Alfonso Reyes en el Repertorio Americano: Modelando el Alma

download Alfonso Reyes en el Repertorio Americano: Modelando el Alma

of 25

description

Alfonso Reyes en el Repertorio Americano

Transcript of Alfonso Reyes en el Repertorio Americano: Modelando el Alma

  • 5(3(5725,2$0(5,&$126HJXQGDQXHYDpSRFD1(GLFLyQ(VSHFLDO(QHUR'LFLHPEUH 249

    Alfonso Reyes en Repertorio Americano: modelando el

    alma150

    $3HGUR*RQ]iOH]2OYHUDAlberto Enrquez Perea,QYHVWLJDGRUVREUH$PpULFD/DWLQD&RQWHPSRUiQHD81$00p[LFR

    150$JUDGH]FRXQDYH]PiVDODPDHVWUD$OLFLD5H\HVSRUSURSRUFLRQDUPHFRSLDVGHODFRUUHVSRQGHQFLDGHVXDEXHORGRQ$OIRQVRFRQGRQ-RDTXtQ*DUFtD0RQJH\DVXHFD]DUFKLYHUR(GXDUGR0HMtD$VLPLVPRD$QD/XLVD'RPtQJXH]2OLYR -HIDGH6HUYLFLRV DO3~EOLFR&DSLOOD$OIRQVLQD%LEOLRWHFD8QLYHUVLWDULD8QLYHUVLGDG$XWyQRPDGH1XHYR/HyQSRUORVHQYtRVTXHPHKL]RGHDOJXQRVDUWtFXORVTXHSXEOLFy5H\HVHQRepertorio Americano. Semanario de Cultura Hispnica.

    Resumen

    'RQ -RDTXtQ*DUFtD0RQJH ORJUy FRQVROLGDU FRQXQD HVWUXFWXUD EDVDGD HQ OD SDODEUDuna serie de redes intelectuales que conformaron una de las revistas ms importantes de nuestraamerica: Repertorio Americano. Alfonso Reyes fue uno de los grandes pensadores GHRULJHQPH[LFDQRTXHSXEOLFyVXVLGHDVHQWDQUHFRQRFLGDUHYLVWDXQDGHODVSULQFLSDOHVFDUDFWHUtVWLFDV GHO DXWRU IXH VXGHVHPSHxRSROtWLFR HQ WRGDQXHVWUDDPHULFDSXHVWR TXHparticip activamente dentro de esta, lo cual le permiti conocer de manera ms cercana ODKHUPDQGDGGHDOJXQRVGHQXHVWURVSDtVHVYHFLQRV\ODSUREOHPiWLFDTXHOD]RQDVXIUtDEste conocimiento le proporcion escribir con una pulida prosa y un cuidadoso trabajo de fuentes archivsticas, poesas y ensayos que nos permiten conocer parte de ese momento histrico.

    Palabras claves: cultura, nuestraamerica, poesa.

    Siempre generoso y magnnimo, un GtDGRQ-RDTXtQ*DUFtD0RQJHLQYL-t a Alfonso Reyes a sus banquetes intelectuales, que se llevaban a cabo en su $WHQDVFRVWDUULFHQVH(OHVFULWRUPH[LFDQRDFXGLyDODFLWDSXQWXDOPHQWH

  • $OEHUWR(QUtTXH]3HUHD

    250 5(3(5725,2$0(5,&$126HJXQGDQXHYDpSRFD1(GLFLyQ(VSHFLDO(QHUR'LFLHPEUH

    FXOWXUDO HQ (VSDxD /R SXVR HQ FRQWDFWRFRQLQWHOHFWXDOHVHVSDxROHV\DPHULFDQRVlogr intercambiar sus publicaciones con UHYLVWDV \ OLEUHURV HVSDxROHV FRQVLJXLyque algunos autores pusieran en sus ma-nos los manuscritos de sus obras y busc los libros que tanto deseaba tener. De esta mediacin se enriqueci aquella coleccin \ DO VDOLU D OD OX] DOJXQRVGH HVWRVYRO~-PHQHVLEDQDFRPSDxDGRVGHQRWDVDOJXQDpaginita o fragmento de una carta de Al-fonso Reyes. Los nombres de algunos de estos autores nos dan fe de los gustos li-terarios de los dos humanistas americanos e intereses compartidos: Eugenio dOrs, Aprendizaje y herosmo (1916), Federico de Ons, Disciplina y rebelda (1917)151,

    151 La pgina preliminar que Reyes escribi para el libro de dOrs pas ms tarde a Cartones de Madrid, cartn VIII, intitulado Estado de nimo, que dice: En la Residencia de Estudiantes se dan conferencias para ORV MyYHQHV8QDYH](XJHQLRG2UV OHVDFRQVHMDED(Aprendizaje y herosmo, 1914) el amor a la propia REUDDOWUDEDMRTXHQRVKDWRFDGRFXPSOLU\GHQtDFRQHVWDVSDODEUDVODDVSLUDFLyQGHODMRYHQ(VSDxDqueremos formar una aristocracia de la conducta. Poner orden en la accin y en el entendimiento pa-UHFH VHU OD QXHYD GLYLVD2WUD YH]=XOXHWD H[SOLFD-ba el sentido del herosmo, en alocuciones lricas e LQJHQLRVDV2WUDYH])HGHULFRGH2QtVDisciplina y rebeldaH[SXVRUHFRUGDQGRDQXHVWUR5RGyVXVH[SHULHQFLDV\PHGLWDFLRQHVVREUHHVHPLQXWRVD-JUDGRHQTXHHVFRJHODMXYHQWXGVXVFDPLQRV

