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    Las puntas de proyectil en mandorla de Inca Cueva 7:Caracterizacin tipolgica e historia de vida

    (Puna de Jujuy, Argentina)

    Carlos A. Aschero1, Salomn Hocsman2y Norma R. Ratto3

    RESUMEN

    Las puntas de proyectil en mandorla recuperadas en un depsito intencional de mltiples

    artefactos del sitio Inca Cueva 7 (borde oriental de la Puna de Jujuy, Argentina), datado ca.4000

    aos AP, son analizadas en trminos de su diseo y alternativas de uso, entendiendo por esto

    ltimo el modo en que pudo utilizarse un extremo u el otro -girndolas en la embocadura delintermediario- y el resultado del mantenimiento del limbo activo y/o su extremo basal. Para

    mostrar las caractersticas de este diseo se incluye la comparacin con un lote de piezas en

    mandorla de Camarones 14 (costa del Ocano Pacfico, I Regin, Chile) y se realizan diversos

    tests estadsticos. Se discuten, luego, sus ventajas para maximizar el rendimiento de los

    intermediarios de astil, tomando en cuenta las caractersticas de tres ejemplares recuperados en

    el sitio argentino estudiado.

    Palabras clave

    Puntas de proyectil - Diseo en mandorla - Caracterizacin tipolgica - Cazadores-recolectorestransicionales - rea Circumpuna.

    ABSTRACT

    Mandorla projectile points recovered in a ca.4000 years BP intentional deposit of artifacts

    from the Inca Cueva 7 site (eastern edge of the Puna de Jujuy, Argentina), are analyzed. They

    are studied in terms of their design and use alternatives, because it could be used one extreme or

    the other, turning the points at the foreshaft; besides these artifacts could be the result of

    resharpening of blades and/or shafted parts. We include a comparison between mandorla

    projectile points from Inca Cueva 7 site and mandorla" artifacts from Camarones 14 (Pacific

    Ocean, I Region, Chile). Several statistical tests are performed. Then, the benefits to maximize

    the performance of foreshaft, are discussed on the base of the characteristics of three specimens

    recovered from the Argentinian site studied.

    1Instituto Superior de Estudios Sociales (CONICET/UNT) e Instituto de Arqueologa y Museo (FCNeIML, UNT).San Martn 1545 (4000) San Miguel de Tucumn, Tucumn, Argentina. E-mail: [email protected]

    2Instituto Superior de Estudios Sociales (CONICET/UNT) e Instituto de Arqueologa y Museo (FCNeIML, UNT).San Martn 1545 (4000) San Miguel de Tucumn, Tucumn, Argentina. E-mail: [email protected]

    3Museo Etnogrfico (FFyL, UBA). Moreno 350 (1091) Ciudad de Buenos Aires, Buenos Aires, Argentina. E-mail:[email protected]

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    Key wordsProjectile points - Mandorla design - Typological characterization - Transitional hunter-gatherers- South-Central Andes

    Introduccin

    Una serie de trabajos recientes ha dado cuenta de la variabilidad sincrnica y diacrnica de losdiseos de artefactos lticos tallados en los Andes Centro-Sur durante el Holoceno, con nfasis enlas puntas de proyectil (De Souza 2004a, 2004b, 2006; Hocsman 2006, 2010; Klink yAldenderfer 2005; Nez 1992; Nez et al.2005; Martnez 2003, 2007; Ratto 2006). En estetrabajo se abordan, justamente, las puntas de proyectil de uno de los sitios arquetpicos de finesdel Holoceno Medio de la Puna Argentina; especficamente, Inca Cueva 7, situado en laQuebrada de Inca Cueva, en el borde oriental de la Puna jujea.Recurrentemente se ha planteado la importancia del papel de los diseos lanceolados en la Puna

    Argentina (Muscio 2001; Cardillo 2005; entre otros), teniendo Inca Cueva 7 un lugar destacado.Sin embargo, en la revisin que dio lugar a este trabajo, se plantea que las puntas de proyectilpredominantes en este sitio pueden diferenciarse del diseo lanceolado, constituyendo un grupodistinto cuyo diseo denominamos especficamente en mandorla -con bordes biconvexos ennorma frontal-, lo cual trae aparejadas una serie de consideraciones de inters sobre lavariabilidad macro-regional de las puntas de proyectil en el rea Circumpunea.Para ello, se analizan diferentes aspectos tecno-tipolgicos de un conjunto de puntas de proyectilde Inca Cueva 7, anlisis al que se incorporaron piezas de Camarones 14 (costa norte de Chile) -correspondiente a la morfologa que los colegas chilenos denominan bipuntas o doblepuntas-, definiendo y discutiendo la nocin de diseo en mandorla, confrontndolo a ladesignacin bipunta. Se aborda, adems, el anlisis de los indicadores de situaciones de

    reversinde pices por bases - y viceversa - en el marco de procesos de mantenimiento y comoparte de estrategias de extensin de la vida til de estas puntas y sus intermediarios. Tres de estosltimos, del mismo contexto de Inca Cueva 7, permitieron evaluar alternativas de maximizacinde estas piezas elaboradas sobre caas macizas procedentes de las Selvas de Montaa.La aproximacin metodolgica para el abordaje de las puntas de proyectil se basa en la propuestamorfolgico-descriptiva macroscpica de de Aschero (1975, 1983) y seutiliz el programa SSPS15.0 para la realizacin de la estadstica descriptiva e inferencial de los casos que componen lamuestra. Debe advertirse que slo se consideraron aquellas piezas con valores de largo, ancho yespesor confiable ya sea por constituir piezas enteras y/o por presentar fracturas mnimas quepermitan inferir el valor de la variable afectada.

    Los sitios arqueolgicosInca Cueva 7 (ICc7) fue excavado en la dcada del 70 y ampliada su excavacin en la dcada del90 (Aguerre et al. 1973 y 1975; Aschero y Yacobaccio 1998/99). Se localiza en la margenoriental del curso medio de la Quebrada de Inca Cueva, en el extremo suroeste del DepartamentoHumahuaca, Jujuy, Argentina (Figura 1). Es una oquedad natural de 3.20 m de boca por 3 m deprofundidad y 2.30 m de altura mxima -disminuyendo marcadamente hacia el interior dondealcanzaba una altura de 1 metro-, formada en las areniscas rojas de la Formacin Pirgua. Estaemplazada a 30 m sobre el nivel de base local y a 3860 m.s.n.m., con orientacin sur y con untalud de fuerte pendiente (Aguerre et al.1973).

