ARTE Y LISIS

Traducción:Roberto Neftalí

en colaboración con Marcel Lutoreg

Dirección editorial:Regis Nauze

Diseño de producción y colección:Elein Lerroux

Distribuye para España: Rezgo Reis y la Fundacion de Artes Llevadas y

Traidas por las Calles(FALTC)

MARCEL LUTOREG- REGIS NAUZE- ELEIN LERROUX-

ARTE Y LISIS

“ Los libros son ecos que no hacen más que devolvernos elsonido de nuestros propios pensamientos”

Rod,E.

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Nota del traductor:

Cuando llegó esta obra a mis manos me pareció imposible tra-ducirla directamente del francés al castellano, me di cuenta alhacerlo que perdía, sobretodo debido a las referencias lingüísti-cas (como se observará en el sentido de las preposiciones), partede su significado.

Decidí ponerme en contacto, gracias a los editores, conMarcel Lutoreg y poco a poco fuimos desarrollando de maneraconjunta una traducción más parecida, no ya al texto, sino a loque el texto quería expresar. Por lo tanto, el que lea esta obra ensu idioma original encontrará ciertos cambios, tanto en laestructura como en el léxico.Al final, entre Marcel Lutoreg, el visto bueno de los interpela-

dores y un servidor, conseguimos rehacer el texto al castellano ycolocarlo en su contexto.Además, gracias a esta colaboración, se han incluido en estaedición varios anexos y dibujos que no formaban parte de edi-ciones anteriores.

Marcel Lutoreg

Prólogo:En 2005, Marcel Lutoreg, retomando el estilo del ensayo

realizado a modo de conversación, tan olvidado y tan común enfilosofía, desde Platón a Michael Foucault, decide poner en lamesa de la célebre Villón Saint-lousurre el dominó del arte. Aésta partida acudirán dos de sus grandes amigos, Regis Nauze yElein Lerroux, que le irán poniendo las fichas y las trabas nece-sarias para dar continuidad a la conversación y afinar los pes-puntes que rematan éste entretejido con forma de texto.

Aunque el debate se presupone abierto, este documento surgecon un objetivo declarado, en palabras de Marcel Lutoreg, de:

“retomar la escuela del arte crítico y circunscribir los pro-blemas, que han hecho que el arte esté fuera (lisis) del circulode la vida (vivendi) en todos sus aspectos, para buscarles sali-das diversas con el ánimo de reconstruir, no el arte, sino elpensamiento que desemboca en arte”.

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El autor de “ Organismos Artísticos Vitales” nos deja otra obranecesaria , dividida en pequeñas y varias entregas, no por sufinura o su resultado, sino por su característica re-iniciática , ytambién da una interpelación elocuente que habrá de ser recogi-da o respondida por los “artistas del futuro”, a los que Marcelofrece una nueva reinterpretación del arte, no exenta de polémi-ca, sobretodo en los apartados de la concepción economicistadel arte, o, en siguientes entregas, en su crítica al prefijo “neo”aplicable a varias vertientes ( neosurrealismo, neoimpresionis-mo,), y al uso, para Marcel Lutoreg “ tan invasivo como unainundación de plomo” de los adjetivos “moderno” y “contem-poráneo”.

Elocuente es la apreciación de la palabra “contemporá-neo”, ya que si “ el arte contemporáneo existe significa por símismo la muerte de todas las tendencias futuras, ya que todas,en el momento de ser creadas, pasarían a ser contemporáneasy el resto, que ya ha quedado atrás, seguiría recibiendo elnombre de contemporáneo; con lo cual nada podría salir deesa formidable amalgama y quedaría aplastado dentro de su

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propio tiempo, como si de un espacio cíclico se tratase, del quees imposible hallar la puerta de salida, ya que hasta ésta sería“contemporánea”.

Para todo artista y todo crítico, pero sobretodo a todoespectador tal y como Marcel lo entiende: “el artista no existe,no “es”; una persona no es sólo “artista” todo el tiempo, porlo tanto no puede enmarcarse toda su faceta a ese campo, unapersona es artista tanto como espectador, conductor, madre,…etc. El arte es generación, y se engloba más en la respuestade: ¿qué estás haciendo?, o ¿qué has hecho?, que en la solu-ción a ¿Qué eres?. Cuando “el artista” pueda desembarazarsede su alter ego y volver al reino de los suelos podrá llevar ydescender consigo al arte, si no, el arte habrá muerto y yo meconvertiría en el Nietszche de las artes al anunciar su caída,cosa que con éstas líneas, intento evitar.”, a todo artista y críti-co, como decía, éste triálogo le provocará un punto de inflexióny una llamada inmediata a la reflexión.