  • Alfonso Reyes en Repertorio Americano: modelando el alma

    5(3(5725,2$0(5,&$126HJXQGDQXHYDpSRFD1(GLFLyQ(VSHFLDO(QHUR'LFLHPEUH 251

    QR FXDOTXLHUD QL HO ~QLFR TXH WHQGUtDHQ HVWH DxR GH SXHV VH KL]R FDUJRel da tres del mismo mes de la Secreta-UtD GH ,QVWUXFFLyQ3~EOLFD153, y al mismo tiempo cuidaba las ediciones de Mi her-mano menor, De la amistad y del dilogo, Evangelina, de Longfellow, traduccin de 0HUFKiQW

  • $OEHUWR(QUtTXH]3HUHD

    252 5(3(5725,2$0(5,&$126HJXQGDQXHYDpSRFD1(GLFLyQ(VSHFLDO(QHUR'LFLHPEUH

    HVWXGLRV VREUHORVRItD VRFLRORJtDHKLV-toria, los trabajos helenistas y las sentidas despedidas a sus amigos fallecidos.

    Para cada uno de estos temas o momentos encontramos artculos y ensayos que Reyes no siempre envi a Repertorio Americano VLQRTXH ORV UHFRJLyGRQ -RDTXtQ TXHQRdejaba pasar las valiosas colaboraciones de su amigo que se publicaban en las ms im-portantes revistas del continente americano. Colaboraciones que se deberan conocer en su tierra y en los cercanos y ms apartados rincones de la gran patria americana. Las fuentes de donde tomaba estos trabajos los VHxDODED FHORVDPHQWH \ HOOR GD FXHQWD GHque su mirada estaba puesta en todos los ta-lleres e imprentas en donde resplandeca el pensamiento americano. Este trabajo meti-FXORVR\FUHDGRUGH*DUFtD0RQJHHVRWURde sus rasgos esenciales. Era de los intelec-tuales ms cuidadoso de nuestro continente que estaba atento a todas las manifestacio-QHVGHOHVStULWXDPHULFDQR

  • Alfonso Reyes en Repertorio Americano: modelando el alma

    5(3(5725,2$0(5,&$126HJXQGDQXHYDpSRFD1(GLFLyQ(VSHFLDO(QHUR'LFLHPEUH 253

    tan bestial como la coz del asno en

    la cara fresca de la

    molinera,

    y tan majestuosa como el cielo154. (Reyes, 1959: 71)

    /HWUDVPH[LFDQDV@

    155 Obras completas de Alfonso Reyes. (1959) X Cons-tancia poticaFLWS\Pgina Lrica de Alfonso Reyes, en Repertorio Americano. Semanario de Cul-WXUD+LVSiQLFD6DQ-RVp&RVWD5LFDWRPR;,,,Q~-mero 13, sbado 2 de octubre, 1926: 204.

    entre un bosque, un templo y el

    mar156.

    Por otra parte, en Repertorio Americano encontraremos unas coplas de tipo polti-co intituladas No puede ser. Llamaron la atencin en su tiempo y en el nuestro. 0XFKRV SUHJXQWDURQ TXLpQ HUD HO DXWRUpues el editor slo dijo que de Pars se lo HQYLDURQ\QRVDEtDQTXLpQHUDHOTXHODVescribi. Tampoco trajo ttulo, el que lle-va, los editores se lo pusieron. Se public el 26 de febrero de 1927. Los bien logra-dos versos de esta copla eran una protesta contra cierto intervencionismo en nuestra $PpULFD

    4XH.HOORJJHOSDFLVWDsea muy largo de vista,ELHQSXGHVHUPDVTXH$PpULFDQRHQWLHQGDTXHDTXHOODSD]HVFRQWLHQGDno puede ser.Que a Daz, por ser infante,

    le den tutor Almirante,

    bien puede ser;

    mas que Sacassa el adulto

    no lo tome como insulto,

    no puede ser.

    &XDUHQWD\VHLVDxRVGHVSXpVGRQ(XJH-QLR*DUFtD&DUULOORHQXQDUWtFXORSXEOLFD-do en la revista Capilla Alfonsina e intitu-lado Da de Reyes, recordaba una carta que don Alfonso le envi a su padre, 2 GHVHSWLHPEUHGH\TXHOHKL]RHVWDFRQGHQFLD3RUUHFLELyXVWHGGHPars, y las reprodujo en su Repertorio, FLHUWDVFRSODVSROtWLFDVTXHFRPHQ]DEDQ156 Obras completas de Alfonso Reyes. (1959) X Cons-

    tancia potica, cit: 317.

