Post on 24-Jun-2015
Psicólogo Adán Domínguez
Pensamiento Iracional vs. Pensamiento Racional
El marco filosófico general de la TREC se basa primordialmente en la
premisa estoica de que ―la perturbación emocional no es creada por las
situaciones sino por las interpretaciones de esas situaciones‖ (Epicteto,
siglo I d. C.). Por consiguiente, la TREC tiene como eje principal la forma
de pensar del individuo, la manera como el paciente interpreta su ambiente y
sus circunstancias, y las creencias que ha desarrollado sobre sí mismo, sobre
otras personas y sobre el mundo en general. Si estas interpretaciones o
creencias son ilógicas, poco empíricas y dificultan la obtención de las metas
establecidas, reciben el nombre de ―irracionales‖. Esto no significa que la
persona no razone, sino que razona mal, ya que llega a conclusiones
erróneas. Si, por el contrario, las interpretaciones o inferencias del individuo
están basadas en datos empíricos y en una secuencia científica y lógica entre
premisas y conclusiones, sus creencias son racionales, ya que el
razonamiento es correcto y la filosofía básica de esa persona es funcional.
La TREC supone que existen dos tendencias básicas, naturales, podría
decirse biológicas, en el ser humano: una de ellas es la facilidad con que las
personas, no importa lo racionalmente que hayan sido educadas, a menudo
tienden a polarizar rápidamente sus deseos personales o sociales hasta
exigencias rígidas y absolutistas. La otra es que las personas tienen el
potencial para desarrollar la habilidad de identificar, cuestionar o debatir y
cambiar dichas exigencias, si así lo desean.
Por esa razón, este modelo terapéutico hace responsable
al paciente de su forma de pensar, sentir y comportarse,
y no a su pasado o a otras personas. Vale la pena
mencionar que no es que pasemos por alto la
importancia del medio ambiente en el aprendizaje, ni
que cuestionemos su influencia en la adquisición de
ideas y emociones inapropiadas. Sin embargo, se rechaza
el concepto de que, debido a su pasado, la persona está
condenada a pensar, actuar y sentir de manera irracional,
sin que tenga ningún control sobre ello, ni la esperanza
de poder modificarlo por un largo período de tiempo. El
cambio y la velocidad con la que ocurra depende, en su
mayoría, del trabajo y esfuerzo del paciente. Sin
embargo, a veces, aunque parezca contradictorio, el
paciente encuentra ventajas a corto plazo en el
mantenimiento de su propia patología y rehúsa aceptar
las desventajas a largo plazo.
Examinemos el siguiente ejemplo: ―¡Eso me irrita!‖, ―¡Él/ella
me sacan de quicio!‖ son frases comunes. Sin embargo, tiene
muy poca valides lógica y empírica. Es el individuo quien se
irrita a sí mismo como consecuencia de su forma de interpretar
la conducta de la otra persona como: 1) ofensiva, 2) capaz de
comprometer la sensación de bienestar propio, 3) amenazante,
4) prueba de la poca calidad humana de quien actúa, etc. No
sería ése el caso, si la misma persona hubiese pensado que el
otro: 1) está loco, 2) tiene derecho a su propia opinión, 3)
puede actuar de forma estúpida sin que eso quiera decir que es
estúpido y despreciable, etc. Probablemente hubiese sentido
desagrado e irritación, pero no ira. A corto plazo, el pensar
irracionalmente tendría la ventaja de colocar la responsabilidad
de encuentros desagradables en el otro. Sin embargo, a largo
plazo podría llevar a sentimientos de desesperanza y depresión,
como consecuencia de verse a uno mismo incapaz de ejercer
ningún control sobre su propia vida.
Existe la creencia falsa de que la TREC entrena a los pacientes para
que reaccionen como ―robots‖ racionales, los cuales no sienten
mucho ni experimentan emociones muy fuertes. Existe también el
error de creer que las personas ―sanas‖ no sienten emociones
negativas, pues éstas serían inapropiadas e irracionales. Ambas ideas
son erróneas. No hay nada malo en ser ―emocional‖, si se es
conciente de que es uno mismo quien tiene la responsabilidad sobre
sus propios sentimientos, o en experimentar emociones negativas
apropiadas y funcionales, como la tristeza y el disgusto ante algún
contratiempo, pues pueden servir como factores que motiven al
individuo a afrontar y tratar de solucionar las situaciones
problemáticas. Por lo general, las emociones negativas apropiadas y
racionales no llevan a las personas a destruirse y herirse a sí mismas
o a otros individuos, están relacionadas con pérdidas reales, suelen
ayudar al individuo a actuar mejor en el futuro, y ese derivan de
preferencias en lugar de exigencias. Las emociones inapropiadas, por
el contrario, son exageradas y desproporcionadas al acontecimiento
en el que ocurren, dificultan la actuación de la persona, ya que ésta se
da por vencida y actúa de forma destructiva, y son producto de
exigencias absolutistas y rígidas.
El modelo ABC se considera dentro de la TREC como amplio marco de
referencia donde se pueden conceptuar los problemas psicológicos de
los pacientes. El modelo ABC de la TREC funciona de la siguiente
manera:
El acontecimiento activante o “A” es interpretado por el individuo,
quien desarrolla una serie de creencias [―Beliefs‖] (Bs) sobre el mismo.
A partir de esas creencias desarrolla la “C” o consecuencias, que
resultaría de la interpretación (o creencias) que el individuo hace de
“A”. Las consecuencias pueden ser emocionales, “Ce”, y/o
―conductuales‖, “Cc”. Si las creencias son funcionales, lógicas y
empíricas, se consideran ―racionales‖ (Br). Si por el contrario, dificultan
el funcionamiento eficaz del individuo, son ―irracionales‖, (Bi). Según el
ABC, el método principal para remplazar una creencia irracional (Bi)
por una racional (Br) se denomina refutación, cuestionamiento o debate
(D) y es, básicamente, una adaptación del método científico a la vida
cotidiana, método por medio del cual se cuestionan hipótesis y teorías
para determinar su validez. En la figura 1 se representa gráficamente el
modelo ABC, junto con el cuestionamiento o debate (D) y los efectos
(E) que éste tiene sobre el paciente, con lo que se considerarían
realmente los factores A-B-C-D-E.z
FIGURA 1. Modelo ABC de la terapia racional emotiva-
conductual
Descripción de la
situación
problemática: Qué
sucedió. Cómo
percibió el paciente lo
sucedido
Ecg Estrategias cognitivas
Preguntas para el cuestionamiento:
Lógicas
De comprobación de la realidad
Pragmáticas
Otras
Br Creencias funcionales, lógicas, empíricas
Bi Las creencias disfuncionales dificultan el
funcionamiento eficaz; se da un pensamiento
dogmático y absolutista
Ced Consecuencias emocionales deseables
Ccd Consecuencias conductuales deseables
Cei Consecuencias emocionales indeseables
Cci Consecuencias conductuales indeseables
A acontecimientos
activantes
B Creencias (Beliefs), Ideas, Evaluaciones,
Interpretaciones de A
C Consecuencias de las creencias sobre A
D Debate o cuestionamiento de las creencias irracionales
Ee Estrategias emocionales
Cuestionamiento por medio de la
imaginación:
Imaginación racional emotiva
negativa
Imaginación racional emotiva
positiva
Ec Estrategias conductuales
Cuestionamiento por medio de
conductas:
Conductas opuestas a las
ideas irracionales
Ensayo de conducta
Inversión del papel racional
E Efectos del debate o cuestionamiento de las creencias irracionales
Efcg Efectos cognitivos
(Creencias racionales)
Efe Efectos emocionales
(Sentimientos apropiados)
Efc Efectos conductuales
(Conductas deseables)
SISTEMAS DE CREENCIAS
Hay dos clases de sistemas de creencias, creencias
racionales (Br) y creencias irracionales (Bi). Ambas
son evaluaciones de la realidad, no descripciones o
predicciones de ella. Si las creencias son funcionales,
lógicas, y empíricas, se consideran racionales (Br). Si,
por el contrario, dificultan el funcionamiento eficaz
del individuo, son irracionales (Bi). Algunas de las
características de las de las creencias irracionales son
las siguientes: a) Son inconsistentes en su lógica, b)
Son inconsistentes con la realidad empírica, c) Son
absolutistas y dogmáticas, d) Producen emociones
perturbadoras, y e) No nos ayudan a conseguir
nuestros objetivos.
