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AÑO 2 | Nº 2 ISSN 1659-2697 Primer Foro Brasileño del Agua AGUA Y SANEAMIENTO FINANCIAMIENTO DE LOS SERVICIOS DE LEGISLACIÓN La gobernabilidad del agua CASOS Opciones a la medida de las comunidades ALTO PERFIL Entrevista a Abel Mejía Gerente de la Unidad de Medio Ambiente para América Latina y el Caribe del Banco Mundial

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Revista latinoamericana sobre el tema del agua

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AÑO 2 | Nº 2

ISSN

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9-26

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Primer Foro Brasileño del Agua

AGUA Y SANEAMIENTOAGUA Y SANEAMIENTOFINANCIAMIENTO DE LOS SERVICIOS DE

LEGISLACIÓN

La gobernabilidad del agua

CASOS

Opciones a la medida de las comunidades

ALTO PERFIL

Entrevista a Abel MejíaGerente de la Unidad de Medio Ambiente para América Latina y el Caribe del Banco Mundial

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2 AQUA VITAE AÑO 2 | Nº2

CONSEJO EDITORIALMaureen Ballestero | (Presidenta Pro tempore de la Comisión Interparlamentaria de Ambiente y Desarrollo (CICAD), del Sistema de Integración de Centro América (SICA)

Claudio Osorio | Asesor regional en reducción de riesgo Iniciativa OPS/OMS - UNICEF para la mitigación de desastres en servicios de agua y saneamiento

Roberto Salas | Presidente del Grupo Amanco María Luisa Torregrosa | Profesora investigadora de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), México.

DIRECCIÓN GENERAL | Yazmín Trejos

EDITORA EN JEFE | Nidia Burgos

EDITOR TÉCNICO | Richard Köhler

COLABORADORESJosé Esteban Castro | Universidad de NewcastleRubén Darío Avendaño | Banco Internacional de DesarrolloGordon Mc Granahan | Instituto Internacional para el Ambiente y DesarrolloHelvecio Mattama Saturnino | Asociación Brasileña de Irrigación y DrenajeAntonio Fernando Guerra | Asociación Brasileña de Irrigación y Drenaje Omar Cruz Rocha | Asociación Brasileña de Irrigación y DrenajeMiguel Solanes | CepalAndrei Jouralev | Cepal

DIRECTOR DE ARTE | Erick Valdelomar | NG

FOTOGRAFÍAS | Latin Stock-Corbis | Carmen Abdo Zaglul FOTO DE PORTADA | Carmen Abdo ZaglulDISEÑO NG | Alajuela - Costa Rica

CONTÁCTENOS: [email protected]

Una publicación promovida por Grupo Amanco

Producida por Comunicación Corporativa / Ketchum

AÑO 2 | Nº 2

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AQUA VITAE 3

4 PERSPECTIVA

6 NUEVA CULTURA

9 BREVES DEL MUNDO

10 OPINIÓN

11 LEGISLACIÓN

16 SITIOS DE INTERÉS

35 RIEGO

38 CALENDARIO DE EVENTOS

CASOSOpciones a la medida de las comunidadesLa experiencia de diferentes comuni-dades de la región demuestran que no existe una sola receta para solucio-nar las múltiples necesidades en los campos de agua y saneamiento. Casos de Monterrey, México y Puerto Cortés, Honduras.

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CONTENIDOS

22Financiamiento de los servicios de agua y saneamientoEn la búsqueda de soluciones para el fi nanciamiento de los servicios de agua y saneamiento existen varias opciones cuya defi nición enmarca los retos que debe asumir América Latina.

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ALTO PERFILIng. Abel Mejía En los temas de servicios de agua y saneamiento existen muchas necesida-des y modelos de fi nanciamiento, según opina Abel Mejía, representante del Banco Mundial.

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11Gobernabilidad del agua

Proyecto Prinwass

Efi ciencia en irrigación

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EN EL TEMA DEL FINANCIAMIENTO DE los servicios de agua y saneamiento en América Latina, la participación de dife-rentes sectores parece ser más la regla que la excepción en los proyectos más exitosos.

La práctica ha demostrado a diferentes países de la región que la unión de varios esfuerzos de la socie-dad: el Estado, las empresas y otras instituciones como organis-mos de financiamiento y ONG’s, son fundamentales para lograr mejores resultados. Estamos claros en que el nivel de inversión requerido para mejorar la cobertura y calidad del agua para más personas en nuestra región es sumamente elevado, dada la can-tidad de obras que hay que efectuar, por ello es esencial garan-tizar la eficiencia y probidad de los procesos de contratación y la calidad del resultado final.

Conocemos experiencias muy positivas tanto del sector públi-co como del privado, que han logrado un mayor grado de sa-tisfacción cuando han participado también los usuarios de los servicios, quienes se han empoderado de sus recursos y han apoyado los procesos de mejora. En estos casos, un papel im-portante ha jugado los bancos de segundo piso, los cuales han brindado recursos financieros, acompañados con asesoría en el manejo eficiente de estos servicios. Otro actor relevante han sido los municipios, los cuales, han tomado la iniciativa de levantar los recursos y gestionar los cambios en las respectivas legisla-ciones para llevar adelante proyectos nuevos o de mejoras a los servicios de agua y saneamiento.

También las ONG se han integrado fuertemente a apoyar a diver-sas comunidades en nuestros países logrando brindar asesoría,

capacitación y recursos económicos para que las diversas po-blaciones ejerzan su derecho al agua y cuenten con este recurso en la cantidad, frecuencia y calidad que les corresponde como seres humanos.

En la presente edición de Aqua Vitae hemos querido poner en la mesa de discusión este importante tema sobre el financiamiento de los servicios de agua y saneamiento, y a través de nuestra propia investigación, o de la valiosa información suministrada por nuestros colaboradores, hemos podido recopilar interesan-tes experiencias, las cuales demuestran que el interés por ob-tener servicios de calidad va más allá si la iniciativa es estatal o privada, hoy lo que prima es la calidad del enfoque multisecto-rial, donde varios sectores aportan su parte a través de alianzas eficientes, logrando proyectos sostenibles.

Hoy, algunas de estas organizaciones que han desarrollado una profunda transformación para convertirse en instituciones eficientes, están dispuestas a ofrecer a otras comunidades los detalles de su modelo para que puedan ser replicados en otras regiones, como son los casos de Puerto Cortés en Honduras y el de Montería, en Colombia, por ejemplo.

El año 2015 se acerca y aunque algunos consideran que será di-fícil que América Latina logre cumplir con los Objetivos de Desa-rrollo del Milenio en lo referente a cobertura de los servicios de agua y saneamiento, el salto que han logrado dar muchos países en la región ya es encomiable porque la experiencia les ha ense-ñado una de las normas más importantes para tener éxito en la consecución de sus objetivos en agua y saneamiento: la necesi-dad de asociarse y trabajar en conjunto con diversos sectores. Un gran desafío aún para muchos, pero una referencia digna a ser experimentada.

Un enfoque multisectorial

Roberto SalasPresidente, Grupo AMANCO

PERSPECTIVA

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Conscientes de la importancia de analizar el presente y futuro del recurso hídrico en Brasil, diver-

sas organizaciones y la empresa privada efectuaron el Primer Foro Brasileño del Agua, en octubre último, actividad que se planea realizar cada año.

Con el patrocinio de Amanco y la or-ganización por parte del Consejo Em-presarial Brasileño de Desarrollo Sus-tentable (CEBDS), fue realizada, en Sao Paulo, la primera edición del Foro Bra-sileño del Agua. El evento reunió a 250 participantes, entre ellos representantes del gobierno brasileño, Organizaciones No Gubernamentales, empresas priva-das, comunidades académicas, especialis-tas del sector del agua y periodistas.

En el encuentro se discutió sobre el escenario mundial del agua y el impor-tante papel de Brasil en el mismo. Para estos efectos se efectuaron cinco deba-tes: “Agua: un desafío multisectorial”; “Uso eficiente de los recursos hídricos para los tres grandes usuarios (seres hu-manos, agricultura e industria)”; “Agua, saneamiento y salud pública en Brasil”; “Saneamiento básico: desafíos y tenden-cias legales” y “Agua e instituciones fi-nancieras: gestión de riesgos y financia-miento”.

Precisamente uno de los principales resultados que se destacan de este Primer Foro Brasileño del Agua es que se logró un verdadero diálogo multisectorial y se determinó que representantes de di-versos sectores pueden contribuir en la búsqueda de soluciones, dado que existe la voluntad para trabajar en forma con-junta. Esto es especialmente importante en un país, como Brasil, que es muy sen-sible al tema del agua, pues mientras en algunas de sus zonas el recurso es abun-dante, en otras, por el contrario, es muy escaso y además enfrenta grandes retos en el abastecimiento y saneamiento para una población de casi 200 millones de personas.

Participaron como conferencistas los más importantes especialistas en el

PRIMER FORO BRASILEÑO DEL AGUA

asunto, entre ellos el Profesor Benedito Braga, Director de la Agencia Nacional de Aguas (ANA); Samuel Barreto, Coordinador del Programa Agua para la Vida de WWF-Brasil; Ivanildo Español,

Profesor titular del Departamento de Ingeniería Hidráulica y Sanitaria de la Escuela Politécnica de la Universidad de Sao Paulo y director del Centro Internacional de Referencia en Reuso de Agua - CIRRA/IRCWR de la Universidad de Sao Paulo; Mara Lucía Oliveira de la Organización Panamericana de Salud (OPS) y Expedito de Albuquerque Luna del Ministerio de Salud.

Andreas Eggenberg, director ejecutivo de Soluciones Agrícolas de Amanco, par-ticipó como expositor en el tema “Incen-tivo a sistemas eficientes en el uso del agua para irrigación” y comentó sobre cómo los sistemas eficientes de irrigación pue-den contribuir para que América Latina tenga menos sed, mediante el uso racional del agua y menos hambre, a través de una mayor productividad agrícola.

En el Foro Brasileño de Agua, Amanco aprovechó la oportunidad para lanzar la revista Aqua Vitae, en idioma portugués, la cual circulará en todo Brasil con distri-bución gratuita por suscripción p

El Foro Brasileño del Agua contó con representantes de una gran cantidad de organizaciones.

Durante el Foro fue lanzada la versión en portugués de la revista Aqua Vitae.

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Brasil promueve debate sobre su recurso hídrico

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LA OPINIÓN DE PARTICIPANTES en el Foro concuerda en que el principal logro es precisamente conseguir que representantes de

las más diversas organizaciones de mu-chos países se sienten a una misma mesa a compartir experiencias y a discutir y re-comendar nuevas opciones para resolver los problemas asociados al suministro de agua y saneamiento.

Fuerza agrupadoraSi hay algo en lo que hay consenso en

cuanto al IV Foro Mundial del Agua es que logró reunir a las personas para intercambiar vivencias –de las que todos pudieran apren-der– y establecer alianzas.

“Por primera vez, todos vinieron a sentarse a la misma mesa: ministros, parlamentarios, representantes locales, organizaciones no gubernamentales, em-presas, instituciones internacionales y profesionales. Este foro tuvo una fuerza agrupadora. Las mujeres y los jóvenes tu-vieron una mayor representación que en el pasado”, expresa Loïc Fauchon, pre-sidente del Consejo Mundial del Agua, principal organizador de los Foros Mun-diales del Agua.

Para Fauchon, otro beneficio que generó este foro fue que temas como el derecho al agua o su financiamiento fue-

El IV Foro Mundial del Agua se constituyó en el punto de encuentro de casi 20.000 personas, representantes de diferentes sectores, quienes tuvieron la oportunidad de escuchar y participar de las experiencias de los demás y ofrecer las propias.

Encuentro de oportunidades

NUEVA CULTURA POR NIDIA BURGOS Q.

Una semana agitada vivió la ciudad de México ante la cita mundial a participar en el IV Foro Mundial del Agua, donde miles de personas de todo el mundo se reunieron en un solo lugar para discutir sobre un tema de importancia común: el presente y futuro del agua. Más allá de las más de 200 sesiones que se presentaron, ¿cuáles fueron los resultados de este importante encuentro?

ron objeto de trabajos preparatorios, de publicaciones y de propuestas concretas; además, a partir de múltiples posiciones, a veces divergentes, se instauró el diálogo y hubo convergencia en algunos temas.

Rubén Avendaño, especialista senior en infraestructura del Banco Interame-ricano de Desarrollo (BID), coincide en que el gran valor del Foro es que la gente intercambie opiniones y experiencias de todo el mundo, sobre un tema común.

Ese intercambio de experiencias re-presenta uno de los logros más importan-tes que destaca Avendaño: “Le permite a uno y a los que asisten, en general, cono-cer cosas que funcionan en otras partes del mundo y que perfectamente uno pue-de hacer que funcionen y que en realidad uno puede aprender muchísimo de cómo se están resolviendo los problemas de agua en otras latitudes”.

Una visión similar tiene María An-gélica Alegría Calvo, representante para América Latina de la asociación holan-desa Alianza de Género y Agua, quien dice que dado el enfoque del Foro en “Acciones locales para un reto global” se favoreció que en la práctica se inclu-yeran en la base de datos más de 2.000 experiencias locales, de las cuales un buen grupo fueron presentadas en las sesiones temáticas.

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Encuentro de oportunidadesResultados prácticos

Si bien los Foros Mundiales del Agua no están diseñados para tener efectos prácticos inmediatos, luego del evento, el IV Foro ya cuenta con algunos resultados concretos.

Un ejemplo de ello: el Consejo Mun-dial del Agua se asoció a algunas inicia-tivas concretas locales o mundiales que fueron anunciadas durante el encuentro.

En ese sentido, esta organización inter-nacional va a proponer un programa de-nominado “Agua para las escuelas” (Water for School), con el fin de que 1.000 cen-tros educativos en el mundo tengan acceso al agua potable y a su tratamiento en los próximos tres años.

Según explicó Fauchon, con la comu-nidad internacional también se decidió apoyar la creación de escuelas regionales de mantenimiento, de manera que se ca-pacite a los miles de técnicos y adminis-tradores, que son capaces de hacer fun-cionar los servicios públicos de irrigación, distribución y tratamiento del agua.

El hecho de conocer experiencias concretas compatibles con el trabajo que realiza el BID en Latinoamérica y la po-sibilidad de establecer contactos con sus organizadores es otro de los logros que –destaca Avendaño– tuvo el IV Foro.

Sin embargo, aclaró que los resul-tados prácticos serán muy particulares para cada persona u organización. Como ejemplo, comentó que él asistió a una sesión muy interesante sobre una

Números que importan

La magnitud de una reunión como el IV Foro Mundial del Agua revela en sus números los resultados de muchos meses de organización, de logros, de participación, de documentación, todo con un mismo fin: ampliar el debate y buscar consensos en el tema del agua.

Algunas de estas cantidades son las siguientes:

SESIONES TEMÁTICAS

Total de sesiones 206Sesiones exclusivas de México 44Sesiones internacionales 162Sesiones de grupos de la sociedad civil 35

Sesiones especiales 21

ACCIONES LOCALES

Total de acciones locales registradas 1.631Acciones locales en sesión 552Acciones locales en cartel 60

INSTITUCIONES PARTICIPANTES EN SESIONES TEMÁTICAS

Total de instituciones que participaron 323Academias y profesionales 113Intergubernamentales 48Gubernamentales 82Empresas 9Organizaciones de la sociedad civil 71

Actores locales y expertos 1.236 FUENTE: WWW.WORLDWATERFORUM4.ORG.MX

Encuentro de oportunidades

El IV Foro Mundial del Agua contó con más de 20.000 participantes y más de 200 sesiones.

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experiencia de financiamiento que ha te-nido mucho éxito y que podría ser repro-ducida en otros lugares.

Para María Angélica Alegría, con la realización del IV Foro Mundial del Agua, Latinoamérica quedó muy forta-lecida, dada la gran cantidad de activi-dades preparatorias. “El contacto entre distintas organizaciones de todo tipo, privadas, de la sociedad civil, académi-cas y públicas fue muy intenso y estos colectivos quedaron muy empoderados o robustecidos”, dijo.

