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50 LEYENDAS DEL TÁCHIRA. (TOMO II) Prólongo .- Doña Lolita Robles de Mora es personalidad bien conocida en nuestro ambiente pedagógico. Es licenciada en Letras por la Universidad Católica "Andrés Bello" Extensión Táchira. Ejerció la docencia directa, en materias de su especialidad, en nuestros institutos locales por unos cuantos años. En todos estos institutos dejo bien sentado su sentido de la responsabilidad profesional; su sentido de la influencia de la cátedra sobre la formación de los jóvenes; su sentido, siempre ejemplar, del compañerismo. .- Cuando la Profesora Robles de Mora tuvo que dejar la docencia directa, por motivos completamente extraños a su voluntad, oriento su servicio pedagógico en otra dirección. La del libro de texto destinado al conocimiento de la lengua y al de la correspondiente literatura. Con varios de estos textos nos ha regalado a todos, en una labor de dedicación investigativa, de análisis, de divulgación de todo cuanto hace relación con la enseñanza del idioma. .- Simultáneamente con la tarea de los textos, Doña Lolita Robles de Mora ha venido desarrollando otra. Consiste esta en la investigación, la acumulación, el estudio y la selección de las leyendas populares del Táchira. Nuestra diligente colega comenzó, en este campo, como quien no quiere la cosa. Por pura y simple curiosidad. Y, a medida que se fue adentrando en esta cantera de la imaginación colectiva tachirense, se fue apasionando mas y más por la faena; hasta que llego el momento decisivo. El momento decisivo de someter el resultado de su pesquisa a la prestancia del libro. Son tan gratas, a veces tan sorpresivas también, las leyendas populares de nuestra región, que, de manos de nuestra autora, mal podían conquistar otro mejor destino. .- La señora Robles de Mora, pues, dadas las circunstancias que originaron su retiro de la docencia, ha realizado una labor extraordinaria en relación con las Leyendas del Táchira. Las ha encontrado, en ciertas ocasiones no muy

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50 LEYENDAS DEL TÁCHIRA. (TOMO II)

Prólongo

.- Doña Lolita Robles de Mora es personalidad bien conocida en nuestro ambiente pedagógico. Es licenciada en Letras por la Universidad Católica "Andrés Bello" Extensión Táchira. Ejerció la docencia directa, en materias de su especialidad, en nuestros institutos locales por unos cuantos años. En todos estos institutos dejo bien sentado su sentido de la responsabilidad profesional; su sentido de la influencia de la cátedra sobre la formación de los jóvenes; su sentido, siempre ejemplar, del compañerismo.

.- Cuando la Profesora Robles de Mora tuvo que dejar la docencia directa, por motivos completamente extraños a su voluntad, oriento su servicio pedagógico en otra dirección. La del libro de texto destinado al conocimiento de la lengua y al de la correspondiente literatura. Con varios de estos textos nos ha regalado a todos, en una labor de dedicación investigativa, de análisis, de divulgación de todo cuanto hace relación con la enseñanza del idioma.

.- Simultáneamente con la tarea de los textos, Doña Lolita Robles de Mora ha venido desarrollando otra. Consiste esta en la investigación, la acumulación, el estudio y la selección de las leyendas populares del Táchira. Nuestra diligente colega comenzó, en este campo, como quien no quiere la cosa. Por pura y simple curiosidad. Y, a medida que se fue adentrando en esta cantera de la imaginación colectiva tachirense, se fue apasionando mas y más por la faena; hasta que llego el momento decisivo. El momento decisivo de someter el resultado de su pesquisa a la prestancia del libro. Son tan gratas, a veces tan sorpresivas también, las leyendas populares de nuestra región, que, de manos de nuestra autora, mal podían conquistar otro mejor destino.

.- La señora Robles de Mora, pues, dadas las circunstancias que originaron su retiro de la docencia, ha realizado una labor extraordinaria en relación con las Leyendas del Táchira. Las ha encontrado, en ciertas ocasiones no muy numerosas, hechas y derechas; las ha escuchado, en forma verdaderamente eventual en los sitios más inesperados; las ha pedido mas de una vez a los colegas y a los amigos; se las ha escuchado contar, en esa lengua arcaica de nuestros archivos y en nuestros libros. Ya con ellas en la mano, o las ha limpiado de elementos extra estéticos o les ha reelaborado casi en totalidad; o las ha reducido a la unidad necesaria definitiva.

.- Todo esto lo ha realizado Doña Lolita Robles de Mora sin ninguna prisa y sin ninguna pausa. Sin la menor preocupación por la originalidad. Solo, eso sí, con la convicción pedagógica de estas leyendas les van a ser de sobre manera útiles tanto a los profesores que enseñan la lengua que hablamos cuanto a los estudiantes que se afanan por llegar a su dominio.

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Y, desde luego, con alegría personalísima: la de darnos una imagen del Táchira que permanecía desconocida para todos.

.- Nos referimos a la imagen del Táchira en redondo y a puerta cerrada, como decía el Caballero de la Triste Figura, porque nuestra investigadora, para comprender sus leyendas, ha puesto los pies espirituales en todos los rincones tachirenses. Tras el encanto de una laguna remota; tras el espanto que recorre una aldea entre gallos y media noche; tras la huella medio misteriosa que dejo un cacique en el cruce de dos caminos; tras el ruido de armaduras con que, mas allá de la media noche, en algunos lugares parece identificársenos el alma errante de un conquistador. Y estos hechos, con su poco de historia y su mucho de imaginación, han sido verificados por la señora Robles de Mora en todas partes. Lo mismo en el apartado Pregonero que en la vecina Tariba; igual en la siempre gentil y siempre poética ciudad de La Grita que en la bucólica y cafetera santa Ana; en Colon y en San Antonio; en los heroicos Capachos y en el idílico Cordero; Y en nuestra propia y entrañable Aldea en la Niebla.

.- "Leyendas del Táchira", de esta manera, es libro que habrá de solazar por igual a colegas y a periodistas, a historiadores y a escritores de toda laya, a estudiantes y a lectores comunes.

.- Unos y otros encontraran en sus paginas la imagen de Táchira que decíamos. Una imagen que se levanta, sin la menor petulancia, de cada una de estas deliciosas leyendas de Doña Lolita Robles de Mora, escritas con sencillez cristalina como para que lleguen a cumplir en verdad la doble finalidad que la autora, tal vez sin pensarlo muy claramente, les tiene asignada: estimular, desde el punto de vista mas exigentemente didáctico, la sensibilidad y la inteligencia del estudiante; Y deleitar, desde el punto de vista mas estrictamente tachirense, a todos los lectores posibles.

Pedro Pablo Paredes.

50 LEYENDAS DEL TÁCHIRA. 

TOMO II

.- ENCUENTRO EN EL BAR DE LAS ÁMERICAS.

.- Marisa, una muchacha alegre y deportista, se pasaba andando en bicicleta por los alrededores de la plaza del Rotary Club de Rubio. Una noche conoció a Gerardo y se enamoro.

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.- Un grupo de estudiantes salió un sábado, antes de las vacaciones de Navidad. Habían organizado una fiesta pro-graduación en el bar de Las Ámericas. Desde las siete de la noche comenzaron a llegar muchachas y muchachos. Pronto la fiesta estuvo animada y numerosas parejas bailaban en la pista.

.- Gerardo, un joven oriental, alto y moreno, deambulaba de mesa en mesa, conversando y gastando bromas. Por ultimo se sentó en un rincón y hablaban animadamente. Una joven de ojos melados y cabello castaño estaba a su lado. De vez en cuando bailaban y él, alegre, hacia figuras y pases que eran el asombro de sus amigos, pues lo consideraban un muchacho tímido. Bailaba suelto o pegado, caminaba de acá para allá y parecía enamorar a alguien. Sus compañeros creían que estaba bajo los efectos del alcohol, posiblemente Gerardo se había pasado de palos, por eso hablaba solo, gesticulaba y bailaba; ellos no veían a la bella joven que lo acompañaba.

.- A las tres de la madrugada dejo a un lado a la muchacha y dijo a sus compañeros:

.- Ahora vengo, voy a acompañar a Marisa a su casa. No me tardo mucho, espéreme.

.- Sus amigos le creyeron borracho y se rieron. El abrazo a Marisa y salieron del local.

.- Tomados de las manos unas veces, otras abrazados, cruzaron a Rubio hasta llegar a la placita del Rotary. Se besaron repetidas veces y él, galante, se quito el saco y se lo coloco a Marisa para protegerla del frío. Se despidieron con un ¡ Hasta mañana, mi amor!. Y Gerardo regresa al lugar donde estaban sus amigos.

.- Al verlo le gastaron bromas y el se sonreía lleno de felicidad. Se había enamorado.

.- El domingo después del almuerzo resolvió salir a visitar a su amada.

.- A pasos largos recorrió las calles de Rubio hasta llegar a la plaza del Rotary Club. Decidido se dirigió a la casa y llamo. A los pocos minutos una señora de edad mediana abrió la puerta.

.- ¡ Buenas tardes! - dijo.

.- Buenas tardes, joven ¿ que desea?.

.- ¿ Esta Marisa?.

.- ¡ Marisa! - exclamo la señora con asombro.

.- Si, Marisa, ella vive aquí, ¿ verdad?.

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.- Por favor pase y siéntese, ya vengo, - y se perdió en el interior de la casa.

.- Al poco rato regreso con una fotografía que le mostró a Gerardo al momento que preguntaba:

.- ¿ Es ella?.

.- Si, por favor llaméela.

.- Lo siento, joven, pero no puedo llamarla. Ella no esta aquí.

.- Imposible, anoche yo la deje aquí, nos despedimos en la puerta.

.- No, no esta, - y comenzó a llorar.

.- Gerardo inquieto inquirió:

.- ¿ Que ocurre?. Me parece muy raro que Marisa no se encuentre en la casa si hace unas horas yo la acompañe hasta aquí. Por el camino me dijo que tenia frío y me quite el saco y se lo puse. ¿ Le paso algo?.

.- Tranquilícese, joven, tome con clama lo que le voy a decirle...

.- Mi hija Marisa ya no esta en este mundo. Murió atropellada por un automóvil cuando paseaba en bicicleta por los alrededores de la plaza.

.- ¿ Dice que murió....?- Balbucea Gerardo impresionado.

.- Si acompáñame al cementerio y visitaremos su tumba.

.- Seguidamente se levantaron y caminaron hasta llegar a la cuesta del cementerio. Gerardo seguía a la mama de Marisa como si estuviera sonámbulo. La impresión recibida fue tan grande que no podía reaccionar, no salían del estupor, creía estar soñando.

.- La señora se detuvo al final de un sendero. Y allí sobre una tumba de mármol blanco, estaba su chaqueta.

.- ¡ Esta es la tumba!.

.- Si, - dijo Gerardo, como si estuviera ausente. Fijo sus ojos en la lapida y al comprobar que sobre ella estaba su chaqueta exclamo horrorizado:

.- ¡ No puede ser...! ¡ No puede ser...! Pero...es mi saco...!

