[2014] Ricardo J. Gómez. La dimensión valorativa de las ciencias. Hacia una filosofía política...

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Ricardo J. Gómez. La dimensión valorativa de las ciencias. Hacia una filosofía política, Argentina: Editorial Universidad Nacional de Quilmes, 2014.

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  • Universidad Nacional de Qpilmes

    RectorMtiof. Loaw '

    ViccrrcctorAQateoltib

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    RicardoJ. GmezI

    La dimensin valorativade las ciencias

    Hacia una filosofia Poltica ' .

    OHffi#,#

  • Coleccin Filosoffa y cienciaDirigida por Pablo Lorenzano

    Gmez, RicardoJ.La dimensin valorativa de las ciencias: hacia unafilosoa poltica . - la ed. - Bernal: Universidad Nacionalde Quilmes,20l4.232 p.; 23x15 cm. - (Filosofa y ciencia)ISBN 97&987-55&30+7

    l. Filosofa de las Ciencias.CDD 5OI

    @ Ricardo-]. Gmez, 2014@ Universidad Nacional de euilmes, 2014

    Universidad Nacional de erilmesRoque Sen Pea 352(8187BXD) Bernal, Provincia de Buenos AiresRcpblica fugentina

    [email protected]

    ISBN: 978-987-558-304-7

    Qreda hecho el depsito que marca l.u.ley ll.l23Impreso en Argentina

    Indice

    Agradecimientos... ,.,...11Introduccin.

    .....13I. El positivismo lgico: contra la historia oficiat . . . .17El manifiesto del Crculo de Viena: optimismo epistemolgico en

    arasdefinespolticos ..........19

    Carnap: ms all de la existencia de reglas parala aceptacin yel rechazo de hiptesiscientcas. .,.....22

    Carnap, el valor de la ciencia y la preserracin de la objetidad cientca . . . .29[,a versin carnapiana de la unidad de la ciencia . . . .30Un aspecto crucial de la carga valorativa prctica de las ciencias . . . . . .32Otto Neurati: la presencia ineludible de valores no cognitivos

    y la incidencia de la poltica . . . .36Justificacin no reduccionista: la ineludibilidad de "motivos auxiliares'

    ydevaloresnocognitivos ......39Lincidenciadeladimensinpolticaenlaciencia. ..,.....42PhilippFrank:lavriedadderazonesparalaaceptacindeteoras...,......45

    II. IGrl Poppen vocero mrimo de la neutralidad valorativa de las ciencias. . . . .49laagendapopperiana.

    ....50Falsacinycorroboracin:ausenciadevalorescontextuales? ...,...57El tercer mundo objetivo popperiano y la legitimacin ontolgica

    delaciencialibrede lores. ....,.....61La responsabilidad del cientfico y la presencia

    de valores... en el contexto de aplicacin . . . . . . ,64III. Thomas Kuhn: loa valores como contitutivo de las cienci . . . . .69ln atnrctura d las mnluciorus cictttfuar. tesis centrales innoradoras . . . . . . . ., . 69

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  • DeCarnapaKuhn,sin pasarporPopper? ....... -.76Juiciosdevaloryeleccinde teora ..,.....78

    w. Imre Lktos: racionalidad y ciencia bre de valores en arasdelaobjetidad..... .........83

    I.aflosofiadelacienciasinlahisoriadelacienciaesvaca ........'87

    V. Prl Feyenbend: anarquismo epistemolgico para defenderlasociedrddelaciencia. .....93

    Anarquismoepistemolgico..... ... '.....93Proliferacionismo... ......96Contrainductismo. . ... ..9?Otservacine interpretacionesnaturales .. '..... -.97Progresocualitativoeinconmensurbilidad .., '.. -100Despedidaalarazn?. ..........104Cmo defender a la sociedad de la ciencia?. . . . . . .105Laconquistade laabundancia..... ..... '106

    VI.CrlG.Hempel:unmoderadollarnadoalasensatez. ......'...f09

    Neutralidad, imparcialidad yautonoma . '. " " " '167l.osvloresen laciencia " ' " " "170El rlor de las estrategirs y su carga valorativa rio cognitiva , . . " " '172En torno de la deseabilidad y la conveniencia del ideal de

    libertadyloratiy, ....; " " "180

    )CI. Ms all del lysenkosmoLyrsenko:lastemticasylosobjetivosdesusinvesga.r.r...:.....:..'.':.'l:;I as investigaciones en la fisiologa del desarrollo de plantas " " " " 186Biologayfilosofiade lasciencias " " " ' "190El ataque a la gentica. " " " " " 195Lysenko al poder: y la gentica? " " " " '202Verdadydistorsin " " "204

    XIII.Porqu'poltica"?... '. ...:... " " " " "2f 1Filosofia poltica de las ciencias y responsabilidad social ' ' ' '211El ideal de la neutralidad valortiva es valorativamente neutro? ' ' ' -220Yahoraqu?.. """"'221

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    Referenciasbibliogrcas. """'.' """225VII. L,rry kudan: ciencias y valores cognitivos . . . . .[,a actividad cientca como solucin de problemas conceptuales

    y empricosAcerca de cmo llegar a acuerdos sobre hechos, mtodos y objetivos. .' . . . .

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    II.Phtpl$tcher:cienciasyvatorestico-pollticos .......123[-ascienciascomomap:x. ..... '..125El mito de la pureza. . . . . .127Investigacinsin restricciones?.... ......128Ia organizacin bien ordenada de la investigacin cientca . . . . . . .129Iasresponsabilidadesdeloscientficos..... .,....f3I

    XlLCiencias,valoresyobjetividad.... ....f35Valoresyobjetidad .....f39Elcolapsodeladicotomahecho,/valor...... .....f43

    )LLadimensinticadelasprcticascientficas ..........f49Problemasticosinvolucrdosenlainvestigacincientfica ..'.....149Megaprincipio y principios bsicos que deben regii la tica

    delainvestigacincientca. .. ' '.....153Economa y tica: un megacaso de la imbricacin hecho/valor . . . . .158

    I. Una reqruesta crtica a rma sul defersa de la ciencia libr,e de valores . . .163El rol constitutivo de los valores de la agencia humana . . . . .163

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  • Agradecimientos

    A los colegas y amigos que asistieron a los seminarios de losoffa de lasciencias y la tecnologa dictados en la Facultad de Filosofa y Letras de laUniversidad de Buenos Aires. Muy especialmente a Carlos Agaya, AlfredoAmndola, Celia Baldatti, Carlos Diguez, SoniaDurn,Juan Carlos GmezFulao, Teresa Guiber y Adriana Stagnaro.

    Mi gratitud para Pablo Lorenzano tanto por su inters en que publi-cara este estudio en la Editorial de la Universidad Nacional de Quilmes,.como por su magnfica, sensata y rigurosa revisin crtica del manuscrito.

    Finalmente, mi may'or reconocimiento para Lola Proao, cuya lecturadetallada del texto ha hecho posible una mejor versin final.

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  • Introduccin

    La pregunta central de este libro es acerca de la presencia de valores en lasciencias. La respuesta obvia parece ser positiva. En la eleccin de los pro.blemas a resolver, los temas a investigar, los objetivos de la investigacin,los modos, lugares y circunstancias para sus aplicaciones, intervienen pre-ferencias de todo tipo: polticas, sociales, econmicas, en general contex-tuales, es decir que varan segn el lugar y el momento histrico.

    Sin embargo, tambin se afirma que tal indudable presencia de valo-res atenta contra las supuestas validez universal y objetividad del conoci-miento cientco, dos creencias mticas cuasi-constitutivas del concePtode ciencia. Es pues el conocimiento cientfico universalmente vlido? Esobjetivo, en el sentido de que no depende de preferencias que varan decontexto a contexto, y mucho meno de grupo de investigacin a grupode investigacin, y an ms de cientf,tco a cientfico?

    Para responder adecuadamente a dichas cuestiones es imprescindibledistinguir entre contextos en la actividad cientfica. As, es esndar hoydiferenciar entre contexto de descubrimiento, que involucra todas las acti-vidades y procedimientos conducentes a hallar y proPoner nuevas hip-tesis; contexto de prosecucin, en el que se Procede para establecer si espertinente y valioso continuar con una lnea de investigacin y desecharotas alternativas; el contexto de justificacin, usualmente caracterizadocomo compuesto por las razones Para acePtar o rechazar hiptesis y teo-ras cientficas; y el contexto de aplicacin, constituido por todo aquelloque tiene que ver con el uso prctico de una propuesta cientfrca en unadeterminada rea de la actidad humana.

    [,a respuesta estndar-ortodoxa, teniendo en cuenta dichos contextos,es que h tiencia est cargada de valores de todo tipo en los contextos de

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  • t4 La dimensn valorativa de las ciencias

    descubrimiento, prosecucin y aplicacin, y que se saha-retiene la univer-salidad y la objetidad del conocimiento cientfico en el de justificacin,pues se sostiene que en l la ciencia est libre de valores, o al menos decierto tipo de valores. Esto significa que hay un mtodo universal (nicoy permanente en el espacio y en el tiempo) para contrastar hiptesis yteoras cientficas, y establecer su aceptacin. usualmente, estose hacemediante procedimientos mecnicos que requieren un nmero finito depasos y que, idealmente, toman la forma de algoritmos o frmulas cuanti-ficables de decisin, capaces de decidir Ia aceptacin o el rechazo de talesteoras sobre la base de las mejores razones. A su vez, estas estn exclusiva_mente constituidas por la buena lgica y la conhable evidencia emprica.

    Ahora bien, la buena lgica y ra confiable edencia emprica .,o ,o.,acaso valores? Por supuesto que lo son. son valores tales como la simplici-dacl, la fertilidad predictiva, la consistencia, entre otros, que, como se ver,son indispensables para la decisin de aceptacin o rechazo de hiptesisy teoras.

    Lo que sucede es que, en ras versiones ortodoxas del conocimientocientfico, dichos valores son distinguidos de manera t4iante de otro tipode valores supuestmente externos al conocimiento cientfico mismo y alas actividades de justificacin de sus hiptesis y teoras. se asume as unadistincin terminante entre lores cognitivos (como la adecuacin emp-rica, la consistencia, la simplicidad, etc.) y valores no cognitivos (socia-les, econmicos, polticos, ticos), que, segn se supone, son totalmenteexternos a la actidad cientfica propiamente dicha. De ah que tambinse distinga entre valores propios de la investigacin (epistmicos y varo.res externos a ella (no epistmicos), una distincin anloga y que se sueleutilizar como intercambiable con la anterior aunque no sea estrictamen-te equivalente.

    -

    Ahora podemos precisar ms claramente la primera pregunta centrarde nuestro trabajo: est la ciencia cargada de varores no colnitivos en elcontexto dejustificacin? o de manera anroga: es la actiad cientficalibre de'alores no epistmicos er el contextodejustificacin?

    La respuesta estndar a tales preguntas es que la ciencia est libre devalores no epistmicos. La propuesta centml de este libro es que, por elcontrario, la ciencia est cargada de valores no gpistmicos, e incluso devalores ticos, en el conrexto de justificacin.t

    I Hay pues tres dicotomias que se han usado para referirse a ra presencia de rrarores enla investigacin cientfica: cognitivoTno cognitivo, epistmico/no epistmico e interno/t*tr.tn3: cada auror riene preferencia por arluna de .itrr. eri, los positistas rgicos frefie,ren hablar de cog'itivo/no cognitivo, kuhn Iuele usar epistmico/no epistmi, _i,..r*que Lakatos habla de interno/externo. Ms all de ra discusin de si son estrictamente equi-

    lntroduccin rb

    Tambin sostendremos que tal carga valorativa no es meramente con-tingente o eventual, y mucho menos es un caso etable de "mala prcti-ca cientfica". Todo lo contrario, la prctica cientfica desmificada, real,esr preada de valores de todo tipo en todo contexto, por necesidad ypor conveniencia.