Asimismo, se logró la creación de redes latinoamericanas, como la FAN (Fresh Action Network) Sudamérica, la cual efectuó en mayo pasado su reunión de inicio de conformación.

BalanceOtro de los logros que, a nivel inter-

no, tuvo el IV Foro Mundial del Agua fue la pluralidad en la participación de orga-nizaciones de todo tipo.

“Las cifras hablan por sí solas: 19.000 participantes, casi 150 delegaciones par-ticiparon en la conferencia ministerial, 120 alcaldes, 150 parlamentarios, 340 empresas en la exposición, cerca de 1.400 periodistas”, destacó Fauchon.

Agregó que la sociedad civil también estuvo presente con la representación de más de 800 organizaciones.

La posibilidad de que gobiernos como los de Bolivia o Venezuela, con posiciones muy claras en cuanto a que otros países tuvieran injerencia en los servicios de agua y saneamiento y que sus opiniones tuvieran eco, refleja esa aper-tura del Foro, según Avendaño. “A mí me sorprendió ver cómo la Santa Sede tiene una opinión sobre el tema del agua y que también hubo presencia religiosa ahí, di-gamos que lo que uno sí puede decir es que hubo un nivel muy grande de opor-tunidades”, añadió.

De acuerdo con las cifras de partici-pación de diversas organizaciones, que maneja María Angélica Alegría, pareciera que esta vez la sociedad civil pudo parti-cipar de una mejor manera.

Sin embargo, considera que esto no significa que fue una participación balanceada debido al costo de inscripción –que considera muy alto– y a que no hubo una política oportuna sobre exenciones o rebajas reales que permitieran asistir a un mayor número de organizaciones sin fines de lucro, con poca capacidad financiera.

La utopía de los Objetivos de Desarrollo del Milenio

Asimismo, quedó claro para los repre-sentantes de los países participantes que no podrán cumplir a tiempo los Objeti-vos de Desarrollo del Milenio (ODM), en el ámbito de agua y saneamiento, que se esperaban para el 2015, según el crite-rio de Avendaño.

“Creo que los países se dieron cuenta de que no van a tener tiempo. El mismo hecho de hacer el Foro obligó a muchos países a ver que no lo están cumpliendo, que no lo han logrado y que, además,

NUEVA CULTURA

Con motivo del IV Foro Mundial del Agua hubo varias declaraciones de diversos sec-tores interesados en el tema del agua, las cuales expresan el interés de los distintos grupos de continuar y participar en la lucha por el agua y en el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

Compromiso con el futuro del agua

estamos a muy corto plazo”, mencionó el representante del BID, quien calificó esto como una “pantalla de alerta”.

María Angélica Alegría asegura que el Foro tuvo un enfoque fuerte en los temas de agua y saneamiento, precisamente el mismo interés expresado en el Objetivo N°7 de Desarrollo del Milenio, que pre-tende dotar de agua segura al tercio de la población mundial que carece de ella y brindar saneamiento adecuado a la mitad de personas que no lo tienen.

“No sé si el Foro podrá colaborar en el logro de la meta, pero ayudó a sensi-bilizar grandemente al mundo sobre este tema”, expresó.

Para Fauchon, “la voz del agua” debe seguir expresándose y los mensajes que se pasaron ampliamente en México de-ben imprimirse en las mentes de aquellos que toman las decisiones, así como en las del público en general, para que ese re-curso se convierta, de manera definitiva, en una prioridad en el planeta.

El próximo Foro Mundial del Agua será efectuado en el continente africano en el 2009 p

nDeclaración MinisterialLa Conferencia Ministerial contó con la participación de 78 ministros del Am-biente o del Agua, así como con 149 de-legaciones de estas carteras.

nDeclaración de México con base en el Encuentro Mundial de Legisladores del AguaEl Encuentro, que se efectuó por prime-ra vez, contó con la asistencia de más de 100 legisladores, provenientes de 17 países.

FUENTE: WWW.WORLDWATERFORUM4.ORG.MX

nDeclaración de los Alcaldes y Autoridades LocalesPor vez primera se reunieron alcaldes de 120 ciudades de todo el mundo.

nDeclaración de las Jóvenes y los Jóvenes sobre el Agua Al Foro Mundial Juvenil del Agua asistieron 95 jóvenes.

nManifiesto del Agua de los Niños y las Niñas112 niños participaron en el 2° Foro Mun-dial del Agua de niños, niñas y adolescen-tes, representantes de 30 países.

“Por primera vez, todos vinieron a sentarse a la misma mesa: ministros, parlamentarios, representantes locales, organizaciones no gubernamentales, empresas, instituciones internacionales y profesionales” LOÏC FAUCHON, PRESIDENTE DEL CONSEJO MUNDIAL DEL AGUA.

Informacion adicional tambien en el sitio web

del Consejo Mundial del Agua www.wwc.org

La amplia representación de culturas también fue destacado en el Foro.

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En junio pasado fue presentado, en Madrid, España, el libro “Aguas limpias, manos limpias. Corrupción e irregularidades en la gestión del agua en España”, el cual es una iniciativa empezada por la Fundación Nueva Cultura del Agua (FNCA), para hacer un primer diagnóstico sobre las situaciones de corrupción e irre-gularidades que rodean la gestión del agua en España.

El libro reúne a un amplio conjunto de reconocidos expertos en materia jurídica y de gestión del agua y fue coordinado por Julia Martí-nez Fernández, doctora en Biología de la Universidad de Murcia y Pedro Brufao Curiel, licenciado en Derecho de la Universidad Complutense de Madrid.

Este nuevo documento cuenta con una primera parte donde plantea una serie de refl exiones generales y en la segunda des-cribe varios casos relevantes en cada cuenca hidrográfi ca.

FUENTE: FUNDACIÓN NUEVA CULTURA

DEL AGUA.

2005 fue el más caluroso El pasado año sobrepasó la marca de temperatura regis-

trada en 1998, debido a que la zona ártica registró más calor de lo normal, según afi rmó la NASA, en un comunicado, que apunta que el resultado viene a confi rmar “la fuerte tenden-cia subyacente de calentamiento” de la Tierra.

Desde mediados de la década de 1970, la temperatura del planeta se ha elevado en 0,6 grados centígrados, mien-tras que en todo el siglo XX la subida fue de 0,8 grados.

La mayoría de los científi cos cree que este fenómeno es debido a la emisión de gases que producen el llamado ‘efecto invernadero’, como dióxido de carbono, metano y ozono.

FUENTE: AGENCIA EFE.

En México más de un 90% de la población de los estados del norte y centro del país puede acceder el agua potable, mientras que la del sureste apenas puede hacerlo la mitad, según un estudio del Instituto de Geofísica (IGF) de la Uni-versidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Otros resultados de esta investigación determinaron que los procesos de purifi cación en los últimos 10 años, en ese país, han disminuido sustancialmente los padecimientos debidos a la presencia de bacterias. Según datos de la Co-misión Nacional del Agua (CNA) se desinfecta el 95,9 % del total, aunque solo se recicla el 26.5% del residuo doméstico e industrial del país.

También se determinó que algunos acuíferos mexicanos han descendido sus niveles debido a la sobreexplotación subterránea, por lo que se considera importante armonizar y utilizar el agua en cantidad sustentable y aprovecharla al máximo.

FUENTE: BOLETÍN UNAM, UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO.

Optimizando el uso del agua Ahorrar agua y dinero podrían constituirse en una

buena mezcla si se buscan los mecanismos más efectivos y al alcance de las personas. Es así como implementar pequeñas tecnologías en el hogar, desalinizar o incluso aprovechar el agua de lluvia parecen ser métodos posibles de realizar en cualquier hogar.

Por ejemplo, en la ducha podría utilizarse un “perliza-dor”, que es un aparato que permite que en el baño el agua salga en forma de gotas grandes, con el cual se esperaría reducir hasta un 40% de agua.

Otra posibilidad es recolectar y usar el agua de lluvia para regar el jardín o incluso reciclarla y utilizarla en el retrete o en la lavadora.

Aunque en América Latina la desali-nización no es muy común es otra técnica que podrían utilizar algunas perso-nas, especialmente la ósmosis inversa que se basa en el uso de una membrana.

FUENTE: REVISTA POPULAR MECHANICS, JUNIO 2006.

BREVES DEL MUNDO

Reto por distribución desigual de agua en México

Por la transparencia

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gularidades que rodean la gestión del agua en España.

Biología de la Universidad de Murcia y Pedro Brufao Curiel,

Universidad Complutense de

Este nuevo documento cuenta con una primera parte donde plantea una serie de refl exiones generales y en la segunda des-cribe varios casos relevantes en

FUENTE: FUNDACIÓN NUEVA CULTURA

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. OPINIÓN

EL AGUA DULCE, TANTO SU DISPONIBILIDAD COMO el acceso, ha sido señalada como uno de los recursos na-turales más críticos. Diversos organismos internacio-nales han señalado que si bien este recurso es esencial

para la salud, la agricultura, la industria y los ecosistemas, es fre-cuente la escasez en muchas regiones del mundo, más allá de las zonas áridas. A escala global, podría considerarse que hay una emergencia, que tenderá a agravarse, pues el ciclo del agua no podrá suplir las demandas de las décadas próximas, si continúa el manejo irracional del recurso.

En el siglo XXI, el manejo del agua lleva implícito una com-plejidad extrema debido a los diferentes roles que tiene en el de-sarrollo social, económico, ambiental y hasta político. Aunque la gestión integrada del recurso hídrico es una idea ampliamente aceptada, también es de difícil implementación, sobre todo por la competencia, e incluso conflicto, existente por el uso del agua por parte de los diferentes sectores productivos y sociales; pero también por parte de los ecosistemas.

Quiero resaltar este último aspecto ya que con frecuencia se ignora, por omisión algunas de las veces, intencionalmente las más, que los ecosistemas son también usuarios de este preciado líquido. Además, que estos tengan acceso al agua está ligado directamente con la protección y preservación de la biodiversi-dad, el paisaje y la salud.

Desde el punto de vista ambiental, se han empezado a rea-lizar esfuerzos importantes en diversos países del mundo para establecer los “caudales ecológicos o ambientales”. Estos ga-rantizan que una cantidad mínima de agua, que cumpla con los requerimientos de las especies y el funcionamiento de los ecosistemas, será reservada para los ecosistemas y no otorgada para otros usos. Aunque se han desarrollado alrededor de 150 metodologías con aplicaciones en más de 40 países y muchos estudios de casos se encuentran disponibles en el medio cientí-fico, todavía hay algunos temas que resolver en este trabajo tan complejo.

Desgraciadamente, América Latina ha avanzado poco en este sentido; probablemente la sensación de abundancia influya

negativamente sobre la optimización del uso del recurso, con-siderando la integridad de los ecosistemas. Y, si hacemos una breve revisión, será fácil concluir que en muchas áreas de nues-tro continente americano (y del planeta incluso) no se cumplen las pautas requeridas para alcanzar un uso del agua racional y para el desarrollo sostenible.

Las intervenciones del ser humano dirigidas a crear “de-sarrollo” han causado impactos significativos sobre el recurso hídrico, reduciendo el flujo total de muchos ríos, afectando la estacionalidad de los flujos, e incidiendo en el tamaño y la fre-cuencia de las inundaciones. Muchas obras de infraestructura hidráulica como represas y diques, en especial aquellas cons-truidas en las décadas anteriores y cuyo objetivo era permitir una mejor regulación del agua para el riego, o para el sumi-nistro poblacional, la navegación o el control de inundaciones, se levantaron sin considerar o entender el “caudal ambiental”. Esto ocasionó grandes alteraciones en los servicios ecológicos e hidrológicos proporcionados por ecosistemas usuarios de agua, lo que a su vez ha aumentado la vulnerabilidad de las personas y especialmente de los pobres.

Siempre hay un rostro humano en las acciones de desarrollo y por tanto, las decisiones de política deben procurar beneficiar al mayor número de personas y en especial a los más necesita-dos. En este mismo sentido, es importante que las instituciones rectoras del agua, en nuestros países, empiecen a tomar el lide-razgo en la determinación de caudales ambientales. Los resul-tados de los estudios deben permitir a estas instituciones tomar decisiones de manejo, tales como ajuste de caudales concesiona-dos, incentivos por eficiencia, aplicación de medidas mitigantes, convenios entre usuarios y otros.

Igualmente, la legislación sobre recursos hídricos y los arre-glos institucionales debe actualizarse a fin de que considere a los ecosistemas como usuarios legítimos del agua y le apliquen el concepto de caudales ambientales. Solo así podremos de-fender a un usuario que no nos habla con palabras pero que sí comunica sus problemas de múltiples formas, muchas de ellas afectando nuestra calidad de vida: los ecosistemas p

POR LA ING. MAUREEN BALLESTERO VARGAS > Presidenta Pro tempore de la Comisión Interparlamentaria de Ambiente y Desarrollo (CICAD), del Sistema de Integración de Centro América (SICA)

Caudales ambientales: hacia el equilibrio en el aprovechamiento del agua

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El concepto de gobernabilidad aplicado al agua se refi ere a la capacidad de la sociedad de mo-vilizar energías en forma cohe-

rente para el desarrollo sustentable de los recursos hídricos. En dicha defi nición se incluye la capacidad de diseño de políti-cas públicas que sean socialmente acepta-das, orientadas al desarrollo sustentable de los recursos hídricos y de hacer efec-tiva su implementación por los diferentes actores involucrados. El nivel de gobernabilidad de una socie-dad en relación con la gestión del agua, se ve determinado, entre otras, por las si-guientes consideraciones: (1) el grado de acuerdo social (implícito o explícito) res-pecto de la naturaleza de la relación entre el agua y la sociedad; (2) la existencia de consensos sobre las bases de las políticas públicas que expresan dicha relación; y

La gobernabilidad del agua Aunque algunos países de Latinoamérica han dado grandes pasos en la gobernabilidad del agua, aún en otros se presentan limitaciones que afectan la atención de las necesidades de la población de este recurso. El entorno y las políticas macroeconómicas juegan un papel importante en este sentido.

POR MIGUEL SOLANES >Asesor Regional en Derecho de Aguas y Regulación de Servicios

AMDREI JOURALEV >Ofi cial para asuntos económicos de la División de Recursos Naturales e Infraestructura

Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)

LEGISLACIÓN

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El grado de acuerdo social respecto de la naturaleza de la relación entre el agua y la sociedad es una de las consideraciones de

gobernabilidad.

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(3) la disponibilidad de sistemas de ges-tión que posibiliten efectivamente, en un marco de sustentabilidad, la implementa-ción de dichas políticas.

En síntesis, la gobernabilidad supone: (1) la capacidad de generar las políticas adecuadas; y (2) la capacidad de llevarlas a la práctica. Esas capacidades pasan por la búsqueda de consensos, la construc-ción de sistemas de gestión coherentes (regímenes, lo que supone instituciones, leyes, cultura, conocimientos, prácticas y tradiciones), y la administración adecuada del sistema (que supone participación y aceptación social, y el desarrollo de com-petencias). Como bien puede extraerse de lo señalado, un elemento central de la gobernabilidad es la posibilidad de cons-truir (implantar y desarrollar) arreglos institucionales armónicos con la natura-leza y con las competencias, restricciones y expectativas del sistema o ámbito bajo consideración.