.- ¡ Marisa...., Marisa....! - retrocedió espantado y cayo desmayado.

.- Toda la ciudad supo la historia y hasta los periódicos locales comentaron el romance de Gerardo y Marisa.

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.- Han pasado los años y Gerardo sigue amando a Marisa. En su locura repite su nombre y sonríe.

.- EL MONO DE LA QUEBRADA BLANCA.

.- Cerca de san Juan de Colon, en un lugar llamado Peronilo había una hacienda semejante a un paraíso. Árboles frutales rodeaban la casa y más allá cafetales, palmas, palmas variadas y por entre peñas se deslizaban susurrante la Quebrada Blanca, de aguas frescas y limpias.

.- La señora Teresa envió a su hija Gladys con la muchacha del servicio a recoger unas chamizas secas entre los cafetales. Las dos niñas se entretuvieron cogiendo palitos secos mientras hablaban. Distraídas no se dieron cuenta que se habían alejado de la casa. Se disponían a tomar agua en la quebrada cuando vieron asustadas que detrás de unas rocas un mono corpulento y peludo les hacia señas con las manos de que se acercaran. Su cabeza casi humana, de cabellos largos y enmarañados le tapaban los ojos y la cara. Con gestos la llamaba insistentemente y lanzaba unos sonidos guturales que querían ser expresivos:

.- Uuuuuuuhh... Uuuuuuhh.... Uuuuuuhh...

.- Las dos niñas salieron corriendo y llegaron a la casa azoradas. Una vez que se hubieron tranquilizado le contaron a doña Teresa que habían visto un mono grande peludo detrás de las rocas. Doña Teresa no hizo ningún comentario, esperaría a la noche cuando estuvieran todos reunidos.

.- después de la cena, cuando la familia, los peones y los criados de la hacienda se reunieron en el pórtico de la casa, doña Teresa comento:

.- Esta mañana cuando las niñas Gladys y Rosalba buscaban chamizas, se llegaron hasta las rocas de la Quebrada Blanca. Detrás de una piedra vieron la cabeza de cabellos largos y revueltos como una tela de arañas que le cubría los ojos. Era alto. Sus ojos apenas se veían pero sus ademanes y gritos guturales eran semejantes a los humanos. Y continuo:

.- Desde hace muchos años se comenta en esta zona la historia de Mariela. Era una muchacha joven y sencilla, bella y lozana como las flores de nuestras montañas. Sus dieciocho años lucían en todo su esplendor. Un día fue a lavar la ropa a la quebrada y desapareció misteriosamente. Sus hermanos encontraron la ropa lavada en una piedra de la orilla, pero de Mariela no pudieron saber nada. Desapareció sin saber como y nadie pudo averiguar su paradero. La buscaron por todas partes, la llamaron, pero todo fue en vano.

.- Mariela había terminado de lavar la ropa y se dio cuenta que la observaban, levanto la cabeza y vio un mono corpulento y peludo que la alzaba y se la llevaba montaña arriba. Fue tal su estupor que no tuvo fuerzas para gritar ni para desprenderse de los poderosos brazos que la

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raptaban. Corrían entre los palmares montaña arriba y no se detuvo hasta llegar a una cueva que tapaba su abertura con una enorme piedra y gran variedad de palmeras. Desde lejos nadie podía imaginar que allá arriba hubiera un espacioso y caldeado recinto. Las paredes eran roca caliza y a un lado había una hendidura por donde penetraba la luz y el aire. En un rincón había un montón de hojas y ramas secas, semejantes a un mullido colchón. Al otro lado frutas frescas: dátiles, cambures, mamones, aguacates y mangos.

.- Mariela se dio cuenta de la situación. Esa seria su casa y no sabia por cuanto tiempo, seria difícil escapar de las redes del simio. Este le decía por señas que comiera fruta. Le trajo un racimo de mamones y la empujo suavemente hasta el montón de hojas y la sentó.

.- Paso mas de un año, la familia de Mariela la daba por muerta. No se imaginaban que ella estaba a pocos kilómetros de su casa, secuestrada por un mono que la mimaba y vigilaba con celo. Todos los días le traían frutas frescas y de vez en cuando prendas de ropa que cogía sin ser visto, de los tendederos en las haciendas cercanas. Ella había intentado escaparse, pero sin resultados. El mono vigilaba todos sus movimientos y cuando salía de la cueva volvía encendida. No había caminos ni senderos y todo a su alrededor parecía igual. Cerca había un manantial que iba a la quebrada. Allí iba a bañarse Mariela y a tomar agua. Cogía hojas anchas y escribía con un palito:

.- "Soy Mariela, estoy secuestrada por un mono grande en una cueva del cerro Los Palmares. Por favor, vengan a buscarme".

.- Este mensaje lo escribía todos los días con la esperanza de que alguien lo leyera. Así pasaron los meses.

.- Sintió que su cuerpo iba perdiendo la forma y algunas veces sentía mareos. Al cabo de unos meses dio a luz dos monitos.

.- Un grupo de muchachos pescaba en un pozo del río. Uno de ellos tomo una hoja amarilla con una escritura borrosa y descifrando el mensaje pudo leer:

.- "Soy Mariela, estoy secuestrada por un mono grande en una cueva del cerro Los Palmares. Por favor, vengan a buscarme".

..- Paso la hoja a su amigo y siguieron pescando. Se olvidaron del asunto. Días después el mismo grupo de amigos se bañaba en el río. Uno de los jóvenes encontró otra hoja verde con el mismo mensaje. Cuando se la iba a mostrar a sus amigos estos le enseñaron otras con la misma leyenda.

.- Notificaron a las autoridades y organizaron una expedición río arriba. Al llegar a la Quebrada Blanca estuvieron indecisos si seguir curso del río o el de la Quebrada. Conversando un rato y luego pensaron que la Quebrada venia de un cerro Los Palmares. Acamparon a la orilla y al

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amanecer continuaron la marcha en ascenso. La vegetación tupida por multitud de variedades de palmas, desde la enana hasta la corpulenta.

.- Cerca de la naciente encontraron a Marisela lavándose. Su cuerpo delgado y frágil no lucia la frescura de tiempos atrás. Su cabello greñudo y su tez pálida dejaba traslucir su mala alimentación. Los miro asustada.

.- Ellos preguntaron:

.- ¿ Eres Marisela?.

.- Si, - dijo.

¿ Cuanto tiempo llevas aquí?.

.- No lo sé, mucho tiempo.

.- ¿ Y el mono?.

.- Debe estar por ahí cerca, sale siempre a las montañas a buscar frutos para nuestra alimentación. Si los ve se pondrá furioso, tengan cuidado, es corpulento y fuerte.

.- ¿ Donde has vivido durante este tiempo?.

.- Allá arriba. Detrás de aquella piedra hay una cueva, allí hay un espacio seco y tibio; de día y de noche tiene una temperatura agradable.

.- Venimos a buscarte ¿ Vienes con nosotros?.

.- Sí

.- ¿ Vamos?.

.- ¡ Vamos. ! Y levanto la cabeza en dirección a la gran piedra.

.- En esos momentos llegaba un gran primate. Al verlos comenzó a gritas desaforadamente a la vez hacia gestos. La cabellera enmarañada le caía sobre la cara y un tupido pelo le cubría todo el cuerpo. Cuando se dio cuenta de que se llevaban a Mariela fue a la cueva y saco a los dos monitos. Los levantaba y emitía sonidos guturales, así llamaba la atención de Mariela para despertar sus sentimientos maternales. Como ella y los jóvenes prosiguieron la marcha cogió a sus hijos y con las uñas los desgarro, luego ensangrentado, los mostraba a la muchacha. Mariela horrorizada seguía caminando casi sin fuerzas. El mono seguía gritando y desgarrando a sus hijos que luego levantaba. Ellos siguieron su camino. Mariela se desmayo y se la llevaron alzada hasta el pueblo. Con la mala alimentación y el sufrimiento había perdido sus fuerzas. No le quedaba nada de la frescura y lozanía de tiempos atrás.

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.- Cuando doña Teresa termina el relato todos quedaron mudos. Sabían que por aquellos contornos desde hacia muchos años merodeaba un mono de gran tamaño. Historias como esta se las había escuchado a sus padres y a sus abuelos.

.- LA NINFA DE AGUAS CALIENTES.

.- En la parte Sur Oriental de la población de Aguas Calientes, existía un viejo volcán apagado, que no entraba en erupción desde hacia muchos años.

.- El volcán era la morada de un gigante llamado Muratón que estaba enamorado de la ninfa Mauri, habitantes de La Quebrada Seca.

.- La ninfa Mauri no atendía a los requiebros del grandullón. Un día este después de visitar a su amada y recibir su negativa, entro de golpe en el volcán y la tierra se sacudió violentamente causando estragos en las poblaciones de San Antonio, Ureña, Capacho, Lobatera y Cúcuta. Era la una de la tarde del 18 de mayo de 1.875.

.- La ninfa Mauri estaba sentada cerca del nacimiento de La Quebrada seca. Sus delicados pies jugueteaban con las aguas cristalinas y de vez en cuando se miraban en ellas; peinaba sus cabellos de brisa y espuma. Sintió que la tierra se movía y se agarro fuertemente a la piedra donde estaba sentada. Pensó en el gigante y se dijo.

.- Es Muratón que despechado se sacude en el volcán, volare por el éter, pronto sabré lo acaecido.

.- Viajo con la luz y la brisa y solo vio desolación, ruina y ciudades destruidas. Vago horas y horas. En la tarde, extenuada y triste llego a La Quebrada Seca. Su pensamiento volaba hasta los hogares destruidos, hasta las familias llorosas y huérfanas. Se sumergió en las aguas frescas del riachuelo y se dejo llevar por la corriente. Una vez que hubo recuperado sus energías, peino sus cabellos ondulantes de luz y espuma y cubrió su nacarado cuerpo con una leve túnica de algas. Seguidamente voló hacia el volcán apagado.

.- ¡ Muratón!....¡ Muratón!.....,grito cuando sus leves pies tocaron la tierra caliente; - acto seguido se sentó en una piedra debajo de unos frondosos árboles. El sol poniente resbalaba entre sus cabellos y les daba tonalidades refulgentes.

.- ¡ Muratón !...¡ Muratón !....¿ Donde estas, mi buen amigo?.

.- Un leve estremecimiento sacudió la tierra e inmediatamente la figura del gigante salió del cráter.

.- ¡ Mi sublime Mauri!. ¿ A que se debe tanto honor?.

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.- Se fijo en sus ojos de esmeralda que brillaban con los reflejos del atardecer y al comprender que estaban húmedos de lagrimas pregunto amoroso:

.- ¿ Que le pasa a mi amada?. ¿ Que tiene mi dulce ninfa?.

.- Ella entre suspiros le contesta con reproche:

.- ¿ Sabes lo que has hecho Muratón?.

.- Sí.

.- ¿ Te das cuenta del alcance de tu enojo?. He vagado toda la tarde por la zona afectada hasta caer exhausta. He comprobado como se destruyeron ciudades y caseríos. He llorado con los humanos la perdida de sus familiares y he llegado a mi morada desconsolada. ¿ Como se puede causar tanto daño en tan poco tiempo?. ¿ No te condueles de ellos?.