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    Figura 1. Mapa con la ubicacin de las localidades arqueolgicas mencionadas en el texto

    A los fines de este trabajo interesan las capas 2 y 3. En la primera se recuper una importantevariedad de artefactos y ecofactos sobre una amplia variedad de materias primas, que constituanun depsito intencionalmente configurado con haces de gramneas (paja) y bloques de cuarcitastransportadas a la oquedad (Aguerre et al. 1973, Aguerre et al. 1975). La capa 3 representadiferentes episodios de ocupacin y cuenta con artefactos y ecofactos de diversa ndole. As, seidentific una lente de excremento de camlido interestratificado en la matriz. Esta lente superabalos lmites originales de la acumulacin de roca que contenan el depsito con paja y artefactos,hacia el frente de la cueva. Por encima y por debajo de la lente de guano (capas 3a y 3b,respectivamente) se registraron artefactos y ecofactos dando cuenta de ocupaciones previas a lacapa 2 (Aschero y Yacobaccio 1998/1999).Las dataciones han fechado la capa 2 en 408080 aos AP (Aguerre et al.1975) y la capa 3b en403080 aos AP (Aschero y Yacobaccio 1998/1999).El sitio Camarones 14 (Cam14) se localiza en la desembocadura del Valle de Camarones en elOcano Pacfico -I Regin, Chile- (Figura 1) y est constituido por ocupaciones a cielo abierto,con una estratigrafa relativamente compleja, con fogones, morteros y distribuciones de vestigiosconformando pisos de ocupacin y reas de acumulacin de desechos. En un sector del sitio seindividualiz un rea funeraria de donde provienen inhumaciones tempranas de la modalidadChinchorro. Las ocupaciones se dataron entre los 7500 y los 6500 aos AP (Niemeyer y

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    Schiappacasse 1977; Schiappacasse y Niemeyer 1984). El conjunto analizado corresponde acolecciones depositadas en el Museo Nacional de Historia Natural (Santiago de Chile) y lasobservaciones y mediciones fueron realizadas por C. Aschero en 1990, mediando el permiso de

    H. Niemeyer -Director del Museo- y la atenta orientacin de V. Schiappacasse en su laboratorio.

    Las muestras de puntas de proyectil consideradas

    La muestra de puntas de proyectil de ICc7 consiste de 22 piezas en mandorla. As, se incluyen18 piezas obtenidas en el ao 1972 (Aguerre et al.1973), 3 piezas en el ao 1993 (Aschero yYacobaccio 1998/1999) y 1 una pieza en el ao 2004 (Tabla 1). El conjunto completo de puntasde proyectil publicado en 1973 proviene de la capa 2. Con respecto a las del ao 1993, dos fueronrecuperadas en la capa 3b y la restante en la capa 2. Finalmente, la hallada en el ao 2004 fueencontrada en superficie en el talud inmediato a la cueva por C. Aschero. Se destaca que en estetrabajo se consideran slo los diseos en mandorla y los trasformados vinculados a los mismos,

    habiendo otros diseos -de presencia minoritaria- que no son considerados.

    UBICACIN TABLA 1

    En el caso de Cam14 se han analizado 11 puntas de proyectil correspondientes al diseo enmandorla. El conjunto ltico estudiado por C. Aschero provena de las excavaciones de 1977, delos cuadros G-L y del testigo intermedio, comprendiendo el total de los lotes N 13047, 13044 y13048 (Tabla 2).

    UBICACIN TABLA 2

    Consideraciones metodolgicas

    Clasificacin segn forma geomtrica del contorno

    Las piezas en consideracin fueron clasificadas originalmente por Aguerre et al. (1973) comopuntas de proyectil foliceas. Este era un trmino de uso relativamente extendido en los AndesCentro-Sur, que llega hasta hoy en da. El mismo era utilizado para aludir a morfologas quepodan asimilarse a formas de hojas vegetales o bien para hacer referencia a piezas con trabajobifacial o con trabajo cubriente en una sola de las caras (Brzillon 1983); conjugndose, amenudo, ambas posibilidades. Cabe destacar que bajo el trmino foliceo se incluyen diferentesmorfologas como, por ejemplo, hojas de laurel, hojas de sauce, lanceoladas o bipuntas (Cheynier

    1955; Demars y Laurent 1992).Precisamente, por esa extrema inclusin que admite la nocin de foliceo, es que se proponedejar de utilizarlo para designar la morfologa de puntas de proyectil. Otro punto a tener encuenta es que este trmino fue reutilizado como piezas foliceas para designar instrumentosbifaciales de espesor muy delgado, con lascados profundos y extendidos o parcialmenteextendidos; de filo normal, perimetral, con borde regular y/o irregular y arista sinuosa regular y/oirregular; siendo la seccin transversal biconvexa en norma sagital y lateral, pudiendo sersimtrica o asimtrica en norma frontal o sagital (Aschero y Hocsman 2004). De acuerdo a lodicho, en estas piezas el valor del cociente anchura sobre espesor (ndice anchura-espesor) esdiscriminante. Las piezas foliceas se distinguen de los bifaces cuando ese cociente es igual omayor que 5 (ibid.).

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    Precisamente, por esa extrema inclusin que admite la nocin de foliceo, es que se proponedejar de utilizarlo para designar la morfologa de puntas de proyectil A los efectos de evitarconfusiones, se propone limitar el concepto en cuestin al ltimo sentido propuesto y dar cuenta

    de la morfologa de las puntas de proyectil en funcin de las variables forma geomtrica delcontorno (Aschero 1983), involucrando la localizacin del ancho y espesor mximos sobre eleje longitudinal de la pieza. Utilizando estas variables resulta posible separar los diseoslanceolados de los en mandorla.Dado que esta morfologa en mandorla no fue descripta en el Ensayo para una clasificacinmorfolgica de artefactos lticos aplicada a estudios tipolgicos comparativos (Aschero 1975) nien el Apndice B (Aschero 1983), se presenta aqu una caracterizacin y se realiza, asimismo,una comparacin con la forma lanceolada, que s fue previamente definida (Aschero 1975).Los diseos de contorno en mandorla remiten a una figura geomtrica en forma de almendra,pero simtrica en norma frontal, determinada por dos semiarcos convergentes4. As, puedendescribirse en norma frontal como formas de extremo distal y proximal con puntas activas

    (ambas) o una activa (aguzada) y otra roma (embotada), en las que, siendo, ala anchura mximade la pieza; eel eje morfolgico y hael extremo basal, a se sita a 4/8 de e, siendo hamayor quea(Figura 2a). Esto es, el ancho mximo de la pieza se ubica en el centro. En norma lateral esto serepite y esta misma posicin de ase corresponde a la ubicacin del espesor mximo de la pieza.

    Figura 2. Forma geomtrica del contorno. a. Diseo en mandorla. b. Diseo lanceolado

    4Esta figura cobr especial sentido en los tmpanos de las catedrales romnicas para enmarcar la imagen central de laliturgia catlica.

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    Las mandorlas se corresponden con lo que Francois Bordes denomina bifaces naviformes, deaspecto fusiforme (en forma de huso). Este autor los describe de la siguiente forma (Bordes1961): Son alargados, puntiagudos en sus dos extremos, en forma de casco de navo

    (Traduccin de Luis Orquera) y distingue dos variedades: tpicos y talon, refiriendo este ltimoa un sector basal de pequeo tamao, que no culmina en punta. Brezilln (1983), realiza uncomentario pertinente en relacin con esta ltima variante de pieza naviforme, ya que seala quela misma difcilmente se encuadra en la definicin dada por Bordes, reseada algo ms arriba. Sibien esto es cierto, tambin lo es el hecho de que esta morfologa da cuenta de una opcin en lacual la forma se asemejara a la de un barco con la popa trunca.Ahora bien, siguiendo a Brezilln (1983), sobre datos de Bordes (1961), las piezas enmandorla se definen por poseer una altura de ensanchamiento menor a 1,75, dada por el cocienteentre L y a, dondeLes el largo y ala altura al ancho mximo desde el taln; una proporcin L/m,mayor a 1,5, donde mes el ancho mximo; lados convexos y sector basal puntiagudo, al que seagregan aqu bases convexas o rectas.

