Avicena_Directrices

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LIBRO DE DIRECTRICES Y OBSERVACIONES 1 Avicena Segunda parte TERCER GRUPO Del alma terrestre y del alma celeste <...> Directriz (sobre las facultades perceptivas) Quizá desees ahora que abordemos más de cerca la cuestión de las facultades que perciben desde el interior <del ser humano> y que empecemos por explicar ante todo las facultades relacionadas con la sensación. Escucha, pues. ¿No has observado nunca la gota de agua que cae dibujando una línea recta y el punto que gira rápidamente trazando una línea curva, todo ello a modo de intuición sensible, no de imaginación ni de recuerdo? Tú sabes que en la vista se imprime sólo la forma de lo que está delante de ella, y aquello que delante de ella cae o describe un círculo es puntiforme, no lineal. Por consiguiente, en alguna de tus facultades ha quedado el aspecto de aquello que previamente se ha impreso en ella, al cual se ha añadido el aspecto de la visión actual. Hay, por 1 Trad. M. Candel.

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IBN SINNA (AVICENA)

Libro de Directrices y Observaciones

AvicenaSegunda partetercer grupoDel alma terrestre y del alma celeste

Directriz (sobre las facultades perceptivas)

Quiz desees ahora que abordemos ms de cerca la cuestin de las facultades que perciben desde el interior y que empecemos por explicar ante todo las facultades relacionadas con la sensacin. Escucha, pues.

No has observado nunca la gota de agua que cae dibujando una lnea recta y el punto que gira rpidamente trazando una lnea curva, todo ello a modo de intuicin sensible, no de imaginacin ni de recuerdo? T sabes que en la vista se imprime slo la forma de lo que est delante de ella, y aquello que delante de ella cae o describe un crculo es puntiforme, no lineal. Por consiguiente, en alguna de tus facultades ha quedado el aspecto de aquello que previamente se ha impreso en ella, al cual se ha aadido el aspecto de la visin actual. Hay, por tanto, en ti, con anterioridad a la vista, una facultad a la que la vista hace llegar algo parecido a la intuicin sensible, en ella se renen los datos de los sentidos y despus ella lo capta. Y hay tambin en ti una facultad que conserva las imgenes de las cosas sensibles despus de su desaparicin y las agrupa. Y mediante esas dos facultades t puedes juzgar que este color es una cosa distinta de este sabor y que a aqul que posee este color le pertenece tambin este sabor. Pues bien, quien sostiene estos dos juicios necesita tener presentes a la vez esas dos cosas sobre las que juzga. He aqu, pues, dos facultades .

Adems, los animales, sean racionales o no, captan en las cosas sensibles particulares ideas particulares no sensibles y que no se transmiten mediante los sentidos, tal como la oveja capta en el lobo una idea no sensible y el carnero capta una idea no sensible en la oveja, de una manera particular, juzgando de ella como los sentidos juzgan de lo que captan intuitivamente. En ti hay, pues, una facultad que desempea este papel. Adems, en ti y en muchos animales sin lenguaje hay una facultad que conserva esas ideas una vez que han sido objeto de un juicio, facultad distinta de aqulla que conserva las formas. Y cada una de esas facultades posee un rgano corporal particular y un nombre propio: La primera se llama sentido comn y fantasa: su rgano es el espritu extendido sobre las bases del nervio de la sensibilidad, sobre todo en la parte delantera del cerebro. La segunda se llama facultad formadora e imaginacin, y su rgano es el espritu extendido por la cavidad delantera, sobre todo en su lado posterior. La tercera es la estimativa, y su rgano es el cerebro entero, pero ms particularmente la cavidad central. A su servicio est una cuarta facultad a la que corresponde componer y dividir las formas ms prximas entre aqullas extradas de la sensacin y las ideas captadas por la estimativa; tiene igualmente que componer las formas con las ideas y separarlas tambin de stas. Cuando la emplea la inteligencia, se llama cogitativa, y cuando la emplea la estimativa, se llama imaginativa. Su poder se sita en la parte anterior de la cavidad central. Es como una facultad perteneciente a la estimativa y, por mediacin de sta, a la inteligencia. La facultad que queda es la memoria y su poder se sita en el espacio el espritu que se encuentra en la cavidad posterior; es su rgano. Lo que ha llevado a pensar que son esos rganos es que la corrupcin, cuando afecta particularmente una de esas cavidades, produce la enfermedad. Es tambin la consideracin de que era necesario, en la sabidura del excelso Artesano, que colocara delante aquello que se apropia mejor de los datos corporales, que colocara detrs aquello que se apropia de los espirituales y que colocara en medio aquello que puede actuar libremente con los dos, juzgando y recordando las imgenes que se borran de un lado y del otro. Su poder es grande.