La importancia del término gober-nabilidad en la región, está en buena medida asociada a las restricciones y po-sibilidades de los países para incorporar los profundos cambios institucionales que han caracterizado las últimas déca-das. En muchos casos, estos cambios han implicado la construcción de una nueva institucionalidad, entendida como el di-seño y reconocimiento de nuevas reglas del juego, la creación de organizaciones y el desarrollo de nuevos comportamien-tos, formales e informales, de los agentes públicos y privados. Obviamente, como cualquier proceso de construcción social, el mismo surge dentro de un fuerte pro-ceso de cambio y de destrucción del an-terior orden social. En realidad, son las desarmonías existentes entre el arreglo institucional preexistente y el nuevo, las que pueden estar en el origen de los pro-blemas de gobernabilidad, o la crisis de gobernabilidad, que está caracterizando la situación en muchos países latinoa-mericanos. Dicha crisis será más aguda y más larga en función de la profundidad y amplitud de los cambios en curso; las competencias y capacidades preexisten-tes y su utilidad para enfrentar los retos de la transformación y, en particular, la coherencia del nuevo arreglo institucio-nal con la naturaleza y estructura social y las posibilidades y restricciones pre-sentes para asumir, de manera asertiva, las reglas de juego propuestas (Corrales, 2003). Desde una perspectiva proactiva, la crisis se puede considerar como un pro-

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Decisiones públicas que afectan los recursos hídricos

Hay múltiples decisiones asociadas a los recursos hídricos que pueden mejorar o empeorar su contribución al desarrollo socioeconómico nacional. Un primer tipo de decisiones que tienen un potencial im-portante para distorsionar la utilización del agua, llegando incluso en algunos casos a comprometer la estabilidad de las finanzas públicas, es el otorgamien-to indiscriminado de subsidios estatales para fomentar el uso de aguas sin di-mensionar su impacto en la economía o la sustentabilidad del recurso.

El caso típico es el de subsidios agrí-colas, al uso del agua para riego. Uno de los ejemplos de mal uso de este tipo de subsidios fueron los subsidios al riego en Argentina. En este caso, los subsi-dios, por un lado, afectaron la sustenta-bilidad de los acuíferos en lugares como Mendoza, y por el otro, contribuyeron a un nivel de producción que superó la demanda efectiva por los productos de agricultura de riego, lo que resultó a su vez en subsidios a productos que en definitiva condujeron, en asociación con otros factores, a una grave crisis de las finanzas públicas y a quiebras masivas en el sector vitivinícola.

Entre las decisiones que afectan la inserción productiva de los recursos hí-dricos, se encuentran además aquellas relacionadas con los proyectos públicos vinculados al agua, generalmente de riego, cuyos beneficios, por problemas de evaluación, en muchos casos, fueron menores que sus costos, por lo que pro-

dujeron pérdidas netas para los países. Este problema se agrava cuando la financiación de los proyectos se realiza en moneda dura y los réditos se generan en moneda local. El resultado neto es el empobrecimiento.

En respuesta a estos problemas, al-gunos países, como Chile, han impuesto normas sobre rentabilidad de proyectos con financiación pública, con umbrales costo-beneficio, más abajo de los cuales tal financiación no se permite. En lo que respecta a subsidios a inversiones priva-das en obras de riego y drenaje, también en Chile, estos se asignan a través de con-cursos públicos y en base a criterios obje-tivos, a efectos de promover competencia entre postulantes. Finalmente, en lo que se refiere al agua como insumo agrícola, su inserción en la economía productiva, en el caso de Chile, se ha visto fortificada por políticas públicas que han contemplado no sólo la problemática de uso del agua, sino que además el mejoramiento de la calidad de productos, su oportuna presentación en los mercados externos y el diseño de siste-mas de mercadeo aptos a tales fines.

La conclusión es que la inserción pro-ductiva y sustentable del agua requiere ade-cuada evaluación de incentivos y subsidios al sector privado, evaluaciones realistas de proyectos públicos y debida considera-ción de las realidades macroeconómicas nacionales y la integración del insumo agua en servicios de utilidad pública y en cadenas de valor agregado.

FUENTE: SOLANES (2004).

LEGISLACIÓN

ceso, en el cual siempre hay lagunas a ser subsanadas y contradicciones que reclaman negociación.

Importancia del tema en la regiónLa gobernabilidad deviene objeto

de reflexión cuando se manifiestan sus limitaciones (Olson, 1986). La concien-cia creciente a nivel regional sobre temas como el uso insustentable de las aguas, su contaminación, su monopolización y la inaccesibilidad de los servicios a ellas vin-culados por parte de importantes sectores de la población, demuestra la relevancia del tema.

La importancia del tema en América Latina y el Caribe se refleja claramente en la serie de experiencias, postulaciones

y procesos de reforma de las legislaciones y administraciones de agua, que se han presentado en la mayoría de los países de la región, así como en los programas y propuestas existentes para reformar los servicios asociados, en especial los de agua potable y saneamiento. Estas propuestas y programas han tenido, en algunos ca-sos, bases y fuerte determinación local de contenidos, mientras que en otros, han sido principalmente propugnados por agentes externos.

Entre los casos de reformas consoli-dadas cabe mencionar: Brasil, en lo que hace a la creación de una legislación y un sistema nacional de administración de los recursos hídricos; Chile, con las re-formas del régimen de aguas y de pres-

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tación de los servicios de agua potable y saneamiento; Argentina, con la privatiza-ción del sector hidroeléctrico y de agua potable en varias provincias; Colombia y Bolivia, con la privatización de una serie de servicios; México, con reformas recientes de la legislación de aguas y con privatizaciones de algunos servicios o sus segmentos; y algunos otros casos. Los países con procesos de discusión de nueva legislación de aguas, o cambios a la legislación vigente, incluyen entre otros, Bolivia, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Pa-raguay, Perú y Venezuela.

El contenido sustantivo de los proce-sos se ha visto determinado por diferen-tes visiones, desde las que enfatizan un

reduccionismo de criterios, que no nece-sariamente responden a la naturaleza del objeto tratado (como enfatizar el tema de apropiación privada, minimizando los elementos de bien público que envuelve el agua), a los que asumen situaciones de competencia perfecta que no existen en la práctica (como el caso de algunas regu-laciones de servicios de utilidad pública).1 En algunos casos, estas visiones limita-das, o muy optimistas de los problemas, han resultado en monopolización del acceso al recurso y sistemas regulatorios deficientes.

Los temas reseñados más arriba certifican la importancia de la noción de la gobernabilidad. Fundamental-mente, si la gobernabilidad es la ges-

tión sustentable del agua y la provisión sustentable de los servicios de utilidad pública a ella vinculados, es necesario enfatizar su tratamiento, puesto que no se están superando los desafíos pre-sentados por el manejo de los recursos hídricos y la prestación de servicios accesibles a la población (Corrales, 2003).

El entorno y las políticas macroeconómicas

Una de las constataciones de los es-tudios elaborados por el Comité Técnico Asesor para América del Sur (SAMTAC) en el marco del proyecto “Investigación Sistémica sobre Regímenes de Gestión de Aguas”, fue que, en el periodo 1985-

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La gobernabilidad del agua

El desarrollo sustentable de los recursos hídricos está implícito en la gobernabilidad del agua.

1 Cabe señalar, en este sentido, que en la región se han adoptado en algunas ocasiones sistemas regulatorios que suponen competencia, cuando ésta no existe en la práctica (Altomonte, 2002). Convendría que los países establecieran el principio de la capacidad regulatoria residual, entendida como la capacidad necesaria para remediar el déficit en materia de regulación cuando las expectativas iniciales de desempeño y comportamiento no se cumplan (CEPAL 2000).

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1995, Chile consolidó la contribución de sus recursos hídricos al proceso de desa-rrollo socioeconómico, siendo particu-larmente visible el papel de la agricultura bajo riego, minería, acuicultura, procesa-miento de maderas y papel, y la susten-tabilidad de los servicios de agua potable y saneamiento.2 En el mismo periodo de tiempo, Argentina pierde superficie bajo riego, y sus servicios de agua potable sufren de tal manera que algunos de los inversionistas extranjeros se retiran del país y además presentan demandas ante tribunales arbitrales internacionales. La explicación del éxito relativo de un siste-ma y de la falla del otro, yacen en las po-líticas macroeconómicas y en los criterios

de toma de decisiones de política pública que los dos aplican.

El enfoque tradicional de la legisla-ción de aguas y de la mayoría de los abo-gados especialistas en el tema, es centrar todos los análisis en los textos de leyes y, en función de premisas formales, hacer análisis descriptivo-filosóficos de la bon-dad de leyes e instituciones. Sin embargo, la vida del derecho es la experiencia y un análisis dinámico de su impacto no puede prescindir de su interacción con políticas económicas generales. De hecho, es la cali-dad de estas políticas la que determina el con-texto en el que el derecho cumple su rol.

Una política macroeconómica sana es condición necesaria, aunque no

necesariamente suficiente, para que las normas jurídicas cumplan propósitos de desarrollo sustentable. Expresado en términos concretos, el derecho de aguas contribuiría a realizar el potencial de las políticas económicas, pero si estas fueran defectuosas, o proveyeran incentivos no encaminados a fomentar la inversión y la conservación del recurso, poco o nada es lo que el derecho puede hacer a su respecto. Esta noción, y la identificación de factores relevantes, fue llevada a cabo, hace más de medio siglo, por el economista norteamericano Ciriacy-Wantrup (1951).

La efectividad de las mejoras sectoria-les en materia de agua y sus inversiones, al igual que su legislación y organización,

2 Se trata de los estudios Diaz y Bertranou (2003), Peña y Brown (2004) y Lobato, Cordeiro y Soares (2004).

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Situación de la legislación hídrica en algunos países de la región

Bolivia La legislación hídrica tiene su base en la Ley de Aguas de 1906, cuyas consideraciones, en su mayor parte, se encuentran fuera de contexto. Adicionalmente, se cuenta con otros instrumentos que se fueron aprobando a medida que se evidenciaban vacíos legales, los cuales generalmente no guardan relación entre sí y menos con la ley de 1906 (Mattos y Crespo, 2000).

Costa RicaLa legislación hídrica es amplia y desarticulada y, en parte, ob-soleta. Se presentan problemas con contraposición de leyes y decretos. Las leyes existentes regulan las distintas áreas desde una perspectiva sectorial y no integral. La Ley de Aguas de 1942 presenta problemas para adecuarse a las circunstancias actuales (Ballestero, 1999).

Ecuador La Ley de Aguas vigente fue promulgada en 1972. Esta norma-tiva da especial importancia al sector de riego y trata a los otros sectores en forma superficial. En las décadas pasadas, y desde entonces, las necesidades y posibles soluciones para problemas del sector han cambiado (Küffner, 2005).

El SalvadorEl país cuenta con un conjunto de leyes para la gestión del agua, pero la normativa existente carece de coherencia y armonía (PRISMA, 2001). La gran diversidad de leyes relacionadas con los recursos hídricos incide en la confusión de campos de acción y en la indefinición de responsabilidades (El Salvador, 1999).

HondurasEl marco nacional de políticas sobre recursos hídricos es extenso y complejo, pero a la vez incompleto y varias veces incoherente (Medina y Montoya, 2002). La Ley General del Agua de 1927 aún tiene validez pero es poco funcional debido a que las necesidades y condiciones del país han cambiado mucho (Ballestero, 2005).

NicaraguaLa numerosa legislación y las instituciones han regulado los asuntos hídricos únicamente con propósitos sectoriales. No exis-te un conjunto coherente de regulaciones puesto que las existen-tes han sido emitidas en diferentes épocas y no están orientadas hacia la gestión integrada del agua (Ballestero, 2005).

Panamá Hay una gran cantidad de regulaciones jurídicas en materia de recursos hídricos. El problema consiste en que muchas de ellas son obsoletas y no son acordes a la situación que se vive hoy en día, lo que hace necesario la adopción de otras nuevas o la mo-dernización de las existentes (CRRH, 2001).

ParaguayExiste una gran dispersión de disposiciones legales, entre las cuales hay evidentes inconsistencias. Profusión de leyes, con va-cíos que son realmente muy importantes y, en muchos casos, completamente desactualizadas y desvinculadas de la realidad nacional. El papel que asume el Estado ante la tarea de la ges-tión del agua, al haber sido concebido por aproximaciones suce-sivas, resulta incompleto, sesgado y en varios tópicos, anacrónico (Crespo y Martínez, 2000).

PerúSe mantiene vigente la Ley General de Aguas de 1969 que se basa en el exagerado papel del Estado y tiene un claro sesgo agrario. Muchos de los elementos de esta ley, que aparece como desfasada y dispersa ya no tienen relevancia y han proliferado diversas normas de rango inferior cambiando aspectos sustan-tivos de la ley original (Zegarra, 2005). Cabe agregar que sec-tores no agrarios han empezado a impulsar normas paralelas y en muchos casos contrarias a la ley de 1969 (Zegarra, 2004).

FUENTE: BALLESTERO (1999) Y (2005); CRESPO Y MARTÍNEZ (2000); CRRH (2001); EL SALVADOR (1999), KÜFFNER (2005); MATTOS Y CRESPO (2000); MEDINA Y MONTOYA (2002); PRISMA (2001); ZEGARRA (2004) Y (2005).

LEGISLACIÓN

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AQUA VITAE 15

se ve condicionada entonces por las polí-ticas macroeconómicas y el ambiente que estas crean. En el largo plazo, las mismas son tan poderosas y estructuralmente determinantes, que la mejor legislación sectorial no puede bajo ningún concep-to contrarrestar su influencia (Donoso y Melo, 2004). Esto se ha visto claramente en países como India, Omán y Yemen y aun en las provincias del oeste argentino que hicieron parte importante de su polí-tica económica conceder fuertes subsidios al uso de las aguas subterráneas. No ha habido normativa legal que permita dete-ner el deterioro del agua, frente al pode-roso incentivo de estas políticas. Cuando las mismas son contraproducentes, como sucede en muchos países en vías de de-sarrollo, el contexto macroeconómico desfavorable erosiona aun las mejores re-formas institucionales.

Un conjunto de políticas macroeco-nómicas distorsionadas, que típicamente incluya altas tasas de inflación o tasas de cambio artificiales, afecta el crecimien-to y distorsiona el ingreso. Cuando esto pasa, surgen presiones por cambio y las opciones de política hídrica se vuelven limitadas: más inversión, más subsidios y más soporte tecnológico. Sin embargo, esto por sí no basta para compensar los problemas generales que la falta de creci-miento económico y los incentivos crean para el aprovechamiento sustentable del agua. Los hacedores de política hídrica deben ser conscientes de los impactos de política macroeconómica en su sector y promover un diálogo con los gestores de la economía nacional.

Como la mayoría de los productos del agua, sean agrícolas, electricidad, servicios de agua potable o recreación, se venden en mercados, los mismos y sus insumos, se ven afectados por estos mercados secundarios. Dichos mercados a su vez son partes de economías complejas. Todo esto imposibilita obtener respuestas plausibles mediante simplificaciones (Ciriacy-Wantrup, 1951).

Posiblemente un ejemplo de simpli-ficaciones con abstracción de consecuen-cias, hayan sido las políticas macroeco-nómicas argentinas de los años noventa. Estas políticas mantuvieron la moneda local artificialmente alta, mediante la in-yección de dinero extranjero en el mer-cado de divisas local. Para hacer esto, el Estado pedía préstamos, lo que subió las tasas de interés, encareció el crédito y combinado con el encarecimiento artifi-

cial de la divisa local, restringió la compe-titividad de los productos de agricultura de riego. En las zonas fuertemente de-pendientes de estos productos el impacto fue la pérdida de áreas bajo riego y la no sustentabilidad de los servicios vinculados al agua, por falta de crecimiento econó-mico (Diaz y Bertranou, 2003).

En una forma más general, se ha dicho que las decisiones de los usuarios de agua se ven afectadas por fuerzas económicas generales, como tasas de interés, incerti-dumbre, precios, tasas de cambio, dere-chos de propiedad e impuestos (Ciriacy-Wantrup, 1951). Las altas tasas de interés reducen inversión, no sólo en aguas, sino en general y además limitan los esfuerzos en favor de la conservación y protección ambiental, en razón de que a capital caro se prefiere sobreusar el recurso o el am-biente. Un usuario que enfrenta tasas de interés altas, probablemente reduzca su inversión en mejoras, obras y equipos. El mismo fenómeno sucede con usuarios cu-yos mercados son erráticos en precios y demanda.