    Por necesidad porque, como ya lo pusieron de relieve los principalesmiembros de la izquierda del Crculo de Viena (especialmente Carnap,Neurath y Frank), la buena lgica y la edencia emprica jams bastanpara decidir Der s si se debe aceptar o rechazar una hiptesis o teora. porconveniencia, porque incluso alguno de dichos miembros enfatiz queaceptar la presencia de valores permitira a Ia ciencia proceder sin tapu-jos y engao, al hacer explcito cules valores estaban siendo asumidos.

    Qu sucede entonces con la tan mentada objetidad?La respuesta a tal pregunta nos obligar a recurrir a versiones recien-

    tes y renovadas de la objetividad cientfica, que permitirn mostrar que laintromisin de valores no epistmicos no atenta contra una autntica ydefendible (no utpica) objetividad cientfica, sino que, por el contrario,esta solo es posible y alcanzable si se reconocen y explicitan tales valores.

    Sin embargo, existe una objecin muy comn a la presencia de valoresno cognitivos, cuando se pretende preservar la objetividad cientfica, quees necesario discutir. segrin la eja tradicin empirista dominante en lafilosofa de las ciencias, los valores son subjetivos y los hechos, objetivos.Esta dicotoma entre hechos (y por consiguienie juicios de hechos) y valo-res (yjuicios de valor) esr hoy en crisis, por razones que discutiremos ensu momento. En cuanto a la capacidad de llegar a acuerdos unnimes ydefinitivos, no hay diferencias entre losjuicios de hecho y los de valor, yaque en ninguno de los dos casos es posible arribar a dicho acuerdo; ambosson discutibles y el modo de llegar a acuerdos acerca de ellos siempre esprovisional. No hay, por consiguiente, una diferencia radical entre ambostipos dejuicios respecto de su objetidad.

    En este sentido, mostraremos que todojuicio de hechos presuponejui-cios de valor, y viceversa (pragmatismo, Putnam). Se clebe hacer hincapien que es ineludible en los principios de toda teora cientfica la presen-cia dejuicios de valor como presupuestos, lo cual rige para toda ciencia yno exclusilamente, como algunos sostienen, para las ciencias sociales, Nohay, por lo tanto, una ciencia acerca de hechos libre de valores.

    valentes o de si es adecuado seguirlas manteniendo, algo que para decidirlo requerira deinterminables disquisiciones especialmente semnticas, lo importante para nuesiro trab4ioe que su teis central sostiene que en todo contexto de la investigacin cientfica intervienenvalores de ambos tipos en cada dicotoma.

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  • 16 La dimensin valoraliva de las ciencias

    Para defender tesis fuertes y de reciente Pertinencia entre los filsofosde las ciencias, como las que Pretendemos sostener, es necesario conside-rar la respuesta a las ms fuertes y distinguidas tesis opuestas a aquellas. Eneste caso, creemos que la ms desarrollada y rigurosa defensa de la ciencialibre de valores es la que hace Hugh Lacey en su libro Is kimu value Frec?Para responder a ella usaremos, entre otros materiales, el arenal crticoprovito en los ltimos aos por la epistemlogas feministas, a la queconsideramos como una de las ms fieles y sistemticas defensoras de lapresencia de valores de todo tipo en la actidad cienthca.

    Finalmente, echaremos una mirada retrospecti a todo lo sostenido eneste ensayo, desde el marco de las "prcticas cientficas" (Kitcher), enfatizan-do la presencia de valores no cognitivos en todos los comPonentes de dichasprcticas. Ello permitirr poner de relieve cmo nuestro modo de concebirla presencia de valores en todo tipo de pnictica cientfica -que distingueentre usos legtimos y espurios de valores en la actidad cientfica- haceposible condenar las pcticas de la llamada ciencia nazi y de los gruposregidos normativamente por Lysenko como seudocientficas y oPuestas ala racionalidad cientfica.

    como corolario, resulta evidente que la presencia de dichos valores noatenta tampoco cona la racionalidad cientfica. Por el contrario, la enri-quece, pues pone en edencia la pertinencia y la operatividad de la raznprctica en la actidad cientfica, y no la reduce a una mera racionalidadtericodeductla y / o inductiva e instrumental-

    La razn humana presente en Ia ciencias es multidimensional y operadesde el establecimiento de los fines de la actidad cientfica hasta las deci-siones acerca de la aceptacin y el rechazo de hiptesis y teoras. [,a pre-sencia de valores no cognitivos y el retorno de la razn prctica on las doscaras de una misma realidad: la del mod,us opnai de los seres humanosal hacer ciencia.

    El positismo lgico: contra la historia oficial

    EI positismo lgico es, en nuesEa oPinin, el inevitable punto de partida denuestro breve y esquemtico peregrinaje histrico a travs de la.filosoade las ciencias del siglo xx. En contra de las interpretaciones tradiciona-les del desarrollo histrico de la frlosofia de las ciencias, mostraremos quealgunos de sus miembros ms importantes reconocieron la insucienciade la edencia emprica para decidir la aceptacin o el rechazo de hip-tesis y teoras cientficas.

    Es conveniente distinguir tres perodos en el desarrollo del positismolgico: (l) el positismo temPrno, de 1907 a 1912, (2) el positivismo delCrculo de Viena, de 1924 a 1934, y (3) el positivismo de Ia gida o el des-bande, desde 1934 hasta el fallecimiento de sus distintos miembros. Peroen todas estas etaPas, desde su comienzo, la postura de sus principalesmiembros desmiente la historia ocial.

    La historia oficial describe a los positivistas lgicos como fuertes defen-sores de las ciencias, de su supremo valor cognitivo, dado que asignan alconocimiento cientfico un rol positivo inigualable en la pretensin deconocer el mundo para operar en l; dicha historia sostiene que ellosdefienden la capacidad de este conocimiento Para promover el progresono solo tecnolgico y econmico sino tambin social, y remarca Ia sli-da formacin cientfica de sus miembros, su conocimiento y admiracinpor la lgica simblica, que haba tenido tremendos saltos cualitativosen su desarrollo, sobre todo gracias al trabajo de Frege y al de Russell ywhitehead, con su pera magna hincipia Mathematica ( I 9 r 0-l 9 I 3 ) . Dichalgica era considerada como el instrumento ms apropiado Para el anli-i conceptual del lenguaje de las ciencias y, por aadidura, como el len-guaje n el cual expresar la estructura de las teoras y sus sentencias. Por la

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  • r8 La dimensin valoraliva de las ciencas

    relevancia dada a la lgica en el anlisis de la ciencia -sin precedentes en

    el positismo- fue, en tal sentido, un nuevo positivismo (neopositivismo).El neopositivismo temprano es el resultado de la reunin informal en

    Viena, a partir de 1907, de algunos filsofos de izquierda: Hans Hahn, OlgaHahn y Philipp Frank, entre los ms importantes. Todos disponan de unendiable conocimiento cientfico y una slida formacin filosfica. Sus ins-piradores filosficos eran Hume, Kant y el neokantianismo, Mach y Russell.Hay rastros tambin en ellos del convencionalismo de Poincar y de lospragmatistas norteamericanos, Peirce, James y Dewey. Adoptaron su pos-tura empirista especialmente por influencia de Hume; de Mach aceptaronuna interpretacin muy peculiar de las sensaciones y la indispensable refe-rencia de la ciencia a cantidades observ-ables, y tomaron de Russell sus apor-tes de lgica simblica. De la fusin de todos estos elementos se nutre elempirismo lgico que caracteriza a esta primera etapa del neopositismo.l

    Hasta aqu, no hay discrepancias con la historia oficial. Pero lo queesta siempre soslay es que toda Ia postura, incluso la fuerte inclinacin alempirismo y la reverencial dependencia de la lgica, era parte de un pro.yecto poltico emancipadory funcional a 1. Subyace a ello una actitud msque positiva acerca de la funcionalidad de Ia losofa para la consecucinde fines poltico-sociales emancipatorios. Ambas, la actitud empirista y laprolgica, deban ser parte nuclear de tal filosofia porque solo ellas erancapaces de constituir una losofa emancipadora; para ello, deba liberar-nos de la influencia y de la pertinencia de la metafisica, que era conside-rada como alejada del mundo real de las conquistas cientficas, polticasy sociales, y que enmuicaraba, en su ms que abstracta terminologa, unasupuesta referencia al mundo cuando en verdad careca de todo significa-do emprico. Es decir que su radical rechazo de la metafisica era un factorgenerador de todo el programa.

    Ahora bien, aqu ya se haca presente una primera dificultad. Lsupuesta delidad de los miembros del positismo, incluso los de estaprimera etapa, al conocimiento cientfico y su desarrollo histrico tenasus limitaciones, pues ellos no perciban que desde el fondo de la historiala metafsica haba estado relacionada de mltiples maneras con las cien-cias. Desde el vamos, el positivismo lgico fue positismo in extranis, puesadoptaba una actitud reverencial hacia el conocimiento cientfico, quelleg a funcionar como modelo de todo tipo de conocimiento, incluso delpropio de la filosofa.

    I Para una clara y rigurosa discusin de la evolucin del pensamiento de Rudolfcarnap,as como de los cambios en el desarrollo del positismo lgico y sus relaciones con el mbitoms amplio de la filosofa del lenguaje, vase l,orenzano (201 la).

    El positivismo lgico: conlra la historia oficial rg

    A lo largo de sus distintas etapas, se har mrs y mrs edente que paralos miembros del positivismo el filsofo est modelado sobre el ideal delcientfico. Ms an, para elucidar y legitimar todos sus aportes, modela-ron su filosofia de las ciencias a partir de una obra ejemplar: la de AlbertEinstein. No hay duda de que la eleccin es irreprochable. Pero para todaciencia? [a oba respuesta positiva muestra otra discutible limitacin: laadscripcin a un mtodo nico y universal para toda ciencia sea cual sea sudominio ontolgico. Hay pues aqu, desde el comienzo, una primaca dis-cutible de un proyecto epistemolgico-metodolgico respecto de la onto.loga (algo que se a manifestar posteriormente en la postura instrumen-talist, casi uniforme, de los principales miembros del Crculo de Viena).

    En 1912, y en especial por razones personales de los distintos miem-bros (por ejemplo, Olga Hahn tena serios problemas de sta), dejaron dereunirse. El grupo no estaba institucionalizado como tal. Ello solo ocurrirtras el fin de la primera hecatombe mundial (19f 419f 8).

    La Primera Guerra Mundial haba terminado con el imperio austro.hngaro y sumido en el desastre econmico a toda esa zona del mundo.Se generaliz entre Ia poblacin una actitud general de descreimiento y dedesaprobacin respecto de la tecnologa y de la ciencia, ya que se culpabaa ambas de haber hecho posible el gran desastre. Como consecuencia, seprodujo una vuelta a una posicin romntica, de retorno a la naturaleza,crtica de todo lo relacionado con el conocimiento cientfico; y esa visinpas a formar el ncleo constitutivo del imaginario colectivo.

