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Viernes17.06.11

El Acueducto, la Catedral y el Alcázarcompletan, en el casco histórico de laciudad, un trío monumental imbatible [P2 Y 3]

En el corazónde Segovia

Una de las naves laterales de la catedral de Segovia. :: JAVIER PRIETO GALLEGO

PLANES Viernes 17.06.11EL NORTE DE CASTILLAGPS2

La calle Real de Segovia, queel callejero encadena comolas de Cervantes, Juan Bravoe Isabel la Católica, es la arte-ria turística de una ciudad quecuenta por miles las personasque cada día transitan por ellaansiosas de fotografías y re-cuerdos imborrables. Es el ca-mino inmediato de quienesllegan a Segovia hechizadospor las tres maravillas más co-nocidas de la ciudad: el Acue-ducto, la catedral y el Alcázar,un trío de ases que la hacenimbatible en cualquier tim-ba de capitales turísticas. Paraalgunos es el comienzo deuna visita que da, de sobra,para varios días. Para la ma-yoría, las tres cosas que nohay que perderse bajo ningúnconcepto en una visita a estaciudad tan llena, por otra par-te, de rincones que visitar.

Pero las cosas son comoson y los autocares tienen fá-cil dejar su cargamento de tu-ristas a los pies del principalicono de la ciudad: un acue-ducto que hace equilibriosahí donde está desde hacemás de 2.000 años, sin otropegamento que el propiopeso de sus piedras, coloca-das con mucho ingenio y nopoco esfuerzo por quienespensaban que traerse el aguafresca de la sierra a la puertade casa no era cuestión delujo sino de imaginación. Por-que el único pegamento quesujeta las piedras del Acue-ducto se llama astucia: astu-cia para tallar piedras ligera-mente piramidales, astuciapara colocar cada elementoen su sitio, astucia para ele-varlas hasta donde hiciera fal-ta. Y porque en la construc-ción del Acueducto, que tie-ne un recorrido desde la sie-rra cercano a los 15 kilóme-tros, los canteros rematabana pie de obra las medidas de

cada sillar. Después, con unmonumental sistema de po-leas y unas grandes tenazaselevaban las piedras hasta co-locarlas en su sitio.

Una obra de dimensionesfantásticas que, puede quepara hacerla parecer más hu-mana, la tradición atribuyóal diablo. Y dice la leyendaque levantó esta obra eternaen una sola noche. Cuenta elcuento que fue el capricho deuna criada sin ganas de subiry bajar con su cántaro a poragua, harta de tanta cuesta,quien pactó con el demonioentregar su alma si conseguíaconstruir algo que llevara elagua hasta la casa de su señor.Pero debía hacerlo en una no-che, antes de que amanecie-ra y el gallo cantase. El diabloaceptó el reto y se puso al mo-mento a construir un acue-ducto por el que el agua vola-ra de ladera a ladera salvandoel valle. De inmediato tam-bién, la muchacha cayó en lacuenta de su propia condenay, dicen, comenzó a rezar a laVirgen para que el demoniono pudiera terminar la obra atiempo. Así pasó la noche yasí estaba a punto de amane-cer cuando el diablo, con sutropel de ayudantes, teníatodo terminado a falta de unasola piedra. Entonces se obróel milagro: un rayo de luz seadelantó al amanecer y el ga-llo cantó justo a tiempo paraque la muchacha se diera porlibre, el diablo no pudiera pe-dir su recompensa pero la ciu-dad ganara para siempre unmonumento de categoríauniversal.

Y es ahí, bajo esas arcadasde vértigo, que dan sombra auno y otro lado, las plazas delAzoguejo y Oriental, dondeel tropel de turistas desem-barca a cada paso para iniciaruna singladura frenética ado-bada, sea la hora que sea, poraromas irresistibles de cochi-nillo y lechazo. Y es ahí, tam-bién, donde arranca el ascen-so hacia la Plaza Mayor porsu concurrida calle Real, cor-dón umbilical al que se aso-man los comercios más tra-dicionales de la ciudad y losmás modernos, los mesonesmás famosos y las tiendas derecuerdos. Un primer alto,apenas iniciado el garbeo, in-vita a contemplar desde el re-llano que forma el miradorde la Canaleja la cercanía dela sierra con su perfil de Mu-jer Muerta, tan nítidamenteesculpido sobre el relieve decumbres que parece cosa decíclopes artesanos y no de laerosión fortuita. Del otrolado, es imposible que pasedesapercibida la Casa de losPicos, palacete renacentistaal que Juan de la Hoz cubrióla fachada de pequeñas pirá-mides: cualquier cosa con talde que dejara de ser conoci-da, de una vez por todas,como la Casa del Judío. En esaesquina estuvo hasta su de-rribo en 1883 la puerta deSan Martín, una de las prin-cipales de la ciudad. Y en esecorro se localizan también elpalacio del Conde de Alpuen-te, fácilmente identificablepor los esgrafiados de su fa-chada, y el edificio de LaAlhóndiga, edificio gótico

construido durante el reina-do de los Reyes Católicos paraservir de granero municipal.

