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Historia de la Dermatología Latinoamericana bajo la dirección de Ricardo Galimberti Adrián Martín Pierini Andrea Bettina Cervini

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  • 1. Historia de la DermatologaLatinoamericana bajo la direccin de Ricardo Galimberti Adrin Martn Pierini Andrea Bettina Cervini
  • 2. HISTORIA DE LA DERMATOLOGALATINOAMERICANA
  • 3. Historia de la Dermatologa Latinoamericana, bajo la direccin de Ricardo Galimberti, Adrin Martn Pierini y Andrea Bettina Cervini.Este libro ha sido realizado por iniciativa del Comit Organizador del XXI Congreso Mundial de Dermatologa, Buenos Aires, 2007.Redactado por 73 autores que representan a la comunidad dermatolgica de Amrica Latina, constituye el regalo oficial del XXI Congreso Mundial de Dermatologa, realizado en Buenos Aires del 1 al 5 de octubre de 2007. La Historia de la Dermatologa Latinoamericana se publica gracias a un fondo educativo irrestricto de Laboratorios Pierre Fabre Dermo-Cosmtique.Coordinacin editorial: Andrea Bettina CerviniRevisin de contenidos: Andrea Bettina Cervini, Amelia Laterza y Adrin Martn PieriniEdicin tcnica: Margarita PieriniDiseo de interiores: Petits Papiers, en Toulouse (Francia)Composicin tipogrfica, armado y correccin: Rafael CentenoDiseo de portada: Mariana Nemitz 2007, ditions Privat 10, rue des Arts BP 38028 31080 Toulouse Cedex 6ISBN: 978-2-7089-5864-7Depsito legal: abril 2007En tapa: Estatuillas prehispnicas con lesiones de la piel
  • 4. Bajo la direccin de RICARDO GALIMBERTI , ADRIN MARTN PIERINI , ANDREA BETTINA CERVINI HISTORIA DE LA DERMATOLOGALATINOAMERICANA LABORATOIRES PIERRE FABRE
  • 5. AUTORES DEL LIBRO HISTORIA DE LA DERMATOLOGA LATINOAMERICANA QUE ASISTIERON AL CCTEL REALIZADO EL DA 17 DE NOVIEMBRE DE 2005EN CARTAGENA, COLOMBIA, EN EL MARCO DEL XIV CONGRESO IBERO-LATINOAMERICANO DE DERMATOLOGA (CILAD)Alfredo Abreu Daniel (Cuba); Gilberto Adame Miranda (Mxico); Danielle Alencar-Ponte (Colombia); Claudio Arias Argudo (Ecuador);Ma. Isabel Arias Gmez (Mxico); Eduardo Baos (El Salvador); Antonio Barrera Arenales (Colombia); Zuo Burstein Alva (Per); AndreaBettina Cervini (Argentina); Mauricio Coello Uriguen (Ecuador); Paulo R. Cunha (Brasil); Luis Flores-Cevallos (Per); Elbio Flores-Cevallos (Per); Ricardo Galimberti (Argentina); Pedro Garca Zubillaga (Argentina); Jaime Gil Jaramillo (Colombia); Flavio GmezVargas (Colombia); Rubn Guarda Tatn (Chile); Enrique Hernndez Prez (El Salvador); Alfredo Lander Marcano (Venezuela); FranklinMadero Izaguirre (Ecuador); Fernando Magill (Per); Graciela Manzur (Argentina); Aldo Edgar Martnez Campos (Nicaragua); Jos A.Mssimo (Argentina); Jairo Mesa Cock (Colombia); Martha Minio (Repblica Dominicana); Isaac Neira Cuadra (Nicaragua); LenNeumann Scheffer (Mxico); Yolanda Ortiz (Mxico); Adrin Martn Pierini (Argentina); Jaime Piquero Martn (Venezuela); LeanaQuintanilla (El Salvador); Roberto Rampoldi (Uruguay); Antonio Rondn Lugo (Venezuela); Amado Sal (Mxico); Eduardo Silva-Lizama(Guatemala); Csar Ivn Varela Hernndez (Colombia); Mirta Vzquez (Argentina); Alberto Woscoff (Argentina)
  • 6. LISTA DE AUTORESABREU DANIEL, ALFREDO (Cuba). Profesor Consultante. Presidente de la Sociedad Cubana de Dermatologa. Jefe del Grupo Nacional de Dermatologa del Ministerio de Salud Pblica de Cuba.ADAME MIRANDA, GILBERTO (Mxico). Dermatlogo. Prctica Privada. Presidente de la Academia Mexicana de Dermatologa (2006-2007).ALENCAR-PONTE, DANIELLE (Colombia). Especialista en Dermatologa y Clnica Mdica. Diplomada en Programacin Neurolingstica. Dermatloga. Servicio Mdico de la Universidad del Valle.ALMODVAR, PABLO I. (Puerto Rico). Catedrtico Asociado; Departamento de Dermatologa de la Escuela de Medicina, Universidad de Puerto Rico.AMOR GARCA, FRANCISCO (Uruguay). Jefe del Servicio de Dermatologa. Ministerio de Salud Pblica. Montevideo.ARENAS, ROBERTO (Mxico). Presidente del Colegio Ibero-Latinoamericano de Dermatologa (2003-2007).ARIAS ARGUDO, CLAUDIO (Ecuador). Presidente de la Academia Ecuatoriana de Medicina. Ex Profesor de las Ctedras de Medicina Interna y Dermatologa de la Universidad de Cuenca y de la Universidad Catlica.ARIAS GMEZ, MA. ISABEL (Mxico). Dermatloga. Prctica Privada.BAOS, JULIO EDUARDO (El Salvador). Presidente de la Asociacin Dermatolgica de El Salvador.BARRERA ARENALES, ANTONIO (Colombia). Presidente de la Asociacin Colombiana de Dermatologa y Ciruga Dermatolgica. Ex Presidente de la Asociacin Colombiana de Dermatologa Peditrica. Ex Presidente de la Asociacin Colombiana de Dermatopatologa.BORES, AMALIA M. (Argentina). Mdica Dermatloga. Docente Pedaggica en Ciencias de la Salud y Carrera Docente. Orientacin Dermatologa e Historia de la Medicina.BORES, INS A. (Argentina). Mdica Dermatloga. Docente Pedaggica en Ciencias de la Salud y Carrera Docente; Orientacin Dermatologa e Historia de la Medicina.BURSTEIN, ZUO (Per). Profesor Emrito de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (Dermatologa y Medicina Tropical). Acadmico de Nmero de la Academia Nacional de Medicina, Per. Investigador Permanente del Instituto de Medicina Tropical Daniel A. Carrin, UNMSM (Dermatologa Sanitaria).CCERES, HCTOR (Per). Mdico Dermatlogo Pediatra. Instituto de Salud del Nio, Lima. Profesor de Dermatologa. Universidad Peruana Cayetano Heredia. Presidente de la Sociedad Latinoamericana de Dermatologa Peditrica.CAMPOS MACAS, PABLO (Mxico). Departamento de Dermatologa, Hospital Aranda de la Parra, Len, Gto. Facultad de Medicina, Universidad de Guanajuato.CRDENAS UZQUIANO, FERNANDO (Bolivia) (). Profesor Emrito, Universidad Mayor de San Andrs. 7
  • 7. LISTA DE AUTORES CERVINI, ANDREA BETTINA (Argentina). Mdica Dermatloga. Mdica Asistente del Servicio de Dermatologa del Hospital de Pediatra Prof. Dr. Juan P. Garrahan, Buenos Aires. Docente adscripta orientacin Dermatologa de la Universidad de Buenos Aires. COELLO URIGUEN, MAURICIO (Ecuador). Mdico Dermatlogo. Sociedad Ecuatoriana de Dermatologa Ncleo del Azuay. CORREA, JULIO (Paraguay). Mdico Dermatlogo. Miembro activo de la Sociedad Paraguaya de Dermatologa. CUNHA, PAULO R. (Brasil). Profesor Autnomo de la Facultad de Medicina de la Universidad de So Paulo. Profesor Titular de Dermatologa de la Facultad de Medicina de Jundia. Posdoctorado en The New York University. DE LEN G., SUZZETTE (Guatemala). Jefe de la Unidad de Docencia Instituto de Dermatologa y Ciruga de Piel. DAZ ALMEIDA, JOS G. (Cuba). Profesor de Mrito. Doctor en Ciencias Mdicas. Jefe de la Ctedra de Dermatologa de la Facultad de Ciencias Mdicas General Calixto Garca. DIEZ DE MEDINA, JUAN CARLOS (Bolivia). Jefe de enseanza e investigacin de la Fundacin Piel, Bolivia. FAIZAL GEAGEA, MICHEL (Colombia). Coordinador, Unidad de Dermatologa, Universidad Nacional de Colombia. Profesor Asociado, Unidad de Dermatologa, Universidad Nacional de Colombia. Director del Departamento de Medicina Interna de la Universidad Nacional de Colombia. FALABELLA, RAFAEL (Colombia). Profesor Emrito. Jefe del Servicio de Dermatologa, Universidad del Valle, Cali. FLORES-CEVALLOS, ELBIO (Per). Profesor de Ciruga Humana de Cabeza y Cuello, Facultad de Medicina de San Fernando, Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima. Fundador y Ex Jefe del Servicio Docente y Asistencial de Ciruga de Cabeza y Cuello del Hospital General Nacional Dos de Mayo, Lima. FLORES-CEVALLOS, LUIS (Per). Profesor de Dermatologa, Facultad de Medicina de San Fernando, Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima. Fundador del Servicio Asistencial y Docente de Dermatologa del Hospital Edgardo Rebagliati Martins y Ex Director. GALIMBERTI, RICARDO (Argentina). Jefe del Servicio de Dermatologa del Hospital Italiano de Buenos Aires. Profesor Regular Adjunto de la Universidad Nacional de Buenos Aires. Profesor Adjunto de la Escuela de Medicina del Hospital Italiano de Buenos Aires. GARCA ZUBILLAGA, PEDRO (Argentina). Pediatra-Dermatlogo