Pensamientos
Irracionales Pensamientos Racionales
Es horrible, espantoso Es un contratiempo una contrariedad.
No puedo soportarlo Puedo tolerar lo que no me gusta.
Soy un (a) estúpido (a) Mi comportamiento fue estúpido.
Es un (a) imbécil No es perfecto (a).
esto no debería ocurrir Esto ocurre porque es parte de la vida.
No tiene derecho Tiene derecho a hacer lo que le parezca,
aunque preferiría que no hubiese sido así.
Debo ser condenado Fue mi culpa y merece sanción pero no tengo
que ser condenado.
Necesito que él (ella)
haga eso
Quiero/deseo/preferiría que é l (ella) haga
eso, pero no necesariamente debo
conseguirlo.
Todo sale siempre mal A veces, tal vez frecuentemente, las
cosas salen mal.
Cada vez que ensayo,
fallo
A veces fracaso.
Nada funciona Las cosas fallan con más frecuencia de lo
que desearía.
Esto es toda mi vida Esto es una parte muy importante de mi
vida.
Esto debería de ser más
fácil
Desearía que fuese más fácil, pero a
menudo, lo que me conviene es difícil
de lograr.
Debería de haberlo hecho
mejor
Preferiría haberlo hecho mejor, pero hice
lo que pude en ese momento.
Soy un fracaso Soy una persona que a veces fracasa.
PAUTAS PARA RECONOCER EL PENSAMIENTO
IRRACIONAL
Radical/extremo. Las cosas se ven en términos de ―blanco o
negro‖, sin posibilidades intermedias. Si la persona falla en un
comportamiento, se ve a sí misma como un fracaso. De la
misma manera, se ve como un ser superior y ―fabuloso‖ si
funciona muy bien en un papel.
Muy generalizado. Las conclusiones se extienden más allá de los
datos empíricos de una situación determinada y es común la
utilización de términos como ―siempre‖, ―nunca‖, ―todo el
mundo‖, ―nadie‖, etc. O, unido al pensamiento extremo, se
refiere a sí mismo o a otros como: ―estúpido‖, ―malo‖,
―incompetente‖, etc.
Catastrófico. Los acontecimientos negativos se exageran hasta
adquirir dimensiones de verdaderas catástrofes. Se utilizan
expresiones como ―espantoso‖, ―terrible‖, ―trágico‖, ―el fin del
mundo‖, ―lo peor‖, etc. En estos casos se ignora la capacidad
que se tiene de afrontar las situaciones.
Muy negativo. En los casos donde sólo se tienen en cuenta los
aspectos centrales negativos de la situación, llega a predicciones
sobre un futuro ―vacío‖, ―sin esperanzas‖, etc., donde se juzga
duramente a sí mismo y a los otros. Es el caso clásico de quien ve
un vaso como ―medio vacío‖ y olvida que también está medio
lleno.
Muy distorsionado. Se da en los casos en los cuales la persona
―descubre‖ evidencias en aspectos o detalles mínimos y, si fallan
las ―antenas‖ y no encuentra datos los fabrica. Como dice el dicho
popular ―el sordo no oye pero bien que compone‖.
Poco científico/confuso. Se produce cuando se ignora la evidencia
empírica, utilizando solamente la evidencia distorsionada y
subjetiva, donde los sentimientos, no los hechos, son ―pruebas‖
para juzgar las intenciones de los otros, predecir el futuro, etc.
Totalmente positivo/negación de lo negativo. Se da en los casos en
los que la persona se convence a sí misma de que los problemas
no existen, de que ciertas cosas ―no son importantes‖ (cuando sí lo
son)., o de que no ―siente nada negativo‖ (cuando es obvia la
situación de problema).
Extremadamente idealizado. Se produce cuando la visión de
la realidad es exageradamente ―romántica‖, con expectativas
irreales sobre sí misma, la familia, el trabajo, la vida en
general, etc., realmente imposibles de lograr.
Extremadamente exigente. Se da en personas que ―deben‖,
―tienen que‖, obtener lo que quieren de sí mismas, de los
demás y del mundo en general, cuando y como lo quieren,
sin tener en cuanta nada más que el propio deseo.
Obsesivo. Se produce cuando un pensamiento repetitivo parece
lo más, si no lo único, importante para una persona,
perdiendo ésta su productividad, su capacidad de
concentración, etc.
LOS “DEBO DE” / “TENGO QUE” O EXIGENCIAS
ABSOLUTISTAS Y RÍGIDAS
De acuerdo con la TREC, el elemento principal del trastorno psicológico se
encuentra en la evaluación irracional, poco funcional, que hace el individuo
sobre sí mismo, los demás y el mundo que le rodea. Dicha evaluación se
conceptualiza a través de exigencias absolutistas, de los “debo” y “tengo que”
dogmáticos sobre uno mismo, los otros o la vida en general, en vez de
concepciones de tipo probabilista o preferencial, en las cuales el sujeto crea
expectativas pero no les añade una característica de dogma. Los ―debo‖ y ―tengo
que‖ dogmáticos y absolutistas del pensamiento de un individuo sólo sirven para
sabotear o dañar sus propósitos y objetivos básicos, ya que generan emociones y
conductas que bloquean o dificultan la obtención de los mismos.
La TREC postula que los dichos ―debo‖ / ―tengo que‖ pueden agruparse en
tres áreas principales: Área 1: “Tengo que actuar/funcionar muy
bien/perfectamente”, lo que causa frecuentemente sentimientos de depresión,
ansiedad y culpa; Área 2: “Usted debe tratarme/comportarse conmigo muy
bien/perfectamente”, lo que genera sentimientos de ira y conductas pasivo-
agresivas o violentas; y Área 3: “las condiciones generales de mi vida tienen
que ser muy buenas/cómodas/fáciles”, lo que produce como resultado
sentimientos de lástima por uno mismo y problemas de autodisciplina.
De estos ―debo‖ / ―tengo que‖ o exigencias absolutistas y rígidas
agrupadas en las tres áreas descritas anteriormente se derivan, a su
vez, tres conclusiones irracionales nucleares, que son:
1. Tremendismo. Es la tendencia a resaltar en exceso lo negativo de un
acontecimiento, a percibirlo como más de un 100% malo –una conclusión
exagerada y mágica que proviene de la creencia ―Esto no debería ser tan
malo como es‖.