.- Si amada, pero ya nada se puede hacer aunque este arrepentido. El dolor es irreparable. Dime, inefable Mauri ¿ que quieres que haga?. Soy tu fiel esclavo, lo que tu ordenes se cumplirá inmediatamente.

.- Mauri sonrió a trabes de las lagrimas y el gigante la contemplaba extasiado.

.- Muratón, debes crear algo que ayude en el futuro a los humanos, que sirva para curar muchos males.

.- Dulce Mauri, así lo haré, pero por favor, acompáñame. Busco su nacarada mano y la apretó suavemente. Le dijo:

.- Adorada, contempla tus lagrimas al caer sobre la tierra.

.- Si, las contemplo, pero. ¿ qué ocurre ?.

.- Espera un momento. Esas lagrimas se convertirán en manantiales de aguas medicinales. Fíjate como se van formando.

.- Y en efecto, cuatro manantiales surgían de la tierra a poca distancia uno del otro. Los cuatro eran distintos y sus aguas unas viscosas, otras cristalinas, iban descendiendo de la montaña hacia la planicie. Mas adelante estas aguas recibirían los nombres de La Virgen, La Kerosene, La Cerada y La Vichy.

.- Se secaron las lagrimas en las gemas verdosas y miraron a Muratón que lloraba copiosamente. Se condolió, y apiadándose de él dijo:

.- No llores, sé que tiene buenos sentimientos y con estas aguas minerales me das prueba de ello. Ellas ayudaran a los humanos a curar enfermedades. Voy comprendiendo tu amor.

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.- Espera, no he terminado mi obra. Fíjate en mis lagrimas que caen a tierra. Ahora veras lo que pasa.

.- A los pocos instantes surgieron cuatro manantiales de aguas calientes que brotaban en distintos lugares del cerro hacia el poblado. Con los años llamarían a estos manantiales: La Pringue, la San Roque, La San Rafael y La Hedionda.

.- Se miraron arrobados: El sol despedía sus últimos rayos de luz y en el poniente algunas nubecillas rosadas coloreaban el cielo azul intenso.

.- Gracias, Muratón, ¡ Ojala los habitantes de esta zona sepan apreciar el incalculable tesoro de estas aguas!, ¡ Ojala sepan cuidarlas y conservarlas por millones de años!.

.- Y de la mano se perdieron en las extrañas de la tierra.

.- EL OVEJO DE LA PIEDRA DE LIMA.

.- Bajando de la Grita a Seboruco se encuentra la Piedra de Lima, Mas arriba una cueva que recibe el mismo nombre. Dos enormes bejucos cuelgan desde lo alto de la cueva a la piedra y en el centro se ve un ovejo acostado de lanas enmarañadas y sucias del atardecer colocan sobre sus patas delanteras. Las luces del atardecer colocan irisaciones rosado-amarillentas en su cuerpo lanudo. Rocas escarpadas y entre sus resquicios algunas malezas que sobreviven a las inclemencias del sol.

.- Movidos por la curiosidad organizamos excursiones a la Piedra de Lima. Subimos por un sendero escarpado entre lajas grisáceas hasta alcanzar la cumbre. De allí entre piedras y malezas, fatigosamente llegamos a la cueva. Pequeños arbustos y piedras. El ovejo que dormía placidamente en la tarde había desaparecido. Dicen que es una cueva encantada y no nos atrevemos a penetrar en ella. Pasamos el día merodeando por las cercanías. Despachamos nuestros avios y sin prisa comenzamos el descenso. Las piedras del camino estaban lisas y resbaladizas, caminamos unos tras otros. Jadeantes llegamos a la carretera. Nos alejamos un poco y contemplamos el panorama. Identificamos la piedra y la cueva, estaba dormitando el ovejo encantado.

.- Volvimos en varias ocasiones: rastreando el cerro, la cueva, las piedras y siempre con los mismos resultados. Desde abajo lo veíamos acostado y con sus lanas sucias de color gris amarillento.

.- Ha pasado el tiempo y el ovejo de la Piedra de Lima sigue dormitando delante de la cueva. es visible desde la carretera, pero desaparece misteriosamente al llegar a la cima.

.- EL CEMENTERIO DE PALMIRA.

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.- Una calle en las afueras del pueblo, que a pesar de estar asfaltada presenta muchos huecos y desniveles. El cementerio, un lugar tétrico, rodeado de un muro de tierra pisada, medio derruido y apuntalado en algunos lados con columnas de cemento. Del interior, sobresalen por las altas paredes sin pintar: pinos tristes, árboles ornamentales y enredaderas. La gente del pueblo no transita por esta calle, aunque tarden mas, dan la vuelta y pasan por otro sitio. Si por casualidad tienen obligatoriamente que cruzar este paraje lo hacen en grupo. Dicen que salen espantos de día y de noche. Esto corre de boca en boca y cuando llega a Palmira un nuevo habitante enseguida lo ponen al corriente de la situación.

.- Juana acaba de llegar al pueblo con su familia. Ya le han comentado lo del cementerio. Por eso hoy que tiene que atravesar sola la calle y no encuentra otra salida, esta asustada.

.- Son las seis y media de la tarde y comienza a oscurecer. Apenas unas luces rosadas se ven hacia el oriente. Juana mira para todos lados; la calle esta desierta. Se alegra porque en su misma dirección viene un caballero de porte distinguido. Se acerca. Ella lo espera y le dice:

.- Buenas tardes!.

.- Buenas tardes!.

.- Juana lo mira tranquila. Su rostro de edad madura inspira confianza. Para su edad resulta interesante.

.- Juana se coloca al lado del caballero y caminaban juntos. Ella entra en confianza y le dice:

.- ¿Vamos en la misma dirección?.

.- Sí.

.- Yo no me atrevía a pasar sola la calle. Menos mal que vino usted.

.- Si, nos acompañamos mutuamente.

.- Yo no quería pasar sola. ¿Sabe por que?.

.- ¿Por que?.

.- Por temor a los espantos. ¿Usted no le tiene miedo?.

.- No, ahora no les tengo miedo, cuando estaba vivo sí.

.- LA PIEDRA DEL MAPA.

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.- Se iniciaba un año escolar. Beatriz comenzaba su primer año de trabajo como maestra. Pocos meses atrás se habían graduado como bachiller docente y desde Mérida se había trasladado a San Juan de Colon.

.- Muy temprano llego al Grupo Escolar Francisco de Paula Reina y se presento en la dirección del plantel con sus credenciales. Fue muy bien acogida y sus compañeros la invitaron a conocer el grupo. Cuando pasaron por el jardín le mostraron una gran piedra. La invitaron a subirse. Ella subió y se sentó sobre la piedra para contemplar sus petroglifos: serpientes enrolladas y comenzando a desenrrollarse, caras de indios. ¿ Quien sabe que extraño mensaje..?

.- ¿ Que significado le dan a estos grabados? - pregunto.

.- No se han podido descifrar, solo sabemos que datan del tiempo de los indios. Dicen que la piedra tiene un extraño poder y el que se sube se queda en Colon para siempre.

.- Otro comento:

.- Y si esa persona se va, regresa para quedarse.

.- Entre bromas le dijeron:

.- Seguro que te casas aquí y té quedas con nosotros.

.- Luego Julia prosiguió:

.- Hace muchos años la piedra estaba un poco mas allá. Dicen que al edificar esas casas del frente la piedra estorbaba y la enterraron. Ese día la tormenta y la lluvia amenazaron con destruir a Colon. Estuvo lloviendo hasta que desenterraron la piedra.

.- Graciela añadió:

.- Cuando construyeron el Grupo Escolar la rodaron un poco para que quedara en sus jardines. Pero dicen que siempre que han intentado moverla se desencadena una tempestad. Las centellas cruzan los aires en todas direcciones acompañadas de estrepitosos truenos y lluvia torrencial que a diario la visitan, algunas como tu, para quedarse con nosotros.

.- Beatriz muy interesada en el relato mira la piedra, le dio vuelta, toco sus petroglifos y exclamo:

.- Todo lo que me han contado me parece muy interesante.

.- Es una de las pocas reliquias que tenemos de nuestros antepasados los indios Chinatos de la tribu de los Caribes. Debemos conservarla con

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respeto y admiración. Es una lastima que no se haya podido descifrar el significado de estos grabados.

.- Quedaron en silencio. Beatriz pensó un instante en los indios que habitaron la zona y luego pregunto:

.- ¿ Esta piedra recibe algún nombre en especial?.

.- Sí, Contestaron a coro. - ¡ La Piedra del Mapa!.

.- Siguieron paseando por los patios y jardines. Beatriz pensativa:

.- Me ha saludado "La Ciudad de las Palmeras" y me ha dado la bienvenida "La Piedra del Mapa".

.- LA PIERNA ENCANTADA.

.- Hace mas de sesenta y cinco años en la ciudad de San Juan de Colon solo había una casa de dos pisos y estaba ubicada en la Calle real. Era una ciudad apacible. La brisa susurraba al mover sus airosas palmeras y estas despeinaban sus penachos. En las noches nadie transitaba por sus calles. Las casas se alumbraban con carburo.

.- Eran las tres de la madrugada. La noche estaba estrellada cual si centenares de cocuyos surcaran los aires. Se escuchaba el concierto de grillos y ranas. Las luces de las calles estaban apagadas al igual que de las casas. Timoteo cruzaba la Calle Real con destino a su casa, después de una noche de parranda con sus amigos. Venia haciendo eses a causa del alcohol. Silbaba y hablaba solo:

.- ¿ Por que no habrá salido la luna?. La noche esta oscura, casi no veo la calle.

.- Se detuvo al frente de la casa de los Chávez. Era la casa de dos plantas. -

.- En la parte superior se veía luz. Se dijo:

.- Son trasnochadores como yo -, y se detuvo a mirar.

.- Por el balcón se veía una lámpara de carburo que iluminaba la habitación. Cerca, una mujer con una pierna levantada se quitaba una media de seda. Mostraba unas piernas bien torneadas y esbeltas. Se quedo embelesado mirando. Dio un paso para arriba, otro para abajo, luego para ver mejor dio un paso al frente al tiempo que exclamaba:

.- ¿ Que belleza!.

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.- Sin pestañar vio como la mujer se había quitado una media, levantaba la pierna para quitarse la otra. Timoteo tomo mejor ubicación para no perderse nada. Se agacho un poco y cuando más absorto estaba contemplando las piernas de la mujer exclamo:

.- ¡ Que piernas!.. ¡ Esto no se ve todos los días!.

.- Al momento la pierna se alarga, se alargo hasta dar con Timoteo y empujarlo. Como estaba medio agachado y bajo los efectos del aguardiente, perdió el equilibrio y cayo al suelo. Se incorporo rápidamente al tiempo que decía:

.- ¡ Que es esto!.. ¡ Jesús Credo!.. ¡ Ave Maria Purísima!..

.- Se alejo con rapidez hasta la otra acera y cuando corría en dirección a su casa, algo lo agarro, lo apretó y luego lo empujo.

