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SEMILLEROS DE INVESTIGACIÓN EN RED: Criterios de Evaluación1

Isabel Cristina Montes Gutiérrez2

Lucas Correa Montoya3 Sumario: 1. Int roducción, 2. Marco conceptual de las Redes, 3. Criterios

para evaluar el t rabajo en red de los semilleros, 4. Consideraciones finales. 5. Bibliografía.

Resumen: Los semilleros de investigación son espacios en construcción que funcionan en la vida académica dentro de instituciones educativas para aportar elementos en la formación de los estudiantes, estas se realizan a través de un trabajo grupal, que permite aprendizajes metodológicos, de expresión, redacción, lectura entre otros. Este documento presenta algunos componentes que permiten entender y aplicar el trabajo en red y la importancia de aplicar esta metodología en los semilleros de investigación. A partir de esta conceptualización se exponen los criterios de evaluación que permiten conocer los logros y la eficacia de los procesos y direccionar las estrategias hacia el mejoramiento de los puntos débiles. Palabras Claves: Semilleros de investigación, Red de Semilleros de Investigación Keywords: Research: Seedbeds, Research Seedbeds Networks.

1. Introducción.

Los semilleros de investigación permiten la construcción de comunidades de aprendizaje que se han caracterizado por su origen espontáneo, naturaleza autónoma y diversidad dinámica aunque se inscriben en instituciones. Sus principios básicos comunes están enfocados a promover una formación académica más investigativa e integral, contribuyendo a

1 El presente artículo fue publicado como capítulo en el libro: Avances en Investigación Formativa 2006. Publicado por la Alcaldía de Medellín y la RedCOLSI – Nodo Antioquia. ISBN 9584410784. p 15 - 28. 2007. 2 Economista de la Universidad Eafit. 3 Abogado de la Universidad de Medellín. lucascorrea18@yahoo.com

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proyectar una educación participativa en donde se elogie la pregunta, se fortalezca el trabajo en equipo, se mantengan despiertas la capacidad de asombro y la curiosidad (Oquendo, 2001:11). La sostenibilidad y dinámica de los semilleros de investigación y por ende del trabajo en red de los mismos no es una responsabilidad atribuida únicamente a un solo actor. Como en la mayoría de procesos complejos depende de una delicada sinergia entre estudiantes, docentes, semilleros, redes e instituciones para lograr construir un espacio que les permita a los estudiantes acercarse a la investigación. El presente texto orienta a una propuesta, desde un marco conceptual de las redes, los criterios para evaluar el trabajo en red de los semilleros de investigación. Asimismo, identificar la dinámica de semilleros en diferentes instituciones, de modo que la aplicación de los criterios aquí esbozados permita conocer su estado actual y orientar los procesos a corregir aquellos aspectos que presentan falencias. 2. Marco conceptual de las Redes. La red de semilleros es una construcción social y académica que media relaciones entre directivos, docentes y estudiantes con un fin común: la investigación. Según Cardona (2006) las redes son mecanismos flexibles y muchas veces poco formales para establecer relaciones. La red puede definirse de varias maneras: en primer lugar como “un tipo específico de relación que vincula un conjunto de personas, objetos o eventos”4; también como una “red de relaciones entre individuos como interacciones entre organizaciones”5; en tercer lugar, las entienden como el conjunto de relaciones sociales entre organizaciones para superar obstáculos y conquistar mercados, estas van más allá de los alcances individuales (Cardona, 2006). La teoría de redes se centra en la estructura social, en el armazón de vínculos que ligan a los miembros individuales6 y colectivos de la sociedad. Por tanto las redes mueven relaciones de diferente orden permitiendo encuentros. Las redes toman importancia cuando apoyan y fortalecen intereses comunes. Éstas crean una cultura de relaciones a partir de la confianza, la solidaridad y la cooperación (Cardona, 2006)