    Otras clasificaciones dan cuenta de este tipo de piezas, empleando distintas denominaciones. As,por ejemplo, Orquera y Piana (1986) las denominan como puntas biacuminadas dentro de laspiezas sin pednculo con limbo centro-expandido o limbo largo o muy largo. En ambos casos,refieren a artefactos de base acuminada con lados convexos.Klink y Aldenderfer (2005) remiten a una bipunta folicea que tiene una base puntiaguda msque convexa, con una configuracin del sector basal que implica una contraccin de los bordes(convergencia).Lavalle et al.(1995) sealan, por otra parte, que su caracterstica morfolgica distintiva es unabase de bordes convergentes (base puntiaguda) o ligeramente trunca. Estas autoras definen dosvariedades:- de bordes convexos.

    - bordes angulosos, con punto de inflexin. La forma general de estas puntas es, segn la formade la base, romboidal o pentagonal.Siguiendo los criterios de forma geomtrica del contorno, estas ltimas no se trataran de piezasen mandorla, siendo la primera variante el nico caso representativo. Dichas piezas fuerondefinidas como bipuntas en funcin de presentar el ancho mximo a del largo total. Podratratarse de piezas con importante mantenimiento del limbo y, por ende, tratarse de diseostransformados. Lo mismo se apreciara en los tipos 2A, 4D y 5A en Rick (1980). Los casos depiezas en mandorla seran los tipos 5B y 6B.Finalmente, Aschero (1983) define dos alternativas dentro de las piezas en mandorla, conclaras conexiones con las dos variantes propuestas por Bordes para los bifaces en el trabajo antescitado (Bordes op. cit.):

    - En mandorla o biconvexa con dos pices activos (bipunta).- En mandorla o biconvexa con un pice activo, en la cual se aprecia una diferencia entre dichopice activo y un sector basal de extremo redondeado o enromado.Cabe destacar que se propugna aqu no emplear el trmino bipunta, ya que esta nocin remite auna diversidad de morfologas, y no solamente a las biconvexas, por ejemplo, las piezasromboidales.En cuanto a los diseos lanceolados, implican formas de extremo distal romo o aguzado yextremo proximal (o basal) redondeado o convexilneo, en las que a se sita a 5/8 de e, siendo hamayor que a (Aschero 1975: 20) (Figura 2b), siendo dichas proporciones las que permitendiferenciar consistentemente a este tipo de diseos de los en mandorla.

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    Reversibilidad del diseo

    Las puntas de proyectil en general se ven sometidas a importantes procesos de extensin de su

    vida til mediante mantenimiento. Dentro de este se distingue entre reactivacin y re-trabajado -reworking (Knetch 1997) o rejuvenation (Towner y Warburton 1990)-. La primera implicaretocar un instrumento de forma tal de proveer un borde cortante fresco (afilado), aguzar un piceo punta o embotar una base; mientras que el segundo involucra renovar un instrumento roto odaado en un utensilio funcionalmente equivalente (Towner y Warburton 1990; Knetch 1997).Dentro del mantenimiento una posibilidad que se presenta aqu es contar con casos de giro de180 del espcimen, cambiando pices por bases y viceversa, asociado a la ocurrencia de re-trabajado, en funcin de la reparacin o reconstruccin del pice anterior en base y de la baseen un nuevo pice, en la punta de proyectil daada. Este proceso, denominado reversin,implica una inversin de la pieza y se concibe en funcin de las caractersticas morfolgicasparticulares de las puntas de proyectil en mandorla. Estos diseos son reversibles ya que, al

    presentarse el ancho mximo a la mitad del artefacto, es factible reconfigurar en forma sencilla yrpida pices y bases.Se debe tener presente que cuando una pieza cuenta con evidencias de reversin, la modificacindel limbo y/o pice se vincula con este hecho y no con el proceso de reactivacin de limbos. Esdecir, esta asociado necesariamente a una modificacin de la base. Desafortunadamente, nosiempre es posible discriminar el cambio (giro) de sector basal por limbo de reactivacionesposteriores de este ltimo. De esta forma, es preciso identificar una situacin de relativa sincronaen el cambio de la porcin proximal por distal y viceversa, entendiendo que esto ocurre durante lavida til de la pieza y en probable referencia a un nico usuario.La reactivacin alude a situaciones de mantenimiento de pices, limbos o bases. El caso ideal esobservar situaciones de mantenimiento de limbos en los que se aprecia la superposicin de

    distintos eventos de reactivacin, pero puede haber situaciones en donde se reactiva el pice y ellimbo y previamente o posteriormente se da una situacin de modificacin de la base. Comodistinguirlas de reversin? Para ello, es pertinente analizar las fracturas producidas por uso o porotras causas que implican la necesidad del giro de la pieza, lo que se ha visto sumamente til alabordar la muestra considerada. Debe agregarse, tambin, el anlisis de las series de lascados a lolargo de bordes completos que posibilitan establecer asociaciones de modificaciones mediandosincrona relativa en el tratamiento de bases y pices. Por ltimo, la presencia de dentado en lossectores basales es una evidencia indiscutible de reversin.Un punto a remarcar es que, en ciertos casos, es difcil establecer la ocurrencia de reactivacinpor la presencia de reversin posterior, que elimina toda evidencia del primer procesomencionado.

    Ahora bien, la existencia de diseos reversibles hace necesario vincular a los mismos con ladistincin entre diseos bsicos y transformados (Aschero 1988) y mantenidos (Martnez2003). Los primeros refieren a piezas que no han sufrido cambios en su morfologa pormantenimiento o re-trabajado de limbos o bases, mientras que los segundos s han pasado pormantenimiento intensivo o bien han sufrido algn tipo de dao, resultando en una transformacinsustancial de la morfologa original. A esto se suma la tercera categora, que define a las piezasque no se corresponden directamente con los tipos transformados ya que los atributos tcnicos ytipolgicos mantienen proporcionalmente sus diferencias dimensionales y formales. Este trminoresponde al hecho de que las modificaciones a un diseo bsico por mantenimiento no siempregenera una pieza tan diferenciada como para considerarla transformada (Martnez 2003). Enfuncin de lo expresado, los diseos reversibles y el proceso de reversin en si se enmarcaran

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    dentro de los diseos mantenidos, pese a los cambios radicales en la localizacin de pices ybases, ya que las piezas mantienen sus propiedades formales y dimensionales.

    Resultados obtenidos

    Anlisis tecno-tipolgico de las puntas de proyectil

    La muestra en estudio, como ya fue mencionado, est compuesta por 33 casos procedentes de lossitios ICc7 (22:33) y Cam14 (11:33), que presentan distinto estado de conservacin de susdiseos debido a porcentajes de fractura diferenciales (Figura 3). El registro de variablesdimensionales (largo, ancho y espesor) redujo la muestra a 27 casos, dado que por la presencia defracturas la variable Largo no pudo ser registrada con alto grado de confiabilidad en todos loscasos. De esta manera, la muestra se redujo a 27 casos de los sitios ICc7 y Cam14,respectivamente. No obstante, tomados en conjunto, las piezas completas o con fracturas

    irrelevantes representan el 81,82%, por lo que la incidencia de la presencia de fracturas sobre laconformacin de los datos es baja.

