Entre el mundo de ilusiones, sueños y fantasías, y el mundo que hay que pisar realmente con los pies, los latinos tendemos más hacia lo primero que a lo segundo.

La necesidad de sobrevivir dentro de la estructura social nos obliga

a aterrizar, pero seguimos añorando el mundo idealista,

nadando en un sincretismo que deja mucho que desear.

Esto nos hace volátiles, inseguros, inconstantes y terminamos por luchar de cualquier manera por metas de segunda categoría y con eso quedamos satisfechos o casi.

El sistema educativo que nos cobija debe hacer mucho énfasis

en la elaboración de proyectos de vida consistentes, alejados del

mariposeo habitual, la confusión y la desubicación.

Ojalá dichos proyectos tengan una alta dosis de compromiso con nuestra dolorosa realidad nacional, pues nos educan para sobrevivir aplicando el axioma “sálvese el que pueda”.

Ello implica que para conocer nuestra realidad debemos

profundizar en las raíces que motivan tanto despilfarro

humano, porque parecemos una nación entregada a un destino

fatal: sucumbir.

Las ventajas de este análisis se traducen en que dejamos de hablar por hablar y hacer por hacer, pues el conocimiento causal nos brinda

herramientas de lucha y realización como personas – sociedad.

Tragar entero, alimentar nacionalismos baratos, alardear de pequeños triunfos, desaprovechar nuestras riquezas, convivir con la mediocridad y actuar como manso rebaño, son graves defectos a vencer.

EDUHOME IVZ

CONCIENCIA DE LA REALIDAD

Entre el mundo de ilusiones, sueños y fantasías, y el mundo que hay que pisar realmente con los pies, los latinos tendemos más hacia lo primero que a lo segundo.

La necesidad de sobrevivir dentro de la estructura social nos obliga a aterrizar, pero seguimos añorando el mundo idealista, nadando en un sincretismo que deja mucho que desear.

Esto nos hace volátiles, inseguros, inconstantes y terminamos por luchar de cualquier manera por metas de segunda categoría y con eso quedamos satisfechos o casi.

El sistema educativo que nos cobija debe hacer mucho énfasis en la elaboración de proyectos de vida consistentes, alejados del mariposeo habitual, la confusión y la desubicación.

Ojalá dichos proyectos tengan una alta dosis de compromiso con nuestra dolorosa realidad nacional, pues nos educan para sobrevivir aplicando el axioma “sálvese el que pueda”.

Ello implica que para conocer nuestra realidad debemos profundizar en las raíces que motivan tanto despilfarro humano, porque parecemos una nación entregada a un destino fatal: sucumbir.

Las ventajas de este análisis se traducen en que dejamos de hablar por hablar y hacer por hacer, pues el conocimiento causal nos brinda herramientas de lucha y realización como personas – sociedad.

Tragar entero, alimentar nacionalismos baratos, alardear de pequeños triunfos, desaprovechar nuestras riquezas, convivir con la mediocridad y actuar como manso rebaño, son graves defectos a vencer.EDUHOME IVZ