4 (Knoke y Kukkliski 1982:12) tomado de Cardona, 2006. 5 (Melin, 1998:31) tomado de Cardona, 2006. 6 (Granovetter, 1985) tomado de Cardona, 2006

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Esta teoría puede aplicarse a los semilleros de investigación y por tanto permitir la construcción de redes que generen intercambio académico entre estudiantes y semilleros de una institución o interinstitucionalmente, de comunicación o información y a nivel social en las relaciones y afectos que se van formando, para constituir el valor agregado más importante del trabajo en red, los vínculos a nivel subjetivo. En los semilleros de investigación, la red tanto al interior o interinstitucional se forma para apoyar el desarrollo de conocimiento, crear espacio de capacitación, visibilidad y encuentro a sus estudiantes. Los estudiantes de los semilleros, sujetos y base del trabajo en red, deben participar de forma ligada en la dirección de tal dependencia a través de comités conjuntos, que permitan compartir decisiones, es decir, ésta se estructure más horizontalmente y efectivamente pueda sea una red de trabajo que potencializa y apoya el trabajo individual.

3. Criterios para evaluar el trabajo en red de los semilleros.

Del espacio buscado por los estudiantes desde pregrado en investigación, surgió la Red de semilleros a nivel local y nacional en Colombia; es así como los semilleros de investigación se vienen consolidando como el fin de formar en investigación a los estudiantes. En este sentido, y después de plantear desde la teoría de redes la importancia de una red que jalone el trabajo académico de los semilleros de investigación, se presentan los criterios para que una vez iniciado el trabajo en red institucional o interinstitucional de semilleros se pueda evaluar el trabajo realizado y hacer adecuaciones que lleven a la sostenibilidad de los semilleros y sus redes. Hay dos tipos de criterios para evaluar el trabajo en red de los semilleros: generales y específicos. Los generales permiten evaluar los objetivos y la eficacia general del trabajo en red, el apoyo institucional y la coherencia de los semilleros con la investigación institucional. Los criterios específicos permiten evaluar la gestión y comunicación interna, la formación integral en investigación y la socialización de actividades y producción científica.

3.1. Criterios generales de evaluación.

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Un criterio, como juicio que permite la comparación entre dos situaciones para subsiguientemente establecer las relaciones que se presentan entre ellas, resulta viable al momento de evaluar procesos, como la dinámica de semilleros de investigación y el trabajo en red de los mismos. Los criterios generales apuntan fundamentalmente a la organización general del trabajo en red, a sus particularidades, funciones y objetivos. Adicional a ello al vínculo y al compromiso institucional.

Alcance de los objetivos del trabajo en red de los semilleros.

El objetivo principal del trabajo en red de los semilleros -desde la faceta institucional- es fortalecer la investigación formativa impulsando la cultura investigativa. La articulación de los semilleros en redes externas, se logra consolidar con su participación en las actividades organizadas, como eventos, seminarios, charlas y cursos dirigidos a estudiantes que participan en los semilleros y grupos. Igualmente, la generación de espacios institucionales de divulgación de las actividades de los semilleros de investigación, espacios en la página web, entre otras actividades que los reúnan y convoquen. Como espacios de formación en investigación, en primer lugar, se ocupan de enseñar a investigar a través del aprendizaje de las técnicas investigativas, es decir, los aspectos metodológicos de la investigación. Sin embargo, desde la concepción más elaborada de semilleros de investigación, el llamado es a ofrecer una formación en investigación que vaya más allá de lo metodológico y que enfoque los procesos de formación hacia competencias alternas útiles a la investigación científica como: el trabajo en equipo, formulación de proyectos, redacción y publicación de artículos científicos y de divulgación, expresión oral, problematización, entidades y mecanismos de financiación de proyectos de investigación, creación de comunidades científicas desde el pregrado, entre tantas otras que puedan identificarse a través de su diálogo constante. En síntesis, todo trabajo en red de los semilleros, sea a través de redes institucionales, interinstitucionales, nacionales o cualquier esfuerzo en red por más heterodoxo que sea, debe orientarse a apoyar a los semilleros de investigación en el desarrollo de los objetivos que puedan lograrse de forma conjunta a través de una red institucional o interinstitucional de semilleros.