  • $OEHUWR(QUtTXH]3HUHD

    254 5(3(5725,2$0(5,&$126HJXQGDQXHYDpSRFD1(GLFLyQ(VSHFLDO(QHUR'LFLHPEUH

    4XHGH0p[LFR OD IUDJXD \ TXH WHQtDQpor estribillo: Bien puede ser - no puede ser. Tengo la impresin de que las atri-buy a todos menos a su verdadero au-tor que soy yo. Recordar usted que se imprimieron en un plieguecito en Pars. Cuid de la impresin el Abate de Men-GR]D 'RQ (XJHQLR SRU VX SDUWH DxD-di a esta informacin proporcionada por Reyes: por aquellos das gobernaba en (VWDGRV 8QLGRV &RROLGJH \ HQ 0p[LFR&DOOHV(Q1LFDUDJXD$GROIR'tD]SHGtDDJULWRVODLQWHUYHQFLyQDPHULFDQD*DU-ca, 1973: 4-5)

    Pues bien, tuvieron que pasar algunos DxRV SDUD TXH OD SRHVtD GH$OIRQVR 5H-yes apareciera nuevamente en Repertorio Americano. Hay un poema que vale la pena reproducir aunque sea una parte y GHFLUDOJREUHYHPHQWH$QDOHVGHcuando se encontraba como Embajador de 0p[LFRHQ$UJHQWLQDWHQtDHQPHQWHFUHDUunos cuadernitos que se llamaran Cua-dernos del Plata. El origen de este proyec-to se deba a que la llamada muchachada argentina le pidi que hiciera una revista. Pero hacer una revista no le convenci por el trabajo que implicaba y por el puesto GLSORPiWLFR TXH GHVHPSHxDED 6LQ HP-bargo, los jvenes escritores le insistan \ OH UHFRUGDEDQ TXH HQ (VSDxD FRODERUyen la revista EspaaTXHIXQGyFRQ-XDQ5DPyQ-LPpQH] OD UHYLVWD\ ODELEOLRWHFDQGLFHTXHHQFRPSDxtDGH-RVp0RUHQR9LOOD\(QULTXH'tH]&DQHGRHGLWDURQORV&XDGHUQRV/LWHUDULRVGHOD/HFWXUDTXHFRPHQ]yOD&ROHFFLyQ8QLYHUVDOGH&DOSHy que colabor mucho en Clsicos Po-pulares de Calleja. As pues, queran que en Argentina quedara su huella.

    As fue cmo pens hacer unos folletos lindos y elegantes, para esas cosas peque-xDVTXHXQRKDFHTXHHVWiQWDQHQHOJXVWRGHODpSRFDTXHXQRQRVHDWUHYHDSXEOL-FDU DLVODGDV SRU SHTXHxDV TXH WDPSRFRquiere mandar al revoltijo de las revistas, y que se pudren en el cajn esperando el libro miscelneo donde han de aparecer confundidas con otras cosas. Este folleto poema equivale a lo mejor de la revista. En los Cuadernos del Plata pensaba publi-FDUDDXWRUHVFRPR3HGUR+HQUtTXH]8UH-xD9LFWRULD2FDPSR -RUJH/XLV%RUJHVLQpGLWRV GH 5LFDUGR *LUDOGHV 2OLYHULR*LURQGR-XOLR7RUUL*HQDUR(VWUDGDHQ-tre otros. No poda olvidar en su coleccin los pintores como Norah Borges, Diego Rivera, Silvina Ocampo.

    $Vt SXHV VH RUJDQL]y \ VH GLVWULEX\y HOtrabajo, quedando Reyes como respon-VDEOH HQ OR OLWHUDULR \ (YDU 0pQGH] HQla cuestin editorial. El costo de las im-presiones correra a cargo de Francisco $&RORPER(QHOFRPLWpHGLWRULDOGHODFROHFFLyQJXUDEDQ0pQGH]%RUJHV;XOSolar y Ricardo E. Molinari. En seguida 5H\HV HPSH]y D FRUUHU ODV LQYLWDFLRQHVa pedir los permisos correspondientes y a solicitar el apoyo de sus amigos escritores para conseguir los materiales que deseaba para su coleccin157.

    'HDFXHUGRFRQHOFRORIyQGHOSULPHUQ~-mero de Cuadernos del Plata, Seis relatos, GH5LFDUGR*LUDOGHVFRQXQSRHPDGH$O-fonso Reyes y una fotografa, apareci el 26 de julio de 1929. En la nota editorial se VHxDODTXHHOFXHQWR 'LiORJRV\SDODEUDV157 Cf., sobre todo el proceso de Cuadernos del Plata, Al-

    fonso Reyes, Diario, p. 234 y ss.

  • Alfonso Reyes en Repertorio Americano: modelando el alma

    5(3(5725,2$0(5,&$126HJXQGDQXHYDpSRFD1(GLFLyQ(VSHFLDO(QHUR'LFLHPEUH 255

    HUDLQpGLWR(VWDQRFKHQRFKHEXHQDprocede de los Cuentos de Navidad, in-pGLWRV GH HVFULWRUHV DUJHQWLQRV %XHQRV$LUHV5HVFROGR\7UHQ]DGRUGHlos Cuentos de muerte y de sangre, Bue-nos Aires, 1915, en donde en el primero GHHOORVDSDUHFHSRUSULPHUDYH]'RQ6H-gundo Sombra, y no en Politiquera, como DOJXQDYH]VHKDGLFKR3ROLWLTXHUtD\7HOpVIRUR$OWDPLUD GH ODV UHYLVWDV ER-naerenses, Plus Ultra y La Nota, 1916 y UHVSHFWLYDPHQWH

  • $OEHUWR(QUtTXH]3HUHD

    256 5(3(5725,2$0(5,&$126HJXQGDQXHYDpSRFD1(GLFLyQ(VSHFLDO(QHUR'LFLHPEUH

    era entre nosotros el impulso espontneo GHOD1DFLyQPH[LFDQD$VtSXHV OHHUDposible asegurar que no slo traa un en-FDUJRGHFRUWHVtDRFLDO VLQRHOPHQVDMHcordial y sincero de la amistad de un pue-EOR$GHPiV DO JRELHUQR GH0p[LFR OHcumpla la ms alta satisfaccin de ofrecer su nueva Embajada:

