ATOS: carta abierta de José Gonzalez Calderon al Delegado agredido

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Abril del 2016 Señor Edgar Vélez PRESENTE Estimado Edgar: Hace varios días que vengo preparando esta carta con mis más sinceras disculpas. Te escribo estas líneas, con motivo de la última reunión que mantuvimos en el mes de marzo del corriente año, para pedirte profundas y sinceras disculpas por el desagradable episodio. Me disculpo por haberte hablado con un tono de voz que no correspondía y algunas expresiones desafortunadas aquel día, de lo cual me siento muy avergonzado y arrepentido. Más allá de que en esa reunión, inicialmente me hayas hablado con un tono de voz que no correspondía y algunas expresiones desafortunadas –buscando mi reacción para grabarme en forma oculta, como refiero más abajo-; ello en nada justifica que yo haya reaccionado de igual forma; ya que soy un hombre pacífico que NO justifico las agresiones físicas o verbales en ninguna de sus formas. Además, las responsabilidades propias de mi cargo no me permiten ni justifican que pueda tener ningún tipo de exabrupto; y menos aún, como el que cometí contigo. Pero no fueron solamente tu tono de voz que no correspondia y las expresiones desafortunadas los que provocaron tan desubicada e infortunada reacción de mi parte; sólo encuentro una explicación a mi tamaña reacción, y es la siguiente: Cuando terminamos esa desagradable reunión, me sentí muy afectado anímicamente, muy decaído y muy angustiado por esa. En ese contexto, hacía ya muchos días que no estaba descansando en debida forma, y tenía una carga de estrés muy importante con motivo de las negociaciones para la renovación del contrato que, como sabés, hoy nos dá trabajo a todos nosotros. Al día siguiente del episodio, muy angustiado concurrí a consultar a un médico, y luego de contarle todo lo ocurrido, mi estado de ánimo y mi sensación de

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El gerente de la sucursal mendozina de Atos envió una carta abierta pidiendo disulpas al representante gremial de la Unión Informática al que amenazó violentamente.

Transcript of ATOS: carta abierta de José Gonzalez Calderon al Delegado agredido

Abril del 2016 Señor Edgar Vélez PRESENTE Estimado Edgar: Hace varios días que vengo preparando esta carta con mis más sinceras disculpas. Te escribo estas líneas, con motivo de la última reunión que mantuvimos en el

mes de marzo del corriente año, para pedirte profundas y sinceras disculpas por

el desagradable episodio. Me disculpo por haberte hablado con un tono de voz

que no correspondía y algunas expresiones desafortunadas aquel día, de lo cual

me siento muy avergonzado y arrepentido.

Más allá de que en esa reunión, inicialmente me hayas hablado con un tono de

voz que no correspondía y algunas expresiones desafortunadas –buscando mi

reacción para grabarme en forma oculta, como refiero más abajo-; ello en nada

justifica que yo haya reaccionado de igual forma; ya que soy un hombre pacífico

que NO justifico las agresiones físicas o verbales en ninguna de sus formas.

Además, las responsabilidades propias de mi cargo no me permiten ni justifican

que pueda tener ningún tipo de exabrupto; y menos aún, como el que cometí

contigo.

Pero no fueron solamente tu tono de voz que no correspondia y las expresiones

desafortunadas los que provocaron tan desubicada e infortunada reacción de mi

parte; sólo encuentro una explicación a mi tamaña reacción, y es la siguiente:

Cuando terminamos esa desagradable reunión, me sentí muy afectado

anímicamente, muy decaído y muy angustiado por esa. En ese contexto, hacía

ya muchos días que no estaba descansando en debida forma, y tenía una carga

de estrés muy importante con motivo de las negociaciones para la renovación

del contrato que, como sabés, hoy nos dá trabajo a todos nosotros.

Al día siguiente del episodio, muy angustiado concurrí a consultar a un médico,

y luego de contarle todo lo ocurrido, mi estado de ánimo y mi sensación de

cansancio extremo, me recomendó que tomara de inmediato unos días de

descanso.

Esa misma tarde me comuniqué con mis superiores; les expliqué todo lo

ocurrido y lo aconsejado con mi médico. En resumen, me dieron 2 semanas de

vacaciones - que comencé a tomarme al lunes siguiente-; y obviamente les

expresé que al finalizar las mismas me disculparía contigo de la manera más

sentida posible, y es lo que intento por medio de estas líneas.

Estimado Edgar: estas líneas están destinadas a pedirte sinceras disculpas, y

haré mis mejores esfuerzos para restaurar la buena relación que mantuvimos

todos estos años, en la que venimos colaborando juntos.

Aunque sí, debo referirme a ésa grabación –oculta- que realizaste en nuestra

reunión; ya que de su contenido surge que la editaste y recortaste, sacando

muchos de mis dichos de su verdadero contexto; ocultaste tu tono de voz que

no correspondía y las expresiones desafortunadas hacia mi persona, y omitiste

otros párrafos míos.

Que me hayas venido a esa reunión para grabarme; que durante su transcurso

hayas usado un tono de voz que no correspondía y usado expresiones

desafortunadas para provocar mi reacción; que luego hayas editado y eliminado

todo el contexto de la conversación, y “acomodado” mis palabras y expresiones,

como así también adulterar el sonido o eliminar partes importantes de tu

participación en la grabación, no sólo me ha causado una enorme sorpresa, sino

que –admito- desconozco por completo cuáles son los verdaderos motivos que

tuviste para pergeñar toda esa maniobra.

No voy a extenderme en esto ahora; sólo pretendo aquí disculparme. Nunca en

todos mis años de profesión tuve una situación semejante con ninguno de mis

equipos de trabajo ya que siempre genere ambientes cordiales y abiertos.

Te reitero: ni mi situación de estrés y agotamiento de ese momento, ni tu tono

de voz que no correspondía y las expresiones desafortunadas hacia mi persona

provocándome ese día, justifican que yo haya reaccionado de igual forma. Me

siento muy avergonzado y arrepentido de mi reacción. Espero que estas

disculpas te resulten suficientes y que restauremos una óptima relación laboral,

como siempre tuvimos.

Cordialmente

José González Calderón