.- El asustado exclama:

.- ¡ Jesús Credo!... ¡ Que es esto!...

.- Acto seguido se escucha una voz de ultratumba que decía:

.- "Este es el brazo hermano de la otra pierna".

.- Timoteo no supo ni como ni en que momento llego a su casa.

.- El no se lo contó a nadie, pero todo el pueblo supo la historia de la pierna y aun corre de boca en boca.

.- LA POTRANCA DEL DIABLO.

.- Hace cincuenta años el Pasaje Acueducto era tranquilo. En las noches muy pocas personas transitan por él. Era raro oír pasos después de las doce de la noche.

.- Cuando iban llegando al cruce con la carrera 19, Nicolás comenta:

.- No me gusta pasar por aquí después de media noche.

.- ¿ Que hora es?.

.- La una de la madrugada - responde Víctor.

.- No habían terminado de hablar cuando escucharon unos cascos lejanos.

.-¿ Corre Víctor!.

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.- Y los dos apresuraron el paso y entraron precipitadamente en el zaguán de la casa de Nicolás y cerraron.

.- Se oían los cascos de un caballo que venia a galope desde el Liceo Simón Bolívar hacia la parte alta de la ciudad.

.- Es ella.

.- Sí.

.- Escucha, se acerca.

.- Y en efecto, los pasos cada vez eran más fuertes, el pavimento resonaba en la noche silenciosa.

.- Miraron por un agujero de la puerta y ante ellos cruzo un jinete envuelto en una capa oscura, su figura esbelta se dibujaba en la noche. Montaba una potranca alazana; Parecía que sus cascos no tocaban el piso y sin embargo cada vez que las herraduras tocaban el suelo echaban chispas y pequeñas llamaradas que alumbran la calle oscura.

.- El jinete se perdió y los cascos se escucharon cada vez más lejanos.

.- ¿ Hacia donde ira?. - pregunto Víctor.

.- ¡ Quién sabe! - exclamo Nicolás.- Lo cierto es que de vez en cuando se aparece La Potranca del diablo y recorre el Pasaje Acueducto desde el Liceo Simón Bolívar hasta la parte alta, perdiéndose en la montaña. Nadie la conoce ni sabe por que se aparece en las noches oscuras. Todos la temen y la llaman "La Potranca del Diablo".

.- EL POZO ENCANTADO DE BOCA DE MONTE.

.- Cerca de Michelena, por una carretera entre paramos, valles y precipicios se llega a Boca de Monte. Si continuamos la vía salimos al páramo de El Zumbador. El caserío entre montañas, de clima fresco, amanece cubierto por la bruma. Cuando esta descorre su cortina se ven casitas blancas y el grupo escolar rodeado de pinos, sauces y eucaliptos. Por el camino nos detenemos a comprar cuajadas envueltas en hojas de bijao.

.- Nos cuentan que la quebrada que esta antes de llegar a Boca de Monte, tenia hace tiempo un pozo que llamaban la Laguna Encantada, porque todo el que se acercaba a él desaparecía.

.- En vista de que desaparecieron muchos animales y personas en ese pozo, nadie se atrevía a pasar por ahí.

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.- Hace, años cuando hicieron la carretera Michelena - El Zumbador, desapareció uno de los obreros que trabajaba en la vía. Lo buscaron por todas partes y nadie supo dar razón de él; Pero, al hablar con los lugareños y saber que eran muchos los animales y persona perdidos, decidieron secar el pozo. Para ello desviaron el cauce de la quebrada y este al no tener agua que lo surtiera, se fue secando.

.- Cuando estaban casi seco, los obreros que trabajaban muy cerca de allí fueron hasta el pozo y vieron en el centro de él a una gran culebra de agua de unos siete metros de largo, que enrollada dormía placidamente. Era una enorme culebra anaconda de color pardo aceitunado y manchas negras. Posiblemente estaba haciendo la digestión de su ultima presa.

.- Los obreros dándose valor unos a otros la atacaron con palos y piedras. Ella perezosamente se despertó y se alejo, perdiéndose en la maleza.

.- Hace años que terminaron la carretera. Boca de Monte ha ido creciendo. La belleza de sus paisajes atrae a los turistas; Pero nadie transita a pie por las cercanías de la quebrada y del pozo encantado. Dicen los campesinos del lugar que transitan por estos hermosos parajes, que en algunas noches cuando la luna es clara, se ve a la orilla de la carretera cercana a la quebrada y al Pozo Encantado, una gran culebra negra semi enrollada y en posición vertical la cabeza, con los ojos refulgentes como si fueran de fuego y una lengua brillante y larga.

.- Da miedo ver esta culebra gigantesca con los ojos encendidos y la boca abierta, vigilando cerca del pozo seco.

.- EL PUENTE DE LA RATONA.

.- El cielo azul marino tachonado de estrellas era la única nota brillante de aquella noche oscura. A la vera del camino se alineaban los árboles y matorrales semejantes a encapuchados en procesión. La carretera en ascenso alumbraba solo las luces de los automóviles que de tarde en tarde pasaban por el lugar. Las casas de los alrededores estaban apagadas. Todo era quietud, apenas se oía el croar de las ranas y de los sapos cerca de la quebrada. Eran las doce de la noche.

.- A pesar de que su familia le dijo que no transitara la carretera de San Cristóbal a Santa Ana después de la media noche, se habían empeñado en volver a su casa, el no creía en cuentos ni leyendas.

.- Paso el puente de la quebrada La Ratona y cuando comenzaba a subir la cuesta noto que el automóvil se volvía pesado, como si le hubieran echado cien costales de plomo. Le pareció extraño ya que la maquina estaba en perfectas condiciones y el tablero no tenia ninguna luz indicadora de fallas. Las ruedas patinaban como cuando hay agua o aceite en el pavimento, sin embargo todo estaba seco. Paso a una

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velocidad más potente y con los mismos resultados. ¿ Que raro?, - pensó, - no tiene fallas mecánicas y sin embargo amenaza con detenerse y el volante se hace cada vez mas pesado. No me gustaría quedarme detenido a estas horas en este lugar.

.- Un tenue rayo de luz como de una estrella fugaz, penetra por una de las ventanas traseras. Miro por el espejo retrovisor y vio sentada en el asiento posterior a una mujer esbelta y rubia vestida con sutilísimos tules. Su atrayente belleza estaba envuelta en u halito de suave luz. Rafael se frota los ojos y siguió viendo por el espejo a la hermosa dama. En esos momentos recordó a la Venus de Botticelli.

.- ¿ Quien seria tan cautivante mujer?.

.- Con mucha dificultad siguió por la carretera en ascenso. Un sudor frío le recorrió todo el cuerpo.

.- Se tranquilizo un poco. Estaba llegando por al poblado, se veían casas diseminadas a ambos lados de la carretera. Iba muy despacio pues el automóvil se le hacia muy pesado.

.- Oyó como la puerta trasera del carro se abrió y se volvió a cerrar. Miro por el espejo y en el asiento no se encontraba ya la mujer, estaba frente al cementerio. A Rafael se le erizaron los pelos del miedo y acelero....

.- Con el tiempo averiguo que Gabriel murió hace algunos años en un accidente en el puente La Ratona. La quebrada iba crecida y no encontraron su cuerpo para darle cristiana sepultura. Por eso ella se aparece en el puente y acompaña a los que van solos hasta el cementerio.

.- EL SOLDADO DE VEGA DE AZA.

.- Antonio venia con su ayudante de vender su mercancía en el Llano. Se detuvo un momento en la alcabala de La Pedrera.

.- El guardia pregunto:

.- ¿ Puede darle la cola al joven?

.- Si, pero tendrá que ir en la parte de atrás de la cava.

.- No importa, el caso es que lo lleve hasta Vega de Aza, se le acabo el permiso y mañana temprano debe incorporarse al batallón donde presta servicios.

.- Muy bien, lo llevaremos hasta Vega de Aza, pase.

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.- Un joven espigado, blanco, de cabello corto entra en la parte posterior de la camioneta y se sentó en el suelo al lado de unas cajas. El joven con cara de niño portaba el uniforme de los soldados.

.- Antonio cerro las puertas, echo llave y se subió al vehículo.

.- Dejaron atrás la llanura y comenzaba a divisarse la cadena de las montañas. Una brisa cálida cargada de aromas les daba en el rostro. La noche con su manto cubría las cosas. Solo se veían los focos de los automóviles y las luces de algunas casa esparcidas al borde de la carretera. Antonio le dijo a su ayudante:

.- Estamos cerca de Vega de Aza, nos detendremos un momento para dejar al joven.

.- La carretera estaba muy oscura. Antonio le dio a su ayudante una linterna para que alumbrara la cerradura y así abrirle la puerta al soldado. ser bajaron, abrió la puerta de la cava al tiempo que decía:

.- ¡ Hemos llegado joven, mañana puede incorporarse sin problemas a su batallón!.

.- Como no salía el soldado alumbro con la linterna el interior de la cava y solo vieron las cajas en el rincón. Al unísono preguntaron:

.- ¿ Por donde salió?.

.- Confundidos entraron en la camioneta y prosiguieron la marcha.

.- No podían imaginarse como el joven había salido con las puertas cerradas.

.- Antonio no se queda conforme, tenia que aclarar el enigma. En sucesivos viajes al llano averiguo que Ezequiel había prestado su servicio militar en Vega de Aza. Un día antes de vencer su permiso y cuando se disponía a regresar al cuartel, perdió la vida en una riña colectiva entre jóvenes del lugar.

.- Cuentan que su ilusión por terminar el servicio militar era tan grande que todavía persiste en su intento de llegar a Vega de Aza. Son muchas las personas que lo han llevado y a todas les ocurre lo mismo que a Antonio.

.- EL HOMBRE DEL TABACO.

.- Borota con sus calles inclinadas de casitas coloniales, esta sobre un mirador desde donde se divisa Lobatera y Michelena. Su clima es fresco y la bruma envuelve al pueblo casi todo el tiempo. En las noches la niebla es tan espesa que lo cubre todo.

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.- Por una carretera siempre en ascenso se llega a la aldea El salado. Las gentes del lugar nunca pasan por ella.

.- Julio necesitaba transitarla de noche y al llegar a donde la carretera se bifurca, la niebla era tan tupida que no veían los contornos de las cosas y mucho menos la carretera. Iba muy despacio, le costaba mucho seguir la marcha, realizaba un gran esfuerzo para ver la vía, alumbrada tan solo por los focos de su automóvil. Al llegar a la bifurcación tomo el ramal derecho y freno bruscamente.

.- En el centro de la carretera estaba un hombre corpulento con las piernas abiertas. Vestía a la usanza de la región, como los campesinos: traje de dril y sobre él una ruana oscura; Calzaba alpargatas y en la cabeza un sombrero. En la boca tenia un tabaco encendido, que en la oscuridad brillaba. Estaba en toda la mitad de la carretera como para interceptar el paso. Con gran temor Julio retrocedió su vehículo y tomo el ramal de la izquierda. En el momento en que iba a apretar el acelerador freno bruscamente. De la orilla de la carretera cayo un corpulento árbol que con estrépito quedo atravesado en la mitad.