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Levando actas:

Marcel Lutoreg

Hoy, día 3 de Noviembre de 2005, reunidos los tres (RegisNauze, Elein Lerroux, y yo, Marcel Lutoreg) en la cafetería decuyo nombre acordarme puedo (“Villone-Saint lousurre”) a las18:00 h, y como si de un acta simbólica se tratase, en la cual ycada cual será ponente y tratante, teniendo como testigos y ano-tadores al buen m. Gultier que tantos cafés ha vaciado sobrenuestro nerviosismo, iniciamos Arte Y Lisis. Lo que aquí surjasaldrá como río, y desembocará en su propia corriente.

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R.N.- Cuando oí el título del coloquio, de ésta intro-extrapec-ción, me quedó una pregunta por realizar, que creo que es el ori-gen sobre el cual se expandirá la conversación. ¿Por qué arte ylisis? ¿Y por qué eliges la palabra arte, cuando los que te cono-cemos sabemos tus objeciones a dicha denominación?

M.L.- He escogido arte y lisis porque me parece que expone entres palabras el tema al que, a estas alturas (o bajuras) está obli-gado el pensamiento crítico-artístico. Cuando utilizo el términoarte, no lo hago en referencia al resultado del arte, es decir, alconjunto de obras que actualmente se denominan como arte, nolo aplico a la producción, sino a la parte primigenia, al princi-pio. A el arte me remito por invocación a uno de los temas cen-trales de mi razonamiento, el Ars vivendi (el arte de vivir) alcual le daré otra connotación. Lisis, a pesar de ser una palabraantigua es de un uso y una frecuencia muy moderna, ya que seaplica a campos de la física o la química, y por ese uso másactual, me parecía tener la connotación adecuada para expresarel daño, el roto surgido entre el arte y la vida, el Ars vivendi

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donde vivendi ha desaparecido, y el arte aparece sin amarresflotando de un hilo, de una alcayata, o de un tubo de plasma.

E.L.- Me parece curioso el giro que le das a Ars Vivendi, dondeel arte de vivir se transforma en “arte en el vivir”, pero todoslos que nos dedicamos a este oficio, como parte de nuestra vida,realizamos nuestra aportación al arte.

M.L.- El principal problema, en su gérmen lingüístico, viene porel uso de las preposiciones. El “para” de vivir para el arte, al“del” de vivir del arte, pasando por el “por” de vivir por elarte...así nos encontramos con “artistas para” que autoinmolansu personalidad en el desarrollo de una función creativa (casosobvios como Van Gogh o Mondigliani) la cual ellos mismos seatribuyen la potestad de conocer (el Arte), como si fuera unobjeto sólido (y no onírico) y ya definido.”El Arte”, como enti-dad, no necesita de artistas que vivan para él, el arte vive sólo,quieran o no, no necesita siervos. Sería tan absurdo como vivirpara el éter.El Éter y El Arte comparten volatilidad y actualmente efectos

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adormideros, aun así se diferencian en una cosa:El éter “es”, el Arte es “siendo”, siempre en cambio y desarro-

llo.

R.N.- Si anulas estas preposiciones, que al final son las queunen el Arte con la vida, llegaríamos al fenómeno que tu repro-chas, a la situación actual donde el arte se soltaría como unglobo de la mano de un niño, para perderse, ya sin lazo, en unmundo totalmente ( y utilizando tu frase anterior) etéreo.

M.L.- ¿Todavía crees, Regis, que el arte está atado, y que esa esla única relación del arte con la vida?. Tú como yo, leímos en sudía, cuando nos tocó, a Saint Exupery y creo que la mayormetáfora sobre éste tema está en cómo el Principito es capaz deestar con el zorro.

R.N.- No te sigo…

M.L.- El arte no se captura, es libre y acompaña. El arte notiene lazos. El arte no sabe nada de él mismo y casi nada no-

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sotros de él. Conste que por ahora estoy hablando del arte comoun Ente, cosa que, si continuamos con la reflexión, intentarérebatir.Seguiré por el tema de las preposiciones.

R.N.-…haber si consigo cogerte con un hilo de Ariadna.

M.L.- A continuación, y si no recuerdo mal, figuraba el “del”,vivir del arte.

A ésta preposición muy pocos artistas llegan, ya sea por lautopía de querer convertir el arte en un oficio que se realizacontinuamente (profesionalización del arte), o simplemente porno poder convencer, -cosa en la que actualmente el mundo de lapublicidad tiene mucha importancia-, de que lo que se hace, apesar de ser bueno per se, es bueno.

Por el contrario mucha gente, que no ostenta papel algunoen el mundo de la creación, nexo y final del arte, como inverso-res, galerías, bancos, salas de subastas, marchantes o museos, síviven “del”, y a veces no sólo de él, sino también del artista.

