninguna voz clamó: “¡Basta!”

Jesús dio su vida para salvar a la raza caída.

III. Conclusión

¿Nos ama Dios? Juan 3:16, 17

16 Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él, no perezca, sino tenga vida eterna.

17 Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.

¿Cuánto nos ama?Romanos 8:32

“El que no eximió ni aun a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él gratuitamente, todas las cosas?”

Llamado.