.- Ante la imposibilidad de seguir, Julio, muy asustado retrocedió y apenas encontró una explanada dio la vuelta y desanduvo el camino hacia Borota.

.- Mentalmente se decía:

.- ¡ Ya lo sabia, ya lo sabia!. Muchas personas me han contado del campesino gigante que se atraviesa en la vía. No se le puede cruzar solo ni de noche. Si les hubiera hecho caso no habría pasado este mal rato. Acto seguido apretó el acelerador carretera abajo como una exhalación y en pocos minutos estuvo de nuevo en casa.

.- LA MULA DE TARIBA.

.- Carmen hablaba animadamente con su prima Nancy. Horas y horas contándose sus cosas. Después que salieron del internado no se habían encontrado. Conversaban muy quedo para no despertar a la familia. De vez en cuando risas contenida rompían el silencio de la noche.

.- La brisa fresca les trajo el perfume de los azahares del patio. Sonaron en el reloj del comedor las doce campanadas.

.- Al poco rato sintieron ruido y se callaron.

.- ¿Que es?, Pregunto Carmen a su prima.

.- Espera.....

.- Se oyó en la en la calle un ruido de cascos cada vez más cercano.

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.- ¿Que es?, Volvió a decir Carmen.

.- ¿Calla...!

.- Se oían cada vez mas cerca los cascos de un caballo que caminaba con dificultad.

.- Me voy a asomar a la ventana para saber que es, dijo Carmen.

.- ¡Noooo....! ¡Espera, ya te cuento!, Contesto Nancy muy asustada.

.- Carmen se dio cuenta de la palidez de su prima y también se asusto. Dijo:

¡Pero que sucede, por amor de Dios! ¿Que sucede?.

¡Nada....! Espera que pase.....

.- Los cascos se alejan calle arriba.

.- Nancy explico:

.- Todas las noches después de las doce, camina por las calles de Tariba "La Mula Maneada". Dicen que tiene las patas amarradas, por eso en lugar de trotar va dando brincos. Nadie la conoce, pero se sabe que recorre las calles. Los vecinos la oyen y ninguno se asoma. Se dice que el que la mire sufrirá un maleficio y nadie lo podrá curar..... Por eso todos dejamos que continué la marcha....

.- LA PIEDRA DEL TESORO.

.- La población de Pregonero, Edo. Táchira fue fundada por Francisco Borja y Mora en 1.727. Enclavada en un valle limita de Norte a Sur con el río Uribante. Sus otros contornos por boscajes y los cerros El Botalón y San Alejo. Mas allá la cadena de montañas. El poblado posee una sola calle larga, casas de bareheque se agrupan alrededor de esta y de la plaza; la iglesia con su pequeño campanario sobresale del conjunto. Originalmente situado en La Poncha.

.- Por sorpresa los indios Uribantes, asaltaban el poblado naciente y destruyeron muchas de sus construcciones. Los pobladores huyeron a los montes vecinos. Otros tomaron la ruta hacia la llanura. Fue tal la sorpresa y desconcierto que no alcanzaron a organizarse para defenderse.

.- Fray Jerónimo fue hasta la iglesia, recogió el copón, la custodia y el cáliz, los metió en un saco de lienzo y se escondió en la copa de un corpulento árbol del patio. El sol iba en descenso y pronto se borrarían las formas y los colores. Espero para dejar a buen recaudo su tesoro y

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luego huir hacia el llano. Él, delgado y ágil, acostumbrado a las faenas del campo y a los trabajos duros no le fue difícil trepar al árbol y ubicarse lo mejor posible en lo mas tupido de la enramada. Ya había previsto esta situación. Tenia listo un morral con ropa, pan y vino. Espero que se hiciera de noche y desde su atalaya vigilo los movimientos de los indios. Vio como se reunían en la plaza alrededor de una hoguera. Cantaban, bebían chicha y danzaban.

.- Fray Jerónimo espero a que los invadiera el cansancio y la bebida surtiera su efecto para bajar sigilosamente hasta el río, surcarlo y luego subir de nuevo hasta el sendero que conduce a la llanura.

.- Se detuvo ante una gran piedra que estaba al borde del camino. A su lado otras menores le servían de soporte. Miro a todos lados y todo estaba en calma, apenas se veían los bultos de las piedras. El río rumoso corría un poco mas abajo y los árboles agitaban las ramas movidas por la fresca brisa montañera. Se bajo y ato a su mula al tronco de un árbol cercano y con la ayuda de un palo que encontró en el suelo, movió la roca. Esta se deslizo y dejo una pequeña hendidura. La corrió otro poco y al meter la mano pudo apreciar una cavidad rectangular semejante a un sarcófago. Cuidadosamente envolvió los vasos sagrados con el lienzo y los deposito en la oquedad, luego corrió la piedra y la dejo en forma vertical, semejante a un gran menhir. Se hizo la señal de la cruz y cuando iba a tomar el sendero que conduce a las partes mas bajas, en el lugar que hoy llaman El Calvario, fue alcanzado por una flecha. No se había dado cuenta que un gran grupo de indios lo había seguido. Cayo al pie de la piedra y su sangre la salpico. Aun pueden apreciarse las manchas. No se sabe dónde lo enterraron.

.- Años mas tarde corrió la noticia que debajo de la gran piedra había un rico tesoro piedras preciosas y oro. Eran los vasos sagrados que con tanto amor había guardado allí Fray Jerónimo. Esta noticia despertó la codicia de algunos.

.- Chucho y Juan esperaron que el pueblo durmiera y aprovechando la claridad de la luna se dirigieron al Sur del pueblo. Armados de palas y picos se disponían a profanar la gran piedra. Sus manos sacrílegas empezaron a excavar al pie de la piedra vertical. Poco después la apuntalaron con unas barras de hierro y se dispusieron a moverla para extraer el tesoro.

.- Cuando estaban cerca, la piedra se movió y amenazo con sepultarlos bajo su peso. A duras penas pudieron sostenerla y dejarla otra vez en su sitio. Cansados y descorazonados abandonaron el lugar. Las primeras luces del alba iluminaban el camino. Se marcharon apesumbrados por no haber tenido el tesoro.

.- La noche siguiente otra vez los dos amigos intentaron apoderarse de los vasos sagrados, pero todo en vano, porque la piedra se les venia

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encima para aplastarlos, acto seguido volvía a su posición normal. Asustados, Chucho y Juan corrieron hacia el pueblo.

.- Horas mas tarde los que venían de la llanura o los que iban hacia el río se dieron cuenta que habían intentado sustraer los vasos sagrados. En su huida los amigos olvidaron sus herramientas.

.- Hechos como este se sucedieron muchas veces. Nadie puede explicarse por que la piedra se va hacia el que intenta quitarle su tesoro y amenaza con aplastarlo, luego vuelve a su posición habitual.

! Con cuanto celo cuida ella los vasos sagrados!

.- EL TORO CANDELA.

.- El pueblo estaba de fiesta. La gente del lugar lucia sus mejores atuendos para asistir a la misa solemne en honor de la patrona. Un grupo de jóvenes charlaba alegremente a un lado de la plaza.

.- ¿ Que les parece el cartel de hoy? - pregunto Pancho.

.- Promete ser una tarde brillante. Los matadores son valientes y de renombre. Respondió El Chinchurria.

.- En ese momento vieron venir a su amigo Toño, que pálido y lleno de moretones cruzaban la calle.

.- ¿ Que paso? - preguntaron en coro.

.- Casi nada, necesitaba dinero y quise probar fortuna con El Toro de Candela, ya ven, me arrastro y me dejo maltrecho.

.- ¿ Y fuiste solo?.

.- ¡ Claro, pues con quien iba ir! Ustedes saben que el toreo se me da bien, pero fue imposible, nadie puede con las arremetidas de ese toro.

.- Quedaron silenciosos, indiferentes al bullicio del pueblo en fiestas, los ventorrillos, los juegos de envite y azar, el parque de atracciones mecánicas, la gente que se agolpaba para ver la procesión. Ellos permanecían impasibles. Seguían conversando. Pancho no escuchaba los comentarios de sus amigos. Pensaba en la forma de enfrentarse al toro. Alto, delgado ágil y joven, había probado muchas veces la tienta en corrales del matadero y en las haciendas de sus amigos. Su valentía y donaire lo hubiera llevado muy lejos si sus padres se lo hubieran permitido. Trabajaba y estudiaba y no le quedaba mucho tiempo para esos menesteres, pero....mañana seria rico y seguiría su vocación, seria famoso.

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.- Por su parte El Chinchurria estaba en similares cavilaciones. Esperaría a que finalizara la corrida y hablaría con el triunfador de la tarde. Irían los dos en la noche y torearía al "Candela", luego, repartiría los doblones.

.- Tarde de sol, arena y alegría en los tendidos de la plaza improvisada. Arte y valentía, gracia y emoción en la tarde taribense. El triunfador Paquito dio vueltas al ruedo mostrando sus trofeos ante las ovaciones de los aficionados.

.-El Chinchurria fue al hotel y espero la oportunidad de hablar con Paquito. Se pusieron de acuerdo y a las doce de la noche irían a la hacienda de los Martínez.

.- La hacienda de los Martínez estaba situada en las cercanías de Tariba. Amplio valle dedicado al pastoreo, rodeado de frondosos árboles. Mas allá una pequeña quebrada surtía de agua la hacienda. Al fondo las montañas.

.- Un viejo saman sobresalía entre el grupo de árboles. Frondoso y corpulento extendía sus ramas en todas direcciones, bajo ellas, apenas se coloca unos rayos de luz.

.- Se decía que el pie de ese saman estaba enterrada una paila con doblones de oro y que para encontrarlos solo se necesitaba darle dos lances al Toro de Candela.

.- Todo el que necesitaba fortuna intentaba esta empresa pero fracasaba al primer lance.

.- Pancho llego jadeante. Los tres kilómetros hasta la hacienda los había hecho corriendo. Se sentó a descansar en una piedra cercana a las raíces del saman. El silencio, la brisa fresca que movía las ramas de los árboles, los suaves rayos de luna, y sobre todo, la soledad, lo hicieron estremecerse. A lo lejos en la casa grande dormían sus habitantes y de vez en cuando ladraba un perro.

.- Desdoblo con mucho cuidado su raido capote. De pronto sintió ruido. Rápidamente extendió el capote y se dispuso a jugar su suerte. Quedo atónito: cruzando el valle venia un hermoso toro cobrizo que con los rayos de la luna parecía despedir fuego. No cabía duda, era él.

.- Lo espero con el capote extendido, dispuesto a sacarle lances, lo haría con arte. Se acerco, el junto los pies y extendió los brazos sin moverse del sitio. Adorno con el capote una manoletina, y, cuando se disponía a sacar el segundo lance....perdió la noción del tiempo.....

.- Sudando, a pesar del fresco de la noche, llegaron Paquito y El Chinchurria. Buscaron el saman.