En resumen, el artista ha desaparecido del plano, (aunque

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parece ser que todavía no se ha dado cuenta o no lo quiere asu-mir) y se ha vuelto (en regeneración del concepto marxista) ena-jenado de su obra, por la cual recibe una peonada como pago asu olvido.

Su nombre y su firma se volverán logo o denominaciónde origen por la cual se paga (no ya por obra o talento, sino porfirma).

La obra queda desligada y secuestrada del mundo enalgún bolsillo o declaración de bienes y patrimonio.

E.L.-…Pero es verdad que muchos artistas viven del Arte.

M.L.- Pero ese afán de vivir de él, por profesionalizarlo, ha con-vertido a todos en peones del arte, con un determinado nivel decreación, más bien, de producción, a efectos de que la inversiónsea rentable. El artista deviene de una creación libre y fluctuan-te a un engranaje de la Industria del Arte...

El Arte y la obra, al estar en la vida enmarcado en el áreaeconómica, al convertirse en trabajo y producto (de más o

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menos lujo) han favorecido su propia especulación y su propiaesclavitud... Hay que abrir de nuevo el arte a todas las áreas dela vida, económica incluida, pero no dejarlo y depositarlo sóloen una.

R.N.- Nos falta una preposición…

M.L.- No, faltan dos, una no la he dicho porque es la que mepropongo rehabilitar, la otra es “por”, pero no tiene gran rele-vancia ya que suele, a nivel de entendimiento, tener el mismosignificado de las preposiciones anteriores.

La verdaderamente importante es el “con”, el vivir con elarte, “con” significa compañía, no obligación. No hay lazos, escontinuo, pero coloca al arte a la altura de las cosas normales,vitales, alejándolo de la anormalidad que actualmente sufre.

El arte recupera así su identidad como “parte de”, nocomo ente o todo. Se une en asociación mutua (como el zorro yel principito) y no en sumisión o liderazgo sobre el individuo.

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Dejamos el sadomasoquismo de Fromm y el arte vuelve a estarlibre sin miedos, dé o no dinero, sea bueno o no, simplementese hace, está, como tal existe y al existir genera su propio valor.

E.L.- Creo que estás cometiendo un error al ceñirte al campo dela pintura o de la escultura. Cuando nos hablas de Industria delArte haces referencias a galerías, museos, etc. Abarcas sólo unao dos facetas del arte.

M.L.- Es verdad que en mi cabeza sobrevolaba la visión de lasgalerías y los bancos, pero creo que es aplicable a todos loscampos, así el cine, el teatro o la arquitectura, todos están supe-ditados al concepto de la rentabilidad, -no me refiero a amorti-zar el coste de realización, sino a aumentar la ganancia unavez amortizado-.

R.N. -Tus teorías me parecen cercanas al concepto de “el artepor el arte” y en sí mismo, aún así quiero destacar que en estosúltimos años se ha experimentado un auge de salas alternativas,de cine independiente o, con la llegada de Internet, del arte vir-tual y digital.

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M.L.- Sobre estos puntos tengo ciertas aclaraciones que hacer,ya que mucho de lo llamado alternativo consiste en recoger unaparte del mercado que queda vacante por las grandes produccio-nes, y al final tiende a sedimentarse y formar parte de la indus-tria…

Pero lo que me interesa ahora es que comprendáis el concep-to de vivir con el arte, no para que estéis de acuerdo o no, sinoporque éste concepto va a ser el hilo lógico para repensar elarte, va a constituirse en germen de todo.

El arte camina, gracias al “con”, en paralelo a la persona yen el mismo plano que los otros elementos que conforman suvida ajustándose al engranaje como una pieza más, formando untodo ya indivisible. Una persona vive con una visión del mundo,con sus ideas, con su política, con su personalidad, con su con-ciencia, y el arte, al no estar en un plano superior o distante,evoluciona y es un reflejo más exacto de la persona.Evoluciona porque se mezcla con sus otras personalidades

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(como atisbaba Herman Hesse), hablando de tú a tú con los pla-nos menos “artísticos” y hasta con los más vulgares.

Esto se reflejaría en la obra, que regresaría a un campo másterrenal y alejado de toda pretensión de formar un único univer-so aislado. Como una sola persona no tiene tiempo de desarro-llar por separado todas sus facetas, el arte sería aplicado a cadauna de las cosas que realice... Volveríamos a ver aparecer no elarte útil, sino que volveríamos a aplicar el arte, donde el arte noes ente sino parte, no es entelequia sino realidad.

El arte se volvería real, se volvería consecuente con su tiem-po y consecuencia del mismo y no necesitaría ser guardado paraevitar el paso inexorable del tiempo, por que él mismo seríatiempo.

