AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

864

Transcript of AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 1/862

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 2/862

De muy distintas épocas son estas doobras de Mariano Azuela (1875-1952)

ala hierba  apareció en la

postrimerías del régimen porfirista constituye una imagen de la situación eque se encontraban los trabajadores decampo respecto de los dueños de lahaciendas.  Esa sangre,  publicaddespués de la muerte del escritor, llevadelante su acción con los personajes d

ala yerba  que sobrevivieron a lRevolución, y en el mismo escenario desa novela. El antiguo dueño de aquellaierras, viejo y miserable, regresa a Sa

Francisquito y pretende recuperar lque, antes de la Revolución, le habípertenecido… No obstante la distanciemporal en que fueron concebidas, e

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 3/862

ambas novelas predominan el aciertdescriptivo y el espíritu de observacióque fueron características sobresaliente

de Azuela.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 4/862

Mariano Azuela

Mala yerba. Esasangre

ePub r1.0

IbnKhaldun 19.10.15

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 5/862

Título original: Mala yerba (1909) y Esa

 sangre (1958)Mariano Azuela, 1958

Editor digital: IbnKhaldunePub base r1.2

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 6/862

«Mala yerba» y «Esa

sangre»

n vísperas de ajustarse veinte años d

a extinción del doctor Marianzuela, el Fondo de Cultura Económic

reúne en un volumen de su Colecció

opular dos de los relato

sobresalientes en la obra del más leídde nuestros novelistas:  Mala yerba  y

Esa sangre.  Ambos figuran entre la

muy contadas producciones del docto

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 7/862

zuela que se relacionan entre s

orque uno de los personajes qu

aparecen en primer término en la

áginas de aquélla: Julián, cruehacendado, es eje de la segunda

rebasado el otoño de su vida. Por ta

razón,  Esa sangre viene a continuar

hasta su fin, el asunto iniciado en Malerba,  y las dos narraciones se debe

considerar como inseparables, a pesa

de que tres decenios medien entre lelaboración de una y otra: como en l

comedia de Pirandello, aque

ersonaje —alojado en la memoria de

autor— le llegó a exigir un día que ndejara trunca la trayectoria de s

existencia.

 El doctor Azuela había escrito l

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 8/862

arte inicial, Mala yerba, antes de qu

a Revolución mexicana lo envolvies

en la vorágine que lo llevó a trazar la

áginas definitivas de  Los de abajo  yotras novelas de la lucha civil y de lo

cambios que produjo en l

ransformación social mexicana

pareció  Mala yerba en 1909, com

antecedente y preludio de aque

movimiento, por las injusticias qu

denuncia, en el mal trato que infligíahacendados explotadores, a lo

campesinos inermes, y la falta d

arantías en la aplicación parcial d

as leyes que debieran protegerlos. Poal fecha de su publicación, Mala yerb

está situada junto a Los fracasados —l

nconformidad que revela e

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 9/862

gualmente prerrevolucionaria— y  Siamor, que muestra otro aspecto de l

vida mexicana en ciudades del interio

de la República, por aquellos años qureceden al estallido del movimient

armado.

 Antes de escribir esas obras, e

doctor Mariano Azuela había vist

ublicada sólo una novela corta: MaríLuisa (1907). Al trazarla amplió, baj

el influjo de lecturas de novelistaranceses del naturalismo, la

mpresiones que él, estudiante d

medicina en Guadalajara, habí

recogido en sus primeros contactos coa clínica, el anfiteatro y el examen d

alguna enferma próxima a la muerte

n la novela que sigue: Los fracasado

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 10/862

 en la que viene después: Sin amor, e

estudiante va a reunir observacione

recogidas en el trato con la gente qu

vive en la población donde pasa lomeses que transcurren entre dos curso  donde el médico se abrirá camin

después de recibirse.

 Para escribir   Mala yerba, e

cambio, el novelista evoca el campo d

a región, vecina a la tierra natal —

agos de Moreno, en el Estado dalisco—, donde en los meses d

vacaciones anuales, de la infancia a l

ubertad, dejaba correr el tiempo cerc

de la gente del campo, al descubricada día aspectos diferentes de l

naturaleza, allá más pródiga y variada

l doctor Azuela recordó esa

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 11/862

excursiones, al contar la historia de l

mayoría de sus libros, en página

lenas de interés y escrita

apasionadamente, para cumplir lestatuido por El Colegio Naciona

corporación a la que perteneció hast

su muerte, y las releyó, a solicitud mía

ante alumnos universitarios, en e

curso que dediqué a estudiar su obra

Tengo presente, no sólo por est

circunstancia sino por la fuerte y belllasticidad de su prosa, la síntesis qu

allí hace del asunto de  Mala yerba, a

detenerse en la descripción del camp

  de los personajes descollantes de lobra: el cruel, egoísta hacendad

ulián y, sobre todo, la verdader

igura central: Marcela.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 12/862

 El nombre de esa vigorosa figur

emenina, en torno a la cual giran lo

deseos masculinos, di

ustificadamente el título que merecía obra, en la traducción al inglés qué

hizo con soltura Anita Brenner, e

1932, un año antes de que pasara a l

engua francesa, en versión d

athilde Pomés, con el de  Malsemilla —Mauvaise graine— que ell

refirió darle. Su prologuista: Josaría González de Mendoza —n

hubiera podido encontrar otro mejor

ara esa obra el doctor Azuela—

acertó a señalar allí las cualidades derelato y a precisar en qué consiste e

valor de esa obra literaria, la cua

después del éxito obtenido con  Los d

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 13/862

abajo, alcanzó en otras lenguas, n

sólo en la española, el triunfo qu

merecía: «Mala yerba es una novela de

campo mexicano, en donde aviva lntensidad de las pasiones, propia de

medio, el racial desdén al dolor y a l

muerte. Es un drama de odio y de amor

ejor dicho, de amoríos; en torno a l

bella aldeana, apetitosa fruta salvaje

iran, amantes sucesivos, e

degenerado vástago de una rudamilia de hacendados; el jove

abriego, valiente hasta la temeridad

robusto y noblote, pero tan cándido qu

raya en tonto; inclusive ciertngeniero norteamericano que as

comienza su aclimatación. La moz

nada tiene de pazguata: se sab

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 14/862

deseable y, rústica Celimena, hace d

a coquetería su mejor arma. Es un tip

más bien que un carácter, como lo so

en general, los protagonistas, de lorimeros libros de Azuela, a quienes

quizás mejor que por sus nombres

odría denominarse por sus cualidade

representativas».

 En aquellas páginas record

ambién el doctor Azuela, vívidamente

el paisaje, la gente de su región dalisco, y la huella tan profunda qu

desde la adolescencia dejó en él l

mpresión de los hombres quienes

uicio de los adultos que en sus paseoo acompañaban, eran «muy malos»

eseó, desde entonces, el docto

zuela escribir una novela cuyo asunt

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 15/862

se desarrollara en aquel medio, entr

campesinos que a la vez temían y

admiraban al amo: Julián, por s

crueldad y por sus hazañas de jinetque le ayudaban a rendir la

voluntades femeninas en sus dominios

altaba el tema, que el azar puso e

sus manos, según el mismo autor, e

esas páginas, refería: «En los pueblo

de mi Estado sin médico legista oficia

se imponía gratuitamente el cargo, pourno, a los residentes en él. L

casualidad me llevó un expediente par

emitir mi dictamen en un proceso po

homicidio calificado. Retuve el legajen mi despacho para estudiar co

calma el asunto. Comencé a leerlo y

desde las primeras diligencias me d

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 16/862

cuenta de que era precisamente lo qu

o buscaba, no como perito sino com

novelista. Me interesó tanto el caso qu

o leí de cabo a rabo como la novelmás intensamente vivida».

Tal fue el punto de partida de

relato que el doctor Azuela intituló

rovisionalmente, según apuntaba

Mala yerba, título que ha conservado

en español, hasta el presente. De lo

ersonajes cuyos rasgos retiene lmemoria, con los de Marcela y Julián

se hallan entre los primeros el ancian

señor Pablo que, a raíz de la muert

del vaquero defensor de la hembrarelata crímenes de los asesinos, lo

hacendados Andrade; tío Marcelino y

el mayordomo Gertrudis, eliminado a

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 17/862

inal, y entre las mujeres, Mariana y

doña Poncianita. Escenas de trabajo

de juego y deporte en las que Juliá

sobresale, animan el relato donde eautor hace alternar el ágil diálogo d

os campesinos, con las magníficas

sobrias descripciones.

Esa sangre apareció publicada

óstumamente, en 1956. La dio

conocer en Letras Mexicanas el Fond

de Cultura Económica. Fue comentador la crítica, al editarse; mas n

alcanzó entonces una popularidad ta

extensa como la de su antecesora

unque aparecida un año después dLa Maldición, que el doctor Azuel

había escrito y revisado de fines d

1948 a los comienzos de 1949, l

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 18/862

erminación del relato cuyo asunt

rincipia con  Mala yerba  pued

corresponder a los finales del deceni

recedente —1931-1940—, en el cuael novelista puso atención en temas qu

se relacionan con el agrarism

simulado. De haber sido así, l

elaboración de  Esa sangre debier

situarse al lado de dos novela

anteriores: Avanzada y Nueva burguesí

que el autor concluye en 1940. Por eaño en que se publica, es la última d

odas. Dentro de su bibliografía, vien

a cerrar la producción novelesc

niciada por él, con  Los fracasados  yMala yerba.

Tales datos permiten advertir qu

ambas novelas:  Mala yerba  y  Es

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 19/862

sangre — ahora, por primera vez

mpresas aisladas de las demás en est

omo— sirvieron al doctor Azuela, a

mismo tiempo, de puntos de partida yde llegada, en la tarea que com

novelista se impuso. En las década

ranscurridas desde sus comienzos, e

narrador había ganado al evoluciona

a través de relatos —extensos o corto

  con los que perfeccionó su técnica

sin abandonar el realismo dentro decual se había situado: la prosa er

cada vez más ágil y flexible. El lector y

el crítico interesados en seguir es

ransformación del novelista ycuentista, que pasaba fácilmente de l

ciudad al campo en sus novelas y

novelas cortas, podría preguntarse po

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 20/862

qué retomó el asunto de  Mala yerba  y

ornó a aquél, pasados seis o siet

ustros.

 En otras de sus novelas habímostrado algunas secuencias —y

consecuencias— de la Revolución

muchas veces inconforme con lo

resultados que diferían de aquellos qu

soñaba el idealista revolucionario, e

a mocedad y la plenitud de s

existencia. Inconforme con ladesviaciones, inevitables en cualquie

movimiento innovador, las denunciab

nfatigable, disgustado por lo

aspectos negativos que él descubría yrevelaba a cada instante. Por eso e

varias de su sobras reveló, anverso y

reverso, el pasado y el presente d

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 21/862

hombres y cosas, al contrastar su

recuerdos con la realidad que palpaba

sobre todo, al tratarse del terruño, d

a región jalisciense que mejoconocía: Los Altos.

 En algunas de sus novelas

ambién —sobre todo, en la

osteriores a  Los de abajo — hací

sentir al lector los efectos que el pas

del tiempo había producido, no sólo e

el protagonista de cada una de ellascomo buen narrador, estaba conscient

de que el tiempo no transcurre en vano

os caracteres se modifican, aunqu

que subsistan en ellos los rasgos quos definen. Hay en  Mala verb

elementos que valía la pena mostra

después de haber pasado por la prueb

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 22/862

de fuego: el crisol de la Revolució

mexicana. Allí está, en primera línea

ulián Andrade quien representa, com

último descendiente varón, al herederde una dinastía de hacendados crueles

de sátrapas locales que el título de l

obra define: «mala yerba» —la cua

según el proverbio, «nunca muere».

 En vez de seguir su trayectori

vital, desde los comienzos de la luch

hasta su terminación —que pudhaberle dado material para un

novela-río de caudalosa corriente— e

doctor Azuela prefirió hallar de nuev

al protagonista, pasado el momento da victoria, cuando se iniciaba e

reparto de aquellas propiedades qu

algunos de los triunfadores veían com

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 23/862

botín por ellos fácilmente conquistado

de las cuales podían disponer a s

antojo. Mas era preciso, para é

ustificar el retorno tardío al escenarique conoció en la infancia y qu

describiría ampliamente en la tercer

de sus obras narrativas:  Mala verbaTal justificación se halla en Esa sangredonde se explica la ausencia de Julián

sus viajes y aventuras por países d

Centro y Suramérica, de donde retorn«agauchado», según el voseo en que a

rincipio incurre.

 Era natural que el buen jinete —

escapó de quienes lo odiaban por ser eúltimo varón que representaba a lo

ndrade, al verse despojado de su

ierras— pensara en ir hacia el Sur de

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 24/862

Continente, a países de bueno

caballistas. De allá regresa envejecido

mas aún brioso. Para subsistir si

rabajar —¿cómo iba a hacerlo undrade?— acude a recursos d

ícaro: la trampa, el «préstamo», e

engaño y aun el hurto, para él es sól

restitución que debe aplazar, aunque n

esté seguro de realizarla algún día.

 Julián pasa de México a Sa

rancisquito; orientado por su primo«mi Pablón», socio de la hermana d

aquél, Refugio, en la venta de gallinas

va en busca de ella al pueblo y con s

apoyo vuelve a la que fue hacienda dSan Pedro, abandonada, ruinosa. La

descripciones del terruño en  Essangre, contrastan con las que trazó e

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 25/862

Mala yerba.  Los veinte años corrido

desde que Julián partió hacia el Su

del Continente —después de habe

cumplido su condena por el asesinatde la amante que intentó matarlo y d

legar a coronel, con Villa—, ha

ransformado el pueblo: al crece

erdió, con su paz, la serenidad y l

belleza.

 El retorno a San Pedro de la

Gallinas —muros desamparadosierras sin cultivo— le permite conoce

a la joven sobrina de la asesinada

arcela también: catorce florido

años, y en el primer encuentro, Juliáracasa como tenorio; ella lo ve, sólo

al derrotarlo, compasiva: por ser viej

  pobre. Fracasa igualmente en su

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 26/862

ropósitos de recuperar las tierras qu

ueron suyas —al ir del campo a l

ciudad— y en las tentativas po

mponerse a sus paisanos, ediscusiones y pendencias: nadi

recuerda a los temidos Andrades, a n

ser por el odio heredado.

 En tal etapa algunos de lo

ersonajes de Esa sangre se aproxima

a los de otras novelas del docto

zuela en que aparecen fuereñoarrojados a la capital o desplazados e

su terruño por el movimient

revolucionario, como en  La

ribulaciones de una familia decente  yLa luciérnaga.  Refugio está má

róxima a aquéllas; Julián, s

hermano, a alguno de los caracteres d

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 27/862

a segunda. Este último, envejecido

amargado por sus derrotas como Do

uan en decadencia, vencido com

rijoso, es sólo, finalmente, un borrachendenciero, a quien desdeñan Tench

 el segundo Gertrudis y a quien estaf

el   Fruncido, al ofrecerle supuest

ayuda para recuperar sus tierras. Sól

está a su lado, fraternalmente, l

abnegada Refugio que no confía en lo

ropósitos de enmienda del ebrio, quien desea volver al buen camino y a

que trata de apartar del fin inevitabl

que lo amenaza.

 La fiesta anual de Sarancisquito, con su culminación: la

competencias del coleadero, en las qu

van a enfrentarse los jinetes favoritos

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 28/862

unida al último encuentro con Marcel

cuya hermosura aviva el débil fueg

viril de Julián— preparan el desenlace

con la ridícula intentona del fanfarróracasado públicamente. El título de l

novela: Esa sangre —nota en la cual e

autor insiste en su relato— se justific

or completo en la última escena

donde la maldad se impone y l

venganza une, en la muerte, a herman

  hermana, como el lector podrcomprobarlo.

FRANCISCO MONTERD

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 29/862

Mala yerba

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 30/862

I

E NCORVADO y trémulo, apoyándose en ueño a guisa de bordón, salió seño

Pablo de una mísera casuca, y de cara a

poniente, una mano en visera para vemejor, gritó carraspiento y desapacible:

 —¡Eh, Marcela: anda, muchacha…

corre, que ai vienen ya las vacas!De trecho en trecho, en uamontonamiento de nubarrones como dcinc gaseoso, se abrían claros dejand

escapar finísima llovizna de so

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 31/862

amizado, en anchas ráfagas de lupálida. Hacia el orto espumeaban níveocopos de errantes nubecillas. De vez e

vez, parvadas de avichuelos sevantaban del llano llevándose en su

alas, en cristalización de luz, los débiledestellos del ocaso. Saturado de tenuearomas, el aire precursor de la tormentsoplaba rumoroso, sacudiendo las cimade los olmos y arrebatándoles lustrosa

hojitas verdes. En medio de inmensocuarterones de tierra aradabamboleábanse las cabezas oscuras dos mezquites solitarios, encrespand

sus rizadas cabelleras.Bajo una franja perla de so

ramontando la colina, asomó el reguerde vacas en retorno, como un puñado d

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 32/862

patoles vivamente coloreados. Un gritatiplado y un silbido de cuando ecuando, ensordecidos por la lejanía

anunciaban la vuelta de la ordeña.Tras la tarde nublosa veníase l

noche cargada de tempestad. Las resedesaparecían en una hondonada parsurgir de nuevo ya en la cercanía. La vo  los silbidos del vaquero se hiciero

netamente perceptibles. Vacas pintas d

negro y blanco, hoscas de doradoomos, barrosas de pelo sucio, en uvaivén de sepia deslavado y negrendrino, surgieron en el altosano.

 —¡Aija!… ¡aija!… ¡aija y aija!…A cada grito, un silbido vibrant

rasgaba el aire.Del jacalucho salió presurosa un

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 33/862

muchacha, apretando los ajos como si luz hiriese sus pupilas. Cogióse la raíd

falda de chomite en un puñado y echó

correr por el linde del sembradoContoneábase su recio cuerppubescente cual ancas de potranca, supies chatos y desnudos castañeteaban eel suelo con firmeza montaraz de animaque no siente pedruscos ni malezas. Siró por el barrial, acopiando tepetate

en su ancho delantal azul. —¡Aija!… ¡aija y aija!…El grito vigoroso del vaquero s

reforzaba ahora con el no meno

vibrante de la hembra.Erguida, levantando gallardament

un brazo, lanzaba terrones que se hacíapolvo en los flancos de las vacas. A

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 34/862

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 35/862

apagado, abrió con presteza la puertdel corral, sacando una a una las agujade pesado encino que iban de un lado

otro de dos enormes cuartones verticalede mezquite. Vacas barrosas de anchbraguero blanco, atigradas de nariceromas, negras de melancólicos ojos, npudiendo gastar más sus arrestos ealegres correrías, aglomeradas a lpuerta se embestían. Resbalaban la

encornaduras por las ancas de lavecinas o se encontraban en ruidoschoque.

Renqueando de tanto corretear

flojamente caído el calzón de un ladhasta el huarache, remangado el otrhasta la raíz de su cobrizo muslo, evaquero se detuvo a corta distancia de l

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 36/862

muchacha, mientras el ganado seguíentrando. De uno de sus hombros pendíerizo capote de palma enrollado. En un

maño llevaba la honda y un manojo dronadoras aromáticas en la otra.

 —Vete… vete… que el amo noestá mirando —dijo ella.

Lejos de cohibirse, el mozo dejblanquear sus dientes en una sonrissocarrona, le arrojó a la cara el puñad

de flores y pasó de largo, murmurando: —¿El amo?… ¡Pa ponerle lachivarras!…

El amo don Julián era un sec

grandullón, forrado de gamuza de lopies a la cabeza, de alazanado bigotill ojos dulzones, un tanto afeminados. A

un lado de la puerta del corra

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 37/862

escuchaba la plática interminable dseñor Pablo, el sirviente mas viejo dSan Pedro de las Gallinas. Buenas miga

habían hecho el fiel jornalero y evástago más tierno de los Andradesaquél por su ascendiente dexperimentado campirano y servidor dos más apegados a la casa y éste com

niño mimado a quien sorprenden lomostachos todavía a la falda de la nan

que de eso y más había servido el viejbonachón). Pero a últimas fechas shabían resfriado sus recíprocaconfianzas. Señor Pablo husmeaba qu

el niño le hacia el amor a su hijMarcela, y aunque no diera crédito deodo a los rumores que le llegaban

porque bien sabía de lo que es capaz un

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 38/862

mala lengua, no por eso dejaba dnquietarse, en previsión de un desastr

cierto, si la muchacha le daba oidos

Tampoco a Julián Andrade le satisfacíaahora las pláticas de señor Pablo, cuycarácter se había ensombrecido muchdesde que en sus ojos lagrimeanteaparecieron las opalescencias de lacataratas. En vez de divertirlo con sucuentos pavorosos de espantos

aparecidos, con sus narracionepintorescas de asaltos a la diligencia otras aventuras muy interesantes, habídado en la manía de pronosticarlo todo

 con un pesimismo implacable. El añactual, por ejemplo, se iba a perdersería peor que el pasado y el maílegaría hasta las nubes. Habría un

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 39/862

mortandad de animales y cristianocomo cuando el cólera grande. Hombrde edad y de experiencia, fundaba su

afirmaciones en bases incontrovertiblesel gallo había cantado a las once de lnoche; los coyotes aullaron toda lmañana en la Mesa de San Pedro; ecerco de la luna traía puro aire, y ¡qumás! Marcela vio nacer el año nuevo eun apaste de agua: por las señas que di

podía uno jurar que si ciertamente nsería de sangre, sí de una sequía fatal. No escuchaba Julián tan funesto

pronósticos, en primer lugar porque e

aquellos precisos momentos el cielo cosus truenos y relámpagos estaba dándolun mentís solemne y, además, porque se quemaba la sangre de ver el juego qu

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 40/862

Marcela traía con el vaquero.El ganado acababa de entrar: a l

zaga un magnífico toro criollo, color d

icote, chato, gestoso, de encornadurabierta y corta, de enormes lomosenroscando lentamente su cola delgada flexible, solemne y altivo como usultán. De vez en vez su negro hocico salzaba en sordo mugido, en acción dgracias al cielo quizás porque dable l

había sido divertir sus mocedades coan abundante serrallo, en tanto llegabsu turno a la coyunda, al yugo y aabasto.

 —Buenas tardes les dé Dios —dijel vaquero quitándose su campanudsoyate y entrando en el corral comansurronería irritante.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 41/862

Marcela volvió también a su jacacon una sonrisa perversa y provocativa.

A Julián no le cabía el furor en e

cuerpo. Sus ojillos azulosos flameabanun cerco rojizo brotó en sus carrillopaliduchos de producto degeneradopodrido; y en su rostro se expandieromanchas amoratadas de sangrdescompuesta.

Rodó un trueno por las nubes, l

negrura del cielo creció.Paulatinamente la luz fue cedienda la invasión de sombras que, alzándosde las hondonadas, poco a poc

envolvían hasta las crestas más altas das sierras lejanísimas.

Entrecerrados los ojos por ehábito de rehuir la luz, señor Pabl

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 42/862

proseguía su cansada pláticaLamentábase de la poca hombría  dbien de la gente de hoy en día.

 —Aistá pa no dejarme mentir emediero de la Tinaja. ¡Hombre de DiosPos no ha dejado enquelitar la milpa n

más por puritita desidia! Esas tierras tagüeñas —de lo mejor de la hacienda—no van a dar este año ni rastrojo. Tierrmuy juerte pa la que se necesita ñervo…

no un entelerido que no puede con lmancera… Nada… que se viene eerbaje, las cañitas se tuercen muerta

de sed y el maldito quelite se lo trag

odo. Pior me diga aste de ese deChiquigüite: deja engramar y en lmacolla se horcan las cañitas reciénacidas. ¡Ni pasto para las borregas! Y

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 43/862

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 44/862

haciendo por la casa.Anudado sobre su bordón, l

cabeza entre las rodillas, hacía recaer l

charla sobre la cría de ganado finoDivino Rostro! Aquellos animalazo

necesitaban más cuidados y melindreque todo un señor obispo.

Julián dejó al viejo engolfado en snuevo tema y silenciosamente escapó eseguimiento de Marcela que, con e

cántaro al hombro, acababa de salirumbo al arroyo. —¡Eh, Marcela, espérame…!Su voz era quebradiza.

Cerca de un seto de jarales, a lmargen del riachuelo, la alcanzó.

 —¡Válgame Dios, hombre, ncomas ansia! ¿Qué no miras que e

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 45/862

oavía es de día? —¿Y a mí qué me importa que no

vean?

 —¿A ti no te importa? Pos a mampoco; pero sábete que ya me va

cansando con tus modos… y ya no querser diversión de babiecos…

Y bruscamente, con inesperadfuerza, retiró el brazo que estrechara scintura. De un empellón apartó lejos a

mozo. —¡Marcela… Marcela! Mira quú sí, de veras, me la estás colmando…

Marcela, tú me engañas hasta con el má

desgraciado de mis peones… Y ssigues así… te juro que si sigues así…Marcela!

Su voz era ronco gemido de besti

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 46/862

frenética, las palabras ardían en su bocasus dedos se crispaban.

 —Pero no; ahora no vengo

reclamarte… Mira, anoche te armaste por más que te toqué… ¡Te estáhaciendo muy mala!… Bueno, a la nochme dejas la puerta abierta. Te lperdono, si es la última que me hacesMira, si no me dejas abierto… VamosMarcela, no seas así…

Y de improviso la volvió a cogeen sus brazos, y sus labios sedientocayeron sobre ella en besos furiosospor la cara, por el cuello, por el pecho

Ya no veía sangre, su nariz no lolfateaba, no se crispaban más sumanos al deseo de mojarse en esa sangribia que escapa de una herida recié

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 47/862

abierta. Sus apetitos, espoleados por lresistencia de la hembra, hasta eparoxismo, le daban una fuerza nueva

os alientos atávicos de su especie dmachos domadores de doncellas. Y bajel ímpetu irresistible de la bestiexcitada caía vencida la muchachapronta ya a ofrendar el holocaustmpuesto como una maldición a su raz

pasiva y desventurada.

Sonó un puñetazo formidableJulián cayó con la cara bañada esangre. Marcela se incorporó y temblde espanto. A su lado, el vaquer

odavía con los puños apretados, con lmirada descompuesta, se mantenía nmenos azorado de su hazaña.

 —¡Vete… vete, por Dios!… ¡vet

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 48/862

pronto! —clamó ella, huyendaterrorizada.

Paso a paso el vaquero se alejó.

De pronto, de entre los jaralesalió una ráfaga de fuego y un tirresonó. El vaquero se estremeció, diunos pasos más, se bambaleó y caydesplomado.

La tormenta se cernía ya en lnegrura de la noche: el relámpago abrí

su bocaza de fuego y con estrépitavanzaba la tempestad, desencadenadapor las cimas de los árboles y por lapeñas de la Mesa de San Pedro.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 49/862

II

—A NDE, cuente, señor Pablo —exclamaron los peones haciendo ruedal viejo, que después de haber lanzad

una maldición al asesino del vaquerosalía tembloroso y sollozando.

 —Sí, ahora sí voy a decirle

quiénes son estos desalmados y de quraza penden. ¡Ladrones, bandidos dcamino real, así como se los digo!

Habló enardecido y ya bajo el pes

abrumador de la revelación que iba

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 50/862

hacer. Volvió una vez más su rostro droble milenario hacia el interior decuartucho, donde sobre un petate s

estiraba rígido el vaquero, en medio dcuatro flacos cirios.

Espantados de antemano, lorancheros esperaban la relación quecomo de viejo, mucho habría dnteresar y ahondar en sus mollera

atiborradas de leyendas y consejas

Graves y poderosas serían seguramentas razones que lo decidían a decir made los patrones, él que siempre habísido la más viva alabanza de ellos.

Echó muchos improperios, y a caduno su voz se hacía más trémula. Dcuando en cuando sus brazosarmentosos se levantaban trágicamente

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 51/862

Afilados y descoloridos, los rancherose espantaban de las tonantemprecaciones, como en remoto

iempos los cristianos de unexcomunión mayor.

Invocaba señor Pablo el GraPoder de Dios y clamaba justicia acielo contra aquella raza miserable dasesinos. Cayó luego en una pausprolongada, atrajo a su memoria cansad

os hechos que habría de referir. Dpronto, como volviendo en sí, preguntpor tío Marcelino, que era como uno dos oídos de don Julián. Le aseguraro

que el hombre no había asomado lanarices por todo eso, y entonces el viejse dispuso a hablar.

Del jacal se escapaba cálido olo

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 52/862

de muchedumbre aglomerada. Srezaban rosarios y rosarios sidescanso. De vez en cuando se oía u

canto horriblemente lúgubre, el Alabadque ha de entonarse para huyentar adiablo. Ahí estaba el muerto, cubierta lcabeza con ancho pañolón floreado, scamisa de manta nueva restirada sobrel pecho y dejando escurrir un filetillde sangre negruzca en los tepetates. La

amarillentas velas goteaban, formandorcidas cabelleras en torno a su flacurmortecina. El rumor monótono de lorezos se rompía a las veces por el aulla

úgubre de los perros azorados.De valientes tenían fama lo

abuelos de mis amos, los que de allá das Españas, del otro lado del mar

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 53/862

vinieron a este reino. ¿Valientes? Dveras que sí: ni quien se los niegue, nquien se los quite. De éstos, de los d

hoy en día, nada tengo que decirlesustedes los conocen, ustedes los estáviendo. ¿Cuándo en jamás de loamases se ha visto que le hayan pegad

a un hombre como Dios Nuestro Señomanda? ¿Cuándo uno de estomancebitos ha peleado pecho a pecho

sin chicana? No, eso nunca lo verán suojos. ¿Ellos? Cortarle la cara a unmujer, clarearle el estómago a suqueridas. ¿A los hombres? Cazarlo

como a las liebres. No miento, siñoresno miento. Aistá mi ahijado, aistá lmuestra con este probecito muchachoPorque, sí, siñores, el tal Julián lo h

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 54/862

muerto. Mi ahijado estaba platicandsanamente con mi hija; el don Juliáescondido entre los jarales; y todo fu

un dicir Jesús: el tiro que suena y emuchacho que cai redondito. ¿Eso es sevaliente? Raza de asesinos… raza dbandidos… Pero no lo hurtan, lheredan.

Sofocado por la excitacióndescansó breves instantes.

 —Ya había oído yo decir, señoPablo, que los patrones fueron de mercamino real.

 —Cállate, muchacho entremetido

Mocosos estos! Les falta la esperenciano saben que una palabra les puedcostar la pelleja. Ustedes oigan, vean callen. Déjenme hablar a mí solo: al fi

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 55/862

a estoy más pal’otra que par’éstaTantas veces le he mirao la cara a lmuerte que hasta le voy perdiendo e

miedo. Que me maten ellos o que mmate Dios que me crió, ¿qué más da¿De qué sirve en el mundo un carcajcomo el mío? Sí sé decirles que mucho muy grande será el consuelo que mquede, contándoles, antes de estacar lzalea, quiénes jueron estos tigre

sanguinarios, los Andrades.Su voz se hacía cada vez másolemne; chispeaban sus ojoconcentrando la poca luz que aú

quedaba en sus pupilas empañadas. Luna caía de lleno en el patio y daba os rostros un aspecto pavoroso.

 —Vengaré a mi padre, aunque se

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 56/862

de puro pico… Pos ai tienen ustedes nmás que un día llegaron a este Méxicdos gachupines muy mancebos y mu

bien dados; pero más limpios dmorralla que las palmas de mis manosContaba mi padre (que Dios tenga en ssanto descanso) quizque los traibacomo lastre del otro lao del marHombres muy aguerridos que en luegueguito se dieron a conocer por s

hombradía, de mera ley. ¡Lo que slama valientes! ¡Y qué hombrazosSeñor de la Misericordia! ¿Han vistustedes el San Cristóbal de Sa

Francisquito? ¡Hum! Pos digan que eses nada comparao con el mentao donacio. Con una se las cuento todas. Un

vez, por lo que ustedes queran y manden

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 57/862

un cristiano hizo emberrenchinar al amdon Inacio Andrade. Quén sabe a qupalabras mayores llegarían que el am

se puso redepente de tostar chiles. Pelos ojos, buscando piedra, garrote

algo… Nada, no más la silla de montaen mero en medio del patio. Verla ehombre y echarse sobre ella todo jue eun abrir y cenar de ojos. Derechito asable le da el jalón, y ahí vienen co

odo y sable, la funda, las tapaderas, laarciones, el fuste y hasta los suaderos. Yodo le pasa volando sobre la cabez

hasta cair del otro lao, mientras que l

espada, reluciente como el sol, se lqueda pandeando en la mano. ¡Ese merera el amo don Inacio!

Abría muy grandes los ojos

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 58/862

rendido por la misma emociónrepitiendo con iguales palabras, gesto pausa, aquel relato tan bien sabido ya d

odo el rancho. Era uno de tantoarrebatos de irresistible admiración: lparálisis que agarrota al lebratillo antel hocico abierto y los ojos fascinantede la boa. No obstante otros propósitosodos se sentían arrastrados por un act

de ciega veneración hacia el hombr

superior: el hombre-fuerza. Influenciaancestrales los inmovilizaban al pie dsus propios verdugos.

El viejo nada nuevo había dicho

pues, y los mozos se sintierodefraudados. Quizás, fueran ciertos lorumores: «A tío Pablo le falta un tornillen la cabeza». Pero comenzando s

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 59/862

nueva narración, su voz tomó inflexionemprevistas. La llegada de los Andrade

por Veracruz a México. Su primer

aventura en el camino costeño, quhabría de decidir de su suerte. Ellovenían en la azotea de la diligencia, precio ínfimo de pasaje, entre maletas baúles. Adentro un viejo matrimoniespañol de regreso de Europa a suricas propiedades de América. Lo

asaltos a la diligencia eran el pan dcada día. Y en un asalto se realiza lproeza portentosa de los hermanoAndrade: que los tres solitos ponen e

fuga a los bandoleros, dejan patitiesos sus dos paisanos y al cochero en medidel camino, y con dos supervivientes sreparten amigablemente el botín.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 60/862

Los bobalicones escuchan a señoPablo a baba caída. Siguen lomerodeos por la sierra, nuevos asaltos

os caminantes, robos fabulosos pohaciendas y poblachos.

 —Una madrugada acabaron con suacuaches, cuando pa nada les servían yaY ya buscaban la derecera del caminreal, cuando en lo más cerrado demonte, en las ramas de un encino, se oy

un ruido muy extraño. Alzan la cara y ano más que se van topando con umuchacho trepado en un árbol. «¿Poqué buscas ai, tú?». «Aquí me agarró l

noche, amo. Vine con mi papá a la leña se me perdió la vereda». «¿Y allá arriba andas buscando?». «No, amo: mrepé de miedo a los animales». Lo

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 61/862

gachupines han de haber entrado eemidecies. ¡Pué que el muchachillo lo

hubiera visto matar a sus compañeros

«Bueno, pos lo ques hora la sigues conosotros. Tampoco sabemos bien a bieel camino y a ver si juntos damos coél». El mancebito no tenía pelo de tontoEchó de ver que, si no les decía sí cuanto ellos quisieran, la tenía ya segural otro mundo. Pos tan bien sup

metérseles a los siñores que cuandlegaron a tierra de cristianos era ya smozo de estribo. Nueva vidacostumbres las mesmas. Compra

ganado y lo revenden y siguen haciendplata. No les miento a ustedes, cuandcompraron esta hacienda —contaba mpadre— la pagaron en purititas onzas d

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 62/862

oro y a basca de gato.Y ahora comienza lo mero güeno

siñores. Con harto dinero, dueños d

muchas haciendas, no hubo uno que ledijera, por ai te pudres. Y el que querídar guerra no la daba pa rato: se lquitaban de enfrente en un decir Jesús

l que no le guste el fuste que lo tire y

monte en pelo.  Dende entonces naideha hecho más desgracias con los probes

que estos demonches de Andrades.Y digan ustedes que hoy es nada… —¿Y el muchachillo, pues en qu

paró, señor Pablo?

 —Allá voy, hombre; déjamresollar…

Se limpió el sudor que escurría posu ardorosa frente, con ancho pañoló

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 63/862

azul, deslavado y burdo. —Ese inocente lo sabía todo; es

criatura vido cuando los ladrone

legaron cerca de donde él hacía su leñ  vido cómo acabaron con su

compañeros cosiéndolos a puñaladasVivía en un ranchito de la sierra y no leenía miedo a los ladrones, porque ello

de por sí no son malos: nunca dañan aprobe; de lo contrario, si uno les hac

una valedura no se dan por bieservidos. Pero viendo lo que vido, slenó de azoro y se trepó a lo más alt

de un árbol. Cuando lo jallaron, hizo d

ripas corazón y ya no buscó más qusalvar el cuero. Bueno, pos les digo ustedes que los Andrades no han tenidnunca un sirviente a quien haiga

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 64/862

querido tanto. Aguerrido como ellos, ledaba la mano en toititas sus trevesurasPero ¡la de malas! El tal Marcelino l

enía idea y un día lo emborrachó, y lhizo desembuchar cuanto de los amosabía. ¿Las resultas? A los pocos díaamaneció desbarrancado abajo de lCuevita.

 —Entonces ése era, pues, ¿spadre?…

 —Mi padre, sí, siñores. El que lesirvió de rodillas para que lo mataracomo lo harán conmigo el mesmo díque esta plática se sepa… Epa, tú, ¿n

anda por ai tío Marcelino?Los peones se miraron. Y fue s

silencio solemne y terrible: juramentácito de callar y de vengar más tarde l

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 65/862

sangre de tanta víctima desventurada.Señor Pablo, que jamás habí

lorado delante de hombre, se puso

sollozar como mujer.Se siguió hablando de la Cuevita

Escondite situado en escarpaduranaccesables de la Mesa de San Pedro

en donde los Andrades cometían loasesinatos que necesitaban guardarse eabsoluta reserva. Nadie más que ello

mismos y sus cómplices conocían sentrada. Abierta en la viva roca, upeñasco la tapaba por completo.

 —Ora sí, muchachos, ya es tiempo

Váyanse ya. Apenas llegarán cuando esol esté alto. Pronto esta gota serena mquitará la vista poca que Dios me hdejado: pero todavía se me afigura qu

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 66/862

destingo el lucero de la mañana.Hubo un rumor general. El cadáve

del vaquero, que parecía haber crecid

mucho, fue levantado en brazos dcuatro garridos mozos y puesto en ucajón negro con ancha cruz blanca odo lo largo de la tapa. Las mujereloraban, el aullido de los perros crecía

Muchos hombres, la mirada tristementpuesta sobre el féretro, esperaban de pi

para formar el cortejo.Entonces apareció tío Marcelino. —Gertrudis, que digas en e

Registro Civil que murió de jiebre.

A los que momentos anteexpresaran entereza, echandmaldiciones de los Andrades, lpresencia de tío Marcelino les convirti

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 67/862

en humo sus bravos arrestos. Apenas sGertrudis se atrevió a gruñir unnsolencia, escurriendo el bulto rumbo

su casa, eludiendo el cumplimiento de lorden.

Partió la fúnebre procesión por ecamino real y de pronto rompióse emponente silencio de los campos d

nuevo con el  Alabado,  aquel canto qubrotaba de los varoniles pechos co

desgarradora melancolía y tristezsobrehumana. Dijérase el canto dmuerte no de un hombre, sino de unraza entera, enferma de siglos d

humillación y de amargura.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 68/862

III

MUY SATISFECHO, el Sargento rendía sdeclaración frente a la desteñida mesdel juzgado y ante el negro humor de

señor Alcalde Constitucional de la Villde San Francisquito.

 No era pobre hazaña, a la verdad

a del jefe del destacamento rural. Euna sola noche se había despachado descarga cerrada a un viejo maestro dabigeato, desolación de criaderos

espanto de serranos; luego daba d

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 69/862

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 70/862

usted, señor Juez: tres noches de fatigares noches de no pegar las pestañas

Desde que el periódico hace s

escándalo, nos cuesta mucho trabajhacerles el deber a todos los quenemos en lista. Hay que caminaeguas y más leguas hasta dar con algú

rinconcito adonde esos amigos dechisme no alcancen con las narices. Yquebrando hoy uno aquí, mañana otr

más allá, nos llevamos una friega dcien mil… de a caballo, con perdón dusted, mi jefe. Ya verá si a esas horanos caería mal un aguardientito. Bueno

pues para no cansarle su atención, emenos que se lo cuento bajamos acamino real. ¡El sustazo que les dimos

os tienen tanto miedo a los de l

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 71/862

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 72/862

an amigos como siempre, pero si mquieren contar cuentos, a más de algunrueno». «Pos la mera verdá de Dios —

respondió el menos aturdido— nosotronada de criminoso tenemos en estmuerte y si lo llevamos a enterrar eporque fue nuestro compañero, y…». Yuego se hizo bolas; pero lo que pud

sacar en claro fue que don JuliáAndrade es el asesino. No quier

cansarlo, señor Juez: aprehendí a unocuantos, que se los tengo aquí afuera, y don Julián le puse un cuatro en el qucayó como una zorra. Nos arrimamo

calladitamente a la hacienda de SaPedro, azorrillé la mitad de mimuchachos entre los nopales, a espaldade la casa grande, con orden de atrapa

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 73/862

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 74/862

paños menores; y de por el amor dDios nos pidió que siquiera le diésemoicencia de ponerse sus trapitos. Y aqu

os tiene usted a todos juntos: al viejque rindió ya su declaración, a un taPerfecto Romo que dice que lo sabodo y a una muchacha que anda tambié

enredada en el cuento. Ahí tiene a doJulián Andrade… y a su servidor para lque a bien tenga el jefe que mandarle.

Cuadróse militarmente, una manrecta en el chacó, la otra al borde de lcinta roja de su enlodado pantalón, haciendo girar sus talone

gallardamente, se despidió.El alcalde echó sapos y culebra

entre dientes, inclinó la cabeza sobre sverdosa carpeta, esquivando el galant

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 75/862

saludo, y permaneció callado. Desdque había llegado al villorrio aquediablo, como jefe del destacamento d

gendarmería montada, el señomagistrado había tenido que desatendesu hortaliza y su ordeña de chivas, concontable número de proceso

criminales. No parecía sino que poverdadero  sport   el maldito sargento sdedicaba a echarles mano a todos lo

valientes que tenían cuentas con lusticia. Pero el caso actual era peor: srataba de un Andrade; de sobra se sabí

el señor Juez con quién se las iba

haber, y porque se lo sabía el humor se agriaba mayormente. Avezados a lo

peores lances, los Andrades eran unoacabados leguleyos; al dedillo conocía

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 76/862

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 77/862

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 78/862

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 79/862

veces han ido a molestarlos con chismede éstos, que ya nuestros sirvienteienen la costumbre de negamos a tod

gente de armas, sea quien sea. —¡Perfectamente! Vamos a otr

cosa. Conque antier, a las seis de larde, ¿en dónde se encontraba usted?

 —En la hacienda; estaba mirandlegar el ganado. Veo las reses y la

cuento: es costumbre mía.

 —¿Usted conoce a MarcelFuentes, don Julián? —Sí, señor. —¿La vio usted esa tarde?

 —Sí, señor. —¿Y tuvo ocasión de hablar co

ella? —Cuando acabó de entrar e

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 80/862

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 81/862

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 82/862

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 83/862

El Alcalde levantó los ojos y unsonrisa de triunfo se dibujó en suabios.

 —Ya lo ve: se le pregunta sólporque ése es nuestro deber. Antes dcarearlo con los testigos, léale, doPetronilo, el testimonio de PablFuentes: quizás con eso sea bastantpara que don Julián vuelva sobre supasos.

Al oír el nombre de señor Pablo, Julián Andrade se le plegó la bocoblicuamente, y un ojo, medio cerradde ordinario, desapareció en u

fruncido. Breves momentos no másmientras acumuló sus energías a puntde desfallecer. Entonces, inmovilizadsu rostro como una máscara de granito

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 84/862

ndomable y altivo, escuchó la lecturde la declaración de Pablo Fuentes.

Don Petronilo, el secretario, era u

sujeto mugriento, tartamudo y taatrozmente miope, que necesitaba meteas narices entre las hojas de lo

expedientes para cumplir con scometido. Empezó a gangorear ubaturrillo de frases medio comidassílabas repetidas dos y tres veces, y co

antas interrupciones, que de repentparecía que su respiración sparalizaba, por más y más grande quabría la boca para alcanzar aire. Cuand

erminó la lectura, Julián echaba chispade regocijo.

 —¿Lo oyó usted, don Julián? Uestigo presencial que lo dice todo

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 85/862

¿Insiste aún en negar los hechos? —No entendí muy bien lo que e

señor leyó. ¿Pablo Fuentes declar

haberlo visto todo? —Todo, sí, señor —respondió e

Alcalde en son de triunfo.La reanimación de Julián fu

completa; las líneas de su rostro senderezaron, irguió su escueta figura, scompuso la cabeza alborotada y

reteniendo apenas un suspiro diberación, respondió con energía: —Señor Alcalde, no entiendo nad

de lo que usted está haciendo, ni pued

saber todavía qué papel hago yo en estmitote. Creo que se están burlando dmí. Porque, señor, no sé qué puedhaber visto ese infeliz de Pablo Fuentes

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 86/862

enfermo de cataratas, que ni los bultopuede distinguir a toda la luz del día.

 —A ver ese expediente, do

Petronilo.Leyó rápidamente la declaración y

serenándose en breve, continuó cocalma y gravedad:

 —Veremos, veremos. Que entre dnuevo el testigo Pablo Fuentes.

Tentaleando los muros, vacilante e

paso, pálida la faz, entró el ancianoevantó la frente y estiró las cejasesforzándose por recoger la mayocantidad de luz posible e intentand

distinguir las siluetas de locircunstantes. Profundamente inclinaddespués la cabeza, oyó la declaracióeída por el propio Alcalde.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 87/862

 —¿Es cierto lo que aquí estescrito, Pablo Fuentes?

 —No, siñores, yo a naiden vengo

culpar, no es verdad que yo haiga vistnada; dije y repito lo que me contó mhija Marcela, cuando arrendó del arroya poquito del balazo. ¡Hum!, ¿pos quibo a destenguir a estas horas, siñores

¿Qué no miran sus mercedes lo que yno más me queda de ojos?

El Alcalde, encolerizado, tronó: —Puede salir Pablo Fuentes.Luego, volviéndose a su secretario —Don Petronilo, ha hecho usted u

pan como unas hostias. Es usted embécil de siempre. Yo tengo la culpa

por tener estos empleados.Don Petronilo quiso dar disculpas

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 88/862

pero la lengua se le agarrotó, sin acertaa decir una palabra cabal.

 —Ha puesto usted com

declaración de ese anciano lo que écontó que le refería la muchacha. ¡Sepor el amor de Dios! ¡Sea por el amode Dios, don Petronilo!

 —¡…! —No, no me diga nada; mejo

cállese. ¡Basta! Que entre Marcel

Fuentes.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 89/862

IV

MOMENTO  de expectación: el móviobligado de los delitos a diaricometidos; entrada en escena de l

mujer motivo. El Alcalde no pudresistir al deseo de levantar la cabezaLevantáronla también el secretario y e

escribiente.Siempre lo mismo: repeticióndefinida del tipo con sus dos variante

principales: la especie vulgar, ruda

osca, tan desprovista de atractivo

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 90/862

físicos que hace dudar de que por sudeplorables prendas pueda derramarsuna gota de sangre, que obliga a pensa

en que los actos a que ella haya orillada sus amantes tienen tanto de criminalecomo los del toro que a cornadas squita de en medio a su rival, el gallo qurasga las carnes al que pretende cantaen su muladar, el triunfo eterno defuerte; y a veces, muy raras, la muchach

sensual y sabedora del poderío de scarne fresca y sabrosa; la mujer ardientque provoca conflictos porque en ellose recrea, que lleva al peligro a su

adoradores para solazarse en érefinada en el vicio y con la intuición dque la temeridad fustiga el deseo ntensifica el placer.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 91/862

Marcela entró encogida y con loojos bajos. El rebozo tornasoladenvolvía sus redondos hombros y s

ancha espalda; la blusa transparentorlada de encajes dejaba, a trechosdesnudos, llenos y bronceados, lamanos delgadas y nerviosas, el cuellondudulante en suaves estremecimientosos brazos tersos y bien modelados. Par

explicarse el delito de sangre que allí s

ventilaba, era bastante contemplaaquellos ojos dulces, aquella bocplegada a veces por un gesto de naturacoquetería, aquella nariz levement

entreabierta y hecha a las tremulacionedel pecado. El Alcalde tuvo unsensación de bienestar inefable y diprincipio a su interrogatorio, ya de bue

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 92/862

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 93/862

charol, y el hablar recio, el holgar, eembriagarse en las bodas, fandangos ferias, y el ser agasajada por toda

partes.Cuando alzó de pronto los ojos, s

quedó atónita. Encontraba en lamiradas del señor Alcalde, deSecretario y del Escribiente, el ardor duna llama muy conocida por ella. Suimideces de fingido pudor se esfumaro

entonces, desapareció su turbación, uvo al instante plena conciencia de spoder y la intuición de la igualdad dehombre, sea cual fuese su jerarquí

social, cuando se ha dejado postergapor el látigo de la lujuria. Dejóse dencogimientos y melindres; sus ojomatreros que encontraban refugio

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 94/862

simpatía mal disimulados, tomáronsfrancamente provocativos. Dio a supalabras acento dulce en armonía con s

gesto sensual, con el movimiento dhombros y caderas y con la suavondulación de su pecho. Su boca splegó en un mohín que le era peculiarncentivo y reto para besarla, par

morderla, para beberle toda el alma. Sidarse cuenta de ello, el Juzgado caí

bajo la influencia de un ejemplar dhembra que acumulaba todas lavoluptuosidades del sexo y hacíestremecer la sala entera de lujuria.

Con ingenuidad rayana en impudorrespondió al interrogatorio ocioso codetalles de sus caídas suplementariasas artimañas para engañar a l

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 95/862

fierecilla del amo siempre y en todapartes, sin temores ni zozobras; lmismo en la espesura del bosque cuand

se va a la leña, como entre los jaraledel arroyo al oscurecer; en la desolaciódel barbecho, como bajo el cielestrellado; en las cuencas negras de labarrancas y entre los riscos asoleadode la montaña: siempre y en dondquiera que el macho poderoso solicit

su inagotable dádiva de amor.En tan amena como indiscretdeclaración se solazaban la ardientmuchacha, como el Alcalde y lo

presentes al acto judicial. Sobrecogidode pavor, los pudibundos acólitos dTemis no podían impedir la profanacióde su austera deidad en el propio recint

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 96/862

destinado a su culto: el triunfo magnificde Afrodita.

Hostigado por el resquemor de la

posibles hablillas de sus subalternos, eAlcalde reparó en que hasta aquenstante no se había dicho una sol

palabra conducente al esclarecimientdel delito y haciéndose violencia, covoz incierta y apenas perceptiblenterrumpió:

 —Hábleme usted ahora de lo quocurrió ayer por la tarde en el ranchoque es por lo que se le ha traído aquí.

Marcela se turbó, volvió a tomar s

humilde continente, esperó brevemomentos para juntar alientos, arreglsu mascada de seda anudada al cuelloabotonó su blusa, e iba a reanudar s

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 97/862

declaración, cuando, al volver la carhacia el patio, sus ojos se encontrarocon otros ojos. Empalideció hast

ponerse ceniza; sus líneas sdescompusieron; y si el compasivo doPetronilo no le apronta una silla, habrícaído desvanecida.

 Nada imploraban aquellos ojos dcobra; ordenaban sencillamente, con lnexorable fuerza de quien sabe qu

iene que ser obedecido. Pesaba sobrMarcela el poder tremendo de larrogante raza de violadores a quieneamás ninguna de sus víctimas entregó

a justicia. Machos hercúleos que con sbrutalidad misma llevaban el encanto dsu belleza y vigor físicos; atractivoncomparables y supremos deleites d

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 98/862

as hembras. No veía Marcela ya aproducto degenerado, y enfermizo, aúltimo retoño podrido, sino al am

omnipotente que se adueña de la mujeque se le antoja sin la más levresistencia.

Su voz opaca y débil y su faensombrecida y abatida no tradujeron yel odio acerbo al verdugo, señor de lgleba. Ahora Marcela decía que ell

bajó al agua, que don Julián la siguióque la requería de amores cuando se oyun tiro. Que más tarde supo que habíresultado muerto un peón; pero qu

gnoraba dónde ni quién disparó.El Alcalde, que se creía al cabo d

su labor, montó en cólera: —Usted miente cínicamente; e

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 99/862

uzgado no es burla de nadie. Sepa qusi sigue mintiendo será puesta en prisiócomo encubridora del asesinato. H

dicho su padre toda la verdad y ldeclaración nueva que está usted danda lleva a la cárcel.

 —He dicho lo que sé —respondiMarcela sin inmutarse.

 —Muy bien… Don Petronilo, ecareo con Pablo Fuentes.

Entró de nuevo el anciano escuchó la lectura de su declaración ydebidamente reformada.

 —¿Qué dice usted de esto?

 —Todo es cierto y muy cierto. Éses mi dicho, siñores.

 —¿Y usted, señora? —No digo sino que mi padre, com

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 100/862

es bien sabido en todo el rancho, no veni oye, ni entiende. ¡Está distraído epobrecito!

 —¿Cómo?…El Alcalde ardía: ¡Conque un

pretende que el viejo está ciego y ahora hija resulta con que está loco!

 —En seguida el otro testigo, doPetronilo.

 —Diga usted, Romo: ¿cómo e

cierto que Julián Andrade es el automaterial del homicidio perpetrado en lpersona del que en vida se llamó JesúRodríguez?

¡Qué! Por más que el ranchero abros ojos y estira los labios, le emposible comprender una sola palabr

de la jeringonza del juzgado. Y com

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 101/862

Marcela está enfrente de él y por detráestá don Julián, el mejor camino que lqueda es el de hacerse el aturdido qu

nada sabe ni entiende.Media hora de lucha infructuosa

Empapado en sudor, el Alcalde se ponen pie, saca su reloj y menea la cabeza.

 —Don Petronilo —susurra al oídde su secretario—, ya va a dar la unacorra, me riega la alfalfa, les ech

pastura a las chivas y corta calabacitaiernas, que de paso le deja a MaríEngracia.

Luego, mirando al patio:

 —Señor Sargento, lleve usted a lcárcel a esta mujer.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 102/862

V

MURMURANDO  insolencias, JuliáAndrade se alejó del jacal de Marceladespedido bruscamente como perro d

casa ajena. ¿Y cuándo, señor? Ahorque venía de la prisión con todo eentusiasmo y fogosidad acumulados e

dos semanas de sombra e inerciaPorque Marcela, que supo mantenersan bravamente hermética y serena ant

el habilísimo interrogatorio del Alcalde

ahora que Julián llegaba desbordante d

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 103/862

gratitud y loco de amor, soñando en unorollizos brazos abiertos, lo rechazabcon gesto hosco y palabras acres, co

una negativa pertinaz que extremaba sudeseos hasta el paroxismo. Y era que lpresunta prueba de amor no significabsino lo que la tortilla dura que se arrojal cesto de un limosnero. En sus ojos, esu boca, en sus más insignificantemovimientos no había, pues, más qu

una repulsión profunda y comescupitajos que le lanzara al rostro.Por momentos su ruindad

cobardía pugnaban por surgir a s

conciencia; en el fondo de spensamiento se removía la presuncióde su crimen, pero al mismo tiempo lconvicción del fatuo que siempr

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 104/862

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 105/862

dejará cuantas penas le aflijan.Al chirrido de los gozne

relincharon las bestias con regocijo

asomando sus cabezas finas y sus ojonteligentes por los barrotes más alto

de los compartimientos. La lunderramada en el menudo empedrado decorral entraba en angostas randapálidas por las bocas semicirculares dos cajones. Julián saltó las trancas d

uno de ellos y registró minuciosamentmuros y piso. Las paredes estabaimpias como porcelana. (Sin hipérbol

puede asegurarse que la habitación de u

Andrade mucho tiene que envidiarle a lde sus caballos). Cogió un puñado darena del suelo para cerciorarse de quno estaba mojada por las deyecciones d

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 106/862

as bestias, sino bien seca y removidaEspolvoreó entre sus manos las pasturade los pesebres en menudos fragmento

de pajitas plateadas y ligeros granos dcebada. Una yegua orizbaya fijó en ésus ojos cafeoscuros, estremeciéndosal contacto de la mano que pasaba posu terso lomo desde la paleta hasta laancas. Frotóla repetidas veces parasegurarse de que había sido bañada

pasada por el ayate. Entró después otro cajón. Un potro negro olfateó amió con mansedumbre la mano que se tendía.

 —¿Con una re… tostada, quién lia montado al Mono?

De un ruinoso jacalucho con accesal propio corral, salió un mocetó

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 107/862

engullendo un taco de tortillas mascullando:

 —Naiden le ha montao al Mono

Yo en persona lo truje al agua.Luego, limpiándose las barbas co

el revés de la blusa y deglutiendo comun buey:

 —Sepa su mercé que lo que epotro tiene es que está ispiao. Con lcalor y tanto llover se les pica l

pezuña. Luego con cualquier rajuela quse le jaiga encajao aistá ya renqueandoaiden le monta al Mono: sepa el patró

que yo no estoy pintao en la pader, ni d

niña bonita pa que naiden venga divertirse con sus animales.

Sin dejar de hablar, el pastor habíentrado ya al compartimiento. El Mon

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 108/862

era un potro árabe, color de azabachemuy esbelto y arrogante. Gertrudis lhizo dar unos pasos, le cogió una pezuñ

entre las manos: —Ora no más lo verá el amo.El noble animal se abandonab

dócilmente al hurgar del pastormirándolo con curiosidad.

 —Espera —dijo don Julián—, dejencender un cerillo; así a tientas no má

o maltratas.Pero antes de que se encendiera luz, Gertrudis le puso el pedrusco en la

manos:

 —¡Mírelo, aquí está!… ¿no se ldije?…

Julián no respondió. Chocábale laltanería con que su pastor había vuelt

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 109/862

de Morency; pero lo disimulaba egracia a que era muy cumplido en suobligaciones. Por otra parte, tan grato l

era tener a su servicio aquel insolentebrón, como pudiera serle un perr

bravo. Y a eso precisamente debíGertrudis el disfrutar en la casa dantas prerrogativas como cualquiera das bestias finas.

 —No he buscado corredor para l

Giralda. Dado el caso, ¿te animarías correrla? ¿Cómo te sientes de lacorvas?

 —Usté es quien ha de tantearse

patrón; ya sabe que por mi lao no haportillo. Cierto que he echao carnazas estoy de peso, pero…

Julián, a horcajadas sobre u

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 110/862

ravesaño, no hacía más caso de scaballerango. Ya su pensamiento vagabpor otra parte. De pronto dio un salto

se encaminó hacia un rincón del corraapretado de follaje, y seguido dGertrudis como de su perro fiel se abripaso entre el herbazal, desaparecienduno y otro por una angosta hendedurabierta en la pared y escondida por lerba.

 —¡Qué lástima de animal! —exclamó Julián ya del otro ladodeteniéndose ante las trancas de unpequeña caballeriza—. Haber venido

menos por lo mismo que vale tanto.Una yegua arrogante llenaba co

sus ancas redondas todo el delantero dsu cajón. Al blanco mate de la luna s

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 111/862

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 112/862

muy bien habida. Condición única: labestias habían de ser escogidaprecisamente entre las de su

respectivas caballerizas. Se fijarofecha y monto de la apuesta. Entoncesrodeándose de infinitas precaucionesJulián compró a unos jugadores dPuebla la famosa Giralda y la trajo San Pedro de las Gallinas una noche, sique supieran qué bestia había comprad

ni los mismos que la condujeron. —¿Sabe el amo cómo resultaríesto más seguro y ganancioso? Consigsu mercé la receta que los gringos tiene

pa cambiarle el color a un caballo. Yoí decir po’allá en Morencia que loiñen al modo que les da su gana.

 —¡Bah!… ¡qué pintarla ni qu

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 113/862

eñirla!… ¡El que se ensarte que se…! —Pos será al modo que el am

diga; pero yo sé decirle que los siñore

del Refugio son medio corajudos y puque le den una muhina.

 —¿Y a ti te da tos por eso? —No llega a tanto mi cuidao… n

sería el primer cariño que un cristianme hiciera… o a la visconversa… Ldigo por el patrón.

 —¿Por mí?… ¿Piensas, pues, quésta que traigo fajada en la cintura lcargo con cagarrutas de borrega?

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 114/862

VI

AMOSTAZADO  todavía, salió JuliáAndrade paso a paso fuera de locorrales. En pleno llano y bajo un ciel

cuajado de estrellas sintió de nuevo lherida y la opresión tremenda en specho.

«¡No faltaba más! La quiero y lendré. Lo que sucede es que me hvuelto idiota. ¿A quién se le ocurre ir pedir de caridad lo que por derecho e

suyo? Me humillé por gratitud, y con es

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 115/862

a pelada se ha crecido. Magradecimiento porque me supo salvade la cárcel o de algunos miles de peso

mal gastados, ella lo toma como pasiónJa, ja… ja…! No nace todavía ésa…bah, con hacerle un cariño, un poc

brusco, se amansa!».Sus pasos ensordecidos por l

erba y su sombra que se deslizabdetrás de las tapias de la casa grand

despertaron a los perros de la peonadase oyeron furiosos ladridos; pero ecuanto los animales reconocieron aamo, se alejaron muy quietos

meneando la cola. Julián tomó poespaldas de la casa de Marcela, atisbunos instantes y siguió el cercado dhuizaches, entrando por la puertecill

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 116/862

rasera.El viejo roncaba. Marcela en l

otra puerta departía con las vecinas. S

oían las voces de los peones cerca de lera. A horcajadas sobre las varas de ucarromato empinado algunos, otrosobre el estiércol y muchos de panza aaire, mirando las estrellas, contaban ecuento de «La infeliz María». Lapláticas interrumpidas por los perro

habíanse reanudado ya. —Soy yo, Marcela —habló Juliámuy quedo, acercándose de puntillas.

Marcela en el batiente fingió n

haberlo escuchado. —Pos sí, señá Refugia, cierto

muy cierto, si no ha sido por mí lfunden y ahí estaría mirando el sol po

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 117/862

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 118/862

otro costal. ¿Quién habría de querer ese desgraciado que no tuvo valosiquiera pa matar por delante a

difuntito?… Eso sí, seña Refugia, en lde asesino ni quien se le pare poenfrente al tal Julián… Así como lo estoyendo… ¿Que me calle?… ¡Hum, pousté de veritas no me conoce bieplanchada! ¡Se lo diré a él en sumismas barbas, si barbas le llegan

salir al muy…!Marcela dejaba correr borbotones las injurias, embriagada ea venganza más grande de su vida.

Y aquellos insultos que no habríapasado nunca ni por la mente de doJulián, lejos de despertar en él instintohomicidas, que por alusiones más leve

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 119/862

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 120/862

carrera huyó por el llano silencioso.Él se quedaba con piltrafas de su

ropas en las manos, y ella, casi desnuda

a la luz de la luna, huía, huía a cobijarsras las oscuras madejas de los sauces.

Y cuando por final de la carrera, ravés de los campos iluminados d

nácar, de una ninfa negra y de un sátirescueto, ella hubo de rendirse agotadaél, lejos de saciarse como el tigr

hambriento en su presa, se echó otra vea sus plantas sollozando como un niño. —¡Aquí estoy!… ¿Qué má

quieres, pues? —exclamó Marcel

desfalleciente, ansiosa de dar fin a uormento que no podía soportar más.

 —¡No… así no!… —¿Entonces… qué…?

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 121/862

 —¡Marcela!… que me quieras… —¡Oh, no…! —Mira que te puedo matar.

A la débil y lechosa palidez de luna centelló la hoja afilada de un puñal

 —No, no tengo miedo; mátama… eso es mejor…

 —Mira, Marcela… —Sería mejor. Hazlo de una vez. —¡Marcela!…

 —Sí, anda, ya sé que si no es hoserá mañana, cualquier día… Anda, sde una vez… ¡Cobarde!… ¡Asesino!…

 —¡Marcela!