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.- Esperarían la oportunidad para torear al Toro de Candela, con dos buenos lances serian ricos. Aquel no se hizo esperar......Al poco rato sintieron un ruido de cascos......

.- ¡ Es él!, Dijo El Chinchurria.

.- Y efectivamente, un toro de ojos centellantes, de piel brillante y cobriza, se acercaba vertiginosamente. Paquito extendió rápidamente su capote, para un torero como el seria muy fácil adornarse con un flamante capote y hacer dos lances.

.- Con garbo movió el capote como en sus mejores tardes. Un lance por chicuelinas perfecto y torero, y cuando iba a dar el segundo, se le enredo el capote y cayo al suelo. El Chinchurria miro despavorido. El fulgor de los ojos del toro lo petrificaron. La bestia desapareció. Sobrecogido de terror, El Chinchurria llamo a Paquito y corrieron hacia la salida de la hacienda. En su carrera tropezaron con Pacho que grito asustado al despertarse de su desmayo. Los tres corrieron hasta llegar al pueblo. Jadeantes sudorosos y asustados se sentaron en un banco de la plaza. Mudos y pálidos no podían hablar de miedo. Aun veían la figura corpulenta y cobriza del toro de candela, parecía como si los ojos del toro aun estuvieran lanzando llamaradas.

.- Año tras año se sucedieron hechos semejantes y no era raro que cuando veían a alguien pálido o maltrecho le preguntaran con malicia.

.- ¿ Estuviste en la hacienda de los Martínez?.

.- Con el tiempo la leyenda del Toro de Candela se fue olvidando. No sabemos que le ocurrió al saman y si todavía conserva entre sus raíces la paila con los doblones de oro guardados celosamente por el Toro de Candela.

.- EL HOMBRE DE LA CARRETERA TRASANDINA.

.- Comenzaba a caer la tarde. Los rayos de sol se perdían entre nubes y montañas. La niebla empezaba a descender sobre el páramo de El Zumbador. Las casas, los árboles y las montañas, comenzaban a desdibujarse.

.- Don Cipriano calzo botas altas, se abrocho su ruano de lana y se puso el sombrero, seguidamente monto su briosa mula y se dispuso a transitar por la Carretera Trasandina desde El Zumbador a Mesa de Aura. No gustaba de viajar de noche, pero si apuraba un poco el trote llegaría temprano a su hogar. A pesar de la niebla aun se veía la estrecha faja de la carretera. Comenzó el descenso.

.- Estaba llegando a El Palmar. Recordó que en varias ocasiones había visto un hombre al borde de la carretera, pero nunca hizo caso; sin

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embargo las conversaciones de sus amigos referentes al hombre de la carretera lo hicieron reflexionar. No sabían de quien se trataba ni que hacia en las noches a un lado de la carretera. Posiblemente era un lugareño trasnochador que curioso veía pasar a los viajeros. Efectivamente, allí estaba el hombre a la derecha, debajo de un árbol. Vestía como los campesinos de la región y nada raro o al menos aparentemente mostraba su presencia. Don Cipriano acelera el trote y con un ¡ Buenas noches nos dé Dios!, Murmurando entre dientes, se perdió en la lejanía.

.- Poco después toco a la puerta de una casa en Mesa de Aura.

.- ¡ Gente de paz!. Abre hijo, soy yo. - Y al poco tiempo un joven con un candil descorriendo los cerrojos, abría la puerta.

.-Entro en la caldeada cocina y poco después saboreaba una mazamorra de maíz con cuajada. Los alimentos y el calor del fogón le quitaron el frío. Se despojo de la ruana y converso con sus hijos. Intrigado dijo:

.- ¿ Saben una cosa?.

.- ¿ Que? - diga, padre.

.- Hoy me tope de nuevo con el hombre de El Palmar. Me pareció más pálido y más misterioso que otras veces.

.- Ese no es un hombre real, es un espanto. ¿ No lo cree usted?.

.- Posiblemente, quizás donde el se aparece hay un entierro.

.- Es posible.

.-Él mas joven de los hijos dijo:

.-¿ Y si vamos mañana cuando el sol caliente y buscamos el entierro?

.- ¿ Que les parece?.

.- Si, - contestó otro.

.- Bueno, mañana sabremos cual es el misterio que encierra el hombre de El Palmar, ahora a dormir. ¡ Dios me los bendiga!

.- ¡ Hasta mañana! ¡ Que tengan feliz noche!.

.- ¡ Hasta mañana, padre!.

.- A la mañana siguiente después de saborear una pizca con arepas de trigo, salieron en sus mulas don Cipriano y sus tres hijos. Llevaban en sus alforjas las herramientas necesarias para excavar. Llegaron a El

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Palmar cuando el sol empezaba a calentar. Buscaron el árbol donde salía aparecer el hombre y al hallarlo, en un rellano entre la carretera y el precipicio, comenzaron con las palas y los picos a excavar.

.- Levantaron varios metros de tierra. De vez en cuando golpeaban con un barretón y escuchaban el sonido. Al cabo de varias horas de trabajo cuando ya parecía que su esfuerzo era inútil, tropezaron con una cosa dura a varios metros de profundidad. Sacaron mas tierra y con cuidado fueron bordeando el objeto. Luego de un gran esfuerzo quedo al descubierto un enorme cofre de madera de roble. Emocionados descorrieron los herrumbrosos cerrojos, levantaron la tapa y dentro, estaba un bulto envuelto en paños amarillentos. El arca que estaba toda forrada de cobre se había conservado seca. Ninguno se atrevía a levantar los paños, hasta que don Cipriano dijo:

.- Veamos su contenido. - Y acto seguido levanto uno de los paños.

.- ¡ Armas antiguas!.

.- ¡ Son fusiles y mosquetones....!

.- ¡ Mosquetones.....! ¡ Fusiles.....!

.- Estas armas son antiquísimas, quizás las guardaron aquí en los primeros años de la independencia.

.- Si, el hombre las cuidaba con celo.

.- Dieron parte a las autoridades y el cofre y su contenido lo llevaron para un museo del centro. A partir de entonces no ha vuelto a aparecer el hombre de la Carretera Trasandina.

.- EL PUENTE DE LA URBINA.

.- El río Uribante baja por entre peñascos y precipicios. Agrestes montañas lo circundan y una verde y tupida vegetación lo cubre todo. Sus aguas frías y límpidas bajan cantarinas de la montaña hasta llegar al llano. Esas aguas rápidas pasan cerca de La Florida por debajo de un puente encantado. Este es el puente de La Urbina.

.- Cuentan que en época remota había una mujer muy bella y rica de apellido Urbina. Al quedar viuda su fama se extendió por la comarca. Dicen que sus atributos femeninos llamaban la atención y cautivaban a los hombres. Era tan rica que cuando viajaba no pagaba posada sino que compraba el local donde iba a pernoctar. Viajaba constantemente y siempre adquiría su alojamiento aunque fuera solo por unas horas. Se la conocía desde La Florida a Pregonero, y desde allí hasta El Llano. En sus viajes dejaba siempre a su alrededor una estela de misterio y fantasía.

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Además de su riqueza se le atribuyan poderes mágicos, cuentan que muchos hombres sucumbieron victimas de ellos.

.- Encanto el puente de La Urbina, pero sus encantos no son estables. Dicen que unas vedes cuando cae la tarde y los rayos del sol apenas alumbran el puente, este reluce como si fuera de oro y son muchas las personas que se han frotado los ojos creyendo que estaban soñando. El puente para ellos en esos momentos era de oro. Luego, al acercarse han visto que el resplandor ha desaparecido y todo esta normal.

.- Otras veces vieron gran cantidad de peces debajo del puente. Cuando los pescadores van contentos a echar sus atarrayas se encuentran con que salen vacías a pesar de que ven cardúmenes de todos los tamaños. Descorazonados abandonan el lugar.

.- Por el contrario. En época en que las aguas del Uribante bajan lentas y aparentemente sin rastro de peces, han echado sus atarrayas y las han sacado repletas.

.- Dicen que muchas personas que van para La Florida, al llegar al puente de la Urbina, encuentran que este ha desaparecido y tienen que atravesar el río de aguas tumultuosas. A otra gente le ha ocurrido lo contrario, pasan el puente y al mirar hacia atrás no lo encuentran, no se explican como ellos lo pasaron si ha desaparecido.

.- Comentan los habitantes de La Florida que la poderosa Urbina antes de marcharse para otra región deja encantado el puente, por eso se respira esa atmósfera de misterio a su alrededor. Dejo dicho antes de partir que solo se quitaría el encantamiento del puente cuando un sacerdote nativo de La Florida y de apellido Urbina, bendijese y rociara el puente con agua bendita. Esto aun no se ha realizado y allí continua el puente de La Urbina, con sus encantos, ante un paisaje agreste y cautivador.

.- EL VIEJITO DE LA CASCADA.

.- A pocos kilómetros de la ciudad de San Cristóbal se encuentra un hermoso salto de agua: "El chorro del Indio". Baja de una montaña en numerosos chorros de agua cristalina. Dicen que viene de una laguna encantada. Muchos han intentado visitarla. Algunos han regresado después de muchas penurias, otros han desaparecido para siempre.

.- El agua salta cantarina por una pared vertical de roca. En algunos de sus salientes crecen matorrales y helechos. La mayoría de las piedras están cubiertas de musgo. Las gotas de agua al caer reflejan los colores del iris y ofrecen un espectáculo encantador. El agua en su descenso corre entre enormes piedras y forma numerosos pozos en donde en días soleados y festivos los habitantes de los alrededores se bañan y disfrutan de sus aguas frías y límpidas. Luego, estas corren rumorosas entre piedras buscando siempre en descenso, el camino de la llanura.

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.- Por estos parajes agrestes muy pocas viviendas se encuentran. Solo frente a la salida de las aguas hacia el llano en la quebrada La India, se encuentra un bar amplio, que en los fines de semana se llena de bullicio. Debajo de él, como en un sótano, esta la vivienda familiar, casi siempre deshabitada.

.- La familia Contreras compra el local con los ahorros de muchos años. Se disponía a trabajar todos para salir adelante.

.- Durante el día realizaron la mudanza. En la tarde doña Rosario estaba sentada a la puerta contemplando el paisaje cuando vio bajar por el camino que desciende del chorro a un viejito encorvado, de cabellos y barba grises. Caminaba despacio apoyándose en un bastón. Su figura pulcra y diminuta inspiraba respeto y cariño.

.- ¡ Buenas tardes nos de Dios! - dijo el anciano.

.- ¡ Buenas tardes! - contesto doña Rosario con una sonrisa.

.- ¿ Usted es nueva en este lugar? - pregunto el viejito.

.- Si, con mucho sacrificio compramos este negocio y queremos sacarle provecho trabajando con firmeza.

.- ¿ Y van a vivir aquí? - pregunto el viejito.

.- Sí.

.- ¿ Se van a quedar en las noches?.

.- Sí.

.- No les aconsejo que se queden en las noches, es mejor que se vayan.

.- ¿ Pero por que?. Esto es nuestro y no lo vamos a abandonar.