Ahora las obras nacen sin edad y ya creadas, el arte sinembargo debería estar afectado por esta realidad, las obras ten-drían desgaste, tendrían en cuenta las arrugas y la oxidación,(¿alguien arreglaría el coliseo?). Las obras contarían historias,crecerían y desaparecerían.

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E.L.- Estás hablando de la corriente, ya existente, del arte efí-mero...

M.L. Sabría que ésto me llevaría a esa pregunta, pero todo escuestión de léxico... El arte efímero suele basarse en un tiempode vida más corto que el resto. Si llamamos a ésto arte efímeroestamos presuponiendo que el otro es eterno, cosa que no escierta.

Todo arte, así como toda creación humana y natural, es efí-mera, a corto o largo plazo, ya lo destruya el mal de piedra, unainundación, el moho o el fanatismo. El arte, y ésto es lo esencialpara los que buscan en el arte su paso a la eternidad, -o para losque se dedican a conservarlo y guardarlo en urnas de ambienteregulado, en museos asépticos, etc.-, siempre es efímero, salióde la tierra y volverá a ella. Entender ésto es dar un paso máspara humanizar el arte.

Con una concepción temporal del arte podríamos realizar

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proyectos de “arte degradativo” (art´degredeé) en los cuales laobra está planificada como arte, en todo su proceso de degrada-ción o transformación, algo así como calcular donde aparecerá elóxido para que sea arte en continua creación. Otro concepto apli-cable es el de “arte evolutivo”.

R.N. -Siento interrumpirte, pero creo que ha quedado clara tuidea…me has dejado con la duda y quisiera saber cuál es tu“pero” al arte en red. Para mí el arte en red ha contribuido ademocratizar el arte, a hacerlo posible a grandes niveles y pococoste, la red ha sido un paso clave en el desarrollo del arte.

E.L.-…Creo que debido a la actualidad de realizar un examencrítico sobre el uso de Internet, deberíamos centrarnos en estepunto...

M.L.- No soy partidario de dar preponderancia a una técnica, escomo decir, vamos a dedicar un capítulo al estarcido. Aun así, yaunque sea para desvirgar el carácter virginal e inmaculado deInternet, cedo a vuestras elocuciones, si no me asignáis el adjetvode ludita.

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Internet y el arte.

M.L.- Para empezar me gustaría (a Regis Nauze) que continua-ras o retomaras tu intervención.

R.N- Bajo mi punto de vista Internet está contribuyendo ademocratizar el arte, ya que abarata costes, lo hace posible agrandes niveles, a niveles transnacionales y también a bajosniveles.

La red ha supuesto un paso clave en el desarrollo del arte.

M.L.- Mi principal cuestión es que Internet es sólo un medioemisor- receptor. Por lo tanto, si pensamos que el arte se demo-cratiza por que el medio o la técnica es de fácil acceso, estaréisconmigo en considerar que el hecho de que los lápices de colo-res y los folios sean baratos, manejables y estén extendidos entodas las casas ha contribuido mucho más, a efecto de democra-

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tizar el arte, que Internet. Tiene más importancia por alcance loslápices de colores, más fáciles de obtener y de un manejo máselemental y más independiente que el contratar el acceso aInternet.

Para pensar que Internet democratiza tendríamos que pensarque Internet se ha distribuido y se distribuye por igual en todaslas capas y estamentos, es decir, por igual, ya seas anciano,mujer o niño , ya seas discapacitado o no, tengas elevadas rentaso no..

No hace falta ser muy sagaz para ver que su distribución noes un ejemplo de democracia; Internet se ha distribuido empe-zando por su uso militar hacia las clases más pudientes situadaspreferentemente en el norte, sobre un sustrato de poblaciónjoven y no anciano. Este proceso no puede considerarse demo-cratizador, ya que cuando los artistas olvidados de regiones olvi-dadas quieran tener acceso a Internet para transmitir su obra entiempo real y no como antigüedad o artesanía, como ha pasadohasta ahora, Internet habrá vuelto ha evolucionar, para impedir

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su propia estabilidad y por ende, democratización, haciendo quela jerarquía vuelva a acaparar el medio. Es como una carrera enla que algunos salen dos meses después y además se va movien-do y alejando la meta cuando están a punto de llegar.

Ahora serían más democráticos los lápices o el carboncillopero, como parece ser que la técnica o el medio utilizado se hanvuelto arte, éstos han quedado relegados, permitiendo, otra vez,la jerarquización del arte a través del uso de la red. CuandoInternet sea “democrático” como los lápices de colores, habráque inventar otra cosa y desprestigiarlo para establecer las mis-mas jerarquías.

Mientras, a lo largo de éste trayecto, el arte como creaciónse vuelve medio y no expresión.

R.N.- Pero la red permite difundir rápidamente el arte, la reali-zación de un cuadro o una imagen pasa, de un lugar a otro, encuestión de segundos.