Los efectos de políticas macroeconó-micas adecuadas se han notado claramen-te en el caso de Chile (Peña, Luraschi y Valenzuela, 2004). Este país implanta un modelo de desarrollo cimentado en equi-

librios macroeconómicos y exportacio-nes centradas en ventajas comparativas. La gran mayoría de los productos en los cuales se basa el modelo de desarrollo, tienen como insumo el agua, sea en el producto primario o en su elaboración. Los equilibrios macroeconómicos y tasas de cambios realistas, resultan en un país que no se endeuda y, como consecuencia, en sistemas crediticios y tasas de interés relativamente moderadas, que no funcio-nan como un disuasor a la inversión. Ade-más, la evolución en las políticas públicas, aparte de promover un ambiente propicio a la inversión, ha ido cambiando para res-ponder a objetivos sociales y ambientales, respecto de los cuales las adecuadas políti-cas macro han permitido generar recursos para su cobertura p

Este artículo fue extractado, con autorización, del documento “Integrando economía, legisla-ción y administración en la gestión de agua y sus servicios en América Latina y el Caribe”, publi-cado por la CEPAL en la Serie 101 de Recursos Naturales e Infraestructura, octubre 2005.

La gobernabilidad del aguaLa gobernabilidad del agua

La falta de acceso al agua para algunos sectores hace que la gobernabilidad tome relevancia.

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www.irrigation.org

Este sitio web pertenece a la Asociación de Irrigación (IA, por sus siglas en inglés), organización sin fi nes de lucro que busca la conservación del agua, a través de una irrigación efi ciente. Brinda información sobre diversos programas de certifi cación de profesionales en el campo de la irriga-ción, así como cursos que ofrecen sobre este tema. También tratan asuntos del Gobierno como iniciativas de la industria y relaciones con el Estado. Informan sobre el Show Internacional de Irrigación que efectúan cada dos años.

www.iadb.org/foroagua

El Foro de Agua Potable y Saneamien-to pertenece al Banco Interamericano de Desarrollo y su objetivo es promover la transparencia en el sector de agua potable y saneamiento, poniendo al alcance de los interesados información de diversa índole. Este portal brinda amplia información so-bre temas de actualidad, fomenta debates sobre diversos aspectos relacionados con el agua e informa sobre eventos, proyectos y publicaciones.

www.unizar.es/fnca

Portal de la Fundación Nueva Cultura del Agua (FNCA), con sede en España. Pre-senta versiones en español, portugués e inglés. En el sitio se puede encontrar da-tos sobre la organización, así como sus proyectos, noticias y agenda sobre cursos locales e internacionales. Además, ofrecen documentación sobre diversos estudios realizados por miembros de la Fundación y una librería virtual, donde se pueden ad-quirir algunos libros.

www.worldwatercouncil.org/

Portal del Consejo Mundial del Agua (WWC, por sus siglas en inglés). Está dedi-cado enteramente al tratamiento de diver-sos temas relacionados con el agua a nivel mundial. Entre sus secciones se encuen-tran los programas que están desarro-llando, información sobre los cuatro Foros Mundiales del Agua que han organizado desde 1997 en Marruecos, La Haya, Kyoto y México. Tiene una sección que trata temas como la crisis del agua, agua y naturaleza, provisión de agua y saneamiento.

www.wbcsd.org

Sitio web del Consejo Mundial para el De-sarrollo Sostenible (WBCSD, por sus siglas en inglés), el cual tiene un apartado para el tema del agua. Este cuenta con un plan-teamiento del tema desde el punto de vista empresarial, informa sobre publicaciones, casos de estudio y discursos, e incluye algunos videoclips sobre el tema. Asimis-mo, podrá encontrar informacion sobre el estudio Escenarios del Agua, que recien-temente dio a conocer sus resultados.También tiene un enlace para la iniciativa Business Action for Water (BAW). Cuenta con acceso a boletines sobre diversos te-mas relacionados con el agua.

www.la-wetnet.org/

Sitio de la Red Latinoamericana de Desarrollo de Capacidades para la Gestión Integrada del Agua (LA WET net). Informa sobre sus programas y cuenta con una sección de publicaciones. Tiene un enlace llamado Bases de Datos, donde se encuentran centros de recursos, cursos, materiales de capacitación y herramientas para la gestión del agua, entre otras. El sitio tiene en su portada un mapa interactivo donde se pueden ubicar sus miembros y aliados.

SITIOS DE INTERÉS

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AQUA VITAE 17

E N T R E V I S TA A A B E L M E J Í A Gerente de la Unidad de Medio Ambiente para América Latina y el Caribe

del Banco Mundial

Múltiples necesidades, variadas solucionesEn el tema de los servicios de agua y saneamiento existen muchas necesidades de inversión en infraestructura y diferentes modelos para lograr el financiamiento necesario.

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Las necesidades relativas a los servicios de agua son amplias.

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Por ello, la planeación adecuada de las inversiones y la transparencia de los procesos de contratación pública son elementos esenciales para garantizar la eficiencia y también la equidad en la apli-cación de los recursos públicos.

Los gobiernos, a su vez, utilizan transferencias presupuestarias para el fi-nanciamiento de obras o para cubrir las contribuciones a la inversión de las fami-lias de menos recursos, como es el caso de Chile. También pueden acudir al mer-cado de capitales para financiar proyectos de largo plazo, solicitar financiamiento de largo plazo de instituciones financieras como el Banco Interamericano de Desa-rrollo (BID) o el Banco Mundial (BM), o a través de contratos de inversión o ges-tión con el sector privado. También exis-ten experiencias limitadas de inversiones privadas vinculadas a proyectos urbanís-ticos, o ampliación de servicios mediante la explotación privada de acuíferos, como es el caso del Paraguay.

2 ¿Considera usted importante la intervención privada?

La considero importante pero no esencial y en muchos casos no es inclu-so viable por razones legales. Además, la intervención privada puede tener muchas formas, dependiendo del nivel de riesgo que se quiera trasladar al privado, inclu-yendo contratos de servicio, delegación de gestión con inversión, concesiones que trasladan el riesgo empresario y de inversión a un privado, hasta la venta de

1 ¿Que tipo de recursos deberían utilizar los países de América Latina para el financiamiento de la infraes-tructura requerida para sus servicios de agua y saneamiento?

En primer lugar quisiera comentar sobre las necesidades de inversión y des-pués cómo financiarlas.

Las necesidades de inversión de la infraestructura de agua y saneamiento son múltiples. Muchas veces no se tiene la perspectiva sobre todo lo que implica la expansión de coberturas a través de redes y conexiones domiciliarias de agua potable y alcantarillado. Estas conexiones necesitan tuberías, matrices de agua e in-terceptores y colectores de aguas servidas, tanques de almacenamiento para regular la operación, plantas de tratamiento, es-tructuras hidráulicas de almacenamiento y regulación, presas, equipos de control y medición, equipamientos y partes para el mantenimiento, etc. Todos estos elemen-tos conforman los activos que permiten la operación de los servicios de agua y sa-neamiento. Tales activos en América La-tina se estiman en el rango de US$2.000 a US$2.500 por conexión, en las ciudades latinoamericanas con servicios integra-dos (incluyendo tratamiento de aguas servidas) y coberturas superiores al 95% de la población en ambos servicios. Estos activos también necesitan inversiones de mantenimiento y rehabilitación impor-tantes, las cuales lamentablemente son muchas veces subestimadas o simplemen-te olvidadas, lo cual genera deficiencias

de servicio y eventualmente reparaciones muy costosas más adelante.

Actualmente, la inversión, tanto de la expansión como del mantenimiento de los activos, se ha estimado que puede ser del orden de 1% del Producto Interno Bruto (PIB) en países como Brasil, que ya tienen altos niveles de atención de la población urbana.

Lamentablemente en la mayoría de los países, la inversión está entre 0,2% y 0,5% del PIB. Estos niveles de inver-sión son insuficientes para atender a toda la población y para mantener adecuada-mente los activos necesarios para el servi-cio de agua y saneamiento.

El financiamiento de esta inversión tiene dos orígenes: las tarifas que pagan los usuarios y los subsidios que transfie-re el Estado. En pocos países las tarifas cubren las inversiones en su totalidad. En muchos otros ni siquiera cubren los costos de operación y mantenimiento. En general, se estima que las tarifas deberían cubrir una parte importante de las inver-siones. Algunas instituciones financieras recomiendan que las tarifas deben cubrir un 30% de las inversiones y el resto me-diante subsidios, dadas las grandes exter-nalidades positivas que estos servicios ge-neran, particularmente en salud y calidad ambiental. En todos los países, el grueso de la inversión en agua potable y sanea-miento es pública, por ello la calidad del gasto público en estas inversiones es po-siblemente el elemento más importante a tomar en consideración.

ALTO PERFIL

Abel Mejía, quien concedió una entrevista a Aqua Vitae, se refiere a las múltiples necesidades que existen en la región en el campo de la inversión en infraestructura de agua y saneamiento y a los distintos modelos que han sido viables para algunos países y asegura conocer experiencias exitosas, tanto del sector público como del privado.

Esta búsqueda de diferentes opciones para incrementar y mejorar los servicios de agua y saneamien-to en Latinoamérica favorecerá que los países del área reduzcan la brecha planteada en los Objetivos de Desarrollo del Milenio, lo que para Mejía ya es un logro importante para la región.

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AQUA VITAE 19

los activos. En cualquier caso, la inter-vención privada debe estar precedida por una gran claridad sobre los contratos y un sistema regulatorio con credibilidad. La intervención privada es también im-portante porque es una forma más de financiar y operar servicios de agua y saneamiento, que puede tener incenti-vos fuertes para acelerar las inversiones y mejorar la eficiencia en la gestión de los servicios mediante relaciones contrac-tuales entre los sectores público y priva-do y una adecuada regulación pública.

Es importante recalcar que la in-tervención privada es simplemente una solución más a un problema que es emi-nentemente público. Existen modelos muy exitosos de intervención privada en países como Chile, Argentina y Brasil. Pero también hay modelos de gestión pública muy exitosas como es el caso de las empresas de agua y saneamiento de ciudades como Medellín, Monterrey, Sao Paulo, Curitiba, Santa Cruz y Lima, entre otras.

La intervención privada es importan-te porque generalmente ayuda a mejorar la información y transparencia de la ges-tión, introduce mecanismos de gober-nabilidad que permiten la planeación de largo plazo y no dejar las inversiones y

Ambiente y desarrollo

Abel Mejía Betancourt, nació en Vene-zuela, país donde se graduó como in-geniero civil, de la Universidad Católica de Caracas.También hizo una licenciatura en desarrollo económico en la CEPAL, en Chile, y una maestría en gestión de ingeniería civil y otra en ingeniería industrial, en la Universidad de Stanford.

Es un gran conocedor de la realidad de América Latina, donde ha participado en la mayoría de los países en diversos proyectos, entre ellos algunos en los sectores de agua y energía.Desde 1999 es gerente de la Unidad de Medio Ambiente para América Latina y el Caribe, donde, entre otros, está muy relacionado con el tema hídrico.

Múltiples necesidades, variadas soluciones

servicios sujetos a las oscilaciones políti-cas, que en muchos casos afectan negati-vamente las decisiones gerenciales sobre la inversión y la gestión.

3 ¿Cuál es el principal reto, en térmi-nos de financiamiento, que tienen los países de la región latinoamericana, hacia el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, en el tema de agua? ¿Cree usted que se llegará a cumplir con estos parámetros?

La mayoría de los países de Latino-américa cumplirán con los Objetivos del

Milenio en términos de reducción del déficit en conexiones mejoradas de agua y saneamiento básico. Esto parece para-dójico, dados los bajos niveles de inver-sión en la región. La explicación es que la ampliación de conexiones no toma en consideración la calidad sanitaria del agua y tampoco la presión y continuidad de los servicios. Muchos latinoamericanos tie-nen conexiones, pero con agua intermi-tente y con calidad del agua dudosa. Por ello, la morbilidad asociada a infecciones de origen hídrico continúan siendo nota-blemente altas en América Latina. Esto afecta particularmente a la población más vulnerable: los niños, los ancianos y los pobres. Más del 25% del costo de salud tiene su origen en enfermedades relacio-nadas con la mala calidad del agua. Un tercio de la mortalidad infantil tiene su origen en diarreas. El costo en salud re-lacionado con enfermedades gastrointes-tinales está en el orden del 0,7% del PIB en países como Perú y Colombia. Para-dójicamente, representan un valor equi-valente a las inversiones necesarias para asegurar una cobertura de agua y sanea-miento del 100%. Sin embargo, campa-ñas de higiene personal y lavado de ma-nos están teniendo una acogida cada día mayor; estas intervenciones, en términos de costo-efectividad, las más promisorias para reducir los impactos en la salud del mal servicio de agua y saneamiento.

En resumen, se alcanzarán los Objeti-vos del Milenio en agua, pero con un im-pacto mínimo en la reducción del costo en salud, relacionado con enfermedades gastrointestinales.

4 ¿No cree usted que al privatizar en forma total o parcial los servicios de agua y saneamiento, se podría con-vertir al agua en una mercancía?

No lo creo. Como le mencioné, la in-tervención privada puede tener muchas formas, dependiendo del riesgo que el sector público quiera transferir al privado, y en definitiva no pasa de ser una solución más, privada en este caso, a un problema que es, y seguirá siendo, esencialmente público. El agua como mercancía es el agua que se vende embotellada, la que se

Abel Mejía (derecha) fue uno de los expositores durante el IV Foro Mundial del Agua. En la foto al lado de Cristóbal Jaime Jáquez, Director General de Conagua y Abel Madani, Ministro del Agua de Bolivia.

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vende como gaseosas o cerveza. Solo como referencia, ¡un litro de cerveza necesita 9 litros de agua en su producción! Estos ru-bros aumentan sus ventas en 10%-20% por año, en gran medida debido a la nece-sidad de capear la mala calidad sanitaria del agua de los servicios en redes. Pienso que la participación privada en la prestación de servicios de agua y saneamiento, en forma total o parcial, puede traer beneficios muy importantes para acelerar inversiones y mejorar la calidad de la gestión. Esto no es posible sin un marco legal y regulatorio adecuado, lo cual en muchos países todavía no es una solución viable.

5 ¿Que pasaría con el derecho al agua en estas condiciones?

El derecho al agua siempre está en el dominio público, por ello no se afecta. Si existieran las condiciones para una parti-cipación privada, que le interese al sector público, esta tiene que contar con mar-cos legales y regulatorios adecuados que protejan los intereses de los usuarios y garanticen la ejecución de los contratos. Por ejemplo, en el caso de Chile, la po-blación más vulnerable es protegida con subsidios directos que complementan la tarifa hasta un límite que sea asequible, el cual generalmente se estima que no sobrepase un 2% del ingreso mínimo.

6 ¿Cómo ve usted que organismos internacionales contabilicen la inver-sión como un gasto?

Me imagino que esto se relaciona con la forma como se contabiliza el déficit/su-perávit primario de acuerdo con el FMI. En algunos países se ha tratado de sacar las inversiones en agua y saneamiento de esta contabilidad como un mecanismo para aumentar la inversión pública a ni-veles superiores del PIB.

Esta discusión es importante y, en mi opinión, un porcentaje de las inversiones deberían ser excluidas del cálculo del dé-ficit primario para así tomar en conside-ración su impacto en salud y mitigación de la pobreza.

7 Algunos sectores han calificado al Banco Mundial como promotor de la privatización ¿qué opina usted al respecto?

En la década de los noventas la priva-tización fue percibida como una solución exclusiva. Esta visión ha cambiado. La privatización es vista hoy como una solu-ción dentro de un menú de opciones más

amplio, donde la financiación pública efi-ciente tiene prioridad. Además, la inver-sión privada en agua nunca se materializó a los niveles anticipados y la inversión pública se mantiene como la principal fuente de financiación de los servicios de agua y saneamiento.

8 ¿Como valora usted a los grupos que se oponen a la denominada priva-tización del agua?

Tienen un valor muy alto. Elevaron el nivel de la discusión y del debate. Han hecho que las empresas públicas sean más transparentes. Han ayudado a corregir el curso y afinar las opciones para mejorar la prestación de los servicios de agua y sanea-

miento. Todos están de acuerdo con los principios de Dublín donde se reconoce el valor económico del agua, la responsabili-dad social e institucional y el compromiso con el medio ambiente y con las generacio-nes futuras. Se introdujo el concepto ético de la gestión de los recursos naturales, de la tierra y del agua. En general, un aporte muy importante, tal como se percibió en el reciente IV Foro Mundial del Agua, reali-zado en México, en marzo pasado.