    El positismo lgicri, en su segunda fase, reaccion contra esta actitudromntica y de oposicin a la ciencia. Alrededor de 1924, comienza a reu-nirse informalmente la mayora de los que participaron en la primera fase,a los que se sumaron, entre otros, Moritz Schlick, Friedrich Waismann,Herbert Feigl, Otto Neurath y, ms tardamente, Rudolf Carnap.

    El marifiesto del Crculo de Viena: optimismoepistemolgico en aras de fines polticos

    En 1928 el grupo se institucionaliz oficialrhente como el.Crculo de Viena.EIlo fue acompaado por un manifiesto titulado "[,a concepcin cientficadel mundo", en el que se explicitaban los objetivos y las propuestas sobreel conocimiento cientfico. Los especialistas acerca del temasostienen que,por lo all propuesto, dicha declaracin-manifiesto fue redactada princi-palmente por Neurath y sada por Carnap, alavez que se sabe con certe-za que Schlick, al menos, estaba en desacuerdo con el tono y con ciertespartes del texto (Neurath y otros, 2002).

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  • La dimeosin valoratva de las ciencias

    '[,a concepcin cientf,rca del mundo" no tiene prdida, especialmentepara nuestro trabajo, pues en el maniesto ya esr claro el carcter ltimodel proyecto positista lgico, as como la postuftt sobre la no neutralidadvalorativa del conocimiento cientfico, Por lo que lo consideraremos concierto detalle

    la propuesta inicial y central del proyecto es la de constituir la cienciaunificada. Es decir, una reunin comprehensiva de todas las ciencias quesea resultado del trab4io colectivo de los cientficos, en donde el nfasis estpuesto en la unidad de accin y cuyo propsito ltimo sea el de colaborarpara cambiar hacia un mundo mejor. [,a unidad de las ciencias en aras dela unidad de la accin tiene varios requisitos: unidad del lenguaje, lo querequiere la adopcin de un simbolismo especial con ayuda de la nueva lgi-ca, )r que de ese modo dejan de importar las diferencias enue los lenguqiescoloquiales especficos de cada pas o cultura en donde se realice y comu-nique la investigacin cientfica; adems, dichos lenguqjes lgicos, en tantoaptos para la ciencia, tienen una estructura lgica comn, que los miembrosdel Crculo deben explicitar y analizar adecuadamente, a lo que se suma lasiempre defendida homogeneidad de procedimiento (almtodo cientfico).

    Esta estructura est formada por un lenguaje unificado en el que solose aceptan enunciados analticos (los de la lgica y la matemtica) y enun-ciados sintticos a posteriori (los de las dems ciencias, que son acePta-dos solo luego de su chequeo emprico). Yel mtodo que se debe utilizaren la tarea filoshca es el del anlisis lgico de conceptos, lo que permiti-r mostrar que los problemas filosficos tradicionales se desenmascarancomo seudoproblemas o, en algunos casos, son transformables en proble-mas empricos, o sea, sometibles aljuicio de la experiencia.2

    Va de suyo que, por aadidura, no solo la metafisica sino tambin otrasdisciplinas cruciales de la filosofia, por ejemplo la tica, son denunciadascomo seudocognitivas, como no proveyendo tipo alguno de informacinacerca del mundo emprico. Esta actitud delimitadora entre conocimien-'to autntico del mundo y afirmaciones sin sentido a ser sacralizada

    2'Hemos caracterizado la concepcin cientfica del mundo en lo fundamental mediantedos rasgos. Primero, es cmpbista 1 positizra hay solo conocimiento de la experiencia que sebasa en lo dado inmediatamente. Con esto se establece la demarcacin del contenido cient-co legtimo. Segundo, la concepcin cientfica det mundo distingue por la aplicacin de unmtodo determinado, a saber, el del anlk logia. [a aspiracin del trabajo cientfico rdicaen alcanzar el objetivo de la ciencia unicada por medio de la aplicacin de ese anlisis lgicoal material emprico' (Neura y otros,2002, p. ll5). El proyecto de una ciencia unificadase materializ enla Encielopdia Intanacional fu la Cictcia Unificafu, en donde se publicarontrabajos de las distintas disciplinas cientcas. [ Enciclopdiaapwntaba'a que se c'ompartierana nivel internacional los resultados nnto de la investigacin cientfica como de la reflexinepistemolgica acerca de ellos.

    El positivismo lgico: contra la histotia oficial 2 r

    posteriormente poi medio del riterio empirista del significado, uno de losncleos "trgicos" de las posturas del Crculo. En efecto, como discutire-mos ms adelante, dicho criterio involucraba un extremismo epistemolgi-co que estaba condenado desde el principio al fracaso, algo que felizmentesucedi y que fue reconocido por algunos de sus propios defensores; porejemplo, Carnap admiti que nunca haba podido lograr una formulacinsasfactoria de tal criterio de demarcacin.

    No resulta extrao, pues, que en el mismo manifiesto se distinga dico-tmicamente entre lo signicativo y lo no significativo, y que se afirme queel anlisis lgico de conceptos y sentencias muesra que las oraciones delmetafsico y del telogo no dicen nada, que solo son expresiones de cier-to sentimiento sobre la vida (la misma suerte han de correr las oracionesde la tica y de la poesa). Es que la concepcin cientfica del mundo soloreconoce oraciones de la experiencia sobre objetos de todo tipo y, como yadijimos, oraciones analticas de la lgica y de la matemtica. Como corola-rio, y de acuerdo con el modo en que los miembros del crculo entendala metafisica y la filosofia kantiana, la concepcin cientfica del mundo noaceptaba ningn juicio sinttico a Priori.

    Por lo tanro, la filosofa entendida como concepcin cientfica delmundo se ocupa bsicamente de problemas de fundamentacin de las dis-tintas ciencias: aritmtica, fisica, geometra, biologa, psicologa y cienciassociales. Al circunscribirse a dicho estudio, "la concepcin cientfica delmundo se mantiene cercana a la da contemPornea" a la vez que aguar-da "con esperanza la marcha de los acontecimientos por venir'! (eurathy otros, 2002, p. f 23). (Tal oPtimismo sociopoltico fue hecho trizas por eladvenimiento del nazismo.) El manifiesto presuPone, adems, un extremooptimismo epistemolgico, segn el cual "todo es accesible al hombre" porlo que "no hay enigmas insolubles". Mris que positismo, esto Parece ser"ilusionismo cientifi cista".3

    Ahora bien, el manifiesto, que parece subrayar acuerdos fuertes y fun-damenrales entre los miembros del crculo, impide percibir que el crculode viena, y por ende el positismo lgico, no constituy un movimientohomogneo. Hubo entre us miembros diferencias importantes, no solopolticas sino tambin epistemolgicas, lo que va a quedar en edenciaposteriormente cuando se consideren las posturas de Carnap y Neurath,ambos miembros del ala izquierda del Crculo.

    ! Este optimismo es an ms edente en la ltima frase del manifiesto: "L..on..p.ir,cientfica del mundo sirve a la vida y la vida la acoge". Es, en verdad, una postura positivaque excede el rea epistemolgica para abarcar tods las formas de da pblica y privada,ya que se'afirma que dicha concepcin cientfica del mundo las penetra profundamente.

  • La dimensin valoralva de las ciencias

    De dnde proene pues la historia oficial distorsionadora de las tesisy puntos de sta ms relevantes del positismo lgico? Bsicamente, dereducir su historia a la segunda etapa ya mencionada y dejar de lado u omi-tir ex profeso todas las connotaciones polticas y sociales que aparecan yadesde los objetivos del proyecto mismo de la ciencia unificada, a Io que hayque sumar el hecho de que lo que se transmiti sobre todo fueron los tra-bajos de los positistas lgicos producidos durante Ia gida o tercera etapa,luego de 1934. carnap, por ejemplo, fue contratado en los F-stados unidos,en especial, gracias a la ayuda de charles Morris, quien le exigi que ense-ara e incluso publicara lo que producan intelectualmente pero dejara delado los intereses polticos y sociales. Morris le sugiri a carnap que se dedi-case a temas como el de la probabilidad matemticay su rol en las teorascientficas, y tambin le manifest el inters de que se continuara con el pro-yecto de la Encicloped.ia Intematirnal d la cisncin unifuada, pero con la condi-cin de que se borrara Ia palabra "internacional" del ttulo.

    En esta tercera etapa se produce una total desporitizacin de la filoso.fa neopositivista. Y con ello, como mostraremos, se empobrece y distor-siona la posicin autntica de carnap, incluso en cuestiones estrictamenteinternas a la filosofa de las ciencias como la de lajustificacin de la aceptacin o del rechazo de hiptesis y teoras cientficas, que llevan a carnapa la formulacin de la lgica inductiva, a cuestiones de sintaxis y semnti-ca de los lenguajes cientcos, a tem:rs tcnicos como la fundamentacindel clculo de probabilidades, erctera.

    La historia oficial es, pues, la historia escrita por los esbirros de tal des-politizacin, materializada especialmente en los libros de texto y de divul-gacin sobre la filosofa del positivismo lgico, al que se suele entendercomo apoltico, solo interesado en cuestiones abstractas lgico.matemti-cas, totalmente indiferente al marco histrico y poltico de la produccincientficay a la posible incidencia de los resurtados de dicha produccin enel contexto correspondiente. Nada ms alejado de la verdad, como mos-traremos mediante el examen de las posturas de carnap y Neurath acer-ca de lajustificacin de la aceptacin o del rechazo de hiptesis y teorascientficas.

    Carnap: ms all de la existencia de reglas parala aceptacin y el rechazo de hiptesis iientficas

    El positismo lgico, especiahnente a rravs de la obra de Carnap, fij laagenda para la filosoffa de las ciencias del siglo xx. o'sea, estabieci laspreguntas fundamentales y las respuestas bsicas ortodoxas a ellas.

    El posilivismo lgico: contra la historia olicial 23

    Dichas preguntas fueron, n particular, las siguientes: (l) cules sonla estructura y el contenido del conocimiento cientfico?, (2) cul es elcriterio de demarcacin entre ciencia y metafsica?, y (3) cul es el mto.do de la ciencia en el contexto de justificacin?

    En el presente trabajo nos interesa casi exclusivamente la tercera, yaque, por un lado, es la que permite explicitar el modo en que la posturade Carnap desmiente la propia historia oficial relativa a ella y, por otrolado, es la que de manera ms oba e ntima se ncula con la presenciade vlores en la actidad cientfica.