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M.L.- El arte se difunde, pero el espectador se vuelve partepasiva y no activa...

Otra cuestión es que, aunque haya una mayor difusión, losojos que miran son sólo dos.Una mayor difusión no significaper se una mayor inclusión, sino que en realidad está suponien-do una mayor exclusión del arte con respecto al hombre. Másadelante volveré sobre ésto.

Normalmente en Internet la gente visita páginas de artistasya consagrados, la gente alejada del arte no apuesta por nom-bres diferentes, la gente no quiere equivocarse, el crítico noquiere caer en ridículo. Así que son los consagrados los queconsiguen mayor difusión.

Mi argumento es el siguiente : el error reside en que pro-cedemos a sustituir el arte por su técnica, material o soporte,cuando el arte no surge por la técnica o el material, surge de lacreación humana, la cual utiliza el material más próximo, el máscómodo o el más cercano para expresarse. El material y los

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medios son la canalización objetiva del Arte, su reencarnaciónsólida, no importa el medio de expresión, lo importante es laexpresión. Nadie se atrevería a juzgar la talla de un escritor porla belleza, la flexibilidad, la democracia de los callos de susmanos o por su caligrafía, sino por lo que escribe.

R.N.- Pero sí hay un mayor surgimiento de artistas y colectivos,hay una mayor creación.

M.L.- No creo que halla un mayor surgimiento de artistas, sinoque aumenta el conocimiento sobre su número, hay más infor-mación. Además la mayor parte se vuelve bytes en los ojos, sonpartículas a las que se dedica cinco segundos entre búsqueda ybúsqueda, el espectador se vuelve un lobo en un rebaño de ove-jas, se vuelve loco al ver la abundancia y mata, mata, y matadejando artísticos cadáveres, no tiene suficiente porque sabe quehay un más ilimitado y sigue su búsqueda, que normalmentelleva a ningún lugar, pero llena la vista y la papelera.

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Recuerdo que hace tiempo un buen amigo me envió un recortesobre Internet, era de un libro de Jerry Mander y decía:

“En nuestra sociedad se ensalza la velocidad como si setratara de una virtud en sí misma. Sin embargo a la granmayoría de seres humanos, la aceleración del ciclo informa-tivo sólo ha servido para inundarnos de una cantidad dedatos sin precedentes, en general inútiles y sin valor prácti-co”.

Últimamente en mis visitas a webs de arte o galeríasobservo cómo mantienen en sus pantallas imágenes de obras deartistas nóveles durante tan poco tiempo, que no sólo el arte sevuelve “efímero” e inocuo, sino también su creador y su posibi-lidad de progreso. El arte pasa a ser las comas o los puntos deun gran libro, las lees pero las olvidas.

E.L. -Me parecen bien esas consideraciones respecto a la técni-ca, pero el arte o el artista llega (mal o bien) a través de Interneta un mayor número de personas.

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M.L.-Eso parte de una premisa falsa que creo que ya desautori-cé en el apartado de la democratización... Es mayor el númerode personas en éste planeta que no tiene acceso a la comuniónde ostia inalámbrica que los que, como buenos corderos, comul-gan del sacro evangelio digital.

Por ahora, y ésto es importante, Internet no consigue unefecto directo. Por decirlo así, la obra de un artista llega máslejos, pero llega más muerta, alejada de las circunstancias quellevaron a su creación, perdido el contexto, el medio, cuelgarecién nacida de una pared virtual.

Analicemoslo, parafraseando a la biología y llevándola alarte: De una mano está el genotipo (lo interno), lo transferidopor el artista; por otro lado está el fenotipo (lo externo) que sonlas circunstancias externas que han llevado al artista a crear laobra. Esas circunstancias externas son contextualizadas por losespectadores de la obra, según el grado de proximidad.

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E.L.- Pero ahora en muchos artistas y espectadores el fenotipoes la Red, es el ordenador.

M.L.- En ésta parte te tengo que dar la razón y recodar al filósofo Jacques Ellul el cual auguraba un concepto que él defi-nió como “tecnique”, la simbiosis entre la máquina y el hom-bre. La máquina no se vuelve sólo recurso, sino que tambiénacapara el medio, el ambiente que rodea. El hombre no creasólo a la máquina, la maquina también le envuelve y provocacambios, provoca que el hombre se amolde a ella, con los consi-guientes trastornos.

En cierta manera el hombre tiene que estar en continualocura debido a la insaciable voracidad provocada por la máqui-na.

R.N.- ¿Voracidad?

M.L.- Me explico con un breve ejemplo: cuando se puso el pri-mer rótulo luminoso llamaba la atención, pero al irse colocando

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mas rótulos, el neón llego a colmatar, a volverse ambiente y porlo tanto a perder su reclamo, lo mismo pasa con el arte realizadocon el ordenador. Esto también se debe a que el ordenador arrin-cona los sentidos del hombre dejando sólo a la vista el papel dejuez. Se pierde el tacto o el olor, y hasta el oído. Hasta a lamúsica la acompañan ya imágenes.