Universitario. Docente Adscripto a Dermatologa, Facultad de Medicina UBA. Dermatlogo Pediatra del Hospital de Nios Ricardo Gutirrez. GIL JARAMILLO, JAIME (Colombia). Profesor del Servicio de Dermatologa, Universidad Libre de Cali. Dermatlogo. Instituto de Seguros Sociales de Cali. GMEZ VARGAS, FLAVIO (Colombia). Ex Presidente de la Asociacin Colombiana de Dermatologa y Ciruga Dermatolgica. Ex Profesor Titular, Servicio de Dermatologa, Universidad de Antioquia. GONZLEZ ROJAS, Carlos Horacio (Colombia). Ex Presidente de la Asociacin Colombiana de Dermatologa y Ciruga Dermatolgica. Ex Presidente de la Asociacin Colombiana de Dermatologa Peditrica. Ex Presidente del Colegio Iberoamericano de Criociruga. GREENBERG CORDERO, PETER A. (Guatemala). Director Mdico del Instituto de Dermatologa y Ciruga de Piel. Miembro de la Academia Guatemalteca de Dermatologa. GUARDA TATN, RUBN (Chile). Ex-Presidente de la Sociedad Chilena de Dermatologa y Venereologa (1986-1990). Ex-Profesor Asociado de Dermatologa de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile. GUTIRREZ ALDANA, GUILLERMO (Colombia). Ex Jefe, ex Profesor Titular y Profesor Emrito del Servicio de Dermatologa de la Universidad Nacional de Colombia. Ex Presidente de la Asociacin Colombiana de Dermatologa y Ciruga Dermatolgica.8
  • 8. Historia de la Dermatologa latinoamericanaHALPERT, EVELYNE (Colombia). Jefe de la Seccin de Dermatologa Peditrica de la Fundacin Santa Fe de Bogot. Mdica Dermatloga de la Universidad de Antioquia y Dermatloga Infantil del Instituto Nacional de Pediatra DIF de Mxico.HERNNDEZ PREZ, ENRIQUE (El Salvador). Director del Centro de Dermatologa y Ciruga Cosmtica de San Salvador. Presidente de la Mesoamerican Academy of Cosmetic Surgery y Miembro del Grupo de Actualidades Teraputicas Dermatolgicas.ISA ISA, RAFAEL (Repblica Dominicana). Mdico dermatlogo, epidemilogo y miclogo. Director General del IDCPDHBD. Vicepresidente del CILAD.LANDER MARCANO, ALFREDO (Venezuela). Presidente de la Sociedad Venezolana de Dermatologa y Ciruga Dermatolgica.MADERO IZAGUIRRE, FRANKLIN (Ecuador). Mdico Dermatlogo. Profesor del Posgrado de Dermatologa Universidad de Guayaquil. Jefe del Servicio de Dermatologa Peditrica Hospital del Nio Dr. Francisco de Ycaza Bustamante. Dermatlogo Pediatra del Hospital de Nios Dr. Roberto Gilbert E.MADERO IZAGUIRRE, MAURO (Ecuador). Profesor Principal de Historia de la Medicina, Inmunologa Bsica e Inmunologa Clnica, Universidad Catlica de Santiago de Guayaquil. Profesor de Posgrado de Dermatologa, Universidad de Guayaquil. Jefe del Servicio de Alergia del Hospital Dr. Teodoro Maldonado Carbo, IESS, Guayaquil.MAGILL, FERNANDO (Per). Presidente del RADLA 2004.MANZUR, GRACIELA (Argentina). Pediatra-Neonatloga. Dermatloga Universitaria. Dermatloga Pediatra del Hospital de Nios Ricardo Gutirrez.MARTNEZ CAMPOS, ALDO EDGAR (Nicaragua). Mdico Dermatlogo. Profesor Titular de la Ctedra de Dermatologa, Facultad de Medicina, Universidad Americana.MSSIMO, JOS ANTONIO (Argentina). Doctor en Medicina. Pediatra-Dermatlogo Universitario. Director de la Carrera de Dermatologa Peditrica de la Facultad de Medicina UBA. Jefe del Servicio de Dermatologa del Hospital de Nios Ricardo Gutirrez.MESA COCK, JAIRO (Colombia). Ex Jefe del Servicio y Profesor Titular de Dermatologa. Servicio de Dermatologa de la Universidad de Caldas. Director de la Pgina Web de la Asociacin Colombiana de Dermatologa y Ciruga Dermatolgica.MINIO, MARTHA (Repblica Dominicana). Mdica Patloga, Dermatloga y Dermatopatloga. Editora de la Revista Dominicana de Dermatologa y en el IDCP / DHBD.MONTENEGRO LPEZ, GALO (Ecuador). Mdico Dermatlogo. Servicio de Dermatologa, Hospital Carlos Andrade Marn, Quito.NEIRA CUADRA, JORGE ISAAC (Nicaragua). Mdico Dermatlogo. Profesor Auxiliar de la Ctedra de Dermatologa, Facultad de Medicina, Universidad Americana. Profesor Auxiliar de la Ctedra de Posgrado de Dermatologa, Facultad de Medicina, Universidad Nacional Autnoma de Nicaragua, Managua.NEUMANN SCHEFFER, LEN (Mxico). Ex Presidente Sociedad Mexicana de Ciruga Dermatolgica y Oncolgica.ORTIZ, YOLANDA (Mxico). Profesora de Dermatologa IPN. Jefa del Servicio del Hospital Jurez de Mxico.PIERINI, ADRIN MARTN (Argentina). Jefe del Servicio de Dermatologa del Hospital de Pediatra Prof. Dr. Juan P. Garrahan. Profesor Adjunto de Dermatologa, Facultad de Medicina, Universidad de Buenos Aires.PIERINI, LUIS DAVID (Argentina). Ex Jefe de los Servicios de Neurologa de los Hospitales Torcuato de Alvear e Ignacio Pirovano, Buenos Aires. Ex Docente de Neurologa de la Universidad de Buenos Aires. Ex Miembro Titular del Tribunal de Honor del Colegio Argentino de Neurlogos Clnicos.PIQUERO MARTN, JAIME (Venezuela). Jefe del Servicio de Dermatologa del Hospital Vargas de Caracas. Instituto de Biomedicina.QUINTANILLA SNCHEZ, LEANA (El Salvador). Secretaria de la Asociacin Dermatolgica de El Salvador. 9
  • 9. LISTA DE AUTORES QUINES, CSAR (Puerto Rico). Catedrtico Asociado Ad Honorem, Departamento de Dermatologa de la Escuela de Medicina Universidad de Puerto Rico. RAMPOLDI BESTARD, ROBERTO (Uruguay). Mdico Dermatlogo. REYES FLORES, OSCAR (Venezuela). Miembro Honorario de la Sociedad Venezolana de Dermatologa y Ciruga Dermatolgica. RONDN LUGO, ANTONIO (Venezuela). Jefe de Ctedra de Dermatologa de la Escuela de Medicina Jos M. Vargas, UCV. RUIZ MALDONADO, RAMN (Mxico). Profesor Titular de Dermatologa y Dermatologa Peditrica, Universidad Nacional Autnoma de Mxico. Investigador Nacional nivel III del Sistema Nacional de Investigadores. Investigador en Ciencias Mdicas F de los Institutos Nacionales de Salud. SAL, AMADO (Mxico). Profesor de Dermatologa UNAM e IPN. Consultor Tcnico del Servicio Dermatologa del Hospital General de Mxico. SILVA-LIZAMA, EDUARDO (Guatemala). Jefe de la Unidad de Dermatologa, Centro Mdico Militar, Guatemala. Coordinador de la Ctedra de Dermatologa, Facultad de Medicina, Universidad Mariano Glvez. Miembro de la Asociacin Guatemalteca de Dermatologa, de la Sociedad Centroamericana de Dermatologa, CILAD, de la Internacional Society of Dermatology y de la American Academy of Dermatology. TRUJILLO REINA, BENJAMN (Venezuela). Vicepresidente de la Sociedad Venezolana de Dermatologa y Ciruga Dermatolgica. URQUIZU DVILA, PABLO HUMBERTO (Guatemala). Jefe de la Unidad de Dermatologa, Departamento de Medicina Interna, Hospital Roosevelt. Ex Presidente de la Asociacin Guatemalteca de Dermatologa. Miembro de la Sociedad Centroamericana de Dermatologa, del Colegio Ibero Latinoamericano de Dermatologa y de la American Academy of Dermatology. VALDIVIA BLONDET, LUIS (Per). Profesor Principal de Dermatologa de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. VALLE, LIDIA E. (Argentina). Dermatloga Universitaria. Docente Adscripta en Dermatologa, UBA. Profesora Universitaria en Medicina, UCS. VARELA HERNNDEZ, CSAR IVN (Colombia). Profesor Ad Honorem Servicio de Dermatologa, Departamento de Medicina Interna, Universidad del Valle. Presidente-Fundador de la Asociacin de Historia de la Dermatologa Colombiana. Ex Presidente de la Asociacin Colombiana de Dermatologa y Ciruga Dermatolgica, Captulo Valle del Cauca. VARGAS MONTIEL, HERNN (Venezuela). Jefe del Servicio de Dermatologa del Hospital de Maracaibo. VZQUEZ, MIRTA (Argentina). Mdica Pediatra del Servicio de Pediatra del Hospital Pirovano, Buenos Aires. VELSQUEZ BERRUECOS, JUAN PEDRO (Colombia). Ex Presidente de la Asociacin Colombiana de Dermatologa y Ciruga Dermatolgica. Ex Jefe del Servicio de Dermatologa de la Universidad de Antioquia. Ex Profesor Titular del Servicio de Dermatologa de la Universidad de Antioquia. VIGLIOGLIA, PABLO A. (Argentina). Profesor Emrito, Universidad de Buenos Aires. VIGNALE, RAL (Uruguay). Profesor Emrito de la Ctedra de Dermatologa de la Facultad de Medicina. Jefe del Servicio de Dermatologa, Ministerio de Salud Pblica. WOSCOFF, ALBERTO (Argentina). Profesor Consulto Titular, Universidad de Buenos Aires.