En este foro, muchos grupos oposi-tores a la intervención privada en el agua se manifestaron en forma clara y objeti-va. Su voz se ha sentido y se percibe un espacio de participación y compromiso inédito hasta ahora p

Los modelos de financiamiento de los servicios de agua son múltiples, pero todos buscan lograr un mayor acceso y calidad del agua.

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FINANCIAMIENTO DE LOS SERVICIOS DE AGUA Y SANEAMIENTO EN AMÉRICA LATINALa provisión de servicios de agua y saneamiento en América Latina, representa para cada uno de los países de esta región una serie de importantes retos en cuanto a aspectos sociales, políticos, de recursos hídricos, con implicaciones económicas muy importantes.

Por ello, y ante la meta de los países en reducir al 2015 la cantidad de personas sin acceso al agua, así como los que no cuentan con servicios de saneamiento, es que Aqua Vitae, en su afán de crear debate y brindar información de utilidad para la discusión de los principales problemas relacionados con agua, es que presenta a continuación tres artículos en esta sección los cuáles pretenden analizar, desde una óptica objetiva, cuál ha sido el papel de los diferentes sectores de la sociedad en la consecución de estos objetivos.

Asimismo, presentamos una experiencia en Montería, Colom-bia, donde con recursos de diversos sectores se pudo resolver el problema del acceso al agua para una población de origen pobre.

Las opiniones brindadas en los siguientes artículos no necesariamente son compartidas por Aqua Vitae.

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Escuela de Geografía,Ciencia Política y SociologíaUniversidad de Newcastle upon Tyne, Inglaterra

DR. JOSÉ ESTEBAN CASTRO

NUEVOS RETOS EN SERVICIOS DE AGUA Y SANEAMIENTO

PROYECTO PRINWASS

El proyecto “Barreras y condi-ciones para la participación de la empresa y el capital privado en los servicios de agua y sanea-

miento en Latinoamérica y África: A la búsqueda de la sustentabilidad económi-ca, social y ambiental (PRINWASS)”, fue efectuado por una serie de investigadores de diferentes universidades de la región y coordinados por la Escuela de Geografía y Medioambiente de la Universidad de Oxford, de Inglaterra. Este proyecto fue financiado con recursos de la Comisión Europea.

Entre los objetivos principales del proyecto, estaba examinar teórica y em-píricamente las políticas de “privatiza-ción” implementadas desde la década de 1980 a nivel internacional. En particular, la tarea se orientó a revisar los principales argumentos empleados para promover la privatización de estos servicios.

El acceso al agua de calidad es uno de los principales Objetivos de Desarrollo del Milenio.

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Por ejemplo, nos interesaba analizar la validez del argumento según el cual es necesario transferir tales servicios al sec-tor privado (a) porque este es inherente-mente más eficiente que el sector público, (b) para atraer inversión privada “fresca” y (c) para poder extender la cobertura a los sectores más pobres de la sociedad. Estos son los argumentos que utilizan instituciones como el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo, entre otras instituciones líderes en este campo, para promover dichas políticas.

Entre los hallazgos principales de PRINWASS cabe destacar:

1) Las políticas de promoción de la par-ticipación privada en la prestación de los SAS se han fundamentado en las premi-sas de que (a) el sector público es inhe-rentemente ineficiente, (b) no dispone de recursos financieros y (c) que la expan-sión de la participación privada produci-ría un incremento en la eficiencia de los servicios mediante (1) el aumento de la competitividad y (2) la provisión de re-cursos financieros privados, lo cual a su vez (d) contribuiría a extender la cober-tura de estos servicios a los sectores más necesitados. Los resultados del estudio contradicen dichas premisas.

2) El equipo de PRINWASS reconoce que los proveedores públicos del servicio, sean municipales, estatales o de otra índole, han tenido una historia de altibajos en cuanto a la calidad y la cobertura en el suministro de los servicios, un problema que ha contribuido sustancialmente a reproducir las desigualdades persistentes que afectan a la mayoría de los países menos desarrollados en relación con el acceso a una provisión adecuada de SAS. Sin embargo, la investigación realizada demuestra que la expansión de la participación privada en el sector se caracteriza por una clara tendencia al incumplimiento con las obligaciones contractuales por parte de muchos de los proveedores privados (por ejemplo, con respecto a los objetivos de inversión o al mantenimiento de estándares de calidad establecidos inicialmente en los contratos de concesiones). En América Latina el estudio obtuvo evidencia bien documentada de tales tendencias, y cabe destacar los casos de Tucumán y Buenos Aires, en Argentina, y Cochabamba, en Bolivia.

3) Otra tendencia importante observada es que, en muchos casos, las fallas en la provisión de SAS por parte del sector pú-blico han sido agudizadas e incluso provo-cadas por decisiones de política pública. Así, las políticas promovidas o ejecutadas por el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y otros organismos inter-nacionales y nacionales, a menudo, han estrangulado a las autoridades y empresas públicas de servicio mediante la negación del acceso a los recursos financieros nece-sarios para invertir en la renovación y ex-tensión de la infraestructura de servicios. Tales políticas otorgaron un cierto grado de credibilidad al argumento de que la única salida era incorporar inversiones privadas. La evidencia también indica que frecuentemente las instituciones fi-nancieras internacionales y los gobiernos

centrales han ofrecido créditos y fondos de ayuda a los países menos desarrollados con la condición de que estos gobiernos acepten la privatización o la concesión de los SAS.

4) Sin embargo, y en contraste con los argumentos utilizados, el estudio ha identificado que, en realidad, el capital privado es un componente insignificante de la estructura de la financiación de los SAS otorgados en concesión a empre-sas privadas. Como tendencia general, los recursos utilizados en las inversio-nes realizadas por el sector privado han provenido del cobro de la tarifa a los

PROYECTO PRINWASS

Proyecto Prinwass

usuarios, de fondos externos de ayuda y subsidios estatales o de endeudamiento. Las empresas privadas consideran que la naturaleza de largo plazo del capital fijo requerido por los SAS presenta un riesgo demasiado alto para sus accionistas.

5) Datos agregados sobre el flujo de capi-tal demuestran que ha habido un descen-so de las inversiones privadas desde 1997 (en el 2004 representaban solo alrededor de 3% del total) y que los flujos son su-mamente selectivos ya que favorecen re-giones de altos y medianos ingresos, lo cual implica que el África subsahariana y otras regiones pobres del mundo siguen sin tener cobertura. Estos datos sugieren que las Metas de Desarrollo del Mile-nio, que pretenden reducir a la mitad la proporción de la población mundial que

no tiene acceso a los SAS para el 2015 y eventualmente la universalización de dichos servicios para el 2025, no están recibiendo la atención prioritaria que se esperaba.

6) La expansión de la participación pri-vada en la prestación de los SAS no ha introducido competencia. En la práctica lo que se verifica es la transformación de monopolios públicos en monopolios privados. Por ejemplo, las concesiones y otras formas de contrato de gestión otor-gados a las empresas privadas tienden a ser de larga duración (20-30 años por lo general en casos de concesión). En los

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El servicio de agua debería permitir cubrir

las necesidades básicas de las personas, según

los ODM.

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casos estudiados se verificó, además, la debilidad e incluso inexistencia de marcos legales que permitan controlar el compor-tamiento monopólico de estas empresas.

7) La evidencia también sugiere que exis-te una clara tendencia al incumplimiento de los contratos por parte de las empresas privadas. En un número importante de casos, se detecta una práctica de renego-ciación sistemática después de la firma de los contratos que procura reducir los com-promisos de inversión asumidos original-mente por las empresas privadas. En otros casos, se verifica un patrón de irregulari-dades en los contratos (sea por ignorancia, incompetencia, corrupción u otros proble-mas) que en algunos casos han provocado controversias públicas de gran magnitud. El caso más emblemático es el de Cocha-bamba, en Bolivia, donde un movimiento público de protesta llevó a la rescisión de la concesión de los SAS a una empresa pri-vada en un tiempo récord.

8) En lo referente al mejoramiento de la eficiencia en la infraestructura, la ten-dencia registrada es que las empresas pri-vadas no tienen un mejor desempeño que las públicas (por ejemplo, en referencia al control de pérdidas de agua y de agua no contabilizada) y en algunas áreas como los sistemas de cloacas y drenaje la performance privada es claramente infe-rior. En varios de los países incluidos en este estudio las empresas de SAS más efi-cientes siguen siendo empresas públicas (por ejemplo, en Brasil y México).

9) Otra tendencia consistente que evi-dencia el estudio refleja la debilidad, cuando no la inexistencia, de capacidad regulatoria (o incluso de marcos regula-torios) que caracteriza a la mayoría de las experiencias examinadas. Esta es una ten-dencia preocupante teniendo en cuenta el patrón ya documentado de incumpli-miento de obligaciones contractuales por parte de los operadores privados.

10) Un componente crucial en este con-texto es la escasez de información dispo-nible para los reguladores, las autorida-des locales y los ciudadanos acerca del desempeño de los operadores privados, lo cual, en la práctica tiende a impedir el monitoreo y control efectivos de la gestión de los servicios. Entre nuestras principales conclusiones al respecto, se incluyen (a) la necesidad de reforzar la

capacidad de las autoridades locales para que puedan ejercer un control y regulación efectivos de los prestadores de SAS y (b) ga-rantizar el acceso a la información relevante sobre la gestión de los SAS con el objeto de aumentar la transparencia y permitir el con-trol ciudadano (por ejemplo, información acerca de los compromisos de inversión asu-midos por contrato, las tasas de retorno, los niveles de endeudamiento autorizados, etc.). La investigación también ha identificado excelentes ejemplos de procesos que preten-den promover la participación significativa de los ciudadanos, cuyos resultados vale la pena explorar (por ejemplo, en ciertas ciu-dades de Brasil y Argentina).

11) A nivel mundial, la mayoría de las empresas de SAS son municipales y muestran una gran variedad de formas específicas que se han desarrollado histó-ricamente. Además de esta variada gama organizacional, se detecta la existencia de diferentes arreglos y tradiciones en rela-ción con los regímenes de propiedad (pú-blicos, privados, comunales, etc.), gestión y valoración (cultural, religiosa, etc.) del agua y sus servicios esenciales, que han funcionado en muchos casos durante si-glos y lo siguen haciendo. Sin embargo, la persistencia y la efectividad de estas formas no se ha tomado suficientemente en cuenta en la elaboración de las políti-cas que han privilegiado las formas espe-ciales de participación privada estudiadas en PRINWASS.

Una de las conclusiones generales es que los problemas fundamentales que sub-yacen en los desafíos que enfrenta el sector de los SAS son principalmente de naturale-za política y económica. Dado que dichos problemas –muchas veces enraizados en profundas creencias y valores culturales que adoptan formas diversas para distintos grupos sociales– afectan de un modo u otro a todos los ciudadanos, es importante man-tener la continuidad del proceso de inves-tigación así como también la ampliación y profundización del diálogo.

También, el reconocimiento de que las tecnologías y los modelos organiza-cionales son parte de un contexto socio-económico más amplio es un principio fundamental para promover el desarrollo de alternativas que permitan adaptar los sistemas a las distintas situaciones.

Por otra parte, y lamentablemente, aunque los modelos iterativos de toma de decisiones y los sistemas de monitoreo

El proyecto “Barreras y condiciones para la participación de la empresa y el capital privados en los servicios de agua y saneamiento en Latinoamérica y África: A la búsqueda de la sustentabilidad económica, social, y ambiental” (PRINWASS) fue coordinado por el autor y contó con la participación de universidades en 9 países, incluyendo Argentina, Bolivia, Brasil y México. El proyecto fue financiado por la Comisión Europea dentro del Quinto Programa Marco de Investigación Científica 1998-2002 (Contrato: PL ICA4-2001-10041) y se llevó a cabo entre 2001 y 2004. Los documentos del proyecto (estudios de caso, informes de síntesis, informe final, etc.) con los datos y la fundamentación de estas conclusiones sintéticas pueden obtenerse visitando http://users.ox.ac.uk/~prinwass/.

> FINANCIAMIENTO DE LOS SERVICIOS DE AGUA Y SANEAMIENTO EN AMERICA LATINA

constituyen los principios básicos de toda buena gestión, en las tendencias identificadas por el estudio, estos conti-núan siendo desatendidos en la práctica. Además, es necesario resistir la tendencia persistente a fundamentar el análisis y los procesos de toma de decisiones en presu-posiciones ideológicas o especulativas.

En particular, es necesario superar la dicotomía de “lo público” contra “lo privado” que continúa permeando gran parte del debate, mediante la búsqueda de marcos analíticos que contribuyan al estudio de las formas pasadas y presen-tes que caracterizan la interacción entre lo público y lo privado en la gestión del agua y de los SAS.

En este sentido, la evidencia tiende a contradecir muy claramente la retóri-ca aún predominante a nivel global y en muchos países de América Latina, según la cual la única solución a la crisis de los SAS sería la expansión de la participa-ción privada en el sector.

Las tendencias señalan claramente que para lograr el cumplimiento de las Metas del Milenio, los gobiernos de la región no pueden fundar su política en la privatización u otras formas de parti-cipación privada, ya que estas tienen un impacto muy limitado, y muchas veces francamente negativo, sobre la perfor-mance general de los servicios. Esto es especialmente cierto en lo referente a la atención de los sectores más desfavo-recidos, que son precisamente el objeto principal de tales metas. Nuestra investi-gación confirma la necesidad de reforzar a las autoridades y organismos públicos de prestación de los SAS, particularmen-te a nivel local, que han sido identificados como el actor fundamental para alcanzar el logro de las Metas.

Simultáneamente, es necesario im-plementar las medidas pertinentes (por ejemplo, según lo estipulado en los Prin-cipios de Río de Janeiro de 1992) para garantizar las condiciones de participa-ción y control social ciudadano sobre el funcionamiento de dichos servicios p

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CONCESIONES POSIBLES EN MUNICIPIOS:El caso de Montería en Colombia

Especialista senior de infraestructura en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID)

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La población pobre es la más afectada por la falta de servicios de agua y saneamiento.

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Conexión de alcantarillado para más de 100 usuarios, en Puente Número Uno, Montería.

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Esa era la frase con la que año tras año, durante más de una década, se recibía en el Gobierno central al alcalde de turno de la ciudad

de Montería, capital del departamento de Córdoba, Colombia. Esa historia cambió con la exitosa concesión de los servicios de agua y alcantarillado hace seis años. Si no fuera por las características de pobreza de la ciudad, esta sería otra concesión más, pero el modelo de financiamiento adop-tado para esas especiales condiciones y la forma en que la concesión fue estructura-da, hacen de este exitoso caso un ejemplo que vale la pena revisar por otras ciudades latinoamericanas.

Montería es una ciudad de 300.000 habitantes, localizada al noroccidente de Colombia. Aunque está ubicada en una zona rica en tierras agrícolas y recur-sos naturales, paradójicamente cerca del 85% de sus habitantes son pobres . Esta situación se ha acentuado en los últimos años como consecuencia del conflicto interno colombiano. Cerca de 40.000 desplazados por la violencia regional han buscado refugio en Montería, lo que hizo crecer las zonas más pobres. Los elevados índices de pobreza de la ciudad convivían con los peores índices de cobertura y ca-lidad de los servicios de agua potable y saneamiento entre las ciudades capitales de los departamentos de Colombia. La

FINANCIAMIENTO DE LOS SERVICIOS DE AGUA Y SANEAMIENTO EN AMERICA LATINA

cobertura de acueducto tan solo era de 55% y la de alcantarillado, de 25%, muy por debajo de los promedios nacionales del 87% en acueducto y 75% en alcan-tarillado. El servicio apenas funcionaba tres horas al día, las pérdidas se estima-ban en un 65%, la eficiencia del recaudo en 40% y la empresa generaba un déficit permanente.

En un escenario como el descrito, el alcalde, los concejales y el propio Go-bierno central se sorprendieron cuando alguien propuso hacer una concesión de los servicios con el sector privado. Y la sorpresa no era infundada: si había un caso donde la teoría de las concesiones no debiera funcionar, esa era Montería, una ciudad mayoritariamente pobre. Pero la forma en que se estructuró derrumbó el mito de que donde hay pobres no puede haber participación privada.