    Sin embargo, es conveniente hacer una breve referencia a la respuestade Carnap a las dos primeras preguntas. Toda teora cientca (preguntal) es un sistema deductivo de hiptesis empricas. Dichas hiptesis estncompuest rs por trminos lgicos

    -propios de la lgica y de la matemtica-y descriptivos

    -los cuales pueden ser trminos observacionales (que ree-ren a propiedades observables de entidades observables, como rojo, duro,dulce, etc.) y tericos, o no obsewacionales (como carga elctrica, fuer-za, precio, estatus, etc.)-. Aqu se plantean varias dificultades, tales comola de una caracterizacin conncente de los trminos obserrracionales, lade la interpretacin de los enunciados que contienen trminos tericos apartir de enunciados observacionales, etctera. A su vez (pregunta 2), loque distingue a la ciencia de la metafisica es que los enunciados cientficosson empricamente significativos. El problema aqu es quejams se logruna versin aceptable de tal criterio que no fuera ni demasiado amplia nidemasiado estrecha; las versiones sucesivas de significatidad emprica,igualndola a verifcabilidad, a falsabilidad y a confirmabilidad, fracasa-ron. Carnap mismo abandon {inalmente la empresa.4

    aVase Hempel (1959, pp. 10&164). En verdad, ya cn el manifiesto del Crculo de Vienahay asumidas tres dicotomas fundacionales de la postura de los miembros del Cfrculo: (l)la dicotoma cognitivo/no cognitivo, (2) la clara demarcacin entre enunciados analticoy sintticos, y (3) la dicotoma entre hecho y valor, o ms claramente entre juicioc de hecho yjuicios de valor. En relacin con la primera, el trabajo crtico mencionado de Hempel es elque muestra las dificultades de cada uno de los intentos de dar una versin adecuada delcriterio de significado cognitiro. Por ejemplo, cuando la signilicatividad emplrica es identificada con la vericabilidad emprica (un enunciado S es empricamente signicativo si esdeducible de un nmero finito de enunciados de obsewacin), Hempcl concluye quc estecriterio fracasa en demarcar la ciencia de la metaffsica, como ere su propsito, porque esdemasiado estrecho

    -las leyes cientficas, al no cumplir con l (por no ser deducibles de unnmero cualquiera finito de enunciados de obserwacin), quedaran fuera de la ciencia porno ser empricamente significativas- y demasiado amplio, porque como p o q'es deduciblelgicamente de p, entonces del enunciado de obserrrcin esta manzna es roja'se deduce"esta manzana es roja o lo Absoluto es perfecto", lo que harfa a esta sentencia empfricamentesignificativa y, por ende, susceptible de pertenecer a la ciencia, algo inaceptable para losmiembros del Crculo que abjuraban de la presencia de todo enunciado metalisico en laciencia, l,a distincin tajante entre enunciados analticos (cuya verdad es aceptada mediante

  • La dimensin valoraliva de las ciencias

    La discusin acerca de la tercera pregunta de la agenda del Crculo deViena requiere sintetizar las propuestas hechas por Carnap en su monu-mental lqical Fmmdations of Mability ([1950] 1962). Carnap respondeque el mtodo parajustificar la aceptacin o el rechazo de hiptesis requie-re de una lgica inductiva (de la presencia de argurnentos inductivos regi-dos por pautas lgicas sistematizables en lo que l llam "lgica inductira").

    Es necesario, por lo tanto, reconstruir las propuestas de Carnap al rerpecto, aclarando la terminologa bsica, para luego referirnos a las tesisfundamentales.

    Nos parece adecuado comenzar examinando el modo en que Carnap.

    entiende el proceso de contrastacin emprica de las hiptesis y teorascientficas. Dicha contrastacin es el primer paso imprescindible en latarea de aceptacin o rechazo. En la contrastacin de una hiptesis I/sededucen enunciados en el sistema deductivo al que pertenece H, hastaarribar a los enunciados observacionales. Dichos enunciados obsery-cio.nales Q, O2,..., Ordeducidos de .EI, constituyen la edencia emprica defL Si todos ellos son ver{adencs, no podemoe afi"mar Que If ea verdade-ra; ello implicara cometer la falacia de la afirmacin del consecuente (si, entonces B,y B, en consecuencia A). Solo podremos afirmar, siemprey en cualquier momento, que F/ha sido confirmada por dichos enuncia-dos observacionales, o, lo que es lo mismo, por la evidencia emprica e.

    Ello conduce a la pregunta crucial: Debe entonces aceptarse l? Esobvio que la respuesta es: "depende de cmo la evidencia emprica apoyea Il.Ya sabemos que nunca lo hace para concluir que es verdadera; pero,dependiendo de la mayor o menor edencia emprica y de su tipo, carnapsugiere que ella hace ms o menos probable que f/ sea verdadera. si esas, el argumento que tiene como premisa a la edencia emprica de r/,y como conclusin a 11 (el argumento que resulta de tratar de establecercmo dicha evidencia emprica apoya a r/), es un argumento inductivo.

    Ello es as porque carnap, en Ia obra citada, divide a los argumentos endeductivos e inductivos. Los deductivos son vlidos o invlidos. Los argu-mentos deductivos v:lidos son aquellos en los que las premisas apoyantoialmente a la conclusin, o sea que es imposible que las premisas seanverdaderas y la conclusin, falsa. Los invlidos son aquellos en los que las

    El positivismo lgico: contra la historia oficial 2b

    premisas no aPoyan en absoluto a la conclusin' o sea, en los que es posibleque las premisas sean verdaderas y la conclusin, falsa. Pero ene apoyototal y ningn apoyo, existe el caso de "algn apoyo". Elte e el caso delo que Carnap llama argumentos inductiv. En ellos las prmisas apoyanparcialmente a la conclusin. Entonces, argumentos inductivos son aque-llos en los que la conclusin es a lo sumo probable de acuerdo con sus Pre-misas. Utilizando el concepto matemtico de probabilidad condicional,puede afirmarse que en los argumentos deductivos vlidos, hob(C/ Ps) =l, en los invlidos, hob(C/ Ps) = 0, y en los inductivos,0 < M(C/ Ps) < 1'

    Una de las contribuciones importantes de Carnap e haber establecidoel tipo de probabilidad involucrada al afirmarse que el grado de confirma-cin de una hiptesis por parre de la edencia emprica es la probabili-dad de que dicha hiptesis sea verdadera. carnap seala que el conceptode probabilidad ha sido usado en dos sentidos en relacin con la cien-cia: como probabilidad estadtica y como probabilidad lgica o inducti-va. La probabilidad estadstica est relacionada con la frecuencia relativaen Unasert'frhifa de aq6fltcimiento,,9:ms pfecisarnente, conlal,lmi-te de frecuencias relativas en una serie sin fin de eventos (Relchenbach'von Mises). Esre es el concepto de probabilidad usado en la investiga-cin meteorolgica; por ejemplo, cuando se dice "la probabilidad de quemaana llueva es del 67Vo" o cuando se afirma que "la probabilidad deque la droga sea efectiva para curar una enfermedad determinada es 0,72".Ambos ejemplos son enunciados en el lenguaje de una ciencia eipecfica yson establecidos como aceptables o no por la marcha de los hechos emp-ricos; ellos son en tal sentido sintticos.

    I.a probabilidad lgica (por primera vez ProPuesta porJohn MaynardKeynes en su Tratado d hobabilidnd) es concebida de tal modo que suenunciados no son acerca del mundo sino acerca de la relacin lgica entreenunciados. Tal es el caso de los enunciados de probabilidad que resultande establecer el grado de confirmacin de una hiptesis por la evidenciaemprica. Ellos involucran una relacin lgica entre eyh. En el lenguaje deCarnap, tales enunciados de probabilidad lgica establecen una relacin

    . de implicacin parcial entfe e y h. Basta determinar dicha'relacin lgicaa partir del anlisis lgico de e y h, para concluir el Valor de tal probabili-aia. ns decir, que estos enunciados de probabilidad lgica son analticosy se refieren a enunciados acerca del mundo y no directamente al mundo(pertenecen, pues; no al lenguaje objeto de la ciencia sino al metalengua-je en el que se habla acerca del lenguqje cientco)'

    C,arnap agrega que es importantsimo establecer claramente una distin-cin entre ambos tipos de probabilidad para evitar confusiones y usos ambi-guos, cosa que e agrava en muchas ocasiones porque ambos conceptos de

    cl mero anlicis de rus trminoc, sin ncccidad de recurrir at mundo empfrico para accptartoo).y rintticoc (que rcquicren dc tal chequco con el mundo puo *.

    "".paaoa) fue yriguc riendo tcm de dicuin crftica, cspcciimentc dcrde el trebqio aanco i epnt "oosdogmer del empirlmo', en el ctal re mucrtra que la nocidn dc anal-iticided o p"iori"a.ll*"" d: lr"1d{ a" rignificado,, conccpto pam ct cuat, Egrin,epine, nL hay crttcrioatguno confi.blc. l dicotoma .hecho,/valor, h ido rrcicntemente demotida porpumam,tal aomo rholtraremos m& adclanrc.

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  • e6 La dimensin valorativa de las ciencias

    probabilidad son usados en el mismo contexto. El ejemplo de Camap alrespecto es claro y conncente. Supongamos el siguiente argumento: .El807o de los hombres en Los ngeles se afeita con afeitadora elctrica.Johnve en [,os Angeles. Luego,John se afeita con afeitadora elctrica". L,a pri-mera premisa es un enunciado de probabilidad estadstica, resultado deuna investigacin emprica acerca de la conducta de los hombres en LosAngeles. Pero, si nos preguntamos por cul es la probabilidad de queJohnse afeite con afeitadora elctrica, de acuerdo con las premisas (o sea, conla edencia emprica disponible) la conclusin es que dicha probabilidades tambin del 807o (o 0,8). El enunciado "l,a probabilidad de queJohnse afeite con afeitadora elctrica es 0,8" es pues un enunciado de proba-bilidad lgica o inductiv-a y reere a la relacin lgica entre las premisas yla conclusin, o sea, entre la edencia emprica acerca de los hbitos delos hombres en Los ngeles y el lugar de residencia deJohn, por un lado,y el enunciado-conclusin de qu usaJohn para afeitarse, por el otro. Esun enunciado "analtico porque no se requiere de investigacin empri-ca alguna para establecerlo. Expresa una relacin lgica entre una sen-tencia que enuncia la evidencia y una sentencia que enuncia ra hiptesis"(Carnap, 1995, p. 35). Todos los enunciados que establecen el grado deconfirmacin de una hiptesis por la evidencia emprica son pues enun-ciados de probabilidad lgica o inductirra, por lo que parecen requerir unaeridencia emprica confiable, una formulacin impecable de la hiptesisy un riguroso clculo lgico-inductivo.

    Para el c:iso de la contrastacin emprica, Carnap haba concluido quelos enunciados de observacin apoyan a lo sumo parcialmente la hiptesis(porque nunca se puede concluir su verdad a partir de ellos). por lo tanto,los argumentos para determinar el apoyo que la edencia emprica otor-ga a las hiptesis, algo clave para establecer su aceptacin o rechazo, soninductivos. Ahora bien, si nos preguntamos cundo dicho apoyo empricojustifica aceptar o rechazar la hiptesis, transitamos ya en el rea en que laversin original de Carnap difiere de su historia of,rcial..

    La historia oficial sostiene que Carnap propuso que la evidencia emp-rica y rigurosos argumentos inductivos permiten decidir racionalmente(son razones suficientes para decidir) por la aceptacin o el rechazo de rLsin embargo, la lectura detallada de la obra de carnap nos muestra queello no es as. La buena evidencia emprica y aigumentos inductivos rigurosos, incluso normados por la lgica inductiva propuesta por Carnap, son,al decir del mismo carnap, necesarios pero no suficientes para decidir sise acepta o rechaza una determinada hiptesis IL

    Carnap supona errneamente que la lgica induitiva propuesta porl permita establecer numricamente el valor de la probabilidad de que

    El posilivismo lgico: conlra la historia olicial 27

    la hiptesis fuera verdadera de acuerdo con la edencia emprica dispo.nible.s Tal valor numrico entre 0 y I estableca, segn Carnap, el gradoen que la hiptesis lestaba confirmada por la edencia emprica e. Deah que Prob(Ille) = c, exprese que c es el grado de confirmacin de IIpor la edencia emprica e.