  • 10. NDICEPRLOGO: EL INICIO DE UN CAMINO (RICARDO GALIMBERTI, ADRIN MARTN PIERINI,ANDREA BETTINA CERVINI) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .17HISTORIA DE LA DERMATOLOGA EN LAS CULTURAS INDGENAS ARGENTINAS(LUIS DAVID PIERINI) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .19Introduccin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .19Los grupos indgenas: botnica mdica, geografa mdica, patologas . . . . . . . . . . . .20Los grupos brasilio-guaranes y Chaco Litoral . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .20Grupos del Noroeste . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .26El grupo andino y de las Sierras Centrales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .27Pampas, querandes y puelches . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .28Patagones o tehuelches . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .28Extremo sur magallnico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .29Eplogo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .29Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .30Referencias bibliogrficas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .30HISTORIA DE LA DERMATOLOGA ARGENTINA (PABLO A. VIGLIOGLIA, ALBERTOWOSCOFF) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .31La poca colonial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .31Los albores de la Dermatologa argentina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .31La poca de Balia y Greco . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .32La poca de Pierini y Quiroga . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .33La era actual . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .35La federalizacin de la Dermatologa argentina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .38La actividad internacional . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .41Las distintas subespecialidades . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .43Revistas de la especialidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .45Libros de la especialidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .45Referencias bibliogrficas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .47DERMATOLOGA: ARTE Y CULTURA (AMALIA M. BORES, INS A. BORES, LIDIA E. VALLE) 49La Dermatologa en la literatura . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .49La medicina popular. Los curanderos y la magia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .50Los moldes de cera. La fotografa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .53Referencias bibliogrficas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .54 11
  • 11. NDICE HISTORIA DE LA ASOCIACIN ARGENTINA DE DERMATOLOGA PEDITRICA (JOS ANTONIO MSSIMO, PEDRO GARCA ZUBILLAGA, GRACIELA MANZUR, MIRTA VZQUEZ) . . . .55 Un poco de nuestra historia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .55 RESEA HISTRICA DE LA SOCIEDAD BOLIVIANA DE DERMATOLOGA (FERNANDO CRDENAS UZQUIANO, JUAN CARLOS DIEZ DE MEDINA) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .63 Antes de su fundacin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .63 Desde la fundacin hasta fines de 1985 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .64 Desde 1986 hasta la fecha . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .66 LA DERMATOLOGA Y LOS DERMATLOGOS EN EL BRASIL (PAULO R. CUNHA) . . . . .69 El Brasil y la Dermatologa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .69 Primera etapa: las bendiciones de los pays . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .69 La etapa pre-cientfica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .69 La etapa cientfica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .74 Personalidades histricas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .77 La Dermatologa en los estados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .84 La Sociedad Brasilea de Dermatologa (SBD) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .85 La historia de la RADLA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .108 Algunas enfermedades y sus tratamientos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .108 Los desafos de la Dermatologa en el nuevo milenio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .110 Referencias bibliogrficas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .111 HISTORIA DE LA DERMATOLOGA EN COLOMBIA (CSAR IVN VARELA HERNNDEZ) (COLABORADORES: DANIELLE ALENCAR-PONTE, ANTONIO BARRERA ARENALES, MICHEL FAIZAL GEAGEA, JAIME GIL JARAMILLO, FLAVIO GMEZ VARGAS, CARLOS HORACIO GONZLEZ ROJAS, GUILLERMO GUTIRREZ ALDANA, JAIRO MESA COCK, JUAN PEDRO VELSQUEZ BERRUECOS) . . . .113 La Dermatologa precolombina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .113 La Dermatologa desde el descubrimiento de Amrica hasta la Colonia. La influencia de la Conquista y las nuevas enfermedades . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .117 La Dermatologa desde la Colonia hasta la actualidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .118 Historia de la investigacin, la infectologa y las subespecialidades . . . . . . . . . . . . .126 Instituciones dermatolgicas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .133 Publicaciones cientficas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .137 Actividades cientficas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .139 La enseanza de la especialidad: escuelas-servicios de Dermatologa . . . . . . . . . . .139 Dermatologa, arte y cultura . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .144 Referencias bibliogrficas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .149 RESEA HISTRICA DE LA DERMATOLOGA EN CUBA (JOS G. DAZ ALMEIDA, ALFREDO ABREU DANIEL) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .153 Perodo Colonial (1509-1902) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .153 Perodo de la Repblica Liberal Burguesa (1902-1958) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .154 Perodo de la Revolucin Socialista (desde 1959) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .158 Referencias bibliogrficas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .163 BOSQUEJO HISTRICO DE LA DERMATOLOGA CHILENA (RUBN GUARDA TATN) . .165 La Dermatologa como especialidad en Chile . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .165 La enseanza de la Dermatologa en Chile . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .170 Reseas de algunas disciplinas dermatolgicas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .177 Historia de la Sociedad Chilena de Dermatologa y Venereologa . . . . . . . . . . . . . . .181 Publicaciones dermatolgicas en Chile . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .18512
  • 12. Historia de la Dermatologa latinoamericanaReuniones cientficas nacionales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .185La Dermatologa chilena en el concierto internacional . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .187Referencias bibliogrficas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .189HISTORIA DE LA DERMATOLOGA ECUATORIANA (MAURO MADERO IZAGUIRRE,FRANKLIN MADERO IZAGUIRRE, GALO MONTENEGRO LPEZ, MAURICIO COELLO URIGUEN,CLAUDIO ARIAS ARGUDO) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .191I. La Dermatologa en la regin costa o litoral . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .191 Aspectos histricos: poca prehispnica. La Conquista. poca colonial. La Inde- pendencia (1820-1830). poca Republicana (1830-1900). Primera mitad del siglo XX (1900-1950). La Dermatologa como especialidad (1950-2005). Fundacin de la Sociedad Ecuatoriana de Dermatologa. La Dermatologa ecuatoriana en el presente. Grandes dermatlogos ecuatorianos. Referencias bibliogrficasII. La Dermatologa en Quito . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .203III. La Dermatologa en el Azuay . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .206 La Dermatologa en la poca prehispnica. La Dermatologa en la poca hispnica y pre-republicana. La Dermatologa en la poca republicana. Fundacin oficial de la Universidad de Cuenca. Resea histrica de la Socie- dad Ecuatoriana de Dermatologa-Ncleo del Azuay. Referencias bibliogrficasLA DERMATOLOGA EN EL SALVADOR (JULIO EDUARDO BAOS, ENRIQUE HERNNDEZPREZ, LEANA QUINTANILLA SNCHEZ) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .221HISTORIA DE LA DERMATOLOGA EN GUATEMALA (EDUARDO SILVA-LIZAMA, PABLOHUMBERTO URQUIZU DVILA, PETER GREENBERG CORDERO, SUZETTE DE LEN G.) . . . . . . . . .227La Dermatologa precolombina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .227La Dermatologa durante la Conquista . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .235La Dermatologa desde la Colonia hasta la actualidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .236Sociedades dermatolgicas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .243Enseanza de la Dermatologa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .244Instituto de Dermatologa y Ciruga de Piel (INDERMA) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .247La Dermatologa en la literatura. La Dermatologa popular, los curanderos, la magia . .249Referencias bibliogrficas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .259HISTORIA DE LA DERMATOLOGA EN MXICO (GILBERTO ADAME MIRANDA, MARIA ISABELARIAS GMEZ, ROBERTO ARENAS, PABLO CAMPOS MACAS, LEN NEUMANN SCHEFFER, YOLANDAORTIZ, RAMN RUIZ MALDONADO, AMADO SAL) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .261poca prehispnica o precolombina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .261poca colonial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .264poca independiente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .267poca contempornea . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .268Conclusin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .270Referencias bibliogrficas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .271HISTORIA DE LA DERMATOLOGA PEDITRICA EN MXICO(RAMN RUIZ MALDONADO) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .273HISTORIA DE LA DERMATOLOGA NICARAGENSE (ALDO EDGAR MARTNEZ CAMPOS,JORGE ISAAC NEIRA CUADRA) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .277Desarrollo de la especialidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .277Personalidades destacadas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .279La Asociacin Nicaragense de Dermatologa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .283 13