    Figura 3. Composicin de la muestra de piezas en mandorla en funcin de su procedencia y estado de conservacin

    Las puntas de proyectil analizadas corresponden, con excepcin de un caso, a diseos enmandorla, por presentar dos semiarcos convergentes en norma frontal, con el ancho mximo

    situado en el centro de la pieza. La excepcin es una pieza lanceolada normal, procedente deICc7, que, en realidad, es el resultado de procesos de re-trabajado por presencia de una fracturaen el sector basal -N 11/7- (Figura 4).

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    Figura 4. Puntas de proyectil en mandorla de Inca Cueva 7

    Cabe destacar que ha sido posible definir la forma geomtrica del contorno de los puntas deproyectil no slo en las piezas fracturadas, sino tambin en los casos que sufrieron reciclaje, ennmero de cinco, debido a que en cuatro de los mismos el trabajo es no invasivo y afectmnimamente la morfologa de las puntas de proyectil -piezas N 1, 24, 15 y 28- (Figura 4) y, enel caso restante, pese a sufrir el limbo una intensa modificacin, se conserv la morfologa de laporcin proximal incluyendo la parte media de la pieza -pieza N 20- (Figura 4).

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    Al considerar las variantes de morfologas en mandorla propuestas por Aschero (1983), resultaque en ICc7 se registran 21 casos con un pice activo; en tanto que el caso restante es nodiferenciado por presentar reciclaje del sector basal. Por su parte, Cam14 presenta un caso con

    una forma de extremo distal y proximal con puntas activas y cuatro casos con un pice activo (verfotografas de las piezas en Niemeyer y Schiappacasse 1977, Lmina 4 y Schiappacasse yNiemeyer 1984: 53, Figura 25). Las otras seis piezas que componen el conjunto analizado de estesitio son no diferenciadas, por no contar con informacin escrita o grfica que permitadiscriminarlas. En funcin de esto, es posible que el nmero de puntas de proyectil enmandorla con dos pices activos sea mayor, y que esto represente, de ser as, una diferenciaentre las piezas de los dos sitios considerados.Ahora bien, los anlisis realizados permitieron identificar diseos bsicos, mantenidos ytransformados, con la particularidad que los mantenidos son por reactivacin y/o reversin(Figura 5). Es notable la baja proporcin de diseos bsicos en ICc7 (4,55%) y la intensamodificacin de las piezas, visto esto en funcin de los diseos mantenidos (86,36%) y

    transformados (9,10%). Se destaca que los datos expuestos son consistentes con la intensautilizacin de las diversas tecno-facturas que componen el conjunto artefactual de ICc7 (Aguerreet al.1973; Aschero 2010).

    Figura 5. Composicin de la muestra en funcin del tipo de diseo y del sitio de procedencia

    Es pertinente realizar una serie de observaciones en relacin con los transformados. As, la pieza93/11-7, de tipo lanceolado, presenta una serie de retoques en la porcin basal que tuvieron porobjeto reducir una fractura perpendicular al eje morfolgico, lo cual queda claramenteevidenciado por el hecho de que la pieza presenta sustancia adherida cubriendo todo el limbo yque la misma fue recortada por los lascados que llevaron a la re-configuracin de la pieza. Por suparte, la pieza N 20 presenta una modificacin intensiva del limbo (Figura 4). Si bien podracaratularse como una punta de proyectil con pednculo esbozado y limbo triangular corto, laimposibilidad de una penetracin adecuada por contar con un limbo sumamente estrecho, llevaraa considerar que este artefacto en este punto extremo fue reciclado involucrando dos cortantes defilo retocado convergentes con pice activo y que habran sido usados enmangados. La pieza

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    estaba enastilada al momento del mantenimiento, debido a que se observa un lmite fsicoimpuesto por el enmangue.La situacin es distinta en Cam14, ya que la proporcin de diseos bsicos es mayor (27,30%) y

    que, si bien los diseos mantenidos tambin aqu son mayoritarios (72,70%), no hay piezastransformadas (Figura 5).La reactivacin, como es esperable, afecta mayoritariamente los limbos. Es claramentediscernible ya que las piezas presentan patrn de lascado escamoso irregular o escalonado(Aschero 1983), que se asocian a asimetra de los bordes del limbo y de los pices en normafrontal y a presencia de puntos de inflexin entre los limbos y los sectores basales -por ejemplo,piezas N 7, 18,16 y 19- (Figura 4). En dos casos, piezas N 5+33 y 4, la reactivacin se limita alpice y porcin distal del limbo.Se destaca que los diseos bsicos se caracterizan por presentar dentado en los bordes del limbo.Esto ocurre tambin en los diseos reactivados, con la salvedad de que, a medida que es mayor elmantenimiento, la conservacin del dentado es menos frecuente.

    Volviendo al patrn de los lascados entre el limbo y el sector basal, hay diferencias en relacincon el nmero de series y el tipo dentro de la serie de los escamosos, tendiendo a tener mayornmero y ser irregulares a escamosos en el primero y menor cantidad y regulares a irregulares enel segundo. Esta situacin cambia en algunos casos de reversin, ya que se observa unacontinuidad en el patrn escamoso escalonado entre el limbo y el sector basal, siendo evidenteque, ante el cambio de pice por base y viceversa, la pieza fue desenastilada y la reversinimplic la modificacin de un borde completo o de los dos bordes. En otros casos, la reversinafect exclusivamente el pice y porcin distal del limbo y la base y proximal del sector basal.Una de las razones principales para revertir una pieza es la ocurrencia de fracturas, sea en piceso bases. Un caso esta representado en la pieza N 11 (Figura 4), que presenta, pese a poseer unapequea fractura que afecta parte de la base, una serie de lascados en la misma que son muy

    abruptos y que solo se entienden si se realizaron para rebajar una fractura. De esta forma, dichabase fue previamente parte de un limbo cuyo pice sufri una rotura y resulto convenientereconfigurar la fractura en base. Esto estara corroborado en esta pieza por la presencia de patrnescamoso escalonado, tpico del mantenimiento, en el sector basal hasta la base. Otros ejemplosde esto son las piezas N 31, que presenta en su base una fractura que fue rebajada parcialmente,aunque qued un remanente importante y la N 29, que posee una fractura en el borde derecho delsector basal que fue modificada para elaborar la base (Figura 4).Otro elemento que permite sostener la ocurrencia de reversin es la presencia de dentado en elsector basal, como un remanente del antiguo limbo. Se cuenta con dos casos, la pieza N 21 quecomprende ambos bordes del sector basal y la N 1, que en el borde izquierdo posee una porcindel mismo dentada.

    Se ha podido determinar reversin gracias a un tercer elemento, no vinculado con la confeccinde las piezas mismas sino con el uso del sistema de arma debido a la excelente conservacin demateriales orgnicos en ICc7. Se trata de la observacin a simple vista de dos sustancias querecubren las piezas. Una se encuentra en los limbos, su color es 10 YR 4/2; es opaca y apareceuniformemente distribuda. Se desconocen la naturaleza y/o funcin de la misma, si es que tuvoalguna. La otra se presenta en los sectores basales, es una sustancia de color 10 YR 2/2, brillante.Est irregularmente distribuda, en forma aglutinada. Tiene la apariencia de un adhesivo y muyposiblemente lo sea5. Se destaca que en ciertos casos se aprecia la superposicin del adhesivo porsobre la otra sustancia, constituyendo, por ende, casos de reversin. Un ejemplo interesante es la

    5Estudios composicionales en realizacin por la Dra. M. P. Babot (CONICET-UNT).