2. Baja tolerancia a la frustración o “No-puedo-soportantitis”. Es la
tendencia a exagerar lo insoportable de una situación y a calificarla como
insufrible, ya que la persona considera que no puede experimentar ninguna
felicidad, bajo ninguna circunstancia, si esta situación se presenta, o amenaza
con presentarse, en su vida –o deja, o amenaza con dejar, de ocurrir–, según
el caso.
3. Condenación o “Evaluación global de la valía del ser humano”. Es la
tendencia a evaluar como ―mala‖ la esencia humana, la valía de uno mismo
y/o de los demás, como resultado de la conducta individual. Dicha conducta
compromete su valor como persona, como consecuencia de su
comportamiento, o sea, de hacer algo que no ―deben‖ hacer o de no hacer
algo que ―deben‖ hacer. Esta condena también puede aplicarse al mundo, o a
la vida en general, cuando éstos no proporcionan al individuo lo que cree
merecer, de manera incuestionable y por encima de cualquier cosa.
Lista de emociones negativas racionales/
apropiadas versus irracionales/inapropiadas
El pensar de forma racional no implica, de ninguna
manera, dejar de sentir emociones negativas. De
hecho, hay emociones negativas que son indicio de
una buena adaptación emocional. El criterio básico
para clasificar una emoción negativa como racional
versus irracional es su funcionalidad, es decir, el
grado en que facilita o dificulta la obtención de
metas, especialmente a largo plazo. La siguiente
lista tiene como propósito diferencial las unas de
las otras.
CONTEXTO
(Percepciones de A)
EMOCIÓN
IRRACIONAL
EMOCIÓN
RACIONAL
Como amenaza o peligro Ansiedad,
angustia
Preocupación
Como pérdida o fallo (con
implicaciones para el futuro)
Depresión Tristeza
Como frustrante, como ruptura
de una regla personal (por
parte de otros o de sí mismo)
Ira Enojo, enfado
Como ruptura del código moral
propio
Culpa Remordimiento
Como reveladora de un defecto
personal
Vergüenza Pesadumbre,
pesar
Como traición de otros Sentirse herido Sentirse
disgustado
Psicólogo Adán Domínguez
Las Distorsiones Cognitivas
Las distorsiones cognitivas son esquemas
equivocados de interpretar los hechos que generan
múltiples consecuencias negativas: alteraciones
emocionales como consecuencia de la perjudicial
creencia en los pensamientos negativos, conflictos
en las relaciones con los demás, o en la manera de
ver la vida dando lugar a una visión simplista y
negativa. A continuación se detallan algunas de las
distorsiones más comunes.
1. FILTRAJE O ABSTRACCION SELECTIVA:
Consiste en seleccionar en forma de ―visión de túnel‖ un
solo aspecto de una situación, aspecto que tiñe toda la
interpretación de la situación y no toma en cuenta otros
que la contradicen. Un ejemplo: un paciente es internado
en CETRIAF por tres meses y piensa ―¡mi familia no me
quiere porque me tiene encerrado en este lugar!‖, se
siente deprimido, ansioso, frustrado y resentido. Este
paciente solo se queda con lo que le hizo la familia y por
lo tanto olvida que su adicción, su comportamiento
autodestructivo lo llevaron a estar internado, además de
olvidar todas las ocasiones en que su familia lo ayudo. Se
filtra lo negativo, lo positivo se olvida. Palabras claves
para detectar esta distorsión son: "No puedo soportar
esto…", "No aguanto que...‖, "Es horrible…", "Es
insoportable…".
2. PENSAMIENTO POLARIZADO: Consiste en valorar los
acontecimientos y a las personas en forma extrema sin tener en
cuenta los aspectos intermedios. Las cosas se valoran como
buenas o malas, blancas o negras, olvidando grados
intermedios. Por ejemplo, un estudiante que siempre obtenía
las más alta calificación de su grupo, al conseguir otra sólo un
poco menos alta llegó a esta conclusión: "ahora soy un fracaso
total". Las formas de pensamiento todo o nada constituyen la
base del perfeccionismo. Hacen que la persona tema cometer
cualquier error o imperfección porque entonces se considerará
un absoluto perdedor, y se sentirá un inútil sin valor. Esta
manera de evaluar las cosas no es realista, porque la vida rara
vez es completamente blanca o negra. Por ejemplo, nadie es
absolutamente brillante ni absolutamente tonto. De igual modo
nadie es completamente atractivo ni completamente feo. Miren
el suelo de la habitación donde se encuentran sentados ahora,
¿Está perfectamente limpio?, ¿hay polvo y suciedad en cada
uno de sus puntos o está parcialmente limpio?.
Los absolutos no existen en este universo. Si tratas
de situar tus experiencias en categorías absolutas a la
fuerza estará constantemente deprimido, porque sus
percepciones no se ajustarán a la realidad. Lo único
que conseguirás será desacreditarte continuamente
porque, hagas lo que hagas, nunca satisfaceras tus
exageradas expectativas. El nombre técnico de este
tipo de error de percepción es "pensamiento
dicotómico". Usted ve todas las cosas en blanco o
negro, los matices grises no existen. Palabras claves
para detectar esta distorsión son todas aquellas que
extreman las valoraciones olvidando los grados
intermedios y matices. Ejemplos: "Fracasado",
"Cobarde", "Inútil", etc.
3. SOBREGENERALIZACION: Esta distorsión del pensamiento
consiste en sacar una conclusión general de un solo hecho particular
sin otra evidencia. Por ejemplo un paciente después de su primer
año de abstinencia sufre una recaída y piensa ―Siempre me pasa lo
mismo, cuando todo me va saliendo bien, vuelvo a beber, nunca
conseguiré estar sobrio‖. El dolor del rechazo es consecuencia casi
totalmente de una generalización excesiva. Si no existe ésta, una
afrenta personal podrá ser temporalmente decepcionante pero nunca
demasiado perturbadora. Un joven tímido reunió todas sus fuerzas
para pedirle una cita a una muchacha. Cuando ella le dijo
cortésmente que no podía porque tenía otro compromiso, él se dijo
a sí mismo: "nunca voy a poder salir con una chica. Ninguna chica
querrá salir conmigo. Me quedaré solo y triste toda la vida". Según
sus distorsionadas cogniciones, llegó a la conclusión de que porque
ella lo rechazaba una vez, lo haría siempre, y que, como todas las
mujeres tienen idénticos gustos en un ciento por ciento, él sería
rechazado infinitamente por cualquier mujer de la tierra. Palabras
claves que indican que una persona esta sobregeneralizando son:
"Todo...Nadie...Nunca...Siempre... Todos...Ninguno".