    Ante el gobierno argentino con oca-sin de las rememoraciones cvicas de julio, inaugurndola el da mis-mo que la conciencia de la Nacin argentina parece reconcentrarse a FRQVLGHUDU ODV HQVHxDQ]DV GH XQSDVDGR JORULRVR \ D ODQ]DU DWLVERVsobre un porvenir que todos augura-mos lleno de prosperidad y ventura. (Robledo, 1998: 99)

    'HVGH6DQ-RVp&RVWD5LFD*DUFtD0RQ-ge todo lo observaba. Vea cmo su amigo que no haca mucho tiempo le envi Pau-sa y Simpatas y diferencias, estaba como (PEDMDGRUGH0p[LFRHQ$UJHQWLQD/HWUDVPH[LFDQDV@

  • Alfonso Reyes en Repertorio Americano: modelando el alma

    5(3(5725,2$0(5,&$126HJXQGDQXHYDpSRFD1(GLFLyQ(VSHFLDO(QHUR'LFLHPEUH 257

    que un pueblo, no solamente com-prenda las concepciones generales que inspiran la vida de otro pueblo, VLQRVDERUHHWDPELpQ\SDOSHGHXQDmanera objetiva, sus peculiaridades todas, sus modos de hablar, sus ade-manes, sus menudos hbitos de vida cotidiana. Pudiera decirse que el lle-var a un pueblo la ciencia de otro pueblo, equivale a transportar un fragmento de una tierra a otra, pero XQIUDJPHQWRFDOLHQWHD~QDQLPDGRy vivo, con su poblacin a cuesta y hasta con su atmsfera inefable.

    Igualmente poda asegurar, y slo para FLWDUORV~OWLPRVHMHPSORV\ORVPiVSR-pulares y difundidos, que cualquiera que fuera la consideracin artstica que se OHFRQFHGLHUDDWDOHVRFXDOHVJXUDVGHnuestros respectivos escenarios, pocos HVIXHU]RVKDEUtDQVLGRPiVIHOLFHVSDUDdespertar a la Argentina la curiosidad por ODYLGDPH[LFDQDRHQ0p[LFRSRUODYLGDDUJHQWLQD TXH ODV JLUDV RUJDQL]DGDV QRKDFHPXFKRVDxRVSRU ODV&RPSDxtDVGH/XSH \ GH &DPLOD

  • $OEHUWR(QUtTXH]3HUHD

    258 5(3(5725,2$0(5,&$126HJXQGDQXHYDpSRFD1(GLFLyQ(VSHFLDO(QHUR'LFLHPEUH

    El embajador entr al asunto que haba SHUODGRXQRVVHJXQGRVDQWHVSDUDGHFLUque el nombre de una calle se asociaba ms que el monumento a la vida de los YHFLQRVHQWUDEDHQORVKiELWRVFRWLGLD-nos de la gente e iba formando un nuevo relieve en la topografa moral de las po-blaciones. En la geometra de Buenos Ai-res, esta lnea, esta coordenada: la calle de 0p[LFRVHUYLUiVLHPSUHSDUDMDUHOSXQWRy momento en que la Ciudad del Plata co-linda con la antigua Ciudad de los Pala-FLRVDOPHQRVHQOD]RQDGHODLQWHQFLyQdel nimo, del espritu.

    Los bonaerenses fueron ms solcitos TXHORVPH[LFDQRV/DVFDOOHV\SOD]DVTXHllevan el nombre de Argentina databan de haca poco tiempo. Fue menester, para EDXWL]DUODV \ RIUHFHUODV TXH XQD SURIXQ-da conmocin social, removiendo nuestra sensibilidad histrica, nos despertara GHVSXpVGHOPDUDVPRGHXQDODUJDSD]TXHHPSH]ySRUVHUHIHFWRGHORUGHQ\DFDEySRUVHUFDXVDGHXQDGDxLQDVRPQROHQFLDal sentimiento de vinculacin con las Re-S~EOLFDVKHUPDQDV

  • Alfonso Reyes en Repertorio Americano: modelando el alma

    5(3(5725,2$0(5,&$126HJXQGDQXHYDpSRFD1(GLFLyQ(VSHFLDO(QHUR'LFLHPEUH 259

    sea ms digna de ser vivida, ms justa y ms piadosas las instituciones, y que las FDOOHV GH OD FLXGDG VyOR YHDQ GHVODU XQda lo que yo deseo ahora para vuestra ca-OOHGH0p[LFRKRPEUHVOLEUHV\KRPEUHVFRQWHQWRV FRQ VXSHTXHxDSRUFLyQGH ODVfelicidades terrestres (Repertorio Ameri-cano. Tomo XVI, n. 20, 1928: 308).

    Los lectores de Repertorio Americano si-JXLHURQ IDPLOLDUL]iQGRVH FRQ ORV DUWtFX-los y ensayos de Alfonso Reyes que tanta fama la dieron por su pulida prosa, por su cuidadoso trabajo de fuentes archivsticas, por los serenos y ponderados juicios. Pero DOJXQD YH] WHQtD TXH KDFHU XQD TXH RWUDaclaracin. Este es el caso de su Segunda QRWD VREUH OLEURVGH0p[LFR TXH HUD ODrepuesta a la primera que public Reper-torio AmericanoHOGHPDU]RGH\TXHODSUHFHGtDXQDHQWUHYLVWDTXHOHKL]Rdon Manuel Mara Oliver, y de que slo VHSXEOLFyODSDUWHQDO$KRUDTXHUtDHOHPEDMDGRUPH[LFDQRTXH VH FRQRFLHUD HOprrafo suprimido, y se entender y com-SUHQGHUiSRUTXpKL]RHOUHFODPR(QHVHSiUUDIRVHxDOy6t ODYLGDLQWHOHFWXDOGH0p[LFRHVPX\LQWHQVD/DUHQRYDFLyQGHlas artes cultas y populares es el mejor re-sultado de la nueva orientacin espiritual del pas. Se propona traer a Buenos Ai-UHVHOSUy[LPR LQYLHUQRLQWHUHVDQWHVH[-posiciones que daran prueba de ello. Le agradeca que le hubiera preguntado SRU HVWRV DVXQWRV HVSLULWXDOHVGHVSXpVGHKDEODU GH ORV SURGXFWRV QDWXUDOHV