Antecedentes Los antecedentes del proceso se re-

montan a diciembre de 1992, cuando fue liquidada la empresa de servicios públi-cos municipales de Montería (EPMM). Esta operaba con más de 350 empleados (7,1 por 1.000 conexiones), nombrados por criterios políticos, y mostraba indi-cadores alarmantes. Tras su liquidación se conformó una empresa de servicios de capital mixto, Sociedad de Acueducto y

Alcantarillado de Montería (SAAM), que mantenía una nómina de 21 empleados para las labores directivas y administra-tivas, y subcontrataba la operación con cooperativas que conformaron algo más de 100 exempleados de la EPMM. Aun cuando el esquema ideado para mane-jar los sistemas representó una mejoría sustancial, en términos de eficiencia y aislamiento de la gestión de los factores políticos, no constituyó una solución de-finitiva para un problema que se venía gestando desde décadas atrás, pues el ca-pital suscrito por los socios privados fue claramente insuficiente para financiar el plan de inversiones que se estimaba en US$150 millones, con el que se pretendía alcanzar cobertura universal en acueduc-to y alcantarillado. Después de tres años de la decisión, la concesión se formalizó en enero del 2000.

Los US$150 millones que pedía Montería superaban el presupuesto na-cional del Gobierno colombiano para apoyar a los cerca de 1.000 municipios del país. Las gestiones del alcalde, en 1996, coincidieron con la suscripción de créditos del BID y el Banco Mundial en el contexto del programa “Apoyo del Proceso de Concesiones y Privatizacio-nes en Infraestructura”. En este entorno, el Gobierno ofreció al alcalde de Monte-ría el apoyo para estructurar un proyecto de participación privada, con la promesa de apoyar con recursos no reembolsa-bles, para asegurar el cierre financiero del eventual proyecto. A finales de 1996,

“Doctor: necesitamos 500 millones para el acueducto... Con eso, este año sí lo terminamos...”

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autoridades locales y nacionales acorda-ron desarrollar el proyecto de Montería como caso piloto. El temor era grande: ¿qué inversionista iba a aportar recursos en una ciudad donde el 80% de la pobla-ción era pobre, en un sector con periodos largos de retorno y en un contexto de violencia como el de esos años?

El proceso de concesiónEn julio de 1999, se abrió la licitación

pública internacional para entregar en concesión los servicios por un periodo de 20 años. Tres firmas presentaron ofertas. El criterio de asignación de la concesión daba el mayor puntaje de acuerdo con los pliegos y consistía en la ponderación de menor tarifa por los servicios de acue-ducto y alcantarillado simultáneamente, con la propuesta de mayores conexiones en los barrios de ingresos bajos, por en-cima de unas metas de obligatorio cum-plimiento. El consorcio ganador ofreció una tarifa de referencia de US$0,32 por metro cúbico de acueducto y US$0,24 por metro cúbico en alcantarillado. De igual forma, este consorcio ofreció 4.508 conexiones adicionales a las metas con-tractuales para los dos primeros años de la concesión. La diferencia en el puntaje final entre este consorcio y los otros dos participantes fue clara, lo que permitió un proceso de adjudicación sin tropiezos, aceptado por todos los participantes y las autoridades nacionales y municipales.

Hacia finales de 1999, la empre-sa constituida para manejar la conce-sión comprobó aportes al proyecto por US$2,5 millones y compromisos crediti-cios en firme por otros US$5 millones, con lo cual demostraba el cierre financie-ro. El 5 de enero del 2000 se formalizó la entrega de los sistemas y dos semanas después la empresa ganadora presentó el plan de inversiones.

¿Por qué la concesión de Montería es diferente?

El equipo que estructuró la concesión encontró un servicio con coberturas de 76,1% en acueducto y 28,2% en alcan-tarillado, y pérdidas estimadas en más del 55%. El plan de inversiones para corre-gir estas deficiencias ascendía a US$150 millones y, aunque permitía alcanzar coberturas universales en seis años, era imposible de financiar. Con base en una inspección del sistema y la evaluación de la disponibilidad a pagar de la población, se estructuró un modelo financiero con

la flexibilidad suficiente para modelar dis-tintos esquemas de delegación al sector privado, ritmo de inversiones y monto de los aportes y las tarifas.

Se seleccionó como la mejor alterna-tiva una concesión a 20 años, en la cual el objeto contractual no era llevar a cabo un programa específico de obras, como es usual en las concesiones, sino responder por una serie de indicadores de servicio. El escenario de referencia, con el cual se estructuró el contrato, preveía inver-siones cercanas a los US$70 millones, que constituían un indicativo, no una obligación contractual. De igual forma,

Concesiones posibles en municipios: el caso de Montería en Colombia

con los recursos era posible instalar y re-poner cerca de 250 kilómetros de redes de acueducto y un monto similar de co-lectores de alcantarillado. El plan de re-des contemplaba la extensión del sistema para soportar los aumentos de cobertura y la reposición del 50% de las redes del sistema. El plan de inversiones incluye la instalación de 40.000 nuevas conexiones en acueducto y 51.000 en alcantarillado, y la instalación de micromedición para alcanzar cobertura total. Bajo los presu-puestos de crecimiento demográfico, con este programa se alcanzarían, al final del periodo de concesión, coberturas de 90% en agua potable y de 80% en alcantari-llado. En este último servicio, el presu-puesto con el cual se realizó el ejercicio de cierre financiero comprendía –además del programa de redes y colectores–, la construcción de dos sistemas de trata-miento de aguas residuales y la adecua-ción de otra planta para estos efectos.

El contrato se estructuró de manera que se obligaba al concesionario a cum-plir con un patrón de metas del servicio. De esta forma, en los pliegos y el contrato no se obliga al concesionario a seguir un programa determinado de obras, sino a cumplir con estándares de servicio. El in-cumplimiento de estas metas genera san-ciones pecuniarias y un incumplimiento reiterado conduce a la terminación anti-cipada del contrato y a la aplicación de fórmulas de terminación desfavorables al concesionario.

El esquema financieroAnte la imposibilidad de un financia-

miento del plan por US$150 millones, se estimó entonces un escenario alternativo por US$70 millones en un horizonte de 20 años, menos de la mitad de los mon-tos contemplados por el plan maestro de acueducto y alcantarillado. El financia-miento es en cuatro partes: el Gobierno central colombiano aporta US$3,3 mi-llones, de los cuales US$2,7 se giraron en el 2000 y US$0,6 en el 2001. Este monto fue girado al municipio en el marco de un convenio financiero; el municipio, a su vez, entregó los recursos al concesio-nario bajo la modalidad de aporte. Por otra parte, el municipio pignoró, a favor del concesionario, los recursos de trans-ferencias de ley del Gobierno central. En los primeros años de la concesión, desde el 2001 hasta el 2004, el municipio aporta anualmente US$1,26 millones en siete cuotas por año. Del 2005 al 2019, el

Contrato de concesión y obligaciones del concesionario (Montería, Colombia)

1 Aumentar las coberturas en un cro-nograma establecido en los pliegos en términos de nuevos usuarios por año. Para el horizonte del proyecto, las nuevas conexiones ascienden a 40.000 en acueducto y 51.000 en alcantarilla-do. El cronograma considera un ritmo más acelerado para los primeros años de la concesión y pondera en el punta-je para calificar las ofertas con un 20%, el número de acometidas adicionales que ofrezca el proponente para los dos primeros años. De igual forma, se esta-blece en el contrato, que por cada nueva conexión en los estratos altos y clientes no residenciales, el concesionario está obligado a conectar un nuevo usuario en cada uno de los tres grupos de ingresos más pobres.

2 La calidad del agua debe ser de norma bioquímica de oxígeno en carga.

3 El agua no contabilizada (pérdidas) debe alcanzar un nivel máximo de 30% en el término de cinco años.

4 La presión del agua debe ser de por lo menos 10 mca (metros de cabeza), medida a la entrada a los domicilios. Se exceptúan caídas temporales de presión por daños en la red pero la situación no puede persistir por más de 24 horas.

5 En los primeros tres años del proyecto, el concesionario debe ofrecer continui-dad del servicio las 24 horas.

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Planta de tratamiento para 3.000 habitantes en Sierra Chiquita, Montería.

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aporte se fijó en US$1,88 millones anuales, en un esquema similar.

El municipio constituyó un fideico-miso que captura los recursos de trans-ferencias de la Nación y los entrega au-tomáticamente al concesionario en las condiciones pactadas contractualmente, a menos que el municipio comunique a la fiduciaria un incumplimiento por parte del concesionario.

El concesionario, por su parte, efec-tuó un aporte de capital a la sociedad de US$3,6 millones, de los cuales US$2,5 millones se aportaron el día de constitu-ción, US$1,1 durante el primer año del contrato y, para el cierre financiero del proyecto, presentó un compromiso de financiación mediante un crédito por un valor de US$5 millones.

El resto de recursos necesarios para financiar el plan de inversiones y para cubrir los costos de AOM son las tarifas. El 80% del puntaje de calificación para

adjudicar el proyecto fue la tarifa. Los proponentes debían ofrecer una tarifa de referencia, dividida en cargo fijo y varia-ble con un consumo de referencia de 20 m3/mes. La tarifa del consorcio ganador fue de US 0,32/m3 para acueducto y de 0,24 para alcantarillado. Estas tarifas en la primera etapa, estarían sujetas a un pro-ceso lineal de transición a partir de las tarifas vigentes hasta alcanzar la ofrecida por el concesionario y, a partir de ahí, se indexan por inflación. De acuerdo con el modelo financiero del equipo estructura-dor, las tarifas, además de cubrir los gastos de AOM, (Administración, Operación y Mantenimiento) generarían un excedente de US$30 millones para financiar parte del plan de inversiones.

De esta forma, la estructura para la fi-nanciación del plan de inversiones se basó en tarifas en un 42%, aportes del muni-cipio en un 47%, el concesionario dio un 5% y el Gobierno central otro 5%. De

Concesiones posibles en municipios: el caso de Montería en Colombia

esta manera, se logró hacer una efectiva asociación público-privada con la parti-cipación de dos niveles de Gobierno, los privados y la ciudadanía.

Los resultadosTranscurridos seis años, desde la en-

trega de los sistemas al concesionario, la prestación de los servicios, en particular del acueducto, ha mejorado sustancial-mente. En este servicio, los usuarios pa-saron de 30.000 a 46.000, en los prime-ros tres años de la concesión, superando el número de conexiones nuevas estipu-ladas en el contrato. En alcantarillado, la cobertura pasó del 27% al 40%. En total, a diciembre de 2002, se había instalado 132 km de red, más del doble de las me-tas contenidas en el contrato. En alcan-tarillado, en los tres años de ejecución del contrato, se han instalado 12 km de red. Como se mencionó, el plan de in-versiones en alcantarillado se desaceleró, entre otras razones, por la imposibilidad de desarrollar la infraestructura de trata-miento. El contrato estipula una presión mínima de 10 mca (metros de cabeza) en la entrada de los domicilios.

De acuerdo con mediciones realiza-das por la empresa concesionaria, y ve-rificadas por el supervisor, las presiones con que opera el sistema superan amplia-mente las metas contractuales. En rela-ción con la continuidad en el servicio, los avances también son destacables. Des-pués de tener en promedio tres horas de servicio al día en la ciudad, ahora:

f Las zonas de menor servicios tienen, por lo menos, cuatro horas al día.

f Otras, entre cuatro a ocho horas.

f En una tercera zona es de ocho a dieciséis.

f Otra ya ha logrado de 16 a 24 horas al día.

Finalmente, según una encuesta rea-lizada por una firma de auditores consul-tores en noviembre de 2002, el 90% de los encuestados considera que el servicio ha mejorado desde que está a cargo del concesionario y el 72% considera que el agua es de buena calidad.

Después de la concesión, los alcaldes siguen golpeando las puertas del Gobier-no central colombiano para pedir recur-sos, pero ya no son para resolver los pro-blemas del acueducto p

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Director del Programa de Asentamientos Humanos del International Institute for Environment and Development (IIED)

GORDON MC GRANAHAN

MEJORARSIEMPRE ES POSIBLE

> FINANCIAMIENTO DE LOS SERVICIOS DE AGUA Y SANEAMIENTO EN AMERICA LATINA

LAS CONTROVERSIAS SOBRE LA OPCIÓN ENTRE EL ABASTECIMIENTO PÚBLICO Y PRIVADO DE AGUA HAN DESVIADO LA ATENCIÓN SOBRE UN TEMA MÁS IMPORTANTE: CÓMO LOGRAR QUE, INDEPENDIENTEMENTE DE LA OPCIÓN ELEGIDA, SE ASEGUREN MEJORES SERVICIOS EN LAS ÁREAS DE BAJOS INGRESOS.

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El sector privado podría

cumplir un papel importante en el

abastecimiento de agua.

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son derechos humanos y que es intrínse-camente pernicioso que las corporaciones multinacionales que tienen base en paí-ses ricos obtengan beneficios vendiendo agua o saneamiento a gente que vive en la pobreza. Los más extremistas asegu-raban que los esfuerzos por privatizar el agua resultaban en palabras del título de un libro recientemente publicado, en un “robo corporativo del agua del mundo”. Más preocupante para los promotores de la participación del sector privado fue la difusión en la prensa popular de muchos países de la percepción de que las polí-ticas de “privatización” del agua afecta-ban a los pobres de manera negativa y se promovían para beneficiar a extranjeros ricos. Pero tal vez lo verdaderamente más preocupante fue que las experiencias concretas de una mayor participación del sector privado estaban lejos de ser el ideal que se había promovido.

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con la competencia por concesiones u otros contratos prevendría el abuso de los poderes monopólicos. Al menos para el agua, la recuperación de costos podría lograrse mediante la reforma de tarifas. Estos servicios, regulados de acuerdo con el interés público, lograrían lo que los servicios públicos tan manifiestamente no habían podido hacer.

No resulta sorprendente que cuando se comenzaron a tomar medidas para pro-mover activamente una mayor participa-ción del sector privado, hubo resistencia, tanto política como retórica. Algunos de los que se oponían volvieron a enfatizar sus preocupaciones sobre monopolios na-turales y el interés público, argumentan-do que la participación privada llevaría a elevados precios de agua y saneamiento y centraría los esfuerzos en servir a aquellos que podían pagar los costos. Otros argu-mentaban que el agua y el saneamiento

> FINANCIAMIENTO DE LOS SERVICIOS DE AGUA Y SANEAMIENTO EN AMERICA LATINA

Durante gran parte del siglo vein-te, la sabiduría tradicional en los círculos de política pública era que las redes de agua y sis-

temas de desagüe eran monopolios natu-rales y proveían de beneficios a la salud pública. Si se les daba rienda suelta, los monopolios privados cobrarían de más, abastecerían de menos e ignorarían los beneficios del agua y saneamiento para la salud pública. El sector público debía tomar control para prevenir el abuso de los poderes monopólicos y para dar a conocer los beneficios que tanto el agua como el saneamiento representaban para la salud pública.

Además, los gobiernos que tomaban compromisos políticos respecto de la co-bertura universal se sintieron obligados a manifestar este compromiso en sus planes y a fijar precios de agua a niveles conside-rados asequibles por todos. Sin embargo, a medida que el siglo tocaba su fin, estas creencias comenzaron a ser criticadas.

En los años noventas, los promotores de la participación del sector privado lan-zaron una crítica sostenida a los servicios públicos y sus fallas y promovieron una alternativa privada (regulada). Sostenían que, especialmente en asentamientos de bajos ingresos, los servicios públicos tien-den a ser ineficientes, a contar con dema-siado personal, a prestarse a la corrup-ción, a estar abiertos a la manipulación por parte de políticos que buscan rédito político de corto plazo y a ser indiferen-tes a las demandas de los consumidores. Las tarifas de agua bajas, lejos de asegurar que los hogares de bajos ingresos puedan solventar el agua de red, transforman la distribución de agua en clientelismo y contribuyen a las dificultades financieras de los servicios, a menudo inhibiendo la inversión e impidiendo que las redes de agua y saneamiento se extiendan a asen-tamientos de bajos ingresos (aun cuando los residentes están dispuestos a pagar por ellos).