4. INTERPRETACION DEL PENSAMIENTO e INFERENCIA
ARBITRARIA: Se refiere a la tendencia a interpretar sin base alguna los
sentimientos e intenciones de los demás. Suponga que durante la presente
sesión estoy pronunciando una excelente conferencia y noto que varios
pacientes están cabeceando y bostezando. Estos pacientes una noche
anterior estuvieron viendo películas hasta las dos de la mañana, desde luego,
yo no lo sé. Yo podría experimentar el pensamiento siguiente: "Estos
pacientes son una bola de ingobernables que nada les interesa y cualquier
cosa que se les diga les vale". Suponga que un amigo pasa a su lado por la
calle y no lo saluda porque está tan absorto en sus pensamientos que no lo
ve. Usted podría llegar a la siguiente conclusión errónea: "Ahora resulta que
no me quiere hablar, pero cuando necesita dinero sí me habla"; tal vez su
pareja está muy callada porque tuvo problemas en el trabajo y está muy
molesta como para querer hablar de ello. Usted se siente triste y ansioso por
la manera que interpreta ese silencio: "Está enfadada conmigo. ¿Ahora qué
es lo que hice mal?". Tal vez usted responda a estas reacciones negativas
imaginarias retrayéndose o contraatacando. Esta conducta contraproducente
puede actuar como una profecía que se cumple a sí misma e iniciar una
interacción negativa en una relación cuando en el fondo no pasaba nada. La
inferencia arbitraria es muy parecida a la interpretación del pensamiento y
se refiere al proceso de adelantar una determinada conclusión en ausencia
de la evidencia que la apoye o cuando la evidencia es contraria.
5. VISION CATASTROFICA: Consiste en adelantar
acontecimientos de modo catastrofista para los
intereses personales, en colocarse sin prueba alguna en
lo peor para uno mismo. Consiste en asignarle una
categoría de catástrofe aún al más leve inconveniente
de la vida personal. Por ejemplo un paciente escucha
en sesión que va ha ser adicto o alcohólico hasta que
se muera y piensa: ―Entonces para que estoy aquí si de
todas formas voy recaer y seguro mi familia me va
internar de nuevo‖. Es una manera de sabotear el
propio crecimiento, con el fin de justificar el uso de
drogas. El adicto desarrolla una visión catastrófica que
lo coloca en una actitud de víctima frente al mundo. Es
común encontrar pensamientos catastróficos en
pacientes con abuso de drogas, no solo sobre su abuso
de drogas sino acerca de ellos mismos y su futuro.
6. PERSONALIZACION: Consiste en el hábito de relacionar, sin base
suficiente, los hechos del entorno con uno mismo. Esta distorsión es la
madre de la culpa. La persona asume la responsabilidad ante un hecho
negativo cuando no hay fundamentos para que lo haga. Decide
arbitrariamente que lo que ha sucedido ha sido culpa suya o se debe a su
incapacidad, aun cuando usted no haya sido responsable de eso. Por
ejemplo, cuando un paciente no realizó la tarea de autoayuda que yo le
había sugerido me sentí culpable a causa de lo que pensé: "debo de ser un
terapeuta fatal. Es culpa mía que ella no esté trabajando con más ahínco
para ayudarse. Es responsabilidad mía asegurarme de que se ponga bien."
Cuando la madre de un paciente se entera que éste recayó
inmediatamente piensa "debo de ser una mala madre por eso mi hijo se
droga, debí de educarlo mejor. Esto demuestra que he fracasado". La
personalización le hará sentir una culpa paralizante. Sufrirá una sensación
paralizante y abrumadora a causa de la responsabilidad que le obligará a
llevar el mundo entero sobre sus hombros. Usted ha confundido lo que
significa tener influencia con tener control sobre otras personas. En su
función docente, consejero, padre, médico, ejecutivo, padre, usted puede
influir sin duda en las personas con las que interactúa, pero nadie podría
esperar lógicamente que usted las controle. Lo que hace la otra persona es
finalmente responsabilidad suya, no de usted.
7. MAXIMIZACIÓN Y
MINIMIZACIÓN:
Se evalúan los acontecimientos otorgándole
un peso exagerado o infravalorado sobre la
base de la evidencia real. Se tiende a
sobrevalorar los aspectos negativos de la
situación y a infravalorar los positivos.
8. FALACIA DE CONTROL:
Consiste en como la persona se ve a sí misma de
manera extrema sobre el grado de control que tiene
sobre los acontecimientos de su vida. O bien la
persona se suele creer muy competente y responsable
de todo lo que ocurre a su alrededor, o bien en el otro
extremo se ve impotente y sin que tenga ningún
control sobre los acontecimientos de su vida.
Ejemplos: ―Yo dejo la piedra cuando quiera‖, ―tres
meses de internamiento es mucho, yo con un mes me
curo de la adicción‖.
9. FALACIA DE JUSTICIA:
Consiste en la costumbre de valorar como injusto
todo aquello que no coincide con nuestros deseos.
Una persona suspende un examen y sin evidencia
piensa: "Es injusto que me hayan suspendido". Otra
piensa sobre su pareja: "Si de verdad me apreciara
no me diría eso". Palabras claves son: "No hay
derecho a...‖, "Es injusto que...‖, "Si de verdad tal,
entonces...cual".
10. RAZONAMIENTO EMOCIONAL: Consiste en creer
que lo que la persona siente emocionalmente es cierto
necesariamente, es decir, la persona toma sus emociones
como prueba de la verdad. Su lógica es la siguiente: "me
siento como un inútil, por consiguiente soy un inútil". Este
tipo de razonamiento es equívoco porque sus sentimientos
reflejan sus pensamientos y creencias. Si éstos están
distorsionados -como suele suceder-, sus emociones no
tendrán validez. Entre los ejemplos que pueden encontrarse
de razonamiento emocional están los siguientes: "me siento
abrumado y desesperanzado; por consiguiente, debe de ser
imposible resolver mis problemas". "Me siento inadaptado;
por lo tanto, debo ser una persona inútil". "No tengo ánimo
para hacer nada; de modo que es lo mismo que me quede en
la cama". O "estoy enfadado con usted, lo cual prueba que
usted ha estado actuando muy mal y tratando de
aprovecharse de mí".
11. FALACIA DE CAMBIO: Consiste en
creer que el bienestar de uno mismo depende
de manera exclusiva de los actos de los demás.
La persona suele creer que para cubrir sus
necesidades son los otros quienes han de
cambiar primero su conducta, ya que creen
que dependen solo de aquellos. Por ejemplo
un hombre piensa: "La relación de mi
matrimonio solo mejorará si mi mujer
cambia", "Si mi familia asistiera a Al-Anon
yo me recuperaría de mi adicción". Las
palabras claves son: "Si tal cambiara tal cosa,
entonces yo podría tal cosa".
12. ETIQUETAS GLOBALES: Consiste en poner un
nombre general o etiqueta globalizadora a nosotros
mismos o a los demás casi siempre designándolos con el
verbo "Ser". Ponerse etiquetas a uno mismo no sólo es
contraproducente: es irracional. El ser de una persona
no puede igualarse a ninguna cosa que haga. La vida es
una compleja y siempre cambiante corriente de
pensamientos, emociones y acciones. Para decirlo de
otro modo, la persona se parece más a un río que a una
estatua. Hay que dejar de definirse con etiquetas
negativas, son demasiado simplistas y erróneas.
¿Pensaría que usted es exclusivamente un "comedor"
sólo porque que come, o un "respirador" sólo porque
respira?. Esto es una tontería, pero esa tontería se vuelve
dolorosa cuando usted se etiqueta a sí mismo a partir de
la sensación de sus incapacidades.
Cuando etiquete a otras personas, invariablemente acabará
generando hostilidad. Un ejemplo común es el jefe que ve a
su secretaria ocasionalmente irritable como "una bruja poco
colaboradora". A causa de esta etiqueta, le guarda rencor y
aprovecha cada ocasión que tiene para criticarla. Ella a su
vez le impone la etiqueta de "machista insensible" y se queja
de él en cuanta oportunidad se le presenta. De modo que una
y otra vez se atacan mutuamente, centrándose en cada
debilidad o imperfección como prueba de la inutilidad del
otro.