  • $OEHUWR(QUtTXH]3HUHD

    260 5(3(5725,2$0(5,&$126HJXQGDQXHYDpSRFD1(GLFLyQ(VSHFLDO(QHUR'LFLHPEUH

    VREUHORVSDSHOHVS~EOLFRVTXHHUDQSDUDHO S~EOLFR HVWDED GH SOiFHPHV

  • Alfonso Reyes en Repertorio Americano: modelando el alma

    5(3(5725,2$0(5,&$126HJXQGDQXHYDpSRFD1(GLFLyQ(VSHFLDO(QHUR'LFLHPEUH 261

    *DUFtD&DEUDOSXEOLFDEDHOFLWDGRHQVD\RGH$OIRQVR5H\HVTXHDVtHPSLH]D+R\DORVGLH]DxRVHVGHFUHHUTXHODFRQVWH-ODFLyQTXHKDEtDGHEURWDUGHVXDOPDHVWp\DFHQWUDGD7RGRpOVHUi\DSXURHVStULWXRegalo de todos, como una fuente en una SOD]D&HxLGRDOHVWLORGHOUHFXHUGR\DVHdespej de los aditamentos y estorbos de WRGRDTXHOORTXHVHPXHYH

  • $OEHUWR(QUtTXH]3HUHD

    262 5(3(5725,2$0(5,&$126HJXQGDQXHYDpSRFD1(GLFLyQ(VSHFLDO(QHUR'LFLHPEUH

    acept porque le devolva la fresca emo-FLyQ GH VXV DxRV GH SHULRGLVWD &LQFRminutos le bastaban para hacer un art-culo! En efecto, Reyes desde muy joven, GHVGHVX OOHJDGDD OD&LXGDGGH0p[LFRSRUHPSH]yDHVFULELUHQORVGLDULRVPH[LFDQRVGHPD\RUFLUFXODFLyQ'HVSXpVHQ VXV DxRVPDGULOHxRV KL]RSHULRGLVPRHQLQQRYyJpQHURVSHULRGtVWLFRV$OJUDGRde reconocerlo como pionero de la crtica FLQHPDWRJUiFD162. Ms tarde, cuando in-gres a la diplomacia, la pluma no la olvi-Gy$OUDGLFDUGHQLWLYDPHQWHHQ0p[LFRen 1939, volvi a hacer periodismo como en su juventud.

    Hacer este apunte le recordaba pues aque-OORVDxRVFXDQGRVDOWDEDGHODFDPDWR-GRV ORV GtDV FRQ ORV P~VFXORV GHO DOPDFRQWUDtGRV>@+DEtDTXHHVWDUFRQWRGDla conciencia alerta para cualquier asun-WRTXHHO D]DUGH ORVGtDVSXGLHUD WUDHUDWHPSHUDWXUDGHDFWXDOLGDGKDEtDTXHWHQHUWRGDODPHPRULDPRYLOL]DGDWRGRVORVUH-FXHUGRVGHH[SHULHQFLD\FXOWXUDHQHOSUL-PHUSODQRGHODOPDKDEtDTXHGDUVHWRGRFDGDGtD$GPLUDEOH\YDURQLOJLPQDVLDque envidiaba ahora a sus camaradas de ORVSHULyGLFRV

  • Alfonso Reyes en Repertorio Americano: modelando el alma

    5(3(5725,2$0(5,&$126HJXQGDQXHYDpSRFD1(GLFLyQ(VSHFLDO(QHUR'LFLHPEUH 263

    de 1929, en Montevideo. En los tres pri-meros actos siempre hablaron unos ins-tantes, en el cruce de las estaciones, entre maletas. El cuarto fue completamente diferente.

    5H\HV DFRPSDxDED DO SLORWR PH[LFDQRcoronel Pablo Sidar, que estaba en Bue-nos Aires desde el 14 de septiembre. Por HOGHVHRGHDFRPSDxDUORHVWDEDHQ0RQ-WHYLGHR3HUR6LGDUVHIXHD%UDVLO\pOVHqued en la capital del Uruguay. Al con-sultar los barcos para el regreso a la ca-pital argentina cay en la cuenta que este da 22 llegaba el vapor Voltaire y el mismo GtDWHQtDTXH]DUSDU9HQtDDERUGR)UDQNA las cuatro de la tarde del domingo 22 salieron de Montevideo los dos amigos que contemplaban las aguas del Plata, haciendo recuerdos y augurios, y sacando el cmputo cabalstico de todas las coin-FLGHQFLDV \ VHxDOHV SURYLGHQFLDOHV TXHORVKDEtDDFRPSDxDGRHQVXDPLVWDG\TXHellos queran ver como smbolo de amis-WDGHQWUHODVGRV$PpULFDV'RVKRUDV\PHGLD GHVSXpV D ERUGR GHO YDSRU HVFUL-ba estas lneas para Crtica163 (Repertorio Americano, tomo XIX, n. 18, 1969: 287 y ss.).