.- Mi consejo es que no permanezca por las noches por estos lugares. Les pueden causar daño.

.- No abandonaremos la casa, todos nuestros ahorros están invertidos en ella, - contesto doña Rosario un poco inquieta.

.- Venda su casa y negocio y váyanse para otra parte. Si algún mal les sucede no digan que no les advertí. - Y el anciano siguió hablando-. En las noches todo cobra movimiento y vida. El agua del chorro se vuelve resplandeciente, el que la mira pierde la razón. Este lugar esta encantado.

¡ Váyanse de aquí....!

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.- No es posible, esta decidido que nos quedaremos aquí - Dijo doña Rosario incrédula.

.- ¡ Que Dios los proteja! - ¡ Buenas tardes!.

.- ¡ Buenas tardes!.

.- El anciano atravesó la quebrada La India y tomo el camino en ascenso hacia la montaña y se perdió entre los árboles.

.- Fatigados del trajín del día, doña Rosario, don Teodoro, Manuel y Joseito se dispusieron a dormir.

.- Durante la noche sintieron ruido y música, pero cada uno pensó que estaba soñando.

.- Los siguientes días fueron de mucha actividad en el bar. En la noche caían rendidos por el cansancio. Entre sueños escuchaban música y voces, tampoco hicieron caso, aunque doña Rosario pensaba en las palabras del viejito.

.- A la cuarta noche despertaron con los ruidos. En la parte superior de la casa que correspondía al bar se oían pasos como de gente que bailaba, risas, voces y música, como si hubiera muchas personas disfrutando de un día de fiesta. Hasta la rockola dejaba oír sus canciones. Ninguno de los cuatros se atrevió a levantarse. Don Teodoro no le hizo mucho caso, creyó que era producto de su imaginación, sueños al fin y al cabo. Manuel tampoco le presto mucha atención, estaba muy cansado. Doña Rosario atemorizada recordaba las palabras del anciano, pero no se atrevía a moverse. Joseito creyó soñar, pero, al despertarse sintió curiosidad y decidió subir al bar para averiguar la causa de la fiesta. Se vistió y subió las escaleras. Al llegar el se apagaron las luces, las risas y las voces. Miro al frente. El Chorro del Indio resplandecía y el agua al caer producía melodiosa música, como si las gotas entonaron una magnifica sinfonía.

.- Atraído por esa música tomo el sendero que conduce cerro arriba hacia la cascada. Cada vez la música era mas fuerte y la luz más intensa. Como lluvia de oro y piedras preciosas el agua se deslizaba desde la cima. No pudo mas, la luz era encegadora y cerro los ojos.

.- Apenas amaneció doña Rosario se levanto nerviosa, llamo a su marido y a sus hijos dispuesta a decirles que vendieran al negocio y se fueran a vivir a otra parte. Joseito no atendió a su llamado. Fue a su cama y la encontró vacía, lo llamo por toda la casa en vano. Tampoco estaban en los alrededores.

.- ¡ Joseito....! ¡ Joseitooo.....!

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.- Lo encontraron dormido al final del camino que conduce a la cascada, entre unas piedras al borde del primer pozo. Lo llamaron y se despertó asustado. Dijo:

.- ¡ La luz...! ¡ La luz....!

.- Doña Rosario aterrorizada se dio cuenta de que su hijo menor había perdido la razón. Llevaron a Joseito al medico, este no identifico su enfermedad. Luego a otro, y a otro. Ninguno diagnosticaba su extraño mal.

.- El solo decía:

.- ¡ La luz...! ¡ La luz....!

.- Los alrededores de El Chorro del Indio permanecen deshabitados.

.- Quizás el geniecillo de las aguas, continué apareciéndose en forma de viejecillo para advertir a las gentes que no osen interrumpir en la noche el encanto de la cascada.

.- LA VIGA DE ORO.

.- Un ingeniero recién graduado llegado de la capital supervisa unas obras de ensanchamiento de la red de cloacas, como también la nueva acometida de aguas de la ciudad de La Grita. Observa con curiosidad que en una calle orientada de Norte a Sur las excavaciones son casi superficiales. Cuando llama la atención al capataz le contesta que tiene que ser así por miedo a tocar la viga de oro.

.- ¿ Que viga de oro?.

.- ¿ Usted no la conoce?, Yo, no soy de La Grita.

.- Entonces le contare.

.- Mi padre me contaba que con el terremoto de 1.810, se abrió una zanja que corre la ciudad de Norte a Sur. Esa fisura bloquea algunas calles y para comunicarlas tuvieron que construir algunos puentes. Pues bien, paralela a esta zanja, en las profundidades de la tierra existe una enorme viga de oro, que al igual de la falla, viene de la parte alta, quizás desde la laguna Grande. Los gritenses tenemos que estar vigilantes para que nadie intente, movido por la codicia, llegar hasta la gran viga de oro. Por eso, cuando se hacen obras como esta, o se excava para hacer algún edificio estamos pendientes, no queremos que nadie la encuentre.

.- ¿ Por que no quieren encontrar la viga?, No entiendo - repuso el joven ingeniero.

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.- Ya se lo cuento:

.- Dicen que el día que se toque la viga de oro La Grita se sacudirá y será más estruendoso y terrible que en 1.810. Todo se destruirá y no quedara nadie para contarlo. Simultáneamente la Laguna Grande se desbordara y sus aguas caerán sobre la ciudad del Espíritu Santo y arrasaran con todo.

.- Ahora, doctor, ¿ comprende por que los gritenses estamos siempre vigilantes?.

.- Si, comprendo ¿ y de donde procede esta leyenda?.

.- No se sabe con exactitud. A mí me la contó mi padre. A mi padre se la contaba mi abuelo. Dicen que fue revelada por aparecidos después del terremoto.

.- Se quedaron pensativos: Al cabo de un rato el ingeniero pidió al capataz que lo acompañara a visitar la zanja.

.- LA LUZ DEL CERRO DE SAN DIEGO.

.- En el corredor del amplio patio colonial conversábamos con nuestros anfitriones. Pasábamos unos días de descanso en casa de nuestros compadres en Seboruco. Una casa antigua, espaciosa, con un patio en el centro lleno de platas y flores. Esa noche todas las esencias de rosas, claveles, jazmines, perfumaban la casona. Los techos de aleros curvos dejaban ver sus helechos y musgos. El aire tibio y diáfano surcado apenas levemente por algunas lucecillas de cocuyos, que como mínimas constelaciones cruzaban el aire. Hacia el patio como una enorme mole oscura, la sombra del cerro de San Diego.

.- Mientras nos mecíamos perezosamente y recordábamos la vida en el pueblo: costumbres, personajes, acontecimientos, leyendas aborígenes; una luz sé prendió en el cerro y pregunte:

.- ¿ Que es esa luz?.

.- Ah, la luz del cerro de San Diego.

.- Ya no la veo, parecía un faro ¿ Qué es?.

.- Dicen que es una viga de oro. Es una vieja leyenda india: dicen que los indios dejaron el cerro encantado y en las noches de verano, así como hoy, estrelladas y en cuarto menguante, sale una viga de oro dejada por los indios para iluminar el pueblo.

.- ¡ Que interesante! - exclame.

.- Sí, interesante como todas nuestras cosas autóctonas.

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.- ¡ Mira, otra vez la luz de San Diego alumbra el pueblo!.

.- En el día han subido al cerro y no han encontrado nada.

.- La viga no esta, el encanto solo aparece en las noches.

.- LA PATRONA DE SEBORUCO.

.- El feraz valle dormita entre montañas y brumas, de pronto, un repiqueo alegre llega hasta todos los rincones. De sus casas salen aprisa todos los moradores y se dirigen a la iglesia. Hoy están de fiesta, ha sido creada la parroquia de San Pedro de Seboruco, es un 14 de Marzo de 1.869.

.- Después de la celebración reúnen lo necesario para encargar una imagen que presidirá el Altar Mayor. Traerán a la Divina Pastora y ella será su patrona. El párroco hará las diligencias para ello y escribe a la península para encargar la imagen de acuerdo a sus intereses. Un emisario se dirige hasta Puerto Cabello, a la compañía Guipuzcoana, donde deposita carta y dinero en espera del próximo galeón español. Los pobladores de Seboruco siguen cultivando sus tierras y el poblado es cada vez más grande y prospero. Esperando a su patrona ha pasado mucho tiempo.

.- Un día tienen noticias de que en los depósitos de la Compañía Guipuzcoana están dos cajas de madera con imágenes. Inmediatamente se organiza un grupo de jóvenes que ira a recoger la patrona y trasladarla del puerto hacia Seboruco. Al llegar a los depósitos y presentar los documentos encuentran dos enormes cajas de madera exactamente iguales. Preguntan cuál es la de ellos y muy contentos emprenden el camino de regreso hacia la montaña. Después de varias jornadas por valles, ríos y montañas, llega un amanecer a Seboruco. Al escuchar el ruido de los cascos todo el pueblo se levanta alborozado. Las campanas comunican a los mas alejados que algo extraordinario esta ocurriendo y poco a poco la plaza de la iglesia se va llenando. Todos: jóvenes, niños y ancianos, desean ver a su patrona.

.- Descargan la caja y la van despojando de las cuerdas que la amarran y van quitando las tablas hasta abrir la parte superior. Extraen la virutilla, desenvuelven los papeles que la cubren y sacan con cuidado la imagen de la caja, luego, la depositan en un escalón del atrio.

.- Una bella imagen los miraba, ellos la contemplaron con asombro y exclamaron.

.- ¡ No es la Divina Pastora!

.- ¡ Es Santa Rosa de Lima!

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.- Interrogantes miraron al párroco y este confundido no sabia que decir. Cuando hubo pasado el desconcierto pidió información a los jóvenes que transportaron la imagen y al saber que venia otra del mismo para Santa Rosa, una población cercana a Barquisimeto, supuso que había un cambio y hablo así a los feligreses:

.- Queridos hermanos: En él envió de España llegaron dos cajas iguales, una para Santa Rosa y otra para Seboruco. Una contenía la imagen de la Divina Pastora y la otra la de Santa Rosa de Lima. Por un error se cambiaron las cajas y la Divina Pastora viaja para Santa Rosa y Santa Rosa de Lima llega a Seboruco. Procedamos a embalar la imagen, llevémosla a Santa Rosa y allí cambiesmola por la nuestra.

.- La feligresía mira la imagen depositada en el atrio e inmediatamente fueron conquistados por ella y gritaron:

.- ¡ No queremos cambiarla!.

.- ¡ Deseamos que ella se quede con nosotros!.

.- ¡ Si ella ha venido hasta aquí debe ser nuestra patrona!.

.- ¡ Es obra del cielo y no debemos oponernos!.

.- ¡ Nuestra patrona será desde ahora Santa Rosa de Lima!.

.- Desde entonces Santa Rosa de Lima preside el Altar Mayor de la iglesia de San Pedro de Seboruco..

.- LA VIRGEN DE MONTE CARMELO.