Poner etiquetas erróneas significa describir un hecho con
palabras que son inexactas y con una gran carga emocional.
Por ejemplo, una mujer que estaba haciendo una dieta se
comió una porción de helado y pensó: "qué asquerosa y
repulsiva que soy. Soy una cerda". ¡Estos pensamientos la
hicieron sentir tan mal que se comió el kilo completo que
contenía la caja!. Las palabras claves son: "Soy un", "Es un",
"Son unos...‖.
13. CULPABILIDAD: Consiste en atribuir la
responsabilidad de los acontecimientos bien
totalmente a uno mismo, bien a otros, sin base
suficiente y sin tener en cuenta otros factores que
contribuyen a los acontecimientos. Por ejemplo una
madre cada vez que sus hijos alborotaban o lloraban
tendía a irritarse con ellos y consigo misma
echándose la culpa de no saber educarlos mejor. Otra
persona que estaba engordando culpaba a su cónyuge
por ponerle alimentos demasiado grasos. Otra
característica de la culpa es que a menudo no lleva a
la persona a cambiar de conducta sino solo a darle
vueltas a los malos actos. En este caso las palabras
claves aparecen en torno a: "Mi culpa", "Su culpa",
"Culpa de...‖.
14. TENER RAZON: Consiste en la tendencia a
probar de manera frecuente, ante un desacuerdo con
otra persona, que el punto de vista de uno es el
correcto y cierto. No importa los argumentos del otro,
simplemente se ignoran y no se escuchan. Ejemplo:
Una pareja discute frecuentemente por la manera de
educar a los hijos, cada uno se decía: "Yo tengo
razón, el/ella está equivocado/a" y se enredan en
continuas discusiones con gran irritación de ambos.
No llegan a ningún acuerdo, tan sólo es una lucha de
poder, de sobresalir con su razón particular. Las
palabras claves que denotan esta distorsión son: "Yo
tengo razón", "Sé que estoy en lo cierto‖ ―El/ella está
equivocado/a".
15. FALACIA DE RECOMPENSA DIVINA: Consiste
en la tendencia a no buscar solución a problemas y
dificultades actuales suponiendo que la situación mejorará
"mágicamente" en el futuro, o uno tendrá una recompensa
en el futuro si la deja tal cual. El efecto suele ser el
acumular un gran malestar innecesario, el resentimiento y
el no buscar soluciones que podrían ser factibles en la
actualidad. Ejemplo: una mujer tolera que su marido
llegue borracho a altas horas y grite. Ella se dice: "Si
aguanto el día de mañana se dará cuenta de lo que hago
por él". Sin embargo, va acumulando mucha tensión y
responde de manera indirecta a su malestar cuando su
pareja le solicita tener relaciones sexuales y ella se opone
por "estar cansada y con dolor de cabeza". En este caso
las palabras claves que indican esta distorsión son: "El día
de mañana tendré mi recompensa", "las cosas mejoraran
en un futuro".
Psicólogo Adán Domínguez
Las ideas irracionales que causan y mantienen las perturbaciones
emocionales
La palabra cognitivo, deriva del termino latino
que implica el ―pensamiento‖, se refiere a la
manera en que los hombres elaboran juicios y
toman decisiones y como unos interpretan o
malinterpretan las acciones de los otros. Es un
nuevo enfoque sobre la manera en que los
hombres usan la mente para resolver los
problemas, para crearlos o agravarlos. Nuestro
modo de pensar determina en gran medida si
alcanzaremos nuestros objetivos y disfrutaremos
de la vida o incluso si sobreviviremos.
Si nuestro pensamiento es sencillo y claro, estamos mejor
equipados para alcanzar esas metas. Si queda empantanado
por significados simbólicos distorsionados, razonamientos
ilógicos e interpretaciones erróneas, nos volvemos en verdad
ciegos y sordos. Si avanzamos tropezando sin tener un claro
sentido de hacia donde nos dirigimos o de que hacemos,
estamos condenados a lastimarnos a nosotros y a los demás.
En la sociedad existente, la familia y otras
instituciones que directa o indirectamente nos adoctrinan de
tal forma que llegamos a creer en cantidad de ideas
supersticiosas o sin sentido. En la sociedad mexicana
muchos de nuestros valores más queridos y defendidos de
forma dogmática —como los referidos al matrimonio
monógamo, la libertad, la codicia, la democracia, la
educación, la religión monoteísta, la tecnología y la
ciencia— sólo son asumidos como valores «buenos» pero
rara vez son revisados o cuestionados de forma seria por los
que se ocupan de meterlo en la cabeza de los niños a fuerza
de repetirlo. Como La Barre (1955) observa acertadamente:
En nuestra sociedad «un niño forzosamente llega a ser un
Pensador Correcto antes de aprender a pensar».
Aunque a menudo se ha afirmado, y puede ser
cierto, que los niños necesitan amor y aprobación; aunque
es deseable sin duda que los adultos sean amados y
aprobados por gran parte de la gente con la que llegan a
tener una relación íntima, es cuestionable si para los
adultos es absolutamente necesario ser aprobados por
cada persona de su comunidad considerada como
significativa para ellos.
Idea Irracional N.° 1: La idea de que es una necesidad
extrema para el ser humano adulto el ser amado y
aprobado por prácticamente cada persona significativa
de su comunidad.
No hay nada más desmoralizador que la dependencia abyecta y pegajosa
de otro ser humano. Esta, a menudo, equivale a exigir un grado de
protección y de amor que nadie podría satisfacer. Así que nuestros
esperados protectores huyen, y nos quedamos nuevamente solos - para
desarrollarnos o desintegrarnos".
* * * * *
Nos dimos cuenta de que la mejor fuente posible de estabilidad
emocional es el mismo Dios. Vimos que la dependencia de Su perfecta
justicia, perdón y amor era saludable, y funcionaría donde nada más
podría hacerlo.
Si realmente dependíamos de Dios, no podíamos hacer muy bien el papel
de Dios ante nuestros semejantes ni sentiríamos el vivo deseo de
depender completamente de la protección y del cuidado humanos.
Un factor primordial que no logramos reconocer, es nuestra total
incapacidad para establecer una verdadera asociación con otro ser
humano. Nuestra egomanía constituye dos abismos muy peligrosos; o
bien insistimos en dominar a las personas que conocemos, o llegamos a
depender exageradamente de ellas.
Si nos apoyamos demasiado en otra persona, tarde o temprano acabarán
por fallarnos, puesto que, como seres humanos, no podrán acceder
perpetuamente a nuestras incesantes demandas. De esta manera nuestra
inseguridad crece y se acelera.
Cuando habitualmente tratamos de manipular a los demás para que
actúen conforme a nuestros deseos, acaban por rebelarse y resistírsenos
vigorosamente. Cuando esto acontece, se hieren nuestros sentimientos,
nos creemos perseguidos y desarrollamos el deseo de venganza.
* * * * *
Mi dependencia significaba una exigencia – la exigencia de poseer y
controlar a la gente y a las circunstancias que me rodeaban.