    En los primeros meses de 1930, Alfonso 5H\HVVDOLyGH%XHQRV$LUHVD5tRGH-D-neiro, su nueva misin diplomtica. En el transcurso de su traslado e instalacin en la antigua capital de Brasil, el diplomti-FRPH[LFDQRFUHyXQDUHYLVWDWDQSHUVRQDOque la lig a su ciudad natal: Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes. En el Propsito de este Correo el escritor

    163 Alfonso Reyes, Diario. 1911-1930. Prlogo de Alicia 5H\HVQRWDGHO'U$OIRQVR5H\HV0RWD*XDQDMXDWR8QLYHUVLGDGGH*XDQDMXDWRS\VV

    PH[LFDQR HVFULELy /D QHEXORVD SULPL-tiva se fue condensando en planetas y en sistemas solares. Pero, en el orden de la publicacin literaria, parece que los pla-netas los libros- fueron la primera fase del fenmeno. Luego, sin dejar de ser lo fundamental, los libros van irradiando su nebulosa, su atmsfera atmica, cada YH]PiV FDUJDGD \ QD 3ULPHUR VXUJHQlas revistas, para llegar los intersticios HQWUH ORV OLEURV GHVSXpV SDUD OOHQDU ORVintersticios entre las revistas, aparecen los peridicos literarios, hoy tan en boga, que suelen ser quincenales o semanales, y que WLHQHQSRUDEXHORFRP~QDXQTXHROYLGD-GR DTXHOJHQWLOtVLPRKXpVSHGGH ORVGR-mingos de Florencia, Il Marzocco, viejo \DGHWUHLQWDDxRVEn este Propsito, Reyes reconoci una YH]PiVODLPSRUWDQFLDGHODREUDTXHHV-WDEDGHVDUUROODQGR*DUFtD0RQJH\FLHUWDLQXHQFLD DO GLVHxDU VX SHUVRQDO &RUUHRPor eso, a acerca de los peridicos litera-ULRVVHxDOyTXHHVWHJpQHURGHSOLHJRVVHKDSRSXODUL]DGRFRPRXQYHUGDGHURVtQWR-ma del siglo. Mas, No todos saben que uno de los primeros en esta senda ha sido -RDTXtQ*DUFtD0RQJHEHQHPpULWRGHODVOHWUDVDPHULFDQDVTXLpQGHVGH6DQ-RVpGHCosta Rica, hace mucho tiempo que sirve de centro de reunin a los jvenes escri-tores de nuestra lengua, primero con sus colecciones Ariel y Convivio, y ms tar-de con su Repertorio Americano, donde viene recogiendo cuanto artculo o noticia interesan a los destinos espirituales del Nuevo Mundo (Propsito, n. 1, 1930: 1)

  • $OEHUWR(QUtTXH]3HUHD

    264 5(3(5725,2$0(5,&$126HJXQGDQXHYDpSRFD1(GLFLyQ(VSHFLDO(QHUR'LFLHPEUH

    III. Imagen y destino de Amrica

    Como hemos mencionado en diversos mo-mentos, la correspondencia entre Reyes y *DUFtD0RQJH\ODVFRODERUDFLRQHVGHOHV-FULWRUPH[LFDQRHQRepertorio Americano VH IXHURQ H[WUDxDQGR$OJXLHQ WHQtD TXHromper el silencio. Reyes en este caso fue HOTXHORKL]RDOPDQGDUOHXQDFDUWDGHDxRQXHYR'RQ-RDTXtQ OH UHVSRQGLy\le dio pormenores de los das que estuvo HQ6DQ -RVp*DEULHOD0LVWUDO \3DOPLWD*XLOOpQ TXH WDQWR OR TXHUtDQ

  • Alfonso Reyes en Repertorio Americano: modelando el alma

    5(3(5725,2$0(5,&$126HJXQGDQXHYDpSRFD1(GLFLyQ(VSHFLDO(QHUR'LFLHPEUH 265

    quisiera. S, mi querido amigo, digmonos DOJR GH FXDQGR HQ FXDQGR

  • $OEHUWR(QUtTXH]3HUHD

    266 5(3(5725,2$0(5,&$126HJXQGDQXHYDpSRFD1(GLFLyQ(VSHFLDO(QHUR'LFLHPEUH

    en la memoria de todos. Sin embargo, a su alrededor haba muchos otros que no lo eran y ante el mundo se deberan mostrar ORVHGLFLRV\DFRQVWUXLGRV\QRODVFDQ-teras. Haba el riesgo de que el aseo lo hi-cieran otros, los de all, que no eran los ms entendidos sino los mediocres. Debe-PRVFXLGDUD$PpULFDDGYHUWtD/RVDPH-ULFDQRV WLHQHQDELHUWRV ORVRMRV

  • Alfonso Reyes en Repertorio Americano: modelando el alma

    5(3(5725,2$0(5,&$126HJXQGDQXHYDpSRFD1(GLFLyQ(VSHFLDO(QHUR'LFLHPEUH 267

    casualidad. Los momentos estelares son SRpWLFRV\GHHOORXQDYH]PiVGLRFXHQWDRepertorio Americano.