  • 13. NDICE El Centro Nacional de Dermatologa Dr. Francisco Gmez Urcuyo . . . . . . . . . . . . . . .283 La actividad docente dermatolgica en Nicaragua . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .284 Referencias bibliogrficas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .286 APUNTES SOBRE LA HISTORIA DE LA DERMATOLOGA EN PARAGUAY (JULIO CORREA) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .289 A manera de prlogo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .289 La poblacin de Amrica. El hombre americano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .290 El territorio del Paraguay. Descubrimiento. Colonia. Independencia. Guerra de la Triple Alianza (1865-1870) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .292 Los guaranes: la medicina emprica y su aplicacin a las enfermedades generales y de la piel . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .294 Aspectos histricos de la medicina en el Paraguay. Relacin con la Dermatologa . .301 Resea histrica de la Sociedad Paraguaya de Dermatologa . . . . . . . . . . . . . . . . . .303 Referencias bibliogrficas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .305 HISTORIA DE LA DERMATOLOGA EN EL PER (ELBIO FLORES-CEVALLOS, LUIS FLORES-CEVALLOS, ZUO BURSTEIN) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .307 Introduccin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .307 Primera parte . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .308 La Dermatologa en la poca precolombina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .308 La Dermatologa en la poca de la Conquista y del Virreinato . . . . . . . . . . . . . . .313 La Dermatologa durante los cien primeros aos de la Repblica . . . . . . . . . . . .316 Segunda parte . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .317 Historia de las instituciones dermatolgicas en el Per . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .317 Historia de las publicaciones cientficas dermatolgicas en el Per . . . . . . . . . . .320 Algunos precursores de la Dermatologa en el Per . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .321 Historia de la enseanza de la Dermatologa en el Per . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .323 La Escuela Dermatolgica del Prof. Aizic Cotlear en el Hospital Dos de Mayo . . .335 Referencias bibliogrficas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .337 Tercera parte . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .337 Historia de la formalizacin legal de la especialidad en el Per . . . . . . . . . . . . .337 El primer programa universitario de especializacin dermatolgica en el Per . .340 Aspectos histricos de los institutos de Medicina Tropical y de la investigacin cientfica dermatolgica en el Per . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .344 Breve historia de algunas enfermedades: la leishmaniasis tegumentaria en el Per; la enfermedad de Carrin (verruga peruana); la lepra y su control en el Per . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .346 Legislacin peruana para el control de las ETS. Historia de las disposiciones legales vigentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .359 Referencias bibliogrficas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .362 APUNTES SOBRE LA HISTORIA DE LA DERMATOLOGA PERUANA (LUIS VALDIVIA BLONDET) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .365 poca precolombina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .365 Conquista, Virreinato y primeros aos de la Repblica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .366 La educacin dermatolgica en la Repblica desde 1856 hasta nuestros das . . . . .367 Las Sociedades Cientficas de la especialidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .372 Referencias bibliogrficas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .377 HISTORIA DE LA DERMATOLOGA EN PUERTO RICO (CSAR QUIONES, PABLO I. ALMODVAR) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .37914
  • 14. Historia de la Dermatologa latinoamericanaLa medicina precolombina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .379De la llegada de Coln al cambio de soberana . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .380La Dermatologa acadmica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .381La investigacin cientfica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .383La lepra en Puerto Rico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .383Asociaciones de dermatlogos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .384Comunicacin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .384HISTORIA DE LA DERMATOLOGA EN REPBLICA DOMINICANA (MARTHA MINIO,RAFAEL ISA ISA) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .385La Dermatologa precolombina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .385La Dermatologa de la Colonia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .386La Dermatologa en tiempos de la Repblica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .387La Dermatologa en el siglo XX . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .388Desarrollo de las subespecialidades de la Dermatologa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .390Publicaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .391La enseanza de la Dermatologa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .392Finalizando el siglo XX y entrando al siglo XXI . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .393Dermatologa y arte . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .394Dermatologa y magia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .394Referencias bibliogrficas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .394LOS INDGENAS DEL URUGUAY Y SU RELACIN CON LA DERMATOLOGA(ROBERTO RAMPOLDI BESTARD) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .397Introduccin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .397Los viajes al Paranaguaz (Ro de la Plata) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .400El Uruguay indgena . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .401Prcticas curativas generales y dermatolgicas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .403Referencias bibliogrficas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .408HISTORIA DE LA DERMATOLOGA EN EL URUGUAY (RAL VIGNALE)(COLABORADOR: FRANCISCO AMOR GARCA) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .411Prlogo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .411La primera asistencia hospitalaria en la ciudad de Montevideo . . . . . . . . . . . . . . . .412Semblanzas de las figuras ms relevantes de la Dermatologa del Uruguay,siglos XIX y XX . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .413Hospitales con Servicios de Dermatologa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .417 Hospitales dependientes del Ministerio de Salud Pblica con policlnicas dermatolgicas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .417 Hospitales no dependientes del Ministerio de Salud Pblica ni de la Facultad de Medicina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .419Historia de las publicaciones dermatolgicas de los siglos XIX y XX . . . . . . . . . . . . .420Congresos, simposios y jornadas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .422La Sociedad de Dermatologa del Uruguay . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .423Historia y evolucin de la lucha contra las enfermedades de transmisin sexualen el Uruguay . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .424Referencias bibliogrficas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .426HISTORIA DE LA DERMATOLOGA EN VENEZUELA (ALFREDO LANDER MARCANO, JAIMEPIQUERO-MARTN, ANTONIO RONDN LUGO, OSCAR REYES FLORES, BENJAMN TRUJILLO REINA,HERNN VARGAS MONTIEL) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .427Primera etapa: desde los indgenas hasta 1904. Concepcin . . . . . . . . . . . . . . . . . . .427 15
  • 15. NDICE Segunda etapa: 1905 a 1946. Nacimiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .430 Tercera etapa: desde 1946 hasta el presente. Desarrollo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .433 Subespecialidades . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .434 Historia de la Sociedad Venezolana de Dermatologa y Ciruga Dermatolgica . . . .435 Historia de la Dermatologa en la provincia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .438 Referencias bibliogrficas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .440 EL COLEGIO IBERO-LATINOAMERICANO DE DERMATOLOGA (CILAD) (ROBERTO ARENAS) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .441 REUNIN ANUAL DE DERMATLOGOS LATINOAMERICANOS (RADLA) (FERNANDO MAGILL) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .445 DESARROLLO DE LA DERMATOLOGA PEDITRICA EN AMRICA LATINA (EVELYNE HALPERT, RAMN RUIZ MALDONADO, HCTOR CCERES) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .449 EL FUTURO DE LA DERMATOLOGA EN LATINOAMRICA (RAFAEL FALABELLA) . . . .451 EPLOGO (LOS EDITORES) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .457 NDICE DE NOMBRES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .459
  • 16. PRLOGO EL INICIO DE UN CAMINO RICARDO GALIMBERTI , ADRIN MARTN PIERINI , ANDREA BETTINA CERVINIR egresamos en julio de 2002 de Pars y en las valijas, en nuestras mentes y corazo-nes traamos no slo el recuerdo de lo aprendido en el Congreso, sino la enorme alegray responsabilidad de ser los encargados de organizar el XXI Congreso Mundial de Der-matologa en Buenos Aires. Por primera vez, un pas de Sudamrica iba a ser el anfitrin del evento ms impor-tante de la Dermatologa Mundial. El sueo de nuestros maestros se haca realidad. Para este logro habamos contado con todo el apoyo de las Sociedades Dermatolgi-cas de Latinoamrica, que contina y se acrecienta cada da. La esplndida Historia de la Dermatologa Francesa nos impact y ah vislumbramosel inicio de un camino. Desde el primer momento, Pierre Fabre Dermo Cosmtique apoy la realizacin deeste libro que hoy presentamos: Historia de la Dermatologa Latinoamericana. Esta obra no hubiera sido posible sin el compromiso de las Sociedades Dermatolgi-cas de Latinoamrica, y es nuestro deber destacar, por lo invalorable, el entusiasmo y larapidez con que respondieron todos los coautores, quienes sin ninguna duda no slo fa-cilitaron nuestro trabajo sino que aumentaron nuestra responsabilidad ante semejanteparticipacin. Y si hablamos del inicio de un camino es porque creemos que esta Historia de la Der-matologa Latinoamericana es, en cuanto demuestra un espritu de colaboracin sinmezquindades ni prejuicios, el acto inaugural para el ms preciado de nuestros objeti-vos en tanto que dermatlogos de este continente: la unin de la Dermatologa Latinoa-mericana, respetando nuestras diferencias que, en lugar de alejarnos, nos asombran ynos unen, para aprender los unos de los otros. Contamos con dos hechos favorecedores para esta unin: 1. Nuestra pasin por la Dermatologa, por el estudio y el cuidado del rgano de ex-presin por excelencia, no solamente de los sucesos de nuestro organismo, sino y en es-pecial de nuestra calidad de vida. 2. Nuestros orgenes comunes, ya que todos compartimos las races latinas, lo quenos facilita la comprensin de nuestros problemas, nuestras investigaciones, nuestrosobjetivos. Amrica Latina tiene una historia muy rica desde la poca precolombina, en las cul-turas indgenas cuyas trazas an perduran en las costumbres de nuestros pueblos. 17
  • 17. RICARDO GALIMBERTI , ADRIN MARTN PIERINI , ANDREA BETTINA CERVINI La colonizacin trajo la modernidad, no siempre favorecedora del bienestar del hombre, pero a la postre enriquecedora de la salud de nuestras poblaciones. La casi totalidad de las Sociedades Latinoamericanas de Dermatologa se expresan en esta Historia, mediante el recuerdo de sus races, sus investigadores y maestros, en un esfuerzo que ser valorado por las generaciones futuras. Vivimos este libro como el inicio del camino de la unidad latinoamericana. No perdamos el rumbo. Unamos esfuerzos para profundizar el conocimiento de nuestras patologas regionales. Unamos esfuerzos para realizar investigaciones en conjunto. Unamos voluntades para realizar actividades cientficas compartidas que estimulen la participacin de todos y que hagan ms eficaz el costo de realizacin. Unamos capacidades en pos de objetivos que mejoren la salud de nuestra poblacin y que lleven a optimizar integralmente su calidad de vida. Gracias a todos los colaboradores directos e indirectos y gracias a Laboratorios Pierre Fabre Dermo Cosmtique, y en especial al Sr. Jacques Fabre, a la Sra. Colette Arrighi y al Sr. Philippe Constant, por su sensibilidad y generosidad para apoyar este proyecto de la Dermatologa latinoamericana.