Cuando habíamos insistido, como niños, en que la gente nos
protegiera y cuidara de nosotros, o que el mundo nos adeudaba
la vida, entonces el resultado había sido infortunado. La gente
que más habíamos amado nos apartaba a empujones y tal vez
nos abandonaba por completo. Nuestra desilusión había sido
difícil de soportar.
No nos dimos cuenta de que aunque éramos adultos en años,
todavía nos comportábamos como niños tratando de convertir
a todo (amigos, esposas, esposos, al mundo mismo) en padres
protectores. Nos habíamos negado a aprender la dura lección
de que la dependencia excesiva de otras personas resulta
fallida porque todas las personas son falibles, y aún los
mejores de ellos nos fallarán a veces, especialmente cuando
nuestras exigencias de atención se vuelvan irrazonables.
Mucha gente o la mayoría de ella en nuestra
sociedad, quizá muchos de los ciudadanos de cualquier
sociedad creen que si no son muy competentes,
autosuficientes y capaces en todos los aspectos —o por lo
menos en un aspecto importante— de su vida son unos
inútiles y pueden muy bien acobardarse y morir.
Idea Irracional N.° 2: La idea de que para considerarse a
uno mismo valioso se debe ser muy competente, suficiente
y capaz de lograr cualquier cosa en todos los aspectos
posibles.
En mi adolescencia, tenía que ser atleta porque
no era atleta. Tenía que llegar a ser músico
porque no podía entonar la más simple melodía.
Tenía que ser el presidente de mi clase en la
escuela. Tenía que ser el primero en todo porque
en mi perverso corazón me sentía la más
insignificante de las criaturas de Dios. Yo no
podía aceptar esta profunda sensación de
inferioridad, y por lo tanto logré convertirme en
capitán del equipo de béisbol y aprendí a tocar el
violín. Esta exigencia de "todo o nada" fue lo
que más tarde me destrozó.
Convencido de que nunca podría pertenecer, y jurando que nunca me
contentaría con ninguna condición de segunda clase, creía que tenía que
dominar en todo lo que decidía hacer, ya fuera un trabajo o un juego.
Mientras esta fórmula atractiva para la vida buena empezaba a tener
éxito, según mis definiciones del éxito de aquel entonces, me volví
locamente feliz.
Pero cuando ocasionalmente una empresa fracasó, me llenó de un
resentimiento y una depresión que solamente podían aliviarse con el
próximo triunfo. Por lo tanto, desde los comienzos llegué a valorar todo
en términos de la victoria o la derrota – "todo o nada". La única
satisfacción que conocía, era la de ganar.
* * * *
Únicamente por medio de la derrota total, podremos dar los primeros
pasos hacia la liberación y la fortaleza. Nuestra admisión de la
impotencia personal se convierte en el sólido cimiento sobre el cual
podremos construir una existencia feliz y útil.
Cuando nosotros los A.A. de los primeros tiempos
vislumbramos por primera vez lo arrogantes que podíamos ser
espiritualmente, acuñamos la siguiente expresión: "No trates
de convertirte en santo para el jueves".
Esa vieja advertencia puede que parezca uno más de los
pretextos que nos dispensaban de tratar de hacer lo mejor que
podamos. Sin embargo, al pensarlo más detenidamente,
demuestra ser precisamente lo contrario. Es nuestra forma
A.A. de advertirnos del peligro del orgullo ciego, y de la
perfección imaginaria que no tenemos.
* * * * *
Sólo el Primer Paso, en que admitimos sin reserva alguna que
éramos impotentes ante el alcohol, puede ser practicado con
perfección absoluta. Los otros once Pasos nos presentan
ideales perfectos. Son metas, hacia las que miramos, y
criterios con los que podemos medir nuestro progreso.
Muchos individuos se sienten alterados,
enfadados y rencorosos porque creen que algunas
personas —por lo general se incluyen ellos mismos de
forma muy especial— son gente mala; que a causa de su
maldad actúan de forma inmoral; y que el único medio de
impedir que actúen de esa manera es haciéndoles sentirse
culpables y castigándoles.
Idea Irracional N.° 3: La idea de que cierta clase de
gente es vil, malvada e infame y que deben ser seriamente
culpabilizados y castigados por su maldad.
Es evidente que una vida en la que hay resentimientos
profundos sólo conduce a la futileza y a la infelicidad. En el
grado exacto en que permitimos que esto ocurra, malgastamos
unas horas que pudieron haber sido algo que valiera la pena.
Pero con el alcohólico, cuya esperanza es el mantenimiento y
el desarrollo de una experiencia espiritual, este asunto de los
resentimientos es infinitamente grave. Porque entonces nos
cerramos a la luz del espíritu. La locura del alcohol regresa y
volvemos a beber; y para nosotros beber es morir.
Si íbamos a vivir, teníamos que estar libres de la ira. El mal
humor y la ira repentina no eran para nosotros. La ira puede
ser un dudoso lujo para personas normales, pero para los
alcohólicos estas cosas son veneno.
"El valor positivo de la indignación virtuosa es teórico - en
particular para los alcohólicos. Nos deja expuestos a la
racionalización de que podemos estar tan enojados como
queremos siempre que pretendamos ser virtuosos al respecto".
* * * * * Cuando albergábamos rencores y planeábamos
venganzas por esas actitudes ajenas, lo que hacíamos
realmente era golpearnos a nosotros mismos con el garrote que
blandíamos para los demás. Aprendimos que si nos veíamos
seriamente afectados, nuestra primera necesidad era calmar
ese estado de perturbación, sin importarnos la cosa o persona
que lo había causado.
Es asombroso ver cómo millones de personas en la
tierra se sienten terriblemente abatidas y tristes cuando las
cosas no son de la forma que les gustaría que fueran, o
cuando el mundo es como es. El que esta gente se sienta
claramente frustrada cuando no están consiguiendo lo que
quieren con tanta fuerza es por supuesto normal.
"A.A. no es una historia de éxito en el sentido
común y corriente de la palabra. Es la historia
del sufrimiento transmutado, bajo la gracia, en
progreso espiritual".
Idea Irracional N.° 4: La idea de que es tremendo y
catastrófico el hecho de que las cosas no vayan por el
camino que a uno le gustaría que fuesen.
"Hace años, solía compadecer a todos los que sufrían.
Ahora compadezco solamente a aquellos que sufren en
la ignorancia, que no comprenden el propósito y la
utilidad final del dolor".
* * *
Alguien observó una vez que el dolor es la piedra de
toque de todo progreso espiritual. Con cuánta
sinceridad podemos los A.A. estar de acuerdo con él,
porque sabemos que los dolores del alcoholismo
tuvieron que venir antes que la sobriedad, y la
confusión mental antes que la serenidad.
El principal activador de nuestros defectos ha sido el miedo egocéntrico,
primordialmente el miedo de perder algo que ya poseíamos o fallar en
conseguir algo que exigíamos. Al vivir sobre una base de exigencias
insatisfechas, nos manteníamos en un estado de continua perturbación y
frustración. Por consiguiente, no tendríamos paz a menos que
pudiésemos encontrar los medios para reducir esas exigencias.
* * *
A pesar de su acostumbrada destructividad, hemos descubierto que el
temor puede servir como punto de partida hacia lo mejor. El temor puede
ser un escalón hacia la prudencia y el digno respeto para los demás.