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Una vez conocidos los objetivos generales planteados anteriormente que permean el trabajo en red de los semilleros de investigación, el proceso evaluativo debe considerar cuales se han desarrollado completamente, cuales están en desarrollo y de cuales no se ha ocupado. Dichas conclusiones deben impactar de forma directa y decisiva los planes de desarrollo de la red de semilleros.

Desde el apoyo institucional.

A diferencia del grupo de investigación que se configura formalmente en razón a un plan de acción concreto y a los resultados tangibles y verificables de la ejecución del mismo, el semillero de investigación tiene normalmente su origen espontáneo y define sus propias dinámicas, usualmente variadas, siendo su principal propósito la inmersión de sus integrantes en un proceso conversacional permanente sobre el quehacer investigativo esperando como resultado el fortalecimiento de sus competencias académicas (Londoño, 2004:98). Sin embargo, si bien los semilleros son espontáneos deben estar sustentados en unos programas institucionales evaluables y que generen impacto en sus integrantes y en la institución, lo que garantiza su sostenibilidad en el tiempo. Los procesos de los semilleros de investigación deben estar apoyados al interior de las instituciones de educación superior, no solo con fundamento en las políticas de relevo generacional sino por mandato expreso de la ley, a desarrollar tanto actividades de investigación científica en sentido estricto como investigación formativa, se debe desarrollar un programa de gestión que permita dar continuidad a los trabajos comenzados con proyección en el largo plazo; además, el crecimiento de los semilleros exige una la planeación a futuro por parte de la universidad a través de políticas claras al interior de la red, sustentadas en la gestión, la formación, la socialización y la divulgación, que como se verá constituyen los criterios específicos de evaluación. El trabajo en red de los semilleros de investigación se presenta como un proceso de formación en investigación y de desarrollo de investigación formativa de forma colectiva. En el cual, si bien, el recurso humano resulta ser el principal, otros recursos como los físicos y financieros vienen a apoyar y a posibilitar el logro de los objetivos mediante la realización de las estrategias.

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En la medida que el trabajo en red de los semilleros va tomando fuerza, es decir; se van creando más semilleros, éstos crecen en número, se desarrollan más proyectos de investigación, se genera mayor producción científica y más estudiantes resultan formados en competencias investigativas, lo que inicialmente se presentaba como una construcción colectiva basada en la autogestión comienza a ver a las instituciones de educación superior como aliadas necesarias para hacer viables actividades macro. Es así como la disponibilidad de recursos físicos y financieros se presenta como un criterio para evaluar el trabajo en red de los semilleros que le exige a las instituciones un apoyo eficaz y tangible, le reclama los espacios, el apoyo y los recursos directos necesarios para llevar a cabo todas las actividades que se desarrollan. Un eje central para la red de semilleros interna es desarrollar una visión y misión de mediano y largo plazo articulada a los planes estratégicos institucionales, que además contenga tres categorías fundamentales: metas, actividades y estructura administrativa. Las metas están asociadas a los objetivos planteados desde la red de semilleros y la Universidad con el fin de apoyarlos en todos sus tipos7 para fortalecerlos y generar un impacto en los estudiantes y en la universidad. En el corto plazo las metas deben ser precisas como producción y divulgación académica, cultura de relevo generacional, continuar en la redes interinstitucionales; para el mediano plazo deben crearse redes temáticas a nivel interno y desarrollar proyectos de investigación, finalmente, en el largo plazo se debe trabajar por la continuidad de los semilleros y la red constituida, para lograr reconocimiento y trascender por los logros de sus actividades de investigación y sus aportes al conocimiento con impacto nacional e internacional. En cuanto a las actividades, se deben pensar en los diferentes niveles, es decir, acciones que comprometan la parte administrativa, los programas académicos y los semilleros en sí mismos. De esta manera, se logra trascender a un plan de universidad donde la investigación haga parte central de la formación integral de los estudiantes de pregrado. Así, las actividades como conferencias, cursos, reuniones, proyectos de