Casi como quien corre unencierro –según el día y lahora, hay más concurrenciaque en la calle de la Estafe-ta el día de San Fermín–, elpaseo desemboca en la plazade Medina del Campo comosi del callejón se saliera alcoso. Un coso de trazado irre-

gular que así, de sopetón, seaparece como un gran deco-rado operístico. Y quien ejer-ce de gran tenor es el comu-nero Juan Bravo aupado ensu pedestal. En un costado sealza el Torreón de Lozoya yal otro se asoma, como unbarco recién atracado, la igle-sia de San Martín, para algu-nos la más bella de Segovia.

Sin apartarse, por ahora,

Calle RealA pie por el corazón mástransitado de la capital segoviana

JAVIERPRIETO

RUTAS CON ENCANTOSEGOVIA

Las piedras del Acueducto continúan viendo pasar la vida en Segovia.

El Acueducto, entre las plazas del Azoguejo y Oriental, es un lugar obligado para los miles de

Sala de la armería que se visita en el Alcázar.

Desde el rellanoque forma el miradorde la Canalejase contemplala sierra con su perfilde Mujer Muerta

Viernes 17.06.11EL NORTE DE CASTILLA PLANES 3GPS

de esta artería principal, saleal paso la antigua cárcel real,prisión hasta 1933 y hoy bi-blioteca, entre cuyas paredesestuvo encerrado Lope deVega. Calle arriba, con el pre-sentimiento ya de la PlazaMayor, se abre otro recoletodesahogo, la plazuela del Cor-pus, donde el convento delmismo nombre enmascara laque fuera con anterioridad

sinagoga mayor de Segovia.Punto de inicio –para otraocasión– de un recorrido porel intríngulis de callejas queconforman la interesante ju-dería segoviana.

La Plaza Mayor y la cate-dral forman un todo cosidocon las arcadas de los sopor-tales. Si la arteria lleva al co-razón, la plaza y su catedralmarcan el pálpito de la vida

civil y religiosa en Segovia.También el ritmo del flujo deturistas que al llegar aquí sedetienen a admirar, primeropor fuera y después por den-tro, el prodigio de cúpulas ypináculos que parecen que-rer despegar del suelo en elpunto más alto de la ciudad.La visita al interior, si se hacecon guía e intención, puedecomerse todas las energías ytiempo disponible.

Ya a la puerta de la seo, elcamino de bajada hacia el Al-cázar es tan evidente como elrío de turistas que corre porella. La calle Marqués delArco,la plaza de la Merced y la ca-lle de Daoiz hacen de tobogánhasta el rellano de la plaza dela reina Victoria Eugenia, encuyo extremo se halla, vara-do como un buque impertur-bable, el castillo español quemás hace pensar en MickeyMouse. Al menos desde queDisney dibujó uno parecidopara sus cuentos de hadas.

La visita al interior espan-ta de inmediato esa fantasíatonta para acercar al hecho

de que su forma actual co-menzó a gestarse a partir delsiglo XIII. Y de que entre lalarga lista de reyes que tuvie-ron que ver con él, es FelipeII quien consiguió dotarle deese aire centroeuropeo, ex-traño a los usos castellanos,y que, aún hoy, evoca muchomás cuentos de hadas, prin-cesas vaporosas y ratones par-lanchines que caballeros ce-ñudos capaces de cualquiercosa. Un fortuito incendio,en 1862, convirtió en ascuasartesonados y tesoros de unvalor incalculable. Pero aunasí, el paseo interior deparasorpresas agradables, de laque no es menor la vista des-de sus almenas.

Una vista que, sin duda,despertará el apetito por laSegovia que se encuentramás allá del Acueducto, ca-tedral y Alcázar, el tronco deun árbol monumental reple-to de ramas tan jugosas comolos cochinillos que invadenlas mesas de los mesones a lahora comer.� info@javierprietogallego.com

�Centro de Recepción deVisitantes. Informaciónturística, rutas guiadas…Azoguejo, 1. Tel. 921 46 6720. De domingo a viernes,de 10:00 a 19:00 horas.Sábados, de 10:00 a 20:00horas.

�Catedral. Tel. 921 46 2205. Abril-septiembre: 9:30 –18:30 horas.Entrada: 3 euros.

�Alcázar. Tel. 921 46 07 59.Octubre-marzo: 10:00 -19:00 horas. Entrada:4 euros. Torre: 2 euros.

Gratis tercer martes de cadames para miembros UE.

�Web.www.turismodesegovia.com

Turistas en la Plaza Mayor, ante la catedral.

personas que cada día visitan la ciudad. :: REPORTAJE GRÁFICO DE JAVIER PRIETO

Detalle del interior de la catedral segoviana.

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