Puede enseñarnos la senda tanto hacia la justicia como hacia el odio. Y
cuando más justicia y respeto tengamos, más pronto llegaremos a
encontrar el amor que tolera el sufrimiento y, no obstante, se da
libremente. Así que el temor no tiene que ser siempre destructivo, porque
las lecciones de sus consecuencias nos pueden conducir a valores
positivos.
La mayoría de la gente en nuestra sociedad cree
que lo que les hace desgraciados es el resto de la gente y
los acontecimientos, y que si estas fuerzas externas fueran
diferentes ellos no se sentirían tan abatidos. Piensan que
no colaboran en su abatimiento cuando se da alguna mala
circunstancia, y que no tienen control sobre ellos mismos
o sus emociones en estas circunstancias.
Idea Irracional N.° 5: La idea de que la desgracia
humana se origina por causas externas y que la gente
tiene poca capacidad, o ninguna, de controlar sus penas y
perturbaciones.
Al principio sacrificamos el alcohol. Tuvimos que hacerlo, o
él hubiera acabado con nosotros. Pero no podíamos liberarnos
del alcohol si no hacíamos otros sacrificios. Tuvimos que
echar por la ventana la justificación propia, la autocompasión
y la ira. tuvimos que retirarnos de la desatinada competencia
por el prestigio personal y los enormes saldos bancarios.
Tuvimos que asumir la responsabilidad de nuestro lamentable
estado y dejar de culpar a otros por ello.
¿Fueron aquellos realmente sacrificios? Sí, lo fueron. Para
obtener la humildad y la dignidad suficiente siquiera para
permanecer vivos, tuvimos que desechar aquello que había
sido nuestra más cara posesión: nuestra ambición y nuestro
ilegítimo orgullo.
Admitimos que no pudimos vencer al alcohol con los recursos
que nos quedaban, así que aceptamos además el hecho de que
la dependencia de un Poder Superior (aunque fuese
únicamente nuestro grupo de A.A.) podía realizar este trabajo
que nos era, hasta ese entonces, imposible. En cuanto pudimos
aceptar plenamente estos hechos, comenzó nuestra liberación
de la compulsión por el alcohol.
Para la mayoría de nosotros, el lograr esta doble aceptación
nos requirió un gran esfuerzo. Nuestra querida filosofía de
autosuficiencia tenía que abandonarse. Esto no se hizo por
medio de la mera fuerza de nuestra voluntad, sino que nos
vino como consecuencia de haber desarrollado la buena
voluntad para aceptar estas nuevas verdades de la vida.
No huimos ni luchamos, pero sí aceptamos. Y entonces
comenzamos a ser libres.
La mayoría de la gente en nuestra sociedad se
obstina en creer que si están en peligro o si existe alguna
posibilidad de que les acontezca algo que temen, tienen
que permanecer preocupados por ese peligro real o en
potencia.
Idea Irracional N.° 6: La idea de que si algo es o puede
ser peligroso o temible se deberá sentir terriblemente
inquieto por ello, deberá pensar constantemente en la
posibilidad de que esto ocurra.
Cuando nuestros fracasos generan el miedo, padecemos de una
enfermedad del alma. Esta enfermedad, a su vez, origina más defectos de
carácter.
El miedo irracional de no poder satisfacer nuestros instintos nos lleva a
codiciar los bienes ajenos, a apetecer el sexo y el poder, a reaccionar con
ira cuando sentimos amenazadas nuestras exigencias, a envidiar a los
demás porque pueden realizar sus ambiciones mientras nosotros
fracasamos. Nos excedemos en la comida y la bebida, acaparamos
mucho más de lo necesario, con el temor de no tener suficiente. Con
tremenda alarma, permanecemos ociosos cuando debemos trabajar. Con
apatía vamos dejando todo para hacerlo después, o cuando mucho,
trabajamos de mala gana y a medias.
Estos temores son como plagas que van royendo los cimientos de la vida
que tratamos de edificar.
* * * * *
Conforme crece la fe, crece la seguridad interna. el inmenso temor
fundamental de la nada empieza a apaciguarse. Nosotros los A.A.
descubrimos que nuestro antídoto básico contra el miedo es un despertar
espiritual.
Hemos echado una mirada más profunda a nosotros mismos y
a aquellos que nos rodean. Hemos visto que éramos
aguijoneados por temores o ansiedades irrazonables al hacer
de la vida un asunto de ganar fama, dinero y lo que
pensábamos que era mando. Así el falso orgullo se convirtió
en el reverso de esa ruinosa moneda marcada "Miedo".
Simplemente teníamos que ser el número uno para cubrir por
completo nuestras profundas interioridades.
* * * * *
La verdadera ambición no es lo que creíamos que era. La
verdadera ambición es el deseo profundo de vivir útilmente y
caminar humildemente bajo la gracia de Dios.
El temor tocaba de un modo u otro casi todos los
aspectos de nuestra vida. Era una hebra maligna y
corrosiva; la trama de nuestra existencia la llevaba
entrecruzada. Ponía en movimiento una sucesión de
circunstancias que nos acarreaban desgracias que no
creíamos merecernos. Pero ¿no fuimos nosotros
mismos los que echamos a rodar la pelota?
* * * * *
El problema de superar el miedo tiene dos aspectos.
Trataremos de lograr liberarnos del miedo tanto como
nos sea posible. Después, tendremos que buscar el
valor y la gracia para enfrentarnos de una forma
constructiva con los temores que nos queden.
Mucha gente siente que es mucho más simple
hacer sólo lo que es «fácil» o «natural» o lo que es
intrínsecamente agradable, y evitar las dificultades y
responsabilidades.
Idea Irracional N.° 7: La idea de que es más fácil
evitar que afrontar ciertas responsabilidades y
dificultades en la vida.
Esta percepción renovada de la humildad inicia un cambio
revolucionario de nuestro punto de vista. Nuestros ojos
empiezan a abrirse a los inmensos valores provenientes del
doloroso pinchazo a nuestro amor propio. Hasta ahora,
nuestras vidas habían estado dedicadas en gran parte a huir del
dolor y los problemas. El escape por medio de la botella era
siempre nuestra solución.
Entonces, en A.A. miramos y escuchamos. Por todas partes
vimos el fracaso y la miseria transformados por la humildad en
ventajas inapreciables.
* * * * *
Para aquellos que han logrado progreso en A.A. la humildad
significa un reconocimiento claro de qué y quiénes somos
realmente, seguido
La Responsabilidad Moral
"Algunos ponen serios reparos a la postura A.A. de que el alcoholismo es
una enfermedad. Este concepto, les parece, le quita al alcohólico la
responsabilidad moral. Como ya sabe cualquier A.A., esto dista mucho
de la verdad. No nos aprovechamos del concepto de enfermedad para
dispensar a nuestros miembros de la responsabilidad. Al contrario,
aprovechamos el concepto de enfermedad mortal para imponer en el que
sufre la más seria obligación moral, la de valerse de los Doce Pasos de
A.A. para recuperarse.
"En los primeros días de su vida de bebedor, el alcohólico es a menudo
culpable de irresponsabilidad. Pero en cuanto llega el tiempo de beber
compulsivamente, no se puede esperar que responda plenamente de su
conducta. Tiene una obsesión que le condena a beber, y una sensibilidad
física al alcohol que le destina a la locura y a la muerte.