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    pieza N 28. En la misma, pese a tratarse de un fragmento de punta de proyectil reciclado quecomprende bsicamente el sector basal, se observan evidencias morfolgicas claras de cambio depice por base. A esto se suma el hecho que el fragmento esta cubierto por las dos sustancias

    mencionadas, donde la ms gruesa se encuentra por encima de la fina. De esta forma, dichasuperposicin estara indicando que la base fue previamente limbo.Las piezas analizadas (27:33) fueron manufacturadas con distintas materias primas como basalto,cuarcita y slice, presentando los tipos de diseo mencionados anteriormente (Figura 6). Esinteresante observar que no existe relacin estadsticamente significativa entre el tipo de diseo yla materia prima empleada, ya que no se puede rechazar la hiptesis nula del chi cuadrado alnivel de 0.05 de significancia (x= 5.300, gl= 6, p=0.506).

    Figura 6. Composicin de la muestra en funcin del tipo de diseo y la materia prima por sitio

    La estadstica descriptiva de las variables dimensionales (Largo, Ancho y Espesor) se presenta enla Tabla 3.

    Tabla 3. Estadsticos descriptivos

    N Mnimo Mximo Media Desv. tp. Asimetra CurtosisMedidaEstads Estads Estads Estads Estads Estads Error tpico Estads Error tpico

    Largo 27 25.50 52.00 38.2593 8.01231 0.098 0.448 -1.195 0.872Ancho 27 11.40 16.60 14.3037 1.26840 -0.032 0.448 0.329 0.872

    Espesor 27 6.00 9.60 7.2481 1.00589 1.145 0.448 0.543 0.872

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    El coeficiente de variacin (CV) es una medida de dispersin relativa que representa el nmerode veces que la desviacin tpica contiene a la media aritmtica y por lo tanto cuanto mayor esCV mayor es la dispersin y menor la representatividad de la media (Tabla 4).

    Tabla 4. Comportamiento de las variables Largo, Ancho y Espesor

    Variable CV %CVLargo 0.21 20.9%Ancho 0.09 8.8%Espesor 0.14 13.8%

    De la estadstica descriptiva se observa que la variable Largo es la que presenta mayor dispersinen la muestra con respecto al Ancho y el Espesor. El valor de asimetra cercano a cero indica quela variable Largo tiene una distribucin simtrica, mientras que el Ancho es asimtrico a laizquierda significando que la acumulacin de valores es inferior a la media y en el caso del

    espesor es asimtrico a la derecha lo que significa acumulacin de datos superiores a la media.Por su parte, los valores de curtosis tambin dan cuenta de diferencias entre las variables,destacndose el Largo sobre el resto. Al respecto, los valores positivos indican una distribucinalargada (leptocurtosis), los negativos aplanada (platicurtosis) y los valores cercanos a cero dancuenta de una distribucin normal. Es de aceptacin general que valores de asimetra iguales a 0,5 y de curtosis 1,5 pueden ser considerados como distribuciones normales. Esto significa quela variable espesor est fuera de esos rangos para la asimetra debindose al comportamiento delos casos de Cam14 N 13005 y 13000. En la Figura 7 se grafican los valores registrados para lasvariables Largo, Ancho y Espesor, identificndose los casos que se comportan como extremos.

    Figura 7. Diagrama de caja que muestra la dispersin del Largo, Ancho y Espesor

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    Se observa que hay variacin entre las variables dimensionales (Largo, Ancho y Espesor) enfuncin del tipo de diseo registrado. Para ello, se transforman las variables a logaritmo a los

    efectos de visualizar el grfico (Figura 8). Se observa que la variable Largo disminuye a medidaque se mantiene o transforma el diseo bsico. Por su parte, el ancho en los diseos conmantenimiento por reversin presenta tres casos con valores extremos (N 1; 93/11-2 y 97/11-8)que proceden de ICc7. Es visible que el Largo disminuye notablemente a medida que avanza elmantenimiento y la transformacin; a diferencia del Ancho y del Espesor, que tambin venreducidas sus dimensiones, aunque en mucha menor medida. Esto esta claramente vinculado a lascaractersticas de las mandorlas, en el cual la variable que se reduce a medida que avanza lahistoria de vida de la pieza es el Largo, en tanto que el Ancho y el Espesor prcticamente nosufren modificacin por estar el ancho y el espesor mximo en o prximo a la parte media delartefacto.

    Figura 8. Diagrama de caja que muestra la dispersin de Largo, Ancho y Espesor con datos transformados alogaritmo

    Las diferencias en el largo de los diseos conllevan a que sea apropiado en este caso aplicar losndices de Reavivamiento y de Robustez empleados por Cardillo (2004), quien los toma de Iriarte(1995) y Scheinsohn (1997), respectivamente. Estos ndices son tiles para detectar cambiosalomtricos en el diseo vinculados con procesos de mantenimiento.El ndice de Reavivamiento (Espesor/Largo) mide la variacin del espesor con respecto al largo.Se fundamenta en que el espesor mximo es poco sensible a la reactivacin por ubicarsemayormente prximo al centro de la pieza. Por lo tanto, se espera que la correlacin entre el

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    ndice de Reavivamiento y el Largo sea baja o negativa. El ndice da cuenta de cmo las piezasson proporcionalmente ms espesas a medida que disminuyen el largo (cuanto mayor valoralcance el ndice).

    Por su parte, en el ndice de Robustez [(Ancho x Espesor)/Largo], los valores mayores indicarnformas proporcionalmente ms robustas. Tambin se espera que esto ocurra si las actividades demantenimiento en la reactivacin de limbos y pices redujeron el ancho y el largo de formaproporcional.En la Tabla 5 se presenta el resultado del r de Pearson para estimar la correlacin entre lasvariables Largo, Ancho, Espesor, ndice de Reavivamiento e ndice de Robustez.

    Tabla 5. Anlisis de correlacin (r de Pearson)

    Largo Ancho Espesor ndice deReavivamiento

    ndice deRobustez

    Correlacin de Pearson 1 0.545(**) 0.701(**) -0.790(**) -0.498(**)

    Sig. (bilateral) - 0.003 0.000 0.000 0.008

    Largo

    N 27 27 27 27 27

    Correlacin de Pearson 0.545(**) 1 0.364 -0.386(*) 0.178

    Sig. (bilateral) 0.003 - 0.062 0.047 0.375

    Ancho

    N 27 27 27 27 27

    Correlacin de Pearson 0.701(**) 0.364 1 -0.139 0.108

    Sig. (bilateral) 0.000 0.062 - 0.489 0.591

    Espesor

    N 27 27 27 27 27

    Correlacin de Pearson -0.790(**) -0.386(*) -0.139 1 0.833(**)Sig. (bilateral) 0.000 0.047 0.489 - 0.000

    ndice deReavivamien

    N 27 27 27 27 27

    Correlacin de Pearson -0.498(**) 0.178 0.108 0.833(**) 1

    Sig. (bilateral) 0.008 0.375 0.591 0.000 -

    ndice deRobustez

    N 27 27 27 27 27** La correlacin es significativa al nivel 0,01 (bilateral).* La correlacin es significante al nivel 0,05 (bilateral).