    La historia oficial cree que Carnap sostiene que c basta para decidir siaceptar o rechazar IL Carnap los desmiente ya en su citada pera magna,donde trata acerca de la induccin, la probabilidad y la conrmacin. Allafirma que "la seleccin de hiptesis [...] esu determinada por distinlostipos de factores t...1. t a lgica inductiva representa solawnt los fadoreslgicos, pero no aquellos de carcter prctico o metodolgico' (Carnap,1962, p. 16l). Esos otros factores "no pueden ser evaluados numrica-mente" (i,bid., p. 219); y entre ellos, Carnap reconoce que hay algunosque son "puramente subjetivos" (r). Es importante recalcar que Carnapevita, hasta el lmite de lo posible, el uso del trmino "valor", porque enel empirismo y en relacin con la ciencia ello implicaba la intromisin depreferencias supuestamente subjetivas.

    Pero, entonces, ante el reconocimiento explcito de Carnap de la pre-sencia de ingredientes subjetivos, cabe preguntarse por qu ello no consti-tuye una amenaza a la objetidad de la ciencia. Lo que sucede es que, enopinin de Carnap, todos esos factores extra, incluso subjetivos, son abor-dables desde alguna disciplina cientfica. As, por ejemplo, afirma que "laaplicacin de la lgica inductiva a las decisiones prcticas [...] involucraen adicin a la metodologa general de la induccin [...] consideracionesde naturaleza psitoligira (o sea, acerca de mediciones de preferencias yvaluaciones) " (id., p. 254).

    Esta presencia ineludible de ingredientes o factores extralgicos es evi-dente ante el caso de seleccin de hiptesis con el mismo grado de confir-macin. Una hiptesis acerca de una droga para Preservar la da huma-na con un grado de conrmacin de 0,8 y una hiptesis acerca del envode seres humanos con capacidad de sobreda (y retorno) a Marte conun grado de confirmacin de 0,8 no inclinan a los cientficos a aceptara ambas. Hay, como dice Carnap, factores adicionales-contextuales (hoydiramos, sistemas de valores) que inclinan en un caso a acePtar y en el

    5 El clculo cfectivo de talcs valores prabilsticos requera de lenguajes formalizadosexcesivamente simples, incapaces de formalizar los lenguajes cientficos reales. Por ejemplo,era necesario que en dichos lenguajcs hipersimples los predicados del lenguaje no tuvierenrelaciones lgicas. Por ejemplo, no podan pertenecer al mismo lenguqic predicados como"coloreado" y "azul'. Esto haca que la lgica inductiva fuera inaplicable a casos cientficosreBles.

  • La dimensn valorativa de las cencias

    otro a rechazar la hiptesis. El mero valor numrico -o grado de confir-

    macin- no decide per se. El cientco debe apelar, adems de a la buenalgica y a la confiable investigacin emprica, a decisiones de su voluntad("elementos volicionales", en su propia terminologa) . Y dichas decisionespueden ser abordadas y explicadas en funcin del conocimiento cientficoacerca de la voluntad humana.

    Por lo tanto, la presencia dejuicios de valor no conduce en ltima ins-tancia al subjetivismo, porque dichosjuicios son elucidados por una ciertateora cientfica emprica: "los problemas aqu involucrados pertenecen auna rama especial de la ciencia emprica: la psicologa de las evaluacionescomo parte de una teora de la conducta humana" (id).

    Ms claramente: segn Carnap no hay valores involucrados en la aceptacin o el rechazo de hiptesis no elucidables por una ciencia emprica.Como corolario, la tica queda fuera de toda decisin racional acerca dedecisiones para la aceptacin o el rechazo de hiptesis cientficas. Todoqueda dentro del mbito de la ciencia emprica, incluso las decisionesno basadas en algoritmos (otra vez, esta forma de cientifizacin de todoes resultado de las dicotomas cognitivo/no cognitivo, hecho/valor y lareduccin de lo cognitivo y factual a lo cientfico).

    En su respuesta a sus crticos, en el volumen editado por Paul Schilpp(Carnap, 1936a y 1963b), Carnap es an ms explcito acerca de esta cues-tin. All, distingue entre reglas de lgica inductiva y reglas de aceptacin,y sostiene que'no es el objetivo propio de la lgica inductiva dar reglas deaceptacin" (Carnap, f963b, p. 972). Esto es as porque 'las reglas de aceptacin [...] involucran factores no lgicos" (id,p.973). Ms claro impo-sible: la lgica y la edencia emprica no bastan para decidir la aceptacino el rechazo de hiptesis cientficas. Pero tambin queda claro que no hayfundamentos ltimos, no hay "un tercer tipo de conocimiento adems delconocimiento emprico y lgico" (ibid., p. 1000). El proceso de conrras-tacin emprica conducente a las decisiones de aceptacin o rechazo dehiptesis cientficas es un macroejemplo de ello. No en vano la filosofia,de acuerdo con Carnap, no es nada ms ni nada menos que'el anlisislgico del lenguaje de la ciencia". Pero esto es una exageracin falsamenteultraoptimista del alcance de la lgica. Y, por supuesto, es un lamentableempobrecimiento de la losofia.

    Hay atisbos de una filosofia no meramente reducida al anlisis lgicodel discurso cientfico cuando Carnap habla explcitamente acerca dejui-cios de valor en su autobiografia intelectual. En ella se remarca que losaparentesjuicios de valor involucrados en las decisiones para la aceptacino el rechazo de hiptesis esn, en ltima instaniia, baiados en la investi-gacin cientfica emprica. Pero eso no es todo.

    El positivismo lgico: contra la hstora ofical

    Carnap, el valor de [a ciencia y la preservacinde la objetividad cientfica

    Carnap distingue entrejuicios absolutos yjuicios relativos de valor. En losprimeros no relatiamos a nada ulterior o diferente, como cuando deci-mos que algo es moralmente bueno; estos juicios carecen de significadocognitivo de acuerdo con el criterio empirista del significado. En losjuiciosrelativos de valor, este es un predicado relativo a algo ms, como en todojuicio instrumental de valor: por ejemplo, cuando decimos que un acto ebueno porque es instrumental para alcazar cierto objetivo.

    Los juicios relativos de valor son enunciado emPricos, mientras quelos juicios absolutos de valor carecen de contenido informativo y no sonsusceptibles de pertenecer a ciencia emprica alguna. Debe quedar claro:son los juicios relativos de valor los nicos que intervienen en toda decisin para aceptar o rechazar hiptesis. Ergo: en tanto son elucidables porla investigacin cientfica emprica, su objetidad no corre riesgo.

    Otra vez, todo queda dentro de la investigacin cientfica: no hay tribu-nal o supramarco estrictamente epistemolgico en el cual se pueda discu-tir racionalmente Ia aceptacin o el rechazo de hiptesis. No hay tribunalalguno ms all de la ciencia, con lo cual se reafirma la desaparicin dela epistemologa como tribunal supracientfico. Adems, los objetivos lti-mos a proseguir toda vez que se ProPonen juicios relativos de valor que-dan ms all de toda decisin en trminos de lgica y edencia emprica.

    Cabe preguntarse cul es el rol de losjuicios absolutos de r'lor en el conecimiento cientfico. Hay al menos uno y fundamental. En su "Autobiografaintelectual", Carnap (1963a) propone tres tesis principales acerca del valorde la ciencia: (l) No hay autoridad superior, o sea, los seres humanos notienen protectores o enemigos sobrenaturales; (2) Los seres humanos sonlos nicos responsables por lo que ucede, y (3) "la ciencia debe ser con-siderada como uno de los instrumentos ms valiosos para mejorar la da"(id, p.83).

    Al finat de su da, Carnap parece cerrar todo su desarrollo intelectualconcibiendo a las ciencias de manera fiel y consistente con el Manifiesto de1929 en defensa de un "humanismo cientco". Ms precisamente: C;arnapcree que la ciencia es valiosa para desarrollar e implementar una organi-zacin social msjusta. Sin embargo, tambin reiter que desarrollar todoello es relativo, porque "el objetivo ltimo [ . . .] es una forma de da en lacual el bienestar y desarrollo del indiduo son valorados por sobre todo"(). Ese es.el rralor absoluto suPremor no relativo a nada ulterior. Enresumen: losjuicios absolutos de valor no intervienen en las decisiones deaceptacin o rechazo de hiptesis cientficas; pero, la actividad cientfica

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  • 3o La dimensin valorativa de las ciencias

    como un todo y nuestras decisiones en ella deben ser instrumentales paraalcanzar el valor supremo absoluto.

    No es necesario agregar que la historia oficial jams mencion elloy, por ende, distorsion el sentido ltimo del proyecto positista lgicocomo un todo. Como siempre, tal ocultamiento distorsionador de todauna dimensin valorativa estuvo asentado en un enorme presupuesto:valorar, sea cuales sean las razones para ello, la negacin-olvido de la exis-tencia de ingredientes valorativos en la actidad cientfica, en especial,aunque no exclusivamente, la de sus obietivos ltimos.

    La versin carnapiana de la unidad de la ciencia

    Por supuesto, la versin de Carnap pretende ser funcional al manihestodel Crculo de Viena, pero para lograrlo utiliz distintos recursos lgicos.Todos ellos, destinados a alcanzar la unidad de la ciencia, desembocaronsiempre en una versin fisicalista, piramidal y reduccionista. Fisicalista,porque en sus versiones ms reiteradas hay una base terminolgica cons-tituida exclusivamente por predicados-cosa-observables (compuestos porla interseccin de los trminos de la fsica y los trminos observacionalesdel lenguaje comn). La tesis reduccionista sostiene siempre que los tr-minos de toda disciplina cientfica son reducibles a los trminos de dichabase fisicalista. Como resultado, las ciencias se disponen en una pirmidecon la fsica en su base, a la que le siguen la biologa, la sociologa, introdu-cidas cada una de ellas por reduccin de su terminologa a la de la cienciaprecedente hasta terminar en la fsica. Ms precisamente, Carnap habla detres tipos de reduccionismo: terminolgico, metodolgico y de las leyes.

