Actividades complementarias Lengua 2º ESO

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Actividades para Navidad Juan Pablo Saavedra de la Peña 1. Lectura de Cuentos de la selva de Horacio Quiroga (ed. Anaya) [libro de la primera evaluación no leído]. Breve trabajo en el que aparezcan: a) Resumen de cada uno de los cuentos. b) Principales temas que trata la obra. c) ¿Qué tratamiento da el autor a las distintas especies animales? d) Valoración personal y razonada. 2. «Hasta que al fin halló uno. Esta vez el nido tenía abejas oscuras, con una fajita amarilla en la cintura , que caminaban por encima del nido. El nido también era distinto ; pero la gamita pensó que, puesto que estas abejas eran más grandes, la miel debía ser más rica. Se acordó asimismo de la recomendación de su mamá ; mas, creyó que su mamá exageraba, como exageraban siempre las madres de las gamitas. Entonces le dio un gran cabezazo al nido . ¡Ojalá nunca lo hubiera hecho! Salieron en seguida cientos de avispas, miles de avispas que le picaron en todo el cuerpo, le llenaron todo el cuerpo de picaduras, en la cabeza, en la barriga, en la cola ; y lo que es mucho peor, en los mismos ojos. La picaron más de diez en los ojos. La gamita, loca de dolor corrió y corrió gritando, hasta que de repente tuvo que pararse porque no veía más: estaba ciega, ciega del todo. Los ojos se le habían hinchado enormemente, y no veía más. Se quedó quieta entonces , temblando de dolor y de miedo, y sólo podía llorar desesperadamente.» (Horacio Quiroga, «La gama ciega») a) Análisis sintáctico de las oraciones subrayadas. b) Estudio morfológico de los sustantivos de los dos primeros párrafos.

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Para refuerzo de las destrezas principales adquiridas en el área de Lengua Castellana y Literatura. Sobre lo trabajado en el libro de la editorial Santillana.

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Actividades para Navidad Juan Pablo Saavedra de la Peña

1. Lectura de Cuentos de la selva de Horacio Quiroga (ed. Anaya) [libro de la primera evaluación no leído]. Breve trabajo en el que aparezcan:

a) Resumen de cada uno de los cuentos.b) Principales temas que trata la obra.c) ¿Qué tratamiento da el autor a las distintas especies animales?d) Valoración personal y razonada.

2. «Hasta que al fin halló uno. Esta vez el nido tenía abejas oscuras, con una fajita amarilla en la cintura, que caminaban por encima del nido. El nido también era distinto; pero la gamita pensó que, puesto que estas abejas eran más grandes, la miel debía ser más rica.

Se acordó asimismo de la recomendación de su mamá; mas, creyó que su mamá exageraba, como exageraban siempre las madres de las gamitas. Entonces le dio un gran cabezazo al nido.

¡Ojalá nunca lo hubiera hecho! Salieron en seguida cientos de avispas, miles de avispas que le picaron en todo el cuerpo, le llenaron todo el cuerpo de picaduras, en la cabeza, en la barriga, en la cola; y lo que es mucho peor, en los mismos ojos. La picaron más de diez en los ojos.

La gamita, loca de dolor corrió y corrió gritando, hasta que de repente tuvo que pararse porque no veía más: estaba ciega, ciega del todo.

Los ojos se le habían hinchado enormemente, y no veía más. Se quedó quieta entonces, temblando de dolor y de miedo, y sólo podía llorar desesperadamente.»

(Horacio Quiroga, «La gama ciega»)

a) Análisis sintáctico de las oraciones subrayadas.b) Estudio morfológico de los sustantivos de los dos primeros párrafos.

3. Recopila textos escritos donde se manifiesten las características de los registros coloquial y formal. Señala con ejemplos sacados de dichos textos las particularidades de cada registro.

4. Actividades del libro de texto: 5 y 6 de la pág. 19.1 y 4 de la pág. 20.1 a 4 de la pág. 46.

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5. Explica de qué tipo son las acotaciones del siguiente texto teatral:

«(Cuatro paredes blancas ligeramente azuladas del patio interior de la casa de Bernarda. Es de noche. El decorado ha de ser de una perfecta simplicidad. Las puertas, iluminadas por la luz de los interiores, dan un tenue fulgor a la escena. En el centro, una mesa con un quinqué, donde están comiendo Bernarda y sus hijas. La Poncia las sirve. Prudencia está sentada aparte.)

(Al levantarse el telón hay un gran silencio, interrumpido por el ruido de platos y cubiertos.)

Prudencia: Ya me voy. Os he hecho una visita larga. (Se levanta.)

Bernarda: Espérate, mujer. No nos vemos nunca.

Prudencia: ¿Han dado el último toque para el rosario?

La Poncia: Todavía no.

(Prudencia se sienta.)

Bernarda: ¿Y tu marido cómo sigue?

Prudencia: Igual.

Bernarda: Tampoco lo vemos.

[…]

Prudencia: No sé qué te diga. Yo sufro por esto.

Bernarda: Una hija que desobedece deja de ser hija para convertirse en una enemiga.

Prudencia: Yo dejo que el agua corra. No me queda más consuelo que refugiarme en la iglesia, pero como me estoy quedando sin vista tendré que dejar de venir para que no jueguen con una los chiquillos. (Se oye un gran golpe, como dado en los muros.) ¿Qué es eso?

Bernarda: El caballo garañón, que está encerrado y da coces contra el muro. (A voces.) ¡Trabadlo y que salga al corral! ( En voz baja.) Debe tener calor.»

(Federico García Lorca, La casa de Bernarda Alba, acto tercero)