    El poeta dijo un da de abril, en la sesin GHORV5RWDULRVGH5tRGH-DQHLUR3UpV-tenos la imaginacin su caballo con alas, y recorramos la historia del mundo en tres minutos. La masa solar, plstica y blanda, PiVD~QYDSRURVDVROLFLWDGDXQGtDSRUOD YHFLQGDG GH DOJ~Q RWUR FXHUSR FHOHVWHque la atrae, levanta una inmensa cresta de marea. Aquella cresta se rompe en los espacios. Los fragmentos son los planetas, y nuestra tierra es uno de ellos. Desde ese remoto da, los planetas giran en torno a su primitivo centro como verdaderas nimas en pena. Porque aquel arrancamiento con TXHKDFRPHQ]DGRVXDYHQWXUDHVHOSHFD-do original de los planetas, y si ellos pu-GLHUDQVHUHIXQGLUtDQRWUDYH]HQODXQLGDGVRODUGHTXHVyORVRQFRPRGHVWUR]RV

  • $OEHUWR(QUtTXH]3HUHD

    268 5(3(5725,2$0(5,&$126HJXQGDQXHYDpSRFD1(GLFLyQ(VSHFLDO(QHUR'LFLHPEUH

    convenido a seguir para ver dnde nos lle-YDQRVHVWiGLFLHQGRHQYR]EDMDTXHDXQ-TXHODXQLGDGSULPLWLYDQXQFDKD\DH[LVWL-GRHOKRPEUHVLHPSUHKDVRxDGRFRQHOOD\ OD KD VLWXDGR XQDV YHFHV FRPR IXHU]DLPSXOVRUD\RWUDVFRPRIXHU]DWUDFWRUDGHOD KLVWRULD VL FRPR IXHU]D LPSXOVRUD HQel pasado, y entonces se llama la Edad de 2URVLFRPRIXHU]DWUDFWRUDHQHOSRUYH-nir, y entonces se llama la Tierra Prometi-GD

  • Alfonso Reyes en Repertorio Americano: modelando el alma

    5(3(5725,2$0(5,&$126HJXQGDQXHYDpSRFD1(GLFLyQ(VSHFLDO(QHUR'LFLHPEUH 269

    La misin de Reyes en Buenos Aires ter-PLQyDQDOHVGH\OD6HFUHWDUtDGH5HODFLRQHV ([WHULRUHV OH RUGHQy UHJUHVDUD0p[LFR0LHQWUDVOOHJDEDHVHGtDOHHV-FULELy D *DUFtD 0RQJH GH QRYLHPEUHGH GLFLpQGROH TXH H[WUDxDED VXVOtQHDV 3RU HVR OH SUHJXQWy SRU TXp QROHHVFULEtD"3RUTXpQROHKDFtDVHQWLUVXamistad? Le mandaba publicaciones y no saba si las reciba. Slo el silencio como UHVSXHVWD9ROYLyDSUHJXQWDUOH3RUTXp"No andaban en la misma guerra? No po-da creer que no le llegaran sus envos por-TXHYHtDTXHUHFLEtDORVGH+HQUtTXH]8UH-xDSDTXHWHVTXHpOPLVPRORVLEDDGHMDUDOcorreo, junto con su correspondencia. Slo TXHUtDTXHORWUDQTXLOL]DUDFRQXQDSDODEUD&DUWDGH$OIRQVR5H\HVD-RDTXtQ*DUFtDMonge. Buenos Aires, 9 de noviembre de 1937, en Archivo particular de Alfonso Reyes. Capilla Alfonsina/Instituto Nacio-QDOGH%HOODV$UWHV([SHGLHQWH([DFWDPHQWHXQPHVGHVSXpVGRQ-RDTXtQOHGHFtDDVXDPLJRPH[LFDQRTXHFyPRVHOHRFXUUtDTXHOHSHUGLHUDFDULxR(UDGHODVSRFDVMR\DVTXHTXHGDEDQHQHVWD$PpULFDnuestra y cada semana sala a su domicilio un paquetito con Repertorio Americano y FDGDYH]TXH HQFRQWUDED DOJR VX\R OR UH-produca en su revista. Tal fue el caso del DUWtFXOR*HQDUR(VWUDGD169

  • $OEHUWR(QUtTXH]3HUHD

    270 5(3(5725,2$0(5,&$126HJXQGDQXHYDpSRFD1(GLFLyQ(VSHFLDO(QHUR'LFLHPEUH

    (ODxRGHLQLFLDED\Repertorio Ame-ricanoSXEOLFyGH$OIRQVR5H\HV*LQHUde los Ros, correspondiente al captulo XVII, de los Cartones de Madrid, y aho-ra incluido en Las vsperas de Espaa, edicin de Sur, Buenos Aires, 1937. Por TXp GRQ -RDTXtQ HVFRJLy HVWH DUWtFXOR"6LQ OXJDUDGXGDVSRU ORTXHVLJQLFDEDSDUD (VSDxD TXH HVWDED HQVDQJUHQWDGDSeguramente porque coincida con su propia vida y su labor educativa, laica, cvica. Seguramente porque qued con-vencido de lo que Reyes escribi: Ni siquiera falt sublevarse, como a un buen VDQWRHVSDxRO'HVSXpVGHJDQDUXQDFi-tedra en la Universidad, renuncia a ella SDUDXQLUVHDORVSHUVHJXLGRV(QHOp[L-WRQR VHDGLHVWUDQ ORVKRPEUHVKD\TXHSUREDUDQWHVHOIUDFDVR

  • Alfonso Reyes en Repertorio Americano: modelando el alma

    5(3(5725,2$0(5,&$126HJXQGDQXHYDpSRFD1(GLFLyQ(VSHFLDO(QHUR'LFLHPEUH 271

    $PpULFD Repertorio Americano, tomo XIX, n. 835, tomo XXXV, n.3, 1938).