    Los resultados sealan: (a) Una correlacin significativa de magnitud alta y negativa del Largoversus el ndice de Reavivamiento. Adems, la fuerza de correlacin entre variables (r) es

    media-alta con valor de 0.624. Los valores indican procesos de mantenimiento en la muestra conreduccin del largo de la pieza. (b) Correlacin significativa de magnitud media y negativa delAncho versusel ndice de Reavivamiento; sin embargo, la fuerza de correlacin entre variableses baja (r = 0.148). Los valores dan cuenta de una tendencia no muy significativa a modificar losanchos de las piezas en el proceso de mantenimiento. (c) Correlacin no significativa entre elEspesor y el ndice de Reavivamiento. El resultado indica que no hay modificacin de losespesores en el proceso de mantenimiento. (d) Correlacin significativa de magnitud muy alta ypositiva de los ndices de Reavivamiento versusRobustez, siendo la fuerza de la correlacin alta(r = 0.693). De esto se desprende que el proceso de mantenimiento y reduccin de la masa de laspiezas tiende a generar piezas ms robustas. (e) En cuanto al Largo versusel ndice de Robustez,se registra una correlacin significativa de magnitud media y negativa, siendo la fuerza de la

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    correlacin baja (r = 0.248), mientras que no es significativa para las variables Ancho y Espesor.El resultado denota que nicamente la reduccin del Largo de la pieza est aportando a lageneracin de piezas ms robustas.

    Se hace notar que la dispersin de valores del ndice de Reavivamiento de los diseos mantenidospor reactivacin se solapan con los bsicos y los de reversin (Figura 9). Si se desglosa lamuestra en funcin de su procedencia se ve que ese comportamiento es exclusivo de ICc7 (6:20).De hecho, en este sitio se observan valores de ndices de mantenimiento por reactivacininferiores y/o iguales a los diseos bsicos. Esta situacin no se observa en Cam14 donde losdiseos mantenidos presentan siempre ndices mayores a los diseos bsicos. Desgraciadamente,los diseos bsicos que componen la muestra son muy pocos para generar valores referencialesconfiables. De todos modos, es posible dar cuenta de una tendencia donde los valores del ndicede Reavivamiento de los diseos mantenidos por reactivacin son menores a aquellos mantenidospor reversin. Es muy probable que lo que esta pasando en ICc7 es que, en realidad, este diseotiene un rango de variacin en largo y que la pieza en cuestin es el limite inferior. Esto implica

    que los diseos bsicos en su extremo superior son ms grandes que el mayor largo dentro de losdiseos mantenidos por reactivacin. As, en ICc7 ingresaron piezas que tenan toda una historiade vida previa, y que estaban extensamente modificadas en largo. Lo importante es que las piezasmantenidas por reactivacin mas largas dan una idea de los tamaos originales ausentes.

    Figura 9. Histograma donde se compara el ndice de Reavivamiento entre Inca Cueva 7 y Camarones 14

    Caso similar se observa en el caso de la robustez (Figura 10). Tambin en ICc7 es donde losndices de los diseos mantenidos por reactivacin y reversin son mayormente iguales o

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    menores al diseo bsico, con las mismas limitaciones que presenta este por tratarse de un solocaso. Sin embargo, en Cam14 se observa que los ndices de los diseos mantenidos son mayoresque el diseo bsico.

    Figura 10. Histograma donde se compara el ndice de Robustez entre Inca Cueva 7 y Camarones 14

    El grfico de la Figura 11 muestra que la correlacin negativa entre las variables Largo e ndicede Reavivamiento tiene una fuerza alta (r de pearson = 0,794). Sin embargo, los ejemplares deICc7 no cumplen la expectativa esperada, es decir, que los ndices de rejuvenecimiento marcanuna proyeccin de diseo bsico - mantenido - revertido, ya que los casos identificados en elgrfico y clasificados como diseos mantenidos por reactivacin presentan valores menores aldiseo bsico. Como ya se mencion, esto se debera a la ausencia en el sitio de piezascorrespondientes a diseos bsicos de mayor tamao. La tendencia indica que la relacin si secumple para el caso de los diseos por reversin ya que los valores de sus largos son menores albsico mientras que los ndices de Reavivamiento son mayores al mismo.

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    Figura 11. Correlacin entre las variables Largo e ndice de Reavivamiento por tipo de diseo para Inca Cueva 7

    Sobre la base de lo observado en ICc7 es factible sostener que los diseos bsicos en mandorlapresentaban un rango de tamao en Largo, como es esperable en cualquier clase de diseo depunta de proyectil. A partir de esto se considera como Largo para discriminar la muestra el valormedio dado por el nico diseo bsico (Pieza N 15) y el ejemplar de mximo Largo con registrode mantenimiento por reactivacin (Pieza N 4). Por lo tanto, se divide la muestra tomando comoreferencia un largo de 41.90 mm y no se considera el diseo bsico por lo que la muestra sereduce a 19 casos (sobre 20). Se aplica la prueba de x para ver si existen diferencias en el largode las piezas en funcin del tipo de mantenimiento o transformacin de las mismas, se obtiene

    que se rechaza la hiptesis nula del test sosteniendo que existe diferencias en el largo en funcindel mantenimiento/transformacin de las piezas(x = 6.107, gl 2, p = 0.05) (Tablas 6 y 7).

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    Tabla 6. Resumen del procesamiento de los casos

    Casos

    Vlidos Perdidos TotalN Porcentaje N Porcentaje N Porcentaje

    Segmentacin muestra enlargo 41.9 cm * 19 100.0% 0 .0% 19 100.0%

    Tabla 7. Pruebas de chi-cuadrado

    Valor glSig. asinttica

    (bilateral)Chi-cuadrado de Pearson 6.107(a) 2 0.047

    Razn de verosimilitudes 7.013 2 0.030Asociacin lineal por lineal 4.531 1 0.033

    N de casos vlidos 19

    a 4 casillas (66.7%) tienen una frecuencia esperada inferior a 5. La frecuencia mnima esperada es .32.

    Intermediarios de astil, topes de tiento y sectores basales de las piezas lticas

    En ICc7 se recuperaron tres intermediarios para puntas de proyectil confeccionados sobrecaa maciza (Chusquea lorentziana). El primero, una pieza completa -no decorada- proviene dela excavacin de 1972; el segundo, tambin recuperado en dicha excavacin, consiste en unintermediario decorado que presenta una fractura longitudinal; el tercero proviene de unarecoleccin realizada en 2004 de materiales dispersos en el talud, en inmediata proximidad a la

    boca de la cueva (Figura 12).

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    Figura 12. A. Intermediario completo en caa maciza. 1: Restos de pegamento en el exterior e interior de la cavidadde encastre. 2: Ranura de la cavidad de encastre. 3: Atadura con hilo de tendn. 4: Incisin longitudinal para guiar lafractura. 5: Sector basal rebajado y machacado. B. Fragmento longitudinal de intermediario con fractura guiada. 1:

    Zona rebajada del nudo de la caa maciza. 2: Trazos de pintura negra. 3: Trazos de pintura roja.