  • 18. HISTORIA DE LA DERMATOLOGA EN LAS CULTURAS INDGENAS ARGENTINAS LUIS DAVID PIERINI A la memoria de mi padre, Luis E. Pierini, quien se alegr de que mi especialidad estuviera relacionada con el ectodermo. Introduccin Los imperios del futuro se construirn sobre el conocimiento. Albert Einstein El libro es el ms sorprendente entre los mltiples instrumentos del hombre. Los otros son extensiones de su cuerpo. El microscopio, el telescopio, son ex- tensiones de su vista, el telfono, una extensin de su voz; pero el libro es otra cosa; el libro es una extensin de la memoria y de la imaginacin. Es una de las posibilidades de felicidad que tenemos los hombres. Jorge Luis BorgesL a Dermatologa argentina comienza a surgir cuando arriban los conquistadores his-pnicos. Ellos contagian sus males, aportan esclavos enfermos y a su vez, desarrollan en-fermedades cutneas endmicas. La medicina aborigen, con sus luces y sombras, cubri las necesidades de importan-tes grupos poblacionales. Con magia, religin y empirismo, ellos crearon sistemas asis-tenciales que mejoraron enfermedades y epidemias crnicas. Los espaoles expresaron su admiracin por ciertas tcnicas y modalidades de los in-dgenas, aprovechando muchas veces las propiedades teraputicas de especies vegetalesvaliosas que luego enviaron a Espaa. En este aspecto, es reconocida la labor desempe-ada por Nicols Monardes con su clasificacin de plantas de uso farmacolgico, utiliza-das con gran xito en Europa luego de la empresa colnica. Se considera a Nicols V. Greco y a Marcial Ignacio Quiroga como los primeros historia-dores de la Dermatologa argentina. Ambos impulsaron el conocimiento de la especialidad,sus caractersticas docentes y sus cultores, as como el estudio de la lepra en nuestro pas. 19
  • 19. LUIS DAVID PIERINI Nicols V. Greco, en su universal anlisis crtico de 1944, refiere los avatares de la Dermatologa en nuestro pas, que se inicia cuando Baldomero Sommer presenta en 1884 su tesis de doctorado. Aclaremos que Sommer fue el primer catedrtico que ense- en la Argentina las enfermedades cutneas a partir de 1892. Marcial Ignacio Quiroga, personalidad polifactica, acadmico de Medicina y de His- toria, describi con decantada madurez la evolucin de la lepra en la Argentina. Los grupos indgenas: botnica mdica, Aspectos generalesgeografa mdica, patologas El vocablo aborigen deriva del latn aborigines, compuesto de ab: desde y origo: or- genes, y ste de oriri, nacer. Por lo tanto, desde los orgenes se llama aborgenes a los originarios del suelo en que se vive. El aluvin inmigratorio desencaden horribles epidemias en el seno de estas agrupa- ciones primitivas. Una de las primeras enfermedades que se difundieron en forma epi- dmica fue la viruela. Los indgenas la llamaron mal o enfermedad de los espaoles, pues, segn su tradicin, acaso no mal fundada, no conocieron las viruelas hasta que los espaoles arribaron a Amrica. Es indecible el horror que les tienen estos indios, y con razn, pues entrando en sus toldos, mueren tantos que sus poblaciones quedan desier- tas, escriba un cronista. Al igual que la viruela, la lepra y la tuberculosis segn tradiciones orales eran en- fermedades desconocidas antes de la Conquista. Siguiendo a Fiz Fernndez, con leves modificaciones de nuestra parte, ubicamos a nuestros aborgenes en los siguientes acpites: I. Brasilio-guaranes y grupo Chaco Litoral, integrantes del conjunto guaran. Com- prende adems de los mismos guaranes, a los guaycures (tobas, mocobes o mocoves, abipones, pilages), matacos, wichis y charras, estos ltimos vinculados a los pampas. II. Grupos del Noroeste: abarcan los omahuacas, los apatamas de la Puna y los dia- guitas calchaques, con poderosa influencia incaica. III. El grupo andino y de las Sierras Centrales est integrado por los pehuenches, los huarpes, los comechingones de Crdoba, los sanavirones del Ro Dulce o del Ro Negro, los tonocots de Santiago del Estero, los lules y vilelas de Tucumn y los peri- cordillera- nos, todos ellos con enculturacin incaica. IV. Pampas: comprenden los querandes, los pampas y los puelches. V. Patagones o tehuelches. VI. Extremo sur magallnico: onas, yaganes y alacalufes. Grandes naturalistas y excelentes empricos, guiados por reconocidos herbolarios, es- tos aborgenes aplicaron la botnica, que formaba parte del paisaje, a las necesidades de su poca. En las pginas siguientes expondremos en forma sumamente sucinta las ca- ractersticas de estos grupos. LosBrasilio-guaranes y grupo Chaco Litoral Chaco Litoral I. grupos brasilio-guaranes y Constituan el grupo aborigen ms numeroso del pas. El historiador Pedro de Angelis cree que guaran proviene de Gua: pintura, Ra: manchado y Ni: signo de plural. Es de- cir, eran los manchados de pintura o sea, aquellos que se pintan. Escribe: Se cubren el cuerpo con pintura negra, roja y amarilla, para protegerse de los rigores del sol, a guisa de los actuales filtros y protectores solares. Lo agreste de su hbitat hizo que Espaa, al perder sus colonias, no hubiera llegado20
  • 20. Historia de la Dermatologa en las culturas indgenas argentinasa conocer siquiera la existencia de algunas de estas tribus esparcidas en la inmensidadde la selva virgen, de modo que el exterminio casi total de muchas de ellas no se debitanto a la accin conquistadora como a las desastrosas consecuencias de las epidemiasque tuvieron que soportar desde la llegada de los europeos. Recordemos que la etimologa del vocablo Chaco indica la multitud de naciones quepueblan esta regin.1. Guaranes Practicaban el tatuaje*, no slo como ornato, sino con fines curativos para pacientescon determinadas afecciones, a travs de incisiones en la piel en la regin dorsal y gl-tea. Cuando se realizaban como alivio del cansancio, luego de marchas agobiantes, talestatuajes se nominaban como higinicos. Muchas tribus practicaron este ritual ancestral. Son oportunas las expresiones del an-troplogo Rubn Palavecino, quien a propsito de los naturales chaqueos dice: El ta-tuaje del rostro es un hbito extremadamente difundido, que se inicia en el pber yprogresa con la edad. La operacin es casi siempre practicada por las viejas de la tribu,mediante el trazado de un dibujo gua. La puncin de la piel se efecta con espinas decactus o de pescado, o con agujas de hueso, seguidas de introduccin de materia colo-rante por friccin enrgica. Sin embargo, el adorno masculino por excelencia fue el tembet, de forma y materia-les diversos, como por ejemplo: plomo con incrustaciones de turquesa o madera de paloborracho. Significaba valenta, coraje, agresividad y era signo distintivo de jvenes gue-rreros y cazadores.BOTNICA MDICA El rico reservorio fitogeogrfico tropical y subtropical fue empleado en la curacin deafecciones, supeditndose su aplicacin a virtudes mgicas de la flora o a la concepcintergica de la enfermedad. Copaiba (Copaifera officinalis) (palo de aceite): da un leo resina que se utiliz en he-ridas, ulceraciones y despus en enfermedades venreas. Se considera uno de los medi-camentos ms antiguos del Nuevo Continente. Zarzaparrilla (Zarzaparrilla smilaxsifiltica): en cocimiento o en solucin macera-cin en vino, goz de prestigio teraputico en afecciones dermatolgicas, tales comosarna y venreas, difundidas por los espaoles. Posea tambin accin sudorfica. Salvia: aplicada a la superficie cutnea, serva para ahuyentar insectos. Mangle (Conocarpus erecta o Bucia erecta): se empleaba la raz asada en personasque haban sufrido picaduras de raya. Carqueja (Yaguaret Ca) (Baccaris chispa): indicada an hoy en infusin teiformepara aliviar disquinesias biliares, era aplicada en ulceraciones venreas y en pacientesportadores de lepra. Anguay, copal o benju (Styrax leprosus): rbol de madera incorruptible e imputres-cible, utilizado para construir las primitivas iglesias. Se extraa de l un blsamo al quese atribuan virtudes curativas, aplicado en heridas, ulceraciones y lesiones seas. Los hechiceros pay adoptaron su aromtica resina para sahumar, a modo de incien-so, el lugar donde cumplan sus rituales, de ah la denominacin de iber pay, vocesguaranes que literalmente significan rbol de los hechiceros. Contrahierba (Dorstenia contra hierba): se utilizaba en baos tibios y en sahumerio,para rehabilitar formas de parlisis. Era utilizada en el tratamiento del sarampin y de* La palabra tatuaje es originaria de las islas de Oceana, de los canacos polinesios. Tatahu deriva de ta: dibujo,y designa de un modo general las marcas y seales hechas sobre el cuerpo. 21