Los servicios privados, según sus pro-motores, se preocuparían por los costos, serían apolíticos y atenderían la deman-da. La regulación independiente, junto

El servicio de agua que se brinde debe ser bueno, independientemente del sector que lo provea

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¿Hubo falsas expectativas respecto de la participación del sector privado?

La postura a favor de la participación privada era mucho más fácil de sostener cuando se podía comparar la turbulenta realidad de los servicios públicos con las versiones idealizadas de la participación del sector privado.

Una vez que la participación del sec-tor privado alcanzó niveles significativos, algunas de las afirmaciones más ambi-ciosas se volvieron menos convincentes. Lejos de despolitizar el abastecimiento de agua y saneamiento, resultó que la participación del sector privado podía in-crementar los manejos políticos, no solo echando gente a la calle (como en Co-chabamba, Bolivia), sino creando nuevas oportunidades para el clientelismo y la corrupción.

En el mundo real, la eficiencia y la respuesta al consumidor por parte de los proveedores privados de agua y sanea-miento no están garantizados por el mer-cado, sino que dependen de la naturaleza de los contratos, y la calidad de la regu-lación, como también del contexto lo-cal. Además, las más grandes compañías privadas ya no están convencidas ni ellas mismas –si alguna vez lo estuvieron– de que los pobres están dispuestos a pagar el costo total de un abastecimiento seguro de agua y saneamiento.

Aun aquellos que simpatizan con un mayor rol del sector privado están co-menzando a cuestionar los fuertes ar-gumentos a favor de la participación del sector privado y la forma en que se ha promovido. Ello ha contribuido a varios intentos por promover una participación privada que esté más en sintonía con los pobres. También ha contribuido, en Su-dáfrica, por ejemplo, a intentar combinar la participación del sector privado con un reconocimiento más explícito al derecho a agua en cantidad suficiente para satisfa-cer las necesidades básicas. Pero ello no ha logrado impedir que la participación del sector privado siga siendo altamente controvertida.

¿Se ha exagerado la división misma entre lo público y lo privado?

Además, hay una percepción crecien-te de que se le ha prestado demasiada atención a los méritos relativos de los proveedores públicos y privados. La par-ticipación privada no parece haber tenido mucho impacto en la cobertura de agua y los sistemas de desagüe en América Lati-na, donde se iniciaron muchos de los pri-meros ejercicios de privatización (Clarke et al., 2004).

Muchos de los obstáculos para me-jorar el abastecimiento de agua y sa-neamiento no tienen nada que ver con el hecho de ser operadores de servicios privados o públicos. Es probable que un sector público que tiene dificultades para crear un clima regulatorio adecuado para los servicios públicos también tenga

AQUA VITAE 31

Mejorar siempre es posible

dificultades con los servicios privados. Los residentes con tenencias precarias, que viven en lugares de difícil acceso y carecen de los medios suficientes para in-vertir en conexiones (como para dar algu-nos ejemplos solamente), tal vez tengan la misma dificultad para convencer a los servicios privados como a los públicos de conectarlos. Es más, tal vez los servicios públicos puedan ser forzados a enfren-tar principios comerciales, mientras que los servicios operados de forma privada tal vez estén protegidos de estas mismas presiones; la distinción entre servicios privados y públicos no es tan clara como se presume a menudo.

De cualquier manera, hay pocos in-dicios de que las compañías privadas, que sí deben enfrentar presiones comer-ciales y recuperar sus costos a partir de los cargos a usuarios, estén interesadas en invertir grandes sumas de dinero en barrios y asentamientos donde vive la mayor parte de aquellos sin agua o sa-neamiento adecuados. De hecho, tal y como se describe a continuación, el fi-nanciamiento privado no ha resultado tan fácil de conseguir como muchos habían esperado.

¿Están interesadas las grandes compañías de agua en vender agua y saneamiento en asenta-mientos de bajos ingresos?

Fuertes promotores y fuertes opositores de incrementar la participa-ción del sector privado a menudo están de acuerdo en que las compañías inter-nacionales de agua están interesadas en acceder a los mercados de agua en los asentamientos urbanos de Asia, África y América Latina –sus desacuerdos están centrados en si ello debería considerarse como algo bueno–. Pero a pesar de ha-ber sido vigorosamente promovida por las agencias internacionales de desarro-llo en los años noventas, el alcance de la participación privada en los servicios de agua y saneamiento todavía es pequeño, particularmente si uno excluye las com-pañías pequeñas e informales de agua y saneamiento.

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Los servicios operados de forma privada solo abastecen entre 5% y 10% de la población mundial de agua, y aún menos de saneamiento. Durante los noventas, las empresas privadas obtu-vieron contratos para operar una serie de servicios en las ciudades africanas, asiáticas y latinoamericanas, pero desde 1997 la cantidad de nuevos contratos se ha ido reduciendo. Surgieron problemas en varias de las concesiones existentes. Hechos tales como la crisis asiática de 1997 hicieron que los inversores priva-dos evaluaran mejor sus riesgos frente a las ganancias. Muchos de los lugares que resultaban más atractivos para los inver-sores privados –grandes ciudades en paí-ses con grandes economías, con una gran clase media– fueron elegidos anticipada-mente. El reparto entre regiones y países fue desigual y se concentró mayormente en América Latina y el sureste asiático (Budds y Mc Granahan, 2003).

¿La participación del sector privado atrae el financiamiento privado al sector?

En regiones con contratos funda-mentalmente de corto plazo y carentes de inversión –como el África subsaharia-na–, casi todo el financiamiento para los servicios de agua y saneamiento todavía llega vía el sector público y las tarifas de los usuarios, no de inversores priva-dos. En las áreas más pobres, son raros los contratos de inversión, y la inversión global en proyectos de participación del sector privado no ha satisfecho las expec-tativas. Aún allí donde se han acordado contratos de inversión de largo plazo, la asistencia internacional para el desarrollo y los fondos públicos todavía se atribu-yen un gran porcentaje de los resultados financieros invertidos, aunque dado que las cifras disponibles rara vez identifican los diferentes tipos de financiamiento, es muy difícil ver exactamente cuánto proviene del sector privado (Budds y McGranahan, 2003).

¿Y qué sucede con empresas pequeñas e informales?

Las controversias sobre el aumento de

la participación del sector privado se han focalizado en las grandes redes de agua, que tienden a ser favorecidos tanto por los servicios privados como los públicos. Pero una gran proporción de aquellos sin agua ni saneamiento adecuados no podrán acceder a las grandes redes de agua y siste-mas de desagüe en un futuro cercano. Ello es especialmente cierto para los habitantes rurales, pero también se aplica a muchos de los pobres urbanos, especialmente quienes viven en pequeños centros urba-nos. Más aún, entre las empresas privadas que proveen agua y saneamiento a los po-bres urbanos, los proveedores de pequeña escala y los vendedores y proveedores de servicios informales son más significativos que los grandes operadores de servicios privados (Solo, 2003, McIntosh, 2003, Collignon y Vecina, 2000). Estas peque-ñas empresas tal vez sean privadas, y a menudo operan en mercados mucho más competitivos que los grandes operadores de servicios privados. Pero por lo gene-ral, los debates han desviado la atención –y muy probablemente la asistencia para el desarrollo– a las grandes redes de agua y sistemas de desagüe.

Aumentar (o suprimir) la participación del sector privado en la provisión de agua es algo esencialmente polémico, no por-que la gente que carece de agua y sanea-miento adecuados tenga fuertes convic-ciones sobre el tema, sino por los intereses encontrados dentro del sector de agua y dentro de la comunidad internacional de desarrollo.

Los esfuerzos por intentar que el sec-tor privado ayude a promover mejores

servicios para los hogares de bajos ingre-sos deberían ser menos contenciosos. Tal vez resulte difícil generar apoyo político o económico para mejoras que solo bene-ficiarán a gente con escaso poder político o económico. Además, existe el peligro de que sigan interfiriendo intereses crea-dos en relación con las disputas público-privadas: es posible que los proponentes del abastecimiento privado aseguren que es muy fácil lograr que las empresas pri-vadas provean servicios adecuados a los pobres urbanos (y aboguen por una mí-nima intervención); los oponentes tal vez aseguren que es muy difícil (y aboguen por el tipo de regulaciones que tiendan a eliminar la empresas privadas por com-pleto). Pero, en principio, todos pueden estar de acuerdo en que es bueno que las empresas privadas que operan en asen-tamientos de bajos ingresos provean de mejores servicios a aquellos que aún no tienen acceso adecuado al agua y el sa-neamiento.

En ciertos lugares y momentos, pue-de ser crítica la elección entre operadores privados y públicos de servicios. Pero ello no justifica una agenda internacional de promoción (o eliminación) de la partici-pación del sector privado en el abasteci-miento de agua y saneamiento. Así como es más probable que surjan empresas pri-vadas exitosas a partir de la competencia justa en el mercado, también es más po-sible que surjan acuerdos con empresas privadas a partir de la competencia justa en el ámbito político local. Aumentar (o suprimir) la participación del sector pri-vado en el abastecimiento de servicios es controversial, y requiere de determina-ción política. Deberían ser menos con-tenciosos –aunque no menos difíciles– los esfuerzos por hacer que el sector privado ayude a abastecer de mejores servicios a los hogares de menores ingresos p

El artículo anterior es parte de la publicación “Cómo lograr que el sector privado trabaje a favor de los pobres: una nueva mirada sobre el debate de la privatización”, publicado en noviembre, 2005 en la revista Medio Ambiente y Urbanización N°62-63, donde el autor primero se refiere a los Objetivos de Desarrollo del Milenio y su rol en el mejor abastecimiento de agua y saneamiento, luego al debate existente entre lo público y lo privado y, finalmente se refiere a cómo las empresas públicas pueden satisfacer mejor las necesidades de los pobres urbanos.

32 AQUA VITAE AÑO 2 | Nº2

> FINANCIAMIENTO DE LOS SERVICIOS DE AGUA Y SANEAMIENTO EN AMERICA LATINA

Aumentar (o suprimir) la participación del sector privado en la provisión de agua es algo esencialmente polémico, no porque la gente que carece de agua y saneamiento adecuados tenga fuertes convicciones sobre el tema, sino por los intereses encontrados dentro del sector de agua y dentro de la comunidad internacional de desarrollo.

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AQUA VITAE 33

Monterrey, México: un salto cualitativo

Características de la comunidad Específicamente la ciudad de Monterrey cuenta con 910.379 usuarios de los servicios de agua. De estos 852.103 son domésticos, 52.132 son comerciales, 1.424 industriales y públicos 4.270.

Situación inicialEn 1906 el gobierno del Estado de Nuevo León le concesionó la prestación de agua potable y alcantarillado a una compañía canadiense. Luego en 1956, por decreto del go-bierno local se crea una institución pública descentralizada, la cual se denomina hasta el presente: Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey. Esta entidad tendría como fin prestar el servicio municipal de agua y drenaje a los habitantes de la ciudad de Monte-rrey, lo que, en 1995, se amplió para todo el Estado de Nuevo León.

Cómo se resolvióEn el 2000 además se reformó la Ley que creó dicha institución pública descentralizada incluyéndole más funciones: prestar los servicios públicos de agua potable, no potable, residual, tratada, agua negra, saneamiento de las aguas residuales y drenaje de sanita-rio pluvial, a los habitantes del Estado de Nuevo León.

RESULTADOSfA la fecha en el área metropolitana de la ciudad de Monterrey existe una cobertura de agua potable de un 99,30%, así como de un 97,80% para el drenaje sanitario y de un 100% para el tratamiento de aguas residuales. fMientras, en el área foránea la cobertura del agua es de un 98%, la de drenaje sani-tario de un 69,50% y la de tratamiento de aguas residuales de un 70%.fOtros logros de esta gestión es que el con-sumo es medido en un 100%. Además, la institución descentralizada es totalmente autosuficiente, ya que no recibe subsidios del gobierno. fEl agua puede ser consumida desde la misma llave, pues su calidad es segura.

Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey está celebrando los 100 años de prestar ser-vicios a la ciudad de Monterrey, no obstante, su inicio fue primero privado y luego pasó a ser público. El caso de Monterrey, Estado de Nuevo León, México, demuestra cómo el sector público puede llegar a ser muy eficiente con empeño y visión.

n Por Nidia Burgos Q.

Opciones a la medida de las comunidades

POR NIDIA BURGOS Q.

CASOS

LAS EXPERIENCIAS VIVIDAS por gran cantidad de comunida-des en la región latinoamericana demuestran que los proyectos

más exitosos en la gestión de los servi-cios de agua y saneamiento son aquellos que consideran los intereses de sus habi-tantes; sin embargo, no existe una sola receta para solucionar las múltiples ne-cesidades en estos campos.

Los casos del Estado de Nuevo León, en México, y la ciudad de Puerto Cortés, en Honduras, parten de los gobiernos locales pero van más allá en el mejora-miento de la calidad de sus servicios.

Entre las dos comunidades se brinda servicio a más de un millón de habitan-tes, quiénes han visto resueltos sus pro-blemas de agua y saneamiento.

Estos casos demuestran que lo im-portante no es si estos servicios están en manos privadas o públicas, sino en las manos adecuadas de personas y organi-zaciones con intereses comunes.

fLa institución cuenta con un centro de in-formación y servicio durante las 24 horas, los 365 días del año.fObtuvo la certificación ISO-IEC-17025 en calidad de servicio.fLogra recaudar entre el 90% y el 95% de la facturación.fSu sistema de ajuste de tarifas es automático y contempla variables como salarios, costo de la energía eléctrica, depreciación y otros gastos.fCuentan con una política de transparencia, la cual asegura información en su sitio web y en sus oficinas sobre temas como licitacio-nes, contrataciones, salarios de los directi-vos y cualquier otro tema que el consumidor considere necesario conocer.fTienen un programa de cultura del agua con la población en general y campañas escolares. En el área metropolitana está asentada

el 85% de la población de Monterrey.

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Puerto Cortés, Honduras: entusiasmo y visión

Características de la comunidad Puerto Cortés está ubicada al extremo oeste de Honduras y tie-ne una población de 100.000 habitantes, con un 60% urbano y el resto rural. Al encontrarse a la altura del mar sus terrenos son muy pantanosos. En esta zona se localiza el principal puerto de entrada y salida de productos del país.

Situación inicialEl sistema de agua potable de la ciudad de Puerto Cortés fue construido en 1983.

Los servicios de agua y alcantarillado en Puerto Cortés eran ofrecidos en un principio por el Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados (SNAA), entidad pública. A pesar de los esfuerzos realizados por esta institución había una alta morosidad, un alto porcentaje de conexiones ilícitas y baja ca-pacidad de asumir inversiones de mejoras.

En 1993, debido a los efectos de una tormenta tropical en el Caribe algunas tomas de agua se rompieron y la población estuvo sin agua durante seis meses, debido a que el SNAA no pudo realizar las reconexiones, lo que generó protestas de la comunidad.

CASOS

RESULTADOS

fSe logró ampliar la cobertura del servicio de un 10% (del SNAA) a un 91% de la población.

fSe mejoró la calidad y cantidad del agua y se brinda un servicio sin interrupciones las 24 horas del día.

fSe mejoró considerablemente la recaudación, llegando a un 95% de la facturación mensual.

fSe levantó un catastro para la identificación física de todos los usuarios y se hizo un banco de datos para la facturación mecani-zada, se instalaron medidores domiciliarios y ahora se concerta las tarifas con la comunidad.

La Municipalidad de Puerto Cortés no pudo asumir los retos logísticos y financieros que implicaba la reconstrucción de la infraestructura de agua y saneamiento, luego de enfrentar desastres naturales; por esta razón, el mecanismo que esta comunidad aplicó primero fue descentralizar su operación y, finalmente, llegó a un sistema privatizado, que resultó ser muy efectivo.

fConstrucción de una represa para llevar el agua por gravedad a la planta potabilizadora.

fCreación de un ente regulador que fiscaliza la ejecución del con-trato de arrendamiento.

fEl Gobierno hondureño no tiene que aportar subsidios al pago de servicios de agua potable y alcantarillado sanitario a los poblado-res de Puerto Cortés.