 —Sí… ¡asesino, asesino!… —Por el amor de Dios, Marcela

cállate… —Anda, pégame. A las mujeres s

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 122/862

has de saber herirlas aquí…Y desgarrando las únicas ropas qu

cubrían su busto desbordante, present

el pecho desnudo para que en él ssaciara la bestia.

 —¿Qué esperas, cobarde, asesino…

Siguió una escena absurda. Juliánívido como la muerte, envainentamente la daga, y entonces ella

enloquecida, obsesionada por la idea dmorir, levantó la mano y se la estampen la cara.

 —¡Marcela! —gimió Julián—, n

e mato… porque… porque no puedo…porque mira… ¡porque te quiero cooda mi alma…! ¡Te amo, te adoro!

Y volvió a caer de rodillas. Y ella

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 123/862

espantada de vivir todavía, se alejó dnuevo por el campo. Desnuda como unbestia salvaje, solemne cual si hubies

vislumbrado en su conciencia aquemomento de sublime vengadora de snfortunada casta, marchó serenament

en el silencio de la llanura, desnudcomo un bronce y bañada por ladébiles ráfagas de la luna que sescondía tras las montañas.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 124/862

VII

PESARE  a señor Pablo, sus funestaprevisiones resultáronle fallidas: eemporal de lluvias fue un derroche de

cielo y pocos años habrían de dacosecha más abundante que la dentonces.

Aquella fresca mañana de agostoen el verde afelpado de los milpaleremolaban millaradas de espigas d

plata, movibles cual bayonetas d

apretada e incontable infantería; lo

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 125/862

nopales, coloradeando de tunasdesaparecían a trechos bajo los mantopomposos de las yedras y salpicado

por vivísimos matices, azules, morado  escarlatas. Los chayotillos s

enredaban a los arbustos; en locercados colgaban, entre anchas hojaverdes, jaltomates como ojos de liebrasustada. Las trepadoras correteaban ascendían en intrépido asalto de l

montaña. A la falda de la mesa de SaPedro extendíanse pastales inmensodonde un hombre podía hundirse hasta lcintura; franjas de labores verdinegras

dilatadas extensiones de fango bajo uapiz rosado de moco de pavo,

ricamente recamadas del amarillo cáliddel botón de oro. Y diseminadas

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 126/862

profusión por todas partes las estrelladulces y carnosas; las cinco llagas y made ojos de pistilos negros com

gníferas miradas de felino. Bajo laestalactitas de esmeralda, de los pirúe  sauces, correteaba dulcemente e

arroyo de aguas límpidas y arenas doro. En recodos sombríos irrumpíaujuriosamente albos, rosados y azule

girasoles y calditos como brasas. E

perfume de romerillo, del anís decampo, de las maravillas mojadas, sexpandía tenuemente en la fragancia demonte. Y en aquel despertar glorioso d

a mañana garrulaban millares dmillares de vidas, cantando la vidaensueños de cenzontles, ternuras dchirinas, querellas de gorriones

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 127/862

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 128/862

omos broncíneos, mal abrigados pohilachentos jorongos.

Los viejos hacen ruedo aparte. S

comenta la llegada de un americanounos dicen que viene a comprar caballofinos, otros que a trazar una presa que eamo don Julián tiene en proyecto ha doaños. Tal asunto provoca obligaddiscusión; todo el mundo sabe de presa tomas de agua y cada cual se apresta

emitir su parecer. El de señor Pablo eadverso naturalmente; en ese depósitde agua lo que el niño don Julián va hacer es tirar su dinero, regalárselo a

gringo. —Pos si gringo viene a deregir —

ercia Gertrudis, el pastor dcaballerizas, mocetón robusto que desd

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 129/862

su regreso de Morency gusta de tomaparte en consejo de gente seria—, sgringo es, ya pueden contar con que l

presa está hecha. Yo no sé la que cargaesos demonches, pero pa lo que yo levide po’allá en Estados Unidos, éstason tortas y pan pintaos. Con decirleseñor Pablo, que levantan diques dpurito jierro.

 —¿La que cargan esos gringos? Y

sé bien su diablito… Vamos, hombreGertrudis, no nos queras poner los ojoverdes ni seas guaje; la que train es lde llevarse toda nuestra plata pa s

ierra. A ver ¿en qué pararon lamentadas vacas holandesas? Unoanimalazos quizque de veinte cuartillode leche no habían de bajar. ¿Y sí?…

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 130/862

¿quién les conoció tamaña maravillaLo que todos vimos bien fue que emenos de un año fueron estirando l

pata, una por una. —No, señor Pablo; de eso tienen l

culpa no más los patrones. Con sumiserias, con peones de a real y raciónmetiendo el ganado en corrales coméste, claro que eso había de resultar. Poallá se hace harta plata, es cierto, per

harta plata se gasta también.Y ahí dio fin la charla, porque loviejos se percataron de que tíMarcelino había llegado al portal de l

casa. Aquella ave negra tenía el don dextinguir la plática más animada cosólo su cercanía. Por otra parte el tamorenciano volvía de los Estado

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 131/862

Unidos con unas altanerías y unomodos, de dar miedo. Dispersáronspues, dejando solo al pastor.

 —Este muchacho acabará mal —dijo sentenciosamente uno de los viejo—; se le afigura que todos son morocon tranchetes; y aquí no estamos en sMorencia.

 —Si le digo asté, compadre —habló otro—, que tamañito ansina me h

dejao lotro día. Ai tiene que tíMarcelino le jue a reclamar por qué nhabía cumplido la orden del amo, dsacar él mero en persona la boleta d

entierro del dijunto Jesús, y que por sculpa habían metido a don Julián a lcárcel. A su güen parecer, ¿qué piensque le respondió Gertrudis? Pos qué

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 132/862

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 133/862

 —¡Eh, Hormiga!…Se abría una puerta y de u

corralillo escapaba a todo correr un

ernerita rubia en derechura de la vacque, sujeta va por el pial, la acogíendiendo su hocico en sordo mugido. L

becerra atacaba con vigor la ubrrebosante y el ordeñador esperaba a quas tetillas se pusieran erectas par

arrebatarla con su tosca mano de la boc

espumosa. Suspendía luego al animalitde las astas de la vaca y comenzaba usonoro chisgueteo de gruesos y blancochorros de leche.

En el corral saturado del aromcampestre difundíanse el olor deestiércol y el de la leche reciéordeñada.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 134/862

 —¿Quién es ora tu novia, puesTico?

El idiota, tartamudo, estiró la

íneas de su rostro, las contrajo, abrienormemente los ojos y después dmuchos intentos logró decir:

 —Pos… ora es… pos ora eseñá… señá Marcela…

Estrepitosas carcajadas acogierosu respuesta. Tico reía también con l

malignidad posible a su rudimentaricerebro dejando entre sus belfoeternamente abiertos y caídos una hebrcristalina. Avivado el regocijo de lo

peones, caldeábanlo con insinuacionecada vez más atrevidas.

 —¡Cállense! —dijo ceñudo emorenciano—, ¿qué no miran que aist

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 135/862

ella y los está oyendo?Afuera, cerca de su jacal, Marcela

en camisa muy escotada, llamaba a su

polluelos chasqueando la lengua. —¿Qué dices, Tico? ¡Voltea n

más!… ¡Con razón hasta la baba se tcai!

En un montón de estiércol, loavichuelos, con las patas abiertas echadas hacia atrás, desparpajaban l

basura y hundían sus picos ávidos dgusanillos. Al oír la voz conocida dMarcela, se precipitaron desaladohacia el tamo de maíz que les arrojaba

puñados.Lejos de contenerse los mozos co

el regaño oficioso de Gertrudis, ahorponderaban al epiléptico las delicia

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 136/862

que Marcela prometía. Y Tico, la faamoratada y cubierta de erupciones, cosu eterna sonrisa de piedra, palpitaba e

bestial lascivia.Quemándose de coraje, Gertrudi

no tomaba resueltamente la defensa de lmujer zaherida por la canalla, sólo poel temor de que lo metieran en chismesBonito papel el suyo entonces!

Picoteaban los animalillos co

frenesí; una polla cayó sobre el granque otra le disputaba; se armó lcontienda, el gallinero entró en alborotoas contendientes se persiguieron, toda

cacarearon, hasta que el gallo se percatdel sucedido, irguió su cabeza dasesino malhumorado y gruñó sordamenaza. Con lo que bastó. Tre

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 137/862

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 138/862

recio puntapié le apaga los alientos o eacceso epiléptico lo tienddespatarrado.

 —La Marcela te echó ojo —rumoreó Andrés al oido del morenciano

 —¿A mí?… ¡Bah, se necesitaría nener vergüenza! Ni me andes diciendo

porque de verdá te digo que maldito lque esas chanzas, me cuadran.

Hubo un movimiento repentino e

oda la peonada; todos se pusieron dpie. Al crujir de los goznes se abrieroas hojas del portón, y montando lo

mejores caballos de las cuadras saliero

don Julián y el ingeniero americanoAquél vestía un terno de gamuza dvenado, sombrero ancho de pelo crudoespuelas incrustadas de plata; e

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 139/862

huésped llevaba un grueso saquitrón dcasimir, pantalones subidos a medicorva y un panameño, bajo cuyas ala

estrechas escapaban mechoncillos dpelo alazán tostado. Poco se le daba ahombre de la risa que su indumentariprovocara en la peonada; sus ojilloazules deslavados, tras de gafas dgruesos cristales, cintilaban de regocijosu cara de camarón cocido se inundab

de alegría y de sol, y sus pulmones sensanchaban como para aspirar de ugolpe el aire de la campiña fragante. Aun llamado de Julián dos peones s

precipitaron a recibir sus órdenes. Larasmitieron luego y la peonada s

dispersó por los llanos como parvada dpalomas.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 140/862

Dos hombres se quedaron solos; smiraron un instante sin disimularse sodio profundo. Pero ninguno se atrevió

un gesto más ni a decirse una palabraSe alejaron entonces en opuestadirecciones.

Su mutuo aborrecimiento provenide sus ambiciones comunes. Andréaspiraba a ser el mozo de estribo de doJulián, sin más merecimientos que s

edad; pero como su propia sombrasiempre y en todas partes, se lnterponía el viejo Marcelino con e

ascendiente de su lealtad de perro y e

de haber sido el consentido del amgrande, don Esteban. Sólo que uno veídecrecer su poder con los años que ldoblegaban y el otro aumentar s

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 141/862

predominancia con las energíadesbordantes del que ha comenzado ser hombre.

Sentían, pues, que uno de los dosobraba en el mundo y que los estorbohay que quitárselos de enfrente cueste lque cueste.

Trasponiendo la línea azul de unoma y en la lejanía se esfumaba apena

el ganado. Todo se había quedado y

solo y, en silencio, señor Pablo echó larancas del corral de las vacas y tomó lvereda del arroyo caminandpenosamente; cuando llegó al borde d

un vallado reconoció su maguey, cortdel sembrado vecino un largo tallo dcalabaza y, hundiéndolo en el manantiade aguamiel, chupó el líquido dulce

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 142/862

ncoloro hasta agotarlo; después se echen el llano a roncar a la sombra de umezquite, en espera del mediodía par

regresar a su casa.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 143/862

VIII

—EH, TICO… ¿qué buscas ai?… ¡Qususto me has dado, animal! ¿Qué querepues? ¿No te han echao la gorda en t

casa? Sí, se les ha de haber olvidadcomo siempre… a sus conveniencias…pa que otros te mantengan… Vamos

aistá eso, trágatelo…Tico cogió al vuelo la tortilla y ldevoró ruidosamente, sin quitar unstante sus ojos de Marcela. Se limpi

as lágrimas que la humareda del fogó

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 144/862

e hacía fluir y clavó otra vez en ella srisa de mascarón y su lasciva mirada.

Palmoteando una bola de masa

Marcela volvía hacia él su rostro dcuando en cuando; pero su pensamientausente mantenía absortos sus ojos. Lhorrible pesadilla, la visión alucinantde la daga desnuda la hacía tiritar. Quizdesde el momento en que ofreció specho desnudo al puñal homicida, si

emor alguno a la muerte, produjérase egran derrame interno de todas laenergías acumuladas y el agotamiento dsu impasibilidad de hembra poderosa

Porque ahora Julián no sólo le inspirabaversión profunda sino un terronaudito.

«¡Oh, si me encontrara un hombr

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 145/862

que quisiera sacarme de este purgatoriome iría con él, fuera quien fuese!».

 —¿Que esperas todavía, mierda

—exclamó incorporándose tras emetate, huyendo de sus negropresentimientos y reparando en los ojodel idiota, que no sabía esconder ebrillo de lujuria que le quemaba.

«¡Bah, si este bruto estará tambiédañado!».

Y sonrió, consciente de su podepara imponerse con la fuerza del márabioso deseo a cualquier macho que se pusiera enfrente.

 —¿Qué te decían esos perdulariosTico?

 —Je, je, je… pos… pos que qugüenas piernas tienes…

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 146/862

 —¡Hombre!… y ¡tú que te muereporque hagan mofa de ti!… ¿verdadAnimal! ¿No echas de ver que eso es l

que hacen nomás? Mira, otra vez que to digan, les respondes que más t

cuadran las de sus mujeres y que te laempresten pa una madrugada… ¿Oíste… Ora sí, ya puedes ir largándote a tcasa…

Acentuó la última frase con l

repugnancia invencible que el epilépticnspiraba a todas las mujeres. Acabó dfregar el metate y en una batea juntó eagua sucia, salió luego a tirarla a un

pila de cantera a espaldas de la casa. Eun corralito cercado de huizaches varaduces un cerdo gruñón y tardo sevantó al ruido del nejayote borbotante

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 147/862

  metió el hocico en la piletadesparramando ansioso el agua turbia.

 —Buenos días, Marcela.

 —¡Epa, tú, Gertrudis! ¿Qumilagro de Dios es éste, hombre? Digsi pa mí es la vesita.

 —Sí, tenía ganas de saludar a laamistades y a eso mero vine… Denqulegué de Morencia…

 —Sí, tú, ya te acabarás con t

Morencia; apenas te cabe en la boca…o me digas, no me digas, que tengmucho sentimiento contigo porque nhabías venido… Pero entra, hombre…

Aunque sería güeno que jueras primera darte una asomadita allá por el arroyonadita que a mi papá le cuadra que mvengan a vesitar. Ya habrás oído por a

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 148/862

el runrún de la gente; me han metido euna de chismes que sólo Dios… Y comel probe viejo es el que la lleva, yo, l

mera verdá, no quero darle más en qusentir. Pero pasa, ¡qué caramba!, al cabha de estar dormido orita. Nunca vienpor acá en antes de mediodía.

Entraron uno tras de otro. —¿Todavía estás aquí, demonche

… Póngote la cruz… ¿Pos qué espera

que no la sigues?… Agarra esbanquito, Gertrudis, y siéntate. ¡Mira nmás qué hombrazo te hiciste po’allá!

Con monosílabos y media

palabras el morenciano respondía a locuaz amiga. Su intento de exhibició

era por lo demás evidente. En vez de laburdas ropas de manta, negras de sudo

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 149/862

  tierra, llevaba restirado pantalón dmezclilla con botones y remaches datón, corbatín encendido, tirante

morados a cada lado de la lustrospechera planchada, zapatón americanoreluciente de pura grasa, con fieroclavetones; todas las modas y novedaderaídas de Morency.

 —Pos sí, yo bien he echao de veque por eso no has venido a verme. Per

no creas, lo más que cuentan son puramentiras y chismes. La que arma todo ebrete es seña Melquias, que ya se lquema la cazuela por el tal don Julián p

su hija Anselma. ¡El canijo de doJulián! ¡Como si el desgraciadestuviera de antojo! Y luego ya tú sabesal que mató un perro le llama

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 150/862

mataperros. —Sin embargo, no te quejará

muncho de tu querer —observó e

morenciano con sorna, si bien su voestaba apagada y enronquecida.

 —¡Válgame Dios, Gertrudis, nhay quen me salga con otro cuentoMira, por Dios y esta cruz te digo quoo lo que hay de cierto en esto es que…

pos sí, hombre… ha habido, ha habido

¿a qué negar la luz del día?… Ya túsabes que quen manda, manda… Pero deso a que yo haiga sido su querermienten y retemienten.

 —Has de ser de munchaesigencias pa que el hombre no tcuadre con ese lomo que Dios le ha da con tu corazón que pa naiden falta…

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 151/862

 —¡Mira, hombre, yo no quero quú me hables ansina! Bien saben Dios ú que pa ti siempre he sido otra cosa…

Mala gente! ¡A que no te acuerdas dallá cuando éramos unos chamagosoodavía!…

Marcela suspira, su voz decrecedecrece, se llena de ternura, y laágrimas la turban, la hacen quebradiza

hasta extinguirse en un dulce rumor

Reminiscencias de sus primeros añosevocaciones de una mirada, un gestouna palabra. La vida infantil rota drepente al despertar de sus almas en l

desfloración de un beso en plencorazón del bosque.

 —¡Valdría más que nunca macordara!

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 152/862

Y como arrepentido de haberldicho, al instante el morenciano desvía conversación. La enfermedad d

señor Pablo que ha acabado con suojos; el frío y las nevadas allá en e

orte; el dinero que se gana la gentrabajadora en los Estados Unidos y loornales miserables de México.

Marcela le escuchaba sinterrumpir su faena. Acabado el ase

de la cocina, suspendía ahora, de largaespinas de maguey clavadas en loadobes, ollas y cazuelas por la oreja, eorno de un cromo mugriento donde Sa

Camilo y los diablos se disputaban ealma de un agonizante. De espaldas y eflexión se arredondeaban más aún lamorbideces de su dorso, de su

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 153/862

hombros, de sus caderas y sus muslosras los pliegues verticales del chomit

sus recias piernas se delineaba

fuertemente y quedaban al desnudo suobillos bronceados bajo la franja verd

del guardapolvo.Magnetizado, Gertrudis avanz

paso a paso y la abrazó por la cinturaSin protestar, Marcela volvió el rostrsonriente y empurpurado, radioso baj

el encanto de la caricia ardorosamentdeseada y provocada. Sus labios suntaron.

Un grito sobreagudo y el epiléptic

se desplomó, los ojos en blanco tras laórbitas, contorsionado el rostroespumeante la boca, todo su cuerpsacudido por violentas convulsiones

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 154/862

Pasaron tres minutos y fue quedándossilencioso, paralizado, inerte.

 —Epa, tú, Marcela, ¿pos ora qu

hacemos?… Croque ya se murió… —No, hombre, es el acidente; le d

oos los días. Vamos a llevarlo al cuartde mi papa, porque lo ques ora ndespierta en toa la mañana. Venayúdame pues…

El cuerpo, pesado como un buey

fue conducido a rastras de un cuartuchal otro.Cuando se quedaron solos

Gertrudis, limpiándose la frente, dij

sombrío: —Pos ora sí… adiós, Marcela

hasta otra vista… —¿Cómo?… ¿te vas?…

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 155/862

 —Adiós… —Pero si ni te lo puedo creer…Ahogando su pesar hondísimo, qu

raslucía el acento quebrado de su voz a tremulación de su mano, cogió losca y encallecida del morenciano.

 —Adiós, pues…«¿Eh, qué tendré yo?», se dij

Gertrudis en la soledad de la montañapresa de inexplicable inquietud. «Per

¿qué he hecho yo?», exclamó angustiad  sintiendo todavía la humedad de loLibios de Marcela.

Y ella, absorta mucho tiempo

clavadas las pupilas en el cielnsondable, fijo su pensamiento en e

sacio, sintió de repente mojarlos loojos y las mejillas y susurró: «¿Eh, qu

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 156/862

engo yo?».

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 157/862

IX

AL MEDIODÍA  Marcela coge la hoclavada en las junturas del muro, se echuna soga al hombro y parte. No hay u

celaje que tamice los rayos cenitales; ecielo está limpio como un satín. En laramazones se acurrucan silenciosos lo

pájaros; las gallinas, a la sombra dmezquites y huizaches, matizan el verdesmalte del prado con el vivo coloreade sus plumajes; jaspes de oro y negro

capuchas de perdiz, albos plumone

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 158/862

esponjados; reflejos metálicos, crestasangrientas y ojos inyectados. Unaesconden la cabeza bajo un remo; otras

como insoladas, abren el pico.Marcela entra en el milpa

abriéndose paso a través de unapretada fila de lampotes y maíz de tejacuyos aurinos florones cabecean asepararse bruscamente. Los tallos de laaceitillas y las blancas flore

despetaladas caen al rudo golpe de lhoz. Zigzaguea la rozadera a lo largo desurquerío y las cañas se doblegan apaso de la robusta moza.

Al cabo de media hora regresa poel mismo surco, recogiendo los haces derba tronchada, enrollado el mandil a cabeza y la gavilla de pastura a tod

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 159/862

el caber de sus brazos enarcados. Tira asuelo el pesado montón y ya fuera de lmilpa se detiene a tomar aliento

sudorosa.Un alfombrado encendido s

extiende a sus pies: cinco llagas ampotillos, yedras azules, maravilla

moradas y blancas estrellas. Compétalos arrancados por el vientrevolotean vividas mariposas. Un

ibélula hiende el aire abrasador con smirífico tisú bordado de oro. El soquema, los pájaros se pierdediscretamente en las enramadas; l

nmensa sabana está desierta. Como unvoz vagarosa y llena de misteridesciende el rumor de la montaña. Dcara al poniente yérguese la Mesa d

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 160/862

San Pedro como un monstruo qucontemplara impasible las llanuraverdes, las lomas azules, las pálida

serranías esfumadas apenas en el azuzafirino que se pierde en el infinito azurHacia el suroeste blanquea el risueñcaserío de la peonada de San Pedro das Gallinas.

Entrecerrados los ojos por ldeslumbrante claridad, Marcela percib

os adobes negruzcos del mesón, lomuros encalados de la vinata de JuaBermúdez y hasta el color de la falda dMariana. Pero nada de lo qu

nsconscientemente buscan sus ojos: nuna bluza azul, ni un pantalón dmezclilla. Su pecho sigue oprimido bajuna tristeza indefinible.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 161/862

Afianza en sólido y estrecho nudel pesado tercio de yerbas y ya sapresta a levantarlo y a ponerlo sobre s

espalda cuando un ruido de cañabruscamente derribadas la hace volvea cara.

 —¡Oh, mocho bueno, don Joliánmocho bueno, pero osté no ser bueamigo, osté no enseñar mí mejor ganado

Al ingeniero americano se le tuerc

el cuello de voltear a ver a Marcelahasta entrar por la gran puerta de lhacienda.

La muchacha, que sostuv

mpávida las miradas de tan inopinadadorador, se desternilla de risa. Sazonsu regocijo el picante de Julián, mudestigo de la escena. ¡Ya lleva para u

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 162/862

derrame de bilis! Y con eso basta parsentirse librada de sus penas. Ella otrvez, ella, la que jamás supo ceder

otros impulsos que a los de su deseo de su ciego capricho. El malestar, lvaga tristeza, el desasosiego que ldejara la visita del morenciano sdesvanece en su último éxito; y su buehumor renace sólo de pensar en el marato que le da a su amo.

A Julián la visita del americano lhabía caído como agua de mayo. Lo vilegar con sus tripiés, teodolitos

estuches y demás avíos y salió a s

encuentro hondamente regocijadomaginábase que con la atiborrada quba a darse ahora de cálculos

proyectos acabaría de desecha

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 163/862

seguramente la malhadada y ridículpasioncilla que le tenía cogido. Huyendde la soledad y del aislamiento se habí

entregado a las rudas faenas del campoal igual que cualquier peón. Así distraísus pensamientos durante el día, y por lnoche su cuerpo se entregaba a uprofundo sueño. Discutiéronse, puesproyectos y más proyectos.

 —Yo creo que aunque la cebad

cuesta menos, el chilar rinde más, místeJohn. —Con una sola cosecha de chil

paga la presa, don Jolián.

 —Pero es mucho gasto. Además¿si se nos viene el barrenillo?

 —¡Oh, no, gente que entienda, qucuidar la tierra limpia… y tamañ

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 164/862

cosechón! —¿Y si viene un granizal?… —Don Jolián, entonces osté quere

dinero como agua del cielo.Después de una larga discusión s

venía a parar en las mismas indecisionedel principio; pero el ingeniero supsacar avante la aprobación de surabajos, lo único que a él le interesaba

Justamente esa mañana salieron a tira

as líneas de los cimientos de la presa Julián acabó de convencerse, con lohábiles razonamientos del americano, dque todas las ideas que señor Pablo l

había metido en la cabeza eradescabelladas, sólo gruñidonofensivos de perro viejo.

Al atardecer, cuando Marcela

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 165/862

cántaro al hombro, baja al agua, lprimero que encuentra es al atribuladmíster John. Buena de corazón

caritativa por temperamento, inagotablen sus dádivas de amor, le lanza unmirada incendiaria, pliega los labios esu mohín peculiar y pasa de largo altiv  airosa, segura de que el ritmo de su

movimientos y la gallardía de sus líneadirán más y mejor de lo que co

palabras pudiera prometer.Fascinado, el ingeniero va seguirla cuando aparece el morencianocual brotado de la tierra. Marcela cruz

sus ojos con él, y míster John siente unducha helada. Una mirada torva democetón lo hace calcular simatemáticas la potencia de sus músculo

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 166/862

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 167/862

chocolatito, venga para enseñarle algque no conoce. Sígame.

Atraviesan un amplio patio d

imoneros. El americano se detiene respirar a plenos pulmones el perfumexquisito y raro en la rústica fragancidel valle aromoso sólo a cactusmezquites y huizaches. El ambiente esedante para sus nervios excitados.

 —En su tierra no se usan de esto

patios… yo también he ido alláLlevamos una partida de caballos hastSan Antonio. ¡Diablo! Viven ustedes epalomares: casas y casas hasta llegar a

cielo. Ya no miraba la hora de largarmde allí; se me figuraba que de repente sme venían encima aquellamasamostras.  Duramos no más de un

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 168/862

semana y poco faltó para que me sacaraextraviado  con tanta gente y apretura…¿Eh, qué tal?… Mire, míster, ésta es l

vaquera para el trajín de lazar colear…

Habían llegado a un pasillo Julián levantó una gruesa manta de ixtledejando al descubierto dos hiladas dsillas de montar, a horcajadas sobroscos burros de madera.

 —Tiente no más… purito tanate doro; da usted con todo y bestia en esuelo antes de que al tirón de la reata szafe la cabeza de esta silla. ¿Y qué m

dice de la charra? Tiente; vaquerillo dpiel de tigre… ¡Vea qué cosa máprimorosa!…

Se le desató la lengua. Y com

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 169/862

dudara de que su huésped comprendieranta minucia de carreras, coleaderos

rodeos y otras charreadas, le hablaba

gritos, imaginándose seguramente qumientras más alto subiera la voz, mejose haría entender.

 —¡Oh, sí, mocho bueno, doJolián, mocho bueno! —asintió eamericano, mascando un pedazo dabaco y estudiando un plan par

apalabrarse con la hembra esa mismnoche. —Risa da ver cómo nos pinta

ustedes. Pero sí le digo que para eso d

ponerle una mangana a una yegua bruta irarla de las orejas, nosotros lo

dejamos a ustedes con la baba caída¿Qué tal lustre? Curtido de Oaxaca; n

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 170/862

o hay mejor en todo MéxicoChapetones de pura plata y este bordadde hilo de oro de lo mero fino. ¡U

platacal de veras, míster! Mire, estreatita es chavinda ganadora corrioscomo un taray y para un pial no conoccompañero.

 —¡Oh, sí, mocho bueno, doJolián…!

 —Mire qué espada. Toled

egítimo. La cojo por el puño, pongo lpunta en el suelo y hago un arccabalito. ¿Qué tal hoja, eh?

 —Amo, amo, acaba de parir l

Gobernadora; ande su mercé, venga ver nomás qué potrillo; está que npintao… Yo se los dije. Va a ver smercé cómo es del Mono. Por ningú

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 171/862

ao niega al tata… —Míster John, vamos al corral

ande véngase.

 —Mochas gracias, don Jolián, mdoler la cabeza y quiere dormir.

Sin escucharlo, Julián corralborotado tras de Andrés a ver la nuevcría.

El ingeniero, con la idea yclavada en la mollera de una aventur

donjuanesca a medianoche, respiró al ficon desahogo y se puso en fuga hacia spieza, en el fondo de la casona. Aatravesar la sala donde vegetaba e

valetudinario anciano, se regocijó dhaber escapado a la segura exhibicióde los avíos de labranza ahaglomerados; rejas, coyundas, arados

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 172/862

imones en cada rincón; bateas, canastoscuernos blancos de cal, debajo de lasillas y la cama. Entró en su cuarto y a

nstante se metió en el lecho.«¡Diablo de gringo tan flojo! —s

dijo Julián media hora después, cuandviniera a llevarlo a cenar—. ¡Nsiquiera he podido enseñarle mis armade fuego!».

Un museo, comprendiendo desde l

pistola de chispa del tiempo del curHidalgo hasta la pequeña y rebruñidescuadra del ejército federal de doPorfirio. Todas a la cabecera de l

cama, ocupada ahora por el ingenieroenguirnaldando y haciendo marco a unafligida Dolorosa con siete espadacolosales abiertas en abanico sobre e

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 173/862

corazón.Pero el americano roncab

profundamente y Julián tuvo que salir d

puntillas para no turbar su sueño. —Madre, dame de cenar; el gring

a rindió. ¡Farolones estos! ¡Tamañamanotas y tamañas patotas! ¡Que hacen ornan! Ya se ve: una vueltita a caballo

se le acabó el aliento. Así lo viera ypegado a la canasta. A ver si no escupí

hasta los bofes.En la cocina, arrimado a unrústica mesa trashumando ajos cebollas, con el sombrero hasta la

narices, comenzó a comer ruidosamentcon avidez. Luego que calmó suprimeros ímpetus, habló con la boclena:

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 174/862

 —Ahora sí está todo arregladoplanos, presupuesto, tirada la línea dos cimientos y pagado el trabajo de

ngeniero. Se los aviso. —¿Y a nosotras qué nos va? —

respondió una trapajosa muchachota, dvoz hombruna y gesto altivo.

 —Les va, hermana, que el día de lAsunción se bendecirá la primera piedrde la presa y tendremos fiestecita. Le

va que tienen que prevenir la casaporque quiero convidar al señor cura dSan Francisquito, a Gabriel, a mi tíAnacleto, a tía Poncianita…

 —¡Ah, qué tanteada! Ésa sí que noConvida al dianche en persona; pero povida tuya que si traes a la tía le araño lcara. ¡No más eso nos faltaba!

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 175/862

Para reír a carcajadas, Julián sdespachó el bocado, empinando de usorbo una olla de agua azul, mientra

que su hermana, de frente y clavada dcodos sobre la mesa, le contestaba coenergía.

 —¡Válgame Dios, hija, no digaeso!

 —Madre, no la quiero. No mgusta decir lo que no siento. Ya m

figuro que todo es llegar y comenzar dar órdenes y a ponernos a todas a smando. Para ella nunca están las cosabien hechas; da consejos hasta de lo qu

no entiende; a todo le halla defectos sólo lo que ella dice y hace está biedicho y hecho. No, Julianito, no noraigas a la tía. ¡No la quiero, no l

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 176/862

quiero, y no la quiero!Julián, riendo todavía, tendió s

platillo, que doña Marcelina po

segunda vez colmó de frijoles con chilverde deshebrado.

 —No sabes lo que estás diciendoCuca. Tía Ponciana nos va a servimucho a la mera hora de la hora. En lpresa se nos va a ir un dineral y si lcosecha no se logra ella sabrá sacarno

de apuraciones: tiene plata como maíz. —He vivido en su casa y lo smejor que tú, hermano; pero sé decirtambién que primero le sacas una onz

al cromo de señor San José que tlaco a tía Ponciana. ¡Dios te ampare si a elle atienes!

 —Bueno, convengo en que n

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 177/862

resulte de tu agrado esa visita; pero alghemos de hacer unos por los otrosComo luego dicen: Hoy por ti, mañan

por mí. Yo le traigo a mi Pablón… —¡Peor!… ¿y ése? —No me echen al agua que m

hogo.  No le pondrás tamaña jeta a tfuturo. ¡Ja… ja… ja…!

Cuca se puso en pie haciendo ugesto de disgusto y salió en seguida d

a cocina. Julián empinó otro jarro dagua y siguió lucia su alcoba.Doña Marcelina, como todas la

noches, luego que se quedó sola

encendió un cabo de vela de NuestrAmo y comenzó a rezar y a persignabendiciendo rincones, puertas ventanas, hasta acabar por una abierta a

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 178/862

occidente en dirección de la capital, da penitenciaría, donde sus dos hijo

mayores purgaban delitos de sangre.

Madre cristiana, poseía lfirmísima esperanza de que, mediantsus preces y sus lágrimas, sus hijovolverían regenerados.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 179/862

X

A LA  falda de la Mesa de San Pedroentre añosos encinos y resquebrajadomezquites llorando espesa goma

nopaleras y pencas alzadas al cielcomo manos chatas e implorantesérguese la faz risueña de la casa grand

de San Pedro de las Gallinas, la que eechas no remotas fuera la matriz de lgran hacienda de San Pedro, con sublancos portales encalados, su mirado

de ladrillos rojos y dos oscura

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 180/862

ventanucas en el fondo. En contraste cosu rústica gracia y sencillez, en cada unde sus ángulos álzanse pesados fortine

poligonales de angostas rendijas biemordidas por la metralla, desperfectoreligiosamente conservados comblasón del más alto valor. Abajo desaliente mirador se abre la entradprincipal defendida por enorme puertde mezquite y mohosa herrajería

estimonio fehaciente de la inquieta vidde los moradores que tales guaridahubieran menester para dormiranquilamente.

Se dice por toda la comarca quos Andrades no entraron en juicio sin

hasta la hora y momento en que lmanaza de don Porfirio apabulló lo

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 181/862

alientos de las hordas de bandidos quecon humos de fogueados militaresfueran por largos años la plaga má

calamitosa del país. Desde las guerrillade Independencia hasta el triunfo dTuxtepec los Andrades habían hecho ufeudo de la provincia, y aún sescalofrían muchos viejos al solnombre de un Andrade. Gracias tambiéa la revolución, la prolífica especi

quedó bien mermada. Cuando el abueloel único superviviente a las contiendas refriegas, estiró la pata, piadosamentauxiliado y con señales de muerte mu

ejemplar, sólo quedaron en el mundres herederos legítimos: doña Ponciana

don Esteban el primogénito y doAnacleto el jocoyote. Tres fraccione

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 182/862

hiciéronse por consecuencia de lpropiedad. La Mesa de San Pedro pardoña Ponciana. «El ganado es ganado

por tanto el ganado para las mujeres»decía axiomáticamente el viejo. A doEsteban le tocó San Pedro de laGallinas, llamado así por la abundancide tales bípedos que bastaban para surtiplazas hasta de remotos pueblos. Y don Anacleto, San Pedro Abajo. L

sabiduría del testador realizó el milagrde satisfacer a los tres hijos. DoñPonciana con los ricos pastalesmagueyeras inagotables y criaderos d

primer orden; don Esteban con laierras de mejor calidad y má

susceptibles de mejora, y don Anacletcon el terreno más vasto, sobrado par

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 183/862

lenar sus necesidades de borrachín cuyvida discurría de rancho en rancho, dbodorrio en bodorrio, siempre a caza d

amigos, fiestas y divertimientos, sin mágastos que los propios, muy exiguos, os de su acompañante, un grandulló

con aires de babieca, a quien llamaba mPablón, y por mi Pablón conocido dodo el mundo. Producto adquirid

detrás de la iglesia, mi Pablón dab

punto y raya a su padre y señor, lo quno era poco para los dieciocho añoescasos que contaba.

En tal medio cayó doña Marcelina

siendo su historia de las más triviales da época. La muchacha del pueblo qu

gustó al rapaz latrofaccioso y que earrebatada del hogar en cualquier noch

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 184/862

orgiástica de aguardiente, de mujeres de sangre. Si algo tenía que agradecer don Esteban sólo era el que se hubies

prendado de sus cualidades hasta epunto de hacerla su legítima esposa.

El primer vástago trajo lresignación; con los siguientes la casa spobló de gritos y de alegría; paréntesimuy breve de felicidad para la madreporque los cachorrillos muy pront

sacaron las uñas y enseñaron lodientes. En hora aciaga renacían suurbios atavismos. Lejos de encontraos mozalbetes un mundo dispuesto

festejar su gracia y travesura, autoridades sórdidas, cosa que por lbuena o por la mala consiguieran suprogenitores, el intruso destacament

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 185/862

rural de San Francisquito, siurbanidades ni miramientos, de buenas primeras les echaba garra por u

quítame esas pajas. El mayorcito, poejemplo, entró a la penitenciaríasombrado: ¿quién de los Andrade nhabía asesinado a alguna de suqueridas, sin dejar de dormir una solnoche en su casa? Otro le siguió antes dseis meses, por más inocente fechoría

Un octogenario viene por el camino reael Andrade, en dirección contrariamonta un corcel brioso y de falsa riendase encuentran de pronto en una curv

pronunciada; el caballo es pajarero, da estampida y por poco tira al mozo

Estas cosas le dan coraje a cualquieraqué diablo!, saca uno su pistola y ¡zas

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 186/862

… El más mocito, un decadente digno da pluma de Thomas de Quincey, l

abrió el vientre a una mujer encinta sól

por darse un ■espectáculo novedosoPor el honor del nombre, algo habíhecho Julián: dos homicidios calificadode los que supo salir avante y cuando ncumplía veinte años. Miembrnofensivo, por último, era Gabriel, u

matón en ciernes que, gracias a nuestr

señor el alcohol, habíase estancaddesde sus más tiernos años eperdulario marrullero y gruñidor, perrviejo y desdentado. Su amor a lo

espirituosos era tan grande, que ni spropio padre don Esteban se avino soportarlo en el seno del hogar. Vivía epobre diablo cosido a las faldas de un

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 187/862

horripilante pulquera de SaFrancisquito que le daba todo: amorcomida y vino.

En medio de tal negrura discurríados vidas dulcemente dolorosas ristes, la de doña Marcelina, madr

abnegada hasta el heroísmo, y la dRefugio su hija, que poseyendo lorasgos varoniles y fieros de la casta, sgesto altivo y recio continente, llevab

el alma profundamente sencilla y rectde la madre.Como es de regla en gentes de est

ralea, las mujeres no tenían voz ni vot

en su propia casa; su misión era la dcontemplar atónitas la grandeza de suerribles señores, estar prontas

adivinarles sus menores pensamientos

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 188/862

a servirles de rodillas si ellos así lpedían.

Al berrear de los becerros, cuando sdaba comienzo a la ordeña, despert

Julián. Vistióse y, ya al salir, reparó eque no llevaba nada en la cintura. Lvíspera en la noche, como de costumbrehabía suspendido su pistola a lcabecera de su cama, ocupada ahora poel ingeniero. A tientas y de puntillaentró en la alcoba, tropezando aquí co

una silla, más allá con la misma camaApenado por su involuntaria falta datención, encendió un cerillo; pero aomar su revólver reparó en que la cam

estaba vacía. Al instante y por extrañ

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 189/862

asociación le vinieron dos nombres a lmente: míster John y Marcela. La ideera absurda, pero de una violenci

abrumadora. Fue a la puertecilla qudaba al campo y la encontró abiertaEntonces, seguro, regresó al cuarto sacó un puñal que estaba debajo decolchón, se lo puso en la cintura y salió

Agazapándose entre la yerba, muentamente, para no despertar a lo

perros, se encaminó hacia las espaldade la casa de Marcela; saltó el cerco dhuizaches y se detuvo breves instantesSu corazón latía con regularida

pasmosa, su pulso era firme y sosegadosus músculos no tremulaban y se sentídueño y señor de todas sus facultadesDio un salto y se precipitó en l

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 190/862

oscuridad de la casuca.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 191/862

XI

SUSTENTADAS  sus recias posaderas pomonumental burra canela, contra vient  marea llegó la tía Poncianita a Sa

Pedro de las Gallinas una bella mañanaada había valido, pues, el ponderarl

en larga carta los males que aquejaban

Julianito, la erisipela ampollada que lenía en el lecho. Se le había advertidcon toda oportunidad la decisión ddiferir la fiesta inagural de la presa

«Con todo y eso iré; pues ya hice l

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 192/862

ntención; el señor cura está convidada para el quince de agosto, y llueva ruene, el quince de agosto pondremos l

primera piedra dedicada a MaríSantísima de San Juan. No han de llegaa tanto los males de mi sobrino que poeso deje de hacerse un bochinchitoTengo antojo de cócono con pulque das magueyeras de San Pedro y de qu

Juliancito me baile el jarabe y me cant

a valona como él lo sabe hacer». —¡Ay, chulas de mi vida —exclamó apeándose penosamente sacudiendo los insubordinados pliegue

de sus enaguas de manta estampada—qué camino tan pesado! ¡O será que sva uno haciendo vieja!… Marcelinita¿qué haces?, ¿estás buena?… ¡Cuca, ve

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 193/862

acá, qué hermosota estás, muchacha!…El vivo retrato de tu padre. Hagan dcuenta que vieron a Estebanito cuand

odavía no le pintaba el bozo.Sudando y pujando llegó apenas

uno de los poyos del zaguán, donde sdejó caer.

 —Déjenme descansar tantito. ¡Ayhija de mi alma, si la cara la heredastde tu padre, no sus modos! ¿Dime, qu

escurrimiento es ese? ¡Qué desabrida qué pan con atole estás, chula! Venabrázame, apriétame, que somos de lmisma sangre. Todos los Andrade

hemos sido reaspaventeros, pero tú, nde la familia pareces, encanto. ¿Ddónde te vendrá lo encogido y essangre de horchata?

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 194/862

Doña Marcelina contestaba cosonrisas de resignación y obligadomonosílabos, mientras que Cuca s

acordaba de su promesa a Julián: «Si mrae a la tía Ponciana le araño la cara».

 —Agradézcame que con todos miaños venga a salvarlas del compromisque se han echado encima; mañana llegel señor cura, y eso de atender a loseñores eclesiásticos tiene su más y s

menos. Ustedes, tan alzadas por acá, sasustarán ya no más de ver gente. ¡Diode mi vida, escogí la burra canela pomansita y para no cansarme tanto,

estoy rendida! Las primeras leguas, scaminé tan a gusto que pude rezar mrosario de quince cabalito; pero de lbajada de los Caballos para acá ¡qu

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 195/862

rabajos, Señor!… Es una vergüenza quJulianito tenga ese camino.

Eso decía, caminando ya adelant

de las dos mujeres, en dirección de lsalona donde vegetaba don EstebanPerfectamente inmóvil en un graequipal de cuero, el viejo no daba máseñales de vida que en la llama ardientde su mirada.

Echóse sobre él doña Poncian

lorando a lágrima viva. Lo abrazó, lbesuqueó y lo estrechó con emociócada vez más grande. Y para mejoafirmarle su cariño le espetó un

aculatoria: «¡Dios Nuestro Señoquiera y la Madre Santísima del Refugime lo ha de conceder, hermanito, quengas una muerte tan ejemplar y ta

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 196/862

santa como la de nuestro padre: biemerecido te tienes el no pasar ni por lalamas del purgatorio!».

Su voz velada se entrecortaba poel llanto:

 —Lo único que te encargohermanito de mi alma, es que ante lpresencia de su Divina Majestad lpidas por nosotros los pecadores qunos quedamos sólo ofendiéndole co

nuestros pecados en este destierro, eeste valle de lágrimas…Solía don Esteban tener ganas d

entender y en esa vez muy a las claras l

manifestó, dejando escapar de scoriácea laringe un formidable gruñido.

 —Pues ya te saludé, Estebanito —agregó imperturbable la tía, sacand

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 197/862

grueso reloj chapeado de entre lapretinas—; ya volveré a platicar contigmás despacito, que tiempo no ha d

faltar. Va a ser la una ya, y es mi hora da guardia de honor del Sagrad

Corazón de Jesús. —¿No quieres antes saludarle

Julianito? —habló doña Marcelina—Tiene muchas ganas de verte, pero nsale de su pieza todavía.

 —¡Anda, tú de mi corazón, cómno! ¡Pues no se me había olvidado yeste figuroso! Les digo que llega unaturdido con tanto sol. Si, anda, vamo

uego a ver al consentido… Julianitoalma mía, me había olvidado de ti. Per¿qué es eso, chulo? ¡Dios me protejaHijo de mi corazón, eso no es erisipela

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 198/862

Las cinco llagas de Cristo! ¡Muchachde mis pecados, dejarías de seAndrade! ¡Mira nomás qué moretes! S

e hubieran puesto vino aromático era lhora en que estarías bueno y sano. ¿Poqué no preguntan a quien más sabeMarcelinita? No te apures, mi alma, ye curo ahora y para pasado mañana ne dará vergüenza que te vea la genteNo faltaba más! ¡Ay, Julianito, yo no s

qué les ha sucedido a ustedes que se hahecho tan dejados! Pregunten quiénefueron sus tatas. Pero tal ha de ser lvoluntad de Dios y hasta puede que se

para bien. A fin de cuentas, es mejor qua se les vaya quitando lo mitotero

Anda, pero si ahora que me estofijando, ésta es la sala de mis padres

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 199/862

Ay, Marcelinita, han hecho ya recámarde lo mejor que esta casa tiene, su salaMiren, pónganme cuidado, el padr

Comendador de la Merced, que era usabio —fue de peregrino a los SantoLugares—, decía que sólo por lapinturas esta sala vale un dineral. ¡Dioenga en su santo reino a mis padrecitosCuánto recuerdo para llorar! Cuca

ábreme bien esa puerta; quiero verl

odo para hacer memorias.Las lágrimas irrumpían en crisis as carcajadas con igual facilidad

Refirió historias de sus progenitores

dio detalles interminables de sucostumbres. «Aquí se sentaba a hacecostura mi nana Chonita, en aquel rincórezaba el Sábado Mariano mi tat

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 200/862

Monchito». Y a medida que evocaba udifunto, hacía un panegírico, resultandque de los Andrades no había uno qu

no llevara camino de beatificación«Porque dirán lo que quieran de ellosmialmas, pero los de nuestra sangrnunca pelearon en contra de la religiónA gloria de Dios que si dieron guerra

sólo fue para matar chinacos!». —Oiga, tía Poncianita —observ

Refugio, despegando por primera vesus labios—, ¿y es cierto que Pablo, ede mi tío Anacleto, es hijo de unmonjita que se robaron de un convento?

 —¡Han visto deslenguada! ¿Qusabes tú de esas cosas, niña? ¡A lopadres oírles su misa y dejarlos! ¡Quhablas tú de la religión!… Mira, niña

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 201/862

esas cosas no están bien a tu edad… ni ninguna. Si tu madre no ha sabido darteducación, no creas que yo por eso vay

a soportarte. Entiende que yo estoy aqu  no soy tu espantajo. ¡Mira la que n

quiebra un plato!Un gesto de doña Marcelin

contuvo a su hija, pronta a responder con una sonrisa de tremenda ironía eos labios.

Doña Ponciana se hizo ldesentendida y prosiguió impertérrita. —Esta sala la hicieron mi

abuelos. Por su recuerdo siquiera debía

ustedes haberla conservado como elloa dejaron. ¿Ven esa jaculatori

desteñida ahí en la pared de enfrenteMe la sé de memoria, como todas la

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 202/862

que están escritas aquí. Mi padre nos leía desde que tuvimos uso de razón

antes de aprender a leer ya nos l

sabíamos de cuerito a cuerito. Porquos Andrades siempre hemos sido mu

religiosos. Van a oírla de un tirón.Enderezó su busto de salchicha

meneó tres repliegues de su cuelloentrecerró los ojos y carraspeandcomenzó su recitación con voz ladina. E

vendedor de novenas, triduosapariciones y sucesos milagrosos de lVilla de San Francisquito había hechescuela. Al final de la primera estrofa

un torrente de lágrimas le cortó lpalabra y así se quedaron pendientepara mejor ocasión las alabanzaescritas en letras de molde en la

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 203/862

paredes, dentro de cuadrilongoenguirnaldados de almagre desteñidoalternando con pinturas murales del má

demoníaco realismo; angelitoabotagados y piernudotes quofrendaban devotamente al ojo de cartóde la Divina Providencia en lo alto de lcabecera, un ojo torvo dentro deriángulo simbólico que de secantmpío hiciera por cada uno de su

costados; fetos alados ofrecíachiquigüites (industria genuina de SaFrancisquito) colmados de flores frutos. Unos alzaban sus incensarios

mofándose de las leyes más elementalede la física; otros sonaban los timbales platillos. Con tal decoración armonizabel cielo raso, un cielo legítimo dond

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 204/862

anidaban alicantes y ratonviejos en locuernos de una luna de manta de nmalos bigotes, en el revés de un sol d

ez bermeja como de fraile bien servid  en las tiras de lienzo que servían d

sostén a las estrellas.Doña Marcelina, con e

pensamiento siempre en sus hijosnterrumpió las reminiscencias de doñ

Ponciana:

 —¿No has visto a Gabriel? —Pues, tú, mucho hace que no lveo. Te diré, él me procura muy pocoComo les tengo tanto horror a lo

borrachos!… Hace cuatro meses me fucon la embajada de un préstamo«Cuatro reales nomás, tía Poncianita»Le troné los dedos, mi alma. Ya tú m

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 205/862

conoces; con ese vicio yo no puedo vea nadie, ni a los de la misma familiaDesde entonces… ni más… ¡Bendito se

Dios!… Yo no sé de dónde le vendrá lborracho a este muchacho; de nuestrfamilia no. Los Andrades toman, soman su copita como toda gent

decente, sin descompasarse ni muchmenos. ¿Y de los muchachos presos quhas sabido, Marcelinita?

 —Escribió Lenchito; dice que éestá bien, pero que a Ramoncito ya lsacan al sol en silla de manos; lahumedades de la celda le ha

empeorado su reumatismo…Los sollozos le cortan la palabra. —¡A Monchito no lo volveré a ver —¡Sí, vida mía, empéñense

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 206/862

sáquenlos de la cárcel, cueste lo qucueste!

 —Es un dineral lo que piden. Sól

para el gobierno son diez mil pesos y nsé qué tantos más para los licenciados.

 —Pues hagan un sacrificio paguen lo que les pidan.

 —Es lo mismo que yo pienso; pera Julián se le ha metido ese brete de lpresa y no quiere soltar ni tlaco.

 —La verdad, tía Poncianita —rrumpió Cuca—, nosotras no tenemomás esperanzas que usted.

 —¡Hija de mi alma!…

Ante tan imprevisto ataque doñPoncianita abrió los ojodesmesuradamente, sin hallar al puntarmas para repeler la agresión.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 207/862

 —¡Qué bueno fuera!… ¡Qué máquisiera yo!… Pero si vieran, de verasqué escasa de centavos estoy ahora. Co

estos años tan malos, las cosechaperdidas, el maíz tan caro… ¡Oh, leaseguro que ya no hallo la puerta!…Callen, callen, ni me vuelvan a habla

de dinero!…Cuca apenas contenía la risa. Doñ

Marcelina estaba pasmada de la audaci

de su hija. —Pero si usted no tiene gastoningunos; para usted, tiíta, querer epoder.

 —Eso se te figura, chamagosaCalla, te digo, ¿qué entiendes tú ddinero?

 —Bueno, tía Poncianita, usted no

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 208/862

quiere mucho a todos sus sobrinos ahora no va a encontrar pretexto quponer. Nos presta nomás veinte yunta

de bueyes, Julián nos da lo que falte os muchachos saldrán pronto eibertad. Para usted veinte yuntas e

nada… como quien le quita un pelo a ubuey…

 —¡Hija, vamos!… —¡Ay, Marcelinita, qué niña tienes

Mira la mosquita muerta, tiene máalilayas que un licenciado…Más se empeñaba doña Poncian

en desviar la conversación, mayo

esfuerzo ponía en sostenerla RefugioPor fin la tía, rabiosa, acosada por todoados, se puso en fuga so pretexto de su

devociones. Cuca lanzó una sonor

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 209/862

carcajada y dijo: —¡Ah qué mi tia Poncianita!, ¿est

creyendo, pues, que lo que digo es e

serio? Si sólo ha sido para que mmadre y Julián se convenzan de lo ques aseguré una noche: «Primero l

sacan una onza de oro a la estampa deCura Hidalgo que a mi tía Ponciancuartilla». ¡Ja, ja, ja!…

Doña Ponciana se puso lívida.

—Ave María en esta casa; buenos día

es dé Dios… —¡Anacleto! —exclamó doñPonciana reconociendo en seguida lvoz aguardentosa de su hermano.

 —Ábranse las puertas que aqu

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 210/862

viene la alegría…Don Anacleto y su hij

desensillaron y, rodeados de la

señoras, se quitaron las espuelas. Aquélevaba sus ropas habituales; anch

calzón de manta, chaparreras dvaqueta, blusa de rayadillo azul y anchsombrero de petate; el mozalbetesombrero de pelo canario, bufanda destambre de siete colores y pantaloner

de venado oliendo a corambre todavía. —Este muchacho anda miando ydetrás de los romerillos —observó doñPonciana al estrechar en efusivo abraz

a su sobrino. —¡Ay, qué chula estás, niñ

Refugita, qué cachetes; ganas me dan dmorderlos! —dijo tío Anacleto

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 211/862

mirándola de hito en hito.Luego, volviéndose de soslayo a

grandullón, añadió muy bajo:

 —Ándele, mi Pablón, no se lacoma…

De un tremebundo abrazo el viejborrachín estuvo a punto de derribar a lcrónica doncella, su hermana.

Entraron. El viejo, charlandconfianzudamente; el mozo corlado po

su falta absoluta de maneras. —Dígame ¿qué es lo que le hpasado a mi sobrino? ¿Dizque un gringo puso moro a trompadas? La verdad

o no lo he pasado a creer, porquJulianito es de la familia y a nosotronadie nos ha tentado la cara.

 —Puras mentiras, Anacleto —s

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 212/862

apresuró doña Ponciana—; invencionede las malas lenguas; una mojada en esol, una erisipela mal cuidada y eso e

odo… —Pues ello será o no será; pero y

necesito hablar con mi sobrino. LoAndrades semos de los hombres y por lvida de la madre que me pa… rienteque si ha habido algún jijón… chi… que haiga puesto la mano a Julianito y

puede irse componiendo. ¡No faltabmás! ¿Qué dice, mi Pablón, cómo santea?

 —Pos ai asté es el quiá di dicir…

Hasta hágale jalón… —respondió emancebo a la sordina.

 —Así mero me cuadra, mi PablónMiren, niñas, mi Pablón es de lo

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 213/862

hombres y no se apellida Andradnomás dioquis. Epa, tú, Refugia, ¿nienes por allí un traguito de mezcal? S

vieran que ya me ponen malo laandaditas a caballo; pero, no me lo hade creer, con una nadita así daguardiente se me quita siempre estpolisma: dicen que es irritación, que sopuras bilis… Bien a bien no sé qué seresto.

 —Sí, tío; no un traguito, le voy raer una botella de cuartillo y mediopero entren acá al comedor.

Refugio, como al descuido, mir

sonriendo a doña Ponciana…La vieja tía se hizo la sorda

Comiéndose el coraje con sus rezosprometióse no poner nunca más los pie

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 214/862

en la casa de aquella gentmalagradecida que no comprendía qusólo ella los sacaba de su compromis

con el señor cura.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 215/862

XII

—MIRA, Anselma, mira cómo Gertrudino quita los ojos de Marcela.

 —Pero tú, si no lo paso a creer.

 —¡Bah, te digo que lo tiene dañao —Pos muy aturdido será si s

enamora de esa… Pero, por más que tú

me digas, no, no lo paso a creer. —¡Hum, es que has visto muy pocmundo! Mira, Anselma, de que lohombres dan en eso, son más duros qu

una calavera de burro.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 216/862

 —Si lo que se te afigura, Marianauera cierto, dende cuándo estaría

enredados.

 —No queda por ella, júralo, mujerél es el que no se anima. Las domuchachas callan. Tía Melquiades, lmadre de Anselma, se acerca a ellas. Euna vieja corcovada y tosigosa.

 —¿Qué haces, Mariana? Buenaardes te dé Dios.

 —¿Cómo le va, tía Melquias? —Oigan, ¿qué han óido decir poai? ¿Quizque los amos no están aquí?

 —Eso dicen, que salieron muy d

mañana a un día de campo. Pero, mireallí viene sabelotodo. Epa, tú, Andrés…

 —Payaso de los títeres… ¿Noyes?…

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 217/862

 —¿Qué le duele, tía enjurtido? —¡Tu ma… drina!… —Cállese, no se diga ansina, qu

pa los fríos que vienen me va a hacefalta Anselma… y usté tiene que semi… madrina.

 —¡Pior, tú, por chulo!… No lobusco de tu pelaje —tercia encolerizada muchacha.

 —¡Vaya!… no te enojes, mi alma

que ansí mero, como tú, me la dio epadre de penitencia. —No te aflijas, alma en pena: n

ha de ser pal pior puerco la mejo

mazorca —salta tía Melquiades.Carcajadas como matracas d

Semana Santa acogen los dicharachocambiados entre la tía y el peón que sal

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 218/862

de la troje hecho un fantasma, blancode tamo los enmarañados cabellosblancas las cejas, blancas las cobriza

espaldas empapadas de sudor. Acosadpor las hembras que se hacen una en eataque, abandona el campo. Coge a domanos el cántaro que está a un lado de lpuerta, empina, y un grueso chorro dagua zafirina gorgotea en su garganta, sique de sus gruesos labios escape un

sola gota. Limpia su frente sudorosa coancho paliacate de flores rojas que sanuda a su cuello, con él se cubre lboca y la nariz después, y se cuela en e

granero.La charla de las comadres, qu

esperan sus raciones, prosigue. En ucrescendo de aguacero torrencial se oy

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 219/862

el resbalar del maíz sobre las hojas data perforadas de los harneros

fuertemente sacudido por la manaza de

peón. Una nube cerrada de polvo sevanta, y los trabajadores, que van

vienen con bateas a la cabeza, del fondde la troje a los cónicos receptáculos dos harneros, se esfuman en el tamo

Apartando moloncos y hojas secas, silba escobilla que acaba la limpia.

El olor seco del tamo se difundeapagando la frescura y la fragancia qulega de las praderas.

 —Pos si los amos no están en casa

cuente con que tío Pablo va a ser el qunos reparta las raciones. Mire, comadrPetra —dice tía Melquiades al oído dsu vecina—, mientras yo me arrimo a tí

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 220/862

Pablo y le búigo el agua, usté se va a lpila del frijol… ¿eh?…

 —¿Y si no nos llaman juntas?

 —No li hace, nos hacemozorongas y de toos modos nos metemos un tiempo. Al cabo tío Pablo no miraYo le doy plática y usté…

 —Ya las estoy oyendo, señMelquiades; ande, que lo sabrán miniños —interrumpe una vieja asmática

que abre los ojos, la boca y las naricesa cada inspiración. —¿Y a usté quién le dio vela en e

entierro, seña Antonia?

 —Naiden me la da; yo me la tomo. —Oiga, pos entonces dígales a su

niños también que usté y yo noevantamos del potrero todas las noche

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 221/862

a leña que gastamos… —Miente, que a mí me dejan saca

o que yo quiero, a mí me la dan…

 —¿A usté se la dan? Pos yo me lomo, porque como dice el dicho: el qu

a la iglesia le sirve, de la iglesia smantiene. Y  a más que ni le está eso dandar ora con sus temideces; acuérdesde las canastas de tunas que, año poaño, nos robamos del monte pa ir

venderlas a San Francisquito. ¡No mpele tantos ojos!… ¿Ya se le habíolvidado? Coma hojas de lantén que soregüenas pa la memoria.

 —Cállense, déjense de pleitos, quahí viene Marcela y ésa sí sabe de loamos.

 —Epa, tú, Marcela, ven acá.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 222/862

Al oír ese nombre la vieja asmáticfrunce el ceño, Anselma alza lohombros despectiva y Mariana s

evanta y se aleja del grupo. —Oye, tú, ¿quizque no están aqu

os amos? ¿Pos quén va pues repartirnos las raciones?

 —Ha de ser la niña Cuca, tíMelquiades, ella jue la única que nsalió en desta mañana.

 —¿Pos adónde jueron, tú? —Croque ahora jue la bendición da primera piedra de la presa.

 —¿Primera piedra? ¡Qué trazas

Más piedras nos queres volver con tucuentos.

 —Cierto, señá Melquias; vinpadrecito del lugar, aquí están los amo

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 223/862

grandes y otras munchas vesitas. —Anda, pos pue que digas verdá

Y ahora que estoy haciendo acuerdo

muy cierto lo que tú dices; antier quvine a mercarle un queso a la niña Cucase apió en la puerta de la casa granduna curra petacona. Por más señas qulegó montada en una burra canela, as

de grande… ¿Quién será ella, tú? —Es hermana del amo do

Esteban. ¿Pos quién había de ser? —Mira qué reguajolota soy. Muverdá lo que tú me dices; pos ora qume acuerdo son sus mismas faiciones…

Hum, pos ni les cuento!… Han echauna peliada la niña Cuca y esa siñoraque sólo santas les faltó que icirse.

 —¡Ande, estése!… cuente, cuente

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 224/862

señá Melquias.Se formó un corro de curiosas

Marcela se alejó discretamente.

 —¿Oiga, doña Marcela, que el amdon Julián jue también a la fiesta?

Marcela repara con extrañeza eAnselma que la ha seguido, y tuerce lboca sin responderle.

 —Oiga, le pregunto, ¿tambiéJulianito anda allá?

 —Pos si te interesa tanto saberlpregúntaselo a la noche. —¡Pior!… ésa será asté… ¡vaya! —Y tú ¿por qué no? Si lo mienta

con tanta confianza, has de tener poqué… al menos, ganas no te faltan¿verdá?

Como ya las dos han alzado much

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 225/862

a voz, las carracas se percatan y sacercan. Pero Anselma cede al instanteLa pobre moza que dio ya su resbalón

sin que de nadie sea misterio, vive en lcreencia de que su secreto sólo es della, de Dios y de… él; y huye pomiedo a que las malas lenguas la metaen cuentos con una de tantas.

 —Todo lo que está contando sopuros chismes y mentiras —gruñe l

vieja asmática, en una interrupción derelato interminable de tía Melquiades—o que es de mis niños naiden diga nada

porque aquí estoy pa defenderlos d

oda perra, mordulla y argüendera: —¿Argüendera yo, señá Antonia? —Que la lengua se me pudra si ha

algo de verdá en too lo que est

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 226/862

diciendo. Sepa que mi niña Cuca no ecapaz de eso. ¿A quén le falta la tortillaa quén los alimentos cuando la

enfermedades nos ponen en la miseriamalagradecidas? Aistá señá Agapita quno me dejará mentir, aistá mi compadrBonifacio y tantos y tantos… Y yambién: ¿qué juera de mí sin la carnit

que nunca me faltó, sin los pollitos en mmera gravedá y mi vino blanco pa l

convalecencia? Después de Dios a elloes debo la vida y mi salú.La voz gruñona se corta por u

brusco acceso de tos; la cara de la viej

órnase negruzca, sus ojos se salen das órbitas. Cualquiera habría creíd

que iba a estirarse la última defensorde los Andrades, la vieja nodriza de l

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 227/862

manada de chacales. Pero el accespasa pronto; señá Antonia, respuesta con mayores bríos, acomete de nuevo.

 —No, ya no me diga la últimpalabra —grita señá Melquia des—, ycállese; ya adivino lo que nos va a dicirque si no juera por sus niños no estarían aliviada. Mire, lo qui ha de hacer e

dejarnos en su testamento la receta quan güena y sana la ha dejao… Qué

quite y algún día se nos ofrezca… Lrezaremos un padrenuestro y uavemaría.