    La pieza completa evidencia en su zona proximal un nudo original de la caa que fueoportunamente rebajado. Tiene una longitud de 89 mm y un dimetro mximo de 13,00 mm(Figura 12a). El extremo distal ha sido ahuecado produciendo una cavidad de 9,00 mm dedimetro y de 13,00 mm de profundidad, con escotaduras opuestas, que continan en los lateralesde la caa como dos ranuras incisas trazadas en puntos extremos del dimetro de la pieza. En laparte externa de la concavidad uno de los bordes presenta restos de adhesivo o una sustanciaagregada de color pardo oscuro. Entre el inicio de las ranuras y el final de la escotadura hay unaatadura (embarrilado) con cinco pasadas de hilo de tendn, firmemente ajustado. Algunas de laspuntas en mandorla recuperadas en el sitio calzan perfectamente en la cavidad y la presencia de

    ese adhesivo en el borde distal del intermediario coincide con la presencia mayoritaria deladhesivo en el sector medial-distal de las puntas de proyectil.La segunda pieza presenta una fractura longitudinal en toda su extensin (Figura 12b). Espertinente reproducir aqu lo observado por Martnez (1997: 79) respecto a este fragmento: Estfracturado longitudinalmente y se observa que la cara interna tiene sectores alisados y brillosos,como si hubiera estado en contacto con el fragmento faltante. Estas superficies podran haber sidopulidas por el rozamiento de una cara con la otra mitad del intermediario. La cara externa en unextremo (probablemente proximal) est rebajada o aguzada, pudiendo ser el rea de insercin delintermediario en algn tipo de enchufe tipo hembra. En cuanto a sus dimensiones, tiene

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    105,30 mm de largo -fracturado-, 10,67 mm de dimetro promedio y 9,96 mm de dimetro en lazona de insercin (Martnez 1997).La tercera y ltima pieza es un fragmento distal con una doble fractura, longitudinal y transversal,

    en el que an se observa la cavidad de sujecin de la punta ltica.En este marco, se resaltan los resultados alcanzados por Aschero y Martnez (2003) mediante larealizacin de un test experimental donde se replicaron los diseos en mandorla y losintermediarios de ICc7 y se evalu el funcionamiento del sistema de arma (propulsor) mediantela realizacin de una serie de lanzamientos y de los efectos de los impactos sobre las distintaspartes del sistema. As, destaca la tendencia de los intermediarios a fracturarse longitudinalmente,siguiendo el sentido de la acanaladura de insercin de las puntas de proyectil. Resultadoscoincidentes fueron obtenidos por M. Newcomer, al replicar diseos en mandorla del sitioperuano de Telarmachay -con la salvedad de que experiment con arco-, como puede apreciarseen la Lamina 14 de Lavalle et al.(1995: 177).Entonces, la ranura longitudinal observada en las piezas arqueolgicas deba operar como una

    marca-gua en el caso de un impacto fuerte que generara la fractura del intermediario desde labase de la punta. La ranura direccionara la fractura produciendo dos partes simtricas quepodran re-utilizarse unindolas mediante una nueva atadura en la parte mesial o meso-proximal.Precisamente, los dos fragmentos de intermediario presentan un plano de fractura longitudinalque coincidira con la disposicin de las ranuras formatizadas. Este sistema de guiar fracturasprevisibles implica una maximizacin en el uso de los intermediarios y una notable economa deesfuerzos en el mantenimiento de los mismos (ver discusin en Aschero y Martnez 2003). Laincisin longitudinal de este, en el caso del hundimiento de la punta y la rajadura de la caa,actuara como una fisura gua de la rajadura, orientndola y haciendo que el intermediario separta en partes iguales. En estos casos una atadura suplementaria en su sector proximal bastarapara ponerlo en uso nuevamente. Estas caractersticas del intermediario se las puede ver

    directamente en relacin con la reversin de los diseos de puntas en mandorla.De la observacin de la presencia de ataduras independientes en algunas de las puntas deproyectil recuperadas (tres o ms pasadas de hilo de tendn o de tiento delgado), ubicadas haciael centro de la pieza, se infiere que la porcin basal de la punta era insertada en la cavidad delintermediario a presin y que esta atadura central haca de tope en el borde distal delintermediario, amortiguando tambin el retroceso de la punta en caso de impactos fuertes. Eladhesivo era colocado antes de insertar la punta en el intermediario y cubra todo el sector basal.El sistema involucra tambin una atadura de tiento en el centro de la pieza que sirve comoatadura-tope para suplementar el espesor/ancho de la punta de proyectil en el extremo delintermediario, evitando su movimiento y/o para mitigar o evitar el hundimiento de la punta en elintermediario. Tres piezas poseen este dispositivo. As, la pieza N 19 presenta una atadura de

    tiento que coincide con el cuello del sector basal. Por su parte, las piezas N 17 y 18, adems delhilo de vena, presentan un refuerzo de tiento, posiblemente asociado a un cambio deintermediario (Figura 4).En estas puntas de proyectil el cuello del sector basal se define por un tiento in situ, que coincidecon las evidencias morfolgicas que permiten discriminar el limbo del rea de enastilado.Asimismo, en otras piezas, en el lugar donde estn las ataduras, se aprecia una lnea de sustanciaadherida de color pardo amarillento, que coinciden con el inicio de los bordes del sector basal.Casos de esto son las piezas N 4 y 21. Por otra parte, hay un ejemplar (N 20) donde el lmite seestablece a partir de la observacin del lmite de la distribucin del adhesivo en el sector basalLas puntas de proyectil en mandorla de ICc7 presentan distintas formas de preparacin de lossectores basales, sean bordes y/o bases, con adecuaciones de forma o espesor para posibilitar el

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    enastilado. La mayora presentan un estrechamiento mnimo en ambos bordes que permitendiscriminar al limbo del sector basal. As, aunque los bordes son convexos en toda su extensin,se diferencian por su grado de convexidad, con bordes de limbo ms convexos y bordes de sector

    basal menos convexos. Dicha inflexin es el resultado tanto de la realizacin premeditada deseries de lascados, que pueden ser alternos o no, como del accionar de la atadura que ejerce unaaccin de compresin del tiento sobre los bordes, pudiendo presentarse una u otra situacin o unacombinacin de ambas. De esta forma, se registra una clara distincin entre el limbo y el sectorbasal en norma frontal y lateral. En la primera, se observa un ligero estrechamiento, mientras queen la segunda, dicho estrechamiento se ve correspondido con un cambio en la orientacin de laarista en ambos bordes.A su vez, las bases o las porciones proximales de los bordes en algunas de las piezas presentanuno o ms lascados que actan rebajando el espesor en el centro de una de las caras, posibilitandouna adecuada insercin en el intermediario. En norma lateral estas acciones resultan en un bisellevemente asimtrico en la porcin del sector basal afectado por este procedimiento y en un punto

    de quiebre con cambio de ngulo a aproximadamente la mitad del mismo en la porcin noafectada.