Cómo se resolvióEsta situación coincidió con el cambio de gobierno local, en 1994, y el nuevo alcalde, el Dr. Marlon Lara, asume el reto un mes después de haber sido nombrado y solicita al Gobierno central el traspaso de la administración de los bienes del sistema de agua potable al municipio, lo que fue aceptado por un periodo de 16 meses. Lue-go de una evaluación, el Gobierno accede a efectuar un traspaso definitivo, lo que constituyó la primera experiencia de descentrali-zación de la gestión del servicio público de agua y saneamiento en Honduras. Esto requirió cambios en la legislación nacional.Con este traspaso y descentralización, la Municipalidad de Puer-to Cortés decide crear la División de Aguas Municipal de Cortés (DAMCO), con autonomía de acción, con lo que se logra mejorar sensiblemente los servicios de agua.Sin embargo, luego el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) –para asegurar un préstamo– les solicita un modelo de gestión con mayor participación de la comunidad y menor injerencia política. Entonces, se decide crear la Empresa de Aguas de Puerto Cortés, en la cual la municipalidad local es la accionista principal con una participación de un 95% y el 5% restante queda en manos del sec-tor privado, representado por 8.000 usuarios.

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AQUA VITAE 35

POR HELVECIO MATTANA SATURNINO, ANTONIO FERNANDO GUERRAY OMAR CRUZ ROCHA

Miembros de la Asociación Brasileña de Irrigación y Drenaje (ABID) f [email protected]

RIEGO

E N LA PRÁCTICA, todos quieren usar los factores de producción para generar riqueza y promo-ver el desarrollo sostenible y

el bienestar. Así, al insertar un proyec-to de irrigación dentro de una cuenca hidrográfi ca, dependiendo de los usos múltiples y de la competencia por el agua en esa cuenca, mayores serán los requerimientos para que se obtengan, cada vez más y con sostenibilidad, resul-tados por metro cúbico de agua captada. Si la captación es de agua servida, sea con desechos urbanos, industriales o de la cría animal, hay una efi ciencia “adi-cional” en la irrigación siendo cómplice de la revitalización del sector hídrico y de saneamiento.

Efi ciencia en la irrigación: más allá del término

Según la óptica mercantil, partiendo del punto de vista de que la sostenibili-dad será preservada o mejorada, se hace evidente que la efi ciencia es una razón entre agua captada y el valor recogido, con lo que se puede agregar al valor re-cogido esas otras externalidades deriva-das de los benefi cios de la irrigación.

En ABID hay una constante inte-gración tecnológica, socio-ambiental y mercantil, en que son fomentadas inter-locuciones dirigidas a esos objetivos, in-volucrando empresas de equipamientos de irrigación, academias, productores, instituciones públicas y privadas y otros diversos actores. Con la necesidad de concesión del uso de agua, con evolu-ciones para su cobro y con implicaciones

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36 AQUA VITAE AÑO 2 | Nº2

e implementaciones de los Comités de Cuencas Hidrográficas, Brasil ya eviden-cia áreas de conflictos por los múltiples usos del agua, lo que exige una urgente atención en cuanto a la eficiencia de uti-lización del sistema de irrigación.

En ese agronegocio, el consumidor de los sistemas de irrigación requerirá, cada vez más, saber cómo dialogar con sus proveedores de proyectos y de equi-pamientos y cómo “negociar” para que la compra del sistema proporcione buenos resultados y el pago escalonado por los bienes y servicios ocurran de conformi-dad con lo pactado, garantizando así la calidad.

Para eso, es necesario que, después de la instalación del equipo, un técni-co o una empresa de confianza haga un análisis de los parámetros del proyecto en operación y confirme que tanto los materiales como los parámetros relati-vos a la capacidad, a la uniformidad y a la eficiencia representen lo que se pro-puso en el proyecto. En vista de eso, es recomendable valorar la competencia, la tradición y la seriedad de la empresa proveedora de los equipos de irrigación y tener, como consumidor, un buen en-tendimiento de las terminologías sobre la eficiencia de la irrigación, utilizándo-las como referencia para la interlocución con los proveedores. Al mismo tiempo, esto también sirve de referencia para que los proveedores tengan como base la utilización del amplio término “efi-ciencia”, que puede incluir diversas ver-tientes, por lo que debe ser buscado en toda su amplitud, para obtener buenos negocios.

Independientemente del área que será irrigada, el consumidor debe siem-pre prestar atención a lo que es funda-mental, a fin de que haya eficiencia: una buena gestión y la calidad total en las distintas fases del proyecto. Así como muchas empresas que fabrican y pro-veen equipos de irrigación practican esos fundamentos diariamente, vale la pena estar atento a incorporar, al máximo, esos mismos fundamentos a favor de una mayor eficiencia en el planeamiento, en la implementación y en la ejecución de cada proyecto.

El término eficiencia en la irrigación debe ser entendido y analizado, consi-derando su relación con la propuesta del proyecto. Para el proyectista, un sistema de irrigación es 100% eficiente cuando alcanza los objetivos propuestos con

base en las demandas preestablecidas en el proyecto. Eso significa que si un determinado sistema fuera proyectado para invertir una cierta cantidad de agua de más, para sacar excesos de sales afue-ra del volumen del suelo ocupado por el sistema radicular o proyectado para invertir apenas una fracción de agua re-querida por la cultura, como ocurre en la irrigación con déficit, o el sistema es considerado eficiente, pues cumple los objetivos previstos en el proyecto. Una pérdida de eficiencia debe estar siempre relacionada con el desempeño del sis-tema, teniendo como base las premisas contenidas en el proyecto.

No obstante, el término eficiencia de la irrigación ha sido usado en la li-teratura refiriéndose a parámetros de valoración utilizados para analizar par-cialmente los sistemas de irrigación, ta-les como eficiencia de uso del agua, uso consultivo, uniformidad de distribución del agua del sistema, fracción de agua amenazada y tratada y eficiencia de apli-cación de agua, entre otros. En su trabajo sobre este asunto, Jensen, M.E. (ICID-2002) presenta una extensa revisión de literatura y demuestra que es común el uso inadecuado de la terminología por varios autores. Buscando estandarizar las terminologías sobre este aspecto, Jensen, M.E. (2002) sugiere cambios en los términos usados hasta entonces, se-gún se detalla a continuación: a) cambiar el término de eficiencia de irrigación a fracción de irrigación por el uso consul-tivo o, simplemente, coeficiente de uso consultivo de la irrigación; b) variar el término eficiencia de aplicación de agua a fracción de agua amenazada o, simple-mente, fracción amenazada. Esa propues-ta, sin embargo, no parece ser adecuada, pues un cambio de términos técnicos no soluciona el error conceptual asociado al término eficiencia de irrigación.

El término eficiencia de irrigación debe referirse al conjunto de parámetros relevantes del sistema de irrigación propuesto en la concepción del proyecto.

Eficiencia de conducción de agua: razón entre el volumen del agua que llega al punto de distribución y el volu-men derivado de la fuente. Ese término tiene importancia fundamental, cuando la conducción de agua es hecha por ca-nales. En sistemas presurizados, las fil-traciones apenas pueden interferir para reducir esa eficiencia.

Eficiencia de distribución del agua: uniformidad de distribución de agua por el sistema de irrigación. Ese es un parámetro relativamente complejo, pues depende de la calidad del proyecto y de la manutención de los sistemas de irri-gación, el garantizar una operación ade-cuada. En la irrigación por superficie, los cuidados en la determinación de vaciado máximo no erosivo y del vaciado redu-cido, asociados a la aplicación de agua intermitente, permiten optimizar la dis-tribución de agua de esos sistemas. En la irrigación presurizada, deben tomarse cuidados especiales en la calidad de la distribución de los emisores y también en relación con la limpieza del agua, para evitar obstrucciones que perjudiquen la distribución del agua de los sistemas.

Eficiencia de aplicación de agua: razón entre cantidad de agua almacenada en el perfil de suelo ocupado por el sistema ra-dicular, más una fracción de separación de sales, cuando sea necesaria, y el total de agua aplicada en la irrigación. Ese pa-rámetro es, ciertamente, el más comple-jo, pues es afectado por la uniformidad de distribución de agua, redistribución de agua en el suelo, criterio técnico de manejo de irrigación, presencia de sales en el suelo o en el agua de irrigación y factores ambientales. Considerando que, en la práctica, es imposible distri-buir agua con un 100% de uniformidad, hay siempre necesidad de aumentar una porción para suplir esa desigualdad, lo que, por sí solo, contribuye para que de-terminadas partes del área reciban agua en exceso, en el intento de garantizar la porción requerida en gran parte del área irrigada. Por otro lado, la capacidad del suelo de redistribuir el agua ayuda a equilibrar considerablemente las dife-rencias de porción, debido a la uniformi-dad de distribución. La utilización de un criterio técnico de manejo de irrigación es fundamental para elevar la eficiencia de la aplicación del agua. En ese sentido, la utilización de instrumentos que per-mitan monitorear el estatus hídrico del suelo o de la planta y la demanda hídrica de la atmósfera posibilitan el cálculo en tiempo real de la porción requerida por la irrigación y contribuyen a optimizar la eficiencia de la aplicación de agua. Fi-nalmente, en áreas donde hay presencia de sales nocivas para las plantas, se aplica una fracción de agua para lavar y arras-trar, parcialmente, esas sales fuera de la

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AQUA VITAE 37

zona radicular, tornando el suelo agrícola. Esa fracción de agua debe ser sumada a la cantidad almacenada en la zona radicular, para no perjudicar el cálculo de eficiencia de aplicación de agua, pues ese procedi-miento es una propuesta de proyecto.

Según como han sido abordados los diferentes conceptos de eficiencia de irrigación presentes en la literatura ape-nas tienen una finalidad didáctica, para formación de profesionales del área de irrigación. Una proposición práctica para el campo es que la “eficiencia de la

irrigación” sea mantenida y usada apenas para analizar y cuantificar el desempeño del sistema en relación con las metas propuestas en el proyecto de irrigación. Invertir tiempo y recursos en la prepara-ción de un buen proyecto, atendiendo to-dos los requerimientos para implantarlo bien, todas las necesidades, alternativas y recomendaciones de los aspectos ope-racionales y de manejo, trabajándolo lado a lado con sus proveedores, significa tra-bajar a favor de una mayor eficiencia de la irrigación p

La utilización de un criterio técnico de manejo de irrigación es fundamental para elevar la eficiencia de la aplicación del agua.

Eficiencia en la irrigación: más allá del término ©

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38 AQUA VITAE AÑO 2 | Nº2

CALENDARIO

>12Premio CIWEM “Un Mundo de Diferencia” 2007Lugar: Reino Unido Sitio web: www.ciwem.org/awards/world/index.aspOrganiza: Institución para la Gestión de los Recursos Hídricos y el Medio Ambien-te (CIWEM), Reino Unido

>23/25 II Congreso sobre restauración de ríos y humedalesLugar: Tarragona, EspañaSitio web: www.unizar.es/fnca/index3.php?id=1&pag=2Organiza: FNCA y la Agencia catalana de l’aigua

FEBRERO>1/11 2a Conferencia sobre tratamiento y reutilización de aguas Lugar: Tomar, Portugal Sitio web: www.engconfi ntl.org/7aa.htmlOrganiza: Conferencias Internacionales de Ingeniería

MARZO>7/9 Segunda Conferencia internacional de Mecánicas de Suelos No saturadosLugar: Weimar, AlemaniaSitio web: www.cig.ensmp.fr/~iahs/conferences/2007Weimar.pdfOrganiza: El Laboratorio de Mecánicas de Suelo, Bauhaus-Universität

>19/27 Conferencia Internacional sobre Vivencia Segura y Sostenible: Benefi cios Economicos y Sociales de los Servicios del Tiempo, del Clima y del AguaLugar: Madrid, EspañaSitio web: www.wmo.int/Madrid07/Organiza: Organización Metereológica Mundial, Ministerio del Ambiente Español

ENERO >27/28Congreso de Cambio Climático e HidrologíaLugar: Lyon, FranciaSitio web: www.shf.asso.fr/upload/manifestation_programme69.pdfOrganizadores: Sociedad Hidrotécnica Francesa

>29 Marzo/ 1o Abril Exhibición Internacional y Conferencias sobre Vehículos Ecológicos & Energías RenovablesLugar: MónacoSitio web: : www.ever-monaco.com/accueil_us.htmOrganiza: MITI

ABRIL>11/13 Conferencia sobre contaminación del agua en medios porosos naturales (WAPO2)Lugar: Barcelona, EspañaSitio web: www.proyectosh2o.upc.es/WAPO/index.phpOrganiza: Instituto Geológico y Minero de España (IGME); Universidad de Málaga, España; Universidad de Politécnica de Cataluña, España; Programa Hidrológico Internacional de la UNESCO (PHI)

MAYO>20/23 Effi cient 2007 / IV Conferencia Interna-cional sobre Uso y Gestión Efi ciente del Agua UrbanaLugar: Isla de Jeju, Corea Sitio web: www.effi cient2007.com/Organiza: Asociación Internacional del Agua (IWA, siglas en inglés)

>23/25 Gestión de cuencas fl uviales 2007Lugar: Kos, GreciaSitio web: www.unesco.org/water/water_events/Detailed/1389.shtmlOrganiza: Instituto Tecnológico de Wessex, Reino Unido

2007

“ Sé como la fuente que desborda,

no como la cisterna

que sólo contiene” Paulo Coelho

FECHA LIMITE PRESENTACION DE CANDIDATURAS

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AQUA VITAE 39

ASÍ COMO A SUS MEDIOS DE SUBSISTENCIA, COBRANDO LA VIDA DE UNAS 25.000 PERSONAS ALREDEDOR DEL MUNDO.

BOLETÍN DE LA UNESCO.

520 MILLONES DE PERSONAS

CADA AÑO, LAS INUNDACIONES AFECTAN A UNAS

Olor del agua

Aguas de la tierraAguas de marzoAguas de los ríosAguas de la fuenteQue lleva la energíaDe donde surge hasta el ser.De noche, de día...Sigue el horizonte.Agua que guarda O transporta la vidaAgua dulce...Agua fl oridaSalada...O refl ejada.Que circunda la tierra...Que permite la vidaViene con los vientos del sur...O con los vientos del norte.Lava el tiempo...Lleva una simiente.Limpia...Transparente.Transportando a la luz,Saciando a la sedY además,Calmando la mente.

TÊRE ZAGONEL

Fuente de fi nanciamiento Aportación

Gobierno nacional/Sector público 62%Nacional no gubernamental 15%Flujos de ayuda internacional 14%Compañías privadas internacionales 9%

FUENTE: SUNMAN 2002. EN: DOCUMENTO AMÉRICAS, IV FORO MUNDIAL DEL AGUA.

En Centroamérica, el costo unitario del agua (precio/m3) es 15 veces mayor para las familias que no poseen una conexión domiciliaria, que para aquellas que disponen de una.

PORTAL DEL AGUA DEL BID.

Disponibilidad de agua per cápita por subregión Continente americano

M3/persona/año

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FUENTE: DOCUMENTO AMÉRICAS, IV FORO MUNDIAL DEL AGUA.

Inversión en servicios de agua según fuente, en países en desarrollo

Y MÁS DE 1.000 MILLONES NO CUENTAN CON ACCESO A AGUA POTABLE SEGURA.PROGRAMA DE AGUA Y SANEAMIENTO,BANCO MUNDIAL.

MÁS DE 2.600 MILLONES DE PERSONAS VIVEN SIN SERVICIOS BÁSICOS DE SANEAMIENTO

520 MILLONES DE PERSONAS

CADA AÑO, LAS INUNDACIONES AFECTAN A UNAS

Y MÁS DE 1.000 MILLONES NO CUENTAN CON ACCESO A AGUA POTABLE SEGURA.PROGRAMA DE AGUA Y SANEAMIENTO,BANCO MUNDIAL.

MÁS DE 2.600 MILLONES DE PERSONASVIVEN SIN SERVICIOS BÁSICOS DE SANEAMIENTO

“ Sé como la fuente que desborda,

no como la cisterna

que sólo contiene” Paulo Coelho

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