 —No, la verdá ha de icirse, lo qu

es en eso yo convengo con señá Antoniaos siñores serán muy matones

malentrañas; pero las niñas… —¿Matones y malentrañas mi

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 228/862

niños, señá Agapita? Guzgamalagradecida, ¿dime por quén vives por quénes no te faltan nunca las tortilla

ni los frijoles? Miren, pa que no mcolmen la medida, les voy a dicir quéneienen la culpa de veras y por quéne

mis probres niños sufren destierrocárceles y privaciones… ¡Por ésas, spor ésas!

Y sus garras de gavilán se tiende

señalando a Marcela y a la hija de señMelquiades.El siseo de la multitud y el cruji

de los goznes de la puert

nterrumpieron la disputa. Todo emundo se había puesto de pie al parecea niña Cuca. Saludando con llaneza

Refugio atravesó entre los grupos d

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 229/862

peones y mujeres y entró en la troje.Cesó al instante el ruido estrident

de los harneros y poco a poco fu

asentándose la densa nube de tamo, a lvez que la turbulenta comadrería hizsilencio.

Refugio sacó una hoja de papel dsu gran delantal de percal y comenzó pasar lista:

 —Esteban Gordillo… cuatro días

medio.La mujer del interpelado, con uchico a cuestas, entró saludandmelosamente, luego se informó de l

salud del amo don Esteban y de caduno de la familia, extendiendo al pie demontonazo de maíz su tilma.

 —Dos almuditos y un cuarterón —

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 230/862

repercutió estentórea la voz del medidopor los ámbitos sombríos de la troje.

 —Cleto Ramírez, cuatro días.

A cada hombre, Refugio marcaben la lista una cruz con un lápiz rojo. Eruido y el desorden subieron de prontoatropellándose las comadres saglomeraron a las puertas de la trojeMariana y Anselma juntas, lamentándosésta de las palabras injuriosas de señ

Antonia. ¡Qué iban a pensar de ellahora! ¡Señalarla al igual de Marcela!… —No les hagas caso. Toda

sabemos bien que tú no eres una de ésas

Mira, mira cómo Gertrudis y Marcela nse quitan los ojos. Te digo…

La voz se le cortó por la emociónSus ojos se arrasaron.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 231/862

 —Se lo merece por muy bestia. —Es que yo le tengo voluntá… s

vieras…

 —¡Si, tú, voluntá!… ¡Estate, dolode estómago, ya te voy a dar tu té!…

La risa maliciosa de Anselma y sudos ojillos avispados se clavaron en loojos negros y ardientes de Mariana.

 —¡Válgame, mujer…! —¡Hum!, ¿pos qué piensas que n

e lo he echao de ver?… —Palabra que no es más qunterés de amigos, Anselma.

 —Pablo Fuentes, su ración —grit

Refugio con voz firme y bien timbrada.Entonces se produjo un movimient

de intensa curiosidad.La querida de don Julián frente

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 232/862

frente de la niña Cuca.Ésta hizo un mohín a la proximida

de Marcela; pero rehízose en seguida

apartando su mirada de ella volviéndose a su lista. Marcela habíentrado cortada y sin alzar los ojosderecho al medidor que la acogía comalévola sonrisa.

Y eso fue todo, para desazón de lacomadres que se esperaban escena d

mayor interés. Apenas señá Antonigruñó con voz de canónigo decrépito: —¡Vergüenza había de tener pa n

ponérsele ni por enfrente a mi niña!

Y mientras gangoreaba sus injuriasreventando de cólera, las otras viejas sapretaban el estómago de risa.

Con sacos a la espalda, canasto

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 233/862

sobre la cabeza, muchas con la carga dsemilla y un canijo suspendido a lohombros, se dispersaban ya por la

veredas. Las muchachas ayudaban a laviejas, conduciendo el resto de la cría.

 —Mira, Tico —exclamó uholgazán viendo salir a Marcela—, ahviene ya tu novia. ¿A que no le das upellizco en los cachetes?

 —¡A que sí!…

 —Pos ándale, ponte avispa, que yestá aquí.Marcela pasó cruzando una fuga

mirada con el morenciano.

Tico, en vez de seguir el consejoplegó el rostro haciendo pucheros. Sólunos instantes: mientras la garra dhierro de Gertrudis lo mantuvo inmóvil.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 234/862

Y nadie se atrevió a sonreír, porquodos se dieron cuenta de que aquell

podía pasarse de broma.

Entonces Gertrudis, sin volver nuna vez el rostro, se alejó.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 235/862

XIII

—¡AY!… ¡ay!… ¡mi riuma!… —exclamó Mariana de repente encogienduna rodilla y apretándola a dos manos

mientras que una mueca de dolor turbabsu cara trigueña y sus ojos dextraordinaria viveza. Adelántense, tí

Melquias, porque yo no puedo seguirlaa ese paso. Anselma, quédate conmigo descansar un ratito, mientras que mpasa esto.

Las rucias vejarrucas, sin para

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 236/862

mientes en los aspavientos de Marianasiguieron de largo, en tanto que las domozas se apartaban hacia la fresc

sombra de un mezquite. A su proximidaalzó el vuelo con algarabía una parvadde bucheamarillos.

 —Mentiras, Anselma, no tengnada.

Con presteza alargó y encogió lpierna, riendo a media voz.

 —¿Sabes?, vamos a esperar a estbruto de Gertrudis… ¡Por vida de mmadre que yo no le dejo enredar coesa… desgraciada!

 —¿Qué piensas hacer, Mariana? —nquiere Anselma, abriendo co

asombro sus ojillos pizpiretos. —Lo vas a ver. Yo no sé lo qu

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 237/862

éste vaya a pensar de mi; pero si con econsejo que le voy a dar no queda buenantes de dos semanas… pierdo. Es m

secreto, no me preguntes, te lo dirdespués. ¿Qué quieres? Le tengvolunta. ¡Es tan bueno! Hay que sacarlde ese lodazal…

Echadas boca abajo sobre emullido césped aspiran el aroma y lfrescura del campo.

 —¿De modo que tú crees que secapaz de casarse con ella? —¡Es un pazguato! —¿Y tú quisieras mejor…?

 —Yo nada, mujer, ya me canso ddecírtelo, le tengo voluntá y ya.

Anselma no replica, pero levanta lcabeza y su mirada picaresca se llena d

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 238/862

expresión; la risa zumba en sudientecillos de roedor travieso.

 —Eres testaruda, Anselma…

 —Tú, que me quieres hacer tragapiedras…

 —¿Y que fuera?… ¿no valdré ymás que… ésa? ¿Tan poco favor mhaces?

 —Lo que yo digo es que mirapuros moros con tranchetes. ¿De dónd

e vino a la cabeza eso de que Gertrudise quiere casar con ella? —Bien se ve que no tienes nadit

de mundo, Anselma; Gertrudis est

dañado… yo no se lo que ella le habrhecho. Y lo mero malo es que lMarcela y don Julián andan a la greña; si él se la quiere quitar de encima, l

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 239/862

casa lo mismo que a las otras; y yo turo que va a dar con Gertrudis, que e

el hombre más tonto que yo conozco.

 —¡Anda, no me cuentes! ¿Yperdieron Marcela y el amo?

 —Todo el mundo lo sabe; desde lnoche en que se la halló con el gringo nse ha vuelto a parar en su casa… Peroye, cuánto interés pones en esto… Mirque tú eres la que ahora me estás dand

en qué pensar. ¡Ay, Anselma, eso nomáe faltaba! —¡Válgame… Mariana!…Anselma, muy encendida, no podí

esconder su regocijo.Un vozarrón las interrumpió a l

ejos. —Oigan, chulas, si vieran que n

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 240/862

es está eso de agarrar sol a estas horasLo que es ansina menos van a jallamarido. Síganla pa sus casas, mialmas

que el comal las está esperando. —¡Pior, viejo malcriado!… ¿A ust

qué?…El bromista siguió su vereda si

esperar más réplicas. Nerviosa, Marianse puso en pie, levantó la cabeza edirección a las paredes de la cas

grande que asomaban entre la arboledaErguida y esbelta, destacábase su blanccamisa y su zagalejo escarlata en everde formidable de la campiña infinita

Como nada percibiera de lo qusus ojos buscaban, se echó de nuevo dbruces, hundiéndose en el zacate.

Mancebos y mujeres rezagada

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 241/862

pasaban con sus fardos. Alguien snformó de la causa que detenía a la

muchachas y ofreció sus bueno

servicios de componedor; sobaría lpierna enriumada  tan bien, que en udecir Jesús la niña podría hasta galoparPero Mariana, de negro humor ya, ldespachó en hora mala.

Por fin apareció el morenciancabizbajo, abstraído.

 —¡Ay… ay… que te pica!… ¡que pica, Gertrudis!Él, que no había reparado en la

muchachas, se detuvo sorprendido

irando manotadas al aire, hasta que lacarcajadas le hicieron comprender lchanza.

 —¡Por Dios, Gertrudis, te ha

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 242/862

vuelto un manso; estás ya como el burrde la leche; ni las orejas alzas!

 —¿Cómo les va?… De veras, n

as había visto… —Ya no ves nada. ¡Quién sabe qu

se te ha metido en la cabeza que en vede mirar pa fuera no más miras pdentro! ¿Qué, estás malo, hombre?

 —¿Yo?… más güeno que toaustedes juntas…

 —A ti te han hecho daño… Permira, sólo por eso que tu querer ni case hace, que se muere de risa de vert

como perro enjerido…

 —¿Oué me dices?Anselma se había incorporado

Mariana, lánguidamente echada bocabajo, levantaba una pierna que caí

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 243/862

sobre la otra. Su cabeza se apoyabsobre sus manos abiertas.

Gertrudis repara en la carne virgen

en la madurez sabrosa que se le ofreceSi Mariana no hubiera cogido tant

prisa! Pero, la verdad, eso de que lamujeres le hablen a uno, casi es cosa dno aguantarse. Y vuelve a reparar en lacurvas insinuantes, en el rico manjar dfeminidad ardorosa, mientras que u

pensamiento intruso le ennegrece ehumor: «¡Mariana sería mía, sólo mía… mientras que Marcela… Pero ¿poqué Marcela, Dios del cielo?».

 —No pongas esa cara, hombre, quno es pa tanto. Te lo digo por tu bienpero no te hagas un inocente, que eso u edad choca. Mira, hombre, ¿quiere

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 244/862

curarte de veras de ese mal de corazónYo tengo un remedio que en jamás de loamases miente… arrímate…

 —Mal de corazón es el que ustedepadecen, locas, y pa eso yo también scuál es el mejor remedio.

Incorporadas las muchachas acalor de la charla, se acercaron Gertrudis.

 —Mira, no te salgas con chistes

ponte la mano sobre el corazón responde con un sí o un no, como si testuvieran confesando. ¿Estáenamorado de la Marcela?

Por más que el morencianpreviera el paradero de aquella pláticano pudo resistir la oleada de rubor que subió a la cara. Y constreñido

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 245/862

disimular su turbación, inclinando lcabeza, escondiendo el rostro, buscaben las pretinas de su pantalón d

mezclilla un nudo de tabaco. —Invenciones de la gente —

rumoreó como si ello se le diera mupoco—, invenciones de los que nienen qué hacer.

 —Bueno, pos tú te sales con luya; pero yo me quedo con la mía

digo que este macho es mi mula, ¿sabes?Sin alzar los ojos de una hoja dmaíz que pasó dos veces por el borde dsus gruesos labios, y luego d

encarrujarla ya llena de tabaco, se dijo:«¡Pobre de Mariana! Quiere da

consejos de amor ella que estesperando marido hace no más treint

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 246/862

años. Cree que no se le adivina que todes puro odio y envidia que le tiene a lotra».

 —Te quiero dar la receta, porqueres un papanatas que necesita ayudaArrímate y oye. Hazlo como te digo y santes de dos semanas no me das la razóa mí… me cuelgan del mezquite que máe cuadre.

Tan pudibunda como coqueta

Mariana miró de todos lados cual ganduque va a hacer una travesura; luegorápida, encendidos los carrillos, acercsus labios ardientes al oído de

morenciano y rumoreó breves palabrasHecha un granate, al momento se volvide espaldas, llevóse el delantal a la car exclamó:

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 247/862

 —Ora sí, lárgate de aquí, vete…Gertrudis, con soma, contraído e

ceño, golpeó con su eslabón u

pedernal; brotó una chispa amarillenta se difundió el humo aromoso de lesca.

 —Bueno, bueno; no me hace faltu consejo hoy por hoy… pero si algú

día… —¿Todavía estás aquí, cuerno d

Judas?… Anda pronto, que no tengcara con que verte. —Por eso pues. Mariana, ¿qué ju

o que le ijiste?… ¡Judíos!… me tiene

como los pastores en Belén.Mariana se acercó al oído d

Anselma y susurró unas palabras taquedas que parecía que temiera hasta d

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 248/862

a indiscreción de las urracavoltijeantes en el ramaje.

 —¡Ay, mujer, qué bárbara!… ¡Ja

a, ja!… ¡Mariana, tienes más valor quel que le habla a un muerto!

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 249/862

XIV

GERTRUDIS  se aleja de las muchachapresa de inquietud y desasosiego. Biese comprende lo que arriesga Mariana

se juega el todo por el todo. Su envidia Marcela es clara. Pero ha cogido macamino: para atrapar marido tien

ciertamente más mundo del que unmujer honrada ha menester. Así es quen vez de componer las cosas en sprovecho las pone peor. ¡Ah, pero la

mujeres son el vivo demonio! ¿Conqu

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 250/862

si de veras el consejo fuera resultandprovechoso?

Llega al caserío de la peonada y n

halla su campo. Se mete a su cuarto, ucuchitril del mesón de Juan Bermúdez, ampoco encuentra qué hacer allí. A

mediodía no se acuerda siquiera de quno ha almorzado y sale a la puerta cada instante a ver el cielo. ¡Nada, esol no camina, parece que se ha clavad

en el espacio! Y la diabólica idea no squita de su pensamiento; ahí la sientcomo una estaca. Él, a la verdad, no estmalo de eso de que Mariana pretend

curarlo. ¡Qué capaz! ¿Enamorado él dMarcela? Ni ahora ni nunca. Marcela lgusta, Marcela le hace buen placer. Ses cierto que donde ella no está todo l

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 251/862

parece solo, aburrido, triste. Pero eporque ha estado acordándose dMorency, cuando allá tan lejos se poní

a pensar tanto en ella: la chicuela quugaba todo el día cuando iban a cuidaos becerros; la chiquilla que besó en l

boca, quién sabe por qué, la víspera dsu marcha a los Estados Unidos.

A efecto de distraer supensamientos sale al corral. Como todo

os sábados, ese día hay gramovimiento de arrieros. Durante dohoras, bajo un diluvio de sol, semborracha del olor penetrante de la

cuadras apretadas de borricos, y en erajín de descargar adormece sunquietudes.

Al sol por fin le ha dado gana ya d

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 252/862

descender. Pero un sordo trueno se alzras la Mesa de San Pedro; luego otr

ronco y sonoroso la hace retemblar. E

morenciano mira con intensdesconsuelo una nube coronando lcresta de peñascos, una nube que vcreciendo y ennegreciéndosrápidamente y que se toma espumosa hirviente como el vaho de un cráter. Ebreve el horizonte se cubre de l

arrumazón avasalladora; en el densmanto del vendaval todo se va borrandocasas blancas, la sierra azulosa, locampos floridos. Comienzan a cae

gruesas gotas, por fin, que lo hacemeterse de nuevo en su cuarto.

Afuera zumba el viento huracanad  la lluvia atruena torrencial; dentr

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 253/862

odo ha quedado bajo la calma y la pade la resignación.

«No hay remedio —piensa—; est

arde no la veré. Hay agua para toda lnoche».

Y boca arriba, tirado en un petateecha bocanadas de humo, aspira cofruición el humo del tabaco y de la hojde maíz y se queda silenciosoadormecido, escuchando el estruendo d

a lluvia.¿Cuánto tiempo ha pasadoDespierta con sobresalto. La tempestava lejos ya; se oye apenas una menud

luvia y luego no más las gotas que caede los tejados y las ramazones. Unfranja luminosa se cuela por la puerta, él, que no ha pegado los ojos, se lo

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 254/862

restriega como quien acaba de pasar poun largo sueño, y se incorporapresuradamente sintiendo que aque

pedazo de sol le ha bañado el alma.Una gran tarde de cielo límpido

aire fragante. El sol se hunde dorandcerros y valles. El morenciano siente salma agigantada y sedienta.

Remanga su calzón a media piernase pone los guaraches y, envuelto en s

orongo musgo, sale en derechura de lhacienda con el corazón que se lescapa.

El sol se ha hundido ya; un tinte d

opacio se descorre como tenue películsobre el fondo de zafir; un filetillo dumbre tiembla en las aristas de la

casucas y en las lomas. Los charco

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 255/862

parpadean como estrellas caídas en elano; los arroyos en minúscula

cascadas espumeantes rumorea

cadenciosos; la cinta negra de lcarretera deja ver las rodadas de locarros en dos líneas paralelas, brillantede agua.

Antes de llegar a la casa de señoPablo da una vuelta por los alrededoresTodo está bien; bajo el portalito de l

roje, el viejo da conversación nutrida os vaqueros. Entonces, ahogándose democión, se va derecho al jacalucho.

 —Marcela… dispensa ¿eh?… per

como está lloviendo me metí… digo…La voz seca y gutural casi s

extingue.Estupefacta, Marcela se pregunt

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 256/862

qué significa eso. Mira por un ventanucel cielo como un satín. ¡Si se habrvuelto loco este hombre!

Y él sigue dando disculpas contradiciéndose. De pronto, sin senvitado a ello, quizás por lo inoportun

de su visita, coge un banco de tres pata se sienta.

 —Marcela, siéntate tú también…engo que hablar contigo…

Afuera mugen las vacas, se oyeos cantos estridentes de los grillos y das ranas, el berrear de los becerro

enchiquerados. Dentro de la choza

nada: silencio del morenciano que nsabe por dónde comenzar; silencio dMarcela que no entiende y está llena dzozobra.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 257/862

Los pensamientos confusos dGertrudis se revuelven en su mententrechocándose; sus ideas so

borrosas, opuestas, contradictorias sólo lo aturden más. Porque ahora ni émismo sabe a qué ha ido allí. Sí, él iba otra cosa; pero apenas se enfrentó coella y toda la cabeza se le ha vueltmarañas. No, él nunca la ha deseadasí… así como se lo aconsejó la pérfid

Mariana. —Marcela —pronuncia de pronto  se detiene para tomar aliento—, y

necesito decirte… es decir… yo quier

hablar contigo… Vamos, es cosa dque… Dime… ¿podríamos hablar¿Cuándo?…

 —¡Ay, hombre! ¡Por Dios! No m

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 258/862

mires ansina, que hasta horror te tengo…o sé qué queres decirme; pero, l

verdá, juere lo que juere, mejor cállate

Ya sabes que te quero mucho, peransina vas a hacer que hasta miedo tcobre…

 —¿Pero de veras me queres túMarcela?

 —¡Qué preguntas, hombre! Si eso sabes tan bien como yo; pero dej

este misterio y háblame de otro modocomo siempre nos hemos hablado, comamigos que hemos sido siempre…Ansina no!… ¡ansina no!…

La faz del morenciano resplandeceel fuetazo imprime a sus pensamientouna orientación definida.

 —Bueno, pos mira, Marcela, y

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 259/862

venía… a otra cosa… pero eso no… lque yo quero es muy distinto… ¿Cóme diría?… Bueno, pos que tú dejara

de… mira que… pos que ya no hagaeso… ¿me comprendes?… Mira, otrmodo de vivir ya… sí, eso es, otrvida…

 —¿Por qué me dices eso? —Por esto…Gertrudis siente confusión

vergüenza, como si alguien lo estuviersorprendiendo en una acción muy vil, su voz tiembla insegura otra vez; pero lque viene de muy adentro se impone co

fuerza inexorable: —Por esto… porque quero qu

seas mi mujer… —¡Tu mujer!… ¿Yo… tu mujer?…

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 260/862

Marcela empalidece y siente frío. —Júrame por ese Dios que está e

os cielos que ya no…

Marcela calla y deja transcurrinstantes de suprema angustia.

 —¿Cómo… no te animas a esto?…—prorrumpe él, pasmado de tamonstruosidad.

Entonces Marcela vislumbra erayo de luz libertador. Sí, es doloroso l

que va a hacer: es el asesinato mansalva del único amor puro, del únicamor casto de su vida. Su pensamientcoincide punto por punto con e

malévolo de Mariana: entregarse Gertrudis para matarle la ilusión, parsalvarlo de ella misma.

El tono de su voz adquiere u

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 261/862

encanto indefinible entonces; se acerca él y sus brazos cálidos le rodean ecuello, lo envuelven en una oleada d

voluptuosidad calosfriante. Y lo atrae su pecho muy suave, muy tiernamenteSus carrillos frescos rozan las ásperamejillas de Gertrudis; sus labioardientes mariposean palpitantes sensuales por las híspidas barbas demacho que se retira brusco

ntempestivo. —No, Marcela… eso no…Su pecho indómito se estremec

ahogando un sollozo; las lágrimas s

agolpan a sus ojos resecos. Y dice conmenso desconsuelo:

 —No me entiendes, Marcela… nme entiendes…

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 262/862

Y Marcela, que se ha asomado a lmás profundo de aquella alma ingenua ha leído en ella como al través de u

cristal, exclama, desfalleciente: —Sí, Gertrudis, todo lo entiendo… —Entonces júrame que nunc

más…Con voz quebradiza y angustiad

Marcela jura.Gertrudis le coge la mano.

 —Adiós…Y escapa como un loco. Quiere quas estrellas del cielo empalidezcan a l

floración de estrellas que ilumina s

alma. ¡Marcela redimida ya! Y suyasólo suya…

Y Marcela absorta, estupefacta antel absurdo, ante lo imposible, gime

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 263/862

«¿Yo esposa de Gertrudis?… ¡Nunca…».

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 264/862

XV

U N DOMINGO por la tarde, de vuelta de lVilla, señor Pablo llegó a morirse a scasa. Marcela se le había huído

Sabedores del caso, las mozas de SaPedro se miraron de soslayo; pero algvieron tan extraño en la curtida faz de

viejo que ninguna se atrevió ni a sonreírLos amigos, haciéndose desentendidosguardaron a su vez piadoso silencioTodo habría sido igual; de señor Pabl

no quedaba ya más que el cascajo, y s

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 265/862

mantenía en pie sólo como esos viejorobles heridos por el rayo y con ecorazón hecho cenizas. Y una blanc

mañana de noviembre, el mismacompañamiento que meses anteescuchara sobrecogido de pavor lnegra historia de los Andrades en torndel cadáver del vaquero asesinadoahora seguía el cajón que se tragara aviejo narrador.

Gran mañana de primer heladaAlburas inmáculas revestían lopenachos de los olmos, sdesparpajaban en los pastos acamados

blancas gasas flotaban en un cielímidamente azul y el mismo so

naciente, contagiado, asomaba anémicsobre la blanca crestería.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 266/862

De uno y otro lado del camino sextendían maizales de ventrudamazorcas, despuntados ya, tremolando a

vientecillo helado jirones de hojarasca.Los peones rezaban por el alma de

difunto; pero con pensamiento distraídoel matrimonio a vuelta de pizcas, emarrano para engorda, la compranhelada del caballo o del borrico, lapuesta para las carreras del año nuevo

odo lo que se podía soñar de unpróspera cosecha.Y ni siquiera el  Alabado,  aquel s

canto lúgubre, tenía acento ni alma

Alzábanse las voces varonilesdestempladas y monótonas, cual cantigade iglesia.

La misma tierra con sus poma

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 267/862

ostensosas parecía burlarse del que evida pretendiera haberle arrancado susecretos. No era, a la verdad, dí

propicio a la muerte. La madre tierra el padre sol estaban de fiestas y habíque celebrar con ellos las bodas de oren los panojales, las bodas de plata eas alamedas yertas y las bodas d

esmeralda en los trigales prometedores.Apenas si se ensombrecieron lo

rostros cuando la última paletada aplana fosa. Los rancheros derramaron unmirada melancólica sobre el montón dierra removida que en breve quedarí

hollada, aplanada y perdida en unumba anónima. Dieron vuelta

desfilaron gravemente, sin que una solpalabra turbara el seco chasquear de su

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 268/862

guaraches y zapatones por el polvsuelto del cementerio.

 —¿Les parece que hagamos l

mañana? —propuso austero uno dellos, ya en las afueras, mirando uenducho.

 Nadie contestó, pero era taatinada la idea que, calladamente y siperder su aire fúnebre, mozos y viejoentraron en una taberna. Pedro, e

carretero, desanudó su ceñidor azul contó los centavos. Libaron pronto y eseguida se alejaron sin que se turbara upunto su recato y compostura.

A poco andar, el morenciano sdetuvo a la puerta de otra cantinaentornó los ojos y tendió una mannvitando a entrar a sus compañeros

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 269/862

Después del primer tendido todo emundo estuvo acorde en que el cuerppedía refrigerio y descanso. Un ancian

dio un gran suspiro y, aludiendo adifunto, hizo filosofía sobre «lensenificante que en el mundo semos»uego hubo sermón con la obligad

anécdota del mal cristiano que quismofarse de un difunto y se quedpatitieso cuando éste se enderez

respondiendo: «Como te ves me vcomo me ves te verás».Entretanto los más mozos había

hecho su mundo aparte en el extrem

opuesto de la tienda. Vino la segundhilera de tequilas y un poquillo dregocijo. Gertrudis desenrolló la víborde cuero que llevaba a la cintura y l

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 270/862

hizo vomitar sonorosos pesos duros ostones sobre el mostrador, pidiend

más copas. La conversación tomó color

Se habló de Marcela, la hija de señoPablo. El morenciano se escabulló hacios viejos.

 —Pos yo vide en el peso de lmedianoche —dijo el carretero, los ojoavispados ya y la lengua fácil— agringo aquel que le dio de moquetes a

amo rondando la hacienda. —¡Que capaz! —exclamaromuchos.

Después de lo ocurrido entre Juliá

  el ingeniero, era materialmentmposible suponer que éste pusier

nunca más los pies en dominio de loAndrades.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 271/862

 —Pa nosotros son la jiebre, pa lode juera no son arañas que pican —repuso Pedro, bajando mucho la voz

con gesto receloso. —Lo que yo sé —terció otro— e

que la Marcela, de que iba a la Villaentraba a la casa del gringo ese.

 —Puros díceres nomás. Lo ciertes que hoy ni de ella ni de él dan razónA bien que, pa lo que ella sirve, ha d

andar dándole vuelo a la carlanga. —Repítalas, amo —dijo uno acantinero.

Ya la jácara se armab

formalmente. Un gendarme se habíapostado en la esquina. Pero como eendero cuidaba de sus clientes, le

advirtió luego el peligro: «E

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 272/862

Ayuntamiento está urgido de gente qurabaje sin sueldo en los empedrados»

Advertencia más que suficiente par

amedrentar a los borrachitos qusalieron luego muy humildes y calladosaunque un tanto bamboleantes, cogieron camino de su rancho.

 —Me voy a la leña, Mariana, ahí tdejo, al cabo esos amigos la perdieroa y no habrá quién venga a darte guerr

—dijo Juan Bermúdez a su hija, apardear la tarde, dejándola tras emostrador de la vinata, entregada a suargas ensoñaciones.

Mariana alzó la cabeza asintiendcon un guiño, luego volvió a dejarsmecer por el arrullo de supensamientos.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 273/862

Hundidos los carrillos entre sumanos muy limpias y muy roías, dcodos en el basamento del ventanuc

que hacía de mostrador, frente al caseríde doradas techumbres de paja parduscos muros de adobe, siguió coembeleso las volutas grises de lahumaredas incipientes que de trecho erecho manchaban la aurina inmensida

de los campos y de los cerros escuetos

cascajudos. A su lado se erguía ventrudolla de barro vitroso, derramando posus bordes la espuma del pulque efermentación. Unos cuantos botelluco

verdes y apastes rojos y redondocompletaban la cantina.

Los que de regreso del entierrvinieron a acabar su borrachera a l

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 274/862

vinata habían desaparecido ya, unoconducidos por sus mujeres o sus hijomás pequeños a sus chozas, otros tirado

 roncando a las sombras de mezquites huizaches.

«¿Y Gertrudis, por qué no se hparado hoy por todito esto? Gertrudiambién fue al entierro y ha de anda

borracho. ¿En dónde habrá quedadopues?». ¡Lástima de muchacho! Ahor

que las cosas se estaban poniendo tabien. Y cualquiera pensaría que esmanía que ha cogido de beber vino epor lo de la Marcela. Justamente desd

que desapareció la moza, Gertrudis semborracha. Afortunadamente Mariansabe muy bien que no es por esonfinidad de veces, siempre que e

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 275/862

mezcal se le trepa a la cabeza, emorenciano ha dicho que la tal Marcelse burla de los hombres porque no se h

encontrado todavía uno que sepmarcarle un cachete con la punta decuchillo. ¡No la puede ver ni pintada!…

 —¡Ja, ja, ja!…Pero su risa declin

nsensiblemente en honda melancolía, cuando menos lo piensa está llorando

Llorando, y lo que es peor, sin saber poqué.¡Loca de ella, sí, loca que s

atormenta con los celos ma

nmotivados y más tontos! ¿Cuándestuvo Gertrudis más cordial expresivo? Lo cierto es que ella lquiere con alma, vida y corazón y s

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 276/862

encela hasta de su propia sombra.El consuelo entra como ráfaga d

sol después de la tempestad. En verdad

el mancebo antes tan tosco y tan bruto sha vuelto un terrón de amores; la va ver muy seguido, siempre sus ojos landan buscando. ¡Sangre de Cristo! Coesos modos de mirar que tiene, da antojde cogerlo a pellizcos. Y es un pícaracabado; el otro día le cogió un cachet

al descuido, y cuando ella le riñó por satrevimiento, él soltó la risa, una risa tasabrosa que daba gana de apagársela puritos besos. Y peor cuando le pide un

canción. Apretaditos, muy apretaditoos dos, ella siente desfallecimientos

una falta de voluntad y un extrañabandono de todo su cuerpo y de toda s

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 277/862

alma.¡Uy, qué miedo…!Y bruscamente se pone en pie, su

oídos zumban, y sus ojos se dilatan, lena de zozobra se persigna y reza co

paroxístico fervor: «Ave María Purísimdel Refugio. Sin pecado originaconcebida. ¡Tentaciones del demonio!».

Y bajo la imperiosa necesidad dechar fuera al enemigo malo, se pone

dar vueltas aprisa, aprisa, a lo largo da vinata, hasta fatigar el cuerpo. Cuandse ha tranquilizado un tanto, busca quhacer. Saca un chiquihuitito y de ahí un

escobeta de lechuguilla un peine dcuerno y una cazuelita con moco dmembrillo. Vuelve a sentarse tras demostrador. Un espejito redondo, ma

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 278/862

pequeño que la palma de una mano, lsirve de tocador. Deshace su nutridrenza en un raudal de pelo negro

crespo que cae abundoso de cada ladde sus carrillos febriles.

«Lo extraño —piensa cediendo a lnvencible obsesión— es que él n

venga sino de que se pone alegre. ¡Ahan chocantes que son los hombre

borrachos! Pero, ¡qué caray!, si lo qu

pretende es otra cosa…».¡Hum!, eso sí que no. Mariana sabbien lo que son los hombres. Dejaría dser quien es para dar un resbalón a esta

horas. Por vida de Dios y MaríSantísima que eso nunca. El que lquiera la ha de tener por derecho, con lbendición del cura, como Nuestra Sant

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 279/862

Madre Iglesia lo manda. Que para esmero, para no llevarle una vergüenza su marido, ha sabido ser honrad

siempre. Y su indómita actitud y sugrandes energías de eso cabalmente lvienen.

La escobeta pasa y repasa sucabellos desenredados en haces sedosoe hilos suaves. De pronto los inviertotalmente y su cara se pierde bajo u

manto negrísimo que resbala sobre suhombros y alcanza sus senos apenaesbozados.

 —Buenas tardes te dé Dios

Mariana.Sobresaltada porque ha conocid

a voz, bruscamente se endereza separa sus cabellos en dos gruesa

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 280/862

matas, asomando su carita delgada, sfrente pequeña y comba, sus ojazonegros, vivos y brillantes, su nariz fina

sus labios escarlata. —Traigo el cólico, Mariana

cuéceme unas hojas de naranjo. —¡Qué tal! ¿No te lo he dicho

Esa maña que has cogido de bebeanto! ¡Mira nomás qué cara trais!

 —No me regañes, ándale pon l

agua luego, lueguito.Compungido, el morenciano inclina cabeza y se oprime a dos manos e

estómago.

Gertrudis, sentado en el poyo a uado del oscuro ventanuco, espera

doblegada la cerviz. —Ya la puse en la lumbre

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 281/862

Gertrudis.Ahora Mariana reanuda co

nconsciente coquetería la faena de s

peinado. Mientras, el morenciano lmira y la remira. «¡Ah, si ella pudierarrancarme la espina que se me hencajao aquí en la mera chiche!».

Mariana abre una raya muy derechen medio de su cabeza, desvíala en lfrente hacia un remolino por dond

escapa un gracioso ricillo. El mucílagha dado a sus cabellos brillantez de alde cuervo.

 —Te dejo tantito, oigo ya el hervo

del agua.Mariana recoge sus cabellos en u

nudo improvisado y corre a preparar ebrebaje.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 282/862

La taza vaporizante expande eperfume delicado de la infusión. Sobrel líquido verdoso y diáfano Marian

vierte a boca de botella un chorro daguardiente. Los ojos del morencianbrillan con avidez.

A los primeros tragos su dolor sdisipa, las líneas de su rostro sdespliegan como por encanto, su miradse anima, y cuando escancia las heces

deja escapar un suspiro de satisfacciónLa alegría de la vida; un raudal duventud corre por sus venas. Y a

volver los ojos, agradecido, encuentr

otros ojos que se lo comen y unocarrillos que se le ofrecen comriquísimo manjar. «¡Qué tonto soy: estasiempre con la pinción de la otra

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 283/862

cuando hay tanta mujer buena, bonita honrada!». Y ex abrupto exclama:

 —Mariana, ¿te casarías conmigo?

La moza, tan lista para acometer, sdemuda y busca la primera salida falsa:

 —¡Anda… qué cosas tienes!…Toma la guitarra y canta… No estédisvariando, hombre…

Y ríe, pero sus labios tiemblan, scara se pone como amapola, sus oido

zumban y las palabras se le ahogan: —Anda, canta una canción… Toma guitarra y no digas cosas…

El sol, allá a lo lejos, esconde ya l

mitad de su ígnea comba, las sombraagigantadas de los huizaches y nopalese dejan engullir por la sombra invasorque enorme asciende de las hondonadas

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 284/862

La tarde se extingue: en la lejaníbraman las vacas.

Mariana sale por la puerta de

mesón y viene a sentarse en el mampostde ladrillo, muy cerca del morencianosobre cuyas rodillas pone la guitarrdestemplada.

Gertrudis comienza a torcer laclavijas, luego sus dedos toscodesfloran las cuerdas gemebundas

primero en vibraciones aisladas comamentos, luego en acordes y arpegiorebosantes de expresiva ternura.

Una nube ensombrece su ta

radiosa. Se aproximan más, ensayan media voz, se igualan en tono y surge lcanción:

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 285/862

 Pero oyes, María

dicen que ya no m

queres.

Es lánguida, en terceras que se integracomo los píos de una pareja de torcaceen su canto monorrítmico. Una grave

melancólica; la otra aguda y llena ddulzura.

La tonada se repite a cada nuev

estrofa. Ellos parecen perdidos en smundo interior. Las notas se vigorizansurgen llenas y se prolongan luego hastdesvanecerse tenues como suspiros

como que no pudieran acabarse nunca.Aquel canto es como el de la

currucas en el saucedal, cual el deviento gemebundo que abanica lo

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 286/862

ertos varillajes de los olmos: una voperdida entre las mil con que el alma dos campos solloza sus tristeza

nfinitas.Gertrudis y Mariana no sabe

siquiera de aquel momento supremo único de su vida, en que les ha tocadcompendiar en sí mismos toda lmelancólica poesía de sus praderadesoladas y la intensa tristeza de su raz

sufridora y resignada.Cuando en un acorde seco termina canción, se miran extrañadamente

Quién sabe qué abismo se ha abiert

entre los dos.Y permanecen mudos largo

minutos, mientras que la canción vperdiéndose como un sollozo, de lejaní

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 287/862

en lejanía, en la aflicción de la tarde; eel momento en que el ocaso, radiospulida de moribundo, derrama su pa

sepulcral en los campos ateridos, en laramazones esqueléticas, en loremolinos como sudarios flotantes, en lMesa de San Pedro, túmulo colosaférreo y herrumbroso.

Mariana, que sorprendió la congojde nuevo en la mustia faz de

morenciano, ha comprendido plenamentsu fracaso. Y ella, que momentos anteescondiera su inmenso regocijo por lbrusca declaración de Gertrudis, ahor

pugnaba como un titán por escondeentre los jirones de su alma la vergüenzde su derrota final.

Cuando oscureció y él quis

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 288/862

ceñirle su brazo a la cintura, ella lalejó y con rencor que le corroía lgarganta dijo:

 —Vete… vete… es hora de que tvayas…

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 289/862

XVI

—ECHA aquí —dijo Julián.Gertrudis destapó el olote de l

botella y vertió sobre el hueco formad

por las manos juntas de Julián un chorrclaro y límpido.

 —Cógemela muy bien del bozal.

Julián desparramó una mezcla dequila, vinagre y mezcal sobre la crude la Giralda, abrió las manos y cofuerza y prontitud la frotó del lomo a

encuentro y en todo lo ancho de

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 290/862

abdomen. Nuevos chorros empaparoas paletas de la yegua y la vigoros

fricción descendió de los ijares a lo

muslos y a las corvas delgadas y enjutasEstrechamente sujeto, el animal volvíde vez sus ojazos curiosos hacia el amocual si comprendiese la faena. Su piel sestremecía en suaves ondulaciones dalcohol frío.

Julián acabó sudoroso, co

respiración anhelante, las manos rojas verter la sangre. Entonces Gertrudienvolvió la yegua rápidamente comantas de jerga, dejándole sól

descubiertas la cabeza caída y lánguid  las patas muy derechas, com

enclavadas en la arena. Luego, parevitar intempestivas y funesta

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 291/862

corrientes de aire frío, llenó el claro da puerta con un petate.

 —Lo que es a este animal no l

montas sin collar. Yo no quería; peropor lo que hoy he visto, nadie lo puedcorrer en puro pelo.

 —Como lo mande el patrón. —Tiene un modo de arrancar, qu

en la pura salida te despacha a pepenaas muelas a ca mi señor Jesucristo. ¿Tú

cómo te tanteas? —¡Ah, no, lo que es por mi, pierdsu mercé cuidao! Cierto que el animalitiene su maña; pero croque me crié entr

as patas de los caballos pa que hastorita no me infunda mayor recelo. Perocomo digo, se hará al modo que el amo mande.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 292/862

 —¡Qué te le habías de quedar! Sahora en un ensayo nomás ya te dabfiebre ¿qué será cuando el animal sient

a vara? Porque eso si quiero que no nodeje con la curiosidad de saber todo lque pueda dar de sí; al cabo es la últimde su vida. Le bajas la vara y… duro…dé donde diere.

Un olor acre e irrespirable sdifundía por todo el cajón. La Girald

sudaba copiosamente. —Ya está echando el molimientoVámonos saliendo, Gertrudis.

El sombrero a media cabeza, la

manos abajo de la espalda, haciendrechinar sus bayos zapatones, Juliápaseó de largo a largo de la caballerizaabsorto. De tarde en tarde se acercaba

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 293/862

a boca del cajón, separaba levemente epetate y veía con atención.

De espaldas al muro, bajos lo

ojos, Gertrudis esperaba las órdenes deamo.

De veras que la demontre de yeguiene su maña; pero si el patrón no s

armara, la verdad él la montaba en peloTan feo que ha de verse uno pegadcomo chapulín al collar y allí delante d

anto señor decente. No, lo bonito es ecorredor en camisa y calzón blanconomás, los cabellos parados como eanimal lleva sus crines en l

vertiginosidad de la carrera; unhaciendo brillar su pelo de oro al sol, eotro tendido airosamente como águilque hiende el aire. ¡El vértigo de l

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 294/862

carrera! ¡Caramba, si sólo por sentirlse puede correr una buena bestia! Ydespués, el retorno triunfal muy pasito

pasito, conteniendo los ímpetus deanimal que resopla ansioso, en tanto qua uno y otro lado de la pista se levantel huracán atronador de los aplausos. ¿Ysi le tocaba la de malas? ¿Si del vértigde la carrera iba a dar al otro, al últimoGertrudis alza los hombros con desdén

sonríe con esa sonrisa que a veces hacde un idiota un héroe. —Hombre, Gertrudis, ¿y tú n

sabes del gringo aquel que vino a tirar e

plano de la presa?¡Vaya una pregunta! Gertrudis hac

un gesto, de mofa tal vez, de rabicontenida quizás. Menea la cabeza

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 295/862

iene la osadía de no responder.

—Señora Melquiades, buenos días. —Buenos días le dé Dios, niñ

Juliancito. ¡Cuánto gusto de verlo en l

casa de los probes! Pase, niño, pase; nestá aquí Anselma, pero orita mesmo lvoy a arrendar.

Encorvada sobre el metate, señMelquiades, desde el rincón oscuro da cocina, habla. Levanta su cabez

enmarañada y sucia; hunde las manos e

el apaste de los machigües y desprendcostras secas de masa de sus brazosCon una garra de rebozo en la cabeza, edelantal a medio cubrir sus seno

colgantes y pellejudos, se incorpor

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 296/862

mostrando su cuello de caduco zopilot  sus brazos sarmentosos

apergaminados.

 —¡El gustazo que a la demontre dmuchacha le va a dar! Conque ayer passu mercé por aquí, ¿qué le parece qume dijo Anselma? «Mama, mama, miraai va el niño Juliancito, asómate: lmisma cara del Santo Niño de Atocha».

Remata la vejarruca con un

risotada de cascajo, y Julián, quadivina la intención última, tiene uarranque de munificencia:

 —¡Qué marranos tiene, señor

Melquíades! Esos talachudos no le van pagar ni el trabajo de engordarlos. Vaymañana a la hacienda por una puercprieta que pare en estos días; se la doy

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 297/862

medias. —¡Alma mía de su mercé ta

güeno, amo don Julianito; sólo Dios h

de pagarle tantas caridades que hace coos probes! Pero siéntese, niño, en u

decir Jesús alcanzo a Anselma. Salió pepenar moloncos y hojas pa la puercaApenas irá al barbecho.

 —No corre prisa, tía Melquiades. —¡Ah, pero si a ella tanto que l

cuadra verlo! Le digo que la probecites de tan güen natural, que el día que se jue a su mercé la vieja esa, l

mentada Marcela, no pudo probar e

sueño en toa la noche, reteapuradísimporque asiguró que su don Juliancitestaría hecho un veneno. Si le digo quno quisiera que a su mercé le diera e

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 298/862

aire.Tan inoportuna alusión pliega l

frente de Julián.

 —Siéntese aquí, niño, vocorriendo a trairla, y dispense la cortedde silla; a fin que está en la casa de loprobes.

Sale volando la bruja y Juliánmedio aburrido, se hace tres dobleces euna sillita de tule.

Regresan madre e hija, y éstaenrojecida y con aspavientos melindres de niña bonita, hace quJulián repare en que no está del tod

desechable, sobre todo por aquello dmatar el gusanillo que tanto daño lsigue haciendo. ¿Qué mejor remedio quun amorcito de pasatiempo?

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 299/862

La charla incesante de señMelquiades llena los huecos que pudierdejar el silencio obstinado de lo

pichones. Una botella de mezcal squeda a la mitad, en una vuelta de bocen boca. Anselma se enciende; brillasus ojos. En la paliducha faz de Juliáaparecen dos chapetones amoratados en sus ojos azulosos chispean vagofulgores.

 —¿Ya sabe que se le va el pastoramo? —¿Quién? ¿Gertrudis? —Sí, está nomás esperando qu

pase la carrera. Dizque unos señoreparticulares le ofrecen güenos destinoallá en la Villa.

 —No me ha dicho él nada.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 300/862

 —Cómo se lo había de decir a smercé, si todo el brete que trai es por lal Marcela.

Julián siente un estacazo en epecho, pero se refrena.

 —¡Marcela!… ¿qué tiene que vecon ése?…

 —¡Cómo qué, niño Julianito…¿No sabe su mercé pues que estenamoradísimo de ella?

 —¿Gertrudis…? No lo creo…Los tics sacuden sus líneaconvulsas.

 —Tan es ansina, que su merc

endrá que verlo.Julián se muerde los labios. N

gusta de tratar asuntos tan graves con lprimer comadre, pero tampoco pued

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 301/862

fingir indiferencia por lo que tanto lnteresa. Opta por guardar silencio,

desde ese instante el humor se le agria

punto de que la misma seña Melquíadese da cuenta de su torpeza. En otrvuelta se escancian las últimas gotas dmezcal.

 —Vaya al mesón, tía Melquíades dígale a Mariana que mande una botellde tequila.

Julián tiene la cara ya muy roja y lnariz erecta.Tía Melquiades, regocijada d

dejar solos a los pichones, musita por e

camino padrenuestros y avemarías«Ánimas benditas del Purgatorio, queste milagro se me haga. Santo Niño dAtocha, te prometo una vela de a do

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 302/862

riales y una misa rezada con devoción sme lo haces».

A su retorno asoma discretamente

mira con infinita decepción a supolluelos alicaídos, silenciosos ristones. ¡Maldita idea la de habe

hablado de Marcela! ¡Tan de buen humoque llegó el niño! Pero ya todo lcompondrá el aguardientito.

 —¿Y Marcela está pues en la Villa

señá Melquiades? —Sí siñor, ¿lo pasa el amo creer? La muy sinvergüenza vivamartelada con el gringo aquel que truj

su mercé a cosas de la presa. Y a mnaiden me quita de la cabeza quGertrudis se va a la Villa a servir, sólpara tenerla más cerca. ¡Hay hombre

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 303/862

an sinvergüenzas, niño Julianito! Yhabiendo dónde escoger: tanta mujercithacendosa, muy de su casa y de munch

uicio…Señá Melquiades se acerca a s

hija, que está haciendo el papel mádesairado, pues que Julián no reparsiquiera en que se la ha cosido a ucuadril, y le dice al oído:

 —Arrímate, arrímate más…

De pronto parece despertar Juliánvuelve la cara hacia la muchacha, lmira libidinosamente. Anselma baja loojos, pudibunda y empurparada. Y

entonces él brutalmente la coge y se lpone sobre las rodillas.

Tía Melquiades respira como quieacaba de ganar una partida muy difícil,

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 304/862

discretamente se eclipsa.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 305/862

XVII

DE FIESTAS  estaba esa noche SaFrancisquito: los mesones y casas dalquiler atestados de carreteros; la

cuadras no podían albergar más bestias las gentes que seguían llegando iban

venían en ruidoso tropelío por lo

empedrados, en busca de un corrasiquiera para sus caballos. Los venterono ponían los pies en el suelo, prontos servir a tanto amo gritón o impertinente

pero midiendo como madejas de seda l

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 306/862

paja y el rastrojo. Los fonduchocentuplicaban sus tarifas y la fatiga das fregonas, y contenían apenas l

multitud de rancheros en alegrantazgo. Caras regocijadas e ingenuas

ojos límpidos, azulosos; barbonecejijuntos; sombrerazos hundidos hastas narices; rostros bonachones

radiantes de estupidez.En la plaza reinaba igual vocerío

desorden. Lo mismo que en otras parteno se hablaba sino del tapado. Emitíansmil conjeturas como verdadendefectibles acerca de las bestias y s

auguraban triunfos al capricho de cadquien.

Dando las ocho, Gertrudidesensillaba tranquilamente en la cas

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 307/862

de su amo. Retrasó su arribo cabalmentpara evitar el mosquero de preguntoneque le habría asaltado. Pero, a esa hor

  con su vestido de morenciano, pudaventurarse a meterse entre los grupode rancheros sin ser reconocido.

Vagando sin rumbo fijo, se detuvante una casita muy iluminada, alegre recién pintada. A través de la gasa duna cortina había creído ver un rostr

conocido. Pero no; era una damelegante, vestida de blanco y sólo counos ojos que… ¡Bah, si no se viera quera de veras decente… él habría jurado

…¡Que la libre Dios de ponérsela po

enfrente!Siguió adelante y, a poco andar

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 308/862

unos finos y sonorosos taconcillos lhicieron volver el rostro. Se replegó a lpared para dejarle el paso. «¿En dónd

diablos me habré metido?».Mirándolo con irritante pertinacia

a mujer vestida de blanco pasó en loscuridad.

«¡Ay, ya sé!… Con razón esta currme ha hecho acordarme de… la otra…Mulas de la misma manada! ¡Mí qu

caso! ¿Una señora sola a estas horas poa calle? A otro perro con ese huesoMuchas gracias, no fumo… Bonito modde prepararme pa la carrera d

mañana».Sus sospechas se confirman: l

dama se ha plantado y le espera en lesquina. ¡Caramba! Sacarle la vuelta n

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 309/862

es cosa de hombres. ¡Bah, qué diantree dirá que nones y se tapará bien lo

oídos!

Pero al llegar a la esquinalumbrada débilmente por un farol squeda estupefacto.

«¡Ella!… ¡sí, ella!». —Te vi, Gertrudis, te quis

conocer… y salí a seguirte… a ver sera cierto. ¡Qué ganas tenía de verte!

Un sordo murmullo, algo que puedser clamor del animal herido, algo quiene mucho de la bestia azuzada, es l

contestación del morenciano.

 —No me respondes; estás sentidoTienes razón… pero mira, oye…

Y Marcela habla, habla aprisasiguiendo el torrente de su

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 310/862

pensamientos que se desbordan y sconfunden. Sus frases no tienen sentidni sus palabras se coordinan.

El morenciano la contemplembobecido. Con sus gasas blancas, spelo sedeño en cocas encrespadas, suojos negros como jaltomates y sus labiocomo un corazón de tuna, está adorable.

 —… Ha sido por ti, sólo por ti; to juro por esta cruz que beso. Así m

salvaba y te salvaba a ti… Yo te quercon toda mi alma, pero tú jerraste ecamino. ¡Dios del cielo! ¿De dónde tvino el mal pensamiento de ser m

marido?… ¿Yo tu esposa?… ¿Yo?…una de tantas!…

Y prorrumpe en sollozos, mientraque el morenciano se acuerda del puña

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 311/862

que lleva en la cintura. —Es por demás que me mire

ansina… ¡Tú no sabes lo que yo t

quero!… ¡A naiden más en la vida!…Sí, sólo tú… sólo tú… ¡Ja, ja, ja!…

Marcela sonríe con risa amarga, a vez que tiende su mano regordeta

suave y coge la de Gertrudis más fríque el acero empuñado ya.

 —Sí, ya lo sabía. Todos me lo ha

dicho. Que el día que dieras conmigo…ja, ja, ja!… No serás tú ése… Es tamposible como hacer día de la noche…

Porque mira, arrímate, porque tú m

queres tanto como yo a ti…Sigue hablando y Gertrudis

adivinando hasta en sus más íntimopensamientos, vencido, más que por la

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 312/862

palabras, por el acento ingenuo y egesto casi infantil de la muchacha, vsoltando poco a poco la empuñadura de

cuchillo hasta abandonar su mano entras dos ascuas que la aprisionan.

 —… No, tú no puedes matarmporque nunca te hice traición… Comsoy, ansina me quisiste. Ansina me haquerido… Yo te dije que sí un día y ne lo cumplí. Pero eso era imposible

mposible de los imposibles. ¡Casarnosnunca! Yo no sé decirte por qué, peransina es.

Entonces Marcela cambi

bruscamente de voz y de gesto: —¿Sabes a quén de veritas le teng

mucho miedo?… Al don Julián; ése mmatará, ése nos matará a los dos…

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 313/862

Marcela dilata sus ojos alucinado tiembla de los pies a la cabeza.

 —¡Un miedo horrible, te digo!…

La barrera de nieve sigufundiéndose; pero aún lucen en la mentde Gertrudis rudimentos de moral, dreligión, de honor.

 —Gertrudis, vente pa acá. Ai vienel cuico… Vamos a platicar a dondnaiden nos estorbe… Ven a mi casa.

 —¡A tu casa… nunca! —prorrumpél, retirando bruscamente la mano, hoscde nuevo la mirada y enronquecida lvoz.

 —Pero si no te he de ir a perdercriatura.

Marcela desgrana una carcajada. —Iré al infierno contigo… pero n

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 314/862

a tu casa.Y se deja conducir como un mans

corderillo.

¡El maldito modo que tiene ella ddominarle! Imposible de creer lo qudice; ella tan altiva y tan soberbia jurque lo ama, y no puede ser sino porquasí lo siente.

Empujan una puerta y los baña unbocanada de luz que ilumina una franj

de empedrado y el muro frontero de lcalle.Ascienden la escalera y Marcel

grita:

 —Pablo, echa la llave del zaguán si viene míster John dile que salí y tdejé encerrado.

 —¡Ah!… ¿entonces es cierto

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 315/862

pues?… —Sí, Gertrudis; pero no cosa d

amor… Miedo, puro miedo…

Aborrezco a Julián con toda mi alma e tengo un miedo horrible… Por eso mullí del rancho… Tú no comprendes…

Gertrudis siente que la sangre lhierve, y va a ofrecer la fuerza de sbrazo para defenderla, a tiempo que algcomo una ducha helada lo agarrota. Ha

entrado en una recamarita muy coquetaluminada en rosa por tres foquilloncandescentes que se abren en su

guardabrisas como una corola invertida

sobre una espléndida cama de encinricamente ataviada. Gertrudis ve Marcela y su garganta se anuda. Porquno es ella, su Marcela. Mentira, s

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 316/862

Marcela nunca se puso afeites, su tallnunca estuvo aprisionado en esovarillajes extraños, ni calzó jamás bota

de glacé dorado. —Marcela, yo no quero esta

aquí… no me jallo… Dejam’irme… —Sí, nos vamos los dos. Ya sé qu

estas cosas no te cuadran… Vamoadonde tú mesmo me lleves. Perespérate un ratito… Me quito esto

rapos que te dan en cara y me pongmis naguas de percal, así como andaben el rancho. ¿Verdá que eso mero es lque tú queres?

¡Cómo no amarla, cómo nadorarla, Dios de los cielos, si todo ladivina!

Con impudor inconsciente ella dej

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 317/862

caer la falda que se abullona a sus pies desanuda su corsé… Sus senos rueda

sobre los encajes finos y sus piernas s

modulan tras el negro sedeñodescubierta desde el borde de lovolantes bordados de la enagua de linón

Al morenciano se le va la cabezaun sillón de mimbres cruje y casrevienta al peso tosco que se hdesplomado encima.

Marcela está ya lista: un rebozo dhilo, un chal de lana bien escondiddetrás y la falda de gasa aérea.

Enero sopla y el cielo cintilante s

pierde, a trechos, en jirones aperlados.Parten y no hablan. Parece qu

cuanto tienen que decirse dicho estáCaminan, caminan hasta salir de

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 318/862

poblacho. —Vamos allá —pronuncia ell

desfalleciente cuando deja muy atrás e

último farol. —Sí, vamos allá —respond

Gertrudis con voz velada y como un ecejano.

Y aquel allá son sus campoamados, allá adonde cantan los galloperdidos en remotas rancherías, all

donde el silencio de las noches ematizado con aullidos de coyotes adrar de perros.

Entran por fin a un barbech

nfinito de soledad y de silencio.Ya están allá, en sus pradera

dolatradas, allá donde hubieran soñaden secreto la mutua realización de su

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 319/862

amores inconfesos, en sus campoadorados donde al tropezar sus labios euegos de niños supiera

prematuramente del supremo deleite deamor; sus campos saturados con lomejores años de su vida, aquellocampos que tanto lloró cuando partipara Morency siguiendo a su viejo padr adonde volvía sin él, y en busca de un

boca… de una boca que ahora todo e

mundo podía besar…Y su silencio acaba en lasitudCaen en el surcal, y ahí, en medio deoro del barbecho, en la desolació

nfinita de la naturaleza bañada de lunaenero riega sobre ellos las blancaflores de himeneo de su menuda lluvide nieve.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 320/862

XVIII

U N NUTRIDO  aplauso se hizo oír a lhora en que Julián Andrade llegó a lcantina principal, punto de cita de lo

más connotados carrereros. Con eso dos copas de coñac, los últimonubarrones que enturbiaban el espírit

del mozo se disiparon del todo. Charroatrabancados siguieron llegandoatravesaban los cabestros sobre lbanqueta y se metían con mucho ruido d

espuelas y rechinar de zapatos. Cuand

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 321/862

no hubo sitio vacío, con desenfadreparon al mostrador y al sotabanco

Allí estaba ya tío Anacleto, camisa d

manta nueva, cotona de gamuza sudosa abrillantada a fuerza del sol y aireafuera, entre piafantes bestias, su alazábrioso, digno de hacerle compañía aMono de Julián. Encogido y hosco, mPablón, de blusa crujidora de holandapantalonera de venado, sombrero d

pelo verde y galón de oro, y mascadsolferina, se perdía entre la bulliciosmultitud. Su orizbaya, de falsa riendapenas, relucía entre las yeguas y lo

potros como onza de oro acabada droquelar. De intruso en el círculo s

había colado también Gabriel, ehermano mayor de Julián, borrachí

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 322/862

escandaloso, desdeñado de los suyosEscupía por un colmillo y tosía recicuando algún pelagatos, su compañer

de juergas, acertaba a pasar por lanmediaciones. Su carroñoso jamelgoomado de ocasión, soportaba co

mansedumbre tan cristiana como la de samo los trompicones y coces de loarrogantes corceles en torno.

Mil blancas polvaredas se alzaba

en las cercanías del correderoCatrincillos del poblacho, salta qusalta por los surcos de salitre, dobladoos pantalones, invertidas las faldas d

sus sombreros y cubiertos de tierrblanca, llegaban entre los grupos de caballo, irradiando alegría por cadporo de su cuerpo.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 323/862

Una maltrecha diligencia se detuven medio de una nube de polvodescendieron damas empingorotadas

graves y austeras como devotas eViernes Santo. La aristocracia de SaFrancisquito.

La multitud crecía más y másMarejada de soyates, jamelgoextenuados, de orejas caídas, y corcelede pura sangre.

La pista se estiraba como cintnegra, muy recta y muy larga, en unplanicie reverberante de blancursalitral.

A los cables tendidos a uno y otrado aún nadie se acercaba. Apenas drecho en trecho alzábanse en su

cabalgaduras, escuetas y melancólicas

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 324/862

os guardas municipales, con subigotazos negros prolongados por lobarbiquejos, como perros con tramojo

A un lado se levantaba apretada fila dolmos, desnudos como haces de púas dplata; del otro, una nube de polvmpalpable; más lejos, millaradas d

volutas blancas y, al fin, cenando ehorizonte, una nube gris e impenetrablde tierra.

Apeáronse de unos borricos coaparejo multitud de mozas de la vidalegre, jacarandosas y marchitas comrosas de papel de china. Sin saber que e

bermellón ostensible de sus carrillos el torpe lápiz negro de sus ojos dnictálopes fueran insultosbombardeaban luego a los charros má

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 325/862

gallardos. Un viejo enclenque encorvado casi desaparecía bajo enormcanasta pizcadora reventando d

comistrajos. Con ollas y cazuelas dcócono a cuestas, gordas comadresudaban a chorros. Recuas enteralegaban con cargas de quiote, cañas d

Castilla, huacales de naranjas y dimas.

Hubo un momento en que Jo

remolinos de polvo se esfumaban en ucortina impenetrable de tierra. El sodardeaba deslumbrante; la gente de a pise defendía, al arrimo de los glauco

roncos de los olmos; los de a caballo, a sombra de rizados perules. S

hablaba desmayadamente; las riendacaían laxas sobre las crines; lo

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 326/862

párpados se entrecerraban abrumadosTodo el mundo escondía lo mejoposible su zozobra.

De extremo a extremo los puestodesplegaron sus blancas alas y scomenzó a oír el chirriar de la mantecaSobre el rumor confuso de aquel mar dgente se levantó una voz que pasó comun relámpago de boca en boca: «LoRamírez». Media docena de güero

pecosos, de cabellos azafranados hirsutos, en arrogantes corceleshaciendo rechinar los correajes de susillas plateadas, se detuvieron en un

entrada de la pista. Uno de ellos, el máviejo, haciendo caracolear su caballose adelantó y la recorrió paso a pasoregistrando minuciosamente el terreno.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 327/862

 —Adiós, don Jesusito: ya sabe qusoy con usté, mi patrón.

 —Por usté doy tronchao, mi jefe.

El charro se tocó levemente esombrero, correspondiendo al saludo dos descamisados.

Los grupos comenzaron concentrarse y pronto los cables podíaapenas contener la apiñadmuchedumbre.

Faltaba nomás media hora para lcarrera. La inquietud tornábase empaciencia. Las mil suposiciones qu

corrían acerca de las bestias del tapad

exteriorizábanse con creciente ardor; shabló mucho en voz baja. Cada quiepretendía poseer el secreto y aconsejabpiadosamente a su vecino. Iniciárons

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 328/862

as apuestas en favor de los RamírezHay rumores de que han traído ucaballo fenómeno de los Estado

Unidos. Se puede apostar tronchado.La afluencia cesa; el polvo s

apaga en la lejanía. Lo que antes fuersordo murmullo es ahora vivo voceríoTrascienden el pulque y el mezcaAumenta la impaciencia, los sombrerode anchas alas giran sin cesar, lo

rostros cejijuntos se vuelven a cadnstante hacia el camino, hasta que pofin, en una última avalancha, apareceos Andrades, que es el más escogid

grupo de charros. Tío Anacleto emedio, mi Pablón a su izquierda y Juliáa su derecha, haciendo caracolear aMono. Al mismo tiempo, y com

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 329/862

brotados de la tierra, surgen en camisade lona gris, ribeteadas de rojo, loanimales de la carrera.

La entrada de Julián a la pista fijpor un instante todas las miradas. Es unfuerza de atracción ineludible, igual a lde una mujer hermosa que se presenta eun salón. El rudimentario sentimientartístico del rudo hombre del camprevelado en su boba admiración a

corcel de pura sangre.El Mono hacía cabriolas. El negrsatinado de su cuello y de sus ancaondulosas se desparramaba en madeja

nutridas y sedeñas de azabache, limpia  frescas como cabellera de gitana

Sujeto al freno, su cabeza se yergueencorva el pescuezo como resorte d

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 330/862

acero, su hocico tasca el freno dejandescapar blancos copos de espuma poentre los filetes bordados de plata

Ostenta gruesos chapetones niqueladoen la frente endrina, y sobre lopectorales combos y pujantes, cual lode una bailarina etíope; relampagueaarreos argentados a cada lado de sunarices anhelantes y de sus ojompetuosos.

Pero las miradas no puededetenerse más en él; bruscamente todo emundo concentra su atención en labestias encamisadas que siguen

distancia de Julián, conducidaestrechamente de la brida por locaballerangos.

Con ansiedad imposible d

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 331/862

esconder, Julián entrevera sus miradaen las filas de uno y otro lado. Buscunos ojos, espera una saeta que de u

momento a otro habrá de clavársele eel corazón. Y porque la espera, mayor esu tortura. Pero al llegar al extremopuesto respira con desahogo. ¡Ella nestá! Tanto mejor. Aprieta las piernas, el Mono, que siente una mosca, se crecen gallardía; sus corvas muy derechas

nflexibles, como vaciadas en una piezaavanzan con movimientos rítmicos contenidos; ondulan las redondas ancasel cuello esbelto y flexible se estremec

en una cadencia de color y de forma.En el sitio de arranque, Gertrudi

está ya en ropas ligeras esperando lucha.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 332/862

«Mil veces mejor que ella no hayvenido, porque si la veo con ese gringoaquí se arma la de Dios es Cristo». Y

ustamente cuando Julián piensa esoorna sus ojos hacia un puesto de comid  se queda estupefacto. ¡Ella! En plen

florecimiento, cual nunca la hubiesvisto así de hermosa.