    El reduccionismo terminolgico consiste en la introduccin de los tr-minos de una teora determinada I, a partir de los trminos de otra tec.ra l. Histricamente, Carnap intent (luego de percatarse de la imposi-bilidad de introducir los trminos denicionalmente) llerarlo a cabo entresversiones distintas: mediante cadenas de sentencias reductivas (1936),mediante la introduccin de sistemas axiomticos con algunos de los tr-minos hoy llamados 'tericos" como primitivos, a partir de los cuales sedefinen los trminos hoy llamados "observ-4cionales" (1g38), y mediantela introduccin de reglas de correspondencia (1962).6

    6 Un ejemplo de regla tle correspondencia es: "I.a temperatur (medida por un termmetro y' en consecuencia, observ-ble [...]) de un grs es proporcional a la energa cinticamedia de sus molculas". Esta regla conecta un no observable en la teora molecular, laenerga cintica de las molculas, con un obsevable, la temperatura del gas. si no existieran

    El positivismo lgico: contra la hstora ofical 3t

    Hay una tesis central comn a todos los positistas lgicos: los trminostericos jams son definibles explcitamente a partir de trminos obser-vacionales (ello implicara su eliminabilidad, cosa que no parece histri-camente factible, luego de ms de dos mil aos de ciencia occidental, nitampoco epistemolgicamente viable, pues, al decir de Carnap, significa-ra que los trminos tericos designan, en ltima instancia, propiedadesobservables de objetos observables, lo que ira en contra de su definicinde trminos tericos). En todos los casos, los trminos tericosjams tie-nen significado completo, este es solo parcial e indefinidamente comple-table. Por ejemplo, en el caso de introducir un trmino terico por mediode sentencias reductivas, se explicitan las condiciones de aplicacin deluso de este, pero como puede tener distintas aplicaciones, potencialmentesin fin, cada una con distintas condiciones, habra un nmero indefinidode sentencias reductivas para cada trmino terico. Adems, en el caso deque se introduzcan los trminos por medio de reglas de correspondencia,existen para cada trmino un nmero indefnido de reglas de correspon-dencia con trminos observacionales, por lo que el significado del trmi-no terico es siempre abierto y nunca completo.T

    Cada una de estas versiones tiene problemas especficos. Por ejemplo,en el caso de las sentencias reductivas, los trminos tericos operan comosi fueran trminos disposicionales, es decir, expresando la disposicin decierto objeto a actuar de determinadas maneras en determinadas situacio-nes. Sin embargo, esto es inadecuado para abarcar el significado de unagran variedad de trminos tericos como, por ejemplo, "espacio-tiempo".

    Por otra parte, dicha versin permite introducir ciertos trminos psi-colgicos, como "ira", mediante sentencias reductivas del tipo "Dada lasituacin Q (po. ejemplo Juan es golpeado') decimos que Juan est enestado de ira' ( Q si y solo siJuan enrojece, grita e insulta ( Q)". VariandoQ y Q obtendremos nuevos ingredientes del significado de 4 que nuncaqueda completo porque siempre son concebibles y realizables nuevassituaciones QV a.

    El inconveniente obo de este enfoque es que los trminos psicolgi-cos son reducidos a trminos refiriendo a conductas observ-bles por parte

    enunciados de este tipo no habra maner de derivar leyes empricas acerca de obsenrblesdesde leye tericas acerca de inobserv-bles' (Carnap, 1995, p. 235).

    7 "El procedimiento nunca tiene fin. Existe siempre la posibilidad de agregar nuevas

    reglas, incrementando as la cantidad de interpretacin especificada para los trminos terricos; pero sea cual fuere el incremento, la interpretacin nunca es final". Adems, 'no haymodo de sabersi este es un proceso innito o si eventualmente tendn fin", aunque "la historiade la lisica no ha indicado an si en algn momento devendn completo, pues hasta ahoraha consistido en una permanente adicin de nuevas reglas de correspondencia y una modi-ficacin continua de las interpretaciones de los trminos tericos" (Carnap, 1995, p. 258).

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  • 3? La dimensin valoratiya de las ciencias

    de los agentes. Por lo tanto, trminos como'superegoo o "inconsciente", yen general todos los trminos del psicoanlisis freudiano, quedaran fuerade la ciencia (como seudocientficos), lo que vuelve la propuesta excesi-vamente estrecha, aunque fiel a su extremsimo criterio de demarcacin.Anlogamente, lo mismo sucede en el caso de algunos trminos de la eco-noma, Ia sociologa, etctera.

    Otro resultado, que por distintas razones tambin va a enfatizarNeurath, es la naturalizacin de todas las ciencias, las cuales, a causa dela reducibilidad terminolgica, deenen acpites de las ciencias natura-les, ms especficamente de la fisica, lo cual tambin es muy discutible. Esnotable que la postura anterior haya sido defendida por supuestos mar-xistas, que pareceran haber oldado la denuncia crtica que hizo Marxde la economa poltica ortodoxa capitalista de su poca, !a cual, segn1, cometa el gravsimo error de naturalizar las leyes de la economa (feti-chizndola), como si tueran vlidez universal independientemente delmodo de produccin en el que operan.

    Carnap reconoce que Ia reducibilidad de las leyes, consistente en dedu-cir los principios de una teora a partir de los principios de otra, es algoan no logrado; sin embargo, es optimista acerca de su posibilidad de rea-lizacin, porque supone que la reducibilidad terminolgica es un pasoimprescindible para ello. Tal posibilidad todava no se ha actualizado, yparece muy dificil que as suceda, ms an cuando se tienen en cuenta losinconvenientes sealados en mi crtica de la reducibilidad terminolgica.

    I.a reducibilidad del mrodo consiste en la propuesta de un nico mto-do en el contexto de justificacin. Esta es la tesis que Carnap defendimejor y con ms sofisticacin tcnica. Sin embargo, e independientemen-te de si tal mtodo se reduce al mtodo inductivo, la idea de Imtodo hasido reiteradamente puesta en crisis por los filsofos no estndar de la cien-cia, especialmente por Feyerabend, como en su momehto discutiremos.

    En sntesis: la gran pimide que concretaba el proyecto de la unidadde la ciencia no parece tener la solidez que Carnap le atribuy, aunquesolo fuera en principio.

    Un aspecto crucial de la carga valorativa. prctica de las ciencias

    I as teoras cientficas pueden ser presentadas en distintos marcos lings-ticos: con distintas constantes y riables, reglas de formacin de expresio-nes bien formadas, as como con distintos principios y reglas de inferen-cia. En cada caso, la eleccin permiti decir ciertas c6sas, asumir ciertasentidades y no otras, etctera.

    El positivismo lgico: contra la historia olicial 3g

    Por lo tanto, los cientficos pueden elegir entre distintos marcos lin-gsticos. Luego, una vez adoptado determinado marco, podrn esta-blecer cules expresiones son enunciables en l; qu entidades puedenasumirse como referentes en la teora y en la investigacin emprica yla contrastacin empr'ica y decidir cules enunciados formulables en elmaico son aceptables o no en funcin de la evidencia emprica y los valo-res pertinentes.

    Hay pues involucradas dos tipos de cuestiones: unas relativas a la elec-cin del marco lingstico (a las que Carnap denomina cuestiones extanas)y otras que se plantean dentro del marco, como, por ejemplo, cules sen-tencias de las enunciables dentro del marco son acePtables o no (a lasque Carnap llama cuestiona intemas\. Dado un marco lingstico, afirma,"debemos distinguir entre dos cuestiones de existencia: primero, cuestio-nes acerca de la existencia de entidades de un nuevo tipo dmo d'el tnarcoa las que llamamos cuestiones intemas, y segundo, cuestiones acerca de laexistencia o realidad dl sistanta d rntidads corno un todo,llamadas cuestiones*tema{ (Carnap, 1952, p.206).

    Ia aceptacin de un marco lingstico es externa a los procedimientosusados para aceptar o rechazar enunciados dentro de dicho marco. Mientrasestas ltimas son cuestiones decidibles internamente, usando los procedi-mientos propios de la contrastacin emprica y la lgica que opera en elmarco, la eleccin del marco mismo no es una cuestin terica, nos diceCarnap (pues no es interna a la teora formulable en el marco), sino prc-tica. Esto se debe a que tiene que tomar en cuenta los objetivos por losque se adopta el marco, los propsitos de sus usos, las metas externas almarco que se estn trtando de alcanzar con u uso, etc. De ah la afirma-cin carnapiana de que se trata de una cuestin prclica. As, Carnap afir-ma que "la decisin de aceptar un determinado marco no es de naturalezacognitiva [...]", y la "eficiencia, fertilidad y simplicidad del uso del marcolingstico pueden estar entre los factores decisivos" (Carnap, 199f, p. 87).Por supuesto, tales valores presuponen aPectos cognitivos, pues debemossaber cmo concebir eficiencia, simplicidad' etctera.

    Carnap nunca caracteriz detalladamente el tipo de discurso externoen el que se llevan a cabo las decisiones para cambiar o no de marco lin-gstico. Lo llam "pragmaca",y tal nombre se adecuaba a la caracteriza-cin de la pragmtica como el mbito de la discusin de expresiones de unlenguaje, teniendo en cuenta a sus usuarios y las circunstancias de su uso.8

    s Ntese cun lejos est todo ello de la posicin de Quine, para quien todas las cuestionesson internas; por lo tanto, la distincin misma entre cuestiones internas y externas carece derelevancia debido a la inexistencia de cuestiones meramente externas. C,omo Quine mismo

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  • Z4 La dimensin valoraliva de las ciencias

    Debe quedar claro que la cuestin de adoptar un cierto marco lings-tico es "prctica, no terica; es la cuestin de si aceptar o no nuevas for-mas lingsticas. La aceptacin no puede ser juzgada como verdadera ofalsa porque no es una asercin. Solo puede serjuzgada como siendo mso menos expeditiva, fructfera conducente al objetivo para el cual se pro-pone el lenguaje" (Carnap, 1991, p.91).

    De acuerdo con Carnap, el proceso de eleccin entre marcos lingsticospuede, en principio, ser representado formalmente dentro de una teora dela decisin o teora dejuegos, pero los valores y las preferencias involucra-dos en las funciones de utilidad que intervienen en las interpretaciones detales formalismos deben inetablemente ser provistos desde fuera por aque-llos que hacen la eleccin. Entonces, siempre se requiere apelar a valores,

    En tal eleccin, Carnap recomienda el mayor grado de libertad y, con-secuentemente, la mayor tolerancia para adoptar diversos marcos lings-ticos. Una vez elegido cierto marco lingstico, la tolerancia desaparece;all deben seguirse frreamente las pautas internas del marco adoptadopara resolver las cuestiones internas a este. De ah que Carnap termine sutrabajo acerca del tema recomendando " sn cautelasos al hacer aserciones y tr-ticos al examina.rl.as, pno tolnants m pamitirformas lingistica^f (lld, p. 96).

    Pero, como ya hemos sto, y en contra de la historia oficial, es inevi-table la intervencin de valores no cognitivos tanto en la adopcin de losmarcos lingsticos como en la adopcin de determinadas hiptesis de lateora formulada en el lenguaje de dicho marco. De otro modo, esos valo.res intervienen tanto en las cuestiones internas como externas a los mar-cos lingsticos.

    [,a ciencia para Carnap, y en contra de la historia oficial, no est libre devalores. Por lo tanto, no necesitamos la ndicacin del rol de los vlores nocognitivos que hace Roberts (2007), que propone que, incluso si la historiaoficial fuera cierta, el positismo lgico estara comprometido con la acepta-cin de ralores no cognitivos. Precisamente, este autor sostiene que al propcner los positistas lgicos cierta mxima procedimental acerca de cmo con-hrmar hiptesis, ellos estaban necesariamente comprometidos con ciertosrlores no cognitivos. Tal metapropuesta o mxima procedimental podraenunciarse as: "Bsquese desarrollar criterios para establecer en qu exten-sin una hiptesis es apoyada por sus sentencias de obserracin que estnarticuladas solo en trminos de relaciones lgicas formales entre las hiptesis

    lo reiteraba, tal distincin entre cuestiones internas y externs es reflejo especular de ladistincin entre enunciados analticos y sintticos, dicotoma que l tambin rechazaba. ACarnap, en.cambio, Ie pareca que las cuestiones externas, especialmente tas concernientesa la eleccin de marcos conceptuales, "pertenec[an] a los problemas ms importantes de lafilosofia" (Carnap, 1963b, p.862).