.- En un pequeño valle se acuna la aldea Borriqueros. El clima fresco y la tierra fértil son propicios para el cultivo del café, frutas y hortalizas. Sus gentes laboriosas, sencillas, honestas y piadosas viven en armonía con la naturaleza. Las montañas y campos están siempre verdes y ríos cantarines riegan los prados.

.- Un día lluvioso y frío, Bernabé y su familia trabajaron en los cafetales de su hacienda y se disponían a recogerse. El mozo, que era mudo de nacimiento, hizo señas a sus hermanos para que se retiraran, que él cortaría la leña para el hogar. Se dirigió a un extremo del corredor de la casa donde tenían depositados los troncos y tablas. Era un muchacho alto y fornido de manos anchas y callosas, manos generosas de campesino, manos que cultivaban la tierra con cariño. Joven virtuoso y recto, fiel con sus amigos y amoroso con su familia. Atento y servicial, dispuesto siempre a ayudar a sus semejantes.

.- Bernabé escogió unas maderas y troncos secos y los saco al patio para picarlos. El montón de leña suficiente iba creciendo y pronto terminaría

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su tarea, con él tendría leña suficiente para alimentar el fogón durante varios días. Descanso un rato, mira el cielo gris y vio nubarrones que se acercaban impulsados por la brisa vespertina. pensó:

.- Debo apurarme, pronto lloverá de nuevo y la madera mojada no servirá para el fuego. Solo me faltan estas tablas, las pico rápido y entro en la casa.

.- Cuando se disponían a cortar una tabla vio con sorpresa que en la superficie aparecía una figura. La cogió y la miro detenidamente, se dijo:

.- ¡ Que raro!. ¿ Por que tiene esta imagen?, Que yo recuerde esta madera no tenia nada pintado. La aparto para un lado y termino de cortar la leña. Amarro todo con una cuerda y la arrastro hasta la cocina. Dejo el hacha en el lugar acostumbrado y llamo por señas a sus hermanos; les mostraba la tabla. Todos miraban la imagen borrosa. Comentaron:

.- Parece la imagen de una virgen.

.- Es una lastima que este tan borrosa.

.- Bernabé decía que sí la cabeza. Limpio con un trapo la tabla y la coloco en una repisa para que todos la vieran, luego los invita a rezar el santo Rosario. Toda la familia reza con gran devoción.

.- A partir de entonces siempre que Bernabé salía al campo pasaba por delante de la imagen y le rezaba un Ave Maria o le hablaba con el pensamiento. Al regreso de sus faenas traía flores que colocaba delante de la imagen. decía:

.- Mi Virgen, te traigo dos orquídeas que encontré en un guamo.

.- Todos los días Bernabé le colocaba flores frescas: lirios, calas, rosas, claveles y miosotis. La imagen venerada por los Chávez iba tomando forma y color. Poco a poco sus líneas se iban perfilando y los colores iban surgiendo. Parecía que las manos magistrales de Fray Angélico se posaran en la tabla para darle vida.

.- Bernabé inspirado por la fe vivía pendiente de la imagen.

.- Veía con alegría como iban delineándose sus formas y tomando colorido. Pensaba:

.- Es obra de Dios, mi Virgen bella, gracias por haber venido a mi casa.

.- La Virgen de la tabla la conocieron todos los vecinos de Borriqueros y acudían a ella para rezarle con fe y respecto. Por ese tiempo visito la región un obispo perteneciente al arzobispado de Mérida: Monseñor Rafael Lasso de la Vega. Bernabé y sus hermanos le presentaron la tabla y él desconoció la imagen.

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.- La imagen en la tabla seguía cada vez mas viva. Todos la veneraban a rezarle de los rincones cercanos.

.- Años mas tarde Bernabé, en su lecho de enfermo, poco antes de morir, encomendó a su hermano Tadeo el cuidado de la tabla. Este conservo con celo el preciosos tesoro legado por su hermano. Día a día la devoción a la Virgen aumentaba en la aldea.

.- De nuevo un obispo de Mérida visita a Borriqueros y como años atrás, presentaron la tabla de la Virgen a Monseñor José Vicente de Unda. Tadeo le contó la historia de la tabla y de como él había continuado el culto a la Virgen por encargo de su hermano Bernabé. El obispo revisa minuciosamente la tabla y reconoció la imagen de la Virgen del Carmen. Recomendó que la cuidara con respeto y veneración.

.- Pasaron mas de cuarenta años. La devoción a la Virgen del Carmen iba creciendo y la casa de los Chávez resultaba pequeña para acoger a todos los que venían a venerarla. Por aquellos días recibieron la visita pastoral de Monseñor Juan Hilario Bosset. Tadeo y sus amigos Pedro y Santiago fueron a presentarles la tabla al obispo y le dijeron.

.- Ilustrísimo Señor, aun tiene la tabla con la imagen de Nuestra Señora del Carmen. La halla mi hermano Bernabé cuando iba a cortar leña. Su imagen era borrosa, ahora tiene forma y colorido.

.- La examino detenidamente y dio su aprobación.

.- Deseamos levantar una capilla para rendirle culto a nuestra querida Virgen del Carmen. Solicitamos su permiso.

.- Concedido. Debe levantarse la capilla en el mismo lugar en que Bernabé la encontró y ser lo suficientemente grande como para que en ella se pueda celebrar el santo Misterio de la Eucaristía.

.- Encargo para la supervisión de la obra al Presbítero de Tariba, Pedro Sánchez.

.- Hoy día esta simpática aldea cercana a Cordero, tiene una capilla donde se le rinde culto a la Virgen del Carmen. A ella acuden sus piadosas gentes, que en su honor cambiaron el nombre de Borriqueros por Aldea Monte Carmelo.

.- LA VIRGEN DE "EL COBRE".

.- Un valle fértil de ricos y abundantes pastos, de tierras de sembradío dedicadas a las hortalizas, caña de azúcar, trigo y frutos menores, famosas por el caimito y el guineo cobrero. En El Cobre todo es verdor, armonía, trabajo y prosperidad. Sus calles inclinadas de casas coloniales de ventanas de hierro forjado, de patios plenos de flores y de huertos

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abundantes, alojan gente laboriosa. En su río El Valle, numerosos molinos mueven el trigo recogido en las alturas. Varias plantas eléctricas mueven las industrias y dan luz al pueblo que aun se alumbra con velas y candiles de carburo. Por dondequiera que se pose la vista hay verdor, belleza y armonía; en este laboriosos valle la gente vive feliz, hasta que un día......

.- Estaban recogiendo la cosecha. Era viernes veintisiete de Noviembre de mil novecientos cuarenta y dos después de un intenso sol luminoso y radiante la tarde empezó a cubrirse de nubes y al seis cayo una leve llovizna. Poco a poco las nubes fueron oscureciendo y cerca de las ocho de la noche una negra y espesa nube cubría el pueblo. La suave lluvia fue aumentando hasta convertirse en torrencial aguacero que amenazaba inundar el fértil valle. De los cerros El Duque, Santa Elena y Cárdenas, rodaba el agua vertiginosamente hasta llegar al valle llevando consigo todo lo que encontraba a su paso. Las quebradas El Rincón, La Vieja y El Playón, así como el Callejón de La Vega, desde sus cabeceras se hincharon, se desbordaron y a gran velocidad inundaron el valle. Aguas devastadoras que amenazaban destruir el pueblo.

.- A las ocho de la noche arrecio la tormenta, truenos y relámpagos sacudieron el pueblo antes feliz y armonioso. Las centellas como culebras de diez cabezas surcaban los aires en todas direcciones iluminando el panorama. Algunas caían a tierra dejando profundas cicatrices. El estruendo de los truenos sacudía las casas que con la arremetida de las aguas sin control amenazaban desplomarse. Todo era desconcierto, estrépito, ruido ensordecedor de las aguas que bajaban violentamente de la montaña. El río El Valle antes manso y tranquilo, bajaba rugiendo y saliéndose de sus riberas. La turbulencia de las aguas llega a la Calle real y la cubrió de punta a punta hasta chocar con las aguas que venían de la quebrada El Rincón. Choque violento de fuerzas encontradas, de enormes torbellinos que lo arrastraban todo. La Calle de Atrás fue desbastada por completo; desaparecieron casa, muebles y personas; todo fue arrastrado por las incontrolables y tenebrosas aguas. El cementerio fue removido hasta sus cimientos y los huesos y cadáveres sacados de sus sepulturas para llevarlos quien sabe a donde. En la Calle Real el agua subió hasta ochenta centímetros del suelo, todas las casa del pueblo se inundaron, nada estuvo a salvo. Las familias asustadas rezaban a la Virgen de Carmen y al Santo Cristo de La Grita, nadie podía ni entrar ni salir de las casas.

.- A las ocho y quince amaino la tempestad y lentamente el nivel de las aguas comenzó a descender dejando por todas partes desolación y ruina. Mas adelante se supo que esta terrible tempestad fue ocasionada por una tromba marina que descargo sus aguas entre Los Mirtos y Mangaria; Mesa de Aura; Venegara y La Vega.

.- Noche terrible para los cobreros, noche de angustia, de vigilia y de oración, de incertidumbre. Con el amanecer los supervisores encontraron una ciudad en ruinas, llena de lodo y con cientos de habitantes ahogados

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y desaparecidos. En las calles hallaron enormes brechas ocasionadas por los rayos al precipitarse a tierra, enormes piedras, peces de mar, muebles, ramas, palos, huesos, cadáveres, y en fin una amalgama impresionante.

.- Todos corrían a saber de sus familiares y si los encontraban vivos la alegría y los gritos eran indescriptibles, contrastando con el llanto y los lamentos de los que habían perdido a sus seres queridos.

.- Como es natural la que menos sufrió fue la parte alta. De la baja no quedo nada mas que barro, escombros y bajo ellos muchos de sus moradores. Otros perecieron aplastados por las piedras o ahogados.

.- Con la luz del día y una vez llegada la calma, se organizaron para socorrer a los mas afectados, a los enfermos, a los heridos y enterrar a los muertos. Los que sobrevivieron quisieron darle gracias a la Virgen del Carmen por haberlos conservado con vida y fueron a su capilla para ofrecerles una misa en acción de gracias. Si hubiera durado mas la tempestad o si la descarga de la tromba marina hubiera sido toda sobre un mismo punto no hubiera quedado nadie para contarlo. Sin duda se habían apiadado de ellos y escuchado sus oraciones.

.- Asistieron con gran devoción a las celebraciones y al final de la misa, cuando el sacerdote inicio el canto a la Virgen "Salve Reina", todos los ojos se fijaron en la Virgen del Carmen, iluminada por la luz de los cirios dejaba ver su manto lleno de barro. Todos pensaron:

.- ¿ Si esta en lo alto y hasta allí no ha llegado las aguas, como ha podido llenarse el manto de lodo?. ¿ Acaso estuvo socorriendo a los damnificados?. ¿ O gracias a ella no se destruyo totalmente el poblado?. Y la Virgen del Carmen sigue siendo venerada por todos los cobreros, a ella acuden con gratitud y devoción.

Tomado del Libro: "Leyendas del Tachira" de Lolita Robles de Mora

1983.- San Cristóbal - Táchira - Venezuela.