Marcela, incapaz de sostener lmirada de Julián, baja los ojos.

Él no puede contener la tensión dsus nervios; aprieta las piernas, laespuelas se clavan en los ijares; el potrse dispara y un brusco tirón de rienda

o sienta sobre las patas traseras quabren dos rayas paralelas en cuatrmetros de terreno.

 —¡Ése es el Mono, don Julián! —

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 333/862

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 334/862

mayor y un tirón de la cotona, todnadvertido por los curiosos en tomo, l

hacen comprender su indiscreción.

Al instante se pone a charlar comperico y despista a los que le escuchacomo al propio oráculo. Y entoncesseguro ya de que su estupenddescubrimiento no fue nunca misteripara sus hermanos, sigue el mismo juegde ellos. Se aleja, se entrevera con lo

rancherillos piltrafientos, y sin seadvertido alarga un fajo de billetes uno de ellos, rumora breves palabras su oído y se marcha luego a repetir l

maniobra en otros sitios.Por segunda vez las bestias d

uego recorren paso a paso la pista. Lpolvareda, apagada ya, no impid

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 335/862

examinar detenidamente a los animaleenmantados. El vocerío va en aumento.

Rancheros irrespetuosos hace

entrar a viva fuerza sus matalotes hastas primeras filas; los de a pie s

entreveran con los hocicos espumosode los caballos. Potrancas y potrillos sreconocen, se desean; algunos vuelvemelancólicamente sus cabezas relinchan la nostalgia de sus cuadras.

En el extremo de partida se hasituado los Andrades, en la meta loRamírez.

 —Cien pesos a la rubia —es e

primer grito que rompe la algarabígeneral.

Una avalancha de encamisadopasa ofreciendo dinero en favor de l

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 336/862

egua.«¿Quién quiere cien a la rubia?»

«Doy cincuenta al caballo».

«¡Aquí doscientos a la rubia!».La muchedumbre toma dinero po

odas partes. Los que han reconocido a Giralda se guardan el secreto com

riquísimo hallazgo, medio desvanecidode emoción; los que confían en ecaballo fenómeno, traído de los Estado

Unidos, toman cuanto pueden apostapor él.Aturde la grita de los corredores

as apuestas se cruzan rápidas

ncesantes.En el arranque, los corcele

esperan bajo sus mantas, enseñandnomás las erguidas cabezas y las patas

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 337/862

Uno es oscuro, de gran alzada, dgruesas piernas y musculación de aceroa otra, fina de formas y tostada com

oro viejo.  Zulema  dicen las grandeetras rojas de la camisa de la yeguaerón es el nombre del caballo.

«Doscientos a la yegua». «¿Quiéquiere cien a la yegua?».

Con entusiasmo delirante, dentrdel cable van y vienen los gritones co

as manos desbordantes de billetes pesos fuertes. Se entreveran, sestorban, se atropellan; aquí se detienencorren a un llamado más allá; sus mano

se vacían y, como por milagroreaparecen al instante con más pesos billetes. El vocerío no deja oír naddistinto; pero se adivina ya una luch

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 338/862

desigual. Un río de dinero, nacido quiésabe dónde, viene corriendo a favor da yegua. Los Andrades parecen ajeno

al juego y se mantienen en sus puestosin emoción. En cambio, la alegría másospechosa brilla en las miradas felinade los Ramírez. Comienza la zozobraCorre el rumor de que, viéndosperdidos, ellos mismos están apostanda la contraria. Y entonces el combat

afloja. Los voceadores sé desgañitanvan y vienen con los puñados de dinerque todo el mundo rehusa de pronto.

 —¡Doy setenta y cinco a la yegua!

 —¡Yo doy tronchado a la yegua¿Quién quiere pesos a cuatro reales?

Pero los esfuerzos son inútiles y eimbre suena al fin, anunciando el fina

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 339/862

de las apuestas.Como relámpagos los voceadore

desaparecen de la pista.

Callosos pechos treman democión. El Juez de arranque está ya esu sitio, los veedores a cada lado decordel. Es el momento de descubrir labestias. Lentamente, teatralmente, locorredores desabotonan las camisas dsus corceles.

Un grito como un chispazeléctrico recorre el circuito humanoUna exclamación unánime pasa comívida ráfaga por los rudos semblantes:

«¡La Giralda!». —Es un robo. ¡Salgan siquiera a

camino real, bandidos!…La gendarmería rural realiza e

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 340/862

milagro de sofocar oportunamente uumulto, poniendo a buen recaudo anconforme.

 —Cinco minutos —grita el Juez dpartida, fijos los ojos en su cronómetro.

Las dos bestias lucen sus sedas aclaror refulgente del mediodía; la yegudardea su oro; el caballo su esmaltendrino.

Julián ora mira a Gertrudis, ora

Marcela.El morenciano, hosco, pide ecollar al viejo Marcelino y lo ajustholgadamente al onduloso de la Giralda

Hasta entonces repara Julián en lgardenia que Gertrudis lleva prendiden la pechera, la misma que hdesaparecido de las negras trenzas d

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 341/862

Marcela.Su boca se seca y rechinan su

dientes.

 —¡Quítale eso, Gertrudis! —rugcon voz descompuesta y rostrcadavérico.

Gertrudis se vuelve inalterable y evez de ojos encuentra brasas, persostiene tan serenamente la agudmirada, que Julián tiene que volverl

hacia otro punto.Sonriendo, despectivo, Gertrudicoge el collar del cuello de la yegua y lrompe de un tirón arrojándolo como a

descuido a las patas del Mono que sencabrita.

Los ojos de Julián son dos puñales —Tres minutos —anuncia el Jue

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 342/862

con voz estridente. —Hombre, Juliancito, mira lo qu

vas a hacer. A esta yegua nadie le h

montado nunca sin collar. Mata amuchacho —clama el tío Anacleto.

 —Mis corredores han de secorredores, y si no que se los lleve la…

 —No tenga cuidado el amo; nada lhace —afirma Marcelino, mostrando sudientes agudos de lobo.

Pero Gertrudis nada escucha ya. Aun tiempo han saltado los rivales sobros sedeños lomos y ensayan a ponerse

un tiempo preciso en la raya.

 —Dos minutos… —Asi no la montes, Gertrudis, t

va a matar —llega una voz perdida entra multitud agitada.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 343/862

Marcela intensamente pálida sacerca a la pista y permanece extática.

El morenciano pertenece sólo a s

egua; es el alma misma de la Giralda, o que afuera bulle no existe más par

él. —Un minuto…Silencio formidable. Los do

animales retroceden de la raya, paso paso avanzan y se igualan, a un tiemp

pósanse cuatro pezuñas en el cordel y ugrito agudo y doble hiende los airesTendido, untado al lomo de la GiraldaGertrudis sale arrebatado en u

orbellino de tierra.Instantes después la Girald

recorre triunfal y muy lentamente lpista; su pelo de metálicas tonalidade

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 344/862

muestra las huellas de las pantorrillas os talones, cual si se le hubiesencrustado, y el morenciano, si

sombrero, la greña al aire, llevmadejas de crines en las manos e hilorubios en los dientes.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 345/862

XIX

DE REGRESO de las carreras llegaron loAndrades con un notición qurevolucionó a todo San Pedro de la

Gallinas. Los pacíficos labriegosintieron corazonadas de mal auguriomuchos pechos femeniles palpitaron co

azoro y otros con el regocijo y lodeseos mal contenidos de los quincaños. Doña Marcelina sufrió udesvanecimiento y Refugio llor

ágrimas de regocijo. Que ya van a sali

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 346/862

excarcelados los Andrades; que codesprendimiento, apenas para visto, doAnacleto ha facilitado el pago a

Gobierno por la libertad de susobrinos. Allí en la vieja salona dondvegeta don Esteban, tío Anacleto refierpor centésima vez cómo ocurrieron lacosas, y por centésima vez le escuchaatónitos don Esteban, que entiendcuando le da la gana, doña Marcelina

que tiene surcos en las mejillas, dlorar, y Refugito, que en fuerza de lacircunstancias, hase visto constreñida dar placentera acogida a las galantería

ntempestivas de mi Pablón. —Pues sí, hermano —repite do

Anacleto, ya con la mirada brillante erectas las rojas narices, en lo

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 347/862

comienzos de la primera borrachera dedía—, ya vas a tener el gustazo de daun estrechón a esos buenos mozos. ¡Pue

no faltaba más! Ser uno de la mismsangre y no hacer nada por ellos. ¡Buerabajo que me dio el rasabioso d

Juliancito! ¡Quién lo había de creerPero nada le valieron sus alifafes, lapreté duro la clavija y tuvo al fin quconvenir. Como ustedes saben, en lo

cuatro mil pesos de la apuesta íbamoor los.  No más cayó el dinero en mimanos y le dije: «Mire, amigo, dos mison de usted, dos mil míos; bueno, pue

ahora todos son suyos; nomás coja esocentavos y váyase al lugar, hable con suicenciados para que echen luegoueguito, a los sobrinos de la cárcel»

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 348/862

«No, tío Anacleto, no hay con qupagarle pronto, estamos llenos dcompromisos». Y que esto y que lo otr

  que va y que vino y que fue y quvolvió. «¿Quién ha dicho aquí nada dpagar, Juliancito? Ándele pues, haga lque le mando; pero antes páguele a scorredor, que muy bien ganados se tiensus cuatro mil reales». ¡Qué corredorniñas! ¡En mi vida he visto cosa igual

Demontre de pelao; ¡pues no le hpuesto la vara a la Giralda, en purpelo! Les digo que es el mismdemonio. Bueno, como les iba contando

comprometí a Julianillo, le piqué lcresta, delante de todo el mundo, y ahvenimos a la Villa con todo y su muina coraje. Estaba de tostar chiles

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 349/862

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 350/862

ahora tenemos que hablar de otra cosa¿eh? Pónganme cuidado, hermanoMarcelinita, y principalmente usté, niñ

Refugito.Removió sus cansadas posaderas

arrastrando el equipal se acercó al viejvaletudinario y, mirando por umomento interminable su cigarrodespués de echar una bocanada de huma la cara de sus parientes, dijo apausad

 solemnemente, con la gravedad que eestado de su embriaguez le permitía: —Ustedes habrán oído decir po

ahí… Pero ahora que me esto

acordando ¡qué decir ni qué decir!… Lque se ve no se pregunta… Estos dodemonches de muchachos…

Se detuvo; sus ojos enrojecidos

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 351/862

brillantes de malicia se posaron sobros primos que se mantenían sentadoado a lado.

Ante una alusión tan inesperadadoña Marcelina dejó de llorar sregocijo y clavó sus atónitas miradas e«mi Pablón» y Refugito.

La muchacha, lejos de ruborizarsese había puesto lívida de indignaciónPero una y otra enmudecían, pendiente

aún de los labios del vejete ebrio. —Lo de menos habría sido traer aseñor cura; pero ya pensé: «¿A quvienen todas esas políticas entre los d

a familia?». ¿No les parece que lo máclaro es lo más decente? Bueno, puevengo a pedir la mano de Refugito parmi Pablón y sanseacabó. ¿Qué dices t

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 352/862

de esto, hermano?El interpelado lanzó un gruñido d

marrano amarrado y su mano trémula s

agitó; un dedo, todo arrugas, se desplegcon inaudito esfuerzo. Cualquiera habrídicho que mostraba la puerta apretendiente; pero la interpretación dal gesto fue otra para don Anacleto:

 —¡Ya lo ven, niñas, ya lo oyen!…Quiere decir mi hermano que cuant

antes sea, mejor.Las caras compungidas de lamujeres se encontraron en su indecisión

Al fin Refugio respondió resuelta:

 —Tío Anacleto, la verdad es quusted está engañado, nada de lo qupiensa es cierto. Puede preguntárselo amismo Pablo. ¿Verdad, primo, que mi tí

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 353/862

está mirando lo que no hay? —¡Je… je… je…! Mi padre tien

mejor vista que usté, Refugito. ¡Je…

e… je…!Doña Marcelina estab

consternada; Refugio se retorcía lamanos.

 —¡Por Dios, madre, digo la purverdad!

Entonces Julián se acercó:

 —Mira, Anacleto, las cosas han dhacerse bien a bien y como Dios mandaCada cosa quiere su cosa. Tú pides Refugio para Pablo y estás en tu má

egítimo derecho. Bueno, mi madre tpone un plazo para la contestación, ella está en lo justo.

 —¿Y a qué vienen plazos? Entr

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 354/862

Pablo y yo no hay nada, ni ha habido, nhabrá jamás… ¿Entonces…? Si le digpues que no, desde ahora mismo, a nadi

e hago un desaire. —¡Ah, sobrinita, conque así…

Hum… pos está bueno… está bueno…El viejo sonreía, los ojos fijos e

el suelo. Arrojó el cigarro con mareprimida cólera y exclamó:

 —Pos entonces a ensillar, m

Pablón… Ya lo vido, amigo, resultamoaquí de más… Ándele, salga y ensillevamos a ver dónde no salimosobrando…

 —Anacleto —prorrumpiangustiada doña Marcelina— no tomeesto a desaire; pero ponte tú en nuestrugar…

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 355/862

Al viejo paralítico lrelampagueaban los ojos de alegría.

 —Ándele mi Pablón —prosigui

don Anacleto despectivamenteevantándose a duras penas, escupiend

por un colmillo y sordo a las disculpade la afligida madre—. Ándele ensillar. ¡Qué quiere, amigo, nosotros nsemos de botita amarilla, ni bufanda destambre, ni chaqueta de casimi

francés! ¿Quién se lo manda ser pelaomi Pablón?… ¡Ándele, sígale y ensillsu recua! ¿Qué no le da vergüenzaAcuérdese que usted es de los mero

hombres y nadie le ha arañado nunca labarbas… Porque no es usted de los qumanchan el pabellón de los Andrades.

Julián se acercó y en voz baja dij

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 356/862

a doña Marcelina, implorando todavía: —¡Déjelos, madre, déjelos que s

arguen lejos al… tal!

 —Conque ya nos veremos, niñasadiós, hermano; hasta más verJulianillo…

 —¡Anacleto, por Dios, no tengaese genio, no te vayas así! Dame uplazo siquiera… No es posible qusalgas de esta casa de esa manera

después del beneficio tan grande que nohas hecho. —¡Ah, madre, pierde cuidado —

saltó Julián—, no te apures, que no ha

compromiso alguno! Tío Anacleto, aquienes tu dinero. Si algún día lo necesitoré por él a tu casa.

 —¡Hombre, Julianillo, quién s

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 357/862

acordaba ya de esto!… ¡Cabal, cabal!…Dices muy bien, amigo, pero retequebiéque hablas. Vengan acá buenos mozos

que no hay más amigo que es Dios nmejor pariente que un peso en la bolsaConque viéndonos… Arrímese eprietito, mi Pablón, y ayúdeme a subirque ya está chocheando su padre.

Franquearon el portón y ya epleno campo raso el viejo lanzó u

grito: —Mi Pablón, apriete la cincha que voy a meter un caballazo pa que se l

enfríe la muina… Compóngase, m

Pablón, que me fui…Arroja su potro oscuro a la vez qu

el muchacho alinea su orizbaya.Chocan con estrépito y, a un ruid

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 358/862

hueco, viejo y cabalgadura daformidable batacazo en los tepetates.

El bruto mansamente se endereza

se mantiene quieto en espera de su amoPero éste no puede moverse y gimadolorido:

 —¡Ay… ay… ay…! ¡Hombre, mPablón, mire nomás qué porrazo me hdado!

 —¡Ah, qué mi padre!… ¿Pos p

qué se atravesó ansina?… Parece que nsabe… ¡Eso se saca por pendejo!

Retraído a sus negros pensamientosJulián vio desaparecer a sus parientecon muda indiferencia. Su fa

patibularia escondía una fragoros

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 359/862

empestad interior.En ese momento acertó a pasar e

viejo Marcelino con una brazada d

hojas crepitantes de maíz. —Oye, Marcelino, ¿vino y

Gertrudis? —No, amo; ni tiene a qué venir… —¿Cómo?… —Sigún razón cargó ya para juer

con sus tiliches. Pero si al amo se l

ofrece algo.La cara mortecina del sirvientescudriña con avidez el semblante dJulián. El amo chico nunca habí

querido hacer su confidente al pobrviejo que tan buenos servicios suphacer a los señores grandes. «Muy mahe de cairle pa que destinga al mocos

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 360/862

Andrés… ¡Hum!… ya veremos… yveremos… aquí estamos sobrando unde los dos… o Andrés o yo…».

Julián sostiene una luchacomprende la mirada inquisidora dMarcelino, y su rebeldía y sobstinación crecen. No quiere imploraayuda de nadie, por no descender apunto de una confesión absurda; dmostrar su llaga, incurable quizás; d

enseñar a un mísero peón su almcorroída de celos y de impotencia. Yhace un esfuerzo de serenidamposible; pero el viejo perro ve mu

bien el brillo conocido de la mirada defelino, el músculo que sacude uespasmo y la faz asimétrica.

Tío Marcelino comprende que tien

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 361/862

que llegar su hora y sigue su camino coa brazada de rastrojo.

 —Primo —exclamó de repent

Pablo, entrando a trote al patio—dispensa la grosería; mi padre está allafuera con una pata desconchinflada; lumbó el cuaco. Dame licencia d

meterlo aquí no más en mientras voy raer a tía Remigia la componedora.

 —Anda, hombre, vamos por él; n

me digas más.Las señoras, que se dieron cuentdel caso, entraron en consternación y sapresuraron a preparar alojamiento a

ío. Doña Marcelina armó udesvencijado armatoste y lo acolchoncon tilmas hilachentas. Refugiamontono los olotes del cuartuch

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 362/862

húmedo y oscuro en un rincónBarrieron, trapearon y, cuando llegó doAnacleto gimiendo y lloriqueando, y

odo estaba listo. —Niñas, un vasito de mezcal d

por el amor de Dios —pidió eesionado para apagar su sufrimiento.

 No uno, sino repetidos vasos llenoson necesarios para sostener al hombr ponerlo a roncar como un cochino.

Cuando despertó, dando terriblalarido y lanzando tremendnterjección, dos garrudos rancheros lenían inmovilizado de pies y manos,

ía Remigia, la curandera del Refugioacababa de dar un formidable tirón a luxada cadera, haciendo entrar con urac neto y sonoro la pierna en su lugar.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 363/862

Y aunque el resto se redujo maniobras de masaje un tanto bruscas, eío siguió dando desgarradores lamento

que no hubieran de cesar sino hasta lhora y momento en que la comadre, couna sonrisa de triunfo y sonando suveinte reales en la bolsa, dio sudisposiciones complementarias: unbilma de palo lechón en el golpe; nbeber leche ni atole blanco en quinc

días, so pena de que se formen lamaterias y todo se eche a perder.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 364/862

XX

TODAS  las tardes, al oscurecer, cuandel ganado se ha recogido y rumiasomnolientas las vacas en la majada

mientras los toros cruzan sus reciaencornaduras en la postrer disputa dedía, aparecen en la loma, al poniente d

a Casa Grande, dos borrosas siluetasdon Julián y Marcelino, de regreso de lpresa en construcción a punto derminarse ya. Los vaqueros los espera

para echar las trancas del corral

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 365/862

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 366/862

quedarse como el perro de las dobodas, sin una y sin otra. Ya se lequemaba la cazuela, creiban que iban

meterse en el corazón del amo. Y nadaqué ya les olió su maíz podrido y se lo

avienta a las puras narices!Y cuenta el desairado pretendient

cómo el amo don Julián logró conquistaa Anselma o, mejor dicho, cómo se dejconquistar por ella. Y dice que lo

proyectos de las viejas dieron al trastepues con una sola visita hubo para qual amo se le acabaran las ganas dvolver a poner más ahí sus pies.

 —Pa mí no es que le tenga malvoluntad a la muchacha —observalguno— sino que está enhechizadoMiren cómo ya parece charal. ¡Qué va

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 367/862

poder querer a las mujeres! —Sigún razón, lo tiene ansin

Marcela la de señor Pablo. Pa m

ambién es reteverdá; yo vide una nocha tía Crescencia con sus dos hijas quas traiba a vistas… ¡Don Julián, com

si pa maldita de Dios la cosa! Les digque ni alzaba a verlas.

 —Yo lo que vide, lotro día, fue señá Remigia, la de El Refugio, que p

eso de curar enyerbaos no tiencompañera. Toda una tarde se estuvo alladentro con el amo.

 —Echaremos pues las trancas

muchachos; lo que es ora no viene hasta madrugada.

Crujen las agujetas de encinenfilándose en los orificios de lo

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 368/862

soportes: Al rudo rechinar despiertaas vacas y mugen. Después todo vuelv

al sosiego, y la soledad y el silenci

reinan de nuevo. Los peones se meten aportalito, trepan al carromato, se tiraboca arriba y, mirando al cielo qucomienza a cintilar, prosiguen surelaciones.

Andrés, el mozalbete que aspira apuesto defendido por Marcelino, habl

con encono de éste, vaciando todos suodios y envidias. Cuenta que sólo fuerza de bajezas el viejo mozo de doEsteban ha recobrado su predominio

ganándose las confianzas del amo chicoSe dicen horrores de Marcelino. Lexaltada imaginación de los labriegoencuentra ancha veta que explotar en la

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 369/862

mil leyendas que corren de boca en bocacerca del cómplice de las fechorías ddon Esteban Andrade. Cada cual refier

a parte de historia que sabe. Hay quiediga haber escuchado una noche, en lvinata de Juan Bermúdez, a Marcelinoborracho, contando el número dhomicidios perpetrados por sus propiamanos. Mostraba una daga de una hojmuy fina con muchas rayas: por cad

raya un cristiano. Otro, aterrorizadorefiere que oyó de boca de JuaBermúdez que Marcelino, ebrio, habídado un pormenor de cómo él y do

Esteban hacían perdedizos a los questorbaban. Era en un sitio muescondido de la Mesa de San Pedrolamado la Cuevita. A la medianoch

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 370/862

sacaban a los hombres, amarrados locodos tras de la espalda, con un trapmetido entre los dientes, y al llegar a l

boca de un foso recién abierto, a unseñal de don Esteban, Marcelino, sobrel cuello bien tendido de la víctimarájale! un tajo certerísimo; y caía

como los bueyes en el abasto.Andrés callaba ahora, temeroso d

que los peones excitados repararan e

que cualquier elegido por los Andradepara mozo de estribo a tales faenaestaba destinado. Procuró encaminar lconversación por otros derroteros; per

odo en vano; una vez puesto en tensióaquel resorte, materia de plática había, de sobra, hasta rayar el alba.

 —Mariana, Mariana, unas bandeja

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 371/862

de pulque.Julián, sin apearse del caballo

doblada la cerviz, metía la cabeza por l

ventanuca de la vinata.Marcelino apenas podía creerlo

Cualquier otro habría desesperado desilencio pertinaz de su patrón. Cuatrmeses ya de mutismo absoluto, cuatrmeses de aguantarse aquel geniendemoniado. Pero todo cambi

repentinamente. Por quién sabe quconductos llegó a oídos de Julián quGertrudis, el morenciano, apurado podespilfarros de la Marcela, s

enganchaba con muchos trabajadores Morency. Y con eso había sido bastantpara que los negros pensamientos sahuyentaran y su acritud se tornara e

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 372/862

regocijo. Esa misma noche, deshechoos hielos, invitaba llanamente a su fie

criado a echar unos tragos a la cantin

de Juan Bermúdez.El viejo Marcelino presiente l

hora de realizar al fin sus ensueños. Sal amo se le ofrece uno de esoservicios de que tanto gustaba doEsteban, está ya asegurado el porvenide un pobre viejo a quien odia todo e

mundo y que, inútil para las rudas faenadel campo, está próximo a versabandonado, sin familia, sin pan y sihogar.

Mariana, que ha vuelto con dovasijas de barro rebosantes de pulquese mantiene de pie y respetuosaesperando que sus clientes las agoten

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 373/862

Julián se anima, galantea a la muchachaaunque ahora, sin que él sepa a puntfijo por qué, le es menos atrayente

Mariana, flor exquisita, exótica y rara eos campos incultos, contrasta por s

finura y esbeltez, por su neurosis dgente civilizada, con todas aquellahembras panzudas, piernudotas y reciade pechos como vacas suizas. En más duna ocasión sus ojos perturbaron ya

Julián Andrade.Se retira con Jas vasijas vacíasenciende luces e invita a los honorablevisitantes a entrar en la vinata. Ellos n

se hacen del rogar, abandonan sucabalgaduras al cuidado de un chicoficioso que se apronta, y pasan.

 —Mariana —exclama Julián si

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 374/862

pizca de mala intención—, a ti te esthaciendo falta tu media naranja.

Pero Mariana, que tiene s

pensamiento bajo la obsesión aplastantde su fracasado amor, piensa que dodo el mundo es sabido su intento van

de matrimonio, y siente encono, saña mofa de su dolor en las palabras másencillas; con el corazón sublevado dodio para todos los hombres y para tod

a humanidad, los ojos ardiendo dcólera, responde con inesperada altivez —Más falta le está haciendo

usted la suya… Y así se queda.

Ante un ataque tan imprevistoJulián abre los ojos.

Marcelino sonríe despectivamenteEn lo que han quedado los Andrades

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 375/862

Qué esperanza que uno de aquelloviejos, de veras hombrecitos, hubieraguantado un segundo nomás semejant

chifleta! Este infeliz, insultado por unmujer, todo lo compone con reírse, scon reírse como un imbécil, como Ticel bienaventurado; y no sabe qucontestar.

Julián ciertamente calla, perbuscando la manera de apagar el insult

con otro mayor, más mordaz, mádoloroso, que haga verter sangre dealma. Estudia, pues, a Mariandetenidamente, la escudriña de los pie

a la cabeza.Ella está de pie, con un cantarit

entre los brazos, pronta a llenar dnuevo los apastes.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 376/862

Julián ve de pronto su venganza. —Pero, mujer, ¿qué te h

sucedido? ¡Estás hecha una compasión

… Marcelino, ¿ya le viste la pata dgallo a Mariana?… ¡Ja… ja… ja…a…! ¡Ya Mariana tiene pata de gallo

Marcelino! —Y hasta espolón —responde e

viejo, arrimando la luz de un farolillo a cara empurpurada de la muchacha.

 —¡Ja… ja… ja…! ¿A poco te hahecho vieja de la noche a la mañana? Amí no me la pegas, Mariana; tú estádando gato por liebre. Marcelino, est

chicharra vieja se pone colorete.Amo y criado ríen a carcajadas,

a guasa prosigue brutalmente. —Anda, abuelita, repite lo

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 377/862

vasos… a tu salud.A cada nueva libación Marcelin

en señal de respeto se aleja, vuelve l

espalda a su patrón y de un sorbo svoltea la jícara hasta morder el barro.

A Mariana se le agolpan laágrimas y los sollozos. Julián ha dad

un certero golpe. Desde la gradesilusión final se ha dejado de aliños composturas, y los treinta años se le ha

echado a la cara con refinamientos dcrueldad. Su color quebradizo estmarchito, sus ojeras, antes un tantsugestivas, se han tornado en cuenca

cenicientas de matices mortecinos. Salgo restaba en sus negrísimos ojos daquella luminosidad esplendente, no ermás que un odio enorme

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 378/862

nconmensurable y eterno a la vida; eanhelo dolorosamente melancólico de ldesaparición, el abatimiento final de l

doncella frustrada que tardíamentderrama lágrimas por edesvanecimiento de toda una videstéril, encerrada en una esperanza, eun deseo sano y casto.

 —¡No te arrugues, cuero viejo…que te quiero pa tambor! —grita Juliá

a en plena excitación alcohólica—Mariana, busca novio, agárrate al primeacuache que se te ponga enfrente.

 —Yo ya soy vieja, niño Julián,

peores cosas me han de suceder; perqué vergüenza que a usted, tan bue

mozo, tan jovencito y con tanto dineroo hagan menos!… ¡Que uno de su

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 379/862

sirvientes le haya quitado la novia…Ja… ja… ja…!

La risa de Mariana adquiere un

sonoridad metálica, estridente; rishistérica.

A Julián se le pone erecta unvenilla azul que serpentea en su frentpaliducha. No encuentra contestación finge haber llegado al momento dembriaguez en que se comienza a n

entender. Balbucea insolencias y frasesin sentido.Marcelino, estupefacto, sale a l

defensa del amo:

 —No te apures, Mariana, que lacosas no son lo que parecen. Ya ves quno dice nada, ni te responde… pues ésabe bien su cuento.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 380/862

 —Con paciencia y un ganchitoMarcelino, hasta las verdes se alcanza—ulula Julián.

 —Sí, dicen que la paciencia evirtud de los burros —respondMariana, inaudita.

Marcelino, helado, piensa: «¡Ohde los Andrades no queda ya más que enombre!». Pero le falta algo más quescuchar.

 —Mire, niño don Julián, lo que hde hacer es ayudar a esos pobremuchachos para su camino. Ya que sdinero de las carreras les sirvió par

anto tiempo, acábeles de hacer el favorauxílielos para un buen viaje Morencia.

Julián salta de su asiento; pero n

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 381/862

para romper aquella boca que así lnjuria, sino para informarse de lo quanto le ha intrigado. ¿Cómo sab

Mariana eso? ¿Quién le ha contado quGertrudis se lleva a Marcela? Y pierdos estribos del todo, mientras que tant

Mariana como Marcelino se burlanteriormente de él.

Intensamente regocijada del maque hace, Mariana sonríe radiosa d

venganza y afirma que todo lo sabe dbuena fuente, que antes de dos semanamuy lejos de San Pedro de las Gallinaestarán ya los amantes envidiados.

 —Marcelino, Marcelino, ya es munoche; los caballos, Marcelino.

Julián se ha puesto ansioso y en smirada hay vaguedades de locura.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 382/862

 —Marcelino, ¿qué hacemos? —exclama cuando se han alejado decaserío.

El viejo socarrón finge ingenuidad —Si su mercé está resuelto ya, n

hay otro remedio. Vamos a la Villa, se lquitaremos y si él quiere estorbar…pior pa él!…

Impacientísimo, Julián afirma quse le ha ocurrido igual cosa, pero qu

eso pasa de difícil. Las maldecidagentes del Gobierno han dado en cobrapor la vida de cualquier pelagatonfeliz una barbaridad de dinero. Ah

están sumidos en la cárcel sus hermanopor falta de cuatro mil pesos. ¡Estmaldito Gobierno no se llena nunca! Nparece sino que la gente trabajador

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 383/862

iene obligación de juntar dinero y mádinero para tanto haragán. Y tras espretexto vienen otros más poderoso

aún. Sólo que el verdadero está taescondido que ni al mismo Julián se lasoma. No es capaz de confesar smiedo aterrador al morenciano. Nquiere ni acordarse de que en más duna ocasión, camino ya de SaFrancisquito, con el firme propósito d

ajustar sus cuentas a Gertrudis y a lquerida, ha vuelto bridas en breve. Lmaldita imagen indeleble; «micorredores han de ser corredores o s

os lleva…». Y Gertrudis, que va correr la Giralda sin collar —audacimortal— sólo le ha contestado con smirada terriblemente serena; unos ojo

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 384/862

que le burilaron en el alma unmpresión de terror implacable.

 —Sí, amo, ya sé que hoy es la d

malas pa los patrones; pero si uno sabdarse sus mañas…

 —¿Qué harías tú, Marcelino? —Hum, pos ni me lo pregunte; l

levaba allá arribita, a la Cuevita… uego ya podían venir los de la Montad

a buscarlo… el amo nomás diga…

A Marcelino le castañetean lodientes; un raudal de juventud y vidnueva circula por sus venas. Aunquestá frontero a los sesenta, ¡caramba

odavía se siente capaz de gozar… a smodo; cada cual tiene el suyo. Sudientes entrechocan y el placer se hacan intenso que supera las pobres fuerza

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 385/862

del viejo, quien, para ocultarlo y poderesistirlo mejor, vese constreñido buscar pretexto que le sincere ante s

mismo. Y lo encuentra. —Yo me comprometo a traerle aqu

mesmo a Gertrudis, amo; pero su mercva a hacer también algo por este viejo¿verdad?… Estoy en la miseria, la gentno me puede ver ni pintado y cualquiedía amanezco tieso en el chiquero.

 —Di… di… ¿qué pides?… —El amo don Esteban me querímucho; pa mí las mejores tierras. Hono puedo trabajar… su mercé tiene mu

buenos caballos en sus caballerizas… eMono es un buen cuaco.

Julián gime como si hubiesrecibido intempestivo sofocón

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 386/862

«¿Conque el Mono pide este salvaje cambio de Gertrudis? ¿Qué tal canallde gente es toda ésta? ¡Mi mejor caball

a cambio de ése…! ¡Todos iguales; atajde bandidos…!».

 —El Mono sera tuyo, Marcelino —prorrumpe haciéndose violencia.

Mariana ha reído con crueldad aprincipio; ha gozado acordándose nomáde la tortura en que puso a Julián; perdespués de reflexionar un poco le vien

a la cabeza extraña idea. Una sospechnaudita, terrible. Aquella retiradntempestiva de Julián. Su despertanstantáneo de la embriaguez. ¡Dios mío

si habrá hecho una barbaridad! Y cad

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 387/862

vez más luminosa aparece la idea en smente. Del desasosiego va a la angustiaDios del cielo, que no vaya a sucede

semejante cosa! Si ella no ha tenido lntención… ¡Madre mía del Refugio!

Y se pone a rezar con gradevoción ante una estampita de lVirgen. «Madre mía, que no caigan emanos de esos hombres… que no caigGertrudis en sus manos, ni…».

Sus labios se rebelan a pronunciael nombre aborrecido; pero su corazóenorme lo dice. Y cae de rodillas ante lVirgen del Refugio, estrepitosament

sacudida por el llanto. —¡Ni Marcela!…

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 388/862

XXI

EL BRIOSO  potro cabecea, a veces bufcuando imprevisto tropiezo le detienepero avanza siempre seguro la empinad

cuesta entre escarpaduras de la Mesa dSan Pedro. La luz del amanecer, en unfranja rosada de cada lado de la Mesa

va diluyéndose en el esplendorosvioleta de un cielo apagado ya destrellas. La tenue claridad empieza filtrarse en sombras vagas; lueg

árboles, rocas, grangenos y nopale

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 389/862

destácanse distintamente. De prontohacia la empinada cresta pétrea asomuna aureola de luz roja, un río de oro s

desborda inundando las sabanas blancae inmensas con manchones de tiernos rizados retoños primaverales.

El caballo de Julián se encabritase niega a seguir adelante; la espuela, ahincarse, sólo le hace revolverse sobrsus tensas corvas. Como un sonámbulo

Julián apenas se da cuenta de que halegado al límite de lo accesible y apunto preciso de cita. Marcelino, talachen mano, está esperándolo desde l

madrugada y él aún no repara en spresencia.

Apéase, se sienta al borde de lmeseta, encajonado entre dos peñas, la

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 390/862

piernas oscilando sobre el abismo.Abajo álzanse los peñascos com

cristalizaciones gigantescas de sílice e

agujetas verticales y delgadas; máabajo aún, la inmensidad del vallrepulido como la superficie de un cartóde agrónomo; grandes cuadros cuadrilongos de tierra divididos ponegros surcos prodigiosamentparalelos, manchones plomizos d

abandonados barbechos, claros deriales blancos como marfil bruñidosuperficies de malezas glaucas, líneaque se entreveran en madeja, cercas d

piedras mohosas, nopaleras bordeandarguísimos vallados, el camino rea

como delgada culebra de alabastro. Y eaquel vasto campo donde el saucedal,

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 391/862

orillas del río, describe una gallardcurva cual lira gigantesca, las yuntas dbueyes llevando tras de sí un monit

blanco encorvado sobre la mancera seguido de la negra cauda del surcrecién abierto, parecen inmóvilesenclavadas en la tierra. A plena luz dedía álzanse ya los remolinos del polvodébiles como los que un soplo pudierevantar. Los viandantes bosquéjans

como hormiguitas de movimientos máentos que las manecillas de un reloj.Pero Julián escapa al espectáculo

una visión roja se lo borra todo. L

ragedia en preparación lo obsesiona e da la ambliopía de la sangre. Undea da vueltas en su cerebro com

rueca sin fin y es imposible arrojarla d

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 392/862

allí.Marcelino, pues, ha llegado a

escritorio y da el aviso ansiosament

esperado: «Ya está aquí Gertrudis»«Pues que entre —responde Julián—pásalo al escritorio. Pero hay que sacaa cuenta de las raciones atrasadas qu

se le deben». Marcelino sale. Marcelinvuelve a entrar: «Ya está aquGertrudis». Ahora han entrado los dos

o hay tiempo de nada. Marcelino le hpuesto la pistola amartillada sobre epecho. Lo demás. Sí, lo demás que emuy fácil. A la Cuevita. Y… falta un

cosa. ¿Qué falta, señor, qué falta?… ¡Así, una cosa muy divertida! ¡Ja… ja, ja… Marcelino quiere como premio eMono. Descuida, Marcelino, se te dar

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 393/862

u premio.Y Julián ríe con risa de suprem

deleite, exquisita floración del place

más refinado.Marcelino ha comenzado a trabaja

a, apartando cactus y grangenos quenraizan en las junturas de la boca de lCuevita. La pica repercute lúgubre, peñpor peña, y su ronco retumbo asciende desciende por la abrupta crestería hast

que Julián despierta como de unpesadilla. —Marcelino, por Dios, no haga

anto ruido.

Cuando Julián se levanta y va ayudarlo en la fatigosa faena, haranscurrido ya dos horas. Marcelino l

ha limpiado todo y sólo falta levantar l

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 394/862

enorme peña que cierra la entrada de lCuevita. Tras largos y prolongadoesfuerzos logran al fin bornearla. Lo

dos se mantienen de pie para respirarprofundamente fatigados.

Julián alza la cara y ve las siluetanegras de los cuervos bajo la diafanidaazul. Arriba de su cabeza se levantapeñascos enormes cortados a pico y, poencima todavía, la cresta circular de l

montaña cual pétrea corona de ucoloso. Peñas cobrizas y herrumbrosasrepujadas por el beso candente dmillares y millares de soles; peña

oblicuamente sobre la cima como si sextasiaran en su propia contemplaciónabras enormes de entre las que surgefofos colorines balanceados por e

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 395/862

viento sobre la nada, tremolando suhojas coriáceas cual mariposas verdeborrachas de insolación; grangeno

abotagados como miembros delefancíaco estiran sus brazos deformee hincan sus garras en las hendeduras das rocas. Y hay un glauco invasor qulena todos los resquicios y lo mism

flota en apretados haces entre las peñasque cobija bajo su piadosa sombra a lo

caracoles resbalados de los helechos, eglauco de las varacenizas, sacudido poel viento, incensando a la mañana con eperfume de la montaña.

Hacia los bordes del desfiladersopla el viento en ráfagas tremendaspero ahí donde todo es enorme, apenase percibe la caricia del coloso.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 396/862

Los hombres continúan en su rudfaena; en un vigoroso empuje hacen giraa piedra. De canto ha dado medi

vuelta sobre el desfiladero, bambolea dun lado, luego de otro, pierde eequilibrio y en su desprendimientparece llevarse a Marcelino que tiendsus manos con desesperación, cual squisiera detenerla.

Julián contempla embelesado e

descenso retumbante de la roca que salt  salta arrastrando pedruscosdesgajando troncos, arrebatando lacopas de los árboles y las pencas de lo

nopales, hasta agotar su fuerza distancia que los ojos no alcanzan yaJulián sonríe con sonrisa de dementecontemplando la cara pálida d

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 397/862

Marcelino. —¡Quedamos bien! ¿Pos con qu

vamos a tapar eso ora, amo?

«Caracoles —piensa Marcelinmirando los ojos vagorosos de Juliáque lo oye sin comprender—, ni popensamiento me pasó que este patrófuera tan probecito de alma. Se ha vueltoco nomás de pensar en lo que vamos

hacer».

Y con el sano propósito ddistraerlo e infundirle un poco de ánimocomienza a referir aventuras del amdon Esteban, allá en sus mocedades

Oh, el amo don Esteban nunca se tentel corazón para quitarse de enfrente aque nomás comenzaba a estorbarle! Aos niños Andrades de hoy en día le

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 398/862

suceden tantas desgracias por esoporque se pasan de buenos. La gentabusa siempre del que se deja. Y cuent

cómo por aquella negra gargantaacabada de abrir, desaparecieromuchos que ni tanta guerra dieron.

 —¿Y si Gertrudis no quiere venirMarcelino? —exclama Julián drepente, angustiado ante tan tormentosdea.

 —De eso pierda cuidao el amoQueda de mi cuenta. Si entre semanacuando usté esté en la casa, él no quiervenir, lo que es un domingo me l

retetraigo. —Pero entonces… —Entonces… cuando su mercé est

aquí de vuelta…

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 399/862

Julián en su potrillo, a pie el viejMarcelino, comienzan a bajasilenciosamente de la sierra.

Ante un monte espeso de nopaleradetiénese el viejo:

 —Mire, niño, ahí donde se mirese nopal manso nos jallamos una vezsu papá y yo, a un muchachillo quandaba apiando tunas. El amo su papera retetravieso. «Chelino —me dijo—

agárrame a ese muchacho; ya verás ldiablura que le voy a hacer; no lquedarán ganas de volver a robarse miunas». Me bajé de mi caballo y en do

por tres lo pepené. Un mocito de dieaños, un demonche que chillaba, loco dmiedo. El amo, a risa y risa, le quita lcuchilla y le tumba los calzones…

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 400/862

zas… zas…! de donde semos lo qumero semos… ¡ni rastro…! Me acuerd echo el estómago de pura risa…

Carcajadas estrepitosas acogen erelato de Marcelino, y Julián asegurque aquello tiene tanta gracia que vale lpena de repetirlo el día que se puedofrecer.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 401/862

XXII

CUANDO  Mr. John se instaló en SaFrancisquito, pueblo cercano a un grapuente de la línea del F.C.M. que estab

en construcción, el vecindario salarmó. Era bastante con que eadvenedizo viniera de esos paíse

nfectos donde prosperan las nefandadoctrinas de Lutero, para que las gentepudibundas y asusdizas temieran econtagio y aun la muerte eterna d

algunas almas buenas. Tal sentimiento s

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 402/862

amenguó bien pronto, porque Mr. Johse ocupaba de vinos buenos y manjarebien condimentados, pero nunca d

religión. Además, su bolsillo supcaptarse sucesivamente las simpatías decantinero, de la casera, del sastre, de lplanchadora, y aun ablandar la rígidausteridad de algunos ancianos que lconsultaban asuntos de su profesión. Aos mozos, ¡claro!, desde el principio s

os echó en la bolsa.Pero un día corrió la voz de que engeniero, tras de raptarse a un

rancherita de San Pedro de las Gallinas

había emprendido un viaje a los EstadoUnidos. Y antes de tres meses, cuandaún estaban calientes los comentariodel extraordinario caso, el gring

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 403/862

regresó con todo y hembra, alquiló lmejor casa del pueblo y se instaló eella con desenfado. Entonces sí que s

pusieron erectos los pelos de muchovenerables pechos. Graves jefes dfamilia, matronas pasadas de locincuenta, y todos aquellos que pohábito, edad o enfermedad vivíacondenados a la continencia, pusieron sgrito en el cielo.

Gastaba la diabólica mujer tadesenvoltura y desparpajo, que lomozos que antes jamás hubierareparado en la rancherilla flechadora d

os domingos en la misa de once, ahorse desalaban por alcanzar una mirada un mohín siquiera.

A fin de poner coto a semejant

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 404/862

escándalo, reuniéronse en conciliábulmuy comentado el señor cura, el maestrde la escuela de niños y el Alcalde. E

casos parecidos siempre se llegó pronta y fácil determinación: edestierro. La mujerzuela que osabponer los pies en San Francisquitanochecía en su casa y amanecía muchas leguas de distancia, seguramentcustodiada por personas de conciencia

edad respetables. Mas el caso ecuestión no era un lugar comúnvulnerábanse los derechos civiles de usúbdito norteamericano y el primero e

formalizar su veto fue el mismo señoAlcalde. Así, acordaron laconclusiones siguientes: primeraexcítese a los fieles a elevar sus má

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 405/862

fervientes plegarias a su DivinMajestad, pidiéndole, con gran dolor dsu corazón, remedio para muy grav

necesidad; segunda, procuren lovecinos privar a los amancebados dodo auxilio así de servicios personale

como provisiones de boca, vestimentaetc. (no olvidando que hay quaborrecer el pecado, pero nunca apecador); tercera, verifíquense solemne

cultos en honor de San Judas Tadeopatrono contra visitas inoportunascuarta y última, distribúyanse los gastode triduos, rosarios, misas y novenario

entre los vecinos principales por spiedad y temor de Dios.

Las aflictivas voces se hicieron oímás pronto de lo que el cura hubier

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 406/862

deseado; a medio novenario apenasdesaparecieron el gringo y su concubina

Por lo demás, los chicos, que co

anto fervor desearan el arraigo de lplanta venenosa, se cuidaron de nraslucir nada el día que de buenas

primeras reapareció Marcela bajo nuevatavío. La entallada falda estilo sastrhabíase trocado por flotante enagua dgasa, la camisa de aplanchada pechera

rojo corbatín por una blusa de encaje rebozo de bolita.Miel sobre hojuelas, pues; salv

as maneras un tanto despectivas con qu

ella regresaba y la fiera altivez de snuevo acompañante.

El domingo de Pascuas, a la horen que la banda municipal desgarraba e

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 407/862

aire con sus agrios latones y sus locogolpes de platillos y tambora, llegGertrudis muy inquieto:

 —Marcela, ponte tus trapos vamos a los toros.

 —Son de aficionados; a mi esocurros no me divierten.

 —Aquí más nos hemos de aburrir. —Además, mira cuánta gente; e

hilo que no se corta. Quedaremos com

cigarros en cajetilla.«Si ella se niega a ir, algún motivoculto tiene», piensa el morenciano cosu irreprochable lógica de Otelo. Por l

que mayormente se encapricha. Marcelaque sabe de dónde son los toros de lidi presume una de tantas escenas de celo

estúpidos si Gertrudis se encuentra co

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 408/862

Julián, permanece inmutable. Pero emorenciano encontró ya un argumentsin réplica.

 —Sí, ya sé por qué no quieres ir; tda vergüenza que esos curros te veaconmigo.

 —¡Ándale pues, hombre, vamoadonde te dé tu gana!

Marcela viste sus ropas dominguerasQué Gertrudis! No sabe lo que est

haciendo. Que logre de veras aburrirla

a verá si ella es capaz o no de ponerlceloso. ¡Imbécil, que se labra sdesgracia por mero antojo! De nada lsirve que ella le sea fiel, en nad

aprecia el sacrificio que ha hech

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 409/862

aceptando un arrimo modestísimocuando hay un mundo fastuoso deslumbrante que se brinda po

satisfacer sus más insignificantedeseos. Como si el dolor fuera para émportantísima necesidad de vida

apenas se retira de sus brazos férvidoscae en la maldecida tarea de su suicidiento. Puesto que en el presente d

Marcela nada hay vituperable, vamos

buscar, vamos a escarbar coencarnizamiento idiota sus palabras sus gestos más insignificantes; vamos revivir todo un sucio pasado hasta qu

removido el fango nos intoxiquemos esus propias emanaciones. Inútilmente se ha entregado ella con un amo

profundo y completo. Se ha propuest

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 410/862

borrarlo todo, aniquilándose en subrazos; ha deseado con vehemencimorir en uno de esos raptos de locur

para matarle su tormento. Y Gertrudinomás haciendo renacer el fantasma depasado con una vida tan intensa, que epresente se esfume y desaparezca.

Cuando llegan a la plaza de torosmiran a Julián Andrade entre un grupde alegres mozalbetes. El morencian

desvía el rostro evitando el encuentro dsus miradas. Marcela choca la suya eun chispazo rapidísimo, intensísimo.

¡Bah! ¡El pobre Julián! Al fin y a

cabo todo su delito estaba en haberlamado como un loco, como nadie en emundo hasta entonces la había amado¿Y ella? ¡Dios mío, nunca fue más crue

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 411/862

con un mísero cachorro!Ya en el tendido de sol, Marcelin

lega y toma asiento cerca de Gertrudis

En breve comentan y charlan comviejos amigos.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 412/862

XXIII

GENTÍO  alegre y vocinglero borbotaben el graderío, en los palcos primeros segundos. Hasta ese momento habí

guardado compostura y mansedumbresoportando la grita insulsa de los curros  la petulancia de los aficionados

quienes, sintiéndose auténtico«Bombitas», ostentaban tieso y tendidcalañés, chaquetilla alamarada, pantalóaso en los bajos, fieramente ajustado

a cintura y a las combas posaderas. Lo

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 413/862

ncipientes coletudos habían hecho ypicadillo de los tres toretes lidiadospero el cuarto y último —una pesad

broma del maldito ganadero— a laprimeras de cambio puso patas arriba adesprevenido capitán de la cuadrillasembrando el pánico hasta en lomismos palcos. A cada voltereta de upeón desmayábase una niña, y lodemás, con cara de pan de cera

mploraban los burladeros. Y como aoro se le había cercenado mediencornadura, mayormente erasaboreados los tumbos y porrazos por l

plebe. Cuando llegó el turno a lobanderilleros, hasta los mismos cócorade los palcos se contagiaron del terrode sus compinches.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 414/862

 —¡No te fíes, Paco, abre bien lobrazos!

 —¡Cuarteando, Paco!

 —¡No, por ahí no tienes salidaPaco!

 —¡Ahora es tuyo, Paco!Pero el desdichado Pac

manteníase impávido, caídos los brazoscontristada la faz y presa del más honddesaliento. El pueblo se impacientaba

comenzaban a lanzarle pullas. Resueltde repente, Paco levantó las fisgashumedeciólas con la punta de la lengua se enfrentó con el torete:

 —¡Je!… ¡je!… ¡je!…En vano Paco había gastado un

semana en aprender a cecear y a daacento gachupín a sus voces; a la hor

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 415/862

suprema todo se le olvidó y sulamadas más tenían de humilde súplic

que de reto. Excitados sus nervios, n

podía estarse quieto un momentoEntonces se oyó un vozarrón:

 —Brincas más que una mariagordaAquel grito, en contravenció

manifiesta con el reglamento de plazque prohibe toda especie de bromas os señoritos, desató una tempestad ma

contenida de gritos, silbidos naranjazos. ¡Qué vergüenza que tadesaire se hiciera a un animal tan lindoY nadie se contuvo ya para lanzar su

cuchufletas, a las que seguía una silbatronadora.

Entretanto el toro se mantenía media plaza, muy sereno. Los lidiadore

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 416/862

escapaban a la lluvia de naranjas epetates, al arrimo de los burladeros, a presidencia, presta a evitar un motín

dio órdenes al trompeta. Un agudo sonoro toque y un aplauso unánime.

El ruedo quedaba ahora a mercede los lazadores. Apuestos mozos en nmenos gallardos caballos cruzan lplaza, reata en mano, bajo el sordrumor del público apaciguado ya

Empiezan a caer círculos, elipses que nocan ni las astas de la res. Ésta lo mirodo con curiosidad y, altiva, no s

mueve siquiera de su sitio. Y como l

orpe faena se prolonga sin resultado, epúblico comienza a impacientarse y otrvez los ceceos sordos, los gritosofocados, los silbidos perdidos, hast

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 417/862

que la bronca estrepitosa sacude dnuevo la plaza.

Un grito gutural, estentóreo

suficientemente poderoso para dominael vocerío atronador, se levantarepercute, se agiganta y va pasando dboca en boca hasta convertirse en unsola voz confusa, colosal y unánime«¡Que baje Julián Andrade!».

Los charritos del villorrio s

queman, hacen esfuerzos inauditosalguno logra poner un lazo; pero maprevenido, desconcertado por lemoción, deja que la reata se le vuelv

madeja en la mano; arranca el toroencabritase el caballo, y cuando eafortunado lazador no sabe todavía quhacer, la reata ha pasado toda por s

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 418/862

palma dejándole una rozadura que ldespacha al corral.

El público aúlla, zumban la

risotadas y el grito vuelve a levantarscomo una sola voz de millaradas dbocazas abiertas, de facedescompuestas y sin expresióndividual.

 —¡Que baje Julián Andrade!Las miradas convergen hacia u

sitio único. Julián Andrade, de pie, mircon fijeza un punto perdido en el tendidde sol, ábrese paso entre la multitudsalta ligeramente la barrera

enfrentándose a la presidencia, coestudiada modestia, pide permiso dazar.

Al aplauso rabioso mézclans

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 419/862

grandes alaridos de salvaje regocijo njurias para los muchachos de localidad.

Julián, desdeñando los bellocorceles que se le ofrecen cobenevolencia, se cuela en las cuadrapara regresar momentos despuécaballero en macilenta jaca de pica, couna reata nueva, tiesa, flexible crujiente:

 —¡Abajo la yesca!… ¡Abajo lesca!… ¡Esos de San Pedro de laGallinas!

Rancherillos patizambos d

garrientas y sudosas cuerapas saltapresurosos en auxilio de su amo. Cogea cuerda que el toro lleva al cuello

pasean de nalgas media plaza

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 420/862

arrastrados por un tirón intempestivo deanimal.

Sonriendo, Julián desenroll

entamente la reata; su mano izquierdmantiene la brida y el rollo, y su derechhace círculos en el aire con una lazadestrecha. Cautelosamente toma el flancde la res que lo espera sin recelo. Drepente hinca la espuela, el caballuco sira al galope en derechura del toro; e

asa ha crecido en tanto y en unvistosísima serie de espirales en el airda una vuelta entera en tomo. Julián, aacercarse a los cuernos, vuelv

bruscamente grupas, y en el precismomento en que se ha puesto despaldas al toro, le deja caesuavemente el lazo sobre las ancas. A

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 421/862

contacto arranca el animal, y es umovimiento rapidísimo y un solo ruidseco: el crujir de la reata por la cabez

de la silla, el tirón del jamelgo qupatiabierto se mantiene rígido y la caíddel toro perfectamente enlazado de lapatas.

Las dianas se ahogan en la griterí en los aplausos. Cuando Julián deja e

rocín, antes de saltar la valla, vuelv

otra vez sus ojos al tendido de sol evemente se lleva la mano al sombrerocual si ofreciera su faena triunfal alguien a quien el público no pued

descubrir. Y allí mismo, donde todo emundo de pie aplaude con frenesMarcela echa un poco atrás su busto corresponde al saludo, enviando con l

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 422/862

punta de los dedos un besmperceptible… Julián, radiante

asciende sin parar mientes en la lluvi

de sombreros que le cae. —Lo que sea, tío Marcelino —

exclama Gertrudis embelesado—, lverdá no se ha de negar; pero lo que epa eso de una crinolina estos patroneas pueden.

Y cándidamente sigue su charla si

haberse dado cuenta lo menos del mundde la pesada chanza que su amante lugó en las propias barbas.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 423/862

XXIV

DESPUÉS de la corrida, Marcela observun cambio notable en Gertrudis. A lvigilancia irritante que le hací

quemarse de celos por motivos baladíesucedía un descuido manifiestoAlejábase a diario y cada vez más d

casa; regresaba a horadesacostumbradas, y a últimas fechas eal estado de agitación que bien a la

claras traslucía lo que para Marcel

desde mucho antes fuera manifiesto: l

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 424/862

mposibilidad de seguir su vida ecomún por más tiempo.

Un día buscó a Gertrudis un sujet

desarrapado y de exótico atavío. —Ah, sí, por las señas que me das

sé quién es él —respondió Gertrudis Marcela—, ando buscando trabajo y éme lo ha prometido bueno.

Después el morenciano se demudóquiso decir algo, pero cuando sus labio

ban a desplegarse, la garganta se lcerró y se detuvo abrumadoimpiándose la frente empapada e

sudor.

Y Marcela, indecisa, angustiada, ycon la presunción de los pensamientoque maduraban en el cerebro dGertrudis, sentía la inminencia de

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 425/862

derrumbe y de la ruptura indefectible.Al día siguiente volvió e

desconocido. Marcela le siguió con l

mirada, luego salió tras él hasta lpuerta de un mesón. Ahí entró ehombre. En el mismo zaguán tomasiento frente a una mesita en torno de lcual se agruparon muchos rancheros. Sumujeres esperábanlos en la banqueta coamaña cara boquiabierta vuelta hacia l

multitud. —Son los que vienen engancharse para Morencia. El viejque escribe ahí es el contratista.

Marcela lo comprendió todo anstante.

El domingo en la tarde llegó emorenciano con la faz sombría, turbia l

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 426/862

mirada y ronca la voz. Ella sintió emomento temido y esperado y reunioda su energía.

 —Marcela, quiero mis trapos, mvoy a San Pedro de las Gallinas.

 —¡Cómo! ¿Qué dices? ¿Tú tvuelves a San Pedro? ¿Pero te havuelto loco, hombre de Dios?

 —Estoy en mi juicio cabal —rugel morenciano montando en cólera.

 —Entiéndeme —replica Marcelcon entereza—, entiéndeme, Gertrudiso no te detengo; haz lo que te dé l

gana; pero, ¡por Dios!, que volver a Sa

Pedro es una barbaridad. En tu pellejo nunca pondría más los pies en tierra

de Andrades. —¡Hum, tú piensas que el tal Juliá

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 427/862

me asusta!… ¡Ja… ja… ja…! ¡Pa él odos los suyos tengo!… Y a más qu

esto es sólo cosa mía…

Marcela se sonroja, su mirada snubla, y se abstiene de responder.

Percátase el morenciano de sbrusquedad y dulcificando un tanto lvoz añade:

 —No, mujer, no tengas cuidado poeso, no hay peligro. Es negocio y

arreglado. Voy por unos centavos que mdebe don Julián. Por no verle la cara, hhecho trato con tío Marcelino. Por cincpesos me consigue que el escribiente m

entregue mi dinero; todo es cosa de quvaya un domingo, cuando el amo andpor acá.

 —Si por dinero lo haces, te dig

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 428/862

que ahí te quedan todavía dos papelitode a veinte.

 —Ésos son para ti —rumorea e

morenciano, cambiando de voz y con loojos rasos.

Marcela hace un esfuerzo pomantenerse serena. Bien sabe que unpalabra, un solo gesto suyo bastarápara echar abajo los proyectos dGertrudis. ¿Mas a qué prolongar un

situación que de todos modos habrá dderrumbarse? Sus labios se mantienerémulos; su redonda garganta déjas

sacudir por un cabrilleo de sollozos qu

se agolpan.Y Gertrudis habla, revela al fi

odo aquello que tan trabajosamentvenía elaborándose en su rudo cerebro

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 429/862

a idea que hasta hoy por un milagro da Santísima Virgen ha brotado al fin. S

él tenía imperiosa necesidad de u

consejo, y por casualidad en misa mayovio al señor cura en un confesonario, a gracia de Dios bajó del cielo. E

padrecito le mostró el origen de lomales que le afligen, de sus dolores sufrimientos. ¡Todo ha sido por epecado! Después le señaló el remedio

e enseñó el camino de su salvación: «Oe casas con esa mujer o…».Y Gertrudis se detiene porque l

engua se le ha hecho un nudo. Entretant

Marcela se ha ido serenandpaulatinamente a punto de que el acterrible pasa casi sin sentirse. Ella n

sabe por qué; pero encuentra u

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 430/862

Gertrudis empequeñecido, digno apenade conmiseración.

Y él prosigue. Que en cuanto e

señor cura lo acabó de confesarpresurosamente cogió de la parroquia ederechura del mesón y está apuntado ypara el enganche que otro día saldrpara Morency. Y ésta es la prisa quiene de recoger el dinero que Julián l

adeuda.

Luego, presa de extrema exaltaciónórnase a su vez consejero. Que por esdeja a Marcela ese dinero, para que saparte de su vida de pecado; que es u

aviso de Dios Nuestro Señor que le diempo todavía de arrepentirse.

 —Haz lo que quieras. Mañanlega aquí por tus trapos cuando vuelva

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 431/862

de San Pedro; tengo que lavarte unacamisas.

El morenciano se queda atónito

Quizás esperaba un rapto de dolor, uorrente de lágrimas, el desbordamient

de lamentos de la amante enloquecidpor el terrible golpe. Y nada, Marcela lha respondido imperturbable. YGertrudis, que tal vez ha sentido poprimera ocasión una herida mortal en s

vanidad de amante idolatrado, no puedvolver atrás y ha de constreñirsrremisiblemente a cumplir su palabra.

Han empujado la puerta de la calleMarcela se estremece despertando de s

etárgica tristeza.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 432/862

 —¿Estás aquí?…La hoja cede a un leve empuje. —Yo soy, Marcela, yo soy

enciende una luz.Marcela ha reconocido a Julián; s

silueta delgada se ha esfumado en lsombra del cuarto.

 —¡Oh!… ¡váyase!… ¡váyase!… —¡Marcela, qué mala lias sid

siempre conmigo!… ¡qué mala!…

Tentaleando se acerca, la cogentre los brazos y la cubre de frenéticacaricias.

 —Por Dios, vete que no dilata e

venir. —No tengas cuidado; allí afuer

Andrés está cuidando. ¡Qué mala genteres, Marcela!

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 433/862

Un desbordamiento impetuoso rresistible de abrazos, de besos, dodos los deseos por tanto tiemp

contenidos, se abate sobre ella en lofuriosos ardores de un inconteniblsensualismo. Y su feminidad asaltada eun momento de desfallecimiento, dabdicación absoluta de la voluntad, na deja defenderse; sus débiles protesta

se pierden ahogadas entre besos

sollozos.En el silencio de la alcoba sescuchan sus respiraciones lentas. Uno otra se han perdido en pensamiento

divergentes. De improviso, Marcela spregunta por qué Julián se ha metido esu casa, cuando tiene un miedo cerval amorenciano. ¡Si sabría la partida d

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 434/862

Gertrudis! Se inquieta y se exalta. Y va nquirir cautelosamente cuando Julián s

endereza dando un suspiro d

satisfacción y se sienta a vestirse. —¡Cómo!… ¿te vas? —exclam

ella escondiendo su pesar y la angustide una idea terrible.

 —Sí, chata, dejé varios asuntopendientes en la hacienda y…

 —¡Oh, no, no puede ser… no te va

hasta mañana… espérate aquí hastmañana! —De veras, es cosa urgente. —Te vas en la madrugada.

 —No, no puedo… y temo que vaya llegar tu… tu ése…

Marcela respira con tranquilidado hay pues peligro. Julián nada sabe

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 435/862

puesto que teme la vuelta de GertrudisY sin instarle más lo deja partir.

Durante largos minutos se mantien

absorta, estupefacta. No parece sino quodo lo que acaba de ocurrir ha sido u

sueño, un sueño molesto, una pesadillde esas que dejan el cuerpo commagullado. Paulatinamente vdespertándose su espíritu y poco a poca escena ocurrida se reproduce fúlgid

en su imaginación en toda la fuerza de sestupidez y su ignorancia. ¡Qué accióan inmunda! ¡Manchar así un recuerd

sagrado cuando no se pierden todavía e

os ámbitos del cuartucho las últimapalabras de Gertrudis! ¡MaldecidoAndrades! ¡Raza de cerdos!

Su alma entra en ebullición

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 436/862

sacúdenla millares de odios acumuladopor su casta eternamente dominadanfeliz casta de esclavos. La sol

posibilidad de caer otra vez bajo eugo de un Andrade pónela fuera de sí

Su angustia infinita declina en amarglanto. Cual si hubiesen transcurrido y

muchos años de la partida de Gertrudisevoca su recuerdo en pleno ensueñorememora aquella figura eternament

dolorida que surge en manifiestcontraste con la del cínico Andrade, demaldecido Andrade que, saciado yaacaba de salir sin pronunciar un

palabra de cariño, sin un gesto siquierde cordialidad. Y llora, y llora, cuando raya el alba no se evaporan suágrimas de la almohada.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 437/862

XXV

—NO, NO  es muerto, es herido, yo vidque se bullía.