Directriz (sobre las facultades del alma racional, explicadas mediante la alegora de la lmpara)

A esta distincin corresponde en las facultades del alma racional, mediante una especie de divisin por variedades, lo siguiente: el alma humana, a la que le corresponde conocer, es una substancia que tiene facultades y perfecciones.

Entre sus facultades, est aquello que le pertenece en funcin de su necesidad de gobernar el cuerpo, que es la facultad a la que se atribuye concretamente el nombre de inteligencia prctica. Es aqulla que, en las cosas humanas particulares que hay que hacer para llegar a los fines elegidos, descubre las premisas indispensables, los primeros principios, las ideas extendidas , los frutos de la experiencia, todo ello con el auxilio de la inteligencia especulativa, que proporciona la opinin universal mediante la cual se pasa a la opinin particular.

Entre las facultades del alma est tambin aquello que ella posee en la medida en que necesita completar su substancia hacindola inteligente en acto. La primera es una facultad que la prepara para volverse a los inteligibles, a la que algunos llaman inteligencia material, y es la hornacina . sta va seguida de otra facultad que viene al alma con la puesta en acto, dentro de ella, de los primeros inteligibles. Mediante esta nueva facultad, se dispone a adquirir los segundos; bien sea por la reflexin, que es el olivo, si sigue dbil, bien sea por la intuicin intelectual, que es adems el aceite, si la intuicin es ms fuerte que la reflexin; se llama inteligencia habitual y es el cristal. Y la facultad noble, madura, es una facultad sagrada, cuyo aceite est casi encendido.

Algo ms tarde, le vienen en acto una facultad y una perfeccin. La perfeccin consiste en que los inteligibles le son dados en acto, en una intuicin que los representa en el espritu, y es luz sobre luz. Y la facultad consiste en que le corresponde realizar el inteligible adquirido, llevado as a su culminacin, como es el objeto de la intuicin, desde el momento en que ella lo quiere, sin necesidad de adquirirlo , y eso es la lmpara. Esa perfeccin se llama inteligencia adquirida y esa facultad se llama inteligencia en acto. Lo que la hace pasar del hbito al acto perfecto, as como de la inteligencia material al hbito, es el Entendimiento activo, que es el fuego.

Observacin (sobre la diferencia entre la reflexin y la intuicin)Quiz desees ahora saber la diferencia entre la reflexin y la intuicin intelectual. Pues bien, escucha.

La reflexin es un cierto tipo de movimiento del alma por entre las ideas, casi siempre en demanda de auxilio a la imaginacin. Busca de ese modo el trmino medio, o aquello que ocupa su lugar, permitiendo llegar a un conocimiento de aquello que se ignora; en caso de ausencia interroga a lo que est almacenado en el interior o a aquello que se comporta de igual manera. A veces la reflexin llega a lo que busca, otras veces se detiene antes de llegar.