  • 21. LUIS DAVID PIERINI la viruela. Se aplicaban sus hojas y races machacadas para curar lceras trpidas y pi- caduras de vboras. Ceibo, chop (Erythinia cristagalli): de gran profusin en las costas del Paran y afluentes, los indgenas se valieron de su corteza, cogollos y brotes para preparar coci- mientos y blsamos, que aplicaban en heridas ocasionadas por garras o dientes de ya- guarets. Uruc (Bixia orellana): rbol de 2 a 5 m de altura, cuya difusin se extiende desde Mxico hasta Chaco, siempre al oriente de la Cordillera. Especie de vistosas flores, cuyas semillas contienen dos sustancias colorantes: una amarilla, la orellina, y otra, rojo cina- brio. Esta ltima se usaba para proteger la piel, pues el ungento atemperaba los rayos ultravioletas. La urucuizacin consista en untarse todos los das con aquella sustancia para mantenerse libre de las proteiformes picaduras de insectos. Por su indisolubilidad, resista la accin del bao y del sudor. Moiss Bertoni apunta en su Memoria que todo el cuerpo y la cara de los indgenas presentaban un tinte colorado especial, plido lustroso, que les daba un aspecto extra- o, pero no desagradable a la vista ni al tacto, pues se borraba toda marca o cicatriz, quedando el cutis satinado. El color rojo que exhiban hizo nacer el errado concepto de la existencia de una raza roja entre los aborgenes sudamericanos. Los indios yaguas y los guerreros xikriu, habitantes de la gran cuenca del Amazonas y Orinoco, siguen empleando el uruc, como sus antepasados, para ahuyentar los insec- tos y teir su vestuario. Tabaco (Nicotiana tabacum): esta especie botnica es la primera mencionada en las referencias literarias europeas inmediatamente posteriores al Descubrimiento, que son los diarios de navegacin de Cristbal Coln. En los albores del Nuevo Mundo, el tabaco se usaba para ser fumado y aspirado a modo de rap. Era comn chupar su jugo y beber el agua de sus hojas maceradas. Existan claras relaciones entre el culto y la medicina, pues antes de ciertas ceremonias, como la iniciacin de los adolescentes, se beba jugo de tabaco y se lo aspiraba por va nasal. Se menciona, ade- ms, su empleo en forma de aspersin y de solucin tintrea para decoracin cutnea. Antes de la era precolombina, se lo empleaba tambin como principio activo en dolo- res y picaduras, sarna y erisipela. La documentacin disponible no nos permite aseverar que en ese perodo se cultivara en el actual territorio argentino. El tabaco es la nica planta daina que hemos heredado de nuestros aborgenes. GEOGRAFA MDICA Juan Carlos Boudin dira que el hombre no nace, no vive, no sufre ni muere de la mis- ma manera en las distintas partes del mundo. La concepcin, el nacimiento, la vida, la enfermedad y la muerte varan segn el clima y el suelo, segn las estaciones y los me- ses, la raza y la nacionalidad. Las crnicas registran una incidencia manifiesta de las patologas tropicales y subtro- picales entre los indios guaranes. Enteritis, enterocolitis, anquilostomiasis, disentera, paludismo, necatoriasis y otras parasitosis conforman el haber de estas infestaciones por vermes, nematelmintos y platelmintos. Artrpodos venenosos, como miripodos, escor- piones y araas, provocaban no pocos accidentes por su ponzoa. Tambin los insectos transmisores y vectores de enfermedades, tales como moscas, mosquitos, pulgas y pio- jos, contribuyeron a mantener un significativo ndice de morbilidad. Debemos recordar, adems, enfermedades importadas, como la tuberculosis, la vi- ruela y segn algunas teoras la sfilis, provocadoras de innumerables defunciones. 2. Guaycures Los guaycures son una extensa familia que segn Salvador Canals Frau era de origen22
  • 22. Historia de la Dermatologa en las culturas indgenas argentinaspatagnico y estaba compuesta por los tobas, mocoves, abipones, pilages, payaguas ymbayes. Los dos ltimos grupos desaparecieron hace mucho tiempo. Como rasgo general, los hombres, en vez de usar vestido, se pintaban el cuerpo.A)TOBAS La medicina nativa tradicional de los tobas posee una polifactica farmacopea aplica-da a heridas, fracturas, esguinces, ulceraciones, mordeduras y parasitosis. Diversas sus-tancias pertenecientes a los otros dos reinos de la naturaleza enriquecen el vastoanaquel farmacolgico de estas primitivas poblaciones, donde el ritual, los cnticos, lamonotona de los tambores, el humo del tabaco, los conjuros e invocaciones a agentessobrenaturales, dramatizados por el mdico-brujo, crean el contexto teraputico ade-cuado a las estructuras sociales de la comunidad.B)MOCOBES O MOCOVES Segn un cronista, curan las heridas con slo atarlas, como tambin las quebradu-ras de los huesos, y tienen una carnadura tan sana que en breve se suelda y poco se hin-cha. Y an han llegado a ver un indio, rasguado de un tigre cuyas uas son venenosas,sanar de ello sin producir hinchazn.Tatuajes, adornos Como sus vecinos territoriales, los abipones se aplicaron al arte del tatuaje. En el ca-so de las nias, se les hacan grabados en el busto. Segn la descripcin del Padre Ma-nuel Canelas, esta operacin se realizaba con ciertas espinas untadas en diversoscolores, en especial el negro y el azul. El dolor e hinchazn que padecan encerradaspor cerca de un mes, sufriendo hasta parecer monstruosas, [era] para quedar, slo a suparecer, hermosas. Otros lugares preferentemente elegidos eran las zonas lagrimales,los ngulos externos del ojo y el entrecejo.Medicina Aunque los pequeos, por el hecho de deambular desnudos, se hallaban acostumbradosa los embates telricos, no pudieron evitar las picaduras de insectos, en especial mosquitos,pese a que sus mayores se ingeniaban para atenuarlos. Para esto apelaban a la grasa de an-d o de pescado, que mezclada con resinas, se friccionaba sobre toda la superficie corporal. Tambin se hallaban torturados por el pique, nombre vulgar dado en la Argentina yParaguay a la nigua (Sarcopsylla penetrans). Este agente es una pulga de la Amrica tro-pical y subtropical que ataca al hombre, penetrando debajo de la epidermis de los pies,en especial de las uas. Sus huevecillos son de color amarillo, no salen al exterior y se de-sarrollan en los planos subtegumentarios. Forman pequeos abscesos, que en ocasionesexigen drenaje quirrgico. Esta dolorosa afeccin, acompaada de prurito y otras derma-tosis, era tratada por preparados que tenan como vehculo grasa y polvo de cantrida. Las micosis cutneas, la sfilis, las reacciones dermatolgicas de probable origen alr-gico y la leishmaniasis eran tratadas con grasa fosforada, como el almizcle de yacar. En los testimonios histricos correspondientes a diferentes perodos del nomadismo y se-dentarismo mocoves, las primeras descripciones coinciden en afirmar que por la misma se-leccin natural existan pocas enfermedades fuera de las epidmicas. Cuando se difundanestas patologas, todos los indgenas huan; no se conoca una calamidad mayor. As, la ma-dre o el padre se alejaban, dejando a los nios afectados en el mayor desamparo. Slo co-locaban a la cabecera del lecho un cntaro con agua, carne asada y frutos silvestres. En el ao 1745, una asoladora epidemia atac 30 poblaciones del Paraguay y adya-cencias, segando la vida de 72.000 naturales de todas las edades. En 1760, en la reduc-cin mocov de San Javier, provincia de Santa Fe, hubo un nuevo recrudecimiento delgenio epidmico que diezm a 800 aborgenes. 23
  • 23. LUIS DAVID PIERINI En cuanto a la medicacin la vacunacin antivarilica de Edward Jenner se difundi- r como profilaxis a partir de 1796 el suministro de agua de cebada y de lino, de agua azucarada con pepitas de sanda o de meln como bebida refrescante y calabazas ma- chacadas representaban los recursos farmacolgicos de esa poca. Herboristera Mencionaremos algunos especmenes: Mistol: conocido tambin por otras etnias, este rbol de precioso porte es muy comn en los montes santafesinos y santiagueos. Posee un fruto dulce, rojo, con el cual se ha- ce la aloja; sus hojas se emplean para el tratamiento de las heridas. Cebil: pertenece a la familia de las mimosas; sus hojas y cortezas maceradas fueron aplicadas a modo de emplasto en las lesiones mutilantes de la lepra. Guayacn: adems de aliviar las enfermedades reumticas y las algias de la gota, se emple su resina para neutralizar las complicaciones del tercer perodo de la sfilis. Nues- tros indgenas beban en infusin sus hojas y cortezas como reconstituyente general. Palmera pindo o palmera grande (Coco Romango flianum): especie muy apreciada para la techumbre de los ranchos, se utiliza tambin en la fabricacin de mltiples tre- bejos y sus cogollos se emplean como alimento. Esta variedad alberga un gusano blanco del tamao de un dedo, que los naturales lla- man tomb. Refiere el doctor Esteban Laureano Maradona que este verme verme espe- luznante puesto al fuego, segrega un aceite que los indgenas utilizan para tratar las heridas. Su cuerpo as frito o ensartado es comestible, como si fuera un chicharrn. Ortica dioca (Ortiga mayor): en medicina popular y aborigen posee indicaciones pa- ra casi todos los sistemas y aparatos. Era ensalzada por su funcin galactagoga y diur- tica, as como su accin sobre el folculo piloso. Solimn o colmillo de vbora: fue empleado por los aborgenes como antiofdico. Las zonas que frecuentaron los autctonos pertenecen a una dilatada zona de ofidismo donde pululan la vbora de coral (Elaps corallino), la serpiente de cascabel (Crotalus terrificus) y la vbora de la cruz o yarar (Lachesis alternatus), cuyas picaduras pueden ser letales. Mastuerzo: se lo emple en cocimientos para neutralizar afecciones dermatolgicas, escorbuto y diversas formas de tuberculosis pulmonares. C) ABIPONES Herboristera La policroma variedad botnica permiti a los naturales del Gran Chaco crear una suerte de farmacopea donde se aunaban conocimientos empricos y de hechicera cha- mnica. Mencionaremos algunas variedades: Abariguay: con ella preparaban un blsamo empleado en la curacin de heridas. Cre- an que su aplicacin bucal detena las hemorragias y los accesos de tos. Ambay: ha sido mencionado como tratamiento antivenreo y como elemento de fric- cin para la obtencin del fuego. Quinoa: leguminosa que adems de servir de alimento se aplicaba como cataplasma sobre la parte herida o traumatizada. Zarzaparrilla: contra mordeduras y picaduras de animales ponzoosos. Patologas A pesar de la privilegiada contextura de los abipones, las enfermedades surgidas de la ecologa regional, los insectos y parsitos, las guerras internas y exteriores, unidas a las afecciones transmitidas por el blanco, devinieron en la casi extincin de esta raza. Las epidemias tambin hicieron sentir sus efectos; en 1734, la viruela diezm a 30.000 habitantes, entre adultos y nios.24