 —Les digo que es matao, y mu

bien matao; viene envuelto en un petate. —Sí, si ha de ser matao; no mir

que no resuella.

 —Dicen que es de San Pedro das Gallinas.A las últimas palabras, Marcela

que ha despertado con gran sobresalt

por lo que escuchara fuera, se pon

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 438/862

prontamente en pie y se viste coprecipitación. La charla comadrerilégale en fragmentos; ora habla una co

acento agudo, ora replica la otra en urumor sordo y confuso. Y todo paraumentar al extremo su inquietudApenas se ha vestido y corre como unoca a la calle. Las comadres tienen mi

versiones: una sostiene que sólo es uherido a juzgar por lo caricontento d

os que le traen; otra que es uno de lode la gendarmería rural; ésta que fue unriña en la hacienda de El Refugio y la dmás allá que es un peón de San Pedro d

as Gallinas; Marcela no puede sacanada en claro y va derecho a laConsistoriales donde se expone a lomatados, mientras llega a dar fe e

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 439/862

Alcalde constitucional.Alcanza el cortejo y distingue lueg

gente conocida, gentes de San Pedro d

as Gallinas. Las fuerzas la abandonanpara no caer se sienta en la banquetamposibilitada para mover un solo dedo

 —Oye, Pedro, ¿quién es el muerto? —Tío Marcelino —responde e

carretero de San Pedro de las Gallina—. Tío Marcelino que amaneci

desbarrancado en la ladera, abajo de lCuevita.Marcela vuelve en sí. Cuando, d

vuelta de su casa, escucha todavía en su

oídos «tío Marcelino desbarrancadabajo de la Cuevita», le vienerecuerdos pavorosos. Sí, así dijeroambién hacia diez años, cuando

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 440/862

chiquilla todavía, dejó de ver parsiempre a su viejo abuelo, el consentidde los Andrade. Y se acuerda de la

caras y gestos extraños que ponían spadre y toda la gente de San Pedrcuando alguien decía: «AmaneciFulano desbarrancado abajo de lCuevita». Años más tarde supo coespanto del asesinato perpetrado por loviejos amos en la persona de su abuelo

comprendió el significado de la frasmisteriosa.«Marcelino desbarrancado abaj

de la Cuevita». ¡Dios mío!, y Gertrudi

que andaba por allá, y tío Marcelino questaba de acuerdo para cobrarle udinero, y la prisa de Julián para regresaal rancho. La inquietud más terribl

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 441/862

volvió a hacer presa de ella. ¿Si seríoportuno presentarse al Juzgado y dar upormenor de lo que ella sabía y qu

pudiera interesar para el caso de tíMarcelino? Mas ¿a qué conducía todo sa fin de cuentas nada cierto sabía dGertrudis? ¿Qué le importaba que emuerto fuera Marcelino o cualquierotro, segura de que Gertrudis no lo habísido?

Pasó el mediodía. En los carbones, y

cenizas, se consumieron las provisionesAl choque de las ideas más absurdas contradictorias cedían las energías dMarcela.

Avanzó la tarde. Su angustia se hiz

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 442/862

nsoportable. Si Gertrudis no vuelvantes del tren de las ocho, su cabezestallará.

En la casa del frente, los zapaterogolpean sin cesar, y aquel golpeteo secdel martillo parece caer sobre la tapa dun féretro, de un féretro que no puedeacabar nunca de cerrar.

De pronto brota una canción, ucantar hondo y melancólico, de esos qu

a otra vez la habían hecho llorarMarcela no resiste más, coge su reboz se lanza a la calle.

 No sabe propiamente adónde va

qué busca, ni qué esperaAutomáticamente llega a la puerta deuzgado y sin vacilaciones se cuela hasta mesa del augusto Constitucional.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 443/862

 —Señor Juez, yo tengo muchacosas que declarar sobre ese muerto quhan traído esta mañana.

El Alcalde alza la cabeza y fruncel ceño con dureza tal, que al mejodispuesto le hubiera hecho el efecto duna ducha helada; pero ella, la carencendida, rojos los ojos y vaga lmirada, hace tan deshilvanada relaciódel sucedido, que el señor Alcalde n

puede menos de rechazarla poncoherente y oficiosa. Las viejas sochismosas por naturaleza y el Juzgadiene de sobra para divertirse y no da

oídos a la primera comadre que spresente. Y cuando ella insiste en quMarcelino no se ha desbarrancado, sinque debe de ser una de tantas víctima

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 444/862

del asesino don Julián Andrade, eAlcalde repara fijamente en ssemblante y la reconoce.

 —¡Ah!… ¿Es pues usted?… ¿Lquerida de don Julián?

 —Hubo algo de eso, señor…Ahora no. Y si vengo a decir lo que sées porque los conozco, sé quiénes son de lo que son capaces; ellos asesinaroa mi abuelo… Y la mera verdá, seño

Juez, el mero interés que aquí me trae emi… hombre… a quien ese don Juliáno puede ver ni pintao…

 —Señora —truena el inmaculad

alcalde, irritadísimo por el cinismncomparable de la mujerzuela y su falt

de respeto—, señora, le falta a usted lmejor para tener cara con qu

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 445/862

presentarse en este sitio… ¡lvergüenza!…

Marcela sale cortada, mientras qu

don Petronilo se violenta por nntervenir en favor de esa mujer que, e

su humilde parecer, tiene sobradísimrazón. Pero ¿quién va a hacer despertaas furias del superior? ¡Pobrecit

señor!, siempre está quejándose de lenormidad de trabajo; siempre est

evadiendo todo lo que de algún modpueda acrecentarlo. Mal dispone deiempo miserable que sus labores l

dejan para atender la huerta de alfalfa

as verduras y la cría de chivas. Y poeso el secretario doblega la cerviz cosanta resignación. Sí, no se podía dudaresa mujer era entrometida, enredosa

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 446/862

embustera: se le conocía de sobra.Desolada, Marcela torna a su casa

A cada bulto que se perfila azuleando e

a blanca polvareda del camino rearenacen su esperanza y alborozo. ¡Qucaramba! Con tal de que a Gertrudis ne haya ocurrido nada, poco importaos cobardones de San Pedro de la

Gallinas. Por apocados más merecen.Oscureció, llegó la noche, y nad

de Gertrudis. Si seria mentira spromesa de volver por su ropa; si serísólo un pretexto para dejarla sin uadiós siquiera. ¡Ojalá y así fuera! S

aunque nunca la volviese a ver.Pero sus lógicas reflexiones n

disipaban un punto su dolor; la angustide la indecisión torturaba su alma si

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 447/862

cesar.Al toque de ánimas rechinó l

puerta. Marcela detuvo su respiración

uego sintió su cuerpo de plomo; alguieacababa de entrar.

 —Soy yo, Marcela, no te asustes…Andrés, espérame en la esquina.

 —¡Vete, por Dios… que no dilaten llegar!…

Marcela estaba helada.

Julián clavó en ella sus ojos llenode malicia. Una sonrisa diabólica sesbozó en sus labios.

 —¿Quién?… ¿Tu… ése? ¡No l

engas ya miedo…!Marcela siente las mandíbula

anquilosadas, un frío glacial lnmoviliza. Hace un esfuerzo tremendo

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 448/862

Puesto que es preciso hacer comedipara saberlo todo de una vez, que sepronto.

 —¿De veras, Julián?… ¡Ah, qugusto!… —Y su voz se apaga casi—¿De modo que ya no he de tener miedde… él?…

Julián duda, se mantiene perplejunos instantes y, vacilando aún, replica:

 —Luego, ¿es cierto? ¿De veras l

aborreces?… —¡Oh, le tengo un miedo!…Siempre me quería matar por nada…

 —¡Ja… ja… ja!… Pues por es

parte puedes ya vivir tranquila.La risa sarcástica, estridente

desgarradora, resuena en el corazón dMarcela como un cristal que se hac

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 449/862

añicos. —¡Julián, quiero vino… anda

raerme vino… pero mucho vino!

 —Así me cuadras más, mi prieta…voy fuera… Andrés, Andrés, vé por unbotella de coñac.

 —No —prorrumpe ansiosa ella—no, que no vaya él, quiero MarteMartel legítimo. Anda tú, Julián, tmismo, amorcito mío…

Él sale y entorna la puerta Marcela se yergue con trágica fierezaPasmosa serenidad se adueña de ellafirme, con la vela en la mano, seguro e

pulso, se encamina al cuarto contiguoDe un humilde clavijero de parependen las ropas de Gertrudis. Lprueba es dura y no puede resistir; s

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 450/862

cabeza se hunde entre los lienzoflácidos y sus ojos se mojan. Pero nhay tiempo que perder, su debilidad e

de segundos; se endereza, estira su braz  del bolsillo de un pantalón saca u

cuchillo largo y puntiagudo. Lo escondras la floja manga de su blusa y su

dedos doblados ocultan la pata dvenado de la empuñadura.

Julián vuelve, jacarandoso, co

botellas en las manos. Marcela le esperserenamente en el mismo sitio donde ldejara.

 —Bebe tú primero.

 —No, tú… —No, te digo que tú primero.Julián se lleva la botella a la boc

  Marcela se levanta. Pero sus pierna

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 451/862

flaquean, su mano tremula y se rebela, cuando en un impulso formidable mposible como el de un febricitant

bajo horrible pesadilla alza su brazosus dedos se entreabren y la cuchilla caembloreando sonora en los ladrillos.

Con ojos aterrorizados Julián da usalto atrás. Y va a corredesaforadamente cuando oye a suespaldas el pesado cuerpo de Marcel

que cae desvanecida. Estupefacto, sdetiene y regresa. Mira con faz acerad  yerta el imperceptible ondular de s

pecho erguido. Una sonrisa cristaliza e

su semblante paliducho con manchas dsangre deslavada y podrida. Se inclinarecoge la daga y oprime entre sus dedofirmes la pata de venado.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 452/862

XXVI

EL SEÑOR   Alcalde, grave parsimonioso, da vueltas de un extremal otro; de vez en vez se detiene

observa el trabajo de su secretariouego, impaciente un tanto, reanuda s

vaivén.

Don Petronilo se encorva sobre unmesita, y el garrapateo de su nerviospluma macula una hoja blanca.

«… inmediatamente se transladó e

personal del Juzgado al lugar de lo

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 453/862

acontecimientos, que es la casa númer23 del Callejón de los Varilleros, y da fener a la vista el cadáver de una muje

que se encuentra en el suelo, boca arrib bañada en sangre. Es de color moreno

ojos y cabellos negros, viste blusa dpercal y enaguas de gasa color de rosaExaminado que fue, se le vio una heridpunzocortante situada en el pechzquierdo, abajo del mamelón, de cinc

centímetros de longitud y de profundidano determinada. Cerca de la manderecha se le encontró una daga (aparecer, cuerpo del delito

ensangrentada hasta el puño; la hoja ede acero, mide quince centímetros dongitú y la cacha es una pata d

venado…

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 454/862

»… en seguida, examinado JuliBarba, vecino de esta Villa, de oficizapatero, de cincuenta y dos años d

edad, previa la protesta de conducirscon verdad, declara: que el cadáver quiene a la vista es de la que en vida slamó Marcela Fuentes, que la conoc

hace tres meses más o menos, que esmujer, acompañada de un tal Gertrudicuyo apellido ignora), vino a habita

esta casa que está precisamente frente a que el ocupa con su taller dzapatería. Interrogado sobre loacontecimientos, afirma que hoy, po

ener recargo de obra, todavía a las ochde la noche estaba trabajando; que comhacía mucho aire, había cerrado lpuerta de la calle; que estaban dando lo

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 455/862

clamores de las ocho cuando oyeron ugrito muy agudo, como de mujer; quentonces él y sus oficiales se levantaro

 corrieron a asomarse por la hendidurde la puerta; que como el farol estabmuy cerca pudieron distinguir a uranchero de camisa de manta y sombrerde soyate, montado en un caballo rosill  teniendo de la brida a otro caball

prieto muy grande que parecía fino; qu

a los pocos instantes salió de la casa denfrente un charro flaco, alto, vestido dgamuza, sombrero galoneado, el qubrincó sobre el caballo prieto, echand

a correr luego a todo galope. Quaquello lo hizo pensar en algundesgracia; pero que les dio miedo salir sólo hasta que pasó un buen rato s

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 456/862

habían animado a acercarse a esa casaQue dicha casa se encontrabalumbrada, que llamaron repetida

veces a la consabida Marcela y, comnadie respondiera, decidieron dar avisdesde luego al comisario del cuartel…»

El juez abanica su rostro, fatigadquién sabe por qué, con su negro sudoso cubetín. El secretario acaba devantar el acta y se limpia la frente

agotado. —Despeje usted la sala, doPetronilo.

Todos los curiosos se retiran.

 —Enfríese, don Petronilo, con esbasta.

El secretario pasea por supárpados cerrados la punta de do

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 457/862

dedos, luego abre y cierra los ojorepetidas veces para limpiarse bien laelarañas de la fatiga.

 —¡De la que nos hemos escapado—prorrumpe adulador el magnífico doPetronilo.

El magistrado inmáculo mueve lcabeza desolado; sus orejas se poneencendidas.

 —Pero, hombre, don Petronilo, ¿e

posible que en veinte años de trabajauntos no haya podido enseñarle siquiera callar lo que no le importaVerdaderamente debo ser mu

desventurado!El incorregible don Petronilo abr

ojos y boca, totalmente desconcertadoEstá fuera de duda; su superior no le h

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 458/862

entendido. ¿Por qué lo querella así? Yímidamente se atreve:

 —Quiero decir, señor juez, que s

el sargento calamidad estuviera todavíen el pueblo, no nos quitábamos estuicio de encima ni con un trisagio… ¡Ea misma mujer que estuvo esta tarde e

el juzgado! —Bien… ¿y qué?… —Acuérdese usted… conjeturand

se puede llegar a… —Pero, dígame, don Petronilo¿usted quiere hacer de la Justicia uuego de muchachos? ¿Cree usted que s

pueda proceder por meras conjeturaque son del dominio interno de uparticular? Don Petronilo, no se lolvide que hay un delito muy grave qu

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 459/862

se llama «de difamación» y que esdelito se castiga fuertemente. DoPetronilo, mucho cuidado, que se met

en las once varas de la camisa.El pobre secretario se calla

Ciertamente el saber de su superior lanonada. A él, pobre escribientillo deres al cuatro, tan sencillo que le parecodo. Y casi le viene gana d

arrodillarse, pedir perdón por sus tonto

pensamientos, jurar por ldiezmillonésima vez que no volverá hablar más de lo que no entiende.

 —Óigame, don Petronilo, quédes

usted acabando de enfriar; yo ya tengmucho sueño y me voy a acostarMañana, muy tempranito, me va ordeñar las chivas, y quiero también qu

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 460/862

me saque unos camotes del surco parMaría Engracia. Hasta mañana, doPetronilo.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 461/862

Esa sangre

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 462/862

I

ERA UN  cuarto mal enjalbegadoapestoso a gallinero, con un tapete dplumas que volaban al más leve sopl

del viento. Mi Pablón lo llamaba «mdespacho».

Estaba regateando una jaula d

pollos con un revendedor del mercadde San Lucas cuando el mensajero lentregó un telegrama y la libreta parque pusiera su firma. Negligentemente l

dejó sobre un huacal de gallinas y sigui

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 463/862

averiguando.Su desbordante barriga le abría l

camisa hasta abajo del ombligo y hací

penosos sus movimientos y anhelante srespiración. Por su frente untuosescurrían gruesas gotas de sudor entrargos hilos rucios.

Se fue el cliente, se agotó lmercancía y entonces recontminuciosamente el dinero de la venta

hizo un nudo con los pesos en upañuelo, otro con los centavos en otro metió los billetes en una cartera dcuero sucio y apergaminado. Ya se ib

cuando reparó en el telegrama. Rompiel sobre. «¿De la Secretaría de Guerra¿Qué pitos tengo yo que tocar allíHijos de la retostada!…».

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 464/862

Rumoreando cuantas insolencias ssabía, fue a lavarse la cara y las manoen un gran lebrillo de barro, luego s

puso un  sweater   de algodón verdcotorra y un pantalón de pana azul dmás de un mes de planchado. Salió esperó en la esquina un «Penitenciaría

iño Perdido». Se bajó frente a Palacirefunfuñando aún.

«¿El gobierno me irá a devolve

mis tierras? ¡Bandidos! ¡Fui coronel hoy ni recluta! Tuve mi hacienda caballos finos y ahora vendo huevos gallinas».

 —Asunto personal con el generaDel Río —dijo un oficial, regresandcon el telegrama—. Espere.

«El general Del Río, carrero com

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 465/862

o. Hoy con una gran chamba en GuerraÉsa es leche! Vamos a ver».

El general se lo llevó al corredor.

 —Su primo vive. Quiere volver México. Es peligroso; está exhortadoDígale que espere a que prescriba scausa.

Desprendió una hoja de su libreta puso unos garabatos.

 —Con este nombre y con est

dirección, ¿entiende?A mi Pablón le importaba más snegocio de gallinas y no volvió acordarse del primo. Pasaron, pues, do

o tres años, y una tarde, poco antes doscurecer, estando amarrando comecates unos huacales vacíos pardevolverlos a San Francisquito, alguie

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 466/862

empujó la puerta. —Entre… No hay nada, perdon

por Dios.

 —No vengo a pedir limosna…Era un viejo sucio y andrajoso, d

rostro apergaminado. Su voz cavernosde alcohólico lo inquietó con vagorecuerdos de familia.

 —Diga… —¿No me reconocés, pues?

 —Digo… casi no… —Tu primo… —¡Ah!… ¿Julián? —Julián Andrade, ése mero.

 —Está bien… pero… digo… —Tampoco te habría identificado

Estás tan panzón y tan viejo… —Bueno, sí… pero… la policía…

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 467/862

Julián estalló en una carcajada. —¡Este mi Pablón! No o

asustés… Prescribió la causa… Cinc

dólares al guarda aduanal y aquí menés…

 —¿De contrabando? —Por Guatemala… Me pegué d

mosca en trenes de carga y… bueno¿estás enfermo?

Mi Pablón tenía una gordura fofa

esponjosa, color acerado, casi lívido eos párpados, gruesas venas azuleculebreaban en sus sienes, bajo locabellos ralos y ásperos.

Dijo que no tenía nada: vahidosmoscas volantes, estrellitas, cosas quno importaban.

 —Pero tú sí estás huesudo

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 468/862

arrugado… bueno… —La mala vida; tantos años e

ierra ajena, amansando cuacos

corriendo a salto de mata, a veces sidinero… y tú ya sabés: esta sangre quuno tiene y que de nada y nada hierve.

 —¿Vendrás con hambre? —Veo que vos todo lo tenés. —No falta… pero mejor no m

hables en latín.

Julián prorrumpió en una risotada prometió que ya se iría quitando poco poco voces y malas mañas que de poallá traía.

Mi Pablón le señaló con la puntde la nariz un banco de tres pies parque se sentara, acercó una mesa docote, puso sobre ella una  Primus  y l

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 469/862

encendió. —Tienes que saber, primo, qu

desde la hora y momento en que me l

pelé a Villa, en San Francisquito, no hpodido ver la mía. Comiendo maldurmiendo donde a uno lo coge la nocheayunando a fuerza… Bueno, es cuentmuy largo.

 —Yo también entré en la bola. Qupasa Diéguez por Lagos pisándole l

cola a Villa y que se me mete lo loco que nos dimos el primer encontronazcon Fierro.

 —Lo sé…

Se le dilataron los ojos y la nariz aolor de la fritanga. Dentro de uncacerola tiznada sobre la parrilla, mPablón había vertido el contenido de un

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 470/862

ollita de barro. —¿Y en qué paró? —Nada: tres estrellitas ganadas

o puro macho.Julián volvió a soltar la carcajada: —¡Mi coronel vendiendo gallinas

blanquillos!Sucedió el silencio cortado por u

remolino de dientes flojos atacando uaco de frijoles en una tortilla correos

como cuero. —Y voy a San Francisquito —agregó luego que se le desocupó la boc—. Pero no quise pasar sin venir

saludarte. ¡Y vaya si me dio trabajo dacontigo!

 —Buen apetito, primo. —¡Cállate! Ajusto hoy tres días si

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 471/862

probar bocado… Pero mejor no mhagas preguntas… sigue contando.

 —No tengo qué… Eso fue todo…

Digo, vino Cárdenas y que dizque yo ercallista, ¿entiendes?, y que hacen garrami rancho y entonces yo dije comDavid: «Tiro el arpa», y me vine.

 —Y ahora…Dando la espalda, Julián hurgab

una alacena empotrada en la pared.

 —¿Conque también tenemos lech café?Mi Pablón inclinó la cabeza com

si le abrumara el destino, sacó un

cafetera de hoja de lata abollada y unarra de peltre despostillada. Puso

calentar el café y la leche, empujó eémbolo de la  Primus  y a poco tod

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 472/862

estaba hirviendo. —Así pasó… y uno tiene el alm

en el cuerpo… y me dio tant

sentimiento que… Por eso me tieneaquí trabajando.

 —Quiere decir que si con Diégueganaste tres estrellitas con Cárdenaperdiste hasta los calzones.

Su carcajada fue menos hueca ensordecida porque iba cobrand

aliento con el confortante refrigerio. —¿Qué podía hacer? —Defenderte como nos hemo

defendido siempre los Andrades

Mírame las manos; tienta… ni un callni una dureza. He recorrido la mitad da tierra, he conocido gente, much

gente, he pasado hartas hambres

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 473/862

dormido donde me ha cogido la noche…o una vez he visto el sol po

cuarterones… ¿y qué?… ¿y qué? E

verdad te digo que eso no estuvo buenoPara eso hay en el mundo tanto bruto qurabaja para los vivos.

A medida que comía se ponía máocuaz y el tono de su voz se hacía má

fuerte y jovial.Mi Pablón sirvió café y leche, fue

a alacena y trajo azúcar, bolillos y ubollo de mantequilla. Julián sentusiasmó:

 —Te quejas de puro vicio, m

Pablón. Veo que te das vida de Señorílustrísima y eso sí me parece bien…

Buena comida, buena bebida y buencama… No te digo más porque n

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 474/862

quiero que delante de tu mayor te pongacolorado.

Se acabó la taza de café, no dej

migaja de pan en la mesa y todavívolvió a llenar la taza con la leche ququedaba.

Alabó a Dios y hasta se acordó da familia.

 —Bueno, quedamos yo… tú… pára de contar. ¡Ah, no me acordaba

ambién tu hermana Refugito. —¿Vive mi hermana? —exclamsúbitamente emocionado.

 —En San Francisquito, más pobr

de lo que yo estoy… pero vive y…Bueno, ya te lo dije todo.

Julián soltó una gruesa palabrota mi Pablón una retahila de insolencias

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 475/862

dedicadas a «este bandido gobierno qunos quitó hasta la camisa».

Julián se había puesto grave

pensativo, y como quien de prontencuentra lo que le hace falta, dijo:

 —Mi cuerpo como que me pidalgo… no sé qué… Si tenés por allí algpara quitarme el sabor de la cena…Digamos —es un decir— uaguardientito.

Mi Pablón respondió que lpobreza lo había vuelto abstemio, apartde que el vino lo atarantaba y el médicse lo había quitado.

 —El vino malo hace daño, pero evino bueno da larga vida, primo.

Trajo un botellón de barro dGuadalajara muy oloroso y le sirvió un

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 476/862

olla de agua fría.El viejo la hizo gorgotear en s

garganta, eructó ruidosamente, sintiend

a plenitud y satisfacción de quien hacmucho tiempo no ha comido tan bien. Shizo fanfarrón:

 —Te juro que me siento como umuchacho de veinte años. Dices que mves flaco y arrugado. ¡Figuraciones! Tgarantizo que no es por la edad

asistencia es lo que me hace falta. Lahumedades y tanta traspasada me hahecho duras las piernas y me duelen poas reumas. Pero hoy las ciencias está

muy adelantadas y todo es cosa de pagabuenos médicos y medicinas caras. Perambién sé decirte de verdad que coanto guamazo que la vida me lia dad

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 477/862

a no soy el don Julián que conociste.Arrastrando unas piernas rígidas

flacas se encaminó paso a paso a u

catrecito perdido entre cerros dhuacales y se tiró en él, bostezandoDebajo cloqueaba una gallina, amarradde las patas, pico abierto sobre el sueloCon los propios pies hizo saltar labotas de vaqueta recocida en aceite y sdifundió una peste tan penetrante que m

Pablón retiró el cajón que le servía dsilla y abrió la puerta de par en par. —Pues ha de saber mi Pabló

que…

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 478/862

II

—¿CON QUIÉN  piensas que me topé asalir de Buenavista? ¡Jesús me guardeCon don Pedro García del Río. Sí, e

charro que conocimos en las carreras dPuebla; pero no aquel hombrazo abiert  campechano que siempre estab

enseñando la mazorca y riendo de todono, señor, ahora era un militar de caquisombrero tejano, estirado comverduguillo y con tamaña jeta. M

escabullí entre los pasajeros y com

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 479/862

flecha fui a dar en un hotelillo denfrente.

¿Me vería? ¿No me vería? U

equila. Había otros dos en la cantina o no quitaba la vista del zaguán. ¡Qu

fuera entrando! ¿Te acuerdas de doPedro? Carrerero y amigo muy parejopero tú sabes que villistas y carrancistauntos… ¡cuidado!

Tres tuve que empinarme para da

iempo. Y dije «ya se fue». Salí mucampante y lo primero que veo es a doPedro en la puerta… ¡Ni remdio!

 —Señor don Pedro García del Río

 —¡Hola, don Julián AndradeCuánto bueno por acá! Pero ¿qu

diablos significa ese uniforme?Se me agarrotó la lengua.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 480/862

 —Vaya y quíteselo… no spreocupe, hoy por ti y otro día será pomí. El mundo va patas arriba y n

sabemos por dónde saldrá el somañana.

Me coge del brazo y entramos a lcantina. Pero ya no fue tequila sincoñac del bueno.

 —Tengo unas bestias que le va dar gusto verlas.

Dos copas más y me despachó quitarme el uniforme que le estabhaciendo comezón. Nos citamos a otrdía entre once y doce en la mism

cantina.Me trató muy bien, pero yo le tení

recelo, tú sabes cómo es uno. Y a lhora dije: ¡Obra de Dios!, y lo fui

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 481/862

buscar.Se acordó de la carrera de l

Giralda  y, muriéndose de risa, m

palmeó la espalda y me dijo: —¡Gente muy brava la de su tierra Nos tomamos unas copas y luego u

forcito nos dejó en la ex-garita dPeralvillo.

 —Va a ver la sorpresa que le tengoEntramos en un viejo mesó

desempedrado; dos tipos de caqui polaina se cuadraron. —Por eso, pues, don Pedro, ¿qu

grado tiene?

 —¿No me mira esta aguilita? —¡Caramba! —Hizo bien en meterme a la bola

En seis meses de correrías po

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 482/862

haciendas y ranchos he hecho más quen veinte años de carrerero.

Fuimos a las caballerizas. Un catrí

de sombrero de lana y dos charritos dcorbata solferina estaban cerca de lopesebres viendo unos caballos.

 —El general Obregón hizo quVilla enseñara el cobre… y a usted locó la de perder… pero aquí veremo

cómo…

 —Quiero perder cien pesos con eque me monte a la Onza  —agregdirigiéndose a los charros que smiraron asustados.

El catrín, que más bien parecígabacho, soltó la risa.

 —La apuesta no va con mi amigdon Julián, que no es charrito d

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 483/862

banqueta. —Precioso animal de veras, primo

una onza acabadita de troquelar.

 —¿A que no me dice de que tatapende este animalito, don Julián?

 —Del  Mono  y de la Giralda  —lrespondí sin más.

 —Le atinó, de las caballerizas dSan Pedro de las Gallinas.

Verdad de Dios que no lloré, n

más porque entre hombres es cosa mavista. ¡Qué tiempos!… Por vida de Dioque han de volver…

Resulta que el argentino —porqu

gabacho no era— estaba haciendo tantaalabanzas de la potranca con locharritos, que me dio coraje y pensé«¡A que les pongo a estos facetos l

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 484/862

muestra de cómo se maneja una bestia!»Dicho y hecho. —Con permiso, mi general.

Salté las trancas. El animalito nmás se estremeció cuando le acaricié ehocico y le pasé la mano por el lomo el encuentro. Suavecito, como media dseda bien restirada, mi Pablón. Luegocomo quien no quiere la cosa, le metí láquima y no más paró las orejas. L

puse la barbada y me peló los ojos comsi quisiera reconocerme. ¡Ya eres míainda de mi corazón! El palafrenero m

seguía dando lo demás. Cuando le ech

os sudaderos hinchó las nariceresoplando y hasta quiso pararse dmanos. Nada, amigo, que la ensillo que le monto. La moví pa acá y pa all

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 485/862

hasta que me harté.Se me sale el corazón no más d

acordarme. ¡Qué tiempos! Tienen qu

volver o… ¡me quiebro!¿Para qué te cuento? Al de

sombrero de lana le retozaba la alegríen los ojos y a los charritos se lepusieron los cachetes como para tostachiles.

 —Lo convido a comer, amigo —m

dice el che.Fuimos a un restaurant por Bolívarcomimos y bebimos como príncipes. Asalir me dijo:

 —Tengo una estancia en lArgentina donde se paga mejor que aquYo le doy trabajo como arrendador.

Don Pedro soltó la carcajada.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 486/862

 —Don Julián es hacendado…Se mortificó, me dio mucha

disculpas, nos tratamos de igual a igua

El general me dio algunas comisionescompré algunos animales y vendí otros.

Pero que comienza el run run dque Villa se estaba reorganizando en e

orte, y luego que ya venía con umundo de gente sobre la capital… Mentraron corvas, ¿a qué negarlo? D

veras que me dio miedo. Tú habrás oíddecir lo que hacía con los desertoresSanto Niño de Atocha, sácame de est

apuración! Y dije: «Me le pego a

argentino, dé donde diere, yo no mquedo en México».

Estaba arreglando sus petacas y ldije:

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 487/862

 —Oiga, che…  como que me estádando ganas de irme siempre con ustedSi viera que ya estoy harto d

revolución y me gusta conocer tierras ver caras nuevas.

 —Vámonos. Arregle sus papeles. —No tengo ninguno. —Bueno, ya veré cómo lo paso.Salimos por Veracruz. El viaje fu

argo y con algunos contratiempos, per

legamos sin novedad. Me trató comcompañero y me puso al frente de una dsus estancias. El primer año todo fuvida y dulzura. Refugito me mandab

dinero a cada vez que se lo pedía. Y emismo día que me quedé sin trabajo ellme escribió noticiándome que egobierno se había echado sobre nuestro

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 488/862

bienes, que se había venido a vivir San Francisquito y estaba cosiendajeno.

Ello fue que esa noche caí presoAllá, como en todas partes, hamalcriados y uno me miró como si yfuera animal de museo. Un piquete entras costillas y seis meses zampurrado ea prisión. Ahora sí me vuelvo

México. ¿Pero con qué ojos, divin

ciego? Mi patrón se me negó. Como sen la vida nos hubiésemos conocido. Mquedé con la pluma en el aire. Sidinero y en tierra ajena. ¡Pero cuando

uno se le voltea la suerte y con estsangre que nos hierve de nada y nadaYa tenía conseguido trabajo cuando dcon uno de esos lebrones que a todo e

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 489/862

mundo le alzan golilla. ¡Mala mano! Lensarté por el ombligo. Homicidio; dieaños de cárcel. Me les pelé y desde es

hora y momento ahí ando como el judíerrante, pasando hambres y miserias exhortado en todas partes…

 —Por eso, pues, ¿ya te dormistemi Pablón?

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 490/862

III

ESTACIÓN  ferrocarrilera tipo estandarmuros blancos, techo de zinc, un grainaco de agua. El pasillo con su

pizarrones sucios de tiza, sala de esper andén. Del oriente llega la carretera

se prolonga recta por la calle principal

Camiones de pasajeros y de carga dandumbos por los baches, zumbando en laanfractuosidades de un pavimientriturado.

«¿Me habré apeado en otr

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 491/862

estación?».Llegó de mosca en un tren de carg

a medianoche, durmió sobre una banc

de la sala de espera, de un tirón porqusus comensales corrientes eran lapulgas y las chinches. El brusco estrujódel barrendero lo despertó cuando el soentraba a torrentes por las ventanas y lopasajeros aglomerados en filas en eandén esperaban el tren de Juárez.

Tomó rumbo al centro poFrancisco I. Madero, desconociendo aúa su pueblo. Pisos sobrepuestos al azao al capricho, ventanas achaparrada

con pretensiones modernas, rompíaotalmente la unidad de las vieja

construcciones que, aunque del máhumilde tipo colonial, agradaban por l

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 492/862

sencillez y sobriedad de sus marcos dcantera labrada, sus grandes puertas ventanas de mezquite, enrejados d

forja, obra primorosa de los herreroocales. Dijérase que la revolución

envidiosa de una obra de paz y darmonía, sembró los gérmenes de uneperocracia que habría de florece

sobre los escombros de su pasado.Julián no era capaz de pensarlo

pero lo sentía en forma de inquietuenojosa e inexplicable. Comenzó reconocer lo suyo: un larguísimo murnclinado siguiendo el declive de un

acequia azolvada y abandonada. Lobaños de Los Marqueses desembocanden las arenas del río. Se acordó de laindas muchachas que salían con toalla

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 493/862

a la espalda, destrenzadas, sueltos locabellos gotean agua como diamantesPilas de ladrillo, mortero de arena y ca

en gran ruedo, lo hicieron reconocer lcárcel en reparación, la cárcel quvisitó muchas veces por el gusto dhacer santiaguitos y disparar su pistolpara asustar a los facetos. «¡Ábransijos de esto y jijos del otro, que aqu

está Julián Andrade su mero padre!». Y

bala y bala.De miedo de encontrarse con algúamigo o conocido en las miserableropas que llevaba, torció por s

zquierda, apartándose de la avenida, en el momento mismo sintió gran alivien su pecho. Éste sí era su SaFrancisquito, con sus eternas casas d

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 494/862

adobe, jacales con tejados de paja zacate, todo hecho a la buena de Dios odo en la soledad y el silencio. D

cuando en cuando aparece a lo lejosvago fantasma, una mujer de rebozo descalza, un muchacho en calzón blancoel aguador arreando sus burros. Habíargos corrales cercados de órgano

disparejos en apretada fila; detrás eobrajero secaba al sol, en largo

cordeles, la hilaza teñida de añil. Eotros gruñían los cerdos de una engordaEngorda de cerdos y de turicates. Poeso el barrio se llama de «El Turicate».

Silencio y paz de pueblo muertoComo si toda su vitalidad se la hubierchupado la calle del centro. A diecuadras de distancia se oye el canto de

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 495/862

gallo y hasta el llanto del niño.¡Y ni remedio! Había que volver a

centro a tomar informes. Y en el centr

suspiró con todos sus pulmones areconocer la parroquia y oír sus viejacampanas tan dulces, tan tristes y tasolemnes. Los ojos se le arrasaron. Y lluvia de recuerdos se encontró co

otros: el parián de gruesas columnadóricas, despostillado, sus arcos d

medio punto, austeros y de una sencilleejemplar. Dentro, la botica de  E

efugio,  el Hotel de San Franciscantes la Casa de la Diligencia) y  E

arrilito, cantina para la gente decenteA contraesquina la casa señorial de loRamírez de la hacienda de El Refugio¿Vivirá don Jesusito? Hasta el pequeñ

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 496/862

San Antonio de cantera con su niño eos brazos, dentro de la hornacina de l

esquina. ¡Bien hecho, señores Ramírez

porque no han dejado manchar sbandera! ¡Todo igual!

«El que viene allí me informa». —¡Hola, amigo don Cornelio!…

Dispense si me equivoqué… Su mismcara… ¡Ah, con razón! Dice usted biensi su padre don Cornelio viviera tendrí

a que andar a gatas. ¿Déme usted razóde la señora doña Refugito Andrade?Pero el interpelado contestó d

mala manera que no conocía a ningú

Andrade.«Ni remedio: vamos a la cantina

omar un refrigerio». Pidió un tequildoble. Un mocetón bien dado, risueño

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 497/862

amable se la sirvió. Tampoco él sabíde los Andrades. Arrastrando una piernde palo fue a despertar a un parroquian

que se había quedado dormido frente su copa, sobre el mostrador.

 —Sí, me acuerdo de un tal doJulián, era un perdulario que se perdicuando Villa. ¡Mala yerba! Los que ldieron por muerto no le rezaron ni upadre nuestro y a nadie le hizo falta.

Tragó saliva: «Está bien, veremosi con dinero, buenos vinos y buenamuchachas no hago yo que estodesgraciados se acuerden de Juliá

Andrade».Mejores informes obtuvo de u

viejo sordo y con cataratas que vendídulces y periódicos en la banqueta

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 498/862

afuera del portalito. —¡Ya sé! Búsquela por «E

Turicate». No necesita más señas

Pregunte no más por doña Cuca lpollera.

Otro golpe a la dignidad. «¡DoñCuca la pollera! Hasta adónde hemobajado». Peor de lo que más malesperara. Apretó las quijadas para nestallar. No le dio trabajo dar con ella

Salió a abrirle una mujer flaca, altahuesuda y canosa. —¿Qué se le ofrece? —¿Doña Refugito Andrade?

Se vieron perplejos, comenzando reconocerse. El viejo, de rostrapergaminado, andrajoso y vagabundoa despistaba. Pero, como mi Pablón

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 499/862

por el acento de su voz lo reconoció. —¡Hermanita de mi corazón!Las arrugas se juntaron con la

arrugas y las lágrimas se anegaron eágrimas. Julián apretaba los párpados

no quería cerciorarse de la pobre ruinde su hermana. Qué distinta de aquellRefugito en la flor de su edad. Unmuchachota alta, derecha, de voz grave ademanes hombrunos. «Eres mu

marota», la reprendía constantementdoña Marcelina, su madre, cuanduchaba con sus hermanos y los vencía

cuando pialaba una vaca, montaba u

potro de falsa rienda, cargaba lcarabina para cazar liebres o cortabeña a filo de hacha.

Haciendo un esfuerzo ella s

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 500/862

deshizo de él, que no la soltaba de lobrazos. Aquellas efusiones sentimentalenunca fueron propias de la familia. S

miraron: iguales de tendinosos sucuellos, de sarmentosos sus largobrazos.

Y también encorvada la espaldaLos años! Y fue como si hubierlovido ceniza sobre su corazón.

 —¿Y bien, Julián?

Una voz grave, casi guturaHombruna y fuerte como siempre. —Pues nada… aquí me tenés… ta

pobre como tú.

 —No me falta qué comer, vistcomo la gente, pago mi renta y no ldebo un centavo a nadie.

 —¡Buena madera! —exclam

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 501/862

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 502/862

sofocados: pollos y gallinas en lamanos, a la espalda. El cuarto se llende cacareos y de acre olor a corral.

Mientras ella regateó preciosseleccionó aves y las metió en grandeaulas de carrizo, Julián hurgó alacena  escondrijos en busca de comestibles

Dio con una cazuela de arroz cocido un bolillo de desgranar los dientes. Nesperó siquiera a calentarlos. Y s

acabó de confortar cuando, terminadaas cuentas de compra y venta, ella abriun viejo aparador de ocote.

 —Debés saber que vengo

veros… —¡Y qué visión es ésa! Habl

como cristiano… —Y a reclamar nuestra

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 503/862

propiedades.Abrió los ojos y lo vio

estupefacta.

 —Es una vergüenza que…Se le atragantó el bocado. S

empinó hasta la última gota de leche siguió devorando la última mitad de unorta de granillo claveteada d

piloncillo. —Tú eres hembra: punto final…

Pero ese bragueta de mi Pablón ¿dónddejó los calzones?Refugito se ruborizó, hizo u

esfuerzo para dominarse y dijo con vo

grave y apagada: —Nadie diga «de esta agua n

beberé». —¿Dónde se consigue un caballo

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 504/862

—preguntó levantándose del asientoarqueando sus piernas duras y chuecasSe enjuagó la boca, hizo un buche d

agua y la arrojó en los ladrillos.El regocijo de Refugito se empañó

Julián llegaba a un México que no era eque había dejado. No sospechaba que eveinte años todo era muy distinto. Sdejó embargar por un sentimiento dpiedad y de dolor.

 —Tengo urgencia de ver en questado quedaron nuestras tierras. —Tierras… porque fue lo únic

que no pudieron llevarse.

 —¿Quién me alquilará un caballo?Tenía metida como cuña en l

cabeza que recobraría sus propiedades que las mujeres eran pusilánimes y nad

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 505/862

entendían. —Procura a Chon el de  El Mach

rieto.

 —¿Quién es Chon? —Sobrino de don Jesusito. —De los de El Refugio.

 —Mancebito cuando tú te fuiste. —Andrades y Ramírez nunca no

levamos. El viejo es buena gente, perme gustaría que sus parientes m

sintieran la mano. —¡Ave María Purísima!…Volvió sus ojos y su compungid

rostro al cielo, luego los entrecerr

bajando la frente y musitó una oración.Riendo estrepitosamente, Juliá

cogió su sombrero y, a la puerta, dijo: —Bromas, Refugito. No soy n

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 506/862

sombra de lo que fui; vengo de paz y na buscarle camorra a nadie.

 —¡Dios te oiga!

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 507/862

IV

R EFUGITO se puso un chal negro verdosen la cabeza y fue a rezar a la parroquiaa pedirle a Dios que le iluminara l

nteligencia, en tanto Julián fue a lposada de un tal Camilo Muñoz quambién alquilaba bestias.

 —Necesito una remuda. —Tengo una yegua mora mumansita. Dos cincuenta diarios. —Mconviene.

 —Traiga la responsiva y se l

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 508/862

leva. —Los Andrades no tenemos mejo

responsiva que nuestra palabra.

El mesonero lo vio de arriba abajodio media vuelta y dijo:

 —Será sereno, pero yo no le veinterna.

A Julián se le trabaron las quijadaspero salió refrenando su ira. «¡Habrásvisto! Si será verdad lo que dic

Refugito: “El apellido Andrade suena ycomo olla rajada”. Y que el mundo va arevés y que otras gentes y otras cosasHabrá que ver. Porque yo como Sant

Tomás…».Su chasco se alivió en el mesón d

l Macho Prieto. Chon Ramírez, no máoyó el nombre de Julián Andrade, pel

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 509/862

os ojos y abrió los brazos. —¡Lo dábamos por muerto, do

Julián! ¿Qué vientos nos lo han echad

por acá? —Dame otro abrazo, Cho

Ramírez. Hasta que me encontré cogente…

Chon Ramírez era un chamaccuando las glorias de don Julián, pero sacordaba hasta de la famosa carrera d

a Giralda  en que Andrades y Ramírese iban a coger a balazos. —Tengo urgencia de la bestia

Chon.

 —Bestia la tengo, pero me faltasilla y freno, se los llevó otro con mcaballo alazán.

 —Por silla y freno no me apuro

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 510/862

Vamos a ver ese animalito.Y el mismo día, por la tarde, sali

en un jamelgo peludo y costillón de

«Turicate» a la carretera como quien vadonde el sol se mete. De cotona calzoneras de gamuza con botonadura dacero, sombrero gacho y arrugado dana, botines bayos con resortes flojo

como acordeón —reliquias de su difuntpadre, que Refugito conservaba co

piedad filial y reverencia— habídejado en casa el sucio maquinof, lopantalones de lona y las altas botas dvaqueta curada con que llegó de

Suchiate.Preguntando a los transeúntes cogi

el camino de San Pedro de las Gallinaque, a poco andar, de vía de rueda

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 511/862

estaba reducido a vereda irregular anfractuosa. Se dejó guiar por el animaa la buena de Dios. Después de trota

media hora en el silencio de los campodesiertos, encontró a un muchachmontado en pelo, en una burra pardacantando  Aventurera.  Más delante otrchico arreaba a una mula prieta cargadde botes de leche.

 —Va bien, ésta es la vereda de Sa

Francisquito.El cielo se había nublado y lejospor el oriente, rugía ensordecido erueno. ¡Y qué buena falta está haciend

el agua! Las milpas, güereando apenasestaban torcidas; las matas de frijol eflor caían mustias por la seca.

«Sintió honda opresión en el pecho

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 512/862

pero no por eso: para nosotros loAndrades primero Dios y nuestrocaballos, lo demás p’al chucho. Apart

de que estas tierras son ajenas».En las altas ramas de un mezquit

desgajado por el rayo crascitaban docuervos como comadres en altercadoMás delante pajareó el rocín aevantarse de un matorral dos paloma

pintas en agudo y estridente desplega

de sus alas. Rozando los surcos debarbecho, se posaron más delante en unopal chaveño, coloradeando de tunas.

Se le hizo agua la boca, pero fu

más grande la urgencia de llegar a lhacienda.

Tiró de pronto de la riendaparando en seco a la bestia que no má

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 513/862

pujó y abrió las patas. —¡Desgraciados! Esto es lo qu

han dejado estos hijos de la…

Apretó las piernas, echó el cuerpatrás y levantó la rienda, todo a tiempo en un solo movimiento automáticoPajarera la maldita bestia! Lo habrí

echado por el pescuezo, sin sus nervio  sus músculos de ranchero. Le di

gusto; vivía en ellos todavía. Cosa

vistas, envejecidas, comenzaron cobrar sentido. La nube de mosquitoque se le metían a los ojos, a la boca, a nariz y hasta a los oídos y l

obligaron a encender un cigarro; el tristcanto de la torcacita en un nopal, eamento de la alondra —una nota agud  larga, tres graves y cortas— en e

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 514/862

upido saucedal cuando comienza meterse el sol, y el perfume de la flor dSanta María, de los romerillos, de

imoncillo y del anís del campoEmbriaguez total de todos sus sentidosSan Pedro de las Gallinas! En el valle

en el bosque en el cerro, el leit motiv da sinfonía de la tarde millones d

millones de veces repetida y siemprnueva a cada día. Cosas que se sienten

a. El sol rasgó momentáneamente lanubes, hundiéndose en un mar de llamas  las sombras, apenas esbozadas, s

alargaban al pie de los huizaches, dmezquites y nopales, cuando su siluetangulosa se recortó al filo de ualtozano en un fondo de topacio

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 515/862

arabescos del mezquital.Erguido, firmes las piernas sobr

os estribos, tendió la mirada en torno

Ahora sí! Todo lo suyo… lo que habísido suyo. Tierras engramadas, lagunaazolvadas bajo inmensos tapetes dilote morado y las florecillas blancas

menudas del otoño que se anunciaVastas superficies ondulantes de zacatóen espiga como plumeros de plata

Terrenos enormes de tepetates y arenaleabiertos por los arroyos. Todsilencioso, desierto, triste.

Pero cuando se puso fuera de sí fu

al descubrir algo como una gran verrugplana, grisácea, sobre el tupidherbazal. ¡Mi casa!

Tendrás que verlo con tus propio

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 516/862

ojos, hermanito. Yo también me volépagué licenciados para reclamar agobierno; licenciados y gobierno m

dieron atole con el dedo hasta que mdejaron sin camisa.

Pero a la voz de Refugito habírespondido otra voz interior muprofunda con un no. ¡Qué entienden lamujeres!

El cambio brusco de panorama, s

reintegración a su pueblo, por más añoque hubieran pasado, despertarodeseos y hábitos perdidos. Quisentonces comodidades, dinero, poder

respeto. No era capaz de concebirse dotro modo dentro de sus propioerrenos. Por eso se resistía a que l

reconocieran en ropas tan miserables

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 517/862

alojado en una pobrísima casa depobrísimo barrio del «Turicate». Fuepor tanto, su primer encuentro con un

realidad cruel lo que lo obligó detenerse, sofocado. Dio una largfumada al cigarro y permaneció estáticargos momentos, incapaz de tomar un

resolución.El cielo se había encapotado

mugió más cerca el trueno, ahora tras l

mesa de San Pedro, desaparecieron lomosquitos impertinentes y pasarograndes bandadas de pájaros hacia lacimas de las arboledas, zumbando com

ráfagas de viento.Levantó la cabeza, hincó espuela

dijo: —Vamos; al mal paso darle prisa.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 518/862

Bajó por un campo de garabatilloen flor que lo dilataron el pecho con senue aroma.

También dijo Refugito que, despuéde haber fraccionado las propiedadesmataron a muchos hacendados y a otroos arrojaron a la mendicidad. Tampoco creía Julián. Hasta el que sufre de u

mal incurable abriga una esperanza hastsu último momento.

Hay una tabla de salvación. Egobierno dice: el que no trabaja ncome, y dice bien. Pero yo respondo¿Se acabaron ya los ricos? No, señor

ahora son cien y mil veces más. Estquiere decir que hay nuevoprocedimientos para hacerse rico, y parhacerse rico mucho más y más pront

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 519/862

que antes. Y eso es lo que yo debaprender.

El caballo se resistía a segui

caminando porque lo había metido poun chicalotal, amarillando de florecomo lago de oro tierno. El cielo sennegrecía más, las nubes se hinchaba el trueno se oía cada vez más cerca.

Vamos por partes. ¿Qué quiere egobierno? Gente que sepa trabajar l

ierra, buenos ciudadanos qucontribuyan con su grano de arena ancremento de la producción y con ello a prosperidad. Poco más o menos, es

fue lo que leí en el periódico en quRefugito trajo un kilo de frijol ojo diebre.

A duras penas logró sacar e

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 520/862

caballo del chicalotal y ahora avanzabpenosamente por un banco de arendonde se le hundían las patas. El arroy

al desviarse de su antiguo caucereducido ahora a un hilillo de agua zarc  transparente que corría tembloros

entre jarales y yerbecillas, había dejadarenales.

Su empeño en consolarse fue vanolevaba la espina clavada y un estado d

ndecisión, de inquietud casi angustiosacomo el presentimiento de un fracaso eel que no podía consentir. La visión duna mañana de niebla, muy distinta de l

que sus sueños de vagabundo le habíaprometido. El tiempo y la distancia lembellecen todo, pero la cruda realidaes otra.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 521/862

Es cierto que hay otros caminospor ejemplo el que Refugito aconsejasienta cabeza, hermano, olvídate d

borracheras, pleitos y amoríos… cosque está muy bien y casi casi por demáen una persona de edad. ¿De qué msirve entonces mi experiencia en tantaño de vivir en tierra extraña? Tampoces cierto que esté viejo: cansadoenfermo, mal cuidado es otra cosa… U

buen médico, medicinas caras caramba!, puede que hasta sea capaz dalgunas travesuras.

Por última vez el sol volvió

rasgar la densa nube haciendo ardemedia cima de un mezquite y un costadde la mesa en una luminosa franja de orfluido, mientras la sombra patinaba e

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 522/862

un matiz igual las estribaciones de larocas, los ramajes y las achinadamalezas. Duró un instante, pero en es

nstante Julián descubrió un ángulo de lderruida casona, una débil columna dhumo desparpajada a poca alturaDespués en las márgenes de un arroyouna becerra añeja, de blanco y negropaciendo. Levantó la cabeza, lo mircon sus ojos negros inexpresivos, torci

el rabo y rumiando tomó la vereda de lcasa. Luego todo entró en sombra, lnube se tragó hasta la última brizna duz y se oscureció todo el valle.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 523/862

V

—¡AVE MARÍA en esta casa!Un gusgo hirsuto, flaco

desdentado salió a recibirlo co

adridos de obligación molesta decorralito de un jacal de paja, arrimado os derruidos muros. Cloquearon la

gallinas trepadas en un tepozán, coalarma. El interior del jacal estabdébilmente iluminado y por su angostpuerta asomó una cabeza mechuda y e

cañón de una carabina.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 524/862

 —¿Qué se ofrece? —Soy gente de paz, forastero

perdí la vereda de San Francisquito.

 —No da con ella a estas horasAmarre su caballo del mezquitito éntre.

A su edad y en ese matalote…Ya el hombre estaba afuera, per

sin dejar de la mano el rifle. —Nos han dado tantos sustos qu

siempre está uno con el Jesús en lboca. —Como que conozco esa

facciones…

 —¡Ande!… —Eres de los Fuentes. —Pos pué que sí… —Del difunto Pablo Fuentes…

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 525/862

Le chocó el tuteo. —¿Por qué se ofreció? —Conozco esta finca com

conocer mis manos. —Me llamo Pomposo Fuentes. —Cerca de cuarenta años viví e

esta finca. —Asiguro que no como gañán.Tampoco a Julián le sonó bien e

ono irrespetuoso y un tanto zumbón de

palurdo. Nunca los gañanes hablaron asa los amos. Sonrió con amargura. —Éntre, que ya se soltó el agua.Rugían las nubes amontonadas

negras y revueltas a la luz del relámpagncesante, y la lluvia había llegad

descendiendo en densa y cerrada cortinpor la falda de la mesa. Persogó s

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 526/862

caballo del brazo de un mezquite, cubria teja con las arciones y regres

arrastrando las espuelas. Entraron.

 —Aguas eloteras… —¡A buena hora! Tres semanas d

calma y las milpas como rabos dcebolla. ¡Mal ajo p’al agua!…

Pomposo reclinó su rifle sobre lpared en un ángulo del jacal.

 —La revolución nos ha dejad

muchos cicateros y malcriados… y poeso, una armita sirve siempre por lo qupueda ofrecerse.

Una vela de sebo iluminaba e

cuarto, en uno de los ángulos había domujeres dando la espalda.

 —Los de San Pedro de las Gallinanunca fueron dejados.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 527/862

En los gruesos labios de Pompososin pelo de barba, relumbró una hilerde blancos dientes. Robusto, de pel

crespo y revuelto, de color cobrizomostraba una desenvoltura que nuncuvieron los peones de antes. Vestía traj

de domingo: combinación de mezclilliesa y crujiente, borceguíes de vaquet

amarilla y camisa rayada de cretona. —¿Y las tierras?

 —Dan para comer apenas. Vinieroos agraristas, medio comieron el primeaño y ni más…

 —Hace falta gente que sep

rabajarlas. —Mete el cántaro, Marcela…La voz femenina y el nombre fu

como descarga eléctrica dentro de

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 528/862

pecho de Julián. Se le anudó la lengua se le secó la boca.

 —Usted lo dice y sabrá por qué…

 —Son tierras de cien por uno —habló dominando su emoción.

Pomposo le respondió con unsonrisa francamente irónica.

Este patán me ve peor vestido quél y me cree su igual.

Si la voz femenina acababa d

urbarlo, la aparición de la muchachque llamaron Marcela lo dejdeslumbrado. Salió del cuarto y ssilueta esbelta y sus ojos ¡aquello

ojos!, lo dejaron estático, arrobado.Otro habría formado la señal de l

cruz, pero los Andrades no creían eaparecidos ni le tenían miedo al diablo

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 529/862

Sintió el golpe como badajo de campanen el corazón. Y un diluvio de recuerdonundó su pensamiento. ¡Tiempos bueno

de veras! Vida de perpetuo holgoriocarreras, coleadero, fandangosapuestas, amoríos, borracheras, celosvenganzas y siempre aquí y en todapartes los Andrades número uno.

Maquinalmente hacía preguntas Pomposo para que él mismo enhebrar

el hilo de más recuerdos y lo dejara epaz con lo suyo. El ranchero, una veque tenía la palabra, era capaz ddormir al más despierto con s

sonsonete sin matices ni puntuación. Ersu manera de descansar al regreso dsus agotantes labores.

 —¿Ña Refugio? Dende que ha qu

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 530/862

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 531/862

 —¿Y Mariana? —¡Cállese! La hija de Jua

Bermúdez tuvo un niño del muchach

Andrés, se le murió de soltura y ahora lverá muy viejita, jorobada y con ubordón en una mano y una canastita en lotra, pidiendo limosna de casa en casen San Francisquito. Anselma en ehospital escupiendo los bofes, dicen quel tis se la está comiendo.

 —¿Quiénes quedan, pues?El tableteo de la lluvia resonabcon fuerza, el viento nacía estremecer eecho de paja, el vendaval se habí

desatado con toda su fuerza. —Unos se fueron a la pizca d

algodón a La Laguna y ni más se hsabido de ellos, otros andan por lo

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 532/862

ranchos y pocos quisieron ser agraristas —¿Y tú? —Como la madrepeña —respondi

mostrando una vez más su blancdentadura.

La mujer, arrimada al metateestaba echando tortillas, un niño ecueros gateaba en la tierra suelta y otrmayorcito, en camisón de rayadilloarmaba carretas y bueyes con dorado

rastrojos.La muchacha se levantó a traeunos leños de un rincón y los metió en efogón que chisporroteó en vivo fuego.

 —¿Tu hija? —¿Por qué se ofreció? —Se parece a otra muchacha qu

conocí en este rancho…

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 533/862

 —Dicen que es el vivo retrato dmi tía la dijunta Marcela.

 —Como una gota de agua a otr

gota de agua. —Su mala muerte hizo bulla. Pue

que lo haiga oído decir. Le costó añode cárcel al mentado don JuliáAndrade.

El viejo pujó como si le hubieradado un golpe en la boca del estómago.

 —Con las humedades se mremueven las reumas. También hpasado trabajos.

Pomposo se quitó la cotona y l

levó a una estaca entre manojos dmecates, coyundas y barzones.

Sobrino de Marcela Fuentes, Marcela Fuentes una de las cuenta

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 534/862

grandes del rosario de Julián. Clavecortado al amanecer cuando apenas va abrirse su corola… ¿Después?… bueno

ella tuvo la culpa… Si las mujeres no lhicieran a uno tanta perrada… ¡Dios lhaya perdonado!… Eso y uno que tienesta sangre que hierve de nada y nadaPunto final.

 —Por bonitas fueron famosas lamuchachas de San Pedro.

La chica, llamada Marcela, volviun momento su cara traviesa y él ssintió como fulminado por aquel par destrellas que alumbraron en sus ojos.

¿Qué te pasa, Julián Andrade¿Qué mitotito te está bailando en ecuerpo? Acuérdate de tus promesas… de que nunca alguno de tu apellido s

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 535/862

murió del mal de corazón. —Y para aquellas linda

muchachas hubo siempre buenos mozo

que les gastaban harta plata y cargababuenas armas por lo que se pudierofrecer.

 —¡Estate, dolor de estómago!…Era la voz desentonada de la mujerPomposo Fuentes detonó en alegr

carcajada y el viejo, fijando sus ojos d

gavilán en ella con su cara de cuerarrugado y sus párpados ribeteados drojo, hizo reír también a la muchachillMarcela.

Amainó la lluvia. Se oía emurmullo ensordecido y arrullador duna fina llovizna. Hilillos negruzcos dagua resbalaban del techo de paja

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 536/862

zoquite por el muro de adobe, y una gotde agua caía acompasadamente en uapaste a mitad del cuarto.

La mujer estiró un petate, pusencima una cazuela, luego sobre unservilleta de manta un montoncito dortillas calientes y chiles verdes recié

cortados. Pomposo fue a sacar de unarguenita, entre jitomates y cebollas, unbotella tapada con un olote.

Sentados en cuclillas cenaron coapetito y luego dieron un buen trago dmezcal de la botella.

Pomposo, que había perdido y

odo recelo al fuereño, habló de ladificultades que le había dado beneficiael pedazo de tierra que año por añsembraba, para levantar de diez a quinc

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 537/862

hectolitros de maíz cuando mejor le ibaJulián insistió en que una fanega dierra de labor bien abonada y trabajad

siempre les había dado cien por uno. —Eso sería el año del cólera.Habló de su yunta de bueye

buenos, pero ya muy viejos. Los iba vender al abasto y para eso los estabengordando. Compraría unos novillos dprimer año y él mismo los amansaría.

 —Tengo también una vaca horra una becerra pinta de año, aparte de unocochinitos que si Dios lo quiere…

Julián lo escuchaba distraídamente

De pronto su atención se fijó en lVirgen de San Juan, en marco de hoja data con calados y flores achinadas en e

mismo metal. Indignado la reconoció

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 538/862

Bandidos! La misma que estuvo en lcabecera de su padre don Esteban hastque rindió el alma.

Sí, los tiempos son otros y otras lagentes, pero las cosas son las mismas eajenas manos.

 —Marcela, echa fuera el perro…La mujer tapó las brasas del fogón

uego puso un grueso tapete de yerbseca para cubrir la puerta.

El perro gemía quejumbrosamentegolpeando la puerta con el hocicoLuego se asilenció.

La mujer juntó a sus hijos, s

acurrucaron cerca del fogón y apagó lvela.

A medianoche, en la oscuridampenetrable del cuarto, se removía

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 539/862

aún las brasas de sus cigarros. Con vomonótona Pomposo seguía hablando dsus animales, de las milpas perdidas, d

os tractores que vendrían a abrir tierranuevas. De tarde en tarde se interrumpí  se oía el gorgoteo del mezcal en su

gargantas.Cuando se quedaron dormidos u

coyote comenzó a aullaescandalosamente en los riscos de l

Mesa. La luna brillaba en un cicldespejado y sobre los campos regadode diamantes.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 540/862

VI

—¿CON TIERRAS así, qué negocio…? —Cierto: puros barriales

hormigueros; donde no crece e

chicalote, ya todo es pura grama. —¿Entonces? —El hombre vive siempre a l

esperanza. He pasado ya muchas pesteshambres y necesidades y no voy perder el ayuno a los tres cuartos paras doce.

 —¡Bendito sea Dios!

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 541/862

 —Nadie ha podido arrancarme da mata, y de aquí sólo me sacarán coos pies tiesos y derecho al camposanto

Con la rozadera en la mano muchos mecates al hombro iba a cortaquelite para sus reses.

Del suelo se levantaba una cortinde niebla, cubriendo totalmente la mesaEra como un enorme vidrio deslustradque enmarcaba la tierra y se fundía en e

cielo. Los mezquites y nopales mácercanos aparecían como dibujosurrealistas: se alejaban como fantasmade vapor para desaparecer sumergido

en la bruma. —Mañana entrada en agua.Julián dijo que antes de irse querí

ver en qué condiciones estaba la casa

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 542/862

«por lo que pueda suceder».Pomposo frunció las cejas, alzó lo

hombros y dijo:

 —Marcela, lleva al señor: hamuchos tuceros y no conoce la veredas

o sea que se vaya a quebrar una pata.Julián pasó mala noche, el perr

adraba lastimeramente y sin cesaruego aquella incansable gota de agu

zarpeando en el apaste. Eso fue y no fue

i la serenata de la manada de coyotes a luz de la luna, a la madrugada, lhabría despertado. A cosas peoreestaba hecho. Era la espina clavada e

el corazón, los recuerdos excitados poa mujercita llamada Marcela, su

formas mórbidas ya, sus ojos dexpresión atrevida, sus movimiento

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 543/862

sensuales, llamaradas que pusieron eensión hasta las fibras apagadas de su

viejas carnes. ¿Malos pensamientos

Qué capaz! Deseos de admirarla, dadorarla como a los santos del cieloTanto así que si conseguía recobrar subienes —y estaba decidido a ello—, eun descuido hasta pediría su mano, lharía su esposa ante Dios y ante la Leycompartiría con ella riqueza, honor

respeto, todo a lo que se tiene derechen sociedad. ¿Por qué no? El mundmarcha y éstos son otros tiempos y lacostumbres distintas; ahora ya no e

desdoro un matrimonio en que locontrayentes son de clases muy distintaseso pasó a la historia. Por otra parteaunque la gente, de palabra o por e

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 544/862

gesto, le daba a entender que estabviejo, no era cierto. Pero tendría questarlo y entonces necesitaría una espos

honesta, fuerte, joven, cariñosa y capade sacrificios. ¿Refugito? La pobrecitestaba más achacosa que él y para ellambién sería gran consuelo tener un

compañera trabajadora, amable y alegrcomo un jilguero en su jaula. ¿Qué mejoprueba podría dar a su hermana de qu

obedecía sus consejos, «sentandcabeza»?Luego que la muchacha salió

enseñar la derruida casona a Julián, dij

a mujer a Pomposo: —¿Para qué despachaste a l

muchachilla con ese viejo? —¿Por qué se ofreció?

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 545/862

 —Me late que es mal hombre. —Está ya como nuestro perro, n

dientes tiene.