    El 18 de febrero de 1938 muri Leopoldo /XJRQHV/XLV&DUGR]D\$UDJyQJXDWH-PDOWHFRUDGLFDGRHQ0p[LFRHUDHQFDUJD-do de la pgina literaria del domingo, de El Nacional. Como supo que Reyes haba OOHJDGRGH$UJHQWLQD VH GLULJLy D pO SDUDque le diera una cuartilla, unas lneas. Las quera para el martes 22, a ms tar-GDU&RUUHVSRQGHQFLDHQWUH/XLV&DUGR]Dy Aragn y Alfonso Reyes. 1930-1958. (2002) El mar en una nuez. compilacin, SUHVHQWDFLyQ\QRWDVGH$OEHUWR(QUtTXH]3HUHD 0p[LFR %UHYH )RQGR (GLWRULDOCONACULTA/FONCA: 33.) El artculo apareci el 27 de febrero y lo reprodujo inmediatamente Repertorio Americano. (QJDODQDODSiJLQDXQHVSOpQGLGRJUDEDGRdel escritor recientemente fallecido, he-cho por F. Amiguetti, fechado en Buenos Aires, 1932. Con el propsito de recordar DO HVFULWRU DUJHQWLQR HO PH[LFDQR HVFUL-bi: Este altivo criollo, que no dejaba de FRQWHPSODU(VSDxDFRQUHFHORGHFDXGLOORinsurgente, incorpora con nuevo acento, SRU VX PLVPD UREXVWH] YHUEDO ODV WUDGL-ciones clsicas peninsulares, en El libro HO y otros libros (Repertorio Americano, tomo XXXV, n. 8, 1938).

    La vida de Reyes en 1938 es verdadera-PHQWH D]DURVD /OHJy GH%XHQRV$LUHV D0p[LFR (VWXYR YDULRV PHVHV HVSHUDQGRTXHOROODPDUDHOJRELHUQRGH0p[LFRSDUDuna nueva misin, y nada. Se puso a escri-ELU$UHFLELUDORVDPLJRVTXHHPSH]DEDQa llegar por los problemas derivados de la PDOOODPDGDJXHUUDFLYLOHVSDxROD3RUQDPHGLDGRVGHDxROOHJyXQDSURSXHVWDLUDO%UDVLODYHQGHUSHWUyOHRPH[LFDQRH[-

    SURSLDGRHOGHPDU]RDODVFRPSDxtDVH[WUDQMHUDV 6DOLy QXHYDPHQWH GHO SDtVFXPSOLyVXFRPHWLGR\UHJUHVyD0p[LFRSDUDTXHGDUVHGHQLWLYDPHQWH6LQHPEDU-JRDQWHVGHSLVDUVXHORPH[LFDQRVXFHGLylo siguiente.

    El 24 de enero de 1939, a las 11:20 de la noche, ocurri en Chile uno de los movi-PLHQWRV WHO~ULFRVPiV IXHUWHV GH ORV TXHhasta ese momento se hubiera registrado en la historia del mundo: 7.8 grados en la escala de Richter y de 11 grados en la es-cala de Mercalli. De las poblaciones ms afectadas, Chilln casi desaparece. El res-cate se complic por la distancia y la hora. (OQ~PHURGHIDOOHFLGRVGLMHURQTXHOOHJyD ORVPLO(VWHKHFKRKL]RTXH5H\HVUHH[LRQDUD\UHFRUGDUDTXHKDFtDPXFKRWLHPSRHVWHSDtVVHVROLGDUL]yFRQ0p[LFR

  • $OEHUWR(QUtTXH]3HUHD

    272 5(3(5725,2$0(5,&$126HJXQGDQXHYDpSRFD1(GLFLyQ(VSHFLDO(QHUR'LFLHPEUH

    OOHJDU D &KLOH

  • Alfonso Reyes en Repertorio Americano: modelando el alma

    5(3(5725,2$0(5,&$126HJXQGDQXHYDpSRFD1(GLFLyQ(VSHFLDO(QHUR'LFLHPEUH 273

    /RGH(VSDxDQRGHEHPRVGHVFXLGDUORXQmomento. Haba que seguir luchando por HOOD \ VHJXLU DJUXSDGRV ORV HOHV DPL-JRV GH (VSDxD DPHULFDQRV \ HVSDxROHVponernos de acuerdo y en donde estemos DO]DUORVQXHYRVHVWDQGDUWHV(QHVRHVWR\atento a lo que oigo y entiendo, por todos ORV KRUL]RQWHV&RPR GHFtD HO YLHMR 6DU-miento, debemos, al menos dar fe de que estamos en nuestro puesto.

    Por eso le dola que no le hubiera manda-GRHODUWtFXOR (OOODQWRGH(VSDxD/RLEDa reproducir tomndolo de la revista Fu-turo, revista importantsima dirigida por Vicente Lombardo Toledano, lder indis-cutible del movimiento obrero y fundador de una de las ms grandes agrupaciones de trabajadores, la Confederacin de Tra-EDMDGRUHVGH0p[LFR&703HURHQVXcarta le dijo que el artculo haba sido PXWLODGR \ DVt QR OR TXHUtD UHSURGXFLUPor lo que le solicitaba una FRSLDHO y le aseguraba que saldra ntegro, tal como VH ODPDQGDUD