E.L.- Pero tú también contribuyes a que ésto suceda cuando uti-lizas el ordenador.

M.L.- Eso es, lo utilizo, no me lo creo, lo utilizo lo mismo queel óleo o el piano. Lo utilizo como técnica, pero no la asumocomo referente y mucho menos la idolatro. Me gusta buscarle ellado crítico, criticarla desde dentro y utilizando sus supuestasventajas. Aunque bien es cierto que, por la red, nada repercuteporque toda crítica se pierde como aguja en un pajar desmesura-do.

Sin embargo, me divierte criticar el sacramento de Internetya que mucha gente desde ella critica otras cosas, otras imáge-

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nes, otras técnicas y artistas. Los critican desde un pedestal queno quieren criticar, por miedo a que se derrumbe la lógica delprivilegio.

Volviendo atrás, nadie diría que éste es el mundo de loslápices de colores (que lo es en la misma medida) sin embargosi podemos decir, sin riesgo a crítica o a herejía, que es la era deInternet, pero ya sabes ¿Fue la humanidad la que llegó a la lunao fue sólo un hombre? O lo que es lo mismo, ¿puede un sucesoespecial que repercute en un número limitado de personas con-vertirse en un referente humano?

R.N.- Es curioso que, en la parte de crítica, y sobre todo en untema que a mí me interesa especialmente, la música, no hallashablado del perjuicio que está ocasionando la piratería eInternet.

M.L.- Me gustaría hablar de la música, y utilizaré los mismosejemplos expuestos, pero sí te adelanto que una de las cosas

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buenas que ha tenido Internet es la piratería, sobre todo en eltema de la música y además es, en éste campo, donde más soli-dez tienen mis teorías de la industrialización del arte y el con-vertir al músico en peón.

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Música

M.L.- Para dejar claro el primer concepto me gustaría citar unafrase de Gilbert K. Chesterton, un ensayista y crítico inglés: “Enun tiempo los hombres cantaban a coro alrededor de una mesa;hoy un hombre canta sólo por la absurda razón de que sabecantar mejor. Con el tiempo, sólo un hombre reirá por la mismarazón”.

Tanto se ha profesionalizado la música que ya no solo cantael que mejor canta, sino que ya el ni siquiera canta si no tienelos correspondientes arreglos de estudio y ordenador.

Pues bien, yo creo que la piratería, ese uso malvado deInternet, va ha hacer brotar otra vez la verdadera música, lapiratería, por extraño que parezca va a liberar al músico de lascadenas de la industria.

Marcel Lutoreg

E.L.- Y como…

M.L.-Ante la piratería el músico tiene una ventaja que es laactuación en directo, el músico va a tener que abandonar losestudios de grabación y retomar el camino del trovador de salaen sala, de concierto en concierto, ganándose su salario según sugenialidad.

E.L.- Pero volvemos al músico que mejor canta.

M.L.- No , ya que es en una relación parte a parte es decir unarelación boca -oídos , canción-espectador, donde la música va aafrontar el provocar sentimientos .El receptor no va a ser solooídos, va a ser vista , olor , tacto , recuerdos ...etc., y ,para eso,no hace falta buena voz o retoques de sonido, hace falta arte,creación, receptor y emisor en el mismo fenotipo.

También hace falta azar y predisposición, pero ya no hacefalta tanta publicidad y emisiones constantes de la misma can-ción.

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R.N.- Pero los músicos están en contra de la piratería.

M.L. Ahora es cuando me sale la vena mayo´68... Nos encontra-mos con músicos diciendo (por 1 euro el disco) que no se pira-tee, mientras, y por decirlo así para que salgan llagas, sus patro-nos están dándose rutas al mundo en globo. No es para pensár-selo.

Es necesario que los músicos de las casas discográficas seolviden de que son artistas, ya no lo son, solo son empleados deuna industria de la música y están en su cadena de montaje,pero además en vez de pedir mejoras para ellos, como mayorlibertad en los contratos etc. están ahí defendiendo los interesesdel dueño.

Si el músico quiere ser artista debe darse cuenta de susituación y dejar de taparse los ojos, debe volver a la calle, alúnico que le preocupa la piratería es al dueño de la empresa yno por que cierre sino por que necesita ganar todavía maspara...¿ comprarse un coche con retrete? .

Marcel Lutoreg

E.L.- No crees que ahora estas siendo demasiado duro.

M.L. Si, es hora de provocar e inflamar, los músicos llevanmucho tiempo dormidos, les hicieron creer que eran artistaspara ocultarles que les convirtieron en súbditos, en súbditos decompañías musicales, en súbditos de la publicidad y el mercado.