Dio una risotada y se alejó entre eherbazal.

Marcela, delante, fue señalando epaso al forastero. Era una mañanaquietada por la niebla. Sólo el débicanto de los pajarillos perdidos en lacimas y el intermitente zigzagueo de un

negra golondrina lavada y rebruñidaque diagonalmente cruzaba el espaciodaban señales de vida.

 —No se salga de la vereda porqu

se atasca.Sordo a la fresca y cantarina voz

ciego a la ligereza del cuerpo esbelto dvenadito, Julián sentíase dominado po

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 546/862

a más amarga tristeza. Estaban dentrde una pieza destechada, de muroderrumbados y otros a punto d

desplomarse; en el piso había crecido lerba que les llegaba a la cintura

empapándolos. Apretó con fuerza lquijada cuando reparó en los restos duna pintura, fresco a la cal y cochinillhaciendo cuerpo con el propio adobeuna cabecita mofletuda, la raíz del al

de un angelito y una cornucopidespuntada: ¡la sal! Aquí nací, aquí mcrié, aquí pasé los mejores años de mvida. Y todo se acabó.

Saltaron unos cimientos y entraroa otro cuarto no destechado, peragrietado por las goteras.

 —Quítese de ai, ¡qué no mira!…

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 547/862

De entre rastrojos podridoremovidos salió desenrrollándose unvíbora y con agilidad maravillos

desapareció por la juntura entre doadobes.

 —Si le ha picado no la cuenta.Escaparon en seguida y salieron

plena luz. El sol rasgando las nubeapareció como gajo de lumbrdardeando la niebla; comenzó

delinearse vagamente el filo de la mesaas nubes comenzaron a esfumarsdébilmente sonrosadas.

Sobre la barda de la gran troj

derruida se desgranó la risa de cristal duna saltapared, saludando la caruminosa del sol que asomó medio disc

bañando los rosillales.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 548/862

 —¿De modo que usted es tambiénativo…?

Se había trepado en unos adobes

restos del muro, y su voz era clarasonora como la mañana.

El viejo gruñó que sí, removiendcon un jaral la yerba a donde habría dponer los pies. Apareció el fondo dvaqueta podrida del equipal donde doEsteban, afásico y hemipléjico, pasó su

postreros días. Y otra vez los recuerdosenazas de acero, le trituraron el almaRemovió cochinillas, insectosminúsculos insectos. Un sapo, cegad

por el sol, dio un salto. —¡Todo se lo llevó el demonio! —¿Qué rezonga?…La voz, campanita de plata, logr

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 549/862

por fin arrancarlo del estado de estupoen que su impotencia para tomavenganza inmediata lo tenía agarrotado

Levantó la cabeza y se queddeslumbrado. Ahora todo estabnundado de sol, polvaredas de crista

se levantaban de la falda de la mesa, lanubes se deshilachaban en un cielo dañil. Luz, belleza, alegría. Torrentes dsol descendían tangentes a los vasto

campos, rompiendo de una vez lfinísima bruma que aún los arropabacristalizando a millonadas de diamantesobre la yerba y las cimas finament

dibujadas de los mezquitales. Y en esmarco maravilloso, Marcela, la pequeñMarcela. Había recogido su faldmojada, mostrando sus piernas y l

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 550/862

mitad de sus muslos morenos, llenosduros y bien torneados.

Catorce años no más y ya un

mujer. ¡Jesús, María y José!Le zumbaron los oídos, la cabeza l

dio vueltas, batieron con fuerza suarterias en las sienes. Y adiós las buenantenciones y las santas promesas, e

peso de los setenta, de sus piernas seca  entumecidas. En un alarde d

rejuvenecimiento armó un brinco parlegar hasta la muchacha sobre el murdisparejo, pero con tino tan incierto qudio el batacazo y se quedó estampado d

boca en el lodo.Marcela estalló en una carcajada.Encenegado hacía inútile

esfuerzos para incorporarse; resbalaba

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 551/862

caía de nuevo. Y Marcela, sin podecontener la risa, le dijo:

 —Está ya muy mayor para l

ravesura. Agárrese.Afirmando bien las rodillas en la

desigualdades de la pared, se agachó e tendió la mano.

 —Agárrese macizo… no tengmiedo… no lo suelto.

La risa le seguía repicando en l

garganta, sana, inocente, animal.Apareció la cabeza de una zorra eun hoyo y Julián creyó que también sburlaba de él con sus ojos de chaquira

su sonrosado hociquillo y su narianhelante.

Entonces, en un esfuerzo inauditosupremo, le cogió el puño y de u

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 552/862

brusco e inesperado tirón la hizo perdeel equilibrio y caer sobre él.

La chica no se acobardó; co

violencia logró incorporarse, se montsobre él hincándole las rodillas sobre eabdomen hasta sofocarlo y le tronó dobofetadas.

De pie, encendidos los carrillosardiendo los ojos, el pecho anhelanteesperó a que se levantara, recogió u

eño del suelo y reculando dos pasos, lgritó: —¡Lárguese de aquí, viej

apestoso!…

El becerro y la vaca enchiqueradomugían de hambre. Parvadas de tordose desparramaban sobre la milpa y upar de huilotas gimieron su canto etern

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 553/862

entre las pencas de un nopal manso.Pomposo regresaba con un enorm

ercio de quelite a la espalda.

 —¿Qué le pareció la casa? —¡Todo se lo llevó el demonio! —No las tierras…Julián no alcanzaba saliva. —Con levantarle el bordo a l

presa y desenyerbar con buenoractores tierra nueva…

 —¿Quién te va a hacer esmilagro? —Dicen que el gobierno… —Si es el gobierno ya puede

esperar sentado… y muérete de hambrmientras.

 —De todos modos son tierras quse necesita trabajarlas.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 554/862

 —¡Trabajarlas! Vengo de donddice el dicho: «Más trabajo cuestaprender un vicio que un oficio».

 —Mucha esperencia ha de tener eeso.

Se rió de su propia socarronería fue a poner la pastura bajo el tejabán, eun corralito que alegraban las ponedoracon sus urgentes cacareos. La vaca y ebecerro bramaban de hambre.

Julián despersogó el matalote qupasó la noche en agua, le apretó lcincha y, ya para montar, volvióse pardecir adiós y dar las gracias. Al paño d

a casuca como linda terracota estabella. Se tragó una maldición, puso el pien el estribo y montó.

El chapoteo de la pezuña en e

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 555/862

odazal, el ladrido en falsete del perrviejo y la risa de la muchacha, luminos  fresca como la mañana, lo iba

siguiendo.«¡Lárguese, viejo apestoso!». L

cosa daba en qué pensar, después de nverse en el espejo por tantos años. Bieque los más fieles espejos habrían sidmi Pablón y Refugito si no se hubiesobstinado en no verse en ellos.

Se echó el sombrero a la cara hincó espuela.La mujer también a la puerta de

acal, desnudos el pecho y los brazos

viendo que se alejaba y se perdía entrhuizaches y nopales, dijo:

 —¡Bendito sea Dios!… ¡Ya se fue…

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 556/862

 —¿Por qué tanta tirria? —Es hombre malo. —¿Crees?…

 —Hasta me late que es Andrade… —¡Maldito sea!…A Marcela le brillaro

extrañamente los ojos, sus carrillos sencendieron. El apellido lo conservabamejor las mujeres que los hombres y sufechorías se trasmitían en secreto con u

deleite pecaminoso. —Pue que no más venga a… —A tantearnos, Pomposo. No sea

guaje, quiere sus tierras.

 —Están verdes… La casa no lgustó.

 —Pero a lo demás no le tuvo asco. —¿Y si el gobierno se les da

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 557/862

papá? —Pior… a ésta ¿qué le importa? —Digo —respondió humilde y e

voz baja la muchachita— porque dástima… ¡tan pobre y tan viejito!

 —Perro que ladra no muerde… —Ni de viejos dejaron de se

malos todos. —¿Quién te lo contó? Pero si a es

viene yo sabré cómo hacerle para qu

nuestra compañía no le guste, como lsuya no nos cuadra. —¡Pobre viejito! —repitió en vo

casi imperceptible la muchacha. Y en e

epozán una torcacita cantó:«¡Fea tú…! ¡Fea tú!…».

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 558/862

VII

¿QUE TODO se paga en la vida? ¡Santo bueno!, yo no digo que no; pero ¿no hsido ya bastante con estos veintitanto

años que he pasado de tierra en tierrasin derecho ni a mi propio nombresufriendo hambres, desnudeces

necesidades de toda clase? ¿También lusticia se fue ya del mundo? Yo ya sé lque me va a alegar Refugito: «Castigde Dios por nuestros pecados». Bueno

¿y tú que eres una santa por qué está

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 559/862

sufriendo penas y miserias como yoExplícame eso, tú que sabes tanto. Unqué más quisiera: ser bueno

caritativo… —¡Jija de la ch…!Una rama de huizache no más. L

umbó el sombrero y le dejó un rosaride cuentas de sangre en la cara.

Iba al trote bronco del caballo, qual amor de su pesebre en  El Mach

rieto  no necesitaba espuela ni varaCaída la cabeza, inclinada la espaldasuelta la rienda, se rendíncondicionalmente, abrumado por e

fracaso. Ruinas como propietario, ruinacomo tenorio y el hombre entero unruina. Rechinarían sus dientes si no lquedaran más que dos clavija

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 560/862

bailoteando.Todavía volvió una vez más l

cara, el trastumbar una loma y tomar l

vereda a la carretera de SaFrancisquito. En el derrumbamiento do que fue suyo sólo quedaba intacta

altiva sobre aquella desolación, lenorme masa azulina de la mesa de SaPedro.

Dice Refugito que el que de su cas

se aleja no la halla como la dejaMontones de piedras y adobes, lacaballerizas cuarteadas, derrumbándosde un momento al otro; las tierras d

abor deslavadas por el agua convertidas en chicalotales; loagostaderos invadidos por el nopal, ehuizache y el garabatillo. ¡Y como s

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 561/862

odo esto no fuera bastante, la burla y lnjuria de una mocosa insolente!

Ahora un tupido maizal. Un

mazorca rompiendo la panoja le enseños dientes. Y eso es el colmo, porqu

no lleva una sola gota de aguardiente ea cabeza.

«¡Lárguese de aquí, viejapestoso!». Y desde ese instante todose burlan de mí. ¿Y así quiere Refugit

que me convierta en hombre buenoEntonces que me pongan el aparejo y mmonten. Un burro viejo no repara.

Apareció, por fin, la carreter

describiendo doble curva en torno devaso espejeante de una presa y de lsoledad, y el silencio pasó a un sitio dráfico intenso. Carros, camiones

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 562/862

camionetas, trocas en un ir y venidesaforado. Le zumbaban en la cara.

¡Pero qué diablos tengo yo! Un

pasó apretado de mezclillas azules, ésos también le enseñaron los dientesComo si hombres y cosas fueran testigode su cuita.

Pero el hombre hasta de sufrir scansa. Entró en reacción con un apastitde pulque fuerte que compró en un

ienducha, de un ranchito a la vera de lcarretera. No le cabía duda ahora de qusu imaginación le deformdesmesuradamente lo acontecido. Es

murria y esa tristeza no eran de ahorasino de siempre que amanecía crudo sin un centavo para curarse.

Pero espérenme tantito: luego qu

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 563/862

enga dinero, amigos, consideraciones demás… les enseñaré a todos estodesgraciados por qué me apellid

Andrade.Puntearon las agujas blancas de l

parroquia en la azulosa lejanía y, a pocmás de caminar, el pueblo de SaFrancisquito, su blanco caserío comnido de palomas, bañado de sol.

El movimiento de vehículos s

acentuaba a medida que se acercaba apoblado. En los suburbios sintió dnuevo la necesidad del tónico. Se apeó a puerta de una cantinucha, entró

pidió una copa. —¿Tenés feria? —preguntó a

muchacho dependiente. —¿Eh?… —respondió, peland

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 564/862

os ojos. —Digo… ¿por qué tanto coche?Fue a atender a otros pasajeros qu

entraron pidiendo cocacolas heladas. —Son veinte centavos.Julián puso la moneda sobre e

mostrador, mirando fijamente adependiente descortés.

 —¡Cállate la boca! Así los verás odos. Una codicia de dar miedo.

 —Un veinte por un mezcal… como si te lo dieran de limosna. Era lque les faltaba a estos piojosohuevones… ¡sinvergüenzas además!…

Refugito bajó los ojos. Estabacostumbrada al trato con gentes de bajcondición, pero todos sabían respetarl mantenerse a distancia, sin que se lo

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 565/862

exigiera. ¿Por qué Julián no? ¿Entre qugente andaría para que hubiera olvidadhasta lo que mamó de educación en l

familia? Los Andrades, como todos lorancheros, eran atrabancados y malaenguas, pero en la intimida

respetuosos como los que más pudieraserlo de las mujeres. Poco importabque su orgullo ingénito los obligara ener un concepto de la mujer como d

condición inferior: la respetaban y lhacían respetar si era de su familia.Desensilló, ató el caballo a

batiente de la puerta y cargó con fuste

sudaderos, freno y espuelas, a montarloen un burro de palo en el pasillo.

Refugito encendió el brasero, dejpuesta la cazuela de frijoles en l

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 566/862

umbre y salió por blanquillos aendajón.

Julián comió con excelente apetit

 eso le despejó la cabeza. —Como vos decís, ya no más l

ierra queda: la casa grande está por losuelos, los potreros engramados, todo egarabatillos, huizaches, barriales arroyos. Pero la cosa no es tan negrcomo vos la pintás; hipotecando la finc

hasta dinero nos sobra; abrimos tierradescansadas, levantamos el bordo de lpresa y os juro que con la primercosecha hasta el hipo se nos quita. ¿Qu

decís vos? —Que me hables en cristiano y n

con esas visiones: me tienes harta con tos y con tu vos.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 567/862

Se rió y siguió forjando proyectosin ton ni són.

Refugito sin responderle lo oía

Más bien dicho no lo oía; estudiaba lmanera de adaptarse a una nueva vidasin renunciar a los preciosos bienes qucon tanto sacrificio había conquistadoel hábito del trabajo y la paz de su alma

La entrada de Julián en su vidarompiendo las rejas del recinto dond

voluntariamente se había recluidoprovocó primero un movimientdefensivo, pero momentáneo; lentamentalumbró en ella la idea jubilosa de da

un sentido más amplio y generoso a sexistencia, haciendo entrar en ella a shermano.

Refugito no era —no podía ser—

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 568/862

razonadora, sino una gran intuitiva qudespués de un momento de zozobra y dndecisión vio claro que cuanto pudier

hacer por regenerarlo equivalía a seguisu misma vida, sin vanidades nfestinación, procurando lacomodidades compatibles con spobreza, sin contradecirlo ni lastimarl pedir mucho a Dios por él.

Por tanto, no varió sus costumbres

se levantaba con el alba, iba a misadejando libre todo el día para sucompras y venta de pollos, gallinas huevos, iba a la estación del ferrocarri

 embarcaba cajas de aves y blanquillo  a su regreso se metía a la parroquia

siendo de las que salían cuando esacristán sonaba las llaves para cerrar

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 569/862

Extraño tipo de beata que no srelacionaba con las beatas sino con usaludo de la más estricta cortesía

Educada en el rancho con la visión máamplia de la vida y del mundo, cuyaventanas fueron sus padres, suhermanos y todos sus parientes, gente daventura, holgorio, fiesta y escándalonada la asustaba y su espíritu dolerancia y generosidad rompía e

absoluto con el chismorreo, mezquinda gazmoñería tan comunes en la gente dsacristía.

Esa tarde Julián le pidió dos peso

para pagar el alquiler del caballo. —Espera a que oscureza. No se

que alguno de los viejos amigos conocidos te vean, y andas ta

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 570/862

desaseado y en una facha que puedehacerte algún desaire… ¡Eres taquisquilloso, que!…

Pero Julián con el viejo vestidranchero de su padre, después de tantoaños de vagancia y andrajos, se sentínuevo. Cogió el caballo del cabestro caminando a media calle tomó rumbo amesón de Chon Ramírez. Tuvnecesidad de recorrer la calle principa

a única que merecía el nombre de call  que era una prolongación de lcarretera. Constaba de seis cuadras dconstrucciones regulares, en el centro l

parroquia con su fachada barroca y suorres achaparradas de un solo cuerpo

el portal al que los viejos seguíalamando parián, con una botica, u

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 571/862

hotel y una cantina. Frente a la parroquihabía un solar bardeado al qupomposamente denominaban el Paseo. A

un costado el jacalón del cine, lpresidencia municipal y a tres cuadradistantes al oriente la comandancimilitar, el juzgado y la cárcel. En ecentro de la plaza un quiosco de madersiempre en reparación, tres enormefresnos frente a la parroquia y senda

bancas de cantera amparadas bajo ssombra.En esta calle vivían los vecino

acomodados y era de tráfico mu

ntenso. De extremo a extremo labanquetas servían de mercado al airibre.

Julián vio venir a un charro d

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 572/862

hombros caídos, desgarbado y piernaen arco, y comprendió lo justo de ladvertencia de su hermana. Se echó e

sombrero a la cara y lo dejó venir. Nera conocido suyo. Siguió por mitad da calle, bobeando. Su San Francisquit

era el mismo y no era el mismo. Pisosobrepuestos sobre antiguaconstrucciones sobrias y severaaparecían abigarradas y chocantes

amontonamiento de ladrillos encaladocon agujeros cuadrados. Los mejoreedificios comerciales y hasta las casade habitación pintarrajeadas a colore

detonantes, anunciando la nueva marcde cigarros o cerveza, las píldoranfalibles para las reumas, el específic

maravilloso para los catarros

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 573/862

resfriados, aparte de infinidad dcartulinas amarillas de Mejoral.

Los camiones de pasajeros qu

pasaban incesantemente en sentidoopuestos se detenían los momentoprecisos para dejar y tomar pasajeAlgunos pasajeros se bajaban desentumecer las piernas: quiéneentraban a la iglesia, quiénes a

arrilito,  abrumados por la nube d

vendedores ambulantes que hacían sagosto con ellos. Se oían los gritodestemplados de los chafireteanunciando rutas, las bocinas llamando

os pasajeros, el estrépito de los carroen marcha y el vocerío de los pequeñocomerciantes ponderando su mercancía.

Medio aturdido, torció por un

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 574/862

callejuela al norte, a  El Macho Prieto

Y bruscamente la población entró esilencio: era un caserío, sin luz, si

ranseúntes, sin señales ningunas dvida. Era su verdadero SaFrancisquito.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 575/862

VIII

—¿QUÉ ES esto, Chon Ramírez? —¡Cállate la boca! La civilizació

que nos llegó de golpe a Sa

Francisquito.A Julián le hizo comezón el tuteo

Pero siempre dijo bien Refugito: «N

debes presentarte en esa facha con tuconocidos». —Se cierran fondas y mesones, s

abren hoteles, restoranes, cenadurías…

Vienen chales, refugiados y judíos

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 576/862

pintan las calles como campamochas nosotros, los nativos, no más noquedamos milando.

 —Según vengo observando, pocoquedamos del tiempo en que samarraban los perros con longaniza.

 —¿Quedan… o quedamos? —protestó Chon Ramírez, soltando una dsu gloriosas carcajadas.

Aunque ya peinaba canas y tení

pata de gallo, Chon Ramírez era cuandmenos quince años menor que el amdon Julián Andrade. Y la segundcarcajada de Chon Ramírez se oyó e

odo San Francisquito. Así era é«Chonito es muy acabado», decían suparientes, amigos y conocidos. Pero esarde Julián no estaba para bromas. S

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 577/862

rritación crecía reparando en su rostrarrugado y mustio, el mismo que habídejado tan fresco y lozano como el d

una quintañona. —Estás viejo, Chon Ramírez

aunque lo disimulas con tu buen humor. —Ven a ver…De la mano lo condujo al rústic

corredor de adobe en bruto quencuadraba el inmenso corra

desempedrado. —¿Qué se hicieron aquellos cerrode aparejos, sillas de montaralbardones, y tanto avío de arrieros?

 —Jiede, don Julián… ¿verdad?pero a gasolina y aceite requemado, no bazofia de burro ni de caballo.

 Ni rastros ya de aquella retahila d

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 578/862

barcinas reventando de paja o drastrojo. Ni las canastas pizcadoras nos carretones colmados de estiércol.

 —¿De modo…? —Sí, señor, las bestias al arado

os bueyes al abasto.Bajo la portalada de adobe crud

se inclinaban algunas viejas carretas ddos ruedas, varas abajo y dos o treautos chocados oxidándose con l

humedad de las goteras. —¡Qué capaz! ¡Ni me lo suenes! —dijo Chon Ramírez rechazando ealquiler de la remuda—. Espéram

antito. Voy por un mezcal Cerro Prietpara que le demos el punto, de gusto dhabernos vuelto a ver.

 —Ni me lo mentés, che;  que d

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 579/862

oírte no más ya se me está haciendo agua boca.

 —Mira, mejor no me hables e

nglés… y nos amanecemos.Bien a bien unos tragos no hace

daño y hasta le entonan a uno su cuerpfatigado. Porque en verdad te digoRefugito, que esto no es borrachera nmucho menos. Tú dirás lo que quieraspero toda tiene su pro y su contra y a

cuerpo hay que darle lo que pida y éses la mera ley de Nuestro Señor, qupara eso nos lo dio. Qué se diría en SaFrancisquito si Chon Ramírez contara

«¡El famoso don Julián Andrade se lrajó a “una trigueña” de Cerro Prieto!»La bandera es lo primero y mientraengas alma en el cuerpo debes llevarl

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 580/862

siempre en alto. Porque el trabajo es quuno se ría, después todos quieren haceo mismo. Aparte de que sabéis, que si

amistades ningún negocio se hace buenoY la mera verdad de Dios es que lmalo no está en el uso sino en el abuso.

Vino Chon con «la morena» y ssentaron en la gradita de piedra dezagüán. Después de ponerla a la mitaen dos sendos tragos y de relamerse

saboreando el sanluiseño, Julián pus«la negra» entre los dos y Chon reanuda conversación con un preludio d

sabrosas carcajadas.

 —Conque, vamos a ver, don JuliáAndrade, ¿qué fue de su vida?

Un viejo tic frunció la cara deviejo, sacudiendo sus flojos pellejos: l

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 581/862

familiaridad del palurdo excedía ya doda ponderación. Pero ese diablo d

mezcal está de chuparse los dedos

vale bien la pena de que uno se hagdisimulado. ¡Porque lo ven a uno viejo destrazado! Pero ya me bañaré, mcuraré estas reumas que me afligencompraré un vestido nuevo y veremoentonces si cualquier pelado de éstos malza la cresta.

 —Pues ahí tienes no más, ChoRamírez…

Fue así: una nube de langosta; limpiarocuadras y corrales, convirtieromansiones en zahurdas y había tanto qu

«avanzar» que cuando pasaron por l

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 582/862

hacienda de San Pedro de las Gallinano les dio la gana de oír el relincho duna bestia fina oculta en el breñal de l

mesa. Después de los «gorrudos» dPanfilo Natera llegó otra avalancha daquis con cara de ídolos. ¡Marí

Santísima! Éstos sí eran hombres dcuidado. Los ranchos y las haciendas squedaron solos, San Francisquito sdesplobó, y a Julián Andrade se l

oscureció también el mundo. Pero uperdido a todas va: mandó bajar decerro al  Mono,  le puso la silla vaquercon chapetones de plata y vaquerillos d

venado, se vistió su terno de gamuza coalamares negros de seda, el sombrero doquilla y galones de hilo de oro y, aronco del mejor cuaco de sus cuadras

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 583/862

omó rumbo a San Francisquito.Los patios de la estació

hormigueaban de gente, y cuand

apareció la cabeza negra del tren deorte se desencadenó un huracán d

gritos, vivas y aplausos. —¡Viva la gloriosa División de

orte! —¡Viva Francisco Villa!Y entre aquella muchedumbr

enloquecida que rugía de entusiasmo, sabrió paso haciendo bailacadenciosamente su caballo.

 —¡Viva Pancho Villa!…

Venía de la Convención dAguascalientes barriendo carrancistarumbo a la capital. Sus fuerzas habíaconsumado el movimiento. En l

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 584/862

plataforma posterior del último carrapareció su cara cobriza, rubicunda, elamas. Sus ojos eran llamaradas

Sombrerudos hercúleos y arrogantes lrodeaban.

 —Mi general Villa.Sus ojos de ave de presa no s

equivocaron. Desde el primer momenthabía advertido al jinete altivo decaballo prieto y, a su señal, ya uno d

sus lugartenientes, especie de macehuachato, chaparro y lampiño, se habíapeado prontamente del carro.

Pero Julián le tomó la delantera:

 —Mi general Villa, le traigo estregalito. En todo México no hay uno que mire el polvo. No le dará vergüenza.

Cuando la multitud de peones qu

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 585/862

se acercaba al carro del jefe norteño vique estaba abrazando a don JuliáAndrade, hizo una mueca de desencant

  dio media vuelta. Los parias sdesperdigaron entre la multituclamorosa que seguía dando vivas. Fuuna fortuna loca para Julián que Villa no hubiera advertido.

El macehual llevó la bestia afurgón de los caballos finos, y momento

después el tren dio tres pitidos.Julián no se apeó del carro; con sumaneras francas y desmañadas de charregitimo de los Altos de Jalisco sup

captarse al jefe, que lo incorporó desduego a su famoso estado mayor con e

nombre de los Dorados.

 —Y has de saber, Chon Ramírez

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 586/862

que en el primer encontronazo que nodimos con los carranclanes se supquién es Julián Andrade. ¿Qué quieres

Por algo lleva uno en las venas estsangre que hierve de nada y nada.

 —¿No me digas? —Y así fue como en menos de do

semanas y a puro tanate aseguré mgrado de coronel.

 —¡Pues a la salud de mi corone

don Julián Andrade! No pasaba inadvertido a Julián eacento zumbón de las palabras de ChoRamírez ni sus estrepitosas carcajadas

Le hacía mal estómago con su cara dmascarón, de narices romas y porosassus ojos de cerdo y su ancha boca dbatracio.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 587/862

Además, si el vino de Chon eralegre, el de Julián fue siempre sombríoComo el de todos los Andrades. Er

fama que sus bochinches acababasiempre a cuchilladas y balazos. Cootros dos tragos dieron cuenta de «lnegra» de Cerro Prieto.

Julián aceptó un grueso cigarro dhoja, dio dos largas fumadas y reanudsu relación.

Una bala lo dejó tendido al bordde un vallado en los combates dCelaya. Obra de Dios que locarrancistas lo levantaron del camp

como suyo en la confusión de la peleaDel hospital de Celaya se fugó todavícon la pierna entablillada, y fue presentarse a Villa en la estación d

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 588/862

Trinidad, más allá de Irapuato.El jefe estaba como perro de ma

con uno de sus generales, deserto

después del desastre de Celaya. U«dorado» con dientes encasquillados doro lo bajó del carro y se hizo cargo dél.

Cuando se oyó la descarga cerradJulián estaba haciendo la relación de scaso, de la que Villa quedó ta

satisfecho que hizo que inmediatamente entregaran uno de los ternos nuevoque acababa de recibir para su guardide Dorados.

Un grupo de campesinos se acercal carro de Villa. Le rogaron que loescuchara. El patrón los hacía trabajade sol a sol y con los tres reales d

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 589/862

salario que les daba no ajustaban ni paras gordas.

 —Llamen a Yáñez —dijo Villa

uno de sus subalternos.Sacó un grueso fajo de billetes d

«dos caritas» y se los repartió a loquejosos.

 —Vayan en paz. Todo se learreglará.

Llegó Yáñez.

 —Sigue a esos muchachos, vas coellos a su rancho, y no te quiero volver ver hasta que les dejes arreglado snegocio.

 —Mi general Villa es así —dijo u«dorado», cara de buldog y dientes doro.

Por similitud de ideas

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 590/862

sentimientos había congeniado coJulián. Se emborrachaban juntos.

 —Mire con qué facilidad le

arregló su negocio a esos pobremuchachos.

Julián difería tal vez en eso. Lo desos pobrecitos muchachos le tenía sicuidado.

 —Es muy prontito, pero tiene mubuen corazón.

Lo dejó un tanto preocupado…pensativo.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 591/862

IX

EL MESONERO  encendió el farol dezaguán. Julián no tenía traza de acabanunca el relato, auxiliado con un

segunda de Cerro Prieto  a punto ya derminar. Ni las caras se veían. De tard

en tarde Chon lo interrumpía co

chacotas irrespetuosas. ¡Pero estaba tarico el mezcal! —Estábamos, pues, en lo

preparativos para otro encuentro cerc

de León. Los carrancistas con la paliz

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 592/862

que nos dieron en Celaya se habíavuelto muy panteras y teníamos ganas ddarles una buena en la mera cholla. All

nos alcanzó Yáñez. Entregó a Villa trealegas de pesos y un saco de lon

apretado de aztecas, hidalgos centenarios.

 —Para evitar reclamaciones —explicó enseñando sus colmillos de lob—, suprimí al que pudiera hacerlas.

 —¡Míralo qué contento se hpuesto! —me dijo el «dorado» cara dbuldog—. Al jefe le gusta que ladivinen el pensamiento. Por eso quier

anto a Fierro y a Yáñez.Pero a Julián el suceso se l

ndigestó y ya no podía estar quieto unstante. Villa era un hombre de peligro

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 593/862

Y más se puso después de la batidque Obregón le dio por enésima vez eas cercanías de León. Andaba com

perro rabioso y hasta sus máconsentidos traían el Jesús en la boca.

La retirada al Norte se impusoCamino de Aguascalientes el convoy sdetuvo en San Francisquito y, mientraa máquina de Villa tomaba agua, Juliá

bajó a darse postín con sus paisanos

«Dorado» de Villa! Lo rodeó un grupde charros bien apuestos; les contabhazañas reales e imaginarias, cuandrepara en un grupo de peones que s

encaminaban al carro de Villa. —¡Ay, viejo, sentí que el corazó

se me cayó entre las corvas! Eran mipropios sirvientes. Y acuérdome d

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 594/862

Yáñez… —Y dijiste… ¿pies para cuánd

son?

La carcajada sonó por todo ebarrio.

 —Hijo de un… Si no lo hago asme quema…

 —¡Que vivan los «dorados» de SaPedro de las Gallinas!

 —¡Desgraciado! ¡Te habría vist

con los calzones en la mano! ¡No sabecómo era cuando estaba enojado!Julián se escurrió las últimas gota

que quedaban en la botella, sacó lueg

un tostón de la bolsa y dijo: —Anda a llenarte otra vez l

botella. —¿De cuándo acá los Ramíre

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 595/862

fuimos gatos de los AndradesJuliancito?

Estalló en una carcajada.

 —Si nunca lo fueron, hoy ya ehora de que lo vayan siendo.

Subieron las voces. Chon dijo quos Andrades no peleaban de hombre

hombre y le recordó a un tal JesúRodríguez asesinado de un balazo por lespalda.

El viejo se levantó trastabillando.Como sombras chinescas, lasiluetas de los rijosos se proyectabasobre el muro, a la luz del grasient

farol. —¡Uy, qué miedo! ¡Los valiente

de las Gallinas!Chon paraba los golpes con e

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 596/862

soyate en la zurda, dando brincos dpayaso y enardeciendo a Julián comoquetes en la cabeza, de cuando e

cuando. —¡Te falta nervio, Julián Andrade

Mejor ponte ya a rezar el rosario!El viento removió el farol de l

calle y Chon descubrió entonces la hojbrillante de una navaja a la luz qudiagonalmente entró por el cubo de

zaguán. —¡Ah! ¿Eso?… ¡Quieres, de verasque te dé unas guamazos?

Reculando, reculando, sin perderl

de vista, echó una mano atrás, al tantedio con la tranca de la puerta, reclinada un lado de ella.

 —Espérame tantito… no coma

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 597/862

ansia…Con el sombrero en la zurda parab

os tajos; lo esperó de firme

asestándole un garrotazo de costado lvolteó boca abajo en el suelo.

 —¿Ya lo viste, Julianito? ¡Te digque los Andrades ya no soplan!…

Y sin darle lugar a rehacerse puntapiés lo sacó del mesón, cerró lpuerta y echó la tranca.

«Siempre me picó», dijo sintiendun dolorcillo en el pecho. Se puso bajel farol. Le escurría sangre de los dedo tenía una mancha roja en la camisa.

 —Acuéstate, voy a la botica comprar bálsamo tranquilo para dartuna frotación.

 —Es que estoy muy hobachón

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 598/862

Refugito, y con la caminata vengquebrado.

Refugito lo vio llegar renqueando

oprimiéndose la rabadilla. Percibió suquejidos ahogados y el olor acentuado mezcal.

 —Métete en tu cama, ya vengo.Salió con una redoma verde y él s

desvistió dando lamentos y echandnsolencias. Colgó la cotona y la

calzoneras de una alcayata; entre unRefugiana y San Francisco de Asís, pusos botines debajo de la tarima y se tap

con una frazada musga muy rala. ¡Mal

suerte! ¡Cuántas desgracias ocurridas eun día! Mis propiedades en ruinasburlado por una mocosuela malcriada el agravio mortal que Chon Ramíre

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 599/862

acaba de inferirme. ¿Y todo por quéPorque cumplí mi palabra de honordominando esta sangre. Uno quier

entrar por el buen camino y no lo dejan.Refugito vino con el remedio, s

echó un chorro de él en la mano y le dijque se pusiera boca abajo.

 —¡Válgame Dios! ¡Mira no máqué moretón!…

 —Una maldita cáscara de plátan

en la banqueta. No más di el batacazo con trabajo pude levantarme. —Estás tan estragado que se te ve

odos los huesos, hermano.

 —¿Qué quieres? ¡La mala vida!El olor de la friega con el de la

gallinas y sus deyecciones saturaban eaire, de hacerlo irrespirable. Refugit

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 600/862

abrió la ventana y Julián, sintiéndosaliviado, dijo:

 —Cierto cuanto me dijiste d

nuestras propiedades, pero por otra cossí vengo contento: dos veces estuve erance de dar unos moquetes y sup

contenerme. ¿Qué te parece? —Duérmete y no esté

desvariando.De un chiquihuitito sacó una viej

camisa de Julián y se sentó remendarla, a la luz de un aparato dpetróleo.

El silencio habría de ser su nuev

arma. Aceptaba de plano la situaciócon las molestias que necesariamente lacarrearía, compensadas ampliamentcon la satisfacción de tener a su herman

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 601/862

en la casa. Sabía de sobra que edesignio de reconquistar sus bienes eruna locura peligrosa y se propuso desd

uego prepararlo para el desengaño quendría que sufrir. Por de pronto cuant

en su mano cabía era ser prudente en suobservaciones y consejos, atinada en surespuestas y no decir sino las palabranecesarias. No le cabía duda de que yhabía incurrido en alguna de las suyas

pero el hecho de que ahora no lpresumiera con su cinismo habitual ersigno cierto de que pensaba ya en ebuen camino. Acabado su quehacer s

metió en la cama, apagó la luz y rezó poJulián que ya estaba roncando.

Cuando a otro día, Refugito volvíde misa, él llegaba también del tenduch

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 602/862

de la esquina, oliendo a tequila.Refugito puso sobre una pequeñ

mesa de ocote una servilleta y sobre ell

un plato hondo con menudo de res y fua la cocina por tortillas calientes.

 —¡Las hambres que habrás pasado—le dijo viéndolo comer con el mávoraz apetito.

 —Búscame las escrituras de lhacienda. Pienso ir a México a hace

mis reclamaciones. —Temo que te suceda lo que a mí. —Yo nada tengo que perder

porque todo me lo han robado. Per

aparte de eso no hay peor lucha que lque no se hace.

Se sentó en el escalón de la puertdel zaguán y en la piedra lisa afiló s

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 603/862

navaja y la asentó en la suela de suzapatos, ensimismado en sus cálculoreferentes al asunto de la hacienda. L

probó en el dorso de la mano y sevantó:

 —Ya vengo.Fue a  El Macho Prieto  a deja

aclaradas las cosas; pero se lo encontrcerrado, y eso le dio en qué pensar. ¿Lhabría atinado, sin saberlo?

 —¿Busca a don Chon? Pue’ questé enfermo… nunca deja de abrir —ldijo una vecina oficiosa.

Regresó intrigado y contrariado

Comoquiera que fuese, hay ofensas qusólo con sangre se pueden lavar. Y comdecía mi padre don Esteban: «Lequivocación más grande que un hombr

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 604/862

puede cometer en su vida es no matar aprimero que lo insulta, porque despuéhasta los perros lo mean».

Refugito estaba hurgando un baúde cedro oloroso a manzanas y sacabuna porción de baratijas que ponícuidadosamente sobre una silla a sado.

 —Siempre has sido muy curiosa. —La segunda mitad de la vida l

vive una de recuerdos. —Y ¿qué buscas? —Las escrituras… míralas…Extrajo un lío de gruesos papele

orinados y se los puso en las manosDocumentos llenos de sellos con firmade la más extravagante forma a la modde aquellos años. Al desenvolverlo

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 605/862

escapó un pequeño estuche de terciopelguinda que rodó por los ladrillos. Juliáse apresuró a levantarlo y Refugito

quitárselo, exclamando: —¡Mis santas reliquias!Julián sopesó el relicario y dijo: —Oro puro… —Guarda una astillita de la cruz d

uestro Señor Jesuscrito, huesitos dsantos mártires, y es un regalo que dej

mi tía Poncianita y recuerdo de su visita los Santos Lugares.Luego volvió a acomodarlo tod

con el mismo cuidado: guardapelos

medallas milagrosas, un cabo de veldel Jueves Santo, un panecito de tierrde la Virgen de San Juan, reliquias objetos piadosos que había dejado s

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 606/862

madre doña Marcelina y otroadquiridos por ella misma.

A cualquiera habría llamado l

atención en casa tan pobre tanta cosa dvalor: frenos, cabezadas, espuelas otros objetos que lejos de animar aquehumilde albergue lo hacían mádesolador, recordando vivamentgrandezas que nunca más volverían. Coqué gana Julián se habría deshecho d

anta baratija si no lo contuviera erespeto que su hermana —por causaque no alcanzaba a comprender— lnfundía a cada vez más. La verdad er

que pesaba sobre él cierta fuerzmisteriosa de superioridad mental. Quo haya comprendido o no, sería otr

cosa.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 607/862

Refugito salió a llamar amuchacho que a diario cargaba las cajade huevo o los huacales de gallinas a l

estación, con destino a la capital consignados a mi Pablón, y dijo que nregresaría hasta las diez, de lparroquia.

 —Si no estás, me dejas la llave dezaguán con don Rupertito, el deendajón.

Con las escrituras en la manJulián permaneció algunos minutomeditando tristemente en su situaciónPorque francamente eso de que la pobr

de mi hermanita tenga que mantenerme hasta darme dinero para los pequeñogastos de la calle es cosa de naguantarse. Como si yo hubiera llegad

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 608/862

a la edad en que nada se puede ganacon sus manos. Hay que ponerle términa esta vergüenza.

Insconscientemente se acercaba a petaquilla de cedro olorosa

manzanas.Con estos tres pesos que acaba d

prestarme ciertamente puedo llegar México. Aunque mis piernas no mayudan como antes, tengo muchas maña

para treparme en los trenes y bajarme lmismo. Iría a México y a tierra dmecos. (Sacó de la bolsa un alambrretorcido y lo probó en la chapa de

baúl). No hay pueblo ni ranchería dondse le niegue a un pobre transeúnte la ollde atole, el taco de frijoles y un rincódonde pase la noche. (El alambr

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 609/862

retorcido había encontrado camino en lchapa del baúl). En las capitales no eo mismo; la gente es muy tirana y nadi

siente su corazón, así lo vean a unpereciendo de hambre o de fríoEntonces…

Fue entonces cuando con habilidade buen mecánico hizo saltar el pasadorSacó el estuchito de terciopelo guinda o metió en la bolsa y en seguida, con l

pericia de un verdadero ratero cerrajero, cerró de nuevo la petaquilla.Era jueves y Refugito concurrí

siempre a la Hora Santa. Terminó e

rezo después de las diez y llegando a scasa pensó que su hermano estaría ya esu cama. Pero después de llamarepetidas veces, sin que le abriera, fue

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 610/862

pedir la llave a don Rupertito que habícerrado la tienda y tuvo que salir de scama para dársela. Pitó el sereno mu

ejos una vez, dos veces y Julián nlegaba. A las once se acostó, pensand

que ya no tenía remedio.A esas horas, ciertamente, Juliá

ba bien dormido en una góndola rumba la capital.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 611/862

X

CUANDO la aurora apuntó en la sierra sapeó del tren de carga en una estacióde bandera entre Celaya y Querétaro

Así, de tramo en tramo, viajandsiempre de noche, dando un tostón agarrotero si por su mala suerte l

descubría, en seis noches terminó scarrera. En Buenavista se metió entrveladores y peones de vía, lograndsalir de la estación sin que repararan e

él. Durmió en una banca de la sala d

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 612/862

espera de segunda clase y ya bien alto esol se fue a la calle. Su primerprovidencia fue buscar una platería. L

encontró por el Puente de Alvarado después de echar las santas reliquias euna coladera vendió el relicario equince pesos. A cambio de sus andrajo  cinco pesos, en el mercado de Fra

Bartolomé de las Casas le pusierootros limpios y se sintió tan elegante qu

uvo que entrar a la Conchita a dagracias a Dios por lo bien qucomenzaba el día. No se quiso acordadel sacrilegio que acababa de cometer

porque había pensado que ni con toda lmadera del monte Líbano se ajustabpara surtir a toda la cristiandad dreliquias de la Santa Cruz. En cambio s

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 613/862

se arrepintió de todo corazón del robdel relicario, que por máustificaciones que le buscara, no pud

ser más que robo. Hincado de rodillaspues, rezó un rosario de cinco, luegoos brazos en cruz, una estación

finalmente el yo pecador con fuertegolpes de pecho, arrepentido de supecados y recontando dentro del bolsillos pesos, tostones y veintes que l

sobraban para el desayuno, trenes camiones, ya que del resto se encargarími Pablón. Le prometió a la Virgen unmisa cantada de tres padres, un milagr

de oro macizo y no volver emborracharse, reñir, ni enamorar, si se arreglaba el negocio del rancho

porque sólo un hombre con buen diner

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 614/862

puede hacerse respetar y no caer eentación. Al salir de la iglesia sacó u

diez de níquel y lo depositó en el cep

de la Virgen. —¿Y Refugito? Pierde cuidado

hermanita, tu oro está seguro; tdevolveré tu relicario con doble peso además una cruz de marfil de Jerusalécon vidrio de aumento para que puedaver la vera efigie de Nuestro Seño

Jesucristo.Sorprendido de verlo tan apuestomi Pablón lo recibió con un abrazo.

 —Di que es nada, primo…

Espérate tantito y sabrás lo que ecanela!

 —Bueno… digo yo… —No tienes que decir sino qu

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 615/862

nuestro negocio va por buen camino¿Sabes qué es lo único que nos falta?…

 —Digo… ¿por qué nos?…

 —Darle un empujoncito, tú biesabes, la «mordida»…

Puso cara de dolor de estómagoporque sintió que la lumbre le andabmuy cerca, y por las dudas se previnoTartajoso y a medias palabras se hizentender: sería bueno que su primo e

vez de seguir soñando con los ojoabiertos, como él y su hermana Refugitse pusiera a trabajar.

 —¡Trabajar!, ¡trabajar! No ha

aprendido todavía otra tonada. Estoseguro, mi Pablón, de lo que has ganaden civilización lo has perdido en estoHizo un ademán obsceno). Y lo

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 616/862

bandidos han hecho con ustedes sregalada gana por eso. ¡Merecido se lienen! Mira, éstas son las escrituras d

San Pedro. Se las traigo a nuestro bueamigo el general García del Río parque por sus influencias nos las hagabuenas. ¿No te remordería la conciencisi por la miseria de trescientos pesodejáramos de ir tan buen negocio?

 —¡Alma mía de los tresciento

pesos! —Más gastas en billetes de unotería que nunca te sacas.

 —Fuiste muy vivo siempre…

pero… —No se necesitan más qu

rescientos pesos. —¡Y dale!…

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 617/862

 —Tan seguros como si jamahubieran salido de tu bolsa, primo.

 —Trescientos pesos es much

dinero.Ya cayó. Julián conocía las maña

de todos sus parientes. —Naturalmente que participarás e

as ganancias. —Sí… pero yo, francamente pes

que no deja diez…

 —¿Para qué es?Se levantó, lo cogió en los brazos e juró que no diez sino cien por uno l

rendiría su dinero.

 —Sí… pero suéltame, me estáahorcando.

Lo encandiló tan bien que, sidiscutir más, mi Pablón se levantó

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 618/862

sacó de un escondrijo un calcetíremendado lleno de monedas de plata una que otra de oro, lo volcó sobre s

mesa chorreada que lo mismo servía dcomedor que de escritorio.

Con ojos ávidos Julián lo veícontar y recontar el dinero y corespiración anhelosa le juró que ssaldría con la suya, recuperarían supropiedades, así tuviera que da

«mordida» a todos esos bandidos degobierno. —Está bien… digo, pero…Puso sus manos abiertas sobre la

pilitas de pesos como si con ellaquisiera defender todavía su dinero.

 —Pero yo ¿qué seguridades…? —Si mi palabra de honor no e

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 619/862

bastante, deposito las escrituras en tumanos… ¿Quieres más?

 —Un papelito, digamos…

 —Naturalmente: un pagaré con susellos, estampillas…

Consternado, mi Pablón le entregos trescientos pesos.

Se quedó admirado; sus piernas shicieron más flexibles, pudo caminamás derecho, la sangre se reparti

ibiamente por todos sus miembros y ssintió nuevo. Hasta se gastó un tostón eun Ford que lo llevó a  Las Fábrica

Universales, en cuyos aparadores habí

visto en su primer viaje trajes dcasimir a cuarenta pesos. De allí salicon una gran caja de cartón dandropezones a un lado y otro. Una dam

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 620/862

obesa y de anteojos lo llamó majaderoa un fifí muy alambicado le tumbó esombrero con el extremo de la caja

Entonces se acordó de algo, y se abricamino gritando «ahi va el golpe»Cruzó la plaza de armas hasta el Cincde Mayo y de allí siguió hasta Isabel lCatólica, donde se detuvo parorientarse. Precisamente ahí estaba lque iba a buscar: un edificio de do

pisos vivamente pintarrajeado coenormes dentaduras blancas como lporcelana y encías como rosas dcastilla. Se detuvo en las vitrinas

escoger su modelo, ajustándose aprecio conveniente. Un charro dpoblada barba muy negra y sedosestaba en la puerta. Juliá

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 621/862

despreocupadamente le preguntó qué taera el sacamuelas. Sin inmutarse, echarro lo invitó a pasar. Era charro y er

dentista, se entendieron y simpatizaroen seguida; hablaron de caballos finoscarreras, coleaderos y otras charrerías acabaron tan buenos amigos que le hizun buen descuento en el precio derabajo. Cuarenta y cinco pesos por l

dentadura incluyendo la extracción d

os pocos dientes y muchos raigones que quedaban.En una semana quedó remendad

de la boca y fue primero a la catedral

dar gracias a Dios por tanto beneficiodepositó un tostón en el cepo de lAnima Sola y repitió los juramentorendidos en la Conchita.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 622/862

Tres días lo hizo esperar el generaGarcía del Río para darle audiencia eGuerra. Todo lo que pudo obtener fu

una tarjeta para el DepartamentAgrario, donde, después de más largespera, un jefe le dio un oficio para edelegado de San Francisquito. Derechsalió a comprar su boleto de segunda dregreso a su pueblo. Apenas tuvo tiempde ir al despacho de mi Pablón, qu

encontró cerrado. Ya la escribirexplicando bien las cosas, dijo y sencaminó a la estación. Faltaban pocominutos para la salida y se encontró u

carro apretado de pasajeros, quimilesmaletas y hasta gatos y gallinaencostalados cuidadosamente para quel conductor no los encontrara, previ

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 623/862

una pequeña propina. —Ábranle campo al viejito —dij

un tipo mal encarado con voz ronca

grosera.Dos chiquillos se apretujaro

contra la ventanilla y el viejito, ymalhumorado porque se lo decían, sacomodó como pudo con su caja dcartón de  Las Fábricas Universales un velicito de lona. Se hizo violenci

para dar las gracias y hasta buscmotivo de conversación con el palurdoEra una familia de campesinoensoberbecidos. Ocupaban toda un

cabecera del carro con sus tiliches miraban despectivamente a cuantos ses acercaban. Beneficiados por l

revolución. Casi una docena de crio

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 624/862

prietos, chorreados y mocosos, cobuenos vestidos de casimir o de seda calzado superior. La mujer, del tip

otomí más puro, podría haber sidmodelo para la estatua de la estupidezHablaban con el mismo tonillo insolentdel tata y dijeron que iban a San Juan dRío, como quien dice voy a París. Pocomodidad y aprovechar la vez dcumplir su juramento, Julián se mostr

muy amable. —¿Qué tal pinta el año? —Así… así…Respondió con indolencia. Tenía s

pedazo de tierra, pero la trabajaba copeones, porque le tenía más cuentcubrirle la espalda a su general doEsteban Capetillo.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 625/862

Julián comenzó a incomodarsporque le habló en el tono de los líderede pueblo, ponderándole la obr

reivindicadora de la resolución en lclase proletaria.

Un pistolero analfabeto, malcriade insolente como todos los de sespecie. Algo insoportable.

 —En ninguna parte del país sestán realizando los postulados como e

mi tierra con el gobernador Capetillo.Julián se guardó de todcomentario, pero el pelantríenchamarrado siguió de su propi

cuenta: —Hemos dejado el campo libre d

a mala yerba. Nada nos queda ya porepartir. Cuando el gobierno del Centr

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 626/862

nos manda con sus papeles a cualquiereaccionario que reclama supropiedades, no más le «damos agua»

Así los hemos ido asilenciando.En la estación de Tula se bajaro

muchos pasajeros y Julián, sidespedirse, ni dar las gracias, levantó scaja de cartón y fue a sentarse en uno dos asientos vacíos.

Subieron más rancheros y el carr

se llenó de nuevo, pero tuvo buecuidado de no darle conversación nadie.

Así fue como el regocijo con qu

salió de la capital se lo empañó aquepiojo resucitado. La verdad es que sólcon mucho dinero puede uno darse respetar ahora. ¡Qué distinto está tod

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 627/862

esto! Hasta un gañán nos alza golillaEl recuerdo inoportuno de Cho

Ramírez en el mesón de  El Mach

rieto). Pero ya hice mi juramento y lcumplo: dueño de mi haciendaevantada de nuevo mi casa, e

compañía de mi santa hermana, les diradiós a las parrandas, a los pleitos, a lamujeres… ¡Aunque bien visto, eso…no…!

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 628/862

XI

E NTRÓ  regocijado pensando en el gragusto que iba a dar a Refugito con eresultado de sus gestiones; pero

viéndole la cara, exclamó: —¿Llorando?… ¿Qué te pasa?…Colocó la caja de cartón sobr

unos huacales y tomó el telegrama quRefugito le mostró como respuesta. —¡No es posible! Si estaba buen

 sano y…

Sólo había leído el primer renglón

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 629/862

pero al recorrer los siguientes cambibruscamente de cara y de tono:

 —¡Mentira! No contestes. Quiere

estafarte. Mi Pablón trabajaba por scuenta y no tenía ningún socio. Suspendus remesas. Hoy mismo pongo un part

a mi muy amigo el general García dLeón para que mande poner sellos en edespacho. Mi Pablón tenía su nudito nosotros somos sus únicos herederos

Pues no faltaba más!Los ojos le brillaban de contento Refugito, ahogándose en llanto, le dijo:

 —Me da mucho sentimiento qu

estés tan alegre. Parece como que lúnico que te interesa es el dinero de mprimo. ¿Qué voy a hacer ahora, Diomío? Me he quedado en el abandono…

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 630/862

 —¿Refugito?… —Fue mi segundo padre…Volvía sus ojos al cielo, se retorcí

as manos, empapado el rostro eágrimas.

 —Me ofendes. No digas eso¿Entonces yo estoy de más en la casaBasta con que llevemos la misma sangrpara que mi Pablón me pueda tantcomo a ti. Pero hay cosas que no tiene

remedio. Ése es el fin que todos hemode tener y hasta pecado mortal será nconformarse con la voluntad del quodo lo puede.

Quiso abrazarla, consolarla, perella lo rechazó, echándose su chal negra la cara, sacudida de nuevo por losollozos.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 631/862

Julián se rascó la calva sebosa ebusca de una solución.

¡Maldita sea mi suerte! El mesó

de  El Macho Prieto,  el palurdnsolente del tren, la muerte del primo

ahora hasta los reproches de mhermana. ¿Adónde vamos a parar? Coel poco dinero que le había sobrado ermposible resolver un problema d

urgencia inmediata. Mi Pablón podrí

haber dejado dinero o no, el generaGarcía del Río tal vez quisiera ayudarloal vez no; pero ni mi Pablón ni e

general habrían de dar el diario para es

mismo día. Y dijo: A grandes malesgrandes remedios.

 —Toma, hermana… —¿Qué?… ¿Un billete de

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 632/862

cincuenta pesos? —No me preguntes. Es sólo un

prueba de que nuestro negocio est

arreglado.Lo miraba con ojos d

ncredulidad, de asombro. —¡No seas tonta! Deja de llorar

ve a hacer tus compras… ¡Hay cosaque no tienen remedio, c…!

Dijo una insolencia y Refugito l

rogó encarecidamente le tuviera respeten su dolor siquiera.Después de abrazarla, sin pode

contener su regocijo, sacó el traje d

as Fábricas Universales  y lo pussobre una silla. Luego del veliz de lonsacó un pliego con sello oficial y se lofreció:

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 633/862

 —Lee este papel y convéncete dque no te hablo de memoria.

 —No entiendo.

 —Una orden expresa y terminantal delegado de la Comisión Agraria eSan Francisquito para que se tramite lnecesario a efecto de que me ponga eposesión de las hectáreas de terreno quegalmente me corresponden.

Refugito sonrió con amargura:

 —Escombros y chicalote, si bien tva. —Que me dejen meterme com

cuña y después… veremos.

 —Te metes en una cueva dadrones.

 —No ignoro que los agraristassolapados por el gobierno, asesinan

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 634/862

os hacendados después de robarlospero conmigo la cosa no es tan fácil hemos de ver de cuál cuero salen má

correas.En cómica actitud de reto irguió s

cabeza, estiró sus piernas flacas chuecas e hinchó la barriga.

Refugito se había serenado, pero nanto para reír de la actitud y de lngenuidad de su pobre hermano.

Tranquilizada en cuanto al sustentodijo que iba a la parroquia a comenzaos rosarios por el alma de su primo

mientras hallaba trabajo para pagarl

ambién sus misas. Y volvió a lloraracordándose que si en su juventud fue spretendiente, después sin interés ningunhabía sido su protector encargándose d

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 635/862

a venta de su mercancía en la capital.Julián se quedó solo y otra vez s

rascó la cabeza. ¡Ahora sí me acabé d

fregar! ¿Qué demonios voy a hacer cocinco pesos que me quedan en la bolsa?

Levantó el traje de la silla, se lpuso al brazo y salió a buscar unplanchaduría. Volvió con una hoja nuevde Gillette y se afeitó, mirándose en upedazo de espejo colgado de la ventana

Bueno, ahora vamos a la calle a veen qué paran estas misas.Al día siguiente fue otro

reanimado porque ahora podí

presentarse decorosamente en cualquiesitio, fue a una casa de baños y, pocantes de comer, salió de su casa en «ETuricate», bien limpio, de vestido nuev

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 636/862

  planchado, relucientes los dientes dporcelana, se encaminó a la callprincipal más derecho que un poste

dando taconazos en la banqueta. Detuva un charro bien apuesto:

 —Perdone, ¿adónde queda  E

arrilito?Sin dignarse abrir la boca, e

charro tendió la mano y le señaló eportal. A un catrinfacio le pidió la hor

  éste, tan educado como el charro, lenseñó el reloj. —¡Pero estos hijos de la chi…

charra qué están pensando? ¿Aú

pareceré limosnero? ¡Desgraciados, yse les llegará su hora!

De joven le irritaba la curiosidadel vecindario a cada vez que iba a Sa

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 637/862

Francisquito; ahora su indiferencia lera más dolorosa que una injuria o unburla. ¿Soy nadie, pues, todavía?

Fundación colonial, SaFrancisquito permanecía aislado de locentros de comercio y civilización y ereminentemente conservador. Suhabitantes principales eran criollos mestizos, abundaban los güeros dbuena presencia, de barba negra

cerrada, grandes ojos acogedores; lamujeres eran bellas, de delicado perficarrillos frescos y sonrosados, ojonegros y pelo negro también. Habí

blancas de ojos zarcos o azules y pelcastaño. Buenas gentes y de unndolencia estupenda. Quedaban viejo

del siglo pasado que caminaba

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 638/862

silenciosamente por las calles desiertade los barrios, con las manos por detrá  a pasos de una lentitud desesperante

Alguno se detenía a seguir con los ojos a hormiga que llevaba una basurita

cuestas, otro pasaba largos minutoabsorto viendo la tela de araña donde eanimalillo tenía atrapada una mosca a lque aprisionaba en una red de la mismela; el de más allá observaba el carte

del cine anunciando las últimaaventuras de Tarzán, hasta que su propicuerpo los obligaba a reanudar su pasecon la pasividad imperturbable del asn

que lleva su carga.Un día llegaron los sombrerudos d

atera, después de su triunfo eZacatecas, y la gente se alborot

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 639/862

saliendo al fin de su sopor. Los viejos sasustaron, las viejas rezaron el trisagio as muchachas casaderas hiciero

mposibles por ocultar su pecaminosalboroto.

Muchos años después vino otravalancha, pero de otro género: locarreteros. Brigadas de ingenierospagadores, sobrestantes, cabos, peonesabriendo el camino precisamente a tod

o largo de la calle principal. Fuerovanas las protestas de don Jesusitalegando que le mermaban seis metrodel frente de su casa, la reclamación de

chato Camilo porque la carretera lcortaba el agua de su huerta, el ocursfirmado por millares de vecinoquejándose de que se les prohibía e

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 640/862

ránsito a sus carros con llantas dacero. Y mientras ellos gruñían amenazaban, se fueron colando fuereño

prácticos, con pequeños negocioscenadurías, refrescos, restaurantescafés, después vinieron los del dinercon hoteles y garajes, gasolineras, etcAlgo totalmente desusado en lpoblación. Y cuando el tráfico comenza intensificarse con camiones d

pasajeros, autos particularescamionetas, motos, enormes trocas hasta canos de lujo, los nativosabriendo la boca, dijeron: ¡Miren qu

caso! Pero los mozos sintieron como unnyección de vida: vitaminas de

alfabeto cabal. Rompieron bravamentcon el marasmo hereditario, se hiciero

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 641/862

sordos a los gruñidos de los ancianoque, vencidos, con eso se contentaban

o se iniciaba negocio al que no l

presagiaran el fracaso, con sonriscompasiva y gesto misericordioso.

Los habitantes se acostumbraroentonces a ver a diario caras nuevas y eforastero dejó de ser artículo de gracuriosidad. Ahora se interesaban por éa plaga de los chafiretes, cargadores

comerciantes ambulantes, boleros otros bichos de la misma faunadestinados exclusivamente esquilmarlo.

Todo eso Refugito se lo habídicho hasta el fastidio, pero él siempre:

 —Santo Tomás ver y creer. —Vengo de El Barrilito.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 642/862

 —¡Jesús, María y José!… —Sólo personas decentes

Refugito.

 —Las conozco. —No te alarmes. Sé dónde m

aprieta el zapato. —¡Qué pronto se llevó el viento tu

uramentos!… —De pasos más peligrosos sup

escapar. ¿No me has dicho que vivimo

en tiempos en que sin amistades nfluencias nada se puede arreglar¿Espero que los amigos me vengan comagua llovida? Si uno no hace por entra

en sociedad, nadie lo llama. —Haz lo que te parezca.Pero su razón no era su razón: ést

dormía en la niebla de su subconciencia

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 643/862

Como el pez que se debate en la arenansioso de precipitarse al agua, así ssentía rodeado de una atmósfer

rrespirable, que no era la suya. Lactitud inesperada de las gentes depueblo le escocía, no se la podíexplicar porque no quería convencersdel cambio radical verificado rreversible. Lo que había dejado co

vida ahora se reducía a puro

escombros. Quedaba el pueblo gris cosus casas de adobe y sus callejueladesempedradas que el polvo amortajabal más débil soplo del viento. Salv

pocas excepciones, las cosas eran lamismas, pero los hombres no. Por otrparte, el hogar había dejado de ser smedio. Por sus hábitos más quizás qu

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 644/862

por sus vicios, por instinto, buscaba lque le fuera propicio.

La vida al arrimo de su hermana

con sus eternos rezos, lamentos consejos, era algo duro para el qumedia vida la había pasado en fiestasuergas y diversiones, y la otra de judí

errante por América del Sur y deCentro huyendo de la policía arrostrando toda clase de miserias

Tampoco el pueblito era divertido siamigos ni conocidos. Se aburrímortalmente sólo de pensar en quendría que aburrirse. Para un Andrad

vivir en San Francisquito significabener dinero, amigos que le devuelvan s

rancho, conocidos y desconocidos quo teman, infundir pánico cuando uno s

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 645/862

enoja y hacerse amar de las mujeres que gustan. Sueños de borrachera

crudez, porque ahora con todo l

Andrade a cuestas sólo era una cifrnegativa, cero a la izquierda de seis miunidades y cero en la tierra dondmperó como dueño y señor.

Sentirlo y no tener el valor dconsentirlo era el infierno en que sestaba metiendo.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 646/862

XII

EL CORAZÓN de San Francisquito estabencerrado en el portal: la botica, el hote  la cantina. En un extremo, el má

cercano a la parroquia, los ventrudoarrones de agua de color, el botame

alemán en marfil y oro, el reloj —u

eón que asusta a los muchachoguiñando los ojos— al fondo y contra emuro, los dependientes con sus largosacos de dril abotonados, y la clientel

desconsolada y aburrida de ver matraca

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 647/862

  almireces. El hotel en el centro, eúnico hotel con su enorme puertcolonial claveteada de rosetones, sendo

asientos de cemento pintados de rojo apaño, a uno y otro lado del cubo dezaguán y un muchacho de dedos siemprnegros con la sucia caja del betún y ecepillo. En el corredor del hotel hamuchas mesas y tiene acceso a la cantinpor un angosto pasillo. Ciertas persona

demasiado decentes, como don SimóAréchiga, prefieren tomar la copa ealguna de esas mesitas. Se le llamseñor don Simón, tiene fama de sabio

no admite compañía y huye siempre debarullo de la cantina.

Aunque el letrero ya se borró, todel mundo conoce con el nombre de  E

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 648/862

arrilito  a la cantina. Poco visitada eel día, salvo a la hora del aperitivo, ea más concurrida desde que anochece

Dos lámparas de kerosena descomponesu luz tan blanca como intensa en vasoscopas y vidrierías diseminadas en emostrador y en el sotabanco, en locasilleros, y cuya reverberación va máallá de las losas del portal hasta eempedrado de la calle.

 —Con permiso —dijo Juliámetiendo el brazo entre doparroquianos para tomar una botana dun platón de porcelana colmado de raja

de queso añejo y cebollitas en vinagre.Pretexto para acercarse y oír alg

que le interesaba muy de cerca. Unhabía dicho:

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 649/862

 —No ha querido dar el nombre deagresor. Corre la voz de que fue ufuereño.

Y el otro le respondió: —Por algo lleva el apellido de lo

Ramírez.Uno de los interlocutores era u

viejo de párpados hinchados, de palideenfermiza; vestía un traje muy usado dcasimir gris con grecas negra

acordonadas en las solapas y en lespalda, pantalón muy ajustado corenzado de gamuza, zapatos amarillo

sin lustrar y un sombrero gacho de ala

anchas. El otro, menos viejo, ercorpulento, rojo como jitomate, naricurva, encendidos los ojos, siemprbajo el ala de un gran sombrero d

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 650/862

palma. Mascaba chicle y escupía sicesar.