7 Los semilleros se clasifican desde el Nodo Antioquia según su estilo y momento por el que estén pasando: 1) en formación, 2) consolidados o avanzados (2 años o más de trabajo tangible), 3) en crisis (sin apoyo institucional, sin relevo generacional, entre otros), 4) semilleros atípicos (solo por trabajos de grado, sin proceso establecido de formación, sin construcción colectiva).

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investigación, entre otros, deben estar acompañados de comunicación permanente. Finalmente, debe existir una estructura administrativa capaz de gestionar y encadenar los procesos para la sostenibilidad de los semilleros, que no solo se limite a gestionar recursos y espacios sino que vaya más allá de esto, es decir, que realice una lectura general constante de los semilleros, reconociendo sus particularidades y contexto para consolidar el proceso de generación y elaboración de proyectos. De este modo, el cuerpo administrativo debe caracterizarse por un conocimiento profundo de la dinámica investigativa y también poseer un manejo suficiente de los canales administrativos para gestionar recursos, espacios, materiales y suministros. En la medida que el apoyo institucional sea tangible, medible y estratégicamente dirigido a la consecución de los objetivos del trabajo en red de los semilleros y el apoyo de las actividades de cada uno de ellos; puede considerarse que bajo este criterio el trabajo ha sido exitoso, es así como las falencias y carencias que cuanto a este apoyo se encuentren deben verse reflejadas en los planes de desarrollo en forma de estrategias decididas a conseguirlos.

Articulación con la investigación institucional.

El trabajo en red de los semilleros puede realizarse exitosamente por fuera de la institucionalidad, es decir; sin el reconocimiento y apoyo directo de las instituciones de educación superior que los albergan. En la práctica así comienzan estos procesos, con un alto matiz de espontaneidad, autogestión y a veces precariedad. En la medida que los procesos de formación en investigación e investigación formativa se hacen más complejos resulta importante contar con grupos de investigación consolidados para asesorar los procesos, pues solo a partir de allí será posible integrar los semilleros a las líneas de investigación de cada uno de los grupos, logrando que el relevo generacional y la formación en investigación sean institucionalmente coherentes, es decir, que estén en relación directa con los procesos investigativos financiados por la institución. La coherencia de los procesos con la institucionalidad esta basada en la forma como se desarrollan los procesos de investigación científica al interior y el lugar que ocupan el desarrollo de los estudiantes en investigación.

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La investigación científica y la investigación formativa tienen una relación simbiótica, siendo la segunda la garantía de continuidad de la primera. Este proceso puede se puede desarrollar con los semilleros y redes, sin embargo, el manteniendo, el fomento y la protección de esta relación se necesita apoyo institucional con planeación de metas, actividades y estrategias.

3.2. Criterios específicos de evaluación.

Los criterios específicos se dirigen a evaluar el trabajo en red desde sus tres enfoques: gestión y comunicación interna, formación más allá de lo metodológico y, socialización de actividades y producción científica. y éstos a su vez de orientan sobre los estudiantes quienes son los sujetos de la dinámica de semilleros de investigación.

Gestión y comunicación interna.