En cuanto a la intuicin intelectual, consiste en la representacin del trmino medio en la mente, bien de un solo golpe, bien como resultado de una bsqueda y de un ardiente deseo, sin movimiento , o bien sin deseo ni movimiento. Con el trmino medio se representa aquello de lo que l es el centro, o aquello en cuyo juicio entra.

Directriz (sobre la posible existencia de la facultad sagrada)Quiz desees alguna indicacin suplementaria sobre la facultad sagrada y la posibilidad de su existencia. Pues bien, escucha.

No sabes que la intuicin intelectual existe y que los hombres se elevan hasta ella en diferentes grados, as como en el pensamiento? Hay algunos que son dbiles de mente a quienes la reflexin no les sirve de nada, otros que tienen una cierta sagacidad y que gozan durante mucho tiempo del pensamiento; otros, en fin, que son ms inteligentes y llegan a los inteligibles mediante la intuicin. Esa inteligencia penetrante no es igual en todos: unos tienen poca, otros mucha. As como encuentras, del lado de la deficiencia, quienes carecen casi por completo de intuicin, ten por seguro que, del lado prximo a la abundancia, es posible que algunos no tengan casi necesidad de enseanza ni de reflexin en la mayora de los casos.

Directriz (sobre la funcin del Entendimiento activo en el conocimiento)Si deseas llevar ms lejos la observacin, sbete que pronto se te explicar que aquello que recibe en nosotros la impronta de la forma inteligible es algo de naturaleza incorprea y que tampoco reside en ningn cuerpo. Y aquello que ha recibido la impronta de la forma que precede a sta es una facultad en un cuerpo o bien es un cuerpo.

Sabes esto: el conocimiento sensible que la facultad adquiere de aquello que ella ha captado es la impresin de la forma del objeto en la facultad, y que, cuando la forma se actualiza en la facultad, sta no se aleja de ella. Crees t que, si la facultad se aleja de la forma, vuelve luego y se dirige a ella, se ha producido otra cosa que la representacin de la forma en ella ? Es preciso, pues, que sea la forma la que desaparezca, alejndose en cierto modo de la facultad que percibe.

En el caso de la facultad estimativa que hay en el animal, este cese puede producirse de dos maneras. En un caso, la forma se aleja de esa facultad y tambin de otra si sta hace de depsito de la primera. En el otro caso, la forma se aleja de la estimativa aun quedando conservada en otra facultad, que es como su depsito. En el primer caso, no vuelve a la estimativa si no es mediante el esfuerzo de adquirirla de nuevo. En el segundo caso, puede que vuelva a veces y se le aparezca si la estimativa presta atencin al depsito y se vuelve hacia l, sin que tenga que esforzarse por adquirir de nuevo la forma.

Lo mismo puede ocurrir a veces con las formas imaginativas que uno trata de conservar en las facultades corporales. Puede ser, entonces, que queden conservadas en un rgano o en la facultad de un rgano y que queden olvidadas por otra facultad situada en otro rgano, pues nuestros cuerpos y sus facultades admiten el estar divididos en partes. Quiz ello no sea posible en aquello que no es corporal. Pero nosotros decimos: en los inteligibles encontramos algo similar a esos dos estados (es decir, lo que se olvida y lo que se recupera).

No obstante, la substancia que recibe la impresin de los inteligibles, tal como vamos a demostrar, es incorprea e indivisible. No hay, pues, en ella nada parecido a un libre administrador ni nada parecido a un tesoro. Tampoco es propio de ella ser como un libre administrador mientras una parte del cuerpo o alguna de sus facultades hace como de tesoro, pues los inteligibles no se imprimen en un cuerpo.