La piratería solo daña a aquellas compañías que explotan almúsico de moda, no dañan a los pequeños músicos, si no queles ayuda distribuyendo su música, que de otra quedaría en unolvidado plano por su escasez de medios y distribución.

R.N.- En resumen...

M.L.- La música debería volver al directo, a la calle, a las salas,el músico vendería sus propios CD realizados por el mismo y abajo costo en la propia actuación.

El siguiente problema es la educación del oyente; ahí queeducar en que lo bueno de la música no es tanto su calidad

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como lo que nos hace sentir, como el jazz hizo sentir fuerzas enlos guettos, como el tango en los suburbios, como las gaitas enirlanda. Sentir, con ojos, oídos, con olor y dolor, con momentos,no solo con calidad exorbitante.

Apuesto, otra vez, por descender el arte, por volverlo huma-no, por que fortalezca su relación emisor- receptor, por que vuel-va a contar con los cinco sentidos.

Pero antes, y en aras de re-educar al receptor, hay quelograr que se abandone la superficialidad, que abandone la gran-diosidad y la grandilocuencia, que se abandone la generalidad yse vuelva a asumir el concepto humano, a que se vuelva a ver ,como dice Arundathi Roy, “ el dios de las pequeñas cosas”. Quelas flores mas bonitas no son las más coloridas , que el edificiomas ingenioso no es el más grande, que un cuadro no tiene quemedir dos metros por dos metros, que un libro no es mejor portener mas hojas, que un panfleto puede ser tan maravilloso comola mejor novela. Que lo que más hermoso hace a una flor y a unedificio es que cumpliendo su misión lo hagan con genialidad ya la vez te sugieran o evoquen.

Marcel Lutoreg

E.L.- Y como se consigue eso…

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Revitalización de la poesía

M.L.- Con la revitalización de la poesía. En eso estoy de acuer-do con Gean Claude Besson Girard y su propuesta de decreci-miento armónico.

En el fondo toda humanización de las artes lleva undecrecimiento, y la mayor pregunta que surge en estas líneas es¿de que vivirá el artista? Pero la pregunta es ¿Cuánto necesita elartista para vivir? Es decir un decrecimiento que humanice quevuelva al campo de los sentimientos, a lo armónico, hace queaun perdiendo bienes ganemos satisfacciones.

La verdadera apuesta es la recuperación de la palabra, lo másbarato, y lo que nos hace humanos.

R.N.- ¿De hay la idea de este debate?

Marcel Lutoreg

M.L.- Exactamente, intentar recuperar el debate, el coloquio, lacrítica el libre pensamiento, volver al mundo del sentir y elhacer, volver a crear con la poesía…

Enfrentarnos a nuestras propias paradojas y a nuestros miedos,cogernos por las raíces y si hace falta, hacer temblar nuestroscimientos.

De hay la idea de este debate, que un buen día seguiremos…

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Anexo I

La diferenciación entre arte y artista. Nuevos conceptos lingüísticos.

(Esta parte de la conversación, a petición de Marcel Lutoreg hasido colocada como anexo.)

Marcel Lutoreg

M.L.-Todos los aquí presentes conocemos el nombre de muchosartistas, de los más clásicos a los más modernos. Cuando unmuseo hace una exposición sobre un artista todo lo que encon-tramos allí es arte.

Esto es falso, partiendo de una concepción del artistacomo un ser humano igualitario, un semejante, una persona nor-mal, nos encontramos con la designación del todo por la parte.Yo no soy de la opinión de que todas las obras de un artistasean obras de arte, simplemente por que descansen sobre ellasuna firma como si fuera dedo de midas. Un artista y nosotros losabemos, por que hacemos miles de chapuzas, cuadros apresura-dos, esculturas que no nos hablan, u obras digitales de las cualesno nos sentimos satisfechos, no puede decir que todo lo realiza-do sea arte, no puede caer en el delirio del que nunca se equivo-ca, no puede adolecer de autocrítica.

El artista no existe, no “es”, una persona no es solo artistatodo el tiempo, por lo tanto no puede enmarcarse toda su facetaa ese campo, una persona es artista tanto como espectador, con-

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ductor, madre…etc. El arte es generación y se engloba más en larespuesta de: ¿que estas haciendo o que has hecho? , que en lasolución a ¿Qué eres?, cuando el artista pueda desembarazarsede su alter ego y volver al reino de los suelos podrá llevar y des-cender consigo al arte, sino el arte habrá muerto y yo me con-vertiría en el Nietszche de las artes al anunciar su caída, cosaque con estas líneas, intento evitar.