Desde lo administrativo, la gestión y la comunicación en el trabajo en red de los semilleros de investigación, resulta necesaria para conseguir recursos y espacios al interior de las instituciones y para fortalecer los procesos de investigación formativa y de relevo generacional. Además, aportando al desarrollo de dinámicas organizadas y productivas e institucionalmente coherentes con los procesos internos. La gestión de la investigación se orienta a identificar y conseguir los recursos, espacios, materiales, suministros, entre otros elementos, que faciliten el desarrollo de las actividades de los semilleros individualmente considerados y de éstos estimados como una colectividad. La efectividad de la gestión debe evaluarse en la medida que la red de semilleros logre conseguir todos los recursos que resultan indispensables para desarrollar investigaciones y apoyar las actividades y objetivos, sin embargo, esta gestión debe estar sustentada en planes de desarrollo y proyectos Que garanticen sostenibilidad. Los canales de comunicación son el punto inicial y primordial a partir del cual debe comenzarse el trabajo colectivo, en este caso el trabajo en red de los semilleros de investigación desde lo institucional o desde lo interinstitucional. La comunicación debe evaluarse en la medida que los

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canales de que se dispongan resulten efectivos, lleguen e informen de manera completa y estratégica a la comunidad específica.

Formación más allá de lo metodológico.

Para los procesos de formación en investigación se deben basar en investigación formativa con el desarrollo de proyectos de investigación, teniendo en cuenta el relevo generacional en la medida que los integrantes de los semilleros vayan cerrando su proceso bien sea para ejercer su carrera profesional o dar el salto a una formación en postgrado lo que sería ideal para los grupos de investigación La formación en investigación no se circunscribe únicamente al desarrollo de proyectos, sino también a la instrucción en otras competencias útiles a la investigación y la formación profesional, es decir, los estudiantes que pasan por semilleros de investigación deben desarrollar habilidades de análisis, escritura y expresión oral que impactara la formación desde pregrado en las instituciones que se acojan a este modelo en el mediano plazo. Es así como el trabajo en red y las instituciones deben proveer esta instrucción a través de cursos y otros espacios de formación adicional para los estudiantes en los semilleros.

Socialización de actividades y producción científica.

La capacidad de generar productos científicos y resultados de investigación en los términos y fuentes en que lo hacen los investigadores consolidados se adquiere a medida que los estudiantes se formen y realicen investigación, es decir, aprender haciendo; en este sentido resulta como condición necesaria para socializar y divulgar las actividades y procesos de los semilleros de investigación, y también para medir el desempeño del plan institucional y los semilleros en si mismos Artículos publicados en revistas científicas, ponencias, proyectos y propuestas de investigación son los principales tipos de producción científica que deben generarse en los semilleros a lo largo de los procesos de formación en investigación e investigación formativa que ellos desarrollan.

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4. Consideraciones finales.

Los semilleros como comunidades de aprendizajes son una estrategia importante para la formación de profesionales al interior de las instituciones y para el relevo generacional científico de los grupos de investigación. Estos procesos deben estar sustentados en unos programas institucionales evaluables y que generen impacto en sus integrantes y en la institución, lo que garantiza su sostenibilidad en el tiempo. Asimismo, las redes, al ser mecanismos flexibles que permiten intercambio académico entre estudiantes y semilleros de una institución o interinstitucionalmente, son una forma acertada de crear espacios para la investigación. Una vez conformadas las redes, se deben tener claro los criterios de evaluación que permitan identificar como se desarrolla el trabajo de los semilleros y la Red; los criterios se dividen en dos: generales y específicos y sirven como herramienta sumamente para proporcionar el conocimiento sobre el estado actual del proceso y hacer planeación estratégica, incorporando mejoras en los planes de desarrollo para las debilidades, falencias y carencias identificadas; asimismo, determinando estrategias para lograr el mejoramiento continuo del procesos de formación en investigación e investigación realizado en red por los semilleros de investigación. Las redes de semilleros deben tener metas claras sobre la divulgación y sostenibilidad de los semilleros en el largo plazo que se fortalezcan por medio de actividades que involucren a toda la comunidad universitaria convirtiéndola como protagonista central de una vocación investigativa; para esto, es necesario crear una grupo de trabajo idóneo que realice la cohesión entre la consolidación de los semilleros y los planes estratégicos a nivel interno e interinstitucional.

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