    El positivismo lgico: conlra la historia olicial 3b

    y los enunciados de observacin" (ibid.,p.l54).s t ajustificacin de tal meta-propuesta requiere apelar avalores no cognitivos. En efecto, la metapropues-ta deja de lado: a) el contenido, b) los usuarios de las hiptesis, c) el tipo par-ticular de mundo que se pretende defender, d) las tradiciones culturales y e)las Weltaxcha,uungen Presupone as un cierto igualitarismo muy abarcativo.

    Cmo justificar esta metapropuesta? Roberts ProPone como jwtica-cin la siguiente pauta rectora: "Debemos adoptar la metapropuesta Positi-sta porque al hacerlo nos dirigimos, en un modo en que las alternativas dis-ponibles no lo hacen, a buscar, desarrollary defender (algunos de) nuestrosvalores no cognitivos" (id,.). En el caso considerado, cierto tipo de igualita-rismo, el cual tiene todas las caractersticas de un valor cultural: algo que seconsidera ralioso en s mismo. La teora de la confirmacin positivista corPo-rizara un ejemplo de lo que valoramos. Roberts concluye as que el positismo lgico no est comprometido en absoluto con el ideal de la ciencia librede vlores. [,a postura es interesante porque muestra contr esa misma historia oficial que, incluso si la historia oficial fuera correcta, el positismo lgicono estara conminado a aceptar la tesis de la ciencia como libre de valores.

    Sin embargo, nuestra propuesta va ms all y es ms fuerte: por una Parte, noacepta que los positivistas propongan una teoa de la conrmacin que reco-miende apelar solo a la buena lgica para aceptar hiptesis, sino que por elcontrario muestra que ello no fue realmente as. Por otra Parte, no niegala funcionalidad de la propuesta positista carnapiana rePecto de Ia con-secucin de un valor cognitivo absoluto ltimo, pues, como motramos,Carnap refera la actidad cientfica a un ltimo valor no cognitivo: la rea-lizabilidad de una forma de da en la que el valor supremo sea el bienes-tar y desarrollo del indiduo.lo

    Neurath, como propondremos, estara totalmente de acuerdo connootro.

    I En verdad, Roberts se refiere al empirismo lgico, en general; por lo tanto, el positivismolgico queda incluido en su propuesta.

    r0 En 1953, tres aos despus de pubticada la primera edicin de bgical Foundationsol kobality de Camap, Richard Rudner propuso que el cientfico siempre necesita tomardecisiones a fin de establecer si la edencia disponible es suficientemente fuerte Para aceptartrna determinada hiptesis. Tal decisin "es una funcin de la im|obncia, en el sentido ticoestndar de cometer un error cuando aceptamos o rechazamos una hiptesis en discusin"(Rudner, 1953, p. 2, Para ello tenemos que considerar las consecuencias de cometer un errorde acucrdo con nuestros estndares morates. Rudner parece tener a Carnap en mente cuandoalirma que "[a]hora, muchos empiristas que reflexionan sobre las consideraciones anterioresesin di acuerdo en que Ia aceptacin o el rechazo de hiptesis involucrajuicios de ralor,pero son reacios a aceptar la conclusin [que el cientco qua cientfico hacejuicioc de valor]"(ii, p. 3). Sin mbargo, Rudner reconoce que ahora ta tica est &ru, y finaliza afirmandoqu" p"ra pr.r.*r la beti"idad los cientficos "no deben cerrar sus ojos al hecho de que elmtodocntfico requiere inrzsaaanmthacer decisiones en trminosderalores' (t' p.6)'

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  • 36 La dimensin valorativa de las ciencias

    Otto Neurath: la presencia ineludible de valoresno cognitivos y la incidencia de la potica

    L,a posicin de Neurath acerca de la presencia de valores no cognitivosresulta edente en la relevancia que atribuye a la interrelacin entre cien-cia unificada, enciclopedia y accin poltica.

    [,a tesis de la ciencia unificada era crucial por su funcionalidad para laaccin poltica en aras de una humanidad mejor (el "humanismo cientco"del proyecto del Crculo de Viena). La ciencia unificada era el instrumen-to clave para la unidad de la accin, la cual a su vez requera de una comu-nicacin fluida que dependa de cierta unidad del lenguaje de la ciencia.

    De acuerdo con la concepcin de Neurath, la unificacin de las cien-cias es cotnprehensiaa, porque abarca a todas las ciencias que se relacionanentre s sin necesidad de principio externo de unificacin; dinmico,pleses siempre cambiante como resultado del trabajo colectivo y no fruto dealgn sujeto indidual; incompbta, debido a que funciona como meta yno como un conjunto acabado de enunciados de todas las ciencias orga-nizados en un sistema; pred,ictiaa, pues su frnalidad consiste bsicamenteen anticipar hechos para alcanzar objetivos que deben ser en ltima ins-tancia de accin translontadorq ratrictiaa, pues debe estar compuesta exclu-sivamente de enunciados que pertenecen a la lgica y a la matemtica oque son fisicalistas, y establecen relaciones espacio-temporales entre temsespacio-temporales; y adems exclusiaista, porque prescinde de los enuncia-dos de distinta naturaleza a los antes citados, por ejemplo, los de la meta-fisica, a los que caracteriza como "aislados" por su incapacidad de formarparte de las colecciones que constituyen la ciencia unificada.

    Se debe enfatizar que Neura crea que la lucha de la ciencia contrala metafisica significaba la lucha del proletariado contra la burguesa, estoes, la lucha del proletariado era tanto una lucha contra la metafisica comoen favor de la ciencia. Neurath estaba en busca, en realidad, de la inter-seccin entre ciencia y poltica progresista.ll Adems, la unificacin delas ciencias tambin es intrnsecamente tuccsaria porque para predecirun enunciado determinado se requiere la utilizacin de leyes de distin-tas ciencias que opern de modo conjunto, leyes que funcionan no comoenunciados susceptibles de verdad o falsedad, sino como meras directivas

    ll De manera cohercnte con esta posicin, Neurth organiz congreso! para promoverli unificacin dc las ciencias; el primero de ellos tuvo lugar en parir (septimbre de lg35),que fue precedido por una conferencia preparatoria en Praga (fines de agosto de lg34). Btasreuniones lanzaron el momienro internacional por la unidad de la ciencia.

    El positivismo lgico: contra la historia oficial 3?

    As, para Neurath, la prediccin de un Proceso indidual concreto'nodepende de un tipo determinado de leyes. Por ejemplo, si un bosque sequemar en un determinado lugar depende del mal tiempo tanto comode si habr: intervencin humana o no. Esta intewencin, sin embargo,solo puede ser predicha si uno conoce las leyes de la conducta humana.Esto es: bajo ciertas circunstancias debe ser posible conectar toda clase deleyes entre s" (Neurath, f983, P.59).

    Neurath seala, una y otra vez, que "hacer predicciones" es lo que todaciencia hace: "con Ia ayuda de enunciados de observacin formulamosleyes [...] [as] que no han de serstas propiamente como enunciadossino como directivas para enconrar predicciones de cursos individualesde hechos; estas predicciones pueden ser luego conrastadas mediantems enunciados de observcin" (ibid..,p.53). Esto no es nada ms ni nadamenos que una clarsima y apretada sntesis de la postura instrumentalista.

    Ms importante an es que, mediante tales predicciones, Neurath pre-tende "crear una ciencia unificada que pueda servir Para cambiar con xitoel mundo" (id^, p. 42). Y ello inclua, imprescindiblemente, una completasocializacin de la economa y la poltica. El conocimiento incompleto delpresente y del pasado generaba problemas para la eleccin no solo de teorasino tambin de planes de accin. La propuesta de Neura es' en este sen-tido, revolucionaria, ya que la ciencia era para l "la gran tarea para cultivarconscientemente el futuro y lo posible" (Neura, 1973, p' 155)' Subyacaa ello la creencia optimista de Neurath de que el stado de las ciencias yla tecnologa de entonces permitan elaborar un Plan econmico able.Unificacin de las ciencias y socializacin de la economa eran para l doscars de la misma moneda.l2 Era necesaria pues la colaboracin de todoslos cientficos de todas las ciencias, unificados en su accin, para lo cual serequera una comunicacin fluida, solo posible con un lenguaje unificado.

    Es importante recalcar que mientras Para carnaP la unidad del len-guaje requera esencialmente de "sistemas", tanto Para organizar deduc-tivamente cada teora cientfica como Para sistematizarlas entre s arm&nicamente en un gran sistema unificador deductivo organizado en formapiramidal, Neurath propone una imagen alternativa a tal unidad del len-guaje: la imagen de la " enciclopedia" en lugar de la de "sistema"'

    La nocin de "enciclopedia" provea una imagen de lo que deba ser,en concreto, la unicacin de las ciencias. El proyecto de enciclopediapropuesto por Neurath es fuertemente antirreduccionista. El lenguaje de

    2Tal optimismo no decay despus. Neurath hablaba entonces de "orquesucin" de lasciencias enfatizando la necesidad de la cooperacin de los cientcos Para lograr la unidadde accin.

  • 38 La dimensin valorativa de las ciencias

    la enciclopedia incluye los lenguajes de las ciencias, que no constituyencolecciones de enunciados relacionados de modo piramidal sino transver-sal, y en los que aparecen enunciados protocolares mediante los cuales secontrastan empricamente los dems enunciados no protocolares. Todosellos son falibles y reemplazables, como se explicar posteriormente.

    El lenguaje de toda enciclopedia es no formal y se expresa en una ter-minologa espacio-temporal, lo que lo hace, al decir de Neurath, fisicalista.Puesto que incluye enunciados de protocolo, en donde debe haber, inelu-diblemente, el nombre de una persona y trminos de percepcin (.per-cibir", "ver"), dicho lenguaje contiene expresiones imprecisas y vagas noeliminables. Los enunciados protocolares sqn enunciados factuales con lamisma forma lingstica que otros enunciados factuales, aunque en ellossiempre aparece varias veces un nombre personal en una conexin defini-da con otros trminos. Un enunciaclo protocolar puede, por ejemplo; serformulado as: "Enunciado protocolar de Otto a las 3.17: [El pensamientoexpresado en el habla de otto a las 3.16 era (a las 3.15 haba una mesa enla habitacin percibida por Otto)1" (Neurath, 1983, p.95).

    Todo enunciado fisicalista y toda ley, as como todo enunciado proto-colar, puede cambiar. Luego, "no hay enunciaclos protocolares primitivos"(ibid., p.96) . Todo es susceptible de resin, siempre desde dentro de lasciencias. No hay primitivos, en el sentido de que son distintos de los enun-ciados de observacin de carnap, los cuales funcionaban como tribunalno cambiable de otros enunciados.

    Los enunciados protocolares, segn Neurath, evitan la oposicinYo-mundo, que siempre presupone una oposicin metafsica. Esto es con-sistente con la muy particular postura de Neurath segn la cual los enun-ciados cientnicos siempre se contrastan (comparan) solo con otros enun-ciados' En el caso de Neurath, los enunciados cientficos se comparan conlos enunciados protocolares que, segn afirma, tienen la ventaja de poseermayor estabilidad. Por e.iemplo, "[e]l enunciado: ,En el siglo xvr la gentevea espadas ardientes en el cielo' puede ser retenido, mientras que elenunciado 'Haba espadas ardientes en el cielo' tendra que ser abando-nado" (ibid., p. 129).