Por eso creo que es hora de cambiar el concepto de artista(artiste), en el cual una persona se vuelve parte esencial de laobra, por una formulación en la cual la persona queda en segun-do plano, una formulación mas apropiada pudiera ser “Quecrea” (trice). Ya que para “Trice” el sujeto puede o no recibir elnombre de artista con lo cual, destruye el mito que, funcionandocomo verdad, hace referencia a que el arte solo es realizado porartistas

Si pasamos de “Artiste” a “Trice” eliminamos el concepto pre-

Marcel Lutoreg

ferente de la persona para otorgarle el peso a lo creado, a laobra.

Toda persona tiene el potencial de crear arte, sea o no artista,y utilizando cualquier medio. Así que, eliminando la firma, elmedio y la técnica, observamos la obra a la luz del arte por suexpresión, por su oportunidad, por su provocación o alteracióndel medio, por su sentir o su lógica, por esa transferencia quedebe darse entre el espectador y la obra. Eliminamos la visiónsuperficial, nos olvidamos de tamaños, resoluciones, técnicas yfirmas para plantearnos lo que la hace única y original.

Muchos piensan que esta acepción y desarrollo del conceptode artista condenaría al artista al anonimato y condenaría suprofesión, pero no ocurriría eso, ya que se juzgaría a la obracomo tal pero, en una segunda fase, se observaría al firmante.Este obtiene el reconocimiento por esa obra pero no obtiene unaval indefinido para cualquier obra que produzca.

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Respecto a condenar su profesión, cuando el arte se profesiona-lizo,- a nivel de inversión o industria, no a nivel artesano-, seseparó de la vida como génesis y se condeno a perderse. Lehicimos como a las flores que por su belleza las arrancamos deltallo condenándolas a vivir sin raíces con lo cual o muere o lasecamos con la prensa.

Así entre las planchas de museos, estanterías, inversiones obeneficios económicos se nos seca el arte.

Marcel Lutoreg

Anexo II

Llamamiento al retorno, pies a la tierray un poema.

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Este es un llamamiento con voz asfáltica, no tiene mas fuerza,-.Al espíritu, al atavismo,

Y lo real- .a las formas metafóricas del habla, a los léxicos inconexos de lavida y de las artes.

En el fondo bulle el mensaje inocuo de la poesíaque, por ser inocuo, conserva toda su fatalidad.

-¿Has oído alguna vez tambalearse el agua?-.

Marcel Lutoreg

“En la Plaza vi un racimo muerto sin vino.Un cerdo famélico colgando pieles.Una cafetera que esta buscando un enchufe, por

la obstinada separación ente y medio, y un puestode anteojeras de esas que, colocadas en la simetríadel rostro, nos anulan.

¿No puede ser que se hayan perdido pies? “si alguien los encuentra, por favor los devuelva”

dice el cartel.Dentro del coche quedan metáforas y entre cuatro

paredes adormecen, como en fumaderos de opio,largos y lánguidos los cuadros.

En el cajón de la mesita guardaba todo lo ignora-ble, como el arte cae en su propia red.

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A la salida de las cajas, la gente habla,Pasa un mísero hombre con un cartel -“si alguien

los encuentra, los devuelva”-.Hay muchos yonquis de cajas de Pandora hacien-

do vida social, copa intelectual y catering del arte. Nadie le ve.

Al mísero hombre alguien le tira una moneda:“así empezó todo” dice él, devuelve rodando lamoneda, esta no se para, todos perdieron sus pies.

“si alguien los encuentra, los devuelva”- El artese vuelve cartel.

Marcel Lutoreg

… Y una mujer que camina con el síndromeGardel,…

Mísero la reconoce, y desprendiendo el cartel desu forma celulosa, mísero crea dos pies, se losdevuelve a la dama. ¿Algo útil para usted?

La dama calza cartones, tacones, baila y se difu-mina después.

Alguien, en la otra esquina, dibuja gárgolas delsiglo XX, grafitos en la pared, escriba de los mura-les.

Papiros de letra, ladrillo y sien:

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“Cuando vuelvan los pies a la tierra y regresencon las uñas sucias de lo vivido, las palabras seexpandirán como ríos y los lagos llenaran las cavi-dades ahora satisfechas por los bienes del consu-mo.”

Y regresarán,...-“si alguien los encuentra, los devuelva”-.

…a su camino, los pies.”

Marcel Lutoreg

-Por que, parafraseando al poeta Benedetti, “aunque hubieraagua en Marte no tendría los pescaditos de mi río”-

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Anexo III

Bocetos y apuntes realizados por Marcel Lutoreg a lo largo de la conversación.

Arte y lisis.Nuestro agradecimiento a Marcel Lutoreg, Regis Nauze y Elein Lerroux,con la colaboración inestimable de la Fundación de Artes Llevadas yTraidas por las Calles.

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