  • 24. Historia de la Dermatologa en las culturas indgenas argentinas Otra plaga que hallamos mencionada la constituy el pique, bicho de pie o agra-ni, vocablo abipn que significa mordaza. Estos grupos reconocieron la accin hematfaga de la vinchuca, a la que denomina-ban sanguijuela con alas, as como las complicaciones provocadas por picaduras deavispas, arcnidos y escorpiones.Smbolos de belleza La perforacin de las orejas era realizada con trocitos de hueso, astillas o cuernitosde venado, introduciendo luego una hoja de palmera arrollada que por distensin agran-daba el orificio, pudiendo llegar el lbulo hasta el hombro. El tatuaje, difundido entre las culturas americanas, mostraba su refinada expresinentre los abipones, escarificando la piel del rostro, pecho y brazos. El primitivo cincel erauna espina rgida que fijaba en la dermis tinturas vegetales, holln y cenizas. Las filigra-nas de este sello indeleble constituyeron un blasn de diferenciacin tribal. Casi todos los pueblos de Paracuaria* se tatuaban. Los abipones reconocieron este ar-te con el nombre de likinranala. Preguntados sobre el significado o la causa de aquellabrbara costumbre, los aborgenes respondan que la haban heredado de sus ancestros.Aquel suplicio duraba cinco das, durante los cuales la adolescente permaneca encerra-da en su choza, cubierta con una piel, privndose de algunos alimentos como la carne yel pescado. Las sesiones repetidas y cercanas encendan el rostro, con edema y tumefac-cin. Desde temprana edad, las nias se depilaban cejas y pestaas, rasurndose par-cialmente la cabellera como elemento de identificacin tribal.D) PILAGESAdornos Peinaban el cabello, muy abundante, con peines de palillos y usaban pendientes fa-bricados con los mismos elementos. Nos detendremos en la perforacin de las orejas: es-tas mutilaciones parciales se practicaban en ambos sexos, introduciendo botones demadera u hojas de palmeras arrolladas. El agujero se dilataba hasta permitir el pasajede un disco, de cuatro o cinco centmetros. Practicaban la depilacin y decoraban la piel con diversas pinturas. Casi siempre an-daban descalzos.Tatuajes El taraceo estuvo muy difundido entre los pilages del ro Pilcomayo. Este mgico y di-fcil arte se practicaba con agujas de cardn, frotando sobre la piel punteada diversas sus-tancias, entre ellas, holln. Los nios eran tatuados con dibujos que mostraban figurasgeomtricas: valos, crculos y rombos, divididos por dimetros, diagonales y rectngulos. Las respuestas que daban acerca de las motivaciones de los diversos tatuajes eran:es marca pilag, o para que no tengan la peste o para adquirir inmunidad.3. MatacosBotnica mdica Los naturalistas que se internaron en la intimidad de la espesura amaznica o arri-baron a la vera de sus ros recopilaron excepcionales observaciones fitolgicas. Mencio-naremos algunas especies:* Paracuaria: amplia zona de Sudamrica, donde se situaron las misiones jesuticas; su capital era Crdoba delTucumn. 25
  • 25. LUIS DAVID PIERINI Palo santo (o palo bendito o guayacn): empleado en diversas afecciones por todas las tribus del nordeste. El hermano jesuita Pedro de Montenegro, reconocido cirujano y herbolario del Paraguay, resumi en su Materia Mdica, escrita a principios del siglo XVIII, todas las aplicaciones de esta variedad arbrea. Conocido en Europa como impor- tante curalotodo, se lo emple en el tratamiento de la sfilis, en las artropatas y en los trastornos circulatorios. Sus preparaciones utilizaban la resina de la corteza; se le atri- buan propiedades diurticas, diaforticas y catrticas. La resina, unida con grasa de avestruz o de pescado, aplicada sobre la piel ahuyentaba los mosquitos. En la actuali- dad, el palo santo se utiliza con el mismo fin en la composicin de los espirales. Ceibo o seibo: la corteza machacada fue utilizada como cataplasma sobre las morde- duras provocadas por animales; en forma de cocimiento an persiste en las prescripcio- nes populares para tratamiento de lceras, rectitis, hemorroides y vaginitis. Yetibay o jalapa: el jugo de sus flores, recin exprimidas, fue empleado en las otitis infantiles y en las erupciones herpticas. Ayuy o laurel: rbol de madera resistente, sus frutos fueron utilizados en trastornos digestivos infantiles y en la escrofulosis; triturado con miel se aplicaba en ulceraciones crnicas. En forma de linimento se recetaba para la flogosis reumtica, las neuralgias y el prurito de la sarna. Oruzuz: adems de emplear la infusin en los cuadros catarrales y en las afonas, se usaba en las erisipelas a modo de sinapismo o en forma de pasta. Canchalagua: se administraba en forma de infusin, adems de servir como atenuan- te de los dolores de los reumticos y tambin en los portadores de enfermedades venreas. Totora: sus flores se aplicaban en las quemaduras, y el cocimiento de sus races se utilizaba en el lavado de lceras y tumores. Tusca: se beba en forma de cocimiento, luego de tostar y hervir su fruto. Se indica- ba su ingestin en ayunas y se la recomendaba en infecciones gonocccicas. Tabaco: el doctor Esteban Laureano Maradona, destacado mdico formoseo e inves- tigador de la flora del Chaco central, relata en su libro A travs de la selva que los ind- genas, en caso de picaduras de vbora, succionan la parte afectada a manera de ventosa, previa masticacin de hojas de tabaco. Adems, se suele emplear en otras afecciones di- versas partes de la planta, como races y semillas, con grasa o sin ella, con o sin resinas y con polvo de valva. 4. Wichis o wichs y charras La palabra wichi significa hombres verdaderos u hombres de vida plena, es decir, que participan de las plantas, de los rboles, de los peces y de las aves. Los espaoles los llamaban incorrectamente matacos, trmino que en castellano antiguo significaba animal de poca monta o animal sin importancia. A los primeros que conocieron, hacia 1623, los denominaron mataguayos. Se puede decir que es una de las comunidades ms antiguas del mundo. An hoy, ais- ladas en el norte de la Repblica Argentina, luchan por subsistir en el mundo moderno. Las enfermedades que diezmaron a estas comunidades fueron la tuberculosis, la des- nutricin, el Chagas, las venreas, el clera y la brucelosis, todo lo cual se vio potencia- do por la dieta mal balanceada, basada fundamentalmente en maz, zapallo, carne de cabro, pescado y frutas, pero escasas verduras. Grupos del Noroeste II. Grupos del Noroeste Este grupo conoca las aguas termales. Los espejos de agua, las temperaturas propicias, el tapiz de vegas y mallines y la proliferacin de ejemplares arbreos, como el molle,26