 —Si no lo ha querido entregar —

dijo el cantinero que arrastraba una patde palo— es porque tiene intención dsaldar cuentas a lo macho.

Julián se sintió descargado depeso de una montaña. Ahora sabía dcierto  que había «prendido» a Chon, eso era lo mismo que haber lavado ya l

afrenta.El viejo de párpados hinchadosdespués de mirarlo con insistencia, sacercó al otro, rumoreándole algo a

oído. —¿No se te hace, Pachit

Martínez? —agregó ya en voz alta. —Como puede que sí, puede qu

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 651/862

no —respondió el que mascaba chiclelamado Pachito Martínez.

 —¿Hablo con el señor don Juliá

Andrade? —Su servidor… —Yo lo soy de usted. Me llamo…

¿A ver, acuérdese de mí? —¡Ah, sí… don… don… —Don Jesusito, sí señor, o do

Jesús Ramírez, como quiera llamarme

¿No te lo dije, Pachito Martínez?Apretones de mano, estrechoabrazos y te acuerdas de esto y tacuerdas del otro y aquí unas copas d

coñac para los amigos, Mocho. —Pilatos —dijo el interpelado a s

dependiente, un muchacho en camisa pantalón de mezclilla—, sirve copas

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 652/862

Abre una Hennesy.

El dueño de la mejor cantina dSan Francisquito había venido quié

sabe de dónde, pero con mucha manzquierda se apoderó pronto de l

clientela más productiva. Maduro, perfuerte y bien dado, de cabeza cuadradapelo corto y áspero como cepillo, lcamisa abierta desde su gran cuello doro hasta el ombligo pujante

arrastrando su pierna de madero iba duna parte a otra, cuidando de que satendiera a todo el mundo. Su sonrissocarrona, un tanto enigmática, le dab

parecido con esos idolillos hindúefabricados de tecali en Puebla. Nuncdisputaba por opiniones contrarias a lasuyas, mediaba en todos los conflicto

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 653/862

con tino y evitaba muchas riñaformales.

 —¿Te acuerdas de la carrera de l

Giralda, Pachito Martínez?Prorrumpió en una carcajada ronc

 húmeda. —Nos quiso dar la gran fregada… —Pero se la volteamos al revés… —Bueno, lo que pasó voló. ¡Y

quisiéramos volver a aquellos tiempo

an chulos! ¿Verdad, don Julián? LoRamírez y los Andrades fuimocolindantes, Pachito Martínez. Aquí lhacienda de San Pedro, acá la de

Refugio… y nuestras caballerizas parponer escuela… ¿Miento, don Julián?

Don Jesusito era un manantianagotable de palabras, en tanto que e

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 654/862

colorado de la nariz ganchuda llamadPachito Martínez era un zongo al que se sacaban las palabras con tirabuzón

Mirando siempre a sesgo bajo su anchsombrero de palma, mascaba chicle escupía.

Los circunstantes hicieron silencionteresados en el nuevo camarada, y u

charro joven, que a distancia formabgrupo con otros, dijo:

 —¿Es de los Andrades con quanto nos encatarran los viejos?… —¡Me vienen guangos! —

respondió otro con petulancia.

Don Jesusito, que hasta para hablase sofocaba, abría desmesuradamentos ojos y se le amorataban los labios

Acariciando la copa con toda la mano

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 655/862

se la llevó a la boca como buen catado dijo:

 —La leche de los viejitos, Julián…

Salud…La apuró a pequeños sorbos co

deleite, jurando que no había mejomedicina para los años. Y cogió dnuevo el hilo de la interrumpida charla.

 —Entonces no nos queríamos mumuchote, la verdad ha de decirse

Andrades y Ramírez, perros y gatos eun costal. Pero ahora todo se acabó: norobaron nuestros caballos, lacaballerizas se cayeron y nos echaron d

nuestro rancho con una mano por delant otra por detrás…

 —Se acalló el perro, se acabó lrabia —comentó Pachito Martínez

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 656/862

puso una enorme escupida en el suelo. —Y aquí me tienes, Julianito, d

comisionista de cereales y ganado, co

o que no me va tan mal. Me dejaron lcasa y no pago renta, saco para lofrijolitos y hasta para un coñaquito edías en que se repica gordo.

Le dio un abrazo, y Julián ahuecó lvoz para decir que a él tampoco le habído tan mal.

 —Sí, te fuiste con Villa, perdespués ni tus luces. —Me fui a la Argentina con u

estanciero; compré tierras con reses

buena caballada y ahí vamos.Pachito Martínez lo vio al sesgo

mascó chicle. —Pilatos… don Simoncito —hiz

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 657/862

seña el Mocho a su dependiente.Asomaba un vejete alambicado

vestido de catrín, por el pasillo qu

comunicaba con el hotel, pidiendo se lsirviera. Pilatos le llevó un vermut coun sifón de agua gaseosa y un vaso.

Fue necesaria la presencia de doSimón Aréchiga para que Julián se diercuenta cabal que con ropa de catrín sdesentonaba en absoluto en aquel centro

Encontró oportunidad de hablar con eocho  y le preguntó dónde podría

hacerle un traje de charro, bien cortado. —No hay otro como don Rosalío

Búsquelo a la otra puerta de lcomandancia.

 —Le llaman el Muerto y está tísicpor más señas —dijo don Jesusito y di

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 658/862

una gran carcajada. —Ni en México hay un sastre qu

e haga un pantalón de campana, com

os de don Rosalío —dijo otro covanidad provinciana.

Pilatos informó a don Simoncito dque el nuevo cliente de El Barrilito erun estanciero de la Argentina.

 —Dile al  Mocho  que quierdecirle dos palabras —dijo do

Simoncito, poniendo el vermut en evaso y acabándolo de llenar con el agude sifón.

Dio un sorbo, sacó un  Reade

igest   y se absorbió totalmente en sectura.

 —Supe que mi hermana Refugito sencontraba en mala situación económic

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 659/862

 vine a saludar a los amigos, en primeugar, y a reclamar mis propiedades.

Se hizo un silencio embarazoso

Pachito Martínez cambió con doJesusito una mirada irónica, sonriendevemente. Todavía hay candidatos a

Limbo, llenos de canas y arrugas¿Dónde vive este rico estanciero?

Julián debió sospecharse algporque en seguida les mostró el ofici

para el delegado de la Agraria y uncarta de recomendación del generaGarcía del Río para el presidentmunicipal de San Francisquito.

El viejo don Jesús cambibruscamente de gesto y le dijo:

 —El presidente municipal es unexcelente persona, nadie le ha hech

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 660/862

antos beneficios al pueblo como él. Emuy mi amigo y yo te presento.  E

runcido es el delegado de la Comisió

acional Agraria y, aunque no tenemoamistad, puedo también llevarte con él.

 El Mocho  se acercó nterrumpirlos. Señor don Simón dese

conocer a don Julián Andrade y charlaunos momentos con él.

Todos se vieron admirados y Juliá

subió mucho. —Señor don Simón es un sabio —dijo gravemente don Jesusito—. Sabe dmemoria la enciclopedia en tres tomos

Je ha dado muchos panzazos a loseñores catedráticos de la XEW.

Julián salió del  Barrilito  coPilatos y le dijo que lo excusara porqu

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 661/862

ban a dar las nueve y Refugito lesperaba en la puerta de la parroquipara que la llevara a su casa. Prometi

solemnemente hablar con él en otrocasión.

Otra era la verdad; no le quedabun centavo más en el bolsillo y sdeserción era de urgencia inmediata.

Iba dichoso taconeando con fuerzpor la calle principal, tomó luego e

rumbo de «los Turicates» y llegó a scasa, frotándose las manos coalborozo:

 —Mírame, Refugito. ¡Huéleme! N

más besé la copa. Querer es poder¿Estás convencida?

Refugito lo contemplcompasivamente, como una madre pued

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 662/862

mirar a un hijo caprichoso ncorregible. El olor del alcohol llenab

el cuarto.

 —Hasta un tal don Simón Aréchigquiere conocerme. ¿Lo oyes?

 —Hombre sabio y muy católico —dijo Refugito gravemente—. Procura oísus consejos y seguirlos.

 —En verdad te digo que en unsola noche le tengo aventajado cuand

menos la mitad a nuestro negocio.Se acostó y soñó al Niño Jesúentre los doctores de la Ley. Despertdespejado, pero sin duda alguna sobr

su real situación: «Mándame dinero questoy ganando».

 —Refugito, préstame veinte pesos.Así, sin explicaciones ni pretextos

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 663/862

Refugito no le contestó entretenida ecalentar el almuerzo. Y Julián se acordde Chon el de  El Macho Prieto  con e

que seguramente tendría que entendersePero, pasado ese penoso incidente, ypodría comenzar su obra dregeneración de acuerdo con su santhermana y los juramentos que habíhecho. Y reconoció el filo de su navaja.

Luego que acabaron de almorzar

Refugito le dio un billete de cinco pesodiciéndole que así le seguiría dando eresto para que le durara más. Y salieroa la calle cada cual por su camino.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 664/862

XIII

—¿EL SEÑOR  presidente municipal…? —El jefe está dando audiencia

una comisión de agraristas —dijo u

gendarme de uniforme gris mudeslavado con vivos remiendos dmezclilla azul—. No se puede —agreg

alineando horizontalmente su macana. —Yo también soy agrarista —dijJulián con desenvoltura—, y puede quambién pueda.

Se le coló, dejándolo con tamaña

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 665/862

apas.Era un cuarto largo, mal encalado

sin ventanas, como troje de hacienda

Allá en el fondo, donde había una mesrodeada de gañanes, al paño del muro sadivinaba un don Lázaro Cárdenas dmedio busto y una linda muchachacariciando la cabeza de un pobrumento: «Tome Coca-Cola bien fría».

Se adelantó haciendo sonar su

acones, pero no logró hacerse oír. Entrmuchos hombres de huaraches, soyatescombinaciones grises y azules, uno dpantalón cachirulado y chamarra de lon

bien planchada con ademanes y tonoratorios tenía la palabra. Los demáasentían periódicamente a lo que decícomo niños de escuela que saben s

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 666/862

ección.Esperó pacientemente a qu

erminaran. Los vio salir levantando un

nube de tierra con sus huaraches zapatones, y se acercó muceremonioso:

 —¿El señor presidente municipal…

 —¿En qué se le puede servir? —respondió un sujeto prieto, chaparro, d

pelo arisco y sin barba.Julián le entregó un pliego.Sin levantar la cabeza, mirando co

ndolencia al bolero que le estaba dand

grasa, pasó el oficio a su subalterno. —De la comandancia…Volvió el oficio el empleado, u

ipo flacuchón que hablaba como flauta

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 667/862

se movía como ardilla: —Vaya usted a la comandanci

militar.

 —Tengo esta carta para usteambién —dijo Julián, dirigiéndose a

presidente.El prieto, chaparro y lampiño ley

apenas el nombre del recomendado omó un color cenizo oscuro. Lo miró unstante con ojos ensombrecidos y l

respondió con inesperada aspereza: —Bien…Se levantaron el presidente y s

subalterno y salieron. Julián se habí

quedado de pie, con el sombrero en lamanos, como si aún esperara algo, hastque el gendarme le sonó las llaves y lmostró la puerta. ¡Habráse visto!…

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 668/862

 —¿Lo pasas a creer, RefugitoEstos pelados de la presidencimunicipal me trataron como a perr

ajeno. —Me alegro.La respuesta lo dejó estupefacto.Refugito volvía y revolvía los mi

objetos guardados en su petaquilla dcedro, presa de una exaltación taviolenta que no sólo se traslucía en s

voz, sino en sus movimientoncoordinados y en el brillo de sus ojosJulián comprendió, se mordió lo

abios y humillado dijo:

 —¡Ya sé por qué estás nerviosa! —Fue un abuso de confianza…

pero yo no llevaba ni para edesayuno… Hazme favor d

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 669/862

perdonarme. —Mejor hubiera pedido limosna

que sufrir el bochorno de tener u

hermano que… No pudo acabar. Su lengua se neg

a articular la palabra. Estaba sofocada su voz vibró como cuerda de acero.

 —Hice mal… —¿Y las santas reliquias?…Julián tuvo que retroceder tre

pasos. Tuvo miedo. En sus trances dviolencia, los Andrades —lo mismhombres que mujeres— mataban sientarse el corazón. Refugito, totalment

ransfigurada, había cogido un martillo o blandía amenazante:

 —Respóndeme: ¿dónde están mireliquias?

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 670/862

 —Están más seguras que en tmisma petaquilla. Deja ese martillo.

 —Devuélvemelas… Las quiero…

 —No necesito contarte mentirasLas tiene en su poder el señor cura de lConchita. Vendí el relicario, pero te ldevolveré con doble peso… Todo.

Con tal fuerza arrojó el martillque hizo un boquete en la paredescalichada.

 —¡Apenas puedo creer que tú… emi casa!Se echó un viejo chal a la cabeza

salió.

Julián se tendió en la cama; yranquilo y tarareando una canció

costeña, se quedó dormido.Refugito entró a la parroquia

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 671/862

odavía le temblaban las piernas y lrepicaba el corazón. Se detuvo en unde los altares laterales, se puso d

hinojos ante Jesús Nazareno sollozando y rezando permaneció allmuchos minutos. Besó la orla dorada da túnica morada cuando hubo d

recobrar por fin su equilibrio. Nloraba por Julián, ni por sus reliquiasloraba por ella misma, con la tristez

de ser la misma de antes. Ni el dolor, na pobreza, ni los trabajos y sacrificiopasados pudieron lavar las impurezas daquella sangre que a veces la abrasab

as carnes, se le subía a la cabeza y lhacia perder todo dominio sobre sTristeza y terror, porque sabía que eesos momentos de arrebato podía llega

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 672/862

a los peores extremos.Y no eran simples suposiciones

Tenía diez años la primera vez. Uno d

os peones entraba enconado bajo uenorme canasto de maíz y sin percatarspisó un gatito blanco, encanto de la niñque jugaba todo el tiempo con él. Ldesnucó. Refugito, fuera de sí, tomó unbarreta de hierro y se la arrojó a lcabeza. No lo mató, pero el pobr

hombre quedó idiota por sus días. Scastigo lo encontró en cada encuentrcon él. La sangre de los Andradeatemperada por la de su madre. ¡Dios l

enga en el cielo! Fue mártir por su vidaSu historia, historia de perennsacrificio. Botón de rosa que se abre aamanecer, brutalmente tronchado por l

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 673/862

ascivia intemperante de uno de los jefepertenecientes a las hordas debandolero-guerrillero Juan Chávez

error de la comarca en los años de lguerra de Reforma. La ingénita bondadel candor y la inocencia se impusieroal bruto y éste legitimó su posesióndesposándose con su víctima, como scon ello le hubiera otorgado una graciexcepcional. Marcelina fue la mártir d

su esposo y de cada uno de locachorros que heredaron los instintoeróticos y sanguinarios de su progenitorEl advenimiento de una niña —Refugit

— fue un consuelo y una esperanza. Perzanconcita apenas comenzó a dar guerraazuzada por sus hermanos y aplaudidpor su padre, aprendió a montar potro

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 674/862

de falsa rienda, a lazar toros, a ordeñaas vacas. Tiró al blanco con rifle

revólver y dijo palabrotas con l

naturalidad y sencillez de cualquiecarretero. A fuerza de paciencia bondad doña Marcelina la fue atrayendpoco a poco a las tareas hogareñas. Udía su hermano mayor, de regreso de ubodorrio, llegó borracho insultando «las viejas». Refugito descolgó l

escopeta con que cazaban liebres y ldisparó a quemarropa. Siconsecuencias, porque el arma no estabcargada. Pero con eso bastó para senta

un precedente de libertad ndependencia. Ni su padre ni su

hermanos volvieron jamás a molestarla.Se asustó tanto de lo que habí

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 675/862

hecho, que por algún tiempo perdió esueño, tuvo algunos ataques de nervios hubo que llevarla al pueblo a que l

curaran los nervios. Fue el primecambio de dirección en su vida. Sconsagró al hogar y a la defensa de smadre. Vino la revolución, laexpulsaron de sus propiedades, doñMarcelina murió de la pena y Refugitse quedó sola en el mundo, sin má

consuelo que el recuerdo de su santmadre. Tuvo que trabajar, hacerscomerciante, asociarse con mi Pablónsu primo carnal, hasta conquistarse s

ndependencia económica.Pasada la crisis volvió a su casa

cuando cerraron la iglesia. Juliánamodorrado, permanecía tendido en s

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 676/862

cama. No se hablaron. Entró a encendea lumbre para la cena.

Julián, todavía con zozobra, s

atrevió a hablar primero: —Los negocios van muy bien…Silencio. —Pero sin dinero ni la hoja de

árbol se mueve.Cuca tendió el mantel de manta co

deshilados rojos.

 —Tengo que volver a México conseguirlo. Pero tú… —Por mí no te preocupes.Fue por un botellón y dos jarros d

barro, los puso sobre el mantel y trajuego la cafetera y la jarrita de leche.

Comenzaron a merendar. Y hablella, ya dueña de sí:

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 677/862

 —Vamos trabajando y déjate dhistorias.

 —¿Y esta orden del gobierno?

 —Si tienes en contra al presidentmunicipal lo tienes perdido todo.

 —Tiene que acatar al gobierno decentro por la buena o por la mala.

 —¿Sabes siquiera quién es epresidente municipal?

 —Un mono de volantín co

chaqueta y pantalones. —Ese mono puede darte un dolode cabeza.

La tempestad había pasado, pues

sin dejar huella ninguna. —Se llama Gertrudis y es sobrin

de otro Gertrudis…Julián se enderezó, dejando e

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 678/862

bocado pendiente. —Del Gertrudis aquel que corri

a Giralda…

A Refugito casi se le acabó ealiento. Había dicho cuanto tenía qudecir y le temblaban los labios.

A su pesar, Julián arrugó más lcara. Pero soltó una risotada que soncomo crujir de huesos. Se acercó dnuevo a la mesa y siguió tomando s

café con leche. —¡Canastos, hasta los hijos de mipeones han llegado a autoridades!

El resto de la merienda transcurri

en silencio. Julián no sen tíremordimientos con el recuerdnoportuno de Gertrudis, el corredor da Giralda,  el tío del otro Gertrudis

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 679/862

presidente municipal. Los de su raza nadolecían de tales debilidades pero svio claro que se presentaba ahora e

último como obstáculo muy serio para lrealización de sus anhelos.

Se retiraron de la mesa, Refugito remendar y Julián a seguir pensando. Lverdad es que ya le cargaba tantevocación inoportuna. Chon Ramírez ede  El Macho Prieto,  el difunto Jesú

Rodríguez acostado por una certera balen la espalda, Gertrudis, bravo mastínque osó morder la mano del que le dide comer, desbarrancado de la mesa co

ayuda de tío Marcelino que lo siguiporque no es bueno dejar testigos. Y lque originó todas las tragedias, MarcelFuentes, hija de Pablo Fuentes, con un

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 680/862

daga enterrada en el corazón, en premide sus perradas. Todos en ecamposanto. Desfile de fantasmas qu

no le quitan el sueño al que no cree eaparecidos.

 —Lo que pasó voló… —¿Qué estás hablando? —Que el muerto a la sepultura y e

vivo a la travesura. —Ve a la iglesia y pídele a Dio

que te ilumine la inteligencia. —Uno ¿qué quisiera?, pero no ldejan: si no te defiendes de los lobos tcomen.

Murmuró una insolencia y se echuna vieja tilma encima, ya tendido en scama. Refugito apagó la vela, rezó sudevociones y se acostó también.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 681/862

XIV

AUREOLADA  de chispas, el soplador euna mano, con la otra las tenazas, sacabos carbones encendidos, soterrado

bajo una capa de ceniza, para prender lumbre. Atole y frijoles para e

almuerzo. El capital no daba para más

o podía resultar más desvergonzadentonces el saludo de Julián: —Desde que puse mi planta en est

país nuestro, las mejores horas las h

pasado en tu casa. ¡Dios te conceda un

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 682/862

arga vida!Del disgusto de la víspera n

quedaba rastro. El perdón había brotad

espontáneo y sin reservas. A Refugito se dilató el pecho con la satisfacción d

un alma contrita y pacificada. Ldesvergüenza del ebrio consuetudinariera falta menos grave que la que ellhabía cometido. No tenía derecho reprocharlo. Ni a darle consejos. S

deber consistía desde ahora econducirlo al buen camino por eejemplo. Hacer otro sólo a Dios lestaba dado. Sin vanidad, sin violencia

advertirle en tal forma que él nadvierta que se le advierte. Rodearlo das pocas comodidades que ella pued

darle, conforme a sus necesidades d

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 683/862

viejo.Desde ese día Julián la encontr

amable sin afectación, santament

serena, ora frente al brasero cocinandsus alimentos, ora zurciendo la ropsentada en ancha silla de tule. ParJulián esa paz espiritual sólo se traducíen manifestaciones materiales: estómagsatisfecho, cama limpia, habitacióabrigada.

 —Préstame un quinto para hacer lmañana.Quería volver a ser Julián Andrad

 no era más que un borrachín de cantin

pobre. No conocía él mismo su tragediaIluminado por el mezcal, dijo: —Estoy como hacha. Voy a busca

a don Jesusito y, si lo intereso en e

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 684/862

negocio, negocio hecho. Nos vemos.Aunque los contertulios de  E

arrilito lo saludaban y aún se detenía

a platicar con él, la gente lo seguímirando como forastero y lo llamaba«el Fuereño».

Se acordó de las señas que doJesusito le dio de su casa; contraesquindel portal, del lado de la cantina. Sencontró con un charrito que le di

precisos informes: —Sale de su casa después de ladiez y regresa a la hora de comer. Squiere verlo con seguridad, búsquelo

a hora del café, porque más tarde no spuede contar con él.

Se situó, pues, en la esquina deportal, esperando que dieran las diez

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 685/862

Los vagos decentes de San Francisquitdistribuían su tiempo entre la cantina, lplaza y la parroquia. Regularment

después de la misa de once, mientralegaba la hora de tomar el aperitivo, suntaban en el Paseo. Los mayores y má

respetables, a la sombra de los fresnose sentaban en los asientos de cantera se entretenían hablando del tiempomurmurando de todo hijo de vecino

comentando actualidades locales generales, discutiendo de política resolviendo los más arduos problemanacionales y extranjeros. Los mozos

entretanto, chacoteaban en el solarpomposamente llamado el Paseocorriendo carreras a pie, armandcrinolinas y floreos de reata. Soli

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 686/862

legar alguno a caballo y hacíejercicios de equitación, saltos dobstáculos sobre la propia barda

entonces hasta los ancianos scontagiaban del entusiasmo de sumuchachos.

Julián se distrajo reparando en qua gente que conoció en su juventud er

sólo una caricatura grotesca de lo qufue: caras apergaminadas, puras arruga

  bolsas, pellejo untado a los huesosmuchachas, bellísimas en su tiempoaparecíanle como alucinaciones debrio delirante, que lo inquietaba

menos de lo que lo entristecían y eraacicate para una pregunta nuncformulada: ¿también seré uno de estomamarrachos de pesadilla?

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 687/862

Después se desvió su atencióhacia el grupo de mozalbetes quraveseaban en la plaza y, cuando meno

o pensó, ya el viejo don Jesús iba máallá de la parroquia. No solo; lacompañaba un sujeto mal vestido cobijado con una frazada. Se apresuró darle alcance y de pronto reconoció apropio Chon Ramírez sobrino del viej  el dueño del mesón de  El Mach

rieto.  Sintió que el corazón le dio uvuelco y, desazonado, dio media vueltragándose una insolencia mayor. No po

miedo, ¡qué caray! Ahora no iba en pla

de buscapleitos, sino de negociante qusólo se preocupa por su negocio. Entruso podría frustrarlo todo, aparte d

que para lo otro habría tiempo sobrado.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 688/862

Volvió después de mediodía a buscarlen su propia casa. Estaba aún en ecomedor discutiendo con Sanjuanit

acerca de las virtudes profilácticas dealcohol contra el asma. Ni los mejoremédicos de México habían podidcurársela, «y contra hechos no haargumentos, tengo setenta y dos años aquí me tienes vivito y coleando». Juliáse excusó de la visita —tan a deshora.

 —Tengo urgencia de estar mañanmismo en México y no quise salir sidespedirme de mis buenos amigos.

Estaba tomando café co

aguardiente o mejor dicho aguardientcon café. Se levantó y dio un fuertabrazo a su amigo.

 —Sanjuanita, otra taza de café par

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 689/862

nuestro gran amigo el señor don JuliáAndrade. ¿Te acuerdas de la carrera da Giralda?

Sanjuanita volvió la cara, asustadaUna de las beldades de cuando JuliáAndrade era un apuesto charro.

Huesuda, reseca, jorobadaSanjuanita, otro esperpento, gruñendfrases de cortesía, de mala gana pusotra taza y don Jesusito se encargó d

ponerle tan medido el café comdesmedido el aguardiente. —A despedirme y a algo más. S

usted me lo autoriza… El fin principa

de mi viaje es una entrevista con egeneral García del Río, muy amigo dverdad, y de paso podría hablarlambién de lo de usted.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 690/862

 —¿De lo mío?… ¡Ja… ja… ja! —se le caldearon las orejas y se lamorataron los labios—. A esos hijos d

a china Hilaria del gobierno no les pido ni madre —y agotó el caudal de sunsolencias hablando de la revolución

de sus hombres.Pero entonces Julián encontr

nesperadamente una voz en su favorSanjuanita, puesta en jarras, dijo:

 —Don Julián tiene razón en peleapor lo suyo. Y si pierde, bien perdidoPero no hay lucha peor que la que no shace.

 —Si Sanjuanita dice que eso estbien, está bien, y ni quien diga lcontrario. En lo que no estoy de acuerdcon mi querida costilla es que se llev

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 691/862

el aguardiente. Deja las cosas comestán y nos amanecemos.

 —Bien sabes que lo hago po

obedecer al médico. ¡Todavía parecechiquito! —volvió a poner la botellsobre la mesa—. ¡En tu salud lhallarás!

Julián apartó con suavidad lvelluda y arrugada mano de su amigoque de nuevo llenaba su taza de alcoho

Se disculpó: la importancia de sunegocios le vedaba por ahora tomar. —¿Tomas en chiquihuite? ¡No t

estés haciendo pato!

A la fuerza lo hizo empinar la taz Julián con cautela la escupió.

 —Lo acompañaría toda la tardepero aunque no me lo crea, voy apenas

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 692/862

conseguir fondos para mi viaje. Tengun aviso de cheque de la Argentina…Pero este maldito servicio de correos!

El viejo cayó en la trampasoltando una carcajada.

 —¡Estos Andrades! ¡Quisquillosocomo el diablo!

 —¿Cuánto necesita el amigo doJulián?

 —¡Oh, no me diga… yo no h

venido a eso! —¿Entonces para cuándo son loamigos? ¿Le basta con quinientos pesos

 —Recuerda que no puede

disponer de un solo centavo; el lunes se vence el pagaré —exclam

súbitamente Sanjuanita, muy alarmada. —Vamos a ver si puedo —

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 693/862

respondió el viejo jubilosoevantándose con gran torpeza. Entrrastabillando a su escritorio-habitación

mientras Julián apretando las manopedía a Dios con gran fervor de su almque su amigo no se arrepintiera.

Sanjuanita se quedó con él, picada curiosidad con lo de la devolución d

sus propiedades, y Julián le dijo todaas mentiras necesarias par

emborracharla como en otra vez lhiciera con mi Pablón. Como pasmucho tiempo y don Jesusito no aparecícon el dinero, Julián comenzó

alarmarse. —No, seguramente se qued

dormido —dijo ella y se levantó.En efecto, el viejo se habí

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 694/862

quedado roncando en el sillón deescritorio. Sanjuanita lo removió cofuerza hasta que lo hizo abrir los ojos.

 —Viejo borracho, ven paracostarte en tu cama, viejo sinvergüenza

 No soltó los billetes que Sanjuanitquiso recogerle. Llamó a Julián y se lodio, diciéndole que lo esperaba por lnoche en  El Barrilito,  para que lfirmara un papelito.

Sanjuanita se quedó echando rayo  centellas y juró que el tal JuliáAndrade era un charlatán que hasta ella le había puesto los ojos verdes,

que no era tan tonta para haber confiada sus manos ni un centavo.

Con un argumento que ni con losantos falla, Julián se presentó con s

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 695/862

hermana.Toma estos centavos para que t

compres botines y ropa. El negoci

viento en popa como ves. Me voy México a darle otro empujón a nuestrasunto. Y mientras ve arreglando ecambio de tus tiliches. Busca buena casen el centro. Quiero que, a mi regresodejemos inmediatamente este mugrero.

Se rascó la espalda, donde u

díptero estaba certificando con la mayooportunidad su queja.Refugito, con cien pesos en l

mano, seguía dudando. Miraba a Juliá

con ironía compasiva. Conocídemasiado las fanfarronadas de suhermanos. Y Julián encontró esa mismnoche la oportunidad de demostrarle qu

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 696/862

no estaba equivocada.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 697/862

XV

FUE EN   El Barrilito.  La primera dcompromiso, la segunda dagradecimiento y luego una copa tra

otra «por el gusto de habernos vuelto ver». Y estaba la conversación muanimada cuando aparecieron la

supremas autoridades, el presidentmunicipal, el delegado de la NacionaAgraria y el comandante de la policíapidiendo cerveza. Don Jesusito, Pachit

Martínez su inseparable, un sujeto priet

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 698/862

 de gruesos belfos al que llamaban doMelitón, presentaron sus respetos; perJulián, no obstante que el viejo Ramíre

e hacía señas para que se acercara, sabstuvo de hacerlo. Había reconocido Gertrudis en su rostro lampiño, en spelo arisco, indómito y en su bajestatura. El presidente municipaTomaron su cerveza y se despidieron eseguida. Don Jesusito dijo:

 —¿Te fijaste en el de la bocchiquita? Pues ése es el Fruncido

delegado de la Comisión NacionaAgraria. Pero no me hiciste caso.

Poco después Julián comenzó a vedoble y a sentirse aligerado del cuerpocon treinta años menos a cuestas, y gritó

 —Los de San Francisquito m

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 699/862

vienen guangos. Y se los digo con todel gaznate para que nadie se llame engaño. Vengo a poner la muestra d

cómo han de fajarse los hombres lopantalones a todos estos viejos bolsasCon razón les quitaron lo suyo y n

siquiera las manos metieron! —Poco a poco, Julianito: una cos

es tío Domínguez y otra no la ch…Pachito Martínez, entusiasmado, s

arriscó el sombrero, mascó chicle escupió. Soltó dos roncas insolencias gritó, como en el palenque, que todo emundo abriera ruedo.

La actitud de los dos viejos con supiernas tiesas y chuecas, abiertas y eguardia, como gallos en la rayaprovocaron la hilaridad contenida de lo

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 700/862

circunstantes. Pero el Mocho  les frustrel espectáculo. Cuidadoso del prestigide su establecimiento, medió entre ellos

os apartó, los desarmó con palabraamables, y Pilatos, a señal suya, sacó Julián por el pasillo a una mesa dehotel, donde lo dejó sentado.

Cuando despertó, despegándose lopárpados, cegado por el sol que entrabde lleno por la ventana, se qued

sorprendido: su cama, la casa dRefugito y Refugito en personremendando los calzones de manta comás agujeros que un cedazo. ¿Quién m

rajo? ¿Cómo? ¿A qué horas?Refugito lo oyó removerse en l

cama, dejó su costura, se levantó dpuntillas y salió a la calle con u

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 701/862

canastito y dentro una olla de barro una servilleta de manta.

Se ha vuelto a enojar. Primero po

sus santas reliquias, ahora por lo danoche. ¡Sea por Dios! No tengremedio.

De repente le pasó por la mente ungrave sospecha. Precipitadamente sevantó y se puso su ropa, húmedodavía de vino y de lodo. Hurgó lo

bolsillos, los volvió al revés y, eefecto, de los quinientos pesos dpréstamo no le quedaba ni un centavo¿Ebrio tirado?

Refugito lo encontró absortosentado al borde de la cama, en camiset  calzoncillos, mirando los ladrillos

Acercó la mesa, puso sobre ella un

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 702/862

servilleta, un plato hondo vidriado, dentro vertió el menudo, media pata dres, pancita achinada y menudencia

nadando en caldo colorado de chileoloroso y vaporizante.

 —Hermanita, eres una santa… —lbrillaban los ojos, y las alas de la narise dilataban con deleite.

Refugito puso las tortillas calienteenvueltas en otra servilleta.

 —Y si fueras a la esquina pomedia «negrita» de mezcal ni por lalamas del purgatorio pasarías.

La emoción y la crudez ponía

emblor en su voz. —Come y calla.Como trapo mojado sintió en l

boca la pancita de res. Dijo que mejo

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 703/862

esperaría hasta que viniera el mezcal.Refugito volvió con media botella

Julián la tomó con avidez, la hiz

gorgotear en su garganta, poniéndola eseguida sobre la mesa con un gesto dbeata satisfacción.

 —Vicio, lo que se llama vicio, no tengo. Una hora mala como puedenerla hasta el Santo Padre.

 —No digas tonterías.

Dejó los platos limpios, volvió su cama y de nuevo se quedó dormidoRefugito fue a  La Palestina  a pedirabajo. Así lo hizo cuando, despojad

de sus bienes, se quedó sola en emundo. Aunque mal pagado, encontrahí con qué comer siquiera. Hasta que sprimo Pablo, «mi Pablón», la asoció a

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 704/862

negocio de venta de huevo y pollos quenía en la capital. Su vida siguió en l

pobreza, pero con menos fatiga. Co

Julián el gasto habría de doblarscuando menos. Le ofrecieron en  L

alestina  trabajo en costura de ropa dmunición muy mal pagado. Regresó a scasa abatida y desconsolada.

Julián estaba pasando y repasandcon la plancha su pantalón de casimir

extendido sobre una tabla entre dosillas, levantando leve nubecilla dvapor. Pero hacía una y pensaba otra. Everdad era una maraña en la cabeza d

don Jesusito, quinientos pesos prestado  evaporados, Chon Ramírez y lanjurias a los de San Francisquito.

 —Estoy arrepentido de lo d

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 705/862

anoche, Refugito. —No se te echa de ver. —Pero más que eso lo que me tien

preocupado es que antes sólo con lovinos corrientes se me iba la cabeza…¿Será la edad?… Lo que fuere; ahora lque pasó voló y me quedan más firmemis buenas intenciones.

 —De buenas intenciones estáapretados los infiernos.

 —Voluntad tengo y me sobra cuando digo no, es no. —Y cuando dices sí, es no también —¡Ya!… Te estás poniendo otr

vez carrascalosa. Punto final. ¿Te hdicho que nuestro negocio va por buecamino?

 —Tan bueno, que si sigues por é

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 706/862

vas a dar pronto con otro mejor…: ecamposanto.

 —¿Tan mal me ves? ¿O quieres n

más picarme la cresta?Levantó el pantalón, lo extendió d

nuevo, marcó el doblez y en seguida comucho cuidado lo puso a los pies de scama.

 —¡Te juro que ésta fue la última! —¿De la semana?

Puso el saco sobre la tabla biedesplegado, hizo un buche de agua sopló sobre él una finísima llovizna.

 —Hablar claro es honrado. Si e

casado por equis causa falta una semano un mes a su casa, está bien… ¿El quno tiene obligaciones de familia?

Levantó la plancha de las brasas

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 707/862

a hizo dar un chasquido con el extremde un dedo mojado.

Con disimulo, como si buscara alg

perdido, se acercó a la alacena, sacó lbotella y dio buen trago.

 —Uno no quiere, pero le cargan lmano y ni modo.

Siguió hablando solo y planchandosin enterarse de que ya Refugito estaben la cocina.

Desde ahí oía su interminablmonólogo. Seguramente el silencio lhacía daño. Necesitaba aturdirse con supropias palabras. La verdad pugnab

por salir y él la estrangulaba porque lenía miedo. Necesitaba que el mund

girara al revés para satisfacción de suanhelos. Pero era incapaz de revelar es

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 708/862

ucha interior ni a su propia hermanaMenos que a nadie, a su hermana. Nuncun Andrade descendió de su empíreo d

omnipotente macho a compartir suntimidades con un espíritu inferior. Sea amante, sea la esposa, sea la herman aun la misma madre, es una mujer. Y l

mujer, sea quien fuese, nació destinada servir a su dueño y señor.

Pero si él tuvo miedo, también ell

uvo miedo: se tuvo miedo. Se habídisciplinado y había aprendidsobriedad y equilibrio; pero de esmodo soterraba en lo más hondo

enebroso de su alma fuerzas que eciertos momentos irrumpían en formmpetuosa y de una violencincontenible. ¿Quién era la real hija d

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 709/862

os Andrades y hermana de loAndrades? Si se hubiese atrevido formularse esta pregunta habría tenid

que confesar la marca indeleble de sestirpe. Si en su adolescencia, casi en sniñez, se hizo respetar y temer de spadre y de sus hermanos, era sólporque ellos se admiraban a sí mismomirándose en aquel espejo. Luchaba coellos de igual a igual y, cuando no lo

vencía con su brazo, los hacía correr mordidas y arañazos. El cambiprofundo en sus costumbres y manerafue el fruto de la dulzura de su madre a

educarla y más tarde a los golpenterminables e incesantes de l

pobreza, el cambio brusco de un mundde comodidades y de vida desahogad

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 710/862

al del trabajo rudo y perpetuo. Y aslegó a creerse liberada de esa herenci

pesada. La oración y el trabajo hiciero

que sus arrebatos fueran cada vez máraros y fugaces. Y ella abrigaba lesperanza de que sus muchos añoacabarían de hacer la obra.

Vagamente percibía el estado dnquietud de su hermano. Por más que l

amara, no podía engañarse respecto a l

que había en él de falsedad e imposturai por un instante se llegó a arrepentide haberlo recibido en su casa; más aúnenía la íntima convicción de que tení

derecho a ello. Es verdad que la entradntempestiva de un elemento heterogéne

en su vida de orden, economía, quietud rabajo, significaba una profunda fisur

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 711/862

que ella y sólo ella debería apresurarsa llenar; pero si eso la turbó en loprimeros momentos, del templo adond

fue a orar, como a diario lacostumbraba, salió con una nueva luen el alma; un cariño revivido quaceptó con alegría, como un objeto máde sus afanes, con la dicha dcompartirlos con él.

Cuando Julián acabó de planchar s

raje, lo puso a secar al sol, sobre erespaldo de una silla, luego se acercó a puerta de la cocina y dijo:

 —Nos vemos, Refugito, voy

desoxidar las bisagras. —Dios te acompañe.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 712/862

XVI

JULIÁN  fue a buscar a don Jesús pardarle una satisfacción. Se entretuvbobeando por los puestos del mercad

al aire libre, esperando que el viejsaliera de su casa. Hizo preguntaociosas a los vendedores sobre precio

 calidad de los artículos, no sin oír drepente alguna respuesta grosera. Uno dos contertulios de El Barrilito lo invit

a tomar una copa.

 —No, che, tengo una cita.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 713/862

Todavía no podía libertarse dciertos vocablos exóticos. Primero pohábito, pero después porque creía qu

con eso se daba más pisto, aunqualgunos se reían de él.

Cuando vio al viejo don Jesús bajun arco del portal, saliendo a la aceradespernancado, meneando la rabadillacorrió a alcanzarlo.

 —Lo estoy esperando, do

Jesusito. —¿Para qué soy bueno? —Yo no sé qué revoltura m

sirvieron anoche en  El Barrilito,  perd

a cabeza y parece que hice algunabarbaridades…

 —No te apures, los de tu familiasí fueron siempre. Y ya nos vemos; vo

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 714/862

a la estación a documentar un carro dfrijol a México.

 No cabía duda: el viejo estab

resentido con Julián. —Si le falté al respeto, esto

dispuesto a darle una satisfacción…Sobre todo después del servicio tagrande que le debo.

 —Te digo que no te preocupes: socosas de la borrachera que a todos no

suceden. —Quiero acompañarlo algunacuadras.

Hicieron las paces, caminaro

brazo a brazo y Julián juró que nvolvería más a la cantina, que aparte dque el alcohol empeoraba su ya malsalud lo perjudicaba en sus negocios.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 715/862

 —Tampoco las exageraciones sobuenas. Tomas la copa con tus amigos si no dejas que se te pase la mano, est

bien. Y…Con poco se contentó el viejo

arrestos de aquellos caballistas de antede la revolución, que a balazos saldabasus cuentas, eran ahora cosa de historio de leyenda. Como los perros viejosos viejos no más se enseñaban lo

dientes. —Yo de mi cuenta te digo quvicio, lo que se llama vicio, no lo tengo cuando digo no, no.

Julián pujó: sus mismas palabras eboca ajena le sonaban mal.

A poco andar se despidisatisfecho de haber contentado al amigo

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 716/862

 —Hoy por la noche salgo a Méxica tratar mi negocio con el general Garcídel Río y de paso le hablaré de lo d

usted: que le devuelvan siquiera ecasco de la hacienda del Refugio que lpertenece conforme a las nuevas leyes.

 —No te preocupes por eso. Mgusta la calabaza pero nunca me como ecasco. Ve con Dios.

Lo que no dijo Julián fue que iba

recoger los centavos que su primPablo, muerto de repente e intestadohubiera dejado.

Chon Ramírez estab

documentando el carro de frijol de su tídon Jesusito, cuando éste entró en edespacho de express y carga de lestación. De codos sobre la mesa

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 717/862

charlando desapaciblemente con el jefferrocarrilero, estaba el Fruncido.  DoJesusito se acordó del asunto que Juliá

habría de tratar con él y se lrecomendó.

 —¿Quién es él? —preguntó e

runcido  con la indolencia que le erpropia.

Precisamente Chon Ramírez lpuso el sobrenombre. El Fruncido  tení

un costurón en la cara y al hablaparecía que le estiraban una jareta en lboca. Su apellido era Aguilar; ercapitán y jefe de destacamento local

delegado de la Comisión NacionaAgraria. Chon Ramírez, plegando codureza el ceño, le quitó la palabra aviejo:

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 718/862

 —Mi tío es de buen corazón —dijmirando fijamente al  Fruncido—  recomienda a Satanás… ¡Pregunte

cualquier viejo nativo qué clase de gentson los Andrades, mi capitán!

 —Cierto —respondió el jefe destación, que era uno de esos viejos—Lo que dice Chon es verdad. DoJesusito es hombre bueno y por eso…

Le palmeó la espald

cariñosamente. —Tenía una querida el tal JuliánSi mal no recuerdo de nombre MarcelaLa cosa hizo mucho ruido. Se le fug

con el caballerango; a éste lo hizdesbarrancar del cerro y a ella le dejuna daga en el pecho.

 El Fruncido  levantó la cabeza

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 719/862

frunció la boca e hizo brillar sus ojos dobo.

Chon Ramírez, con extrañ

apasionamiento, hizo una larga relacióde la vida de Julián Andrade y de las dsus hermanos: raptos, violacionesasesinatos, peleas a balazos con lorurales.

 —¿Y el gobierno? —preguntó e

runcido,  que escuchaba con el interé

más vivo. —Para todos tenían. Todo lpagaban bien: autoridades políticasueces, jefes de acordada. A veces habí

alguno que no era de venta y lzampurraban en la cárcel; pero prontsalía el dinero para comprar los pollomás gordos y de nuevo salían a da

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 720/862

guerra con más ganas. —Mi sobrino dice la mitad de l

verdad… No eran no más lo

Andrades… —Yo haré cuanto pueda por s

recomendado, don Jesusito —dijo e

runcido.

Y Chon Ramírez y el Jefe dEstación no hallaban qué cara poner.

Porque el Fruncido  era el hombr

más adulado y aborrecido del pueblonsolente, vulgar y brutal, hacía deshacía en San Francisquito. Llegó dfuera impuesto por el gobierno y pront

se supo que era tan ladrón como asesinoPonía a prueba la paciencia depresidente municipal, que a su pesaoleraba sus arbitrariedades. Su egoísm

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 721/862

  crueldad con sus víctimas hacícontraste con la generosidad y buecorazón de Gertrudis, adorado por e

pueblo por los beneficios quconstantemente le hacía.

Julián partió rumbo a la capital Refugito a  La Palestina  a recogematerial para coser ropa de mujer y dniños a destajo. De los cien pesos qusu hermano le entregó pomposamente, n

e quedaba nada: había tenido que darla mitad para su viaje. Lo grave del casfue que el trabajo era mayor y lafuerzas habían bajado mucho. L

sorprendía el primer canto del gallodavía con la aguja en la mano, duros

ardorosos los ojos. Se consoló pensandque todo se debía a haber perdido l

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 722/862

costumbre y que pronto trabajandmenos ganaría más. Un sábado en lnoche, después de entregar su costura

entró a la parroquia a sus rezos dcostumbre. Abrió los ojos en su casasin saber qué había ocurrido. Dovecinas la estaban atendiendo y supque la habían traído del templo sisentido. Un vértigo.

Le aconsejaron una Singer.  E

rabajo se aligeró, pero más smermaron sus entradas con el abonsemanario de la máquina. Y esperanda vuelta de Julián —hacía dos meses n

enía noticia de él— mayormentaumentaba su pena. Julián había entraden su vida y se integraba con la suya. Eviejo sentimiento del deber arraigaba e

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 723/862

su alma tan hondamente como todo lque formaba su férrea contextura. Yvieja, solterona, en lucha despiadad

con la vida, había pasado indemne de ledad crítica, absorbida totalmente por erabajo y la pobreza. Su educació

cristiana, el recuerdo perenne de smadre y su espíritu un tanto masculino lsalvaron del duro trance.

Su experiencia, tan dolorosament

conquistada, la hizo comprender desdel primer momento la tragedia de shermano, desbordante de esperanzas lusiones de lo más absurdo. Se l

advirtió y sólo lo irritó más. Esperó quhiciera su obra lenta pero irreversibleEn vano. Del Julián joven, impetuoso emerario, no quedaba ni sombra, e

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 724/862

decir, quedaban las palabras y laambiciones. Pero la inminencia dedesengaño la inquietaba de día y d

noche por sus consecuencias.Contra su voluntad, cediendo a l

nsistencia terca de él, vendió el avío dsu negocio de aves. Antes de decidirse buscar trabajo otra vez, sólo por dahoras de gusto a Julián, gastó los pocoahorros que conservaba en resanar

blanquear la casa; con sus propiamanos, a fuerza de escobeta echuguilla dejó los ladrillos rojos

relumbrosos. Se esmeró en cocinarl

platillos rancheros que él saboreaba codeleite. Y así, haciendo milagros deconomía y con otras privacionesconsiguió que sus mejores horas en e

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 725/862

pueblo fueran las que ella le daban en lcasa. Sólo ella sabía bien que aquellsituación era ficticia. Era como l

piadosa mentira con que los familiarede un enfermo desahuciado, que no salivia ni se muere, se están consolandconstantemente. Sin valor parenfrentarse con la realidad, se agarran a más falsa de las esperanzas: qu

mañana sea igual a hoy y a ayer, por lo

siglos de los siglos.Entonces fue cuando con máfervor iba a la iglesia a pedir a Dios qusacara con bien a su hermano de

errible trance que se acercaba.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 726/862

XVII

CON EL  tiempo y la distancia es fáciformar proyectos que se derrumbacomo castillos de naipes en l

proximidad inmediata de personas cosas. Cuando Refugito, rendida de lmáquina, rota la cintura, adoloridos lo

brazos y las piernas, hueca la cabezaapagaba la vela y se salía a tomar airfresco al quicio de su puerta, el silenci  la soledad de la calle le permitía

concentrar todo su pensamiento e

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 727/862

Julián. No sabía nada de él, pero no lextrañaría verlo de un momento a otroos Andrades partían de su casa y jamá

escribían o hacían saber algo de ellos sus familiares, por más tiempo quduraran fuera. Pasaba largas horaformulando planes para regenerarlo poos medios más suaves y convincentes

El fin debía ser —y esto erncuestionable— encontrar un trabaj

proporcionado a las escasas fuerzas que quedaban, sin estar con la esperanzde retornar a su vida de ricos, que era lmismo que pedir al tiempo qu

retrocediera. Retirado de las amistadepeligrosas y fortalecer sus buenantenciones convirtiendo palabras e

hechos. Buenas intenciones tuvo tambié

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 728/862

su padre don Esteban cuando se hizviejo; se hizo devoto, la DivinProvidencia no se le caía de la boca, ib

a misa y cuando alzaban se daba sonorogolpes de pecho, besaba la tierra y cogran dolor de su corazón se arrepentíde sus pecados. Pero jamás dejó títercon cabeza hasta el día en que se quedhemipléjico y afásico, clavado en uequipal por el resto de su vida. Pero s

enía poca esperanza de que la edad os porrazos recibidos en su vidaventurera fueran un dique para suapetitos concupiscentes, sí confiaba e

que por la intercesión de Nuestra MadrSantísima del Refugio se le haría emilagro.

Absorta en esas meditaciones vi

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 729/862

de pronto un bulto que doblaba lesquina y tomaba en dirección de lcasa. Se incorporó alborozada. No s

engañó; era él con su veliz en la mano algunos otros paquetes.

Se dieron un efusivo abrazoEntraron y ella encendió la luz y dijque iba a prepararle su cena.

 —No, espera. Quiero desde luegdarte una sorpresa: aquí tienes tus santa

reliquias… Oro de 22 quilates.Refugito tomó el estuche con pocentusiasmo y dudosa fe. Pero nadobjetó.

Bien afeitado, reluciente ldentadura, vistiendo el traje charrcortado por don Rosalío, al que poapodo llamaban la Muerte,  y que po

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 730/862

más señas estaba tísico (en un pueblo srepiten las características de cadvecino en forma inmutable y por lo

siglos de los siglos), risueño como si shubiera quitado veinte años de encima.

Cenó, se quejó del cansancio decamino, dejando pendiente la relacióde su viaje a otro día.

Y al otro día le dio un billete de cinco pesos y le dijo:

 —Mientras vas a comprar un buechocolate de metate y bizcochos finoso enciendo y soplo la lumbre. Veng

muy otro, lo verás.

Y así lo encontró a su regreso de lplaza, soplando la lumbre y sin volver lcara.

 —Pues sí, señora doña Refugito

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 731/862

vamos a comenzar una nueva vida. Sacabaron las parrandas, borracherasmujerzuelas y berrinches. ¡Así como l

está oyendo!Refugito lo apartó del brasero, si

comentar. —El bruto de mi Pablón trabaj

como los burros tantos años pareconomizar una bagatela. ¡Mil pesos centavos! Y se ponen muy ancho

cuando dicen: ¡Vivo de mi trabajo! Ysudando y pujando se mueren como él.Fue como ducha helada para lo

santos proyectos de Refugito.

Se alejó a desempacar lo que habíraído, mientras ella hacía el chocolate.

 —Te traigo unos zarcillos de ágatengarzados en oro. Una estampa

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 732/862

colores de la Virgen de Guadalupe muchas reliquias y cosas que a ti tgustan mucho.

También él quería adivinarle epensamiento.

Lo llamó a desayunarse y, aunqucon mucho desaliento ya, le dijo:

 —He meditado un proyecto que sú lo aceptas nos salva.

Se sonrió: las mujeres siempr

daban en lo peor, cuando se metían enegocios que no fueran los de atender scasa.

 —Es trabajo adecuado a nuestr

edad y a nuestras fuerzas. Lo conozco con la ayuda de Dios nos saldrá bien. Eiempo ya de que sientes cabeza.

 —Me parece estar oyendo a m

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 733/862

santa madre. ¡Dios la tenga en el cielo¿Qué es, pues, lo que has pensado?

 —Reorganizar simplemente e

negocio que me dejaba para comer siener que afanarme tanto como con l

costura.Julián acabó de sopear el sabros

chocolate con bizcochos de huevo dijo:

 —No hay que ser tan pesimistas

i tú ni yo estamos tan viejos, lo quenemos es mal cuidados. Comiendbien y tomando buenas medicinas verácómo nos pondremos.

 —Más falta que medicinas nohace la ayuda de Dios. Te voy a llevar a parroquia a que juntos le pidamos po

nuestra salud y porque nos ilumine e

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 734/862

entendimiento. —Mira, no soy ateo ni necesito qu

me recuerdes mis obligaciones.

 —Sólo quiero tu bien. —Me acuerdo de que mi difunt

padre decía que eras la más viva de lfamilia. Pero, no te ofendas, en cuestióde negocios, los hombres. Tú tienes tproyecto y yo tengo el mío. Y lo tengan bien estudiado, que si un ingenier

uviera que revisarlo, verdad de Dioque no me daría vergüenza.Levantó el extremo del mantel

sobre la tabla de la mesa extendió un

hoja de papel. Sacó su pluma fuente de res cincuenta de  La Princesa  y trazíneas y garabatos, puso letras y cifras, a vez que le explicaba.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 735/862

 —Vamos, pues, al costo: poreparación de dos piezas adondmeternos de pronto, ponle dosciento

pesos. Para semilla de alfalfacompostura de la noria y compra de ucaballo o macho viejo, cualquier cosa en un descuido hasta me los fían. Buenoponle ahora cinco vacas paridas, upeón para que las ordeñe, les echpastura y las saque al campo, otro par

que lleve a San Francisquito la leche…Claro que con la leche misma se pagodo y nos sobra! Veo que no crees l

que te estoy diciendo y hasta como qu

e quieres reír. ¡Lo que te he dicho! Lamujeres no entienden de negocios. Fíjaten que ya pasó el tiempo del latifundioLas haciendas más grandes han sid

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 736/862

repartidas. En México, que estaba muatrasado, se ha aprendido mucho en mupoco tiempo. Hoy no queremos grande

extensiones de tierra, sino poca tierrbien trabajada. ¿Comprendes? Tquieres mejor una buena vaca y lexprimes hasta la última gota de lecheAlfalfa, maíz, frijol y si se puede hastalgo de hortaliza. Podemos cultivadurazno, granada, higo, membrillo

ejocote y una porción de árbolefrutales, sólo con tener unas cuantahectáreas de tierra y agua…

Lo oía como el espectado

ndiferente al asunto que el actor estrepresentando con mucho entusiasmo.

 —Y como con la pura leche hemode sacar los gastos, el mejor día t

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 737/862

compro un automóvil de segunda manoe enseño a manejar y puedes venir a

pueblo a oír tu misa los días de fiesta.

 —¡Dios te haga un santo! —¿No lo crees? —Tú, mi padre y mis hermano

nunca supieron más que de criadero dcaballos finos y de jugar carreras.

 —Pues eso es mucho más difícil…Magueyes y nopales abundan en la mesa

o habrá día en que nos falte algo parrefrescarnos la boca; hoy un cantarito dpulque, mañana una olla de colonche…

 —¿También te devolverán la mesa

Julián no entendía de bromas ahora de viejo solía emborracharshasta con sus propias palabras. Dio ugruñido, tomó el sombrero y sali

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 738/862

furioso, dando un portazo.Encontró al delegado de l

acional Agraria en la comandanci

militar en descansada charla con doGertrudis. Parece que no repararon eél. Siguieron hablando de terrenoabandonados que el Fruncido  se queríadjudicar. El presidente municipal laseguraba que eran tierras buenas de posí, descansadas por muchos años, y qu

el dinero que invirtiera en ellas se ldevolverían en la primera cosecha. —Todo es cosa de que levante e

reborde de la presa y riegue alguna

fanegas de labor para hacerse rico.La cosa le andaba muy de cerca

Julián y de buena gana hubiera queridmeter también su cuchara, pero ellos l

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 739/862

estaban demostrando que era un doadie en el pueblo. Dos veces habí

saludado sin obtener contestación.

 —Lo único que hay —dijo doGertrudis— es que el dueño tienmuchas influencias y puede armarle uío, y si se lo propone hace que hasta e

destino le quiten. El Fruncido acababa de tomar co

ndolencia el oficio que Julián le alargó

cansado de esperar. —Si cuento con usted, doGertrudis, como presidente municipano habrá problema —dijo leyendo e

papel y devolviéndoselo a Julián simirarlo: —Vuelva mañana, ahora estomuy ocupado.

Julián se quejó con Refugito de s

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 740/862

mala suerte. Estaba haciendo milagrode continencia y de nada le valían. Laautoridades son muy apáticas y a todo l

ponen plazo.Ella se afligió mucho cuando l

nformó que la resolución de su negocino dependía de don Gertrudis, sino deefe de armas, a quien llamaban e

runcido.

 —Es mal hombre, y yo que t

dejaba eso por la paz. Oye mi consejo vamos trabajando. —Habla de lo que entiendas. —Recuerda que los Andrades n

dejaron buenos recuerdos en SaFrancisquito y no nos quieren…

 —¡No me digas más! Lo qusucede es que la gente no es la misma

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 741/862

a los Andrades nadie nos respeta porquno nos teme… porque como aquí ldicen… ¡no soplamos!

Estaba una vez más ebrio de cóler se aturdía con su misma voz:

 —Pero… ¡cuidado!… Este viejchueco y arrugado puede acordarlequiénes fueron y quiénes son loAndrades. ¡Te lo juro!

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 742/862

XVIII

E N EFECTO, los Andrades no dejaroamigos, sino malas ausencias. El desairque el delegado de la Agraria y e

presidente municipal hicieron a Juliárascendió en seguida. El puebleriniene un olfato finísimo y es bastant

adino para adivinar que el que da uresbalón no encontrará una mano que layude a levantarse, si no es pariente amigo. Don Gertrudis se lo contó a

ocho, el Mocho a don Jesusito; éste

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 743/862

Pachito Martínez y Pachito Martínez cuantos quisieron oírlo.

Entró a la cantina, adusto

sombrío. Hubo siseos y murmuracionesordas que se apagaron al instante. Evocerío, las risas y chanzanterrumpidas volvieron con má

entusiasmo. Nadie lo invitó a tomar lcopa, nadie le dirigió la palabra. Juliápensó que tomaban venganza y que s

reconciliación con don Jesusito habísido comedia.Pidió una doble de tequila,

reparando en el Fruncido que estaba a

otro extremo del mostrador con otroconcurrentes, dijo al  Mocho  que sacercó a saludarlo:

 —Ese desgraciado, cara de pa

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 744/862

crudo, hace que se me retuerzan laripas. ¿Tienes algún remedio para eso

—dijo poniéndose la diestra en l

cintura.Don Jesusito, alarmado, le advirti

que el delegado de la Agraria era cosseria y mejor sería que no scontrapunteara con él.

 —Si le da susto por el dinero que debo —respondió Julián con altanerí

— aquí lo tiene desde luego.Don Jesusito no se alteró por lamalas maneras de Julián y le brillaroos ojos viéndolo sacar la cartera. Abri

a mano para que le contara sus billetesdiciendo que ni por pensamiento habíntentado cobrarle, pero el dinero nunclega en mala hora a la bolsa.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 745/862

 —Y si te digo que no tcontrapuntees con el Fruncido es porqume prometió ayudarte.

Julián bruscamente cambió de gest  hasta rogó al viejo que lo presentar

con él. El Fruncido  le estrech

cordialmente la mano. Pero la suya eruna mano huesuda, húmeda y viscosque daba asco y horror. Animal d

sangre fría, despertaba en el acto unrepulsa irresistible. —Supe que me habló en l

comandancia, pero como yo no l

conocía ni me lo presentaron… Buenoeso ya no tiene caso. ¿Conque usted ede los famosos Andrades de la haciendde San Pedro?

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 746/862

 —De las Gallinas —gritó efalsete uno de los circunstantes, perdidentre la multitud.

Julián se puso verde, adivinó dquién venía la injuria, pero como la vose perdió en la guasanga y el Fruncid

no dio señal de reparar en ella, tragsaliva y se hizo el sordo.

 —Sé que viene a buscar tierras drabajo. Es muy fácil: usted fu

revolucionario y como veterano de lrevolución tiene derecho… Yo le ayudoLo dejó con la boca abierta. Juliá

no sabía que hasta los que tiraro

cohetes a las tropas de Villa o dCarranza en triunfo ingresaban com«veteranos de la revolución».

 —  Mocho, favor de dos coñacs.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 747/862

 No importaba que de la herencia shubiera gastado más de la mitad. SaPedro de las Gallinas volvía a ser suyo

era suyo. —Véngase por acá —dijo e

runcido, llevándolo aparte a una de lamesas en el corredor del hotel—, a mme simpatizan los que no tienen miedde que los muertos se les aparezcan.

Su risa fue helada y macabra:

 —Conozco su historia…Pilatos vino a servirles. Juliápidió dos coñacs.

 —¿Qué proyectos tiene?

 —Mi negocio es fácil: desazolvaa presa, levantar el borde, alquilar un

o dos tractores para desmontar y abriierras nuevas.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 748/862

Hablaron y tanto se entusiasmó e

runcido  en el negocio, que contra scostumbre fue él quien pagó el consumo

 —Le he prometido ayudarlo —dijdespués de permanecer todavía frente a mesa en actitud meditativa—, per

hay muchos chismosos que puedeacusarme de cohecho. Necesitamos derceros y dar algunas «mordidas».

 —¿Cuánto? —preguntó Juliá

clavándole los ojos como para penetraen lo íntimo de su pensamiento.A su vez el Fruncido  hubier

querido escudriñar cuánto llevaba Juliá

en la cartera: —Digamos, cinco mil pesos…

digo… es un decir. —En mi derrengada vida me h

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 749/862

untado jamás con tanto dinero. Digomientras la hacienda no vuelva a mimanos…

 —Pongamos mil para comenzar… —Pongamos trescientos cuarenta

cinco, que es lo que me queda comcapital —dijo Julián volcando sobre lmesa los billetes que restaban.

 El Fruncido los tomó con avidez e dijo que le garantizaba el éxito de su

gestiones.Volvieron brazo a brazo a lcantina y los contertulios se humanizarocon Julián. Pero el Fruncido  pronto s

desentendió de él. —No se fije —le dijo el Mocho —

así es.Julián aceptó cuanta copa l

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 750/862

brindaron y perdió una vez más lcabeza. Se acordó de Chon Ramírez gritó que muchas mulas se había

evantado con la revolución como lnmundicia cuando se revuelve e

charco.Pachito Martínez se acercó a

runcido:

 —Lo dice por don Gertrudis, qufue de San Pedro. Hijo de alguno de su

peones.Y Julián como si le dieran cuerdahasta que el Fruncido  mismo se lencaró:

 —Don Gertrudis es mi amigo —dijo lívido y descompuesta la cara.

 —No le haga caso, mi capitán; Julián el vino lo vuelve loco —dijo do

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 751/862

Jesusito interviniendo en la disputa. —El que está loco es usted, viej

bolsa. Yo no peleo contra el capitán, qu

es mi mero amigo y número uno aquí en tierras de mecos… Lo digo por otrofacetos que esconden el bulto…

Don Jesús Ramírez obligó a salir su sobrino, que ya había asomado lcabeza dispuesto a aceptar el retoLuego hizo una seña al  Mocho.  Ést

comprendió sin más. Hizo que Pilatolevara un tendido de copas y cohabilidad puso en la mano de Julián lque le había preparado. Y todo result

bien porque a los cinco minutos squedó roncando y, cuando cerraron lcantina, Pilatos lo llevó en un cochecilldesvencijado, el único de alquiler, a

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 752/862

barrio de «los Turicates».Su discupa fue la de siempre: —Se me pasó la mano.

Y como siempre juró que nuncmás volvería a  El Barrilito.  Y pocfaltó para que ahora sí cumpliera suramento. Comenzó a tiritar con ta

fuerza que removía toda la cama, tuvretortijones, vómitos y amaneció cocuarenta grados de temperatura. Vino e

médico y dijo: infección intestinal, lpicoteó, lo puso a pura agua y poco faltpara que lo matara de hambre. Cuatrsemanas en cama y sin aliento par

evantarse. Don Jesusito fue a visitarlo habría sido un problema decidir quiéde los dos estaba más enfermoAbotagado de los pies, bolsuda la cara

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 753/862

os labios morados y la respiracióanhelante.