    A pesar de la presencia ineludible de expresiones vagas e imprecisas,segn Neurath, pueden construirse localmente zonas parciales de len-guaje exacto y transparente, aunque este nunca cubra la totalidad dellenguaje cientfico. De acuerdo con Neurath, el lenguaje cientfico lucecomo una "jerga universal", que es irreducible a todo lenguaje transpa_rente y preciso y, sin embargo, es distinta del lenguaje corriente porquecontiene trminos precisos ausentes en el lenguaje'cotidiano. De ahla presencia en tal jerga universal de "aglomeraciones" que resultan de

    El positivsmo lgico: contra la historia oficial 39

    combinar trminos vagos del lenguaje comn y trminos del lenguajecientfico avanzado.

    Nunca hay sistematizzcin nica, global, completa, final; solo hay siste-matizaciones que siempre son locales e incompletas y que tratann de sercoherentes entre s, en una dinmica de cambio continuo y sin trmino.En verdad, Neurath utiliz el concepto de enciclopedia para oponerse ala idea de El Sistna,lo que lo diferencia rotundamente de otros positivis-tas lgicos y de la mayora de los empiristas del siglo xx.l3

    Justicacin no reduccionista: la ineludibilidad de'motivos auxiliares'y de valores no cognitivos

    Debemos preguntarnos ahora acerca de cmo proceder no solo para laaceptacin o el rechazo de hiptesis sino tambin de enciclopedias.

    Neurath repite una y otra vez que la complejidad de lajusticacin enciencia no es reducible al merojuego lgico entre enunciados, o a Pururestricciones de base emprica (sensorial, fenomnica). Todo, las reglasdel lenguaje y la adopcin de enunciados, protocolares o no, es resulta-do de decisiones convencionales. No existen proposiciones definitivas y,por consiguiente, no hay roca o fundamento firme sobre el cual puedanerigirse las teoras cientcas, ni existe instancia bsica alguna que dirimala rivalidad entre hiptesis. Nada es inmune a la resin. Pero, por otraparte, y muy especialmente, no hay tal reducibilidad al merojuego lgicoentre enunciados porque lajustificacin de la adopcin o el rechazo deenunciados cientficos siempre requiere de ingredientes prcticovolicio'nales a los que Neura llama "motivos auxiliares".

    Aunque Neurath no los llame as, hay al menos tres instancias dondesu convencionalismo permite entender la incidencia de valores no epist-micos involucrados en los motivos auxiliares. La expresin misma indica laincidencia ineludible de algo no lgico-emprico (no edencia empricams buena lgica), de algo que requiere la intervencin de una decisin

    l! El concepto de enciclopedia no debe confundirse con el que usa Neurath cuando habladel proyccto de I a bwiclopdb Intemmioal fu b Cicncia Uniflcda que no es nada ms que unapublicacin enciclopdica "destinada a scrvir como comple mento a las enciclopedias exitentes'(Neurath,1983, p.139). Neurath agreg.aque "mientrasque otrasenciclopediasdan unasntesicretrospectiva, este nuevo trabajo mostrar sobre todo qu nuoas maneras y direcciones tc notabren, adnde conducen los problemas, y dnde, desde la perspectiva de una ciencia unili-cada, pueden descubrire nuevas posibilidades' (i1, P. 140). Sw primeros dos rolmenesfueron planeadot para su publicacin en 1938 y 1939, y consistieron de vcinte monografiasreunidas bajo el ttttlo Fudancttos d b UiM d l4 Cbncio-

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  • 40 La dimensin valoraiiva de las ciencias

    de la voluntad. Neurath jams desarroll una teora sistemtica de losmotivos auxiliares. Ellos forman parte de nuestra conducta, y es Por esoque la teora que l llama "behaorista" [conductista] es la disciplina queincluye estos motivos (estudiarlos ms detalladamente involucra analizarcon ms precisin cierta forma de conducta).

    La primera instancia en donde es evidente la presencia de "motivosauxiliares" es la recoleccin de datos para proponer la hiptesis que losabarque. Nunca los datos empricos apuntan unvocamente a una determi-nada hiptesis; se necesita algo ms: Neurath cita una variedad de posiblesmotivos auxiliares, desde "tirar los dados" hasta elegir "la ms progresista"y otras veces 'la ms til", pasando por "elegir la ms simple'; obsrveseque, fuera de lo "simple" de una teora como razn para la eleccin, todoslos dems motivos involucran valores no epistmicos.

    El segundo caso es el de la clebre subdeterminacin de hiptesis yteoras por los hechos. Aqu, otra vez, Neurath reconoce que no son sufi-cientes ni la buena lgica ms edencia emprica, ni lo que hoy llamamosvalores estrictamente epistmicos, algo que enfatiza P. Frank.

    El tercer caso es la toma de decisin, al contrastar una hiptesis quetiene problemas (porque hay enunciados protocolares que la contradicen)y elegir entre abandonar la hiptesis en cuestin o salvarla haciendo-modi-ficaciones a otra (s) hiptesis utilizada(s) para contrastar a dicha hiptesis(lo que hoy llamaramos'hiptesis auxiliares", expresin que no hemosencontrado en la obra de Neurath). La decisin entre abandonarla o sal-varla requiere apelar a motivos auxiliares.

    F-s importantsimo remarcarque, en ninguno de los casos, Neurath excluyela posibilidad (y en el caso de hiptesis y teoras sociales, seala su importan-cia) de cerrar la pluralidad de motivos auxiliares utilizables y reducirlos solo aun motivo au-xiliar recomendable: mejorar la condicin de la clase trabajado-ra. Neura no propone que en todos los casos se use el mismo motivo atxi-liar, pero reconoce que hay casos en que uno de ellos debe ser el dominante.

    Lo constante es que (l) no hay algoritmo o reglas para usar y/o elegirmotivos auxiliares; (2) ellos van mucho ms all de la apelacin exclusivaa rrlores epistmicos: hay presencia de otros valores, entre los que sobre-salen valores polticos; (3) no hay instancia supra o extracientfica desdela cual se norna a paura lajustificacin de hiptesis o reoras, y (4) nadade ello implica el abandono de prcticas racionales.

    Por el contrario, lo irrcional sea, al decir de Neurath, negar la pre-sencia de lo que ocurre fctualmente: la ineludible apelacin a motivosauxiliares. La asptica teora de lajusticacin que decide mediante buenalgica y edencia emprica exclusivamente es, en sus flalabrzs, "seudorr-cional". En efecto: "el peligro de seudorracionalismo aparece cuando el

    El positivismo lgico: contra la historia oficial 4r

    reemplazo de la decisin pctica de la ciencia [. . .] se cree posible median-te el clculo de la lgica de la ciencia" (Neurath, 1983, p. 136). Neurathse opone a la idea de una racionalidad mera y completamente terica y,mucho ms, a una razn terica reducida a logicalidad. La necesidad delos motivos auxiliares en la investigacin cientfica muestra claramente laoperatidad de una razn, para la decisin de la voluntad, en aras de lle-var a cabo determinadas acciones.

    En la adopcin de teoras puede suceder que estas tengan problemaspuntuales y, sin embargo, sea racional aceptarlas. Aqu el criterio pareceser: si una teora es til para nuestra enciclopedia, en un determinadomomento, entonces tal teora es admisible. Por supuesto, "til" es un con-cepto con una oba dimensin prctica. EIlo es ms indiscutible e impor-tante en el caso de Neurath porque, para 1, tal utilidad esr siempre rela-cionada con la funcionalidad para mejorar la situacin de la gente, y en suproyecto ms amplio, muchas veces para la transformacin de la sociedad.

    Todo ello es consistente con el concepto de "quiebre". Se trata de unconcepto realmente distintivo de la teora de lajustificacin de Neurath,por el cual estatuye, en abierta oposicin a todo falsacionismo extremo(incluido el del propio Popper), que "los resultados negativos pueden que-brar la confianza respecto de una enciclopedia", pero no pueden reducirla"automticamente a cero aplicando ciertas reglas" (ibid., p. 124).

    Parte de esa misma flexibilidad es la no imposicin, por parte deNeurath, de un nico mtodo (Jmtodo) universal aplicable a todo con-texto cientfico. Neurath niega la existencia de mtodos generales deinduccin y mtodos generales de contrastacin para las ciencias posi-tivas, aunque hay mtodos particulares, como la induccin misma, quepueden ser tiles en marcos limitados. En consecuencia, por una Parte,no hay mtodos algortmicos que permitan articular "grados de confirma-cin" o "grados de verosimilitud", y, por otra parte, siempre puede poner-se en discusin la masa entera de enunciados y mtodos. Otra vez, nadaes inmune a la resin.

    No hay pues nada prefijado, ni nada impuesto nofinativamente a lasciencias mismas desde fuera. El cientfico es como un marinero que arre-gla su bote desde adentro

    -un bote que no tiene parte que no sea mejora-ble-, que hace las modificaciones pertinentes, si as conene, sin nuncapoder llevar el bote a tierra para arreglarlo desde una plataforma firme,desde una exterioridad no-bote.l4 Adems, para Neurath, estamos todos

    l{ Neurath utiliz la metfora del bote desde el comienzo d. ,.-,. ...r,o. filoscos,alrededor de 1913, y la reiter en al menos tres versiones distintas: la primera para reiterarsu postuia antifundacional y antifilosfica, pues no da lugar ni a la existencia de discurso

  • 42 La dimensin valoraliva de las ciencias

    en un mismo mundo; en l llevamos a cabo nuestrns acciones, las cuales,realizadas desde una perspectiva unificadora, con un lenguaje que facili-te la comunicacin y por lo tanto la cooperacin, pueden devenir en unmundo unificado y socialmentejusto. Para lograrlo, no hay regla ni princi-pios prefijados, ni tampoco mtodos definitivos; solo la cooperacin, paralo cual, la explicitacin clara de objetivos y motivos auxiliares, as como lapersuasin y la educacin (cuya base debe ser una adecuada formacincientfica) son pertinentes y funcionales. Ms an, Neurath considerabaque es innecesaria e inconveniente una teora de la verdad como corres-pondencia con una realidad que trascienda al lenguaje, porque tal con-cepto de verdad tiene connotaciones metafsicas y solo tiene sentido cuan-do se lo entiende como consistencia entre el enunciado en cuestin y losrestantes enunciados con los que se opera. Y, principalmente, porque esenmascarador del hecho de que lo que podemos lograr es aceptar buenasrazones a los enunciados (as como a las teoras y las enciclopedias), paralo cual siempre se requerir de decisiones irrevocables de la voluntad.

    EIlo uo es nada ms y nada menos que afirmar, a todo nivel, la impres-cindibilidad y la primaca de la razn prctica en toda actidad, incluidala cientfica.

    La incidencia de la dimensin poltica en la ciencia

    Como hemos visto, hay una incidencia oba de la dimensin poltica enla.justicacin de hiptesis, teoras y enciclopedias. En verdad, los par-metros externos que constitryen los motivos auxiliares tienen una dimen-sin prctico-poltica

    -en el contexto de determinada polis- y son funcio-nales para la utilizacin progresista tanto de hiptesis como de teoras yenciclopedias. Por ello, creemos couveniente ubicar la postura de Neurathcon mayor precisin como parte de aquellas que sostienen una relacinimportante entre ciencia y poltica. Entre las principales, mencionaremosa las siguientes:15

    algunojuzgador y validador fuera de las ciencias (de ali sus reiteradas alusiones a la inexis-tencia de una teora del conociminto, adems de a la inexistencia de la metasica y la tica,en el sentido filnsfico usual). L.a segunda versin fue en opos