"Pero cuando se le hace darse cuenta de su condición, se ve presionado a
aceptar el programa de A.A. de regeneración moral".
Aunque en teoría aprobamos la libertad y la
independencia en nuestra sociedad, muchos de nosotros
creen que debemos depender de otros y que necesitamos
a alguien más fuerte en quien confiar.
Idea Irracional N.° 8: La idea de que se debe depender
de los demás y que se necesita a alguien más fuerte en
quien confiar.
Libre de Dependencia
Me preguntaba a mí mismo: "¿Por qué no pueden los Doce
Pasos liberarme de esta depresión insoportable?" Hora tras
hora, volvía a fijar la mirada en la Oración de San Francisco:
"Es mejor consolar que ser consolado".
De repente, me di cuenta de lo que podría ser la respuesta. Mi
defecto básico siempre ha sido depender de otra gente o de las
circunstancias, contando con que me dieran el prestigio, la
seguridad y la confianza. No pudiendo obtener estas cosas a la
altura de mis sueños y exigencias
perfeccionistas, luchaba por ellos. Y cuando vino la derrota,
vino la depresión.
Cuanto más dispuestos estemos a depender de un Poder Superior, más
independientes seremos en realidad. Por lo tanto, la dependencia, como la
práctica A.A., es de hecho un medio para lograr la verdadera independencia
espiritual.
En nuestra vida diaria, es sorprendente descubrir lo dependiente que somos
realmente y lo inconscientes que somos de esa dependencia. Toda casa
moderna tiene alambres eléctricos que conducen la energía y la luz hacia el
interior. Nos sentimos fascinados con esta dependencia, tratamos siempre de
evitar que ocurra algún daño que nos prive del suministro de la corriente. Al
aceptar que somos dependientes de esta maravilla científica, gozamos de
una mayor independencia, sino con mayores comodidades y seguridades. La
energía fluye donde la necesitamos. Aunque estamos bien dispuestos a
aceptar este principio de dependencia sana en la mayoría de nuestros
asuntos temporales, a menudo nos resistimos tenazmente al mismo principio
cuando se nos pide que lo apliquemos como un medio para desarrollar la
vida espiritual. Está bien claro que no conoceremos nunca la libertad bajo
Dios, hasta que no tratemos de buscar Su voluntad para con nosotros. La
decisión es nuestra.
Mucha gente hoy en día cree y actúa partiendo
de la base de que algo que en alguna ocasión afectó a su
vida de forma significativa, o le fue útil en un momento
dado de su existencia, debe de seguir siendo así para
siempre.
Idea Irracional N.° 9: La idea de que la historia pasada
de uno es un determinante decisivo de la conducta
actual, y que algo que ocurrió alguna vez y le
conmocionó debe seguir afectándole indefinidamente.
"La idea de ‗vivir un plan de 24 horas‘ se aplica
primordialmente a la vida emocional del individuo. Del punto
de vista emocional, no debemos vivir en el ayer, ni en el
mañana.
"Pero nunca he creído que esto signifique que el individuo, el
grupo o A.A. en su totalidad no debe en absoluto pensar en
cómo funcionar mañana o incluso en un futuro aún más lejano.
La fe por sí sola nunca habría construido la casa en la que
vives. Era necesario tener un plano, y trabajar mucho para
hacerlo realidad.
"No hay nada más acertado para nosotros los A.A. que el texto
bíblico que dice, ‗la fe sin obras es fe muerta‘. Los servicios
de A.A., todos encaminados a hacer posible un mejor trabajo
de Paso Doce, son las ‗obras‘ que aseguran nuestra vida y
nuestro desarrollo, evitando el estancamiento y la anarquía".
Vivir Serenamente
Cuando un borracho tiene una terrible resaca porque
ayer bebió en exceso, no puede vivir bien el día de
hoy. Pero existe otra clase de resaca que todos hemos
experimentado, estemos bebiendo o no. Es la resaca
emocional, el resultado directo del exceso de
emociones negativas de ayer y a veces de hoy: la ira,
el miedo, los celos y sentimientos similares. Si
deseamos vivir serenamente hoy y mañana,
necesitamos desde luego eliminar esas resacas. Esto
no significa que necesitemos vagar mórbidamente en
el pasado. Se requiere la admisión y la corrección de
los defectos ahora.
Muchas personas consideran que lo que otra
gente hace o cree es lo más importante para sus vidas, y
que por tanto deben estar claramente preocupados por los
problemas y las perturbaciones de ellos.
Idea Irracional N.° 10: La idea de que uno deberá
sentirse muy preocupado por los problemas y las
perturbaciones de los demás.
Millones de hombres y mujeres de hoy día
consideran que deben tener soluciones perfectas y seguras
a los problemas que les acosan, y que si tienen que vivir
en un mundo de imperfecciones e inseguridades de
seguro que no podrán sobrevivir felizmente.
Idea Irracional N.° 11: La idea de que invariablemente
existe una solución precisa, correcta y perfecta para los
problemas humanos, y que si esta solución perfecta no
se encuentra sobreviene la catástrofe.
Salir de una "Borrachera Seca"
"A veces nos deprimimos. Si lo sabré yo; he sido
campeón de las borracheras secas. Aunque las causas
superficiales formaban parte del cuadro - eventos
disparadores, que precipitan la depresión - las
fundamentales, estoy convencido, se encontraban a un
nivel mucho más profundo.
"Intelectualmente, pude aceptar mi situación.
Emocionalmente no pude.
"No hay soluciones fijas a estos problemas. Pero una
parte de la solución está sin duda en el esfuerzo
constante para practicar todos los Pasos de A.A."
Podemos estar agradecidos por todo método o agencia que se
esfuerce por solucionar el problema del alcoholismo – ya sea
la medicina, la religión, la educación o la investigación
científica. Podemos mantener una amplitud de ideas hacia
todos los esfuerzos de este tipo, y podemos ser comprensivos
al ver fracasar a los mal aconsejados. Tenemos que recordar
que durante largos años, A.A. se dirigía por un método de
tanteos.
Como individuos, podemos y debemos trabajar con aquellos
que prometen tener éxito – incluso un poquito de éxito.
* * * * *
Cada uno de los pioneros en el campo global del alcoholismo
dirá generosamente que, si no hubiera sido por la vida prueba
de recuperación en A.A., no habrían podido seguir adelante.
A.A. era la estrella polar de la esperanza y ayuda que les hacía
persistir.
"La preocupación que A.A. tiene por la sobriedad esta, a veces, mal
entendida. A algunos les parece que esta sola virtud es el único
dividendo de nuestra Comunidad. Se nos toma por borrachos secos que,
en otros aspectos, han experimentado poco o ningún mejoramiento. Tal
suposición no se acerca a la verdad. Sabemos que la sobriedad
permanente puede lograrse únicamente por medio de una transformación
revolucionaria de la vida y de la perspectiva del individuo – por un
despertar espiritual que puede desterrar el deseo de beber".
* * * * *
"Te estás preguntando, como todos nosotros tenemos que hacer, ‗¿Quién
soy?‘ – ‗¿Dónde estoy?‘ – ‗¿A dónde voy?‘ El proceso de iluminación
normalmente es lento. Sin embargo, al fin, nuestra búsqueda siempre trae
un hallazgo. Estos grandes misterios están envueltos en una simplicidad
total. La disposición para desarrollarse es la esencia de todo progreso
espiritual".
racias