 —Ando también cayendo, Julianito

o más falta que Sanjuanita me lleve emédico y me quiten el trago. En menoque te lo cuento me mandan al otrmundo.

 —¿Lo oíste, Refugito?Los dos viejos estuvieron d

acuerdo. Julián declaró que si no habí

consultado todavía al médico para sureumas era por el mismo temor. —No más espero recobrar un poc

más mi fuerza para ir a San Pedro de la

Gallinas. —Yo creo —respondió do

Jesusito, ya levantándose pardespedirse— que lo mejor que puede

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 754/862

hacer es poner tu pensamiento en otrrabajo.

 —¿Lo oíste, Julián? —dij

Refugito a su vez.Julián refunfuñó diciendo que par

consejos con los que su hermana le dabenía y hasta le sobraban.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 755/862

XIX

DON  JESUSITO  le prestó un caballo pocos días después salió mápreocupado y pensativo que nunca, en u

buen cuaco alazán de suave paso. Suesfuerzos por apagarse la verdad eracomo las nubes que se aglomeran y s

ennegrecen para no dejar al sol asomasu rostro. Acto instintivo de propidefensa cuando se presiente que lderrota significa un derrumbamient

otal y definitivo. Quizás lo que más l

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 756/862

dolía era el hecho incontrovertible dque su apellido no decía nada. Y eso eanto como caminar con su propi

cadáver a cuestas. Si dejó de ser «efuereño» nada ganó con ser ahora uncifra más en las estadísticas del puebloEso determinaba en él un estado dconstante angustia, que con la privaciódel alcohol se le hacía insoportableQuería lo imposible: que los hombres

as cosas volvieron a ser como las habídejado. Viviendo en perpetua mentirasentía que la base sobre la que él mismse sustentaba se iba desmoronando.

Lo mismo que don Jesusito le dijel Mocho, al que fue a saludar de paso:

 —¿Qué va a hacer a la hacienda dSan Pedro? Quédese quieto en su casa.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 757/862

Es decir que todo el mundo sabío que él se había obstinado en ignorar.

Dentro de breve tiempo sus ojos s

verían obligados a contemplar una luan viva que lo dejarían ciego.

Ensimismado, llegó más pronto do que pensaba a sus antigua

propiedades. Pero al reconocerlaencontró cosas que no existían en sprimer viaje. Sobre las viejas ruinas d

a casona, ahora brillaba al sol un murrecién encalado. Minúsculos bultitoscomo hormigas arrieras, subían bajaban. ¿Albañiles?

Avanzó, traspuso el mezquital bruscamente aparecieron, como negras enormes orugas, dos tractorearrastrándose pesadamente en un vast

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 758/862

erreno al costado poniente de la casauno de los potreros totalmente invadidpor huizaches, garabatillos, chicalotes

nopales. —¡El potrero de la Tinaja!Escupió una maldición, hinc

espuelas y a gran trote se acercó a lcasona. Cerca de ella se levantaba undensa humareda del horno dondquemaban ladrillo. Estaban levantado

a los muros de la sala y de dorecámaras y había zanjones abiertopara cimientos nuevos.

Al ladrido ronco del perro viej

salió la mujer de Pomposo. —Pomposo no está en la casa —

dijo como si gruñera. —¿Por orden de quién la está

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 759/862

reparando? —Vino un señor de Sa

Francisquito plegado de la boca…

ése… —¿Qué sabes tú? —la regañó l

mujer, haciéndole señal de que smetiera en el jacal.

Su silueta de terracota y su voz dcristal no hicieron mella en JuliánApagados sus fuegos de tenorio, porqu

otros lo estaban consumiendo, apenareparó en la pequeña Marcela. —Pomposo anda con los tractore

—dijo la mujer ansiando que el viejo s

alejara—. Él sabe lo que sucede.Azotó el anca del caballo y di

media vuelta bruscamente en direcciódel potrero. De pronto reparó en e

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 760/862

sentido de las palabras de la chiquilllMarcela. Uno que tiene jareta en lboca. ¿El Fruncido? No es posible. N

o creo.¡Y no haber comprado siquiera un

pistola! —¿Conque siempre le cuadra l

ierra?Era él: su tez cobriza, sus diente

de elote tierno, su vozarrón y tono d

pazguato. Pomposo Fuentes, sobrino dPablo Fuentes, primo de MarcelFuentes. ¡Qué ganas de remachar coéste la cadena! ¡Desgraciados!

 —Mire: con otra helada prietcomo la de esta mañana queda la tierrcurada —levantó una mata de zacatóque el tractor acababa de arrancar co

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 761/862

as raíces intactas y se la mostró. —¿Tractores de dónde? —Gertrudis cumplió su promesa…

 —¿Y por cuenta de quién lcompostura de la casa? ¿También dGertrudis?

 —De otro que las puede —respondió con sorna—: el Fruncido.

Sintió un golpe de sangre en lcabeza, le zumbaron los oídos, pero fu

como relámpago y se sostuvo en smontura.Los tractores hendían la tierra si

prisas; sus agudos discos dentados s

enterraban haciendo gemir raíces erbajos, levantando burros de tierra

uno y otro lado en oleaje pulverulento continuo, dejando un terreno limpio

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 762/862

isto para laborarlo. A distancia sevantaban grandes humaredas de lo

montones de yerbas, malezas y raíce

quemadas.Julián torció la rienda y al paso de

caballo se levantó una parvada dordos y magalones que s

desparramaron poco adelante a picotearaicecillas y gusanitos.

 —Que Dios lo acompañe —le dij

Pomposo, respondiendo a un saludo qunadie le hizo, sonriendo con malicia degañán cachazudo.

El paisaje otoñal se diluyó en u

fondo sin color ni sentido. Julián nvolvió más los ojos a lo que dejaba parsiempre. Pomposo, con los belfoabiertos, lo vio desparecer en e

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 763/862

mezquital.Tres leguas sin pensar, sin sentir

sin querer. Entregó el jamelgo

enmudecido, sordo, ciego, mudo, volvia la casa de «El Turicate». Refugitoconsternada, lo comprendió todo. Averla, recobró el uso de su razón:

 —Un despojo. Lo sabrá el generaGarcía del Río. Te juro que esto npodrá quedar así.

Le espumarajeaba la boca como os perros rabiosos. A Refugito se larrasaron los ojos.

 —Dios nos ha de perdonar

hermano: hemos sido bien castigados. —Préstame cincuenta pesos —dij

a otro día, acabando de almorzar.Se fue a la calle e iba tan abstraíd

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 764/862

que no reparó en las gentes que lsaludaban a su paso. Pero al pasar pouna casa de empeño —anacronism

olerado en virtud de la omnipotent«mordida»— bruscamente se detuvo entró. De pronto había alumbrado udesignio en su mente.

 —Oiga, joven, enséñeme las armade fuego que tenga a remate.

Un chico mofletudo y sonrosado

carirredondo como niño de nacimientoe puso sobre el mostrador una escopetaveriada de la caja y una pistola dchispa.

 —Mire, cuate, no soy del tiempdel curidalgo ni la quiero para cazapatos ni tampoco voy a poner museo.

Y luego preguntan por qué será un

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 765/862

de genio tan pronto. ¡Desgraciadoshijos de un tal por cual!

El dependiente tenía unos ojo

vivos y picarescos de muchachbromista, pero el tono del viejo le dicuidado y, dejando de guasear, lo invita que entrara para enseñarle lo qumejor tenía a la venta.

 —¿Qué pide por esta mugre? —Colt   izquierda. Lo mejor de l

mejor. Con cien pesos se queda con ellaEs casi regalada. —Tiene buen mostrador, joven

pero cien almacigos de ch… es lo que l

doy por ella… Treinta pesos y hasta laganas le pago.

 —Sesenta, y ni una palabra más. —Pero ¿qué no mira que hasta e

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 766/862

cilindro tiene pegado?Regatearon mucho y se salió con l

suya, llevándosela por cuarenta y och

pesos. Rejuvenecido por la adquisició una doble de tequila, volvió a su cas

contento y decidor. Porque ahora lo qunecesito es cambiar de táctica.

Cuando Refugito volvió de la callse alarmó: Julián estaba muy atareadfrotando con una badana el cañón de

revólver que por el descuido y lhumedad estaba deslustrado. Nqueriendo revelar la inquietud que earma le despertó, Refugito se mantuv

en silencio. Pero cuando se sintirecobrada y dueña de sí, dijo:

 —¿Qué títere es ése? —Dicen que hoy los patos les tira

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 767/862

a las escopetas… quiero probar que laescopetas no han perdido la memoria.

 —¿Y tus buenas intenciones?

 —¡Pal chucho!… Para los demávalemos sólo lo que nosotros nohacemos valer… ¿entiendes?

Ahora, haciendo mover el cilindrodespués de aceitarla, la veía satisfecho.

 —El que ama el peligro en éperece.

 —Hombre prevenido, nuncvencido. —Deja esa arma —dijo mirand

que le metía los únicos cinco tiros de l

canana, y hacía girar de nuevo ecilindro.

 —Nunca te he contado miaventuras en Buenos Aires. Allá, com

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 768/862

en todo el mundo, hay malcriados…Aparte de que a mí siempre me hgustado hacer que nuestro apellid

suene…Tenía levantado el gatillo

apuntaba al techo. La bala rebotó en uadrillo estrellándolo. Refugito n

parpadeó siquiera. Se había manteniderguida e inmóvil. Julián dejó a un lada pistola y vino a darle un abrazo:

 —¡Legítima madera de Andrade—exclamó jubiloso. —¡Maldita la gracia que me hace

us travesuras!

 —Travesuras y no… Pueden sean grandes como la parroquia.

 —Dame esa pistola para guardarla —No. Las carga el diablo.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 769/862

Parsimoniosamente puso erevólver en la funda y con todo y lcartuchera la colocó sobre la repisa d

a Virgen del Refugio, cerca de unveladora luminosa y roja como corazósangrante.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 770/862

XX

ESA MAÑANA  Refugito hizo acopio dvoluntad y sentándose a un lado de éque acababa de vestirse para salir a l

calle, le dijo: —Aunque te falta valor par

confesármelo, yo sé que tu negocio est

definitivamente perdido. —Julián npudo tragar saliva porque tenía la bocseca. Sin perder su gravedad amableRefugito prosiguió—: Yo te comprend

  sufro contigo. Es muy doloroso ve

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 771/862

nuestras más grandes ilusionedeshechas; pero…

 —¿Pero qué?

 —No te enojes. Desde que llegastsabía lo que tendría que suceder. Ydesde ese instante le he pedido a Dioque me ilumine para ayudarte a salir deste duro trance…

 —¿Por eso, pues, adónde quieres ia parar con todo eso?

 —Soy la única de la familia que tquedo y no puedo querer sino tu bien, eso es todo lo que le he pedido al Cielo

 —Y bien…

 —Déjate ya de historias —dijbajando la voz atemorizada—, abre loojos a la realidad y…

 —¡Con un demonio, habla claro!

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 772/862

 —Vamos a trabajar. El negocio que he propuesto es muy sencillo, l

conozco y nada arriesgamos en él. Teng

a una persona que me facilita loelementos para comenzarlo.

 —No sé de qué negocio se trata. —Vas a México, alquilas una piez

como la tenía nuestro primo y yo desdaquí te mando la mercancía.

Echó una insolencia, estalland

como dinamita: —¡No más ésa me faltabaTerminar mi vida vendiendo blanquillo gallinas. ¿Estás loca?

Le temblaban los maxilares, lamanos y las piernas. Dijo una retahila dmalas palabras.

Refugito, sintiendo sublevarse s

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 773/862

sangre, lo contuvo: —Poco a poco… Cállate… Nadi

me ha faltado al respeto como muje

decente que soy… Menos he dolerarlo de ti… de un hermano que as

me trata en mi propia casa… —Sí, en tu casa… en tu casa… l

entiendo: quieres darme a entender quaquí estoy como un arrimado… que aqusalgo sobrando.

 —Si quisiera decirte eso, te lhabría dicho ya. He vivido pobrementea nadie le he pedido nada y he comido he vestido con el trabajo de mis manos

 decirlo no es hacer ofensa a nadie. —¿Y yo…? —Tanto derecho tengo yo como t

al dinero que recogiste de mi primo. N

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 774/862

e lo había pedido, pero ahora exijo qume lo entregues. Quiero mi parte parhacer con ella lo que me convenga.

Julián la oía abrumado, atónito. Shabía olvidado de lo que de medulahabía en su hermana. Atropellando lapalabras, respondió con grosería (a faltde razones). Dijo que el dinero que lhabía dado bien valía algunos platos dfrijoles acedos y tortillas duras. Furioso

omó su pistola, agregando que sargaría adonde nadie lo estuviersermoneando.

Refugito le arrebató el revólver

cogió a Julián por un brazo y lo empujcon tal fuerza que lo echó a la calle. Ellmisma se sentía otra: otra su voz, sactitud otra, otro su rostro y todo de un

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 775/862

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 776/862

a dejó en su petaquilla.Al anochecer se echó un abrig

deshilachado a la espalda y se fue a l

calle. No por razonamientos más menos fundados, sino por algo hondo ntimo, sabía lo que debía hacer. L

sangre heredada de su padre, la de ssanta madre, la educación que ésta lhabía dado, la dolorosa experiencia dsu vida de pobreza y privaciones, tod

sin quejas ni protestas, formaba lurdimbre inextricable de su carácterCuando salió de la parroquiarelampagueaba al oriente y se oía e

rueno de una tempestad que se acercao se arredró.

Se acercó defendiendo el bulto ea sombra, al portal. Julián entrab

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 777/862

acompañando a don Simón, de blusón dholanda y sombrero en quesadilla, ahotel. Se alejó y fue a situarse a l

sombra de uno de los pilarones deportal. Dos borrachines que veníaalegando necedades repararon en ellaUno se acercó un momento, le miró lcara y soltó una carcajada.

 —¡Una vieja!Los gritos, las bromas, la algarabí

de los borrachos, el tintineo de copasvasos y botellas se oían distintamenteLa noche ennegrecida por eamontonamiento de las nubes hací

aparecer como brasas de cigarro lofocos incandescentes espaciados dcuadra en cuadra; pero la luz que salíde El Barrilito bañaba el portal con un

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 778/862

franja tan clara que se podían contar labaldosas.

Esa noche  El Barrilito  ardía. E

barullo de voces, risas, carcajadaschocar de cristales, dentro, concordabcon el estallido de cohetes y cámarasrepiques en los templos, celebrandvísperas del acontecimiento anual.

Las llamadas continuas al Mocho a Pilatos eran dominadas a intervalo

regulares por un grito gutural desarticulado: —¡Arriba Tacho Ramírez!… —Ese sombrero morrongo y es

pantalón guango te los perdono —dijPachito Martínez— no más porque erenieto de don Jesusito.

 —¡Y porque mi nieto, com

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 779/862

caballista, no tiene cuate!El grito ronco y destemplado s

repitió:

 —¡Tacho Ramírez es mi mergallo!

 —Habrá que ver —observó comodestia el aludido—. Vienen charrode Jalisco, Zacatecas, San Luis, Méxic Aguascalientes.

 —Charritos de rinconera —repus

Pachito Martínez que no quería soltarlde los brazos. —Cuidado con los de Guadalajar

—observó el Mocho—,  Tacho vien

muy obachón y pueden darnos más de ususto.

Tacho Ramírez, estudiante eGuadalajara, estaba de vacaciones e

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 780/862

San Francisquito. Abierto, risueñosiempre travieso y cordial, disfrutaba dgran popularidad en el pueblo y la

muchachas más guapas se morían por éieto del viejo don Jesús, era e

campeón de coleadero por sus grandedotes y práctica de caballista.

 No se hablaba más que del caballzutano o de la yegua mengana y que el de octubre, fiesta titular del pueblo,

que las carreras, el coleadero y todclase de charreadas.En ese ambiente no pudo menos d

provocar hilaridad la presenci

ntempestiva de Julián Andradefuertemente cogido del brazo por señodon Simón. Entraron por el pasillo dehotel a llamar a Pilatos. Un

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 781/862

desgarbado, flaco, todo arrugas, dsombrero de palma caído sobre los ojoszapatos bayos de rechinido, traje d

charro cortado por don Rosalío; y eotro, muy grave y enfático, de saquitróde holanda hasta la rodilla, sombrerengomado de quesadilla, pantalones dacordeón y el inseparable paraguablanco en la mano.

 —Pilatos, serías tan gentil de pone

un vaso más para su señoría.Lo había atrapado al llegar aarrilito:

 —Mucho gusto, caballero. Si mi

ojos no me engañan tengo el honor dsaludar a nuestro interesante viajero…

 —¿Quién?… ¿Yo?…Lo tomó sin más del brazo

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 782/862

entraron al hotel. Luego a la cantina emedio de la muchedumbre que la llenabde bote en bote. Pilatos abrió los ojos

a boca, sin entender, pero por sí o pono llevó a la mesa un vaso más con esifón de agua gaseosa, el vermut y earabe de grosella. Y arrimó, a señal d

don Simón, un asiento suplementario a lmesa.

 —Gracias, Pilatos, puede

ausentarte. —Me interesa usted, caballero, poa información verbal y de primera man

que puede darme de las costumbre

bonaerenses que ha tenido la fortuna dconocer de visu.

 —¿Quién? ¿Yo?…Señor don Simón no necesitaba qu

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 783/862

e respondieran, sino un paciente auditoque lo escuchara (a los de SaFrancisquito los tenía probados y l

huían como a la peste).Reclinó el paraguas blanco contr

el muro, colgó su sombrero quesadillen el clavijero y sirvió.

 —Nada me es ajeno. Tengo ediccionario enciclopédico en cuatromos, soy asiduo lector del  Reader

igest  y he puesto en apuros en más duna ocasión a los «señores catedráticosde la XEW. Y… basta.

La algarabía en creciente de  E

arrilito  lo hacía levantar la voz parhacerse oír, mejor dicho para escucharsél mismo.

Habló, pues, de cuanto sabía d

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 784/862

Buenos Aires y con el tono enfático que era propio se lamentó de l

decadencia de las letras y las artes e

estos aciagos tiempos de revueltas, dambiciones bastardas y dconfusionismo general, mientras Juliánrebelde a la cultura, espiaba por epasillo, esperando de un momento a otra presencia del  Fruncido  al que tení

que arreglarle su cuenta.

 —En resumen, caballero, ¿de que sirven a la humanidad los desvelos dEinstein, por ejemplo? Pongamos sobrel tapete de la discusión mi

nvestigaciones acerca de los Tartesioo mi refutación a  El origen de la

especies de Darwin. ¿No prefieren estozafios, que está usted oyendo, sus piale

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 785/862

  sus manganas? ¿Con quiénes squedaría su señoría?

 —¿Quién? ¿Yo?…

Fue el colmo. El sabio pegó ugolpe seco sobre la mesa con la palmde la mano y como en ese instante soyeran las nueve campanadas de relode la parroquia, tomó paraguas sombrero y, sin despedirse de Julián, fua pagar su cuenta a Pilatos.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 786/862

XXI

—¿ES LOCO? —preguntó Juliánmareado todavía por la verborrea devejete, a Pilatos, que lo invitó a entrar

a cantina. —Es sabio —respondió ést

gravemente.

 —Se sabe de memoria ediccionario en cuatro tomos —agregó e

ocho, con sonrisa maliciosa.Don Jesusito estaba ya sentado e

un banco, reclinado contra la pared

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 787/862

ncapaz de sostenerse en pie. Supárpados colgaban flojos y pesados y sividez acentuaba el amoratamiento d

sus labios.  El Mocho  cuidaba dmantenerle la copa llena, y Pilatos dponer rayitas en la pizarra.

Don Melitón, un viejo hercúleocasi negroide, de dientes muy blancos colmillos acuminados, aburría al selectconcurso con un estribillo:

 —  Mocho, soy muy desgraciado. —¿Porque está podrido en pesos? —Mesmamente: cuando yo er

pobre los ricos mandaban y ahora qu

soy rico nos manda la pelusa…Pero Pachito Martínez no se rendía —¡Tacho Ramírez es mi mer

gallo!

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 788/862

 Nadie hacía caso de ellos. Julián scercioró de que el Fruncido  no habílegado, pero sí Chon Ramírez que l

estaba mirando con una sonrisa cínica nada tranquilizadora. Estaba cerca ddon Melitón que se empeñaba en que lcantara El abandonado.

 —¡ Mocho,  soy muy desgraciadohasta el infeliz de Chon Ramírez mquiere alzar golilla!

 —Así anda el mundo, don Melitó—dijo Julián acercándose—. Hoy es díen que hasta los chuchos nos mean.

 El Mocho,  evitando la riña, s

levó a Julián: —Venga para presentarlo co

Tacho Ramírez, nieto de don Jesusito campeón de coleadero.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 789/862

Se dieron la mano como debe ser Tacho se fue luego con sus amigos lomuchachos, y Julián volvió, picado, co

don Melitón: —Oiga, don Melitón, según veo e

San Francisquito todos son parientes, eque no es Martínez es Ramírez…

 —Y el que no es Martínez nRamírez jiede a perro muerto.

Estallaron las carcajadas, Juliá

peló la pistola y Chon hizo brillar undaga. Pero allí estaba ya el Moch

nmovilizando la mano del mesonero dl Macho Prieto,  y don Melitó

desarmando a don Julián Andrade. —Déjenlos —habló Pachit

Martínez, después de echar un charco dsaliva en el suelo—. Tienen cuenta

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 790/862

pendientes y quieren arreglarlas comos hombres.

 —Siempre fuiste muy soflamero

Pachito Martínez —exclamó doJesusito bamboleándose ya de pie cercde ellos; Tacho su nieto lo ayudaba sostenerse—. Eres muy malilla de verasLos Ramírez le cantamos el alabadhasta al que nos hace un feo. Aunqupobre, Chon es mi sobrino y yo no lo h

de dejar manchar la bandera peleandcon un anciano. Yo te mando que targues a tu casa o al infierno…

 —¡Tacho Ramírez es mi mer

gallo!Deslumbrado por las lámparas d

gasolina, aturdido por el tintineo de lacopas y los vasos, y el barullo de l

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 791/862

concurrencia en plena ebriedad no pudsostenerse más. Entre el Mocho Pilatos lo condujeron a la trastienda y l

acostaron en un camastro. Tacho salipor el coche de sitio para conducir aabuelo a su casa y Julián se deslizdiscretamente por el pasillo del hotel pedir un cuarto, cuando una mano lo asifuertemente del brazo.

 —¿Adónde vas?

Reconoció la voz de RefugitoArrebujada en su abrigo, no máasomaba los ojos.

 —Estoy esperándote desde la

siete… —Me corriste de tu casa… —No seas tonto. Mi casa es y ser

siempre tu casa. Camina…

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 792/862

Soplaba un fuerte viento, las nubehabían quedado deshechas y la nochestaba despejada y fría.

La fiesta resucitó a los muertos. —Adiós, don Jesusito… Adiós

Pachito Martínez… No le contestaron: uno porque n

oyó y el otro porque oyó. Los dopasaron de largo y no lo vieron. ¡Viejopobre y, lo que es peor, sin esperanzas

quién le hace caso a uno!Había llegado entre los últimospero incapaz de contaminarse deregocijo que esplendía en todas la

caras, llevaba el sombrero caído hasta nariz, desmayados los brazos

sueltas las riendas sobre las crines de uviejo rosillo alquilado. (Refugito l

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 793/862

proveía de todo).¡Pero, caramba! Uno tiene el alm

en el cuerpo y mientras la sienta…

Pasaron, pues, de largo, dando sabrosafumadas a sus cigarros y con veinte añomenos en el cuerpo, por milagro desastre y del peluquero. Don Jesusito, dviejo vestido de casimir gris con negrocordones de seda, oloroso a kananga nafta; Pachito Martínez estrenand

cotona y pantalonera, todavía con hedode curtiduría, sombrero guinda de pelde conejo, de toquilla y ribete plateadosComo siempre, el sombrero en los ojos

mascando chicle y escupiendo. —Adiós, Mocho.

También muy apuesto, reciéafeitado, relucientes los cachetes y lo

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 794/862

ojos, de chamarra y pantalón dgabardina, la pata tiesa al airemontando una yegua orizbaya, venía d

a carretera y dijo que el hilo de cocheno se cortaba por ningún lado.

Trabajosamente pudo abrirse pasentre el mar de vehículos que inundaba plaza y bloqueaba las bocacalles, uujoso  Packard.  Se detuvo y de pront

se abrió en buqué de frescas rosas

Cuatro bulliciosas y lindas damitas una arrogante matrona de anteojoahumados y armadura de careyAdmirablemente maquilladas, mu

elegantes, tocadas con pañuelos de sedde vivos y brillantes colores cubriendsu pelo corto azafranado o negrendrino. Saltaron con pasos menudito

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 795/862

uciendo sus  slacks,  meneando sucaderas de ánade, sus diminutos pieelegantemente calzados y armando gra

algarabía. —¿Qué es esto, Mocho? —Mexicanitas… —¿Estamos en San Francisquito

estoy desvariando sin gota de vino en eestómago?

 —¡Pájaros nalgones! —dijo e

ocho,  riendo estrepitosamente cobrutal descortesía.Julián se tambaleaba de risa. —Todo se ha perdido —observ

un transeúnte en olor de santidad—hasta la vergüenza.

 —Eres mi mejor amigo, Mocho.

Se quejó de sus paisanos, de lo

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 796/862

desaires que le hacían, de la rapacidadel sastre que por una planchada larrancó dos pesos, del bolero que po

engrasarle las botas le sacó un tostón, de ese infeliz de Camilo que por ealquiler de la charchina que montaba lhabía cobrado lo que no valía.

 —Chon no le habría pedido ni ucentavo.

 —¿Chon el de El Macho Prieto?…

Ni me lo mientes!Estaba renegrido. —Es puro guaguarero. No le teng

miedo…

 —¿Miedo yo?Iba a prorrumpir en la sarta d

nsolencias que mejor se sabía, pero e

ocho  había desaparecido entre l

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 797/862

multitud, sin decirle adiós.Y esto es lo que me da más tristeza

¿Por qué lo hacen a uno menos cuand

lega abriéndole los brazos a todo emundo? ¡Tanto que quiero yo a mipaisanos!

 —Adiós, don Fabián. —Adiós Tacho Ramírez… pero n

Fabián sino Julián…También pasó de largo. Pero e

colegial siquiera me ha reconocidoaunque sin acordarse de mi nombre. Dodos modos se le agradece.

Tacho Ramírez de lujoso terno d

venado, acompañaba a dos soberbiamorenas, una de falda corta, medias dseda y brillantes zapatillas de charol; lotra de zagalejo encarnado con much

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 798/862

entejuela, camisola blanca sin mangas muy escotada con un bordado rojo dmotivos aztecas. A campo libre, Tacho

colegial travieso, dio a la china poblanuna palmadita abajo de la cadera y lniña se disparó como potranca fincuando siente la vara en la grupa. Diuna carrerita, dando chillidos dregocijo y una dama monumentabigotuda y bien pintada, que venía tra

de ellos, dijo enojada: «¡Estos niños!». —Lo que yo te digo, Mocho.

 No se acordaba de que iba solo.Todo esto me entristece, pero est

bien. Como dice Refugito, cuando unacaba de despertar no puede ver la luzpero tampoco cuando uno comienza dormirse o a… ¡Mal ajo pa los malo

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 799/862

pensamientos. Cada edad tiene sugustos y sea por Dios y venga más…!

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 800/862

XXII

A CADA 4 de octubre y, por todo el díaSan Francisquito se viste de gala en taforma que ni en su casa lo conocen

nvadido por una muchedumbrabigarrada que llega de los cuatrpuntos cardinales pierde totalmente s

color local. De lejanas tierras llegasucios camiones abarrotados dpasajeros, camionetas, trocas carcachas de toda especie. Lo

automóviles de lujo rebrillan po

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 801/862

nstantes a la viva luz del sol y ssumergen inmediatamente en lnundación.

El aire arribeño barrió a buenhora las palmas del cielo, y esplende esol en esa fresca mañana otoñal.

El grupo de damitas de  slack

quiere llamar la atención, pero lamedrosillas pueblerinas no sescandalizan de tan poco y más bie

procuran aprenderles por si llega locasión.Llegan las reinas a la plaza mu

peripuestas, montando arrogante

corceles y son acogidas con estrepitosoaplausos. Sonríen agradecidas y sforma la cabalgata encabezada por ella  por don Jesús Ramírez y Pachit

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 802/862

Martinez, los charros más viejos y degítima cepa ranchera. No menos d

cien jinetes se alinean y comienza e

desfile rumbo al coleadero. Y laaclamaciones.

 —¡Arriba don Jesusito! —¡Arriba Pachito Martínez!Don Jesusito monta una yegu

ordilla de gran alzada; adornan el fustarneses chamberineados, reat

sanluiseña en los tientos, cabezada destambre rojo, sarape del Saltillocuidadosamente doblado; PachitMartinez, a caballo sedeño de pur

sangre, grullo, con vistosos arreos dplata.

 —Hoy es la tuya, Melesio…Es un mozo cenceño, de blusa d

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 803/862

holanda, almidonada, pantalón azul corayas rojas muy vivas; monta uprecioso potro criollo, alazán tostad

que para las orejas y agita la cola coprematuro entusiasmo, sin celo nenvidia de los magníficos caballofinos, porque sabe lo que lleva encima.

Se lleva la mano al sombrero yocando apenas la falda, da las gracias.

Pero el que se gana el aplaus

unánime es Tacho Ramírez, tres vececampeón. San Francisquito no quierque el colegio le arrebate a su charrmás joven y apuesto.

Terno de venado nuevecito tasobrio como su silla vaquera poblanhecha para la travesura.

 —¡Tacho Ramírez es mi mer

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 804/862

gallo!El inmenso valle donde se estir

recto el lienzo para el coleadero está y

nvadido por la alegre muchedumbreOndulan las muselinas áreas dchillantes colores, los rebozos de hilo de seda, las albísimas blusas, ecombinación improvisada de coloreque ni el genio del pintor logra nuncsuperar en riqueza de gracia y d

matices. Es como si se hubieradeshojado en el esmeralda del céspecataratas de pétalos de flores.

 No por severos son meno

lamativos los trajes de los charros eos más diversos estilos, desde la

clásicas cotona y pantalonera de gamuzolorosas a buen curtido hasta l

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 805/862

chaqueta negra de casimir francés coalamares perla o plata, el pantalón bieajustado al muslo y a la pierna, abiert

abajo en campana sobre el zapato bayobien lustrado.

La cabalgata se abre paso entrnfinidad de vehículos, peatones

rancheros a caballo. La plaza es un lagde lujosos carros que rebrillaban al sosus charoles, camiones, camionetas

rocas de estacas, que irá a vaciarse eel campo de la charreada. Se oyencesantemente el aullido de algun

sirena, los roncos golpes de bocinas

notas de violines, contrabajos y pistoneahogados en el vocerío generaCitadinos asoleados, rancherillos dcalzonera y soyate en ariscos matalotes

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 806/862

se entreveran por todas partes bus candacomodo.

A uno de los jacaloncillo

evantados a la vera de la carretera, sacerca Julián y se apea:

 —Un tequila doble…Hay ahora tanto motivo par

emborracharse.Estoy muy triste y estoy mu

contento. Venga, pues, otra doble.

Cuando volvió a montar lo hizo coigereza. Se arriscó el sombrero y lbrillaron los ojos y los dientes.

 —¡A la bin, a la bin… ran… ran…

ran! ¡A la bin, bon, ban!… Bonitochiquito… ¡arriba San Francisquito!…

Fuereños: voces frescas, sonorasuveniles. Más de un centenar d

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 807/862

muchachos y muchachas desciendenebrios de regocijo, de tres enormerocas, y se desparraman por el campo.

Una muchedumbre ansiosa sarremolina a comprar boleto para egraderío con una sola entrada. Muchomás son los que se contentan con eespectáculo de afuera y se dispersan ebusca de una buena sombra. Y en aquemar alborotado se agitan confundido

os toscos sombreros de palma con lacabecitas maravillosas de lamuchachas, la gamuza y la popelina das chamarras con las brillantes blusa

de seda femeninas.Julián va a la cola de la cabalgata

riste otra vez, pero no tan triste comSan Francisquito se ha quedado, quieto

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 808/862

sin un habitante.De pronto el rosillo da el reculón

se para. Es imposible avanzar más. L

columna de charros acaba de entrar a lpista y se oye como huracán el griteríoos hurras y los aplausos a las reinas qua encabezan. Éstas ascienden luego e

graderío a ocupar su sitio en el palco dhonor y de los trofeos. Y hacen visos lentejuela y la chaquira de los zagalejo

  los finísimos rebozos legítimos dSanta María. Pero resplandecen más aúos negros ojos y los apiñonado

carrillos.

Dice Refugito que ya nuestroiempos pasaron para siempre y yo dig

que no, porque mientras tengamos almen el cuerpo…

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 809/862

Dio un grito con toda la fuerza dsus pulmones, pero resultó como un gritdado dentro de una olla rajada. Sólo po

respeto a sus muchos años no soltaron lcarcajada los que estaban cerca de éSe metió a viva fuerza entre lacabalgaduras hasta llegar a la cabecerdel lienzo donde en apretada fila lovaqueros tenían encorralados a looros. La pista se alargaba recta, blanc

  pareja. El vedor y las autoridades apaso tardo de sus cuacos la recorrieroprimero; luego los charros que iban omar parte en la lid pasearon en ir

venir sus caballos para que conocierabien el terreno.

Limitaba el lienzo, de un lado, unapretada fila de árboles sobre alt

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 810/862

borde, y del otro, separándolo degraderío, una valla improvisada covigas horizontales sostenidas en sólido

postes enterrados en el suelo. Labigarrada y bulliciosa concurrencia sencrespaba como mar agitado sobre logruesos y ásperos tablones que servíade asientos.

Los apuestos charros iban y veníapor la pista en los preliminares de l

diversión, luciendo sus bestias finasfogosas cabezas, orejas enhiestashocicos espumeantes, sillas, arnesesguarniciones que valían un capita

sombreros galonados, trajes de corte estilo variado.

Julián soltó una maldición: —¡Si este lambrijo hijo de la ch…

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 811/862

pensará que le tengo miedo! No más por no armar aquí u

escándalo y sobre todo porque quier

cumplir la promesa que le hice a lVirgen del Perdón… ¡Si no!…

Chon Ramírez había metido a lfuerza su caballo prieto pegando con eanca en el matalote de Julián. ¡Injurisangrienta entre rancheros!

Felizmente acabó de apartarlo d

os malos pensamientos Tacho Ramírezque quién sabe por qué se había fijaden él.

 —Una cerveza, don Fabián… dig

don Román… —Ni don Fabián ni don Román

Tacho Ramírez. Pero no le hace. Veng«la negra» y en el nombre sea de Dios…

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 812/862

Ya hablaremos.Estiró el brazo, tomó la botella y e

dos largos tragos la saboreó con deleite

 —No sabes mi nombre porquapenas me conoces, pero eres más gentque todos ésos…

 No más, porque Tacho Ramírehabía desaparecido, devorado por lmultitud. Menesteres más urgentes lsolicitaban dentro del coleadero.

 —Tacho Ramírez, un trago. —Ven, Tacho Ramírez. —Ya ni conoces, Tacho Ramírez. —Una cerveza, Tacho Ramírez.

 —Te esperamos al guajolote, TachRamírez.

De los palcos, de las gradas, ddondequiera que había lindas mujere

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 813/862

Tacho Ramírez era vivamente solicitadoY Tacho tuvo que aceptar tanta copa qucuando montó de nuevo en su caballo

confiado a su caballerango, le dabvueltas el graderío, la pista y la cabezaMelesio Contreras agradecería a tantbeldad haberlo ayudado a quitar ecampeonato al mejor charro joven dSan Francisquito.

La hora se acercaba ya. Hubo u

movimiento de cabalgadurasmpacientes montados y peatonebuscaron sitio para ver mejor.

En la grada creció el tumulto d

gritos, exclamaciones y aplausos. —¡Ora, Melesio Contreras! —¡Arriba Zacatecas! —¡Jalisco nunca pierde!

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 814/862

 —¡Arriba los panzas verdes! —Esos camoteros de Celaya… —¡Tacho Ramírez es mi mer

gallo!Melesio Contreras pasó levantand

un aplauso.Simpatizaba por su modestia. Ni s

raje, ni su caballo, competían egalanura con los otros, pero su criollconfiaba en su maestría y en la maestrí

del que lo montaba.Afuera el espectáculo no era menonteresante. De la arboleda habían huid

espantados los pájaros por la presenci

de tan extraños huespedes; pero unpareja de torcacitas posadas en las altaramas de un olmo azafranado dabanmportunas, dos notas breves

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 815/862

acerantes para almas como la de Juliánque no logró ponerse a tono con eregocijo ambiente.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 816/862

XXIII

LAS MANOS están rojas de aplaudir y lagargantas enronquecidas de gritarAturden las porras aclamando a lo

suyos, las bocas se desfiguran, lobrazos se levantan, se agitan las cabezaenmarañadas y las botellas pasan d

mano en mano; refrescos, cervezaequila.Quiénes aplauden a su pueblo

quiénes a su rancho, algunos a su patrón

a su pariente o a su amigo.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 817/862

En ese desbordamiento de alegríaJulián, milpa helada, siente que ya ni ealcohol puede devolverle el alma.

Un grito agudo galvaniza apúblico:

 —¡Se vino!…Surgió al extremo del lienzo

como un eco viene repercutiendo, percada vez con más fuerza, con más vocescreciendo como un huracán al llegar a l

cabecera opuesta.Prieto, bragado y al trote. A medigalope se acerca el coleador, su bastillse lo cierra contra el borde arbolado

baja la mano, alza la cola y… ¡nada!…Se le fue. El novillo entra trotand

al corral. —¡No hay cuidado, Tach

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 818/862

Ramírez!…Tacho da media vuelta, echándos

el sombrero a la cara, desmayados lo

brazos y las piernas. ¡Las malditacopas!

El vocerío, suspendido umomento, se renueva con entusiasmcreciente. Se charla, se grita, se dicecuchufletas y se bebe, mientras aparecel segundo.

Y aparece el otro. —¡Cuidado con la bandera de SaFrancisquito, Pachito Martínez!

 —¡Es tuyo, viejo!

Josco, de pocas libras, pero bieencornado y nervioso. Para PachitMartínez, que lo que le falta de fuerza lsuple con mañas. En su caballo bie

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 819/862

amaestrado no tiene trabajo en coger iarse la cola de la res en la mano, dar eirón y hacer maromear al astado.

La plaza se viene huracanada. Es edelirio.

 —¡Día de tu santo, PachitMartínez!…

Sin levantar el sombrero de suojos, se lleva la diestra a la falda, dandas gracias y mascando chicle.

Don Jesusito, desazonado por efiasco del sobrino, con la plana mayode los charros satisfechos, sonríapenas.

El tercero desluce: el coleador nogra más que darle el sentón y la res e

seguida se levanta en fuga.Bien o mal, la suerte se repite y lo

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 820/862

que poco o nada entienden de ello sabunen. El sol cenital derrite los afeite  torna apayasadas muchas cara

bonitas. Al calor de hornaza se agrega ldesigualdad de las tablas tambaleantede los asientos. Algunos se levantan abandonan el graderío provocandumulto de los que de pie quiere

aprovechar los sitios desocupados, y a puerta hay una lucha entre los qu

pugnan por entrar con los que quieresalir.La fiesta de afuera es otra y n

menos pintoresca. La multitud bajo l

upida arboleda, disfrutando el frescode las cimas, en vecindad de enormecazuelas de mole de guajolote, de arrocon huevo cocido, de chile verde co

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 821/862

carne de puerco y frijoles con queso dhebra, se relame. En las brasas crepitaas tortillas al recalentarse, y en lo má

fresco del follaje se escondendefendiéndose del sol, las tinajas dpulque y los cántaros de colonche.

Relampaguean los ojos de lamozas, brillan los dientes de marfiarden los carillos apiñonados y lobrazos broncíneos moldeados a torno. Y

el campo es como un inmenso sarape deSaltillo con todos los colores del iris.Refugito no podrá decir que me h

portado mal. Unas cuantas copas d

equila, una infeliz botella de cerveza ni siquiera una bofetada al desgraciadde Chon Ramírez que le busca ruido achicharrón. Ni bebo, ni enamoro, n

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 822/862

busco pleitos. ¡La Virgen del Perdón mo tome en cuenta!

Pero el hombre propone y Dio

dispone. Mal dicho, el diablo disponeY el diablo en su encarnación máperfecta, los ojos maravillosos de unmujer. Fue primero una de esas murgaque abundan en Jalisco ejecutando supiezas con una expresión tan única, dun romanticismo tan contenido

discreto, que en vano quieren mejoraos maestros del arte.Sólo una gota faltaba para hace

desbordar el vaso. Y esa gota cayó co

un acento de inenarrable tristeza. Fue uviejo vals de Abundio Martínez quprecipitó una catarata incontenible en ealma de Julián: días de juventud y d

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 823/862

alegría idos para no volver.Y algo peor: el aguijón de un

avispa clavada en la espalda. Volvió l

cara.¡María Santísima! ¡Ella! Blusa d

percal, falda de franela roja con anchcenefa verde, rebozo cuapaxtli anudada la cintura, vueltos los extremos haciatrás sobre los hombros y los anchorepasejos a la espalda, lado a lado d

una gruesa trenza, rebruñida como el aldel cuervo.Y fue como si una ola de lava e

gnición hubiera corrido por sus venas

nundándole el cerebro y el corazónComo chispa que cae en el polvorín.

Cegaron sus ojos, se ensordecierosus oídos, su corazón repicó com

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 824/862

esquila rota.Algo más que el despertar de u

aletargamiento a una realida

ntensamente vital como la del mundque estaba palpitando en tomo. Era upasado que rompía en torbellinfulgurante. Esta pequeña Marcela y lotra Marcela y todas aquellas mujeres odos aquellos hombres y todos lo

placeres y hasta la sangre que se habí

derramado y en la que sus manos shabían mojado. Amigos, enemigosamantes, vino, juego, alegría y delirio.

Y sintió el deseo violento

mplacable de ser el que había sidoSiempre número uno aquí y en todapartes. Que las mujeres se espanten, quos hombres palidezcan, que se cierre

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 825/862

puertas y ventanas y los transeúntehuyan, que la gente se esconda y epueblo se quede solo. «¡Aquí están y

os Andrades!».Y los Andrades pistola en mano

diciendo maldiciones, hacen caracoleasus caballos y si la gana les da entran eellos a la parroquia. Fue, por tanto, snecesidad de gritar, necesidad de vivirdetenerse habría sido lo mismo qu

azotar en el suelo.Se arriscó el sombrero, tendió lrienda y apretó las piernas.

 —¡Ábranse!…

El alarido, un varazo al jamelgo y contracarrera a la pista.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 826/862

XXIV

—¡ARRIBA Tacho Ramirez!En la pista, a todo lo largo de

coleadero, de millares de voces se hací

una sola: —¡Arriba, Tacho Ramírez!Al clamor delirante sucede enorm

silencio. Se oye distintamente el trotdel novillo, el del caballo retinto dTacho y el del bastilla que le cierra a lres. Tacho se ha repuesto del todo

viene seguro de sí.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 827/862

Los cuerpos se tienden en arco, lorostros se contraen por la emoción. Iguaos partidarios de Tacho que los d

Melesio dilatan los ojos y suspenden lrespiración. Melesio ya derribó su torcon mano maestra y es preciso quTacho lo haga mejor y tome la revancha

Se acerca, baja la mano, coge eextremo de la cola, se la enreda en lodedos, levanta la pierna, afirmándose

cargando todo su cuerpo del ladcontrario, dispara el cuaco y da el tirónTodo con precisión, con elegancia, comaestría.

Exactamente en el momento en quse oyó el alarido desarticulado y roncdel viejo:

 —¡Ábranse… que aquí está Juliá

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 828/862

Andrade su mero padre, hijos de la…!El refilonazo fue brutal. El bastill

anzado sobre la barrera cay

rompiéndose un brazo, recibiendo cocedel caballo encabritado. Tacho Ramírehizo circo en su animal, milagrosamentse mantuvo en equilibrio, mientras eoro, después de dar una maroma, s

quedaba inerte con el espinazo roto. —¡Bruto!…

 —¡Mariguano! —¡Bandido! —¡Borracho!Era una tempestad de protestas

odo pulmón. Miles de manos se alzabaamenazantes y miles de bocas scontorsionaban bramando:

 —¡Afuera con ese borracho…!

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 829/862

 —¡Mándenlo al manicomio…!Afianzado en los estribos

satisfecho de su hazaña, el viej

Andrade regresaba sin premura hasta eextremo de la pista en medio densordecedora silba que era el aplausque él esperaba.

Aturdidos por su audacia, los de lmontada en vez de detenerlo se abrieropara dejarle libre el paso.

Pero cuando volvió al extremo deienzo bruscamente desenfundó srevolver, torció el rostro en un gritgutural:

 —El que sea hombre que me siga.Y ocurrió la catástrofe; s

catástrofe. A los gritos de las mujereasustadas sucedieron las carcajadas má

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 830/862

ultrajantes. La pistola no funcionaba.Chon Ramírez le salió al encuentro

omó el revólver por el mismo cañón y

riéndose, dijo: —Se te olvidaron los tiros

abuelito.Estaba estupefacto, rodeado de l

policía y no hizo por defenderse. Lomiraba a todos como idiota. Llegó ecomandante de la policía y el Fruncido

Éste lo reconoció al instante y con sndolencia habitual, dando media vueltadijo a los agentes:

 —¡Suéltenlo!… Es manso…

menso.Sus ojos claros no reconocieron n

al mismo Chon Ramírez que le devolvia pistola, palmeándole compasivament

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 831/862

a espalda: —Estamos a mano, viejito.Como un sonámbulo, se perdió e

el colmenar humano que se extendía poel valle.

Octubre había volcado amapolasvioletas, claveles, azucenaspensamientos y todas las rosas de todaas latitudes. ¡La mujer!

Pero el corazón de la fiesta —

pasando inadvertido— latía detrás demanteado de una carpa. Supalpitaciones eran ahogadas por evocerío de fuera y el rumor desvaído de

coleadero con periódicas explosioneempestuosas.

 —Pilatos, ayuda a don Julián bajar de su caballo y amarra el animal

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 832/862

uno de los postes. El Mocho  era el amo de la carpa

Fue arrastrando la pierna artificial

omar el único asiento desocupado a unmesa rodeada de las tres niñas dslacks,  dos fifíes que las galanteaban a voluminosa mamá desbordando do

asientos. —Pilatos, una cerveza helada.La dama gorda hizo ademán d

desagrado, frunciendo la frente aflojando la jareta de su boca dbatracio. Sacó de su bolsa un frascdiminuto, se puso unas gotas de perfum

  mirando, los ojos en blanco, a locurrutacos, exclamó:

 —Narciso negro de a veinte pesogramo.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 833/862

 El Mocho,  con cara de dolor destómago, la vio como los niños miran as focas del circo.

Pilatos, en mangas de camisasudoroso y encendido llegó con lcerveza. Así iban y venían los meserossin poder darse abasto en el serviciosolicitados de todas partes.

Las risas agudas de las muchachasel retintín de los cristales en las mesas

en el mostrador, en las grandes tinas dhielo constantemente removidas parsacar cervezas y refrescos, daban la notmás alta en aquella algarabía d

manicomio. —  Mocho,  te felicito, porque ahor

sí vas a dejar de ser soltero —le dijo dpaso Tacho Ramírez, compensado de l

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 834/862

desazón sufrida en la pista por cuatrsoberbias morenazas que lo llevaban ocupar una mesa como a su Apolo e

apoteosis.Reparando en la foca que estaba a

ado del  Mocho,  desenfadadamentfestejaron a Tacho con risas sonoras repetidas. Ella no se dignó tomarlos ecuenta.

 —Puro narciso negro de a veint

pesos gramo, Memo.Entretanto el viejo Andradearrimado al cuadrilongo de tablones quservía de mostrador entre una multitu

desaforada que pedía a gritos refrescoscervezas o tequila, no lograba hacersoír.

 El Mocho le gritó:

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 835/862

 —Venga, viejito; aquí le sirven lque pida.

Trémulo aún, de color terroso

duras las quijadas y más arrugado qununca, Julián Andrade acudió presto a lnvitación.  El Mocho  pidió una silla

Pilatos y la hizo caber, con indignacióde la dama gorda que retenía su rabia.

 —¿Qué toma? —Mocho,  eres buen hombre… l

que pidas. —Un tequila doble y una cervezhelada.

 —¡Soy muy desgraciado, Mocho!

 —Cosas de la vida, no haga caso. —Valdría más que la tierra m

hubiera tragado. —¡La de malas!

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 836/862

 —¡El honor vale más que la vida!Pilatos trajo la cerveza para s

patrón y la doble de tequila para do

Julián.La algarabía nada dejaba oí

distintamente. Entre las mesas discurrírabajosamente la concurrencia

chamarras, chaquetas, blusas dholanda, trincheras y hasta el maquinode un ferrocarrilero. Hormigueaban la

cabezas femeninas bien peinadas, lorostros encendidos por el calor y loespirituosos, vestidos graciosos en colo  corte. Entre los encamisados de un

marimba, los uniformes imitación piecon grotescos dibujos nacionales a lespalda, los mariachis y muchoandrajosos de murgas locales. Las voce

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 837/862

de las cancioneras, los chirridos de loviolines, los arpegios de las guitarrasrebuznos de metales y roncos quejido

de los contrabajos, con las carcajadasgritos y vocerío integraban una sinfonímposible y magnífica de juventud

alegría que ningún genio de la músicogrará superar jamás.

 —¡Puro narciso negro de a veintpesos gramo, Amadeo!

Fastidiado, el Mocho  estiró lpierna de palo, levantó una nalga y dijo —¡Puro frijol bayo gordo de

reinta centavos kilo!

Jupiterina, la dama gorda lfulminó; las niñas de  slacks y paños dseda a la cabeza dilataron sus enormeojos de lechuzas, indignadas, y los fifíe

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 838/862

que las acompañaban se pusieron en piecuadrándose en actitud de reto.

 El Mocho  se levantó sonriente

mpasible. Tocándose la cintura se alejpaso a paso, diciendo:

 —El que se queme, que sople. —Pilatos, ese viejo ya colgó e

pico, mételo a que duerma un rato.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 839/862

XXV

FUE PROVERBIAL  entre la familia eorgullo de los varones. No se dio ecaso de que alguno de ellos hubier

descendido hasta el extremo de haceconfidencia a ninguna mujer de susentimientos más íntimos ni de sus má

secretos desastres. Pero nunca, en su yarga vida, sintió jamás el deseo mámperioso y violento de desahogar s

corazón como en esa noche. Sentías

humillado, vencido, deshecho

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 840/862

Sorprendida, Refugito lo dejó hablar sinterrupción para no cohibirlo, para n

avergonzarlo de aquella confesión ta

dolorosa. Nunca se había imaginado quel desastre moral de su hermano fueran inmenso. Poco a poco fue cediend

del sentimiento de consternacióprofunda al de la más alta indignaciónJulián le contó, como el desesperadque se reabre una herida

minuciosamente, uno a uno, los desairee injurias soportados desde su llegada apueblo. La forma humillante con que lrataban hasta los que decían quererl

más. El viejo, el briago, el mariguano. Aunos les inspiraba compasión, ndiferencia a otros. Y del apellido d

que tanto se ufanó la familia no quedab

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 841/862

nada: «El Fuereño» y doña Cuca lpollera.

 Nunca dos hermanos se sintiero

an fraternalmente unidos como eaquellos momentos de crisis en que lodos sufrían por igual en su cuerpo y esu sangre.

En los primeros instantes Refugitconcibió la idea de llevarlo a la iglesia orar, a implorar el consuelo único qu

es queda a los desahuciados del mundoDios! Pero tuvo miedo de no llegar poese camino sino a lo contrario de ldeseado, a la increpación al cielo o au

a la blasfemia. Y fue su falta de fmomentánea la que la perdió. En uestado de indecisión, mientras buscabotros caminos para salvarlo

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 842/862

nsensiblemente fue cediendo hastquedar contagiada de su indignación de su cólera. Y por ese resquicio s

ntrodujo en su mente la voz omnipotentde la sangre.

Y entonces su rostro, modelado pouna vida de resignación acabada esanta serenidad, se transformó aparecieron los rasgos característicode su familia: la mirada del milano

aguda, fría, reseca, un leve tic en lcara, la línea viril en el gesto y en eademán. La obnubilación del enfermque entra en agonía o la del qu

comienza a perder la razón. —Yo tengo la culpa —dijo con vo

ronca y apagada—. Eres buen hermanoporque nada me has reprochado…

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 843/862

Sus ojos brillaron como afiladámina de acero y su voz adquiri

bruscas sonoridades metálicas.

 —Lo hice con buena intención.Abrió la petaquilla, sacó los tiro

envueltos en un pañuelo y ella misma sique sus manos temblaran los puso en ecilindro de la pistola.

 —Toma… —¡Fuera de tiempo!

 —Para que te defiendas. —No tengo ya de quién. El ridículmata mejor que una bala.

 —¡Estoy avergonzada!

 —Has comprendido, ¿verdad?Ella misma puso el revólve

cargado en la repisa de la Refugiana, un lado de la veladora encendida.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 844/862

Sintió que se había quedaddormido en su cama y salió de puntillaa la humilde capilla del barrio a reza

antes que dieran las nueve. A su estadde cólera sucedía otro de opresión angustia muy extraños. No se arrepentíde lo que acababa de hacer, y por essufría sin saber por qué como cuandhemos refundido algo en esubconsciente y ese algo pugna po

abrirse paso a la luz.Después del rosario el sacerdote eel púlpito abrió un libro y comenzó eer. Su voz era lenta, monótona

fatigosa. Sentadas sobre sus talonealgunas beatas cabecearon, otras fueroal confesonario y se acercaron a lacelosías.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 845/862

«Los pecados de los padres srasmiten a los hijos y a los hijos e

muchas generaciones».

Las palabras de las SagradaEscrituras pronunciadas por el sacerdotlegaron a la mente de Refugito como u

chispazo que iluminó repentinamente salma. Sintió, a la vez que una inundacióde luz en su cerebro, una angustiremenda en el corazón. Se levantó ta

precipitadamente, que el capellásuspendió momentáneamente la lectura as beatas despertaron volviendo su

ojos asustados.

Salió de la iglesia arrepentida dsu pecado, contrita y perdonada.

Todo se reduce a hacer desapareceesa pistola y a que Dios me ayude par

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 846/862

alejarlo de aquí. ¿Cómo?… ¡Para Diono hay imposibles!

Algo extraordinario en una muje

que nunca supo de neurosis ni cosa dnervios: un temblor convulso la sacudcomo ataque de malaria y un nudo en lgarganta apenas la deja respirar. Ocurren cuanto enciende un cerillo y repara ea cama vacía. Y también el revólve

cargado por sus propias manos h

desaparecido de la repisa de la Virgedel Refugio.Y como si le susurraran al oíd

escucha las últimas palabras de Julián

«Ese desgraciado del  Fruncido  me liene que pagar… ¡Te lo juro!».

Encendió la vela de Nuestro Amopersignó la casa en los cuatro punto

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 847/862

cardinales y sigue rezando, con ella eas manos, hasta que sólo queda u

cabito y la cera se le derrite en lo

dedos.Oye las diez, las once y poco ante

de la una cruje la llave en la chapaBendito sea Dios!

Entró. ¡Jesús, qué espantajo! ¿Qufue?

Tiritando, envuelto con una frazad

 en cueros, descalzo y descubiertos localcañales. ¡De dar vergüenza! —Se me pasaron las copas

hermanita… Luego me resbalé en u

charco y dejé los pantalones en el lodo. —¿Y la vergüenza? —Regáñame, dime lo que quieras.Pero algo había en el tono de vo

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 848/862

que la inquietaba. Mentía seguramentepero ocultando más de lo presumible.

 —Un amigo me prestó est

frazada… Por favor, apaga la vela.Refugito despertó con la man

puesta sobre el corazón, ahogándose euna pesadilla. Perdida en un dédalo dcalles jamás conocidas en su vidacalles que se iban angostandoretorciendo hasta dejarla en el filo de u

precipicio donde era imposible dar upaso más ni retroceder. Soplaba eventarrón que la hizo bambolear y era umurciélago que, con su aletazo par

precipitarla al abismo, la despertó.Rezó fervorosamente el bendito, s

apó con la sábana los ojos y ndespertó sino al toque del alba. Poc

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 849/862

después salía andando de puntillas misa.

A Julián no lo dejaba dormir e

dolor tenebrante en el pie y mordía lsábana para que Refugito no lo oyerquejarse.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 850/862

XXVI

OCURRIÓ de otro modo de como él se lcontó a Refugito. Cuando ella salió rezar, la víspera por la noche, creyend

dejarlo bien dormido, se levantó ientas, dio con la pistola, se la fajó a l

cintura y se echó a la calle. La juerg

comenzada después del coleadero sprolongaba en todas las cantinas depueblo. Los gritos y las risotadas en E

arrilito  se oían hasta la plaza dond

paseaba la multitud en la serenata.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 851/862

Entró sin saludar; como sonámbulpasó entre los tomadores y tomó por epasillo del hotel. Tomó sitió en una mes

  tuvo que llamar tres veces a Pilatosadie le hacía caso, ni siquiera por e

escándalo que promovió en ecoleadero. Se encontró cara a cara coChon el de  El Macho Prieto  y no snmutó. Todo se lo reservaba para el qu

más lo había agraviado. Y se sentó

resuelto a esperarlo. —Cárgale aguardiente hasta que lduermas —dijo Chon Ramírez a Pilatospagando con uno de a cinco pesos.

Y se durmió hasta que un doloagudo en un pie, un dolor tan intenscomo si se lo estuvieran barrenando, ldespertó. Olía a cuero quemado. Lanz

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 852/862

una insolencia. Un «calambre». Todavíno acababa de apagarse el cerillencendido sobre uno de sus zapatos

Entonces reparó en el grupo de charroque lo rodeaban, festejando la travesurde Chon Ramírez y reconoció al de lboca fruncida, enjuto y paliduchoViolentamente echó mano de… nada. Srevólver había desaparecido.

 —¡Así serán hombres

desgraciados!… ¡Y usted, cara de fon…vaya y ch… a su madre! El Fruncido lo volteó de un revés. —Muchachos, quítenle lo

calzones a este infeliz y échenlo a lcalle.

Iba ya a distancia de  El Barrilit

cuando Pilatos lo alcanzó corriendo, l

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 853/862

dio una cobija para que se tapara y erevólver que le habían quitado.  E

ocho se los mandaba.

Pero más hondo que el dolor depie era el que le agujereaba el alma que calaba de vergüenza. Por escuando Refugito se levantó y salió a lcalle, él, que no había dormido unstante, buscó su ropa a tientas, s

vistió, tomó su pistola y se fue a la calle

Había amanecido y el sol comenzaba sacar chispas del pararrayo de lparroquia. Cuando llegó a la plaza teñíde una las canteras de sus torres

doraba los pretiles más altos decaserío. Repicaban las campanalamando a misa, en las arboledas lo

pájaros garrulaban su concierto matinal

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 854/862

Todo era vida y alegría. De una casa dbaños salieron dos lindas mozas dcarrillos relucientes, goteando agua de

pelo. Entró, tomó una ducha fría y dejen prendas la navaja, porque «se lhabía olvidado el dinero».

Sintió despejado el cerebro, ecorazón aligerado, sus miembroextrañamente flexibles y expeditosHasta el dolor de la quemada habí

desaparecido. Se oían los gritos de loransnochadores ya dentro de  E

arrilito. Lo raro fue la indiferencia coque los escuchó. Pasó frente a l

parroquia, estaba entrando gente a misapero a él no le hizo falta Dios, porqucomo dijo Plaza «ni amor al mundo, npiedad al cielo». Y siguió andando, n

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 855/862

riste ni alegre, ni tranquilo ni enojadoSu cerebro era como un reloj al que drepente se le rompió la cuerda. Su

piernas lo llevaban y sus piernas sabíaadónde. Sí, también su corazón se habíquedado vacío, sin amor y sin odio.

Refugito volvió de misa a su casa pensó: «Ha de haber salido a curarse lcruda. Mientras voy a comprar mrecaudo a la plaza».

Se sentía cansada, la cabeza ldolía y le daba vueltas. La desveladaPasó frente a la botica. Ni el fresco da mañana lograba disipar la niebla qu

oscurecía su pensamiento. Le latían lasienes y la cabeza le seguía doliendoEntró y allí mismo se tomó un cafión.

En la lechería pidió un litro

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 856/862

compró en el mercado doce centavos dmenudo y seis de tortillas. Hizo que lenvolvieran un queso fresco en una hoj

de milpa.Y estaba regateando las cebollas

os jitomates que habían subido por unprematura helada, cuando se oyó ubalazo. Sintió una fuerte corazonada y senderezó.

 —Son los charros que todavía l

raen —dijo la marchanta. —Dieron guerra toda la noche —agregó un cargador que estaba sentaden la banqueta.

Un muchacho pasó desaforadpreguntando por el gendarme.

 —¿Pleito, Otilio? —Sí, doña Rita, el Fruncido  and

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 857/862

agarrado con «el fuereño».Lívida, sin gota, de sangre en l

cara, Refugito confió su recaudo a l

marchanta y se encomendó a Dios. —¿Usted también, mi alma? ¿Va

buscar una bala perdida?Siguieron los disparos. Lo

placeros confiaban sus puestos a otrosapareció gente en puertas y ventanas, media calle, todos mirando a la multitu

encrespada como una ola, afuera de  Earrilito.

Se acercó cuando iban saliendo dode la cantina, empuñando sus pistolas

arrimados a la pared, como si les faltarfuerza para sostenerse con sus propipiernas. Pero la sangre que lechorreaba de la cabeza no permití

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 858/862

reconocerlos.«Están borrachos», pensó par

consolarse.

A fuerza de codos, pisadas empellones, llegó a primera fila deruedo que se había formado como en unpelea de gallos. Y como gallos estabanen efecto, hechos bola, caídos los dos eel empedrado. Uno consiguió treparssobre el otro y le pegó repetidas vece

en la cabeza con el cañón de la pistolacomo quien está haciendo picadillo. —¡No!…Fue el alarido de Refugito en e

momento de reconocer a su hermanoTan agudo, que éste volvió hacia ella scara tinta en sangre y destrozada. Lmiró con sus ojos ya deslustrados que e

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 859/862

el mismo instante se acabaron de apagarEl revólver se deslizó de sus manos suavemente resbaló de su contrincante.

Ciego por la sangre, aturdido poos golpes, el Fruncido,  que estab

debajo, a tientas buscó el pecho dJulián para asegurar el tiro.

 —¡Cobarde!…Como loba hambrienta se arroj

sobre él y le arrebató la pistola.

Coincidieron el disparo y un gritde muerte. Pero con la brizna de vidque le quedaba la amartilló en medio das cejas y le disparó.

Presos de la cárcel municipaconducidos por un gendarme, vinieron evantar los cadáveres en tres senda

camillas, en medio de la consternación

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 860/862

silencio de los circunstantes.Se oyó un rumor apagado de voces —Don Gertrudis…

El presidente municipal llegó coel comandante de la policía. Vio echarco de sangre sin que se inmutaraas líneas de su rostro pétreo

enigmático. —Se acabó la mala yerba —dij

removiendo apenas sus gruesos labio

de indígena.Cuentan en San Francisquito, comcosa de milagro, que doña Cuca lpollera se había quedado con los ojo

abiertos como mirando al cielo y quenía cara de santa.

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 861/862

Table of Contents

Mala yerba. Esa sangre«Mala yerba» y «Esa sangre»Mala yerba

IIIIIIIV

VVIVIIVIII

IXXXI

XII

7/23/2019 AZUELA-Mala Yerba. Esa Sangre - Mariano Azuela

http://slidepdf.com/reader/full/azuela-mala-yerba-esa-sangre-mariano-azuela 862/862

XIIIXIVXV

XVIXVIIXVIII