    Consideraciones finalesLa informacin de las puntas de proyectil es coincidente con los datos del resto de las tecno-facturas de ICc7, respecto del uso intensivo al que ha sido sometido el conjunto de objetos(Aguerre et al. 1973; Aschero y Yacobaccio 1998/1999; Aschero 2010). Las evidencias tecno-tipolgicas de las puntas de proyectil en mandorla son contundentes en este sentido, poseenhistorias de vida largas y complejas, lo que se ve reforzado al considerar las sustancias adheridas,ataduras y refuerzos de tiento.Las piezas de ICc7, ms all de las similitudes de diseo con las de Cam14, se diferencian de

    estas ltimas en las formas de prolongacin de la vida til, ya que no hay reversin en el sitiochileno analizado. Las razones de esto pueden ser, y son, seguramente mltiples. Por ejemplo,configuraciones distintas de los sistemas de armas (formas de enastilado) que hacen proclive aldiseo ser mantenido por reversin o no, presas diferentes que llevan a condiciones de capturadistintas (terrestres versusmarinas) con tasas de fractura diferenciales, etc.Dichas diferencias en las maneras de mantener las puntas de proyectil son interesantes de abordarya que reflejan formas distintas de hacer las cosas en las cuales no hay restricciones de ndoletcnico para su no ocurrencia. Se parte de la base de que en todo grupo social hay ciertas formasadecuadas o correctas de hacer las cosas, las cuales se encuentran mediadas socialmente(Lemonnier 1993). La presencia o no de reversin en los contextos abordados se consideravinculado con esto, aunque es necesario profundizar en el estudio de los procesos de

    mantenimiento en sitios sincrnicos procedentes de distintas reas de la porcin meridional de losAndes Centro-Sur para poder realizar mayores aseveraciones.Un aspecto que debe ser destacado es que en el conjunto de puntas de proyectil de ICc7 no haypiezas lanceoladas como diseos bsicos. Esto es significativo ya que recurrentemente se hatomado a este sitio como punto de referencia para dar cuenta de las tecnologas de proyectil defines del Holoceno Medio-inicios del Holoceno Tardo de la Puna Norte Argentina. En realidad,el componente lanceolado en ICc7 es prcticamente inexistente, limitndose a un solo caso que esel resultado de la transformacin a partir de una pieza en mandorla. Esto lleva a discutir la ideade la importancia de los diseos lanceolados en la Puna jujea, lo que se ve corroborado alconsiderar informacin disponible de otros sitios del rea.

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    As, con respecto a la distribucin espacial de este diseo de punta de proyectil, destaca surecurrencia en sitios de la Puna Norte Argentina con fechas entre aproximadamente 4500 y 2500aos AP (Figura 1). Las descripciones morfolgicas de forma geomtrica del contorno realizadas

    por distintos investigadores y la observacin de piezas a partir de fotos y grficos publicados,posibilita obtener un panorama general en este sentido. De esta forma, se ha identificado aldiseo en mandorla en distintos sitios del rea de El Aguilar, inmediata a la Quebrada de IncaCueva, a saber: Tomayoc -425050 AP- (Lavalle et al.1997), Potrero de Caballo Muerto -pre359090 AP y 341070 AP- (Fernndez 1996), Pea Aujero -345050 AP- (Fernndez Distel etal.1981), Cueva de El Portillo -3830185 AP y 3000160 AP- (Fernndez 1997; trabajos de S.Hocsman en curso) y Cueva de Cristbal -2860160 AP, 2630140 AP, 2600120 AP y2530100 AP (Fernndez 1988/89; Hocsman et al.2010). Diseos de este tipo se han recuperadotambin en sectores al Oeste de Inca Cueva y El Aguilar: Morro Blanco/El Pasaje (Guayatayoc)(Fernndez 1968; Fernndez Distel 2007) -399575 AP- (Fernndez 1988/89), Alero Unquillar(Susques) -353070 AP, 3510110 AP y 305060 AP (Yacobaccio et al.2000), Alero Cado 1

    (Coranzul) -320070 AP, 293070 AP y 267050 AP (Aschero 2010) y Cueva QII deQuichagua -sin fechado- (Fernndez Distel 1983). Se hace notar que este diseo en la mayorparte de estos sitios se encuentra asociado a una serie de puntas de proyectil apedunculadas ypedunculadas, en un contexto de fuerte variabilidad tipolgica, de la cual no hay un panoramamuy preciso. Al respecto, se ha denotado la alta selectividad que muestra el conjunto de tecno-facturas recuperado en ICc7 (Aschero 2010). Esto se ve replicado al considerar el diseo enmandorla, ya que es evidente que el mismo ha estado sujeto a tal seleccin frente a otros diseosposibles -caso de un ejemplar pedunculado tipo Punta del Diablo sensu Fernndez (1971)recuperado en ICc7 o de otros diseos que, sin estar presentes, se han encontrado en sitiosrelativamente cercanos de El Aguilar como, por ejemplo, el diseo pedunculado Morro Blanco(Fernndez 1983/84)-. Por ende, es pertinente explorar esta variabilidad, poniendo en

    consideracin variables de todo tipo: econmicas, funcionales, sociales, etc.Por otra parte, se destaca que se requiere precisar la cronologa de este diseo, ya que las fechasdisponibles en ciertos casos son problemticas y en general fueron realizadas hace ms de 20aos en diferentes laboratorios, bajo diferentes mtodos y empleando distintos materiales. Msall de todo esto, al considerar los contextos de recuperacin, destaca que estas puntas deproyectil acompaaron el proceso de cambio a la produccin de alimentos en la Puna jujea,siendo ubicuas en componentes cazadores-recolectores, cazadores-recolectores transicionales yagro-pastoriles tempranos.Ahora bien, al extender el rea a la Puna y circumpuna chilena, los diseos en mandorla estnpresentes aunque en muy baja proporcin, siendo claramente dominante el patrn lanceolado. Tales el caso de los sitios Tuln 52 -458090 AP a 386060 AP- (Nez 1981; Nez et al.2006) y

    Puripica 1 -481570 AP a 405095 AP- (Nez 1981; Nez et al.2006) en el Salar de AtacamaAl pasar a la Puna Sur Argentina, ms especficamente a la Puna de Catamarca, es significativoque este diseo est virtualmente ausente en las reas de Chaschuil (Ratto 2006) y Antofalla(Moreno 2010), mientras que en Antofagasta de la Sierra comprende una sola pieza sobre mas de100 puntas de proyectil (Hocsman 2006, 2010). En estas reas se registra una importantevariedad de diseos pedunculados y apedunculados, destacando dentro de estos ltimos loslanceolados.Entonces, la alta recurrencia de las piezas en mandorla en la zona de Inca Cueva/El Aguilar yen Coranzul y Susques, entre otras localidades, y su ausencia en la Puna catamarquea, sugiereque este diseo en particular -en sus tipos bsicos, mantenidos y transformados- puede serconsiderado un tipo diacrtico en las interacciones sociales que ocurren en la Puna y circumpuna

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    argentina. Por otra parte, su presencia en reas vecinas como el Salar de Atacama, en lapsosrelativamente sincrnicos (ca.4000 AP), tambin puede ser tomada como posible indicador deinteracciones.

    AgradecimientosA Jorge Funes por el dibujo de las piezas. A Aldo Agustn Gernimo por el tratamiento digital delas imgenes. Este trabajo se desarroll en el marco de los Proyectos PIP-CONICET N 6398 yPICT N 38127, dirigidos por Carlos Aschero, PICT N 26040, dirigido por Nora Franco y PIP-CONICET N 0461, PICT N 1567 y CIUNT N 26/G424, dirigidos por S. Hocsman.

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