Queda, pues, que haya algo extrnseco a nuestra substancia, en lo cual estn las formas inteligibles mismas, pues es una substancia intelectual en acto tal que, cuando se produce entre nuestras almas y ella una cierta conjuncin, a partir de ella se imprimen en nuestras almas, gracias a esa preparacin mediante las particulares, las formas intelectuales apropiadas a sus correspondientes juicios. Y cuando el alma se aleja de esa substancia intelectual hacia lo prximo al mundo corpreo, o bien hacia otra forma distinta, la semejanza que haba al principio se borra, como si el espejo mediante el cual el alma se volva del lado de lo sagrado hubiera sido desviado hacia el lado de los sentidos o hacia cualquier otra cosa sagrada. Y aquello slo volver a pertenecer al alma si sta adquiere el hbito de la conjuncin .

Directriz (sobre la causa de la conjuncin con el Entendimiento activo)Esta conjuncin tiene como causa una facultad lejana: la inteligencia material, una facultad que adquiere: la inteligencia habitual, y una facultad plenamente preparada, a la que corresponde orientar al alma, cuando sta lo desea, hacia la claridad mediante una disposicin firmemente establecida: se llama inteligencia en acto.

Directriz (sobre la preparacin para recibir los inteligibles)La multiplicidad de posibilidades de eleccin del alma entre los fantasmas sensibles y los ejemplares inteligibles, que se encuentran respectivamente en la formatriz y en la memoria intelectual (eleccin empleando la facultad estimativa y la cogitativa) prepara al alma para recibir sus abstracciones, procedentes de la substancia separada, en virtud de una cierta correspondencia entre sta y el alma. Esto se produce observando ese caso y meditndolo. Estos actos realizados por libre eleccin son los que determinan propiamente la preparacin perfecta para cada forma dada, una detrs de otra. A veces es una idea abstracta la que produce esta adaptacin a una idea abstracta.

Directriz (sobre la inmaterialidad de toda substancia inteligente)Si deseas ahora ver claramente que la idea inteligible no se imprime en lo divisible ni en lo que tiene una posicin, escucha:

T sabes ya que a la cosa no divisible se vinculan a veces muchas cosas que no son necesariamente divisibles en cuanto a la posicin; eso es as si su multiplicidad no es la multiplicidad de las cosas divisibles en cuanto a la posicin, como las partes de la mezcolanza. No obstante, la cosa divisible segn mltiples y diversas posiciones no puede ser objeto de un vnculo con una cosa indivisible. Ahora bien, en los inteligibles hay ideas no divisibles, sin duda alguna; si no, los inteligibles se compondran de principios infinitos en acto; pese a ello, es preciso, en toda multiplicidad finita o infinita, que haya uno en acto y, si en los inteligibles se encuentra eso que es uno y es conocido como tal, entonces es conocido solamente en tanto en cuanto no est dividido. As, pues, esto no se imprime en aquello que est dividido por la posicin. Ahora bien, todo cuerpo y toda fuerza dentro de un cuerpo son divisibles.

Directriz (Todo ente inteligente es inteligible. En general, todo ente inmaterial puede conocer)T sabes sin duda que toda cosa que conoce algn objeto conoce por una potencia prxima al acto mediante el que conoce dicho objeto, y por ello mismo conoce algo acerca de s misma. As, pues, a todo aquello que conoce alguna cosa le corresponde conocerse a s mismo. Y a la quididad de todo lo que es conocido le corresponde estar en conexin con otro inteligible; por tanto, ella es adems conocida en relacin con otra cosa distinta de ella. La facultad inteligente la conoce solamente estando en conexin con ella, sin duda alguna. Si el cognoscente es una cosa que subsiste por s misma, no hay, a partir de su quididad, obstculo alguno para que est en conexin con la idea inteligible, a menos que la esencia de esta ltima est afectada en lo concreto por una conexin con cosas que le impiden, en lo concreto, , sea ello la materia o cualquier otra cosa que pudiera haber. Ahora bien, si la quididad del cognoscente es ntegra , la conexin de sta con la forma intelectual no lo impide. Es posible, pues, que le corresponda conocer y que en esta posibilidad est incluida la oportunidad de conocerse a s misma.

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Trad. M. Candel.

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