  • 26. Historia de la Dermatologa en las culturas indgenas argentinascrearon un paisaje buclico en el que la vida de las familias nativas se desliz sin lasangustias y sobresaltos de otras etnias. Amrica indgena tuvo en cuenta el mito universal de la fuente de Juvencio, y el cono-cimiento y la valoracin de los efectos teraputicos de las aguas que Pachamama (Madretierra) brindaba generosamente a sus hijos fueron incorporados por sus habitantes protohis-tricos en distintas pocas. Frecuentaron las fuentes termales, con fumarolas bullentes, ma-nantiales clidos, efluvios azufrados que formaban un espejo de agua clida y vivificante. Desde el perodo preincaico eran conocidos en la regin de Cuyo el bao de Uyurmi-re y el del Inca, en el templo de Wiracocha (o Viracocha). Otra fuente unida a la devocin indgena, por su riqueza legendaria y por la virtud desus vertientes, es la que surge en el paraje La Laja. Aqu el amante huarpe Yahue, lue-go de matar a la dulce Tahue y al seductor de sta, muri en los pedregales sanjuaninoscomo redencin de aquella tragedia; despus de su muerte, cual fuente de esperanza,brotaran tres milagrosos manantiales. Otros nativos de nuestro territorio concurrieron igualmente a diversos baos y fuen-tes. Los araucanos visitaban Copahue y Futalauquen y tambin conocieron Cullu-co(aguas cidas) y Laguen-co (aguas calientes). Los indios que transitaban por la provinciade Buenos Aires conocieron la laguna de Epecun. Segn Toms Falkner, a este lugar detonificantes aguas concurran desde tiempo inmemorial los jefes indios con su familia.Cuentan las tradiciones vernculas que el cacique puelche Carhu (Corazn Puro), apa-sionado por Epecun, cur de una extraa parlisis al sumergirse en la gran laguna queformaron las lgrimas de amor de su bella amada. Tambin los diaguitas de Talacasto dejaron su pena indiana a travs de las calcina-das tierras de sus antepasados en una aguada surgida del llanto incesante de un apues-to joven, que viera fenecer a su amada por el odio atvico hacia los invasores Incas.Inti-Yacu (agua del sol) llamaron los nativos mediterrneos a la actual zona de Ro Hon-do (Santiago del Estero), cuyos cursos surgentes afloraban como vivificantes de vertede-ros. Los pobladores vinculaban las bondades de Yacuru-pay (agua caliente), con los rayosflamgeros del astro sol, al cual adoraban. Alonso Ovalle, en un libro publicado en Roma en 1646, hace referencia al calor, salo-bridad y mineralizacin de las aguas de Puente del Inca, sin revelarnos la explicacincientfica. Su resea es una descripcin paisajista de este monumento enclavado en laprecordillera, en la que el autor exalta aquella curiosa expresin de la naturaleza. Segn Michel Horst von Brand, el primer anlisis de aguas termales argentinas lo efec-tu el fsico y qumico Michel Faraday, en 1827, sobre muestras tomadas en aquel lugar. Villavicencio, segn testimonios de viajeros, fue visitada por el clebre naturalistaCharles Darwin en 1839. Ya desde 1800, lugareos y vecinos de Mendoza acudan enbusca de sus cualidades benficas. El grupoIII. El grupo andino y de las Sierras Centrales andino y de las Sierras Centrales Est integrado por los pehuenches, los huarpes, los comechingones de Crdoba, lossanavirones del Ro Dulce o de Ro Negro, los tonocots de Santiago del Estero, los lulesy vilelas de Tucumn y los araucanos peri-cordilleranos, todos ellos con enculturacinincaica.Botnica mdica Canelo: (Drymis winteri) pertenece a la familia de las magnoliceas. Tiene cerca deocho metros de altura y suele desarrollarse en terrenos hmedos. Fue introducido en Eu-ropa por John Winter, mdico del pirata ingls Francis Drake, de all su denominacin 27
  • 27. LUIS DAVID PIERINI tcnica. La corteza de este rbol se us en infusiones y tambin en aplicaciones exter- nas. Planta sagrada de los mapuches, se utilizaba en alteraciones del aparato digestivo, en las parasitosis (sarna) y reumatismo. La flor de la ceniza de este rbol, mezclada con grasa a modo de excipiente, tambin se utilizaba como depilatorio; por esta costumbre se atribuy errneamente a los jvenes mapuches la ausencia de vello. Su accin por in- flujo simptico era imprescindible en todas las ceremonias mgico-evocativas. La machi cuidaba en el bosque un canelo predilecto y, segn la creencia araucana referida por Ra- mn Pardal, si alguien descubra y cortaba esta planta, la machi languideca y mora. Lafo (Rumex romasa): poligoncea. Muy utilizada por los araucanos chilenos, se la consideraba una de las ms preciadas hierbas. Por sus mltiples cualidades farmacol- gicas gozaba de gran prestigio en la curacin de heridas, ulceraciones trpidas, otitis y lepras que nacen a los nios, dejando el casco limpio. incuil (Heliantus thurfera): segn Martn Gusinde, era reconocida como maravilla del campo y se le adjudicaba accin antilutica. Jarilla: entre otras aplicaciones teraputicas, este arbusto se utiliz en forma de ca- taplasma, para resolver abscesos y flemones. Al finalizar la presente seleccin botnica hacemos un reconocimiento a los invalora- bles mritos que le cupieron al profesor Juan. A. Domnguez, quien realiz importantes estudios analticos sobre la composicin de frmacos vegetales, logrando desentraar la sntesis frmaco-dinmica del vivero araucano. Pampas, querandes puelches IV. Pampas, querandes y y puelches Se denomina pampas a un conglomerado humano de origen mixto con los que se hall Sebastin Gaboto en la desembocadura del Carcara, dndoles el nombre de querandes (hombres con grasa). Frente a la viruela, en caso de ntrax o abscesos estos aborgenes provocaban su ma- duracin aplicando cataplasmas de estircol muy caliente. Cuando estn a trmino ex- tirpan el germen por medio de una crin doblada y lo comen enseguida entre dos bocados de carne cruda, pretendiendo as conjurar toda recada. Los puelches guenakn, que habitaban la parte norte de la Patagonia eran, segn ex- pres Jos Snchez Labrador, de naturaleza fortsima y de tal condicin que sin medicina se restablecan muchas veces de enfermedades y heridas que para otros seran mortales. Herboristera Grandes naturalistas y excelentes empricos, guiados por reconocidos herbolarios, aplicaron la botnica que formaba parte del paisaje a las necesidades de su poca. Se cuenta con poca informacin sobre los elementos naturales que usaban los abor- genes de esta etnia para los problemas dermatolgicos; solamente se sabe que usaban una variedad de yang, que aplicaban en ulceraciones y aftas bucales. Patagones o tehuelches V. Patagones o tehuelches La zona al sur del ro Colorado, lmite natural de las provincias de La Pampa y Ro Negro la planicie ms austral de Amrica, es internacionalmente conocida con el nom- bre de Patagonia, que alude a los mticos gigantes patagones, descriptos en 1520 por Antonio Pigafetta, cronista de la circunnavegacin de Hernando de Magallanes.28
  • 28. Historia de la Dermatologa en las culturas indgenas argentinasNacimiento y crianza Poco despus del nacimiento, los recinnacidos eran untados con yeso hmedo. Se-gn Ludwig Karsten (1926), este procedi-miento tena por finalidad proteger al niocontra los malos espritus. El mismo autormenciona otras prcticas como la aplica-cin de pintura roja, aceitado y fumigacio-nes con tabaco, efectuadas con el mismoobjeto. Al cumplir el cuarto ao, se realizaba laceremonia de la perforacin de una o dosorejas, segn el sexo, introduciendo cerdasde caballo en las incisiones, para evitar lacicatrizacin. Conocieron el carcter epidmico de lasenfermedades, aunque stas eran innomi-nadas, y trataban de neutralizar su carc-ter infeccioso dispersando los toldos en loslugares donde habitaban. En general los patagones gozaban debuena salud y sus heridas curaban con ra-pidez; el brujo, mediante las ceremoniasdescritas, indicaba la preparacin de bre-bajes, con propiedades mdico-curativas.Conocan la prctica de la sangra y sabanabrir una vena con un trozo de concha o depedernal.Ectoparasitosis Los nios y adultos fueron portadores depulgas y piojos, debido a la utilizacin de lalana de guanaco y las plumas de avestruzen su vestimenta y enseres domsticos. Distribucin de la poblacinVI. Extremo Sur Magallnico Extremo sur magallnico indgena en la Argentina a fines Las enfermedades venreas sellaron un horizonte sin esperanzas tanto en los alaca- del siglo XXlufes como en los onas y los yaganes. Se supone que desconocieron las hierbas y los Fuente: Institutoderivados animales y minerales para la curacin de las enfermedades. de Cultura La transculturacin fue otro mecanismo negativo para la sobrevivencia de estas Popular (Incupo-etnias, as como la despiadada exhibicin a que fueron sometidos en el siglo XIX en Endepa)diversas ciudades europeas.Eplogo Eplogo El autor coincide con los destacados genealogistas Diego Herrera Vegas y Carlos Ju-regui Rueda en que el tronco fundacional de nuestro pas deriva de tres etnias: la aborigen, 29
  • 29. LUIS DAVID PIERINI la africana y la del colonizador espaol. Estas etnias se unieron a travs de dos generaciones y se completaron hace ciento cincuenta aos con la inmigracin. Conclusiones Conclusiones Los tesoros de la naturaleza se brindaron con toda la generosidad de la madre tierra, y el espritu intuitivo de los nativos se sirvi de ellos para superar sus dolencias. En es- ta exposicin hemos seleccionado, en apretada sntesis, algunos de los elementos de su arsenal botnico. Septiembre, 2005 Referencias argentino. Buenos Aires: Galerna; 1992. selva. Buenos Aires: Talleres Grficos de la Penitenciara bibliogrficas Furlong G. Los jesuitas y la Nacional;1937. cultura rioplatense. Buenos Moreno FP. Viaje a la Patagonia Cantn E. Historia de la medicina Aires: Univ. del Salvador; Austral 1876-1877. Buenos en el Ro de la Plata desde su 1984. Aires: Solar; 1969. descubrimiento hasta Garca Tern M. Acercan la salud Nazar F. Formosa, un pueblo nuestros das, 1512 a 1925. y la educacin a los cautivo. Criterio. Mar 2004; Madrid: Imp. G. Hernndez y aborgenes del Chaco. La ao LXXVIII;(2291):70. Galo Sez; 1928. Nacin. 5 ag 2001; Pastr